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FOROS REGIONALES SOBRE NUEVAS TENDENCIAS Y DESAFIOS DE LA
FORMACION PROFESIONAL DE LOS ABOGADOS EN COLOMBIA
Primer Foro
Ciudad: Montería
Fecha: 24 de abril de 2015
Orden del día Apertura del evento ............................................................................................................................ 2
Primer panel – Proyección social de las facultades de Derecho ......................................................... 4
Intervención de la Dra. Erika Castro Buitrago - Coordinadora de la Clínica Jurídica de Interés
Público de la Universidad de Medellín ............................................................................................ 4
Intervención de la Dra. Luz Elena Mira - Decana de la facultad de Derecho de la Corporación
Universitaria de Sabaneta ............................................................................................................... 6
Intervención de la Dra. Águeda Torres Marín - Jefe del Departamento de Prácticas y Consultorio
jurídico de la Universidad de Antioquia .......................................................................................... 7
Intervención del Dr. José Agustín Vélez – Universidad de Antioquia ............................................. 8
Intervención de la Dra. Alejandra Muñoz Montoya – Decana de la Facultad de Derecho de la
Corporación Universitaria Remington ............................................................................................. 9
Sesión de preguntas ...................................................................................................................... 10
Segundo panel: investigación en Derecho ........................................................................................ 13
Intervención del Dr. Edgardo de Santis - Fundación Universitaria Luis Amigó ............................. 13
Intervención del Dr. Edgar Córdova Jaimes – Docente de la Facultad de Derecho de la
Universidad del Sinú ...................................................................................................................... 14
Intervención de la Dra. Alma Lafont Mendoza – Decana de la Facultad de Derecho de la
Universidad del Sinú ...................................................................................................................... 15
Intervención de la Dra. Bibiana Escobar García – Docente de la Facultad de Derecho de la
Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín ................................................................. 15
Sesión de preguntas ...................................................................................................................... 16
Tercer panel: Derecho y justicia en el postconflicto ......................................................................... 18
Intervención del Dr. Rubén Darío Jaramillo - Decano de la Facultad de Derecho y ciencias
sociales de la Universidad Católica de Oriente ............................................................................. 19
Intervención de la Dra. Catalina Pérez Mesa – Docente de la Corporación Universitaria de
Sabaneta ........................................................................................................................................ 20
Sesión de preguntas ...................................................................................................................... 21
Cuarto panel: Derecho y tecnología – El ‘tecnoabogado’ o abogado del Siglo XXI .......................... 23
Intervención del Dr. Oscar Ariza – Docente de la Universidad de Cartagena ............................... 23
Intervención del Dr. Enán Arrieta – Docente de la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín
....................................................................................................................................................... 24
Intervención del Dr. Jairo Ibarra Lozano – Docente de la Universidad Autónoma del Caribe ...... 25
Intervención de la Dra. Lena Rodero – Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la
Universidad del Atlántico .............................................................................................................. 26
Sesión de preguntas ...................................................................................................................... 26
Quinto panel: Ética profesional ......................................................................................................... 29
Intervención del Dr. Juan Alberto Polo - Decano de la Escuela de Derecho, Universidad Sergio
Arboleda de Santa Marta .............................................................................................................. 29
Intervención de la Dra. Tania Martínez – Coordinadora de Programa de Derecho de la
Universidad de Sucre..................................................................................................................... 30
Intervención del Dr. Carlos Alberto Montoya – Decano de la Facultad de Derecho de la
Corporación Universitaria de Ciencia y Desarrollo - Sede Medellín ............................................ 31
Sesión de preguntas ...................................................................................................................... 31
Intervención de la representante del Ministerio de Educación, Dra. Nancy Cañón ......................... 34
Cierre del evento ............................................................................................................................... 36
Apertura del evento
El Doctor Ramiro Vargas, Director de Justicia Formal y Viceministro (e) de Promoción de la Justicia
hace la apertura del evento, aclarando a los asistentes que la Señora Viceministra de Promoción
de la Justicia, Dra. Ana María Ramos Serrano, se encuentra atendiendo un compromiso
institucional en el exterior y presentando un cordial saludo en su nombre y en nombre del Señor
Ministro de Justicia y del Derecho, Dr. Yesid Reyes Alvarado. Agradece a la Universidad del Sinú
por poner a disposición sus instalaciones para la realización de este evento, a los representantes
de las Universidades y a los asistentes que participan en el Foro.
A continuación hace una referencia a la relación entre la reforma educativa y la justicia,
precisando que en reiteradas ocasiones el Ministerio de Justicia y del Derecho se ha pronunciado
en el sentido de que nuestro sistema de justicia no requiere una gran reforma constitucional, sino
varios ajustes puntuales. En el marco de lo anterior, esta entidad es consciente sobre la
importancia del rol de la formación de los abogados para el adecuado funcionamiento de la
administración de justicia. En este marco, es una prioridad para el Ministerio revisar la regulación
existente sobre las condiciones esenciales de la calidad de los programas de derecho en Colombia.
La importancia de este tema dentro de la estructura del sistema del sistema de justicia es notoria,
como bien lo indican las cifras: por una parte, en una encuesta realizada en 2008 por el
Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, los abogados fueron la tercera profesión con
menor estima entre la población colombiana, siendo superados únicamente por los ‘curanderos’ y
los políticos. En complemento, en un trabajo investigativo de grado realizado en 2012, el 82 por
ciento de los encuestados consideró que los abogados perjudican a la sociedad. Esta evidencia
llama a la reflexión sobre el ejercicio de la profesión, siendo las facultades de Derecho un
elemento fundamental para lograr un mejor posicionamiento de los abogados entre el colectivo.
Visto este contexto, el Doctor Ramiro Vargas puntualiza que para el Ministerio de Justicia y del
Derecho, y para el Gobierno Nacional en general, resulta fundamental que los ejercicios de
reforma no surjan como una imposición desde el nivel central, sino que sean el producto de un
ejercicio de diálogo con los sectores interesados en el tema que se busca reglamentar. Esta
postura resulta coherente con los postulados en el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo que se
tramita actualmente en el Congreso, donde se evidencia el afán gubernamental para que las
regiones sean tenidas en cuenta dentro de los procesos de estructuración de políticas públicas.
Por todo lo anterior, se ha abierto un espacio para tener un diálogo con todos los estamentos que
tienen preocupación e interés en la educación jurídica y en el adecuado ejercicio profesional del
Derecho. En particular, el Ministerio está gestionando la realización de cuatro foros regionales y
uno nacional, siendo este el primer ejercicio que se lleva a cabo dentro de dicho plan de trabajo.
Agrega que este es un ejercicio articulado que se está coordinando desde el Gobierno Nacional. En
efecto, no se trata de una iniciativa aislada del Ministerio de Justicia y del Derecho, toda vez que
se está trabajando de la mano con el Ministerio de Educación, para efectos de adelantar el estudio
integral y las propuestas de reforma sobre las condiciones esenciales de calidad de los programas
de pregrado de Derecho.
Así las cosas, el Dr. Ramiro Vargas señala que para el Ministerio de Justicia y del Derecho es grato
dar apertura a este primer Foro Regional, destacando la participación de la mayoría de las
facultades de Derecho que han sido invitadas, estando presentes estudiantes, profesores,
directivos y funcionarios judiciales de la región. Se cuenta con representación de Facultades de
Derecho de los Departamentos de Córdoba, Antioquia, Atlántico, Sucre y Magdalena.
Finaliza su intervención agradeciendo la presencia de todas las Entidades educativas que se han
hecho presentes, valorando su esfuerzo para poder acudir al evento. También reitera el
agradecimiento a la Universidad de la Sinú y su valioso apoyo para la realización del Foro Regional,
destacando la gran importancia de adelantar este ejercicio de diálogo directo con la región.
A continuación concede el uso de la palabra al Doctor Diego López Medina, profesor universitario
y colaborador del Ministerio y Justicia y del Derecho para la elaboración de la reforma sobre las
condiciones de calidad de los programas de Derecho, quien funge como moderador de estos Foros
Regionales.
El Doctor Diego López agradece al Ministerio de Justicia, a la Universidad del Sinú y a todos los
asistentes por poder hacer posible este espacio de participación. A continuación explica a los
asistentes la metodología del Encuentro, señalando que se han conformado cinco paneles
temáticos de discusión, en los que previamente se han inscrito representantes de las
Universidades participantes, donde socializarán sus posiciones institucionales y se abrirá la
discusión para que el auditorio pueda formular preguntas a partir de las intervenciones iniciales.
Los cinco paneles son:
1) Proyección social de las facultades de Derecho
2) Investigación en derecho
3) Derecho y justicia en el postconflicto
4) Derecho y tecnología
5) Ética profesional
Se trata así de un ejercicio en el que se ponen sobre la mesa una serie de núcleos problemáticos
básicos, alrededor de los cuales se recogen las posiciones de estudiantes, profesores y decanos,
que se recogen en relatorías como insumos para la toma de decisiones. De esta forma, los aportes
realizados en estos Foros Regionales son esenciales para las discusiones que se plantearán en el
Foro Nacional, donde se recogerán todas las posiciones orientadoras para el diseño de una nueva
regulación sobre la materia, en procura de la definición de estándares actualizados y pertinentes
sobre calidad esencial de los programas de Derecho. Se busca, en suma, el diseño de una
regulación mediante un proceso constructivo, que atienda a las apreciaciones de todos los actores
clave y desde las Universidades –tanto aquellas que tienen registro calificado como de las que
cuentan con certificación de alta calidad–, desde diferentes lugares del país.
Primer panel – Proyección social de las facultades de Derecho
El Doctor Diego López presenta el primer panel, cuyo propósito es la discusión sobre la proyección
social de las facultades de derecho, el papel de los consultorios jurídicos (figura clave en la
educación jurídica en Colombia a partir de la implementación del desarrollismo en la década de los
70), la implementación de otros mecanismos de atención a las necesidades jurídicas insatisfechas
de la población y la educación de los ciudadanos en temas de derechos, justicia y sistema jurídico.
Se otorga el uso de la palabra a cada uno de los participantes inscritos en este panel para que se
pronuncien sobre los temas planteados, pasando luego a una ronda de preguntas por parte del
auditorio para que intervengan por segunda vez los panelistas, absolviendo las inquietudes
planteadas.
A continuación otorga el uso de la palabra a los cinco participantes escritos para este panel.
Intervención de la Dra. Erika Castro Buitrago - Coordinadora de la Clínica Jurídica de
Interés Público de la Universidad de Medellín
Señala en primer lugar que la Clínica de Interés Público de la Universidad de Medellín tiene un
trabajo que enfatiza en los conflictos ambientales. Precisa que su intervención se enfoca en la
enseñanza clínica del Derecho. Comienza señalando que este tipo de enseñanza ya no es
innovador en el país, toda vez que ya cuenta con 16 años de implementación, con resultados de
impacto que ya son evidentes, particularmente en lo relacionado con el replanteamiento del papel
de los consultorios jurídicos y la visibilidad que se ha dado a conflictos sociales de índole
estructural. Ilustra esta situación señalando que se han dado reformas legislativas, cambios
jurisprudenciales, posicionamiento del acceso a la justicia, justiciabilidad de temas que no eran
llevados a la jurisdicción en el pasado y ejercicios de evaluación de políticas públicas.
Así las cosas, en general, el balance de las clínicas jurídicas se puede catalogar como positivo. Sin
embargo, esta realidad debe ser vista dentro del panorama general de la enseñanza del Derecho.
Si bien la clínica trasciende el modelo formalista de la profesión y estimula la formación de
posiciones críticas, lo cierto es que la evidencia aportada por la investigación da cuenta de que la
enseñanza se sigue impartiendo bajo un modelo del siglo XIX. En tal sentido, surgen
inconvenientes para la enseñanza clínica del Derecho, tales como:
a) tiene una posición marginal dentro de los currículos (excepción hecha de algunas
Universidades que le han dado alta importancia a estos escenarios en el país, como El
Rosario y Los Andes), toda vez que se ve simplemente como un método didáctico;
b) falta reconocer que la clínica no se limita al ‘método’, sino que se trata de un modelo
que llega a preguntarse cómo se usa y cómo se entiende el Derecho;
c) al ser visto simplemente como una didáctica y como una derivación de un enfoque
asistencialista que algunas facultades han adoptado, su posición marginal ha llevado a que
se reserve para la finalización de la carrera, siendo objeto de atención de la educación
administrativa que se imparte en este estado de los programas;
d) el porcentaje de profesores que se dedican a la enseñanza clínica es muy bajo,
existiendo también un obstáculo para que nuevos docentes lleguen a este escenario. Si se
suma a esta situación el enfoque asistencialista que se ha adoptado en torno a la clínica,
resulta desfigurándose el papel que desempeña este modelo en materia de enseñanza.
Pese al reconocimiento de estas dificultades, está visto que puede haber un enfoque de
internacionalización y observación participativa en la clínica. Incluso, la trascendencia de las
fronteras nacionales ha llevado a la conformación de redes que han propiciado la incursión de las
clínicas jurídicas en el litigio internacional en materia de derechos humanos.
Desafortunadamente, este panorama aún no constituye el común denominador de las
experiencias en Colombia. Como se señaló, los profesores mismos experimentan problemas
derivados de la marginalidad en el trabajo de clínica: muchas veces su tiempo está destinado
principalmente para la enseñanza tradicional y minoritariamente para las labores de clínica, toda
vez que las facultades consideran que este tiempo residual es todo lo que se necesita para atender
dicho escenario. Se presentan también otras dificultades como necesidades de infraestructura, de
logística para adelantar satisfactoriamente el trabajo de campo, de mantenimiento y coordinación
de proyectos, así como necesidades derivadas del enfoque interdisciplinario de las clínicas, el cual
exige contar con profesionales de otros campos que en ocasiones no pueden ser contratados por
razones financieras. De esta forma se bloquea, tanto la concentración de los profesores en la
enseñanza clínica, como la vinculación de nuevos profesionales en estos escenarios.
En suma, las concepciones de ‘marginalidad’ y de ‘residualidad administrativa’ han sido, pues, las
dos limitaciones estructurales para el verdadero posicionamiento de la enseñanza clínica,
impidiendo que el modelo crezca y se generalice su adecuada implementación en el país.
Por lo demás, sugiere que un proyecto de regulación de los programas de Derecho no debería
abordar la enseñanza clínica. Sustenta esta apreciación al señalar que este modelo no se armoniza
con la "enseñanza en masa", en tanto se enfoca en casos particulares de alto impacto estructural.
La experiencia dice que la enseñanza clínica se debe impartir a grupos de máximo 20 estudiantes.
Estos son los principales retos que evidencia el panorama, esperando que el enfoque clínico se
tome como referente en el trabajo para el nuevo modelo educativo del derecho.
Intervención de la Dra. Luz Elena Mira - Decana de la facultad de Derecho de la
Corporación Universitaria de Sabaneta
La Dra. Luz Elena Mira enfoca su intervención a partir del concepto de Necesidades Jurídicas
Insatisfechas como mecanismo para detectar los aspectos prioritarios en los que se debe enfocar
el acceso a la justicia; así como en el concepto de nuevo Derecho como mecanismo para la
aprehensión teórica de conceptos dentro de la formación profesional.
En virtud de estos conceptos, se han diseñado los instrumentos de enseñanza clínica que se
ejecutan en la Corporación Universitaria de Sabaneta. En efecto, se han suscrito convenios con la
Personería y la Defensoría del Pueblo.
También se ha iniciado una línea de trabajo sobre formación para la paz, donde incluso se han
llevado a cabo capacitaciones a postulados a la Ley de Justicia y Paz, a la vez que se ha efectuado
asesoría jurídica en la Casa de Justicia. También se ha sostenido interlocución en materia de
Derechos Humanos con los Personeros de los municipios donde se extiende el trabajo de la
facultad de Derecho de la Corporación Universitaria de Sabaneta.
Agrega que también se han suscrito Convenios con la Agencia Colombiana para la Reintegración,
con el objeto de promover el acceso a la educación universitaria por parte de ex miembros de
grupos armados al margen de la ley, abriendo así un espacio de inclusión y reconstrucción del
tejido social desde la Universidad.
Por último, y en consonancia con lo señalado por la interviniente antecedente, también se han
tenido experiencias de litigio estratégico y litigio internacional. Ratifica que el ejercicio de la clínica
jurídica reviste un componente de interdisciplinariedad, a tal punto que se ha incursionado en
temas de bioética y de derecho y postconflicto.
Agrega que estas acciones se efectúan concomitantemente con la intervención de los estudiantes
en el consultorio jurídico, prestando asesoría en asuntos de derecho público, derecho privado y
derecho de familia, dirigida a comunidades en situación de marginalidad.
La experiencia de la Corporación Universitaria de Sabaneta, mediante cada uno de estos ejercicios,
ha permitido evidenciar que la realidad jurídica del país requiere un modelo educativo que
reconozca todas sus particularidades, para que los profesionales del Derecho aborden de manera
idónea los problemas propios de Colombia.
Intervención de la Dra. Águeda Torres Marín - Jefe del Departamento de Prácticas y
Consultorio jurídico de la Universidad de Antioquia
Inicia su intervención señalando que el Consultorio Jurídico de la Universidad de Antioquia tiene
cerca de 47 años de funcionamiento.
Aclara que la trayectoria de la Facultad de Derecho –y del mismo Consultorio– no ha sido factor de
rigidez dentro de sus dinámicas de funcionamiento. En ese sentido, explica que hace 15 años la
Facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia inició la discusión para hacer una reforma al
pensum, que terminó ajustándose en 2011, cuando se implementó el denominado "pensum 6".
Señala que, aun así, se sigue reflexionando sobre su contenido en la Facultad tras siete semestres
de implementación, donde se evidencia la comparación entre el "querer", el "deber ser" y la
realidad de la experiencia que se evidencia en los procesos de enseñanza.
A continuación, señala que ha participado en encuentros antecedentes de interlocución entre
Universidades, donde ha podido aprender de diferentes experiencias de otras facultades de
derecho. La nota predominante ha sido el afán de los Decanos, profesores e incluso estudiantes,
en pensar en nuevas formas de enseñar el Derecho.
En tal sentido, destaca la importancia del trabajo que adelanta actualmente el Ministerio de
Justicia y del Derecho, argumentando en cualquier caso, que el tema debe abordarse bajo la
consciencia de que está mediado por: a) la autonomía universitaria, consagrada en la Constitución
y la Ley; y b) la relación de las facultades de Derecho con el Ministerio de Educación, pues los
procesos de Registro Calificado y Acreditación en alta calidad pasan por dicha Cartera.
En cualquier caso, llama la atención sobre medidas regulatorias antecedentes impartidas por el
Ministerio de Justicia y del Derecho, destacando el caso de una Resolución expedida años atrás en
la que se dispuso que los diplomados en conciliación impartidos por las Facultades de Derecho
debían cumplir determinados requisitos, entre otros, una duración mínima de 120 horas. A su
juicio se trata de un precedente que evidencia tensiones, en el que se impuso una modificación al
pensum y podía resultar lesivo de la autonomía universitaria.
Bajo este panorama plantea, como puntos de reflexión, los siguientes:
a) Los profesores efectivamente han abordado la propia concepción del derecho: lo ven
como un artefacto social con funciones y fines, que se encuentra enmarcado en una
realidad con un contexto social determinado. Se deben abordar, entonces, las condiciones
que hacen que en un momento específico el Derecho tenga determinadas
particularidades. Esto llama a la multidisciplinariedad, cobrando importancia vincular
áreas como la economía, la sociología, la filosofía, la antropología, la ciencia política, entre
otras. Así, el programa de Derecho de la Universidad de Antioquia ha involucrado
profesionales de áreas como la economía.
b) Estudiar el aspecto funcional del Derecho implica estudiar roles, fines y actividades, lo cual
llama a analizar componentes que llevan al interés auténtico por el campo jurídico, tales
como el estudio de la conflictividad social, concibiéndola como un elemento dinamizador
para las transformaciones. De acá también se derivan puntos de transformación cultural y
cambio social.
Enfatiza en que estos aspectos se han reflejado en determinados aspectos en el esquema
educativo de la Universidad de Antioquia. Sin embargo, hay problemas propios de la tradición de
la enseñanza del Derecho en el país. En efecto, previamente lo normal era que los profesores no
fueran Doctores ni pedagogos, pero han surgido nuevas exigencias en el sentido de la acreditación
de títulos como medio para considerar la idoneidad del docente, siendo este un aspecto cardinal
en la actualidad, que llama a reflexionar sobre cuál es y cuál debe ser el perfil de quienes ejercen
la enseñanza del Derecho.
Intervención del Dr. José Agustín Vélez – Universidad de Antioquia
A continuación el Dr. José Agustín Vélez explica algunas particularidades de la experiencia de
enseñanza en la Universidad de Antioquia. Comienza señalando que el programa está enfocado en
la enseñanza presencial, con desplazamiento a algunos municipios. La Universidad tiene una zona
de influencia de 10 municipios alrededor de Medellín.
En cuanto al denominado ‘asunto social’, desde la Universidad de Antioquia consideran sensible
cómo enseñan a partir de la problemática propia del contexto territorial, siendo esta una
herramienta al servicio de la realidad social. A partir de esto, el estudiante de Derecho tiene que
pensar, necesariamente, en cuál puede ser su proyección social. En este proceso, el estudiante
aborda un modelo de práctica profesional, concomitante con la impartición de conocimiento
sustantivo en las diferentes áreas del Derecho.
Así las cosas, el trabajo de práctica profesional de la Universidad de Antioquia cuenta con cuatro
modalidades de práctica, llamadas a impactar en la región:
a) Clínica Jurídica, con un equipo de trabajo interdisciplinario
b) Consultorio Jurídico, con atención en las diferentes áreas
c) Formación jurídica básica
d) Practica institucional, tanto en Entidades públicas como en organizaciones no
gubernamentales
Este trabajo impacta en las zonas del Bajo Cauca, Magdalena Medio, Nordeste, Urabá y Suroriente
de Antioquia. De esta forma se reafirma el compromiso de la Universidad de Antioquia en su
condición de universidad pública.
Finalmente, y retomando el argumento expuesto por la interviniente precedente, señala que la
preservación de la autonomía universitaria en la construcción de planes académicos es necesaria.
Considera que la intervención del Estado en este campo puede ser nociva, siendo ante todo
necesario mantener a la Academia ajena de intereses políticos.
Intervención de la Dra. Alejandra Muñoz Montoya – Decana de la Facultad de
Derecho de la Corporación Universitaria Remington
La Dra. Muñoz inicia su intervención señalando que de tiempo atrás se ha construido el imaginario
de que las facultades de derecho son las responsables de la crisis de la justicia. Se cuestiona la
ética en la facultad, pero se desatiende al contexto de los estudiantes y el alcance de las
estrategias pedagógicas y curriculares para incidir en estos factores. El contexto en cada región es
completamente diferente, de donde adquiere importancia la autonomía de cada universidad para
atender a dichas condiciones particulares.
Así las cosas, el papel de la Facultad de Derecho es de vital importancia para promover la justicia
como valor. Esto se puede materializar mediante la colaboración en la atención de problemáticas
propias de cada región, tales como problemas familiares característicos, secuelas del conflicto
armado, controversias asociadas a un arraigo cultural, etc. Este es un reto de gran complejidad,
que pone a prueba la proyección social de las facultades de Derecho.
En cuanto a las dinámicas propias de los procesos de Acreditación, critica que bajo el modelo
actual de calificación se limitan los perfiles para la docencia, los parámetros para la investigación y
para la enseñanza. Afirma que normalmente las evaluaciones se centran en una revisión de títulos
del docente y una verificación de sus publicaciones y grupos de investigación, pero no se
profundiza en la proyección social de la enseñanza y el análisis de cómo se forma auténticamente
el estudiante. La prioridad de la medición está, pues, en una lista de chequeo de los títulos y los
grupos de investigación.
Desde la experiencia de la Corporación Universitaria Remington, señala que en la Facultad de
Derecho se transversalizan la docencia, la investigación y la proyección social como los tres ejes
educativos. Esto se materializa mediante:
a) El Consultorio jurídico: hace parte de la unidad de impacto del conflicto social. Desde este
escenario se adelantan procesos relacionados con:
Concientización a los estudiantes sobre el impacto social de la profesión
Gestión social con las comunidades en el área de influencia de la institución
Educación continua
Educación legal a las comunidades. Iniciativa "conoce tus derechos"
b) El programa de acompañamiento integral a las mujeres para garantizar el acceso a la
justicia
c) La clínica jurídica para fenómenos de vulnerabilidad social: se ha trabajado en casaos de
impacto que comprometen los derechos de comunidades indígenas y casos emblemáticos
en los que existe victimización de las mujeres
d) Formación sociopolítica y reconciliación, donde los estudiantes hacen trabajo en las
comunidades con población de estratos 1 y 2 para la promoción de una cultura de paz y
para el uso de los Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos
Adicionalmente, dentro de la estructura curricular del programa de Derecho de la Corporación
Universitaria Remington, destaca la existencia de asignaturas como:
Competencias comunicativas: tema de alta importancia dentro de la formación de
cualquier profesional
Expresión oral: Se considera fundamental y se imparte desde primer semestre, como
aspecto prioritario para el ejercicio argumentativo del abogado
Iniciación a la vida profesional: Asignatura clave para la proyección del estudiante.
Por último, señala que actualmente se desarrolla un proyecto con el SENA para estudiantes en
media vocacional, abordando cuatro ejes temáticos: ciudadanías, género, conflicto y
responsabilidad.
Sesión de preguntas
El Doctor Diego López agradece a cada uno de los panelistas por sus valiosos aportes y a
continuación otorga el uso de la palabra al auditorio, para que se formulen preguntas relacionadas
con el tema del primer panel.
Intervención del Dr. Francisco Galvis Ramos – Decano de la Facultad de Derecho de la Corporación
Universitaria americana de Medellín
Señala que su Facultad se puede considerar ‘joven’, con un personal de 80 docentes. Piensa que
los currículos deben ser abordados bajo la primacía de la autonomía universitaria. A su juicio, bajo
la ley 30 de 1992 hay un marco suficiente de regulación. Critica la que considera colisión de
competencias del Ministerio de Educación con el Ministerio de justicia, donde de acuerdo con su
opinión, se impone con Decretos y Resoluciones la introducción de reformas curriculares.
Se deben entregar abogados que entreguen más investigación, tales como abogados que hagan
análisis económico del derecho. Adicionalmente desde el consultorio jurídico critica que los dos
primeros trimestres sean principalmente de talleres y capacitaciones, mientras que en los dos
siguientes se haga la intervención.
El Doctor Diego López recoge una parte de esta intervención, planteando los retos de la
autonomía y la regulación. Señala que la resolución 2768 del 2003 del Ministerio de Educación
tenía una regulación mínima, que da unos estándares de áreas que deben comprender las clases.
Considera útil que se haya optado por esta estrategia que de amplia autonomía a las
universidades. Señala que ha escuchado llamados a autonomía desde todo tipo de universidades
en todo el país. La reflexión que hace, llama al establecimiento de buenas prácticas que se den a
conocer.
Concluye preguntando si la regulación de unos ‘aspectos mínimos’ contribuiría a la difusión y
replicabilidad de buenas prácticas.
Intervención del Dr. Oscar Ariza de la Universidad de Cartagena
Se solidariza con la Universidad de Antioquia en el sentido de no defender la autonomía
universitaria. Considera que hay decisiones del gobierno central que generan conflictos. Llama al
papel de la universidad pública sobre la transformación social en los estudiantes y, en tal sentido,
opina que cuando el Gobierno intentó privatizar la universidad pública, hubo una posición de
solidaridad en contra de esta iniciativa.
Concluye preguntando por qué un evento como este no cuenta con presencia del Ministerio de
Educación
A continuación el Doctor Diego López da la palabra a la mesa principal para pronunciarse sobre
los aspectos planteados
Dra. Erika Castro Buitrago - Coordinadora de la Clínica Jurídica de Interés Público de la Universidad
de Medellín
Señala que en discusiones han concordado en que la regulación de mínimos no es nociva, siempre
que haya honestidad en los mecanismos de enseñanza y su atención a las particularidades del
país. Anota que el profesor Diego López sabe bien cómo opera el modelo educativo en Derecho en
los Estados Unidos y cómo se ha acondicionado al contexto de Colombia. Es importante contar con
unas políticas acordes con las necesidades docentes para atender la realidad del país.
Dra. Luz Elena Mira - Decana de la facultad de Derecho de la Corporación Universitaria de
Sabaneta
Las condiciones mínimas pueden ser tanto deseables como indeseables. Opina que unos mínimos
no son invasivos de la autonomía universitaria, pero deben dar cabida a la dinamización de los
programas.
Dra. Águeda Torres Marín - Jefe del Departamento de Prácticas y Consultorio jurídico de la
Universidad de Antioquia
Afirma que Indagó por las investigaciones antecedentes que hizo ACOFADE pero no las encontró.
Es importante que esta información sea pública y accesible para nutrir el debate. Destaca los
escenarios en los que se comparten muchas experiencias interesantes en facultades de derecho,
de manera que le sorprende la visión de ACOFADE sobre la situación de la enseñanza práctica del
Derecho.
En cualquier caso, critica la tradición jurídica legalista del país. Cuando se llega a la minucia de la
regulación, cuando se ponen unos mínimos y se corta la creatividad hay problemas de autonomía.
Los mínimos los ha fijado el Ministerio de Educación y no deberían existir adiciones limitativas en
relación con el marco regulatorio actual.
Destaca que la autonomía universitaria está garantizada por la ley 30 de 1992 y que esto pasa por
lo señalado en su artículo 29, en el sentido de: a) darse y modificar sus estatutos; b) designar sus
autoridades académicas y administrativas; c) crear, desarrollar sus programas académicos, lo
mismo que expedir los correspondientes títulos; d) definir y organizar sus labores formativas,
académicas, docentes, científicas, culturales y de extensión; e) seleccionar y vincular a sus
docentes, lo mismo que sus alumnos; y f) adoptar el régimen de alumnos y docentes. Por ende,
considera que si el Ministerio regula más allá de este marco estaría imponiendo un modelo
estandarizado para todo el país de facultad de Derecho que se busca alcanzar. Por lo demás, si se
considera que la facultad de Derecho no cumple los estándares mínimos, es un asunto del resorte
del Ministerio de Educación retirando la acreditación o el registro calificado, sin que sea
procedente ningún otro tipo de intervención estatal.
Concluye su intervención considerando injusta la acusación a las facultades sobre la crisis de la
justicia.
Dr. José Agustín Vélez – Universidad de Antioquia
Destaca el concepto de ‘colombianada’, e identifica como tal la sobrerregulación que margina al
país comparativamente con el mundo.
Destaca los cambios de las realidades en el país y ciertamente las normas han cambiado también.
El gobierno tiene las herramientas para el cambio, destacando que desde las facultades se ha
hecho una propuesta. También se han hecho documentos para la evaluación de facultades y para
autoevaluación y valoración de pares académicos. De hecho, indirectamente, el Sistema de
Educación nacional ha desarrollado el sistema de autoevaluación con pares académicos, que
permite el dinamismo y el intercambio de experiencias entre facultades.
Considera importante, pues, tener claro el interés político subyacente a los "mínimos" que deben
componer una nueva regulación.
Dra. Alejandra Muñoz Montoya – Decana de la Facultad de Derecho de la Corporación
Universitaria Remington
Recogiendo lo señalado por el interviniente antecesor, señala que los "mínimos" vigentes son los
del 2003. Llevamos 12 años con esa norma, pero la realidad del país es otra. La regulación habla de
contenidos, de lo cual no se puede pensar que significan asignaturas. Es pues, importante, que sí
existan unos lineamientos que orienten la construcción curricular.
Destaca el proceso del Ministerio de Justicia, pero considera fundamental la articulación con el
Ministerio de Educación. El Ministerio de Justicia lleva cinco años trabajando en el tema y ese es
un esfuerzo valioso. En tal sentido, hay que compatibilizar las visiones entre ambos ministerios
para establecer una auténtica política unificada en la materia.
Segundo panel: investigación en Derecho
El Doctor Diego López abre el segundo panel, cuyo tema es el papel de la investigación en
Derecho. Vale la pena destacar las buenas prácticas y su replicabilidad, cuya garantía se podría
procurar por vía de una regulación de ‘mínimos’. Invita a los participantes inscritos para que
procedan a presentar sus intervenciones.
Intervención del Dr. Edgardo de Santis - Fundación Universitaria Luis Amigó
Explica que las corrientes de pensamiento aun no profundizan exhaustivamente en las temáticas
de carácter social. De ahí que sea importante cuestionarse de manera investigativa el porqué de la
actuación del abogado dentro del ejercicio profesional.
La Fundación Universitaria Luis Amigó plantea desde hace unos años, a partir de su filosofía, unos
interrogantes sobre qué está pasando en el mundo en la investigación.
Señala que las normas jurídicas y las instituciones públicas destinadas a la convivencia armónica,
llaman al replanteamiento de la investigación de la ciencia jurídica. Sin embargo, en muchas
ocasiones el ejercicio investigativo pasa a enfocarse en monografías que muchas veces no pasan
de ser simples compendios del conocimiento ya plasmado por tratadistas y doctrinantes. No
obstante, estos ejercicios no están llamados a impactar en realidades sociales.
Dicho esto, aclara que la investigación de la Fundación Universitaria Luis Amigó ha satisfecho
estándares institucionales sobre investigación. Sin embargo, ha estructurado un modelo de
investigación que apunta al enfoque práctico del derecho con impacto social.
Dividen el quehacer investigativo en dos momentos:
1. El análisis de la sociedad actual para determinar su momento histórico y sus realidades
actuales
2. El análisis jurídico, partiendo de realidad y las problemáticas sociales.
Esto requiere un viraje en la condición de la enseñanza tradicional. Llama a modelar un nuevo
abogado-investigador. Para eso se debe partir de romper los esquemas del tradicionalismo en la
enseñanza y abordar realidades sociojurídicas, con alto sentido humanístico y social.
Intervención del Dr. Edgar Córdova Jaimes – Docente de la Facultad de Derecho de
la Universidad del Sinú
Aborda la discusión epistemológica sobre el derecho como ciencia. Aclara que no es una
racionalidad que apunta a la emisión de unas normas objetivas sino una construcción social que
obedece a afrontar problemas económicos, políticos y sociales. De tal forma, para atender a la
realidad se necesita un enfoque complejo.
La enseñanza del derecho ha evolucionado en los últimos diez años, siendo influyentes las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, de donde hay conciencia sobre el Derecho
ubicado en un sistema-mundo y un giro hacia la importancia de los pactos y convenios
internacionales. Es importante también destacar la investigación alrededor de la biociencia y la
biotecnología, de donde salen nuevas dimensiones de actuación del derecho.
Otro punto que destaca son los procesos democráticos de la región y el posicionamiento del
derecho alrededor de los derechos del ciudadano. En tal sentido, es importante el rescate del
Estado como un objeto central en el estudio para las ciencias humanas, políticas, económicas y
jurídicas, de donde sale la importancia de la multidisciplinariedad. En relación con este “rescate”,
autores como Cancino hacen un llamado a fijar la atención entre la administración y el
administrado.
Cierra su intervención reflexionando sobre la organización que deben adoptar las universidades
para materializar las transformaciones, pues es así como se llevan las ideas a la práctica y se dan
respuestas oportunas de la Universidad hacia la sociedad. Luego, la organización del conocimiento
es el medio por el cual concretamos las propuestas para la renovación de la enseñanza del
derecho. Se observa, pues, desarticulación entre la actividad de investigación, los proyectos de
investigación, la retroalimentación mutua entre programas de investigación , la falta de
investigación de impacto y la falta de canales de transmisión de los nuevos conocimientos. En tal
sentido, falta revisar:
1) Los "grados de parentesco" entre proyectos de investigación, lo que facilitaría la
formación de corpus de conocimiento en las facultades;
2) la falta de articulación con toda la universidad en su conjunto, que pude llevar a
deficiencias en capacidades para adelantar determinados proyectos;
La sistematización de la investigación debe partir de procesos organizativos que comprometan a la
misma sociedad. Hay que institucionalizar los cambios mediante planes de desarrollo para que la
universidad no se limite a tomarse como autorreferente, sino que tenga interlocución Así, el
enfoque temporal y sistémico presupone una delimitación del trabajo, así como concretar la
permanencia de los proyectos en el tiempo.
Intervención de la Dra. Alma Lafont Mendoza – Decana de la Facultad de Derecho
de la Universidad del Sinú
Inicia su intervención manifestando su preocupación por las tensiones entre la autonomía
universitaria y la acreditación. Bajo el modelo actual, sin investigación no hay acreditación en
calidad. Se ha vuelto importante, entonces, vincular a los estudiantes desde el principio para la
investigación, pero atendiendo a realidades sociales e institucionales, incluso viendo el encuadre
con el PND y el Plan Municipal de Desarrollo.
Entrando al tema de discusión, señala que la formación en maestrías y doctorados son los que
garantizan la apertura investigativa de las facultades. En este orden de ideas, al ver la realidad en
las regiones, mientras que el Ministerio de Educación exige normalmente profesionales con
maestrías y doctorados, el Ministerio de Justicia no sigue esta línea. En todo caso, esto lleva a que
las Universidades regionales tengan que hacer un alto esfuerzo por conseguir abogados con
doctorado en el país, lo cual es especialmente difícil porque solo 2% de los abogados en el país
tienen este nivel de estudios.
Resalta el contraste de los parámetros de la acreditación en calidad, por ejemplo, con el modelo
de calificación de la Rama Judicial, donde los postgrados acumulan puntos y se pueden tener
especialistas en varias áreas con que suman buenas calificaciones, pero que no tienen doctorado.
Aclara que esto no quiere decir que esté cuestionando la idoneidad de profesores con varias
especializaciones pero sin doctorado, pero ciertamente se registra esa disparidad de criterios.
También destaca el componente de ética y derecho disciplinario como componentes de la
formación integral de los estudiantes. Este es un importante componente de la formación integral
de las universidades.
Para terminar, apoya los procesos de investigación por su aporte a la producción intelectual y el
aporte para resolver conflictos en el país. Cierra su intervención resaltando la importancia de
armonizar las posturas del Ministerio de Justicia y del Ministerio de Educación sobre requisitos de
docentes con doctorado en las facultades de Derecho.
Intervención de la Dra. Bibiana Escobar García – Docente de la Facultad de Derecho
de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín
Inicia su intervención señalando que es importante preguntarse si es necesario generar una
regulación de ‘mínimos’, cuando la discusión va más allá de este punto, por la relevancia que ha
generado la acreditación en alta calidad de los programas.
Es problemático el papel de la universidad en una sociedad con problemas igualmente complejos.
La esencia de la Universidad es la producción del conocimiento, bajo estándares de disciplina y
rigor. Acá es importante la generación de insumos para discutir sobre los conocimientos
generados.
Parte de precisar el carácter del Derecho respecto a otras ciencias. Una facultad de física puede
generar utilidades palpables para una Universidad, lo cual no pasa en el mismo sentido con el
Derecho. Piensa que la comunidad académica se fortalece cuando se hace investigación, porque se
hacen públicas las ideas y se comparten con el otro. Así, el papel de las investigaciones de la
sociedad es dinámico y renovador.
Bajo este contexto, aborda el tema de los obstáculos para el investigador. El primero y más
importante es que el investigador pasa por un 'check list' en el que se verifican los requisitos para
la investigación y la medición para la producción científica. Es crítico el papel de Colciencias en
este aspecto, por lo que hace un llamado a que también haya interlocución entre el Ministerio de
Justicia con dicho Ente en relación con la evaluación de los grupos de investigación en las
facultades de Derecho.
Profundizando en el esquema institucional actual, opina que tenemos un modelo de visión que
hace de la ciencia algo funcionalista, que mide la investigación como un conjunto de indicadores
que se deben cumplir y que privilegia el medio en el que se publica por encima de la función social
del trabajo investigativo.
Lamenta cuando la investigación no permite superar premisas como la manifestada por la
Universidad de Antioquia, relacionadas con el nexo entre ciencia y política. La ciencia no es
neutral, pero tampoco se puede atribuir a las Universidades la crisis de la justicia. Llama la
atención al Ministerio de Justicia en relación con qué se logra con la regulación de las facultades y
cómo se puede aportar al mejoramiento de la imagen del profesional del Derecho en el país.
Sesión de preguntas
A continuación el Doctor Diego López abre la discusión para recoger preguntas de los asistentes.
Primera intervención
El profesor plantea algunas reflexiones en torno a las intervenciones de los participantes. En
epistemología hay cuestiones internas y externas a la ciencia. Lo interno es lo propio al campo del
conocimiento y lo externo son factores de contexto. Considera que, ciertamente, la crisis de la
justicia puede ser endilgada a los mismos abogados. Menciona, por ejemplo, qué pasaría si se
cayeran todos los puentes y si murieran todos los enfermos en un país, resultando lógico que
dicho tipo de situaciones llamarían a que la sociedad cuestionara acerca de la formación
profesional a los decanos de dichas carreras universitarias.
En tal sentido formula el cuestionamiento sobre cuál es el papel de los decanos frente a la crisis de
la justicia: ¿Se debe relacionar la investigación con la crisis? ¿Cómo encarar esta situación
concretamente?
Segunda intervención, docente de la Universidad del Sinú
Manifiesta inquietudes sobre los lineamientos para la formación de abogados: 1) ¿cuál es el tipo
de abogado que el país necesita formar?; 2) ¿para qué se necesita formar dicho tipo de abogado?;
3) ¿Cuál es el tipo de estado que se quiere formar?
Destaca las limitaciones de un país con altos niveles de pobreza, siendo importante tener estas
claridades antes de destinar recursos para ello. El tipo de Estado también tiene importancia sobre
cómo se construye una estrategia de formación de abogados.
Tercera intervención
Plantea que, incluso, la investigación puede estar ligada a temas políticos. En tal sentido se refiere
al papel que tiene Colciencias en materia de evaluación de esta actividad en las Universidades. A
continuación se pregunta si los indicadores de investigación responden a unos estándares
diseñados en función de problemas científicos del contexto, o si simplemente responden a los
criterios de dicha Entidad estatal en particular.
El Doctor Diego López recoge estas intervenciones señalando que la discusión se debe circunscribir
a la formación en Derecho a nivel de pregrado. Bajo esta precisión, otorga el uso de la palabra a
los panelistas.
Dr. Edgardo de Santis - Fundación Universitaria Luis Amigó
Indudablemente la investigación carece de recursos, siendo este un problema estructural en la
medida en que son pocos los recursos públicos que se destinan para dicho fin. Es importante
preguntarse por el origen de dicho problema. ¿Que nos entrega el Ministerio de Educación a
través de los estudiantes de bachillerato? Hay deficiencias en la formación de estos estudiantes
que inciden sobre la calidad de la enseñanza, faltas para expresarse, etc. También se suma un
factor cultural sobre la formación de un estereotipo, en el sentido de que el derecho es una
herramienta para huir de las matemáticas.
También vale la pena cuestionarse sobre todos los costos que tienen los requisitos para ser
investigador, pues se debe transitar una escala de postgrados que se debe ponderar con la
expectativa de ingreso del investigador.
Dra. Alma Lafont Mendoza – Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad del Sinú
Cuando se diseñan políticas públicas, las directrices para construir líneas de investigación deben
partir de los lineamientos de los planes de desarrollo, para que se armonicen los objetivos de
desarrollo y de investigación y se responda a necesidades socioeconómicas vigentes.
Es importante también que la universidad sepa encausar a sus investigadores al trabajo en las
áreas para las que tienen capacidades e intereses. Se trata de una forma de propiciar el
compromiso científico en beneficio del compromiso social.
Dr. Edgar Córdova Jaimes – Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad del Sinú
Señala que usualmente se habla del paradigma de la enseñanza pero esto limita el alcance del
aprendizaje del Derecho, puesto que se deja de lado la aprehensión de conocimiento en su
integridad. Así, el énfasis debe estar en el aprendizaje como un proceso integral en el que
confluyen competencias teóricas y prácticas en el que el estudiante construye conocimiento,
y no solo en la impartición tradicional de enseñanza.
Dra. Bibiana Escobar García – Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma
Latinoamericana de Medellín
La investigación, en tanto ejercicio riguroso, debe verse como aparte de la técnica-forma-
metodología, teniendo en cuenta que es importante la construcción teórica como finalidad. Es
presupuesto fundamental saber de Derecho para poder investigar en el campo y compartir
conocimientos con interlocutores científicos. Es importante entender que si bien la investigación
debe innovar, también debe tener un fuerte fundamento teórico, siendo este un presupuesto para
su auténtico fortalecimiento y su aporte al entorno socioeconómico.
El Doctor Diego López hace el cierre del segundo panel y se procede a un receso.
Tercer panel: Derecho y justicia en el postconflicto
Para la apertura del tercer panel, el Doctor Diego López hace una introducción señalando que, un
punto dentro de la fijación de estándares para la educación, es el encauzamiento de la enseñanza
hacia las problemáticas sociales. Acá cobra importancia el contexto de conflicto que
históricamente ha existido en Colombia y la proyección actual de una negociación para culminar
este fenómeno y entrar así a una nueva etapa de postconflicto.
En este sentido, el objeto del tercer panel es discutir acerca del papel de las facultades de Derecho
en un escenario de construcción de paz, superación de las problemáticas derivadas del
desplazamiento forzado, desarrollo económico regional y generación de un ambiente de igualdad
de oportunidades.
A continuación otorga el uso de la palabra a los participantes inscritos en el panel.
Intervención del Dr. Rubén Darío Jaramillo - Decano de la Facultad de Derecho y
ciencias sociales de la Universidad Católica de Oriente
Inicia su intervención explicando que el área de influencia de la Universidad se encuentra en el
Valle de Antioquia. Se trata de una facultad de Derecho joven, con 15 años de trayectoria,
contando con alrededor de 400 estudiantes de inscritos. Muchos de ellos han sido, precisamente,
víctimas del conflicto.
En relación con el tema de discusión, considera que la justicia transicional exige que las facultades
de Derecho discutan su costo político y su balance institucional. Ilustra su apreciación con el
proceso actual, donde ha sido escasa la pedagogía sobre el diálogo, sus efectos y la proyección de
los mismos para la sociedad civil colombiana. Un acuerdo de paz tiene profundas implicaciones en
convivencia, incorporación política de actores armados y reconciliación.
Hay, pues, aspectos sensibles que requieren continuidad en el tiempo y proyectos de las
Facultades en Derechos Humanos. En tal sentido, la Universidad Católica de Oriente ha gestionado
proyectos con interlocutores como la Unión Europea, la Universidad de Minnesota, la Universidad
de Medellín y la Universidad de Antioquia.
Estos trabajos han obedecido a que la facultad ha reconocido que el postconflicto ha pasado a ser
un tema de política pública. El concepto es relativamente reciente y se ha enfatizado en el mismo
desde hace unas pocas décadas. En tal contexto, es importante el trabajo en este frente porque
nutre la política pública local y nacional. Pero tiene una particularidad adicional: la
interdisciplinariedad, puesto que el abogado debe, necesariamente, trabajar con otros
profesionales.
En tal sentido, se pronuncia de una manera crítica frente a la investigación de bajo impacto social.
Hay riqueza de conocimientos cuando se encuentran las facultades de Derecho e intercambian
experiencias. En contraste, en la interlocución teórica es poco el enriquecimiento por las visiones
anquilosadas del Derecho en estos frentes. Esta realidad llama a cambios en los contenidos y
pedagogías, siendo así importante anotar el bajo índice de profesores que son auténticos
pedagogos y la persistencia de métodos anacrónicos de evaluación.
Señala que se puede esperar una intervención del Estado planteando lineamientos sobre los
programas de las facultades de Derecho, siempre y cuando se atienda a las realidades sociales de
cada región y exista un diálogo directo con las facultades. Agrega que ha ejercido todos los roles
del derecho, evidenciando la importancia de la regulación. Pero es importante que el esfuerzo
recoja directamente las inquietudes de las facultades de Derecho, sin limitarse a la visión sobre el
tema por parte de ACOFADE.
Menciona los Decretos 196 de 1971 y 765 de 1977, sobre consultorios jurídicos, para ejemplificar
la forma en que persisten regulaciones anacrónicas. Puntualiza que los estudiantes de su facultad
hacen proyectos de alta complejidad e impacto social, que van más allá del estrecho margen
previsto por la regulación en materia de prácticas. Es importante promover, también, reformas en
estos frentes de manera coordinada con el Ministerio de Educación
Cierra su intervención haciendo referencia a la exigencia de altos estándares de calidad y ética
profesional. Al respecto, menciona que no se puede desconocer que hay eminentes juristas
impartiendo cátedras con gran prestigio, que a su vez son altamente cuestionables desde el punto
de vista ético.
Intervención de la Dra. Catalina Pérez Mesa – Docente de la Corporación
Universitaria de Sabaneta
La Dra. Catalina Pérez inicia su intervención señalando que la Corporación Universitaria de
Sabaneta es joven, con siete años de funcionamiento. Tiene entre su misionalidad, contribuir a la
consolidación de un país más solidario. Señala que se su intervención se centra en la experiencia
del programa de construcción de paz de esta institución universitaria.
Explica que dentro del currículo de Derecho se va más allá de examinar la caracterización de la paz
y la movilización ciudadana. Se cuenta con asignaturas como Derechos Humanos, Derecho
Internacional Humanitario, medio ambiente y desarrollo sostenible, resolución y transformación
de conflictos.
Sin embargo, teniendo en cuenta el contexto de la región, reconoce que hay grandes
preocupaciones de seguridad, como las consecuencias de inscribirse políticamente en la
construcción de paz, puesto que ha sido de público conocimiento que algunas personas
promotoras del fin del conflicto y de soluciones que remedien sus consecuencias, han sido objeto
de persecuciones por parte de actores armados.
Habiendo hecho esta claridad, señala que adicionalmente al contenido curricular, se ha hecho
trabajo en los territorios con impacto en el Valle de Aburrá y en el sur de Antioquia, en temas
como la formación de desmovilizados e incorporación profesional de personas víctimas del
conflicto en la región. También destaca proyectos desde la facultad de Derecho como:
1) Educación para la paz, en enlace con la UNESCO y su cátedra para la paz;
2) A nivel de postgrados s involucra la educación para la paz, buscando tocar temas como
la memoria histórica y la construcción de modelos psicosociales dentro del postconflicto;
3) Socialización de experiencias internacionales en materia de construcción de paz.
Es importante este giro para tener un riguroso cuerpo de conocimiento de los estudiantes sobre
los dilemas teóricos de la paz. Se espera que el modelo se refleje hacia futuro en la transformación
misma del funcionamiento de las instituciones gubernamentales. En tal sentido, destaca que la
Universidad puede funcionar como un observatorio del postconflicto y como un espacio de
formación que genere el conocimiento replicable en la región.
Por último, toca el tema de los estímulos en materia de postconflicto y plantea el siguiente
cuestionamiento: ¿qué debe esperar un abogado profesionalmente bajo el contexto sociopolítico
actual, donde se sigue exaltando la guerra sobre la construcción de paz?
Sesión de preguntas
El Doctor Diego López otorga el uso de la palabra a los asistentes que deseen formular preguntas a
los panelistas.
Dr. Francisco Galvis Ramos – Decano de la Facultad de Derecho de la Corporación Universitaria
americana de Medellín
Señala que es el fundador de la facultad de derecho de su universidad y enfatiza en que la
preocupación por los temas de derechos humanos no es un asunto atado a determinada ideología.
Manifiesta que la preocupación por la enseñanza de estos contenidos curriculares va más allá de
un enfoque de derecha o de izquierda, siendo necesario que no se asocie a la derecha como
indiferente en relación con estos temas.
Dr. Cesar Castillo – Universidad del Sinú
Opina que el título del panel fue provocador. Hablar de derecho y justicia en el postconflicto
implica habar de muchos temas, más allá de las conversaciones actuales del Gobierno. Viendo las
estadísticas, en los últimos 30 años, alrededor de un 12 por ciento de las muertes provendrían del
conflicto armado, pero el gran grueso de cifras proviene del conflicto social, familiar, económico y
situaciones de la vida cotidiana. Así, si se busca encauzar la enseñanza del Derecho para enfocarse
en este tipo de conflictividad.
Otro punto que destaca es el enfoque diferencial, enfatizando el respeto y la garantía para todos
los grupos poblacionales.
Cierra su intervención mencionando la importancia de consolidar una memoria sobre los
intercambios de experiencia a nivel regional, que sirva como insumo para la consolidación de
políticas públicas en el orden nacional.
Tercera intervención – Docente de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín
Conmina a que se reflexione sobre el mismo papel de los abogados en el conflicto. En últimas
hubo muchos profesionales del derecho que vivieron bajo las dinámicas propias de este fenómeno
social.
En este punto, el Dr. Diego López recoge las intervenciones señalando que para el Dr. Rubén Darío
Jaramillo es importante tener un curriculum en el que el Estado tenga un papel mediante el
planteamiento de lineamientos, siempre y cuando haya transparencia en el dialogo con el Estado
central y las Universidades; mientras que para la profesora de la Universidad de Sabaneta, ya hay
un proceso de la Universidad al servicio de la construcción de paz sin que se necesite la mediación
del gobierno.
Dr. Rubén Darío Jaramillo - Decano de la Facultad de Derecho y ciencias sociales de la
Universidad Católica de Oriente
Enfatiza en los aspectos rectores en su Universidad que aportan a la construcción de paz como:
respaldo a las ideas, capacidad argumentativa y respeto hacia el otro. Su reclamo se da frente a las
posturas surgidas entre los dos extremos frente a la autonomía y regulación. En tal sentido, le
parece extraño que la carrera de derecho tenga una disposición legal para las prácticas, lo cual
denota cierta rigidez normativa, mientras que las otras carreras cuentan, a lo sumo, con
Resoluciones que regulan la materia.
En cuanto a la apreciación sobre las ideologías, reconoce que los derechos humanos son un asunto
universal. Respecto a la tensión en torno a los líderes que promueven la paz, destaca que proviene
de una zona donde el paramilitarismo y la guerrilla fueron muy fuertes, donde el conflicto y la paz
eran temas sumamente delicados que generaban fanatismos y esto limitaba los alcances del
ejercicio de la academia.
Dra. Catalina Pérez Mesa – Docente de la Corporación Universitaria de Sabaneta
Destaca que viene del sur de Antioquia donde el conflicto también ha tenido un alto impacto.
Si se mira el modelo pedagógico de la institución es claro cómo se materializa y concreta. Insiste
en que la visión ha sido clara en torno a la construcción de paz, entendiendo que se trata de un
proceso que necesita tiempo y necesita repensarse y reflexionar. Sobre el dilema de la regulación,
considera que es más útil tener una lógica práctica que parta de posturas que se traduzcan en
acciones, en lugar de quedarse en la discusión teórica sobre la paz.
En tal sentido la Universidad ha dado oportunidades a personas que han sufrido consecuencias del
conflicto y este es un aporte práctico que contribuye a la solución misma de problemas actuales
de utilidad para construcción de paz.
El Dr. Diego López señala que en el proyecto de regulación en el que se trabaja actualmente, se
procura un componente de ‘área humanística’, que puede ser visto como el campo que deriva en
la formación de habilidades sociales y sensibilización de las realidades propias del país para el
abogado. Los maestros ven esto como un área de oportunidad hacia la inclusión de componentes
profesionalizantes y de impacto social, con posturas políticas y comprometidas. En tal sentido, se
podría plantear que los ‘mínimos’ que se plantearían para los programas de pregrado apuntaran
hacia esa dirección.
Aplaude que muchos de estos temas ya están bien incorporados en los programas de las
facultades de derecho. Luego es claro que no se trata del Ministerio con un papel de "laboratorio"
sino de compilador de buenas prácticas encontradas que resulten replicables.
Concluye su intervención cerrando este tercer panel y agradeciendo a los participantes y
asistentes.
Cuarto panel: Derecho y tecnología – El ‘tecnoabogado’ o abogado
del Siglo XXI
El Doctor Diego López da inicio al cuarto panel, partiendo de presentar la tecnificación del Derecho
y la interacción contemporánea de la profesión con otras disciplinas como las ingenierías y las
denominadas "ciencias duras". Este punto de encuentro da lugar a la reflexión sobre las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en la enseñanza del Derecho y a la necesidad
de discutir sobre su impacto en los contenidos de los currículos.
Intervención del Dr. Oscar Ariza – Docente de la Universidad de Cartagena
Agradece la invitación y advierte en la necesidad de una visión global de la educación en las
facultades de Derecho, destacando que el encuentro directo resulta vital para la construcción del
nuevo modelo de pensum. A continuación excusa al Decano de la facultad, a quien se le ha hecho
imposible asistir por encontrarse en la ciudad de Cartagena, en la sesión in situ de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
Señala que no puede iniciar su intervención sin dejar de retomar el tema de la investigación.
Destaca cómo las tecnologías han influido en el modelo educativo, pasando ya del E-learning al
blended learning.
Desde el punto de vista académico, las TIC han sido una herramienta muy valiosa. Al respecto,
destaca la noción del T Pack, que integra el conocimiento disciplinar, el conocimiento pedagógico
y el conocimiento tecnológico. Se hace énfasis desde el punto de vista de los docentes en:
actualización, educación de los docentes y calidad.
En este último punto cobra importancia la acreditación para medir aspectos como el nivel de
educación en TIC que tienen los docentes, a tal punto que en la Universidad de Cartagena se creó
un comité de actualización tecnológica, en el que se ha clasificado a los docentes en niveles de
acuerdo con el nivel de conocimiento de TIC que tienen. Manifiesta su preocupación en el sentido
de que "los estudiantes van en la era del ascensor en TIC y los profesores seguimos en escalera".
Esta situación reviste alta importancia, puesto que las TIC permiten visualizar en tiempo real las
dinámicas del campo jurídico, siendo una herramienta que optimiza los recursos, facilitando
acceso a la información y a fuentes de derecho no solo a nivel nacional sino también
internacionales. Pero su utilidad también se refleja en el sentido de que las TIC abren la puerta
para la participación y el estudio de determinadas decisiones y posiciones jurisprudenciales. Ilustra
su apreciación, precisamente, con la sesión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en
Cartagena, donde hay streaming para hacer seguimiento en tiempo real vía internet a la sesión de
la Corte, situación que también se propicia por otras instancias internacionales.
Concluye su planteamiento señalando que desde el Consejo Académico de la Universidad de
Cartagena se expidió un acuerdo mediante el cual se regulan aspectos como los componentes de
lectoescritura, habilidades comunicativas y manejo de tecnologías de la información y las
comunicaciones dentro de la enseñanza. En conclusión, desde el plano interno de la Universidad
se aborda el tema. Así mismo destaca herramientas pedagógicas como el aprendizaje basado en
problemas (Problem Based Learning) y el aprendizaje basado en competencias (skills based
learning), siendo este un momento propicio para la modernización de la enseñanza.
Intervención del Dr. Enán Arrieta – Docente de la Pontificia Universidad Bolivariana
de Medellín
El Dr. Enán Arrieta comienza su intervención contextualizando al auditorio sobre la trayectoria de
la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín, destacando que se trata de una facultad de
Derecho con 78 años de trayectoria, con 675 estudiantes matriculados y 78 profesores vinculados
a la facultad.
Comenta que la Universidad adelanta un proceso de revisión curricular desde hace 2 años. Ha sido
un ejercicio que evoca lo señalado antes por la Universidad de Antioquia. Entre los temas de la
reestructuración estaca el funcionamiento de las clínicas de Derecho.
Llama la atención sobre el hecho de que en los debates sobre la regulación de los programas de
Derecho desde el Estado haya abundado la crítica, pero que no se refleje en reformas y propuestas
concretas.
Bajo este marco, la intervención del Dr. Arrieta profundiza en la ética en la investigación y en la
interdisciplinariedad
Lo primero es a donde se debe ir. Siguiendo a la profesora Martha Nussbaum, se adhiere con la
noción de una formación de ciudadanos para la democracia, de lo que se derivaría un modelo de
"abogados para la democracia". Se concebirían como personas capaces para el reconocimiento del
otro, para comprometerse con las problemáticas sociales y con capacidades imaginativas ‘sin fines
de lucro’, correspondiendo varios de estos elementos al saber propio de las ciencias sociales.
Sobre la ética opina que, más que una clase, se trata de una práctica pedagógica que comporta
relaciones de poder horizontales o prácticas ‘no fascistas’, en el sentido de Foucault, de donde
surge el valor de experiencias como las clínicas.
En tal sentido, concibe la base de la interdisciplinariedad con intersecciones con las demás ciencias
sociales. ¿Por qué? Porque en un país con tradición en la formación enciclopédica, en lugar de
aspirar a que los abogados se llenen exclusivamente de contenidos específicos en áreas
determinadas (como derecho ambiental, minero, propiedad intelectual, etc.), lo mejor es tener un
enfoque de alta comprensión de contexto, dentro del cual importan la filosofía, la historia y
ciencias sociales afines. Esto termina desembocando en dogmáticas que logran consolidar saberes
para la vida práctica del estudiante. Este modelo lo denomina ‘visión cartográfica’, donde el
abogado no memoriza las ‘parcelas’ de un mapa, sino que aprende cómo leer el mapa en su
integridad.
Para cerrar se refiere al tema de la investigación: presenta una visión crítica del modelo actual
bajo la autoridad de Colciencias. A su juicio se trata de un modelo inadecuado, que evoca el dilema
del prisionero donde grupo cerrado de investigadores tiende a citarse mutuamente en beneficio
mutuo. Se hace necesario, pues, que dicha Entidad renueve sus criterios.
Señala que el otro problema es metodológico. Puede que el estudiante tenga un buen material
sustantivo y tenga unas bases investigativas, pero el método no deja de tener importancia para
asegurar el rigor de la investigación y la validez de los conocimientos que se generan.
Cierra su intervención señalando que para la transformación de la regulación curricular de los
programas de pregrado en Derecho, es importante un enfoque territorial desde el Ministerio de
Justicia y, en tal sentido, considera acertado hacer el Foro Regional en esta ciudad. Considera
fundamental la articulación con el Ministerio de Educación en aras de la coherencia y la política
unificada.
Intervención del Dr. Jairo Ibarra Lozano – Docente de la Universidad Autónoma del
Caribe
El Dr. Ibarra inicia su intervención agradeciendo la invitación. Señala que el programa de Derecho
de la Universidad Autónoma del Caribe fue fundado en 1999, y se ha insertado en las dinámicas
propias de las exigencias para la acreditación. De esta forma se está revisando continuamente lo
que se está haciendo en materia de formación.
Sobre el contexto actual, ve una oportunidad para que la crisis de la justicia dé lugar a la revisión
de las propias Universidades sobre los contenidos de sus programas. La complejidad de los
problemas contemporáneos (conflicto ambiental, seguridad alimentaria, bioética, justicia
transicional, etc.), obliga también a hacer este ejercicio de revisión. Pero no se debe caer en la
trampa de limitarse a revisar el texto; por el contrario, se debe partir de estudiar el contexto para
que se incorporen los hallazgos en sus reformas. Es una labor importante, precisamente, porque
implica un componente de multidisciplinariedad, para lo cual hay que reconocer que actualmente
una sola disciplina aislada no aporta soluciones estructurales.
El profesor universitario contemporáneo debe estar actualizado, tanto de la realidad local como
del plano internacional. Desde la clínica jurídica se pueden establecer ejes o núcleos
problemáticos que tracen el derrotero de la estrategia pedagógica y de la gestión de la educación.
Esto desde el plano individual, pero también se debe tener en cuenta el componente de política
educativa que debe apuntar a todo el país, que se refleja en este escenario.
Por último, señala que cuando se habla de crisis, se está hablando de la crisis de la condición
humana y no exclusivamente de un tema de la justicia en un país concreto. Se debe ir, pues, a la
epistemología y a la ética, siendo estos los dos grandes retos del siglo XXI. Ambos campos deben
ser objeto de reflexión permanente, no solo en el ejercicio del abogado sino de cualquier
profesional.
Intervención de la Dra. Lena Rodero – Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de
la Universidad del Atlántico
La Dra. Lena Rodero agradece al Ministerio por traer este escenario de discusión a las regiones. Es
un esfuerzo pertinente y adecuado, y se trata de un llamado necesario dentro del mundo
contemporáneo donde se erige la necesidad de mantener interlocución con pares académicos y
con otras disciplinas.
Desde el Derecho los programas a nivel nacional siguen concibiéndose como programas
tradicionales altamente centrados en la dogmática. ¿Por qué? Porque la normatividad que rige la
enseñanza de la profesión impone camisas de fuerza a la labor de los docentes.
La Resolución 2768 de 2003 señala que se debe trabajar en componentes de contextualización,
pero también es explícito en imponer unos componentes mínimos obligatorios, de donde surge la
imposibilidad de que el Derecho, con tantos mínimos exigidos, pueda interactuar con otras
disciplinas, en tanto no quedan espacios curriculares en los pensum para materializar esta
expectativa.
¿Qué se está haciendo? Se está abordando la interdisciplinariedad desde la investigación y desde
la proyección social. Si bien es un avance, no es suficiente, pues cree que se debe dar auténticos
espacios a las otras disciplinas. Concluye su intervención señalando la importancia de que el
ejercicio de regulación se haga de una forma coordinada entre el Ministerio de Justicia y el
Ministerio de Educación.
Sesión de preguntas
Intervención de Mónica Vásquez - Universidad del Norte
Comparte algunas experiencias donde se ha evidenciado la interdisciplinariedad en su
Universidad, en escenarios como las clínicas jurídicas, las practicas jurídicas en diferentes sectores
y las jornadas de atención integral a la población. En tal sentido, considera que desde el currículo
si se pueden hacer transformaciones y sí puede impactar en la formación de estudiantes.
Aplaude la iniciativa del Ministerio de Justicia, considerando importante que la regulación persiga
el cumplimiento de una auténtica función social desde el ejercicio del Derecho. Se procuraría, así,
ejercer la abogacía más allá del desempeño en una profesión netamente liberal, sino siendo
auténticamente conscientes de la función de la administración de justicia para la sociedad. Para
ilustrar la importancia de que exista un auténtico compromiso político con este ejercicio de
regulación, señala que no es casual que en 1970 saliera la primera regulación de Consultorios
jurídicos, el Código de Procedimiento Civil y el primer estatuto de la abogacía (procurando la
moralización de la profesión). Esto denota un marcado interés desde el Gobierno sobre una
adecuada administración de justicia que existió en la época.
Volviendo a un punto expresado en el panel anterior, opina que en la época del postconflicto se
hace necesario, a nivel curricular, el estudio de los nuevos instrumentos jurídicos adoptados para
surtir la transición hacia la paz.
Apoyando lo señalado por el Dr. Enán Arrieta, propone el estudio de los metadiscursos de las
áreas del Derecho, para avanzar en la "cartografía" como concepción para aprehender la lógica del
derecho. Se estudiaría el derecho en contexto, comportando multidisciplinariedad. Sin embargo,
como deficiencia observa que hay escasez de materiales jurídicos de este tipo.
Intervención del Dr. Luis Eduardo Díaz – Universidad del Sinú
Formula un cuestionamiento a los participantes en el panel: ¿por qué en Colombia las facultades
se afanan por transmitir el derecho como si fuera un cuerpo claro completo y coherente, como si
se fuera a formar simples técnicos o tecnólogos?
Tercera intervención, Dra. Águeda Torres Marín de la Universidad de Antioquia
Menciona que desde su facultad se ha trabajado en el diálogo de saberes, con profesores de
diferentes áreas e, incluso, politólogos, en el marco de un trabajo que realiza el consultorio
jurídico rural con el resguardo indígena de San Lorenzo en Riosucio, Caldas. Todos se reúnen y
aprenden uno del otro, repasando algunos temas sustantivos y adquiriendo nuevas herramientas
interpretativas y de estudio para el ejercicio investigativo y profesional. Por otra parte, destaca la
experiencia del centro de atención familiar, donde se parte de reconocer las limitaciones y
también los excesos de la norma. Se cuenta con un abogado, trabajadora social, sociólogo y
psicólogo, haciendo trabajo de atención integral a conflictos de familia. Cada estudiante de las
diferentes disciplinas aprende y si es del caso se remite al usuario al centro de mediación.
Valora los aportes de los estudiantes de las otras disciplinas al trabajo de los estudiantes de
derecho y considera adecuado estos ejercicios de integración.
El Dr. Diego López otorga el uso de la palabra nuevamente a los panelistas para que se pronuncien
en relación con las intervenciones del auditorio.
Dr. Oscar Ariza – Docente de la Universidad de Cartagena
En la universidad pública se cuenta con un fuerte recurso en el que prestan asesoría importante
los abogados, como son los centros de investigación en "ciencias duras". ¿Cómo? Los abogados
prestan apoyo a muchas áreas del conocimiento, como lo ilustra el aporte de los profesores de
derecho constitucional al área de medicina, profesores de derecho internacional que apoyan a las
facultades de economía, abogados que apoyan seguridad en redes en ingeniería de sistemas, etc.
Pero también sorprende que llegan alumnos con muchos conocimientos previos en TIC que
sobrepasan la capacidad actual de los docentes de la Universidad. Es un tema tan importante que
incide en el quehacer diario del operador jurídico
Dr. Enán Arrieta – Docente de la Pontificia Universidad Bolivariana de Medellín
Retoma su planteamiento en el sentido de que el problema más fuerte no es no conocer
perfectamente el derecho, sino no saber cómo abordarlo a manera de ‘cartografía’. Se parte de
pensar por momentos que para ver el derecho como objeto científico hay que tomar cierta
distancia, en virtud de lo cual cada vez intervienen más profesionales de otras áreas en estas
facultades.
Otro tema para la multidisciplinariedad es la creación de dobles programas. En la Universidad
Bolivariana han tenido una experiencia positiva con el doble programa entre derecho y ciencia
política, lo cual ha contribuido para la profesión como propiciadora de la construcción de
visionarios de política pública.
Dr. Jairo Ibarra Lozano – Docente de la Universidad Autónoma del Caribe
Parte de poner el énfasis de la actitud en el agente de enseñanza, de donde se desprenden sus
enfoques pedagógicos. En su experiencia han hecho proyectos integradores para hacer práctica la
interdisciplinariedad e incorporarlo en ejercicios de interpretación jurisprudencial, prestando
atención a los contextos del texto. Es un tema complejo que demanda competencias amplias del
abogado.
La investigación sociojurídica, Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos y Derechos
Humanos son también espacios de encuentro con otras disciplinas. Por último desde la
perspectiva victimológica han trabajado en la intervención social bajo atención integral a la
víctima, sin caer en la trampa del asistencialismo.
Dra. Lena Rodero – Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Atlántico
Enfatiza en que sí es importante la interdisciplinariedad y es importante también que el gobierno
quite las camisas de fuerza que no dan espacio para hacer efectivos espacios de otras disciplinas
en la estructura curricular de las facultades de Derecho. Está bien el afán regulatorio, pero se debe
respetar en todo momento la autonomía universitaria
Quinto panel: Ética profesional
El Doctor Diego López da inicio al quinto y último panel de la jornada, donde se aborta el
componente ético de la profesión. Plantea como pregunta orientadora, qué se debe hacer en
materia de contenidos curriculares mínimos para abordar la ética profesional, el tratamiento ético
de los cliente y la colaboración real con la justicia y las instituciones. Concede el uso de la palabra a
los panelistas que se inscribieron.
Intervención del Dr. Juan Alberto Polo - Decano de la Escuela de Derecho,
Universidad Sergio Arboleda de Santa Marta
Inicia aclarando que al principio del proceso de proyección de una nueva regulación para los
programas de Derecho, sentía preocupación por la exclusión de las regiones. Sin embargo, al ver el
despliegue del Ministerio para ponerse en contacto directo con las facultades de Derecho es un
paso en el sentido correcto.
Señala que la resolución 2768 de 2003 existe pero en la práctica no tiene efecto, toda vez que el
Decreto 1295 de 2009 estableció las condiciones de funcionamiento del registro calificado en las
universidades, incluyendo el de las facultades del Derecho. Lo que debe hacer el Ministerio de
Justicia es, pues, materializar parte del contenido del trabajo previsto en dicho Decreto.
La discusión debe comenzar, no por la comunidad académica, sino por la formación como factor
para la creación para personas distintas. Si bien la ética viene del individuo, se puede reforzar
mediante procesos que se incorporan en la formación profesional, que se reflejen en las relaciones
del abogado con sus colegas, clientes y comunidad jurídica. Esto presupone una formación en
valores que se enfoque en su aplicación dentro del ejercicio profesional.
Nada se avanza en dar a los estudiantes exclusivamente compleja información sobre saberes no
jurídicos ni mera tecnología, porque esto, en sí, no es un saber integro desde el humanismo.
Volviendo al tema del panel anterior, toca el tema del "tecnoabogado", lo que considera
inadecuado porque implicaría la formación de personas que salgan a ejercer la profesión,
simplemente, bajo la motivación de ganar unos honorarios, lo cual también deshumaniza la
profesión.
Para cerrar, opina que si bien se habla constantemente del afán del Ministerio de Justicia sobre la
reforma a la enseñanza del derecho, es un tema que no debe dejar de verse en conjunto con otra
reforma que se prepara en relación con el ejercicio de la abogacía en el país: el tema del examen
de ingreso para la poder ejercer la profesión.
Intervención de la Dra. Tania Martínez – Coordinadora de Programa de Derecho de
la Universidad de Sucre
Comienza su intervención señalando que, si bien la Universidad cuenta con 37 años de fundada, el
programa de Derecho se creó hace apenas dos años. El equipo docente trabajó seis meses en el
diseño de la formación o perspectiva educativa. Si bien es cierto que el Derecho ha ido cambiando,
también es cierto que en algunos aspectos se ha evidenciado un atraso en la forma como se
enseña el Derecho. En tal sentido, desde la Universidad de Sucre se construyó un documento para
evidenciar el perfil de abogado que se busca.
Entrando al tema de discusión, señala en primer lugar que, si bien es cierto que resulta difícil
estimar cuál es el nivel ético y moral del estudiante que ingresa a la Facultad, sí se pueden
examinar estos factores en los docentes que ingresan, de donde surge la necesidad de efectuar un
examen riguroso a los nuevos docentes. En tal sentido, no solo se examinan los requisitos de
titulación, sino también la parte humana y el componente de valores individuales del profesor.
Mediante este enfoque se busca contar con profesores multiplicadores, con bases sólidas en
materia de ética que a su vez transmitan dichas virtudes a sus estudiantes.
Sin embargo, presenta una crítica frente a lo que denomina los ‘micro currículos’, donde la ética
juega un papel residual como una asignatura que cursa el estudiante en un punto intermedio de
su formación. Considera que no se debe ver la ética como algo aislado en relación con las demás
asignaturas, sino como una parte transversal que se incluye en el desarrollo de las mismas.
¿Cómo? Sensibilizando al estudiante y haciéndole ver el impacto positivo que tiene en cada área
obrar dentro de la ley y resolviendo dilemas éticos. Reconoce, en cualquier caso, que algunas
personas pueden objetar este enfoque al señalar que puede ser una intromisión en el proceso
individual de formación del estudiante.
Por último, defiende un modelo sobre enseñanza de ética en el que se ponga al estudiante a
enfrentar los dilemas éticos desde las dinámicas propias del ejercicio de la profesión, dentro de los
módulos prácticos en el currículo. Así se hace que ética no sea una asignatura de ‘relleno’ sino un
componente que se apropie dentro del estudio de cada asignatura.
Intervención del Dr. Carlos Alberto Montoya – Decano de la Facultad de Derecho de
la Corporación Universitaria de Ciencia y Desarrollo - Sede Medellín
Inicia su intervención anotando que la Facultad de Derecho de la Corporación Universitaria de
Ciencia y Tecnología – Sede Medellín, lleva dos años y medio de funcionamiento. Lo primero que
la persona se preguntará es por qué se deciden a crear una nueva facultad.
Señala que hay algunos aspectos distintivos dentro de la facultad, tales como la formación
intensiva en determinadas Ramas del Derecho por semestres, ilustrando que los dos primeros
semestres se dedican al derecho civil y los dos siguientes al derecho público.
Adicionalmente, el currículo cuenta con un mínimo de 32 horas por semestre para la enseñanza de
temas que normalmente no hacen parte del currículo de las facultades de Derecho. Menciona
como ejemplos las áreas de derecho disciplinario, derecho electoral, derecho aduanero y derecho
policivo.
También destaca la responsabilidad social del programa mediante la oferta de becas, subsidios y
financiaciones para estudiantes sin capacidad económica para sufragar la carrera.
Entrando al tema de discusión, señala que cuando se habla de ética se debe partir de una
pregunta elemental: ¿qué es la ética? Hay muchas variables, corrientes eminentemente filosóficas,
otras teóricas y otras que asimilan el tema al derecho disciplinario. Bajo este contexto, hace un
llamado que a hablar de la "ética viva" y no a modelos ideales carentes de dinamismo. Aclara que
no solo los abogados tienen problemas de credibilidad, sino que es algo que ocurre en otras
profesiones y en otros países.
Comparte lo señalado antes por la anterior interviniente, en el sentido de que parte del
componente ético debe partir del proceso de selección de los profesores, para dar un ejemplo
efectivo que realmente merecen los estudiantes. Pero también se debe formar a los estudiantes
en aspectos prácticos sobre el ejercicio profesional, como la redacción del contrato de mandato, el
pago de honorarios, la información que se da al cliente sobre el proceso, la asesoría jurídica, el
trato con la contraparte y con la autoridad en instancias judiciales. Todos estos elementos llevan a
que dentro del programa curricular de la Corporación Universitaria, al igual que las habilidades
comunicativas, la ética sea un elemento transversal a las asignaturas.
Sesión de preguntas
El Doctor Diego López otorga el uso de la palabra a los asistentes para expresar sus inquietudes.
Intervención del Dr. Francisco Galvis Ramos – Decano de la Facultad de Derecho de la Corporación
Universitaria americana de Medellín
Cuestiona que exista un alto índice de sanciones contra los abogados, precisando que si bien
existe un registro con alrededor de 300 mil abogados inscritos, la depuración de dicha cifra
(excluyendo a abogados fallecidos, suspendidos, con cancelación de su tarjeta profesional, etc.)
genera un resultado inferior. En tal sentido, en las estadísticas la cifra siempre queda
sobreestimada y se presenta descontextualizada, de manera que eso no se refleja en un
porcentaje sobre el total de inscritos que, además, ejercen la profesión actualmente.
Opina que la Sala Administrativa del Consejo Superior de Judicatura ha empobrecido el ejercicio
de la profesión con el establecimiento de tarifas para agencias en derecho que resultan irrisorias.
Concluye opinando que la situación en materia disciplinaria era mejor antes de 1991, cuando los
Tribunales Superiores eran la autoridad que ejercía dicha potestad.
A continuación toma el uso de la palabra el Dr. Diego López, señalando que escucha un forcejeo
entre las ideas de los participantes sobre si la ética se enseña o no se enseña, como bien se
desprendería del debate entre la corriente platónica y la corriente aristotélica. Luego, no hay
claridad sobre si las virtudes éticas son enseñables o no y si el peso en la materia recae sobre el
entorno próximo al individuo, o bien si desde la academia se pueden tomar medidas que tengan
un impacto concreto en la materia.
Dr. Juan Alberto Polo - Decano de la Escuela de Derecho, Universidad Sergio Arboleda de Santa
Marta
Considera que no resulta adecuado formar una cátedra de ética como tal o un criterio mínimo de
enseñanza curricular de la materia en un plan de estudios. En lugar de esto, opina que la estrategia
más idónea es la inclusión de la ética en el plan de estudios dentro de una estrategia curricular
integrada, donde el estudiante afronte los dilemas éticos de una forma transversal a través de las
diferentes áreas del Derecho.
Dra. Tania Martínez – Coordinadora de Programa de Derecho de la Universidad de Sucre
Señala que en la Universidad de Sucre ha existido consenso sobre la factibilidad del examen de
calidades de los estudiantes, teniendo en cuenta que el buen ejemplo transforma y que se da un
mensaje positivo a los estudiantes al mostrar una academia disciplinada y de notables valores, que
llame a la réplica.
Dr. Carlos Alberto Montoya – Decano de la Facultad de Derecho de la Corporación Universitaria
de Ciencia y Desarrollo - Sede Medellín
Parte del problema de la deserción estudiantil en la educación universitaria. Si bien se origina por
problemas de solvencia económica, también se genera por problemas personales y familiares de
los estudiantes. El aporte ético de la Universidad también parte de ayudar al estudiante para
explorar la posibilidad de superar sus dificultades. Pero también se debe procurar un aprendizaje
vivencial, exigiendo a los profesores que sean organizados, estructurados, que cumplan con el
deber de informar a los estudiantes sobre el contenido de los cursos y la estructura curricular. Al
estimular estos hábitos se proyecta una imagen sobre la responsabilidad y el enaltecimiento de la
profesión al estudiante de Derecho.
Intervenciones adicionales desde el auditorio
Se presenta una opinión en el sentido de que la ética es tanto individual como colectiva. Es
necesario verlo como un tema permanente y transversal de reflexión a nivel del currículo. Las
formas jurídicas deben tener un componente axiológico y ético, siendo necesario evidenciar el
contenido ético de las normas dentro de la enseñanza. Es un ejercicio permanente que le
corresponde al profesor, rompiendo el esquema predominante del afán por el valor económico.
Una intervención adicional destaca la importancia de que las mismas Cortes reflexionen sobre sus
sentencias, cuando retroceden en derechos fundamentales y derechos adquiridos. Hay
jurisprudencia en la que sería procedente este ejercicio, en temas como el desconocimiento de la
solución de continuidad de los empleados provisionales del Estado, o el establecimiento de topes
máximos a los valores que se pueden reconocer por concepto de perjuicios morales. En similar
sentido, también es importante ver las extralimitaciones de la Agencia Nacional de Defensa
Jurídica del Estado al poner en un segundo plano las situaciones de vulneración de derechos que
están en el trasfondo de algunos casos en los que sus abogados defienden al Estado.
Así pues, es vital la ética en el Derecho, especialmente cuando esta profesión comporta el ejercicio
de oficios tan importantes como el de la Magistratura
Una tercera intervención, por parte de un docente de la Universidad Bolivariana, menciona que la
clase magistral puede entrañar una relación de poder, de donde surge la importancia de articular
estrategias pedagógicas horizontales como la catedra participativa o la clínica jurídica, en las
cuales se puede incluir un componente ético transversal.
La Dra. Alma Lafont Mendoza hace una última intervención, destacando que la Universidad del
Sinú tiene un componente ético y moral para todos sus programas. Se cuenta con asignaturas de
ética profesional y derecho disciplinario, sin perjuicio del deber de los profesores de incluir la
impartición de ética en sus asignaturas.
Señala que hay un elemento adicional: cuando se estudia solicitud de transferencia interna o
externa, se solicitan certificados de notas y también en ocasiones certificados de buena conducta.
Pero, ¿se deberían también estudiar los antecedentes penales? ¿Sería causal de inadmisión del
estudiante? ¿Vulneraría los derechos una decisión fundada en dicho tipo de estudio?
El Doctor Diego López hace el cierre del panel. Señala a los asistentes que en este Foro Regional sí
se cuenta con presencia del Ministerio de Educación. Otorga el uso de la palabra a la delegada del
Ministerio, Dra. Nancy Cañón, Coordinadora del Grupo de Registro Calificado de la Subdirección de
aseguramiento de calidad de educación superior.
Intervención de la representante del Ministerio de Educación, Dra.
Nancy Cañón
La Dra. Nancy Cañón inicia su intervención aclarando que ha estado presente a lo largo del día en
el evento, prestando atención a todas las posiciones expuestas por los participantes.
Aclara que la política educativa de la educación superior ha sido vigilada desde el Gobierno en su
periodo anterior. Dentro de este trabajo se han hecho diagnósticos en todo el país, encontrando
un panorama normativo e institucional en el que la Ley 30 de 1992, el Consejo Nacional de
Acreditación y los Planes Sectoriales de Educación tienen diferentes conceptos de calidad.
En un sentido análogo se ha estudiado qué se define como "calidad" en el mundo, encontrando
diferentes definiciones en instancias como la UNESCO, CHEA y OECD. Así, el Ministerio se ve
abocado a avanzar en una definición de calidad, a fin de tener un insumo de aplicación práctica en
materia de calidad.
En el Plan Sectorial de Educación se ha trabajado en el sentido de asegurar la calidad, bajo la
reformulación del decreto 1295 de 2010, pasando por las 11 salas del Consejo Nacional de
Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CONACES). Dentro de este marco se está
revisando la expedición de nuevas resoluciones sobre las características específicas de calidad de
los diferentes programas de pregrado, toda vez que las expedidas en 2003 quedaron derogadas
por el Decreto de 2010.
En el caso específico de los programas de Derecho se trabajó en el Ministerio de Educación en un
proyecto de Resolución específica con ACOFADE, pero también se están haciendo los ejercicios
adicionales desde el Ministerio de Justicia en las regiones. Las resoluciones han sido detenidas
porque se ven supeditadas al Decreto 1295 y su expedición está condicionada a un nuevo Decreto
sobre la materia. En cualquier caso, resalta que la idea es que la expedición de las resoluciones no
cause un impacto negativo sobre la enseñanza como producto de la transición.
Dentro del marco normativo, resalta que también se encuentra vigente el Decreto 1478 de 1994,
que contiene requisitos para el reconocimiento de personería jurídica de universidades.
Señala que el Ministerio de Educación trabaja articuladamente con otras Entidades en relación con
determinados programas. En tal sentido, para el caso de Derecho existe articulación con el
Ministerio de Justicia, en los programas de ciertas Ingenierías se trabaja con el Ministerio de TIC y
en las revisiones a la Norma financiera (con incidencia directa sobre los contadores) se trabaja con
el Ministerio del Comercio.
En relación con el Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad, señala que está compuesto
por:
a. La instancia para el Registro calificado (CONACES)
b. La instancia para la acreditación de alta calidad (CNA) - Primero se acreditan programas y
luego se acreditan Universidades en su totalidad.
c. La instancia para la definición de políticas (CESU)
Si bien la arquitectura institucional está clara, el sistema aún tiene retos pendientes en materia de
definición de reglas de juego claras, interacción, apertura y autorregulación,
Bajo este marco, la prospectiva se enfoca en la revisión del sistema. Se busca diferenciar entre la
solicitud del registro calificado por primera vez y cuando éste se renueva (cada siete años), puesto
que son situaciones distintas que exigen diferentes raseros. Adicionalmente, es importante
cuestionarse qué pasa en las regiones y por qué no se hace una evaluación diferenciada. En un
sentido similar, es importante revisar cómo se surte la acreditación y cómo se renueva. Sobre este
punto es importante anotar que hace años los programas acreditados son siempre los mismos y se
renuevan con la periodicidad señalada, pero no ingresan nuevos programas en esta categoría. Esto
podría indicar dos posibilidades: a) no hay interés por parte de nuevos programas para ingresar a
la acreditación de calidad; o b) los criterios para la acreditación no son los adecuados y constituyen
un factor disuasivo para que nuevos programas intenten adelantar este trámite. Desde el punto de
vista de la acreditación institucional la situación no es diferente.
Finalmente, cierra la presentación sobre el panorama general señalando que actualmente se
busca un esquema de incentivos para la acreditación desde las áreas de fomento, mencionando
como ejemplo el programa "ser pilo paga", como mecanismo que evidencia las preferencias en
materia de educación universitaria de los estudiantes, como producto del reconocimiento de la
calidad de los programas.
A continuación pasa a socializar algunos indicadores sobre los programas de Derecho, con corte a
marzo de 2015
a. Existen 769 programas de pregrado y postgrado
1. 165 son programas de pregrado
2. 480 son especializaciones
3. 113 son maestrías
4. 11 son programas de doctorado
b. Panorama de la acreditación:
1. 31 programas están acreditados en pregrado (equivalentes a un 18 por ciento),
frente a 135 sin acreditación
2. Solo un programa de postgrado tiene acreditación en alta calidad
c. El mayor número de solicitudes de acreditación proviene de programas de:
1. Ciencias administrativas
2. Economía
3. Ingenierías
d. En relación con tres programas de Derecho que adelantaron el trámite y que culminaron
con decisión negativa por parte del Ministerio de Educación, se hicieron recomendaciones
relacionadas con:
1. Mejorar el tipo de contratación de los docentes
2. Garantizar una proporción que garantice suficiencia de profesores sobre el
número de estudiantes
3. Mejorar el nivel de formación de docentes
4. Fortalecer acciones para disminuir la deserción
5. Mejorar la productividad académica del programa
6. Mejorar los bajos resultados en las pruebas Saber PRO
7. Mejorar la internacionalización de los programas
Explica que en estos casos que terminan con decisión negativa, se otorga un plazo de dos años al
programa de Derecho candidatizado para que implemente las recomendaciones, las cuales –cabe
anotar-, no son un documento público.
Concluye su intervención agradeciendo a los asistentes por su participación, al Ministerio de
Justicia por su invitación y a la Universidad del Sinú por haber albergado este Foro Regional.
Cierre del evento
El Dr. Ramiro Vargas, Viceministro (e) de Promoción de la Justicia, agradece a los asistentes y
participantes y cierra formalmente el evento. Reitera el compromiso de hacer llegar los
documentos de ACOFADE, agrega que se dejará abierto un canal de comunicación con la
representante del Ministerio de Educación y agradece a la Universidad del Sinú por propiciar este
espacio y acoger al Ministerio de Justicia. Agradece también al Doctor Diego López Medina por su
labor como moderador. Reitera que no hay nada más lejano para el Ministerio de Justicia que
coartar la autonomía universitaria, enfatizando en que se busca procurar mejores abogados para
el país.
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