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Cuando el Sintagma Adverbial del que forma parte la subordinada consecutiva o comparativa complementa a un verbo, el análisis es sencillo, ya que la oración complementa al adverbio y juntos forman el sintagma adverbial / complemento circunstancial de cantidad: Come más que una lima [come] V/núc Adv/núc Cj/Nx dt N/núc SV/Pred SN / Suj . Sub. Adv. Comparativa /Comp. del Cuant S Adv. / C. C. Cantidad . SV / Pred

El análisis se complica cuando el sintagma adverbial que forman el adverbio intensificador y la subordinada comparativa o consecutiva complementa a un adverbio, a un adjetivo o a un sustantivo. En tal caso, la oración subordinada comparativa o consecutiva complementa a un adverbio intensificador, con el que forma un sintagma adverbial que a su vez complementa al adverbio o adjetivo cuantificado. Dicho sintagma adverbial es el que realiza la función de cuantificador. Se puede analizar alterando el orden habitual de los elementos, tal como aparece en el ejemplo de arriba, o bien indicando su relación mediante “un puente”: Y el análisis se complica un poco más cuando el elemento intensificador de la subordinada adverbial consecutiva o comparativa no es un adverbio, sino un determinante. En tal caso, la categoría cuantificada no es un adverbio ni un adjetivo, sino un sustantivo.

Son las denominadas consecutivas no intensivas, ya que no tienen ningún elemento intensificador. Estas oraciones no son en realidad oraciones subordinadas, sino coordinadas ilativas, que expresan una consecuencia de la oración principal. Se analizan, pues, como dos oraciones simples unidas por un nexo coordinante.

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CPR

CPR

En este ejemplo, la comparativa completa a un adverbio, con el cual forma un sintagma adverbial cuya función es CC de cantidad del verbo principal, se acerca.

En este otro, la consecutiva completa a un adverbio, con el cual forma un sintagma adverbial cuya función es CC de cantidad del verbo principal, dudo.

En este último, la comparativa completa a un adverbio, con el cual forma un sintagma adverbial cuya función es CC de cantidad del verbo principal, dudo.

En los tres ejemplos de la izquierda, el Sintagma Adverbial del que forma parte la consecutiva o la comparativa funciona como CC de cantidad de un verbo. Ya hemos visto un ejemplo de cómo quedaría el análisis cuando la categoría cuantificada no es un verbo, sino un adverbio (Está tan lejos que no podrá llegar).

Si lo que se cuantifica es un adjetivo, el análisis se realiza igual que con un adverbio:

Y, por último, veamos cómo quedaría el análisis cuando la categoría que se cuantifica es un sustantivo, en cuyo caso el elemento intensificador es un determinante y no un adverbio. En este caso, la subordinada comparativa o consecutiva ya no es complemento del cuantificador, sino directamente cuantificador del sustantivo núcleo, que va precedido de un determinante cuya función es la de intensificador.