beneficios de la interacción i humano-animal en niños y...
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Trabajo Fin de Grado
Alumno: Verónica Viejo Jiménez
Tutor: Rafael Martos Montes
Dpto: Departamento de Psicología
Marzo, 2019
1
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Beneficios de la interacción
humano-animal en niños y
adolescentes: una revisión
sistemática de la literatura
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icol
ogía
Indice de contenido
Resumen …............................................................................................................................ 3
Introducción …...................................................................................................................... 4
Metodología …...................................................................................................................... 6
Protocolo …............................................................................................................... 6
Criterios de elegibilidad …........................................................................................ 6
Procedimiento de búsqueda ….................................................................................. 6
Terminología ….......................................................................................................... 7
Extracción y evaluación de datos ….......................................................................... 7
Resultados …......................................................................................................................... 8
Estudios seleccionados ….......................................................................................... 8
Animales y entorno …................................................................................................ 9
Actividades y duración .............................................................................................. 9
Evaluación metodológica …....................................................................................... 9
Tamaño y características de las muestras …................................................... 10
Diseño de los estudios .................................................................................... 10
Tipos de evaluación ........................................................................................ 13
Resultados sobre beneficios psicosociales ................................................................. 16
Resultados sobre beneficios fisiológicos …................................................................ 21
Resultados sobre beneficios para la salud .................................................................. 21
Discusión y conclusiones........................................................................................................ 23
Referencias ............................................................................................................................. 29
Indice de tablas
Tabla 1 .................................................................................................................................... 11
Tabla 2 .................................................................................................................................... 14
Indice de figuras
Figura 1 .................................................................................................................................... 9
2
Resumen
En este articulo se expone una revisión sistemática sobre los distintos beneficios a nivel
psicosocial, fisiológico y sobre la salud de la interacción puntual con un animal amigable en
niños y adolescentes (0–18 años). Hay numerosos estudios que evidencian que la interacción
con un animal proporciona diversos beneficios para el correcto desarrollo de niños y
adolescentes en distintos ámbitos, tales como entornos escolares, promoviendo el aprendizaje
a través de la motivación y manteniendo su atención en la tarea, en entornos hospitalarios
aliviando el dolor y distrayéndoles de la situación, en entornos sociales, facilitando la
interacción social y la comunicación, en situaciones estresantes proporcionando calma y
apoyo emocional, e incluso aumentando la actividad física gracias al juego con el animal. Aun
así, los beneficios derivados de la interacción con animales no están suficientemente
investigados en niños y, en muchos casos, la metodología utilizada no es lo suficientemente
sólida, por lo que se necesitan investigaciones futuras que respalden los resultados actuales.
Palabras clave: Vínculo humano-animal; Desarrollo infantil; Interacción humano-animal;
Salud infantil.
Abstract
This article presents a systematic review on the different psychosocial, physiological and
health benefits of the interaction with a friendly animal in children and adolescents (0-18
years). There are numerous studies that show that interaction with an animal provides diverse
benefits for the correct development of children and adolescents in different areas, such as
school environments, promoting learning through motivation and keeping their attention on
the task, in hospital environments relieving pain and distracting them from the situation, in
social environments, facilitating social interaction and communication, in stressful situations
providing calm and emotional support, and even increasing physical activity due to the game
with the animal. Even so, the benefits derived from the interaction with animals are not
sufficiently investigated in children and, in many cases, the methodology used is not
sufficiently solid, so future research is needed to support the current results.
Keywords: Human-animal Bond; Child Development; Human–animal Interaction;
Children's Health.
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1. Introducción
El vínculo humano-animal se ha definido por la Facultad de Medicina Veterinaria de la
Universidad de Purdue como “la relación dinámica entre personas y animales, de modo que
cada uno influye en el estado psicológico y fisiológico del otro” (Purdue University College
of Veterinary Medicine, s.f.). Se han reportado múltiples beneficios del vínculo humano-
animal en los últimos 25 años, incluyéndose beneficios a nivel psicosocial, fisiológicos, sobre
la salud e incluso económicos.
Sin embargo, en cuanto al vinculo que se forma entre un niño y un animal y los beneficios
que se derivan de esa relación hay pocas investigaciones en comparación con las encontradas
para la población adulta y anciana. Esto nos indica que los beneficios derivados de la
interacción con animales en niños y adolescentes es un campo aun en expansión. La infancia
es una etapa vital para el desarrollo de la personalidad, siendo importante en esta etapa el
vinculo que establezcan los niños con su entorno. En este aspecto, aparte de la interacción de
los niños con sus padres, amigos u otras personas de su entorno, también debe ser objeto de
interés la relación o interacción del niño con los animales. Esta interacción puede ser muy
beneficiosa para el niño, por lo que el propósito de este trabajo de fin de grado será una
revisión sistemática de todos los beneficios que se derivan de las interacciones puntuales de
los niños con animales amigables, clasificándolos en psicosociales, fisiológicos y sobre la
salud.
En cuanto a los beneficios a nivel psicosocial, aquellos relacionados con el estado
psicológico y social del individuo, hay gran cantidad de estudios e información con respecto a
la población infantil. Se pueden destacar, a modo de introducción, el aumento en conductas de
acercamiento social, conductas prosociales y un aumento del afecto positivo, entre otros, en
niños con TEA debido a la mera presencia de un animal amigable (O'Haire, McKenzie, Beck
y Slaughte, 2013). También la interacción con un animal puede disminuir el dolor percibido
en niños ingresados que se habían sometido a una cirugía (Sobo, Eng y Kassity-Krich, 2006).
así como una disminución de la angustia, preocupación, miedo, tristeza y dolor en niños con
cáncer gracias a la interacción con un animal (Chubak, Hawkes, Dudzik, Foose-Foster, Eaton,
Johnson y Macpherson, 2017). Igualmente, los animales también son promotores del
aprendizaje en los niños, manteniendo su atención y curiosidad (Melson, 2003).
En cuanto a los beneficios en la salud, se encuentran pocas investigaciones relacionadas
con niños y adolescentes, en comparación con las relacionadas con la población adulta y
4
anciana. Sin embargo, las investigaciones sugieren que la interacción con un animal puede
disminuir la presión sanguínea y frecuencia cardíaca en los niños (Friedmann, Katcher,
Thomas, Lynch y Messent, 1983), así como aumentar la actividad física entre los jóvenes
(Wohlfarth, Mutschler, Beetz, Kreuser y Korsten-Reck, 2013).
Finalmente, en relación a los beneficios fisiológicos, correspondientes a los beneficios
relacionados con el funcionamiento biológico de los seres vivos, algunos estudios sugieren
una disminución de los niveles de cortisol salival en niños con apego inseguro/ desorganizado
en presencia de un animal amigable (Beetz, Kotrschal, Turner, Hediger, Uvnäs-Moberg y
Julius, 2011; Pendry, Smith y Roeter, 2014). En cuanto al papel de la oxitocina en las
interacciones entre humanos y animales, los estudios encontrados se centran en población
adulta, unicamente. Aun así, los resultados obtenidos en dichos estudios fue un incremento en
la oxitocina tanto de humanos como de animales tras interactuar (Nagasawa, Mitsui, En,
Ohtani, Ohta, Sakuma, Onaka, Mogi y Kikusui, 2015). También hay estudios que sugieren
que los dueños de mascotas tienen menos concentración de triglicéridos en sangre que
aquellos que no tenían mascotas (Dembicki y Anderson, 1996). Sin embargo, este estudio
también se centró en la población adulta, no encontrándose estudios sobre la concentración
plasmática de triglicéridos y la liberación de oxitocina en la población infantil.
Sin embargo, hay que ser cautelosos a la hora de confirmar estos efectos beneficiosos
derivados de la interacción con animales, ya que en algunas ocasiones las muestras de
intervención y comparación fueron demasiado pequeñas, incluso inexistente el grupo de
comparación en algunos estudios, la replicación limitada y, en general, existe una debilidad
metodológica en ciertos estudios. Esto indica que la influencia que tienen los animales en los
niños en ciertos ámbitos de su salud se encuentra en las primeras fases de investigación,
siendo necesarias investigaciones mas rigurosas en el futuro.
En base a todo lo descrito anteriormente, el objetivo general de este trabajo sería
proporcionar una visión global y actualizada a día de hoy de todos los beneficios que se
pueden derivar de una interacción puntual con animales para niños y adolescentes (0-18
años). Como objetivos específicos se incluyen: (1) descripción de los beneficios a nivel
psicosocial, fisiológico y sobre la salud de la interacción puntual con animales en la población
infantil y adolescente, (2) evaluación de la metodología de los estudios y el riesgo de sesgos y
(3) resumen de los resultados reportados en los artículos incluidos para la elaboración de esta
revisión.
5
Metodología
Protocolo
Para la elaboración de esta revisión se han consultado los criterios de calidad para
revisiones bibliográficas propuestas en la declaración PRISMA (Urrútia y Bonfill, 2010) para
la búsqueda de los artículos concernientes a los beneficios derivados de los animales en la
población infantil y adolescente.
Criterios de elegibilidad
Se utilizaron los siguientes criterios de inclusión para la selección de artículos relevantes
para la elaboración de esta revisión: (1) publicaciones en inglés o español en revistas
revisadas por pares (2) datos empíricos relacionados con los beneficios derivados de la
interacción puntual con animales y (3) publicaciones que se centren en los beneficios
unicamente en la población infantil y adolescente (0-18 años).
Procedimiento de búsqueda
Para la búsqueda de artículos relacionados se utilizaron las siguientes bases de datos
electrónicas desde su fecha de inicio hasta marzo del 2019: ERIC (1966 – Presente),
PsycINFO (1840 – Presente) , ProQuest (1971 – Presente), PubMed (1996 – Presente) así
como la plataforma Taylor y Francis Online (1852 – Presente). También se realizaron
búsquedas en bases de datos especializadas en el vínculo humano-animal como HABRI
Central, subvencionada por el Human Animal Bond Research Institute, la revista Anthrozoös
(1987 – Presente), en Pet Partners, anteriormente conocida como Delta Society (1977 –
Presente) en la revista Human Animal Interaction Bulletin (2013 – Presente) y en la página
web de la Fundación Affinity (1987 – Presente). También se consultó el libro “Attachment to
Pets: An Integrative View of Human-Animal Relationships with Implications for Therapeutic
Practice” de los autores Kurt Kotrschal, Andrea Martina Beetz, Henri Julius y Dennis C.
Turner, del cual se extrajeron algunos estudios primarios que estaban relacionados con la
población infantil. Las búsquedas se realizaron incluyendo algún término que identificase
aquellos artículos relacionados con la población infantil o con el vínculo humano-animal. Los
términos de búsqueda utilizados para las publicaciones en inglés fueron: “Human-animal
bond”, “human-animal interaction”, “child-animal bonding”, “animal-assisted therapy”,
“animal-assisted activities”, “animal assisted education”, “service dogs”, “alert dogs” y
6
“guide dog”. También se utilizó en la base de datos PubMed el término MESH “Bonding,
Human-Pet”. Aquellos términos de búsqueda utilizados para las publicaciones en español
fueron “Vínculo Humano-Animal”, “Educación Asistida con Animales”, “Actividades
Asistidas por Animales”, “animales de servicio”, “adolescentes y mascotas”, e “infancia y
animales”. Para la realización de la búsqueda se han revisado los “abstract” para comprobar si
el artículo era susceptible de ser incluido en la presente revisión.
Terminología
De los 23 artículos incluidos para esta revisión sistemática, los términos utilizados en los
estudios para identificar el vínculo humano-animal fue inconsistente, utilizándose
principalmente “human-animal interaction” y variantes como “human-animal bond”,
“human–animal attachment” y “human–dog interaction”. Para identificar los beneficios
derivados de las interacciones puntuales con animales se utilizaron en la mayoría el término
“Companion Animal”. También se utilizaron términos como “Therapy dog”, “Facility Dog”,
y “canine visitation therapy”.
Extracción y evaluación de datos
De cada estudio incluido se extrajo la información necesaria para alcanzar los objetivos de
este trabajo. Para el primer objetivo, descripción de los beneficios de la interacción con
animales en niños y adolescentes, los datos incluyen los beneficios psicosociales, fisiológicos
y sobre la salud, los animales utilizados, el entorno, actividades y duración. Para el segundo
objetivo, evaluación de la metodología y el riesgo de sesgo, se incluyen el tamaño de la
muestra, las características de los participantes (edad, sexo y ausencia o presencia de algún
tipo de trastorno), el grupo de comparación y las medidas de evaluación, como el tipo de
evaluación o los instrumentos utilizados. Finalmente, para el tercer objetivo, correspondiente
al resumen de los resultados obtenidos en los estudios, se incluyen los resultados de cada
estudio organizados en beneficios psicosociales, fisiológicos y sobre la salud. También se
extrajeron datos adicionales como el año de publicación, el país del autor o el nombre de la
revista.
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Resultados
Estudios seleccionados
La búsqueda de artículos en las diferentes bases de datos utilizadas resultó en 772
artículos. Una gran proporción de artículos fueron excluidos de la revisión por estar
relacionados con la población adulta o anciana, en vez de con la población infantil o
adolescente. También fueron excluidos aquellos artículos encontrados que se publicaron en un
idioma distinto al inglés o español, en concreto en francés (n = 5), polaco (n = 1), alemán (n =
2) y en ruso (n = 4). Del mismo modo, se excluyeron una gran cantidad de artículos que no
estaban relacionados con interacciones puntuales con animales, si no que se relacionaban con
las IAA, tenencia de mascotas o animales de asistencia. Finalmente se excluyeron algunos
artículos relacionados unicamente con modelos animales (como el uso de sujetos animales
para investigaciones sobre la oxitocina) así como artículos relacionados con el desarrollo ético
ambiental de la población infantil derivado de la interacción con animales. También se
excluyeron aquellos estudios sobre crueldad y maltrato animal que no estaban relacionados
con los beneficios para los humanos de la interacción con animales. El proceso de selección
de artículos de esta revisión se presenta en la Figura 1. La muestra final para esta revisión
sistemática sin metaanálisis incluyó 23 artículos (un 2,98% del total de artículos encontrados
en la búsqueda realizada en las diferentes bases de datos) publicados entre 1983 y 2017 que
cumplieron con los tres criterios de inclusión identificados anteriormente. La mayoría de los
artículos incluidos fueron publicados a partir del año 2000 (n = 20).
8
Fig. 1. Diagrama de flujo del proceso de selección de artículos.
Animales y entorno
Los animales involucrados en los estudios seleccionados para esta revisión han sido
mayoritariamente perros, exceptuando dos estudios con cobayas y uno con caballos. En
cuanto al contexto donde se realizaron los estudios, la mayoría se han llevado a cabo en
escuelas o entornos educativos además de otros contextos como hospitales o clínicas dentales.
Actividades y duración
En cuanto a las actividades llevadas a cabo en los estudios seleccionados, todos se
centraban en la presencia e interacción con el animal durante la realización de diversas
actividades, en las que se engloban desde tareas cognitivas o de memoria a exámenes físicos.
La duración de estas actividades han oscilado entre 8 y 45 minutos.
Evaluación metodológica
Para la evaluación metodológica de los resultados encontrados en relación a los beneficios
tanto psicosociales, como fisiológicos y de la salud en la población infantil y adolescente se
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772 artículos identificados en la búsqueda en las bases de datos
59 artículos duplicados excluidos
713 artículos seleccionados287 artículos excluidos:
- No inglés ni español (n = 12) - No relacionado con la población infantil o adolescente (n = 275)
426 artículos evaluados para su inclusión en la revisión a texto completo 402 artículos excluidos:
- No empírica (n = 60) - No relacionado con interacciones puntuales con animales (n = 224) - Crueldad y maltrato animal (n = 9) - Modelos animales (n = 102) - Desarrollo ético y moral (n = 8)
23 estudios empíricos incluidos en la revisión
revisó la metodología de los 23 estudios primarios seleccionados para esta revisión. Las
características metodológicas de los estudios se resumen en la Tabla 1, incluyendo, cuando
sea posible, el tamaño de la muestra, las características y el diseño del estudio y en la Tabla 2
el tipo de evaluación.
• Tamaño y características de la muestra
Los tamaños de las muestras variaron notablemente de un estudio a otro, con un rango de
7 a 99 participantes. De los estudios seleccionados, 14 tuvieron un tamaño de muestra menor
a 30, de los cuales unicamente 2 tuvieron una muestra menor a 10 participantes. La población
objetivo de los estudios fueron mayormente la población infantil y adolescente, exceptuando
un estudio en el que los participantes eran niños o adolescentes y adultos jóvenes
conjuntamente (Chubak et al., 2017) y otro estudio en el cual los informantes de los
beneficios fueron el personal escolar encargado de los menores (Bradley y Maldonado, 2013).
En cuanto a la edad de los participantes de los estudios, el rango oscila entre 2 y 25 años,
incluyéndose los estudios anteriormente citados que comprenden población adulta. En
relación al sexo de los participantes, 3 estudios no informaron sobre ello. De los estudios
restantes se muestra una ligera mayoría del sexo masculino. El porcentaje de participantes
masculinos varió del 5% al 100% en cada estudio, mientras que para las participantes
femeninas varió del 0% al 95%. En resumen, los hombres representaron el 52,2% del total de
la muestra de los estudios que informaron sobre ello o dieron detalles para su cálculo y las
mujeres el 47,8%.
• Diseño de los estudios
En cuanto al diseño de los estudios, poco más de la mitad ha sido inter-sujeto (n = 12) y 5
estudios fueron multigrupo (división de los participantes en tres condiciones diferentes). En
cuanto a las mediciones realizadas, la mayoría de los estudios realizaron mediciones antes,
durante y después del tratamiento (n = 15). En cuanto a la inclusión de un grupo control, la
mayoría lo incluyó exceptuando 5 estudios en los cuales no se incluyó ningún grupo de
comparación. Mayormente se comparó un grupo de participantes que interaccionaban con un
animal con el grupo control en el cual no estaba presente ningún animal. Como excepción,
varios estudios incluyeron más de un grupo control en los que los participantes podían estar
en presencia de un animal real, un animal de imitación o un humano.
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A continuación se muestra la Tabla 1 mencionada anteriormente con el resumen del
primer autor del estudio y año, las características de los participantes (tamaño de la muestra,
años y género), el diseño de los estudios, el grupo control y los resultados.
Tabla 1. Resumen de participantes, diseño del estudio y resultados
Primerautor(año)
Participantes Diseño Grupo control Resultados
N Años Género(%
masculino)
Beetz(2011)
31 7-12 100 Pre-durante-
post
Ninguno ↓ cortisol salival
Friedmann(1983)
36 9-16 Noinformado
A-B Ausencia deperro
↓ presión sanguínea yfrecuencia cardíaca
Beetz(2012)
47 7-11 100 Pre-durante-
post
Presencia de unhumano y
presencia deperro dejuguete
↓ niveles de cortisol yactivación
Nagengast(1997)
23 3-6 39 A-B Ausencia deperro
↓ presión arterial sistólica,media y frecuencia
cardíaca
O’Haire(2013)
99 5,1-12,7
52,5 Pre-post Presencia dejuguetes
↑ conductas deacercamiento social,
comportamientosprosociales, ↓ actividades
auto-enfocadas, entre otros.
Havener(2001)
40 7-11 42.5 Pre-durante-
post
Ausencia deperro
↓ excitación fisiológica enaquellos niños más
estresados
Kršková(2010)
9 6-13 55,6 A-B Ausencia deanimal
↑ contacto social conconocidos
Wohlfarth(2014)
12 6-7 50 A-B Ausencia deanimal durante
lectura
↑ reconocimiento depalabras correctas,
reconocimiento correcto designos de puntuación ysaltos de línea correctos
Shannon(2007)
51 5-11 21,4 Transversal
Ninguno ↑ disposición a leer en vozalta y confianza
Sobo(2006)
25 5-18 36 Pre-post Ninguno ↓ dolor percibido
11
Primerautor(año)
Participantes Diseño Grupo control Resultados
N Años Género(%
masculino)
Chubak(2017)
19 7-25 53 Pre-post Ninguno ↓ angustia, preocupación,cansancio, miedo, tristeza y
dolor
Gee(2007)
14 4-6 71,4 A-B Ausencia deperro durante
las tareas
↓ tiempo de realización dela mayoría de tareas
motoras
Gee
(2009)
11 3-5 72,7 A-B Perro deimitación o
humano
↑ cumplimiento de lasinstrucciones
Gee(2010)
12 3,25-5,3
58,3 A-B Perro depeluche o un
humano
↓ errores en tarea cognitiva
Gee(2010)
12 3-5 50 A-B Perro depeluche o un
humano
↓ instrucciones durante larealización de una tarea
cognitiva
Gee(2012)
17 3-5 41,2 A-B Perro depeluche ohumano
↑ precisión en laclasificación de objetos
Bradley(2013)
7 Personal
escolar
adulto
Noinformado
Transversal
Ninguno ↑ interacción social, apoyofísico y emocional,
confianza, ↓ conflictos yefecto calmante
Krause-Parello(2015)
42 5-14 5 Pre-post Ausencia deanimal
↓ frecuencia cardíaca ycortisol
Braun(2009)
57 3-17 50,9 Pre-post Ausencia deperro
↓ dolor
Hediger(2014)
24 10-14 54,2 A-B Perro robot ↑ aprendizaje, rendimientoconcentración y apoyo
subjetivo
Benda(2003)
15 4-12 Noinformado
Pre-post Sentarse ahorcajadas en
un barril
Mejora de simetría en laactividad muscula
12
Primerautor(año)
Participantes Diseño Grupo control Resultados
N Años Género(%
masculino)
Hansen(1999)
34 2-6 41,2 Pre-durante-
post
Ausencia deperro
↓ comportamientos deangustia
Wohlfarth(2013)
12 8-12 50 A-B Presencia de unhumano
↑ actividad física
• Tipos de evaluación
El tipo de evaluación en los estudios incluyó mayormente la observación, cuestionarios y
datos fisiológicos. Solamente hubo un estudio donde se llevaron a cabo entrevistas (Sobo et
al., 2006). Los evaluadores implicados en los estudios incluidos en esta revisión eran, en su
mayoría, personal de investigación. En algunos estudios los evaluadores fueron el personal de
investigación junto con los profesores, terapeutas y otros profesionales independientes de la
investigación. Lamentablemente, solo en 2 estudios se utilizaron evaluadores ciegos, lo cual
conlleva una importante limitación debido a que los resultados pueden estar sesgados. En
relación a la fiabilidad, todos los estudios informaron una fiabilidad satisfactoria y válida.
Finalmente, los informantes fueron en su mayoría el personal de investigación y en bastantes
estudios se utilizó la información proporcionada por los niños y adolescentes participantes.
También actuaron como informantes en algunos de los estudios los padres o tutores legales,
profesores y otros profesionales con los que trabajaban los niños y adolescentes.
A continuación se muestra la Tabla 2 mencionada anteriormente, donde se recoge el tipo
de evaluación de cada estudio, los instrumentos estandarizados utilizados, la presencia o
ausencia de evaluadores ciegos, los informantes de cada estudio y el nombre completo de los
instrumentos.
13
Tabla 2. Resumen del tipo de evaluación
Primerautor(año)
Tipo deevaluación
Instrum.estandarizados
Evaluadorciego
Informantes Nombrecompleto deinstrumentos
estandarizados
Beetz(2011)
Observación,datos
fisiológicos ycuestionarios
SATTSST-C
SAM
- Participantes SeparationAnxiety Test
(SAT) Trier Social
Stress Test forChildren (TSST-
C)Self AssessmentManikin (SAM)
Nagengast(1997)
Observación,datos
fisiológicos ycuestionarios
OSBD - Participantes ObservationScale of
BehavioralDistress(OSBD)
Braun(2009)
Cuestionariosy datos
fisiológicos
FPS - Participantes Faces Pain Scale(FPS)
Friedmann(1983)
Datosfisiológicos
- - Personal deinvestigación
-
Hediger(2014)
Pruebas ydatos
fisiológicos
HAWIK-IVCANDIT
VAS
- Participantes Hamburg-Wechsler-
Intelligenztestfür Kinder – IV(HAWIK-IV)
CANDIT(http://www.can
dit.com)Visual Analogue
Scale (VAS)
Beetz(2012)
Cuestionarios,observación y
datosfisiológicos
SATTSST-C
SAM
- Participantes Separationanxiety test
(SAT)Trier Social
Stress Test forChildren (TSST-
C)Self-AssessmentManikin (SAM)
14
Primerautor(año)
Tipo deevaluación
Instrum.estandarizados
Evaluadorciego
Informantes Nombrecompleto deinstrumentos
estandarizados
Krause-Parello(2015)
Datosfisiológicos
- - Participantes -
Gee (2007) Observación - - Personal deinvestigación
-
Gee(2010)
Observación - - Personal deinvestigación
-
Gee (2010) Observación - - Personal deinvestigación
-
Gee (2012) Observación - - Personal deinvestigación
-
Bradley(2013)
Entrevistas yobservación
- - Personalescolar
-
Sobo(2006)
Cuestionariosy entrevistas
- - Participantes ypadres
-
Chubak(2017)
Cuestionariosy observación
PROMISPedsQL VAS
- Participantes,padres y
personal delhospital
PatientReportedOutcomes
MeasurementInformation
System(PROMIS)
PedsQL PresentFunctioning
Visual AnalogueScales (PedsQL
VAS)
Wohlfarth(2014)
Observación - X Personal deinvestigación
-
Shannon(2007)
Cuestionarios - - Padres -
O’Haire(2013)
Cuestionariosy observación
SCQSSRS
X Personal deinvestigación,profesores y
padres
SocialCommunicationQuestionnaire
(SCQ)Social Skills
Rating System(SSRS)
15
Primerautor(año)
Tipo deevaluación
Instrum.estandarizados
Evaluadorciego
Informantes Nombrecompleto deinstrumentos
estandarizados
Kršková(2010)
Observación - - Personal deinvestigación
-
Wohlfarth(2013)
Datosfisiológicos ycuestionarios
- - Participantes ypersonal de
investigación
-
Hansen(1999)
Datosfisiológicos,cuestionariosy observación
OSBD - Personal de laclínica y
personal deinvestigación
ObservationScale of
BehavioralDistress(OSBD)
Benda(2003)
Datosfisiológicos yobservación
- - Personalterapéutico ypersonal de
investigación
-
Havener(2001)
Datosfisiológicos yobservación
OSBD - Participantes ypersonal de
investigación
ObservationScale of
BehavioralDistress(OSBD)
Gee (2009) Observación - - Personal deinvestigación
-
Nota: Medida utilizada (X); Medida no utilizada (-)
Resultados sobre beneficios psicosociales
En relación a los beneficios psicosociales, varios autores han sugerido que la presencia e
interacción con un animal puede aliviar el dolor percibido de niños y adolescentes
hospitalizados. Braun, Stangler, Narveson y Pettingell (2009) midieron el impacto de una
visita de un perro de terapia sobre el dolor y los signos vitales en niños que estaban
hospitalizados. En su estudio, el grupo de intervención estuvo en presencia de un perro
durante 15-20 minutos mientras que los niños incluidos en el grupo control se mantuvieron
sentados en silencio durante 15 minutos sin la presencia del perro. Los resultados que
encontraron Braun et al. (2009) fue una disminución del dolor percibido cuatro veces mayor
en el grupo de intervención que en el grupo control tras la visita del perro. En la misma línea,
Sobo et al. (2006) encontraron resultados similares en su estudio en niños hospitalizados que
estaban padeciendo dolor posoperatorio. En este estudio los niños podían decidir el nivel de
16
interacción con el perro, siendo un nivel de interacción pasivo en caso de que el perro solo se
siente o duerma con el niño, un nivel de interacción bajo cuando el perro haga trucos de vez
en cuando y un nivel de interacción alto si hay juegos activos con el perro y paseos. En las
entrevistas realizadas tras la visita canina a los padres y niños los temas más destacados
fueron la distracción proporcionada por la mera presencia del perro, sentimientos de felicidad
por la cercanía del perro o por el comportamiento y la forma en la que jugaba o hacia trucos,
lo cual entretuvo y divirtió a los niños, el contacto físico y acurrucarse con el perro de terapia
también reconfortó a los niños a la par que les proporcionaba compañía. Estos temas fueron
expuestos tanto por los niños como por los padres, haciendo hincapié sobre todo en la
distracción del dolor como mayor beneficio en una situación de hospitalización. En otro
estudio llevado a cabo por Chubak et al. (2017) con niños que padecían cáncer se encuentra
que la visita de un perro de una duración de 20 minutos disminuyó la angustia emocional de
estos niños, así como la preocupación, el cansancio, el miedo, la tristeza y el dolor.
También se ha sugerido que la presencia de un animal amigable puede reducir el estrés en
situaciones en las que los niños se sienten inseguros o incómodos. Por ejemplo, Havener,
Gentes, Thaler, Megel, Baun, Driscoll y Agrawal (2001) introdujeron un perro durante el
procedimiento dental de los niños en el grupo de intervención, mientras que en el grupo
control no se encontraba presente el perro. No hubo diferencias significativas en los
comportamientos de angustia entre el grupo experimental y el control, pero hubo una
reducción significativa de la excitación fisiológica mientras se encontraban en la sala de
espera en aquellos niños que estaban más estresados por el procedimiento dental. Por otra
parte, Krause-Parello y Gulick (2015) evaluaron la influencia de un perro durante una
entrevista forense en niños que habían sufrido un presunto abuso sexual en comparación con
la ausencia del perro durante la entrevista, midiendo cambios en el cortisol salival, la
inmunoglobulina A, la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Estos autores encontraron que
la frecuencia cardíaca antes de la entrevista forense era mayor en el grupo control que en el
grupo de intervención así como mayores niveles de cortisol antes y después de la entrevista en
el grupo control. Para el grupo de intervención, hubo una disminución de la presión arterial en
aquellos niños que acariciaron al perro en comparación con aquellos que no lo acariciaron.
Por otro lado, también se ha sugerido que los animales pueden ser promotores o
facilitadores del aprendizaje en los niños. En un estudio realizado por Gee, Church y Altobelli
(2010), los niños debían categorizar de forma taxonómica, temática o irrelevante un conjunto
17
de objetos animados e inanimados encontrándose en presencia de un perro real, un perro de
imitación o un humano. Todos los niños pasaron por todas las condiciones y había niños con
un desarrollo normal y niños con problemas de aprendizaje. El resultado fue una reducción de
elecciones irrelevantes en presencia del perro real en comparación con la presencia de un
perro de peluche o un humano. En otro estudio realizado por Gee, Crist y Carr (2010) a los
niños se les mostró un conjunto de objetos que debían recordar junto a un conjunto de
distractores y se prestó atención a la cantidad de instrucciones que necesitaban en presencia
de un perro real, un perro de peluche o un humano. Las indicaciones proporcionadas a los
niños se dividieron en indicaciones específicas de la tarea e indicaciones generales. El
resultado fue que los niños necesitaron menos indicaciones tanto especificas como generales
en la condición de perro real que en las condiciones de perro de peluche y humano. Estos
autores replicaron el experimento 3 meses después pero utilizando imágenes de objetos en vez
de los objetos en sí. El resultado fue el mismo que en el experimento anterior, necesitando
menos indicaciones en la condición de perro real en comparación con el humano o el perro de
peluche. En otro estudio de Gee, Gould, Swanson y Wagner (2012) los niños tuvieron que
clasificar objetos animados e inanimados en dos categorías (granja y océano) en presencia de
un perro real, un perro de peluche o un humano. Los hallazgos encontrados fueron que los
niños en presencia del perro real categorizaron de manera más precisa los objetos animados
que inanimados en comparación con las condiciones de perro de peluche y humano, lo cual
indica que el perro real sirvió como un estímulo que les ayudó a centrar su atención en otros
objetos animados, sugiriendo que la presencia de un perro real facilitó al niño restringir su
atención a las demandas de la tarea. Gee, Sherlock, Bennett y Harris (2009) evaluaron la
habilidad de los niños de seguir las instrucciones en presencia de un perro real, un perro de
peluche o un humano. Las tareas que realizaron los niños fueron tareas de modelado, en las
cuales los niños debían imitar el comportamiento de un modelo, tareas de competición, en las
cuales los niños debían realizar la tarea más rápido que un competidor y tareas en tándem,
donde los niños debían realizar la tarea al mismo tiempo que el perro real, el perro de peluche
o el humano. En este estudio solo se encontró una mejor adherencia a las instrucciones en
presencia del perro real cuando los niños llevaron a cabo las tareas de modelado, mientras que
para las tareas en tándem hubo una mejor adherencia en presencia del humano o el perro de
peluche y no hubo diferencias estadísticamente significativas en las tareas de competición.
Por otro lado, Gee, Harris y Johnson (2007) encontraron que la presencia de un perro mejora
18
el rendimiento de los niños en tareas de motricidad gruesa. Los niños en este estudio
realizaron 10 tareas de motricidad gruesa en presencia o ausencia de un perro. Los resultados
sugieren que los niños realizan más rápidamente las tareas sin comprometer la precisión en
presencia del perro. En otro estudio (Bradley y Maldonado, 2013), se entrevistó al personal
de una escuela donde mantenían un perro en sus instalaciones. El personal de la escuela
indicó que el perro fomentaba la interacción social entre los alumnos y con la comunidad
cuando se realizan excursiones. También comentaron que disminuía las preocupaciones de los
estudiantes así como los conflictos y proporcionaba un efecto calmante. Así mismo, el perro
proporcionaba a los estudiantes apoyo físico y emocional, les permitía sentirse cómodos y
aceptados, lo cual aumentaba su confianza, y en determinadas situaciones era capaz de mitigar
el miedo de los estudiantes. Todo ello permite a los estudiantes estar más atentos a las clases,
socializar con los compañeros creando un mejor clima escolar y, en resumen, facilitar el
aprendizaje.
Igualmente, se han encontrado indicios de que la presencia de un animal amigable puede
influir en el rendimiento de lectura de los niños. Wohlfarth, Mutschler, Beetz y Schleider
(2014) realizaron un estudio en los que niños de 6 a 7 años leyeron un texto en presencia de
un perro o de un humano. El resultado fue una mejora en presencia del perro en los
parámetros “reconocimiento correcto de palabras”, “reconocimiento correcto de signos de
puntuación” y “saltos de línea correctos” mientras que no hubo cambios significativos en el
tiempo de lectura. De la misma forma, en un estudio llevado a cabo por Shannon (2007) se
facilitó un cuestionario a los padres de aquellos niños que habían participado en, al menos, un
sesión de lectura con un perro en bibliotecas públicas o en centros después de la escuela para
detectar los beneficios derivados de dicha interacción. La mayoría de los padres o tutores
legales de los niños que leyeron a perros percibieron esa experiencia como beneficiosa para
sus hijos, ya que aumentó su actitud positiva hacia los perros y su confianza con respecto a la
lectura, por lo que los niños estaban mas dispuestos a leer en voz alta después de la
experiencia. En menor proporción se destacaron como beneficios una mejora en la fluidez de
sus hijos mientras leen en voz alta así como un aumento del tiempo de lectura por placer.
En cuanto a la atención y concentración, Hediger y Turner (2014) realizaron una prueba
de memoria y tres pruebas de atención y concentración a niños en presencia de un perro real o
de un perro robótico. Además también se les facilitó un cuestionario adicional para determinar
el apoyo percibido por parte de los niños del perro real o robótico. Todos los niños
19
participaron en una sesión con el perro real y en otra con el perro robótico, pero en orden
diferente. En cuanto a la prueba de memoria no hubo diferencias significativas y solamente
hubo un aumento significativo en el rendimiento para aquellos niños en los que el perro real
fue introducido en la segunda sesión. En relación a las tareas de atención y concentración,
solo en una de ellas (en la prueba de cancelación) se mejoro el efecto de aprendizaje
reduciéndose la tasa de omisión en aquellos niños a los que se les introdujo el perro real en la
segunda sesión. Finalmente, el cuestionario adicional mostró que los niños experimentaron un
mayor apoyo percibido al completar las tareas con el perro real en comparación con el perro
robótico.
En relación a los beneficios de la interacción con un animal amigable en niños con
Trastorno del Espectro Autista (TEA), un trastorno del desarrollo caracterizado por
dificultades en la interacción social y comunicación y comportamientos repetitivos y
estereotipados, O'Haire et al. (2013) realizaron un estudio en el que 99 niños (en grupos
donde se incluía un niño con TEA y dos compañeros con desarrollo típico) participaron en 3
sesiones de juego libre con juguetes de 10 minutos de duración y otras 3 sesiones de juego
libre con dos cobayas durante otros 10 minutos. En relación con el acercamiento social, los
niños con TEA hablaron más, miraron más a los rostros humanos y realizaron más contactos
físicos tanto con adultos como con sus compañeros en presencia de los animales que en
presencia de los juguetes. En cuanto al recibimiento de comportamientos de acercamiento
social por parte de los compañeros con desarrollo típico hacia los niños con TEA hubo más
contacto físico y más contacto ocular en presencia de animales que en presencia de juguetes.
Sin embargo, los compañeros con desarrollo típico hablaron más con los niños con TEA en
presencia de los juguetes en comparación con los animales. Respecto a la interacción con los
juguetes o con los animales, los niños con TEA hablaron más a los animales que a los
juguetes, pero miraron y tocaron con mas frecuencia los juguetes que a los animales. No
obstante, cuando se les preguntó si preferían la lectura, los juguetes o las cobayas, el 81,8% de
los niños con TEA respondieron que preferían a las cobayas. En lo referente a las conductas
prosociales y actividades centradas en sí mismo, los niños con TEA mostraron más conductas
prosociales y mas conductas enfocadas en los demás en presencia de los animales que de los
juguetes. Finalmente, en cuanto a las exhibiciones emocionales, los niños con TEA sonrieron
y rieron más en presencia de los animales. Asimismo, mostraron menos casos de afecto
negativo (fruncir el ceño, llorar, etc.) y hablaron más sobre cosas positivas que negativas en
20
presencia de las cobayas en comparación con los juguetes. Un estudio similar se llevo cabo
por Kršková, Talarovičová y Olexová (2010), en el cual los niños con TEA fueron observados
en presencia y ausencia de una cobaya para comprobar la influencia del animal en el
comportamiento social de los niños. En presencia de la cobaya, hubo un aumento significativo
en la frecuencia de los contactos sociales con personas conocidas por los niños así como un
mayor contacto con el animal en comparación con una persona desconocida.
Resultados sobre beneficios fisiológicos
En relación a los beneficios fisiológicos de la interacción puntual con un animal amigable,
varios estudios indican una disminución en los niveles de cortisol tras la interacción con un
perro. En este sentido, Beetz, Julius, Turner y Kotrschal (2012) investigaron si niños con
patrones de apego inseguro o desorganizado se beneficiarían más del apoyo social de un perro
real, de un humano o de un perro de juguete mientras realizaban una tarea estresante. Para ello
midieron los niveles de cortisol antes, durante y después de la tarea estresante así como el
estrés subjetivo autoinformado. Los resultados fueron que los niños que se encontraban en
presencia del perro real durante la tarea estresante mostraron niveles de cortisol mas bajos y
disminuyeron más rápidamente que en las condiciones de perro de juguete o humano, así
como una menor activación (más calma) unicamente en los autoinformes de aquellos niños
que estuvieron en presencia del perro real. Beetz et al. (2011) realizaron un experimento
prácticamente idéntico con niños con apego inseguro/desorganizado. Los niños realizaron una
tarea socialmente estresante en presencia de un perro real, un perro de juguete o un humano y
se midieron los niveles de cortisol salival antes, durante y después de la realización de la
tarea. El resultado fue el mismo que en la investigación anterior, una disminución en los
niveles de cortisol salival en aquellos niños que habían realizado la tarea en presencia de un
perro real.
Resultados sobre beneficios para la salud
En cuanto a los beneficios relacionados con la salud, se destaca una disminución en la
presión arterial y frecuencia cardíaca en los niños que interactuaron con un animal, un
aumento en la actividad física en presencia de un perro y una mejoría de la simetría de la
actividad muscular en niños con parálisis cerebral tras montar a caballo 8 minutos.
En este sentido, Nagengast, Baun, Megel y Leibowitz (1997) investigaron si la presencia
21
de un perro aliviaría la angustia y excitación fisiológica en los niños durante un examen
físico. Cada niño fue asignado a ambas condiciones, realizando el examen físico en presencia
y ausencia de un perro y se midieron la presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura de la
piel y comportamientos de angustia. El resultado fue una disminución significativa en la
presión arterial sistólica, la presión arterial media y la frecuencia cardíaca cuando los niños
estuvieron en presencia del perro, así como la observación, mediante la Observation Scale of
Behavioral Distress (OSBD), de menos comportamientos indicativos de angustia cuando
estuvo presente el perro. Asimismo, Hansen, Messinger, Baun y Megel (1999) encontraron
resultados similares en cuanto a la angustia al realizar un examen físico a los niños en
presencia o ausencia de un perro. Aquellos niños que estuvieron en presencia del perro
durante el examen físico mostraron menos comportamientos indicativos de angustia que los
niños que no estuvieron con el perro. Sin embargo, estos autores no encontraron diferencias
significativas en relación a la presión arterial, frecuencia cardíaca o temperatura de la piel
como en el estudio de Nagengast et al. (1997). En la misma línea, Friedmann et al. (1983)
exploraron la influencia de un perro en la presión arterial y frecuencia cardíaca de niños y
adolescentes entre 9 y 16 años mientras leían en voz alta o descansaban. El perro fue
introducido en la primera mitad del experimento para un grupo y en la segunda mitad para el
otro, estando ausente el resto del tiempo. Ambos grupos participaron en ambas condiciones y
el resultado fue una disminución en la presión arterial y frecuencia cardíaca en presencia del
perro tanto en reposo como leyendo en voz alta, con un efecto más pronunciado si el perro fue
introducido en la primera mitad del experimento en comparación con su introducción en la
segunda mitad.
Por otro lado, Wohlfarth et al. (2013) quisieron comprobar si la presencia de un perro
podría aumentar la actividad física en niños con obesidad. Los niños se asignaron a dos
grupos, uno realizó la primera sesión con el perro y la segunda con el humano y el otro grupo
a la inversa, participando ambos grupos en ambas condiciones. Los niños debían realizar
varios ejercicios, en los cuales el perro se mantuvo activo dos veces durante 10 minutos
mientras que el resto del tiempo los niños debían hacer cosas por el perro. Los resultados
mostraron menos comportamientos pasivos en la condición del perro en contraste con el
humano, más comportamientos activos y durante un tiempo más prolongado cuando estaba
presente el perro así como un caminar más rápido y prolongado en el tiempo. También fue
mayor la actividad deportiva durante la presencia del perro que del humano y otro hallazgo de
22
este estudio fue que los niños que estuvieron en la condición del humano en la primera sesión
caminaron lentamente durante más tiempo cuando estuvo presente el perro que aquellos niños
que habían participado primero en la sesión con el perro.
Finalmente, en un estudio de Benda, McGibbon y Grant (2003) se evaluó el efecto que
tenía montar a caballo durante 8 minutos en niños con parálisis cerebral espástica en
comparación con 8 minutos a horcajadas en un barril. Los resultados fueron una mejoría en la
simetría de la actividad muscular en aquellos niños que montaron a caballo en comparación
con los que se subieron al barril.
Discusión y conclusiones
Los estudios revisados sugieren que la simple presencia o interacción con un animal tiene
numerosos beneficios para los niños y adolescentes. Comenzando con los beneficios
psicosociales, la presencia de un animal amigable es capaz de aliviar el dolor en niños
hospitalizados por diversas causas, como muestran los estudios de Braun et al. (2009) y Sobo
et al. (2006). Estos autores descubrieron que la visita al hospital de un perro de terapia alivio
el dolor de los niños, lo cual se puede explicar por la distracción del dolor que consiguió
proporcionar el perro con su presencia y su comportamiento y también porque el perro les
recordó a sus propias mascotas y a su hogar, lo cual reconfortó a los niños. Sin embargo, en
ninguno de estos dos estudios se comprobó la duración de dicha reducción del dolor en estos
niños, es decir, no se realizó un seguimiento para comprobar si los efectos sobre el dolor de la
visita del perro se mantuvieron. En la misma línea, Chubak et al. (2017) comprobó el efecto
que tenía la visita de un perro a niños con cáncer hospitalizados. Las visitas duraban
simplemente 20 minutos pero tanto la angustia en general como la preocupación y fatiga en
particular parecieron disminuir inmediatamente después de la visita. Esto fue consistente con
los comentarios de padres y personal del hospital sobre lo positivo que fue este tipo de
intervención para esos niños, lo cual se correlaciona con los estudios anteriormente citados
donde la distracción y normalización de la situación que produce la presencia de un perro
amigable para estos niños hospitalizados tiene efectos positivos sobre su salud mental. No
obstante, entre las limitaciones de este estudio encontramos que no se utilizó un grupo control
en el que no se llevasen a cabo visitas con perro así como una falta de seguimiento de los
efectos de estas visitas a largo plazo.
En cuanto a los efectos sobre el estrés de la presencia de un animal, Havener et al. (2001)
23
encontraron que solo aquellos niños que estaban más estresados por el procedimiento dental al
que se les iba a someter se beneficiaron de la presencia de un perro en la sala de espera,
provocando en ellos una reducción de la excitación fisiológica. A pesar de todo, este estudio
tiene varias limitaciones, como es la dificultad del uso de la “Observational Scale of
Behavioral Distress” (OSBD) debido al procedimiento rutinario en la clínica dental de sujetar
a los niños por seguridad, evitando así movimientos bruscos y pudiendo interferir con el uso
de dicha escala observacional. También pudo interferir la falta de control del tiempo de
espera, ya que algunos niños solo estuvieron en la sala de espera 5 minutos mientras que otros
estuvieron 40 minutos. Esto puede provocar un aumento de la tensión y estrés en los niños
que tienen miedo al dentista si están periodos de tiempo prolongados en la sala de espera. Otra
limitación fue la incapacidad de los autores de controlar el tipo y número de procedimientos a
los que los niños eran sometidos, lo cual también puede interferir con los resultados
encontrados en el estudio. Así mismo, Krause-Parello y Gulick (2015) incluyeron a un perro
durante entrevistas forenses a niños que sufrieron un presunto abuso sexual, y los resultados
mostraron una disminución de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de
cortisol. Estos indicadores fisiológicos señalan una disminución de la actividad del sistema
nervioso simpático y la activación del sistema nervioso parasimpático, lo cual apunta a una
respuesta de relajación en estos niños sometidos a situaciones estresantes. Sin embargo, este
estudio está limitado por el pequeño tamaño de muestra empleada y por un posible sesgo del
voluntario que manejó al perro. Con todo, estos estudios sugieren la idea de que la presencia
de un animal amigable durante situaciones estresantes tiene un posible efecto calmante en los
niños.
En relación a los beneficios de un animal amigable en el aprendizaje de los niños y
adolescentes se encuentran varios estudios que apoyan esta idea. En primer lugar, Gee,
Church et al. (2010) descubrieron que la presencia de un perro durante una tarea de
categorización ayudó a los niños a tomar menos decisiones irrelevantes. Esto es posible que se
deba a lo mencionado en los estudios anteriores sobre el efecto calmante que tiene la
presencia de un animal amigable para los niños, sintiéndose menos estresados durante la
realización de la tarea y, por consiguiente, menos propensos a cometer errores durante la
misma. También puede deberse a que el perro centrara la atención de los niños en las
demandas de la tarea, como Gee et al. (2009) descubrieron en su estudio. Estos autores
detectaron que los niños se adherían mejor a las instrucciones dadas en presencia de un perro
24
que de un humano o un perro robot. En el mismo sentido, Gee, Crist et al. (2010) realizaron
un estudio donde los niños debían recordar un conjunto de objetos y se prestó atención a la
cantidad de instrucciones que necesitaban los niños para llevar a cabo dicha tarea. El hallazgo
de este estudio concuerda con el de los estudios anteriormente citados, necesitando menos
indicaciones en presencia del perro real que del humano o del perro de peluche. Otro estudio
que apoya la idea de que la presencia de un animal favorece el aprendizaje de los niños fue el
realizado por Gee et al. (2012), en el cual los niños debían clasificar unos objeto en animados
o inanimados. Los resultados de este estudio son similares a los anteriores, categorizando de
manera más precisa los objetos animados que inanimados en la condición del perro real en
comparación con las otras dos condiciones. Este hallazgo puede deberse a que el perro
contribuyó a centrar la atención de los niños en otros objetos animados, facilitándoles así la
tarea. En otro estudio también se sugiere que la presencia de un perro es capaz de ayudar a los
niños en la realización de tareas de motricidad gruesa. Gee et al. (2007) pidieron a los niños
que realizaran una tarea de motricidad gruesa en presencia o ausencia de un perro amigable,
siendo el resultado un mayor rapidez en la realización de la tarea cuando los niños estaban
con el perro, sin comprometer la precisión. Así mismo, Hediger y Turner (2014) llevaron a
cabo una tarea de memoria y de atención en presencia de un perro real y un perro robot,
manifestándose una mejora en el rendimiento y en la tasa de omisión en la tarea de
cancelación solamente cuando se introdujo al perro en la segunda sesión en vez de en la
primera. Sin embargo este estudio tiene varias limitaciones, como un tamaño de muestra
pequeño, otras posibles explicaciones para la disminución de errores cometidos que no estén
relacionadas con la presencia del perro y el desconocimiento del tipo de motivación de los
niños al realizar la tarea, entre otras. En cuanto a la presencia de un perro en las instalaciones
de una escuela, Bradley y Maldonado (2013) encontraron que el perro favorecía el clima
escolar de los alumnos, proporcionaba un efecto calmante, ya mencionado por otros autores
anteriormente citados, y proveía de apoyo físico y emocional a los estudiantes en situaciones
difíciles, todo ello necesario para un aprendizaje óptimo.
En lo referente a la lectura, varios estudios sugieren que la presencia de un animal
amigable durante la lectura motiva y favorece una actitud positiva hacia la misma. Wohlfarth
et al. (2014) observaron como afectaba la presencia de un perro en la lectura de niños de 6 a 7
años. Los resultados mostraron que los niños en presencia del perro mejoraron los parámetros
“reconocimiento correcto de palabras”, “signos de puntuación” y “saltos de línea correctos”,
25
sin cambios en el tiempo de lectura. De igual manera, Shannon (2007) encuestó a padres de
niños que habían participado en un programa de lectura con perro. Los padres percibieron que
los niños habían ganado más confianza en la lectura, por lo que estaban más dispuestos a leer
en voz alta tras la sesión y, en menor medida, mejoraron la fluidez al leer en voz alta y
aumentaron el tiempo de lectura por placer. Los resultados de estos dos estudios pueden ser
explicados por el tipo de apoyo que es capaz de proporcionar el perro, ya que no juzga ni
critica y permite a los niños seguir su propio ritmo en la lectura. También es posible que el
perro haya servido como un motivador, ya que los niños disfrutaron la experiencia con el
animal y querían que el perro volviese para poder seguir leyéndole. Otra posible explicación
puede ser que el perro proporciona un clima escolar adecuado para el aprendizaje,
disminuyendo los conflictos entre los alumnos y actuando como un facilitador social entre
ellos, dando lugar a un clima relajado, amigable y empático que desemboca en una actitud
positiva hacia la escuela y el aprendizaje. Finalmente, como se ha indicado en varios estudios,
se puede deber al efecto calmante que proporciona la presencia del perro, ya que niveles de
estrés altos pueden afectar negativamente el rendimiento de los niños.
Finalmente, en relación a beneficios psicosociales, los niños con TEA se pueden ver
beneficiados por la presencia de un animal amigable. O'Haire et al. (2013) realizaron un
estudio sobre el comportamiento social de niños con TEA y sus compañeros con desarrollo
típico en presencia o ausencia de cobayas. Se observó que los niños con TEA en presencia de
las cobayas aumentaron las conductas de acercamiento social tanto con sus compañeros como
con los adultos, así como un aumento de las mismas por parte de los compañeros hacia los
niños con TEA. También realizaron mas conductas prosociales y centradas en los demás en
presencia de los animales que con juguetes. Kršková et al. (2010) encontraron en su estudio
con niños con TEA resultados similares, aumentando la frecuencia de contactos sociales en
presencia de la cobaya en comparación con juguetes. Una posible explicaciones de estos
hallazgos puede ser que la presencia de los animales haga parecer menos amenazante el
entorno y las personas para estos niños con TEA. Otra posible explicación es el ya
mencionado efecto calmante que proporcionan los animales, ya que el entorno escolar para
estos niños con TEA puede ser un entorno estresante y abrumador debido a los desafíos
sociales con sus compañeros y la presencia del animal puede reducir los niveles de estrés de
estos niños haciendo que se sientan más cómodos y abiertos a la interacciones sociales.
Con respecto a los beneficios fisiológicos de la presencia de un animal amigable en los
26
niños se destaca una disminución de los niveles de cortisol. Los estudios de Beetz et al.
(2011) y Beetz et al. (2012) investigaron si los niños con apego inseguro/ desorganizado se
beneficiarían de la presencia de un perro real en comparación con un humano o perro de
juguete durante una tarea estresante midiendo sus niveles de cortisol antes, durante y después
de dicha tarea. Los resultados de ambos estudios son similares, encontrándose una reducción
de los niveles de cortisol en aquellos niños que estuvieron en presencia del perro real en
comparación con las otras dos condiciones. Aunque estos estudios tienen varias limitaciones
en cuanto a la ausencia de un grupo control y un reducido tamaño de la muestra, se observa
que aquellos niños que han interactuado con el perro real tienen niveles de cortisol más bajos
que en las otras condiciones, lo que se traduce en una relajación durante la realización de las
tareas estresantes. Este efecto amortiguador del estrés es más pronunciado cuando existe un
contacto físico con el perro (caricias, abrazos, etc.). Esto puede deberse al papel de la
hormona oxitocina, como se muestra en un estudio de Odendaal y Meintjes (2003) en el cual
los adultos que tenían una interacción positiva con los perros vieron aumentados sus niveles
de oxitocina, lo cual inhibe la síntesis de cortisol facilitando la relajación y la regulación del
estrés.
Por último, acerca de los beneficios sobre la salud de la presencia de un animal amigable,
Nagengast et al. (1997) en su estudio encontraron que la presencia de un perro durante un
examen físico disminuyó la presión arterial sistólica, media y la frecuencia cardíaca en los
niños así como la observación de menos comportamientos indicativos de angustia, lo cual
también fue observado en el estudio de Hansen et al. (1999). Así mismo, Friedmann et al.
(1983) también encontraron en su investigación una reducción de la presión arterial y
frecuencia cardíaca unicamente en presencia del perro. Como se ha mencionado
anteriormente, la disminución de la presión arterial y la frecuencia cardíaca indican una
reducción de la actividad del sistema nervioso simpático y la activación del sistema nervioso
parasimpático, lo cual propicia una respuesta de relajación cuando el perro está presente
durante los exámenes físicos o la tarea correspondiente.
Continuando con los beneficios sobre la salud, Wohlfarth et al. (2013) investigaron si la
presencia de un perro aumentaría la actividad física de niños con obesidad. Los resultados
mostraron una mayor actividad física en presencia del perro en comparación con la del
humano, lo cual puede deberse a que los perros proporcionan una motivación intrínseca a los
niños para realizar una mayor actividad física, percibiendo dicha actividad física como un
27
juego activo con el perro.
Finalmente, Benda et al. (2003) encontraron que aquellos niños con parálisis cerebral
espástica mejoraron su simetría de la actividad muscular tras 8 minutos montando a caballo en
comparación con montar a horcajadas en un barril. Esto puede explicarse por el entorno
continuamente cambiante debido al movimiento del caballo, el posible desafío y motivación
que produce el montar a horcajadas en el caballo y por su influencia en los sistemas sensorial,
motor, cognitivo y límbico, lo cual puede facilitar al niño el surgimiento de nuevas estrategias
de movimiento.
En resumen, los animales son capaces de distraer y entretener a niños hospitalizados por
diversas causas, disminuyendo su dolor percibido, su miedo y su preocupación por la
hospitalización, son facilitadores del aprendizaje, motivando a los niños a mantener su
atención en la tarea, proporcionan confianza y cercanía en situaciones estresantes o eventos
traumáticos, promueven la interacción social incluso en aquellos niños con TEA, son capaces
de disminuir la presión arterial así como la frecuencia cardíaca y los niveles de cortisol
durante situaciones estresantes, teniendo un efecto calmante en ellos, promueven la actividad
física motivando a los niños a través del juego o la alimentación y es posible mejorar la
simetría muscular en aquellos niños con parálisis cerebral gracias a los movimientos del
caballo. Sin embargo, muchos estudios no han incluido un grupo control, no han realizado un
seguimiento para comprobar si esos efectos se mantienen a largo plazo, no han replicado los
resultados y tenían un tamaño de muestra muy reducido, lo cual indica lo poco desarrollada
que se encuentra este área de investigación así como una debilidad metodológica que se
debería solventar en investigaciones futuras. Aun así, es un área prometedora de investigación
ya que abre la puerta al uso de animales para muy diversos ámbitos, ya sea ayudando a los
niños en su aprendizaje en entornos educativos, proporcionando calma en situaciones
estresantes para ellos, aliviando el dolor y el miedo en entornos hospitalarios e incluso en
entornos judiciales. Por todo ello es necesario que se lleven a cabo más investigaciones sobre
esta temática con una metodología más sólida que permita confirmar los posibles beneficios
que se sugieren en los estudios incluidos en esta revisión y así desarrollar este tipo de
prácticas en los ámbitos anteriormente citados.
28
Referencias
Las referencias marcadas con un asterisco indican estudios comprendidos en el meta-
análisis.
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