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Berbiquí revista del Colegio de Jueces y Fiscales de Antioquia

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DIRECTORJuan Carlos Higuita Cadavid

COMITÉ DE REDACCIÓNOmar de Jesús David TapiasHernando Antonio Bustamante TriviñoRaúl Castaño VallejoEvelyn Monsalve LondoñoGloria Montoya EcheverriMónica Patricia Quintero Gómez

PORTADA Y CONTRAPORTADA El Cóndor de los AndesCastillo de Naipes

CORRESPONDENCIA Y CANJECra. 50 Nº 54-18 Oficina 613 - Medellín, ColombiaTel. 5110025 - Fax: 5110771Correo electrónico: [email protected]ágina web: www.juecesyfiscales.org

DISEÑO E IMPRESIÓNJhoana Ordóñez DiseñadoraGrafoprint512 82 49Calle 53 Nº 53-77 Medellín [email protected]

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BERBIQUÍ 52 Noviembre de 2012

EditorialDirector 4EL DEBER DE LOS JUECES: Decidir en Justicia y Derecho

Por Jesús Aureliano Gómez Jiménez 5

LA REALIDAD DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD DE ARMAS EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO Por Alexis Peña Fernández 13

FEMINICIDIO: Un Paradigma para el análisis de la Violencia de Género

Por Graciela Atencio 24

LOS DESAPARECIDOS Concurso de Cuento 2012 Primer Puesto

Por Juan Guillermo Jiménez Moreno 7

LOS PEQUEÑOS PLACERES DE ITALO CALVINO Concurso de Cuento 2012 Segundo Puesto

Por Alexis Peña Fernández 19

LA BICICLETA MARAVILLAConcurso de Cuento 2012 Tercer Puesto

Por Fabiana Sorelly Álvarez Jiménez 36

CIUDADANOS DE SEGUNDA CLASE

Por Jaime Jaramillo Panesso 40

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EDITORIAL

Se fortalece el Colegio de Jueces y Fiscales de Antioquia, con la presentación constante de los temas que nos convocan como funcionarios y empleados judiciales, lo político, lo jurídico, lo social; la actualidad viviente en el país, representada en múltiples transforma-ciones o reformas de la Constitución, la ley, las decisiones políticas, las tendencias sociales y culturales.

Basta observar los tres últimos temas que tienen en alerta a todo el país: El acuerdo de Paz con el grupo guerrillero FARC EP, el conflicto limítrofe en las Islas de San Andrés y Providencia con Nicaragua, la nivelación salarial; temas que tienen en vilo al país, los medios de comunicación se encargan de multiplicar lo ocurrido y lo no ocurrido, las enti-dades involucradas en cada uno de dichos temas, procurando hacer las cosas de la mejor manera y por supuesto los que no están de acuerdo, desinformando y procurando sacar un provecho diferente al propuesto.

La palabra comunicación se define desde su etimología como derivada del latín commu-nicare, que significa “compartir algo, poner en común”. Por lo tanto, la comunicación es un fenómeno inherente a la relación que los seres vivos mantienen cuando se encuentran en grupo.

A través de la comunicación, las personas obtienen información respecto a su entorno y pueden compartirla con el resto.

A pesar que es clara la definición, la comunicación en Colombia en ocasiones termina des-informando, en ocasiones porque los receptores de ella no tienen capacidad para decodifi-car los mensajes e interpretarlos, en otras porque se realiza con desviaciones de la realidad, generalmente provocadas y con un interés que perturba el objeto de lo comunicado.

De esta forma, el receptor, una vez recibe la información y la interpreta, se convierte en emisor con lo que el emisor original, pasa a se el receptor de la información o comunica-ción que emitió.

Las publicaciones dela revista Berbiquí, reivindican la comunicación como una forma de conocernos, de acercarnos, de vivir, respetando para ello, la posición de cada uno de sus autores, en ocasiones temas eminentemente jurídicos, en otros políticos, y por supuesto en algunas ocasiones culturales, esa es la representación viva de nuestro entorno, de nuestra actividad.

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EL DEBER DE LOS JUECES: Decidir en Justicia y Derecho

Por: Jesús Aureliano Gómez Jiménez

INTRODUCCION1

Hablar de los jueces y fiscales, implica hablar del ser humano que hay tras de ellos; como seres que viven, sienten y padecen los rigores de la existencia como cualquier otra persona, pero tras sus hombros se encuentra la mas ardua y dura labor de los seres humanos: “Juzgar”. Este texto mostrara los obstáculos a los que se ven sometidos nuestros jueces, cuando toman decisiones que no satisfacen ciertas esferas de poder, que tratan de minar su independencia.

DESARROLLO DEL TEMALa ardua tarea de administrar justicia, de la cual han sido revestidosnuestros jueces y fiscales, es un labor a la que se enfrentan día a día, en la que ese individuo se ve sometido a una doble condición: Humano vs Juez;en la cual se ve enfrentado a una dicotomía: el “Ser” y el “ Deber Ser”; es decir, ese “Ser” humano que padece y siete, se enfrenta contra ese sujeto que “Debe” implacablemente aplicar la ley, realizando asíuna “función dialéctica”, que está sujeta a las modificaciones y alteraciones, producto del estudio de los cambios sociales y doctrinales, que necesariamente se reflejan en sus decisiones.2

El juez es un ser dinámico, que adquiere su conocimiento para decidir el vivir diario; cuando razona, no se aparta de las circunstancias que le rodean, de ese “Ser” al contrario, las sopesa y adecua deacuerdo a las circunstancias que se le presentan, y en cada caso se enfrente a una nueva contradicción racional; de allí que sus decisionesson el producto de la dialéctica argumentativa,que surge de las constantes contradicciones argumentales.

Cuando el juez decide, y en especial cuando son decisiones cruciales o que los medios de comunicación monitorean, se enfrenta no solo a quienes promueven su decisión, sino también a aquellos actores de poder que pretenden condicionarle, no en pro del respeto a la justicia y la equidad, como lo manda la constitución y la ley, sino bajo intereses que en el fondo buscanes socavar su independencia y autonomía, para tratar de atarla y manipularla. Es en estas circunstancias enlas que nuestros jueces, han antepuesto esa realidad condicionante, y han sacado contra viento y marea decisiones que siempre son ajustadas a la Constitución y a sus criterios de “Ser Humano”.Decisiones que lo único que hacen es respetar el Estado social de 1Pertenece al Colegio de Jueces y Fiscales de Antioquia, Fiscal Seccional de la Unidad de Vida de Medellín, Abogado, Historiador y Magister en Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia.2Véase Sentencia T-321/98 de La Corte Constitucional.

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derecho y las garantías fundamentales que le fundan, que por buscar su respeto, son llevados injustamente a la picota pública, mancillando con tales blasfemias su majestuosa dignidad.La independencia y autonomía de los jueces y fiscales, emana del artículo 228 de la Constitución Nacional, principio constitucional que busca igualmente preservar la propia democracia; no en vano durante los siglos XVII y siguientes, se proyectaba por los teóricos ilustrados una inaplazable división de poderes, que debería constituirse en un sistema de pesos y contrapesos frente al absolutismo monárquico, que en la actual democracia, se hacen indispensables para evitar los excesos de unos frente a los otros, porque cualquier injerencia de los demás poderes en las decisiones de la rama judicial, socavan la propia democracia e irrumpen hacia Estados totalitarios.

No en vano un ilustrado como Montesquieu nos plantea en su texto el peligro de la usurpación de poderes, en especial por el ejecutivo, de lo cual dice:

Tampoco hay libertad si el poder judicial no está separado del legislativo ni del ejecutivo. Si va unido al poder legislativo, el poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario, pues el juez seria al mismo tiempo legislador. Si va unido al poder ejecutivo, el juez podría tener la fuerza de un opresor.

Todo estaría perdido si el mismo hombre, el mismo cuerpo de personas principales, de los nobles o del pueblo, ejerciera los tres poderes: el de hacer las leyes, el de ejecutar las resoluciones públicas y el de juzgar los delitos o las diferencias entre particulares.3

John Locke, otro pensador de la Ilustración, va mas allá y expone en su texto: “Ensayo sobre el Gobierno Civil”, que donde ya no existiere administración de justicia para el aseguramiento de los derechos de cada

3Montesquieu, El Espíritu de la Leyes, editorial Universitaria, universidad de Puerto Rico, 1964.

cual, es decir una especie de anarquía, no quedaría ciertamente gobierno; y dice que un gobierno sin leyes, es algo incompatible con la sociedad humana. Y lanza esta frase lapidaria:”siempre que la ley acaba la tiranía empieza”.4

La conquista de la independencia y autonomía del poder judicial no ha sido pacifica, en otros tiempos, esta fue el apéndice del ejecutivo(el Monarca), su emancipación de los demás poderes le permitió consolidar una democracia con ciudadanos libres y autónomos, y de entre ellos, operadores judiciales soberanos y autónomos (Jueces y Fiscales), que no pueden tolerar ser expoliados y fustigados por agentes externos y aun por internos,pues ello desconocería el principio de autonomía e independencia que guía la actividad judicial (artículo 228 de la Constitución), y se traduciría en una irrupción arbitraria en el ejercicio de su función.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Se constituye el discernimiento, en la racional e imparcial aplicación de la ley por Jueces y Fiscales, en los únicos medios de confrontación con que cuenta el poder judicial frente al resto de poderes; por ello la Autonomía e Independencia de la rama judicial,“debe ser” respetada, por los demás poderes, en pro de salvaguardar la propia democracia, ya que cuando un poder se corrompe y se vuelve hegemónico, llegan las arbitrariedades y excesos de los gobiernos, no en vano el mantener el respeto y la autonomía de la administración de justicia, se convierte en el mejor contrapeso frente a los excesos del ejecutivo.

4John Locke, “Ensayo sobre el Gobierno Civil:http://new.pensamientopenal.com.ar/01092009/filosofia05.pdf p 43 y 47

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LOS DESAPARECIDOS Concurso de Cuento 2012 Primer Puesto

Por: Juan Guillermo Jiménez Moreno

Los Desaparecidos1

Es un desaparecido

cuyo recuerdo aún fl ota;la semilla que no brotaen el jardín del olvido.El mal más aborrecido

es la desaparición,mejor la aniquilación

que a la fi nal no es tan grave,pues, así al menos se sabe

que está dentro de un cajón.

Juan Guillermo Jiménez Moreno2

1 Primer Puesto en el cuarto concurso de cuento del Colegio de Jueces y Fiscales de Antioquia en el año 20122 El autor es el Juez Doce Penal del Circuito de la ciudad de Medellín (Ant.)

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La oscuridad se ha apoderado del caserío. Ha penetrado por todos los rincones. No son más de 20 ranchos con techo de paja con pisos y paredes terrosas. Tienen la cocina por fuera. Una lata de zinc les sirve de cachucha.

En algunos los tizones humean como humean de dolor las almas de sus habitantes. La noche los arropa por dentro y por fuera.

Una a una, con velas encendidas, las viudas van llegando a ocupar el puesto en el que pasaran toda la noche elevando plegarias al cielo, lanzando voces lastimeras al vacío, reclamando con insistencia. Ellas llevan, aferrados al alma, incrustados en el corazón, los recuerdos de sus maridos idos, perdidos, desvanecidos, desaparecidos. Los más pequeños quedan en sus casas durmiendo con la pesadilla del reencuentro, opacando con sueño el eclipse familiar.

Enfrente al sitio escogido para la vigilia, en las afueras de su rancho, sentada en una silla rústica, con sus rollizos pechos al aire, se halla una mujer de piel morena, descalza, amamantando a su crio; tal vez, el último recién nacido en la región,

porque allí ya no hay quien copule con las mujeres. A su lado, amarrada a la viga principal del rancho, hay una hamaca, donde, sin duda, muchas noches, con deleite, su compañero la amó. Su cara marchita y la mirada perdida son refl ejo de la soledad que la acompaña. Ya no le queda una lágrima, todas se han ido, sus ojos se secaron desde la ausencia inexplicable de Venancio. Una noche como esta lo sacaron del rancho, no se supo cuantos, y, entre la polvareda del camino, se lo engulló la nocturnidad.

Todo esta dispuesto para la última vigilia del año. Mes tras mes, y desde hace varios años, sin falta, las mujeres y los niños, con sus caras enlutadas de tristeza, se reúnen en “El Playón” con el padre Heriberto para pedir por el regreso, con vida, de los desaparecidos o, al menos, por la aparición de sus restos.

En el pueblo ya no hay hombres, a todos se los ha tragado, sin que muchos lo comprendan, la insensatez de las hostilidades. De ellos no queda rastro.

El infortunio de la ausencia de sus seres queridos, la desgracia de su desaparición, el dolor y la congoja de no saber dónde y cómo están sus abuelos, padres, esposos, hijos y nietos es lo único que, a la hora de ahora, los tiene unidos como un

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enjambre. Su búsqueda infatigable parece no tener fi n ni límites como no los tiene el infi nito.

La mujer, descreídamente, pone sus ojos en la muchedumbre que con fervor repite los cánticos del sacerdote. No envidia su recogimiento, y aunque quisiera dejarse contagiar, su aletargamiento se lo impediría. Su rostro traduce la desazón de la interminable espera, a la vez que amarillea con la llama de una vela. Un cálido vientecillo le deposita en sus oídos trozos de los rezos que conduce el padre Heriberto. Ella los escucha sin mucha atención. Hunde su cabeza en los hombros y se persigna con desgano, p a r s i m o n i o s a m e n t e. El calor fl ota en la oscuridad. Las chicharras inician su entonado canto para atraer a sus hembras.

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Ni el ladrido cercano de un perro logra romper el sueño que se apodera de ella. La mujer, con el fuelle de sus pulmones, se deja llevar por sus pensamientos:

Yo tanto que le dije a este atembao que nos fuéramos de aquí. Ni el Albertico se escapó que creíamos que por tener esa cara de bobo ni lo voltiaban a ver. En tanta parte en que estuvimos jornaliando, pa’ venise amañar aquí. Si al menos me pasara

lo mismo que a doña Mercedes. Los meros huesos envueltos en harapos fue lo único que encontraron de su esposo. Quien lo creyera, tantos años de búsqueda pa’ venilo a encontrar ahí cerquita de la casa, quebrada arriba, en el zanjón de los Zapata, al lado del piñól d’oreja que él mismo había sembrado cuando la cosa no estaba tan brava. Al hijo mayor de doña Fernandina le apilonaron encima como cincuenta calaveras para que no fuera a salirse del hueco en que lo enterraron. Doña Clotilde se enojó toda dizque porque ese era su esposo, pero, las pruebas de ADN señalaron que era el hijo de doña Fernandina. Pobrecita doña Clotilde. A todo muerto que aparece, por podrido que esté, le quiere poner el rostro de su esposo pa’ podelo enterrar. Ayer, por fi n, doña Merce pudo cumplir su sueño: colocar el retrato de su esposo sobre el cajón que contenía los huesos. Al menos ella ya le puso cara a esos huesos fríos y amarillentos que tantos años buscó. Nunca pensé que la cosa fuera tan verraca. Si no te ibas con ellos, te desaparecían. Hoy atisbé unos gallinazos como pavesas fl otando en el fi rmamento, esperé para ver donde se asentaban para ir a buscarte allá. A pesar de que el río esta un poco lejos, y todavía nadie ha visto navegando a ninguno de los desaparecidos, tu hermana y yo íbamos y nos extasiamos por horas en la orilla a ver pasar las aguas bajo

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el puente de La Corcobada por si de pronto.

Una noche como esta, hace ya quince días, a Argemiro, el esposo de Rosalbita, la hija del difunto Toño, lo sacaron de la casa y sobre el destazadero de la fonda, estando vivo, le cortaron la cabeza de un hachazo, la clavaron en una estaca con la lengua afuera y los ojos brotados. Al menos Rosalbita pudo cocerle la cabeza al cuerpo de su marido para enterrarlo enterito. Su angustia fue menos terrible, o, mejor, no se prolongo en el tiempo. En su mente no anida ya ninguna incertidumbre, su dolor le cayó de tacada, no se lo derramaron a góticas que taladran y penetran cada día más. A su hombre se lo llevaron, pero, se lo dejaron al mismo tiempo.

Todas estas viejas, no contentas con el ayuno que hacen con el padre, el último miércoles del mes, en silencio, antes de que el reloj tintinee doce veces, con pañuelos y rosas blancas, bajo el brillo del sol, se citan en la Plaza de Las Mercedes, marchan hasta la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro con sus desaparecidos enmarcados en retratos. Parece que ninguno de ellos volverá. Se los llevaron para siempre, no se sabe a donde, pero, algunas aspiran a volverlos a ver con vida, creen que a punta de rezos van a

aparecer vivos. Ya lo que tienen que hacer es esperar a ver si de pronto aparecen los huesos para que los entierren santamente.

Esta semana, ante el horror de pensar que pudieras estar allí, me cubrí la cara con el manto de ir a misa para no ver la TV cuando el noticiero anunciaba el hallazgo de unos huesos roídos en una fosa común más arriba de Salento. A la mañana siguiente, Josefi na Castro, la cuñada de Genaro, que también fue desaparecido, me dijo que eran arrumes de huesos y calaveras con los ojos hundidos, sin nariz y el pelo largo. Ella, con desazón, ante tan prolongada espera, rogaba al señor que, al menos, en ellos estuviera lo que pudiera quedar de su nieto.

La hermanita menor de Josefi na Castro, la mujer de Genaro, ocho días después de que los encapuchados se llevaron a su esposo, volvieron a la casa, pero, no a llevársela a ella. A violarla. Cuentan que fueron como veinte hombres los que vaciaron su energía reproductora en su cuerpo. No contentos con eso, clavaron los puñales en las carnes de su abdomen y se lo rellenaron con piedras. Afortunadamente no la mataron lejos, ella pudo ser llevada al cementerio con toda esa carga de maldad en sus entrañas como para que quedara recordando a los asesinos en la

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soledad de su tumba. Esta siquiera se sabe donde está.

Un gato maúlla en la oscuridad. La mujer sigue escuchando su pensamiento: Nunca había visto enterrar tanto muerto en el mismo cajón. Juntas, todas las viudas y huérfanas, fueron al cementerio y allí cada una iba echando al féretro la foto de su desaparecido. Como ciento cincuenta y punta de fotos sin mortaja fueron encerradas en el fondo del ataúd, sus caras se fundieron en un beso colectivo. Yo aún conservo la tuya, Venancio. No quiero enterrarte antes. De los ojos de las mujeres chorreaban lágrimas cuando el sepulturero hundió el cajón hacía el interior de la bóveda. “Si al menos te pudiera recibir en un cajoncito negro y gris brillante como en el que le entregaron a doña Mercedes los huesitos de su esposo”. Esta fue la última frase que la mujer repitió en sus entendederas antes de despertar.

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La mujer se arrellana en la silla. Abre los ojos. Las huérfanas y viudas que han acudido al ayuno se dibujan en ellos. Observa a doña Mercedes cuando recoge del suelo la camándula que ha dejado caer, se limpia el sudor de la cara con un pedazo de pañuelo blanco. Todavía quedan algunos velones encendidos.

-¡Como si la cosa fuera rezando! ¡Como si la cosa fuera ayunando! ¿Por qué rezan? ¿Para pedirle a Dios por el regreso o para enterarlo de la tragedia? Si él ya lo sabe para qué le piden o lo enteran? No por mucho pedir, Dios concede; él da solo lo que necesitamos. Solo él sabe que es lo que nos conviene.

-Repite para sí en voz alta la mujer.

Doña Mercedes, con paso lento, y ayudada por un bastón, se acerca a la silla donde aún permanece sentada la mujer. La mira fi jamente a los ojos y le pregunta:

-¿Qué ha sabido de Venancio?.

Ella, entre sollozos, le responde:

-Los uniformados que trajeron los cofres que contenían la osamenta hallada en el poblado de Salento dijeron que tal vez lo mataron poco tiempo después de su secuestro. Eso creen, pero, nada doña Merce, no se sabe nada.

Doña Mercedes frunce los labios, al tiempo que mueve varias veces la cabeza de derecha a izquierda y viceversa en señal de impotencia. Nada tiene la anciana para decirle a la mujer. Esta se levanta de la silla y, después de abanicar su cara con la mano, con una mezcla de esperanza y

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resignación, le dice a doña Mercedes:

-Al menos … usted ya descansó … doña Merce …

Se quedaron petrifi cadas las dos mujeres, mirándose la una a la otra.

Un silencio se apoderó de ellas. Ninguna quería despedirse.

Medellín, marzo de 2012

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LA REALIDAD DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD DE ARMAS EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO

Por: Alexis Peña Fernández

“APLICANDO EL NIVEL DE CONSTRUCCIÓN A LA JUSTICIA”

A la fecha son siete años que lleva en funcionamiento el sistema penal acusatorio en Colombia; y desde esa fecha se advertía sobre los nuevos retos que implicaba su implementación en una cultura jurídica escritural como la nuestra; dentro de los principales pilares que dinamizan el actual sistema procesal penal esta el principio de igualdad de armas, a continuación se hará una abreve reseña del tema y un análisis jurisprudencial sobre el desarrollo histórico en Colombia.

El principio de igualdad de armas es denominado en Alemania como playing field (Waffengleichheit), y es aplicado en todos los sistemas acusatorios, incluido Colombia, en el cual las partes que se encuentran en la contienda poseen iguales oportunidades en sus actuaciones procesales. Dicho principio se materializa desde el inicio de la investigación en el momento en que las partes pueden acceder a la búsqueda de elementos materiales probatorios y evidencia física y se hacen efectivas cuando se llevan a juicio.

El origen del principio de igualdad de armas; según la doctrina, se sitúa en el proceso penal norteamericano, específicamente en el proceso Roviaro Vs United Status, ya que la defensa debe tener igual oportunidad en la presentación de las pruebas que se encuentren a su favor, como la Fiscalia para elaborar la acusación.

Igualmente en Europa, este principio es básico en el sistema acusatorio porque busca seguridad tanto para el ente acusador como para el acusado, los mismos medios de ataque y defensa, para que el ataque sea valido en el proceso.

“El Tribunal de Defensa de la Competencia Español (Resolución 240), ha establecido, por ejemplo, que el principio de igualdad de armas “exige que se conceda el mismo tratamiento a las partes que intervengan en el expediente”.1

Asimismo la Convención Europea de Derechos Humanos menciona el principio de igualdad de armas en el artículo 6.1 llamado “audiatur et altera pars”, dice al respecto:

“ Artículo 6 . Derecho a un proceso equitativo. 1. Toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa, públicamente y dentro de un plazo razonable, por un tribunal independiente e imparcial, establecido por la ley, que decidirá

1Sentencia C-1194 de 2005 M.P. MARCO GERARDO MONROY CABRA.

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los litigios sobre sus derechos y obligaciones de carácter civil o sobre el fundamento de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella. La sentencia debe ser pronunciada públicamente, pero el acceso a la sala de audiencia puede ser prohibido a la prensa y al público durante la totalidad o parte del proceso en interés de la moralidad, del orden público o de la seguridad nacional en una sociedad democrática, cuando los intereses de los menores o la protección de la vida privada de las partes en el proceso así lo exijan o en la medida en que será considerado estrictamente necesario por el tribunal, cuando en circunstancias especiales la publicidad pudiera ser perjudicial para los intereses de la justicia”.2

Otra de las características que posee la igualdad de armas es crear una metodología de investigación para cada una de las partes en el sistema penal, puesto que requiere que la Fiscalía realice una investigación integral, puesto que debe recolectar todos los elementos materiales probatorios y evidencia física que desvirtúen la presunción de inocencia del implicado y así poder formular la acusación en contra de éste. Por otro lado, la defensa tiene participación en la investigación y la recolección del material probatorio y evidencia física, esto con el fin de permitirle que actúe y que no se encuentre pasivo frente a la actuación de la Fiscalía, sino que se comprometa con la investigación en el proceso penal.

La igualdad de armas conlleva a proteger el debido proceso a la defensa y hace parte del principio de un juicio justo ya que busca un equilibrio entre contendores y unas condiciones justas en el desarrollo de un proceso judicial.

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“La garantía general de la implementación de un juicio justo, trae consigo la obligación de garantizar todas aquellas situaciones que se deriven de una desigual participación en un proceso penal. En cuestiones probatorias los distintos tribunales garantes de derechos fundamentales (Corte Constitucional colombiana, CDH y TEDH) han demostrado la necesidad de nivelar en posibilidades de contradicción al acusado, respecto de su acusador. Y han presentado a los funcionarios judiciales como responsables del cumplimiento de esto”3.

Entonces el principio de igualdad de armas requiere controvertir las pruebas que allegue la otra parte en el desarrollo del proceso y además otorgarle en igualdad de condiciones al acusado los medios de defensa para que pueda ejercer su derecho de contradicción, es decir buscar un equilibrio entre las partes, ya que la Fiscalia posee de mayores recursos y medios para realizar su investigación.

Se debe dejar claro que la igualdad de armas parte del supuesto de que el acusado y el acusador no se encuentran en igualdad de condiciones, pues se pueden presentar desventajas en los mecanismos e instrumentos que permiten el acceso a la administración de justicia. Por lo tanto se requiere garantizar un equilibrio entre dos partes que son diferentes en cuanto al papel y las funciones que desempeñan en el sistema penal acusatorio, para ello se necesita que las autoridades judiciales brinden condiciones de equidad cuando se presenta el debate entre los dos sujetos en la contienda.

Para concluir “(E)l principio de igualdad de armas constituye una de las características fundamentales de los sistemas penales de tendencia

3 Sentencia C-1110 de 2005 M.P. HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO.

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acusatoria, pues la estructura de los mismos, contrario a lo que ocurre con los modelos de corte inquisitivo, es adversarial, lo que significa que en el escenario del proceso penal, los actores son contendores que se enfrentan ante un juez imparcial en un debate al que ambos deben entrar con las mismas herramientas de ataque y protección.”4

A continuación se hace una clasificación de las sentencias de la Corte Constitucional a partir del año 2004, fecha en que entro en vigencia la ley 906 Código de Procedimiento Penal, que refieren el principio de igualdad de armas en el sistema penal acusatorio donde se observara la evolución de dicho concepto y posteriormente un cuadro donde se hace su clasificación y explicación de la línea jurisprudencial .

Sentencias año 2004 a 2007

ST-1110/05: Argumenta vulneración del debido proceso y del derecho de defensa, pues en su opinión la declaratoria de persona ausente dentro del proceso que culminó con su condena, se debió a la negligencia de ambos funcionarios judiciales (Fiscal y Juez), lo que no le permitió desvirtuar los cargos en su contra ni acceder a una defensa técnica.

SC- 1194/05: La demanda se instaura ya que los incisos primero y segundo del artículo demandado quebrantan el principio de igualdad contenido en la Constitución, pues mientras al fiscal en el proceso penal se le permite solicitar el descubrimiento de todos los elementos probatorios constantes en el expediente, a la defensa únicamente se le permite solicitar el descubrimiento de un elemento

4 Sentencia C-1194 del 2005, M.P.: MARCO GERARDO MONROY CABRA..

material probatorio específico y evidencia física de que tenga conocimiento.

Sentencias año 2008 a 2009

SC-118/08: El actor considera que las expresiones normativas acusadas vulneran los artículos 2º, 13, 29, 228 y 229 de la Constitución y 14 del Pacto Universal de Derechos Humanos y 8º de la Convención Americana de Derechos Humanos. El actor opina que las expresiones acusadas configuran una omisión legislativa relativa inconstitucional, en tanto que contienen una regulación incompleta respecto de las personas que pueden solicitar la preclusión de la investigación en las etapas de indagación e investigación. A esa conclusión llega en consideración con dos argumentos centrales: i) la calidad de sujeto procesal del imputado, pues, a su juicio, la Fiscalía y el imputado se encuentran en la misma situación fáctica, por lo que el trato jurídico que debe otorgar el legislador debe ser idéntico; ii) no existen razones objetivas y suficientes que justifiquen la exclusión a la defensa de la posibilidad de solicitar la preclusión de la investigación, tal y como lo puede hacer la Fiscalía General de la Nación.

SC-186/08: En ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, el ciudadano Mauricio Pava Lugo demanda el numeral 9° (parcial) del artículo 47 de la Ley 1142 de 2007, “Por medio de la cual se reforman parcialmente las Leyes 906 de 2004, 599 de 2000 y 600 de 2000 y se adoptan medidas para la prevención y represión de la actividad delictiva de especial impacto para la convivencia y seguridad ciudadana”. Cumplidos los trámites constitucionales y legales propios de los procesos de constitucionalidad y previo concepto del Procurador General de la Nación, la Corte Constitucional procede a decidir acerca de la demanda de la referencia.

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SC-536/08: El ciudadano Alfonso Daza González, en ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, presentó demanda contra los artículos 239, 240, 241, 242, 243, 268 (parcial) y 445 de la Ley 906 de 2004 “por la cual se expide el Código de Procedimiento Penal” y los parágrafos 1° y 3° del artículo 18 y el numeral 9° del artículo 47 de la Ley 1142 de 2007 “por medio de la cual se reforman parcialmente las Leyes 906 de 2004, 599 de 2000 y 600 de 2000 y se adoptan medidas para la prevención y represión de la actividad delictiva de especial impacto para la convivencia y seguridad ciudadana”. El demandante consideró que, en general, que las normas demandadas vulneran el preámbulo de la Constitución Política en “cuanto estipula que es uno de los objetivos de la Carta garantizar las condiciones necesarias para asegurar a sus integrantes la vida, la justicia y la igualdad, entre otros derechos”. Alegó el accionante que el artículo 268 (parcial) de la Ley 906 de 2004 y el numeral 9° del artículo 47 de la Ley 1142 de 2007 contraría el Acto Legislativo 03 de 2002, toda vez que

“desconoce la igualdad de armas que debe existir entre la parte acusadora y defensora en el sistema acusatorio”.

ST-920/08: El Señor Jesús María Gutiérrez Andrade, quien actúa en nombre propio, presenta acción de Tutela contra la Fiscalia Quinta Especializada de Popayán, en defensa de su derecho fundamental de petición.

SC-025/09: Demanda de inconstitucio-nalidad contra los artículos 237 (parcial), 242 (parcial), 243, 244 (parcial) y 245 de la Ley 906 de 2004“por la cual se expide el Código de Procedimiento Penal”.

SC-069/09: En ejercicio de la acción pública consagrada en el artículo 241 de la Constitución Política, el ciudadano Mario Williams García demanda en forma parcial el artículo 371 de la Ley 906 de 2004, “por la cual se expide el Código de Procedimiento Penal”, por considerar que vulnera los artículos 1, 2, 5, 13, 29 y 250-4 de la Carta Política

CUADRO DE LÍNEA JURISIPRUDENCIAL

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ANÁLISIS DE LAS JURISIPRUDENCIAS

Las anteriores sentencias señalan cuando se comienza a garantizar el principio de igualdad de armas a la defensa a partir de la Ley 906 de 2004, de su lectura se extrae que la sentencia C-1194 de 2005, es la sentencia arquimédica5 ya que para el magistrado ponente Monroy Cabra “Una vez formulada la imputación, la defensa está en posibilidad de adelantar el recaudo de la información pertinente y de los elementos fácticos de contenido probatorio necesarios para diseñar la estrategia defensiva. Lo anterior no obsta para que, como recientemente lo precisó la Corte Constitucional, el presunto implicado pueda ejercer su derecho de defensa desde la etapa misma de la indagación preliminar y durante la etapa de investigación anterior a la formulación de la imputación”6. Lo anterior quiere decir que esta sentencia trata “de desenredar las relaciones estructurales entre varias sentencias”7, además abre el espacio entre dos opciones polares de respuesta a la pregunta que encabeza la línea jurisprudencial, puesto que para el magistrado ponente la etapa de la imputación es básica para garantizarle a la defensa el principio de igualdad de armas, sin embargo si el investigado tiene conocimiento que contra él se realiza una investigación, él puede ejercer su derecho defensa con igualdad de armas ante la Fiscalia para comenzar con la recolección del material probatorio que le favorece.

Igualmente la C-1194 de 2005 es la sentencia más citada dentro de la línea jurisprudencial y ella forma el nicho citacional definido con las sentencias T- 1110/05, salvamento de voto de la 5 Es una sentencia con la que se trata de desenredar las relaciones estructurales entre varias sentencias, esta será lo mas reciente posible y que tenga el mismo patrón fáctico.6Sentencia C-1194 de 2005, M.P. MARCO GERARDO MONROY CABRA. 7LOPEZ Medina Diego, Derecho de los jueces.

C-186/08, C-536/08, T-920/08, C-025/09, C-069/09, por lo que conservan la misma tendencia hacia la izquierda, es decir que el principio de igualdad de armas se comienza a garantizar a la defensa a partir de la imputación, aunque las dos últimas no conservan una misma línea por que para los magistrados ponentes inicia la garantía desde la imputación a menos que se tenga conocimiento de la indagación preliminar, si así ocurrió, pero están dentro del nicho citacional por que éstas me confirman principios de las otras sentencias.

Entonces según el Doctor Diego López Medina cuando la línea jurisprudencial es bien definida, como la del presente escrito, ésta puede tener perturbaciones que, en conjunto, confirman su firmeza. Estos pequeños corrimientos a derecha o izquierda, siempre que se mantengan dentro de cierto rango (que llamo “balance constitucional” o sombra decisional”), son parte de la obediencia al precedente, sin que el fallo tenga que coincidir exactamente con él.

El principal resultado que interesa de la graficación de la línea jurisprudencial es la posición de la C-118/08, la cual es la sentencia hito del análisis, puesto que ésta genera una variación y un cambio dentro de la línea, por que su tendencia es hacia la derecha que origina una transformación en la aplicación y en la garantía del principio de igualdad de armas. Además debe observarse que el magistrado ponente de la mencionada sentencia, también lo es de la sentencia arquimedica (C-1194/05), es decir que en el fallo de la sentencia si tuvo un retroceso, puesto que en el 2005 se encontraba imparcializado estimando que la protección de la igualdad de armas debe garantizarse en ambas etapas del proceso penal, sin embargo en el 2008 dice que, por la estructura misma del proceso penal acusatorio, la igualdad de armas entre la defensa y la Fiscalía se concreta y se hace

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efectiva principalmente en la etapa del juzgamiento8.

Para concluir se debe aclarar que a pesar de que existe este cambio de la C-118/08 en la línea jurisprudencial, lo importante son los avances que ha realizado la Corte Constitucional desde la expedición de la Ley 906 de 2004, que implementó el sistema penal acusatorio y se caracteriza por ser un sistema de partes en igualdad de oportunidades tanto para la Fiscalia como la defensa. Si bien han existido errores en la Ley 906 de 2004 que vulneraban dicho principio colocando en desequilibrio a la defensa frente a la Fiscalia en el proceso penal, en el 2007 se expide la Ley 1142 8 Sentencia C-118 de 2008, MARCO GERARDO MONROY CABRA.

que subsanó aquellas desigualdades que se observaron pero la Corte Constitucional ha estado de manera diligente y oportuna para corregir las irregularidades de ambas leyes, por que el juez en su jurisprudencia crea derecho como legislador negativo.

Alexis Peña FernándezAbogado U.de. AEspecialista en Derecho ConstitucionalEspecialista en Derecho ProcesalPremio Nacional de investigación Forense 2010-2012

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LOS PEQUEÑOS PLACERES DE ITALO CALVINOConcurso de Cuento 2012 Segundo Puesto

Por: Natalia Urrego T.

El hombre camina días enteros entre los árboles y las piedras. Raramente el ojo se detiene en una cosa, y es

cuando la ha reconocido como el signo de otra: una huella en la arena indica el paso del tigre, un pantano anuncia una vena de agua, la flor del hibisco el fin del

invierno. Todo el resto es mudo es intercambiable.ITALO CALVINO

En el año de 1972, miraba Italo Calvino por la ventana que había en su biblioteca. Sobre la mesa de su escritorio descansaba un libro de geografía mundial graficado por Mourice Visscher, a quien Calvino escribió una carta, solicitando una reunión para discutir algunos errores que había encontrado respecto de las divisiones limítrofes en las gráficas del gran territorio asiático. No se sabe si nunca hubo respuesta por parte del señor Visscher, pero a pesar esto, Calvino siempre cada mañana, luego de repasar las pinturas geográficas de Asia, abría la ventana de su biblioteca, apoyaba los codos en el bastidor de madera y miraba cada tanto la puerta de su casa, esperaba que el señor Visscher apareciera allí de repente.

El señor Calvino esperaba con tantas ansias la reunión con el famoso cartógrafo; nadie, ni siquiera sus amigos más cercanos conocían la razón de su curiosidad por la geografía. Todos sabían que, por esa época, poseía un interés descomunal por las ciencias naturales y por la sociología, pero se les hacía extraño esta pasión por los errores en el trazado de los mapas, y más extraño aún que pretendiera contactar a un Cartógrafo del siglo XV.

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Cada mañana, en el momento en que terminaba de repasar por última vez las páginas destinadas al imperio asiático, se le despertaba un éxtasis en las manos al momento de acercarse a la ventana. Sentía la textura de las cortinas, los pliegues de lino que se iban haciendo entre sus dedos mientras él pausadamente los anudaba con un lazo. Sostener por solo unos momentos el borde de madera de la ventana, mirar el horizonte detrás de los vidrios, abrirla de un solo empujón y escuchar el paso del viento que entraba a la biblioteca, le dilataba las pupilas y le aceleraba el pulso. Estos eran algunos de los pequeños placeres que disfrutaba Ítalo Calvino en las mañanas de 1972; el vértigo asombroso que se le desbordaba al momento de mirar hacia su puerta, y tener la esperanza de encontrar a un cartógrafo del siglo XV allí tocando la aldaba, no tenía precedentes.

Estos pequeños placeres no encon-traban su fin, el coincidir alguna que otra vez, con el vendedor de leche que tenía una altura extraña, no solo para un vendedor de leche, sino para cualquier persona, le causaba gran alegría. Le satisfacía plenamente descubrir que no existían las casualidades, que simplemente eran sincronías extrañas a la hora de toparse con el hombre que vendía periódicos.

O tal vez anticipar la llegada de su casera, que cargaba dos gasas de topacio en sus ojos, unos ojos hundidos, como vetas de diamantes. Probablemente sortear el paso lento de un viejo, que tenía tallada la geografía de su vida en el rostro, le producía un cosquilleo nostálgico en la piel; un rostro con mil ciudades habitando en él.

Solamente escribió una carta, con palabras de tono formal que pedían una simple reunión, para evidenciar algunos errores. Una carta con aproximadamente quinientas pala-bras, con un saludo cordial y afectivo, con una despedida digna de un genio de las letras. Hecha en un fino papel de china y con la firma al final de Ítalo Calvino. El famoso escritor aseguro alguna vez que efectivamente el señor Visscher nunca iba a responder: “cuándo se ha visto que un cartógrafo del siglo XV responda una carta, y mucho menos va a responderla casi en el final del siglo XX con el sistema pésimo de correos que hay en Italia en este entonces”.

Es muy probable que el señor Calvino no esperara la llegada del señor Visscher en la puerta de su casa, tal vez todo este asunto de la carta, era una excusa para poder acercarse a la ventana cada mañana. Se hace más probable aún, cuando tiempo después

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Calvino le revelara a su casera, que le había preguntado “¿A quién espera señor Ítalo cada mañana?” Que en realidad no existía ningún error en los trazados de Mourice Visscher. Lo que buscaba era conversar con él sobre las tierras asiáticas que había visitado para ejecutar su función como cartógrafo. De las amplias montañas, de los animales, del color de la tierra. De la gente asiática del siglo XV, de la voz de los niños, de las manos de las mujeres, del color de los vestidos, de los perfumes, de la forma de los baños, de los estanques, de las calles, de las ciudades.

Diría Calvino mucho tiempo después en una nota autobiografía que antecedería uno de sus últimos textos, que de haberse dado aquel encuentro entre el cartógrafo del siglo XV y él, se habría llegado a la misma conclusión: “No varía mucho la gente y por lo tanto las ciudades. Cada quien edifica una ciudad invisible en su rostro, cada quien es su patria y su nación. Hay quienes las construyen altísimas como ciertos vendedores de leche; algunos no las construyen con ladrillos, sino que las tejen como los rostros de los vendedores de periódico; otros fabrican su ciudad dándole la forma de un ojo, un ojo como una mina de diamantes; y otros que simplemente se les tallan los accidentes geográficos en los rostros de los viejos. Cada quien es un mundo, un imperio por descubrir”.

Francia 1412Estimado Señor Italo Calvino

En realidad no sabría bien de qué manera comenzar esta carta. El asombro me ha dejado perplejo y me he tardado tanto en escribirla precisamente por eso. No sé bien si usted podrá leer esta carta en algún momento, espero que lo haga. Le agradezco su interés por mis trazados geográficos. En realidad me encantaría, así sea por un descuido del tiempo, escuchar al menos una palabra suya.

No sé cómo fue permitida esta comunicación, y no me explico bien de qué manera llegó su carta a mis manos; mucho menos he podido aclarar por qué me sigo enterando de sus verdaderas intensiones para querer reunirse conmigo. No sé si disculparme por andar escuchando las confesiones que usted hace, no sé si en realidad sea necesario, no tiene explicación, ni razón de ser que yo desde el siglo XV me vaya enterando de repente de lo que le confiesa un extraño a una casera respecto de unas cartas que me envía a mí.

Pero eso son pormenores que precisamente el tiempo deberá aclarar. He llegado a temer por la posibilidad de que esta carta llegue a sus manos. Temo porque usted

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puede llegar a la misma conclusión que yo llegué cuando me encontré su fino papel de china sobre la mesa del comedor de mi casa. Si usted conjetura respecto a dicha situación, es bastante probable que tanto usted como yo dejemos de existir.

Una situación que no da espera y que debo decírsela antes de olvidarla: por si no lo sabía, los que ofician como trazadores de mapas, geógrafos, o como usted prefiera llamarlos, padecen la mala fortuna de tener la peor de las memorias, es por eso que muchos de nosotros escogimos esta labor, para trazar los mapas que eviten que perdamos el rumbo; otros simplemente se convirtieron en geógrafos porque olvidaron lo que estaban haciendo.

Específicamente no es esa la situación que no da espera, pero sí es un punto relevante de anotar. Lo que pretendo decirle y espero no se moleste por mis palabras es: Si su intención primera, al intentar comunicarse conmigo, fue precisamente discutir algunos errores, errores que su casera puede indicar que no son ciertos; la razón esencial, el fundamento primero de estas palabras que le escribo, es exactamente el mismo, con la diferencia de que sus errores no son mera invención mía.

Se equivoca usted cuando dice que “cada quien edifica una ciudad invisible en su rostro”, bajo ninguna circunstancia puede usted supeditar la edificación de las ciudades a los rostros, y no crea que se lo digo porque piense que es una labor imposible; las ciudades no solo son rostros, no solo son ojos de caseras, ni alturas de vendedores de leche. Esas no son ciudades en rostros, ese es usted fabricando sus propias ciudades. Las ciudades no existen, es su conciencia de ellas las que las trae a la vida.

No son otros ojos, ni otras alturas, es usted querido señor Calvino; es usted que nunca ha abierto una ventana en su vida, y que no mira ningún mapa de geógrafos franceses en ninguna biblioteca. Es usted que no tiene casera a quien hacerle confesiones. Las ciudades invisibles son pequeñas formas de ausencia, extracciones que usted ha realizado desde su alma, desde el fondo mismo de sus sentidos, y las ha querido reflejar en el trazado de los mapas de Asia, y en las ropas de las mujeres, en el olor de los perfumes, en los nombres de los burdeles y demás.

Me atrevo a decir señor Calvino que usted se equivoca casi que por los trescientos millones de poros que tiene en la piel, que son a la vez las trescientas millones de ciudades

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invisibles que usted guarda solo en la periferia de su ser. ¿Cuántas alcanzará a ver usted después en la punta de su lengua, o en las óperas que está acostumbrado a escuchar en las tardes?

Señor Calvino simplemente sienta, qué otra cosa haría sino eso.

Muy a pesar del posible pésimo sistema de correos que labore en Italia en el siglo XX, correré el riesgo de que usted lea esta carta. Tenga en cuenta esto último que debo decirle, eso que tanto temo y que probablemente nos haga desaparecer, es muy simple: es bastante improbable que usted en pleno siglo XX se comunique con este cartógrafo pobre del siglo XV, las probabilidades son nulas, por no decir que, la mera idea de pensar en una probabilidad es descabellada. El asunto es, que para que este intercambio de palabras escritas sobre el fino papel chino se esté dando, alguno de los dos tiene que ser una invención mental del otro. Espero no ser yo quien lo imagine a usted escribiéndome desde el caótico siglo XX, qué insoportable sería. Me parece más práctico que sea usted el que me imagine escribiéndole desde el siglo XV.

Para evitarnos este existencial inconveniente y para que ni tanto usted como yo intentemos quitarnos la vida, queriendo averiguar quién es invención de quién sugiero lo siguiente: será mejor pensar que estamos en la inocente consciencia de una niña que está sembrando semillas de morera. Así tal vez logremos encontrarnos algún día mientras esperamos el sol en la copa de un árbol.

Fin…

NATALIA URREGO T.JUANA “CORAZON DE LA ROSA”

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FEMINICIDIO: Un Paradigma para el análisis de la Violencia de Género

Por: Graciela Atencio

Dime Antígona: ¿Qué muerte más atroz nos espera a nosotras dos, solas como hemos quedado, si, forzando la ley, transgredimos el decreto y el poder del tirano? Hemos nacido mujeres, no hechas para luchar contra los hombres y después, nos mandan los que tienen más poder, de suerte que tenemos que obedecer en cosas todavía más dolorosas que estas. Sófocles, Antígona

El objetivo de detallar tales atrocidades no es horrorizar al lector, sino tratar de avanzar en la resistencia a reconocer que las mujeres están viviendo actualmente en una época de extremos, crecientes y brutales feminicidios; una época en la cual el mito persiste entre muchas jóvenes mujeres, estudiantes privilegiadas, de que la revolución feminista ha sido cumplida y que tienen las mismas opciones y oportunidades que los hombres. Diana E. Russell, Femicide in Global Perspective.

INTRODUCCIÓN: EL NOMBRE DE LA OTRA BARBARIE

Uno de los grandes retos del siglo XXI es la erradicación de la violencia de género. Desde ese marco de referencia, la meta supone el reconocimiento y la utilización de un paradigma de análisis: feminicidio-femicidio. El término apareció en la segunda mitad del siglo pasado y su validación actual certifica que aquellos conceptos políticos que se construyeron por la alianza entre los movimientos sociales y la academia, sientan las bases para un cambio social sin precedentes1.

Pero, ¿de qué hablamos cuando nombramos la palabra feminicidio? Hablamos de un fenómeno invisibilizado durante milenios, de un hecho normalizado desde los inicios de la sociedad humana global. El asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres cometido por hombres -la definición más básica y que debería aparecer en los diccionarios- es tan difícil de comprender y de asimilarse socialmente que nos vemos en la necesidad fáctica de situarlo en el centro mismo de la barbarie. Una barbarie que no distingue entre países del norte o países del sur, ni clases sociales, ni origen étnico. Una barbarie, cuyo impacto planetario se manifiesta con sus particularidades en cada sociedad y que aún hoy, en ciertos contextos, intenta ser silenciada y desmantelada por el discurso dominante: patriarcal, androcéntrico y misógino.

1 Amorós, Celia y Álvarez, Ana de Miguel, “Introducción: Teoría feminista y movimientos feministas”, Teoría feminista: de la Ilustración a la globalización, Madrid, Minerva Ediciones, vol.1, 2005.

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La aparición del paradigma del feminicidio-femicidio es un aporte de la academia feminista anglosajona cuyos ensayos e investigaciones estadísticas ponen en relieve que los victimarios de la inmensa mayoría de los asesinatos que se cometen, tanto de hombres como de mujeres, son del género masculino. Cuando una forma de barbarie es aceptada, una población o un ser, no pertenecen plenamente a la humanidad y merecen un tratamiento que rotundamente no se aplicarían a sí mismos quienes aceptan y consienten esa barbarie2.

El feminicidio constituye una forma de barbarie, la otra barbarie en el patriarcado de la era de la globalización. Tal como señala Julia Monárrez en Trama de una injusticia3, citando a Deborah Cameron y Nancy Frazer, en The Lust to Kill: “cuando una sociedad se enfrenta cotidianamente al asesinato de mujeres no tiene sentido preguntar por qué un individuo mata a otro. La pregunta debe ser: „¿por qué los miembros de algunos grupos matan a los miembros de otros grupos?. Cuando se trata de dar respuesta a esta pregunta es necesario interrelacionar los motivos con los actos violentos de los criminales y yuxtaponerlos con las estructuras sociales de determinada región y las diferencias de poder en la jerarquía del poder sexual”4.

Deborah Cameron y Nancy Fraser indagan sobre la fusión entre sexo y violencia y el por qué algunos hombres encuentran erótico matar a los objetos de su deseo, sean estos hombres o mujeres. En esos actos atroces están representadas no sólo la misoginia y la sexualidad sádica, sino la construcción social de la masculinidad como una manera de trascendencia sobre los otros u otras. Las autoras remarcan que generalmente

2 Todorov, Tzvetan, El miedo a los bárbaros, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2008. 3 Monárrez, Julia, Trama de una injusticia: Feminicidio sexual sistémico en Ciudad Juárez, México, Colegio de la Frontera Norte, 2009. 4 Cameron, Deborah y Frazer, Elizabeth, The Lust To Kill, Nueva York, New York University Press, 1987.

el sexo del victimario es masculino y que ni la violación ni el ataque sexual son suficientes para considerar sexual a un crimen. Lo importante “es la erotización del acto de matar”. El asesinato, el aniquilamiento provoca placer y satisfacción. El asesinato sexual se define e incluye todos los casos en los cuales el asesino fue motivado por impulsos sádicos sexuales, “por la lujuria de matar”, lo cual también es producto de un orden social, frecuentemente condonado o respaldado por el Estado y/o por las instituciones religiosas. Monárrez subraya que algunos profesionales de la criminología toman en cuenta las estructuras sociales pero les resulta irrelevante que los asesinos sean hombres.

Como comentábamos anteriormente, las académicas feministas empezaron a cuestionar otros campos de la criminología, como el asesinato de mujeres. Uno de los principales aportes de esta corriente fue el análisis del asesinato sexual: todos los asesinos sexuales y asesinos sexuales seriales resultaron ser hombres y la mayoría de las víctimas mujeres. Jane Caputi en The Age of Sex Crime5 estudia el asesinato sexual de mujeres cometido por hombres. Expresa que: el crimen de lujuria, el asesinato por violación, el asesinato serial y el asesinato recreativo son expresiones nuevas para un nuevo tipo de crimen: el crimen sexual. El asesinato de ninguna manera carece de motivación, ya que este tipo de crimen es un asesinato sexualmente político, un terrorismo fálico funcional. Se trata de un acto mítico ritualista en el patriarcado contemporáneo.

APARICIÓN DEL TÉRMINO

El nacimiento del término como constructo teórico es el resultado de un extenso y valioso trabajo de la academia feminista, en confluencia con los procesos de denuncia y visibilización del fenómeno que vienen

5 Caputi, Jane, The Age of Sex Crime, Ohio, Bowling Green State University Popular Press, 1987.

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sosteniendo el movimiento feminista, familiares de víctimas, y activistas de derechos humanos. En la década de los noventa, feministas anglosajonas introdujeron el concepto. Aunque femicide, argumenta Diana Russell, ha estado en uso desde hace más de dos siglos y apareció por primera vez en la literatura, en A Satirical View of London (Inglaterra, 1801) para denominar “el asesinato de una mujer”6. Russell teorizó sobre el concepto a partir de 1990 pero realizó una ponencia sobre esa forma extrema de violencia contra las mujeres en 1976, ante el Primer Tribunal Internacional de Crímenes contra Mujeres, celebrado en Bruselas7. Aquello, visto en perspectiva, fue un acontecimiento histórico y de vital importancia para la evolución que sufriría el concepto décadas después. El Tribunal fue inaugurado por Simone de Beauvoir, quien advirtió: “Este encuentro feminista en Bruselas intenta que nos apropiemos del destino que está en nuestras manos”. Alrededor de 2.000 mujeres de 40 países ofrecieron su testimonio y documentaron las distintas formas en que se manifiesta la violencia de género.

Diana Russell y Jane Caputi dieron a conocer el término en el artículo Speaking the Unspeakable, publicado originalmente en la revista Ms (1990): “es el asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de las mujeres”. En 1992, Diana Russell y Jill Radford lo definieron como “el asesinato misógino de mujeres cometido por hombres”. Las autoras clasifican las distintas formas de violencia de género que padecen las mujeres y que se manifiesta con un creciente terrorismo sexual. Señalan que estos actos violentos que acaban con

6 Russell, Diana E.H., “Definición de feminicidio y conceptos relacionados”, Feminicidio, justicia y derecho, México, Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, 2005. 7 Russell, Diana E. H. y Van de Ven, Nicole, Crimes against Women: The Proceedings of the International Tribunal, San Francisco, California, Frog in the Well, 1982.

el asesinato o muerte de las mujeres son feminicidios:

El feminicidio representa el extremo de un continuum de terror anti-femenino que incluye una amplia variedad de abusos verbales y físicos, tales como: violación, tortura, esclavitud sexual (particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extra-familiar, golpizas físicas y emocionales, acoso sexual (por teléfono, en las calles, en la oficina, y en el aula), mutilación genital (clitoridectomías, escisión, infibulaciones), operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías), heterosexualidad forzada, esterilización forzada, maternidad forzada (por la criminalización de la contracepción y del aborto), psicocirugía, negación de comida para mujeres en algunas culturas, cirugía plástica y otras mutilaciones en nombre del embellecimiento. Siempre que estas formas de terrorismo resultan en muerte, se convierten en feminicidios8.

Las autoras sostienen que la meta del ejercicio de la violencia por parte de los hombres, deliberada o no, es preservar la supremacía masculina. Se trata de un concepto político que permite visibilizar la posición de subordinación, desigualdad, marginalidad y riesgo en la que se encuentran las mujeres por el simple hecho de ser mujeres.

LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO EN AMÉRICA LATINA

Decíamos que la evolución del término feminicidio-femicidio se ha dado con especial relevancia en América Latina. En dicha región, de dos décadas a esta parte, se viene sosteniendo un debate académico sobre la pertinencia de la utilización de la traducción como femicidio o feminicidio, los alcances de su definición teórica y las distintas representaciones o tipos de feminicidio. No me parece pertinente entrar en el debate sobre si se debe utilizar un término u otro considero 8 Radford, Jill; y Russell, Diana E. H. (eds.), Femicide: The Politics of Woman Killing, Nueva York, Twayne, 1992.

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que ambos términos no son antagónicos sino complementarios, ambos enriquecen el concepto y amplían su significado.

Dos corrientes teóricas se manifestaron paralelamente, atendiendo a la búsqueda de marcos de referencia o de análisis para un problema estructural. Por un lado, en México el concepto fue introducido por Marcela Lagarde, en 1994, que continuó con la línea de Diana Russell y al traducirlo castellanizó femicide como feminicidio. La antropóloga y académica mexicana ocupó el cargo de diputada federal del Congreso Mexicano entre 2003 y 2006 y presidió la Comisión Especial para Conocer y dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana9. Desde allí realizó una intensa labor de documentación de cifras de asesinatos de mujeres y durante su gestión el tema fue prioritario en la agenda parlamentaria de México.

Lagarde, como ella misma explica, transitó de femicidio a feminicidio porque en castellano femicidio es una voz homóloga a homicidio y sólo significa asesinato de mujeres. Redefine y sobre todo resignifica el término incorporando un elemento que lo coloca en el centro del debate: impunidad. Dirá: “se trata de una fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad. El feminicidio es un crimen de Estado”. Lagarde apunta a que el Estado tiene responsabilidad en la prevención, tratamiento y protección de las mujeres ante la violencia de género y debe garantizar la libertad y la vida de las mujeres. La ausencia de sanciones y de castigo a los asesinos coloca al Estado como responsable por acción u omisión del feminicidio y este tiene que asumir su complicidad o responsabilidad directa.

9 Lagarde, Marcela, “Introducción”, Diana Russell y Roberta Harmes, editoras, Feminicidio: una perspectiva global, México, Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, 2006.

Para Lagarde, se manifiesta en tiempos de guerra y en tiempos de paz y está alimentado por la desigualdad de género, “no sólo social y económica” sino también “jurídica, política y cultural”. Asocia el feminicidio a la cosificación del cuerpo de las mujeres que las vacía de sus derechos como “humanas”. Lo vincula a la feminización de la pobreza:

Está ahí la pobreza que se extiende cada día para la mayoría de las latinoamericanas, violencia cuya clasificación se ha sofisticado en pobreza económica, pobreza alimentaria, pobreza extrema, entre otras, que convierte la miseria en vida cotidiana. Está entre nosotros la terrible feminización de la pobreza. Aún se presenta en nuestras tierras la muerte de mujeres y niñas por hambre, enfermedades curables, y complicaciones en la atención de embarazos, partos, abortos y puerperios. No amaina, desde luego, la violencia jurídico política que conculca la ciudadanía plena a todas las mujeres10.

Marcela Lagarde deja claro que la violencia de género y el feminicidio constituyen un problema político y su tratamiento y resolución son una asignatura pendiente de los Estados actuales.

El otro gran exponente teórico del feminicidio en México es la socióloga Julia Monárrez. Oriunda de Ciudad Juárez, ha dedicado la última etapa de su vida a estudiar el tema y ha conseguido brindar nuevas herramientas de análisis, documentación y registro de distintos tipos de feminicidio. Su trabajo resulta clave para descifrar las atrocidades que encierran los asesinatos de mujeres de Ciudad Juárez, la impunidad del Estado mexicano y la falta de respuesta de las autoridades ante el creciente avance del narcotráfico. Monárrez ha obtenido respuestas teóricas y prácticas sobre los

10 Lagarde, Marcela, “El feminicidio, delito contra la humanidad”, Feminicidio, justicia y derecho, México, Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, 2005.

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crímenes de mujeres y niñas con la creación de la Base de Datos Feminicidio 1993-2005, El Colegio de la Frontera Norte, extiende su significado de esta manera:

El análisis del feminicidio puede presentar algunos problemas con relación a la obtención de los datos. Los inconvenientes incluyen el desconocimiento del número exacto de mujeres asesinadas, las causas o motivos que propiciaron esta clase de muertes y la poca confiabilidad de las estadísticas. Esto es así porque las estadísticas nacionales no registran el motivo, la relación entre la víctima y el victimario, ni las diferentes violencias que sufrieron las mujeres antes de ser asesinadas, como tampoco su domicilio o el lugar donde fue encontrado el cadáver. Ante tal situación, es necesario buscar métodos alternativos para poder entender el feminicidio con mayor precisión11.

Monárrez devela la importancia de documentar y registrar las cifras aunque estas se obtengan de fuentes no oficiales como periódicos o familiares de víctimas. Demuestra que la ausencia del registro de feminicidios es la punta de un iceberg: el Estado encubre o tolera los crímenes y el encadenamiento de la falta de cifras continúa con la falta de investigación de los asesinatos, la deficiente procuración de justicia, la no reparación de las víctimas, un rompecabezas que confirma la impunidad generalizada en determinados países de América Latina como México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Por otro lado, su base de datos permite discriminar los feminicidios de los asesinatos de mujeres, es decir, aquellos, en los que, según lo que sostiene Russell: “el género femenino de una víctima es irrelevante para el perpetrador. Por ejemplo, un varón armado que dispara y mata a los propietarios, hombre y mujer, de un supermercado en el 11 Monárrez, Julia, “Las diversas representaciones del feminicidio y los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, 1993- 2005”, en Monárrez, Julia, et.al., Violencia contra las mujeres e inseguridad ciudadana en Ciudad Juárez, Vol. II, Violencia infligida contra la pareja y feminicidio, México, El Colegio de la Frontera Norte y Miguel Ángel Porrúa Editores, 2010.

transcurso de su crimen, no ha cometido un feminicidio12”.

La base de datos de Julia Monárrez incluye tres tipos de feminicidio: íntimo, que a su vez, se subdivide en feminicidio infantil y familiar. Luego, acuña dos nuevos tipos: feminicidio sexual sistémico, subdividido en organizado y desorganizado. Y feminicidio por ocupaciones estigmatizadas.

Feminicidio sexual sistémico

El feminicidio sexual es el asesinato de mujeres que son secuestradas, torturadas y violadas. Sus cadáveres, semidesnudos o desnudos son arrojados en las zonas desérticas, los lotes baldíos, en los tubos de desagüe, en los tiraderos de basura y en las vías del tren. Los asesinos por medio de estos actos crueles fortalecen las relaciones sociales inequitativas de género que distinguen los sexos: otredad, diferencia y desigualdad. Al mismo tiempo, el Estado, secundado por los grupos hegemónicos, refuerza el dominio patriarcal y sujeta a familiares de víctimas y a todas las mujeres a una inseguridad permanente e intensa, a través de un período continuo e ilimitado de impunidad y complicidades al no sancionar a los culpables y otorgar justicia a las víctimas. Se divide en las subcategorías de organizado y desorganizado y toma en cuenta a los posibles y actuales victimarios.

Feminicidio por ocupaciones estigmatizadas

Las mujeres son asesinadas por ser mujeres. Sin embargo, hay otras mujeres que lo son por la ocupación o el trabajo desautorizado que desempeñan. Bajo este criterio se encuentran aquellas que trabajan en bares y en centros nocturnos. Ellas son las bailarinas,

12Russell, Diana, “Definición de feminicidio y conceptos relacionados”, Diana Russell y Roberta Harmes, editoras, Feminicidio: una perspectiva global, México, Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, 2006.

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las meseras y las prostitutas13.

La otra corriente teórica se desarrolló en Centroamérica, de la mano de las sociólogas costarricenses Ana Carcedo y Montserrat Sagot. Carcedo fue una de las fundadoras del Centro Feminista de Información y Acción (CEFEMINA), en 1981, con sede en San José de Costa Rica, pionero en la región por desarrollar un programa de atención a mujeres maltratadas. En este campo elaboró y sistematizó la metodología de Grupos de Autoayuda. Ambas autoras combinan el trabajo académico con el activismo político feminista. Conocer e involucrarse en casos extremos de violencia de género a través de los grupos de mujeres las llevó a reparar sobre los estragos que provoca en el sexo femenino la violencia ejercida por los hombres. En 1992 leyeron el ensayo Femicide. The Politics of Woman Killing, que acababan de publicar Radford y Russell, y en él se inspiraron para realizar una investigación sobre los asesinatos de mujeres en Costa Rica:

Como lo plantean las autoras Jill Radford y Diana Russell, al llamar a estas muertes de mujeres femicidio, se remueve el velo oscurecedor con el que las cubren términos “neutrales” como homicidio o asesinato. El concepto de femicidio es también útil porque nos indica el carácter social y generalizado de la violencia basada en la inequidad de género y nos aleja de planteamientos individualizantes, naturalizados o patologizados que tienden a culpar a las víctimas, a representar a los agresores como “locos”, “fuera de control” o “animales” o a concebir estas muertes como el resultado de “problemas pasionales”. Estos planteamientos, producto de mitos muy extendidos, ocultan y niegan la verdadera dimensión del problema, las experiencias de las mujeres y la responsabilidad de los hombres. Es decir, el concepto de femicidio ayuda a desarticular los argumentos de que la violencia de género es un asunto personal o

13 Glosario, México, El Colegio de la Frontera Norte, gentilmente cedido por Julia Mónarrez.

privado y muestra su carácter profundamente social y político, resultado de las relaciones estructurales de poder, dominación y privilegio entre los hombres y las mujeres en la sociedad14.

Carcedo utiliza una versión del concepto de femicidio planteado por las anglosajonas y lo acota a las muertes violentas o asesinatos de mujeres a manos de hombres. A su vez también desarrolla una tipología propia para discriminar los femicidios de los homicidios de mujeres (aquellos en los que no median las razones de género como causa de asesinato). La clasificación ofrecida por Carcedo en colaboración con Montserrat Sagot en su trabajo de investigación y recopilación de cifras en Femicidio en Costa Rica 1990-1999 incluye tres tipos como los que formula Diana Russell, femicidio íntimo, no íntimo y femicidio por conexión.

EL SALTO A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

A raíz de conocerse el fenómeno del feminicidio en Ciudad Juárez, México, contabilizado desde 1993 y denunciado internacionalmente por el movimiento global de mujeres, el concepto pasó de ser un paradigma de análisis de la teoría feminista a una palabra de uso común en España y Latinoamérica, tanto en el activismo político de lucha contra la violencia de género como en la difusión del mismo por parte de los medios de comunicación.

Aunque contemos con información y datos estadísticos escasos y/o limitados, podemos constatar -dicha información se puede localizar en varios artículos publicados en Feminicidio.net- que el feminicidio es frecuente en numerosos países en América Latina, con tasas de asesinato de mujeres que rozan o alcanzan el carácter de pandemia; me refiero a El Salvador, Honduras y Guatemala,

14 Carcedo, Ana y Sagot, Montserrat, Femicidio en Costa Rica, 1990-1999, San José, Costa Rica, Organización Panamericana de la Salud, Programa Mujer, Salud y Desarrollo, 2000.

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el llamado triángulo de la muerte para las mujeres de Centroamérica y México, en América del Norte.

El debate no se ha quedado allí, ha saltado al ámbito jurídico internacional y al de ordenamientos jurídicos internos de algunos países de América Latina (no incluyo aquí un apartado especial acerca de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el Caso del Campo Algodonero, ni la tipificación como delito en los sistemas penales de Costa Rica en 2007, Guatemala en 2008 y recientemente Chile en 2010, ya que merecen un enfoque jurídico que en este artículo no desarrollo).

Por otro lado, la denuncia y visibilización internacional del feminicidio no se ha limitado a Ciudad Juárez y otras ciudades o Estados de la república mexicana. El Centro Feminista de Información y Acción (CEFEMINA), de Costa Rica y otras organizaciones feministas de la región, desde principios de los noventa realizan investigaciones y hacen seguimiento en prensa de los feminicidios. A dicha organización se sumaron la Red Feminista Centroamericana contra la violencia hacia las mujeres y el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA) integrado por la representación de cada una de las ministras de la Mujer de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. La iniciativa arrojó resultados preocupantes ya que se encontraron “grandes vacíos de información” en la fuentes oficiales estatales dedicadas a la recopilación de asesinatos de mujeres por violencia de género. Para el seguimiento de los casos tuvieron que recurrir a la información aportada por la prensa escrita y dicha acción permitió comprobar un mayor número de feminicidios que el aportado por las fuentes estatales15. En el próximo artículo sobre Feminicidio-15 Femicidio en Centroamérica y República Dominicana: avances para prevenir, atender y sancionar la violencia en contra de las mujeres. Encuentro Regional, síntesis de memoria, COMMCA, INAMU, SICA, ciudad de Panamá, 23 y 24 de marzo, 2010.

Femicidio, un paradigma para el análisis de la violencia de género, me centraré en los trabajos académicos de Rita Segato, Patsilí Toledo, Rosa Linda Fregoso, Cynthia Bejarano, entre otras.

GLOSARIO DEL TÉRMINO POR AUTORAS Y TIPOS DE FEMINICIDIO

– FEMINICIDIO Diana Russell y Jane Caputi El asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de las mujeres.

Jill Radford y Diana Russell El feminicidio representa el extremo de un continuum de terror anti-femenino que incluye una amplia variedad de abusos verbales y físicos, tales como: violación, tortura, esclavitud sexual (particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extra-familiar, golpizas físicas y emocionales, acoso sexual (por teléfono, en las calles, en la oficina, y en el aula), mutilación genital (clitoridectomías, escisión, infibulaciones), operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías gratuitas), heterosexualidad forzada, esterilización forzada, maternidad forzada (por la criminalización de la contracepción y del aborto), psicocirugía, negación de comida para mujeres en algunas culturas, cirugía plástica, y otras mutilaciones en nombre del embellecimiento. Siempre que estas formas de terrorismo resultan en muerte, ellas se transforman en femicidios. El asesinato misógino de mujeres cometido por hombres.

Diana Russell El asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres cometidos por hombres.

Marcela Lagarde Es el conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los crímenes, los secuestros y las desapariciones de niñas en un cuadro de colapso institucional. Se trata de una

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fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad. Por eso el feminicidio es un crimen de Estado. Es preciso aclarar que hay feminicidio en condiciones de guerra y de paz.

El feminicidio sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales agresivas y hostiles que atentan contra la integridad, el desarrollo, la salud, las libertades y la vida de las mujeres.

En el feminicidio concurren en tiempo y espacio, maltrato, abuso, vejaciones y daños continuos contra las mujeres realizados por conocidos y desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de algunas de las víctimas.

Julia Monárrez El feminicidio toma en consideración: la relación inequitativa entre los géneros, la estructura de poder y el control que tienen los hombres sobre las niñas y mujeres para que ellos dispongan el momento de su muerte; los motivos a los que se recurre para justificar el asesinato; los actos violentos que se ejercen en el cuerpo de la víctima; la relación de parentesco entre la víctima y el victimario; los cambios estructurales que se dan en la sociedad; la falta de investigación y procuración de justicia por parte de los aparatos de impartición de justicia, y la responsabilidad y/o complicidad del Estado.

Se entenderá por femicidio el asesinato de mujeres por razones asociadas con su género. El femicidio es la forma más extrema de violencia de género, entendida esta como la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres en su deseo de obtener poder, dominación o control. Incluye los asesinatos producidos por la violencia intrafamiliar y la violencia sexual. El femicidio puede tomar dos formas: femicidio íntimo o femicidio no íntimo.

TIPOS DE FEMINICIDIO-FEMICIDIO

Ana Carcedo Femicidio íntimo Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia, o afines a estas.

Femicidio no íntimo Son aquellos asesinatos cometidos por hombres con quienes la víctima no tenía relaciones íntimas, familiares, de convivencia, o afines a estas. Frecuentemente, el femicidio no íntimo involucra el ataque sexual de la víctima.

Femicidio por conexión Además del femicidio íntimo y el no íntimo, existe una tercera categoría para clasificar las muertes por femicidio: los femicidios por conexión. Con esta categoría se hace referencia a las mujeres que fueron asesinadas “en la línea de fuego” de un hombre tratando de matar a una mujer. Este es el caso de mujeres parientes, niñas u otras mujeres que trataron de intervenir o que simplemente fueron atrapadas en la acción del femicida.

Julia Monárrez Feminicidio familiar Asesinato de uno o varios miembros de la familia cometido por un hombre. Está basado en relaciones de parentesco entre la o las víctimas y el victimario.

Feminicidio íntimo Asesinatos de mujeres “cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia o afines a estas” (Carcedo y Sagot, 2002). Se subdividen en feminicidio infantil y familiar.

Feminicidio infantil Es el asesinato de niñas, por hombres o mujeres, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que les otorga su situación adulta sobre la minoría de edad de la niña.

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Feminicidio por ocupaciones estigmatizadas Las mujeres son asesinadas por ser mujeres. Sin embargo, hay otras mujeres que lo son por la ocupación o el trabajo desautorizado que desempeñan. Bajo este criterio se encuentran aquellas que trabajan en bares y en centros nocturnos. Ellas son las bailarinas, las meseras y las prostitutas.

Feminicidio sexual sistémico El feminicidio sexual es el asesinato de mujeres que son secuestradas, torturadas y violadas. Sus cadáveres, semidesnudos o desnudos son arrojados en las zonas desérticas, los lotes baldíos, en los tubos de desagüe, en los tiraderos de basura y en las vías del tren. Los asesinos por medio de estos actos crueles fortalecen las relaciones sociales inequitativas de género que distinguen los sexos: otredad, diferencia y desigualdad. Al mismo tiempo, el Estado, secundado por los grupos hegemónicos, refuerza el dominio patriarcal y sujeta a familiares de víctimas y a todas las mujeres a una inseguridad permanente e intensa, a través de un período continuo e ilimitado de impunidad y complicidades al no sancionar a los culpables y otorgar justicia a las víctimas. Se divide en las subcategorías de organizado y desorganizado y toma en cuenta a los posibles y actuales victimarios.

Feminicidio sexual sistémico desorganizado El asesinato de las mujeres está acompañado -aunque no siempre- por el secuestro, tortura, violación y disposición del cadáver. Los asesinos, presumiblemente, matan por una sola vez, en un período determinado; y pueden ser hombres desconocidos, cercanos o parientes de las víctimas que las asesinan y las depositan en parajes solitarios, en hoteles, o en el interior de sus domicilios.

Feminicidio sexual sistémico organizado El asesinato de las mujeres está acompañado por el secuestro, tortura, violación y disposición del cadáver. Los asesinos pueden actuar como una red organizada de feminicidas sexuales con un método consciente y sistemático a través de un largo e indeterminado período,

dirigido a la identidad de sexo y de género de las niñas/mujeres.

TIPOS DE ASESINATO DE MUJERES

Asesinatos de mujeres por narcotráfico y crimen organizado Los asesinatos de mujeres por narcotráfico y crimen organizado están sustentados en el lavado de dinero, extorsión por intimidación, tráfico de personas y mercancías y robo de autos. Además, en la producción, distribución y consumo de drogas. El asesinato de ellas obedece a las siguientes causas: por pertenecer a estas redes y tener diferencias dentro de estas organizaciones y por denunciar actividades relacionadas con el narcotráfico. El enfrentamiento público entre las redes delincuenciales también provoca la muerte de niñas y mujeres.

Asesinatos de mujeres por violencia juvenil Los asesinatos de mujeres por violencia juvenil, tienen su inicio en los jóvenes que se enfrentan en los espacios públicos para delimitar y avanzar en el dominio de sus territorios, por medio de las armas y a través del asesinato de los contrarios. Los asesinatos de las mujeres por estos grupos, no deben ser analizados como contingencias, sino como resultado de una violencia más amplia que muestra la agresión temprana de que han sido objeto los jóvenes, posesión de armas, uso de drogas, desconfianza en los sistemas judiciales y un desarrollo social y económico inequitativo.

Asesinatos de mujeres por violencia comunitaria Los asesinatos de mujeres por violencia comunitaria se producen entre individuos conocidos o desconocidos entre sí. El objetivo de estos asesinatos por parte de sus autores es lograr objetivos económicos y/o sociales. Estos asesinatos tienen diferentes motivaciones entre las cuales se encuentran los desacuerdos, las discusiones, las riñas, las venganzas y los robos.

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Cuadro 1 16

Cuadro 2 17

16 Cuadro, en Russell, Diana, “Definición de feminicidio y conceptos relacionados”, Diana Russell y Roberta Harmes, editoras, Feminicidio: una perspectiva global, México, Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada, 2006. 17 Cuadro, Ibíd

CAMPAÑAS

VÍCTIMAS Escrito por Marcos Martes, 07 de Diciembre de 2010 10:33 - Actualizado Viernes, 11 de Marzo de 2011 13:50 No podemos saber cómo es el momento final de una mujer asesinada con saña. Si lo imaginamos, una sensación de dolor atraviesa nuestro cuerpo. El feminicidio es una forma de barbarie contemporánea normalizada en la sociedad, por ello cabe preguntarnos: ¿qué grado de responsabilidad tenemos cada uno de nosotros y nosotras en la construcción social de la víctima?

ARMAS Los hombres utilizan un variado y sofisticado catálogo de armas y son capaces de usar sus propios cuerpos como arma letal. La adoración por las armas comienza en la infancia. Una metonimia desnuda: él puede ser un cuchillo, un machete, un hacha, una pistola, un rifle. Él puede estar en un altar y ser venerado por ejercer la violencia, una imagen simple y aterradora.

QUEREMOS SABER… Queremos saber por qué el feminicidio es una barbarie normalizada. Queremos saber por qué en los países de Iberoamérica no se lleva un registro detallado de cada uno de los asesinatos de mujeres. Queremos saber por qué cada uno de los tipos de crímenes de género no es documentado en una base de datos unificada, que tenga en cuenta la relación de la víctima con el victimario, los actos violentos que los asesinos cometen sobre los cuerpos de las mujeres, la actuación de la justicia y qué porcentaje de feminicidios queda impune.

RED VOLUNTARIADO En Feminicidio.net dedicamos este día a impulsar la revolución de las mujeres en la red. INFORMATE PARA PODER ACTUAR

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Lo que no se nombra no existe, de ahí que resulte necesario familiarizarse con algunas de sus definiciones. El término fue acuñado por la teórica feminista anglosajona, Diana Russell, en 1976, en el Tribunal Internacional de Crímenes contra Mujeres celebrado en Bruselas. En 1992, Russell junto a Jill Radford y Jane Caputi dan a conocer el constructo teórico femicide.

VICTIMARIOS Es cierto que sólo algunos hombres asesinan a las mujeres, sin embargo la pregunta que aparece en esta serie de carteles está latente en el imaginario social, en la construcción de subjetividades, en las manifestaciones culturales y en las estadísticas: más del 95 por ciento de todos los crímenes que se cometen en el mundo son perpetrados por hombres.

LAS CIFRAS DE LA BARBARIE Casi todos los países de Iberoamérica carecen de estadísticas oficiales de feminicidios. Los datos que conocemos son elaborados en la mayoría de los casos por organizaciones civiles de mujeres.

POR VENIR… Un agujero negro es lugar abierto a lo increíble. El color blanco se revela donde antes había rojo. La imagen cambia de registro. Hay un cuestionamiento. Un leve giro de ruta. Aquí la necesidad y el deseo eligen vencer al miedo. La fuerza del movimiento nos protege: ¿Parar el feminicidio? Sí, es posible. Intentémoslo.

BASE DE DATOS FEMINICIDIO EN IBEROAMÉRICA h t t p : / / w w w . f e m i n i c i d i o . n e t /i n d e x . p h p ? o p t i o n = c o m _content&view=ar t ic le&id=314:base-d e - d a t o s - f e m i n i c i d i o - e n -iberoamerica&catid=16:el-feminicidio-en-cifras&Itemid=20

Bienvenida, bienvenido a la Base de Datos Feminicidio en Iberoamérica, una herramienta online en la que puedes registrar

y documentar casos de feminicidio-femicidio y/o asesinatos de mujeres y niñas. En esta fase del proyecto que iniciamos en marzo de 2011, la base de datos permite la documentación de casos particulares y globales de feminicidios de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. El primer paso para empezar el proceso es inscribirte como usuario/a. Envíanos un email con tu solicitud a [email protected] . En seguida nos pondremos en contacto contigo y te brindaremos los datos de Nombre de usuario/a y Contraseña, con los que podrás acceder al registro.

Para ayudarte en tu manejo de la Base de Datos Feminicidio en Iberoamérica te recomendamos descargar la Guía de usuarios/as o acceder al tutorial en formato video haciendo click aquí. También te sugerimos que leas los objetivos de la construcción de la base de datos. Con relación a la información sobre los casos de feminicidio que vas a rellenar, te sugerimos que leas nuestra política de privacidad. En caso de que no desees o no puedas registrar casos de feminicidio en nuestra base de datos pero te interesa consultar el modelo que hemos elaborado, lo puedes descargar aquí. Nos interesa compartir nuestro trabajo porque consideramos que la mente también es una construcción colectiva. Si tienes sugerencias o nos quieres brindar tus aportes para mejorarla, cambiar o agregar campos, ponte en contacto con Femincidio.net. Agradecemos tu colaboración

RESISTENCIA POÉTICA Puede que no sepas qué hacer. Puede que te carcoma la desesperanza. Puede que no entiendas qué está pasando allá afuera pero sientas el caos y veas la fachada del derrumbamiento. Puede que palpites esta crisis como un agujero negro que te chupa hacia su centro y te arrincona en la tristeza

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y la ansiedad. No es malo: estás vivo, estás viva.

Puede que tu malestar te conduzca a otro lado. Piénsalo. La angustia es un motor, una puerta de salida, el inicio de otro camino. Deja que te roce como el agua que pasa, la lluvia que lava el cuerpo. Abre los ojos. No te evadas, no huyas de ti mismo, de ti misma. No hay ningún lugar adonde ir. No sólo amenazan el desmantelamiento de este modelo de Estado, el fin del trabajo tal como lo conocíamos hasta ahora; la violencia patriarcal, auténtica peste del siglo XXI y representada de diversas maneras: desde la carrera armamentista y la energía nuclear que se rifan ya no pocos países del planeta, hasta la sociedad entre las mafias y el capital trasnacional; la pobreza extrema de la mayoría de la población mundial y la acumulación de riqueza en unas pocas manos... No sólo amenazan el capitalismo y el agotamiento de los recursos. También, amenazan el amor en falta, la pulsión de muerte colectiva, la incapacidad de empatizar con los otros y otras, el nihilismo ensordecedor, la servidumbre voluntaria. Amenazan la subjetividad arrebatada, el vacío

lleno de objetos. Amenaza no estar conectados con la vida. No te quedes quieto, quieta. No te tragues la indignación, la impotencia, la frustración, el miedo a la incertidumbre. Muévete por una causa digna. La que sea, no tiene que ser esta. La dignidad se merece un tributo. Y la alegría, la de la lucha, la de no rendirse, la de intentar cambiar tu mundo. Te invito a que nos inventemos y reinventemos una resistencia poética.

En este proyecto partimos de una impo-sibilidad: documentar y llevar un registro de feminicidios de 21 países de Iberoamérica. Sabemos que nos sumergimos en una tarea titánica y monumental, que es costosa e implica esfuerzo, solidaridad, compromiso de una parte de la ciudadanía global y el trabajo de decenas y decenas de voluntarios y voluntarias. También sabemos que podemos conseguirlo. En tiempos de oscuridad bien vale la pena jugársela en grandes retos.

Hoy ponemos la primera piedra de la Red de Voluntariado Feminicidio.net Graciela Atencio Madrid, 1 de Febrero de 2011

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LA BICICLETA MARAVILLA Concurso de Cuento 2012 Tercer Puesto

Por: Fabiana Sorelly Álvarez Jiménez

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Ella llegó un día a aquél hospital donde pasaba mis días, curaba personas y ellas me curaban a mí, llenaban en mí el vacío innato de todo ser humano. Sus sonidos guturales captaron mi atención al instante, ella se sentía atacada, su medio de defensa eran alaridos y golpes, como una bestia indomable que ha sido tomada a la fuerza, como la mar embravecida en medio de la tormenta, tan impredecible, tan impulsiva, tan imparable. Yo ya la conocía, un día la había visto en mis sueños del pasado, tal vez hice parte de su oscuridad alguna vez, lo sabía todo, sabía por qué venía. –Una recaída de bici, me dije, y corrí en su auxilio.

Tranquila -le dije- no te haremos daño, pero ella no comprendía nada, ella tenía miedo. Ella decía estar rodeada por perversos seres de batas blancas y aparatos colgando de sus cuellos, ella creía que todos en este lugar éramos omnipotentes, creía que experimentábamos con ella. Los calmantes y sus extremidades atadas fueron una solución temporal, aunque ella seguía un poco inquieta. El único motivo para vivir que encontraba era su bici, aquella bicicleta de todos los colores del arcoíris.

Un conocido con ansias de dinero le ofreció un día su bici, para que probara pasear en ella, y ella siendo una adolescente insegura y con deseos de volar lo intentó, disfrutando tanto de esta experiencia que se convirtió en su cotidianidad, casi su vida entera. Ella descubrió que con su bici podía ir a cualquier lugar sin extenuarse, ella partía en su bicicleta cada vez que

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su realidad se tornaba gris, prefería los colores que su bici aportaba a su vida. Otros preferían tomar distintos medios de transporte, pero ella nunca dejó a su bici, su heroína la salvaba de todos los crueles villanos que atormentaban sus días.

La vida nunca es fácil, su vida tampoco era un ensueño, no era dulce como los chocolates, era amarga como un purgante y así purgó su alma. Ella era infeliz, ella se había quebrado en millones de pedazos y mientras unía sus fragmentos creció sin notarlo, ella dejó de ser una nena siéndolo aún, sus pensamientos tomaron un tono alba, como encanecidos. Dejó a un lado su mundo de muñecas y chocó contra el duro pavimento que es la realidad, ella no se aceptaba, no se quería ni la querían, nadie se preocupó por ella, nadie notaba su presencia ni aún su ausencia.

Por eso decidió entregarse de lleno a su bici y viajar hacia universos completamente inversos al suyo, creyó encontrar la felicidad en todo lo opuesto a su realidad, realizaba viajes diariamente, era su manera de escapar. En estos lugares fantásticos podía hacer lo que quería, nada ataba sus alas, ¿Y quién no ha querida alguna vez ser un ave? Así se sentía ahora, un colibrí que aleteaba rapidito para no perder el tiempo e ir a todas partes, podía conversar con las

flores, que aunque egocéntricas eran divertidas. Así, pudo tener muchas aventuras que no hubiera podido alcanzar sin su bici, su preciada bici. Visitó a las hormigas en sus colmenas, a las abejas en sus hormigueros, habló con un activo oso perezoso y tropezó con otro oso con lentes de contacto. Nadó con una orca defensora de la vida y un tiburón sin dientes la transportó de nuevo hacia la orilla, acompañada de un delgado manatí. Tomó el té con una obediente iguana en horas de la mañana, mientras otros tomaban café. Presenció cómo Caperucita Roja se comió al lobo y visitó una vez al Doctor Quijote de la Mancha, un famoso psiquiatra, experto en demencia y trastorno bipolar.

Se enamoró de su cantante preferido, un tenor casi mezzo soprano que tocaba melodías quiméricas en una lira sin cuerdas, fueron amantes durante tres años, aunque él nunca la conoció. Fue amiga de un psicópata que asesinó veinte personas, haciéndoles cosquillas hasta que murieron de risa. Aprendió a reír con las manos, a llorar con los pies, a hablar con los ojos y las pestañas. Presenció la función de un mago que no sabía ningún truco y le pidió a un herrero que le fabricara un corazón de oro, para ser así una mejor persona.

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Veía sombras de gigantes, radiantes colores, animales aún desconocidos y por tanto innominados, la mar con astros caídos flotando en su inmensidad, príncipes encantados buscando a sus princesas perdidas, diamantes luminosos descendiendo lentamente de un negro cielo, niños corriendo por prados verdes, personas buenas, políticos sinceros, abogados honestos, mujeres de acero, hombres de color liderando blancos esclavos, fusiles cargados con flores, tiempos dorados inexistentes.

Hablaba con su abuelo muerto, jugaba a las escondidas con su tío desaparecido; pedía consejos a un peculiar gato que conoció una vez, su nombre era Juanchito y poseía una gran sabiduría, la sacaba de todos sus embrollos dándole instrucciones con dulzura, comían panecillos de nube, ¿Quién acaso no quiso alguna vez morder una nube esponjosa? y bebían vino espumoso, el favorito de Juanchito. Interpretaba tangos pesados que luego bailaba con una cebra bípeda, Lucía, cuyos movimientos eran tan finos como los del viento, se deslizaba casi levitando.

Nadie sabía nada, nadie se interesó en realidad en saber algo de ella. Sólo una voz interna, su otro ser o tal vez yo, le aconsejaba abandonarlo, pero ella lo ignoraba, no tenía la tenacidad

para lograrlo. Al inicio, sus paseos fueron cortos, placenteros; luego se hicieron cada vez más largos, podía quedarse horas y horas en su bici, así podía evitar preocuparse por su madre depresiva, por su padre que salió y nunca volvió, por su hermanito muerto, por cuidar su peso para no ser maltratada en el colegio, todo era ahora banal para ella, sólo importaba su bici.

Algunas veces encontró entornos más oscuros que los de su vida en sus viajes, pasear podía ser doloroso, pero ella prefería este dolor abstracto, intangible, a enfrentarse con su realidad. Su mente ya no deseaba continuar más en lo terreno, deseaba ir más allá. Su bici le brindaba universos alternos, y ella podía explorarlos todos, vivirlos todos, sentir, correr, bailar, levitar, estando por encima de todo nadie podía tocarla, nadie la hería.

Bailaba junto a ángeles y demonios, era así como se sentía libre. Cada vez necesitaba más y más, no tenía control alguno de este vicio que la corroía poco a poco. Bajó de peso y su salud empeoró, pero ella no dejaba su bicicleta. Un pinchazo, un frenesí que recorría sus venas y todo se volvía un sueño, era como alcanzarlo todo, quédandose en un solo lugar pero a la vez estando aquí y allá, en su mente. Tocaba el cielo y el infierno, el día y

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la noche, el blanco y el negro, iba a donde le apetecía, siempre quieta. La conocí en su antes y ahora me topé con ella en su después de, después de viajar por años. Su bici la consumió poco a poco, le arrancó los retazos de realidad que quedaban en su ser, ella ya no comprendía nada, este mundo le era completamente ajeno, ella ya no pertenecía a este lugar. Vivía en

las estrellas, en la luna o tal vez en Júpiter, y cualquier intento enfocado en traerla de vuelta la irritaba, no pude hacer nada por ella, yo aún persisto en este mundo, yo ya no soy ella. Al fin, se dejó ir por completo e inició una nueva vida, escapó del ser que ya no era para renacer en su infinito imaginario.

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CIUDADANOS DE SEGUNDA CLASE

Por: Jaime Jaramillo Panesso

Los libertadores de esta República fueron hombres formados en la cultura de la Ilustración. Pero su actividad política se caracterizó por la milicia y por el ejercicio de la administración pública. Como militares llegaron al grado de generales. Como administradores del estado alcanzaron los cargos de Presidentes. Tales son, por ejemplo, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander. Lo fueron también Obando, Mosquera, Urdaneta, Alcántara Herrán, López, Santos Herrera, Melo, Eustorgio Salgar, Julián Trujillo, José María Campo, Eliseo Payán, Rafael Reyes y otros. En otras palabras, como militares y como políticos eran ciudadanos con el derecho a elegir y ser elegidos.

Con el paso de los años y debido a la inmadurez de la República, los políticos civiles le prohibieron a los miembros de la Fuerza Pública y a la Policía que participaran en los asuntos públicos distintos a los del ejercicio de su tarea de la guerra, el orden público, la persecución y captura de los delincuentes, la defensa de la integridad territorial, el apoyo a los jueces en la aplicación de la ley y la sumisión a las altas autoridades legítimamente constituidas. Para apartarlos de la “política”, la cual es monopolio de los partidos y de sus dueños o dirigentes, se consagró la noción de “no deliberación” para los hombres de las armas constitucionales. Así los convirtieron en ciudadanos de segunda clase. No deliberantes significa que no tienen voz ni voto en los problemas de la República ni en la política pública. No pueden elegir ni ser elegidos, no pueden asociarse tampoco. El recorte de sus derechos constitucionales conlleva a dos posiciones: una, los militares solo opinan en círculos cerrados entre ellos mismos. Dos: quedan aislados de los civiles y por consiguiente viven constreñidos en guetos donde los oficiales y sus familias forman ligas exclusivas. Por supuesto que esto no es absoluto, pues los policías, los patrulleros habitan los mismos barrios donde no solo están sus parientes, sino varios de los sujetos que son objetivo de la justicia penal.

La consolidación de la democracia en el mundo de hoy es incompatible con la restricción de los derechos fundamentales a los militares y a la policía. Los internos o detenidos en las cárceles de Colombia pueden votar, salvo que hayan sido condenados y las sentencias contengan la suspensión de los derechos políticos, que se recuperan una vez terminen los tiempos de la ejecución de la pena. Un artículo de la columnista Laura Gil en El

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Tiempo, días recientes, sobre este mismo tema decía: “Además de Colombia, solo Guatemala, Honduras y República Dominicana conservan este adefesio legal en las Américas”. Y agrega más adelante: “En Colombia, la interdicción del voto para la Fuerza Pública es particularmente lesiva porque ella incluye a la Policía”.

Esta injusta y restrictiva situación determina que la voz de los militares solo se conozca por medio de las asociaciones de retirados, lo cual no deja de ser un modo ficticio y deformador de la realidad de quienes están en el ejercicio diario de

sus funciones legales y constitucionales, pero como ciudadanos de segunda clase. Otra cosa es que los militares y policías activos sean miembros activos de los directorios políticos, pero un primer paso es que al menos puedan elegir libremente como lo hacen el resto de los ciudadanos. Y más pronto que tarde también puedan ser elegidos como concejales, diputados o congresistas, sin tener que renunciar a sus galones, así como un médico o un abogado no deben renunciar a su profesión para ocupar esos mismos cargos.

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JESúS AURELIANO GÓMEz JIMÉNEzAbogado historiador de la U.de.A.Especialista en Teoría General del Delito de la U.de.AMagister en ciencias Políticas de la U.de.A.

JUAN GUILLERMO JIMÉNEz MORENO Juez Doce Penal del Circuito de Medellín

ALExIS PEÑA FERNáNDEzEspecialista en Derecho Constitucional.Especialista en Derecho ProcesalPremio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses 2010.

NATALIA URREGO T.Escribiente de la Secretaria de la Sala Civil, Familia del Tribunal Superior de Medellín.

GRACIELA ATENCIOEditora del portal de Internet feminicidio.net

FABIANA SORELLY áLVAREz JIMÉNEz Fiscal Tercera Local Unidad CAVIF de Medellín.

JAIME JARAMILLO PANESSOAbogado, columnista, Presidente honorario de la Academia Colombiana del Tango. Miembro de la Comisión Facilitadora de Paz y Presidente de la Comisión Regional de Restitución de Bienes.

RUBÉN DARÍO HIGUITA LONDOÑO Bajista de la Banda Delirare.Estudiante de Publicidad.

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Solicitamos respetuosamente a nuestros colaboradores tener en cuenta las siguientes ins-trucciones:

1. Entregue sus artículos luego de una cuidadosa revisión. Preste atención a las convencio-nes ortotipográficas más universalmente aceptadas. Tenga especial cuidado en incluir toda la información bibliográfica completa en sus citas y notas de pie de página. Presente unos originales cuidadosamente revisados. Remita sus trabajos digitados en una única fuente, Times New Román. Todo artículo debe ser procesado en Word y el texto se ha de entregar impreso, además del respectivo archivo electrónico.El artículo debe estar acompañado de un mini-curriculum vitae del autor.2. Se aceptan máximo quince (15) páginas y mínimo cinco (5) por artículo.3. El autor es responsable de los enfoques y conceptos expresados en su colaboración.4. El Comité de Redacción es completamente autónomo para hacer las correcciones de for-ma de los textos que recibe.

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