cautivando el corazon de tu publico objetivo
TRANSCRIPT
D O S S I E R
E m p r e n d e d o r e s E m p r e n d e d o r e s
Cautiva el corazón de tu público objetivo
Las 25 empresas reseña-
das en este dossier h a n
conseguido enamorar
a sus clientes gracias a
muy diversas estrategias. Entre
los ejemplos, hay compañías que
se han servido de la publicidad
en medios masivos (radio, tele-
visión y prensa); otras, que han
utilizado el marketing directo,
el marketing o n l i n e, el telemar-
keting, la atención en el punto de
venta o una combinación de
estrategias: marketing m i x .
Con ideas, tácticas, técnicas o
acciones, estas empresas han
logrado su objetivo: atraer y aten-
der con calidad a clientes poten-
ciales para, después, fidelizar o
retener a los más rentables.
R elación únic aEn su libro Cautive el corazón de
sus clientes, Brian Clegg dice que
“las empresas carismáticas son
capaces de cautivar los corazo-
nes de sus clientes, lo que sig-
nifica que los retienen cuando
la competencia está siendo más
cruel que nunca”. Clegg opina
que las empresas carismáticas
son aquellas capaces de favore-
Enamorar al cliente supone persuadirle,arroparlo, sonreirle, satisfacer sus deseos. . .Cautivar su corazón es fácil: facilítale unagran variedad de canales para que compre,solicite información, se queje o reclame.
cer la vinculación emocional de
los clientes a un producto o ser-
vicio. El carisma despierta entu-
siasmo, interés o afecto: “Es lo
que una empresa necesita para
llevar a los clientes más allá del
servicio, más allá de una rela-
ción o una experiencia. Cuando
se ha tratado con una empresa
con carisma, se desea contárse-
lo a otras personas, se quieren
compartir estos sentimientos”.
L os once pasos¿Cuáles son los componentes del
carisma, según Brian Clegg?:
1. Avanzar un año luz. R e s u l t a
agradable que alguien deje sus
cosas a un lado para ayudarnos.
La persona que trabaja en una
empresa carismática se esfuerza
por ir más allá de las expectativas
en nuestro nombre.
2. Si se ha estropeado, arréglelo.
El cliente medirá el valor de la
compañía en función del grado
en que le solucione las cosas.
3. Estoy enamorado de mi
coche. Hay productos y marcas
que provocan en el cliente una
reacción tremendamente des-
proporcionada a su valor nomi-
nal. No se puede inventar un
producto carismático, pero se
puede fomentar en ese sentido, y
asegurarse de que el beneficio
se mantiene una vez que el pro-
ducto ha logrado ese estatus.
4. Me conocen. La gestión de las
relaciones con los clientes (CRM)
se ha creado en torno al argu-
mento de que se les puede pro-
porcionar una mejor experiencia
si se les conoce y se utiliza ese
conocimiento en la forma de ser-
virles. Por desgracia, el CRM se
ha centrado con demasiada fre-
cuencia en los sistemas informá-
ticos, en lugar de en la realidad
de las relaciones humanas. Haz
que el cliente se sienta realmen-
te reconocido y bienvenido.
5. El poder de las estrellas. A
los clientes les gusta que, detrás
de una empresa, haya un ros-
tro humano: se identifican con
un jefe ejecutivo famoso, un
empleado conocido o con el
equipo entero.
6. Son personas como nosotros.
Cuanto más se convierta al per-
sonal de atención al cliente en
personas reales, mejor.
7. ¡Sorpresa, sorpresa! S i e m-
pre que sea agradable, el
factor sorpresa es clave
para mantener a los clientes
intrigados, de modo que vuel-
van a por más. No les aburras,
¡procura que fluya la creatividad
y la diversión!
8. Maravilla de la técnica. Y a
sean hombres o mujeres, la tec-
nología llamará su atención. Con
todo, deberá ser una opción: a
algunos clientes les repele.
9. Son míos, todos míos. C u a n t o
más hagas sentir a los clientes
que son dueños de tu compa-
ñía, más les harás sentir insepa-
rables de ella y de su suerte.
10. Estamos en contacto. L a
comunicación es el alma de las
relaciones. Hay que mantener
el diálogo y demostrar que se
disfruta de esa comunicación.
11. El duodécimo componente.
Las empresas con carisma tie-
nen un atributo
único. Si la tuya
todavía no lo
tiene, créalo.
El marketing del siglo XXgiró en torno a des-
cuentos, puntos, viajes...En el XXI, se incrementa-rán las políticas orientadashacia los aspectos emocio-nales y psicológicos, basa-das en la gestión de clien-tes a largo plazo y en con-ceptos como familiaridad,afinidad (según comporta-mientos de compra) y sen-tido de pertenencia”. Es la opinión de Juan Carlos Alcaide, director deISMI y autor del libro A l t af i d e l i d a d .Este experto en marketingde servicios asegura que
las aplicaciones informáti-cas multicanal para la ges-tión de las relaciones conlos clientes (CRM) no garan-tizan, por sí solas, nada: “Sila empresa no interioriza laimportancia de orientarse(de verdad) a cada clientecomo eje vertebrador decualquier política, estrate-gia y/o táctica, no lograráenamorar, ni mucho menosgenerar auténtica lealtaden el cliente”. Dice Alcaideque las cuatro “pes” clási-cas (producto, precio, plazay promoción) ya no valen:“Hay que cuidar los mo-mentos de la verdad, esto
Juan Carlos AlcaideDirector de ISMI.
Fidelidad no es lealtad
es, pensar en cada contac-to con el cliente como unaoportunidad única para mi-marlo, enamorarlo y fideli-zarlo. Es preciso abordar lasrelaciones con los clientescon nuevas herramientas ycanales, que recuperen lomás auténtico de la re-lación humana, la sonrisa yla caricia, los sentimientos”.Según él, se está pasandodel marketing directo almarketing one to one ( u n opor uno), offline y o n l i n e .
Los derechos del cliente
En la era de la demo-cracia informativa,
destaca la Declaración dederechos del consumidorde la prestigiosa escuelade marketing norteameri-cana Kellogg. Infringirestos derechos puede sertentador y hasta rentablea corto plazo, pero puederesultar desastroso:■ Derecho a saber. L o sclientes quieren datossobre productos y servi-cios, incluso comparacio-nes con la competencia.■ Derecho a esperar dis-c r e c i ó n . Desean que lagente de marketing lespida permiso antes deconectarse con él para
lanzar su oferta. La publi-cidad y la comercializa-ción directa serán sólopor invitación. Y vicever-sa, los clientes esperaránpoder revocar esa invita-ción y no ser molestadosen el futuro.■ Derecho al voto. Q u i e-ren tener voz en la crea-ción de productos y servi-cios. Esperan que se lespida su opinión y se actúede acuerdo con ella.■ Derecho al anonimato.Esperan que las empresashagan explícitos sus pro-pósitos de recopilar datossobre perfiles y que leshagan saber el uso previs-to de esa información.
■ Al reconocimiento.Los clientes darán porsentado que las empre-sas recordarán toda lainformación que ellos leshayan proporcionado. Yesperarán que cadaempleado de la compañíatenga acceso a esa infor-mación en cualquier tratofuturo con ellos.■ Derecho a compartirbeneficios adicionales.El área de marketingdeberá ofrecer al clienteincentivos por compartirsus datos con otras uni-dades de negocio. Tam-bién se deberán prorrate-ar los beneficios queobtuviera por revender
sus datos a terceros (consu consentimiento).■ Derecho a esperar res-ponsabilidad. Los clien-tes esperan que quienescontrolan la relación conellos sean responsables
del comportamiento desus socios, aliados y com-plementadores. Pasarleclientes a un socio no exi-mirá a las empresas deresponsabilidad por losactos de sus aliados.
‘Una queja es un regalo’
El empleado es quienmejor conoce las cau-
sas del problema que haprovocado el enfado de uncliente. Además, suele serla persona que más rápida-mente puede solucionar lareclamación o la queja.Por estos motivos, hayempresas que destinanuna cantidad fija de dineromensual para que los
empleados que lo requie-ran puedan ofrecer algunacompensación al cliente(un ramo de flores, bom-bones, etc.) a fin de resar-cir una mala gestión o unerror en el servicio. Ejem-plos de esta práctica sepueden encontrar en ellibro Una queja es un rega-l o, de J. Barlow y C. Moller(Gestión 2000, 2001).
La tecnología llamará la atención de tusc l i e n t e s, sean hombres o mujeres. Pero deberá
ser opcional, pues a algunos les repele
Frente a los descuentos, puntos, viajes... del marketing del siglo XX, elcliente pide un acceso multicanal donde el contacto sea más humano.