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Carta del Presidente John F. Kennedy a Nikita Kruschev

Washington, 22 de octubre de 1962.

Querido Sr. Secretario general:

Una copia de la declaración que hago esta noche acerca de los acontecimientos en Cuba, además de la reacción de mi Gobierno, ha sido dada a su embajador en Washington. En vista de la gravedad de los hechos a los cuales me refiero, quiero que usted conozca inmediata y exactamente la posición de mi Gobierno en esta materia.

En nuestras discusiones e intercambios en Berlín y en otros encuentros internacionales, la única cosa que me ha más concernido ha sido la posibilidad de que su Gobierno no entienda correctamente la voluntad y la determinación de los Estados Unidos en ninguna situación dada, ya que no he asumido que usted o cualquier otro hombre sano, en esta era nuclear, deliberadamente sumerja al mundo en una guerra que evidentemente ningún país podría ganar y que sólo podría causar consecuencias catastróficas al mundo entero, incluso al agresor.

En nuestra reunión en Viena y posteriormente, expresé nuestra preparación y deseo de encontrar, por la negociación pacífica, una solución para algunos y todos los problemas que nos dividen. Al mismo tiempo, aclaré que en vista de los objetivos de la ideología a la cual usted se adhiere, los Estados Unidos no podían tolerar ninguna acción de su parte que altere el equilibrio de fuerzas total existente en el mundo. Declaré que una tentativa de forzar el abandono de nuestras responsabilidades y compromisos en Berlín constituiría tal acción y que los Estados Unidos resistirían con todo el poder que comanda.

Fue para evitar cualquier imposición incorrecta por parte de su Gobierno con respecto a Cuba que declaré en público que si ocurrieran los acontecimientos en Cuba, los Estados Unidos harían lo que debe ser hecho para proteger su propia seguridad y la de sus aliados.

Además, el Congreso adoptó una resolución que expresa su apoyo a esta política. A pesar de ello, el rápido desarrollo de bases de misiles de largo alcance y otros sistemas de armas ofensivos en Cuba ha procedido. Debo decirle que los Estados Unidos están determinados a retirar esta amenaza para la seguridad de este hemisferio. Al mismo tiempo, deseo advertirle que la acción que tomamos es el mínimo necesario para eliminar la amenaza para la seguridad de las naciones de este hemisferio. Sin embargo, el hecho de esta respuesta mínima no debería ser tomada como una base para ningún juicio erróneo de su parte.

Espero que su Gobierno se abstenga de cualquier acción que ensanchara o profundizara esta crisis ya grave y que podemos aceptar en reanudar el camino de la negociación pacífica.

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Sinceramente,

John Kennedy. Fuente: Departamento (Ministerio) de Correspondencia Estatal, Presidencial: Parte 77 D 163. Ninguna marca de clasificación. A las 19h. 41 el 21 de octubre el Departamento (Ministerio) de Estado había enviado a Embajador Kohler el anteproyecto de este mensaje. (Telegrama 961 a Moscú; Departamento (Ministerio) de Correspondencia Estatal, Presidencial: la Parte 77 D 163) los cambios Subsecuentes y las adiciones resultaron en sólo los párrafos segundos y finales que permanecen como al principio redactado. El mensaje fue entregado al Ministerio de Asuntos Exteriores en aproximadamente 6 de la tarde el tiempo de Washington. También imprimido en Departamento (Ministerio) de Boletín Estatal, el 19 de noviembre de 1973, págs. 635-636. Original en inglés: http://www.mtholyoke.edu/acad/intrel/kenlet.htm Traducido por Pablo Retamal