carta abierta a la comunidad universitaria

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CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA En nuestra Alma Mater se viene dando todo un clima de enrarecimiento que afecta el espíritu crítico, libre, deliberativo y académico que debe caracterizar a nuestra institución. Ello lo reafirmamos con lo acontecido el día miércoles 12 de marzo del año en curso. Este día un grupo aproximadamente de seis personas con sus rostros cubiertos por pasamontañas y portando armas largas, hicieron presencia en diferentes lugares del campus de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, entre las 2:30 p.m. y las 3:30 p.m., en la que intimidaron y agredieron a miembros de la comunidad universitaria. Estas personas haciendo uso de armas de fuego requisaron a estudiantes, expresando como motivo para ello la búsqueda de consumidores y expendedores de sustancias psicoactivas al interior de la Universidad. Seguidamente, según las denuncias realizadas, procedieron a manifestar de manera intimidatoria que el único lugar autorizado del campus para el consumo y expendido de sustancias psicoactivas es el que se encuentra hacia la parte posterior de Química, más conocido como el Humboldt. Ante la reacción de rechazo de varios estudiantes frente a estas acciones de terror ajenas a las dinámicas propias de la vida universitaria, estas personas manifestaron que “Aquí no se viene a consumir, ni a mamertiar”. Adicionalmente, advirtieron que estarían vigilantes, con lo que generan un ambiente de intranquilidad y miedo dentro de la comunidad. Alarmante resulta ser el proceder de estas personas -que no deja de ser contradictoria-, al querer implantar lógicas de “limpieza social” y a su vez establecer fronteras invisibles al interior del campus para el consumo de sustancias psicoactivas. Nos preguntamos además, cómo estas personas ingresan y salen de la institución, aun siendo identificados por la vigilancia de la misma portando este tipo de armas, sin que exista ningún tipo de seguimiento por parte de este cuerpo de seguridad. Como parte de la comunidad universitaria hacemos un llamado a rechazar enfáticamente estos hechos que atentan contra la esencia misma de nuestra Universidad, de nuestro territorio. Lo acontecido debe generar una fuerte censura y un repudio generalizado por parte de los diferentes estamentos y de las directivas universitarias, así como de la

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Frente a los hechos ocurridos en la Universidad Nacional Sede Bogotá donde personas armadas intimidaron a la comunidad universitaria

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Page 1: Carta abierta a la comunidad universitaria

CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

En nuestra Alma Mater se viene dando todo un clima de enrarecimiento que afecta el

espíritu crítico, libre, deliberativo y académico que debe caracterizar a nuestra institución.

Ello lo reafirmamos con lo acontecido el día miércoles 12 de marzo del año en curso.

Este día un grupo aproximadamente de seis personas con sus rostros cubiertos por

pasamontañas y portando armas largas, hicieron presencia en diferentes lugares del

campus de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, entre las 2:30 p.m. y las

3:30 p.m., en la que intimidaron y agredieron a miembros de la comunidad universitaria.

Estas personas haciendo uso de armas de fuego requisaron a estudiantes, expresando

como motivo para ello la búsqueda de consumidores y expendedores de sustancias

psicoactivas al interior de la Universidad. Seguidamente, según las denuncias realizadas,

procedieron a manifestar de manera intimidatoria que el único lugar autorizado del

campus para el consumo y expendido de sustancias psicoactivas es el que se encuentra

hacia la parte posterior de Química, más conocido como el Humboldt. Ante la reacción de

rechazo de varios estudiantes frente a estas acciones de terror ajenas a las dinámicas

propias de la vida universitaria, estas personas manifestaron que “Aquí no se viene a

consumir, ni a mamertiar”.

Adicionalmente, advirtieron que estarían vigilantes, con lo que generan un ambiente de

intranquilidad y miedo dentro de la comunidad. Alarmante resulta ser el proceder de

estas personas -que no deja de ser contradictoria-, al querer implantar lógicas de

“limpieza social” y a su vez establecer fronteras invisibles al interior del campus para el

consumo de sustancias psicoactivas. Nos preguntamos además, cómo estas personas

ingresan y salen de la institución, aun siendo identificados por la vigilancia de la misma

portando este tipo de armas, sin que exista ningún tipo de seguimiento por parte de este

cuerpo de seguridad.

Como parte de la comunidad universitaria hacemos un llamado a rechazar enfáticamente

estos hechos que atentan contra la esencia misma de nuestra Universidad, de nuestro

territorio. Lo acontecido debe generar una fuerte censura y un repudio generalizado por

parte de los diferentes estamentos y de las directivas universitarias, así como de la

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sociedad en general, de lo contrario permitiríamos que estos hechos se volvieran a

presentar.

La jibarización del campus y el consumo dentro del mismo han venido alcanzando niveles

cada vez más alarmantes. Esto requiere sin duda de la más profunda atención. Nuestro

campus no puede convertirse bajo ninguna circunstancia en una olla más de la ciudad de

Bogotá. Experiencias anteriores han mostrado como a partir de las disputas y controles

territoriales entre redes de tráfico y microtráfico, que atentan y enrarecen el ambiente

mismo de la Universidad, se han desencadenado toda una serie de controles y prácticas

de paramilitarización y militarización territorial del campus, que han generado un

ambiente de represión, miedo y angustia, así como violaciones sistemáticas a los D.D.H.H.

e incluso el asesinato de estudiantes, profesores o trabajadores de la comunidad

universitaria.

El problema del consumo no puede ser tratado como una cuestión de orden público como

lo han venido haciendo las directivas de la universidad mediante la autorización y

permisividad a una serie de allanamientos que ha realizado la fuerza pública al campus

universitario. Debe partirse por considerar este problema como un asunto de salud

pública y como tal empezar a tratarse. No condenamos el consumo de este tipo de

sustancias, sin embargo, hacemos un llamado a hacerlo de una manera responsable.

Nuestra juventud, llamada a ser la protagonista en la conducción y dirección política,

moral e intelectual de la Patria, no puede perderse en el consumo desmedido de drogas.

Invitamos a toda la comunidad universitaria, como habitantes del campus, a que abramos

una profunda reflexión sobre la serie de fenómenos y problemáticas que se vienen

presentando en la Universidad y, a su vez, a que tomemos colectivamente acciones frente

a ellas que permitan la recuperación de nuestro campus como territorio autónomo y

propio. Esta recuperación implica una re apropiación de la Universidad, entendiendo que

la misma no se reduce a sus espacios académicos, sino que se ve nutrida por las relaciones

que desarrollamos en ella, las conversas en el pasto, los partidos de fútbol, los cine club,

los grupos de trabajo y estudio, y los demás espacios que nos ayudan a construir como

comunidad de la Universidad Nacional. Permitir que actores externos controlen nuestro

territorio y decidan sobre él, es permitir que controlen parte de nuestras vidas y regulen

espacios que hemos construido de forma autónoma, y que por ende, deben funcionar de

esta forma

Page 3: Carta abierta a la comunidad universitaria

No estamos dispuestos a repetir la historia trágica del movimiento estudiantil

universitario. En nuestra memoria está presente el asesinato de Gustavo Marulanda,

estudiante de la Universidad de Antioquía, así como la del profesor de nuestra universidad

Eduardo Umaña Mendoza, acribillado por paramilitares, y la de todos aquellos que

tuvieron que ver como el terror y el miedo se apoderaba de nuestras universidades.

Solicitamos a las autoridades estatales correspondientes, al Rector de la Universidad

Ignacio Mantilla Prada y al Vicerrector de la sede Bogotá Diego Hernández Lozada, a

realizar los procesos necesarios para que se investiguen a fondo estos hechos, así como a

tomar todas las medidas necesarias, alejadas de cualquier pretensión de militarización del

campus, que eviten posibles violaciones a los D.D.H.H. de la comunidad universitaria.

Seguiremos alertas y hacemos un llamado al conjunto de la comunidad universitaria para

que defendamos nuestra Universidad como territorio de paz y libertad.

14 de marzo de 2013

Universidad Nacional de Colombia

Firman:

Comuna Universitaria

Proceso Nacional Identidad Estudiantil

Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU

Federación de Estudiantes Universitarios FEU

Conciencia Crítica

Rebeldía Estudiantil Organizada

El Embudo

Oscar Mauricio Aponte. Representante Estudiantil ante el Consejo de Sede Bogotá

Siguen Firmas…