ccba - serie cronistas - 05 - 01

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  • DERECHOS RESERVADOS POR EL FONDO DE

    PROMOCION CULTURAL - BANCO DE AMERICA - 1977

    972.8020-96 OVllldo y Valdez, Gonzalo Fernndez d.

    Contro Amrica en los cronistas deIndias: Ovledo. Introduccin y notasde Eduardo P&re:z Vall.. Managua,Banco de Amrica, 1977.

    2v. (Colecci6n Cultural Banco de Amrica, SarleCranistas Nos. 4 y 51.

    l._AMERICA CENTRAl - DESCUBRIMIENTOS y EXPLORACIONES _ ES-PAf:lOLE5. 2.-AMERICA CENTRAL -HISTORIA - CRONOLOGIA. .._PrezVallo, Eduarda Introd. ll.t. 1I1.~Ser.

    Cartura: Johnny Villa ros.

    Impreso en los Talleres de Editorial y L1tografia "San Jos''', S. A.

  • fONDO DE PROMOCION CULTURALBANCO DE AMERICA

    La Junta Directiva del Banco de Amrica, consciente de la impor-tancia de impulsar los volores de la cultura nicaragense, aprobla creacin de un Fondo de Promocin Cultural que funcionar deacuerdo a los siguientes lineamientos:

    1.- El Fondo tendr como objetivo mediato la promoclony desarrollo de los valores culturales de Nicaragua; y

    2.- El Fondo tendr como objetivo inmediato la formacin de una coleccin de obras de carcter histrico,literario, arqueolgico y de cualquier naturaleza, siem-pre que contribuyan a enrique.cer el patrimonio cultu-ral de la nacin. la coleccin patrocinada por elFondo se denominar oficialmente como "ColeccinCultural-Banco de Amrica".

    El Fondo de Promocin Cultural, para desempeor sus funciones,estar formado por un Consejo Asesor y por una Secretara, la queestar a cargo de una o ms personas. El Consejo Asesor se dadjear a establecer y a vigilar el cumplimiento de las polticas direc-tivas y operativas del Fondo. la Secretara llevar al campo de lasrealizaciones las decisiones emanadas del Consejo Asesor.

    El Consejo Asesor del Fondo de Promocin Cultural est integradopor,

    Dr. Alejandro Bolaos GeyerDon Jos Coronel Urtecho

    Dr. Ernesto Cruz

    Don Pablo Antonio Cuadra

    Dr. Ernesto Fernndez Holmann

    Dr. Jaime Incer Barquero

    Lic. Marcela Sevilla Sacasa, Secretaria

    Don Orlando Cuadra Downing, Secretario

  • OBRAS PUBLICADAS POR EL FONDO DE PROMOCION'CULTURAL DEL BANCO DE AMERICA

    SERIE: ESTUDIOS, ARQUEOLOGICOS1 Nicaraguan Antiquities, por Carl Bovallius (Edicin Bilinge)2 Investigaciones Arqueol6gicas en Nicaragua, por J. F. Bransford

    - en Ings y en Espaol

    SERIE: FUENTES HISTORICAS1 Diario de J ohn Hill Wheeler2 Documentos Diplomticos de Wlliam Carey Jones3 Documentos Diplomticos para servir a la Historia de Nicaragua

    - Jos de Marcoleta4 HistorIal de El Realejo - Manuel Rubio Snchez5 Testimonio de Joseph N. Scott - 1853/18596a La Guerra en Nicaragua segn Fl'ank Leslie's Illustrated

    Newspaper (Edici6n Bilinge)6b La Guerra en Nicaragua segn Harper's Weekly

    (Edicin Bilinge)7 El Desaguadero de la Mar Dulce - Eduardo Prez Valle

    SERIE LITERARIA1 Pequeeces. .. Cuisquomeas de Antn Colorado

    - Enrique 'Guzmn2 Versos y Versiones Nobles y Sentimentales

    - Salomn de la Selva3 La Dionisiada - Novela - Salom6n de la Selva4 Las Gacetillas - 1878/1894 - Enrique Guzmn --

    IntrOducci6n y Notas de Franco Cerutti5 Dos Romnticos Nicaragenses: Carmen Daz y Antonino

    Arag6n - Introduccin y Ntas de Franco Cerutti .6 Lno Argello (Lino de Luna) Obras en verso -

    Introduccin y Notas de Franco Cerutti7 Escritos Biogrflcos- Enrique Guzmn -

    Introducci6n y Notas de Franco Cerutti8 Escritos a Prensa 1878 - Enrique Guzmn -

    Introduccin y Notas de Franco Cerutti

    SERIE HISTORICA1 Filibusteros y Financieros - William O. Scroggs2 Los Alemanes en Nicaragua - Goetz van Houwald3 Historia de Nicaragua - Jos Dolores Gmez4 La Guerra en Nicaragua - William Walker

    - Traduccin de Fabio Carnevalini5 Obras Histricas Completas - Jer6nimo Prz6 40 Aos (1838-1878) de Historia de Nicaragua

    - Francisco Ortega Arancibia7 Historia Moderna de Nicaragua - Complemento a mi Historia

    - Jos Dolores Gmez

  • 8 La Ruta de Nicaragua - David l. Folkman Jr.9 Hernndez de Crdoba, capitn de conquista de Nicaragua

    - Carlos Melndez10 Historia de Nicaragua, Tomo I - Toms Ayn11 Historia de Nicaragua Tomo TI - Toms Ayn12 Historia de Nicaragua, Tomo llr - Toms Ayn

    SERIE CRONISTAS1 Nicaragua en los Cronistas de Indias - Siglo XVI -

    Introduccin y Notas de Jorge Eduardo Arellano2 Nicaragua en los Cronistas de Indias - Siglos XVII y XVIII -

    Introduccin y Notas de Jorge Eduardo Arellano3 Nicaragua en los Cronistas de Indias - Oviedo -

    Introduccin y Notas de Eduardo Prez Valle4 CentroAmrica en los Cronistas de Indias - Oviedo -

    Introduccin y Notas' de Eduardo Prez Valle5 CentroAmrica en los Cronistas de Indias - Oviedo -

    Introduccin y Notas de Eduardo Prcz Valle

    SERIE CIENCIAS HUMANAS1 Ensayos Nicaragenses - Francisco Prez Estrada2 Obras de Don Po Bolaflos - I

    Introduccin y Notas de Franco Cerutti3 Romances y Corridos Nicaragenses - Ernesto Meja Snchez4 Carlos Cuadra Pasos - Obras, 15 Carlos Cuadra Pasos - Obras, II6 Obras de Don Pio Bolaflos - TI

    Introduccin y Notas de Franco Cerutti7 El Memorial de mi Vida - Fray BIas Hurtado y Plaza -

    Estudios Preliminar y Notas de Carlos Molina ArgelIo8 Relacin Verdadera de la Reduccin de los Indios Infieles

    de la Provincia de Tagisgalpa, llamados por Xicaques -Fray Fernando Espino -Introduccin y Notas de Jorge Eduardo Arellano

    SERIE GEOGRAFIA y NATURALEZA1 Notas Geogrficas y Econmicas sobre la Repblica de Nicaragua

    - Pablo Lvy - Introduccin y Notas de Jaime Incer Barquero2 Memorias de ArrecIfe Tortuga - Bernard Nietschmann

    - Traduccin de Gonzalo Meneses Ocn

    SERIE VIAJEROS1 Viaje por Centroamrica - Carl Bovallius -

    Traducido del sueco por el Dr. Camilo Vijil TardnSERIE: GRABACIONES EN DISCOS

    1 Nicaragua: Msica y Canto - BALD 001-010- Salvador Cardenal ArgeJlo

  • NOTA EXPLICATIVA

    El FONDO DE PROMOCION CULTURAL DEL BANCO DE AMERICA,presenta en este NQ 5 de la SERIE CRONISTAS de la Coleccin Cultu-ral-Banco de Amrica, al mximo cronista GONZALO FERNANDEZDE OVIEDO y VALDEZ.

    "La obra de Oviedo, opulenta y rica -dice el argentino AlbertoM. Salas- desborda y supera la materia americana, extendindosecon amplitud en todos los rumbos de su curiosidad e inquietud ...En su obra americana, como observador atento de la naturaleza, quesupo tratar con" maestra inigualable, su comportamiento es el de unverdadero naturalista, como los de entonces, veteado de posea ..."

    "Oviedo, en su monumental HISTORIA GENERAL Y NATURAL DELAS ISLAS Y TIERRA FIRME DEL MAR OCEANO, constantemente citay hace referencia a su vasta experiencia personal, y se jacta, pueril-mente, si se quierel de que cuanto escriba lo haba aprendido direc-tamente de los hechos y las cosas o de la viva voz de los protago-nistas, y para ello tuvo que navegar muchas veces entre Espaa y lasIndias, o en los mismos ros y mares indianos, y caminar leguasy leguas a pie o a caballo, sufriendo mil vicisitudes, soportando todasuerte de adversidades, y venciendo el odio y aun las acechanza:;criminales de sus enemigos. Mas, gracias a ello, poda decir contoda ia boca, autorizando lo que se refiere: yo lo vi, lo conod, 10 pro-b, gust, sufr ...H, dice Prez-Valle.

    De esa ingente labor, recogida por JOSE AMADOR DE LOS RIOSen 1851-1855, nuestro notable historiador l doctor EDUARDO PEREZ-VALLE ha entresacado (y anotado del nmero 11 en adelante), todolo relativo a Centro Amrica o de inters para su historia. Tal es elcontenido del presente volumen en el cual hemos conservodo la orto-grafa del original, y reproducido sus ilustraciones. Con su divulga-cin creemos contribuir positivamente al conocimiento de nuestra Pa-tria, de su pasado, donde yacen las races de su presente y de suporvenir.

  • INTRODUCCION

    ESQUEMA BIOGRAFICO DE OVIEDO y VALDEZPor EDUARDO PEREZ-VALLE

    I-DE CORTE EN CORTE, A TRAVES DE EUROPA

    Oviedo naci en Madrid, en agosto de 1478, "de padres y pro-genitores naturales del Principado de Asturias de Oviedo,pro-creados en un pequefio pueblo que se dice Borondes, de la feli-gresa de San Miguel de Bascones y concejo de Grado, notorioshijosdalgos y de nobles solares"...

    Pero aparte de su propia opinin sobre su cuna y ancestros,Oviedo resulta ser para ROMOLI un "pedante y snob"; paraGIMNEZ FERNANDEZ un "intrigante apandillado del bandofonsequista"; para HANKE un "vocero de los detractores delindio"; para OTTE un "afanoso lucrador y atrabiliario resentido";y para PEt:lA, "de sangre de conversos, acaso hijo sacrlego, cova-chuelista y escribano de profesin, incurso en pasiones rencorosasy en carnalidades de sesgo vulgar, esquivo a toda heroicidad peli-grosa y encubridor engaoso de su verdadera personalidad". ParaPEt:lA el posible padre sera el capelln del rey Hernn Gonzlezde Ovied, que en 1518 haba de acompaar a la nueva reina dePortugal, doa Leonor. El origen sacrlego explicara para PEt:lAla tenaz y virulenta enemiga contm los clrigos mantenida POlOOviedo en sus escritos.

    De cualquier manem, result ser "cortesano de nacimiento" enaquel Madrid de menos de 3.000 vecinos del ltimo cuarto delsiglo XV. En 1490, a los doce afias d edad, era criado, en Se-

    -1:--

  • villa, del duque de Villahermosa, don Alonso de Arag6n, quientena sus mismos aos y era sobrino del Rey Cat6lico, e hijo delprimer duque, el bastardo don Alfonso de Arag6n.

    Despus pas6 a servil' al prncipe don Juan.

    Cortaba con tijeras con gran maestlia. "En Espaa y fuerade ella -dice- yo no vi ni hall hombre que mejor que yo cor~tase de tijera". En 1499, en Miln, cort6 con tijeras ante Ludo~vico Sforza, el Moro, yen presencia de Leonardo da Vinci: ambosquedaron asombl'lldos. Y en Mantua, al servicio de Isabel deArag6n, viuda del marqus Francisco de Gonzaga, corta con tije-ras ante el duque de Mantua y de Hernando Gonzaga, que se ma~ravillan. "Y mucho ms se maravillaba de eso aquel excelentepintor que entonces all viva, llamado Andrea Mantea, que eraotro Leonardo de Avinee". .. Copi en papel grabados de Martinus y otros grandes del buril.

    Entra al servicio del cardenal Juan de Borja, sobrino del papaAlejandro VI, nombrado legado a latere de Luis XII de Francia,cuando de Pava marcha a Miln y es recibido solemnemente eldomingo 6 de octubre de 1499, despus que un traidor alcaidele vendi el castillo. Con el legado, de Miln march6 a Turn,acompaando al rey, que retornaba a Francia. Y de Turn a Mi-ln y Pava; de aqu, por los ros Tesia y Po, hasta Ferrara y Eolonia. Acompafi6 al cardenal a los cercos de tmola y Forli porCsar Borgia, duque de Valentinois; luego a Urbino, donde lamuerte alcanz al cardenal, acaso intoxicado por el duque. Y deaqu march a Roma acompaando los despojos. De Roma pas6a la corte del rey de Npoles, don Fadrique, poco antes de queLuis XII de Francia y Fernando V de Aragn se pusieran deacuerdo para despojar al napolitano y repartirse su reino. A lahora del fracaso (1501) fue destinado por el propio rey al oficiode guardarropa o criado de cmara de su hermana, la reina jovendoa Juana, que deba marchar hacia Palermo. Aqu permane-ci, cumpliendo su deber cortesano, desde primeros de agostohasta mayo del siguiente ao, en que la corte de doa Juana setraslad a Valencia. De aqu la reina fue a reunirse con su toel rey Fernando en Aragn.All Oviedo rindi cuenta de la c-mara, y, con licencia, se fue a Madrid.

    -n-

  • En 1502,' Y por mandado del Rey Catlico, entra al serviGiodel defensor de Tarento, don Fernando de Aragn, duque de Ca~labrla, .herederQ .de. don Fadrique. El. ayo. del duque es el con-verso aragons Juan Conchillos, ms bien un vigilante e infor-mador, y a sus rdenes se encuentra Oviedo.

    En 1503 est en Zaragoza, durante las Cortes. Y luego en Per-pifn, con el ejrcito que el Rey Catlico reuni y condujo paraauxiliar a la sitiada Salses. Los franceses se retiraron sin com-batir; y Oviedo pudo reconocer el.campo en que dejaron aban-donada gran copia de municiones y bastimentas, en especial depipas de vino.

    En 1504 se halla en Vizcaya, siempre a las rdenes, segn pa-rece, del duque de Calabria.

    En 1505, segn las apariencias, logra incorporarse a la cortedel rey don Fernando el Catlico, con empleo en que ha de ejer-citar la pluma. Y en 1506 ya es notario apostlico y secretariodel obispo de Catania y del consejo de la Santa Inquisicin, qui-zs por amistosa influencia o disposicin de fray Diego de Deza,arzobispo de Sevilla, general de la Inquisicin.

    En 1507 se halla en Huesca con don Alonso de Aragn, hijodel Rey Catlico, arzobispo de Zaragoza. El ao siguiente ocu-rre un mal parto de su esposa, Margarita de Vergara,' que frisaen los veinte aos. El parto dur tres das con sus noches, alcEbo de los cuales "pudo botar fuera la criatura muerta". Esamisma nOche que malpari, los cabellos, que'. "eran ms de Ull'palmo ms luengos que su persona" y 'como una madeja de oro",se tornaron blancos como el papel. Permaneci seis o siete me-ses tullida en la cama. Dos aos ms tarde, muere Margaritade Vergara, en el parto de un segundo hijo, que sobrevive.

    Oviedo casa nue.vamente en 1511, con Isabel de Aguilar. Per-manece en. Valladolid, en la corte del Rey Catlico. Despus dela victoria francesa de Rvena, contra la Liga Santa, Oviedo esnombrado secretario del Gran Capitn. Pero cuando la expedi-cin a Italia es abortada y Gonzalo de Crdoba se retira aLoja,Oviedo se reintegra a la corte del Rey Catlico. En ella fue tes-

  • tigo de la presencia de Coln en Santaf, y de su recibimientotriunfal en Barcelona; conoci de pajes del prncipe don Juana los hijos del Almirante; y pudo trabar amistad con VicenteYez Pinzn.

    II - PRIMERA EXPERIENCIA INDIANA

    Cuando en 1513 muere en Sevilla el veedor de Castilla del Oro,Juan de Quicedo, Oviedo es nombrado para sustituirle, por dis-posicin o influencia de Lope Conchillos, con 70.000 maravedsanuales de salario. Adems, va como teniente de las diversasescribanas que Conchillos detentaba: de minas, del crimen y juz-gado, oficio del hierro de los esclavos. .

    Quin era este Lope de Conchillos y Quintana, a cuyo serviciose encuentra Oviedo? Bisabuelo del Conde-Duque de Olivares,era, desde 1500, un modesto secretario real. Fue con Fonsecaa Flandes, a sonsacar poder a doa Juana en favor de su padre.Fracas el plan, y don Felipe le hizo dar tormento y lo tuvo enuna mazmorra: all qued lampio de cabeza, cejas y barba. Enpremio, al volver en 1507, Fernando V le nombr su secretario,con 100.000 maraveds al ao, que l hizo subir, con puestos, de-rechos y granjeras, a 400.000.

    Por el asiento que tom con Lope Conchillos, tocaba a Oviedolo siguiente: por la escribana general, la mitad de los derechos(que comprenda media parte de los repartimientos de "cabalga-das y entradas"); por el oficio del hierro, 11 maravedspor piezamarcada; por el oficio de la fundicin, 40 pesos de oro al ao;y por la escribana de minas, 50.000 maraveds anuales.

    En 1514 parte la expedicin de Pedrarias a Castilla del Oro,que involucra a ms de 2.000 personas, entre ellas el flamanteveedor, que ha obtenido licencia para llevar consigo un esclavoy seis marcos de plata en vajilla. Todos llevan ante los ojos lavisin que ha creado la propaganda de Vasco Nez de Balboa:indios pacficos que someter a trabajo, junto a grandes depsitosaurferos que explotar; y la posibilidad de llegar al "otro mar".

    El 3 de junio la expedicin se halla en Dominica. Y frente a labaha de Santa Marta, ven por primera vez, en manos de los

    --IV~

  • indios, las temidas flechas "enherboladas". Oviedo es encargadode llevar el {(Requerimiento", que lee el c~pitn Colmenares yexplica un indio.

    Llegados al Darin, en corto tiempo Vasco Nez es privadode autoridad y sometido a doble proceso: de residencia, por Gas-par de Espinosa, y pesquisa secreta, por Pedrarias. Anulada ladiligencia de Balboa, Santa Mara la Antigua es vctima del ham-bre, la modorra y las enfermedades de todo tipo. En pocos dasmueren ms de 500 personas. Las. mangas de langosta vinierona dar el golpe final, arrasando los maizales. El pensamiento ge-neral era escapar. Pedrarias quiso irse a Espaa, y la ciudad nolo consinti, si antes no haca residencia y lo mandaba el rey. Nohaba llegado an al Darin la primera remesa de oro saqueadoa los indgenas por las terribles armadas, en las famosas "cabal-gadas".

    Oviedo censura el proceder de los capitanes de Pedrarias con-tra los indios: su codicia y su crueldad; y justifica el odio quehicieron nacer y fomentaron en el. corazn del indio. Por ejem-plo, dice de Juan de Ayora que juraba que haban de darle uel oroque tenan o el corazn"; y que infligi crueldades y tormentose hizo comer vivos por los perros a muchos; u y dej la tierraalzada; y dio principio tan diablico en el crdito de los indioscontra los cristianos, que nunca les sali del pecho la indignaciny una entraable enemistad contra el nombre cristiano, y conmuy justa querella".

    No obstante, Oviedo desarrolla: en el Darin una gran activi-'dad en el ejercicio de sus oficios: recoge como escribano las decla-raciones en la pesquisa secreta contra Nez de Balboa; asistidopor tres escribanos redacta procesos civiles y criminales; nombraescribanos para las expediciones y recibe los procesos y diligen-cias sobre las actuaciones de los capitanes; tiene y aplica las mar-eas reales del meta!; tiene el hierro de los esclavos y fiscaliza lascuentas de los oficiales reales (escribana de relaciones, anejaa la de minas). Por ltimo, como si esto, fuese poco, lleva simul-tneamente diez registros, a saber: de licencias para el beneficiode minas (escribana de minas); de los litigios civiles y crimina-les; de los navos; del oro, las perlas y los esclavos exportados;

    -v-

  • del repartimiento de solares y tierras; de las fianzas de los quesalen; de los diezmos y priniiciaa del obispo; de rescates de lasexpediciones. Con tal actividad, en diez meses en .el Darin Ovie-do gana 250.000 maraveds. Durante ese peliodo se herraron2.142 esclavos con el hierro que l posea, por cada uno de loscuales cobraba un tomn de oro.

    Sin embargo, en la primavera de 1515 decide irse a Espaa,segn dice, "por dar noticia a mi rey y vivir en tierra ms segurapara mi conciencia y vida"; y porque as convena a "su sefior"Lope Conchillos.

    Dice OTTE: "Ignoramos los motivos verdaderos de esta ex-traa resolucin. .. Ms probable es que le empujasen razonespersonales de carcter econmico, o acaso sentimentales deseosde unirse con su joven esposa, y razones de salud". Y contina:flLos seis primeros meses de su estancia en el Nuevo Mundo for-man ya la personalidad de Oviedo que nos es familiar: hombreresentido, manitico y combativo; defensor fastidioso de utpi-cosproyectos de reforma; profeta odiado en BU patria, cuya vani-dad herida busca y halla consuelo en el arte de escribirtl "Fer-nndez de Oviedo encontr6 en la iniquidad de Castilla del Oroel resorte que comenz a desenvolver todas las energas moralescontenidas en su personalidad". .. "Todas las vicisitudes de lacarrera que ahora comienza para l, estn perfectamente ajusta-das a este designio" (de buscar seguridad pam su conciencia yvida). PEREZ DE TUDELA redondea el juicio anterior: seyergue en el nimo de Oviedo la hidalgua caballeresca, con todoslos valores y convenciones que presupone: valenta, lealtad, de-vocin cristiana, exaltacin personal en el cumplimiento del de-ber, hiperblico sentido de Iahoma; y le impone una va inciertay llena de denuedos; mas le depara el rescate de s mismo de lahonda sima en que yaca como escribano mayor de la empresade.Pedrarias; y le promete el xito y la recompensa personal.

    Pedrarlas, inconforme, quiere retenerlo con halagos. Fonsecase irrita por el pronto regreso, dice PEREZ DE TUDELA. (PeroConcbillos, a cuyo testimonio l'emite, s610 dice: ucuando escri-bisteis sobre vuestra venida, le pareci que no debais veniros tanpresto").

    -VI-

  • Antes de partir, el 1? de mayo de 1515, firma contrato de subrogacin con Alonso Nez, cedindole todos los oficios, pendientedel consentimiento de Conchillos. Hay clusulas secretas queestipulan el disfrute compartido de los provechos.

    Sometido a residencia, al fin parte con buena cantidad de oropara el tesore1'O y 400 pesos propios, que hace pasar como pertenecientes a Alonso Nez. Van con l el capitn Rodrigo deColmenares, defensor de la causa de Pedrarias; y fray Diego deTorres, provincial de San Francisco, por el obispo; y ambos paraneutralizarle. Pedrariasle haba entregado memoriales acusa-torios contra el bando adverso QuevedoNez de Balboa. Ystos haban hecho lo propio.

    De Tierra-Firme pasa a La Espaola. Aqui tiene que cruzarel ro Neiva en una balsa de caas mal sujetas que guan indiosnadadores del cacique Alonso de Ovando, a quienes haba obsequiado con anzuelos y algunos cuchillos; al cacique le dio unacamisa. Iba Oviedo en medio de un espacio cuadrado de unos6 7 pies, rodeado por los indios que llevaba de TierraFirme,descalzo y en camisa, atadas las faldas y las mangas para, encaso necesario, poder nadar. En mitad del ro, la balsa estabadeshacindose, y el agua ya le daba "quasi a la cinta". Llevabadel secretario Lope Conchillos, de particulares y propios unos3.000 pesos de oro en barras. En la emergencia puso todo el oroen un lienzo y le dio muchas vueltas con un recio cordel, concabo de 12 a 15 brazas, por si la balsa se hunda totalmente, dr-selo a los ms fuertes indios, y que sacasen el envoltorio tirandode dicho cabo; o para dejar que el 01'0 se fuese al fondo, y entonces atar del cabo algn palo que sirviese de boya para sealarel sitio. La fuerte corriente del ro casi lo puso en la boca de lamar: Pe1'O pudo alcanzar la otra ribera, muy mojado todo lo quellevaba, incluidos papeles y memoriales.

    En Santo Domingo tuvo contacto y entendimiento con el teso-re1'O Miguel de Pasamonte, de los consortes de Conchillas. Ennuevas cartas al monarca le titulan "procurador de TierraFirme".

    Capitanea la propia carabela que lo conduce a Europa llevandopam el rey millares de pesos, seis. indios y seis indias caribes,papagayos, azcar y caaHstola.

    -VII-

  • A Nez, a quien dej los oficios antes de partir de Ca.stilladel Oro, por motivos desconocidos, en noviembre de aquel ao(1515) le secuestran los bienes y tiene que resigna~ los cargosen Pedro de Juregui, quien a poco enVLl a Conchillos 600 pesosde oro.

    Arribado a Sevilla, Oviedo no husca a Conchillos, "su seor",sino al rey. En diciembre logra en Plasencia una entrevista rpi-da con Fernando el Catlico, y obtiene licencia para ir a Madl'id.El 13 de este mes, siempre en Plasencia, rinde cuentas al secretario Francisco de los Cobas, que acta en nombre de Conchillos.As cierra el ciclo de su primer viaje a las Indias, de los seis queefecta en el periodo 1514-1556.

    III - INTERMEDIO EUROPEO: NUEVOS EXITOS

    En 1516, a la muerte de Fernando el Catlico, se embarca pamFlandes, anhelando el favor del nuevo monarca. El mal tiempole al'loja a la isla de Gorlinga, donde permanece de ocho a diezdas viviendo peor que en las Indias, en choza pajiza mucho msdesabrigada que los "humos" de Amrica. Pasa por Dover e'Do-bra") y Calais, y por fin llega a Bruselas. El canciller Sauvagele remite a los regentes de Castilla, cardenales Cianeros y Adrianode Timseto. Tiene un encuentro en Flandes con la princesa Mar-garita, mujer que habia sido del prncipe Juan. Corta con lastijeras dos o tres cosas para ella. (Despus abandon esa habi-lidad por falta de tiempo para ejercitarse).

    De regreso en Espaa, entrega la remisin y el memorial a loscardenales; pero nunca responden ni le dan la gratificacin queel ~ey mandaba. Cisnaros se ocupaba en enviar a las Indias a lostres frailes jernimos que desde Santo Domingo guardaran Am-rica. Ellos eran: fray Luis de Figueroa, prior de Mejorada; frayAlonso de Santo Domingo, prior de San Juan de Ortega; y frayBernaldino de Manzanedo, prior de Montamarta.

    Csneros haba puesto en marcha el plan de reformacin de laslridias fundamentado en las acusaciones de Las Casas e inspiradoen su consejo. "Plan cuyo previo captulo peninsular consistien desmontar el corrompido engranaje gubernativo del que era

    - VIII-

  • cabeza visible el obispo Rodriguez de Fonseea y pieza maestranuestro bien conocido Conchillos". ~ste fue humillado desde lasprimeras sesiones de la junta reformadora, y pronto fue desti-tuido. March a Flandes, buscando nuevo mbito a sus intrigas,enderezadas ahora contra Cisnel'Os; pero stas se estrellaron cn~tra el impenetrable desafecto que el canciller Sauvage mantuvohacia los conversos. Tal actitud alcanz respecto a Conchillosun clmax de definitiva repulsa cuando en Espaa Sauvage lo fui.min dicindole: "And, os de aqu, que vos habis destruidolas Indias". Era la obra de Las Casas, quien haba logrado ga-narse el favor del gran canciller. Conchillos se retir a su casade Toledo.

    En los aos de 1517 y 18 Oviedo escribe la Genealoga de losReyes de Castilla o Catlogo Real y el Libro del muy esforzadoe invencible caballero de fortuna, propiamente llamado don Cta-ribalte, dedicado al duque de Calabria y publicado en Valenciaen 1519.

    En 1518 Oviedo tiene noticia de que Conchillos ha recibido 600castellanos de los oficios que en Castilla del Oro ostenta Pedrode Juregui desde noviembre de 1515. Escribe a Conchillos el8 de mayo, y proclama haberle pedido su parte de dichos dineros,pues "aquellos oficios estaban a mi arriesgo y costa tan bien comoa Ia suya"; y "su merced saba cmo el poder que yo tena noestaba revocado". De la contestacin de Conchillos (9 de mayo)a la carta de Oviedo se desprende que ste slo pidi que le reco-mendara ante el secretario Cobas y el obispo Fonseca para quele oyesen sobre sus pretendidos derechos en los oficios de Castilladel Oro, y sus informes en torno a Pedrarias. Por su parte Con-chillas revoca el poder que haba otorgado a Oviedo para lo deTierra-Firme; y hace patente que an no tiene su aprobacin elasiento con- Alonso Nez. El 13 de agosto del mismo ao Con-chillas hace sacar en Toledo copia autorizada de tres pliegos dela cuenta tomada por Juregui a Alonso Nez, en los que seconsignaba la acusacin contra Oviedo de haber llevado encu-biertamente del Darin 400 pesos de oro, registrndolos en cabezade Nez. Parece que Conchillos se prepara para poner las cosasen su punto si continan o llegan. a concretarse las pretensionesde Oviedo.

    -IX-

  • Entre abril y mayo de 1519 ste se encuentra en Valencia, imprimiendo en el taller de Juan Venao el Claribalte, que dedicat',duque de Calabria. ' Despus aparece en la corte, en Barce-lona, una vez allanado el camino por las recomendaciones de Con-chillos.

    Las Casas est a punto de obtener, contra la influencia de Fon-seca, la abolicin de las encomiendas y un territorio en Tierra-Firme donde demostrar la posibilidad de reducir al indio por vaspacficas.

    Fonseca opone al de Las Casas el testimonio de Oviedo sobreTiena-Firme, ante el gran canciller Mercurino de Gattinara. Perola intervencin de monsieur de Laxao y de los cortesanos flamen-cos y la simpata del propio Gattinara saaron adelante los proyectos de Las Casas. Este pide 1.000 leguas de costa para gober-nar. Oviedo busca el concurso de dos o tres postulantes queofre,;.cen individualmente 1.000 ducados de renta al rey por cien leguasque se adjudiquen a cada quien. A Las Casas se le acort lagobernacin a 300 leguas de costa, colindantes con la nueva go-bernacin de Santa Marta, que se daba a Oviedo. Las Casas sepropone llevar a cabo su conquista con el concurso de cincuentalabriegos y de cincuenta socios que selan honrados con el ttulode "caballeros de espuelas doradas". Oviedo exige la concesinde 100 hbitos de Santiago para otros tantos hidalgos, a quienesse encomendarn de por vida caciques sealados. El comenda~dor mayor~gobernador (l mismo) habra de gobernar a estosencomenderos y llenar las vacantes; y no habra de tener enco~mienda, s6lo salario. Rechazadas por el Consejo sus exigencias,Oviedo renuncia a Santa Marta y piensa en volver a Castilla delOro. Sin duda -opina PEREZ DE TUDELA- la propuesta deOviedo no cont con el favor de Fonseca. La antinomia Oviedo-Las Casas, queda, sin embargo, definida con claridad meridiana:Las Casas tiene fe en la capacidad humana para conformarse conlos caminos de la perfeccin; Oviedo en cambio proclama su des~confianza en cuanto no sea la imposicin disciplinaria de esos ca-minos. "Cabalgando sobre concepciones distintas y con distintacapacidad de altruismo eran, sin embargo, dos idealistas", con-cluye PEREZ DE TUDELA.

    -x-

  • Se atribuye a Oviedo, siguiendo sus propias insinuaciones, laremocin de Pedrarias de la gobernacin de Castilla del Oro. Peroni siquiera estaba en la corte cuando el 3 de marzo de 1519 se nom-br a Lape de Sosa. Pedraras ya estaba sentenciado por el mis-mo Fonseea, cuando reconoci que estaba asolando las tierrasbajo su mando. Y la tnica impresa a la expedicin de Lope deSosa denuncia la influencia lascasiana.

    EllO de junio del mismo ao se emite toda una serie de realescdulas a favor de Oviedo, que resuelven los siguientes puntos:

    Confirmacin de Oviedo en el cargo de veedor, con pago de lossalarios atrasados.

    Reprensin a Pedrarias por haber nombrado a otro dmante elarresto de Nez.

    Prohibicin a Nez de abandonar el Darin sin rendir cuentas.a Oviedo.

    Recomendacin del veedol' ante Lope de Sosa y Pedrarias.

    Nombramiento de regidor perpetuo de Santa Mara de la An-tigua.

    Instrucciones para el desempeo del oficio.

    Regimientos perpetuos para los oficiales reales de Santa Mara.y el bachiller Diego del Corral.

    Tambin obtuvo gracias de inters general para los habitantesde Santa Mara, como la franqueza de almojarifazgo por cuatroaos; y la reduccin del tributo del oro a un dcimo, que iraaumentando gradualmente hasta alcanzar un quinto en cincoaos. Y disposiciones tocantes al real tesoro: que el gobernadorgarantizase bajo fianza el quilataje del oro; y unas "Ordenanzase fueros de la Casa de Fundicin" (que no se hiciese aleacin deoro sin ley conocida; que no se fundiesen joyas y objetos arts-ticos).

    -XI-

  • Por el nombramiento, gracias a su influencia, de regidores per-petuos, Oviedo se jactaba de haber procurado con ello "principal-mente'.~... "el servicio de Dios y del Rey, con excusar el nombra-miento de regidores que cada afio haca Pedrarias en sus criadose amigos".

    El 16 de agosto se encarga a Oviedoel cobro de los bienes deVasco Nfiez, incautados a su muerte, cuyo valor imaginaria-mente se haca ascender a 100.000 pesos. Se le asigna un salariode 200 maraveds diarios mientras entienda en ello.

    Entretanto se ha desarrollado un regateo epistolar con Conchi-110s sobre los nuevos trminos del concierto entre arnbos~ Seasienta ste en escritura, pero Conchillos no lo firma. Para Ovie-do sigue en vigor el arreglo anterior. Pero hay estipulacin escritade ciertas innovaciones, como que Oviedo ganara 50 pesos anua-les por la escribana general, en vez de la mitad de los derechos.

    En diciembre acepta el cargo de teniente del receptor de laspenas de cmara, licenciado Francisco de Vargas, tesorero gene-ral de Su Majestad. Se le da pasaje franco para Castilla delOro, con carga de seis toneladas para l y los suyos, ayuda decosta para el viaje de 15.000 maraveds, y anticipo de un ao desalario.

    Durante esta permanencia en Europa ha quedado bien definidoel pensanento o confesin poltica de Oviedo, que segn PEREZDE TUDELA "bascula entre el principio de autoritarismo uni-personal y el postulado representativo para la administracin p-blica". .. iiComprende la virtualidad de la representacin, tantopor el dictado de su propia experiencia, como por especulacinracionalista sobre la esencia controvertible de la gestin pbli-ca". .. "Llega a declarar superior en bondades, por .encima decualquier otro, a un rgimen de responsabilidad colectiva comoel del Senado o Sefiora de Venecia"... i'Est implCita, peroclara en su ideologa la meta a que apunta ms o menos cons-Cientemente el raciocinio poltico de la poca: el mando de los'mejores' responsabilizado frente a la sancin de toda la comu-nidad". Pero la vivencia poltica, trabada con factores y condi-ciones inamovibles, le impidi elevarse a una construccin abs~tracta y sistemtica.

    -XII-

  • IV - EN LA PUNTA DE UN PU~AL: SE ENFRENTA"A PEDRARIAS y HUYE A ESP~A

    En abril de 1520 Oviedo parte hacia las Indias con su mujer,sus dos hijos y ocho criados. Se le haban dado, como yadiji-mos, 15.000 maraveds de vitico y 70.000 de adelanto, por sussalarios. El nuevo gobernador de Castilla del Oro, Lope de Sosa,le precede. Despus de las obligadas escalas en la Gran Canariay Santo Domingo, Oviedo se presenta en Santa Maria el 24 dejunio.

    Lope de Sosa ha muerto sin desembarcar. Y un intenso terrorse apodera de Oviedo fr~nte a Pedrarias, porque "yo haba pro-curado -dice- y hecho todo lo que en mi fue para qe Pedra-rias fuese removido".

    Pedrarias lo recibe "holgndose mucho de su venida"; visitaa la mujer del veedor y la trata con mucha cortesa.

    El gobernador, que ya haba enviado a Espaa a doa Isabelde Bobadilla, su mujer, con el grueso de sus ganancias en oroy perlas, nombr su teniente y alcalde mayor al licenciado JuanRodrguez Alarconcillo, quien traa esos cargos con respecto aSosa; le obsequia largamente y le hace pregonar su propia residencia: nadie se atreve a reclamar nada. El juez concluye que"Pedrarias ha servido muy bien y con gran celo".

    De todas las disposiciones reales obtenidas por Oviedo parael gobierno de Castilla del Oro, punto de neuralgia para Pedra- .rias resulta ser la constitucin del regimiento de Santa Maracon asientos permanentes, por lo que asuma una condicin indi-gesta frente al gobernador. Su fundacin estaba ligada indiso-lublementeal nombre y al recuerdo de Vasco Nez.

    Pedrarias se traslada a Panam para esperar al licenciado Es-pinosa, que traa los despojos fruto de dos aos de andanzas Conlos navos de Balboa. Pero se lleva a los oficiales reales, tesorero,contador y factor, en un claro designio de trasladar la capitali-dad a Panam. Oviedo se arroga la misin de mantener y sos-tener a Santa Mara. Pero la situacin se le va tornando adversa.

    :..-xm--

  • A dos aos de haber llegado, muere su hijo de ocho aos. Losoficiales no le perdonan la cdula que les prohibe comerciar. Nopuede volver a Espaa, donde le espera la indigencia; y est pen-diente el compromiso de cobrar la hacienda de Vasco Nez. En-dereza al gobernador cierto requerimiento, advirtindole queabandonar l la ciudad~ equivale a despoblarla. No obstante, Pe-dI-arias se march, dejando por teniente a Martn Estete, casadocon una criada de su mujer. Con ello perdi la base estratgicapara operar sobre las costas de Urab y Cartagena. No era desa-certado trasladar la capitalidad a Panam; pero s lo fue el pro-psito de borrar del mapa a Santa Mara. Si bien el inters deOviedo por mantener el ayuntamiento de esta ciudad radicabaprincipalmente en que era su defensa y arma contra Pedrarias,tambin reconoca la importancia de Santa Mara como punto departida pam la conquista de Santa Marta.

    Despus de la detencin de Alonso Nez Pedrarias haba sepa-rado los oficios de veedura y escribana. Oviedo encomend latenencia de la escribana general a Alvaro Aguilar, y mediantela intervencin de Alarconcillo rescat del poder de Alonso deFuentes los viejos cuos de la fundicin~ que fueron destl'Uidosen acto solemne el 3 de julio de 1520. El 6 Oviedo tuvo su pri-mera fundicin, con nuevas marcas.

    Pedral'ias lo apremiaba para que acudiera a la fundicin en Pa-nam. Por fin en mayo de 1521 embarca rumbo a Nombre deDios, llevando libros, crisoles y fuelles. Deja en el Darin a sumujer~ encargada de ver la construccin de la casa familiar, con latraza y el dinero, que ha de ser la mejor casa de Tierra-Firme.De junio a septiembre ha de permanecer en Panam, dirigiendola fundicin y actuando como escribano de minas.

    El 8 de agosto compra las perlas tradas a Panam por Gasparde Espinosa y Gonzalo de Badajaz. Despus compra todas lasperlas que llegan a Panam, tal vez para Conchillos. Su enemigodeclarado, el bachiller Diego del Corral le acus de. utilizar paraefectuar esas adquisiciones el dinero de la receptora de las penasde Cmara y del tesoro de la Cruzada, que haba cobrado abun-dantemente en Panam.

    -XIV-

  • En octubre, antes de marchar de regreso al Darin, requierea Pedrarias en nombre de la ciudad de Santa Mara, culpndolede su despoblacin, y toma testimonios contra el gobernador. Pe-drarias le responde nombrndole su teniente. Embarca en Nom-bre de Dios en una carabela de su propiedad, y llega a SantaMara el 9 de noviembre. El da siguiente tiene que enterrara su mujer, que haca diez das estaba enferma. La casa quehaba construido, aunque no constaba ms que de maderas, caasy clavazn, haba costado ms de 1.500 pesos de buen oro, "enla cual se pudiera aposentar un prncipe, con buenos aposentosaltos e baxos, e con un hermoso huerto de muchos naranjos e otiosrboles, sobre la ribera de un gentil ro que passa por aquellacibdad".

    No bien se repone del golpe, pone en ejecuclOll un plan deemergencia para salvar la ciudad: concierta a los vecinos en rela-cin a las deudas, y hasta ayuda a pagarlas; .compra casas decontado y las da al fiado a quienes quieran quedarse; libra orde-nanzas y estatutos de utilidad pblica; compra ganados para des-tace; forma una escuadrilla de negros e indios para sacar oro delas minas.

    Enva una carabela a rescatar en la costa de Urab y Carta-gena. Llevan 500 hachas fundidas de hierro viejo de aros depipas y otras procedencias, sin acero y mal templadas. Le pro-ducen 1.600 castellanos, libres de costas. A los tres meses envade nuevo la carabela, con tres molejones bien ocultos bajo cu-bierta, a restaurar y afilar las hachas, que calculaba ya debanestar maltrechas. La operacin le dio ms de 20.000 castellanoslibres de costas.

    Por otro lado, Oviedo, pl'eviSOramellte, orden a la gente de lacarabela el rescate de cuantos arcos y flechas pudiesen. Pensabasinceramente- desarmar as a los naturales, pues tal como los arcosel'an de elaborados no se podan hacer de nuevo sin emplear mu-cho tiempo en ello, tanto porque los indios eran lentos en el tra-bajo, como porque carecan de herramientas. As lleg a juntaren su casa un arsenal de ms de 10.000 arcos.

    Santa Malia cobra nimo. Al xito econmico va aparejadoel triunfo poltico de Oviedo. Informa a la Corona y pide mer-

    -xv-

  • cedes~ De 26 de junio de 1523 es la capitulacin, refrendada deCobas, en que se le otorga lo ms de 10 que peda: tenencia deuna fortaleza que construir a su costa en la isla' de Codego o enel puerto de Cartagena, con mil maraveds de salario; concesinde 12 15 le~as en torno a Cartagena e islas del Bar y SanBernardo, para rescatar; licencia para poblar dentro de aquelloslmites; un bergantn aparejado y armado; pasaje y manteni-miento de 50 hombres que deban llegar de la Pennsula. Todofue bien hasta que los colonos de La Espaola y Tierra-Firme,azuzados por Pero'arias, dice Oviedo, metieron mano en el asunto,ultrajando y sublevando los indios, que atacaron por sorpresaen el ro de la Ensenada (Santa Marta) al bergantn de Oviedo.

    El bachiller Diego del Corral, regidor, del bando de Pedrarias,amancebado con una india principal de nombre Elvira, lleg aconvertirse en paladn de los que se hallaban en igual situacin,y aspiraban a reunir y hacer perdurar en cabeza de sus hijos elcacicazgo y la encomienda a la vez.

    Cuando el cacique de las lagunas de Bea sacrific al capitnMartn de Murga y tres espaoles ms, Oviedo, teniente de go-bernador, organiz una expedicin punitiva contra el de Bea ylos de Corobari y Guaturo, que supona sus aliados. El bachillerdel Corral se opuso a que se efectuara tal expedicin, aduciendoque la ciudad quedara indefensa; pero segn se sospech, porqueel 'd Bea era primo y el de Corobari pariente de la india Elvira,Esa misma noche Corral amotin a cuantos deban componer lahueste, e hizo saltar la autoridad del teniente.

    Oviedo inici entonces una informacin secreta. Corral, conel consejo del den Juan Pl'ez Zalduendo, rector de la iglesia porestar la sede vacante, recurri a Pedrarias.

    Dice Oviedo que poco. antes haba tenido en sus manos el pro-ceso de Vasco Nez, por razn de SUB oficios, y que haba nume-rado con letras y rubricado los folios para evitar prdidas y alte-raciones; y' que visto por Pedrarias y el escribano deben haberimaginado que dichas providencias no tenan otro objeto que po-der referir los defectos y mritos en su contra. HE por eso sos-pech que haban dado orden en mi muerte e trabajos", concluyeel Cronista:

    -XVI-

  • En 1523 llegaron al Darinel licenciado Qalaya,nombradoalcalde mayor de la costa sur, y el arcediano Rodrigo Prez, quienvolva de la Pennsula, adonde haba llegado en cadenas, allsueltodel cargo de complicidad con Vasco Nez. Quien lo haba de~portado no era otro que Zalduendo.

    Ambos recin llegados se incorporaron al bando de Oviedo.Calaya aconsej que Corral fuese echado de la tierra y enviadoa Espaa, donde su mujer legtima lo esperaba desde haca doceaos. Con la correspondiente informacin y con grillos, Corralfue metido en una nave que parta para Espaa. Antes habaapelado para ante el gobernador, y asimismo en favor del caciquede Corobari y los suyos, a quienes, valindose de la traicin deun resentido, una noche el teniente haba tomado por sorpresa.Corobari fue sentenciado a la hoguera, pero en un gesto miseri~cordioso, antes fue estrangulado; sus sbditos fueron esclavizados.

    Despus el celoso teniente de Pedrarias se encamin a la sierraen busca de Guaturo, a quien fcilmente captur, y con l al capi-tn Gonzalo, su consejero. Ambos fueron sentenciados a la horca.La mujer de Gonzalo, deshecha en lgrimas, pidi sustituirlo osumarse al suplicio con sus hijos. Todo en vano. Gonzalo fueahorcado en el monte y Guaturo en su propia plaza, y sus sb~ditos convertidos en esclavos. Mas la verdad es que ni Guatroni Coroball estaban alzados. Por ello PEREZ DE TUDELAsQspecha que el verdadero fin de los trgicos procederes del te-niente no era otro que el de conseguir esclavos para levantar laproduccin aurfera del Darin, ya en franca decadencia. Y todoello uno~ dio, por lo dems, la medida realmente sobrecogedorade la dureza de sus sentimientos", agrega PEREZ DE TUDELA.

    Al llegar a Santa Mara de vuelta de sus hazaas, el cabildole mostr la carta en que Pedrarias lo destituia y nombraba suteniente al deportado Corral. Oviedo dej la vara en su sitialy pas a sentarse en otro inferior, protestando que lo ocupabacomo oficial de Sus Majestades. Y all mismo hizo formal jura~mento de no volver a tornar vara de justicia que no la otorgaraexpresamente el mismo rey.

    Pedrarias haba logrado en los aos de 1520 y 21 dos triunfosresonantes: su confirmacin como gobernador, y el que su resi-

    -XVII-

  • denda, as como la de sus oficiales, fuese tomada por Alarcon-cilla, decidido pedrarista, sin que nadie tuviese que abandonarel cargo.

    Oviedo fue designado por el ayuntamiento procurador del Da-l'in en la junta de procuradores que deba reunirse en Panampara elegir al licenciado Espinosa procurador en la Pennsula. Losdel bando de Corral y Zalduendo quisieron evitarlo; pero un refe-rendum popular confirm a Oviedo. Preparaba su traslado a Pa-nam, donde tambin pedira cuentas a Pedrarias ante Alarcon-cilIo, cuando, mientras dialogaba a la puerta de la iglesia con unalcalde de la faccin contraria, fue atacado con un pual por unmozo, hijo del especiero Luis de Crdoba, a quien Oviedo habadeportado junto con Corral por doblemente amancebado. La cu-chillada le dio en la cabeza y descendi hasta la mejilla. Oviedocay en tierra, y all recibi dos cuchilladas ms, sobre el hombroizquierdo. Se levant y requiri la espada, pero el agresor corrihacia la iglesia, donde le acogieron el den y sus clrigos, paradespus soltarlo secretamente. A pesar de que pidi confesin,creyndose a la muerte, Oviedo san en pocos das; y desde sucasa pidi se le reservase el derecho de reclamar hasta 10.000pesos de oro de su hacienda y la del rey a Pedrarias y Espinosa,si no poda estar a tiempo en la residencia.

    A influjos de Pedrarias fue enviado al Darin como teniente deAlarconcillo un tal Juan Carballo, de los resentidos con Oviedo,para ver que ste no se marchara sin rendir su residencia. Car-ballo, extremando medidas, le puso grillos en su propia casa, hastaque rindi fianza por 6.000 pesos para asegurar que no saldrade ella.

    Cuando por fin fue residenciado, Oviedo fue absuelto de todaslas demandas, excepto la de 60 marcos de oro que le fueron pe-didos a nombre de Corral y la de una mujer a la que haba man-dado sacar los dientes. Ambas demandas fueron remitidas al Con-sejo de Indias.

    Apel ante Alarconcillo de la sentencia que contra sU agresorhaban dictado los alcaldes, de prdida de una mano y un pie,y obtuvo que fuera condenado a la horca.

    -xvm-

  • Se haca escoltar por seis hombres; y as tuvo noticia de queBernal, su frustrado asesino, rondaba con intencin de meterleen el pecho un tiro de ballesta cuando se. asomara desnudo. a laventana de su aposento, pues tena esa costumbre impuesta porel excesivo calor. Entonces Oviedo, en vez de tomar el fresco,comenz con gente a su servicio a correr por las noches las ha-ciendas de aus contrarios, en busca del tal Bernal, quien temerosoquiso escapar en una carabela, oculto en un tonel. Fue descu-bierto y llevado por Oviedo a Acla, donde Alarconcillo revoc lasentencia de muerte. Se le cortaron mano y pie, con beneplcitode Oviedo, y luego fue echado a la crcel, por razn de las costas,donde muri pocos das despus.

    Pedrarias reclam al reo y su proceso, pero tarde. Oviedo toda-va hizo aspavientos y lanz amenazas, anunciando que partahacia Panam a enfrentarse al gobernador. Embarc rumbo aNombre de Dios, segn dijo, pero se fue a Cuba. Tras azarosanavegacin lleg a la isla, donde Velzquez le agasaj amplia~mente, al precer con inters de asegurarse sus buenos oficios enEspaa, en relacin al caso de Corts.

    De Cuba cruz a La Espaola y se fue por tierraa Santo Do-mingo. Y de all atraves el Atlntico en la armada del almi-rante don Diego Coln.

    V -LUCHA CONTRAPEDRARlASEN ESPA&A

    De Sanlcar pas a Burgos y a Vitoria, donde le recibi el Em-perador y le remiti al Consejo para que rindiese sus informessobre el Darin. Oviedo prepar entonces un extenso memorialque provoc la remocin de Pedrarias, aun contra las artimaasdesplegadas diligentemente por los procuradores en corte de lacausa de Pedrarias, a saber, doa Isabel de Bobadilla, Estete,Lizar y el bachiller del Corral. Este, por su parte, obtuvo lacondena de Oviedo en 100.000 maraveds de costas ms lo queresultare de los daos en su hacienda, tasados por un nuevo juezde residencia que se enviara a Tierra-Firme. El mismo juezfallara la demanda interpuesta por la mujer de apellido Nez,por la prdida de sus dientes.

    -XIX-

  • Oviedova tras la Corte a Burgos, Valladolid y Madrid, puesaspira a la gobernacin de Cartagena. Se le ofrece la de SantaMarta, pero encuentra pretexto para dejarla. En cambio obtieneque se renueve el privilegio que se le concediera en 1523 pararescatar y poblar en Cartagena; poco tiempo despus, en marzode 1525, se le nombra gobernador de ese territorio, al tiempo queen la capitulacin se le otorga casi todo cuantt? solicita. Y hastaparece que influy en el nombramiento de Lpez de Salcedo comogobernador de Honduras, por razn de que su nueva mujer, Ca-talina de Ribaflecha, era prima hermana de la de Diego Lpez.

    Escribe un opsculo titulado Respuesta a la eplstola moral delalmirante de Castilla. Y poco despus una Relacin de lo subce-dido en la prisin del rey Francisco de Francia, desde que fuetrado a Espaa, y por todo el tiempo que estuvo en ella hastaque el emperador le dio libertad y volvi a Francia, casado con

    'Madama Leonor, hermana del emperador...

    Efectu luego la traducci6n del Laberinto de Amor de Bocaccio.y realiz6 despus, presumiblemente a instancias del mismo Em~perador, el Sumario de la natural historia de las Indias, que fueimpreso en Toledo, a comienzos de 1526, por el maestro RamnPetrs.

    Ocurrida la muerte del secretario Conchillos, la viuda llam aOviedo a fenecimiento de cuentas, operacin que ste trat deevadir por todos los medios. Al verse estrechado, opt por intro-ducir a su favor una partida por ms de medio cuento de mara-vedes, que segn alegaba le pertenecan por los tres aos en quedej sus oficios de Tierra-Firme a cargo de Alonso Nez. Laviuda negaba, con razn, que se hubiese tenido que dar participa-cin a la vez a Nez y a Oviedo. En este pleito Oviedo fue con-denado por tres veces sucesivas hasta noviembre de 1525.

    Pero en octubre del mismo ao el Csar haba concedido a su"real vasallo" privilegio de ampliacin de annas. A ms de lasvigas y roelas de Valds y la cruz oviedense, ostentaria en ade-lante las cuatro estrellas de la Cruz del Sur, "para que atesti-gen y publiquen... sus preclaras hazaas y grandes serviciosa Nos hechos en el mismo Nuevo Orbe de las Indias".

    -xx-

  • VI - DE NUEVO EN INDIAS. NOMBRADO .. GOBERNADOR DE CARTAGENA

    La misma flotilla que trajo al nuevo gobernador de Castilladel Oro, Pedro de los Ros, condujo al gobernador de Cartagenay al juez de residencia y alcalde mayor, licenciado Salmern.

    Con Oviedo volva al Darin, comiendo en los :mismos mante-les, aquel bachiller del Corral que el teniente d Pedrarias habaremitido a Espaa por amancebado escandaloso. Oviedo preten-da ahora ganado para su causa contra Pedrarias por ladespo-blacin de Santa Mara, de que tambin el mismo bachiller habaresultado tan perjudicado. Pero la aparente amistad slo durlo que la travesa. Apenas desembarcan y el bachiller demandapor 8.000 pesos al gobernador de Cartagena, y ste contrade-manda por 20.000. Gastadas ambas partes, y por intervencinde mediadores, pusieron el asunto en manos de Salmern, el cualdio ambas causas por inexistentes y prohibi so graves penas quese hablase ms de ello.

    . . .

    . Posesionados de sus cargos Salmern y de los Ros, marcharonaPanam, pues ya Sarita Mara,despobl~da por Pedrari~s y que-mada por los indios, prcticamente no rista; agregseles Oviedo:era el 25 de agosto de 1526.

    No hallaron a Pedrarias en Panam, pues desde el mes de enerohaba marchado a Nica~agua; al castigo de su capitn y tenienteFrancisco Hernndez de Crdoba, dejando casi despoblada la ciu.dad. Hasta el mes de enero de 1527 no retorn a Panam. Paraafrontar la residencia contaba con las mejores defensas: la ma-yora de sus agraviados estaba fuera, en Nicaragua u otras partes;una disposicin del Consejo limitaba el examen y juicio de Sal-mern a los hechos posteriores a la residencia tomada por Alar-concillo; y el juez no quiso or de Oviedo querellas que no fuesenprivadas. Oviedo tena catorce o quince demandas que sumabanalrededor de 8.000 pesos. Pero cuando vio que Salmern no seamoldaba a sus pretensiones se acord con Pedrarias mediantela suma de 700 pesos de oro y dos marcos de perlas, en lo tocantea 2.000 pesos de oro que le tena embargados desde haca tresaos.

    -XX1-

  • En lo referente al atentado contra Oviedo, Pedrarias hizo jura-mento y firm pleito homenaje de que no haba tenido pal'te enl, ni de hecho ni de consejo. Y luego firmaron una escritura deconcordia, con pena de 2.000 pesos de oro para quien primero larompiese.

    Contra Zalduendo Oviedo no logr nada, pues falleci al tiempode iniciarse el juicio. Y el propio Oviedo libr limpio del juicioa que fue sometido. .

    En general, para Oviedo haba resultado un f!'acaso econmicoaquel juicio de residencia que haba conceptuado corno un grannegocio, a expensas de cuyas ganancias habra podido llevar ade-lante sus ambiciosos proyectos sobre la gobernacin de Carta-gena. Por ello olvid sus compromisos, y hasta escribi su renun-cia de la gobernacin. El pretexto exhibido -o la razn, si sequiere- fue que su antiguo amigo Rodrigo de Bastidas, gober-nador de la contigua Santa Marta, mal informado sobre los arre-glos de Oviedo con el Consejo, queriendo tornar venganza de unagravio imaginario, haba realizado una entrada para tomar escla-vos en la cartagenera isla de Codego (y de hecho tom preso alcacique Carex y 500 indios), echando as por tierra los planesoviedenses de asentamiento pacfico y progresivo en la regin.

    PEREZ DE TUDELA opina: "Cabe sospechar que Oviedo,tras los reveses relatados, no tuvo inters en acometer el cum-plimiento de sus compromisos, y que haba puesto la mirada enparajes menos peligrosos que Cartagena: tal, la rica Nicaragua,hasta donde su pariente Lpez de Salcedo extenda por entoncessus poderes de gobernador".

    VII - ENTRE LAGOS Y VOLCANES

    A finales de 1527 llega Fernndez de Oviedo a Nicaragua. Elcabildo de Len, previo examen d los ttulos presentados, habareconocido a Diego Lpez de Salcedo como gobernador, frentea la pretensin de Pedro de los Ros, aquel ambicioso gobernadorde Castilla del Oro, que se haba hecho reconocer en Granada.

    Salcedo haba ingresado a Nicaragua trayendo en cadenas aveintids caciques de Honduras y trescientos indios portadores de

    -XXII-

  • impedimenta y mercancas que haba adquirido en la Espaolay se propona vender en el pas. Como uno de sus primeros actosde gobierno, maosamente emprendi la reforma del repartimientode indios, con propsito de favorecer largamente a ms de cienhidalgos de su compaa, en menoscabo de los amigos de Pedra~rias. Con los cambios efectuados se perdieron las sementeras yse suspendi la explotacin de las minas.

    Cuando Oviedo lleg a Nicaragua se puso de inmediato al ser-vicio del gobernador, sU pariente poltico, pues era casado conuna prima hermana de su mujer.

    Pocos das despus, el 2 de enero de 1528, visitaba el recinllegado en su asiento de Tezoatega (en el actual departamentode Chinandega) al cacique Viejo, Agateite. Como nuevo en latierra, le lleg a ver en compaa de un capelln de Diego Lpezy otros dos o tres hombres de bien. Sin embargo, el cacique nole acata mientras no sabe su nombre, su parentesco con el gober-nador y su status ante el rey.

    Oviedo no pierde tiempo para ejercitar el comercio. Vende ala iglesia de Len, por 222 peaos de oro, varios objetos para elculto. Adquiri tan buena casa, que despus pudo venderla por250 pesos. Debi servir de maravilla a Diego Lpez en la ventade las mercaderas que haba trado para negociar. Entretantohaba obtenido en el nuevo repartimiento de indios la encomiendadel cacique Momotombo, ubicado a menos de un cuarto de leguade Len.

    Pero Pedl'8.1ias haba obtenido en definitiva, el 16 de mal'ZO deaquel ao, la gobernacin de Nicaragua. Y sus sirvientes, infil-trados como estaban en el bando de Salcedo, apenas supieron dela llegada del amo como gobemador, desataron la subversin con-trp. Lpez. Cabecillas de este movimiento fueron Martn Estete,que ejerca de teniente de gobernador por Salcedo; el jefe de suguardia, Hemando de Soto; y los alcaldes ordinarios Rogel deLoria y Francisco Pacheco. Primero echaron a rodar la especiede que Lpez meditaba resistir la entrada de Pedrarias en el territorio: con ello atraan a su causa a los antiguos encomenderospedraristas despojados por Lpez, quienes, naturalmente, pensa-

    -XXUI-

  • banrecuperar sus antigua condicin tan pronto Pedrarias asu-miera el. poder. Despus.la noticia alarmista fue que Salcedoproyectaba fugarse llevndose gran cantidad ,de pesos de oro quele haban prestado los vecinos. Fuera' esto verdad :0 mentira, locierto es que logr el propsito de ocasionar un motn. Por lanoche, reunise gran multitud en casa de Estete,con gritos yaspavientos. Salcedo, acongojado, estaba en su posada rodeadode unos pocos fieles, entre ellos Oviedo, que padecia una grancalentura. Preguntle Diego Lpez qu le pareca que debahacer;" y. Oviedo le aconsej ,que expidiese un mandamiento con-minando a los alzados a deponer las armas, no escandalizar laciudad, e irse sosegadamente a sus casas, so pena de la vida y laprdicia de sus bienes. Hizolo as Diego Lpez (el mismo Oviedoredact el mandawiento), ,y fueron ,a casa 'de Estete a efectuarla notificacin Alonso Ortiz, alwacil mayor, 'y un escribano; perolos revoltosos, lejos de obedecer; tomaron presos a los enviadosy a los ,ms del bando de Salcedo.

    Oviedo yaca en cama, en su casa, a cansa de la fiebre, cuandollegaron el alcalde Pacheco, un regidor y diez o doce hombres

    armados, que le obligaron 'a vestirSe y 'marchar con ellos; preso,a casa de Estete; alli ste consult con alc8ldes y'regidores, manod llevarlo a la fortaleza (que estaba contiwa), y lo pusieron enun baluarte, con grillos en los pies y muchos guardas. Esto ocu-rra el- viernes llamado de Dolores. El sbado siwiente Salcedose acoga la iglesia (la iglesia mayor, nica que entonces exis-tia, despus eregida en catedral). En aquella situacin, presoen la fortaleza, pas Oviedo hasta el Jueves Santo, da en quepudo romper la chaveta de los grillos, desembarazarse de ellos ysaltar de la muralla al foso, hacia la una o las dos del' medio dia,e irse huyendo a la iglesia, a donde' lleg "al tiempo que estabael padre Rojas en el plpito para predicar el mandato".

    El Sbado Santo lleg Pedrarias a la ciudad por gobernador;Acto seguido march a la iglesia. Se rezaba el oficio; y luegoque ste hubo tel'lninado, salieron Diego Lpez y Fernndez deOviedo a reverenciar a Pedrarias' y felicitarle. "Y l con muchacortesa dijo al Diego Lpez que le p:JSaba de todo lo acaescidoe que muy bien podia salirse e irse a su posada, que l le dabalicencia para que seguramente lo pudiese hacer, y al capitn Gon

    -:XXIV-

  • zalo Femndez de Oviedo tambin". El de Honduras dijo quele besaba las manos y confiaba en que le hara justicia y desa:-gravio. Intervino Oviedo, preguntando a Pedra.das sial otorgar~les seguridad 10 haca como caballero o en nombre de Sus Majes-ta.des. Y el gobernador respondi que en nombre de Sus Majes~tades. Todava Oviedo alz la voz, para decir: HCaballeros, sedteBtigos de lo que dice el seor gobernador, que en nombre dSus Majestades nos da la licencia y seguro para que salgamos .de aqu". Y Peclrarias ratific: "As lo digo". Abandonaronla iglesia y se fueron todos acompaando al gobernador a su po-sada, y despus cada quien a su casa.

    Pedrarias obliga a Salcedo a permanecer en Len, a la esperade su juez de residencia, que ser el licenciado Castaeda, alcaldemayor. Mas como. sabe que en el juicio que se anuncia es muydifcil que sus partidarios libren bien parados, pues son reos dedelito tan grave como el de amotinarse y querer prender a ungobernador en ejercicio, los aconseja y azuza en sus demandascontra Salcedo, a quien por fin encarcela en la fortaleza el 14 dejunio, y lo deja incomunicado,aherrojado, sin qu comer ni ves-tir, rodeado slo de guardas y servidores del mismo Pedrarias,quien, adems, le dirije palabras soberbias y descorteses. Es loque PEREZ DE TUDELA define como "tratamiento intensivode vejmenes". .

    Pedrarias exige fianzas que garanticen el inters de los agra-viados. Entretanto, el martes 16 de junio de 1528 todo Lenasiste en la plaza al aperreamiento de dieciocho indios de Oloco~tn. All est. Oviedo, anotando los pormenores de aquel actobrbaro.

    A poco llega a la. ciudad el nominado Protector de los Indios,Alvarez Osario, quien propone una solucin de concordia en elcaso de Salcedo. Pedrarias nombra sus delegados y Salcedoacepta, bajo condicin de que Oviedo, su deudo, estuviese pre-sente en cuanto se actuase, y diera su parecer. Oviedo aconsejaa Lpez que firme cualquier compromiso, con tal de recobrar lalibertad; pero que pl'evia y pblicamente proteste la nulidad detodo cuanto firme. El mismo cronista eleva a escritura pblicala protesta de Salcedo.

    -xxv~

  • Mas ste no recobraba su libertad. Al borde de la desespe-ranza, escribi pliegos dando cuenta de su situacin, que algunosde los suyos trataron de llevar secretamente al Puerto de Hon-duras, para enviarlos de alli a la Audiencia de Santo Domingoy a la Corte. Pero los emisarios fueron intrceptados y las car-tas vinieron a parar en manos de Oviedo, quien requiri a Pedra-rias que las dejase en su poder y no se empease en verlas, puesiban destinadas a Su Majestad.

    Lleg por entonces a Len el tesorero Diego de la Tovilla (no-viembre de 1528), quien tom a su cargo lograr un acuerdo entreambos gobernadores. Por fin se convino en que se quemasen lascartas de queja (que provocaban en Peclrarias verdadero pavor)y en que Lpez para poder marcharse a su gobernacin, se arre-glase antes con sus acreedores y tambin con Diego Albitez, aquien habia tomado preso en Honduras y remitido a la Auclienciade la Espaola. Diego Lpez consinti en cuanto le exigieron."E as le solt el dicho Pedmrias, sin le soltar -dice Oviedo-,que no le dej l' a parte alguna, sino llevle a su casa, e all comae beba con l, y no le osaban hablar ni podan, sin testigos, suscriados amigos".

    En tal estado las cosas pidi Salcedo a Fernndez de Oviedoque le hiciese una obligacin a favor de Diego Albitz, por milpesos, ms o menos; y que pagase por l en Panam cuatrocientospesos que an debia a Pedro de los Ros. Albtez reclamaba aSalcedo, a ms de los daos de la prisin, 5.000 indios que afir-maba haba tenido encomendados en la plaza de Mateare, los cua-les Diego L6pez haba declarado esclavos; y por capturarlos paravenderlos, los cristianos haban muerto gran cantidad de ellos.Lpez hizo ante Oviedo una protsta por aquella obligacin queaceptaba forzado. Mas todava Pedrarias le oblig a firmar unacapitulacin en que se daban por saldadas las diferencias entreambos. Con ello pudo al fin volver Salcedo a su gobernacin deHonduras, a finales de 1528; y Pedrarias alardear ante el sobe-rano por haber "procurado su liberacin", en beneficio de la realhacienda del Puerto de Honduras y en remeclio de aquella gober-nacin.

    Diego Lpez muri en Trujillo el 3 de febrero de 1530, "fati-gado de una llaga vieja en una pierna -dice Oviedo-, e mucho

    -XXVI-

  • nW.s de los trabajos e prisin que haba tenido en Len de Nicaragua".

    Su deudo Fernndez de Oviedo se qued en Nicaragua, y asi-mismo los oficiales reales de Honduras.

    El martes 2 de febrero de 1529, da de la Purificacin de laVirgen, encontramos al cronista regocijndose en el pueblo indiode Ayatega, lengua de Nicaragua, en el bautismo del caciquedon Carlos, ahijado del capitn Gonzalo de Badajoz. Desde el19 de enero haba comenzado a ohservar un gran cometa en elcielo nocturno de Len, que en la creencia de los indios venaa pronosticarles su propia "muerte en el camino", bajo la frulade los conquistadores. La visin persisti hasta el 6 de febrero.

    Los oficiales de Honduras espel'8ban al licenciado Castafleda,que nunca llegaba. Pidieron que se ajustasen las cuentas conFernndez de Oviedo como contador interino, pues era "criadode Su Majestad y de mucha habilidad". Mas Pedrarias, en acuer-do con el tesorero de Nicaragua y el protector, nomin al regidorJuan de Ampudias como tal contador interino; y a Oviedo comotercero asistente a la rendicin de cuentas, que se dio por con-cluida el 14 de enero de 1529.

    Cuatro meses ms tarde, a mediados de mayo, Oviedo emprende el regreso a Panam.

    Durante el ao y medio que permaneci en Nicaragua el capi-tn Oviedo y Valds se desempe ampliamente como comer-ciante, poltico, escribano, contador, consejero; y sobre todo comoinsoslayable inquisidor acerca de la flora, la fauna y la naturalezatoda del pais, as como de las gentes que lo habitaban, indiosy espaoles, cristianos y gentiles; observ con ojo omnipresentey agudo, y escuch con oido siempre atento, hechos y dichos. Deah! la gran calidad de su testimonio. POI' su fidelidad para consu deudo Lpez de Salcedo sufri en la fortaleza de Len la pri.sin decretada por Estete. Pero quizs su ejecutoria ms nota-ble sea su actuacin, altanera y desafiante, vis a vis del poderomnmodo y artero de Pedrarias, escudado sin duda en su condi-cin de "persona de mucha confianza y criado de Su Majestad",que el mismo Arias Dvila reconocia.

    -XXVIl-

  • Desde el mismo da en que Pedraras puso el pe en Len,Oviedo se enfrent a l, como vimos, en el recinto de la iglesiamayor, donde permaneca retrado con el gobernador de Hondu-ras, preguntndole que si la seguridad que les prometa la otor-gaba como caballero, vale decir, en su carcter personal, o ennombre de Sus Majestades, como gobernador. La smple formu-lacin de la pregunta llevaba mplcita una radical diferenciacinde las dos modalidades: no era lo mismo Pedrarias caballero quePedrarias gobernador; no equivale prometer seguridad a nombrepropio que a nombre del rey. Todo acatamiento era debido a laautoridad real, nada ms. As lo entenda y lo senta Oviedo.Por ello es muy de creer lo que afirma, de que alguna vez seala Pedrarias que haba hecho mal en prender a Diego Lpez "contal cautela como haba tenido, hacindole salir de la glesia comoes dicho, e despus, cuando le paresci, prendile".

    Desde mediados de enero hasta promediando el mes de mayode 1529, en que emprende la vuelta a Panam, "libre de obliga-ciones -supone PEREZ DE TUDELA-, el veedor observa yanota a sus auchas lo mucho que en el pas hay digno de serincorporado a los memoriales que deben dar cuerpo a la gran cr-nica indiana de sus proyectos".

    Tambin compone aqu, en Len de Nicaragna, "en la costadel Sur o mar Austral, a diez grados de la lnea equinoccial", a lamargen de la laguna y frente al humeante volcn, buena pmtede su Libro del Blasn; como l mismo dice, el libro primero"e mucha parte de todo el tractado".

    Exasperada por la violencia conquistadora, a la segunda llega-da de Pedrarias gran parte de la poblacin indgena se hallabaen pie de guerra en Nicaragua. Una gran mayora se haba .aco-gido a las montaas, abandonando las labores de las minas y laagricultura. En consecuencia, no haba ms oro ni qu comer,a partir de 1528. Pero quedaban los indios, para echarles manoy venderlos como esclavos. El gran mercado era Panam, dedonde se distribuan en las islas y el Per, examinados como tales"y justmnente herrados en la cara con el hierro real", ha de pun-tualizar hipcritamente Pedrarias, mientras pretende que Se hagauna excepcin de las prohibiciones vigentes del comercio de escla-

    -xxvm-

  • vos, con miras a que "los pobladores destas partes se remedieny la dicha Panam asimismo".

    En el inicuo negocio entra Oviedo, de la mano de Pedraras.Se le haba cedido por Salcedo la plaza del cacique Mohomotomboen repartimiento. No hay noticia de que Pedraras le haya con-firmado la encomienda, pero tampoco de que se la haya quitado.Se puede afirmar que en general a Oviedo no le fue tan mal conPedraras en Nicaragua.

    A este respecto, AMADOR DE LOS RIOS, entre otras inexac-titudes referentes a nuestro pas, anota lo siguiente: Pedrarias"al verse de nuevo en el mando, olvid la concordia de Panam,molestando al Veedor, en odio del Salcedo, con nuevos disgustosy quebrantos. Escarmentado de las desavenencias pasadas, yadvertido de que iba la edad aumentando la codicia y tirana deloctogenario gobernador, resolvise Oviedo a vivir lejos de l"...Como puede notarse, all el dato histrico es suplido por unaimaginacin vivaz, pero simplista.

    MANUEL BALLESTEROS GAIBROIS es ms imaginativoan, tratando de mejorar la plana de AMADOR: "Sin dema-siada ocupacin, /Oviedo/ pasa a Nicaragua, pero enterado deque Pedrarias, por las intrigas de su esposa en Espaa, ha sidonombrado gobernador de esta demarcacin -tremenda coinci-dencia!- abandona rpido la tierra"...

    y todava el argentino ALBERTO M. SALAS, repite: "Pero'hasta en Nicaragua se encuentra con Pedrarias, cosa que lo incitaa su regreso"...

    Lo cierto es que, vendida su casa de Len al mismo Pedrarias,q\l la adquiere para alojamiento del esperado licenciado Casta-eda; Oviedo se traslada al Puerto de la Posesin. All perma-nece durante quince das o ms, esperando "tiempos" para ir aPanam, en compaa de dos pilotos (muy probablemente Bar-tolom Ruiz y Juan Cabezas); y pueden comprobar que la lati-tud del lugar es de 130 norte, en vez de 100, como ponen lascartas.

    -XXX-

  • Cuando por fin embarca en el navo Santiago, cuyo maestreera Juan Cabezas o Juan de Grado ("hidalgo asturiano, buenpiloto"), lleva consigo "setenta e tantas personas registradas ycon licencia", de su propiedad y del padre Lorenzo Martn, can-nigo, viejo amigo, para el mercado de Panam. En el navo vantambin ms de cien indios libres o esclavos que se sacan sinregistrar, y espaoles que se fugan, algunos de ellos deudores.

    Cabezas intent varias veces hacerse a la mar, pero los vientoscontrarios lo impidieron. En una de las recaladas las autorida-des quisieron detenerlo, pero en vano. Y Oviedo, cansado detanto esperar los "tiempos" que nunca llegaban, decidi aban-donar Nicaragua por la via de Nicoya. Los setenta y tantosesclavos quedaron hacinados en el navio, a cargo del inefablecannigo. Oviedo se traslada a Len, donde el 22 de julio rindetestimonio en la informacin que sobre el caso del Santiago levan-ta el licenciado Castaileda (que por fin ha llegado). En l semuestra preocupado por el inexacto juicio del maestre, quiendeca. que entre Oviedo y el padre Martin llevaban "tantas per-sonas como todo el restante del navio"; y a l le pareca que eranmuchos ms los que se iban sin registrar.

    El 25 de julio parti de Managua y fue a dormir a Lender(Nindirl), en la hacienda de Diego Machuca y de Barroso. Ensu viaje le acompailan un criado, dos negros, una negra y ciertonmero de indios. Baja a la laguna. El mismo 25 ("noche deSantiago") parte de madrugada para subir a la cumbre del volcnde Masaya acompailado del cacique de Lenderi, don FrancscoNacatime, de lengua chorotega. Observa y dibuja el volcn, casihasta las diez del dia de Santa Ana (26 de julio), y luego partehacia Granada.

    En la plaza de Mombacho \risita a un italiano, buen compa-ilero y amigo, llamado Nicol, quien le da de cenar huevos y pes-cado guisados con aceite de cacao, maravilloso producto que lerecomienda para heridas, dolores, granos, hinchazones y poste-

    .mas. En la falda del Mombacho encuentm una hierha cuyo olory sabor emn idnticos a los del comino; y como talla usaban loscristianos, en salsas.

    -xxx-

  • Al cabo de cierta jornada por la costa del Pacfico, y mientrasllega la noche, va a reconocer un paso estrecho por donde ha detransitar en la madrugada. Por esquivar una ola, salta sobl"eunas peas y se hiere el pie desde los dedos hasta el tal6n, porenmedio de la planta. Esto le ocurre cuando an se halla a se-senta leguas de Nicoya. Le aplican aceite de cacao, y tiene quecontinuar el viaje llevando la pierna colgada.

    El 7 de agosto, en los llanos de Nicoya, despus de la sierrade Oros, encuentra un encinar de bellotas. Por la noche va adormir junto al ro de los Murcilagos, que corre entre barrancascerradas de arboleda. Los veinte indios de Nicaragua que poramistad le llevan la ropa, con gran alegra comen sapos y alacra-nes asados. Se encuentran a legua y media del ro grande llama-do Marinia.

    A mediados de agosto Oviedo est en Nicoya en compaa delcacique don Alonso Nambi (perro, en chorotega). El sbado 19asiste a una tremenda borrachera colectiva. Despus crey6 desu deber aconsejar a Nambi contra sus malos hbitos, entre ellosla poligamia; y el desfloramiento cotidiano de alguna moza, quelos mismos padres de familia solicitan, para poder despus casarbien a sus hijas. Descansa en Nicoya diez o doce das. El 25cierra la llaga. S6lo queda en medio de la planta del pie unapelota como avellana, muy dolorosa, que le obliga a usar bord6ny apoyar tan s610 la punta del pie. Con el milagroso aceite decacao el tumor se disuelve en sesenta das.

    Por fin aparece el navo que lo llevar a Panam, el de JuanCabezas, siempre asaltado por vientos contrarios. Llegan en lel padre Martn (con los esclavos, claro est!); y el hdalgo San-cho de Tudela (tambin con los suyos, a excepc6n de treinta"personas" que tuvo que dejar en tierra por falta de espacio enla embarcaci6n). No haban abandonado an el golfo de Oro-tia, cuando observaron que el tim6n estaba comido de broma,y asimismo dos tablas del costado de la nave. Por lo cual hu-bieron de tomar tierra en la isla de Pocos, donde en algo msde veinte das pudieron reparar el dao. Oviedo aprovech elocio de esos das para hacer que la negra que lo acompaiabasacara aceite de ms de dos hanegas de cacao que llevaba con-

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  • sigo. En Pocos!, en noche de luna llena, pudo ver al piloto J nanCabezas, con unos pocos hombres, matar ms de quinientos pecesque Jlama "agujas paladares", que se varan en tierra huyendode los tiburones. De stos matan trece.

    Una vez fuera del golfo, ven los viajeros una gran ballena ha-ciendo portentosas evoluciones, que imsginaron eran de alegriaante la proximidad de una gran tormenta de viento y Jluvia. Estavez las brisas fueron favorables; y aunque fuese en aquel malnavo, ms bien una carabela rasa, descubierta al sol y a las llu-vias, y padeciendo persistentes cuartanas, pudo Fernndez deOviedo reintegrarse a Panam.

    VIII - CRONISTA DE INDIAS

    En la flamante capital de Castilla del Oro se encontr que im-peraba la rapia del nuevo gobernador, Pedro de los Rios, aun-que enmedio de general nconformidad. La cosa lleg a tanto,que un poco ms de dos aos de desgobierno fueron ms quesuficientes para enviar a residenciarle y separarle del cargo. Nose conform de los Ros a los fallos de su juez, y marchse a Es-paa en demanda de justicia. Tras l se fue Oviedo, despus dems de un ao de estancia en Panam, nombrado procurador dela ciudad para defenderla contra las pretensiones del ex-gober-nador. Tambin Jlev la procuradoria de Santo Domingo, cuyoregimiento le recomienda, pocos meses despus, para que Su Ma-jestad "le mande continuar la Crnica general y natural historiadestas Indias y reinos, dndole ttulo y salario de su cronista enestas partes".

    HaCia 1530 se presenta en vila, residencia de la Emperatriz,a quien obsequia una redomita de aceite de cacao de Nicaragua,y le da cuenta de sus maravillosas virtudes.

    Eleva ante el Consejo su parecer de que la salvacin de La Es-paola de la total despoblacin que la amenaza, radica en la com-pleta sujecin del indio, sin contemplaciones, pues es tal la con-dicin de los naturales, que si se les da a entender que son libres,se lo creen hasta el punto de que defienden su libertad con lasarmas. Por tanto, que ingresen a la isla nuevas oleadas de colo-

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  • nos, pero debidamente autorizados para traer a servicio a los ind-genas, siquiera sea arrastrndolos del cabello. Algo parecido ha-bia sido recetado por Pedrarias como remedo a la desnutricincongnita que padec~a Panam; y la receta fue rpidamente apro-vechada por Oviedo, llevndose consigo 70 indios de Nicaragua.

    Mortunadamente para la raza indgena y la humanidad prevalecieron la declaracin del Consejo Real contra la encomienda,de 1529, y la provisin antiesclavista de 1530.

    El 7 de mayo de 1532 el Consejo de Indas propone a Oviedopara cronista de Indias; y el 18 de agosto el Monarca resuelveafirmativamente y le asigna un salario de 30.000 maraveds; unal'esolucin complementaria de 15 de octubre de 1532 mandabaa todas las autoridades indianas enviar al flamante cronista ofi-cial, a su requerimiento, toda suerte de relaciones sobre sus terri-torios. Asi se liberaba a Oviedo de la obligacin de consumirel resto de sus das en fatigosos viajes por el Continente, a cazade informacin, como era la idea original emanada del Consejo.

    De vuelta en Santo Domingo, se dedica al cuido de sus plan-taciones de yuca y maiz, y de sus haciendas de San Juan de Ma-guana, donde vende caballos y yegnas, y por un peso da una vacaparidera.

    La alcaida de la fortaleza queda vacante por muerte del cas-tellano en enero de 1533, y consigue la tenencia interina, mien-tras se le designa formalmente por Real Cdula de 25 de octubredel mismo afio.

    IX - EL ALCAIDE DE SANTO DOMINGO

    En 1534 emprende nuevo viaje a Espaia, investido del cargode procurador de la ciudad de Santo Domingo y portavoz de laAudiencia contra los desafueros de Garca de Lelma en la gober-nacin de Santa Marta. Desembarca en Sevilla en agosto, y el30 de septiembre sale a luz, en la misma ciudad, la primera partede la Historia, en la imprenta de Juan Cromberger.

    En Madrid obtiene confirmacin de la alcaida de Santo Do-mingo, y pertrecho de armas y municiones para su fortaleza, aun-

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  • que no cuanto quera. Adems, recibe amplias muestras de con-fianza y distincin de parte de la imperial familia.

    X-Al'lOS DE PAZ TRAS LAS MURALLAS

    El 12 de enero de 1536 asume la tenencia formal de la fortaleza.

    Tras diez aos de segurda-ungo, entre ellas nueve de piedra, juntas en una misma acerade la calle de la fortaleza, que fueron del comendador fray Nico-ls de Ovando.

    Se empea en convertir la fortaleza en una defensa verdade-ramente digna de confianza. Con muchos estorbos y atrasos laobra se llev adelante. La primera necesidad era de reparar ycercar; y emplazar buena y suficiente artillera, lo cual se logren 1538. Ahora el castellano quiere que se mande despejar todael rea que est por delante de la obra, hasta el mar; y que seconstruya y dote de artillera y viga constante una torre en laotra margen del ro. Y aconseja la ereccin de defensas estra-tgicas en todo el Continente.

    Entre el alud de cartas que sobre los ms diversos temas escri-be el alcaide con destino a la Pennsula, al par que acrecientael acervo de infolios de la Historia, destacamos una escrita enocasin de haber llegado a Santo Domingo fray Bias del Casti-llo, procedente de Tierra-Firme, en que previene al Emperadorcontra las patraas de los que afirman que el "infierno" o volcnde Masaya es un hervidero de 01'0 puro, cuando no lo es sino. deazufre.

    En 1541 estuvo en la isla, de paso hacia el Per, el licenciadoVaca de Castro, con encargo de inspeccionar las fortalezas queestuviesen al paso. Oviedo aprovech para reclamar por cuantohaca falta en lo tocante a reparos y pertrechos; pero fue sor-prendido teuiendo de fijo en el castillo tan slo cuatro plazas,siendo as que se libraban las pagas para siete. El castellanoadujo la imposibilidad de encontrar gente que quisiese ocupar

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  • aquellas plazas por el sueldo que se daba, aunque les proporcio-naba comida de su bolsa; y, sobre todo, que estaba en vigor unacdula que le autorizaba a tener por soldados a los criados y ne-gros de su casa. Vaca orden que en adelante no faltasen deguarnicin las siete plazas consabidas, y remiti a Su Majestady el Consejo lo relativo a la falta que pareca haber habido.

    Despus de grave enfermedad, quiso de nuevo marchar a Es-paa; pero estando para partir recibi avisos de haberse roto lashostilidades pOlo parte de Francia, y tuvo que permanecer en supuesto. Padeca sordera, que progresaba cada dia; y su carcterse tornaba ms acre por momentos, hasta el punto de que el oidorVadillo hubo de encarcelarlo una vez para acallar sus insolentescrticas a las actuaciones de la Audiencia.

    XI - SACUDIENDOSE A CERRATO

    En 1542 Y 43 habia firmado el Emperador las "Leyes Nuevas".Para aplicarlas fue enviado a La Espaola como presidente de laAudiencia el licenciado Lpez Cerrato. En 44 se firm la pazcon Francia; y en 46 pudo al fin Oviedo embarcarse rumbo a Es-paa con cargo de procurador de Santo Domingo, compartido conel capitn Alonso de la Pea, para tratar de aliviar en cuantofuera posible las rigideces del licenciado Cerrato. Pero ms lepreocupa el favorecer sus propios intereses y nuevos proyectos,entre ellos reclamar para si la gobernacin de Cartagena, quepoco antes habia sido perdida y recuperada con alto rescate porel gobernador Heredia. Entabla demanda contra ste y el fiscaldel Consejo, la cual es rechazada por estar fuera de tiempo y deforma y no contener relacin verdadera.

    Retirado en Sevlla, en 1547, mientras el capitn de la Peava hacia Alemania procurando llevar adelante los asuntos de LaEspaola, Oviedo escribe las Adiciones a los Oficios de la CasaReal de Castilla (que habia esbozado en 1535) e imprime su tra-duccin del toscano de las Reglas de la vida espiritual y secretatheologia. Y parece que tambin acrecent el acervo de sus Ba-tallas y Quincuagenas.

    En 1548, en Valladolid, presenta a don Felipe las Adicionesal libro de los Oficios.

    -xxxv-

  • y en febrero o marzo de 49, reunido con Pel'ia, emprende laruta de la isla, tras completar con xito sus gestiones, pues remo-vido Cerrato, se repone en la presidencia de la Audiencia a donAlonso de Fuenmayor, elevado a la dignidad de arzobispo, y conttulo de Capitn General; y al propio Oviedo se le nombra regi~dor perpetuo.

    Mientras Oviedo en su refugio de Sevilla revisaba sus minutasy trataba de ponerlas en orden, apal'eci en Salamanca, en 1547,una reimpresin de la Primera Parte de la H istora casi clandestina, pues el autor jams hace referencia a ella, seguida de la Cl''nica de la conquista del Per por Francisco de Jerez.

    En Espaa Oviedo haba cultivado amistad con Jimnez deQuesada (conquistador de Nueva Granada), con Alvar Nl'iezCabeza de Vaca, y obtenido sus relaciones y noticias; asimismolas de Martn de Ore sobre el Ro de la Plata y las relativasa las cosas del Per, que obtena a travs de su amigo Pero Mexia,cronista imperia!.

    XII - ACTIVIDAD SENIL Y MUERTE

    Llegado a La Espaola y ejerciendo el cargo de regidor, al pocotiempo entra en pugna con la poderosa faccin del secretario dela Audiencia, Diego Caballero de la Rosa, "el personaje ms po-deroso y ms potente de la isla Espal'iola -segn el decir deOTTE-, con el cual los Pasamonte y los Avila no osaran rivalizar". Los CabaJlero tuvieron en sus manos la contadura de laisla desde 1514 hasta 1566.

    La situacin fue agravndose, hasta que en 15M Oviedo escribe 58 captulos de las ms claras y graves acusaciones contra Ca-ballero y los de su partido. Por ejemplo: que con cuentas falsasrobaban el tesoro de la ciudad; o que robaban saqueando a suantojo los barcos que tomaban puerto, apropindose ciertas renotas, creando oficios innecesarios, etc.

    El ao de 1555, a los 77 de edad, cuando ya no tiene una muelani los dientes superiores; ni cabello en la cabeza y la barba queblanco no sea, aun se ocupa en escribir sus Batallas, una proce

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  • sin de figurones de la caballera espaola, a veces ejemplares,otras inocuos y otras verdaderamente escandalosos. Haca onceaos que trabajaba en dicha obra. Y todavia tuvo nimos paraagregar Las Quincuagenas de los generosos e ilustres e no menosfamosos reyes; prncipes, duques, marqueses y condes e caballe-ros e personas notables de Espaa, un total de 7.500 versos, "dis-tintos en tres Quincuagenas,. que son primera, segunda y tercerapartes, cada parte o quincuagena de cincuenta estanzas, e cadaestanza de cncuenta versos".

    Impulsaba desde Santo Domingo, por correspondencia, la pu-blicacin de .las tTes primeras partes de la Historia (50 libros),mientras escribia la cuarta.

    Se imprima el libro XX de la Segunda Parte en el taller deFrancisco Fernndez de Crdoba, impresor de Su Majestad,cuando falleci la noche del 26 de junio de 1557.. teniendo en susmanos las llaves de la fortaleza que custodaba.

    Sus restos fueron llevados a la catedl'al y sepultados en la capi.lla de Santa Luca, "donde haba hecho labrar dos bvedas: unapara enterramiento propio y de sus sucesores, y otra para ente-rramiento de gente pobre y honrada".

    -XXXVII-

  • BIBLIOGRAFIA

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    Tres cronistas de India-s.Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1959.

    ~XXXVllI----,