desarrollo óseo
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ANATOMÍA 1
“El cuerpo como un todo”Sistema esquelético.
Alberto Obreque Robles
Kinesiólogo.
La osificación resulta de un conjunto de fenómenos anatómicos, histológicos
y fisiológicos que transforman tejido conjuntivo diferenciado en tejido óseo.
Los huesos se forman por dos mecanismos:
DESARROLLO ÓSEO
Preosificación; aparición de una distensión edematosa en el tejido embrionario
entre cuyas fibras colágenas aparece una sustancia preósea.
Impregnación cálcica; sales de calcio aportadas por los vasos sanguíneos se
depositan en la sustancia fundamental. El proceso de calcificación invade
progresivamente las trabéculas, lo que asegura el proceso de osificación por
aposición.
Destrucción ósea; las trabéculas sufren un proceso de destrucción exteriorizado
por la aparición de los canales de Havers en el hueso compacto y de cavidades
medulares en el hueso esponjoso.
En la osteogénesis deben considerarse los
siguientes periodos:
OSIFICACIÓN ENDOMEMBRANOSA
Este proceso se observa en los huesos del cráneo y cara (huesos
planos).
Tiene lugar en condensaciones de tejido mesenquimático muy
vascularizado.
A partir de estas células se forman los osteoblastos que sintetizan y
secretan al osteoide el cuál se mineraliza y va englobando a los
osteoblastos.
Entre estas células en diferenciación la matriz se diferencia en espículas
que se transforman en trabéculas ordenadas.
Las trabéculas son posteriormente remodeladas.
El primordio óseo está rodeado de periostio que contiene osteoblasto que
deposita láminas paralelas de hueso perióstico.
OSIFICACIÓN ENDOCONDRAL
El cartílago adopta una forma parecida
a la del hueso que va a dar origen.
El molde de cartílago es invadido por
grupos celulares que forman centros
de osificación ubicados a nivel de la
díafisis, epífisis y metáfisis (en el caso
de un hueso largo).
Huesos largos y cortos.
Simultáneamente ocurren en el cartílago subyacente,
modificaciones similares a los descritos previamente en el
cartílago epifisario, formándose un centro de osificación
endocondral primario (diafisario).
A su vez aparecen invasiones de vasos sanguíneos y células
hematógenas que dan origen a la médula ósea roja. Ocurre
también la formación de la cavidad medular nivel de diáfisis.
Posteriormente se forman centros de osificación secundario a nivel del
cartílago de las epífisis a partir del cual se formará el hueso esponjoso.
El cartílago que permanece constituye la placa cartilaginosa epifisaria
o cartílago de crecimiento de los huesos ya formados.
El crecimiento óseo se inicia en la vida embrionaria y sigue hasta la
pubertad.
El crecimiento en longitud se efectúa mediante la adición de hueso nuevo
a la cara diafisaria de la placa de crecimiento o fisis.
CRECIMIENTO Y RESORCIÓN ÓSEA
La placa de crecimiento se halla intercalada
entre la epífisis y la diáfisis. En la placa de
crecimiento se distinguen dos regiones, una
central y otra periférica.
La región central está constituida por cartílago
hialino en el que se distinguen, (desde epífisis a
diáfisis): zona germinal, zona proliferativa, zona
de cartílago hipertrófico y zona de cartílago
calcificado
PERIOSTIO
Membrana fibroelástica que rodea la superficie externa de los
huesos, con exclusió de las partes revestidas por cartilago articular.
Rodean zonas articulares.
Ricamente vascularizado e inervado. Posee una capa externa
fibrosa de tejido conectivo muy vascularizada y una interna
osteogénica con osteoblastos que permiten la reparación y
crecimiento de los huesos.
El crecimiento en espesor del hueso se logra mediante la
aposición concéntrica subperióstica de tejido óseo.
Las células de la capa mas interna del periostio se diferencian
en osteoblastos que depositan hueso directamente sobre la
superficie externa de la cortical diafisaria (osificación de tipo
intramembranoso).
El crecimiento oseo depende de factores genéticos y se halla
influido por factores sistémicos (hormonas) y locales.
LAS HORMONAS QUE INTERVIENEN EN EL CONTROL
DEL CRECIMIENTO ÓSEO SE PUEDEN DIVIDIR EN
CUATRO GRUPOS:
o Hormonas necesarias para el crecimiento: hormona de
crecimiento, hormona tiroidea, insulina.
o Hormonas inhibidoras del crecimiento: cortisol.
o Hormonas activadoras de la maduración: hormonas
sexuales.
o Vitamina D y hormona paratiroidea.
Los factores locales que pueden influir sobre el crecimiento son
de tipo nervioso y de tipo mecánico.
Se desconoce el mecanismo por el que el sistema nervioso
interviene sobre el crecimiento óseo. Se ha sugerido que podría
intervenir de manera indirecta a través del control del flujo
sanguíneo.
El resultado de la acción de las fuerzas mecánicas depende de su
intensidad así como de su dirección y sentido.
Fuerzas de compresión paralelas a la dirección del
crecimiento disminuyen la actividad de la fisis.
Fuerzas de tracción paralelas a la dirección del
crecimiento de pequeña intensidad pueden
incrementar ligeramente el crecimiento, pero si
son de gran magnitud pueden causar epifisiolisis
ó fusión prematura.
Las fuerzas perpendiculares a la dirección del
crecimiento producen un efecto deformante que
es directamente proporcional a la fuerza aplicada
e inversamente proporcional al diámetro del
hueso.
MODELADO ÓSEO
Mecanismo que permite una renovación constante del esqueleto antes
de que cese el crecimiento, permite que los distintos huesos conserven
su forma durante el proceso de crecimiento.
Las alteraciones del modelado pueden causar deformidades óseas.
El modelado esta programado genéticamente pero es probable que
existan factores mecánicos de carácter local que pueden influir.
REMODELADO ÓSEO
El remodelado o recambio óseo se lleva a cabo mediante la
acción sucesiva (acoplamiento) de osteoclastos y osteoblastos
sobre una misma superficie ósea. Cada ciclo de remodelado
consta de tres fases: reabsorción, reposo o inversión y
formación.
Se denomina recambio óseo al volumen total de hueso que es
renovado por unidad de tiempo. La diferencia entre el volumen
de hueso formado y el de hueso reabsorbido, por unidad de
tiempo, se denomina balance óseo.
Para que se cumpla el proceso de remodelación ósea existen 2
tipos de células:
Osteoblasto: célula formadora de hueso.
Osteoclasto: célula encargada de la reabsorción.
La actividad de reabsorción ósea que realizan los
osteoblastos y aposición de hueso se conoce como
remodelamiento.
Normalmente ambas fases están acopladas. Así, el aumento de la
tasa de reabsorción es seguido por el aumento de la tasa de
formación ósea y viceversa. Esto permite que se conserve la masa
neta (balance).
Si la reabsorción y la formación son idénticas, el balance es
igual a cero y la masa ósea no variará en función del tiempo.
La máxima masa ósea se alcanza a los 30 años y depende de
factores genéticos y ambientales (ingesta de calcio, ejercicio
físico).
De los 30 a los 40 años el balance óseo es igual a cero y la masa
ósea permanece estable.
A partir de los 40 años se instaura un balance negativo y la masa
ósea disminuye de manera progresiva.
En el hombre, la pérdida se realiza a una velocidad constante (un 0,5% anual)
mientras que en la mujer se acelera durante los años de la menopausia. Esta
pérdida "fisiológica" de masa ósea determina que al inicio de la octava
década los hombres hayan disminuido su masa ósea en un 20% y las mujeres
en un 30%.
OSTEOPOROSIS
REPARACIÓN ÓSEA
Cuando un hueso es sometido a fuerzas
que superan su resistencia mecánica
aparece una línea de fractura.
El tejido óseo es el único capaz de
repararse a sí mismo de manera
completa a través de reactivar los
procesos que tienen lugar durante su
embriogénesis.
REPARACIÓN POST FRACTURA
DEMOLICIÓN Y FORMACIÓN DE TEJIDO
DE GRANULACIÓN
En la zona de fractura, se produce un hematoma que es reabsorbido
por macrófagos, aparecen células formadoras de hueso, procedentes
de ambos lados de la línea de fractura. Estas células establecen
puentes de tejido óseo inmaduro (callo de fractura), que unen entre si
los extremos del hueso fracturado.
La proliferación de capilares en la zona aumentan los fibroblastos,
formando el tejido de granulación, en el cual se forman fibras
colágenas que van a llegar al cabo de una semana a unir los
fragmentos óseos.
Los fibroblastos secretan osteomucina, que contribuye a formar la matriz del
hueso.
Algunos fibroblastos se diferencian en osteoblastos, pero otros
probablemente por un menor aporte vascular se diferencian en
condroblastos y habrá áreas de cartílago hialino.
Así este callo provisorio consiste en hueso fibroso y cartílago hialino
que une los fragmentos óseos sin orientación espacial definida .
FORMACIÓN DE CALLO PROVISORIO
En una fase posterior este hueso, a
través de un proceso de modelado, es
sustituido por otro, de tipo laminar,
orientado según las líneas de fuerza
que actúan sobre la zona.
FORMACIÓN DE CALLO
DEFINITIVO
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