capítulo i la vi.rión de la agricultura gallega

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Capítulo I La vi.rión de la agricultura gallega Hasta hace poco tiempo hablar de la agricultura gallega equivalía a hablar de una agricultura de autosubsistencia, de una esfera pro- ductiva caracterizada por la práctica de una autarquía económica casi total, de una agricultura precapitalista con contactos muy eventuales con el conjunto del sistema económi ĉ o. El primer intento serio de teorización de la agricultura gallega co- mo una agricultura de autosubsistencia ha sido el de Xosé Manuel Bei- ras en 1967'. Con este trabajo, Beiras, aplicando la tipología de sis- temas económicos de Sombart-Marchal, definía a la agricultura galle- ga como una agricultura arcesanal y cerrada: «Es una pura evidencia -testimoniada repetidas veces y en diversos tipos de literatura- que nuestra sociedad campesina practica una economía de subsistencia, re- plegada sobre sí misma, dirigida a la satisfacción de las necesidades de un modo cuasi-autárquicop2. No es nuestro propósito efectuar una crítica en profundidad de esta aportación pionera de X.M. Beiras, lo cual requeriría excesivas páginas si consideramos el tipo de apoyatura teórica empleado. Sin embargo, aún teniendo en cuenta el carácter sobresaliente de tal obra en relación a la situación de subdesarrollo de la ciencia económica en la Cralicia de los años sesenta, nos vamos a permitir señalar las siguientes indicaciones: a) El exacerbado dualismo con el que se contempla al conjunto de la economía gallega: «No se observa, salvo en aspectos muy conta- ^ X.M. Beiras: E! problema de! detarro!!o en !a Galicia rural, Ed. Galaxia, Vigo, t9G7. Z Ibid., P. 32. 21

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Page 1: Capítulo I La vi.rión de la agricultura gallega

Capítulo I

La vi.rión de la agricultura gallega

Hasta hace poco tiempo hablar de la agricultura gallega equivalíaa hablar de una agricultura de autosubsistencia, de una esfera pro-ductiva caracterizada por la práctica de una autarquía económica casitotal, de una agricultura precapitalista con contactos muy eventualescon el conjunto del sistema económi ĉo.

El primer intento serio de teorización de la agricultura gallega co-mo una agricultura de autosubsistencia ha sido el de Xosé Manuel Bei-ras en 1967'. Con este trabajo, Beiras, aplicando la tipología de sis-temas económicos de Sombart-Marchal, definía a la agricultura galle-ga como una agricultura arcesanal y cerrada: «Es una pura evidencia-testimoniada repetidas veces y en diversos tipos de literatura- quenuestra sociedad campesina practica una economía de subsistencia, re-plegada sobre sí misma, dirigida a la satisfacción de las necesidadesde un modo cuasi-autárquicop2.

No es nuestro propósito efectuar una crítica en profundidad deesta aportación pionera de X.M. Beiras, lo cual requeriría excesivaspáginas si consideramos el tipo de apoyatura teórica empleado. Sinembargo, aún teniendo en cuenta el carácter sobresaliente de tal obraen relación a la situación de subdesarrollo de la ciencia económica enla Cralicia de los años sesenta, nos vamos a permitir señalar las siguientesindicaciones:

a) El exacerbado dualismo con el que se contempla al conjuntode la economía gallega: «No se observa, salvo en aspectos muy conta-

^ X.M. Beiras: E! problema de! detarro!!o en !a Galicia rural, Ed. Galaxia, Vigo,

t9G7.Z Ibid., P. 32.

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dos, mezcla de ambos mundos, de ambas comunidades, de ambossistemas. Se observa solamente una coexistencia casi incomunicada ysensiblemente hostil, y una pérdida constante de terreno de una so-ciedad ante la otra. No hay tran.rformación, .rino conflicto y demoli-ción de la rociedad campe.rina^3. Entre el capitalismo urbano y el pre-capitalismo rural no hay, en consecuencia, vínculos económicos y ladominación de la sociedad campesina por el capital se ĉontempla únicay exclusivamente como una acción destructora y sustitutiva; la capaci-dad de resistencia de la economía campesina, la capacidad del capitalpara reestructurar la agricultura gallega son, por consiguiente, nulas.La opinión, ampliamente dominante en Galicia hasta 1977-1978, deque la acción dominadora del capital equivale a la penetración direc-ta de relaciones capitalistas de producción en el sector agrario, tomacuerpo por primera vez con el libro de X.M. Beiras que estamos exa-minando.

b) Una de las tesis centrales del libro es la de que el estancamien-to de la agricultura galleg^ en el período 1929-1960 demuestra clara-mente su carácter precapitalista. Ahora bien, una de las limitaciones-explicitada por el propio Béiras- de la investigación consiste enque el autor se ve obligado, por deficiencias estadísticas, a prescindirdel sector ganadero que, por ser tradicionalmente el de mayor gradode comercialización, debe convertirse en el pilar básico de todo estu-dio que pretenda analizar las líneas de evolución de la agricultura ga-Ilega.

Habiendo dejado fuera del campo de su investigación a las pro-duccionés ganaderas, Beiras formula la hipótesis de que el probadoestancamiento de la estructura de las producciones vegetales es un re-flejo de la persistencia del tipo y del volumen de las producciones ga-naderas a lo largo del período considerado; el estancamiento de lasproducciones vegetales es la demostración más palpable del letargoeconómico en el que se ve sumido el conjunto del sector agrario galle-go a lo largo del período considerado. Aunque esta hipótesis tomacomo base el hecho indudable de la dependencia de la ganadería res-pecto a las ptoducciones vegetales básicas de la alimentación animal,creemos conveniente subrayar los siguientes puntos:

- Las caracter'tsticas del período 1929-1959 introducen un impor-tante sesgo en el examen de la evolución de la agricultura gallega.

3 Ibid., p. 19. Subrayado por J. Colino.

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En efecto, tal fase de la historia económica española comprende lar-gos subperíodos caracterizados por situaciones más o menos estacio-narias, de tal manera que los diferentes modos de producción -capitalistas y no capitalistas- constitutivos de nuestra formación so-cial no conocen las gtandes transfotmaciones que acabarán por cam-biar radicalmente su base económica en la década de los 60.

- En el libro, se desechan estadísticas ganaderas que resultan tancoherentes como laĉ estadísticas vegetales utilizadas. Estadísticas ga-naderas que reflejan una notable expansión de cierto tipo de produc-ciones cárnicas como, por ejemplo, el continuo crecimiento de la pro-ducción de carne bovina durante el período 1953-1960, en el que sedobla el peso anual del conjunto de reses sacrificadas, pasándose de12.700 Tm. de media anual en 1953-1954 a 25.400 e q 1959-19604.

- Se dejan de examinar algunos cambios significativos en la ba-se agrícola del sector agrario gallego. Así, por ejemplo, el hecho deque la producción de maíz fotrajero hubiese pasado de 1,6 millonesde Qm. en 1929-1930 a 2,5 millones en 1958-19595, o que las pra-deras artificiales hubiesen experimentado un considerable crecimien-to, pasando de 7,4 millones de Qm. de producción verde-heno en1932-1933 a 13,1 millones en 1958-1959^. Son cambios embriona-rios en la base agrícola, pero que estaban apuntando una tendenciade la agticultura gallega que Beiras, pteocupado en demostrar su ca-rácter estacionario, no pudo captar.

- Si a ese ctecimiento de las producciones vegetales que consti-tuyen inputs del sector ganadero, añadimos la posibilidad de que, sincambiar sensiblemente la base agrícola, el campesinado hubiese pro-cedido a un aumento de las producciones ganaderas (como señalaban,por otra parte, las estadísticas que Beitas rechaza) por medio de lascompras de forrajes y de piensos, podemos decir que el objetivo dedar cuenta del estancamiento del sector agrario gallego por la «per-manenciaA de la estructuta de las producciones vegetales está lejos deser satisfecho.

c) A1 examinat los aspectos negativos y positivos de la agriculturacampesina gallega, X.M. Beiras cae en una contradicción que echa portietra buena parte del estimable esfuerzo de caracterización teórica del

4 Ibid., cuadro I11.2, p. 87.5 Ibid., anexo Il.ll, p. 177.^ Ibid., anexo 11.13. p. 179.

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agro gallego. En efecto; por una parte, se nos dice que uno de losaspectos negativos de la agricultura gallega es el autoconsumo, es de-cir, la organización de la producción en función de las necesidadesfamiliares^; por otta, se señala como unó de los aspectos positivos elhecho de que las unidades productivas tienen un carácterpluridimensional8, es decir, el hecho de que se produce en su senouna integración vertical que hace que pueda afirmarse que «la finali-dad prinĉipal que persigue el campesino es la de producir ganadosy obtener productos derivados de la ganaderíap^. Ahora bien, segúnel propio Beiras, «es ganado lo que el campesino produce paravenderu10, con lo que no está nada claro si la organización del proce-so de trabajo agrario se hace en función de las necesidades familiareso en fiinción de la producción de un output final de carácter pecuariocuyo destino es el mercado: ^Se trata de una producción de valoresde uso o de una producción de valores de cambio? Aunque la res-pue•ta que nos da Beiras la de que la agricultura gallega produce pa-ra la ca.ra, su argumentación es lo suficientemente contradictoria y laevolución posterior es lo suficieritemente clara como para que tenga-mos serias dudas respecto al mantenimiento del carácter cerrado dela agricultura gallega en la década de los 60. La cuestión tiene unacrucial importancia, puesto que el grado de mercantilización es unade las variables determinantes de la fase por la que atraviesa la articu-lación entre la pequeña producción campesina y el MPC. Es más, conla perspectiva que dan los años transcurridos -que, obviamente, X.M.Beiras no podía tener en 1967-, estamos en condiciones de decir queel aspecto decisivo de la agricultura gallega en 1967, no era tanto lasindudables altas dosis de autoconsumo, como un creciente nivel deinserción en el mercado que, pocos años después, acabaría por cam-biar radicalmente el carácter de la agricultura gallega.

EI conjunto de las tesis de EI próblema del de.rarrollo de !a Galiciarural son retomadas por Beiras en 1972, en el ya clásico de la cienciaeconómica gallega O atra.ro económico de Galicia. Sin embargo, exis-ten en este trabajo algunas consideraciones tangenciales que señala-ban una serie de fenómenos que «teñen por denominador común ode seren mecanismos de apertura forzosa da economía paisán, ou, nou-

- Ibid., p. 52.

e Ibid., p. 67.

^ Párrafo de Juan Rof Codina que cita y hace suyo X.M. Beiras: ibid., p. 68.^o Ibid., p. 68.

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tros termos, mecanismos de destrucción da economía natural, proce-sos de monetarización dos circuítos económicosn11, con lo que X.M.Beiras, pese a seguir calificando la agricuitura gallega como una agri-cultura de autosubsistencia; nos estaba proporcionando un excelentetrampolín para profundizar en la naturaleza de las transformacionesque venía experimentando el campo gallego; trampolín que, no obs-tan[e, adolecía de un defecto que, si era muy embrionario en 1967,se convierte en la catacterística central de la concepción que Beiras tienede la actuación del capital sobre nuestra agricultura en 1972, y quesólo es capaz de imaginar la dominación del capital en términos deuna penetración directa de las relaciones de producción capitalistasen el agro gallego, de tal forma que, para Beiras, dominación del ca-pital y destrucción de la agriculnira campesina son dos fenómenos quevan irremediablemente unidos: «coa penetración da empresa moder-na, financiada e controlada dende fora do medio rural, nas esplota-ciós campesiñas e mariñeiras remata o proceso de aniquilación da eco-nomía natural e de desposesión das poboacións afectadas^1z.

La plataforma analítica suministrada por Beiras en 1972 fue par-cialmente aprovechada por Ramón López-Suevos, quien, en 1975, pu-blica dos trabajos en los que se analizan impor[antes aspectos de lacuestión agraria gallega13. EI aspecto más positivo de la contribuciónde López-Suevos reside en la supetación del dualismo en el que tradi-cionalmen[e se enfocaba a la economía gallega, por medio del plan-teamiento de las relaciones entre agricultura y conjunto de la econo-mía en términos de relaciones entre modos de producción diferentes,dialéctica en la que «a transformación da economía natural en pro-ducción mercantil posee a máis ou[a importancia de cara a domina-ción dos modos de producción precapitalistas polo capitalismop14. Laaportación de López-Suevos, sin embargo, nos parece criticable en lossiguientes puntos:

a) La caracterización que se hace de la agricultura gallega como

^^ X.M. Beiras: O atraro económico de Galicia, Ed. Galaixa, Vigo, 1972, p. 174.

1z Ibid., p. t7G.^3 Ramón López-Suevos:-.O papel do excedenre agrícola na economía galega. en V.V.A.A.: A Galicia

rura! na encruci!lada. Ed. Galaxia, Vigo, 1975.

- Cara unha vi.rión crítica da economía galega, Ed. do Rueiro, La Coruña, 1975.

^4 Ramón López Suevor. :Capitalismo periférico, simbiosis e superesproración: o

caso gaÍego= en Cara unha vitión critica..., op. cit., p. 55. '

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una agricultura precapitalista, es decir, como una agricultura integra-da por unidades productivas que son meros residuos del pasado: «aeixistencia de pequenos productores propietatios non encaixa na lóxi-ca do sistema capitalista considerado en abstrauto. Na realidade, istefenómeno aparece como un ve.rtixio de modor de producciónprecapitali.ctat.^1S. Catactetización de la agricultuta campesina que sederiva de las concepciones de los clásicos del marxismo y que, por lotanto, constituye un deficiente punto de partida para la comprensiónde las transformaciones experimentadas por la agricultura gallegal^

b) La agricultura gallega se sigue caracterizando como una agri-cultura de subsistencia, aunque López-Suevos señale que los rasgostradicionales de la misma estén en fase de desaparición: «A sociedaderural galega ofrece, xa en descomposición, os rasgos dun sistema deproducción pra o uso a base de pequenos productores propietarios.Un sistema de policultivo en vistas ao autoconsumo no que as feirasreforzaban a economía natural consolidando o sistema^". Lo paradó-jico es que, al desĉribir las modalidades de expoliación del exĉedentecampesino por el capitalismo, López-Suevos da cuenta de una seriede mecanismos que son, en su mayor parte, de carácter mercantil- 1)Precios institucionales protectores de las producciones cerealeras y, con-secuentemente, discriminatorias con las producciones ganaderas ga-llegas, 2) intercambio desigual, 3) mercados agrarios hegemonizadospor los oligopolios de demanda, 4) pago de tasas fiscales y parafisca-les... Desde nuestra perspectiva, la naturaleza mercantil de la casi to-talidad de los instrumentos capitalistas de extracción del tiempo detrabajo excedente contemplados por López-Suevos exigían la rupturatotal con la tesis tradicional de la autosubsistencia del agro gallego,que, en nuestro autor, está lejos de producirse, de tal forma que eltérmino de agricultura de subsistencia aparece repetidamente a lo lar-go de un ttabajo ,en el que el mercado apatece como uno de los ins-trumentos primordiales de dominación del capital sobre el campo ga-Ilego:

-«Nas agriculturas de subsistencia dase sempre una esplotacióncombinadap18.

15 Ibid., nota 1. Subrayado por José Colino.16 Remitimos al lector al contenido del libro y de los arriculos ci[ados en la nota

2 de la introducción.^^ Ramón López-Suevos: :O papel do excedente...., art. cit., p. 156.18 Ibid., p. 152. '

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-«Impónse un eisamen concreto do campesinado de subsisten-cia no marco xeral dunha economía dependente oucolonialnl^.

No queremos acabar con este apartado, sin hacer las dos observa-ciones adicionales•siguientes:

- El autor se limita a realizar un inventairo de todo lo que, des-de su punto de vista, puede constituir un instrumento capitalista deextracción del excedente económico producido en las explotacionescampesinas gallegas, sin proceder en ningún caso al análisis porme-norizado de los mecanismos de dominación enunciados. No se tratasólo de que no se aporten elementos cuantitativos que permitiesen,aunque fuera de forma aproximada, cuantificar los flujos del excedentesusttaído a las explotaciones campesinas, sino también que, en este casoconcteto, no hay, ni siquiera, elementos argumentales de carácter teóricoo especulativo. Se trata de formulaciones cuyo único punto de apoyoson los presupuestos ideológicos del autor, tan respetables como cua-lesquiera otros, pero que, por sí solos, tienen muy poco que ver conel análisis económico. Así, por ejemplo, al hablar de la política agra-ria del Gobietno, se nos dice que el precio institucional de la lecheestá discriminado en relación al trigo y que el proteccionismo adua-nero beneficia a las agriculturas cerealeras y perjudica a la agriculturagallega. ^En base a qué se formulan tales valoraciones? En base a na-da; no hay ningún elemento -ni cuantitativo, ni cualitativo- queconfiera solidez a la argumentación de López-Suevos20.

- Resulta incomprensible que, en un trabajo que pretende ana-lizar los mecanismos capitalistas de apropiación del excedente gene-rado por la economía campesina gallega, se desdeñe el papel que eneste terreno desempeña la renta de la tierra: «A apropiación do esce-dente baixo a forma de rendas da terra está por estudar. Probábel-mente non teñen moita importancia, visto o xeneralizada que está aprcpiedade no noso campon21. López-Suevos está dejando fuera desu examen una de las principales vías de evacuación del trabajo exce-

^^ Ramón López-Suevos: ibid., p. 166.20 La relación Preco kg/trigo/Precio L. leche registró un continuo detrioro, pasan-

do de un 90,1% en 1960 a un 61,4% en 1975, fecha de publicación de las obras queestámos analiiando. Cálculo propio en base al Anuarro de Erta^.rtrca Agraña. 1975.

p.p. 46 y 457.21 Ramón López-Suevos: a0 papel do excedente...a, art. cit., p. 153.

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dente en toda economía campesina: la propiedad de la tierra, ya que«la renta no es sólo lo que el campesino paga al propietario de la tie-rra en el caso de un faire-valoir indirecto, sino también el conjuntode intereses que debe pagar con el único fin de conservar o adquirirla tierramzz. -

c) López-Suevos lleva hasta sus últimas consecuencias la visión queBeiras tenía de la dominación del capital sobre el agro gallego, plan-teando las relaciones entre ambos modos de producción en términosde acumulación primitiva: «Na nosa opinión, o que está acontecendono campo gallego constitúe un auténtico proceso de acumulación pti-mitiva; é decir, un proceso de desposesión dos productores direutosdos seus medios de producción e a subseguinte concentración destesnas mans dunha minoría; seña a burguesía intetmediaria propia, se-ña a burguesía monopolista alleap^3. No podía ser de otra maneta:la acumulación primitiva que, en Marx, es la desposesión del trabaja-dor directo por medio de mecanismos extraeconómicos, se amolda per-fectamente a la visión ideológica que López-Suevos tiene de la econo-mía galléga. La dominación colonial de Galicia pot el Estado españoltiene también su vertiente agraria, consistente en una expoliación, porlas vías coercitivas de toda acumulación primitiva, de los medios deproducción -primórdialmente la tierra- del campesino gallego, porparte de la burguesía intermediaria gallega o de la burguesía mono-polista española. EI cuadro es perfectamente coherente a nivel ideoló-gico, pero mucho nos tememos que no se acerque en demasía a larealidad: ^Dónde se encuentran las tierras acumuladas por la butgúe-sía gallega o por la burguesía española? Equiparar el actual procesode dominación del capital sobre la pequeña producción campesina ga-llega con el proceso descrito por Marx en EI Capital para Inglaterracarece de todo sentido. Un proceso de acumulación primitiva tienedos aspectos fundamentales: a) la acumulación por parte de la bur-guesía de los médios de producción de los que ha sido desposeído eltrabajador directo y b) la subsigĉiente proletarización in .ritu del cam-pesinado. Ni que decir tiene que estos dos aspectos suponen la crea-ción de los dos polos de las relaciones capitalistas de producción, ca-pital y trabajo asalatiado, es decir, suponen la destrucción de la pe-queña propiedad campesina y la penettación del MPC en el sector agra-

zz P.P. Rey y otros: CapitaliJme négnér, Ed. Maspero, París, 1976, p. 54.

23 Ramón López-Suevos: .O papel do escedente...s, art. cit. p. 155.

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rio, fenómenos que no se han dado en Galicia, en donde -como ten-dremos ocasión de comprobar- la dominación del capital sobre laagricultura se ejerce a través de mecanismos económicos y conlleva lareproducción de la economía campesina gallega sobre nuevas bases.

d) Al examinar los mecanismos de la acumulación primitiva,López-Suevos, aunque sea de forma marginal, establece una etiologíade la mercantilización de las producciones campesinas que nos pareceincorrecta. En efecto, para López-Suevos, la inserción de las explota-ciones campesinas en los circuítos de intercambio mercantil tiene co-mo principal causa la apropiación capitalista del excedente económi-co generado en lás mismas: aas restantes modalidades devanditas doproceso de acumulaĉión primitiva supoñen a apropiación do esceden-te agrícola por grupos vencellados ao modo de produción dominantenuq proceso que é acumulativo e cuio paso previo é a integración daesplotación campesiña no mercado caplitalista. Pra elo, hay que for-zar a apertura das esplotacións campesiñas creando a necesidade deefeituar pagos en diñeiron24. Esta argumentación nos parece critica-ble si consideramos los siguientes puntos:

- La mercantilización de las producciones campesinas gallegas tie-ne como objetivo fundamental, como examinaremos más adelante,la cobertura de la creciente demanda de productos ganaderos que, porefecto del crecimiento económico, tiene lugar en España a partir de1960. Si la causa fuese oua habría que explicar pot qué el procesode mercantilización se inicia en 1960 y no en 1940 o en 1950.

- Cuando López-Suevos pasa revista a los mecanismos de aper-tura forzosa de las explotaciones campesinas -que desde su perspec-tiva, son también mecanismos de acumulación primitiva- contem-pla una serie de fenómenos que van desde establecimiento de la se-guridad social agraria, hasta la destrucción de la artesanía rural, pa-sando por la introducción de los valores burgueses en el campo que,al alterar los hábitos de consumo, crean nuevas necesidades moneta-rias. Si en la implantación de la seguridad social agraria se puede vis-lumbrar un mecanismo extraeconómico de apertura de las explotacio-nes campesinas al mercado25, en los otros dos fenómenos lo que ope-

z4 [bid., p. 159.z5 Mrcanismo extraeconómico que, en codo caso, estaría en cotal contradicción co q

el objetivo de expropiación del excedente económico del campesinado gallego por elcapi[alismo español, si se considera que una de las principales consecuencias de la se-guridad social agraria en un enorme trasvase de recursos del conjunto del sútema hacia

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ran son mecanismos de natutaleza fundamentalmente económica (ma-yor competitividad de las producciones industriales de carácter capi-talista y aumento del nivel de vida de las clases urbanas). Caracterizartales fenómenos como instrumentos de una hipotética acumulaciónprimitiva resulta totalmente inconcebible y sólo se puede compren-der en base a la previa adopción de una petspectivá colonial de la dia-léctica entre agticultura campesina gallega y capital.

Desde unas bases metodológicas totalmente diferentes, Jesús GarcíaFernández3^ publicaba, en ese mismo año de 1975, el estudio mássobresaliente de la agricultura de subsistencia en Galicia, en el quese ponían a la luz las bases históricas y la lógica económica de la autar-quía de las explotaciones agrarias gallegas. Trabajo perfecto si htibie-se sido escrito quince años antes, pero que, en 1975, nos proporcio-naba un marco explicativo de nuestta agricultura totalmente supeta-do por los hechos. La tesis centtal del libro es la de que la agriculturagallega continúa siendo un policultivo de subsistencia: «Las ventas tie-nen un carácter secundario y marginal; muy frecuentemente son es-porádicas, para obtener unos ingresos que permitan hacer frente enun momento determinado a unos pagos imprescindibles. Por eso, loque se destina al mercado es el sobrante del autoconsumo, y en mu-chas ocasiones los excedentes son forzados; el campesino se lamentatener que venderlos (...). Se comprende por lo tanto, que el policul-tivo de .rub.ci.rtencia que caracterizaba al campo gallego en .riglot ante-riore.r tiga manteniendo toda .ru funcionalidad^^7. Estamos en ptesen-cia, pues, de un libto que, por su excelente factura, venía a reforzarconsiderablemente las tesis ttadicionales sobre el carácter autárquicode la agricultura gallega, en unos años, comienzos de los 70, en quelos gastos y amortizaciones de la economía gallega, es decir, las com-pras de la agricultura al resto de los sectores, Pepresentaban en tornoal 35% de la Producción Final Agratia (P.F.A.) de Galicia28.

Is agricultura. En el cuadro 1.1 se puede apreciar daramente la relevancia de la redis-tribución de renta operada a tiavés. de la seguridad social agraria; explicitemos de lainformación contenida en el mismo que, en 1979, las prestaciones netas -prestaciones

menos recaudaciones- equivalieron al G3,9% de la renta agraria en Galicia, frentea una cifra española del 35,4%.

Z^ Jesús Gatcía Fernández: Organización del etpacio y economía rural en la EJpa-ria Atlántica, Ed. Siglo XXI, Madrid, 1975.

27 Ibid., p. 271. Subrayado por J. Colino. -,ze Cálculo propio en base a Banco de Bilbao: La Renta Naciona! de E.rpaña y lu

dittnbución provincial. Años 1971, 1973 y 1975.

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Nos encontramos, por consiguiente, ante un fenómeno que, des-graciadamente, es muy frecuente en las ciencias sociales, y que consis-te en que la reproducción del marco lógico explicativo de las realida-des socio-económicas supera con creces la reproducción de estas últi-mas. Corresponde a Emilio Pérez Touriño el mérito de haber roto coneste conservadurismo ideológico y de haber planteado la cuestión agra-ria gallega sobre nuevas bases metodológicas29. En efecto, Pérez Tou-riño, apoyándose en teorizaciones como la de Claude Servolin, expo-nía una serie de proposiciones sobre la agricultura gallega que, desdenuestro punto de vista, suponían una ruptura radical con las tesis tra-dicionales y que, básicamente, eran las siguientes:

a) Las luchas de grupos importantes del campesinado gallego poraspectos relacionados con la .política de precios y mercados del Minis-terio de Agricultura ponen en entredicho las formulaciones en las quela agricultura gallega se caracteriza como una agricultura de autosub-sistencia. La «guerra de la lecheb de 1976, las movilizaciones de loscampesinos de A Limia para que el FORPPA absorbiese los exceden-tes de patatas y las presiones de ciertos sindicatos agrarios gallegos pa-ra estar presentes en las negociaciones de los precios institucionalesfijados por el Ministerio de Agricultura, son fenómenos ligados conun tipo de luchas de elases en el campo gallego que echan pot tierrala tesis de la autarquía económica de las explotaciones agrarias galle-gas: «Que na nosa econonlía agraria non se teña producido unha re-conversión que alterase sustancialmente as formas de organización so-cial da producción nun senso capitalista (...) non siñifica en absolutoque nos atopemos a carón dun mundo rural pechado e homoxéñeo,caracterizado como un sistema de producción pra o.uso, prá ca.ra»30.

b) La reproducción de las explotaciones campesinas gallegas debe ex-plicarse en función de'las leyes de acumulación de capital. La econo-mía campesina deja de contemplarse como un simple vestigio históri-co, como algo que solamente puede ser explicado por la recalcitranteinercia de estructuras económicas del pasado, y pasa a ser analizadaen relación al MPC y, más concretamente, con respecto a su funciona-lidad actual para el capital. La dinámica de la pequeña produccióncampesina gallega.está indisociabl.emente unida al praceso de cepro-

29 Emilio Pérez Touriño: .Dominación do capitalismo monopolista e cámbeos na

economía agraria galegas. Mateñaler, n° 5, 1977.

3o Ibid., p. 75.

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ducción amp[iada del capital y sólo puede ser correctamente aprehen-dida en base a las necesidades de tal proceso: «O traveso deste xeitode domiñación, que non necesita da implantación de relacións de pro-ducción capitalista no campo, as clases domiñantes conquiren a postaen valor da producción agrícola-gandeira por un camiño que lles su-pón salvar unha serie de atrancos económicos, como terían de ser arenda do chán e o beneficio, categorías que realizaítanse de existir unhaburguesía agrariapj^.

Con la publicación de este ttabajó de Emilio Pétez Touriño se sen-taban, pues, las bases metodológicas para la superación de las cróni-cas insuficiencias de los estudios sobre la agricultura gallega. Era nece-satio investigar nuestta propia realidad agratia con objeto de ptocedera la superación definitiva de las tesis tradicionales; labor que, por nues-tra parte, emprendimos a partir de 1977 y cuyo resultado final fuela publicación de un trabajo3z, en el que se demostraba que, desdecomienzos de los años sesenta, se ha dado un proceso de mercantili-zación de la agricultura gallega, un proceso de transición de una agri-cultura de subsistencia a una agricultura mercantil, que todavía noha culminado, peto que ha generado profundas transformaciones eco-nórnicas y sociales. Proceso de mercantilización, o proceso de articula-ción de la pequeña propiedad campesina con el capitalismo español,que, a continuación, pasamos a analizar.

31 Ibid., P. 79.32 José Colino: .EI proceso de mercanrilización de la agriculrura gallega^. Zona

Abiena n° 14/15, 1978.

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