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APOYAR A LOS HOMBRES COMO EDUCADORES INFANTILES

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APOYAR A LOS HOMBRES COMO EDUCADORES INFANTILES

Concilio para el Reconocimiento Profesional | 2460 16th Street, NW, Washington, DC 200091

«Cuando escuchemos la palabra ‘diversidad’, empecemos a incluir el género como parte de esa definición1». — Bryan Nelson, fundador y director de MenTeach.org

Visite cualquier escuela primaria o centro de cuidado y educación infantil en los EE. UU. y es muy probable que encuentre un escenario común: Mujeres enseñando a los estudiantes o cuidando a los niños. Lograr que los hombres se incorporen a un aula (salón/clase) o programa para enseñar, inspirar y cuidar a niños pequeños no es un desafío reciente, sino uno que quizá tenga soluciones nuevas si nuestra sociedad es capaz de cambiar el libreto sobre los prejuicios arraigados que existen hacia los hombres que realizan este tipo de trabajo.

Desde miradas de reojo de padres en escuelas, hasta reacciones de incredulidad en situaciones sociales (“¡¿Usted trabaja aquí?!”), algunas personas tratan a los educadores infantiles de género masculino con curiosidad o recelo.2 Este informe tiene como objetivo analizar los obstáculos a los que se tienen que enfrentar los hombres a la hora de acceder a empleos en ambientes de cuidado y educación infantil y, cómo alentarlos a que desempeñen estas funciones, aporta beneficios a la fuerza laboral, a nuestros niños y a nuestro tejido social.

HEMOS AVANZADO MUCHO, QUIZÁ

Hoy día es mayor el número de personas que ve con buenos ojos la mayoría de los trabajos

que realizan tanto hombres como mujeres. Durante más de un siglo en los Estados Unidos los médicos eran hombres, y las mujeres -sencillamente- no realizaban ese trabajo. Elizabeth Blackwell cambió esa práctica en 1949 al convertirse en la primera mujer en graduarse de una escuela de medicina. Ya en el año 2018, el número de mujeres que solicitaba ingresar a una escuela de medicina era más elevado que el porciento de hombres que optaba por lo mismo.³

Al igual que la medicina, la educación es un campo en el cual no existe tal cosa como “demasiadas personas calificadas”, aunque las puertas todavía están entreabiertas en el mejor de los casos, y cerradas en el peor, para esos hombres que desean dedicarse al cuidado y educación de niños pequeños.

LA ECONOMÍA Y EL ESTATUS SOCIAL No es ningún secreto que aquellas personas que se dedican a la enseñanza en general, y específicamente, a la educación infantil, reciben bajos salarios. De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales, el salario medio de maestros de preescolar en mayo de 2018 estuvo por debajo de 30 000 dólares al año,⁴ número ese que puede ser un factor decisivo en dependencia del lugar en que reside una persona y de si vive en un hogar en el que hay otro ingreso. En cambio, el salario medio de maestros de secundaria fue de 58 600 dólares – casi el doble del que devengaron los maestros de enseñanza preescolar. Esta disparidad puede quitarles el deseo a muchas personas calificadas de ambos géneros de engrosar las filas o de permanecer en el campo de cuidado y educación infantil.

2 (800) 424-4310 | [email protected] | www.cdacouncil.org |

«Uno no debiera tener que hacer un voto de pobreza para ser maestro de preescolar», dijo Kitt Cox, la directora de Birth to Three Family Center en Ipswich, Massachusetts. «Pero, como grupo, somos demasiado amables para ejercer presión⁵».

Al mismo tiempo, aun cuando es mayor el número de mujeres que ha podido acceder a trabajos con salarios más elevados que tradicionalmente realizaban los hombres, las mujeres en general siguen teniendo una fuerte presencia en empleos muy mal remunerados.⁶ Esta realidad puede hacer que los hombres no vean estas profesiones como opciones viables desde el punto de vista financiero.

De igual manera, el sueldo por hora refleja la estima tan baja con la que son percibidos la educación y el cuidado infantil en general en el orden jerárquico de profesiones respetadas. Esto supone su propio reto en materia de reclutamiento de hombres que ambicionan carreras que quizá excedan lo que ellos creen que puede ofrecer un puesto de este tipo en una escuela o en un ambiente de aprendizaje infantil.

«Soy de la opinión de que son muchas las ventajas de tener hombres en ambientes de cuidado y educación infantil», manifestó una educadora de Arizona. «Primeramente, le da cierto aire de respeto a la posición, especialmente entre los estudiantes varones. Y si se unieran más hombres al campo, entonces subiría el salario⁷».

ACEPTACIÓN SOCIALLos estereotipos y prejuicios presentan otra traba para aquellos hombres que eligen el cuidado y la educación infantil como carrera profesional.

Un maestro hizo el siguiente comentario: «En una ocasión, en una boda familiar, me preguntaron cuál era mi profesión y dije que enseñaba a niños de preescolar. Mi interlocutor casi se ahoga con su champán y entonces me preguntó tajantemente,

¿Por qué un hombre querría enseñar a niños pequeños?⁸». La sociedad ha evolucionado, sin embargo la fuerza laboral de educación infantil todavía parece estar estancada en el modelo de los años setenta, explicó James Taylor, antiguo educador y en la actualidad especialista en cuidado familiar que presta sus servicios en centros de cuidado y educación infantil para Tennessee Early Childhood Training Alliance (TECTA, por sus siglas en inglés) . «Después de 15 años en el campo», dijo, «todavía me hacen preguntas interesantes sobre lo que hago⁹».

Para Taylor, después de 11 años en el sector de la producción, entrar en el campo de la educación infantil fue un proceso difícil. Cuando su compañía se trasladó fuera del país, él decidió

hacer un cambio drástico de profesiones. Teniendo en cuenta que ya había trabajado con niños anteriormente, le dijo a su trabajadora social del programa Trade Adjustment Assistance que él quería enseñar a niños pequeños. «Ella respondió, “No creo

que vamos a aprobar eso”; pero supliqué, “déjeme intentarlo”, y me aprobaron», dijo Taylor.

Una vez que Taylor culminó sus estudios, todavía le quedaba poder convencer a los empleadores que él era la persona ideal para el trabajo. «Me han dicho tajantemente en mi cara que “Nosotros no contratamos hombres”», dijo.10

Para aquellos que son contratados, algunos pueden ser sus propios testigos de cómo los sacan de las clases (aulas/salones) y son reubicados en tareas administrativas, o de su inclinación hacia otras áreas debido a mejores sueldos, entre otras razones. La noción de que las mujeres son las que deben enseñar y los hombres dirigir está tan arraigada en el campo de cuidado y educación infantil como ha estado en muchos otros campos profesionales a través de la historia.11

Piense en la experiencia de Glenn Peters, un maestro de preescolar en la ciudad de Nueva York. Él se percató de que se adentraba en un campo dominado por mujeres, pero eso fue aún

«Me han dicho tajantemente en mi cara que “Nosotros

no contratamos hombres”».

Concilio para el Reconocimiento Profesional | 2460 16th Street, NW, Washington, DC 200093

más evidente cuando asistió a una sesión de creación de currículo dedicada a futuros maestros de preescolar.12 «Yo sabía que era el único hombre allí presente porque ellas no pudieron encontrar el código de baño para el baño de hombres», comentó.

EL PROBLEMA DE LA CONFIANZA Incluso esos padres que se consideran de mente abierta y comprensivos en lo concerniente al género pueden sorprenderse cuando ven a un hombre trabajando en un ambiente o programa de educación infantil. Algunos son mejores que otros en esconder su sorpresa, o incluso su profundo recelo. Sus reacciones pueden tener un impacto negativo y provocar que los educadores del género masculino se sientan nerviosos acerca de sus funciones y vigilados en su desempeño diario con los niños.

Steven Antonelli, quien ha enseñado preescolar en la ciudad de Nueva York durante 20 años, dijo, «A veces usted puede ver cómo hay padres que vienen y dicen, “¿Qué es esto? ¿Esta es el sujeto que va a educar a mi hijo?” Uno tiene que cultivar relaciones con los padres para que ellos lo entiendan y puedan depositar confianza en nosotros13».

Aunque forjar relaciones con los padres es ideal y pudiera ayudarlos a sentirse más cómodos con un maestro o educador del género masculino, esto puede que sea difícil de lograr, ya que algunas personas no están simple y llanamente preparadas para la idea de tener a hombres haciéndose cargo del cuidado y educación de niños pequeños.

Un estudio de la Asociación Nacional de Educación Infantil (NAEYC, por sus siglas en inglés), arrojó que los hombres son vistos de una manera diferente que las mujeres en el aula (salón/clase), particularmente en lo que respecta a cualquier tipo de interacción física que puedan tener con los estudiantes – incluso abrazos.14 Cuando se preguntó el motivo por el que más hombres no se animan a ingresar al campo, un participante explicó, «Muchos de estos

hombres hoy día no quieren enseñar por todas las cosas malas que están sucediendo. No quieren enseñar a los niños pequeños».

Cuando los educadores del género masculino intentan expresar el afecto que sienten por los niños pequeños, pueden convertirse en objeto de escrutinio y desconfianza a tal punto que pongan su subsistencia y reputación en riesgo.

«Ser del género masculino en este campo es difícil debido a muchos estigmas a los que estamos sujetos», dice Joseph Noland, un maestro asistente de preescolar en Flint, Michigan. «Pero nosotros realmente nos ocupamos y preocupamos por estos niños. Haríamos lo que fuese necesario para mantenerlos seguros. Cuando estos niños están aprendiendo y vemos que finalmente adquieren un conocimiento y/o destreza específico, eso nos hace sentir que vale la pena15».

¿SE ESTÁ INVIRTIENDO LA TENDENCIA?Desde los años setenta, el porciento de hombres que trabaja en el campo de cuidado y educación infantil ha pasado del 2,1 % al 5,9 % del total de la fuerza laboral de educación infantil. La comunidad de educación infantil prestó atención en 2018 luego de que el número de hombres en el campo alcanzara el 6,3 %.16

«Parece que hay una tendencia en el número mayor de hombres que desea trabajar con niños pequeños y que quizá estamos presenciando un cambio de actitudes», dice Bryan Nelson, director de MenTeach, una organización sin fines de lucro que se dedica a impulsar el número de hombres presentes en la esfera educativa. «Esto quiere decir que es más probable que los padres vean a un hombre cuidando y educando a un bebé o niño pequeño hoy más que nunca17».

Según la revista Psychology Today, los ambientes de cuidado y educación infantil conformados por personas de ambos géneros son más propicios para los niños. Además de los niños ver que el cuidado es un rasgo que forma parte tanto de mujeres como

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de hombres, ellos pueden experimentar un entorno que se asemeja al ambiente en el que ellos están siendo socializados.18

Los maestros del género masculino también sirven como modelos - ejemplos a seguir- que desempeñan un papel vital en el desarrollo y crecimiento de los niños varones, de acuerdo a Royston Maxwell Lyttle, director de una escuela subvencionada en Washington, DC, cuya población es 98 % afroamericana.19

«Pienso que es importante que los estudiantes encuentren a alguien en quien puedan verse reflejados, que admiren y aspiren a ser» dice.

En ese sentido, los programas en todo el país están inspirando a jóvenes negros a formar parte del campo de la educación infantil. En Illinois, por ejemplo, el alcalde de Chicago Rahm Emanuel ha luchado a favor de una educación preescolar universal. Con el objetivo de asegurar una dotación de personal completa, un grupo de educadores estatales creó el programa llamado Men of Color (“Hombres de color”) el cual combina estudios para obtener un certificado o un título de dos años con pasantías pagadas y asesoramiento.20

Otros programas que también comparten este objetivo son21:

• “Call Me MISTER® (Mentors Instructing Students Toward Effective Role Models)”—Clemson, South Carolina: Un programa de enseñanza y de beca de reclutamiento de docentes que ofrece ayuda con el pago de estudios (programas de condonación de préstamos) y asistencia académica, cultural y social para estudiantes de género masculino matriculados en colegios superiores participantes.22

• Leading Men Fellowship, un programa con sede en Washington, DC que se ha expandido a Baltimore, Maryland; Richmond, Virginia; Kansas City, Missouri; Springfield, Massachusetts; y Milwaukee, Wisconsin. Este programa atrae a hombres jóvenes negros al campo de la educación infantil mediante capacitación formal en desarrollo del niño y una pasantía de un año en un ambiente de educación infantil con el fin de que puedan crear relaciones con los educadores y niños. De igual manera, los becarios se dan cita una vez al mes para recibir sesiones de desarrollo profesional y asesoramiento.23

Programas como estos han ayudado a personas como es el caso de Billy Hubbert, un graduado de secundaria que había estado conduciendo para la compañía de transporte estadounidense Lyft y trabajando como maestro substituto en un centro de cuidado y educación infantil privado al mismo tiempo.

«Puedo contar con los dedos de una mano el número de maestros del género masculino que tuve durante mi niñez y adolescencia», dijo.

«El programa (“Men of Color”) me ayuda a sentirme como que no estoy en un silo. No estoy solo24».

Pero incluso con capacitación -formación- muchos hombres no están preparados del todo para experimentar los lazos de apego que ellos forjan con los niños, quienes parecen que ansían recibir su afecto y atención. «Te dicen que los niños se encariñarán contigo», recuerda De’Anthony Lee-Alexander, un becario de Milwaukee. «Pero luego estás en una clase (aula/salón) y un niño te dice que te quiere, y uno dice ‘guau’. Es una sensación agradable25».

Otra manera en que los hombres pueden prepararse para una carrera en cuidado y educación infantil, así como aumentar su credibilidad con los padres y el campo, es obtener una

«Pienso que es importante que los estudiantes

encuentren a alguien en quien puedan

verse reflejados, que admiren y aspiren a

ser ».

Concilio para el Reconocimiento Profesional | 2460 16th Street, NW, Washington, DC 200095

credencial de Asociado en Desarrollo Infantil® (CDA®) que administra el Concilio para el Reconocimiento Profesional, una asociación con sede en Washington, DC, que promueve un mejor desempeño de los profesionales en el campo. La credencial CDA® crea y desarrolla competencias gracias al requisito de que los solicitantes deben completar 120 horas de educación formal así como 480 horas de experiencia de trabajo con niños.

«Es casi imposible pagar los préstamos estudiantiles» según Patrick Frueh, especialista en asistencia técnica en Action for Children en Columbus, Ohio, y también Especialista CDA en desarrollo profesional™ que evalúa las competencias de los candidatos CDA® para el Concilio. «La credencial CDA®, por otro lado, ofrece una manera rentable para obtener las destrezas que usted necesita», dijo Frueh, «y el mayor retorno sobre la inversión puede animar a que más hombres opten por ingresar al campo».

Los programas de reclutamiento proactivos contribuirían también, especialmente cuando los jóvenes están todavía en la secundaria o colegio superior, junto con incentivos financieros y más programas a fin de crear conciencia sobre la necesidad de contar con maestros del género masculino.

Encuentros Teacher Academy en la Universidad Estatal de California, recinto de San Marcos, por ejemplo, agrupa a estudiantes de secundaria y líderes de educación hispanos con el fin de hablarles a los adolescentes sobre la posibilidad de convertirse en maestros. Pat Stall, directora de la Escuela de Educación en la Universidad Estatal de California, recinto de San Marcos y uno de los creadores del programa, dijo que aunque solo 11 estudiantes formaron parte durante el primer año del programa en 2017, ella esperaba que participaran hasta 30 el año siguiente como resultado del reclutamiento hecho por el primer grupo. Un participante, al hablar sobre su experiencia personal de tener un maestro latino del género masculino por primera vez, dijo, «Me sentí bienvenido y aceptado cuando entré a la clase de mi maestro26».

«El mayor retorno sobre la inversión que pudieran recibir nuestros niños más pequeños sería poder darles los ejemplos/modelos a seguir que ellos necesitan», señaló Nelson. «Brindarles un personal diverso les da más opciones a los niños de poder encontrar a un maestro con el que puedan identificarse y sentirse inspirados27».

1 Nelson, B. G. (2008). Including male teachers in our future educational diversity. Education Policy Brief: The Status of Male Teachers in Public Education Today, 6(4), 7. Retrieved from https://files.eric.ed.gov/fulltext/ED500605.pdf 2 Cole, K., Plaisir, J.-Y., Reich-Shapiro, M., & Freitas, A. (2019). Building a gender-balanced workforce: Supporting male teachers. Young Children, 74(4). Retrieved from https://www.naeyc.org/resources/pubs/yc/sept2019/building-gender-balanced-workforce-supporting-male-teachers3 Association of American Medical Colleges. (2018). Women Were Majority of U.S. Medical School Applicants in 2018. Retrieved from https://news.aamc.org/press-releases/article/applicant-data-2018/4 Bureau of Labor Statistics, U.S. Department of Labor. (2019). Occupational Outlook Handbook: Preschool Teachers. Retrieved from https://www.bls.gov/ooh/education-training-and-library/preschool-teachers.htm 5 Interview with Kitt Cox. June 2019.6 Graf, N., Brown, A., & Patten, E. (2019). The narrowing, but persistent, gender gap in pay. Pew Research Center. Retrieved from https://www.pewresearch.org/fact-tank/2019/03/22/gender-pay-gap-facts/7 Tufan, M. (2018). Public perceptions and the situation of males in early childhood settings. Educational Research and Reviews, 13(3), 111–119. Retrieved from https://files.eric.ed.gov/fulltext/EJ1170190.pdf8 Loewenberg, A. (2017). There’s a stigma around men teaching young kids. Here’s how we change it. Slate. Retrieved from https://slate.com/human-interest/2017/10/a-male-preschool-teacher-reflects-on-the-stigma-keeping-men-out-of-pre-k-classrooms.html9 Interview with James Taylor. June 2019.

6 (800) 424-4310 | [email protected] | www.cdacouncil.org |

10 Ibid.11 Holm, J., Janairo, R., Jordan, T., & Wright, N. (2008). Where are the men? Promoting gender diversity in the Massachusetts early childhood workforce. CAYL Institute. Retrieved from http://www.cayl.org/wp-content/uploads/2013/05/Men.pdf12 Collette, M. (2014, September 4). Gentlemen, preschool is calling. NPR. Retrieved from https://www.npr.org/sections/ed/2014/09/04/345520230/gentlemen-preschool-is-calling 13 Ibid.14 Cole, K., Plaisir, J.-Y., Reich-Shapiro, M., & Freitas, A. (2019). Building a gender-balanced workforce: Supporting male teachers. Young Children, 74(4). Retrieved from https://www.naeyc.org/resources/pubs/yc/sept2019/building-gender-balanced-workforce-supporting-male-teachers15 UM-Flint News. (2016, December 23). UM-Flint male early childhood educators bring passion to field. UM-Flint News. Retrieved from https://news.umflint.edu/2016/12/23/um-flint-male-early-childhood-educators-bring-passion-field/16 CISION PR Newsire. (2018, December 18). For the first time in history the percentage of men in child care increases to highest level. CISION PR Newswire. Retrieved from https://www.prnewswire.com/news-releases/for-the-first-time-in-history-the-percentage-of-men-in-child-care-increases-to-highest-level-300767634.html17 Ibid.18 Shpancer, N. (2019). No man’s land: Where are the male daycare caregivers? Psychology Today. Retrieved from https://www.psychologytoday.com/us/blog/insight-therapy/201907/no-man-s-land-where-are-the-male-daycare-caregivers19 Lyttle, R. M. (2017). Making the case for more men of color in early education. Education Post. Retrieved from https://educationpost.org/making-the-case-for-more-men-of-color-in-early-education/20 Burke, C. W. (2019). One answer to Illinois’ dire preschool teacher shortage: Men.” Chalkbeat. Retrieved from https://www.chalkbeat.org/posts/chicago/2019/01/10/could-men-help-solve-illinois-preschool-teacher-crunch/21 Holm, J., Janairo, R., Jordan, T., & Wright, N. (2008). Where are the men? Promoting gender diversity in the Massachusetts early childhood workforce. CAYL Institute. Retrieved from http://www.cayl.org/wp-content/uploads/2013/05/Men.pdf22 Clemson University. (n.d.). Call Me MISTER. Retrieved from https://www.clemson.edu/education/research/programs/callmemister/23 Jacobson, L. (2018). Pre-to-3: Young black men explore a pathway to early childhood education. Education Dive. Retrieved from https://www.educationdive.com/news/pre-to-3-young-black-men-explore-a-pathway-to-early-childhood-education/527283/24 Burke, C. W. (2019). One answer to Illinois’ dire preschool teacher shortage: Men.” Chalkbeat. Retrieved from https://www.chalkbeat.org/posts/chicago/2019/01/10/could-men-help-solve-illinois-preschool-teacher-crunch/25 Johnson, A. (2019, January 15). Unprecedented Milwaukee preschool effort to build literacy, curb later problems.” Milwaukee Journal Sentinel. Retrieved from https://www.jsonline.com/story/news/education/2019/01/15/want-close-milwaukees-black-white-academic-gap-reach-preschoolers/2421679002/26 Warth, G. (2017, July 15). Why young Latino men don’t think of becoming teachers. The San Diego Union-Tribune. Retrieved from https://www.sandiegouniontribune.com/news/education/sd-me-latino-teachers-20170713-story.html27 Nelson, B. G. (2008). Including male teachers in our future educational diversity. Education Policy Brief: The Status of Male Teachers in Public Education Today, 6(4), 7. Retrieved from https://files.eric.ed.gov/fulltext/ED500605.pdf

Cita sugerida: Washington, Valora, Doctorado en Filosofía y Lisa Yarkony. Apoyar a los hombres como educadores infantiles. Concilio para el Reconocimiento Profesional. Washington, D.C., 2019. Reimpresión solo con previa autorización.