bases bÍblicas del buen trato en la familia
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B A S E S B Í B L I C A S D E L B U E N T R A T O E N L A
F A M I L I A
Benjamin Bravo. Asociacion Paz y Esperanza.
Acercarnos a la Biblia para reflexionar en el tema del buen trato en la Familia, demanda de
nosotros un esfuerzo para comprender la situación de la familia en la época en que los textos
bíblicos citados fueron escritos. Un enfoque socio cultural nos permite leer el texto
comprendiendo las realidades de la época, lo que nos permitirá comprender el impacto del
mensaje bíblico.
1. Varón, Mujer y el niño en los tiempos Bíblicos.
La cultura del medio oriente antiguo, y por ende del pueblo de Dios se caracterizó por ser
patriarcal. El patriarcado es un sistema en el que los varones dominan sobre las mujeres. Como
concepto de las ciencias sociales. “… el patriarcado puede definirse como un sistema de relaciones
sociales sexo–políticas basadas en diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad
inter clases e intra género instaurado por los varones, quienes como grupo social y en forma
individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian
de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus productos, ya sea con medios
pacíficos o mediante el uso de la violencia.”
Este sistema se manifestaba en todas las relaciones entre hombres y mujeres, por ejemplo, los
hijos estaban bajo autoridad del padre, sin embargo, esa dependencia, en el caso de la hija
continuaba cuando se casaba, pero esta vez a manos de su esposo. Cuando un hombre quería
tomar una virgen por mujer era costumbre que tuviera que pagar una dote (Éxodo 22-16-17).
Si comparamos el libro del pacto con otros documentos de la época, este podía reflejar un sentido
más elevado de la dignidad humana, más alto que cualquier otro pueblo. Sin embargo, en el caso
de la mujer, esta es considerada como propiedad el varón. En los diez mandamientos encontramos
que la mujer era considerada propiedad del varón (Éxodo 20.17). Asimismo, las mujeres, no tenían
derecho a heredar en la tierra prometida, sólo se le permitía esto en el caso de no tener hijos
varones (Num.26.33; 27.1-7), y esto solo en función de o borrar el nombre del padre. Si alguien
abusaba sexualmente de una mujer, este era castigado con la muerte solo en función de que ella
este desposada con otro, es decir, era propiedad de otro varón (Deut. 22.25-29). El hombre podía
argumentar alguna indecencia para repudiar a su mujer (divorcio), este derecho no lo tenía las
mujeres (Deut. 24.1). Un hombre podía negarse a casarse, pero una mujer no podía (Deut. 25.5-
10). Si una mujer no podía tener hijos podía ser repudiada y era objeto de burla de las otras
mujeres o incluso del esposo (Gn, 16.1; 30.1; 1 Samuel 1.5-6), el algunos casos las mujeres que
tenían siervas recurrían a su8s siervas para que le den hijos a su esposo. El hombre que no podía
tener hijos no recibía tanto estigma (Rut 1.4-5), para suplir el hecho de que un varón muera sin
dejar descendencia, el pariente más cercano debía tomar a la viuda para dar herederos al difunto
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(Deu.25.5). Visto así, la mujer no tenía los mismos derechos de los hombres, vivían en condiciones
de desventaja.
La señal del pacto en el pueblo judío, era el rito de la circuncisión; rito del cual eran excluidas las
mujeres por razones obvias (Génesis 12). De esta manera la mujer era considerada en una
condición de minusvalía en relación con el hombre.
Aunque en el pasado del Pueblo de Israel, las mujeres podían participar de la vida cúltica y hasta
incluso tener un papel prominente, como por ejemplo, en el antiguo Israel podemos encontrar
mujeres desempeñando papeles de profetas (Éxodo15.20; Jueces 4.4; 2 Reyes 22.14), estos casos
eran excepcionales, para ser mencionados.
En el Nuevo Testamento, la condición de la mujer no había cambiado demasiado. Por ejemplo, en
el templo, los espacios estaban definidos en lugares diferentes, distanciados uno del otro y sin
posibilidad de tener ningún tipo de contacto. En las sinagogas se requería de un mínimo de 10
varones para construir una sinagoga, si este número no había las mujeres se podías reunir a orillas
del rio. La mujer no era considerada miembro en la congregación (Hechos 16.13). Las mujeres no
tenían participación en el culto.
En el Primer siglo en Palestina, los rabinos tenían un desprecio hacia el sexo femenino que se ve
reflejado en algunas alocuciones con un contenido sexista muy marcado. En este ambiente
patriarcal es que nuestro Señor Jesús inicia su ministerio.
Las mujeres tenían roles bien definidos y se circunscribían al ambiente doméstico. Fuera de este
ambiente la mujer no tenía rol dentro de la sociedad. La condición delos hombres era igualmente
privilegiada con respecto a las mujeres. Mucha mayor libertad e incluso tolerancia (Juan 8.1).
En el caso de los niños, la situación variaba poco. Mientras que en la cultura Judía se valoraba a los
niños (Gn 33:5; cf. Gn 4:1; 16:3; 30:2-6; 1 Sam 4:20; 2 Sam 18:18; Rut 4:13-15; Sal 127:3-5),
mientras en las culturas paganas se sacrificaba a los niños a sus dioses, la ley de Moisés la prohibía
rotundamente (Lev 20:2-5).
En la cultura Greco Romana, la sociedad culturalmente maltrataba a los niños. Por ejemplo, en
Esparta se eliminaba a los niños que habían nacido con algún defecto. En el imperio Romano el
maltrato a los niños también era una práctica común, desde acciones terribles como matanzas a
niños o infanticidio (La matanza realizada por el Rey Herodes el Grande, no significó un problema
de abuso de poder para el imperio); también la exposición de niños y el maltrato cultural que se
realizaba a los niños, expresa los valores de ese tiempo. Los niños pobres estaban totalmente
excluidos de estos estudios y los maltrataban mucho, era una sociedad estratificada por clases
sociales, esta realidad hacia que no había oportunidades para los niños pobres, era costumbre que
“los mismos niños servían la mesa”. Muchas niñas abandonadas eran recogidas por personas que
las criaban para después venderlas como esclavos, o para utilizarlas en la prostitución, que en el
imperio Romano era una actividad muy común.
Antiguo Testamento Contexto del N. T. Nuevo Testamento
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Cultura Hebrea Niños ligado a la Alianza o Pacto Niños ligado a la Ley Niños como proyecto futuro
Cultura Grecorromana Práctica de exposición de niños Práctica de infanticidio Cultura de maltrato
Practica de Jesús Incluye a los niños en el Reino de Dios. Defensa de los niños Dignifica y Buen Trato a la niñez.
Hay que considerar que nuestro Señor Jesús inicia su ministerio en Palestina en un ambiente judío
tan complejo como el que hemos descrito. Sin embargo, Jesús actúo en ese contexto no
amoldándose a la situación. En segundo lugar, en el Nuevo Testamento encontramos a las mujeres
2. Claves culturales para entender la situación de la mujer y la niñez.
2.1 El sistema de Pureza. En el mundo Mediterráneo de la época, el sistema de pureza era
estricto y propio del judaísmo. Todas las realidades se ordenaban en función a si eran
Puras o no. Los espacios, las actividades, los tiempos, los lugares, las personas, los demás
seres vivos, etc. Por ejemplo, era puro el Judio, impuro el gentil (no judío), era impuro
tocar muertos, la sangre, comer ciertos animales, etc.
2.2 El Sistema de Honor-Vergüenza. El honor era el estado o consideración que es reconocido
por parte de los demás, “esta posición de honor es delimitada por fronteras relativas al
poder, status, basado en el género y situación en la escala social”, incluía también la edad:
como la adultez y la niñez.
Fronteras
Honor Deshonor
Noble
Poderoso
Hombre
Rico
Adulto
Considerado
Común
Débil
Mujer
Pobre
Niño
Despreciado
2.3 Relación Patrón-Cliente. El Patrón era una persona de honor y recursos económicos.
Existía una red de patronazgo que funcionaba como una gran red de control de la
ideología del Imperio. El Emperador estaba en el vértice de esta pirámide, era el patrón de
todo el imperio y como tal todos estaban bajo su autoridad. El era el patrón de sus
oficiales mayores y estos de los inferiores y así sucesivamente.
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En la Familia, esta acción se conocía como “Pater Familias”. Todas las decisiones se
sujetaban a su voluntad. Las relaciones que se establecían en la familia estaban dadas por
este sistema. La esposa, los hijos, los esclavos, todos eran propiedad del Pater Familias.
Aristocracia Imperial romana: Casa imperial, senadores, caballeros. Aristocracia provincial Aristocracia ciudadana: decuriones, ricos
Hombres libres, libertos, esclavos con altas funciones administrativas, culturales y militares
Relativamente pobres – acomodados (penetes)
Absolutamente pobres
Nobleza: estatus superior
Personas del sequito
No - elite (grupos del estrato inferior)
Mínimo Vital
Ciudad Campo
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2.4 La Personalidad Diádica o personalidad orientada a la comunidad o en grupo. El
individualismo es propio de nuestra cultura y tiempo. En el mundo mediterráneo del siglo
I, “Cada persona estaba implicada en otras, su identidad solo se podía explicar en relación
con los otros que integraban su grupo fundamental”. Las mujeres y los niños eran parte de
esta personalidad diádica, era muy difícil que tuvieran opinión o decisión propia, ellos
tenían que seguir lo que el grupo decidía.
3. Una aproximación Bíblica al Buen Trato.
En medio de este contexto, les invito a leer los siguientes textos y pensar ¿dónde se ubica la
enseñanza bíblica? ¿Mantiene el sistema de relaciones de su época o plantea una nueva forma de
relacionarse? ¿Qué cuestionamiento implícito hay a todo este sistema?
Marcos 9:35
Entonces él se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos. Y tomó a un niño, lo puso en medio de ellos y, tomándolo en sus brazos, les dijo: -El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió. Marcos 10.13-16
Le presentaban niños para que los tocara, pero los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó y les dijo: -Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, ponía las manos sobre ellos y los bendecía. Mar 10:43-45
Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos, porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. Lucas 8:1
Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios. Lo acompañaban los doce y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido
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siete demonios, Juana, mujer de Chuza, intendente de Herodes, Susana y otras muchas que ayudaban con sus bienes. Lucas 8:47-48
Entonces, cuando la mujer vio que había sido descubierta, vino temblando y, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa lo había tocado y cómo al instante había sido sanada. Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. Lucas 10:38-42
Aconteció que, yendo de camino, entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Marta, en cambio, se preocupaba con muchos quehaceres y, acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Gálatas 3:28
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Efesios 5:21 -6.9
Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama, pues nadie odió jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, pero yo me refiero a Cristo y a la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. "Honra a tu padre y a tu madre" -que es el primer mandamiento con promesa-, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. Servid de buena voluntad, como
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al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno haga, ese recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas. 1 Pedro 3:7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente,[4] dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.