british standard 7750 inglaterra

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British Standard 7750 (ISO 14000) Los sistemas de gestión ambiental son relativamente nuevos, su implementación ha comenzado a ser cada vez más importante en el sector empresarial. Sin embargo, aun cuando nadie esperaría tener un negocio exitoso sin un apropiado sistema de gestión financiera, la gestión ambiental todavía es considerada por muchos como un costo para la industria. Aún no hay conciencia de que mejorando su imagen en materia ambiental, manejando correctamente las materias primas utilizadas y los residuos generados, y evitando multas por incumplimiento de la normativa ambiental, las empresas pueden ahorrar importantes cantidades de dinero. La primera norma británica de gestión ambiental —denominada BS 7750— fue desarrollada en Inglaterra por la Institución de Normalización Británica (British Standards Institution) a principios de la década de los ’90s. BS 7750 es similar al modelo de un sistema de gestión de calidad muy exitoso: la BS 5750 (ahora denominado ISO 9000). Al mismo tiempo que este sistema estaba siendo desarrollado, el Eco-management and Audit Scheme o Plan de Gestión y Auditoría Ecológica (EMAS) fue autorizado por la norma 1836/03 de la Comunidad Económica Europea. Este esquema fue diseñado para proporcionar a las organizaciones ya acreditadas en materia ambiental otra herramienta para demostrar a los consumidores su compromiso con el medio ambiente y para controlar a las industrias más contaminantes de Europa. Inicialmente fue planteado sólo como una auditoría ambiental, sin embargo, luego se hizo evidente que esto no era suficiente y que se requería que fuera parte de un plan que incluyera la gestión ambiental. Si bien estos dos sistemas —BS 7750 y EMAS— fueron desarrollados al mismo tiempo, tienen orígenes distintos. Por

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Page 1: British Standard 7750 Inglaterra

British Standard 7750 (ISO 14000)

Los sistemas de gestión ambiental son relativamente nuevos, su implementación ha comenzado a ser cada vez más importante en el sector empresarial. Sin embargo, aun cuando nadie esperaría tener un negocio exitoso sin un apropiado sistema de gestión financiera, la gestión ambiental todavía es considerada por muchos como un costo para la industria. Aún no hay conciencia de que mejorando su imagen en materia ambiental, manejando correctamente las materias primas utilizadas y los residuos generados, y evitando multas por incumplimiento de la normativa ambiental, las empresas pueden ahorrar importantes cantidades de dinero.

La primera norma británica de gestión ambiental —denominada BS 7750— fue desarrollada en Inglaterra por la Institución de Normalización Británica (British Standards Institution) a principios de la década de los ’90s. BS 7750 es similar al modelo de un sistema de gestión de calidad muy exitoso: la BS 5750 (ahora denominado ISO 9000).

Al mismo tiempo que este sistema estaba siendo desarrollado, el Eco-management and Audit Scheme o Plan de Gestión y Auditoría Ecológica (EMAS) fue autorizado por la norma 1836/03 de la Comunidad Económica Europea. Este esquema fue diseñado para proporcionar a las organizaciones ya acreditadas en materia ambiental otra herramienta para demostrar a los consumidores su compromiso con el medio ambiente y para controlar a las industrias más contaminantes de Europa. Inicialmente fue planteado sólo como una auditoría ambiental, sin embargo, luego se hizo evidente que esto no era suficiente y que se requería que fuera parte de un plan que incluyera la gestión ambiental.

Si bien estos dos sistemas —BS 7750 y EMAS— fueron desarrollados al mismo tiempo, tienen orígenes distintos. Por otra parte, BS 7750 ha sido reemplazada actualmente por la norma internacional ISO 14000.

British Standard 7750

La norma británica BS 7750: Sistemas de gestión ambiental es el plano partida para la ISO 14000. La BS 7750 se diseñó para asegurar que las prácticas de gestión ambiental de una compañía sean congruentes con las metas establecidas y que su conformidad puede ser confirmada por terceras partes.

Esta norma fue publicada en 1992 y fue el primer sistema de administración ambiental certificable. Su desarrollo se impulsó con base en la Ley de Protección Ambiental del Reino Unido de 1990. Esta norma fue desarrollada con la intención de que sus requisitos fueran compatibles con la Regulación sobre Eco-Administración y Auditoría de la Comunidad Europea (European Community´s Eco-Management and Audit Regulation). El núcleo de la BS 7750 es el llamado registro de efectos que requiere que las empresas investiguen cuales son los efectos ambientales de sus actividades, decidan cuales son los más importantes y establezcan objetivos y metas para reducirlos. Periódicamente se deberá auditar el avance logrado. El registro de efectos proporciona una estrategia para identificar

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oportunamente los problemas ambientales y llevar a cabo acciones para resolverlos. Este sistema permite, además, que un auditor determine si la empresa tiene un método adecuado para definir lo que ésta considera como efectos importantes. Las empresas que aplican esta norma están obligadas a difundir públicamente los planes y objetivos ambientales corporativos.

BS7750 es una especificación para un sistema de dirección ambiental. Es usado describir el sistema de dirección ambiental de la empresa, evaluar su funcionamiento y definir la política, prácticas y objetivos; y proporciona un catalizador para la mejora continua.

BS7750 fue desarrollado como una herramienta para concernir sobre riesgos ambientales y daño (tanto verdadero como potencial). El cumplimiento al estándar es voluntario para empresas, y complementa el cumplimiento requerido a la legislación estatutaria.

BS7750 requiere una Política Ambiental existente dentro de la organización, totalmente apoyada por la dirección. La política tiene que clarificar el cumplimiento con la Legislación Ambiental que puede efectuar la organización y acentuar un compromiso a la mejora continua.

La revisión preparatoria y la definición de los efectos ambientales de la organización no son la parte de una Evaluación BS7750, sin embargo el examen de estos datos proveerá de una revisión de cuentas externa de una riqueza de información sobre los métodos adoptados por la empresa. La revisión preparatoria así mismo debería ser comprensiva en consideración a procesos de entrada y salida en el sitio. Esta revisión debería ser diseñada para identificar todos los aspectos relevantes ambientales. Esta revision pueden relacionarse con operaciones corrientes, con el futuro y quizás aún con futuras actividades imprevistas, y seguramente se relacionará con las actividades realizadas en la empresa en el pasado.

Muchas de las disposiciones contenidas en la norma ISO 14000 se basaron en la norma BS 7750, y a partir del 31 de marzo de 1997, esta última fue reemplazada por la primera.

Se debe tener presente que las normas estipuladas por ISO 14000 no fijan metas ambientales para la prevención de la contaminación, ni tampoco se involucran en el desempeño ambiental a nivel mundial, sino que, establecen herramientas y sistemas enfocadas a los procesos de producción al interior de una empresa u organización, y de los efectos o externalidades que de estos deriven al medio ambiente.

Cabe resaltar dos vertientes de la ISO 14000:

1. La certificación del Sistema de Gestión Ambiental, mediante el cual las empresas recibirán el certificado.

2. El Sello Ambiental, mediante el cual serán certificados los productos ("sello verde").

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La ISO 14000 se basa en la norma Inglesa BS7750, que fue publicada oficialmente por la British Standards Institution (BSI) previa a la Reunión Mundial de la ONU sobre el Medio Ambiente (ECO 92).

La norma ISO 14000 es un conjunto de documentos de gestión ambiental que, una vez implantados, afectará todos los aspectos de la gestión de una organización en sus responsabilidades ambientales y ayudará a las organizaciones a tratar sistemáticamente asuntos ambientales, con el fin de mejorar el comportamiento ambiental y las oportunidades de beneficio económico. Los estándares son voluntarios, no tienen obligación legal y no establecen un conjunto de metas cuantitativas en cuanto a niveles de emisiones o métodos específicos de medir esas emisiones. Por el contrario, ISO 14000 se centra en la organización proveyendo un conjunto de estándares basados en procedimiento y unas pautas desde las que una empresa puede construir y mantener un sistema de gestión ambiental.

En este sentido, cualquier actividad empresarial que desee ser sostenible en todas sus esferas de acción, tiene que ser consciente que debe asumir de cara al futuro una actitud preventiva, que le permita reconocer la necesidad de integrar la variable ambiental en sus mecanismos de decisión empresarial.