cementerio de los gartner

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UNA TUMBA EN RIOSUCIO EL CEMENTERIO DE LOS GÄRTNER UNA APROXIMACIÓN Jorge Gärtner Hizo su jornada como buen obrero Las primeras noticias del cementerio de los Gärtner en Riosucio, Departamento de Caldas, las recibí siendo niño en el hogar y nada de lo que posteriormente he podido saber y documentar ha controvertido ese saber. Hace ya varios lustros, encontrándome en la ciudad de Medellín, Jorge Gärtner Naranjo, medico como su padre Fernando Gärtner Posada me prestó para su lectura el texto manuscrito del diario de su abuelo Carlos Gärtner Cataño. El primo hizo de vicario de su abuelo a quien había trasmitido algunas preguntas planteadas por Friedrich Gärtner quien Acerca de un Espíritu “forjado” en las entrañas del Harz, lo que dejó hecho y sigue haciendo luego de abandonar sus vestiduras.

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UNA TUMBA EN RIOSUCIO EL CEMENTERIO DE LOS GÄRTNER

UNA APROXIMACIÓN

Jorge Gärtner Hizo su jornada como buen obrero

Las primeras noticias del cementerio de los Gärtner en Riosucio, Departamento de Caldas, las recibí siendo niño en el hogar y nada de lo que posteriormente he podido saber y documentar ha controvertido ese saber. Hace ya varios lustros, encontrándome en la ciudad de Medellín, Jorge Gärtner Naranjo, medico como su padre Fernando Gärtner Posada me prestó para su lectura el texto manuscrito del diario de su abuelo Carlos Gärtner Cataño. El primo hizo de vicario de su abuelo a quien había trasmitido algunas preguntas planteadas por Friedrich Gärtner quien

Acerca de un Espíritu “forjado” en las entrañas del Harz, lo que dejó hecho y sigue haciendo luego de abandonar sus vestiduras.

entonces preparaba un escrito para el Calendario Minero del Harz sobre la historia de ese minero alemán uno de cuyos nietos ejerció como Ministro de Economía en Colombia. En el documento del tio Carlos como lo invocaba mi padre, documentó lo acontecido al morir el bisabuelo Georg Heinrich Friedrich Gärtner.

Una otra oportunidad de exáminar documentos relacionados con la historia de “la tumba del profanador” como llamó el sacerdote católico Clímaco Gallón los restos mortales del fundador de la familia Gärtner en Colombia, se dio gracias al encuentro en la ciudad de Colonia con Alvaro Gärtner en fecha entre los años 89 y 90 la cual tendría que precisar en otra ocasión limitándome ahora simplemente a compartir con los curiosos e interesados dichos documentos. Vivía entonces con mi familia en la hermosa ciudad de Colonia, junto al Rin. La Lintgasse fue nuestra residencia inolvidable y allí recibí la grata sorpresa de la visita de Alvaro Gärtner quien como invitado de la Oficina de Prensa de la Cancillería de Alemania (espero no equivocarme) hacia un recorrido por nuestra también querida Patria Alemania, como lo es Colombia y el planeta tierra al sentirnos en forma elemental simplemente sus hijos. Ese encuentro quedó registrado en la siguiente fotografía tomada por mi hija Anneli, hoy ciudadana alemana domiciliada en Baviera en las cercanías de Munich.

Sea esta una ocasión para “protocolizar” que fue gracias a este admirado pariente de quien desde años atrás tenía las mejores referencias y dados su profesionalismo como comunicador su generosidad y su proclividad a la investigación histórica que pude apropiar la siguiente información. En el escrito de A.G. se transcriben los apuntes de Carlos Gärtner C. ya mencionados.

Luego vino la lectura del libro de Jorge Gärtner de la Cuesta “MIS MEMORIAS O INÚTILES DEVANEOS DE UN DESOCUPADO” del cual pude apropiar una muy buena contextualización política y social de los comienzos de la formación de la familia Gärtner y en particular sobre el carácter de su padre Carlos Gärtner Cataño. Sobre ese contexto político y la familia Gärtner se ocupa un capítulo de la obra de Otto Morales Benitez “LIBERALISMO DESTINO DE LA PATRIA”. Las conversaciones de entonces con el pariente Gärtner Naranjo y un delicioso intercambio epistolar con Jorge Mario su hermano entonces domiciliado en Bogotá, todo se unió para estimular un mayor interés en los trasfondos políticos del drama familiar: persecuciones, exclusiones, asesinatos, todo esto a partir de una diferencia específica del antepasado alemán y que algunos libre y concientemente optamos por mantener y alimentar como tradición. En la carta dirigida a Jorge Gärtner de la Cuesta a instancias de Friedrich Gärtner, respondida “en vivo” a través de su nieto, hay algunas alusiones a componentes de esa tradición.

Gracias a esa comunión de las almas entre descendientes del minero, del obrero que cumplió bien su jornada no precisamente la de los patrones, Federico pudo darse el gusto de publicar en el anuario minero su creación histórico-literaria cuya página de entrada se contempla así:

¿QUIÉN FUE ESE OBRERO QUE REIVINDICÓ SU CONDICIÓN DE TAL?

Jorge Enrique Federico Gärtner, simplemente Jorge Gärtner, llegó a Marmato proveniente de las montañas del Harz. Si en esto tuvieron que ver algo las brujas del Brocken es algo que no sabemos pero nada de extrañar que algunas le hubieran seguido y se hubiesen dejado encantar por las montañas tutelares del codiciado oro explotado por los ingleses. Con mi hijo Jens Jürgen recreamos tal posibilidad en la siguiente imagen:

http://www.fotocommunity.de/pc/pc/mypics/769579/display/5790897

Nació mi bisabuelo en Clausthal hoy unida con Zellerfeld su antigua enemiga en las guerras de religión en Alemania. La iglesia en la cual se encuentra el registro de su llegada al mundo es la conocida como Iglesia de madera victimizada alguna vez por el fuego y reconstruida y se mantiene bien conservada como puede verse en el siguiente dibujo enviado en marzo de 1998.

A Friedrich Gärtner debo el certificado o como se diría en nuestro medio, “la partida” de bautismo de mi bisabuelo copia de la cual es la imagen precedente. Federico también me sorprendió en otra ocasión con un primera fotografia en blanco y negro de la casa en la calle Zellbach donde residió el bisabuelo hasta el momento de su salida hacia Colombia. La imagen siguiente la tomé personalmente en mi primer viaje a Clausthal cuando tuve la oportunidad de caminar calles y senderos por donde presumiblemente transitó el bisabuelo y penetrar en compañía de Jürgen Gärtner, el único hijo varón de Otto Gärtner y Andreas su nieto hijo de la inolvidable Inge, las entrañas de las tierra que forjaron su carácter.

Muchos amigos y buenas dosis de comunicación y cariño hicieron posible esta experiencia vital por sobre mis limitaciones financieras. Jens Uwe Braun, entonces director del Goethe Institut en Medellín, amigo inolvidable, y Otto y Friedrich Gärtner estuvieron junto a Catarina Schröder en la primera línea de ese frente, y paro de contar para no incurrir en desafortunadas omisiones. Ingrato e imperdonable sería no recordar en este punto a Roland y a Siglinde Börner y el encuentro que nos “ligo” por así decirlo en las montañas del Ruiz cuando el Ingeniero de la Universidad de Frankfurt adelantaba estudios para el Gobierno colombiano sobre los recursos hídricos allí guardados y yo hacia una de mis casi rutinarias excursiones por el llamado Parque Natural de Los Nevados. Luego de algunos meses en Bogotá, a su regreso a Alemania los Börner tuvieron la gentileza de enviarme algunos folletos turísticos del Harz en uno de los cuales aparecía el nombre de Otto Gärtner como el propietario de una empresa de taxis y omnibuses para recorridos turísticos regionales e internacionales “desde el Cabo Norte hasta el sur del Tirol” (Ob zum Nordkap oder nach Südtirol).

DE CÓMO MI SALIDA FORZADA DE MEDELLIN MARCÓ EL COMIENZO DE

UN VIAJE SIN FINAL HACIA ALEMANIA

El Espíritu de Jorge Gärtner regresa a su Heimat, Alemania.