con motivo de su décimo aniversario, demipage ha invitado

Con motivo de su décimo aniversario, Demipage ha invitado a treintagrandesautoresdelaescenaliterarianacionalasubirseensuvelocípedoypedalear junto a ella a lo largo de este libro de relatos. Treinta historiasinéditas de autores como Antonio Muñoz Molina, Luis Landero, AndrésNeuman,JoséOvejero,SantiagoAuserónyun largoetcéteradeescritoresreferencialesdeestepaísquecompartenescenarioconotrosquetienenpordelante una prometedora carrera literaria, como Juan Gracia Armendáriz,Guillermo Aguirre o Sara Mesa. Una fantástica combinación destinada atodoslosamantesdela literatura.Labicicleta,símbolodelaeditorial,eselobjetorecurrentequeapareceráentodaslashistorias.Demaneraquea lolargo de estas páginas tendremos la oportunidad de conocer a bicicletasholandesas, africanas, urbanas, rurales, filósofas, enamoradas, con y sinruedines,querepresentantemastandiversoscomoeldesamor,elsexo,elpasodeltiempo,elazar,lamadurez,elcorajeolaincertidumbre.

www.lectulandia.com-Página2

AA.VV.

Diezbicicletasparatreintasonámbulos

ePubr1.0Titivillus15.10.16


Títulooriginal:DiezbicicletasparatreintasonámbulosAA.VV.,2013Diseñodecubierta:Titivillus

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2


PIDETRESDESEOS

Uno

Hace exactamente cien años, un día de 1913, en su estudio de la rue Saint-Hippolyte,MarcelDuchampsintióganasdeinstalarunaruedadebicicletaencimadeun taburete. Lo hizo, según confesó más tarde a alguno de sus biógrafos, sin unpropósito definido, guiado solo por el placer caníbal de escuchar ese siseoinconfundibley comogastronómicodeuna ruedadebicicletaquedavueltas en elespacio,cadavezmáslenta.Nisiquierapretendíahacerunainstalaciónmodernaparaepatarninadaporelestilo,nilamenoraspiraciónpoéticaodelictiva.Asínacióporazarelprimerready-madedelahistoriadelarte,llamadoaconvulsionarla,queluegohaprovocadocataratasdedeconstruccioneshistéricas,tesisycontratesisdoctorales,cientosdeimitacionesycotizaciónmillonaria,perocuyoorigenfueelgestomásbiendomésticodeunsolteroensucocina,aquiendeprontoleapetecióañadirunpocodebrisaaunatardeaburrida.

LaruedadeDuchamptieneunecoderuletadecasino,deruecaparahilarodeventilador made in Japan. El paladín de las vanguardias artísticas resultó ser unciclistaatascado,quecorríaparanomoversedel sitio.Elúnicocapazdecrearunaescultura(oantiescultura),noparaservista,sinoparaseroída.Aquílosojostienenpocoquehacer,porquetodoloqueseveeselrastrodeunzumbido.

Acasodechiripa,Duchampacertóa inventar laestatuaecuestresinhéroeysincaballo,dejandosoloelrumor.Desmontódelpedestaltodalachatarratriunfalistadelosmonumentosépicosqueensucian tantasplazaspúblicasy reformulósu ridículoenformadeepigramavisual:untaburetequesostieneelcerodeunaruedadebici.

Quizá elmisterio del arte reside ahí: en aprender a estarse quieto, pero a todavelocidad.

Dos

En nuestra infancia, el logotipo de los cuadernos escolares Centauro era,previsiblemente, un centauro. Varios siglos atrás, el pictograma del impresorrenacentista Aldo Manuccio era un ancla y un delfín entrelazados, con la divisaFestina Lente (algo así como «Apresúrate despacio»). El editor y músico DavidVillanueva,desdesuplanetamojado,haescogidoparasuaventuraeditorial—ynopuedesercasualidad—la imagendeunvelocípedoantiguoqueconstituye todoundiscurso gráfico y que nos habla de su voluntad de pilotar su catálogo con unasabiduríadefurialenta,detangoduchampiano.

Unabicicletaesuninstrumentomusicalque,porcasualidad, tambiénsirvepara


desplazarse. Gracias a la impaciencia artesanal de Manuccio se inventó el libromodernoygraciasa laurgenciasedentariadeDuchampelarteseconvirtióenotracosa,enunvidrioapedreado,unaampollaquecontieneoxígenodeParís(puranadaembotellada), lagamberradadecolarsedenocheenelLouvreypintarlebigotesdehumoalaGiocondaounmaletíncapazdecontener,élsolo,todounmuseoportátil.

La rueda irónica de Duchamp lleva cien años girando sin girar, con sumareoinmóvil, y esta efeméride coincide conque la editorialDemipage cumple ahora suprimeradécadadevida.Noeslomismo,perocasi.Vistalaaceleraciónhistórica,noes tan distinto. Ahora atravesamos una especie de edad de perro, tan saturada deescándalos, titulares y pantallas simultáneas, que cada año vivido equivale a sieteañosnormales,demodoqueladiferencianoestantaentrelaruedayel libro.Paracelebrarsemejanteproeza,DavidVillanueva—paraquiensospechoqueeditarquizásea seguir haciendomúsica por otros medios— ha congregado a una treintena decompinches («sonámbulos», los llamaél)y losha invitadoaemprenderunavueltaciclistacompletaalrededordesucuartooalrededordeuntimbrazo.

El resultado es este volumen ecléctico que resulta ser un libro reconvertido envelódromo,enelquesesucedenunacomplejavariedaddehistoriasacercade

bicicletasrobadas(¿ycómocontárseloalastías?),bicicletasatropelladas,bicicletasfilosóficas,bicicletasafricanas,bicicletasqueviajaneneltiempo,bicicletassuicidas,bicicletasenamoradas(otodolocontrario),bicicletasurbanasybicicletasrurales,bicicletaspugilísticas,bicicletasconruedinesysinruedines…Ymuchasotrasmás.En total, diez añosdenarraciones, y así hasta la próxima

rueda.

Tres

Uno se morirá sin haber resuelto el enigma de dónde reside el secreto de labicicleta;siesenlosradios,elmanillar,lacadena,elsillín,odónde.Aunoletientapensarquequizásualmaestáenloshuecos,enlanada,eneseairequecirculaentrelas piezas, abanicándolas, y en cómo esa suma de palancas, gomas y tubosprecariamenteensambladosselasarreglabastantebienparaencajarseydesencajarsecarretera adelante y producir, pese a todo, una cinta, un discurso, unamáquina decoserydescoserhistorias.

Comoconoce todoaquelquehayaaprendidoamontarenbicicleta, laclaveno


está en arrancar, sino en el juego entre inestabilidad y equilibrio, y sobre todo endescubrircómofuncionanlosfrenos.LasbicicletasdeÁmsterdam,porejemplo,sefrenan con los pies haciendo girar los pedales hacia atrás. Conviene enterarse atiempo;másdeunohaacabadochapuzándoseenuncanalpornodominaresteartedelacontramarcha.Seguircirculando,casisiempre,esmásfácilquepararse.

Labicicletaesunvehículomovidoporeldeseo,cuyomotorsonlossueños.Loqueimpulsalabicicletasonlasganasdemontarenbicicleta,ynadamás.Enesoseparecealaescritura,quedebeautogenerarsupropianecesidadnarrativaeinventarsupropioencargo,omorir;ycuandolanecesidadnoaprieta,cuandoeldeseoflaquea,cuandoelamordesfallece—momentopeligroso—,alautornolequedaotroremedioque obedecerse a sí mismo, cada mañana, cada folio, durante años, encontrandoalicientesdondenoloshayparacontinuarpedaleandosinaliento,alacontra,conelcorazón en las piernas, los pulmones llameantes, en completa soledad, como esospersonajesde losdibujosanimadosquecruzanvalerosamenteelabismosincaerse,soloporquehanaprendidoaignorarlamagnituddesuvértigo.Escribirlibros,comoeditarlos, como leerlos, es declararse en rebeldía contra la ley de la gravedad yalgunosotrosinconvenientesmenores.DeesosabemuchoDavidVillanueva,editorymúsicoamigo.Literaturasonganas.

EloyTizón


Diezbicicletaspara

treintasonámbulos


UNAVISIÓNFUGAZ

Mis padres eran campesinos, yo era muy niño, vivíamos en Alburquerque, unpueblo extremeño rayano con Portugal y dejado de la mano de Dios, y aunqueteníamoscasaenelpueblo,casi siemprevivíamosenel campo,enelpurocampo,una finca de secano que distaba unos quince kilómetros del pueblo por un caminopedregosodetierra,yquesellamabaysesiguellamandoValdeborrachos.Iryvenirdelpuebloalcampo,enaquellostiempos,eraponerseencaminodeverdad,eraunviaje que tenía toda la gravedad y el espíritu aventurero de los grandes viajesantiguos,deOdiseo,deSimbad,de los caballeros andantes,de losdescubridoresyconquistadores,deCaperucitaRoja,delospríncipesysastrecillosqueibanenbuscadeldragón,deAhabylaballena.

Del campo al pueblo se solía ir en caballerías, más en burros omulas que enyeguasocaballos,oameropie,yelcaminoeraparteesencialdelviaje.Omejor,elcaminoeraelviaje.Noelllegar,sinoelir.Entremisrecuerdosmáslejanos,borrososyvibrantescomounapinturadeVanGogh,estánlosquehiceconmipadre,losdossolos, montados en una yegua, porque mi padre era un campesino con algunosposibles,oenuncarrotiradopormulas,yenlaépocaestivaldelarecoleccióndeltrigo y la cebada en una carreta de bueyes, que tardaba horas y horas en haceraquellosquincekilómetros, tantoquehabíaque levantarseantesdel alba,demodoqueelamanecereraunodelostantosaconteceresquesucedíanenelcamino.

Enelcaminopasabanmuchascosas:esaperdizquelevantabaelvuelo,elcantodeesaalondra,descendientequizádelaquealertóaRomeoyaJulietaensuprimerayúnicanochenupcial,lasesquilasdealgúnrebañodeovejasquesalíayadepastoría,losalegresyvalientes ladridos, lapiedrecitaesaqueconelprimersolbrillabaconínfulas de sirena confundiendo al caminante, trayendo a su cabeza leyendas detesoros,degentequeenelcaminoencontrósufortuna.Yluegoestabanlasparadiñas.Lodigoasíporqueenaquellos tiempos la fronterahervíadegenteque ibayveníabuscándoselavida,acordeonistas,contrabandistas,curanderos,buhoneros,zahoríes,segadores,vagabundos…,yeneseiryvenirsemezclabanlaslenguas,yyorecuerdoamuchagentequehablabaenunaespeciedesíntesisbabélica,unalenguadondeelespañol ponía la letra y el portugués la música, y todo eso con un desenfadovanguardistadelomássaludable.

Demodoquealencontrarnosconotroviajerosehacíaunaparadiña.Mipadreyel viajero liaban y encendían tabaco, y hablaban y hablaban sin ninguna prisa:lentitud,artesaníaenelvivir,gentesabiaquehabíaheredadolasabiduríademuchasotrasgeneraciones.Entretanto,yojugaba,corría,buscabanidosenel tiempodelosnidos,ranas,lagartos,alacranes,yellosallí,depie,apoyándoseunratoenunapiernayluegoenlaotra,fumando,conversando,hastaquealfinvolvíamosaponernosotravezencamino.

Yentreesosviajeros,aveceshabíaalgunoqueibaenbicicleta.


En aquellos tiempos de mi primera infancia las bicicletas eran altas, negras,serias,consusguardabarros,sutimbreparaalertaralosviandantes,sutrasportínparallevar a un segundo viajero o poner un pequeño serón con su carga de hortaliza overdura. Es decir, eran bicicletas laborales, nada de tonterías con ellas, nada deusarlascomojuguetes,yasíerantambiénsususuarios,gentegrave,vestidadepanaoscura, gente esforzada, gente laboral. Y así pedaleaban, como si estuviesen en elarado o en la trilla o en la huerta con el azadón. Nada de bromas. Amí aquellasbicicletasmeparecíanmuydifícilesdemanejar,detanaltasynegrasyseriascomoeran.Perolosdomingos,comounaconcesiónaloquedefestivopuedetenerlavida,poníanentrelosradiosdelaruedadelanteraunasdeoros,ounascintastremolantesdecolorinesen losextremosdelmanillar.Cuandomipadreseparabaahablarconalgunos de aquellos viajeros, yo miraba y remiraba la bicicleta con un respetoreverencial,sinacabarnuncadeadmirarmedeaquellamáquinatanpoderosa.

Así eran las cosas en aquellos tiempos. Y undía ocurrió que una mañana deveranoviaungrupodejóvenesurbanos,alegresymodernos,montadosenbicicletasdecoloresyvestidostambiénellosconcamisasypantalonesdecolores,conredesdecolorescubriendolasruedastraseras,haciendotravesuras,pedaleandosinsustancia,comosimontarenbicicletafuesesolounjuego,unpasatiempodemuchachos.Habíatambién muchachas bellísimas con faldas claras y zapatillas deportivas. Fue unavisiónfugaz,yenseguidasusgritosysusrisasseperdieronenladistancia.Yyomequedé allí, boquiabierto, embobado, sin saber aún que aquella era una de esasexperiencias esenciales que todos tenemos en la vida, porque en ese momentodescubrí que, además de las bicicletas laborales, existían también las bicicletasrecreativas,elviajarsintonnison,elhacerdelviajeuncapricho,unaniñería,ycreoqueahí,eneseinstante,concluyódegolpemiprimerainfanciaycomenzólaotra,esaotraedaddondelolegendariomezclasusaguasconlasdelarazón,sombrasylucesformandoelclaroscuroqueyanonosabandonaráhastaelfindelosdías.

LuisLandero


DÍASDEAMSTERDAM

Desperté recordandoquehabíaoído entre sueños largas rachasde lluvia tupidagolpeandoenelcristaldelaclaraboya.Eldormitoriodelapartamentoteníaeltechoen puntamuy alto y cuando apagaba la luz ymiraba hacia arriba en la oscuridadpodía ver el cielo estrellado, o las nubes viajeras que pasaban a la luz de la luna.Cuando llovía el dormitorio entero era la caja de resonancia de la lluvia en laclaraboya.Viniendodeunpaíssecoel sonidode la lluviamehadeparadosiempreunafelicidadinstantánea.Máscuandolaoigodenoche,cuandomedespiertoyestálloviendoycontinúasinreposo,cuandosefiltraaloqueestésoñandocomoenunapelículaconefectosdelluvia.

Me despertó cuando todavía estaba oscuro la alarma del teléfonomóvil. Tardéunossegundosenrecordardóndeestabayunospocosmásensaberporquémeteníaque levantar tan temprano.EstabaenÁmsterdamymedespertabaantesde lasseisporquealassieteenpuntoteníaqueencontrarmeenunapequeñaentradalateraldelRijksmuseum.Estaba enÁmsterdam en un apartamento prestado al que se llegabaporunaescaleradeunaestrechezyunacasiverticalidad inverosímilesyenelquehabíaotra escalerapara subir al dormitoriodesde el salónprincipal.Enunade lasvigasquecruzabanelespaciosobremicabezaarrancabaotraescalerademanoquepermitiríaascenderhastalaclaraboyaenlaquedurantetodaestanochehabíaestadorepicandolalluviayprobablementesaliraltejado.Avecesdabainsomnioademásdealgodevértigomirarhaciaarribayvertantoespaciovacíosobrelacabezadeuno.Eltechoenpunta,lasvigascruzadas,elcielomásallá,lasgrandesnubesatlánticasquepasaban rápidamenteyquehastaentoncesyosolohabíavistoen loscuadrosde lapinturaholandesa,másaltassobreelplanodelhorizonte.

Levantarsetantempranoesundesconsuelo.Cuandotengoquemadrugarmuchomeacuestoantesde lohabitualymeaseguromaniáticamentedequeheconectadobienlaalarmadelmóvilynomeduermohastalastresolascuatrodelamadrugada,deshechodeconatosdesueñosyderemordimientosconosinmotivo,ycuando laalarma suena el mundo es un sitio agrio al que hubiera querido no volver. CadamadrugónquemedoymeacuerdodeunversoexactodeBorges:«¿Porquées tantristemadrugar?».Esunapreguntayesunaprotesta.Acontinuación,tambaleándomecaminodeladucha,medigoquenohaynadamásprofundoqueesesilenciodelasmadrugadas, y que cuando pasen unos años me convertiré en uno de esosmadrugadoresquedisfrutancomountesorodeesaquietudyesasoledadqueyaseráninalcanzablesalolargodeldía.Measomoaunaventanayobservolabellezadelanochedesierta,ylaluzdealgunadeesasrarasventanasqueyaestániluminadaspormuytempranoqueunoselevante,madrugadoresmásprecocesaúnoinsomnesqueveránllegarlaluzdeldía.

Porquéestantristemadrugar.Enlacocinaalaquepocoapocoseadaptabanmisgestoshicecaféyrevivíconsuaromaytostéenunasarténunasrebanadasdepan.


Eraunapartamentoprestadoenelquellevabadossemanasydelquemeiríaalcabodedosotressemanasmás.Laspuertasdelosarmariosenlasqueseencontrabanlascosas empezaban a abrirse automáticamente paramí, dóciles a una búsqueda en laqueyacasinoreparaba.Elsitiodelastazas,eldelazúcar,lafuerzaexactarequeridapara abrir la puerta de la nevera, el cajón de las cucharillas, el de las servilletas.Cuandoyamehubiera amaestradodel todoamímismoenesas tareas tendríaquevolver a Madrid y entonces la cocina de mi casa me sumiría de nuevo en eldesconcierto, y tendría que aprender paso a paso cada uno de los gestos antiguos,ahoracancelados,yolvidarlosadquiridosenÁmsterdam.

De golpe me volvían rachas de sueños que tenían como fondo la lluvia yrecuerdos del libro que había estado leyendomientrasme inquietaba por dentro elmiedoanodormir.Eraunahistoriaeruditaypavorosade lasenfermedadesquesehabíanextendidoporlasislasdelPacíficosegúnpasabanporellaslosexploradoreseuropeos que las visitaron por primera vez en el siglo XXII. La lectura se habíadisgregado en el sueño, o era el sueño el que la había invadido: yo veía losacantilados boscosos de Tahití y una lluvia tropical me atronaba los oídos en uncamarote sofocante de uno de los navíos del capitán Cook. Yo estaba a punto deahogarme en las altas olas gris pizarra del océano Pacífico y era rodeadoangustiosamente pormultitudes de nativos que golpeaban tambores o golpeaban elsueloconsuspiessiguiendounritmocrecientequeeraeldelalluviaenlaclaraboya.

Quéalivio, la razón lúcidayelcaféreciénhecho.Alassieteenpuntoyo teníaquellamaraltimbredeunporteroautomáticoenunapequeñapuertademetalauncostado delRijksmuseumy un cámara estaría ya esperándomepara grabar nuestroreportaje.Nos dejaban entrar a las siete de lamañana para que tuviéramos tiempoantes de que se abriera el museo. Cavilé en la rareza de mi vida. Cuando teníaveintitantos años trabajaba enunaoficinay estaba segurodequemividano iba acambiar en las décadas siguientes. Quién habría vaticinado esta madrugada enmiporvenir, este apartamento prestado en Ámsterdam, el dormitorio con el techo enpuntaylaclaraboya,estavisitaalfilodelamaneceralRijksmuseum.

En la plaza, frente a las ventanas del apartamento, la claridad próxima del díaparecía estar brillando ya en los adoquinesmojados, en los raíles del tranvía. Lostranvíasempezabanacircularalasseisdelamadrugada.Yoyaestabaacostumbradoa la trepidacióndel sueloqueanunciabasu llegadayalgolpedecampanaconqueavisaban de que se ponían en marcha: un golpe solo, metálico, que yo no habíaescuchadonunca hasta entonces.Cuandohayan pasado los años, si vuelvo a oírlo,instantáneamentevendrá amí el recuerdo intactodeÁmsterdam.Mientras tanto semedesdibujaenlamemoria,enlaquesinembargoestátanclaroelazulprimerodelcielosobrelostejadostodavíaoscuros,comocartulinasnegrasrecortadas,sobrelosárbolesde laplaza.También sobre los letrerosde los cafésqueno se apagabanentodalanoche,aundespuésdequeloscaféshubierancerrado.

En ninguna proyección imaginativa sobre mi porvenir había figurado este


momento de la madrugada: bajar la escalera casi vertical, sujetándome en elpasamanos,laescaleraconángulosdepelículaexpresionistaodecuadrofuturistaocubista, Madrugador bajando una escalera tras una noche de insomnio enÁmsterdam.Enningunafigurabalaficcióndenaturalidadconquealsaliralacallebusquémibicicletaentretodaslasqueseapilabanenlaacera,sujetaslasunasalasotras,aseguradasconcandadosycadenasaunoscuantossoportesmetálicos.Elcielosehabíadespejado,peroenlossillinesdelasbicicletasquenoestabanprotegidasporunforrodeplásticolalluviahabíadejadopequeñoscharcosenloshoyosanatómicosde los sillines. Reconocí la mía porque no tenía forro en el sillín. Otras veces lareconocíaporelmanillarmuyalto,conalgodecornamentadeherbívoroydealasdesplegadas.

Yoeraesafiguraquesealejabaporelcarrilbiciparaleloalaslíneasdeltranvía,muyerguida,porculpadelmanillaraltoydemifaltadeexperiencia,mayoraúnporcomparación con esos holandeses que se ve que han nacido prácticamente en unabicicleta,quepedaleanfumandoohablandoporelmóvilollevandoprecariamenteuncontrabajoounbebéapoyadocontraelmanillar.

Algunostranvíaspasabanya,consurumordeairecomprimidoalabrirycerrarlas puertas y sus golpes de campana. Ir en bici porÁmsterdam un poco antes delpleno amanecer no era muy diferente de soñarlo. Pedaleando suave sobre losadoquines,comoflotando,planeando,entredormidoydespierto,irresponsable,alasseisymediade lamadrugada,a finalesdeseptiembre,pasando juntoa loscanalesdonde el agua oscura tenía relumbres de mercurio, escuchando a mis espaldas elestremecimientodeuntranvíaqueseacercaba,invulnerableaél,acualquierpeligro,enlaverticalidadinexplicabledelasdosruedasalineadas,altocomouncaballerodelaépocadelreyEduardoVII,comoHenryJamesensubicicleta,conlaqueestuvoapuntounavezdeatropellar,enuncaminodelcampoinglés,aunaniñaqueandandoeltiempofueAgathaChristie.

Pasépor lacallede las tiendasdeantigüedades, todasaoscurasaesahora.Meabandonéaldoblemovimientodeascensoycaídacadavezquellegabaallomocurvodel puente de un canal. Casi sentía conmi propio tacto el roce de los neumáticossobreelpavimentodeladrillo.

Eltiempodelabicicletaesmuchomásrápidoqueeldeunacaminata.Elqueseacostumbróamedir lasdistanciascaminandoquedadesconcertadopor lavelocidadcon que las deja atrás yendo en bicicleta. Lamisma brisa que había despejado lasgrandes nubes grávidas de lluviame daba ahora en la cara, tan húmeda como unrocío.

En muy pocos minutos estaba junto a la verja del museo, frente a la granexplanadaque llamanelMuseumplein.Al fondodeellaveía la fachadablancadelConcertgebouw. Era feliz en Ámsterdam sin esfuerzo ni propósito, por el simplehechode estar allí.Era feliz de unamanera temporal e irresponsable, tan libre delporvenircomodelpasado,aunquelosdosestuvieranmuycerca.Lafelicidaderatan


fácilcomomantenerelequilibriosobrelabiciyganarvelocidadpedaleandosobreunterrenoplano.

Encontré la puerta tal comome la habían descrito. Pequeña, angosta,metálica,conuntelefonillo,unbuzzer,mehabíadichoelcámaraaldarmelasinstrucciones.Lapalabrabuzzerme pareciómás adecuada que telefonillo. Pulsé el botón sinmuchaesperanzadequemerespondieran.Quiénibaaabrirmeunapuertatanperfectamentecerrada a esa hora, en el extremo de un ala lateral del Rijksmuseum. Previamentehabía aseguradomi bicicleta en la verja.Unabicicleta despierta en seguida casi lamismaadhesiónsentimentalqueunaanimalbelloydócil:uncaballo,unperro.

Mecontestóunavozroncaenholandés.Unavozfemenina.Dijeminombre,ylapuertaseabrióconunzumbido.Lavozmehabíadadoinstruccionesulterioresqueyono comprendí. Avancé por un corredor muy estrecho, como los recovecos en losteatros viejos, con bombillas opacas de polvo en algunas esquinas, bombillasprotegidaspormallasdealambre.Alavueltadeunaesquinahabíaunamesadelantedeunmonitorenelqueseveíaunacuadrículadeimágenesdediversoslugaresdelmuseo.Unguardadeuniformeestabarecostadoenunasillaabatibleyhabíapuestolospiesencimadelamesa.Lassuelasestabanmanchadasdebarroyenlamesahabíacarpetas y hojas impresas queparecían formularios.La chaqueta del guarda estabaechadadecualquiermodosobreelrespaldodelasilla.Elguardateníalacaramuypálida, el cráneoafeitadoyelmentón suciodebarba.Asu lado,depie,habíaunamujer alta y joven, también de uniforme, aunque con un uniforme distinto, máscuidado, como de otra jerarquía. Cuando llegué estaban hablando y se callaron alverme. Estaban hablando pero no semiraban, los dos de frente, hacia la boca delcorredordondeyoibaaaparecer,lamujerconlosbrazoscruzadosyunamanoenelmentón,lasuñasagrupadassobreellabioinferior,comosiselasmordiera,losojosenrojecidos, un poco echada hacia adelante, una mujer muy alta que estuvieraincómodaconsuestaturaoseavergonzaradeella.Elguardadisfrutabavisiblementedeunaperfectatranquilidad,nomalogradaporelfastidiodemiaparición,alassietemenoscuartode lamadrugada,aunquequizássípor lapresenciadesucompañera.Quésabenadie.

Iba a mostrar una identificación y el guarda hizo un gesto de indulgencia,indicándome que no me molestara. Los holandeses no creen en las medidas deseguridad,almenosenlasmásevidentes.Lamujerjovenmetendióunamanoysepasólaotraporlacarayelpelo,queerarojoymuyrizado.Fuemásrojoaúncuandollegamosalassalasiluminadas.Yohabíaestadoenelmuseootrasvecesperoahorano parecía el mismo lugar. Una sala tras otra, todas vacías, todas en silencio, lasfigurasdeloscuadroscongeladasenlasparedes,cadaunadetenidaenuninstantedeltiempo,casisiempreeltiempodelsigloXXII.

Lavigilantemedijoqueelcámarahabíadejadopreparadoelequipoperohabíatenidoquesalirabuscaralgo,algoquesehabíaolvidadoensucasa.Elcámaraeraunlunáticoyunirresponsable.Enunángulodeunadelassalasmayores,dondeestán


todoslosrembrandts,vieltrípodeconlacámaraenloalto,yenelsuelo,asulado,abierta, una de esas maletas grandes que llevan los cámaras de televisión y losfotógrafos.

Lasalaeramásgrandeporquesololavigilanteyyoestábamosenellayporquenoseoíanada.Nuestrospasoshabíanresonadoconunalujosanitidezsobreelsuelodemaderabruñida.Ellafueasentarseenuntaburete,juntoalaentradadelasala,ysequedómirandohaciamíconunadeesassonrisasfalsasqueavecesselequedanaunoolvidadasenlacara.Medabaunescrúpuloabsurdoponermeamirarloscuadrosynohablarle,perohastaesemomentomispobrestentativasdeconversacióntrivialhabíanfracasadoantelainmovilidaddelasonrisaydelosbellosojosausentes:quésilenciosoestabatodo,quésuertequesehubieradespejadoeldíadespuésdelanochedelluvia,quéoportunidadextraordinariaencontrarseasolasenelmuseo,etc.

MequedémirandoesedobleretratoconyugalquellamanavecesLanoviajudía.Tenía la sensación de no haber visto de verdad un cuadro deRembrandt hasta esemomento, esa madrugada, Rembrandt exclusivamente reservado para mí en lasoledaddelRijksmuseum.El silencio absolutode las sietede lamañana era comounalentedeaumento.Enlaluminosidadinteriordelcuadroyoestabatansumergidocomolospersonajesquememirabandecerca,quememirabanamí.Elhombreylamujer jóvenes, reciéncasados, felicesy tristes, subyugadosporelamory rodeadospor la penumbra de todo el tiempo futuro en el que acabarán muriendo ydisgregándose.

Me volví un momento, por una alarma inconsciente, y me pareció que habíapasadomuchotiempodesdequeempecéamirarelcuadro.Lavigilantenoestabaensutaburete.Tampocoestabaenningunaotrapartedelasala,niselaveíamásalládelosumbralesdelasotrassalassucesivas.Ahorasolomevigilabanlospersonajesdelos cuadros, los síndicos con sus trajes negros, los bebedores felices de carrilloscolorados, las versiones sucesivas de Rembrandt en los autorretratos,más joven ymás viejo,muy joven y como oculto tras los rizos del pelo y la sombra en la quebrillanlaspupilasymuyviejoyarruinadocomounmendigo,riéndoseacarcajadasdelacomediadelmundo,carcajadasquenosuenanenelsilenciodelmuseo.

Sonabanmispasos.Sonabacercaylejosunavozmurmurada.Crucélasalaenteray en un rincón de la sala contigua la vigilante estaba como acurrucada contra unrincón,cercadeLalecheradeVermeer.Eseazuldelapislázulinuncalohabíavistoyo relumbrar así. La vigilante hablaba en holandés por un móvil. Hablaba osuplicaba,sepasabalamanoporlacarayporelpelodesordenadoyrojo,semordíaloslabios.Dijoalgoydebiódedarsecuentadequealotroladonohabíayanadie.Quizás no había nadie desde hacía un rato y ella no lo había advertido.Guardó elteléfonoenunbolsillodeluniformeysequedómirandoalsuelo, todavíamediodecaraalapared.Sesentóenelsueloysetapólacaraconlasmanos.Desdeelumbraldelasalayolamirabaynomemovía,quietocomolasfigurasenloscuadros.


AntonioMuñozMolina


AUSTRALIA

—Lahellevadoaltaller.—Ah,bueno.—Quelatendránelmiércoles,amástardareljueves.—Perfecto.Noesmucho.¿Quéesloquehasllevadoaltaller?—Tubicicleta.—Ayernolepasabanada,bajéconellaalpueblo.Niunproblema.Siempreandas

queriendoarreglarcosasquefuncionan.—Hacíaunruido.—Unruido.—Sí,unchirridomuydesagradable:ñic,ñic,ñic.Nosiempre,peroaveces.Yolo

oíacuandoíbamosjuntos.Túalomejornotedabascuenta.—Labicicletashacenruido,elfrigoríficohaceruido,lavidahaceruido,nuestra

vidahaceruido.—Hablábamosdelabicicleta,nodenuestravida.—Mimadredice…—Tumadresiempredicealgo,sepodríanescribirtomosenterosconloquedice

tumadre.—Esmimadre.—Esoesverdad.Haycosasquenosepuedenremediar.—Perolabicicletasípuedearreglarse.—Hayqueconformarseconloquesepuedearreglar.Ibaaprepararlacena.—Estoyhartadequeprepareslacena.—Maldíaeneltrabajo,¿verdad?—Vetealamierda,Rafael.—Esoesloquepensaba.—¿Túquédirías…?—Diríaqueno.—Yalosé,peroesperaahaberloescuchado.¿Vale?¿Puedesesperaraconocerla

pregunta?Ydespuésdicesqueno.—Eraparaahorrartiempo,perobueno,yoquédiríasiqué.—Sinosfuésemos.SinosfuésemosaAustralia.—Yaempezamos.ElmespasadofueCanadá.ElanteriorNamibia.—¿Yteacuerdasdeloquerespondiste?—Túereslamemoriadeestacasa.Teacuerdashastadeloquetedijeelprimer

díaquenosconocimos.—Nuncamehabíandichonada tangrosero.Almenoshastadespuésdemucho

tiempo,enunapeleaoalgoasí,muchodespuésdelprimerdía.—Eraparanocrearexpectativasexcesivas.Esbuenodecepcionarlaprimeravez.

Quita mucha presión. Si alguien sigue contigo después de comportarte como un


imbécilelprimerdíaesquenotevaaexigirdemasiado.—Esoesloquehehechomal:noexigir.Noexigirnada.—Estamosbien.—QuieroirmeaAustralia.—YaCanadá.YaNamibia.¿Dóndeeraeseotrositio?Queríasirteanosédónde

enAmérica.Ecuador.EraEcuador,¿verdad?—TeestoyhablandodeAustralia.—Perocadavezhablasdeotrositio,asíquedaigual.—Nodaigual.Puedegustarteunsitioyotrono.—Todoslossitiossonelmismositio.—Entoncesparaquéiraningúnlado,¿no?—Esoes.Voyahacerpolloenpepitoria.—Siguessintrabajo.—¿Tútehasdadocuentadeenquépaísvives?—PoresoquieroirmeaAustralia.—Mientrasnosdicencómoarreglarlaeconomíalasaquean.—No,otrodiscursopolíticono.—Todoespolítica.IrseaAustraliaespolítica.—Quedarse en casa despotricando también es política.Tu trabajo, te decía que

siguessintrabajo.—Nomerecelapena.—¿Nomerecelapenatrabajar?¿Yyo?—Nomerecelapenabuscartrabajo.Nohaynada.Esimposibleencontrarnada.—Yosí.—Túeresunagenio,cariño.Notodostenemosesasuerte.—Estoymuycansada.—Quiénno.—Detodaestamierda.—Esloquetedecía.—Vivimosenunpaísqueda asco.Es como si estuviésemosmuertos.Nosveo

porlacalleeimaginounalegióndezombis.—Amímegustanlaspelisdezombis.—Ylasdemarcianos.Yalosé.Ylasdeartesmarciales.—Lodicescomosifuesealgomalo.—No,nolodigocomosifuesemalo.Escomotodo.—Enalgotengoqueocuparlosdías.Almenosnoveopelículasporno.—Mevoyair.—¿AAustralia?—Tedaigual.Túdicesquetodoslossitiossonelmismo.—Esoesverdad.Oye,silabicicletaestálistaeljueves…—Teestoydiciendoquemevoyair.


—Yohablodeestefindesemana.Supongoquenotehabrásmarchadoestefindesemana.

—No,estefindesemanatodavíano.—Entoncespodemoscogerlasbicis…—¿Túcreesquenecesitaréunvisado?—Podemos bajar por el caminito de la orilla del río, hasta que nos cansemos.

Preparounosbocadillos,unaensalada…¿quéteparece?—Peronocreoqueexijanpermisodetrabajo.Siempresehadichoqueemigrara

Australiaesfácil.—Yunabotelladevino.Sihacebuentiemponosquedamoshastalanoche.—Aunquelabicicletahagañic,ñic,ñic.—Eramuydesagradable.Peroyaestaráarreglada.Qué,¿lohacemos?—EnAustraliapodríasmontarenbici;milesdekilómetrosenlínearecta.Ytodo

llano.—Elparaísodelosciclistas.—Noperdemosnada.¿Quéperdemosporirnos?—Labancagana.Comoenlaruleta.Elquejueganogananunca.—Habloenserio.—Siemprehablasenserio;eseestuúnicodefecto.Ahoraquelopienso,¿puedes

recogertúlabicieljueves?Detodasmanerastienesquebajaralpueblo.—Notevasavenirconmigo.—Hastenidounmaldía,¿verdad?Tienesojeras.Notecreasqueyoestoymuy

bien.Anda,veteadescansarunpocomientraspreparolacena.—Estoycansada.—Esloqueteestoydiciendo.Hazmecaso.Acuéstateunrato.Tevoyapreparar

unacenaquesetevanaquitarlasganasdeirteaningúnsitio.¿Aquetepareceunbuenplan?

JoséOvejero


SEÑORCICLO

Conscientede laprofundaadmiraciónque los transportes ecológicosdespiertanen las administraciones públicas, el señor Ciclo desciende al trastero paradesempolvar su bicicleta. En teoría, el señor Ciclo ha estado siempre a favor deutilizar menos el coche. Pero una indefinida mezcla de pereza, costumbre yescepticismolehaimpedidohastaeseinstanteprescindirdelsuyo.Ahorahallegado,alfin,elmomentodeconcretaraquellaaspiración.YelseñorCiclosaledesucasaempujandosuviejovelocípedo.

Elegir la bicicleta como transporte para desplazarse al trabajo, razona el señorCiclomientrassellenalospulmonesdemonóxidofresco,significasindudamuchomás que la saludable disciplina del ejercicio diario. Montar en bici contribuye,además, a reducir la contaminación de nuestras calles y sus insoportables cotas deruido.Asíqueenciertaforma,concluyesatisfechoelseñorCiclomientrassecolocaunosauricularesyenciendesuprimercigarrillodelamañana,unopedaleatambiénparalosdemás.

Alllegaralprimersemáforo,lamisiónempiezaapresentarseincierta.Sinuestrointrépidociclistasesitúaaladerecha,losbuseslepitanporinvadirsucarril.Cuandose orilla a la izquierda, los automovilistas se impacientan y profieren minuciosasopiniones sobre la parentela del señor Ciclo. Al cabo de doscientos metros derecorrido,elseñorCiclocomprendequelomásprácticoserácircularjustoentrelosdoscarriles,procurandoquelosretrovisoresdelosvehículosquepasanzumbandoaambos costados no le desequilibren el manillar, ni su inestable teoría sobre eltransporteecológico.

Másalládelosfrenazosconstantes,loszigzagsyalgúnqueotrosobresalto,todoruedarazonablementebien.Hastaquelleganlasvallas.Dispuestasalolargodetodala avenida, las obras obstaculizan cualquier posible maniobra lateral, obligando alseñorCiclo a encajonarse entre los parachoquesdedos automóviles y a rezar paraqueeldedelantenofrenedegolpe,nieldeatrásaceleremásdelodebido.Alpasarjuntoa la fosade laobra,elseñorCiclo leeundiscoamarilloque indica:«Circulecon precaución». Y, unos metros más adelante, otro disco rojo que ordena:«Levánteseconrapidez».

Hecho un saludable pero bien oxigenadomanojo de nervios, el señor Ciclo sedetienefinalmentefrentealaspuertasdelaoficina.Desciendedesubicicletaysienteunvigorizanteescalofrío:nohaynadacomojugarselavidaparaempezareldíabiendespierto.Después de un infructuosomerodeo por los alrededores del edificio, sinhallarunlugarverdaderamenteapropiadoparaencadenarsumontura,elseñorCicloentraenlaoficinaconlabicicletaalhombro.

Al verlo llegar pálido y con la cabeza entre las ruedas, como un autorretratoaccidentado, el portero lo llama con un silbido. Y le ruega en voz baja que loacompañe.Intrigado,elseñorCiclosiguealporteroatravésdepasadizosyescaleras


paraéldesconocidos,hastallegarauntrasteropequeñoyhúmedo,bastanteparecidoal de su propia casa. Cuando el portero enciende la luz, el señorCiclo divisa unaanticuadabicicletarojaplegadaenunrincón.Eslamía,leconfiesaelportero,yunadiscretagotade sudor le pedaleapor lamejilla.Losdoshombres se abrazan largoratosinsabermuybienporqué.

AndrésNeuman


LOSDIENTESYLOSHUESOSSONBLANCOS

Dedos

QueríasernoviadeBrahms.Quetocáramosjuntosmuchosacordesymehablaseenmayúscula.Desconfiabadelcorazóncomooficinadecorreos,delascacofónicascaricias.Noquisequelosdíasfuesenconejosmuertossacadosdelsombrero.

Conocí a Luciomientras atravesábamos tres siglos con los dedos. Primero fueBach, luego Beethoven, Sibelius y Ligeti. Él parecía un centauro, mitad hombre,mitadchelo.

Él y yo lo sabíamos; poner los dedos es tirar los dados.Cuando llegamos a sucasa, aúnolíamosa aplausos.Nosduchamosparapartir de ceroy acabamoscomoarchipiélagodesparramadoenlaalfombra.Noerabuendueñodelhogar,Lucio.Todoelsueloconpelusas,involuntariospeluchesdetiempo.

Haciendo el amor descubrí unos ojos llenos de buenos rincones. Acaricié suspiernas,sushermosascostillas,igualesaloslibrosinclinadosdesubiblioteca.Ysusexoeraaltacultura.Yoquiseserculta.

Aquella noche nos mantuvimos despiertos hasta que los enchufes bostezaron.Hablamosdemúsica,depersonasalasqueimaginábamosinteligentesyhorizontales.Hablábamosbiendelpasado,conlabenevolenciaconlaqueserecuerdaauncanalladifunto.

¿Paraquétantorecordar?Recordaresponersecalcetinesusadosyconagujeros,dijoconsuvozdeavena.Mejorlashorasbienceñidasaloshuesos.Noirconlavistapuestaenmásdedosotrescompasespordelanteysobretodo,cantar,cantarbienlamelodía.

Salimosacaminarporlamañana.Elsoleraunaardilla.A partir de entonces, pusimos durantemeses los codos sobre la noche. Fue un

inviernomarsupial,muchobuenocupodentro.Él era leve. En bicicleta o a pie, no alcanzaba el cielo a montarse sobre sus

hombros.¿Secansólavidadetolerartantaalegría?

Deprisa

Ruedasysemáforosennegro.Unasirena.Losoídostodavía lefuncionan.Yseesparceconsuspropiasmanos.¿Esquenadiepuedealigerarsulabordemuerto?

Segundosloapartandesí.Perteneceaúnyodialasdespedidas.ViviríainclusoenlaletraAoenelchirriardeungrillo.

Conpacienciacontempla,encontrandounpaisajedondeparecenohaberlo.


Recuerda: al comenzar, todo era ella. Ella, eya, älla, hella. Dejaron caer elexteriordentro.

¿Ysieltiemponopasa,tansolocambiadesitio?Nocerrarlosojosahora.Quedarseycantar.Nocaeralcompásvacío.Oalsabor

delasombrocuandoseenfríenloslabios.Pensar,sentir.Quizáporesolágrimasdeprisa.

Unpentagrama

Andar en bicicleta es silbar con las piernas. Vueltas y más vueltas, y otra, ytodavíaunamás.Compasesque sonpárpados, que sondías.Haciadelanteohaciaatrás.Ritmo,velocidadytrayecto.¿Solotengoquebuscarteenlaesquinacorrectadelalengua?

CorazóndeOrigami

Enelfuneralelcura,consubigotelento,consuspalabraspasadasporharinayhuevo.

(SuenaBach.)Chao,Lucio.¿Adóndecreesquevas?Sueltaahoramismoesemirarhacinadotras

lospárpados.Noseasliteralconestodemorir,noseasrígido.Piensaqueestudiastetantosañoselchelonoparadejartelasmanoshechaspolvo.

Has muerto, lo admito, pero no hay fin que pueda contigo. Si quieres que teolvide,tendrásqueentraradesalojarmicuerpo.

Porlasnochesmerepuebloymeextermino.Buscosonidoscomoandamios.

Guardounpapelitoconsuletra

Elsolsepusofrívoloylasestrellaspordioseaban.Todoolíaanecioydemiviolasalíannotascomogarbanzossecos (¿ocomocostras,mejor?).Unaviolanoesunaalcancía.

Vivireraunaposibilidadentremuchas.¿Vivirconlasangrealquiladaaundios-gasolinera?Mispalabrasteníanlasrodillassuciasdetantohincarsefrenteaél.

Eseañoelcieloestuvopésimo.Necesitémúsculoparamantenerunasonrisa,condosyanopude.

IsabelMellado


PORLARUTADELASSEGUNDASRESIDENCIAS

Enel recuerdo,mimadremediceHija,bastaqueacabesdepelarunajoparaqueunhombretebeselamano.Sinduda,laescenaperteneceaunavidaanterior,yentreesavidayesta,diezvidasmásysuscorrespondientesmuertes.Enelpasillo,ahídonde las ruinas se amontonan, el esqueletodelbuitre con sus restosde carnecitassecasquedentrodenadaseránpolvo.Novoyamoriraún,noaquí.

La comunicación aconsejaba seguir la ruta de las segundas residencias. UnamujerdecincuentameparóenelcrucedeMuntanerconAragón,unamujer,quiénsabe,desesenta,regordeta,rubiadepelocardado,esetipodepeinadoquesobreviveamodasycatástrofes.Semeechóencima.Penséquesehabía tropezado,dabaesaimpresión,untropiezo,ylaabracéconsusto.Nocojaseltren,sigueporlacosta,lassegundasresidenciastienenvíveres.Susurrabadetalmaneraqueparecíaunadeesaslocas que se cuentan cosas con pesadumbre por la calle cabeceando, cuántas locasmultiplicadas. Hacia el sur. No cojas el tren. Se palpaba la pantorrilla derechaapoyadacontramícomosilemolestara,ocomprobandoquenoledolía.Penséquehacía tiempoquenoveíaunapantorrilla tan rotundaniunvientre tan redondo.Lamujerllevabaanillosentodoslosdedosdelasdosmanos,pequeñosanillosdeoroyunasenormesgafasdesolquelecubríanmediacaraymehicieronpensar,noséporqué, en la mujer enana de Poltergeist. Tras comprobar que la pierna conservabaintacta su reciedumbre, levantó lavista, se sorprendió, comosinoesperaraqueyoestuvieraallí,ydejócaerunGracias,muchasgraciasapresuradocuandoyaseestabayendo.

Elfinaldetodoempezóconlaensaladadearrozyelcócteldegambas.EsodecíaRa,esetipodecosas.

Cuando las sobrevuelas, ves claro qué son las piscinas particulares, adquierensusverdaderasdimensiones,suridículaexistenciaylasdesuspropietarios.Ra,undía,dejódehablarparasiempre.

Elpasadocincodemayo, tras estos siete añosdedelirio, siete añosen losquetodosehaidopudriendo,nuestrascertezas,losmodosenquevivíamosyestábamosorganizados,laposibilidaddellevaresoquellamábamosunavidadigna,sieteañosen los que se han desmantelado minuciosamente los mecanismos para que lapoblación se gane la vida —y ganarse la vida, lo descubrimos demasiado tarde,estaba en la base de toda nuestra construcción, el bueno deMarx, qué risa—, trasestossieteaños,digo,elpasadocincodemayoaparecieronloscolgados.Laviejadelterceronoslodijo,laputaviejalocadeloshuronesnoslocomentóenelrellanodelaescalera sin ningún asomo de espanto, como si ya tuviera asumido que era unsiguientepasonormal,yasídebiódeconsiderarlotambiénelrestodelosciudadanos,no hubo aglomeraciones para contemplarlos, ni gritos de horror, ni rituales deespanto.Avecestengolasensacióndequesoloyorecuerdolascosas,cómoeranlascosas.


Salídecasasobre lasonceo lasdocedelmediodía,yo tampococorríaverlos,pero era por otras razones, quizás sabía que tenía que dejar las cosas en su sitio.Despuésdequelaviejanoscomentaralodeloscolgados,subíalpiso,measeécomopude con los restos de agua que quedaban en el balde de la cocina,mastiqué contranquilidad fingida algo de pan de la mañana y luego ordené los libros y loscacharros.Habíaaprendidoqueciertoordenenlosgestoseraloúnicoquemeibaapermitir sobrevivir con cordura. Restos de cordura, restos de agua, restos de pan,restos de palabras en la boca de Ra. Llevaba a cabo las cosas del vivirmeticulosamente.

¿Quétipodeviolenciainterna,absoluta,producelavisióndeuncuerpohumanomuertoparaqueunono lleguenuncaaacostumbrarse?¿Yuncolgado?¿Quéhacequeelcuerpodeunmuertocolgadosigainfundiendo,además,otroterrormayor,unterrorritual,comosinoestuvieraexactamentemuerto?

MeplantéenelextremodelacalleBalmesquedaalaGranVía,juntoalaviejaUniversidad de Barcelona. Este mismo sol sucio de hoy brillaba aquel mediodíacociendoenhumedadmoscasyalimañas.Recuerdoqueunaparejacruzólacalzadacon prisa, como si los colgados fueran ya una costumbre, pero eso era imposible,porqueeldíaanterioraquellosplátanosbordes teníansolohojasensus ramas.Loscolgadoshabíanaparecidoaquelmismocincodeabril,pocoantesdequeamaneciera.Cuatro hombres y dosmujeres con sus indumentarias de ciudadanos normales, deaquelloquellamábamosclasemedia.Yolosconocíaatodos.Elloseranyo,también.En cuanto los vi, supe que debía huir, echar a andar y no detenerme hasta que lalenguaqueoyerahablarmefueraincomprensible.HacíamuchotiempoyaqueRanohablaba,restosdepalabras,apenassemovíaparacambiarellibroleídoporotrodelaestantería a leer por tercera, cuarta, enésima vez. Yo ya no vivo, a mí… yo leo,déjame,novivo.

Despuésnovolvíyaacasa, arranquéhacia la estacióndeSantsyentonces fuecuandomecrucéconlamujerdelapantorrillayenfilélacostahaciaelsur.

Enunodelosprimeroschalésquereventé,azuzadaporelhambreyelcansancio,encontré una bicicleta, además de latas de aceitunas rellenas y de atún, botes deespárragos y garbanzos. Conservas de veraneo, bicicleta playera. Las segundasresidenciastienenvíveres.

Tardé doce días de pedaleo ymar en llegar hasta este lugar, calculo que en lacostadeMarruecos,aunquenopodríaasegurarlo.Duranteesosdocedíasmecrucéconmuypocaspersonasyaningunadirigílapalabra.Llevoencerradaenestacasaenruinas,quedebiódeserunabonitaconstrucciónencaladaenblanco,unpardemeses,yheganadolabatallaaunbuitre.Enmisnoches,lasmoscaspringosasdelamuerteaúnrecorrenlacaradeaquelloscolgadosdelacalleBalmes.Hacetresdíasterminélasúltimasconservasquequedabandemisasaltosalassegundasresidencias.Porlosalrededores de donde estoy no parece haber segundas residencias, ni primeras,algunascabañitasdepescadorestodoindicaqueabandonadashacetiempo.Novoya


morir aún, no aquí.Peronadaqueday tengoquevolver a andar, alejarme siempremás.Mamá, tengomi bicicleta y seguiré camino.Mi bicicleta y la certeza de queningúnhombreyajamásmebesarálamano.

CristinaFallarás


CHIN-CHIN

Mequedémirandoun rato la extraña apariencia de esa combinacióndemitadhombre,

mitadbicicleta.

MaxBlecher

Frenteaunvasodewhiskymedices:«Llevodiezañosmontadoenestabicicleta.Sudotinta,destilopalabras».Señalashacialacalle.«Miraquécuestaheascendido.»Imaginounaculebradepiedraqueserpeaentrepunzantesarizonesyunaescaleradelibrosabiertossobrelabreacaliente.«SoyunBahamontesdelsigloveintiunoquenotienetiempoparadetenerseytomarunheladoenelpuertodemontañamásaltodeFrancia;uno,dos,uno,dos;respiro,jadeo…,¿ysabes?,aveceslosmúsculosdemispiernas rezuman ácido láctico y creo queme va a dar la pájara». No temiro conindiferencia.Ahíestátumiradadefaquirytupechodecaballo, larisaquesofocasbajando la barbilla. Por tus arterias corre lava. Vibras. Pienso que serías capaz debatirelrécorddeapneayluegorespirarenlasuperficieunabocanadadeazufre.Noteloexplicoporqueyalosabes:escribiresunoficioinvisible.Pasadountiempotetransformas en estatua de hielo, te derrites y todo lo que queda es un charco derencor. Quizá, más tarde, te transformes en gas venenoso, porque los manuscritosfermentan en el cajón y acaban oliendo a muladar; es el tufo de la escrituraamortajada.Hevisitadocatacumbas literariasdondeunadocenadegatos semeabasobrelasobrasdeMarx,Engels,Bakunin,MichelFoucault…Habíamilesdelibrossindistribuirdepoetasmendicantesy susnombresgemíanescritosencubiertasdecolornaranjabutano.Elpisdegatoesoleaginoso. Jamásolvidasesapeste invicta.Eso sucedió en el siglo pasado, cuando soldados de reemplazo fueron enviados algolfoPérsico,¿teacuerdas?Desdeentonceshanpasadomuchasguerras,cientosdemiles de muertos, bolsas negras, niños sin pies, mujeres sin rostro, soldados conprótesis de titanio. Como hoy, elmundo temblaba. «Ha estallado la guerra», le oídecir al editor, que cultivaba ciertoparecido conGeorgesBrassens.Por su tono sediríaqueAlemaniaacababadeinvadirPolonia,despuésdequeunavoztransmitierapor radio la contraseña que desataría el infierno: «La abuela hamuerto».El editorsaludaba llevándose el puño a la sien. Aprendí a hacerlo con gesto de milicianocautivoydesarmado,peroyoeraunmercenario,nounbrigadistasoviético.Unaveztuve en las manos mi primer libro editado, ascendí a la superficie. Llevaba unpoemario cubierto de pelos de gato y entre mis dedos sentía el derrame de unahemorragia de erratas. ¿Acaso mi primer libro había sido alcanzado por unfrancotiradorserbio?Aquelsótanoteaplastabaconsuatmósferamalsana.Habíaunamujer que llevaba cuencos de leche. Tosía mucho. Dentro de mil años unosarqueólogosexcavaráneneselugaryhallaránunaextrañamezcladepastadepapel


fosilizada, carcasasdegatosydoso tres piezasdentales humanas.La llamaránLasimadeloshuesosydelapoesíahermética.UndíallaméalapuertadeDemipage.Habíaun teclado, unaguitarra, una fotografía en la que aparecías retratadobajo lalluviadeTailandia.Lorecuerdo,dijiste:«¡Quéguay!».

Oscilamos al son de los cubitos de hielo en el vaso dewhisky. «Tócate algo»,digo.Memiras con extrañeza. «Con la guitarra», aclaro.Un blues se enreda en elhumodelcigarro.Tuvozsusurra,rasposa.Hayenellacontención,elsilbidodelgasqueescapadeunaespita.Elcantoesunalambre,tunarizseestira,tumandíbulasealarga,losojoscerradosbrillantraslapieldelospárpados.Sobrelamesademaderamaciza hay menos literatura que confidencias. La letra de la canción parece unaprolongación de nuestro diálogo sin tabúes y por el salón desnudo ya no cruzanpuertosdemontañasinounamelodíaquesugiereunaextensiónsinlímites.PiensoeneldesiertodeSonorayenlosindiosyakis.Esevidente:tusllanurasestánparaquelascrucesbajounsolqueirradialimadurasdehierro.Losé,elsolpica;elfríotambién.Perohoyeslatardeperfectaydoscabalganjuntos.Labrisaquellegadelacalleeselalientodeundragónylacobayacomeensujaulaunazanahoria.Tuvozseentreveraconlosacordes.Lástimanosabertocarlaguitarra.Llevoelritmoconelpie.Memirola punta de la botamexicana. «Qué chingón», digo. Dejas de cantar y el silencioahoraresultaruidoso.Tesientascontodoelpesodelmundo,peroenrealidadteveoincorporarte cubierto de polvo ardiente. «¿Otro whisky?», preguntas. Te levantas;desdenuestroprimerencuentrohascrecidotrespalmos;ahoradeberásagacharteparaentrarenlacocina.EstásdenuevoenlacimamásaltadeFrancia.Tuvozenérgicarebota en la cubitera: «¡Seha acabado el hielo!»Da igual.Desde la calle suena elrinrineodeunabicicleta.Nosasomamosalbalcón,ávidosdealgoquenosabríamosformular: ¿Una celebración sin motivo?, ¿el cumpleaños deMiguel Induráin?, ¿laexistencia verdadera? Quizá todo al mismo tiempo. Una mujer de culo perfectozigzaguea, calle arriba, bajo el calor tuareg deMadrid. Ambos tenemos la mismaintuición;lohacesinmotivo,soloporqueesloquequierehacer,semidesnuda,sobreuna calle braseada. No quiere hacer otra cosa salvo pedalear. Brindamos por ella,chin-chin.Ambossabemosquenoesunespejismo.

JuanGraciaArmendáriz


ELBICICIELO

ApartirdeldescubrimientodelbosóndeHiggs,elprofesorArneTorunn,directordelobservatorioOksebasen,haempezadoaanalizarlassingularesvibracionesqueseperciben en aquel lugar cuando a los alrededores, sobre todo los días festivos,concurrenmuchasbicicletas.

Ciclista experto, al profesor Torunn siempre le ha sorprendido constatar que,mientras abundan en todo el mundo los cementerios de automóviles, no se puedeencontrar ninguno de bicicletas. Por otra parte, la similitud y cercanía de las dosruedas y la función de la cadena transmisora, lo ha llevado a relacionar estosvehículosconlacintadeMoebius.

En consecuencia, y a través de un al parecer rigurosísimo despliegue deformulaciones teóricas sobre las partículas deHiggs, ha llegado a la conclusióndequelasviejasbicicletassontrasladadasendeterminadomomento,graciasalaenergíacósmicaquehanllegadoaacumularalolargodesuservicio,aununiversoparalelo,dondeseencontraríanenunplanetaquenuestrosabiohadenominadoBicicielo—«elcielodelasbicis»—.

La teoría se atreve además a asegurar que en aquel lugar las bicicletas semantendríanenfuncionamientopermanentemente,recorriendoelplanetagraciasalainteraccióndepartículaselementales,eneternopedaleo.

Por ahora, la teoría no ha encontrado oposición entre los demás físicos delmundo.

JoséMaríaMerino


LAMÁQUINADELABSURDO

Unasoleadamañanadeprimaveraenlosalboresdeotrosiglo,laGranRuedayla Rueda Pequeña de un velocípedo acostado en el tronco de un árbol, junto alsenderodeunjardínfragante,sostienenlasiguienteconversación:

—GR:Éraseunavezuncuento…—RP:¿Cómo?¿Elcuentoeselprotagonistadetucuento?—GR:Sí,lagranruedadelcuentoseponeenmarchaparamoverlaimaginación

haciadelante,comoelpiesobreelpedalenelmomentodeiniciarelviaje.—RP:Loscuentosgiranmásbiencomopequeñasruedas,amiparecer.—GR:Antesdedormir,elniñoquiereescucharsiempreelmismocuento.—RP:Elcuentonuncaacabaporqueelniñosesueledormirantes.—GR:Suspadresselocuentanparaqueconcilieelsueño,yasíelcuentoalcanza

sufinaunquenolleguehastaelfin.—RP:Unpuntodepartidaunpocoabsurdo…—GR:…quetalveznoshagallegaraalgunaparte.—RP: Los grandes sueños de la humanidad ponen en marcha la máquina del

absurdo.—GR:Darlavueltaalmundoenvelocípedo…—RP:…yregresaralpuntodepartida.Eslaparadojadelarueda:paraavanzar

tienequevolversiemprealmismopunto.—GR:Elcaminode lospoetasbordea la realidadyel sueño.La realidades la

granruedasolar,mientraslossueñosgirandenochetomandoelrelevodelcuento.—RP:Dentrodeuncuento losepisodios tambiéndanpequeñasvueltas, repiten

refranesoestribilloscomounamanecerounocasoquerenuevanlaatención.—GR:Digamosentoncesqueelcuentoinviertelarelaciónentrelarealidadyel

sueño.Enelcuentoyenelsueño,amigamía,laruedapequeñatiradelcarro,comolaluna.

—RP:Gracias,peronosésimeconvienetantoprivilegio.Prefierorefugiarmeenmisgirossinsentidoaparente.Elsinsentidopermitealpensamientoirmásrápido.Lehacellegardondenoesperabaconmenosesfuerzo,sinpasarporlugaresintermedios.

—GR:Unapoleaquesacalalunaenelcubodelfondodeunpozo…—RP:¡Oh,cuántavocaloscura!

Lanochehacaídosobreeljardín,sinquenadiehayavenidoahacerusodelaflamante máquina. Después de una hora de silencio expectante, ambas ruedasreanudansudiálogomeditabundo.

—GR: Tratemos de avanzar un poco. Para avanzar es preciso un sentido, quehayadelanteydetrás.


—RP:Siquieresirlejos,másvaleirrápido.—GR: Al contemplar la máquina de viajar, el hombre contempla su propia

inteligencia.Laruedaesuninventoformidable.Guardaunamisteriosarelaciónconelmundodelasideas.

—RP:Peroesposibletenerunaideadenada.Dehechoeslaúnicaideaquesesostiene inmóvil sin caerse. En cuanto una idea adquiere sentido, no deja de darvueltasenlacabeza.

—GR:Lacabezalapersiguecomoelciclistaencimadelaruedagrande.—RP:El ciclista se parece a la idea de la nada. Pedalea sin cabeza. ¿Para qué

quiereelcanotier?—GR:Girasunpocolocamente.Volvamosaloquetenemosclaro:paraavanzar

hayquevolveralmismopunto.—RP:Sí,peroencuantointervienendosruedasdediferentetamaño,laparadoja

secomplica.Elvelocípedoañadealproblemadelespacioelproblemadeltiempo.—GR: Dar la vuelta al mundo, ir siempre más lejos… Para llegar al mismo

sitio…loantesposible.—RP: El velocípedo no deja de ser un invento algo insensato. Parece un

esqueletodedinosaurioquecamina.La ruedagrande tiene laalturadeunhombre.Esohacedifícilsubiralsillínyaumentalosriesgosdelacaída.

—GR:Nuestraasociaciónencierra,sinembargo,grandescuestionespordescifrar.Unartefactodedosruedasdediferentetamañohacepensar,antetodo,enelgirodelosastros:elsoly la tierra, la tierray la luna…Noestánalineadoscomonosotras,salvoenocasionesexcepcionales.

—RP:Yentoncesseeclipsanunosaotros.Losastrospermanecensujetosasusgiros. ¿Pero acaso avanzan juntas las galaxias con una elegancia parecida a lanuestra?¿Sigueeluniversolaflechadeltiempo?¿Oacabarávolviendoasupuntodepartida?

—GR: Tal vez, pero la contradicción es solo aparente. Los hombres miran laesfera del reloj, fiel imagen del movimiento de los astros, para comprobar que eltiempopasacomounaflecha.

—RP: Con su manecilla de las horas, más lenta que la de los minutos, susengranajesgrandesypequeños,elrelojesunaespeciedevelocípedoenlatado.Ensuinteriorel tiempogirasobresímismosinobjeto.Cuandonadie lomira,el relojnosirveparanada.

—GR: Las estaciones vuelven una tras otra, pero siempre traen nuevo fruto.Entretanto el progreso nos trae la polea, las máquinas de vapor, los autos… Elhombremultiplicaconellossuenergía.Conelmenoresfuerzoposiblellevaacabounagrantarea.

—RP: El asno que empuja ciegamente pone en marcha la rueda del molino.¿Hemos de comulgar con ella? La flecha del tiempo ¿no acabará clavada en laespaldadelinventor?


—GR: Bueno, hermana, no te pongas así. También el viento o la corriente deaguamuevenlasruedasdelmolino.

—RP:Alfinalseráverdadquelosmolinoserantemiblescíclopes…—GR:Hayporotraparte ruedaspequeñasy ligerasque aspirana ser sagradas

formas…—RP:Devezencuando,escierto,digamosen losdíasdeasueto,unavezpor

semana. Pero en el día a día hacen falta muchos esfuerzos para ahorrar algo deenergíaodedinero.Hacenfaltamuchasmonedaspequeñasparaalcanzarelvalordeunagrande.

—GR:Hacenfaltamonedasdediversostamañosparaqueeldinerocircule.—RP:Unamonedadeorovalemásquemuchaspiezasdecobre.Lospatriarcas

delaeconomíatiendenaolvidarsedelospequeñosengranajes.—GR:Laruedagrandeescomounamadrequellevadepaseoasuhijita…—RP:¿…?

Unsiglomástarde,quizáenunpaísdistinto,lasmismasruedasdesmontadasdesu cuadro y cubiertas de óxido se apoyan en el muro desconchado de un antiguotaller.Contemplanelhorizontequietodeunatardecerotoñal.

—GR:¿Estásahí?—RP:Sigoatulado.Mirandopasareltiempo.—GR:Cuestahacerelgirocompletodeciertospensamientos.Volvamosaloque

decíamos hace un siglo, pero con más calma, ahora que nadie nos empuja. Lasdiferenciasentretúyyomesiguenintrigando.Laruedagrandegiramáslentamentequelapequeña…

—RP:…lapequeñadamásvueltas,peroambasrecorrenelmismoespacio.—GR:Laruedagrandedirige…—RP:…ylapequeñalasigueciegamente.¿Noeseso?—GR:Laruedagrandesoportaelesfuerzodelciclista…—RP:…perolospedalesdescribenotrocírculomáspequeño.—GR: El pedal actúa sobre un punto cualquiera de ese círculo imaginario. El

puntodeapoyosedesplaza…—RP:…peroelpedaleoescomoandarsinmoversedelsitio.—GR:Delgadosradiosunenelcírculodelpedaleoconlaampliacircunferencia

delaruedadelantera.—RP:Laruedadelesfuerzovaalamismavelocidad.Esunaruedapequeña,pero

lenta.Nopuedesdarteairesdegrandeza.Laruedapequeñatemuerdelostalones.—GR: Delante van los círculos a tiempo acompasado; detrás un solo giro, a

mayor velocidad. Delante varía el espacio y detrás el tiempo. ¿No establece todamáquinaesacorrespondencia?

—RP:Hasdescritoungirodeamplioalcance,amiga,peroyotengootravisión


del asunto. El círculo del pedaleo esmás eficiente que el tuyo; el mío, en teoría,menos eficiente que ambos. ¿Pero qué quiere decir eso? Que yo vuelvo más amenudo a dar en elmismo punto contra el suelo.Mi giro insensatomantiene unaextrañasolidaridadconelesfuerzodelciclista.

Ante los ojos insomnes de las ruedas, la noche ha pasado de manera casiimperceptible sobreeldescampado.Elcuartocrecienteparece tirardeunaauroralentaenasomarse.

—GR:Elsueñodelahumanidad,decíamoshacetiempo…Másrecientementeunirlandéslacónicoadvertíaquehayquedescribircírculosparaavanzarenlínearecta.¿HasleídoaBeckett?

—RP:Mujer,BecketteslaBibliadelospequeñoscírculosinstruidos…—GR:Hoy la línea rectadelprogresoconducea losabismosde la inteligencia

artificial…Unarealidadmásdelirantequelossueños.—RP:Heaquíquelaruedagrandesehapuestoagirarvertiginosamente.Lavida

esreproducibleenlaboratorio,elpensamientocontroladosinnecesidaddecuentos.—GR:Algomedicequeel absurdoesunpaloen las ruedasde la inteligencia

artificial. Hace falta un pequeño círculo de lunáticos para que el pensamiento noacabereducidoasimplemecanismo.

—RP:Yadecíayoquealfinalmetocaríahacertodoeltrabajo.—GR:Entrenosotrasnohaytantadiferencia,despuésdetodo.Ladiferenciaque

cuentaes laque tenemoscon respectoa losmecanismosque senieganavolveralmismopunto.

—RP:Veremosenquédesembocatodoesto.Porelmomentolasbicicletasyloscuentosresistenalladodelasmáquinasmásveloces.

—GR:Lasbicicletasyloscuentosyloslibros,cuyaspáginasgiranentornoaunejeimaginario…

—RP:…lamitaddecuyogirosehundeenlaesferainvisibledelossueños…

—GR:…ylascancionesgrabadascomoespiralesentodasuertedediscos.—RP: Salvo en los llamados discos duros, que son cuadrados. No tienen de

discosmásqueelnombre.Hanresueltoalparecerunviejoproblema…—GR:Habráqueaveriguarloquedavueltasensuscircuitos.—RP:Noesseguroquedévueltas,chica.Alparecerhaypequeñoscerosyunos

delmismotamaño,unosalladodeotros,peronolleganaensamblarse…—GR:Sí,mujer,seemparejan,perosinsaberquiéndirige,sielunovasobrelos

cerosoalainversa.—RP: Eso dice mucho sobre la naturaleza de los signos. Mira por dónde los

velocípedosacabanensillandoalosciclistas.—GR: Las sombras del enjuto hidalgo y su escudero cabalgan de nuevo

intercambiandoinquietudes.—RP: Presagios de futuras tecnologías. No parece fácil librarse de la vieja


máquinadedisparates.—GR:Alégrate,elabsurdoesacasoelmejorinventodelahumanidad.Elcírculo

deluniversosecierraengirospequeñoseimprevisibles.—RP:Absurdo,solo túerespuro…Hemosdadomuchasvueltasparavolveral

principio.—GR:Entoncesquizáhayamosavanzadoalgo.

CatherineFrançoisySantiagoAuserón


SABERCAER(primeraleccióndeyudo)

Yoapenasteníaunosmesescuandoenseptiembrede1968YvesMontandtriunfóconLa bicyclette. La canción estaba compuesta por Pierre Barouh y Francis Lai.Montandlaestrenóenel teatroOlympiadeParís.Sí,eseteatroqueyosiempremeimagino,noséporqué,enblancoynegroycon luminosos rojos.Semesaltan laslágrimas, rojas y enblancoynegro, al escucharla.Y sinceramente tampoco séporqué.LociertoesquenuncasentímuchasimpatíaporMontand.Yonuncalapifiaríapor ese tipo,me he dichomuchas veces ante esa fotografía deMagnum en la queestán compartiendomesaMontand, sumujer, Simone Signoret,MarilynMonroe yArthurMiller.MontandmiraaMarilyn,SignoretmiraaMontand,MarilynaMilleryMilleraMontand.Enesafotoalguienestáapuntodepifiarla,medigo,yesanuncaseríayo.Nohaybicicletaquevalga.

En1960otroYves,Klein,saltóalvacíosinpartirse lacara.OcurrióseismesesantesdequeYuriGagarinsaltaraalespacioabordodelanaveVostok,tirandoasílaprimerapiedradeladesquiciantecarreraespacial,ydosañosantesdequeelcorazóndelpropioKleinexplotasehechotrizasalos34años.Adiferenciadelruso,Kleinnollevabanicasconiuniformeespacialyporesoa lo suyonose leotorgócategoríamilitarsinoartística.SutrajeeradechaquetaysuvacíoeraeldeunapequeñacalledeParísporlaquesolotransitabaunabicicleta,testigomudodesuhistóricahazaña.Existe la pruebadequeKlein saltó al aire sin partirse la cara: las fotos queHarryShunkyJanosKendertomaronmientrasélselanzabasinredalasfalto.AntesdequeKlein diese nombre al color azul añil al quededicó su obra, había sido judoka, suprimera vocación. Siendo ya cinturón negro impartió clases en Madrid. Añosdespués, montó una academia en París que acabó siendo un fracaso. Fue en esemomento cuando decidió que eramejor dedicarse a tirarse al vacío. ¿Unmontaje?¿Unaacciónartística?¡Vengaya!¿NollegóGagarinalespacio?

Cuando yo tenía diez añosQueen entonaba la rijosaBycicle Race de su discoJazz, inspirada al parecer en el descubrimiento televisivo del Tour de Francia. Laportadadelsinglemostrabaaunachicadesnudasobresubicicleta.Lacensuraobligóal grupo a tapar su trasero con una braga roja. El videoclipmostraba al bueno deFreddie Mercury cantando y, en paralelo, a un grupo de 65 bellezas en pelotasmontadasenbicicletaenelWembleyStadium.Culosgordosyviejañoñeríarockera.Élcantabaquesoloqueríamontarensubicicleta,quenocreía«nienPeterPan,nienFrankenstein, ni en Superman». En un concierto en el Madison Square Garden,Freddieactuóconunasrubiasentoplessyenbicicleta.ÉlcantabaquenolegustabanniTiburónniLaGuerrade lasGalaxias.Y tampoco,digoyo, lasvalquiriasde sucarreradebicicletas.

El azul deVerano azul no es exactamente el Klein, pero también era un azul


intenso.Lamíticaseriede losañosochentase interpusoen larelaciónde todaunageneraciónysusbicicletasypordesgracia tambiénen ladesus recuerdos.Veo lasrodillaspeladasdeTitoyelPiraña,laprimeraregladeBeaolasdesgraciasdeDesiconmásnitidezquelasmías.EscucholamúsicadelacabeceradeCarmeloBernaolao la canción del Dúo Dinámico y me pregunto. ¿Quién no puede sacarse a unChanquete de la chistera? Playas mediterráneas, viejos pescadores filósofos ybicicletas.¿Fueronasímisveranos?Nolorecuerdo.Purapena.Opuroolvido.OelmalditoVeranoazul,ladróndebicicletas.

ElsaFernández-Santos


YSINRUEDINES

Esaseñorasentadaalladodelventanaldelacocinayconlacaraembadurnadadebarro milagroso es su madre. No debemos hacernos una idea de ella por supermanenteoporesamaníadecolocarcobertoressobrelassuperficiesdelsalón.Nodebemosllegaraconclusiónalgunasipensamosquesuobsesiónespintarselasuñastres veces al día, comer chocolate Valor y tomar Cinzano a media tarde. No. Sumadresecaracterizaporagitarmuchoeldedocuandolehablayrepetiresode:

—Pregúntaleatupadre.Eseseñorqueestáenlamesadelsalónconunalupaenlamanoessupadre.Si

tiene la cabeza gacha no es porque estémirándose los cordones de los zapatos. Sitienelacabezagachaesporsucoleccióndesellosqueordenacomosideellosfueraaextraerunordenmayor:elsecretodeluniverso.Seríaabsurdopensarquesiempreestuvocalvo,perodesdequeSitolerecuerdasupadreesasíy,sialguienledijeraquealguna vez tuvo una infancia, sin duda Sito no podría imaginarlo con pelo en lacabezaounacamisetadecolor.Supadresecaracterizapordecirconvozmonótona:

—Hazcasoatuabuelo.Tuabuelollevasiemprelarazón.Eseviejoencalzoncillosycamisetainteriorquesesientaenelporcheafumares

su abuelo. Tiene la manía de jugar con Sito como si acaso Sito fuera un perro,intentando hacerle cosquillas en la barriga con la punta de goma del bastón. Suabuelo acostumbra sacarsemocos y pegarlos bajo lamesa del salón aunque luegodigaairosamentequeesSitoquienlohace,algofalso,porqueSitolosmocosseloscome.Suabuelo secaracterizapordecirmuchascosasycasi todaspeligrosas.Asídice:

—¡Algúndíatellevaremosalaguerra,chaval!—¿Sabesqueenestacasahabitaelfantasmadetubisabuela?Esasuegra…Ytambién:—¿Yatienesnovia,chico?Tevoyabuscaryounaqueverás.Dicecosasasí.Cosasqueaterraríanalniñodecuatroañosmáspintado.Suúltima

idea ha sido lo de quitarle los ruedines a la bici y parece encantado. Se frota lasmanos,selecaelababa,vamos,lorepitecadamañanacomosiacaso,denodecirloundía,esedíanofueraasalirelsol:

—Muchacho,cualquierdíadeestostequitolosruedinesdelabici.Esacosaazulqueestájuntoalasescobasdelgarajeeslabici.Hastalafechase

hatratadodeunasuntomanejableypequeño.Eraalgoquetellevabaalrededordelacasaporlafranjadecementoquerodeaeljardín,nuncamásallá.Algocomprensibleybienafianzadoalcementohastaquesuabuelocomenzóconelasuntodequitarlelosruedines.Desdeentonces,nohaymañanaenlaquelabicinosehagamásgrande,adquieramás hierros ymás sombras entre los hierros y una expresión grotesca decolosoarmado,gigantescoeincomprensible.

—Mamá,elabueloquierequitarmelosruedinesyyo…


—Pregúntaleatupadre.—Papá,elabuelo…—Tuabuelosiemprellevalarazón,Sito.Hazcasoatuabuelo.Estacosadespejadaycomocargadadecaloryelectricidadeseldíaseñalado.La

cosacuadradadecementoconuna fuentedehormigónesel lugar señalado.Porélvanatodavelocidadchicossinruedinesquesaltanensusbicismásalládelascasasquerodeanlaplaza,alugaresremotosendondenoestánnipapánimamáydonde,escasiseguro,nadietehacelacomida.MamáestásentadaenlaterrazadelbarconunCinzanoypapáestájuntoaella,conlalupaamedioasomardelbolsilloyexpresiónceñuda. El abuelo sostiene la descomunal bici y se sonríe como las hienas de losdibujosdelatelevisión.

—Vamos,chaval.Queyotesostengo.Notengasmiedo.ElmiedoesesoqueSitotienehastaenloshuesos.Eltiemposehadetenidoylos

chavales de la plaza parecen observarle. Sito mira a su madre que le observa singanasy supadreparece indicarleque sealeje,quevayadondeel abuelo.Hayquetenermuchasagallasparatreparalabiciqueahoraestangrandecomoelmiedoy,sinembargo,Sito lohaceporqueno tienepordóndeescapar: laplazaentera sehacerradodepersonasqueobservanyelairesehadetenido.Sitoconsiguesentarseenelcolosoysuabueloleagarra.Sitoponelasmanosenunmanillarqueseagitacomolacabezadeuncaballo.

—Peroagárrame¿eh,abuelo?—Claro,chaval.Confíaenmí.EsacosaquesemueveatrompiconesporelcentrodelaplazaesSitomontadoen

undragón.Suabuelovatrasélperoyanoestá.Ahoraestálejossecándoselafrenteconsupañueloblanco.Esacosaquevaa laderivahacia la fuentedehormigónesSitomontadoenunplanetaerrante.Ahoraestásolo.Ahoratiembla.Ahoraeslibre.Esmayor.Elmundosehaabiertoentodaslasdireccionescomounmelón.Latierrasequedapequeña,elaireesaltoyfresco,elcieloesgrande.Esungigante.No…Esterrible. Es imposible. Elmundo semueve, elmundo es oscuro como el sudor, eluniverso tiembla. Es pequeño. Es pequeño y es un guisante. Está solo. Está enpeligro.Elmundoarde.

Esocondientesyquesabeasangreeselbordedelafuentedehormigón.No,loquesabeasangreeslabocadeSitoylosdientestambiénsondeSito.Elbordedelafuenteesloquesehaincrustadoensucara,oquizáhayasidoelmanillardelabici,quiénsabe.Esosquecorrenporunmundobocaabajosiguensiendosuspadres,malquelepese.Elviejoaquelquelemiracomosinada,suabuelo.Losqueseríendeélsonloschavalesmayoresyesocalientequetieneenelpantalón,esodebedeserpipí.

Lacosagrandeyconlucesesunaambulancia.Lacosacrispadaytensaeseldíaseñaladoy labici eseseobjetopequeño,estúpidoydesmembradocomounpájaromuertoquesupadrellevasobrelasrodillas.SumadreesesaseñoraqueaúnsostienelabotellitavacíadeCinzanoenunamanoyqueestáasulado,empeñadaenponerle


laotramanoenlafrentecomosiesosirvieradealgocuandoloquedueleeslaboca.Supadreeseseseñorqueestáahí,mirandoconlalupalosdientesquesondeSitoaunqueyanoestánenSito.Suabueloesaquel,alospiesdelacamilla,quedice:

—Eso,chaval,esparaqueaprendasanoconfiarnientuabuelo.Lacosapequeñayconlabocaensangrentadaqueestátumbadaenlacamillaes

Sito.Tienecuatroocienaños,Diossabe.Yalescucharasuabuelolanzaunamiradadepánicoasumadrequeestádemasiadoabsortacomopararesponderestavezconun:

—Pregúntaleatupadre.—Hazcasoatuabuelo,tuabuelosiempretienelarazón.Lacosaquelodiceespapá,queestáordenandodemayoramenorlosdientesque

yanuncamásserándeSito,ylacosaqueseríeporlobajoytienedeseosdeañadirunamayoryciertamentedesasoseganteinformacióneselabuelo,queapunta:

—¡Yesoqueelchavalnosabequeestonohahechomásqueempezar!Loqueseaquesealejayquepasaatodavelocidadtraslaslunastintadasdela

ambulanciaeselmundo.Sisuabuelonoseequivocaynoparecehacerlo,setratadeunlugarcruelquenohahechomásqueempezaryquevalanzadoatodamarchaasaberdónde…ysinruedines.

GuillermoAguirre


ELATROPELLO

—Nopuedeser—masculla.Acaba de atropellar a un ciclista. Qué desgracia, quémala suerte. Iba a torcer

hacialaizquierdayelidiotadelciclistahaqueridoadelantarle.Unsegundoantesdela tragediahabíamiradoporel retrovisorynovioanadie: lacalleestabaoscurayvacía,sí,vacía,podríajurarlo.

Piensaenlahuida,perodecidehacerlocorrecto,comosisumadreloestuvieraobservandoporunagujerito.Saledelcocheyse topaconelmuerto,debajode lasruedasdeun4por4,destripadoygolpeadoporlalluvia.Elcadáverllevaunextrañotrajeazulyplateado,comosielciclistavinieradeunafiestadedisfracesfuturista.Lacalle permanece vacía. Nuestro hombre mira hacia las ventanas de las casas —edificiosdeladrillovistodenomásdecuatropisos—:estánapagadas.Compruebalahora en su teléfono móvil: son las cinco de la mañana. Nadie ha presenciado elaccidente.Mete labicicleta enelmaleteroparaborrarhuellas.Y sealejadel lugardejando al muerto abandonado bajo las ruedas del todo terreno con la sangreextendiéndose poco a poco por el llamativo uniforme refulgente y la calzadaencharcada.

En casa se toma un ansiolítico y se queda en el sofá del salón, fumando, a laesperadequeamanezca, comosi lashoraspudieran llevarse sus remordimientosyhacerlosdesaparecerporunsumidero.Amediodíaabrelosojosconlasensacióndedescanso que le regala haber dormido unas horas gracias a la acumulación detranquilizantes.Elsolentrapor laventanaconalegría.Perodescubrequesesienteculpableynosabeporqué.Entoncesrecuerdaconestupor.

—Diossanto—musita.Consultainternetyleequeelhombreatropelladodebedeserextranjero,porque

la policía desconoce su identidad. Mejor. No hay datos sobre la persona que loatropelló. No se comenta nada de la bicicleta. La prensa habla de un peatónmuyrubio, probablemente embriagado, disfrazado de astronauta o superhéroe. Baja algarajeyabreelmaleterodelcoche.Labicicletaesextravagante,peroatractiva.Lasubeacasaydescubrequesuestadonoes tanmalocomohabíapensado.Noestáabollada, es así, rara: el tubo superior ligeramente combado hacia la izquierda, elinferior retorcido y de un color rosa apagado y rodeado de un extraño cable queparece recubierto de lana. Piensa en una bicicleta de montaña y competiciónpreparadaparaunnúmerodecirco.Talvezelmuertofueraunpayasoqueveníadeactuarenunafiesta infantil,pobrehombre.Lasllantasylascubiertasdelasruedassondeunmaterialqueélnuncahabíavistoantes:tienenunaspectodemetal,perosise tocansonmuyblandas,comosifuerandeunaextrañaaleacióndemercurioconaluminio(seleocurre).

Porlatarde,damisaalascuatroancianasbeatasdesiempre,fáciles,llevaderas:nodanproblemas.SituadoentrelaCasadeCampoyelParquedelOeste,alotrolado


delríoManzanaresypegadoalaautopistadelaM-30,supequeñobarrioseleantojaun lugar privilegiado porque aún no ha llegado el metro, lo quemantiene lejos ainmigrantesyparejasconniños.Vuelveacasaparacontinuararreglandolabicicleta.Realmentenolaarregla:lalimpia,latoquetea,poneapruebalospedales,hastaquela culpa vuelve a paralizarle: es un sacerdote, maldita sea, no puede actuar decualquiermanerapordescreídoquesehayavueltoconlosaños.

Decideconfesarsuculpaalaautoridadcompetente.Rescataráalniñoqueundíafue,honestoylimpiodecorazón—sinooshacéiscomolosniños,noentraréisenelReinodelosCielos,recuerda—,yactuarácondecencia,comolegustaríaasumadre.Sale con la bicicleta de casa y pedalea: a dos kilómetros y tras una empinada yagotadoracuestaestálacomisaríamáscercana.Allísedirigeaunpolicíaquelemiracon suspicacia desde detrás del mostrador. El agente no está habituado a lasconfesionesdeesetipoatenordecómoreaccionaantesutestimonio.

—Nosehaproducidoningúnatropelloensubarrioen losúltimosdosaños—dicesinatisbodeduda—.Asíquenobromeeconesascosas,caballero.

Nuestrohombreintentaconvenceralpolicíadequeesverdadloquecuenta,quehaatropelladoaun tipoalbinovestidodepayaso,ypara afianzar su sinceridad, ledice que es sacerdote y que puede verificar su testimonio en internet.El agente lemirademalhumor, comosiquisieragolpearle,ynuestrohombredecidedarseporvencidoyvolveracasa.Allíconsultainternetyrápidamenteencuentralanoticiadelatropello reproducida en varios medios locales. No se lo ha inventado, no estádelirando.Nocomprendealpolicía.Perosuspira.Alfinyalcabo,hahecholoquehapodidoparapagarsuculpaylaautoridadcompetentelehaignorado.Sesienteotravezsacerdote,enpazconelniñoqueunavezquisosermédicodealmas.Sumadreletelefoneayparecequefuerasurecompensadivina,hastaquehablaylecomunicaconvoz temblorosa que ese mediodía no se encuentra bien, que mejor suspenden lacomida.

—Mamá—contestaél—.¿Quieresquetellevealgo?—No,hijo.Nohacefalta.Peroamediodíapedaleahastacasadesumadre,siguiendoelcursodelrío,enla

calleFósforo, dispuesto a cocinarle lo único que sabe hacer: pimientos rellenos dearroz.Al llegar, sin embargo, sumadre aparece repuesta de sumalestar y tiene lamesaylacomidapreparadas.

—¿Nodecíasqueestabasenferma?—¿Yo?Quéva.Meencuentromuybien,hijo.Se sientan a comer las lentejas. Quiere mucho a su madre, pero íntimamente

tambiénlereprochaalgunascosas.Ellalemetióenlacabezalaideadesersacerdote.Ynopuedeevitarpensaren todo loquesehaperdidoporseguirunavocación tanabsurda.Viveenunamentira.Siellalosupiera.

Talvezlosabe.Pocoapocosefuedesengañando,pocoapocofueaprendiendoquenoexistían


losmédicosdealmas,yquelamayoríadesuscompañerostambiénhabíadejadodecreerenDiosyenlaiglesia,peroalmenosellosparecíanconformesconlavidamásomenoscómodaquehabíanelegido.Sedespidedeella.Yalvolveracasarecibeunasorprendentellamadatelefónicadelhospital.SuprogenitorallevaunahoraingresadaenUrgencias.

—¿Perocómo?—balbucea,incrédulo—.Siacabodeestarconella…Agarra la bicicleta y al llegar al hospital, le garantizan que allí no hay nadie

ingresadoque respondaalnombrede lamujerpor laquepregunta.Nocomprendenada.Seacercadenuevoalacasamaternayallíestáella,alegre,sana,preparandounasalbóndigasparalacena,másvitalinclusoqueamediodía.

—¿Túporaquí,hijo?¡Quésorpresa!—¿Ylainsuficienciacardíaca…?¿Yelhospital…?—¿Quéhospital,hijo?Nomequierastanmal…¿Hasdadoyamisa?AmitaddecaminohaciacasaseangustiaydecidecruzarelpuentedelaM-30y

darunpaseoconlabicicletaporlaCasadeCampopararespirarairepuro.Pedaleacondesesperación: tiene la impresióndequecadavezque salede suhogar con labicicleta ocurre algo extraño, pero qué. No lo sabe. Lleva más de una horapedaleando campoa través.Quiere regresar a casa, perono encuentra laM-30.Escomosielparquehubieraampliadosuscontornoscomiéndosepartedelaciudad:hayárbolesportodoslados,inclusoleparecedivisaraunzorro.Miraelrelojdelmóvil:llevacasitreshoraspedaleandosinencontrarelcaminodevuelta…Oyedisparosasualrededor…

—¡Altoahí!—legritan.Y escapa… Escapa cuesta abajo con su bicicleta, dando botes, sorteando

pedruscosymatorrales…¿Acasosehametidoenuncotoprivadodecaza?¿Acasoestáenunodeesosescenariosnaturalesquesepreparanlosejecutivospararemedarbatallasconbalasdepintura?

Apenas lo ha podido ver, pero juraría que el hombre que le ha disparado ibadisfrazadodemilicianodelaguerracivilespañola.

Vaaanochecer.Esevidentequesehaperdido.Siemprehatenidounexcelentesentidodelaorientación,peroestavezhadebido

defallarle.ÉlcreeestarcercadePríncipePío,ysinembargolerodeaundescampadocochambroso sin ningún rastro urbano a la vista. La bicicleta tropieza con unpedruscoynuestrohombrecaealsuelo.Seincorporaconunfaldóndelacamisaporfuera, magullado, se siente desarrapado, lleno de barro y sudor. Intenta volver amontarenlabiciperoloscaminossoncadavezmásescarpadosyélestáagotado,asíquelallevadelmanillar,andando.Nisiquieraescuchaelruidodeltráficoalolejos,pormásqueseesfuerza,comositodoasualrededorfueracampoysilencio,comosihubiera ido alejándose paulatinamente de la ciudad. ¿Qué hora será? Se palpa elcuerpoynoencuentrasuteléfonomóvil.Hadebidodeperderloenlacaída.Miraalcielo:nohayluna.Unjaleodevocesleatrae.Porfinalguien.Sevaacercandopocoa


poco y descubre a un grupo de individuos vestidos de soldados con la bayonetacalada. Parecen militares franceses del siglo XIX, los mismos que pintara Goya.¿Algúntipoderepresentaciónteatral?Sienteunamanoenelcuelloyaempujonesunsoldado le conduce donde se encuentra un grupo de hombres atemorizado, gentessucias,malolientes,quesuplicanylloran…

Escomounadramatizaciónmuyverosímilde los fusilamientosdel3demayo.Aquellos hombres parecen realmente aterrorizados. El pelotón de fusilamiento seprepara.Entonces,tragasalivaylocomprendetodo.Abrelosbrazosparaexplicarelmalentendidoaaquellosfrancesesagresivos.

—Esperen—chapurreaenfrancés—.Déjenmequelesdiga…Puedeparecerundisparate,peroaquíhayunerror.Esecacharro,labicicleta,debedeserunamáquinadeltiempo…Cadavezquesalgodecasaviajoalpasado…Yonopertenezcoaestaépoca…Permítanmevolveramihogar,porfavor…SoydelsigloXXI…

Seproducenlosdisparos.

JuanAparicioBelmonte


TRANCE

Esprontoaúnyapenashaynadieporlascalles.Loscochespasansinllamarlaatención,casiapáticos,protegidosdelrestodelmundoporlosharaposdenieblaquelamañana no ha logrado dispersar.El aire, como en el poemadeLarkin que releíayer, es «blanco como el yeso, sin sol». Hace frío. Caminomás rápido de lo quesuelo, con los hombros tiesos y la barbilla hundida en el cuello del abrigo. Unamuchachadeairenórdicopedaleaensubicicletaconunararamezcladeprudenciaydecisión, envuelta en un impermeable rojo muy ceñido sobre el que destaca unaenormebufandaarayasconloscoloresdeunpájarotropical.BajandoporSantaCruzdeMarcenado, veo a unos pocos viejos jugando a la petanca en un parquecillo detierrayárbolespelados.Nolesimportalaniebla,otalvezladisfrutan,cadacualasumodo, como si les permitiera olvidarse un rato de la ciudad, darle la espalda sincomplejos.Alotroladodelacalle,lafachadadeladrillorojodelantiguocolegiodeAreneros me hace pensar en Inglaterra; como si volviera a tener treinta años ycaminara sin rumbo por alguna calle trasera de Fulham o Battersea, temiendoequivocarlacalledondevivían,dondevivenaún,CristinayJon.Eledificiotieneunaireeduardianoindudable,aunqueconeseacabadomudéjarquetantogustabaalosarquitectosespañolesdefinalesdeldiecinueve.Sospechoqueandomediosonadoporel cansancio y el frío, pero la niebla, aquímásdensa, subraya el aire británicodelconjunto—lafachadaconsuenormepórtico,latorreajedrezada,lacallesinnadie—y entro en una pequeña alucinación de la que tardo en prescindir. De la que memolesta prescindir, en realidad, como si creyera haberme ganado el derecho a unaracióndeespejismosdespuésdetantosdíasdetrabajorutinario.Es1998yestoyotravezenLondres,paseandoporThamesWalk,respirandolabrumasalinaenlaqueseadivina,amásdecienkilómetros,lapresenciadelmar,mientraselfondolimosodelríoaparecesalpicadodeconosdetráfico,neumáticos,ruedasdebicicleta,plásticos,tubos oxidados; veo un rebaño de gaviotas bajo el puente y, en la otra orilla, lassiluetasfantasmalesde losdepósitosdeagua,comograndes templosegipcios.Perono,esMadrid,diciembrede2012,elpretilnoguardaningúncauce,soloeltaludquemeseparade los jugadoresdepetanca,yesas ruedasquegiran(otraciclista,ahoraespañolaoconcaradeserlo)estánmuylejosdeacabarenellechodeningúnrío,porilustrequesea.

Sonapenasunossegundos,perobastanparacumplirmifantasíacompensatoria.Podría ser también esta sensación de fin de año, la ciudad adormilada en la quevamos quedando menos, la inminencia de un recomienzo, aunque sea numérico.Caminar ahorapor las calles vacías no esmuydistintodequedarse tumbado en lacamaesperandoqueamanezca, sumidoenesaduermevelaconque saboreamos losrestosdelsueñoonosponemosdeladoparanoverdefrenteeldía.Setratadeabrirun paréntesis, un espacio exento, esa pista propicia dondemarchar sin rumbo pordentrodenosotrosmismos.


Estas alucinaciones solían sermás frecuentes hace años; tambiénmás intensas.De hecho, lo que me sorprende hoy es la disparidad entre las circunstancias casivulgaresquemerodeanylafuerzadelaensoñación,lasencillezconqueingresoenmi pequeño trance doméstico.Me sorprende, aunque comprendo—a poco que lopiense—queesadisparidadsiempreexistió.Talvezesque lossentidossehan idoembotandoohaciendomásromos,queyanotengolafrescuraconquememovíadeuntiempoaotro,deunsueñoaotro,quelasurgenciasdelavidaadultameobliganapasardelargoantepuertasqueantesabríasinpensar.Nuncahesidofetichistanimuyexigente a la horadedar el salto:mebastabaun sesgomuypeculiar de la luz, uncuartoquedepronto revelabacualidadesdeatrezo,unacallequesolodesdeciertoángulo,aciertahora,meconfesabasusecreto;ysoledad,claro,esasoledadqueyadesde niño aprendí a relacionar con los estados alterados de conciencia y con unplacernadaculpable,eldejugaradiscreción,comounmago,conlasformasvisiblesdelmundo.

Me pregunto si escribir no es justamente un intento de dar cuenta de esadiscrepancia, un rellenar con palabras el trecho, el recorrido que va de la causa alefecto.Unpesoenlabalanza.Lasvidasquevivimossoncorrientes,inclusovulgares,ydesdeluegonoguardanproporciónconeltorbellinodeemocionesquetransitanennuestrointerioryquenopocasvecesnosdominansincausasuficiente.Lodefuerano se compadece con lo de dentro. Todos queremos pensar o creer que somosexcepcionales, pero nuestra existencia —seamos francos— no es nada del otrojueves, no se distingue particularmente, salvo en detalles sin importancia, de la denuestro vecino. De ahí la sorpresa, el pasmo incluso, cuando experimentamosemocionesqueexcedenconmucholasocurrenciasdenuestrodíaadía.Somoscomoel adolescente que ve caer su mundo por una decepción amorosa y vive esaexperiencia,ladeldesamor,comounahecatombe,unacalamidaddeordencósmico.Bien, sabemos que no es cierto, que está viviendo en carne propia un patrón casiuniversal,un rito iniciáticopor elquemuchoshemospasadoantesyotrospasarándespués.Nohayproporción entre lo quevivey lo que siente;más aún, él (o ella)percibeoscuramenteesaincongruencia,esadistancia,yunapartenodesdeñabledeloquesienteesperplejidad,inclusomiedo:¿dedóndevieneesafuerzaincontenible,esaemociónque loanegay seapoderadecada rincóndesucuerpo,hastaelpuntodequitarlelasganasdelevantarse,desaliralacalle,dehacerlascosasdecadadía?Ladistanciaentrecausayefectoestangrandequeechamanodelbolígrafoyseponeaescribir lo primero que piensa, o lo que cree que siente, o lo que sabe que duele.Pueden ser versos, o una carta, o un cuento corto, pero sea lo que fuere se verecurriendo a palabras y combinaciones de palabras—tropos, figuras, imágenes—queaprendióenlaescuelayqueahorarepitedemaneramaquinal,sincuestionarsuvalidez,porquesabeolehandichoquesonpertinentesyapropiadasalmomento.

Loqueaverigua,quizásindarsecuentadeltodo,esqueesaemociónnoessuya,no le pertenece—y, por tanto, no le distingue, no le caracteriza como distinto de


nadie—, sino que es privativa de la especie en un momento de su desarrollosocioculturaleinclusopsicológico.Descubre,enfin,doscosas,unabuenayotranotanto: que no está solo, que otros han pasado por elmismo lugar y han vivido lasmismas circunstancias, pero también—y ahí está la cruz de esa cara— que no esnadie enparticular, que es unomás, tanvulgar y corriente como su compañerodepupitre; que, lejos de ser el centro principesco de ningún mundo, es un espaciosemivacío por el que cruzan vientos y turbiones que lo sacuden de un lado a otrocomounarbolilloygracias a los cuales, eso sí, tiene suprimera experienciade losublime.Vivirconsistiráentoncesenirpoblandoeseespacio,engrosarel troncodeeseárbol,ganarsepocoapocouncentroque, sindistinguirleclaraonetamentedenadie,puedallamarpropio.

Perovolvamosaformasmásprestigiadasdelosublime…«Mientrascruzabauncampodespobladoentrecharcosdenieve,bajouncielonubosoycrepuscular,ysinque me viniera a la mente ningún augurio particularmente propicio, sentí unaexaltación perfecta, un contento lindante con el temor…»Así empieza ese célebrepasaje de Naturaleza, el gran ensayo fundador de la tradición visionarianorteamericana,enelqueEmersondescribeelsoplodelarevelación,eseinstanteenel que, «mi cabeza bañada en espacio infinito (…), me vuelvo una pupilatransparente;soynada;loveotodo;lascorrientesdelSerUniversalcirculanatravésdemí;soyparte integraldeDios».Leyendoestas líneas, llamalaatenciónladoblefiliación del paisaje que Emerson escoge para el instante iluminador: un escenarioque bebe directamente de la moda literaria del momento —ese romanticismo debarnizgóticoquecodificanWordsworthyColeridgeyquellegaporlomenoshastaPoe—,peroqueestambiénunescenariocomún,plausible,lasafuerasdeunpueblodeNuevaInglaterraenelprimerterciodelsiglodiecinueve.Aquísucedealgomuycurioso,quequedamásclarosileemoslaslíneasquehanllevadoaEmersonaestepunto:«Noelsoloelveranoúnicamente;cadahoraycadaestaciónrindensutributode deleite; pues cada hora y cada cambio autorizan y remiten a un estadomentaldiferente,desdeelmediodíasinalientoalamedianochemáslúgubre.Lanaturalezaesunmarcoqueseadecuaigualmentebienaunapiezacómicaounafúnebre.Conbuenasalud,elaireesuntónicodeincomparablesvirtudes.Mientrascruzaba…».

Digámoslo crudamente: en estas líneas el elogio de la Naturaleza de EmersonprocedeconunaretóricadevendedordecrecepelosenelMedioOeste,quealcanzasu paroxismo en esa comparación del aire a un tónico —un licor— de«incomparablesvirtudes».Peroentonceseltextodaunsaltoabruptoynosvemos,depronto,enundescampadoalasafuerasdelpueblo,iluminadosporlaluzexiguadelatardecer, sin nadie a la vista, respirando el aliento del frío que sube desde loshoyuelos de nieve que salpican la tierra y sintiendo la fuerza misma de nuestrocuerpoenlibertad,dueñosdenuestrospasosynuestrotiempo,bañadosporlaluzdel«espacioinfinito».EsevidentequeEmersonnoshablaaquídeunaexperienciaíntimay privada, persistente en el tiempo y hasta cierto punto inconfesable, pues para


compartirla en público —aunque sea de forma anónima— debe hacer uso de uncontexto reflexivoo teórico,comosi fueraalgoquepudiera sucederleacualquieradado el entornopropicio.Comodice el poetaCharlesSimic,Emerson«escribe unmanualdeinstrucciónparavisionarios»,perotodosuejerciciodepersuasiónpartedeuntrancealucinatoriodelquesaleperplejo,desconcertado,incapazdeentenderporqué ha ocurrido y qué relación guarda con su yo cotidiano, elmismo que imparteconferenciasoacogeasushuéspedesparalasreunionesdelClubTrascendental.Laescrituraesprecisamenteelpuentequelepermiterelacionarocomunicarelquéconelquién,elcómo coneldóndeycuándo.Somos finitos en el tiempoy el espacio,pero en ocasiones nuestras emociones—queno son nuestras en realidad, comoyahemosvisto—incorporanvislumbresyhastacorrientesdeinfinito.Deahíelpasmo,eltemorincluso.Elingléstieneunapalabradeorigengermánico,awe,queexpresamuybienestetemorreverentedelofinitocuandosesientetraspasado,asaeteado,porlaspartículasdeloinfinito.Hayuncontacto—repentino,inestable,fugaz—peronouna conversación: para fingir esa conversación necesitamos palabras o sonidos oplanos y figuras de color, necesitamos un tercer elemento azaroso que salve, enretrospectiva, en la ficción suprema del arte (Wallace Stevens), la distanciairreconciliablequeseparaunadimensióndeotra.Odichoenlostérminosqueensayéal comienzo de estas líneas: el trecho que va de la causa (lo finito) al efecto (loinfinito)yquelaspalabrastratanderecorrer—derellenar—suponeunadiscrepanciaradical,uncambiodenaturalezay,porlotanto,unsaltoexponencialypocomenosquemilagroso.Pensarquelaspalabraspuedansalvaresadistancianodejadeserunactodefe,unacertezaquiméricaquenodescansanisejustificaennada.

Elverbosentir,aquí,seprestaaconfusión,quizáporquedesembocademasiadofácilmenteenelsustantivo«sentimientos».CuandoEmersonrecuerdasuserbañado«en espacio infinitivo» está sintiendo algo, sin duda, pero lo que siente es unaemoción privativa de la especie (aunque no todos losmiembros de esa especie, nimuchomenos, lahayansentido),unafáninstintivodetrascendenciaquenosedejaatraparenfórmulasracionalesaunquelasbusqueolasagradezca:Naturalezaessolounepisodioenellargorelatoqueelhomosapienshaidodejandodesustratosconloinfinito.Unrelatoqueincluyeocontemplatodaclasedeexplicacionesyquetienenosolo sumitad afirmativa, sumovimiento interior de ascenso, sino su catábasis, sufascinación por la noche, lo oscuro, lo infernal. Los sentimientos tienen poco quehaceraquí: sonepifenómenos,construccionesdeunaculturaenunmomentodesuhistoria, que varían de un espacio a otro y de un tiempo a otro y que incumben ocomprometensoloalasuperficie.Soncomoelexcipientequepermitelaexistenciade un poema y llama la atención de posibles lectores—también de unomismo alescribirlo—,peroquenodebeconfundirseconloimportante,elprincipioactivo,elmardefondoquetrabajayseafanaytiradenosotrosbajolasuperficieinmóvil.

Ahí la emoción, lo importante: un barrido profundo del espíritu al que nopodríamos resistirnos aunque quisiéramos. Algo nos toma por el pescuezo y nos


sacudeynosdejaotravezentierraconlacabezaquezumba,comoelcoyoteenunepisodiodeCorrecaminos.Algonosgolpeayloquetocaesrehacernos,recuperarelequilibrio. El proceso se parece mucho a ese triple movimiento de entrega,recuperación y remembranza verbal que T. S. Eliot describió por carta a StephenSpender: «Debes entregarte, y luego recuperar tu ser, y el tercermomento es teneralgoquedecirantesdequehayasolvidadodeltodolosmomentosdelaentregaylarecuperación. Por supuesto, el ser que se recupera nunca es igual al ser que seentrega».Estepasaje evocade inmediato aquel versodeLa tierrabaldía donde el«instante de la rendición» es, justamente, un acto de «terrible atrevimiento»: «Theawful daring of a moment’s surrender». De nuevo lo terrible, su inminencia, eseencuentrodesquicianteconalgoquesetemeysedeseaalmismotiempo…

CruzoAlbertoAguilera,suboporBlascodeGarayytresocuatroesquinasmásarribatuerzoalaizquierdaendirecciónaMoncloa.Elfríonoremite,perolanieblase va aligerando y algunos comercios tienen ya la persiana subida y las luces delescaparateencendidas.Comienzaotrosábado,eseextrañodíadetransiciónentre lafaenayeldescanso.Unespaciointermedio, idealparacualquier trancedignodesunombre.Soloquemipequeñoybreve trancedomésticoyasedisipócon laniebla,quizáporquedependíaenexcesodeellaparasus(des)figuraciones.Nosecompara,desde luego —nunca lo ha hecho—, con la iluminación emersoniana, pero tienemucho de su fluidez, de su transparencia: ese no ser nadie para que todo sea, almenosporuninstante.Esoesloqueimportaaestasalturasdelapartida.Yallegarálahoradehablardeello,oalmenosdeintentarlo.Decirlatransparenciaconpalabrasque digan también trazos, figuras, volúmenes; decir una transparencia preñada deformasenlaquecaptar,comodepasada,nuestroreflejo.

JordiDoce


KAFKAENBICICLETA(unpastiche)

Doshombresgordosestánsentadosaorillasdeunrío.Suspies,dentrodelagua,parecenpecesmuertos.Entreamboshombres,dentrodeuncestodemimbre,hayunpuñado de manzanas maduras. Ante ellos se dibuja un paisaje discretamentehermoso:unpuentedepiedra,unvallefértil,unhorizontedemontañasredondas.Elcieloestáclaro,comoreciénlavado.Aunqueesverano,laluzposeeyaciertacalidadotoñal.Soplaelvientoquevienedelmar,elquemásagradaalosnorteños.

—Mira—diceelprimergordo,queestácomiendounamanzana—,unviajero.El segundo gordo, entretenido hasta entonces en consultar una gramática, se

apresuraatomarunamanzanadelcanastoalverlafiguradetenidaaunextremodelpuente.

—¿Creesquepasará?—preguntamientrasfrotalafrutacontrasumuslo.Elprimergordonocontesta,limitándoseaarrojaralríolosrestosdesumanzana.El viajero, visto desde la orilla del río, recuerda a un palo alto y estrecho,

exageradamente enhiesto. Tiene la actitud arrogante de quien posa para unafotografía.Consumanoderechasostieneunabicicleta.Llevaelpelolargo,comounamuchacha,perosubarbaesáspera,comoladeunviejo.

—Nocreoquepase—respondealfinelprimergordo,limpiándoselabocaconeldorsodesumano.

—Yoapuestoaquesí—diceelsegundogordosindejardemasticar.Los dos permanecen un rato callados, quietos como esfinges, expectantes,

contandocadalatidodesucorazón.Elviajeroechaentoncesaandar.Daunpardezancadasfirmes,resueltas,propias

de un alma valerosa, pero de pronto parece vacilar, como si a su lado se hubieraabiertounabismo.Aldetenerse, labicicleta tiemblaensumanoycae.Aunque losgordos no alcanzan a escuchar sonido alguno, pueden imaginar la desazón delviajero,elespantoquesemejantehechoprovocaráensuánimo.

Unminutomástarde,elhombredelpuenterecogesubicicletayvuelvesobresuspasos.Suespaldaestáahoradobladaporlavergüenza.

—Medebesuncestodemanzanas—diceelprimergordo.

RicardoMenéndezSalmón


ELZAPATERODESTALIN

Despierto solo al final de la jornada. Me llamo Peretz Markish. Si asomo lacabeza entre los barrotes, veomarineros heridos por el eclipsemordiéndose en lanuca,bosquescompletamentenegroscomooscurostalismanesocultosenunsótanoespolvoreadodeharina.Simirocontra lapared, losdesconchonesseconviertenendulces prostitutas queme pintan la cabeza con aguamientrasme dicen:Dios estáenamorado de ti, la muerte te convertirá en un hombre de provecho. Intentomemorizarloquenopuedoescribir,elcarrogris,losvientresdemadera,perocuandocierrolosojoslasfrasesseamontonanunassobreotrascomoyanohacefaltaquetedigaqué.Ayerelsilenciometrajoesteinfundio:unacajarepletadeguantesyuñas,escúchalas, aquí arrojan los viajeros de lamala suerte su ébano al vals y bajo lasenemigasblusas del doble timbrede tabaco suelen las enfermeras hacer lomismo.Hacer lomismo es llevar la tuberculosis atada por un cordel al concierto de AñoNuevo.¡Adiós,adiósalquedetestabalasfloresyamabasusfrutos!Fumoyescribo,escribimos para nosotros, nos comunicamos en oculto por si nos echan el gancho,pero estas piedritas algún día le comprarán al cielo el pan de la apertura. Reciénestrenada la desesperación, el perro deformedel tiempo lame el cráter del corazóndonde correctamente las moscas incrustan su teoría. No ignoro, no asumo, noobedezco.¿Quévamosanegociar,poemas,patatascrudasenelsombrerodeunniñomuerto? ¿Una pelea entre la langosta hervida en la gendarmería y el corderohipnotizadoante lasexuberantes rosasdealuminioempanado?¿Prosafresca,comounhígadorecién reventado?Dejaddemurmurar,profesorcillosde la fanfarria,estenoeselvestíbulodeunhoteldondelosconserjespuedantelefonearalasllavesdelsignificado. Solo las bellas nodrizas satinadas por la locura en las caballerizas delexterminio podrán salir de sus oscuros dedales para guarecerse bajo el alero. Losfilamentosdelafilologíaclínicahablandeseñoritascomosiabatieranuntigre.YesoprovienedelafermentacióndelsueñocienañosantesdequerespiraraBorges.Algúndíaseréiscapacesdeleeralgomásqueperiódicosatrasadosrepletosdeprestigiososesqueletos y suspiros patrióticos, atletas de la utopía siberiana ymaleteros bajo elchaperóndelzar.EnParísyaoshabríanconvidadoatomareltéalpalacetedeMessieGuillotin.Losnotodesencajados, señoresacadémicos,parecieseque lesapretaraelanillodeboda.¿QuiénlesimpidedivorciarsedelasinstitutricesdelcuartelZhdánov?Levantemos la alfombra por si estuviera allí la revelación, el viejo colágeno delestructuralismo, los turistasde lahipertextualidad satisfechoscon lospurgantesdeléxtasispequeñoburgués.Séquenoesfácilentenderauntrabajadormetalúrgicoquechisporroteaazufreenlosventisquerosdelacabezainvernal.Menosaúnnoperderlapacienciaconuncriptobolcheviqueuntadodemantecadeavispaeincurableespumadefelizchampagne.NomellamoJean-Paul,medijounespecialistaenhermenéuticadel sujeto con el que compartía la literade arriba, pero en la intimidady con todaconfianza puede usted llamarme Simone. Mañana el desierto llegará hasta la


almohadayenunossegundostodaprevenciónparaconlossignificadosdelatutelahabrádesaparecido.Amoalaschicasquesabenaesponjosoalgodóndulceydeshagoconunaojeadalosnudosdeazarquetantodesconciertocausanentremissemejantes.Elcieloesunapensiónbarataperfectamentemimetizadaconelsexodelmardondelosmuchachostachonadosdeviruelaentranensintoníaconelabanicodelafiloxeraotoñal. He traicionado a mis preceptores y pienso hacer lo mismo con misdescendientes.Vivo rodeadodehermosasgatascolorarrozyunabarítonocon tresmil grados centígrados de acetileno en cada ojo me riega las sienes. ¿A qué máspuedo aspirar a cincuenta años vista de la Perestroika? Cuando aparecí muerto lomejoryahabíapasado,Diosmelibredementircomolohizo,paraquévamosadarmás nombres, el inventor de la Nochebuena. ¿Qué quieres decir? Digo que porfortunaelasunto,comounabandadadegansos,senosfuedelabocaydioquehablarentre los comerciantes de terneros. Callad campanas de mierda, que ya bastantehabéissonadoamuerto.Hastaelmalditoinviernoseaburreconvuestracataplasmadeperejil tostado,beatasempachadasdepastelitosysosacáusticacadavezqueunmarineropone lospiesenelmuelle.Madrugoparavolvermeaacostar,amortajadoconunedredónrellenodetodotipodeculpasydialectosdeclase,aúnmástemprano.Conozcolavidadelosincomprendidos,mujeresqueselevantanlafaldaytiposconel cogote pegado al culo. Discúlpenme, pero si estoy aquí es para aprovechar laoportunidad y meterme con alguien. Afuera no me esperan dos huérfanas y unaviuda.Sé loquemedigo.Losarribistas siempremehanpinchado lacrestaconsulimosnita de jilguero. Entiéndalo, no se lo vamos a repetir, el lenguaje no es unasuperestructura,sinopatrimoniocomúnde lasociedad,unaherramientanacionalalservicio de los soviets.Claridad es verdad. Iros al carajo.Véalos, toda la puñeteravidaregandolaslechugashastaqueleslleganaltechoconelpeloalborotadoyllenasdechinches.Igualselascomenlosmuycabrones,tiradossobreeljergónmetiéndolessu cosa a los hombrecillos asustados en el mismo sitio donde los reyes tiran lasmondas.Lasangrelesbajaconsencillezalacabezacomolalluviaresbalasobrelosparaguas parcheados y aun perdido el pescuezo sueñan con enriquecerse antes devolver a la indigencia. Me crie como tantos desdentados en las afueras de loarmonioso.Odessa,punto.Sipedíprestadalabicicletafueparairavisitaralrabino.Ledijelaverdadyserascólacabezaunpocomásalládelarayitasonrosadadondelas ideas esperandepie al destinatariode lovergonzoso.Medijoque si tal que sicual,yasabesesascosasmáspequeñasqueuncabellodegrisúperonotangrandescomo una catedral que sale de la mano del fonógrafo en la última página de losvespertinos. ¿Usted ha bebido?Mucho, pero nomás que una actriz conservada engelatina.Estabaalapuertadelasinagogasacudiéndoseelgabándeshabbaty,apenasmeescuchó,saliópitando.Nomepreguntehaciadónde, igualse lodiré:disparadohaciaelobradordeDavid.¿El sastreBergelson?Elmismo,DavidBergelson.Otrocosmopolitadesarraigado.Comprendaloscartonesarrugadosylacuevitadeyesodenuestrapocasabiduríacomotratamosdeentendersuesfuerzoporvincularlajusticia


divinaconlateoríadelkilogramoylapasiónporloslangostinos.Escuche,maestrodeagujas, loquemehavenidoacontaresepájaroparaquienunmesduracasiunaño, usted lleva la cuenta de los botones que le faltan a la levita delmundo paraabrocharseydesabrocharse,algosabrádelosquesinesperarlotodorecibenelhiloqueconducealanada.Yonisabréloquesé,niséloquesabré,rabinoMoishe,notraenbuenasaludalalmirezlasortigasquecrecenalcuidadodelasesquinasdecalle.Lascalabazastodavíanohabíanamarilleadoylosenjambresaúnrondabanelaromade los barberos, así que era agosto. Préstame la bicicleta, que iré a ver a Itzik elebanistadeataúdesporsilesobranalgunastablasrectas.Habríasdevercómolucíael horizonte recién enchapado de peces serios con los cigarrillos encendidos. Y lahumanidaddormida,ajenaalcaldodecabezadelosqueandabandeacáparaallácontres sacos de arena a la espalda. Si algo se debe hacer hay que hacerlo, las cosasblancasnoseránmásblancasniporquellorenlechelospájarosnicuandolascubralanieve.Préstamelabici,dijoItzikFefer,másconsideradoporsusimpatíaqueporsugarlopayconocidoenlasaldeascomoelpequeñovirutas,quevoyaacercarmehastala fragua de Leib Kwitko, todo herrero tiene bajo el mandil un gallo color verdemanzanayopiniónaopiniónsehaceunaprimaveraparalascabras.Vete,vete,ysefue echando pestes contra aquella barbaridad. Ninguna alocada croaba ya en lascharcasyelsilencioeratanespesocomodiceneslabilisdelosbichosmoribundosque se hinchan en las covachas de Beria. Oye, oye, enmenudo líome acabas demeter.Nadiesebañaenuncampode trigosielpadrecito tienehambreyhasta loscalderosdejandesermudosa lahoradesualmuerzo.CreoquesinpedírselaLeibcogió la bicicleta y se fue hasta el huerto de las norias para hablar con Solomón,SolomónAbrámovich,SolomónAbrámovichLozovski,elmolinero.Oye,blancuzco,saldeentre losdurmientes,que lospozosyahancerradosunegocioy loscuervoscomienzanachismorrearentrelossacosdecenteno.Nojodas,nojodas,enbuenlíosiesqueaúnnomehasmetidomevasameterdonchispas.Peroyaerademasiadotarde y la cal viva estaba definitivamente muerta sobre la vejez de los corderoscelestes. Quémás da el día exacto en que uno se aburre de estar por allí abajo yresucita,ahoravivodiscretayhumildementealserviciodeunmancoynoimaginoparaquépuedoservirte.Paranada,poresovengo,despuésde todo tupellejoeselmismoqueeldetodoslosqueseestáncortandoestamañanalasuñasporúltimavezy Dios no va a echar pegamento para dejarnos sobre la Tierra. Prudente sea elpeldañoenelquenoshaga tropezarJacob.Habrédeadvertírseloa los traperosdelmercadoantesdequeelasuntollegueal tímpanodelosgranujasy lasalcantarillasdelpolitburósubanamearenlaventanadetodaslascasas.Yosoyuncohibidoparaeso,pero,alabadoseaelSeñor,préstamelabicicletaquemandaréaalgúnlarguiruchoconelestómagovacíoaservirvinoenesasorejas.Ysinquitarniponernada,talcuallohasoído,asíSolomónAbrámovichLozovskilomandóhacer.Aveces,yestoyaescosa del narrador, lo que se dice, aunque luego no se haga, hacemás daño que elpropiodelito,comoloquehoynoseentiendealdíasiguienteestámásclaroqueel


últimoenjuaguedelostintoreros.¿Verdad,PeretzMarkish,onoerastúelqueestabadándolecuerdaaestahistoria?Quietoahí,perroguardián,aúnnohallegadolahoradelosprofesionalesytodavíamequedanunpardedocenasdelíneasenlasquesepuedaoírmanducaralastermitas.Entoncesdale,BenjaminZuskin,venga,dale,quemuyprontotodoslosteatrosquedaránvacíosylospersonajesahorcadoscolgarándelospalcosenrecuerdodelasviejasactricesconlasquealgunavezseacostaron.Lavozechóacorrercomosi lasgallinasestuviesenpicoteandolospalillosdel tamborenlacasadelveredictoylaclienteladelaspalabrasseagolpósobrelosmostradoresrepletos de sonrosadas mejillas de cerdo y polvos de talco. Vaya, vaya, hasta elrepartidordecrepúsculoshuíaazancadastraslosgalgosdespellejadosentantoalosrimadoresse lesbuscabapalmoapalmoentre los restosde lasbibliotecasqueaúnolíanaincendio.Yonuncahabíaescupidosangreniescritocosasbaratasperoahoraun lugaraunque seauncementerioabandonadoesun regalo.Hastaelbarroen loszapatos se termina volviendo en tu contra, dijo Boris Shimeliovich.Mi empleo esrepetir,repetirlascosas,nohubieraaceptadoningúnotronegocioconoloracadáver:saldeahíyponlaespaldarecta,buscaarenquesmenossalados,nocomashigosporlanoche.¿Entiendes?Nocomoloszascandilesqueandanmetiendooracionesenelcerebroalosuntadosconmanteca.Mire,cuandollegaronlosceladoresconlajeringaenlamano,todoslosdemásasintieronconlacabeza.Ahorasíquenovoyaregatearniundetalle.¿Por?Enunsombreronopuedeocultarseunpicahielospararealizarlela lobotomía al primer desquiciado con la creencia revuelta por el aguardiente. Loqueyoopinedelhinchadoeslodemenos,peroyaquehasalidoeltemavoyaquitarelpiedelestribo,óigalo,unmalauvaconbigote,un reposaculosde lapeorcalaña.Exageras.Noexagero,menudo ilusionistademalagüero,unauténticoamaestradordecriminalesacicaladodepánico.¿Tanto?,sidicenquehastaregalabarelojesdeoro.Seguramente, en el patíbulo. El que más y el que menos salió perjudicado, nosarrastraronde la lenguacomoacantantesdeprimerahasta sonsacarnoselnombre.¿El nombre?Todas las personas, e incluso todas las cosas inútiles, tienen nombre,DavidHofstein,IssakBabel,unclavodehierro,unvasodevodka.Amímebajaronapatadasde labanqueta.Calma,calma, señoresacadémicos, escribirnoesponeruntelegramaalmatarifeparaquevengaadegollarconejos.Estoolollevasenlasangreonohayvueltasquedarle.Hedadounpardepuñetazosenmividaylosdoscontramí.QuéEstadoniqueRepúblicadelosTrabajadores,unapandilladevivarachosconlacoronillallenadelarvasquesolosepreocuparondeellosmismos.Déjemedecirle,nosoyningúndelincuente,jamásherobadoalosdonantesnimeheacostadoconelcartero para abrirles la correspondencia a los vecinos. Seguro que algo deberé aalguien y que a algún excéntrico gilipollas le habré levantado la voz durante laprohibición, pero no tengo nada que ver con la epidemia de quitamanchas que hatraídolademocraciaburguesa.Yasabe,enelmanicomionoexistecamaraderíaentrelos ideólogosdelconfetiy loscondenadosalveronal, tanprontonosrozan lanucaconlagorradecretonacomotecolocansobreelmecanismodelatrampilla.¡Buah!


No,noheperdidoeljuicio.Perdonadqueoslodigaantesdedesorbitarlosojos,nofuisteis otra cosa que unos sinvergüenzas disfrazados de repartidores de comidapicante, panolis de esmerada caligrafía en las recetas de depurativos y penas demuerte. Eres consciente de que nada de esto te beneficia ante los mamarrachosteóricos,menudamorralladepurgantes.Hastaqueterasuraronlacabezaerasuntipoatractivoynovasaandarahoracontejemanejesparaevitarqueteatenalaargollacomoaunasnoo tearrojena laescolleraparaque temastiquen loscangrejos.Nodeberíasllevarledeestamaneralacontraríaaunasesinoprofesional.Nomiento,yosolo cogí prestada la bicicleta. Él era el único que podía hacerlo, yo me limité acontarlo por aquí, sí, y por allá. Me dijo que estaban solos, él agachado, casi derodillas,palpándoleeldedogordoporsilerozabaenelzapato.Entoncesmiróhaciaarriba, pensó que ya solo quedábamos cuatro, contó hasta tres y entonces, DiosnuestroSeñorlobendiga,leclavólaleznaenloshuevos.Chagallcogiólabicicletayse alejó silbando una más que justificada y bella melodía jiddish en dirección aKrylastkoye. A él lo encontraron en el suelo de su habitación. Se había orinadoencimaycasinopodíahablar.Menosmal.

JuanCarlosMestre


COMBATE

Lomandéa lacamaa lasnuevede lanocheparaquealdíasiguienteestuvieradescansado.Noledijelaverdad,queTayloreraunnúmerodemasiadograndeparaél.LemostréunviejovídeoenelqueseveaTaylorperderunapeleaconunrumanocorreoso que, en una reacción desesperada, le arreó un ruedazo en la nuca. Fue acomienzosdesucarrera.Hoy,veteranoysegurodesímismo,novolveríaaincurrirenundespisteparecido.

Examinamos la escena.Le pedí aTirolín que se fijase bien.Taylor es un pocoelefante. Si le vas de frente, te tumba; pero si se confía y eres listo, a lomejor lesacudespordondemenosloesperaylehacesbesarlalona.Unavezgrogui,estuyo.

Mepasétodoeldíadándoleánimoyalabándoloparaquenoacudieraacobardadoalcombate.Seresistía,peroalfinescuchómisconsejosyeligiólabicicletadeochokilos.Taylorsubióalringconladedoce.Yameloimaginaba.Grandiferencia,peroes que Tirolín, como no sea durante el primer asalto, cuando está fresco, no tienecorpulenciaparamanejarbicicletaspesadas.Alprincipiodéjaloquesecanse,ledijedesdeelrincón.Elárbitrodioseñaldequecomenzaraelcombate.

En el centro del ring, Taylor levantó su bicicleta con una sola mano. Paraimpresionar,supongo.LadejócaercontodassusfuerzassobreTirolín,quedetuvoelgolpehaciendoescudoconlasuya,comoyoletengoenseñado.Taylorintentórepetirlajugada,peroTirolín,adivinándolelaintención,sezafóatiempo.Unadelasruedasseestrellócontralascuerdas.Lástimaquenoseenganchase.Noseríalaprimeravezqueporesacausaelmásfuertequedaexpuestoalosgolpesdeladversarioypierdeelcombate.

Faltando apenasmediominuto para el final del primer asalto,Taylor agarró subicicletaporlaruedatraseraysepusoadarvueltasaloloco.Labicicletasemovíaenel airecomouna sierragiratoria.El árbitro tuvoque refugiarseenun rincón.ATirolín, en una de las pasadas, el manillar lo alcanzó de lleno en un brazo. Setambaleó demalamanera, que pensé que se caería. Perdió el protector dental. Porsuertesonópocodespuéselgong.

Bien, le dije. Le has hecho trabajar. En el siguiente asalto acusará el esfuerzo.Tirolín tenía una desgarradura en el brazo. Probablemente se le había clavado eltimbreoelbordedeunguardabarrosenlacarne.Pocacosa,perosangrabaytuvequeponerleatodavelocidadunapósito.Sequejó:Comosigaatacandodeesamaneramevaapartirlabiciendos.Labicinosufre,ledije.Ylepedíqueseacercaraunpocomás a él e intentara aplastarle la nariz con el sillín. Me miró como si le hubierapedidoquesearrojaradeundécimopisoalacalle.

Se reanudó la pelea.Taylor parecía tan fresco como al principio.Levantaba subicicleta con lamisma facilidad que si fuera de papel.Y continuamente llevaba lainiciativa.Tirolínrecibiótresocuatrocacharrazos,unodeellos,bastantepotente,enuna clavícula. Reaccionó con la rabia de los desesperados. Hundió un pedal en la


mejilla deTaylor, que, sorprendido, reculódospasos.Tirolín aprovechó la ocasiónparaintentarclavarleasurivalunaruedaenlascostillas,peroestesecubrióatiempoconsubicicleta.Penséque,enelmejorde loscasos,perderíamosporpuntos.UnaposibilidadnadadesdeñableteniendoencuentalafortalezadeTayloryloscincomildólaresquecorrespondíanalperdedor.

Sonódenuevoelgong.Estovabien,ledijeaTirolín.Respirabacondificultad.Ahoraescuandolotienesquedartodo.Piensa:Últimoasalto,últimostresminutos.Eltíoesduro,peronoinvencible.Yparamíqueyanopuedeconsualma.¿Cuántoshan sido capaces de aguantarle dos asaltos? Y tú mira cómo le estás parando losembates.Elapósitose lehabíacaído.Lepuseotro.Tenía labicicletaabolladay laruedadelanteracompletamentetorcida.

Tercer asalto.Taylor salió amachacar.Levantada su bicicleta a la altura de unhombro,lesacudióunmandoblebrutalaTirolínenlacabezayloderribó.Estosehaacabado,pensé.Elárbitroempezóacontar.Tirolínsepusodepiecomounborracho.Tenía la bici detrás y no la veía.YTaylor en su rincón haciendo gestos de gorila,segurodelavictoria.Bueno,cincomildólarestampocoestánmal.

Tirolín aprovechó aquella breve interrupción para tomar aire. El árbitro lepreguntó si deseaba continuar. El chaval no sabe inglés, pero hay cosas que seentienden por sí solas. Taylor se lanzó contra él. Pensé: Espero que haya buenoshospitalesenestaciudad.Tirolíntuvoeltiempojustodeescudarsetrassubicicleta.El choque demetales produjo un ruido que levantó unmurmullo de estupor en elpúblico.Taylorrepitióelgolpeyloerró, loquediotiempoaTirolíndeempujar labicicletahaciaelpechodesucontrincante,contalfortunaqueaesteselequedaronlosdedosdelamanoizquierdaatrapadosentrelacadenaylosdientesdelplato.Legrité:Aprietaelpedal,apriétalo.

Taylor, la cara contraída de dolor, lanzó un alarido. Dejó caer su bicicletamientras Tirolín daba unos pasos burlescos de baile sin soltar el pedal con quemanteníaatrapadalamanodelotro.Alavistadelasangre,elárbitroparóelcombate.Tirolínseechóenmisbrazos.Teníasrazón,medijodandosaltosdealborozo.Esunelefante,unputoelefante.

El público ovacionaba a Tirolín, que saludaba agitando los brazos y haciendoreverencias.Yo,enelrincón,nomepodíacreerquetodoaquellonofueraunsueño,queelpobrepazguato,unodelospeoresymásflojoscombatientesconbicicletaqueyoheentrenadoenmivida,acabaradeganartreintamildólares.

FernandoAramburu


ORQUESTADEDESAPARECIDOS

Diariamente, al atardecer, escucho a los músicos. Si me traslado a algún paísextranjero,elloshacenelmismoviajequeyoycoincidimosenunaexplanada,enlosmercados,enunrefugio.

Losmiembrosde laorquestarecorren lasrutasescarpadasy losdesfiladerosdemimemoria.Loshevistodenoche,extenuados,mientrassubenapieoenbicicletauna colina de mis pensamientos. Llegan empapados de recuerdos a las nuevasciudades,perolosprimeroscompasesqueinterpretanlimpiansusropas.

Las personas que se alejaron de mi vida forman la orquesta. Sus muertes odesamorsehanconvertidoenmúsica.

Una mujer que me amó empuña el micrófono y canta con la cabeza llena depeces.Sepalpalosanimalesmarinoshastaqueelpezdeldolordespueblasumente.Entonces,conlasnotasfinalesdelblues,entregaalosoyentesunpequeñoesturiónquellevaenlabocalosfilamentosluminososdelosdíasquevivimosjuntos.

Elcontrabajolopulsaotraantiguaamante.Noesbella,sinoalgomáspeligroso,porque ha nacido en un país de gatos libres. Mi padre y mi hermana abren susausenciasconelarcodelviolonchelo.Lamadregolpeaeneltimbalnuestraspielesdeancianosbebés.

Encogidodetrásdelosinstrumentos,elamigoquemetraicionóponecercadesuspiesdepercusionistaelsombreroadondecaenlasmonedascaducadas.

Soytodos losespectadores.En lasfilasdelanterassesitúanelniñosucesivo,eladolescentequecaminóentrevidriosdediccionario,losjóvenesquefui.

Acabadoelconcierto,cadacomponentedelpúblicovuelveaadentrarseenmíylaorquestadedesaparecidosvemidisoluciónenelpaisaje.

FranciscoJavierIrazoki


LASNUBES

Veolasnubesquesevan,lavida.

GiovanniQuessep

La forma de las nubes, dijo, no se repite nunca.Tras un largo silencio, en vozbaja, como si hablara solo para sí, susurró: en eso se parecen a los sueños. Fue afinalesdeagosto.Estabasentadoeneljardín,ensubutacapreferida,conunlibroenlas manos, como siempre, y, según costumbre también, con una copa de oportoencimadelamesa.Asusespaldas,elValleseibaoscureciendopocoapoco.Losdíasson más cortos, balbució. Y después, me estoy quedando frío. Por fin, tomó unamanta.

Lohabitualeraquesesentaradecaraalhorizonte,aponiente,paraobservarunavez más cómo los rayos, cada vez más oblicuos, alargaban las sombras contra elsueloylasfigurascercanasdelasparedesdepiedraydelosárbolesylaslejanas—elperfilazuladodelasmontañas,elhumosuspendidodelas laderas, labrumaqueseelevadesdeelfondodelrío—seibandeshaciendocaminodelanoche.Esedía,justoenesemomentoenqueelcieloalolejosseenrojeceyelvientoselevantadegolpey,repentinamente,semitigadenuevo,reiteróaquellafrase:laformadelasnubesnoserepitenunca.Ydespués,apenasaudible:enesoseparecenalossueños.¿Porquéesafraseynootra?,¿porquéenaquellugar,eneseprecisomomento?

Yhoy,aquí.Eneldefinitivosilencio,yaensutumba,apiedetierra,comodejaraescritoenelpasajemás tristede suvida:elde lasúltimasvoluntades,esosdeseospóstumos que, para colmo de desdichas, por mucho que alguien se empeñe enconcretar, atado y bien atado, siempre quedan sujetos a la discrecionalidad deherederosyparientescercanos.

Su decisión final fue reposar en un pequeño cementerio de indudable aspectocastellano, uno de aquellos que evocaron en sus versosMachado o Unamuno, detapiasblanqueadasybajas,recogidoenlasfaldasdelasierra,mirando,cómono,almismo Valle que él miró tanto y fue motivo de muchas de sus meditaciones, elreferentequeafuerzadeserunayotravezcontempladoacabóconvirtiéndoseensuverdaderorostro.

Quisounasencillatumbacavadaenlatierrayunalápidaencimaconsunombreydosfechas.Tampocoescribióunepitafio.Unosmesesantesdesumuertehabíaleídounastraduccionesdemonjesjaponesesconversosdedicadosaesemomentofatalydecisivo.EnJapón,esdeusocomúndedicaraesetránsitounhaiku.¡Quécuriososson estos orientales!, dijo sonriendo, y añadió: ¡Quién pudiera! Siempre aborrecióesosfalsoshaikusescritosporhacendosospoetasoccidentales.Laafectación.Lodegrabar unverso suyoo ajeno sobre elmármol le parecía falsa retórica.Al fin y alcabo,¿noestodopoemaunepitafio?


Él escribió unos cuantos. Poemas, digo. Ni haikus ni epitafios. Tal vezdemasiados,solíaapostillarsinindulgencia.

Había muy pocos en la iglesia. Sus sobrinos, tres o cuatro amigos, algunosconocidos y vecinos, además de un par de editores: el suyo habitual y el deDemipage,dondehabíapublicado,emboscadoenunaobracolectiva,unviejorelatode juventud. En el camposanto,menos aún. Le gustaba la palabra camposanto.Alpronunciarla,acudíansinremedioalgunosdesuspoetasfavoritosyalgunospoemasque estos dedicaron a los cementerios: Juan Ramón, losMachado, Unamuno…YCernuda,sobretodoCernuda.

Aquellatardeestabafatigado,conmalacaraincluso.Erapálido,peroenveranosolía adquirir un suave color tostado que le daba un aspecto saludable. Aunquesiempre iba provisto de sombrero, incluso cuando se desplazaba en bicicleta, legustabatomarelsol.Elsol,laluz,leresultabanvitales,imprescindibles.Entreotrasrazones,volvióalacasadelValleprecisamenteporeso.Despuésdevivirenciudadesdelnorte,tristesyoscuras,dondecasisiemprellueve,necesitabarecuperarlaluz.LadeMadrid,apesardesumerecidafamavelazqueña,tampocoesladeaquí.Laluzeslavida,repetíaamenudo.

El frío repentino, el semblante ajado, elmal colorde cara, no, nodabanbuenaimpresión.Además—puedeparecerunabobada—,élestabasentadoaquellatardedeespaldasal solquese ibayesemomentodeldía legustabaespecialmente.Soyunmelancólico incurable, solía sostener como argumento. Luego citaba a otro de suspoetasfavoritos,elnorteamericanoStevens,aquellodeque«lapoesíaesunaformadelamelancolía».Sinquenadieselopidiera,siemprejustificabasusacciones.

Aguantóunratoconlamantasobrelaspiernas,comosifuerauninválido,peroprontopasódentroy,nocontentoconeso,encendiólachimeneadelsalón,comoeninvierno.Antesdesentarse,subióasucuartoparaponerseunjersey.Permanecióunrato largo delante del fuego, ensimismado, solo y callado—porque él adoraba lasoledad y el silencio—, viendo cómo las llamas de la hoguera iban cambiandocaprichosamente de forma, cómo los troncos enrojecían y, poco a poco,incandescentes,sedeshacíanenbrasasmenudasyardientes,rojasynegras.Tampocoserepitelaformadelasllamas.No,musitó,comoladelasnubesylossueños.

ÁlvaroValverde


!PLOF¡

Elsuelocementamiscostillas,elsudorbañamirostro,lasbotasapresanmispies,la mochila que uso de cabecera huele a esa tierra roja, roja, roja, que he pisadodurante tantosdías.Tan intensaeraquedolían losojos,allí, enmediodeesaselvahilvanada de baobabs y palmeras erguidas en busca del cielo abrasador. Era unpaisaje herido por la guerra. Carreteras sedientas de asfalto; cunetas pobladas decuerpos que andan y andan y andan sin descanso camino de un hospital, de unaescuela,delmercado…Enbuscadealgoquecreenestámásallá,enelfuturo…Unatierra regada demuertos y tullidos y odio y pobreza. El polvo y ellos, siempre enmovimiento.El polvo deÁfrica que ciega.Todo eso ha terminado.Pienso.Ahora,solooscuridady lucesde estrellas en lapuertadel aeropuertodeLungi,Freetown,SierraLeona.

—¿Habrámilmillonesdeellasalláarriba?—Habrá.Quénochetanhermosa.—¿Cuántashorasquedanparaquesalganuestrovuelo?—Eternas…PreguntoymerespondeAlfredo,elfotógrafo,alquesientorespirarcerca.Nada

se ve. Mucho se oye. Han desconectado el generador y sonó cual pinchazo debicicleta,¡plof!Heaquí,enelsigloveintiuno,elaeropuertodeunacapitaldeunpaísqueundíaseconstruyóconlailusióndelosesclavosliberados…¿Cuántosetardaencuraresaherida?«Mañana,volvedmañana»,noshabíaordenadoelnegromásnegrode todos los negros de los alrededores cuando quisimos cobijarnos en la sala deesperasoñandoconelaireacondicionado.

Tumbadosestamos.Ojoshacia arriba.Somos luciérnagas.QuizáAlfredo sientatambiénqueelsuelocementasuscostillas,elsudorbañasurostro,lasbotasapresansuspies…peronadacomenta.Cuandoestásmuertonadadeestoimporta.Noexistearriba y abajo, ni color o calor…Pienso. Lo he pensado cada día desde entonces.¡Plof!,hizosucuerpomenudo.Se leescapóelairede lospulmones, sedesinfló larueda.

Alfredosemueve,enciendeelmechero,alzasumochilayhacemagia:extraeunacolchoneta plegada, la hincha, la extiende y me indica: «Túmbate». Arrastro micuerpo,elcansancioancladoencadamúsculo;memudoaella;laposeo,esmía,mía,mía…Elsuelodejarádesorbermishuesos…

Cierrolosojos.Aquínoestámiselva,ladeMadina,laaldeadondetrabajamostantosdías.Nohaymurmullosdeárbolesyanimales,sololosdelríoyelmotordelferryquenoshatraídoydescargadoentrepuestoscallejeros;nirastrodecomidaparanuestrosestómagosprecavidos,ningúncafécerca…Apenasnosquedatabacodeliar.Lousamosunayotravezparahaceramigos.Nofallónunca.NicuandoAlfredoseenfadóhaceunratoconelporteadordemaletas.Esteseabalanzósobrenosotrosal


salir del taxi… Solo vi su camiseta negra de estrellas. Sin dudarlo, con una solamano, el chico agarró dosmochilas.Y sin perder su andar garboso, se colocó unasobrelacabezaysiguióelcamino.Nipreguntó.«Yotambiénséhacerlo,chaval…»,gritóycorrióAlfredodetrás,despechado.Allíibansuscarretes,suscámaras.Yoreía.«Puedes,quizá;peronuncaseráigual».Nada,nada,estándotados.¿Uncigarrillodepaz?Losporteadoreserandecenas,ofreciéndose.Una fuerzaportentosa.¿Quémáspodríanhacerentretantamiseria?

Subimos al ferry con nuestros tiques de ricos y nos instalamos arriba, en zonaacristalada. La desembocadura del río, esplendorosa, el gentío ante nuestros ojos;atrás quedan mil detalles de una capital multiplicada por cien sobre sí misma enpocosaños.MontañasdebasurasonelcimientodeFreetown,laciudadlibre, libre,libre. En la zona de carga se quedó el porteador, entre una amalgama de cuerpososcuros—poderosos,hermosos,polícromos—decochesymotos,bicisybultosdefrutas,ropa,plásticos…Milmercancías.Unimánparalosojos.Enunaesquina,uncarrito de niño, raro en este sitio. Algo que el niño James jamás tendrá. Mundodestartalado.

Allá cerca está la playa, mucha barca de contrabando posada en la arena.«Guineanos», nos dijeron. En esta costa sucedió de todo. Secuestros y asesinatos,muchasangrevertida…Impresionaellugar:verdedentrodelacosta,verdeelaguaapuertas delAtlántico.Al llegar lo sobrevolamos en helicóptero, en la línea regularquecruzadesdeelaeropuertoaFreetown.Apenasunashorasdespuésotroaparatosedesplomósobreelagua.Nadiesobrevivió.

Nosotros seguimosvivos.Loparecemos.Nosquedansietehoras sobreel sueloardiente antes de regresar, antes de escapar de esta red de fascinación y espanto.Paisajesensangrentadosde lejos;ojosensangrentadosdecerca…«Élcortómuchasmanos…Yaquel,yaquel…»,medecíanalpaso.Yohacíaqueanotabaenlalibreta.Ymeseñalabana losdependientesde losmercados,a losque jugabanal fútbol,almaestro de la escuela…Ex niños soldado. Escudriñé sus rostros y no veía.Nada.Sololeíenellosqueahínoestabalamuerte.Ahídanzabalapuravida.EnMadinahabía un fotógrafo que hacía retratos de los locales cuando venían de visitapersonalidades.Raudo, agarraba sumoto y se hacía cinco horas de ida y cinco devuelta hasta la capital para revelar los carretes. Regresaba con tiempo paravendérselasalvisitante.«Hamatadomucho»,decíandeél.Villanosohéroes.Hastaquesederrumbandeuntiroounhachazo.

Allá, en Madina, los jóvenes querían abrir un negocio de bicis para acortardistanciasentrelospueblos,paraqueeldesfiledecuerposporlatierraroja,roja,roja,fueradistinto…Peronolleganrepuestos.Locontabandesilusionadosmientrasabríanunacerveza caldosay se sentabancon laspiernas estiradas, comoen laspelículas,paraverelfútbololosvídeosderap.Noeslavidaallíloqueessueño,sinoelfrío.Pedid un deseo: «hielo para las bebidas», bromeaban. Allá enMadina no hay luzsiquiera.NiunsolokilómetrodetendidoeléctricoentodaSierraLeona.Noone.Los


quepuedenusangeneradores,hombresdefortuna.Losqueno,seaguantanaoscuras.Al caer el sol, los comerciantes encienden unas linternas minúsculas en suspuestos/casa.Sonluciérnagas.Ensustenderetesduermen,comen,aman…¿Cómolohacen? Desnudarse sin verse, palpar a ciegas cada centímetro de piel, lunares,cicatrices,promontorios, recovecos…El sexoaquínoesproblema.Lasmujeres seestrenanyentrenanantesdecasarse,seembarazanparamostrarquesonfértiles.Conhijovaleunamás.Haypartesdeunoqueseentrenansinluz.Laquemás,elmiedo.MelodijoFatoumata,madresolteraysola,consugorrodecoloresysusrastas:«Lasnochesaquísonpeligrosas,desoladoras…nacemosenellas».

Acerco el oído hacia el suelo y reverberan las voces. Los empleados habíansacado sillas afuera antes del apagón.Charlan enkrio, ese idioma con palabras eninglésincrustadasylanzadascomopiedrascoloniales…Yríen,ríen,ríen.Escucho.Elgrupodeuniformesvacreciendo.Alprincipioerantres,dospolicíasylaasistentedetierra,luegoseuniólaseñoradelaventanilla,yeldelosequipajesyluegomásymás,unavoztrasotracualinstrumentosdeorquestabienengrasada.Suenaablues,bluesdelaeropuerto,LungiNight…Quénoche tanhermosa.Parecequehablandefiestas,amigos,pueblos,política,cotilleo…PasadoslosañoslepreguntaréaChema,el hombre de fe, el experto, el habitante creyente de la gran selva y el pantano, elconstructordeesperanzaydeescuelas:

—¿Dequéhablanlossierraleonesescuandosereúnenbajolasestrellas?Yéldirá:«Delomismoquetúyyo,delavida,delossueños,delosproblemas,

de las alegrías, de las chicas que les gustan, pero siempre conmuchasparábolas ycuentos.Narran».

Narrandoestánenestahoracuandolosmotoresdelosavionescallan.Narrandoatodashoras.TodofuesiempreoralenÁfrica.Lapalabrallamandoalaspalabrasenrepique de campanas…Uno de los conversadores tiene vozmodulada.Me resultafamiliar.Mimemoriatardaunratoenabrirlapuerta:suenaaladelabuelo.Élnuncasupo ni sabrá dónde está Lungi, ni dónde se ubica en el mapa África siquiera.Tampoco sabrá de asesinatos. No sabrá que el niño Jamesmurió. Su vista apenasabarcóunoskilómetrosporlaEspañamanchegadecarrascayviñedo.

De estar vivo le habría regalado la charla de estos desconocidos. Sus sílabasengarzadasdecolores,olores,sabores;lavisióndelasmanosafiladasylosgrandesojosdeestatierra.Nolohabríaentendido.ElabuelopensabainclusoquelodepisarlaLuna era cuento chino. «Un invento de los americanos», decía. Sonrío. Espaldacontraespaldadelatierraroja,roja,roja;ojoshacialosojosdelcielo.LasestrellasdeLa Mancha son vistosas como estas. Y en la España de antaño, los vecinos sesentabanen laspuertasal fresco.Ycharlabande lavidaquepasa,aquelquesehacasado o ha fallecido; puro recuento de lo que empieza y acaba… De niña yoescuchaba,entrabanaborbotoneslashistoriasatravésdelaventana.

Borbotones. ¿Brota así la sangre cuando te cortan unamano o un pie? Pienso.Escucho. Imagino.Muchosde losqueestánaquí, enLungi, saben la respuesta.Lo


hanvisto.Olohanhecho.Olohansufrido.«Noteapresuresporsaberlotodo»,decíael abuelo, que era hombre de frases. «Vive sin edad», era otra. Su herencia oral.Alguien,enotromomentoylugarafricano,meregalaríaunaquesigoapiejuntillas:«Hijamía,duermesololoimprescindible,descansasololonecesario,porquepodrásvolverentuvidaalmismositio,peronuncaalmismotiempo».

En la zona de arriba del ferry había asientos y buena música: el reggae delsudafricano Lucky Dube. «Hasta que lo pierda todo, nunca caeré enamorado»,cantaba…BobMarleymuriódecáncer,sí,yDubeperdiótododeuntiro.Mitos.Lamuertetehaceaúnmásgrandeconlafama,máspequeñoenelanonimato.Milesdedesaparecidosaquínosonnombressiquiera.Pienso.Lafuncionariadelaventanillade Lungi comienza un canto que crece y crece y crece. Un llanto. Mi estómagoprimero,mi corazón después, la acompañan por lo bajo.La nochemás oscura.Lamáshermosa.Ahoraséquenuncaescaparédeaquí.Nuncapodré.Ojoshaciaelcielo.Soyluciérnaga.

Allí,enMadina,enlaselva,elcoroneldelejércitorebeldeesahoraempleadodelosmisionerosblancos.Haceguardiaporlasnochesantelapuertaparaevitarrobos.Se sienta en la intemperie,machete enmano.Ahoramismo estará allí agazapado.Silenciototal,salvoalgúnmurmullobajoelúnicoárboldondehaycoberturaentodalaaldea.Vueltasyvueltasmientrashablasporelmóvil.Ynotaselcaloroelauradeloscuerposdeotrosqueseacercan.Coneltiempotehacesexperta,losdetectasdelejos. Cuando hay luna reluce el filo de la hoja. Lo vi una noche mientrasfumábamos…Meestremecí.Brillócomoreflejodeagua…Lapuramuerte.Alladodormía la aldea ahogada en recuerdos de violencia. Si sumaran cadáveres tendríanmechaparacontinuarlabatallavarioslustros.Poresotalveznosuman.Ahorasolorestan.

Haceuncalorbiensubidodetono,unbochornopegajosoeinsufriblequesololalluviapodríaamortiguar…EnelcorrillodeLungihablandeestacionesycosechas,hablandeltiempoydebodas,deloshijosydelmañana…EsequeJamesnotendrá.

Trajeconmigojugueteseuropeos.Yanomequedan.Lossacabacuandollegabaaconocerydistinguirbienlosnombresdelosniñosdelaaldea.Cuandolosreconocíaymereconocían.Aqueldíafuimosdentromuydentrodelaselva…allíestabaél,elprimogénito,agazapadoenel regazodesumadre.Sucuerpoparecíadeshilvanado.Víctimade lamalaria, ladisentería, laneumonía, ía, ía, ¡oh!Saquéuno, rojo, rojo,rojo,yselodi.LamadrebuscabalamiradadeBruno,elenfermero.Peroestevolviólacabezaydijono,sindecirnada.NohayfuturoenestaesquinadelaTierra.Jamesvolviótambiénlosojos;losposóenmícuandosumadremeloentregóapresuradaysalió huyendo.Luego supe que era comoyo, una debutante en el baile.No queríaverlo.

Su pecho subía y bajaba, subía y bajaba, como ahora el eco de las voces.Campanas repicandomitigadas por el eco de la vida de los otros.Memiró… tandespacio, tan conforme, que quedé atrapada ymuda.Solo pude acunarle.La tierra


mutóencielosinestrellas.«Notengasprisaensaberlotodo…»,decíaelabuelo.Nola tengo, no la tengo, no la tengo. «Sé lo que es dar la vida, lo sé, no estoy aúnpreparadaparalocontrario…».Esopensabacuandosonó¡Plof!Jamessehabíaido.

Peronadie looyó.Decenasdemujeresconropas luminosashacíancolaanteelrostro de Bruno que asomaba por el ventanuco de una ermita abandonada, sudispensario improvisado…Pasómucho tiempo hasta que lo supieron. Yo lo seguíacunando.

¡Plof!, el silencio se ha roto. El generador del aeropuerto ya no suena. Loscánticos se detienen y todo se pone enmovimiento.Abro los ojos.Mi nochemáshermosa ha terminado. Alfredo fuma sentado sobre la mochila. En el porche hancrecidolosdurmientes;decenasdecuerposqueyacensoñandoenunmásallá,enelfuturo… El negro más negro de todos los negros de los alrededores revisa lospasaportesconsusmanosinmensas.Mesonríe.Miropaestácubiertadepolvorojo,rojo,rojo.

LolaHueteMachado


UNAVUELTA

Sieteviajerosyyobajamosdel tren a las sietede la tarde, en el apeaderomáscercano al centro. Chispea, tengo que recoger las llaves del piso donde voy aquedarme,poquitagenteenlacalle.Mecundemáselfindesemanaenestaciudadcastellana,gastomenosdineroquesaliendoporMadridauncontandoconelpreciodelosbilletesy,aunqueestoycansada,tengoganasdeveralosamigos,dedarunavuelta pongamos que hasta las ocho de lamañana y de olvidar la cara demi jefe,inclusodeolvidarmedelhechodequedentrodemuypocotiempoquizásnopuedapermitirmeel lujo ibéricode tenerunjefe.PaséaquíelañomásfelizdemividaytodavíasiguepareciéndomeDisneylandia.Recoleta, reciaperouniversitaria,esunaciudadfácilymeregalódocemesesdeprivilegio.Vivíajuntoalacatedral,calledelSilencio,enunpisodedoshabitacionesmuyamplioquemecostabaunacuartapartedelostreintametrosqueahoramantengoaduraspenasenMadrid.Nopasabanuncaun coche por allí y al recostarme en el sofá veía los pináculos de arenisca roja ysaludaba a las cigüeñas. Frente al inmueble, una antigua iglesia románica, selevantaba uno de los edificios de la Facultad deFilología, donde intenté cursar unsegundociclodeLiteraturaComparada.Elalquiler incluíaunaplazadegarajequeusabasoloparaguardarmibicicleta,tambiénellaeraunaprivilegiada.Durantetodoeseaño,nohubootromediode transporte.Nunca teníaque irmuy lejos,demodoquelasensacióneraladehabitarenunparquetemático.Medivertía trabajandoenuno de los tres periódicos de la ciudad, tres había, los tres de tres constructores.EscribíaenCultura,enLocal,deuntobogánrotoenunparque,deplagasdetopillos,un derribo en un barrio, una fuga en la fábrica de amoniaco, un festival demonólogos.Puradicha.UnmesdespuésdedejarlaciudadparavolveraMadrid,leíun titular de una revista satírica que se mofaba del alarmismo de los medios decomunicación. «¡Que viene la crisis!», rezaba.Me hicieron una foto en la libreríasosteniendo esa publicación, yo también me reía. Después de aquel día, nada sedetuvo.Lavidasemedesmoronóalritmoalqueexplotabalaburbuja,cerrabanlosnegocios,crecíanelparoyelmiedo,bajabanlossueldos,tambiénelmío.Yoperdíamipadreenelprocesoy,porprimeravez,mesupeenelplanetaTierra.

Así que recojo en un comercio chino las llaves de la casa queme prestan,mecambio,bajohechaunbrazodemaryenfilolacalleSanMarcosparaabismarmeunanocheenelpasado,paraflotarenlaingravidezyenladespreocupacióndehaceunosaños.Meesperandosantiguoscompañerosenlataberna«DondeQuique»,elseñorquecadadíademietapaallímealimentóabasedejamón.Amíyaotrosperiodistas,apolicíasyacamellos,asindicalistas,abogadosyaalgúnpolíticolocal.Noesunacancióncanallesca,latasca,consusmesasdehierromalpintadasdenegro,susvigasdemadera,suolordelimpiarsoloporlobajini,presumedeesaclientela.Merecibenconmenosfiestaqueenvisitasanterioresyesoquehacetiempoquenopasoporallí.El menudo Quique, cada viaje un poco más encorvado, me pellizca la cara y


enseguidaentonaunaserenatadelamentosmientrascortaelibérico.Nohaynada,nohaydinero,yonoséquévamosahacer.Misamigos lehacenelcoro,pasanmesesdesdequenolespaganenelperiódicoyunseñorbarbadolesanimaaquedenuncien,peroelloslepreguntansiéllesvaacostearelabogado.Contodo,esaurbeenmitaddelpáramocastellanotambiénlesdejatodavíabebercervezayencolerizarseconlasmiseriasquetraelaprensanacional.SevaagotandolahoradelpinchoyelmozodeQuique inicia la ceremonia de transformismo del local: apila las sillas, torna lasbombillasdecaraalaparedparaqueoscurezcadentro,escondeel jamónysubelamúsica.Ahoraesunpubyalgúnuniversitariopideunamacetadevinodepastoconcola.Alfinlanocheyyaelvaivén,unpocomáslejoslanegruradelasemana.PuedehabermilgritosyungrupoextremeñoberreandoenelaparatodeQuique,peroyoestoymeciéndomeenunabalsa,ríoabajo.

Fumar bajo la lluvia y un frío que viene cantando que aún le queda a laprimavera. Fumar más. Adiós, adiós, Quique, hasta la próxima. Se ha unido másgentealgrupocuandoirrumpimosenelChao,dedondehanquitadolamáquinadelitronasquesiempredabalabienvenida.Ensulugar,memiraunmaniquívestidoconuna chaqueta olvidada. Hasta cuándo podrá Zaca, el camarero, que ya empuja loscuarentaycinco,seguirdespachandocopasypunkdesoleraachavalescadadíamásjóvenes,cadamadrugadamásguiris.Elhijodeunodelospequeñostraficantesdelacalle, tambiénenelnegocioydespuésdecamellardesde temprano,pobre,vieneacontarmequesellevaasubenjamínaquelooperenenMadrid,porquedelaciudadno se fía.Nadie se encomiendayaa ese lugar.MiamigoPaco, eldueñodecientocuarentakilosdelsiguiente local, tambiénmerelataquesuhermanohacogidounainfecciónseriaenelhospitalporquelosmédicosnopasabanporlahabitación,sololas enfermeras y cada vez menos. Llegamos a su covacha después de sortear unreguerodemercerías,sombrererías,peleterías.Casitodassetraspasan,eseldesastreuniversal.Seestánllevandoeldecoradoyelambientenocturnolanguidece.Meniegoaquemifiestaseaunfuneral,yasémuchosobreeso,escuchoelmurmulloheladorde losquejidosdeunosyotrospero intentocambiarde tema,pediraldj—enestemomentounodemisamigosquesehacoladoen lacabina—unacanciónatómicaqueselollevetodo.Quieromijúbilo.AhíestáFino,unvestigiodeunhombrequehacecomoqueayudaaPacorecogiendovasospor20eurosyunasrayascadanoche.Finín, que perdió media cabeza en la mili por un medicamento malo, que en elcarnavaldelañopasadosedisfrazódeDonQuijotey todosalucinamos,hablasoloconsuvozdemotoviejamientrasQuelita,rubiadementirillas,yamayor,sinhijos,debaresquizásdesdelasemanaanterior,eslaúnicaquemebailaelagua.

Llegan otros conocidos, los de la modesta escena musical de la ciudad, muygamberros,muymodernospara su lugardenacimiento,unbastióndeadolescentesoliendoasuavizantematernoqueseresisteaabandonarlaesquinaqueconquistaronensudía.Despedidaalafrancesadelrestodeamigos,alfinmedeslizanhaciaunadiscoteca,esaconnombredecancióndelosBeatles.Hay,menosmal,gentequese


mueveycalla,son todosmás jóvenesperonome importa,vamosdirectoshaciaelcentro de la pista de baile, el centromismo del universo. Si no voy a su ritmo desudor,empujonesycamisetasvolantes,mevoyadesmayar.Asíqueunacanciónyotrayotra.Quéprontopasandemodahoylosgruposy,alcabo,quésimilaressuenanlas canciones, se comen unas a las otras hasta producir el mismo eco. Ahora nisiquieralasreconozco.Alguiensemeacercaytratadecontarmeunahistoriaquesoyincapazde interpretar.Sus labiossemuevencadavezmás lentamente,hacemuchocalor en este sótano y voy a deshacerme en el suelo. No, siempre hay alguien enDisneylandia dispuesto a no dejar que un vahído te permita marcharte a casa.Vámonos de aquí. Mis salvadores—un inglés que vino de visita hace años y sequedó,quenuncahapagadoimpuestosyquenosabeloqueesunatarjetadecrédito,yunágilgallegoconsombreroquealgunasvecesmevisitaenMadrid—meacunandenuevoporlascalles.Esdedía,odiovercómosehacededía.Todavíalalluviayotravezerrarhastaelpenúltimobarabierto,santocliché.Esparaclientesselectos,esdecir,elalcaldenosabequeexisteosehaceeltonto,asíquesieldueñonoteponecara,nopasas.Haysuerte.Algoquemepidenmedevuelvealmundo.Yentonces,yonolohubieraquerido,hablo:quéhapasadoconestaciudad,selaestácomiendoelvacío,estáportodaspartes,mihermanoseiráaviviraLondres,esmuycaroiraveramifamiliaalsur,megustaríavermásamimadre,leíaeneltrenquesomosunoslloricas, yo no he dejado de trabajar un solo día, tardaré un pocomás en venir lapróximavez,escaro, lopasomuybien,deverdadquesí,peroavecesparecequefaltaalgo,comosiquedarasoloelmolde,nosésimeexplico,soyunaturistaenellugardondevivíyqué felices fuimoseseaño, losiento,amigos,estoysiendomuypesada,aquíosdejo,mevoy,sí,graciasporcuidardemí,venidavermepronto,avercuántoaguantoallí.

Me tambaleo un poco por las escaleras, abro el telón y emerjo de golpe a lamañanabrutaldelsábado.Dijehastalasochoysonlasonce,enlaPlazaMayorhaempezadoelScaléxtricdejubiladosquepasean,escapoporunodelosarcosyreparoen el aparcamiento de bicicletas en el que a menudo dejaba la mía. A veces meolvidabadeellayteníaqueirabuscarlaaldíasiguiente.Acaricioelmanillardeunade paseo yme acuerdo demi bici plateada, quemebastaba para llegar a todo, decuandonosemehabíaenmarañadolapenaenelpechoniteníaquesalircomosinohubieraunmañana.Ahoraestoypensandoenque fuemipadrequienmeenseñóamontarenbicicletaytambiénquienestabaallíparalevantarmedelsuelocuandomecaía,paraquitarlehierroalasheridas.

MartaCaballero


ELEJÉRCITOCOMOSALIDALABORAL

El caso es que yo tuve que buscar trabajo siendomuy jovencito.Mi padre, unhombre de corte conservador, semuriómuy joven. Tenía un contrato temporal desietehorasymediarenovablesymuymalpagadasenunafábricadebicicletas.Aloscuarenta y cinco le dio un infarto y se quedó sentado en la taza del váter. Comodurante su vida había sido un trabajador modélico, la junta directiva le puso sunombreallogotipodelaempresa,laBicicletaAnacleta,ehizounmontóndellaveroscomoeste.¿Aqueessimpático?Mirad,selemuevenlospedales.

Unfindesemana,unamigueteme invitóauna fiesta.Erauna fiesta rara: solohabíachicos.¿Dóndemehastraído?,ledijeamiamigo.¿Nonecesitabasdinero?,mepreguntó.Puesclaro.Entoncesven.Ymellevóauncuarto,dondehabíauntipodesesentaañosporlomenos.Mira,esteeselamigodelquetehablé,ledijomiamigo.Vale,dijoelotro.Loprimero, lapasta.El tíoseechómanoa lacarteraymesoltócieneuros.Yonotuvequehacernada,aunqueellistillomediounpocodecoca,paraquemeanimara.Peroyonomeanimé.El tío sevolvía loco tocándome.Dameunpocomásdecoca,ledije.Meladiorefunfuñando,peromeladio.Yasíempecéconesoyasífuitirandounosaños.Ylaverdadesqueaquelnohabríasidounmalcurro,si no fuera por lo que tienes que gastarte en copas y en coca durante las horaslaborales.Yolleguéapensarenhacermeautónomoyendesgravarlosvicios.Llegóunmomentoenquenopodíacurrarsinomemetíaunostiritosy,claro,alfinaldelanoche,resultabaqueloqueganabaporunsitiomelogastabaporotro.

Yenesasestaba, intentandodejarlo,cuandounanocheconocíaRubén.Aél lehabíadejadolanoviayestabamuyjodido.Seencontrabaenunperíodomuyconfusode su vida. Acababa de terminar la enseñanza secundaria y no teníamuy claro siquería entrar en la universidad. Por otra parte, estaba muy preocupado por lasituaciónpolítica.Seplanteabaentrarenungrupoultraderechistaoenalgunamafiade la droga. Aquella noche él queríamatar, yme propuso violar y ejecutar a unaecologistaquesedesplazaraenbiciporlaciudad,peroalfinalnosemborrachamostanto que no lo hicimos. Estuvimos hablandomucho tiempo, y al final nos dimoscuentadequecoincidíamosennuestrodeseodealejarnosdelmundanalruido,delasociedadindustrialydelestrésdelagranciudad.Norecuerdoahoraquiénfueelquesugirió la idea de enrolarnos comovoluntarios en el ejército; pero sí recuerdo quesentímividatodailuminadacuandonosloprometimosmutuamenteconunbeso.

Pasamoslanochejuntosyalamañanasiguientenosenrolamos.Luegoélsefuedevacaciones,yyomequedéenMadrid;yenseptiembremellamaronafilas.Meextrañónoverloporallí.Preguntéymedijeronquehabíavariosgruposyquepodríaestarenotroacuartelamiento,peronoestabaenninguno.Lellamé,peronomecogíaelteléfono.NiporunmomentosemepasóporlacabezalaideadequeRubénnosehubieraalistado.Noshabíamosdado lapalabra,yesoparamíerasagrado.PeroelcasoeraqueyoestabadentroyqueallínohabíanirastrodeRubén.Lleguéapensar


quehabíatenidounaccidente.Perono,nohabíatenidoningúnaccidente.Acabéporenterarme:aldíasiguientedenuestranoche,cuandoRubénledijoasupadreloquehabíamoshecho,esteseriomucho,llamóaFulano,llamóaMenganoylasolicituddel niño desapareció. El padre de Rubén tenía reservado un futuro mucho másbrillante para su hijo. ¡Vaya cara de gilipollas que se me debió de poner cuandoescuchéestahistoriadepie,enplenacalleyconlaboinaverdeladeada,enbocadeunamigocomún!

MuchotiempodespuésRubénvinoavisitarmealcuartel.TrabajabaenlaBolsa,encosadeinversiones.Paseamosunpoco,élencorbatadoyeleganteyyoentrajedefaena. Fue un paseomuy tenso en el que no abrí la boca.No había feeling, comosuele decirse.Hubo unmomento, eso sí, en el que estuve a punto de decirle algo.Miento:noestuveapuntodedecirlealgo,estuveapuntodevolarle lacabeza.Fuecuando entre silencio y silenciome dijo que seme veía un poco amargado.Logrécontenerme.Alcabodelsilenciosopaseonosdimoslamano,ynohevueltoaverlonuncamás.

AntonioOrejudo


MEDIAMELENA

EldíaenquemurióVidalSassoonnosquemaronlapeluquería.Nilapolicíanimijefasabenqueyosoylaculpable.Nilosabrán.

Comohabíallegadoelbuentiempo,aqueldíafuialtrabajoenbicicleta.Agarréconfuerzaelmanillar.Meconcentréenelsonidodelospedales.Mientrascruzabaelparque,mefijéenlasfloresazulesyamarillasquebrotabanenlosparterres.Labrisademayo,acentuadaporlavelocidad,lohacíatodoespecialmentebonito.

Cuando desde lejos vi la peluquería di un grito que seme ahogó en el pecho.«Madremía»,pensé.Yanosalíahumodedentrodellocal,quehabíaquedadohechounapena,lossillonesylosproductosquemadosyconvertidosentétricosgrumosdeplásticoypolipiel.

Mijefacontemplabalaescenajuntoalcordónpolicial.Mebajédelabicicletaylaatéaunafarola.Alverme,ellaseacercóymedioungranabrazo.Dijo:

—¿Quiénnospuedetenertantatirria?—Nolosé—mentí.Dos policías, una mujer y un hombre, se acercaron y mi jefa respondió a sus

preguntas.Pormuchoqueleinsistieronyellarefrescólamemoria,nodioconningúnmotivoporelquepudieranhaberlequemadoellocal.

En un momento pareció que recordaba algo, le brillaron los ojos ligeramente,peroconlacaratodavíatriste.Nosedirigióaellossinoamí:

—¿SabesquesehamuertoVidalSassoon?Loestabandandoporlaradiocuandomeavisaron.

Ymiró de nuevo a los policías, como intentando comunicarles lo inaudito delvínculo.Laagentedijo:

—¿Ah?¿Peroexistía?¡Penséqueerasoloelnombredelchampú!LaprimeravezqueoílaspalabrasVidalSassoonfueentelevisión,haceyavarios

años.Presté atenciónporquedesdemuy jovencitaquise serpeluquera.Acababadeconocer al que habría de ser mi novio, Alejandro, y él había venido a casa porprimeravez.EnunmomentoenquenosquedamosensilencioellocutorhablabadeMaryQuant,lacreadoradelaminifalda,ydecíaquehabíasidounadesusprimerasclientas. «Mary Quant y Vidal Sassoon, ¡qué combinación tan perfecta para lalibertaddelasmujeres!»,comentabaellocutor.

Mevienvueltaenunnuevoabrazodemijefa,queahorallorabaydecía:—¿Quiénpuedeodiarnostanto?Una ráfagadeoscuridadme transportóaldíaanterior.Nohabíaactividaden la

peluqueríaesamañana.ElrelojmarcabalasoncecuandoNuri,unanuevaclientaquehabíareservadolavísperaaúltimahora,entróporlapuerta.

Era muy joven, muy guapa y se movía con desparpajo. Llevaba la melenarecogidaenunmoñocardado,aretesdeoro,botasaltasnegrasde tacónen lasqueestabanembutidosunospantalonespitilloajustadosenlascaderas,jerseydecebray


unplumasdorado.Sequitó lasgafasdesoly lasmetióenelbolso.Sucaraestabaligeramentemaquillada,conunalíneanegraquelecontorneabalosojosnegros.

Antes de que apareciera Nuri, mi jefa tuvo que salir. Su crío tenía fiebre.Mequedésola,asíqueyoatendíaNuri,lelavélacabeza,lehiceelcorteyleteñíelpelo.Ydiríaquenoshicimosamigas.

Ytambiéndiríaque,enlasdoshorasquepaséconella,rompívarias,pornodecirtodas,delasreglasdecualquierempleadadepeluquería.

Laprimera:túnoereslaamigadetuclienta,ymenossieslaprimeravezquelaatiendes.

La segunda: si no hay mucha confianza con la clienta, que los cambios seansiemprecoherentes.

—Loquieromuycortoy teñidodecolorfuego—dijoNurimientrassequitabalosaretes.

Sí,cumplíconelprotocolodelapeluqueraideal,esdecir,encasosasí,¡tratadeproponerlealgoamediocamino!

—¿Yporquénopruebasconunamediamelenacastaña?—dije—.Yocreoquetequedaríamuybien.Conesosrasgostefavorecería.

—No—dijoNuri—.Loquierocortoyrojo.Ledeshiceelmoñoconcuidadoy lefui lavandolacabeza.Mientras ledabael

masaje,Nuriserelajótantoquemeempezóacontarcosas.—Minoviosefueayerconotra.Menudocerdo.Saltóunaalarmadoble.Primeraregla:lapeluqueranoeslapsicóloga;¡evitaque

la clienta te cuente sus problemas! Segunda regla (y la más importante): ¡Es unarrebato! ¡Esunarrebato!Aldía siguiente,cuandocompruebeal levantarsequesunovionovuelve, semiraráal espejoy tendráqueecharle laculpaaalguienporeltinteyelcortedepelo,ytelaecharáati.

—Muycortoycolorfuego—repitióNuri.Reflejada en el espejo,Nurimegustómucho así, con el pelo suelto ymojado.

¡Fueralalaca!¡Fueraloartificial!¡Noalashorquillas!Hubouncrucedemiradasyladistanciaserompióentrenosotras.

—Minoviosefueconotraelmespasado—ledije.El primer mechón de su melena cayó al suelo. Tercera regla: ¡No cuentes tus

problemas!Lagentevienealapeluqueríaaquelaponganguapa,noaoírquetehandejado,porquevanapensarqueconelánimoporlossueloslesvasahacerelcortemal.

Nurisuspiró.Atravésdelespejomellegósumiradacómplice.—¡Sontodosunoscabrones!Entoncesmedecidí.Lehiceelcortedelascincopuntas,elcascoenformadeW.

Lofuielaborandomuydespacio,puesesuncortedifícilbasadoenlosconceptosdegraduaciónycapas,disfrutandodecortarleelpeloaunachicatanguapa.Luegoseloteñídeuncolor«russianred».Meesforcéporadoptar,comomandaelprotocolode


lapeluqueraideal,unaactitudfísicaelegante.¡Noalasposturastorcidas!¡Siempreen tueje! ¡Comounadanza!Lapeluqueranopuededaruna imagenencorvada,niparecerqueestácortandoelpeloconunserrucho,nisedebeexhibir.Suactitudhadesernaturalydiscreta.Nosésiloconseguí,puesporotraparteparecíaqueleestabacortandolamelenaamihermanapequeñaenelcuartodeestar.Pensé:quéfelicidad,Nuri,quepuedasmeter losdedosentupelo,yquemuevaslacabezayqueelpelovuelva a su sitio después de mecerse en el aire. Una oda a la mujer libre ydespreocupada.

Lamiréylaviasí.Yellasefuecontenta.Erayaunaclientaespecial.Loquepasódespuésnoquieronirecordarlo.Miréatravésdelcristalparavercómosealejaba.Cuandocruzólacalle,uncoche

tuneadosedetuvoasuladoyunhombre,muyjovencomoella,bajódelvehículoysepusoagritarle.Ella lecontestaba tambiénagritos.ElhombreagarrabaaNuriytratabademeterlaenelcoche.Peroellaseresistía.Luegoél leseñalabalacabeza.Aunque a través de la cristalera no entendía lo que gritaba, claramente le estabapreguntandoporelmoñoylamelena.ParecíanogustarlelanuevaimagendeNuri.Hacía gestos de desesperación. Se giró hacia la peluquería y me vio a través delcristal. Levantó su brazo derecho estirándolo hacia mí con los dedos de la manocerrados, salvo el índice, e hizo como que disparaba. Luego sopló el cañónimaginario de la pistola y fue hacia Nuri, quien lo recibió dándole unos cuantosbolsazosparaluegosubirsealcocheporvoluntadpropia.Éltambiénsemetiódentro,acelerócongranestrépitoysealejaronatodavelocidad.

Entoncesme llamómi jefaymedijoqueesedía echarayoel cierreporqueelniñoteníalafiebrealta.Yañadió:

—¿Quétallaúltimaclienta?Mediolatosperoalcancéaresponderle:—Bien,lehiceunamediamelena.Peroenrealidadlehiceel5puntasdeVidalSassoon.

AndrésRubio


ALGÚNDÍALLORARÉ

1.Cuandocumploochoaños,meregalanunabicicleta.EsunaOrbea,pintadadeblancoy de verde.Nomepuedo creer que seamía. Piensoque enmi casa somosdemasiadopobres.

2.Me encanta el ruido que hace la cadena cuando se dan enérgicas pedaladashaciaatrásylasruedas,movidasporeseimpulso,giranduranteunrato.Mibicicletanueva,miúnicabicicleta,estambiénuninstrumentomusical.

3.Colocanunosruedinessuplementariosenlaruedadeatrásdemibici.Yotrazocírculos alrededor del parque. A veces, cuando tomo una curva, noto cómo losruedinesselevantan.Soyunpezvolador.Elvacíodelestómagomesubealaboca.Sientomiedoy,después,orgulloporcontrolarelmiedoy,luego,elmiedo,otravez.

4.Miabueloagarralabicipordetrásyyopedaleoporqueséqueélmesostiene.Sinembargo,tambiénséquetodoestoformapartedeunritoyque,cuandomenosmeloespere,miabuelomesoltará.Ladesconfianzameobligaavolverlacabeza.Miabueloquedayalejos.Nosseparandosmetroscomopoco.Meaferroalmanillar.Mefaltalarespiración.Avanzo.

5.Mipadremecuentaqueaél también leenseñómiabuelo.Amipadrese learruga la frente. Mi abuelo lo espoleaba: «Así no». «Venga, venga.» «Eres unmiedoso.»«Noaprendes.»«Pero¿porquénosigues?»Miabueloseponíacoloradoymipadreteníamuchísimomiedodecaerydedespellejarselaspiernas.Peroloquemásmiedoledabaeramiabuelo.Laimposibilidaddecumplirconsusexpectativas.

6.Mientrasme enseña amontar en bicicleta, mi abuelo se ríemuchísimo. Yopiensoquedebodeserunaaprendizmuchísimomejorquemipadre.Quesoymuchomejorquemipadre.Mejordeportista,máslista,másrápida.Queelproblemanoeraelautoritarismodemiabuelo,sinolalentituddemipadre.Después,enlacama,mearrepientodemismalospensamientos.

7.Aprendo amontar en bicicleta con lamisma facilidad con la que aprendo anadaroadeducirelmínimocomúnmúltiplo.Losproblemasdetrenesolostrabajosmanualessonotracosa.Nuncalosentiendo.Mipadremedice:«Tienesqueprestarmásatención».«Miraqueeresburra.»«Noteesfuerzaslosuficiente.»Aunasí,soylamejor de mi clase. Noto cómo, contra las costillas, me late un corazón a todamáquina.

8.Soyvanidosa.Aúnnomedoycuentadequelavidaestállenadeespejismos.Dequelaspersonascambian.Dequemibicicletanoeslamejordelmundo.


9.MiamigaElenatieneunaBHdepaseopintadadeblancoyderosa.Conunacestitacolocadaentrelosdosmangosdelmanillaryunclaxonbrillantequeemiteuntintineodecampanilla.MiamigaElenatieneelpelolargoyrubio.Siempresesientaen laprimera fila.Esdulceysuavecomounagalletamojadaen leche.Viveenunático con una terraza llena demacetas de las que nacen preciosas flores. Su papátrabajaenunbanco.Losojossemeponengolosos.Labocaagria.

10.Montomuybienenbicicleta.Levantoelculodelsillínyesprinto.Comosialguienmeestuvieramirando.Bajoconmibiciporunaescalinata.Regateoelpasode la gente. Finjo caballitos. Adelanto. Acelero. Los pulmones seme salen por laboca en las cuestas arriba. Gano carreras y piso charcos para salpicar a lostranseúntes.Huyo.Meencantafingirquesoyunamuchachadíscolaqueguiñaelojo.Nuncadejodetenermiedomientrasmonto.

11. Llega un telegrama. Mi abuelo se ha muerto. Mi padre llora. Me roba elderechoallorarporquesoyyoquiensehaquedadohuérfana.Mipadrenoentiendenada ni tiene palabra. Es bruto y, con su llanto, está demostrando que mi abuelosiempretuvorazón:«Así,no».«Eresunmiedoso.»«Noaprendes.»Mipadretienelaculpadequenopodamoscomprarmilbicicletas.

12.«¡Orbeaseestropea,Orbeaseestropea!»Putasrimas.Losniñosdelparqueseríendemibici.«Seráporenvidia»,dicemipadre.«Tubiciesmuchomejorquelassuyas.»«OrbeaeslamarcadelosganadoresdelTour.»Mipadrenotieneniideadeciclismo.Peromiraconunrencor,filosoyreconcentrado,alosniñosqueseburlandemi bici. El rencor de mi padre es un óxido que corroe el metal. Es un rencorbueno.Meanimamucho.

13.Mientrasmontoenbicicleta,soyunaagentefemeninaespecialdelgobiernobritánico.Soyunmiembrodelaresistenciaqueescamotealoscontrolesnazis.Soyunhadadelbosquequemontauncaballoconalas.Unaesquiadoraquesedeslizaporlapistayganasuquintoeslalongigante.Megustaríamuchoquemipadremeestuvieramirandomientraspedaleoamásdecincokilómetrosporhora.Aunqueesmejorquenolohaga.Silohiciera,mecaería.Mepartiríaundiente.Meharíasangre.Soyunaniñadetreintakilos.Muynerviosa.

14. Elena viene a mi casa a jugar. Jugamos a las maestras y las detectives.Jugamos al natur memory y a la escoba. Jugamos con las muñecas recortables.Jugamos a todo y lo pasamosmuy bien porqueElena es una niñamuy obediente.Dejaquelecepilleelpeloyquelehagapeinados.Cuandosemarcha,dice:«Tupadreesmuyguapo».Amipadrelesalendelosojospolvosdetalcoygasasconlinimentoparacurarlasquemaduras.MipadreledaunbesoaElena.Amímellegaalpaladarelsabordelalechecuandoseponemala.


15.Eslacuartavezquemipadretienequellevarmibicicletaaltaller.«Eresmuybruta,hijamía.»Mipadremeinformadequearreglarlabicicletacuestaundineral.«Aversitienesmáscuidado.»Yopiensoquelosniñosdelpationoseequivocan.Memuerdo las heriditas de los dedos. Miro por la ventana. Estoy segura de que mibicicletabarataeslapeor.

16. Cuando Elena llora se arruga. Parece una monita del jardín zoológico.AlguienharajadolasruedasdelabicidemiamigaElena.MontadaenmiOrbea,ledigo adiós con una mano mientras, con la otra, sujeto el manillar y mantengo elequilibrio.Me lanzocuestaabajoa todavelocidad.Entiendoel llantodemipadre.Algúndíayotambiénlloraré.Mientrastanto,mipadresolomemiraamí.

MartaSanz


ENTREELTERCEROYELCUARTO

Estupendo. Ahora que ya habías dejado atrás el tercer piso y empezabas arelajarte,elascensorseparaenseco.Teentralarisafloja.Apoyaslacabezacontralos radiosde labicicleta, tedasunpardevecesen la frenteysuspiras.Golpeaseltrozodecementoquequedaentreelterceryelcuartopiso.Gritasalgo.Buscasentusbolsillos un teléfono móvil que no encuentras. Miras al techo y te deslumbra labombilla.Tellevasunadelasmanosatucamisetadealgodóndemarca,laseparasdelcuerpoysoplaspordebajodelcuelloparasecarteelsudor.Temirasenelespejo.Estabas guapo estamañana, hasta que te pegaste el palizón para llegar a tiempo acasa.ParallegaratiempoyveraSara.

Conloquetecostóconvencerla.Llamadas,correos,mensajesa travésdealgúnamigo en común. Al final cedió, no terminabas de creértelo. Sonríes. Toda tuinsistenciaparaalfinalnohaberalcanzadonielcuartopiso.Tuvistequelevantarlabicicleta y apoyarla sobre su rueda trasera para que entrara.Buenmétodo, aunqueahora elmanillar te impidepulsar el botónde alarma.Cierras losojosy apoyas lacabezaeneltrozodecemento.Laluzblancasigueestandoahí.

Seguro que Sara sube ya los cinco tramos de escalera sin imaginarse que elascensor se ha averiado contigo dentro. Y tú decías que tu cocina era pequeña.Escuchasensilencio.Ruidoen losescalones.Gritas.Preguntassihayalguien.Ellallegaal rellanocasisinaliento.Te imaginasdetrásde lapuertaoyendosus taconesavanzar por el pasillo. Pasosmuy seguros. La cerradura.No llama al timbre ni teespera con las puntas de sus zapatos apoyadas en el felpudo porque todavía tienellaves.Lastieneinclusoantesdequehubierallevadosucepillodedientes.

Norecuerdascómonicuándopasó.Simplementeunbuendíatedistecuentadequetupisodesolteroestaballenodesujetadoresynovelasnegras.Soloqueríassaberen qué cajón habían acabado tus calcetines. Entonces dijiste que tenías tripa decerveceroydecidiste empezar ahacer ejercicio.Noeres comoSara, te apestan losgimnasios,asíque tecomprasteunabicicletadecarreras.Unapreciosabicicletademarcaqueestáguardadaenelpequeñocuartoalladodelaportería,dondequedaunhuecoperfectoparameterotra.Perotuvistelagranideadesubirlaacasa.

Laluzblancadesaparece.Elsudorempiezaaquedarsefrío.Tiritas.Tiemblas.Tehormigueanlasmanosdedargolpesalcemento.Necesitasunaducha.Entrarencasa,saludar a Sara y perderte en el cuarto de baño entre nubes de vapor.Comohacíassiempre. Entonces ella terminaba el capítulo de la novela que estuviera leyendomientrastútevestías,yossentabaisabrazadosenelsofádemetroymedioparaverlatelevisión.Bonitarutina,aunqueatisetequedabaelbrazodormido.Peroporcadanuevo caso de asesinato que entraba en casa, tú aprovechabas para pasar una horamáspaseandoenbicicleta.Qué ibasahacer, lehabíascogidoelgusto.Unanoche,durante la cena, entre lamandarina y la infusión, te dijo que estaba harta de vivircontigoyechartedemenos.Alostresdíasnoquedabaniunsujetador.


Metes losdedos entre los radiosde la bicicleta.Hacesgirar la ruedadelantera.Losporosde tuspiernasdepiladas sehanabiertoyempiezanapicarte.Nopuedesagacharte,asíquelevantasporturnoslaspiernaspararascartemientrasSarateesperaenlaletraHdelquintopiso,dondeloprimeroqueencuentraesuncenicerorebosantedecolillas.Tú,quesesuponequellevasochomesessinfumar.

Tuplanerallegarantesyrecogerlotodo.Quiénteibaadecirquealfinaltendríasque volver rodando en la bicicleta nueva. No contabas con que no cabría en elmaletero.Túnosabías.Nuncahabíasllevadolatuyaenelcoche.Noteníastiempodeponerte a desmontarla. Dejaste el coche en el parking del centro comercial.Visualizas tu teléfono móvil en el asiento del copiloto. Quedaban todavía quinceminutoscuandocruzabaselportal.Sihubierasapuradounpocomás,sinohubierasdecididoqueestabas tancansado, lahabrías subidopor las escaleras,no tehabríasmetido a la fuerza en el ascensor.Muchomejor plan quedarte estancado a piso ymediodetugrancita.

Ahoranoestásencasaconunabicicletaparaella,nileestásdiciendoquépasa,quétal,quieropasearcontigotodoslosdíasdemivida,oalgoparecido.AhoraSarapasea por un piso en el que, como siempre, tú no te encuentras.Miras tu reloj depulserademarca.Mediahora.Sarallevaquinceminutosdandovueltasporcadaunadelashabitaciones,encontrándoseasupasocontucenicero,contufacturadelhoteldondepasasteelúltimofindesemanaycontusbandasdepilatorias.

Vuelvesapedirauxilio.Empiezasagritar.Gritasmirandotureflejoenelespejo.Gritas su nombre. Te dices que no has muerto de ansiedad en un espacio tanclaustrofóbicoporquenohasparadodepensarenella.Laquieres.Lanecesitas.Quémás da que nunca cierre la puerta del cuarto de baño. Podrías incluso dormirdestapado todas lasnoches.Golpeas el cemento.Sara es tu salvación, tu fuerza, tuesperanza,tuluzalfinaldeltúnel,lapersonaconlaquequierespasarelrestodetusdíasyalaquequieresentregarlabicicletaya.Sabesmásquenuncaquenoquieresperderla,peroesjustamenteloquevasahacer.

PorqueelascensorsevaaponerenmarchajustoenelmomentoenelqueSaraestébajandoelúltimotramodeescaleras.Cuandoentresentupisosoloquedaráelolorde sucoloniayunanota.Unque teden,olvídame,asímeechasdemenos,oalgoparecido.Soltaráselmanillarytesentarásderrotadoenelsofá.EncenderásuncigarrilloytetocarárogarparaqueSaranoseacomomontarenbicicletaypuedasolvidartedeellapasadomañana.

ÁngelaMedina


LAMETRÓPOLISYLAVIDAMENTAL

Unade lasúltimas traduccionesquemeencargaronfueLametrópolisy lavidamental,deGeorgSimmel.Delespañolalfrancés,untipodetraducciónquesiempremegeneraba ciertopánico; legalmente era francesa, peromi lenguamaterna fue elespañol.MamédelaexiguatetadeEspañadurante infanciay juventud,peroalserhijadefrancésteníaderechoavotaraRajoyyaHollande.Doblenacionalidad,doblejuegodemocrático,quémaravilla.Sentíaquemisvotosapartidosdedefensadelosanimalesyecologismoengeneralteníanmásfuerza,alllegarporpartidadoble.Quétontería.

Nomecostabaesfuerzotraducirdelfrancésalespañolcualquiertexto,inclusolosjurídicos, como tampoco me suponía gran dolor hacerlo con las lenguas que fuiaprendiendo con el tiempo: catalán, inglés, alemán, portugués, árabe…Pese a esagrafía intimidatoria, la lengua de Mahoma me pareció sencilla, aunque el árabeclásicounificado,unaespeciedebatúaarábigo,cultista,esmásjodidoqueelhabladelacalle.Salvorarasexcepciones,cadagrafemaesunfonema,ynoexistenlaenila o, a pesar de que siempre hemos traducido Mohamed algo que sería másMuhamad.

LaeditorialDemipage,muyligadaaFrancia,mehabíaencargadoesatraducción.Conocí a su editor, que tambiéneramúsico, cantante conguitarra, enunconciertoquedioenelteatroFernán-Gómez.FueelúltimoalquefuiconLeonardo.Bastantecansada de traducciones técnicas, Leome sugirió la idea de que colaborara con laeditorialenlaqueélmismoacababadepublicarsupretenciosanovelaautobiográficao realnovela, como le gustaba decir a él. «Es una novela, porque tiene ambiciónliteraria,apuestaestética,peroesrealporquenomeinventonada.Todoloquecuentopasó, son hechos», sermoneaba, pecho pavo, como si aquellos «hechos» fueranimportantes.

Aquel concierto fue el comienzo del fin. Era enero, un martes cualquiera deenero,yelfríodesuapartamentoleestabadestrozandolagarganta.Meadvirtiódequeestaba«incubandoalgo»,unadesusfrasesfavoritas,yresultaqueestavezeraverdad,porquesecogióunaneumoníadecuidado.Decíaquelepicabalagargantayque se le ponía «blando» el paladar, y que cuando eso pasaba algo iba mal. Yaprovechabaentoncesparaenviarmesusmiradasdedesprecio,suspullitasinsidiosas.Yolerecomendabaquecambiarasualimentaciónanteesasseñalesdealarmadesuorganismo; tenía una constitución débil y necesitaba aportes vitamínicoscomplementarios, aparte de unas buenas dosis de equinácea, propóleo, polen oextracto de raíz de tamarindo, el último descubrimiento biodietético, que conseguíquetomaraconlanariztapada.Lohacíaparacontentarme,paraquemecallara,perosuincapacidadparaasumirquesealimentabadebasuracancerígenayqueaesepasonopasaríadeloscincuentamedecepcionabaprofundamente.

Pero le estoyagradecida.Fueundetallequemediara conDemipage, aunqueel


texto de Simmel me pareciera un claro ejemplo de opinión-ciencia, de discutiblerigor,pormuchoqueunodeesosacadémicoshijosdeputareivindicarasuvigenciaenrevistasyseminarioscomounensayode«insoslayableactualidadquemuestraunasombrosoparalelismoentredoscambiosdesigloydeparadigma».Adecirverdad,puedequetuvieraalgoderazónaquellacarcundiauniversitaria,porquesien1900elhombre—ylamujer—seconsolidacomoespecieurbanitaqueyanoconocealseñorquelestraelasfrutasasucomercioylasrelacioneshumanasseconviertenenalgopocomenosqueentrópico,efímeroycambiante,en2000nosolonoconocemosalproveedordenuestrosabastos,sinoquenonecesitamossalirdecasaparaganarnoslavida.¿Evolución?

Alprincipio,meparecióelsúmmumdelprogreso.AntesdeconoceraLeo,meconcentré en captar clientes. Aún recorría las calles para hacerlo, como una putacualquiera;uncanalilloenelqueperderse,unabienfingidaseguridadenmímisma,hablarsiempremásqueelcliente,nomostrarningúnpuntodébil,ningúnflancodevacilación. Bastaba una reunión para conseguir contratos de traducción con lasmejoreseditorialesdelibrostécnicos.Lomaloeralainsistenciadelosresponsableseditorialesparaquefuéramosacenar,alteatro,aSanLorenzodeElEscorial.Sidealgomesientoorgullosaesdenohaberchupadoningunapollaquenomehubieraapetecido chupar. Es cierto que acepté la cena en El Bulli y el fin de semana enCadaqués con Patricio Roig. ¿Cómo rechazar algo así? Me gustó jugar a DalírechazandoaLorca.PeroPatricionoencajóbienquelehicieradormirenelsofálasdosnoches.Señoresdeljurado,elcontratonoincluíaningunacláusulareferentealaaperturademistersaspiernasantecincuentonesdetupidasombradebarba.

Además,estabacasado.Fueron los años anteriores a la eclosiónde internet, a ese trasvasede todos los

hábitos de la vida real a la virtual. Una época dorada para los emprendedores; nohacía falta serungeniopara teneruna ideabrillante,bastabadesarrollar laversiónvirtualdesuparalelismorealoanalógicoparadarconunnegocioboyante.Echéenfaltaentoncesungranensayoentreinternetylacrisisfinancieraquearrancóen2008yquenollegóadesaparecernunca.Lagentenocomprabadiscos,librosnipelículassi podía conseguirlas gratis en internet. Poco a poco empezaron a cerrar tiendasfísicas,sevaciaronlashighstreets:primerolasdediscos,tipoComet,VirginoHMV,perodespuéslasderopayalimentación,quesemudaronprogresivamentealared.Elparocrecióexponencialmenteconformelagranboladenievedeinternetaumentabay todos contribuimos a engordar esa ingente albóndiga cibernética que parecía notener,porquenotenía,límites.

Uno podía tener todo en casa, para qué salir. Yo al menos lo hice así,convirtiéndome en una hikikomori productiva que hizo suya aquella máxima dePascal:«Todoslosmaleslevienenalhombre(ylamujer,joder)pornosaberestarsequietoen suhabitación».Pasabasemanasenteras sin salirdecasa, sinveranadie.Aprendí con un tutorial deYouTube a cortarme el pelomejor que el propio Lluís


Llongueras,comprabalacomidaenlawebdemisupermercadobiofavorito,ademásde artículos de cosmética personal. Si tenía un problema de fontanería, llamaba yveníanaarreglarlo.Siqueríasexo,memasturbabaconvídeosdemasajistasasiáticaslesbianas (me dio por ahí) y sime entraban ganas de consumir, freía la tarjeta decrédito comprando en las rebajas de las tiendas de fast fashion con mejorespromociones. Lomismo con complementos del hogar, en ZaraHome e IKEA. Enaquellosmetros cuadrados generaba los ingresos necesarios para pagar todo eso ymás.Losclienteshacíatiempoquecaíandelcielo,teníacontactosylosportalesdebúsquedadetrabajofacilitabanmásaúnlalabordecaptación.

Simesentíasola,chateabaconantiguosamigosoconlosnuevosqueacudíanalreclamodemiescoteodemisbarbaridadesenTwitter.ContodosmenosconLeo,aquienhabíabloqueadoenFacebook,WhatsApp,Line,GoogleTalkyenlacuentadeCamZap.«Unaexesparasiempre»,medijounavez.Paramíno;yoqueríaextirparsu imagen, los recuerdos, sus canciones con la guitarra, de mi cabeza. No queríavolveradespertarmeconlasbragasmojadasensueños,nirastrearsuspistasdigitalesenlamensajeríadelmóvilosentirridículoscelosconlasniñatasquelebailabanelaguaenlasredessociales.CuántavanidadreconcentradaenesecromosomaXY.Esedeseo incontrolable de seducir, de resultar encantador. La misma palabra lo dice:vanidad.Cosavana,inane,asíera,asíes,Leo.Lainsignificantevanidaddelser.

Demasiada vanidad para tan poco dinero, porque en los últimos meses era yoquienpagabalascenaseneljaponés,lasentradasdelCDNyelvinobueno.AparecióunanocheconunabotelladeValdepeñasyledijequeeraunmierdas.Mesaliódelalma,quizámepasé.Selotomómalyestuvimoscasiunasemanasinvernos…¿Adónde creía que iba con semejante frasca de vino demesa? ¿A un almuerzo de laobra?Hastalosalbañilesbebenmejoryquémenosqueunriojita,leexpliqué,aunqueno sé si me oyó porque ya bajaba raudo, orgulloso, el orgullo, esa muleta de losinseguros, por las escaleras. Y cómo me jodían esas salidas de tiesto suyas, tandiseñadasparahacermedañoenlomásprofundo;sabíaquesemeibalafuerzaporlaboca,peroquenolodecíaenserio.Siempreigual,selargabaenvezdeafrontarlosproblemascomounhombre.Unvanidosoyunmierdas.

Noeratandistintoalosdemás;enelfondolefastidiabaqueyoganaramásqueél,ytampocohacíamuchopararemediarlo:«Soyunoutsiderdelsistema».Yohabíaencontradounganapánestableylucrativo,lastraducciones,ynoestabacontaminadadevanidadliteraria.Suoficio,elperiodismo,leproveíacuatroperrasysecuestrabatodasuenergía.Alfinal,solopodíacrearesasrealnovelasescritasavuelaplumaenlasquevendíasualmaysuscuatrotrapossuciosacambiodesentirseescritor.«Esonoes literatura», ledecía,yélmeponíaesacara suyadepánfilo irascible.«No tejustifiques»,lecortaba,cuandotratabadeexplicarse,yentoncessíquesecabreabadeverdad.No tenía paciencia, y la paciencia es el gran aliado de los escritores, esostipos inquietos por dentro pero con gran pachorra exterior. Había que verlo en elejercicio de su vocación, parecía Nacho Cano a los teclados en los primeros


conciertos deMecano, venga a abrir y cerrar pantallas, todas distintas al folio enblanco,quenoessinoelverdaderocampodebatalladelescritor.

Aprendí a base de ovarios a concentrarme. Murakami dice que un escritor esalguiencongrancapacidadparaconcentrarse.Yconganasdecontaralgo.Peroyonoteníaganasdecontarnada,poresonomehiceescritora,ysiescriboahoraesporelgranaburrimientoquemeinvadeenestacamadehospitalsinvistas.Tengoelcuerpocomolaescombreramunicipal,perolamentemejorquenunca.Aunquehedejadodetraducir, el médicome lo ha recomendado, y tengo que ocupar la mente en algo.Concentración.Esolefaltaba.Ladispersiónserátufin,leadvertía.«Misprincipiosseránmifin»,replicaba,yavecesconseguíahacermereír.

NosécómoescribeMurakami,cuántashoraspasa frentealordenador,peroyoaprendí a traducir con concentración de robot en aquellos meses de hikikomoriadulta.Loshikikomoriconvencionalessonunoscríosimberbes.Esosjaponesesconcaradereciénlevantados,queseencierranensushabitacionesparamatarlashorascon juegos de rol en línea y chatear con niñas estilo Lolita con nicks de heroínasguarrasdelmanga.InauguréunanuevaetapaenelhikikomorismoqueelvisionarioGeorgSimmelnohabríapredichojamás.Fuiabanderadadeesarevoluciónsocialquenoerasinoelparoxismodelindividualismomásatroz,unindividualismoproductivoy próspero que, sin embargo, nos conducía a la extinción del sistema capitalista.Nuestra hiperactividad neuronal ya no viene del caos de los semáforos y lasmetrópolisdetranvíashistéricos,comodescribeSimmelensuensayodelBerlíndefinales del XIX. Nuestro hiperestímulo viene ahora a través de un único canal,presente en el medio rural o el urbanita: la pantalla. Un frenesí mental que, sinembargo,loquegeneraesunestado,unaactitud:blasée.Unasco,unaburrimiento,cuandouno se apeade este tranvía de la hiperactividaddesbocada. «Disposiciónoactitud emocional que denota una indiferencia basada en el hastío.» «Esta actitudresulta,enprimertérmino,delosestímulosalosnerviostanrápidamentecambiantesytanencimadamentecontrastantes.»Delatraducciónalespañol.

Trabajabaencasa,comíaencasa,merelacionabaconlagentedesdecasa,accedíaa laculturadesdecasa, satisfacíamisnecesidades sexuales, en franca languidezenaqueltiempo,desdecasa.Tuiteabacomounalocadesdecasa.Comprabadesdecasa.Escuchabatodalamúsicadelmundo,sinpagaruneuro,desdecasa:SilverDagger,esehimnofeminista,clásicodelfolk,año1907segúnWikipedia,quenosrecuerdalocabronesquesonloshombres.

Allmenarefalse,saysmymotherThey’lltellyouwicked,lovin’liesTheverynextevening,they’llcourtanotherLeaveyoualonetopineandsigh.

Compré una bicicleta desde casa. Intentématarme enmi propia casa, omejordicho desde la azotea, poco después de enviar a la editorial la traducción de La


metrópolisylavidamental.Habíaleídoquelasmujeresprefierenacabarconsuvidaconmétodosmenosgore,dejarunbonitocadáver:pastillas,cortarselasvenas,peronadadetiroenlanucaenplanKetchum,Idaho,2dejuliode1961,oescacharrarselossesosenelasfalto.Despuésdeverentelediarioelsuicidiodeaquelladesgraciadamujer a la quehabíandesahuciado, penséqueno era tanmala idea.Meparecía elfinal más patético posible, como el de Christiane, de Las partículas elementales,cuandoselanzaescalerasabajoconsusilladeruedasdejodidaenferma.Penséqueun cuarto sería suficiente altura para abrirme la crisma, pero me fracturé todo elcuerpo,menoslacabeza.Labici,siniestrototal.

Cuando seme vuelvan a soldar los huesos,me instalaré en una comunidad departidariosdeldecrecimientoenelPirineocatalán.Lesdonaré todomidineroparaquemejorenlaaccesibilidadparalasdiscapacitadascomprometidasconlaeconomíaalternativacomoyo.Sialgosoy,esgenerosa.Yfuerte.Nomevendréabajo.Quizámehagaescritora.

EduardoLaporte


LABAJADADELCUADROLIMPIO

Lanochedel revuelo los seguíhastael tendedero,queeradondesehablabanaescondidas.Aloscuatroañosdeedadnoestabayoenseñadoaoírlosexpresarseeneselenguaje.

—Yanotendréquemetermelosgránulosenlapichaparamearlimpio.—Apartirdeahoratupichanoserádelosvampirossinoexclusivadetumujer.Papálloró,mamálobesó,yyomevolvíasustadoalcuartodelatelevisión,donde

habíamospasadolatardequeriendosaberdepapá.Otravezponíanlasimágenes.Esatardeibapapáescapadoenelúltimopuertoconotrodelequipoyunextranjero.Elcuñadoafirmabaqueganaríalaetapasidescolgabaalextranjero,queeramásrápidoesprintando.Me lo imaginaba subido al cajón con el osito queme traería bajo elbrazoydándolesalaschicasdelasminifaldasesosbesosquehacíanaullaramamá.Larampataninclinadalosfigurabaaratosinmóvilesenlatele.Gentedecarapintadavoceabadesdelosarcenes.Algunosdesbocadosadelantabanalosciclistasyalzabanlos puños. Papá pedaleaba sin levantarse del sillín y sinmirar a nadie. El cuñadoasegurabaqueescondíasuscartasparadarelmazazocuandolosotrosmenosse loesperasen.Perolasorpresafuequeparólabici, lagirósindesmontarseyrompióabajar elpuertopordonde lohabíaascendido.Lacámara lo siguióhasta laprimeracurvayloperdió.Ellocutorinformabadequeestabadesfondadooquizáleveníansentando mal los cuatro bocados apresurados del avituallamiento. Descuidenfamiliares y aficionados que no parece grave la dolencia. El cuñado opinó que lehabíadadounapájaraysefueasucasaoadardecomeraloscaballos.Despuéslograbó la cámara de una moto situada más abajo en la montaña, con el pelotón.Rodabaconprisaentrepúblicoycorredoresqueselecruzabanextrañados.Algunosespectadores aplaudían,pero se lesnotabaen las caras el desconciertodeno saberquéaplaudían.Unamigodelapeñaciclistadelpueblotambiénopinófastidiadoysemarchóarecogeralanovia.

—Menudo número. Ya se podía haber subido al coche del equipo en vez debajarseelpuertoalavistadetodoelmundo.

No supimos dónde andaba hasta que al final de esa tarde de verano asomó sucascopor lapuertadecasa.Enlabicihabíabajadoelpuerto, recorridolacarreteradesdeSegoviaypedaleadosinpararhastaelpueblo.Enlosdíassiguientesnosaliódecasa.Vinounodelaempresapatrocinadoraquelollamabayllamabaalteléfono,peroél soloqueríahablarconmamá,conmigoycon losabuelos.Pasamosmuchashorasjuntos,éljugandoconmigoyyoayudándoloadespintarlabicicleta.Decíaquelaqueríadejarpura.Decapamosylijamoselcuadrohastaelmetalyasílacolgódelos ganchosdel garaje.Despuésmetió enunabolsa los trofeos.La abuela le pidióquedárseloscuandoloviodecididoatirarlos.Alcabodeunasemanayaempezaronaescribirlosperiodistasquenoestabalesionadosinoqueabandonabaelciclismoylapuertadelgarajeaparecióescritaconespray.Elabueloborróenseguidalaspalabrasy


nadiemequisodecirquéponíaenesapintada.Hastalaabuelaseaborrascóylopagóconmamá.

—Tumaridonodiounruidonideniñonidejoven.Noséaquéhavenidoahoramontaresto.

Vendimoselchaletdelpuebloy lospradosen losque íbamosa tenerganadoynos vinimos a vivir aquí, donde nuestros vecinos no tienen rebaños ni cochesMercedesni tiendasdepeletería.Por aquella épocapapámepreguntaba amenudoqué quería ser yo de mayor. Veterinario, le respondía. De los que no dejan queponganmedicinasmalas a las vacas. Perome daba cuenta de que se lo decía porcontentarlo.Élsedabacuentatambién.Yenvezdealegrarloloentristecía.

Papá y mamá pusieron una tienda. Vendemos menos libros que papelería yprensa, pero nos gusta llamarlo librería. Entra gente curiosa a comprar. Papá losdenominabagentedepoesíay ensayo.Clientesque amenudocompran libros, queentreellosdiscutenlasreseñasliterariasdelossuplementosculturales,yqueaélselesoltabanahablardelTourmalet,deOcaña,deFignonydequienfuera.Nosabendeloquehablanperosondivertidos,hijo.Mamábromeabaconnosotros:noosriaistanto,queempezáisaparecerosaellos…

—¿No decíais el otro día que no sé qué novelista es un criptopoeta y otro unsacapremios?¡Yanosoisnideaquínideallí,libreros!

Desdeelprincipioapapáloconocieroncomoellibrerociclista,porqueaúnerafamosocuandoabrimoselnegocioyporquecasisiempreseacercabaalatiendaensu bici del cuadro despintado. Echándole un ojo a ratos la dejaba sin candar a lapuerta.Hastaquehaceunosmesesselarobaron.Estabayaenfermodeverasynosdolía más que se la hubieran quitado. Amamá y a mí nos había costado cogerlecariño a esa bici con la que cambió nuestra vida, pero para papá, que no queríaguardar copas, medallas y diplomas, era su trofeo. No es que papá afirmara esascosas:eranideasqueleaveriguábamos.Élsolíaexplicarseamedias,buscandoqueyocompletaralospensamientos.

—Dondenotengasbuenasmedallas…—¿Ponbuenosrecuerdos?—Túlohasdicho,hijo.Creoqueerasumaneradeenseñarme.Comocuandohablabadesuenfermedad.—Fue demasiado tarde para el cuerpo… —El hígado se le estaba

descomponiendo, como a otros que se dejaron hacer por médicos y directoresdeportivos.Con sumedia fraseme decía que ni siquiera la salud lo era todo.Quesalvóalgoquehabríaperdidodeseguirconaquello—,peronoparaelánimo.

Ahoraquetengocasicatorceañosentiendoloquequeríatransmitirme.Melodijoclaramenteunatardeenquemeintentabaayudarconlosdeberesyquedóatascadoenunatarea:loimportantenoesaprender,hijo,sinoaprenderaaprender.Túrecuérdalo.Peronovayasadecirleestoaesagentefilósofaquevieneporlatienda.Sereiríandenosotros.


Mamá y yo solíamos burlarnos de su bici vieja, la bicicleta pura, como él lallamaba, y cuando la echamos de menos en el recibidor de nuestro piso nosarrepentimos. Conjeturaban en la tienda los clientes que el ladrón sería uncoleccionista, un loco caprichoso, pero a mí me pitaba la coincidencia de quedesapareciera una bici durante el recreo del instituto, con todos mis compañerospaseando, sin nada que hacer más que comerse el bocadillo, por las calles dealrededorde la librería.Deunoenunofuipreguntandoa losqueconocíadeponermanosenloajenoyalosobedientesqueselesarrimaban.Desdepequeñodistingobien en las miradas y posturas quién comprará algo en la tienda, quién pretendecuriosearsolamenteyquiénbuscameterseunartículogratisenelpantalónobajolacazadora.Tambiénadivino,porlosregresosdeveranoalpuebloaveralosabuelos,aloscalladosqueensucabezaacusandetraidoramipadre.Cuandoenlosretreteslotuvedelantenodudé.Unodemimismaclaseera.Ledejéquetramaraelcuentodequeconocíaalquesellevólabicicleta.

—Loconvenzodedevolverlaestanocheenlaplazoletaacambiodenoremoverlahistoria.

Papáymamáseextrañarondevermesalirtardedecasa,perosolodijeronquemeguardabanel platode cena tapadocon film transparente.Por ladebilidadyano sedesplazabapapádelpisomásqueaconsultasypruebasypasabalashorasarreglandodesperfectos denuestras cosas, encolandobolsos, cosiendomochilas, componiendogrifos.Cuandotuveenmismanoslabicicletadelcuadrolimpiomecreíderepentemuchomayor.Debíabajarlaacasaymostrárselaapapá.Pensabacómoloharía.Nodabaigualcómo.Unclientedelalibrería,unazuzónquecompraelMarcaadiarioyquemeencontródecamino,semeguaseó:

—¿Cómo es que empujas la bici? ¡Esos trastos son paramontarlos! ¡Te llevanellos,chaval!

Élnopodíacomprender.Nomontaríalabicicletaporquenoeraunaherramientaniuninstrumentosinounaverdaddelavidademipadre.Yyoteníaquemostrarlequelosabía,quehabíaaprendidoaaprender.Cercadenuestramanzanadecasaslotelefoneé:asómatealaventana,túasómatealaventana.Cuandodoblélaesquinasufigura se recortaba en la luz de la salita.Nome vería bien al principio, entreveríaquizá una sombra porque la iluminación escasea en nuestra calle. Imaginoque fueintuyéndonosenelbultodecarne,manillary ruedasqueseaproximabaalportalyquesoloalcanzóadistinguirhijoybicicletacuandonosalumbrólafarola.Noséporquésemeocurrió,pero laalcéantemíofreciéndoselacomosi enaquelmomento,traspasando una meta, él la ganara en carrera. Pero me pareció que a través delcuadro, en todo el rato que la sostuve con los brazos temblones del esfuerzo, noapartabalamiradademíenvezdecontemplarsubicicletarecuperada.

JuanMartínezdelasRivas


BICILETAS

LabicicletadelcarteroElíaseraunruidodehierronegro.Delabarracolgabauncartelconfondodeesmalteamarilloyletrasazules:CORREOS.Enlaalforjallevabauna maraña de anhelos y facturas. Las insignias de su uniforme iban virando deldoradorelucientealdoradopenumbroso.

LabicicletadellantasblancasdelaniñaMaríanohacíaruido,peroellasí,porquebajabalascuestaschillandoyabiertadepiernas.

La bicicleta del afilador ambulante parecía un instrumento de tortura: echabachispas,chirriaba.Teníaunpedalsupletorioenlaruedatrasera,queeralafuentedeenergía,lapotenciaqueestilizabaelacero.Coneltiempolacambióporunamoto.

LadelrelojeroHerediallegabasiempreatiempoalláadondefuese,porqueteníaenvidiadelosrelojes.

Labicicletadelrepartidordelechesonabaaestropiciodecristalesyaluminio.Labicicletadelmonaguillodejabaasupasounoloraciriopascualyaincienso

quemadoyasantosóleosyamementomori.Ladelcarniceroparecíatenervísceras.Ladelhijodelkiosqueroestabahechadepiezasdedesguaceycorríamásque

ninguna.Ladenuestrociclistaprofesionallarecogierondeunacunetahechaungarabatoy

seladieronasuspadres,quenosupieronquéhacerconaquelgarabato.Labicicletaconlaqueaquelguardiamunicipalibayveníaensusratosdeocio

teníacintasdecoloresenlospuñosdecuero,comouncontrapuntodefantasíaasuautoridad.

Todosellosestánmuertos,ysesuponequeaquíconvendríaescribirunafrasederesonancia solemne, poner un broche de gravedad a esta enumeración, algunareflexión medio metafísica y medio decorativa que sirviera de corolario —dereverberaciónpreferiblementesimbólica—alhechodequetodoshayanmuerto,peroel caso es que no seme ocurre, demodo que añádala ustedmismo en la línea depuntosquevieneacontinuación…………………………………………

FelipeBenítezReyes


PICABUEYES

Vuelvesinlevantarlavistadelsuelo,laszapatillasemborronadasporlaslágrimasquenoterminandecaerdeltodo.Leardenlosojos.Vuelvebajoelsolquelegolpeaen loshombrosdesnudos, en lanuca sudorosa, sin rabia, sin resentimiento.Vuelveúnicamente acompañada por elmiedo: elmiedo de llegar tarde, de llegar sola, dellegarsinlabici.

—¿Dóndeestálabicicleta?—preguntaránlastías.—¿Dedóndevienes?—preguntarántambién.Ellatendráqueinventarunaexcusa.Laolvidóenunaesquina,selaprestóaunos

niñosqueluegodesaparecieron.Selarobaron.—¿Quiéntelarobó?—preguntarándesconfiadas,sabias.Esa sabiduría resentida, murmura ella para sí. Las tías locas, posesivas,

guardianas.Lastías.Losveranos.Nolepuedenrobarlabicienunpueblotanpequeño.Aplenaluzdeldía.Sinque

nadielovea,sinquenadieintervenga.Novanacreerla.Aprietaelpaso,piensaotrasalternativas.Sesecalaslágrimasconelantebrazoysienteelpicordelpolvoenlosojosyelescozordelasalenlosrasguños.Alcaersesellenódetierra.Seraspótodoelbrazo,larodilladerecha.Elpantalónselepegaahoraenlaherida.Late.Sangraunpoco.Lamanchasevaextendiendopaulatinamentehaciaabajo.Marrónoscuro,enelazulgastadodelosjeans.

Los días largos, los picabueyes que lamiran pasarmetidos en el fango de losarrozales. El camino estrecho, arenoso, flanqueado por juncos, hierbas secas. Si almenospudieralavarselasmanos.Cadavezquesefrotalosojossabequeserestriegala suciedad por lasmejillas. Está tan sucia que averiguarán que se cayó. No va apoder evitar que al final lo sepan. Hace calor y tiembla. Se cayó. De acuerdo,admitiráquesecayó.

Peroporquétanlejos.Porquéenloscaminosdelosarrozales.Porquéfueradelpueblo.Esonopodríaexplicarlo.Dóndequedólabici.Porquénolallevaconsigo.Cómojustificarlodelpinchazo,lacadenareliada.Sobretodo,cómoexplicarquesequedó tan lejos, quepesaba, que solopudo transportarla consigo los diezprimerosmetros.

Las llantas de la rueda girando levemente, brillando levemente bajo el sol deagosto.

Ylasrisasdefondo.Los veranos allí, en los arrozales, mientras sus amigas disfrutan de la playa,

untándosecremabajoelsol,preparándoseparalaanimacióndelanoche.Losveranosallí,susangrejoven,yelpueblodelquequiereescaparaunquesea

en una bici vieja con los neumáticos gastados, aunque sea por los caminos de losarrozalespordondenovanadie,loscaminosprohibidos,solitarios,dondeellapuede


pedalearmásrápido,imaginarquizá,aunqueseafugazmente,elsabordeunalibertadquenoconoce.

Los caminos donde no la verá nadie, porque allí nunca hay nadie, salvo lospicabueyes, los ratones de campo, los mosquitos que le acribillan los tobillos, losbrazos,algúnmilanoquesobrevuelaelcielocasiblanco.

Nadiesalvoalfinal,juntoalmurodecontención.Ungrupodepersonas juntoauncocheviejo,yellaquenosabesidebeseguir

pedaleandoodarlavuelta.—Notefíesdelagente—dicensiemprelastías—.Notefíes.¿Porquénohadefiarse?Ungrupodepersonasjuntoauncoche,todavíalejanas,

soloeseso.¿Sondosotres?¿Dosfuerayunomásdentrodelcoche?¿Loquehayapoyadojuntoalmuroesunamoto?¿Unamoto,uncoche,trespersonas?

Una masa informe entre la polvareda que se va definiendo a medida que ellapedaleayseacerca.Encuantolosalcancegiraráaladerechaporunnuevocamino,perono,novaadarlavuelta.Jamásdarálavuelta,porquédesconfiaryverseahoraforzadaadarlavuelta.

Yloschicoslamiran,dosdesdefueradelcoche—unoapoyadosobreelcapódelClío maltratado por las carreras en el campo— y otro desde dentro, con el brazosobrelaventanillamediobajada,yunasuavesonrisaentodosellospendiendodesuslabios,desusbocashambrientasdecrueldadydiversión.Lamiranyentrecruzansolounpardepalabrasqueellanopuedeoírporque jadeaypedaleamás fuerte tras elgiro,yesentonces,cuandolesdalaespalda,cuandosientelapiedraquerebotaenlabici, se asusta y acelera, y siente la otra piedra, la piedra final que le hacetambalearse,levantarlasmanosdelmanillar,descontrolar,derrapar,caersejuntoalashierbassecasyelfangodelrebordedelcultivo.

Ahoracaminaapresurada,laheridaquelelate,lassienesquelelaten,elcorazóndesbocado,yelpuebloperfilándoseal finentre la reverberacióndelairecálido.Elpueblo,lastías,elverano.Cómoocultarahoraqueviodesdeelsueloloszapatosdeloschicos,cómoocultar lascarcajadascrueles, lapatadahumillante.Elbrillode lanavaja que se acerca a ella y luego se desvía enseguida para clavarse en unneumático. Las llantas de la rueda dando vueltas, la cadena ya fuera de lugar, susbrazos grasientos, raspados, las risas que no cesan. Una mano que le agarra lospechos,primerouno,luegootro,comoconciertomiedo,sinlascivia.Ellasintiempotodavíadeasustarse.Labici,piensa.Las tías,piensa.Yellosdejandemanosearla.Tambiénseasustanporqueellanosemueve,serepliegayesperasimplemente.Ríenmás fuerte,perodesconcertados, sinsaberquéhacer luego.Quizásonmás jóvenesque ella. Unos críos que recién empiezan a probar, a probarse. En ese pueblo losniñosdediezañosconducenporloscaminosdelosarrozalesconelpermisodesuspadresembrutecidoseincultos.Lodijeronlastías.

—Nodebesirporallí,nohayquefiarse.Lodijeron.Malditastías,sonellaspeoresqueloschicos,piensaella.Loschicos


quesemarchanenseguidayladejantiradaenelbordedelfango,bajoelsolmudo,bajoeldiosimpasiblequejamásactuócuandohizofalta.Laschicharrastenacesquenorompensinembargoelsilencio.

Selevanta,sesacude,miralabicirota,imposibledetransportardesdetanlejos.Apesar de todo lo intenta, sin lloriquear, sin quejarse, únicamente apresurada por lahora.

Peronollegará,nollegaráatiempo.Ladejaenelcamino.Tanlejos,yahorasíestállegando.Lospiesdoloridos,lamanchaenlarodillaaún

más extendida,más oscura, parda, rojiza, delatadora. El dolor sordo, amortiguado,queleatormentamenosquelasdudas.Elpicorenlosojos.

¿Quédecirlesahoraalastías?¿Quédecirles?

SaraMesa


LAEXPERIENCIAPRIMERA

Lobuenodelas«experienciasprimeras»esque,comoelpropionombreindica,fundan una saga, establecen el ritornello necesario para comprender unacontecimiento.El corazón repite el bombeode la sangre, los pulmones repiten suinspiraciónyespiración;interpretamostodoacontecimientoaimagenysemejanzadeesosdosbásicosprocesos:elconsueloqueproporcionaunestribilloenunacanción,o la seguridaddequeel sol salecadadíaporelmismo lugar,o lacreenciadequecuandomañanamemirealespejo,mirostrovaaserelmismo.Eltriunfoplanetariodelamúsicapoptienesubaseeneseinstintivomecanismo,perotambiénlaciencia:buscarunaleynaturalnoessinointentarcomprenderlaexistenciadeunarepetición.

Repetirelpedaleo.

Naturalmente, todo esto no es más que una mentira consoladora, no hay dosfenómenos iguales ni en el espacio ni en el tiempo, pero sí que pueden ser«razonablementeiguales»,yesonosbasta.

Nohaydospedaleosidénticos.

Por el contrario, lo que no se repite cae dentro del ámbito del milagro, de lamaravillasinleynicontinuidad,algoimposibledepensaryconceptualizar,yaunqueinicialmente los milagros nos causen fascinación, terminan por producir unasensaciónde incertidumbrey tremendasoledad,poreso,quieneshanvistounovnientranenelcírculoviciosodelosobrenatural,ybuscaránovnisparasiempre;noesque se hayan vuelto locos, sino que de pronto se sienten solos en el universo,necesitan comprender, fundar su particular «primera vez».Una vez vi uno de esosobjetosvoladores:eraverano,porlanoche,yodebíadetener8años.Viajábamosmitíoyyoporunacarreterasinasfaltar,éldetuvoelcocheenunclarodecuneta,señalócon el dedo, y exclamó: «mira». Un objeto achatado, de luz blanca, se movió deizquierdaaderecha,yendécimasdesegundocambiósutrayectoriahacialaestrictavertical,paradesaparecerenunaoscuridadqueamímeparecióremota.Mitíodijoentonces:«esoeraunovni,unobjetovoladordotadodeunmovimientonobalístico»,definiciónquenoentendí.Soloaldíasiguientelepedíexplicacióndetaldefinición.«Elmovimientobalístico—dijo—es el natural de las cosas en el aire, ya sea unapiedra,unabalaounavión,ynoseconoceobjetoquepuedarealizarunamaniobratancompleja,nientanpocossegundos,comolaquevimosayer».

Toda «experiencia primera» funda un conflicto, solo resuelto a través de unmecanismo de repetición. Desde entonces, he visto muchos más ovnis, objetosvoladoresdotadosdeunmovimientonobalístico,peroalgunos,auninsistentementerepetidos,noseajustanaesaley.Sinirmáslejos,unabicicleta,talcomoseentiende


ensuacepcióncontemporánea,esunovni.Quiénnosehaparadoenunclarodeunacuneta a mear, y mientras se alivia no ha visto pasar a un ciclista aficionado,convenientementeataviado,ysehapreguntado,¿quéclasedeextraterrestreesese?

AgustínFernándezMallo


AVITTORIODESICA

A24imágenesporsegundoyenblancoynegro,elladrónescapómontadoenunabicicletaquedibujósobreelmurodelacomisaría.

LuisEduardoAute


con motivo de su décimo aniversario, demipage ha invitado

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