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Republica Bolivariana de Venezuela Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades y Educación División de Estudios para Graduados
Doctorado en Ciencias Humanas
CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES EN FAMILIAS DE LA PARROQUIA “SANTA LUCIA”. MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA
Tesis de Grado para optar al título de Doctora en Ciencias Humanas
Autora: MSc. Francis Araque B. Tutora: Dra.BelinVázquez.
Maracaibo, Enero de 2008.
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CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES EN FAMILIAS DE LA PARROQUIA “SANTA LUCIA”. MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA
Autora: MSc. Francis Araque B. C.I. 7.778.121
Correo electrónico: [email protected] Tutora: Dra.BelinVázquez
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Republica Bolivariana de Venezuela Universidad del Zulia
Facultad de Humanidades y Educación División de Estudios para Graduados
Doctorado en Ciencias Humanas
VEREDICTO
Quienes suscriben, miembros del jurado nombrado por la Coordinación de Postgrado de la Universidad del Zulia, para evaluar la Tesis doctoral, titulada:
“CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES EN FAMILIAS DE LA PARROQUIA “SANTA LUCIA”. MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA
Presentada por la Magíster FRANCIS YRAMA ARAQUE BARBOZA, C.I. 7.778.121 como requisito para optar al título de Doctora en Ciencias Humanas, después de haber leído y estudiado detenidamente la referida tesis, consideran que cumple con lo establecido en las normas vigentes y, por lo tanto lo _____________
Para que conste, se firma en: Maracaibo,
Jurado: Dr. Alexis Romero 2.908.962 _________________ Jurado: Dra. Maria T. Herrera 3.858.558 _________________ Tutora: Dra. Belin Vázquez. 3.927.127 _________________
IV
DEDICATORIA
Para Aniella y Salvador, quienes con sus acciones de estudios, descanso,
alegrías y tristezas en horas, días y años, mezclados inocentemente, son mí
razón de vivir.
Para Yrama y Francisco por su amor incondicional el cual me acompaña
para abrir mí vida y minimizar mis preocupaciones.
Para Fabiola, hermana, amiga y confidente, báculo eterno en el sendero
de mi vida.
Para Antonio quien hace frente dignamente a una gran pérdida,
aceptando lo aparentemente inaceptable. Quien, aún así, insiste y nos impulsa
a creer en un mundo más justo.
Para Jean, Dani, Paco, Vero y Claudia hijos, que la vida me regalo, con
quienes aprendí que el amor ilumina los días nublados.
Y finalmente, a las diferentes formas de familias donde he vivido desde la
dependencia y la singularidad moldeada de caricias.
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Francis Araque Barboza
V
AGRADECIMIENTO
La realización de este trabajo se debe a:
La oportunidad brindada por la Universidad “Rafael Maria Baralt”, al ser
seleccionada como becaria del Proyecto “Alma Mater”.
Al Programa de Doctorado en Ciencias Humanas de la “Universidad del
Zulia” quien me brindó el renacer de experiencias académicas en equipos
multidisciplinarios en pro del desarrollo humano.
Al grupo de la Línea de Investigación: “Representaciones, Actores
Sociales y Espacios de Poder”, por los espacios académicos compartidos,
quienes constituimos una familia, con ruptura y dependencia, pero sin afán de
conquista individualizada
A nivel personal a la Doctora Belin Vázquez, tutora, fuente de sabiduría,
de quien aprendí que el convivir académico debe darse en el respeto, la
cooperación y la solidaridad, sin olvidar que el juego de la vida incluye la
divergencia, precisamente por lo multifacético del ser humano.
A las familias estudiadas, quienes me otorgaron espacios de encuentros
compartidos, superando el abismo que de manera injusta nuestra cultura
occidentalizada ha abierto entre el conocimiento y la afectividad.
Francis Yrama Araque B.
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INDICE GENERAL ASPECTOS FORMALES Pág.Veredicto………………………………………………………………………………….. Dedicatoria………………………………………………………………………………...Agradecimiento………………………………………………………………………….. Índice general……………………………………………………………………………..Resumen………………………………………………………………………………….. Abstrac……………………………………………………………………………………..Introducción………………………………………………………………………………
III IV V VI
VIII IX 1
Capítulo I De la identidad a las identidades.
Hablemos de la identidad………………………………………………………………… Multidimensionalidad de las identidades……………………………………………… Identidades colectivas…………………………………………………………………… Identidad individual : del sujeto al ser………………………………………………….
8 21 22 27
Capítulo II De la familia a las familias.
Origen y Universalidad de las familias………………………………………………… Tipos de familias………………………………………………………………………….. El matricentrismo en las Familias Venezolanas……………………………………… El emocionar dentro de las familias…………………………………………………… Estructuras familiares……………………………………………………………………..
32 45 74 77 79
Capitulo III Familias una construcción social
La realidad familiar una construcción social…………………………………………… Los códigos simbólicos en las familias…………………………………………………. El discurso doméstico……………………………………………………………………. El espacio doméstico……………………………………………………………………...Espacio soñado y espacio real……………………….................................................
87 88 89 91 95
Capitulo IV Otra mirada al estudio de las familias
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Perspectiva epistemológica para el estudio de la construcción de las identidades familiares………………………………………………………………………………….. Capitulo V Proceso general de la construcción de identidades familiares en la Parroquia “Santa Lucia”. Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela Contextualizando las unidades de análisis…………………………………………….
VII
El recorrido metodológico…….……………………………………………………….... Categorización de los contenidos de las entrevistas y construcciones identitarias familiares………………………………………………………………………………….. Construcción identitaria de la familia A………………………………………………… Construcción identitaria de la familia B………………………………………………… Construcción identitaria de la familia C………………………………………………… Construccion identitaria de las tres familias estudiadas……………………………… Conclusiones……………………………………………………………………………..
111
113 134 157 170 173
178
Bibliografías………………………………………………………………………………
182
VIII
Araque Barboza, Francis Yrama. Construcción de Identidades en familias de la Parroquia “Santa Lucia”. Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela. Tesis Doctoral. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Programa de Doctorado en Ciencias Humanas. Maracaibo. Venezuela. 2008. p.198.
RESUMEN En la presente investigación se analiza cómo tres familias ubicadas en el casco central de la Parroquia de “Santa Lucia”, Maracaibo, Venezuela, construyen desde su intersubjetividad sus identidades familiares. El hogar se asume como el espacio donde se desarrollan las formas productivas, las tradiciones, los afectos, las emociones, los discursos domésticos y los proyectos comunes. Se parte de una concepción epistemológica interpretativa centrándose en el significado de las experiencias intersubjetivas de los miembros de las familias en estudio como fuente de episteme que desarrollan desde sus mundos de vida, diferente formas de convivencia aún en espacios y tiempos iguales. La fundamentación teórica esta basada en los aportes de García, Klor de Alva, Berger y Luckmann, Godelier, Maturana, Moreno y Restrepo, entre otros. La metodología se encuentra ubicada en el enfoque cualitativo, otorgando primacía a la descripción fenomenológica, es decir, como se nos presenta en su constitución formal, en su apariencia, y al mismo tiempo en su interpretación una familia nuclear (conformada por padre, madre e hijos), una monoparental materno-filial (madre e hijos) y una monoparental paterno-filial (padre e hijos) del ámbito popular Maracaibero. Al respecto, se concluye que las identidades familiares se realizan en espacios sociales de construcción continúa, vivenciadas por sus miembros desde dos referentes importantes: por un lado, el espacio doméstico cargado de significaciones y contenidos sociales y por el otro, el discurso doméstico asumido como el conjunto de conversaciones y descripciones, cargados de significados articulados preponderantemente por la madre. Se promueve la necesidad de reconocer el ámbito humano dentro del estudio de la construcción de identidades familiares como un acto de convivencias propias de un grupo de personas que asumen la voluntad de vivir juntos, fundamentándose en el amor como condición humana, en la cercanía, la confianza y en la aceptación como espacio de colaboración en el compartir, en la sensualidad, la ternura y la sexualidad. Palabras clave: Identidades familiares, espacio doméstico, discurso doméstico, intersubjetividad. Correo electrónico: [email protected]
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Araque Barboza, Francis Yrama. Construcción de Identidades en familias de la Parroquia “Santa Lucia”. Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela. Tesis Doctoral. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Programa de Doctorado en Ciencias Humanas. Maracaibo. Venezuela. 2008. p.198.
ABSTRACT The present investigation analyzes how three families located at the antique center of the Parish of "Santa Lucia", Maracaibo, Venezuela; construct from their intersubjectivity their family identities. The home is assumed like a space where aspects like productive activities, common traditions, affection, emotions, speeches, domestic servants and projects are developed. The investigation is focused on the meaning of the family relationships from an epistemological point of view where the family members are being studied like a source of episteme which is developed from their life, or different ways of living in the same space and time. Theoretic foundations were provided by authotrs such as Garcia, Klor de Alva, Berger and Luckman, Godelier, Maturana, Moreno and Restrepo, among others. And so, the methology is proyected on a qualitative approach, granting investigative importance to the description of this phenomenon, or to the explanation of the families formal constitution, such as the nuclear family (formed by the father, mother and children), the monoparental mother-centered family (mother and children) and the monoparental father-centered (father and children), in the popular environment at Maracaibo. Finally, the investigation concludes that family identities are construted in social spaces of non-stop growth, lived by their members over two significant symbolic references: on one hand, the dosmetic space filled with symbolism and social significance, and on the other hand, the overflowing signs proyected by the mother. The necessity of recognizing the human acts as part of the construction of family identities such as personal experiences between a group of people who decided to live together, over love, intimacy, trust and acceptance on the shared spaced where they practice their sensuality, tenderness and sexuality. Key words: family identities, domestic space, domestic speech, intersubjectivity
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“Los estudios de hace cien años se preguntaban de dónde venía; los de hoy se preguntan más bien adónde va”
Carbonnier.
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INTRODUCCIÓN
Sobre las familias se ha escrito desde múltiples perspectivas y con
variados objetivos, especialmente desde los esfuerzos modernizadores de las
instituciones religiosas y políticas empeñadas, en regular y controlar esta
institución, una de la más vieja del entramado social.
Sin embargo, existe escasez de estudios consensuados que sitúen a las
familias como elemento activo de la acción social y miren a través de ellas. En
efecto, es a partir de la segunda mitad del siglo XX cuando fluyen las
investigaciones desde una mirada cosntructivista y compleja, otorgando
primacía a las experiencias subjetivas de las familias estudiadas teniendo en
cuenta su marco referencial y ahondando en comprender cómo vivencian e
interpretan el mundo social que construyen en sus interacciones familiares.
Este trabajo enfoca la atención a esa mirada, y tiene como propósito
general “Analizar la construcción de identidades en familias de la Parroquia de
“Santa Lucia”. Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela, de manera que se realiza
una inflexión en la dinámica constructiva de las familias seleccionadas, para
ello se plantean como objetivos específicos: “Exponer un corpus teórico sobre
identidades y familias”, “Diagramar los espacios domésticos de las familias
seleccionadas”, “Explicar los espacios domésticos de las familias
seleccionadas como factor fundamental en la construcción de sus identidades
familiares” , “Registrar los discursos domésticos de las familias estudiadas” ,
“Categorizar los discursos domésticos de las familias estudiadas”, “Explicar los
discursos domésticos de las familias estudiadas como factor fundamental en la
construcción de sus identidades familiares”.
En este sentido, se enmarca el trabajo en los aportes teóricos de García
(1996), (2003), (2004), Klor de Alva (1992), Berger y Luckmann (1976),
Godelier (1989), Vidal (2003), Lujan (2000), Lodo-Platone (2002), Maturana
(1995), (1997), (2003), Moreno (1995), (1998) y Restrepo (1999), (2000), entre
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otros,
En, la perspectiva asumida en la investigación, las familias son
consideradas como un conglomerado de seres humanos con encuentros y
desencuentros en sus prácticas cotidianas, en espacios sociales en los cuales
se entretejen tramas de relaciones configuradas desde los mundos de vida de
los actores implicados en la relación. En este sentido, sus miembros actúan
con lógicas propias1 y grupales de funcionamiento al interior de cada familia.
Dichas lógicas expresan conexiones reales, que permiten vivir en sociedad,
organizarse y definir su territorio biológica y culturalmente.
Sin embargo, en el contexto de la modernidad se ha dado una
construcción imaginaria de familia, atendiendo a criterios de homogeneidad y
de relaciones triangulares, tal es el caso de la noción de familia nuclear, como
forma de referencia construida desde el discurso hegemónico de la sociedad
moderna occidental, el cual ha dominado el imaginario social durante varias
décadas, donde las relaciones de parentesco están condicionadas por la
relación entre la pareja conyugal. En este sentido, se estructura el grupo
primario en base a la madre, el padre y los hijos. Por consiguiente y en relación
a esa forma ideal, otras familias, han sido interpretadas como deficitarias y en
retroceso.
Esta forma de familia, no del todo real, ha sufrido notables
transformaciones y en convivencias con otras ha hecho visible, que la identidad
familiar del individuo que inicialmente era consecuencia de su inserción a una
determinada forma de familia sea diferente, de manera que en la actualidad la
identidad familiar puede ser el resultado provisional de una cadena de
elecciones personales, que lo constituyen como ser expresado en la acción.
Es necesario señalar que las tipologías que se estudian en este trabajo no
eran realidades desconocidas entre nosotros. Todas, de alguna manera
encubiertas o manifiestas existían. Lo interesante es que en la actualidad su 1 Para los propósitos de la investigación se enfoca la atención a las lógicas de funcionamientos de las familias y no a las lógicas individuales de sus miembros.
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manifestación es generalizada en toda la estratificación social, sin embargo sus
estudios son poco frecuente, de allí el interés que justifica la realización del
presente trabajo.
En este sentido, el primer elemento tomado en cuenta para la discusión
acerca de las familias es el de su polimorfismo: no existe una forma o modelo
natural de familia. La caracterización de la familia “nuclear” que en la actualidad
suele ser asumida como “forma ideal”, es más una ficción que una realidad,
incluso en las sociedades occidentales contemporáneas. Si se tiene presente lo
anterior, se podrá comprender sin más, que las diferentes formas de familias no
presentan nada arbitrario, sino que es innegable que las familias como
fenómeno humano, al igual que las estructuras sociales, económicas, políticas,
religiosas y culturales son diversas.
Las familias al igual que las identidades no son estáticas, cambian,
evolucionan, se transforman con el tiempo, requieren así una revisión
permanente de su relación con los cambios culturales y contextuales en cursos,
incluyendo lo que habría de continuidad y ruptura en la cotidianidad, pero
guardan siempre un núcleo común que permite el reconocimiento de si misma,
como son los lazos afectivos y emocionales que se estructuran en la relación
familiar.
De este modo, las identidades familiares hacen referencia a una
construcción que reúne las representaciones cognitivas, simbólicas y afectivas
que se comparten al interior de un grupo social definido, a su vez, tales
características la integran a un “nosotros” con el cual es capaz de presentarse
ante los “otros” en los diversos contextos socioculturales.
Es crucial considerar aquí, que las identidades comportan condiciones que
le permiten presentarse de formas múltiples de acuerdo a las situaciones que
las determinen, en este sentido son construidas desde las intersubejtividades
de un grupo y reconstruidas en las intersubjetividades con aquellos que existen
más allá de las fronteras de quienes adscriben y componen el “nosotros”.
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La investigación se encuentra estructurada en cinco capítulos, en el primer
capitulo se realiza una disertación teórica, desde la interpretación histórica-
filosófica de la noción de identidad hasta la explicación de las identidades
familiares.
En el segundo capitulo se presenta la interpretación teórica del origen, la
universalidad y los tipos de familias procurando limitar estos antecedentes a
aquellas definiciones conceptuales o teorías que aún tienen vigencia en
investigaciones recientes.
En el tercer capitulo se teoriza sobre los códigos simbólicos que se han
tomado como elementos claves en el presente trabajo como el espacio
doméstico y los discursos domésticos.
En el cuarto capitulo se señala otra mirada científica al estudio de las
identidades familiares, asumiendo el interpretativismo como perspectiva
epistemológica.
Y finalmente en el quinto capitulo quinto comienza la segunda parte de la
obra, se plantea el proceso general del analisis de la construcción de
identidades familiares en la Parroquia “Santa Lucia”. Maracaibo. Estado Zulia.
Venezuela. Aparecen las tres familias estudiadas en sus varias modalidades, el
estudio de los espacios domésticos, el significado asignado a la relación
familiar y la descodificación de las entrevistas, extrayendo de las mismas
palabras claves para construir la teorización de los hallazgos encontrados.
La investigación realizada, reconoce desde la propia construcción
fenomenológica de las identidades familiares estudiadas, que el proceso
idetintario se manifiesta, explicita e implícitamente, de diversas maneras: en lo
que se expresa con palabras (en el contenido y las formas de lo que se dice),
con expresiones corporales, con la conducta, en el espacio, evidenciándose
como eje articulador la madre.
De manera que abordar la construcción de las identidades en familias de
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la Parroquia de “Santa Lucia”. Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela, implica
conocer el contexto en el que se sitúa y se desenvuelve, en efecto para su
comprensión no basta con conocer su historia debe incluirse también, lo
socioantropológico, razón por la cual se estudian los espacios y los discursos
domestico a fin de conocer, interpretar, describir y analizar como se construyen
las identidades familiares.
Se evidencia, que cada grupo familiar estudiado construye en la
experiencia vivida y compartida una idea de realidad, una idea de error y una
idea de normalidad y que estas ideas orientan los esquemas de acción, el
modo de vivir y el entorno de los individuos.
De manera, que las identidades familiares estudiadas las construyen sus
actores sociales; en un entramado familiar diverso, cargado de códigos
simbólicos, donde comparten un tiempo y un espacio, y que como identidades
son construcciones sociales simbólicas y no legados relativamente
homogéneos de generación en generación.
El conocimiento que se genera en la investigación tiene evidencia
empírica, como herramienta cualitativa se empleo la observación y las
entrevistas abiertas. El enfoque epistemológico es interpretativo y el método
utilizado es fenomenológico. Se renuncia al objetivismo como perspectiva
epistemica y al igual que Dilthey (1945) se plantea que los individuos no viven
en aislamiento, por lo cual deben ser entendidos en el contexto de su vida
social, de manera que se propicia explicar las categorías de la vida y explicar
los procesos que hacen que las experiencias intersubjetivas tengan sentido.
Siendo el proceso de construcción de identidades lo que interesa y no las
explicaciones causales de los mismos.
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“Cuando te encuentres con alguien, recuerda que se trata de un encuentro que te convierte en persona en la medida en que puedas
adoptar la actitud del otro y actuar hacia sí mismo como actúan los otros. Tal como lo consideras a él, así te considerarás a ti mismo. Tal como lo
trates así te tratarás a ti mismo. Tal como pienses de él, así pensarás de ti mismo. Nunca te olvides de esto, pues en los semejantes o bien te
encuentras a ti mismo o bien te pierdes a ti mismo” Riso
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CAPITULO I DE LA IDENTIDAD A LAS IDENTIDADES.
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CAPITULO I
DE LA IDENTIDAD A LAS IDENTIDADES.
Hablemos de la identidad
El estudio de la identidad se sitúa como problema a debatir en la
reflexión interdisciplinaria; en este sentido, la filosofía, la antropología, la
psicología, la sociología, entre otras, se interesan por su comprensión y
explicación de esta noción en términos conceptuales, hasta el sentido dado por
los actores sociales en sus prácticas identitarias.
Enfocando la atención a su sentido etimológico este termino proviene del
latín identitas que significa la calidad de idéntico, es decir lo que en sustancia o
accidente es lo mismo que otra cosa con lo que se compara.
La noción de identidad en el campo de la filosofía es examinada en un
sentido ontológico y un sentido lógico. Siendo el primero formal o metafísico, el
cual se encuentra expresado en el llamado “principio ontológico de identidad”
donde A=A, en otras palabras, toda cosa es igual a ella misma. El segundo, se
expresa en el “principio lógico de identidad”, y es considerado en su forma más
tradicional, como el reflejo lógico del principio ontológico de identidad. Así
mismo puede ser considerado como el “principio de  pertenece a todo Â
(lógica de los términos).
En el estudio de la noción de identidad se han entremezclado y
confundido con bastante frecuencia, ambos sentidos (ontológico y lógico). Se le
ha debatido entre ser considerada como un principio ontológico de lo real (todo
ser es igual a sí mismo) o como un principio lógico formal, de allí, que gran
parte de los filósofos consideran que el fundamento del principio lógico de
identidad, se encuentra en el principio ontológico, o bien que ambos son
aspectos de una misma concepción, es decir, la concepción según la cual cada
vez que se habla de lo real, se habla de lo idéntico.
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Esta concepción la encontramos en Parménides (540/539 antes de
J.C), Platón (428/427-347 antes de J.C.), Leibniz (1646-1716) y Aristóteles
(384/322 antes de J.C.), entre otros. Para este último, la noción se expresa de
varias maneras. Puede ser una unidad del ser, una unidad de una multiplicidad
de seres o una unidad de un solo ser tratado como múltiple, como cuando se
dice, por ejemplo, que una cosa es idéntica a si misma. En síntesis, en el
sentido Aristotélico la identidad se asume la identidad desde el punto de vista
de la igualdad entendido como el si mismo.
Existe sin embargo, una dificultad en el razonamiento del concepto de
identidad como igualdad. De hecho es pertinente señalar la critica realizada por
Fischte, (1762-1814) quien sostuvo que la formula “A es A” no puede ser la
expresión de un principio, es decir, de un punto de partida que se justifique por
si mismo, porque la verdad “A es A” está en si misma condicionada, dado que
A es A, y si no es, ni es A, ni es nada. Para que se trate de un principio es
necesario que sea una afirmación cuya verdad no este sujeta a ninguna
condición. Hay que buscar en vez de A, algo cuya realidad no pueda ponerse
en duda. No es un principio porque carece de aplicación; y no es un juicio,
porque saber de A solamente que es A, es no saber nada. La formula del
principio de identidad es para Fischte: “Yo soy yo”. Según su aseveración, el
principio de identidad:
No esta condicionado a la existencia del yo, pues el yo se afirma así mismo como existente. No tendría sentido decir “Yo soy yo, si soy”. En cuanto digo yo” ya esta firmado el “yo” como real. Esta critica niega a la formula “A es A” valida como principio constructivo, porque es una formula abstracta y vacía. (Fotane, 1969: 42).
Llevando mas lejos la critica de Fischte, Hegel (1770-1831) sostuvo que
decir “A es A”, es una contradicción. Si alguien comienza diciendo “una
montaña es…”, esperamos que agrege algo nuevo; si continúa “…es una
montaña”, nos hallamos con una forma de hablar que se contradice así misma,
porque no significa ningún progreso, que es lo que se exige a toda proposición,
es decir, a toda expresión de un pensamiento.
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La herencia griega es retomada tanto por los escolásticos quienes
consideraron varios tipos de identidad (real, formal, racional, numérica,
específica, genérica, intrínseca, extrínseca, causal, primaria, secundaria, etc.) y
propusieron una fórmula, común a todas ellas, asumieron como principio
identitario la convicción de cada cosa tiene identificación consigo misma; como
los neoplatónicos, particularmente Plotino (205-270 antes de J.C) quien hace
derivar lo múltiple de lo uno. Señala que todo fenómeno que necesite una
explicación debe referirse al uno, en última instancia éste funciona como
totalidad, de manera tal que todo debe ser despejado de cualquier ambigüedad
y convertido en un ente idéntico a sí mismo (Habermas, 1990).
Los racionalistas han tendido a considerar la distinción más generalmente
aceptada es la ya indicada de identidad lógica e identidad ontológica o
metafísica.
Ahora bien la noción metafísica fue criticada por Hume (1711-1776),
cuestionando a los que pretenden afirmar que hay un “yo”, que es substancia e
idéntico así mismo, o idéntico a través de todas sus manifestaciones. Ahondar
en el supuesto “yo” equivale a encontrarse siempre con alguna percepción
particular; en este sentido los “yo” son sólo colecciones de diferentes
impresiones. Para sustentar la persistencia de las percepciones se imagina un
alma, “yo” o substancia subyacentes a ellas; se supone entonces que hay un
agregado de partes en relación mutua, existe algo no definido que relaciona las
partes independientemente de tal relación.
Pero como tales imaginaciones carecen de base, debe romperse con la
idea de que hay una identidad metafísica en la noción de sustancia. Hume
consideró que el problema de la identidad personal (y por extensión, el
problema de cualquier identidad substancial), es ininteligible y asume la
permanencia de haces de impresiones en las relaciones de semejanza,
continuidad y causalidad de las ideas.
Sucede pues, que Kant (1724-1804), acepto la crítica de Hume contra la
concepción racionalista de la identidad, pero no su solución. Planteo que la
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identidad se hace trascendental en tanto que es la actividad del sujeto
trascendente la que cede por medio de los procesos de síntesis, identificar
varias representaciones en un concepto (Fatone, 1969).
Dentro de este marco, la identidad parece asegurada cuando no es
empírica o metafísica, sino trascendental. Sólo la noción trascendental de la
identidad hace posible, un concepto de identidad.
Esto se aplica no solamente a las representaciones externas, sino
también al tema de la identidad, como la conciencia de sí mismo en diferentes
momentos. No hay un sustrato metafísico de la identidad personal que pueda
ser demostrado por la razón. “Pero la identidad personal aparece en la razón
práctica como una forma de postulado; si la inmortalidad es un postulado de la
razón práctica, debe implicar la identidad personal del ser inmortal”. (Ferrater,
2001:445).
Para los idealistas poskantianos la identidad es un concepto metafísico,
es un principio que aparece lógicamente como vacío, pero que
metafísicamente es la condición de todo ulterior desarrollo o despliegue.
Según, Ferrater (2001), Hegel distingue entre la identidad formal del
entendimiento y la identidad concreta de la razón. Cuando lo absoluto es
asumido como “lo idéntico consigo mismo” parece no decirse nada sobre lo
absoluto. Pero la “identidad concreta”, de lo absoluto no es una identidad vacía.
En síntesis, la identidad no expresa solamente en Hegel una relación vacía y
abstracta, y tampoco una relación concreta pero carente de razón, sino un
concepto universal, una verdad plena y superior que ha absorbido las
identidades anteriores. Con firmeza, ya la forma del principio de identidad
indica, según Hegel, que hay en él más que una identidad simple y abstracta;
hay el puro movimiento de la reflexión en el que “lo otro” surge como
apariencia.
Deben considerarse al respecto las indagaciones de Meyerson (1859-
1933). Habla este autor de la identidad como de una inevitable tendencia de la
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razón a reducir lo real a lo idéntico, esto es, a sacrificar la multiplicidad a la
identidad con vista a su explicación. El principio de causalidad es así, según
Meyerson, el principio de identidad aplicado a la existencia de los objetos en el
tiempo, y es el caso más característico de esta identificación a que tiende, tanto
la ciencia como el pensamiento común. Afirmar que un objeto es idéntico a si
mismo-escribe dicho autor- parece una proposición de pura lógica y, además
una simple tautología o, si se prefiere, un enunciado analítico según la
nomenclatura de Kant. Pero desde el instante en que se agrega a ello la
consideración del tiempo, el concepto se desdobla, por así decirlo, pues fuera
del sentido analítico adquiere un sentido resumido. Es analítico cuando expresa
simplemente el resultado de un análisis del concepto y resumido, por lo
contrario, cuando es entendido como una afirmación relativa a la naturaleza de
los objetos reales. (Ferrater, 2001).
Las reflexiones de Meyerson sobre la noción de identidad encuentran
apoyo en los autores que han tomado como modelo la equiparación de la idea
de identidad lógica con la idea de la identidad metafísica u ontológica, hecho
que no ocurre, u ocurre menos, con otros autores que distinguen entre
identidad lógica o identidad metafísica o que hablan de diversas nociones de
identidad.
Posteriormente, Rene Descartes (1596-1650) da un cambio de paradigma
en su texto El discurso del Método (1637) con su tesis sobre el método
asumido para la invención y el descubrimiento del conocimiento. También llega
a la propuesta filosófica: “Cogito ergo sum”, es decir “pienso, luego soy” la cual
como propuesta filosófica plantea el proceso metódico de la duda, la evidencia
del Cogito; es decir, el yo, la existencia de mi realidad, el saber que soy un ser
pensante; se da entonces la transformación del principio de identidad al
descubrir que hay dos presencias diferentes en un mismo ser, siendo una más
fuerte que la otra. Es decir, una autoevidencia del sujeto pensante.
En otras palabras, el descubrimiento de la conciencia permite la
transformación del principio de identidad. Una realidad conciente se posee a si
misma con una doble potencia de identidad: no solo es lo que es, sino además
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es lo que es y sabe positivamente que lo esta siendo. A este tipo de identidad
superior se le llama “Conciencia”, en virtud de este principio uno no solo es lo
que es, sino que nota lo que es, no solo es en sí, se tiene a si mismo para si,
conscientemente y el principio de identidad que vale para todas las cosas que
no saben lo que tienen, que no saben lo que son, siendo por tanto mutable, es
la realidad no consciente.
Por consiguiente, el si mismo se convirtió en “Sujeto”, en el sentido dual
de estar sujeto a las condiciones del mundo y simultáneamente, ser el agente
conocedor y actuante en ese mundo. La creencia en este sujeto se transformo
en el a priori de la posibilidad de conocer al mundo.
“La psicología y la antropología fueron herederas directa de este sujeto cartesiano en el sentido que le dieron, en un primer momento, a la noción de identidad. En las dos disciplinas existía la percepción común de que cuando se hablaba de “identidad” se hacia referencia a que la identidad era básicamente una. Significado que encuentra su referente en las Meditaciones Cartesianas, donde el si mismo cognoscente (ego, yo) cierto de su existencia a través de sus propios actos tenia cualidades funcionales, como pensar y sentir. De igual manera, se consideraba que la identidad era permanente y se le daba el sentido de “igualdad”. En esta ultima concepción el termino “identidad” expresa la relación mutua que connota tanto la autoidentidad persistente con el si mismo, como al comportamiento con los otros con cierto tipo de características esenciales persistentes” (García, N; 2004).
Con la sociología de Durkheim (1858-1971), se introduce un carácter
social a la identidad al reconocer elementos claves como la solidaridad y la
moralidad. La vida en sociedad tiene un pegamento normativo que es la
moralidad, la cual le permite mantenerse integrada. Cuando se rompe la vida
en social, la vida moral se desvanecerá al mismo tiempo y los hombres dejan
de ser solidarios. El autor introduce el ingrediente de la solidaridad y de la
moral en el proceso de identidad colectiva, en un contexto de integración social
normal. Esto es al mismo tiempo el umbral para el reconocimiento de las
relaciones interpersonales, para la intersubjetividad.
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La desintegración moral de un sociedad se manifiesta en las
perturbaciones sociales que la misma tenga; esto quiere decir que cuando no
hay aprobación de los patrones de valor institucionalizados se presenta como
un hecho, la anomia que es la falta manifiesta de integración social: los
individuos no “pertenecen” a la sociedad porque no “participan” en sus
representaciones colectivas, o lo que es lo mismo, sus códigos simbólicos
(mitos, ritos, ideas, costumbres, proyectos, normas, narrativas, entre otros),
que traducen las significaciones sociales. Ellos no comparten la voluntad de
pertenecer a esa determinada sociedad. Para Durkheim (1993), la sociedad es
cohesión social y es resistencia a la disolución. Evidentemente en sus trabajos
puede encontrarse dos definiciones de sociedad una positiva: como unión,
solidaridad, cohesión. Y otra negativa: como resistencia a la disolución.
(García, 2007). Las anteriores definiciones encierran una tautología, en la
primera es que la solidaridad es idéntica a sí misma; y en la segunda, se
plantea una reformulación de la primera noción.
Para este autor, la “solidaridad mecánica” une fuertemente a los
hombres, mucho más que la “solidaridad orgánica”. La primera con la
evolución social se va atenuando. Las tendencias centrifugas van, pues,
multiplicándose a costas de la cohesión social y de la armonía de los
movimientos. La individualidad y la libertad de elegir son procesos derivados y
el proceso de diferenciación sistémica corresponde a un progreso moral.
En otros escritos, el autor hace ahínco en la producción social de
sentido, ésta es la articulación básica y fundamental de toda identidad de tipo
colectiva, la cual germina de la interacción colectiva, es la interacción social
fundantes que se manifiesta no sólo en las narraciones sino en las prácticas
rituales. En este tipo de prácticas los actores sociales toman un significado
normativo e integrativo de la sociedad, ya que logran autopercibirse como
miembros de la sociedad, al participar de sus significados sociales.
Todo grupo social se representa con un modo y estilo de vida particular,
con sus lógicas de funcionamiento, su moralidad y sus diferentes dimensiones
identitarias. La adhesión a la institución se da a través del proceso de
15
socialización o enculturación que es cuando se internalizan los saberes
sociales y del proceso de individuación. Esto está íntimamente ligado con la
conformación de las identidades tanto personal como colectiva. Estos dos
procesos son complementarios y formativos.
Posteriormente, en el contexto del pensamiento occidental una cuestión
muy debatida ha sido la identidad personal, por lo menos desde Nietzsche
(1844-1900) el sujeto aparece como algo dado, un agregado con la
imaginación, algo pegado después y no como un sujeto a priori extra-histórico.
Heidegger (1889-1976) pone el acento en el carácter temporal de la
existencia humana, entendiendo que el sujeto se halla en una situación
contingente y condicionada, no elegida por él mismo y marcada por la
conciencia de finitud, frente a lo cual puede adoptar distintas posturas que van
desde la angustia hasta la toma de partido por el curso del propio destino.
(Susz ,2005).
Desde otro punto de vista, para la antropología, en el caso de Cliford
Geertz (1987) la identidad es el conjunto de símbolos (su codificación,
decodificación e interpretación), esto es lo que enmarca la forma de
relacionarse de los individuos y las colectividades, traduciéndose en las
prácticas institucionales, rituales, ideológicas y políticas (es decir, culturales en
términos generales), que definen y caracterizan la identidad de cada grupo.
En cambio para Levis Strauss (1908-1993), la identidad es una especie
de lugar virtual, el cual no resulta indispensable para referirnos y explicarnos
cierto número de cosas, pero que no posee en verdad, una existencia real.
Esto remite la cuestión al ámbito de las construcciones simbólicas, producidas
en relación con un referente. Las identidades se construyen en el diálogo con
otras construcciones identitarias y son las consecuencia de una interacción, ya
sea dialogal o bien conflictiva, pero en todo caso dinámica, vale decir
históricamente localizadas.
16
Al respecto, Susz (2005) señala, que tratándose del complejo tema de
la identidad, es preciso tener en cuenta los orígenes mismos del concepto. Éste
es parte del repertorio de la ideología burguesa sobre la cual se construyó la
modernidad iluminista del Renacimiento en adelante. La identidad no es
indesligable, en efecto, de otro de los cimientos conceptuales de la referida
ideología, donde el individuo es elevado a la categoría esencial del
racionalismo cartesiano a través de la figura del sujeto pensante que constituye
la piedra angular de todo lo social, político y filosófico de la modernidad.
De allí que tres teóricos de importancia hayan dirigido su mirada hacia
ese universalismo identitario, encarnado en la esencia del sujeto
instrumentador de la modernidad. Karl Marx (1818-1883) lo cuestionó
develando las luchas de clase detrás de la aparente armonía del ser social
identificado con la sociedad burguesa; Nietzsche desgarró el velo de la moral
convencional para encontrar allí agazapada, lista siempre para saltar a la
voluntad de poder y Freud (1856-1939) hurgó en las pulsiones irracionales,
convenientemente enmascaradas debajo de la racionalidad aparente de los
comportamiento colectivos.
Dentro de este marco de ideas, posteriormente Michel Foucault, (1926-
1984) rompe también con la noción de la identidad de si mismo y con las
cualidades funcionales que la misma había tenido desde las Meditaciones
Metafísicas de Descartes; es por ello que las metanarrativa del sujeto idéntico
fue destruida posteriormente por el discurso descontruccionista post-
estructuralista. Foucault, en su texto La arqueología del saber (1970), analizó el
sujeto no como la fuente y fundación del conocimiento, sino como el producto o
el efecto de redes de discurso de poder. La constitución histórica de los sujetos
es el resultado de que los modos de objetivación que engendran
subjetivaciones. El autor estudia las relaciones de poder a través de las cuales
nos constituimos en sujetos que interactúan con otros sujetos.
En el mundo moderno, los sujetos surgen a partir de practicas
individualizantes por medio de las cuales se descubre y al mismo tiempo se es
descubierto por los otros. En la relación consigo mismo los individuos se
17
reconcilian en sujetos morales. Este proceso hace del sujeto moderno un sujeto
de objetivaciones y el mismo es una objetivación.
En resumidas cuentas, después de la descontrucción del sujeto de
Michel Foucault, la concepción de la identidad como un fenómeno de
características únicas, atemporales e inmutables fue debatida. En efecto, en los
textos contemporáneos sobre identidad señala García (2004), el concepto de
identidad parece no existir en singular. En el pasado se definía por la igualdad
y la unidad, ambas cualidades han pasado a la diferencia y a la pluralidad, así
como también a lo relacional y al dinamismo en el proceso de conformación de
las identidades.
Posteriormente, a finales de la década de los ochentas, aparecen
versiones diferentes dadas las discusiones surgidas en los medios académicos
internacionales las cuales expresan un replanteamiento sobre este fenómeno a
partir de tres perspectivas:
A.-Entender la identidad en términos relacionales en vez de esenciales; B.-Entender la identidad como una reconstrucción parcial y continua, resultado del desarrollo y de los procesos históricos; y C.-Entender la identidad como un fenómeno sujeto a constante modificación y reinvención y que por lo tanto, es contingente e inestable. (Klor de Alba ,1992: 457):
En la perspectiva adoptada en esta tesis, se asume a D’Ans (1986),
quien plantea que las identidades se conforman en el proceso de interacción
entre las personas que se constituyen en grupos; es decir, a partir de las
innumerables redes y formas de relación entre las personas en el interior y en
el exterior de los grupos de una misma comunidad o entre comunidades
diferentes.
Por lo tanto es un fenómeno social sujeto a invención, re-creación y
negociación. No es algo dado, sino una construcción colectiva que se crea o
inventa, se destruye, se recrea o se negocia en la interacción social y en
18
diferentes contextos, siendo el más primario la familia y el más amplio la
sociedad.
Evidentemente, las identidades son variables y múltiples. En primera
instancia la identidad es personal, a medida que el hombre crece y comienza a
establecer relaciones desde el núcleo familiar, se forman las identidades
familiares y al establecer relaciones con los otros se complejiza el proceso,
pasando al plano social y colectivo.
En este proceso de recomposición de las identidades, se encuentran
indicadores que van determinando la conformación y el desarrollo de las
mismas, entre ellos tenemos: lo espacial, lo biológico, el género, la estructura
socio-económica, la cultura, la lengua, entre otros. Sin embargo, en esta
investigación se enfoca la atención a la construcción de las identidades
familiares, fijando su mirada en lo espacial2 y en el discurso familiar como
construcción dada desde la intersubjetividad y expresada en los conflictos, las
negociaciones, las concesiones, los eventos y los sucesos cotidianos.
La identidad surge como un sentimiento de pertenencia que se cimienta al
construir simbólicamente un espacio propio, formas singularizadas de
relaciones con los otros y por último, se refuerza en definir un objetivo
existencial, individual o colectivo. La identidad de partida es ese conjunto de
mecanismos sui generis de apropiación mental e imaginaria del espacio y del
tiempo, cuyo responsable no es otro que el ser social y su facultad de generar
pensamiento organizados. Las praxis identitarias expresan el ser y el estar, al
mismo tiempo, en distintas esferas simbólicas, entre todas aquellas
dimensiones que se ofrecen al hombre en su existencia. Esta misma
ubicuidad, nos obliga a pensar las identidades como fenómenos sociales
acumulativos de identidades parciales (Baeza, 2000).
Siguiendo las ideas del mismo autor, la identización obedece a tres
clases de posicionamiento: 2 Dentro de los códigos simbólicos utilizados para la formación de las identidades se encuentra el espacio, el cual no debe ser entendido solo como un elemento físico que habita el hombre, sino como un espacio cargado de significaciones y contenidos sociales.
19
- Primeramente un posicionamiento espacial, es decir la apropiación
simbólica de un espacio (físico y simbólico).
- Un posicionamiento relacional, es decir, el establecimiento de un modo
particular de reconexión con el mundo externo según mecanismos
relacionales no menos singularizados, con el propósito de una reintegración
del sujeto o del grupo en la sociedad.
- Por último un posicionamiento temporal, es decir la apropiación de un
tiempo pretérito (una historia) y la tentativa de apropiación de un tiempo futuro
con la definición de una meta, diría con alcances teleológicos, en un
procedimiento de proyección que permite asegurar una especie de
continuidad temporal, visualizando ese algo que puede satisfacer nuestro
tiempo existencial.
En estos espacios temporales la conciencia hecha singularidad se
encuentra con el Otro, que goza de una singularidad que le caracteriza de un
mismo modo. De este modo, la identidad es tentativa de construcción y
proyección del Yo-Nosotros (Ego) hacia El-Ellos (Alter) y, al mismo tiempo
mismo recepción y procesamiento analítico del Yo-Nosotros por el El-Ellos
(Silva, 2002).
En otras palabras, la identidad no es entonces un fenómeno exclusivo
de auto-representación mental, sino también representación del otro y con el
otro; con éste se establecen tratos que pueden dar lugar o no a unas
relaciones tranquilas o dificultosas, en la medida en que dichos contactos son
siempre posibles en sociedad. De acuerdo a este criterio, algunos autores:
Considera que el ser humano es un ser primeramente social, y que lo social preexiste al sujeto en forma de -Otro Generalizador- que vive todo el tiempo infuso en la persona, configurando un ser en el mundo. El otro generalizado no es más que la comunidad o grupo social organizados que proporcionan al individuo su unidad de personas. Somos, pues, el otro que en cada uno de nosotros consiste” (Mead, 1953:184).
20
Podemos reconocer en Mead, como señala Habermas (1990), el mérito
de haber remarcado que la individuación no puede representarse como
autorrealización de un ser autónomo en soledad y en libertad sino como un
proceso lingüístico mediado por la socialización y la simultánea constitución de
una biografía consciente de sí misma. La identidad de los seres socializados
se forma en el medio del entendimiento biográfico intersubjetivo consigo
mismo. De este modo, la individualidad se forma en las relaciones de
reconocimiento intersubjetivo y de autoentendimiento intersubjetivamente
mediado.
Esta visión convergió en lo que luego se llamaría “interaccionismo
simbólico”, perspectiva asumida en esta investigación. Dentro de esta
perspectiva, Blumer (1982), expone seis “imágenes radicales”, para definir la
interacción simbólica, basándose esencialmente en los postulados de Mead.
En este sentido, las imágenes se refieren a la naturaleza de la vida en
sociedad, a la naturaleza de la interacción social, a la naturaleza de los
objetos, al ser humano considerado como organismo agente, a la naturaleza
de la acción humana y a la interconexión de la acción.
En consecuencia se percibe, la interacción no como medio o como
marco general para la comprensión del ser humano, sino como proceso
formativo de la conducta humana: la gente debe dirigir y acoplar su
comportamiento según el comportamiento de los otros. Esto es clave, pues la
orientación de la acción con arreglo a la acción del Otro introduce el
componente simbólico, debido a que en otras palabras:
En su asociación, los seres humanos entablan una clara interacción no simbólica al responder inmediata e irreflexivamente a los movimientos corporales, expresiones y tonos de voz semejantes, pero su forma característica de interacción se ejerce a nivel simbólico, puesto que tratan de comprender el significado de los actos ajenos. (Blumer, 1982:7).
21
En la vida cotidiana de las familias el gesto del Otro es el signo, es lo
que indica no sólo lo que éste hace o ha de hacer, sino también lo que yo
hago y he de hacer. El gesto del Otro miembro del grupo familia es siempre
significante. Esta preeminencia de la alteridad, es la base del comportamiento
en la sociedad y es la idea de consenso o normas mínimas de convivencias y,
además, de todo lo que las niega. Sin duda, para que se de una comprensión
mutua en el intercambio de alteridades debe darse el proceso simétricamente.
Sólo cuando yo coincido con e interpreto al Otro y éste a mí según la situación, y actuamos en consecuencia, se da lo que se llama una acción social, pero cuando obvio al Otro como presencia, como núcleo noemático de la interacción, mi comportamiento entra en la esfera del individualismo, de la desviación. (Silva, 2002:13)
Desde la perspectiva construccionista adoptada en esta tesis no hay
individuo sin alteridad y sin relación, al menos no desde el punto de vista
generativo, y todo ser es siempre otro que puede dar cuenta de éste y de sí.
Incluso, desde niños no somos más que un objeto en el mundo social de los
otros, quienes amarran el descubrimiento de nuestro ser en una esfera de
familiaridades, construyéndonos en la medida que interactúa con nosotros.
(Silva, 2002). No hay identidad sin el Otro. Por lo tanto, al hablar de la
identidad propia hay que considerar también la identidad ajena. (Marín, 2002).
En esta investigación se estudia el discurso familiar y los espacios de
los hogares seleccionados con la finalidad de develar cada una de sus
identidades familiares.
Multidimensionalidad de las identidades
Existe una multidimensionalidad de las identidades que se expresan
en la persona, lo cual significa que una persona no tiene múltiples
identidades, sino una hecha de todos los elementos que la han dado forma,
es una mezcla especial y única, que tiene múltiples y complejas pertenecías
22
que no son excluyentes una de las otras, en este sentido hablamos de las
identidades de género, de las identidades familiares, de las identidades
culturales, entre otras. Dentro de este marco de ideas, se expresa Salazar
(2001), cuando se habla de identidades concéntricas, se hace referencia a la
inclusión de unas en otras, en otras palabras, una categoría clasificatoria
individual tiene una amplitud tal, que incluye a otras.
En esta perspectiva, también tenemos a Maalouf (1999) en
Identidades Asesinas quien habla de identidad como pluripertenencia, al
señalar que la identidad no está hecha de compartimientos, no se divide en
mitades, ni en tercios o en zonas estancadas. De manera que las personas
no tienen varias identidades, sino una producto de todos los elementos que
la han configurado mediante una “dosificación” singular que nunca es la
misma en dos personas. En este mismo sentido, Roque (1998) que plantea
la polidentidad como la identidad del hombre contemporáneo.
En efecto, si la modernidad se caracterizaba por señalar el pertenecer
a una profesión, un sexo, una ideología; en pocas palabras cada cual tiene
una identidad y una dirección, lo cual lo determina como ser social racional,
mecánico y finalizado, resulta necesario señalar que la socialidad
contemporánea es más heterogénea y movil (Maffesoly, 2004).
Por ello, repensar y articular los referentes identitarios de cada
individuo esta lejos de ser una construcción estable y definitiva. En este
marco de función, disfunción, semejanza y diferencia, surgen múltiples
dimensiones de las identidades, las cuales para Ibáñez (1996) son
“identificaciones de la persona”, que remiten al polimorfismo del ser y a su
permanente reconstrucción.
Estas identificaciones, en la perspectiva aquí adoptada, se construyen
en la interacción simbólica con los otros, una interacción apalabrada, entre la
gente. En este sentido según Silva (2002) las relaciones con los otros no se
construyen únicamente por la vía de la singularización o la diferenciación, se
constituyen en la relación dialéctica entre el Yo y el Otro y adquieren su
23
especificad en el dispositivo dialógico3 Eso de hablando se entiende la gente,
es un principio de definición intersubjetiva del ser. Para Ibáñez (1996), las
relaciones no son abstracciones intelectuales sino entidades muy reales.
Se construyen a través de múltiples discursos y posturas del ser que
no están limitadas a una posición singular de clase, raza o género; en este
sentido dentro de la investigación se rompe con una fijación parcial y
precaria, ya que no es posible que el ser humano se autodefina en forma
única, como mujer, hombre, u homosexual, entre otros.
Incluso este concepto de identidades parciales y precarias rompe con
una idea esencialista y categorial del ser humano y con la trampa ideológica
del liberalismo que aunque promulga un discurso ético de justicia e igualdad,
sostiene una cultura enmarcada en oposiciones binarias, donde unos son
más iguales que otros.
En este sentido se habla de subjetividad como postura de sujeto que
descontruye las estructuras de género, raza, sexo y clase, señalando que
aunque existen claras igualdades y diferencias entre las personas, éstas
responden a una multiplicidad de circunstancias de orden social, simbólico e
imaginario y no solamente a las estructuras tradicionales de nación, clase,
género y raza (Gómez y Piedrahita, 2006).
A.-Identidades colectivas
En su raíz latina, el término identidad colectiva puede entenderse de
dos maneras diferentes. Por un lado, como visión esencialista, poniendo el
acento en los rasgos perdurables propios de una comunidad. Son identidades
tácticas, colectivamente sustentadas, que busca construir un nosotros, una
representatividad política y visibilizarse en el espectro social.
Se enfatiza en una forma organizativa grupal transitoria donde se
destaca la cohesión y solidaridad entre sus miembros y que puede 3 Del dispositivo dialógico se desprende una serie de implicaciones epistémicas que deben visualizarse para entender el desafío de la complejidad social.
24
desaparecer, una vez se han logrado los objetivos propuestos en el grupo.
Estas son identidades contingentes y temporales que tienden a la
desidentificación, en la medida que se desdibujan sus intenciones iniciales y
se trazan nuevos devenires, los cuales se intersectan con otros grupos o con
redes más amplias. (Gómez y Piedrahita, 2006).
Por el otro, se asume en su carácter dialéctico como construcción
histórica permanente. Con este criterio, la interacción con el contexto cobra
un significado especial, en la caracterización de la singularidad de la forma
de ser de un grupo social en la historia. De cara al fenómeno de la
mundialización no es en modo alguno indiferente cual de ambas formas de
entender la identidad y su gestión colectiva se prioriza, puesto que las
consecuencias, traducidas en actitudes, son muy diferentes. Empero, el
hecho básico es que la afirmación identitaria es la construcción de un actor
social colectivo con capacidad de incidencia propia y autogestionaria en el
entorno político-territorial, de la nación tradicionalmente, de la mundialización
más recientemente.
Por otra parte, la cultura es una forma de manifestarse de esa
identidad colectiva. De allí que no es posible hablar de una cultura, sino de
varias en relación, de diálogo o en pugna, que van configurando una síntesis
sucesiva, sin que quiera entenderse como síntesis la disolución de unas
culturas o de unas identidades en otras, sino como una realidad procesual,
cuya gestión impone el reconocimiento de la diversidad y su traducción en
políticas que promuevan la defensa y la promoción, en igualdad de
condiciones de participación, para que el todo no suponga ni la asimilación
de las partes, ni la supeditación de unas a otras (Susz ,2005).
En algunos casos, el sentido de comunidad que suministra genera una
vivencia precaria de identidad a sus miembros y configuran formas
particulares de relacionarse con otras comunidades, las cuales pueden ser
de cierre, intercambio, ataque, etc. En este sentido, Martinez (2004)4, señala,
4 El sentimiento y el afecto en común tienen lugar en una participación ritual y colectiva donde los individuos se sumergen en una indistinción a la vez masiva y grupal, directamente social o
25
que para Mafessoly en la actualidad existe el momento de las tribus
planetarias que trascienden todas las fronteras (nacionales y culturales), las
cuales brindan a los sujetos un sentido de identidad defensiva y afirmativa
contra la opresión. En este sentido, las Tribus podrían constituir una
cristalización de tensiones, encrucijadas y ansiedades que atraviesan los
grupos sociales contemporáneos. Son la expresión de una crisis de sentido a
la cual nos arroja la modernidad, pero también constituyen la manifestación
de una disidencia cultural o una “resistencia” ante una sociedad
desencantada por la globalización del proceso de racionalización, la
masificación y la inercia que caracteriza la vida en las urbes hipertrofiadas de
fin de milenio, donde todo parece correr en función del éxito personal y el
consumismo alienante.
Frente a este proceso, las Tribus son las instancias para intensificar la
experiencia biográfica y la afectividad colectiva, el contacto humano y sobre
todo la alternativa de construir identidad y potenciar una imagen social. En
otras palabras, las Tribus constituyen una posibilidad de recrear una nueva
“socialidad”, de reeditar un nuevo orden simbólico a partir del tejido social
cotidiano.
La praxis de estas Tribus no sólo está en contradicción de los “saberes
sometidos”, sino que además constituye el resultado de una operación
estratégica más consistente que está dando cuenta de formas de resistencia a
la economía de los poderes socialmente legitimados.
A este respecto señala Vargas (2003), que es necesario reconocer que
la complejidad y la desigualdad han producido nuevos riesgos, nuevos
conflictos, nuevas exclusiones, pero también han impulsado el surgimiento de
nuevas subjetividades, nuevas identidades colectivas y nuevos actores
sociales que buscan concretar y ampliar sus derechos, cuestionando verdades
previas, y modificando las categorías del conocimiento. No son procesos
fáciles, porque no estamos viviendo sólo una época intensa de cambios, sino “sociedad. Ya no hay individuos, sino “personas” no centradas, máscaras, actuaciones “para los otros”, completamente exteriores o extrovertidas hacia el grupo o la masa, único medio donde adquiere su significación. (Lanz, 2004).
26
que estamos frente a un cambio de época. En este cambio, las crisis
identitarias colectivas generan nuevos discursos de diversas formas y con
diferentes objetivos, a los dominantes, toman cuerpo nuevos discursos que se
sostienen en algunos casos sobre viejas narrativas. “En suma, el orden
previamente existente se ve sacudido” (Cairo, 2000). Pueden señalarse en
este tipo de identidades colectivas, los siguientes movimientos:
1.-Movimientos feministas o posfeministas
El feminismo actual, se asume como un movimiento en proceso
permanente de autoconstitución que adopta una postura crítica frente a los
discursos feministas anteriores. Los discursos iniciales, se centraron en las
luchas por el derecho al voto y los subsiguientes surgidos en las décadas del
sesenta, se orientaron a la lucha por la igualdad en el terreno laboral, la
liberación del control sexual, los derechos reproductivos y la desestabilización
de la ideología patriarcal. Estos fueron movimientos que surgieron,
ampliamente, en los Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa, con un énfasis
en la hermandad y la igualdad de todas las mujeres, situación que con el
tiempo generó una crisis en tanto que negaba diferencias entre mujeres y
diferencias dentro de las mujeres.
Es de cara a esta crisis que actualmente se habla de un posfeminismo,
o de un feminismo de tercera ola, al cual se ingresa a partir de la
preocupación, sobre todo de los feminismos franceses, de investigar sobre la
complejidad de la subjetividad como campo ineludible de lo político, opacada
por las luchas militantes y las reivindicaciones colectivas. Es entonces a partir
de estos enfoques que se empieza a recoger el concepto de diferencia, no en
un sentido esencial, sino como proyecto, estableciéndose que el feminismo es
un movimiento que no es secuencial en sus procesos en cuanto al tratamiento
de la diferencia y tampoco es universal. Es profundamente multifacético
respecto a las culturas, países, épocas, de tal manera que cualquier intento de
tipificarlo resulta altamente reduccionista. En este sentido, es imposible hablar
de un único movimiento feminista en tanto que está determinado por
circunstancias de orden neohistóricas, sociales, simbólicas y subjetivas.
27
2.-Movimientos poscoloniales
Esta forma de agrupación surge como figura política que opone
resistencia al concepto excluyente de una comunidad euronorteamericana, y a
su expansión colonial; denuncia las injusticias sociales y económicas con los
pueblos de la periferia acorde con el nuevo ordenamiento geopolítico
norte/sur. En esta dirección se abordan problemáticas asociadas al racismo
ejercido con los refugiados del este y del sur y se plantean una noción
intercultural que supere la multiculturalidad formal.
En el plano investigativo, se indaga en nuevas categorías sociales
como es la representación ideologica del otro-inmigrante y desplazado- en las
sociedades receptoras. El inmigrante y el desplazado como extranjero, como
bárbaro, como inferior culturalmente (Provansal, 1992), que viene huyendo del
hambre o de la persecución política, es una figura que entreteje
significaciones imaginarias sociales y que se proyecta como segregación y
racismo. Se establecen entonces dos formas de discriminación social del
inmigrante y el desplazado-trabajo, vivienda, educación, saludo-, y por otro, la
discriminación simbólica imbricada en las significaciones imaginarias sociales.
3.-Movimientos por el mestizaje
Son los que visibilizan la manipulación ideológica implícita en las
identidades sociales fijas. En estas identidades no hay purezas originales y
señalan que son significaciones imaginarias instituidas desde los círculos de
poder. Las culturas son mestizas y lo son cada vez más intensamente; el
mestizaje cultural implica ser el uno y el otro al mismo tiempo.
4.-Movimientos de antiglobalización
Aparecen como respuestas a tendencias neoliberales inscritas en la
globalización financiera, sin embargo, más que movimiento anti, son
movimientos de globalización alternativa, protagonizados por colectivos
homogéneos, en los cuales participan ciudadanos particulares y
28
organizaciones no gubernamentales. Surgen en le marco de las grandes
movilizaciones de Noviembre de 1999 en contra de la cumbre de organización
mundial del comercio.
En general, puede presentarse como un contrapoder de origen cultural
que genera espacios de contestación social y opinión pública, conformado en
su mayoría por ciudadanos del norte geopolítico que pertenecen a diferentes
ONG y grupos ecológicos, feministas y políticos, aunque también empieza a
extenderse al sur del mundo . Sus luchas se enmarcan en diversos intereses:
desestabilizar el proceso de globalización financiera, en tanto que se oponen
a los programas del FMI y el BM, a la contaminación del planeta, al pago de
la deuda externa, y a la falta de transparencia de instituciones como la OMC.
Coherente, con lo anterior, demandan la condonación de la deuda a los
países menos desarrollados, la regulación del flujo de capitales, el derecho a
la salud de los pueblos a través de medicinas genéricas que obstaculicen los
grandes beneficios de las empresas farmacéuticas transnacionales, renta
básica de ciudadanía que permite mantener un estatuto de dignidad en las
personas, internacionalización de la justicia a través de la creación de un
tribunal penal internacional que juzgue genocidios, crímenes de guerra y
tipifique delitos económicos (Gómez y Piedrahita, 2006).
B.-Identidad individual
1.-Del sujeto al ser
En este sentido, se comprende que la primera identificación o
dimensión identitaria de la persona que se configura es la individual, la cual se
va formando lentamente, a lo largo de la vivencialidad, en el hacer de la
biografía personal y logra afirmarse cuando se renuncia a la relación exclusiva
del sujeto consigo mismo y se da cabida al intercambio con el otro. (García,
1996).
Surge un ser que se crea a sí mismo, que juega en el devenir y el
acontecimiento. Lo que conduce la vida no es la posibilidad de llegar a ser,
29
sino las conexiones y la red de deseos o experiencias vividas con personas y
objetos que aluden a un devenir ser que no es permanente sino rizomático.
El rizoma con sus líneas de fuga simboliza las complejas exploraciones de un
ser que no está predeterminado; que aunque porta una estrategia de vida, se
mueve tácticamente, es decir, de cara al azar y la incertidumbre.
En el devenir ser, aparecen líneas de fuga que escapan a la
territorialidad. En efecto, el devenir esta representado por un ser nómada
poseedor de una identidad siempre en transito, en construcción, en camino y
cruzando fronteras impuestas. Sin embargo, tal como lo plantea Deleuze y
Parnet (1980), esas líneas de fuga y rupturas, antes de abordarlas hay que
trazarlas; saber cómo y dónde, con lo cual va configurándose la postura
reflexiva y deliberativa de la subjetividad. El peligro de la ruptura sin reflexión,
es caer en la máquina de guerra que convierte la línea de fuga en
destrucción y autodestrucción (Gómez y Piedrahita, 2006).
Las ideas expuestas muestran que la capacidad del ser de crearse a
sí mismo, está mediado por una subjetividad reflexiva y deliberativa que tiene
como eje la imaginación radical y la trasgresión de lo social instituido
(Castoriadis, 1983). Deliberar alude también a creación en tanto que
hace relación a un ser que crea conjuntos de relaciones e interconexiones
que van fusionándose en un devenir que no empieza ni finaliza y que da
lugar a transformaciones de sus subjetividad. La vida en sociedad exige que
los individuos seamos de algún modo personas fiables, que se hagan
responsables de su actuación. Por eso, como dice Habermas (1990), la
identidad debe entenderse como una garantía de la continuidad de la
persona, garantía de que cualquiera que se acerque a nosotros sabe a qué
atenerse y puede confiar en una reacción adecuada a la interacción.
La confianza en que los otros interactúantes van a actuar dentro de
unos márgenes aceptables hace verdaderamente posible la interacción. La
perdida de la confianza conduce a la exclusión de las relaciones sociales.
Sin embargo, para la formación de la identidad del ser no resulta
30
suficiente lo señalado anteriormente, así cómo tampoco el conocimiento
adquirido, las representaciones y las percepciones de la realidad; además de
esta dimensión cognitiva debe existir una dimensión afectiva, y es en esa
unidad de lo cognitivo y lo afectivo donde el ser construye su significado.
De lo que no cabe duda es que la crítica a la noción de sujeto que se
ha realizado desde diferentes disciplinas nos tiene que llevar a una
concepción de la identidad personal no esencialista, sino más bien como
construcciones discursivas autorreferidas y situadas en un contexto de
interacción social, pues la identidad se construye necesariamente desde los
otros, en y para las exigencias que presentan las diferentes interacciones en
las que estamos inmersos. Por eso, la identidad personal está sujeta a
transformaciones, matizaciones, etc, que no cuestionan el
autorreconocimento del ser, en la medida en que éste pueda establecer su
derecho a mantener una posición en función de las convenciones sociales.
31
“No logramos conceptualizar todavía, el importantísimo papel que la afectividad juega, no sólo en la vida cotidiana, sino en dimensiones
donde hasta hace poco se la consideraba un estorbo, como es el caso de la investigación científica”.
Restrepo
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CAPITULO II DE LA FAMILIA A LAS FAMILIAS
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CAPITULO II
DE LA FAMILIA A LAS FAMILIAS
Origen y Universalidad de las familias
Las familias como fenómeno humano han generado numerosos
estudios, los cuales han enriquecido en gran parte lo que hoy se conoce
acerca del tema. No obstante, dada su complejidad y las diferencias en los
enfoques de los investigadores las discusiones sobre el origen de las familias
se podrían resumir en dos grandes posturas teóricas, por un lado una que
tiene como argumento la promiscuidad original y la otra que asume a la familia
como una institución universal presente en todas las sociedades humanas.
Dentro de este marco de ideas, Comte (1798-1857), en sus trabajos
dedicados al estudio de la estática social, define que “el verdadero régimen
domestico esta dado por el sano conocimiento de nuestra naturaleza”, lo cual
expresa la valorización del modelo positivista y la vocación practica de la
sociología, llamada a definir las condiciones de un orden social no patológico
fundado en la vida familiar. Comte no cree que puedan estudiarse
separadamente vida social y vida familiar. Si la familia es la “fuente y el
elemento de la sociedad”, esta última ejerce una acción autónoma sobre ella
en virtud de una reacción más desconocida pero “no menos natural”. La
similitud con la reacción química subraya el carácter natural de la familia, lo
mismo que de la sociedad. Es ese carácter espontáneo, según Comte, el que
garantiza la posibilidad de una observación objetiva de los cuerpos sociales
elementales, como la familia, o complejos como la sociedad. (Cicchelli y
Cicchelli, 1998).
El juicio pronunciado por Comte sobre la crisis de la familia
contemporánea, en su época ilustra el aspecto anteriormente señalado. Asume
críticamente los falsos dogmas de Revolución Francesa, constituido en su
opinión por el igualitarismo, la soberanía popular y el individualismo. Desconfía
de las comprobaciones demasiados ligeros que concluyen la disolución del
34
estado social producto de la degradación de la constitución doméstica. Si bien
reconoce en ella el más grave de todos los síntomas de anarquía, destaca la
capacidad de resistencia del grupo familiar y una tendencia espontánea a
formar nuevas familias, más homogéneas y estables.
Su advertencia permite percibir mejor el sentido de su argumentación.
Comte no analiza la enfermedad social, identificable por su sintomatología,
independientemente del estado normativo constituido por la salud social: los
desarreglos observados en la esfera doméstica no anulan los casos normales.
Más aún, la persistencia de los vínculos familiares revela el “axioma elemental
de la sociología estática: la sociedad humana esta compuesta por familias y no
por individuos”. En este sentido, la familia constituye el verdadero elemento
sociológico, la sociedad más pequeña. Por comparación los casos de patología
domestica proporciona un manifiesto de la normalidad de la familia como
estructura elemental natural y espontánea del orden social.
Desde una perspectiva más general Cicchelli y Cicchelli, (1998) señalan
a Tocqueville (1840) para quien la organización familiar depende según él de la
organización de la sociedad, su forma y su funcionamiento interno varían más
precisamente en función del estado social circundante. En consecuencia, invita
al investigador social que desee comparar tipos familiares a cotejar tipos
sociales, operación que pone de relieve el carácter social e histórico de la
institución familiar. El estado social, está emparentado con un principio
explicativo: se lo considera como la causa primera de la mayoría de las leyes,
costumbres e ideas que regulan la conducta de las naciones; lo que no
produce, lo modifica
Otro teórico de las ciencias sociales que se dedica a analizar la familia
para estudiar la sociedad es Emile Durkheim (1858-1917), la cual en su opinión
constituye la especie social más antigua y más simple. En ese sentido, la
familia forma un tipo natural, objetivo. Es posible advertir en toda su obra esta
insistencia en definir lo social desde la perspectiva de su carácter espontáneo,
su propia realidad; la organización familiar no puede reducirse a la puesta en
práctica de las ideas que el hombre se hace de ella sin caer en preconceptos.
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Propone examinar los tipos familiares “con la curiosidad natural que el
naturalista o el físico pone a sus investigaciones”, respetando la naturaleza de
las cosas. Para alcanzar la estructura de un tipo familiar real y desechar los
prejuicios, se impone la identificación de prácticas colectivas, regulares y
constantes.
Esos elementos, calificados de costumbre, serán reconocibles gracias a
su exterioridad y la coacción que ejercen sobre los individuos. A través del
ejemplo de familia, define el objeto de estudio que asignara a la joven
disciplina “el hecho social” (Durkheim, 1993).
Desde su postura, la familia no puede ser aislada de su medio
ambiente, del medio social que le da cabida. Se interesa prioritariamente en la
familia contemporánea de su época, inscrita en la sociedad liberal, industrial y
democrática europea. Ahora bien, al definir las relaciones principales que
establece, se detiene en las que asocian al Estado, expresión clara de la
conexión entre la esfera doméstica y la esfera social, cuando afirma que el
Estado “se mezcla en la vida doméstica e incluso se vuelve día a día un factor
más importante”. Hace hincapié en las fuerzas de estructuración externas que
pesan sobre las familias; en otras palabras, en su definición. Las premisas de
Durkheim aparecen hoy superadas, en la medida en que están impregnadas
del evolucionismo característico de finales del siglo XIX. Asume la familia
contemporánea como el resultado de formas antiguas de diferentes grupos
familiares, es como el desenlace limitado.
En su obra "La familia conyugal" la tesis es simplificadora. Estima que
ha habido una contracción de la familia que históricamente ha pasado de un
clan exógamo amorfo al clan de la familia diferenciada. La contracción de la
familia es correlativa a la extensión del medio social, de la aldea a la ciudad y
de ésta al Estado. Muchos autores coinciden en señalar que la familia es el
resultado de diferentes determinantes sociales, dentro de esta concepción
epistémica objetivista se destacan algunos sociólogos del siglo XIX. Pero, este
evolucionismo no afecta los valores, la familia de hoy no es ni más ni menos
perfecta que la de antaño: es distinta porque las circunstancias son distintas.
36
Desde la perspectiva Weberiana, la familia esta basada en la relación
sexual socialmente estable, lo cual facilita la aceptación de los miembros en la
comunidad económica, política y social; y garantiza una posición en la
estratificación social. Dada la importancia de la familia, la sociedad debe
asegurar que ésta cumpla sus responsabilidades y que lo haga de manera tal
que contribuya a preservar el ordenamiento socialmente aceptado,
normalizando y regulando las actividades sexuales, con implicaciones
diferentes para los individuos según su sexo. Plantea que la familia se organiza
con base a una estructura de parentesco y una estructura de hogar, el cual
corresponde a un grupo que tiene residencia y consumo común de los medios
diarios de subsistencia, pero no coincide siempre con relaciones de
parentesco.
Califica explícitamente el hogar como una institución patriarcal, que
siendo el resultado del rompimiento de la familia extensa, retuvo en su esencia
la organización del parentesco según la cual, la autoridad coincide con el status
marital del jefe del hogar. El hogar se organiza con base en el despotismo del
jefe masculino, en cuya casa habitan todos los miembros y quien determina los
patrones de herencia del patrimonio familiar (Collins, 1986).
El matrimonio se constituye en el fundamento de la familia legal que
institucionaliza una apropiación sexual regulada dentro del orden social
imperante con repercusiones sociales que son especialmente claves. Los
derechos sobre el acceso sexual instaurados por el matrimonio se han
transformado en una apropiación sexual. Considerando que la autoridad del
hogar coincide con el status marital del hombre como jefe del hogar patriarcal,
el hombre se apropia entonces de la sexualidad femenina y por extensión de
los bienes económicos y de los servicios resultantes de las actividades del
hogar, lo que en conjunto configuran la propiedad familiar. El patriarcado se
instaura así claramente para Weber, como el dominio del padre con patrones
de herencia delimitados para los miembros de la familia legal, privilegiando los
descendientes masculinos y excluyendo los femeninos.
37
La teoría Weberiana de la familia incluye dos aspectos que son
esencialmente importantes para la discusión sobre las diferentes formas de
familia. En primer lugar señala que el patrón histórico que ha tenido la familia
no corresponde con una evolución lineal a través de una serie de etapas. En un
mismo período y espacio pueden subsistir organizaciones familiares
contrastantes entre un mismo sistema de relaciones de parentesco bilaterales,
matrimonios monogámicos basados en el amor y una relativa autonomía de la
mujer y un sistema familiar estrictamente patriarcal como el de las sociedades
agrícolas. La linealidad tampoco es fácilmente demostrable porque la familia se
ha desarrollado dependiendo del contexto cultural más amplio, de las
profundas diferencias regionales e incluso de la estratificación social de la
misma. (Bonilla, 1993).
En segundo lugar Weber (1864-1920) señala algunos argumentos
centrales para abordar el análisis de la posición social de la mujer de diferentes
tipos. Según Collins (1986), la posición social de la mujer se elevo durante las
sociedades agrarias, pasando de ser un animal de trabajo y un tipo de
prostituta doméstica, a un ser con status alto, incluso con algunos derechos
económicos independientes. Sin embargo es importante destacar, que estos
fenómenos no se movieron en la misma dirección al mismo tiempo (fueron
diferentes en Roma e Inglaterra). De hecho el desarrollo de la familia occidental
se presenta en períodos intermedios de ganancias y retrocesos en la posición
social de la mujer. (Bonilla, 1993).
En este mismo orden de ideas, Bachofen (1815-1877) investiga y
escribe la primera obra de carácter científico sobre el origen y el desarrollo de
la familia como institución. En su libro “El derecho materno” (1861), aspira
demostrar que la familia monogámica, nuclear y patriarcal consagrada por el
cristianismo e impuesta por el código napoleónico, no es un hecho natural ni
universal, ni tampoco la única forma de institución familiar. Su intención era
demostrar que ese tipo de familia era un producto histórico. Su trabajo está
basado en una recopilación de datos de la cultura grecorromana y de la lectura
muy amplia que realizó sobre textos etnográficos de varias partes del mundo.
38
Suponía que los seres humanos vivieron inicialmente una etapa de
promiscuidad sexual, era una etapa de hetairismo, de comercio sexual sin
trabas, es decir, cada mujer pertenecía a todos los hombres y a la inversa. De
manera que el parentesco sólo podía ser comprobado por línea materna, lo que
genero el predominio del matriarcado o ginecocracia.
Esboza que el matriarcado surge como una rebelión de las mujeres
frente a esa situación de degradación que soportaban en la organización
promiscua. Estos movimientos de liberación femenina se plasmaron en lo que
se ha denominado el período de afirmación amazónica en el cual prevalecieron
los derechos de las mujeres. Esta afirmación señalada por el autor aparece
reflejada en los templos donde se enfatizan las deidades femeninas sobre las
masculinas y también todo el simbolismo de izquierda que es el principio pasivo
de la mujer, sobresale sobre el derecho que es el principio activo del hombre.
(Timo, 2001).
El próximo momento en la línea evolutiva, aparece como un período
donde los hombres adquieren el poder, el manejo de las instituciones,
desplazando a la hegemonía femenina y estableciendo un dominio de carácter
patriarcal.Como consecuencia, el paso a las formas monogámicas, en la que la
mujer pertenece a un sólo hombre, encerraba la transgresión de una
antiquísima ley religiosa, es decir, del derecho antiguo que los demás hombres
tenían sobre aquella mujer, transgresión que debía ser penada o cuya
tolerancia se subsanaba con la posesión de la mujer por otros durante
determinados períodos.
En síntesis, para Bachofen la dinámica evolutiva que determino los
cambios históricos en la situación social del hombre y la mujer son las
concepciones religiosas, la cual introduce nuevas deidades, según Engels en
su obra “El origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado”. (1884), esta
postura lleva al más puro misticismo, desplazando de la escena histórica las
condiciones reales de existencias.
39
Posteriormente Morgan (1878-1970), en su obra “La Sociedad Primitiva”
establece una serie de etapas que sirvieron de base a Engels, quien asocia
cada forma de matrimonio con el modo de producción prevaleciente y señala el
siguiente esquema evolucionista:
1.-Un estadio de promiscuidad sexual sin trabas caracterizado por la
ausencia total de regulaciones conyugales.
2.-La familia consanguínea, es la primera etapa de la familia donde se
da todavía la promiscuidad sexual entre hermanos y hermanas, pero padres e
hijos quedan excluidos del comercio sexual reciproco. Se da la primera
manifestación del tabú del incesto, que en este caso se refiere exclusivamente
a padres e hijos, y supone el inicio de una vida social totalmente humana.
3.-La familia punalúa, en ella la prohibición del comercio sexual
recíproco se extiende a los hermanos y hermanas. Se amplia la extensión del
tabú del incesto y está caracterizada por los matrimonios en grupos.
4.-La familia sindiásmica, en la que el hombre vive con una sola mujer,
aunque la poligamia y la infidelidad ocasionales sean un derecho para el
hombre. Esta forma de matrimonio la hallamos en el origen del matrimonio
monogámico del mundo moderno. El vínculo conyugal se disuelve con suma
facilidad, quedando la madre con los hijos.
5.-La familia monogámica, nace de la familia sindiásmica. Se funda en el
poder del hombre, un poder de origen económico subyacente en el control
masculino de la propiedad privada, y el objetivo es procrear hijos de una
paternidad cierta con fines hereditarios (Gracia y Musitu, 2002).
En este sentido, para Engels, todos los cambios dados en las familias
tienen su origen en la esfera de condiciones reales de existencia, que están
vinculadas a la producción de la vida material, la subsistencia y a la forma de
establecer el sistema de producción conjuntamente con la relación entre los
hombres de tal sociedad.
40
Estas dimensiones son las que se encuentran en el modo de producción
que es lo que pude transformarse dando lugar a cambios en las relaciones
sociales. Concretamente la visión de Engels es que si el hombre tuvo que
renunciar al matrimonio o la poligamia debe haber sido por alguna razón de
fuerza mayor, éstas serían las nuevas formas de vida social emparentadas con
la domesticación de animales, nuevas fuentes de riquezas, el paso de la
propiedad colectiva a la propiedad privada.
La transmisión de la propiedad privada a unos herederos exclusivos
funda el matrimonio conyugal. Esta prioridad explica que la monogamia no
haya exigido la exclusividad de las relaciones sexuales a los dos cónyuges.
En el siglo XIX la fidelidad sólo se requiere a la mujer, a fin de controlar la
legitimidad de los herederos. La tolerancia al adulterio masculino es casi total,
exceptuado casos de concubinato notorio, el cual es desaprobado, sin
embargo la infidelidad femenina es objeto de una censura absoluta. La mujer
burguesa está controlada y, virgen antes de su boda, dado que debe ser una
esposa virtuosa (Hobsbawm, 1975).
La concentración de las riquezas y los poderes en manos del esposo es
el origen de una contradicción de las relaciones conyugales en la familia
monogámica que hace del adulterio la consecuencia necesaria de un
matrimonio de conveniencia.
En este sentido, cabria preguntarse ¿Qué implicaría la desaparición del
modo de producción capitalista?, ¿Desaparecerá la monogamia con su
fundamento económico? No, para Engels, la transformación de los medios de
producción en propiedad social, no originaría la desaparición de la familia
monogámica, sino su verdadera realización. El matrimonio monogámico se
cumple en una forma racional allí donde está resuelto el conflicto entre el
sentimiento amoroso y el interés comercial. En ese nuevo régimen de
producción el amor sexual individual se convierte en el fundamento de la
familia y del matrimonio. La simpatía reciproca cimienta la pareja cuando
quedan abolidas las condiciones que frenan la contractualización de las
41
relaciones amorosas. Los individuos se elegirán unos a otros
independientemente de los intereses económicos de sus respectivas familias.
El impacto de la lógica del contrato sobre el matrimonio tendrá por
efecto la supresión de la infidelidad masculina y lo hará depender más de los
sentimientos de los individuos que de las coacciones institucionales. El
matrimonio ya no será entonces indisoluble, porque estará enteramente
sometido al régimen de las pasiones individuales. En síntesis, para que el
matrimonio se convierta realmente en monógamo, es preciso por lo tanto que
deje de ser burgués (Cicchelli y Cicchelli, 1999).
Sin embargo, unas de las críticas más serias que se han hecho a las
teorías de Bachofen, Morgan y Engels es haber explicado la existencia de la
familia de modo unilateral, asumiendo cada uno de ellos que todas las
sociedades siguen el mismo orden religioso, antropológico o socio-económico
que ellos proponen respectivamente llegando a señalar a la familia
monogámica como una etapa culminante del desarrollo, ante las que quedan
rezagadas otras formas de estructura familiar, en vez de ser examinadas como
modelos alternativos de organización social.
En relación a la universalidad de la familia, Kathleen Gough (1987) en
su trabajo “El origen de la familia”, revisa la estructura familiar de algunas
tribus que viven actualmente de la recolección y la caza, con un nivel de
desarrollo tecnológico muy bajo de manera que es posible señalar, según el
esquema evolucionista unilineal que tienen algún tipo de matrimonio por grupo.
Sin embargo, todos los pueblos cazadores y recolectores que estudió viven en
familias conyugales y el apareamiento es individualizado, es decir que la
monogamia es universal.
Por otra parte, Levi-Strauss en el texto “La Familia” (1956-1974),
concluye que los tipos de organización de la familia conyugal que parecen más
lejanos no son los que aparecen en las sociedades que podrían considerarse
como más arcaicas, sino en formas de desarrollo social relativamente recientes
y extremadamente elaboradas, como, por ejemplo, los Nayar de la Costa
42
Malabar de la India, entre los cuales la familia conyugal no tiene prácticamente
existencia, o los Todas, también de la India, entre los cuales ha surgido, más o
menos recientemente, una forma de matrimonio en grupos.
Posteriormente Murdock (1968), a partir de un estudio realizado en
doscientas cincuenta sociedades, concluye que la familia nuclear es una
agrupación humana universal. Las familias serían por lo tanto una institución
presente en todas las sociedades humanas. A pesar de la existencia de formas
de vínculos poligámicos, este autor considera que cada familia se puede
reducir a una forma nuclear, principalmente, porque son funcionales para la
supervivencia de la sociedad. Además plantea, que las relaciones sexuales, la
reproducción y el apoyo al niño se ejecutan mejor si se fusionan en una
institución única.
También se tiene la idea de que la forma nuclear se convirtió en tal
porque correlacionaba con las necesidades funcionales de una economía
industrial. Esta postura se expresa con bastante claridad en los trabajos de
Parsons (1902-1979), su tesis de la contracción progresiva del tamaño de la
familia occidental, quien la señala como un producto especifico de la
modernidad. Al igual que Engels, Marx, Tocqueville, Comte y Durkheim, que
conciben la organización doméstica como una variable dependiente de la
estructura social, sostiene que la revolución industrial transformó la institución
familiar. Según Parsons cuando se reduce la familia a un pequeño grupo con
un único proveedor material, que es también cabeza de familia, se evitan los
conflictos entre los miembros familiares que trabajan en diferentes
ocupaciones. De esta manera, el modelo nuclear evita que los elementos
competitivos del trabajo asalariado industrial quebranten la solidaridad familiar.
Este modo, funda un ajuste funcional entre la forma nuclear y las necesidades
de industrialización. Estas pequeñas unidades son económicamente móviles y,
de esta manera, responden mejor a las demandas cambiantes de una
economía industrial.
Cree advertir una reducción de sus miembros y una transferencia de sus
funciones en beneficio de otras instituciones. Está en marcha un proceso de
43
diferenciación social de multiplicación de los agentes que cumplen una misma
función: organismo tales como el Estado, la escuela, la empresa y los mass
media entran en competencia con la familia, tanto en materia educativa como
en la esfera productiva. (Cicchelli y Cicchelli, 1999).
Este primer fenómeno está relacionado con otro, el de la disminución de
la cantidad de parientes. El sistema de parentesco norteamericano se organiza
esencialmente en torno de su dimensión conyugal. Esta última característica
hace de ese vínculo la clave del sistema estadounidense: “éste está
exclusivamente compuesto por familias conyugales que encajan unas en otras”
(Parsons, 1949).
Insiste en el hecho que la pareja se encuentra en una “relación
disimétrica con respecto a la estructura profesional” y la función de proveedor
de ingresos corresponde al hombre. La familia norteamericana contemporánea
puede cumplir funciones inéditas que armonizan con las de la sociedad
moderna, que la ha producido. Conceptualmente, la sociología parsonianna de
la familia se basa en la puesta en valor de dos funciones centrales. Por un lado,
el autor hace énfasis en le proceso de socialización primaria, la interiorización
por parte del niño de los valores de la sociedad donde nace. Por medio del
amor de sus padres, el niño progresa en la escuela y se integra en el grupo de
sus pares de edades. Aprende a desarrollar así las motivaciones necesarias
para su éxito profesional, condición indispensable de su integración en una
sociedad fundada en la realización. (Bawin-Legros, 1996).
Por otro lado, sostiene que la vida de pareja y la de la familia pueden
asegurarlas condiciones del mantenimiento de la estabilidad de las
personalidades adultas. Dicha función supone que los miembros de la pareja
se elijan de acuerdo con sus inclinaciones, ya que se rechaza el matrimonio
arreglado y el control de los padres: las tendencias afectivas deben liberarse de
la serie de restricciones que históricamente limitaron su expansión. En la
civilización norteamericana, el amor por el otro es la expresión de una elección
estrictamente personal.
44
La toma en consideración de estas dos funciones la hace decir que ese
tipo de familia no sólo está adaptado a la movilidad residencial y profesional de
las clases medias urbanas, sino que contribuye además a producir un individuo
capaz de ejercer el autocontrol y la acción en una sociedad liberal y
democrática. Y el análisis de esas mismas funciones le permite también
develar las tensiones internas, con lo que evita dar a su cuadro un cariz
demasiado pacífico.
En efecto, si el niño es objeto de mayor afecto y de cuidados más
importantes, también está sometido desde su más tierna infancia a una
coacción: las relaciones que mantengan con el grupo de sus pares serán
relativamente independientes del status de su familia. De manera, que tendrá
que encontrar un lugar por sus propios medios. Así, por ejemplo, entre la
primera socialización y la entrada en la vida de pareja, la adolescencia y la
juventud no constituyen únicamente períodos de aprendizaje de la vida adulta,
sino también épocas de fuertes tensiones entre la dependencia afectiva
parental y la orientación hacia la obtención del status personal; son esas
tensiones las que permiten según Parsons explicar ciertas conductas juveniles
como la irresponsabilidad, el gusto por el placer o la intensa búsqueda del amor
romántico.
El contraste entre la importancia de los padres para la construcción de la
personalidad del joven, por un lado, y la inadecuación objetiva de la situación
de aquéllos cuando se trata de sostenerlo en el exterior, por el otro, es
sorprendente “la importancia de los vínculos familiares se fortalece, pero la
necesidad de liberarnos de ellos se destaca vigorosamente” Se enuncia así
una paradoja de la familia conyugal contemporánea.
La familia nuclear era una respuesta adaptativa a las economías
industriales y que esto era lo común en todas las sociedades modernas. De allí
que Talcott Parsons, define la sociedad como una inmensa red de “status” y
“roles” con pequeñas innovaciones dentro de la familia, la empresa, la escuela,
los grupos orgánicos, los partidos políticos y el Estado que interaccionan
45
equilibradamente en una línea ascendente de progresismo dinámico” (Calello y
Neuhaus, 1993:59).
Los análisis estructural-funcionalistas consideran la familia como un
sistema de posiciones sociales y de roles relacionados por procesos
funcionales con las demás instituciones sociales. La familia aparece como una
construcción ideológica, una abstracción deificada, que supone una ausencia
total de variedad de modelos de familia.
En los años de la posguerra, la reorientación de las investigaciones dio
lugar a una serie de trabajos según tres direcciones:
1) Una orientación estructural que se interesa por las relaciones entre
familia y sociedad.
2) Una orientación comportamental centrada en las interacciones en el
seno de la familia.
3) Un examen de la acción familiar en situaciones determinadas.
Los conceptos de instrumentalidad y de expresividad desarrollados por
Parsons y Bales marcan estas posturas. Goode exploró un conjunto de
conceptos con la ayuda de materiales históricos y antropológicos y contribuyó a
orientar la sociología americana hacia el redescubrimiento de una dimensión
dinámica: la de las generaciones, la de la edad, que relaciona en una
perspectiva diacrónica los cambios individuales y sociales.
Posteriormente, se señalan que la familia es un acuerdo social y no una
forma universal y determinada biológicamente. En todo caso, con la familia
monogámica (padre, madre e hijos), se erige un modelo familiar ideal impuesto
por la ideología de la modernidad, se asume entonces la familia en un sentido
homogéneo y universal sin reconocer la heterogeneidad nacida de las
diferencias culturales de cada sociedad. Cabe considerar por otra parte, que
cada vez tiene mayor protagonismo en las sociedades industriales
occidentales los emparejamientos de convivencias los cuales están
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sustituyendo a la monogamia y, también, las familias monoparentales en las
que un vínculo conyugal o bien se ha roto, o bien nunca se ha iniciado. Sin
duda, fenómenos como la movilidad social, la participación de la mujer en el
mercado laboral, las tradiciones culturales de cada pueblo, la
institucionalización del divorcio, las sucesivas uniones con nuevos lazos
afectivos, han desencadenado crítica al modelo ideal de familia.
El incremento de las madres divorciadas que viven solas constituyen
parte de este surgimiento, pero también se constatan aumentos significativos
en estos últimos años en la proporción de familias encabezadas por madres
que nunca han contraído matrimonio.
En relación a esta postura, Del Campo (1992), afirma; que es erróneo
creer que existe un modelo único de familia, que se transforma a consecuencia
de la actuación de factores exógenos tan notorios como la actividad profesional
de las mujeres, la secularización, o la introducción y liberalización del divorcio.
No es así, sino que en un nuestras sociedades se dan siempre, con grado de
vigencia diferentes, diversos modelos matrimoniales, cada uno de los cuales
posee su propia lógica interna. La comprensión de ellos y de sus respectivas
lógicas nos permite apreciar la coherencia y el sentido de comportamiento y de
actitudes que, a menudo, se descalifican o ensalzan exageradamente, con
criterios ideológicos más que científicos.
En síntesis, la posición hegemónica del funcionalismo contribuyo a ser
de la familia un objeto de estudio en singular, posteriormente la familia se
conjuga en plural y es allí donde enfoca la atención esta investigación., en
reconocer, entender y develar las lógicas de funcionamiento al interior de las
familias seleccionadas, desde una visión pluralista e interdisciplinaria
Finalmente, la diversidad de la vida familiar ha sido y es hoy en día,
considerable, de manera que se han dado modificaciones sustanciales en los
diferentes papeles desempeñados por los actores sociales, expresando el
carácter diverso, heterogéneo y complejo rompiendo con el modelo de una
familia contemporánea prototípica. En la actualidad, el fenómeno denominado
47
familia ya no puede ser asumido en singular sino en plural cosa que ha sido
evidenciada en la multiplicidad de las nociones encontradas en la literatura
examinada posteriormente.
Tipos de familias
Existen múltiples estudios sobre familia y con frecuencia cada autor,
presenta su definición, estando detrás de cada construcción conceptual las
percepciones de quien la proponen, esto nos sitúa ante diversas posturas
filosóficas, éticas, psicológicas y antropológicas, entre otras. Sin embargo, en
esta investigación se pretende desarrollar la construcción conceptual fuera de
lo doctrinario y lo dogmático, entendiendo que lo familiar no es monopolio de
nadie, sino que es social y vivencialmente primordial para cada sociedad, de
manera que la deliberación se ordena desde una perspectiva de totalidad con
base en el contenido teórico de cada uno de los autores seleccionados, con la
finalidad de develar lo psíquico y lo cultural, lo dinámico y lo estructural de las
familias.
En efecto, la sociedad esta conformada por familias, de manera que
algunas de las singularidades sociales pueden ser descritas delineando las
relaciones familiares. De hecho, la familia enlaza a los miembros que la
conforman con el todo social formándose una gran red, siendo ésta una de las
preocupación fundamental de los sociólogos, quienes tratan de comprender
como se articula en esta inmensa red lo biológico y lo social, es decir como
construyen las identidades, tal como lo señalaba Goode (1966), la familia es la
única institución encargada de transformar un organismo biológico en un ser
humano de carácter social.
Hablar de familia es hablar de diversidad, de diferencia, de un
conglomerado de seres humanos que tienen encuentros y desencuentros en
sus prácticas cotidiana; espacios sociales en los cuales se entretejen tramas de
relaciones configuradas desde los mundos de vida de los actores sociales
implicados en la relación.
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Dentro de este orden de ideas, Rapoport y Rapoport (1982) identifica
cinco fuentes de diversidad familiar:
A.-Organización interna: siendo la diversidad el resultado de diversos
patrones del trabajo domestico o del trabajo fuera del hogar y, por tanto, de la
naturaleza y extensión del trabajo no remunerado del hogar.
B.-Cultura: la existencia de variaciones en la conducta, creencias,
prácticas producto de afiliaciones culturales, étnicas, políticas o religiosas
diversas.
C.-Clase social: diferencias en la disponibilidad de recursos materiales y
sociales.
D.-Periodo histórico: resultado de las experiencias particulares que
tienen las personas nacidas en un periodo histórico determinado.
E.-Ciclo vital: los cambios familiares que tienen lugar a lo largo del ciclo
vital (llegada de los hijos, adolescencia, entre otros).
En los últimos años, los desarrollos teóricos más importantes referidos al
tema le han dado continuidad a la discusión de la heterogeneidad,
destacándose como postura más vigorosa, aquella dirigida principalmente a
cuestionar ese modelo único y universal de familia, en oposición a la diversidad
de modelos emergentes en la vivencia de las relaciones familiares.
Al respecto señala Carballeda, “La familia es una realidad no
homogénea en relación a la comprensión y explicación del mundo, intereses,
proyectos, etc., de cada uno de sus integrantes” (2001:67).
Existe una gran variedad de formas de ser familia producto de un
conjunto de fenómenos tales como: diversas condiciones de organización
familiar de acuerdo con características culturales y ancestrales específicas, los
cambios en la formación y disolución de las uniones, la reducción del tamaño
de las familias, aumento de familias monoparentales (materno o paterno filial),
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aumento de los divorcios y al mismo tiempo aumento de las familias
reconstituidas o de segundas nupcias, existencia de la matrifocalidad,
matrilinealidad y de la matricentralidad y ausencia de procreación entre otros
(Timó, 2001; Carballeda, 2001; Moreno, 1995).
El reconocimiento de la coexistencia de diversas formas de organización
familiar (incluida la propia familia nuclear), distintas al modelo moderno de
familia, plantea como aspecto importante, considerar el mundo material y
subjetivo de las familias, constituido por su realidad en movimiento, sus
pensamientos y representaciones, que se hacen presentes a través de ideas
que constituyen significados contraponiéndolos a los constructos sociales
simbólicos que connotan a las familias desde sus semejanzas (De Jong, 1998),
lo que invita a repensar los modos de comprender la configuración familiar
porque es difícil encontrar un concepto de familia que los generalice a todos.
Quijada (1994), enfatiza por un lado una conceptualización de familia
limitada a la unión de padre, madre e hijos y por el otro, plantea la definición
en base a la consaguinidad proveniente de un tronco común, pero más amplio
en virtud de que lo conforman también los abuelos, tíos, sobrinos y otros
parientes. Esta misma postura es asumida por Ribeiro (2000), cuando enuncia
que es grupo primario formado por hijos, padres y otros parientes unidos por
lazos que cumplen diversas funciones en beneficio mutuo y de la sociedad.
Para Quiroz (2000), familia es un término con múltiples sentidos que
acepta definiciones técnicas dedicadas a lograr una medición exacta del
fenómeno y definiciones de ‘sentido común’ ajustadas a normas culturales.
Asumiendo un punto de vista técnico, cada disciplina tiene una definición
según el objeto específico que le ha correspondido afrontar, así Eroles (1998)
señala la existencia de diversas acepciones cuando de definir familia se trata,
según este autor para la psicología, es relevante su capacidad de desarrollo y
experiencia; para la antropología, su condición de ser representativa de la
sociedad a la que pertenece; para el derecho, resalta la vinculación jurídica.
50
Desde una perspectiva evolutiva, para Satir (1982), la familia es el único
grupo social que en un corto tiempo pasa por múltiples cambios, tales como: la
concepción, el embarazo, el nacimiento, la aparición del lenguaje en los hijos,
la escuela, la aparición de los maestros, la adolescencia, la independencia
fuera del hogar, la menopausia y la andropausia, el climaterio, el rol de
abuelos y finalmente la muerte de alguno de sus miembros. Plantea la
existencia de familias conflictivas y familias nutritivas, donde cada una de ellas
tiene su propia problemática vital y típica. En toda esa problemática operan
básicamente las mismas fuerzas que son la autoestima, la comunicación, las
normas y por último el enlace con la sociedad.
Una postura evolutiva- educativa supone que las familias son un
proyecto vital de existencia común, un proyecto educativo con la existencia de
un contexto social que permita el desarrollo de la convivencia entre hijos y
padres, un escenario de encuentro de intergeneracional y una red de apoyo
para las transiciones de las crisis familiares. (Lujan, 2003). Las familias
apuntan a un proyecto relacional que no hace referencia necesariamente a la
consaguinidad, sino más bien a un contexto de aprendizaje que conecta a sus
miembros con los valores socialmente aceptados, a través de un proceso de
enculturación el cual consiste en la transmisión de representaciones y valores
colectivos, indispensables para el desarrollo y la adaptación del ser en
sociedad.
Haciendo una breve revisión a las conceptualizaciones desde una
mirada amplia para Vidal (2003), la familia es el lugar donde se construye la
cultura, se genera y transmite la forma básica de valor moral, las diferentes
maneras de vincualción social, que sostiene lo comunitario y lo imaginario, es
decir el sistema de representación de la cultura, que sabemos esta compuesta
de creencias, valores y sentimientos.
Como lugar cultural la familia es la agrupación humana primordial por
antonomasia y la más elemental de todas. Es la piedra angular de la estructura
social y cultural; el lugar donde se construye la cultura: se afianzan las
creencias y los valores cognitiva, normativa y emocionalmente en un solo
51
proceso que une las tres legitimaciones y las enraíza en la propia definición de
la identidad del sujeto en formación, en tanto institución central en los procesos
de integración social, la familia efectúa no sólo la socialización primaria de los
hijos sino que también establece marcos en los que se conforman los sistemas
de interacción y de construcción de identidades de los adultos. (Vidal, 2003)
Se asume el término cultura como el proceso de producción y prácticas
de sentido en el cual participan todas las sociedades humanas, el cual se
evidencia por medio de las representaciones y prácticas objetivables tanto en la
rutina cotidiana como en las situaciones percibidas o sentidas extraordinarias.
En concordancia, con García (2004), la cultura tiene múltiples
dimensiones:
A.-La cognitiva constituida por códigos simbólicos compartidos
(representaciones colectivas, sistemas de lenguaje y de significados,
conceptos, valores, etc), desarrollados en relación con paradigmas y estilos
cognitivos.
B.-Las referidas a las instituciones, a las prácticas, a los ritos, a las
normas de conductas o patrones de comportamientos (individuales o
colectivos).
C.-La dimensión afectivo-emotiva (referida a los afectos, sentimientos,
emociones, tanto individuales como colectivos).
D.-Las referidas a las relaciones interpersonales y a los intercambios
(desde los de pareja, los simbólicos y los de mercancía).
E.-Las referidas a las diversas técnicas (aquí nuevamente se incluyen
las prácticas, desde las corporales hasta las de la sofisticada tecnología).
F-Las referidas a la distribución y ordenación del poder y a las acciones
que lo definen.
52
La cultura es uno de los factores que permiten la diferenciación y la
particularidad de las identidades, tanto en el proceso de su conformación como
en el de su continuidad histórica. Esto es valido para la conformación de
cualquier identidad.
Dentro de esta gran red cultural, el individuo asume posicionamiento en
sectores diferenciados de dicha trama, entre ellos, la familia donde se genera y
trasmite las maneras de vinculación social, que es lo que sostiene los
imaginarios colectivos. Concebimos de este modo un “ser relacional”, esto es,
constituido en vínculos y permanentemente definido a lo largo de su vida a
partir de una serie de entramados.
Para Loyácano (2002), la familia es una institución social afectada por
los cambios que continuamente suceden en sociedad, razón por la cual
realizan nuevas prácticas familiares que las hacen diferentes (tradicionales,
transicionales y posmodernas), con características propias a cada una de ellas,
asume diferentes estructuras y formas de funcionamientos, sin embargo esto
no significan que sean disfuncionales.
En la misma perspectiva, Gil Calvo (2001), señala que la familia ha
pasado por las siguientes etapas:
-Premoderna: en esta etapa la estructura biográfica familiar era
intergeneracional. Dado que la estructura económica se funda en la institución
de la propiedad familiar, las vidas individuales dependen para su desarrollo de
su inclusión en las redes de parentesco que, articuladas por la herencia como
institución sucesoria dominante, controlan y estructuran el tejido social. En este
sentido, las vidas individuales eran sucesoras a la vez que antecesoras, y por
eso la estructura de su recorrido biográfico aparece determinada por la
necesidad de reproducir los patrimonios familiares: es decir de heredar y de
transmitir herencia, decisiones que se sincronizaban y coordinaban
intergeneracionalmente y las decisiones colectivas familiares eran tomadas por
las redes de parentesco. El ejemplo más conocido es el del matrimonio no por
amor sino por interés familiar.
53
-Moderna: en la que los individuos a pesar de seguir fundado la familia,
no dependen económica e ideológicamente de la sucesión intergeneracional,
sino sólo de sí mismos. El ser humano ha enfocado su atención al trabajo y al
amor, los cuales son el centro de acción del sujeto moderno.
-Posmoderna: en la cual el individuo se adapta al cambio constante.
Siendo su estructura el pluralismo personal, entendiendo por éste el hecho que
las elecciones personales tomadas en la juventud no son para toda la vida,
tales como la nupcialidad, el divorcio, el trabajo, es decir que éstas varían en el
pasar de los años.
En consecuencia hablar de familia es hablar de diversidad, en este
sentido según Quiroz (2000), es posible clasificar la diversidad familiar a través
de la construcción de la siguiente tipología:
1.-Hogar unipersonal, estructura unipersonal y ciclo individual: persona
que vive sola. El hábitat está constituido por una sola persona, generalmente
un adulto. Corresponde a persona solas que no comparten la vivienda. Surge
por opción o necesidad, independientemente de su situación afectiva, lo que no
excluye el desarrollo de relaciones eróticos-afectivas o de parejas filiales. Es
frecuente en las persona solteras, viudos o ancianos y, crece en grupos
poblacionales que han vivenciado procesos de conyugalidad y parentalidad,
prevaleciendo en los estratos altos de la sociedad.
2.-Familia uniparental/monoparental: corresponde a la unidad familiar
que desde su constitución tiene una estructura monoparental centrada en la
figura materna o paterna; o que debido a la desintegración de la díada parental-
conyugal, falta el padre o la madre, sea por fallecimiento, separación o
ausencia temporal o definitiva, y en el cual junto a los habidos se constituye
una familia incompleta.
3.-Uniones consensuales: son aquellas unidades familiares en las cuales
hay comunidad de hechos y techos, asidua y duradera y, en donde la vida en
parejas se desarrolla ostensiblemente a los ojos de los demás, como si se
54
tratara de un verdadero matrimonio.
4.-Familias reestructuradas, recompuestas, reconstituida, simultánea o
recompuesta: es la unidad familiar que se constituye después de una
desintegración, reestructurando la díada conyugal-parental, a través del
matrimonio o de la unión consensual. Es decir, está integrado por una pareja
donde uno de ellos o ambos, vienen de tener otras parejas y de haber disuelto
su vínculo marital. En la nueva familia es frecuente que los hijos sean de
diferentes padres o madres; siendo mayor el numero de hijos que en la forma
nuclear o monoparental. Por lo general, la segunda unión y las siguientes son
de hecho, contribuyendo esto, al fenómeno de la nupcialidad reincidente o
repitencia conyugal. Otras denominaciones son la de la familia padrastral y
familia madrastral, dependiendo de si es el hombre o la mujer quien entra a
cumplir funciones parentales con los hijos de la nueva pareja. Por lo tanto, las
familias reestructuradas pueden dar lugar a un nuevo matrimonio, a una
convivencia a una familia agregada.
5.-Familia agregada: es aquella unidad familiar formada por dos
personas divorciadas, con hijos, que se casan entre sí, aportando los hijos de
sus relaciones anteriores. En su dinámica se descubren “los hijos tuyos”; “los
míos”; además, “los tuyos del primer matrimonio”; más “los del segundo”; “los
míos del primero”; “los del segundo”; “los míos del primero”; “los del segundo” y
“los nuevos actuales”.
6.-Familia adoptiva: es aquella que nace de acto jurídico o resolución
judicial y que crea entre dos personas, que no son necesariamente parientes
consanguíneos, relaciones ficticias y civiles de parentesco y filiación.
7.-Hogar o unidad domestica u hogar colectivo: es una estrategia de
sobrevivencia donde las personas están unidas voluntariamente para aumentar
el número de perceptores económicos lograr economías de escala. No hay
claridad en el tipo de relaciones que media entre sus miembros, y en cada caso
se establece por concertación. Pueden o no incluir vínculos sentimentales, de
55
autoridad, de solidaridad, de poder, o sólo presentarse uno de ellos; lo
imprescindible es la relación económica de sus componentes.
Algunas formas de hogar más reconocidas son: cuarteles, conventos,
campamentos, asilos, hospitales, hogares estudiantiles, cohabitación juvenil,
etc. Como experiencias atípicas de convivencia, se registran también los
hogares de niños de la calle, orfelinatos, hogar sustitutos, entre otros.
Desde la perspectiva histórica asumida se reconoce la existencia de una
amplia diversidad de formas de ser familia, expresadas en el mundo de la vida
cotidiana. Constituye un espacio complejo y contradictorio atravesado por
modelos hegemónicos establecidos en el discurso de la modernidad, pero
donde confluyen también, lo deseado por la familia y lo dado en la interrelación
texto-contexto (De Jong, 2001).
La presente investigación, exige comprenderla como una organización
en su devenir particular y contextualizado donde se relacionan, tanto su mundo
material, como su mundo subjetivo en un movimiento tanto externo como
interno.
Por consiguiente, el concepto familia escapa de ser un concepto
solamente intelectual y se ubica en una lógica de funcionamiento de una
persona o de un grupo de personas bajo la pasión de vivir juntos y compartir el
relacionar afectivo en un lugar. Tal afirmación plantea la necesidad de romper
con la concepción tradicional de familia como forma nuclear (papá, mamá e
hijos), reconociendo otras formas de agrupación familiar que funcionan según
su propia lógica.
La significación que cada actor concede a su propia vivencia abre
puertas a una pluralidad de conceptualizaciones constituyendo en el imaginario
social la disposición a observar desde diversas perspectivas la realidad familiar,
la cual está signada por la heterogeneidad en la composición de las familias no
por la homogeneidad como modelo hegemónico.
56
“Parece ser que el modelo de estilo patriarcal que ha imperado por casi dos siglos de existencia de vida humana, no es el que dominará el Siglo XXI en el planeta. Tomemos cualquier país de América Latina y el Caribe o de Europa, incluso el mismo Canadá, y comprobamos que no podemos hablar de una familia típica ‘Colombiana’, o ‘Chilena’ o ‘Canadiense’. Esto es algo equivocado. Muchos Cientistas Sociales se han equivocado, haciendo leyes y políticas, asumiendo la existencia, por ejemplo de la ‘familia típica chilena’, porque tal cosa no existe. Ellos han empleado este constructo por comodidad, olvidando que es una visión ficticia, que erradamente usan como base de legislación y de acción. En verdad, en vez de hablar de ‘la familia’ deberíamos hablar de ‘las familias’.” (Quiroz ,2000:142).
Tal observación, sobre la pluralidad y la diversidad familiar como un
fenómeno social complejo y contextualizado que puede ser definido en
momentos de su devenir, invita a las ciencias que se ocupan de esta realidad a
repensar el término familia en singular, y reemplazarlo con el plural: Familias.
Esta noción de familias, desde su propia cotidianidad, demanda una
visión de totalidad estructural y construccionista, que ubica la heterogeneidad
familiar en una relación texto-contexto, y en una relación pasado, presente y
futuro, no desde un determinismo externo definido por teorías, sino como
estructura internalizada surgida de las interacciones entre los diversos actores
sociales que la conforman (De Jong, 2001).
De acuerdo con esta autora, la totalidad es un producto histórico social
que implica considerar “la experiencia vivida del todo” en una triple mirada, esto
es:
a) Como esquemas de percepción, pensamiento y acción constitutivos,
desentrañando el papel que las representaciones hegemónicas que producen
tensiones entre lo ideal y lo real.
b) Como estructuras objetivas, considerando las múltiples modalidades
que asume la estructura familiar y
57
c) Como internalización subjetiva de las relaciones familiares de acuerdo
con la propia definición de familia.
Concebida la familia como un conjunto de relaciones interpersonales
sometida a múltiples determinaciones de carácter histórico, cultural,
económico, político, religioso, geográfico, etc., lo cual configura un
complejísimo campo de fuerzas, en el que se penetran fenómenos tan disímiles
como los procesos intrapsíquicos de los sujetos que la integran y los aspectos
más amplios de la cultura y los intereses sociales. Este todo relacional y
funcional existente dentro de la sociedad expresa hoy algunas características
generales:
1.-Mayor numero de matrimonios que terminan en divorcios o
separaciones (aunque luego construyen nuevas uniones familiares).
2.-Familias monoparentales (es decir mujeres solas con hijos y en
menos proporción hombres solos con sus hijos).
3.-Hogares constituidos por mujeres con sus hijos concebidos voluntaria
e involuntariamente.
4.-Hogares ensamblados o reconstituidos donde se encuentran los
tuyos, los míos y los nuestros.
5.-Hombres o mujeres solos que se unen con otros que ya tenían hijos.
6.-Parejas que eligieron no tener hijos.
7.-Hogares formados por parejas de homosexuales, o parejas
heterosexuales, que adoptan uno o más hijos.
8.-Mujeres que decidieron tener hijos por inseminación heteróloga,
dadas las nuevas técnicas reproductivas y algunas derivaciones de éstas, que
enfrentan problemáticas de carácter ético filosófico.
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Los aspectos anteriormente enumerados parecen indicar que lo que en
realidad está en crisis es el paradigma de la familia nuclear conyugal, de
manera que las diferentes configuraciones socioculturales de las familias
emplazan a romper con la visión de uniformidad familiar que nace de la
modernidad y construir una nueva mirada que permita comprender el conjunto
de agrupaciones familiares, reconociendo sus propias lógicas epistémicas en
función de sus afectos y necesidades.(De Riso, 2001)
Según Lodo-Platone (2002), la familia es un sistema complejo y abierto
sujeto a cambios en el transcurso de su ciclo vital y en repuesta a las crisis del
contexto social. Como sistema necesita proporcionar a sus miembros cierta
permanencia que éstos compartan entre sí, y construyan relaciones afectivas
significativas, basadas en el intercambio de sentimientos, valores, creencias y
conductas. El sistema familiar está constituido por las secuencias
conductuales, las interacciones y los patrones de comunicación que ocurren
entre los miembros de la familia.
Sus miembros se desarrollan dentro del ámbito interior de un sistema
homeostático, gobernado por reglas, en permanente evolución, atravesando
por periodos de estabilidad y cambios, para lo cual crea relaciones con su
entorno y con otros sistemas humanos.
El estudio de la familia desde la óptica sistémica plantea los siguientes
supuestos:
-La familia es un sistema en transformación continua por las demandas
del medio y por los cambios que se realizan en su interior durante su ciclo vital.
Esta premisa ubica la noción de cambio como una dimensión natural de todo
sistema humano y de todo ser vivo, en oposición a otras posturas teóricas que
consideran los cambios como procesos que generan resistencia en las
personas.
-La familia es un sistema activo autorregulado, con una jerarquía de
autoridad que garantiza la realización de funciones complementarias y la
59
interdependencia entre los miembros de acuerdo a las expectativas de cada
uno de ellos.
-Los problemas de las familias deben ser tratados al interior de las
relaciones que establecen entre sus miembros. De manera, que se subraya la
importancia de comprender la estructura de la familia y sus pautas de
comportamiento ante cualquier tipo de intervención.
-La familia es un sistema abierto en permanente interacción con otros
sistemas tales como la escuela, la comunidad, el trabajo, las organizaciones de
carácter social, entre otras. Esta premisa acentúa las nociones de interacción y
de coherencia para garantizar un ajuste funcional del sistema con los demás
sistemas sociales y para que la familia incremente las destrezas sociales de
sus miembros. (Lodo-Platone, 2002).
Esta visión define a las familias como un conjunto de personas
relacionadas por vínculos de diferente índole, que viven bajo un mismo
espacio, constituyendo un hogar en el cual por lo menos dos de sus miembros
cumplen la función de procreación para la especie. Los vínculos son
identificados como variables: psico-sociológicas, socio-demográficas, físico-
ambiéntales, socio-laborales, socio-económicas, socio-educativas que
interactúan entre sí, definiendo y caracterizando la realidad familiar como un
todo.
En concordancia con esta postura, es posible señalar que debe
considerarse los fenómenos familiares en su conjunto, a través de una
perspectiva interdisciplinaria que permita reconocer el ínterjuego de las
diferentes dimensiones, como son las condicionantes biológicas que surgen
con el nacimiento, su ubicación en la estructura social, las situaciones de
convivencias y los procesos de formación para la participación social.
En efecto, Eroles (1998), destaca lo siguiente:
“la familia es una unidad básica, bio-psico-social, con leyes y dinámicas propias, que le permiten mantenerse en equilibrio y
60
soportar las tensiones propias y variaciones sin perder la identidad como grupo primario de organización social, a través de la unidad, la continuidad en el tiempo y el reconocimiento de la comunidad que lo rodea”
Para Marsellach (1998), una de las ventajas del modelo sistémico es que
permite evaluar muchas variables a la vez; dado que el comportamiento de
cada sujeto esta conectado de manera dinámica a los de los otros miembros de
la familia y al equilibrio del conjunto. La desventaja es la de complicar las
investigaciones, porque es extremadamente complicado en algunos casos
hacer evaluaciones precisas y manipular varias variables.
Con el objeto de estudiar las identidades familiares, se asume que no
pueden ser explicadas por mera generalización de factores psicológicos o
sociológicos. Son fenómenos que provienen de la interacción entre lo individual
y lo social y que tiene una autonomia propia que los reproduce tanto como los
transforma.
Por consiguiente se rescatan los aportes Shutz (1993), Berger y
Luckman (2001), quienes afirman que las creencias que cada integrante de la
familia tiene acerca del mundo se ha construido intersubjetivamente en el
mundo de la cotidianidad compartida. El individuo nace miembro de la
sociedad, con una predisposición hacia la socialidad y es inducido en la
dialéctica de la sociedad, siendo la familia el lugar de socialización primaria,
donde se obtiene algo más que un aprendizaje puramente cognoscitivo, se
estructura una infinidad de emociones. De manera, que el niño acepta los roles
y actitudes de los otros significantes o sea que internaliza y se apropia de ellos.
Y por esta identificación con los otros significantes se vuelve capaz de
identificarse él mismo, de adquirir una identidad subjetivamente coherente y
plausible.
En otras palabras, el yo es una entidad reflejada, porque refleja las
actitudes que primeramente adoptaron para con él los otros significantes; el
individuo llega a ser lo que los otros significantes lo consideran. Éste no es un
proceso mecánico y unilateral; entraña una dialéctica entre la auto-
61
identificación y la identificación que hacen los otros, entre la identidad
objetivamente atribuida y la que es subjetivamente asumida. La dialéctica, que
se presenta en todo momento en el individuo se identifica con sus otros
significantes, resulta, por así decir, la particularización en la vida individual de la
dialéctica general de la sociedad, que ya analizamos antes. Aunque los detalles
de esta dialéctica tienen, por supuesto, gran importancia para la psicología
social, excederíamos nuestras actuales consideraciones si rastreáramos sus
implicaciones con respecto a la teoría socio-psicológica.
Lo que más importa para nuestra argumentación presente es el hecho
de que el individuo no solo acepta los roles y las actitudes de otros, sino que en
el mismo proceso acepta el mundo de ellos. En realidad, la identidad se define
objetivamente como ubicación en un mundo determinado y puede asumírsela
subjetivamente solo con ese mundo. Dicho de otra manera, todas las
identificaciones se realizan dentro de horizontes que implican un mundo social
específico.
El niño aprende que él es lo que lo llaman. Cada nombre implica una
nomenclatura, que a su vez implica una ubicación social determinada. Recibir
una identidad comporta adjudicarnos un lugar específico en el mundo.
Así (Yo soy José Pérez), también lo es el mundo al que apunta esta
identidad. Las apropiaciones subjetivas de la identidad y del mundo social son
nada más que aspectos diferentes del mismo proceso de internalización
mediatizados por los mismos otros significantes. La socialización primaria crea
en la conciencia del niño una abstracción progresiva que va de los roles y
actitudes de otros específicos, a los roles y actitudes en general. (Berger y
Luckmann , 2001).
Las diferentes interpretaciones que el hombre le da al mundo que lo
rodea pueden ser compartidas con los otros porque se trata del mismo mundo,
de manera que las relaciones sociales cara a cara de la vida cotidiana originan
un nosotros en un presente vivido en común como intersubjetividad.
62
La clave de la intersubjetividad esta dada por la simultaneidad en que
es construida socialmente, adquiriendo sentido en un determinado espacio y
tiempo dentro de un sistema social.
De manera, que no es lo mismo haber nacido en un determinado
momento de la familia que en otro.
La construcción social de la intersubjetividad también es un acto
comunicativo, dado que el lenguaje es el sistema de signos vocales más
importante de la sociedad humana. Las objetivaciones comunes de la vida
cotidiana se mantienen primariamente por la significación lingüística, de
manera que la comprensión del lenguaje es esencial para cualquier
comprensión de la realidad de la vida cotidiana.
El lenguaje se refiere por sobre todo a la realidad que experimento en la
conciencia donde estos signos se agrupan en una cantidad de sistemas,
dominado por un motivo pragmático y que es compartido con otros de manera
establecida. Como sistema de signos, el lenguaje posee la cualidad de la
objetividad. A la vez que las tipificas, también las vuelve anónimas, porque por
principio la experiencia tipificada puede ser repetida por cualquiera que entre
dentro de la categoría de la cuestión.
Además, es capaz de trascender por completo la realidad de la vida
cotidiana. Puede referirse a experiencias que corresponden a partes limitadas
de significados y a partes aisladas de la realidad. Por ejemplo, el interpretar “el
significado” de un sueño integrándolo lingüísticamente dentro de la vida
cotidiana. Esta integración traspone la realidad aislada que corresponde al
sueño en la realidad de la vida cotidiana, colocándola dentro de esta última.
Cualquier tema significativo que de esta manera cruce de una esfera de
la realidad a otra puede definirse como un símbolo, y el modo lingüístico por el
cual se alcanza esta trascendencia puede denominarse lenguaje simbólico. Al
nivel del simbolismo, la significación lingüística alcanza su máxima separación
del “presente”, y el lenguaje asciende a regiones que son inaccesibles a la
63
experiencia cotidiana no solo de facto sino también a priori. El lenguaje permite
la construcción de todo un universo simbólico, como la religión, la filosofía, el
arte y la ciencia son los de mayor importancia histórica entre los sistemas
simbólicos de esa clase. Al referirnos a ellos rescatamos elementos
verdaderamente importantísimos para la realidad de la vida diaria. De manera,
que el lenguaje no solo construye los símbolos sino que también los recupera
y presenta como elementos objetivamente reales, es así como el simbolismo, y
el lenguaje simbólico llegan a constituirse esenciales en la aprehensión que
tienen de esta realidad el sentido común. Se vive continuamente en un mundo
de signos y símbolos.
El conocimiento de la vida cotidiana se estructura en términos de
relevancias, algunas de las cuales se determina por los intereses pragmáticos
propios y otras por la situación general en sociedad, de manera que el
conocimiento aparece distribuido socialmente, vale decir, que diferentes
individuos lo poseen en grados diferentes. No se comparte en la misma
medida el conocimiento con todos los semejantes, e inclusive tal vez existan
conocimiento que no se compartan con nadie, de manera que esta distribución
social del conocimiento puede llegar a ser sumamente compleja y hasta
confusa para los que miran desde afuera (Berger y Luckman, 2001).
Así mismo Maturana (1997), plantea que un sentido estricto, lo humano
surgió cuando nuestros ancestros comenzaron a vivir en el conversar como
una manera cotidiana que se conservó generación tras generación en el
aprendizaje de los hijos.
Al surgir lo humano en la conversación transgeneracional del vivir en el
conversar todas las acciones humanas surgieron como conversaciones, por lo
tanto, todo el vivir humano consiste en un vivir en conversaciones y redes de
conversaciones. En otras palabras, todas las actividades humanas, como por
ejemplo:, el atender un rebaño, el cazar, el pescar, el atender a los niños, la
veneración religiosa, la medicina, la construcción de casas, entre otras, son
diferentes formas de conversaciones y consisten como tales en distintas redes
de coordinaciones consensuales de acciones y emociones acordadas entre los
64
seres humanos. De manera que las emociones preexisten al lenguaje.
En correspondencia con la postura de Maturana, se asume la emoción
como previa a la acción, y que hablando en un sentido biológico estricto, lo
que connotamos cuando hablamos de emociones, son distintas disposiciones
corporales dinámicas que especifican en cada instante la acción de un cierto
movimiento o una cierta conducta.
En efecto, si queremos comprender lo que sucede en cualquier
conversación, tenemos que ver la emoción que especifica el dominio de
acciones en el cual las coordinaciones de acciones que en la conversación
implica tiene lugar. Por lo tanto, para entender lo que sucede en una
conversación familiar tenemos que prestar atención al entrelazamiento del
emocionar y el lenguajear que ésta involucra. Más aun, es necesario hacerlo
dándonos cuenta de que el lenguajear tiene lugar en cada instante como parte
de una conversación en progreso, o surge sobre un emocionar ya presente.
Como resultado de esto, el significado dado a las palabras, cambian con
el fluir del emocionar y viceversa. Debido al continuo entrelazamiento del
lenguajear y el emocionar que involucra el conversar, las conversaciones
recurrentes estabilizan el emocionar. Al mismo tiempo, debido a este
entrelazamiento los cambios en las circunstancias del vivir cambian al
conversar.
Ahora bien, estos lenguajear tienen lugar dentro de una red cerrada de
conversaciones que constituyen y definen una manera de convivir humana,
donde se coordinan las emociones y acciones que se realizan como una
configuración particular de entrelazamiento del actuar y el emocionar de la
gente que vive allí, definida por Maturana (1997), como cultura.
Como tal, una cultura es constitutivamente un sistema conservador
cerrado, que generan sus miembros en la medida en que éstos la realizan a
través de su participación en las conversaciones que la constituyen y definen.
Se sigue de estos también; que ninguna acción particular, y que ninguna
emoción particular, definen a una cultura, porque una cultura como red de
65
conversaciones es una configuración de coordinaciones de acciones y
emociones en conjunto.
En fin, de todo esto se concluye que diferentes culturas son distintas
redes cerradas de conversaciones, que realizan otras tantas maneras distintas
de vivir humanas como distintas configuraciones de entrelazamiento del
lenguajear y el emocionar. También se sigue, que un cambio cultural es un
cambio en la configuración del actuar y el emocionar de los miembros de una
cultura, y que como tal tiene lugar como un cambio en la red cerrada de
conversaciones que originalmente definía a la cultura que cambia.
Por último, los bordes de una cultura como manera de vivir son
operacionales, y surgen con su establecimiento y, al mismo tiempo, deberían
ser también aparente que la pertenencia a una cultura es una condición
operacional, no una condición constitutiva o propiedad intrínseca de los seres
humanos que la realizan, y que cualquier ser humano puede pertenecer a
diferentes culturas en diferentes momentos de su vivir, según las
conversaciones en las que él o ella participe en esos distintos momentos.
A continuación se consideran dos tipos de cultura, por un lado la cultura
básica en la cual los seres humanos modernos occidentales estamos
inmersos, que es la cultura patriarcal europea, y por el otro, la cultura que
precedió en Europa, llamada cultura matrística. Estas dos culturas constituyen
dos modos diferentes de vivir las relaciones humanas, y donde las redes de
conversaciones que las caracterizan realizan dos configuraciones de
coordinaciones de acciones y emociones distintas que abarcan todas las
dimensiones de ese vivir.
a.-La cultura patriarcal
La vida pastoral de nuestros ancestros surgió cuando algunas familias
que vivían siguiendo los movimientos libres de algunas manadas silvestre,
adoptó el hábito de impedir a otros animales que eran comensales naturales,
su acceso libre a dicha manada, y que es este proceso este hábito se
trasformó en una característica conservada transgeneracionalmente como
modo de vivir cotidiano de esas familias. La adopción de ese hábito en las
66
familias tuvo que haber involucrado, como rasgo de ese mismo proceso,
cambios adicionales en el emocionar que llevaron a incluir, la apropiación, la
enemistad, la valorización de la procreación, así como la asociación de las
mujeres con ella, el control de la sexualidad de las mujeres como procreadoras
por el patriarca, el control de la sexualidad de los hombres por la mujer como
posesión, y la valoración de las jerarquías y la obediencia, como característica
intrínsecas de la red de conversaciones que constituyó el modo de vida
pastoral.
En consecuencia, debido a la manera humana de generalizar el
entendimiento, la red de conversaciones que constituyó al patriarcado como
manera de vivir independientemente del pastoreo bajo la forma de una red de
conversaciones trajo según Maturana (1997), la tendencia de:
-Las relaciones de apropiación y exclusión, enemistad y guerra,
jerarquía y subordinación, poder y obediencia.
-Las relaciones con el mundo natural que se han desplazado desde la
confianza activa en la armonía espontánea de toda existencia, a la
desconfianza activa en aquella armonía, y un deseo por la dominación y el
control.
-Las relaciones con el vivir que se han desplazado desde la confianza
en la fertilidad espontánea de un mundo sagrado que existe en la legitimidad
de una abundancia armónica que tiene lugar en la congruencia y balance
natural de todas las maneras de vivir, a la búsqueda ansiosa de la seguridad
que trae consigo la abundancia unidireccional que se obtiene al valorar la
procreación, la apropiación y el crecimiento sin limites.
-Las relaciones de existencias místicas que se han desplazado, desde
una aceptación original en la participación en la unidad de lo vivo a través de
una experiencia de pertenencia en una comunidad humana que se extiende a
la totalidad de lo viviente, hacía un deseo de abandonar la comunidad de lo
67
viviente a través de una experiencia de pertencia en una unidad cósmica que
conforma un dominio de espiritualidad invisible que trasciende lo vivo.
Esta tendencia de conversaciones de enemistad y apropiación,
comenzaron a ser vividas en otros dominios de existencia y pudieron tener
lugar en otras entidades tales como, las tierras, las ideas, las creencias, entre
otras.
Visto desde esta perspectiva el patriarcado como manera de vivir no es
una característica del hombre, es una cultura, de manera que es un modo de
vivir totalmente vivible por ambos sexos.
Los aspectos de la cultura patriarcal occidental a la que pertenece gran
parte de la humanidad moderna constituyen una
“red particular de conversaciones con las peculiares coordinaciones
de acciones y emociones que constituye nuestro convivir cotidiano en la valoración de la guerra y la lucha, en la aceptación de las jerarquías, en la autoridad y el poder, en la valoración del crecimiento y de la procreación, y en la justificación racional del control de otro a través de la apropiación de la verdad” (Maturana, 1997:139)
A este respecto, se habla dentro de nuestra cultura de corregir las
injusticias sociales, sin embargo vivimos con el uso de la fuerza en nuestros
actos, con desconfianza, ejerciendo el control de otros ser humanos y de
nosotros mismos y sin aceptar los desacuerdos como situaciones legitimas
que constituyen puntos de partida para acciones concertadas en pro de la
construcción de un propósito común.
En la cultura patriarcal, se vive en la desconfianza de la autonomía de
los otros, apropiándose del derecho a decidir lo que es legitimo o no.
Igualmente vivimos en la jerarquía que exige obediencia, aseverando que una
coexistencia ordenada exhorta de autoridad y subordinación, de superioridad e
inferioridad, de poder y debilidad o sumisión, estamos siempre listos para
tratar las relaciones humanas en esos términos. Como resultado justificamos
la competencia, como la manera de establecer la jerarquía de los privilegios
68
bajo la aseveración de que la competencia promueve el progreso social al
permitir que el mejor aparezca y prospere.
b.-La cultura matrística
La cultura matrística prepatriarcal europea, a juzgar por los restos
arqueológicos encontrados en la zona del Danubio, los Balcanes y el área
Egea debe haber estado definida por una red de conversaciones
completamente diferente a la patriarcal (Maturana, 1997).
Tal es el caso que esos pueblos según estudios antropológicos de su
vida cotidiana, eran agricultores y recolectores que no fortificaban sus
poblados, sin diferencias jerárquicas, los campos de cultivos y recolección no
eran divididos, cada casa tenia un pequeño lugar ceremonial además del de la
comunidad.
De manera, que ante la ausencia de la dinámica de la apropiación estos
pueblos no pueden haber vivido en la competencia, pues las posesiones no
eran elementos centrales de la existencia. De acuerdo con esto, las
conversaciones de dicha red tienen que haber sido conversaciones de
participación, inclusión, colaboración, comprensión, acuerdo, respeto y
coinspiración. No hay duda, de que estas palabras forman parte de nuestro
hablar moderno lo cual indica que las coordinaciones de acciones y emociones
que ellas rememoran o connotan también nos pertenece a nosotros ahora, a
pesar de nuestra vivencia en la agresión. No obstante, en nuestra cultura
reservamos su uso para ocasiones especiales, porque no connotan para
nosotros en el presente nuestro modo de vivir, o las tratamos como si
evocasen situaciones ideales y utópicas, más adecuadas para los niños
pequeños, que para la vida de los adultos (Maturana, 1997).
Propone una teoría explicativa de la experiencia humana, para lo cual
parte de los siguientes supuestos:
-Las explicaciones científicas consiste en la proposición de un
mecanismo o proceso generativo que, si se le deja operar, dará origen en el
69
dominio de las experiencias del observador. Para ello se hace necesaria la
utilización del criterio de validación científica, el cual se caracteriza por cuatro
condiciones:
1.-La descripción de lo que un observador tiene que hacer para vivir la
experiencia a explicar.
2.-La proposición de un mecanismo generativo que si se le deja operar
genera en el observador la experiencia a explicar.
3.-La deducción de todas las coherencias operacionales implicadas en
(2), o de otras experiencias posibles, y de lo que el observador tiene que hacer
para vivirlas.
4.-La realización de lo deducido en (3), y si pasa, entonces, el punto (2),
se convierte en una explicación científica.
La aplicación del criterio de validación de las explicaciones científicas
tiene dos consecuencias básicas:
A.-La experiencia del fenómeno a ser experienciado y el mecanismo
generativo pertenecen a dos dominios fenoménicos no intersectables.
B.-Las explicaciones científicas no constituyen una reducción
fenoménica y son constitutivamente no reduccionistas.
En correspondencia con Maturana, todo argumento explicativo está
fundado en una aceptación implícita o explícita de la noción del determinismo
estructural. Esto es, están fundadas en el entendimiento de que la operación
de todo sistema, tanto en su dinámica interna como en su dinámica relacional,
depende de su estructura. La noción de determinismo estructural es una
abstracción descriptiva de las coherencias de las experiencias del observador
en su operación como ser viviente, y de lo que él o ella hace cuando él o ella
reflexiona sobre las regularidades de lo que él o ella experiencia en el vivir en
tanto que él o ella tratan de explicarlas.
70
Aún la noción de probabilidad tiene valor solamente en la aceptación
implícita o explícita de que un observador opera en un dominio de
determinismo estructural como trasfondo que es directamente inobservable.
Las nociones de sistema y de mecanismo implican en sí mismas las nociones
de determinismo estructural. Las explicaciones científicas están fundadas en el
determinismo estructural, debido a que ellas consisten en la proposición de
mecanismos generativos que si se les deja operar dan lugar a las experiencias
a ser explicadas (Maturana, 1997).
Todo sistema opera de acuerdo a su estructura, esto es, de acuerdo a
cómo está hecho, en el interjuego de las propiedades de sus componentes. Un
sistema que opera de esta manera es un sistema determinado
estructuralmente. La estructura de tal sistema determina todo lo que ocurre en
él o a él en términos de sus cambios internos así como en términos de lo que
él puede encontrar en una interacción.
-Los sistemas viventes estan determinados estructuralmente. Por lo
tanto todo lo que ocurre en ellos, ocurre en cada instante como parte de su
dinámica estructural de ese momento, y esta determinado por ese momento.
Esto implica que todos los cambios estructurales que un sistema viviente sufre
como consecuencia de sus interacciones con su ambiente no están
determinados por los agentes externos que el observador ve como actuando
sobre él, sino que están determinados por la dinámica estructural del ser vivo
(Maturana, 1975).
Por lo tanto, en su dinámica de interacciones un sistema viviente es
tocado solamente por aquellos agentes externos que su estructura admite y
que así especifica. Por lo tanto, el cambio estructural del ser vivo sigue un
curso que es indiferente a la caracterización que un observador hace de su
ambiente, pero de una manera contingente al curso de sus encuentros
estructurales con el medio en el cual vive. Los sistemas vivientes como todos
los sistemas son entidades compuestas estructuralmente determinadas que
existen en dos dominios fenoménicos que no se intersectan, a saber:
71
a) el domino de la operación de sus componentes, esto es, el dominio
de su dinámica estructural
b) el domino en el que ellos son totalidades y operan como tales. Como
estos dos dominios fenoménicos no se intersectan, no es posible hacer
reducción fenoménica entre ellos. En el caso particular de un sistema viviente,
estos dos dominios fenoménicos son los dominios de su anatomía y fisiología,
y el dominio de la conducta, respectivamente (Maturana, 1995).
Esta mirada invalida la intención de reducir la conducta a la fisiología
que la hace posible. Como resultado la historia de la vida individual de un
sistema viviente sigue un curso en el que tanto el sistema viviente como el
medio sufren cambios estructurales congruentes hasta que el sistema viviente
muere (Maturana, 1995).
El dominio fenoménico de la dinámica estructural de un sistema es
operacionalmente auto-contenido en el sentido de que todo lo que pasa en él,
toma lugar como cambios estructurales en él, y ocurre en él, en cada instante
determinado en su estructura en ese instante.
En contraste, el dominio fenoménico en el que un sistema existe como
totalidad no es operacionalmente auto-contenido porque los fenómenos en él
surgen en el encuentro del sistema con el medio que también opera como un
sistema independiente determinado estructuralmente. Pero, y aunque estos
dos dominios fenoménicos no se intersecta, y por lo tanto, no pueden ser
reducidos el uno al otro, los cambios de uno afectan lo que pasa en el otro.
Esto es así porque hay una relación mutuamente generativa entre ellos a
través de las interacciones estructurales actuales del sistema viviente y el
medio.
La totalidad de un sistema es operacionalmente constituida por su
organización (la relaciones entre sus componentes que especifican su
identidad de clase), su actual operación como un todo, como existe como
totalidad, es realizada en y a través de la operación de su estructura (los
72
componentes más las relaciones entre ellos que realizan al sistema particular
como una caso particular de una clase particular), de modo que como sistema
interactúa como totalidad, y lo hace a través de la operación de sus
componentes (Maturana, 1997).
El resultado de esta situación es doble: por un lado, como sistema
interactuando como totalidad, su estructura sufre cambios por esas
interacciones pero no especificadas por ellas. Por otro lado, cuando la
estructura del sistema cambia, ya como resultado de su propia dinámica o
como resultado de las interacciones del sistema como totalidad, el dominio de
las interacciones y relaciones del sistema como totalidad, cambia también. O,
puesto en otros términos, hay dos consecuencias básicas de esta dinámica de
generación recíproca de cambios entre los dos dominios fenoménicos:
primero, los cambios estructurales que un sistema sufre en su historia
individual, necesariamente siguen un curso contingente a la secuencia de
interacciones del sistema cuando opera como totalidad en su dominio de
existencia, y segundo, las interacciones actuales que un sistema sufre, y de
ahí, los cambios estructurales en él, siguen un curso contingente a los
cambios estructurales del medio cuando este cambia en una manera
operacionalmente independiente del sistema que contiene (Maturana, 1997).
De manera, que los continuos cambios estructurales que un sistema
viviente sufre durante toda su vida, es contingente tanto al curso de su
dinámica interna como al curso de sus interacciones, y que el curso seguido
por las interacciones de un sistema viviente durante toda su vida es
contingente al curso de sus cambios estructurales y al curso de cambios
estructurales que toman lugar en el medio.
En estas circunstancias, el observador puede entender a un sistema
viviente solamente si él o ella se mantiene conscientes de que los sistemas
vivientes existen en dos dominios fenoménicos que no se tocan y tiene esta
doble mirada que no los confunde, y si él o ella, asimismo, se mantiene
consciente de la manera de modulación mutua de los fenómenos de esos dos
dominios. Además sostiene que lo que un observador ve como conducta es
73
una dinámica de cambios que involucra a dos sistemas operacionalmente
independientes: el sistema viviente y el medio. La conducta, por lo tanto,
pertenece al dominio de las relaciones del organismo, no al organismo. La
conducta como la relación entre un sistema viviente operando como totalidad y
el medio operando como una entidad independiente, no toma lugar en el
dominio anatomo/fisiológico del organismo, pero depende de él.
En otras palabras, los fenómenos anatomo/fisiológicos son necesarios
para que la conducta pase, pero no la determinan porque ellos están
involucrados en la operación de sólo uno de los participantes en la dinámica
de relaciones que constituye la conducta, o sea, el sistema viviente. Es
solamente el observador que conserva la doble mirada al atender
simultáneamente o en sucesión, a la dinámica estructural de un sistema y a su
relación como un todo, quien puede hablar de una relación generativa entre
los procesos de la dinámica estructural de un sistema viviente y los fenómenos
de su dominio de conducta.
Lo que un observador ve es que cada una de las diferentes conductas
que un sistema viviente puede exhibir como fenómenos de su dominio de
relaciones e interacciones, surge en cada caso solamente cuando hay una
coincidencia entre un dinámica estructural particular en el organismo, y una
configuración estructural particular en el medio.
-Los sistemas vivientes y el medio tienen un proceso de interacciones
recursivas Este proceso toma lugar como un curso, sin esfuerzo o dirección
externa, como un resultado sistémico de sus interacciones recurrentes como
sistemas estructuralmente determinados independientes (Maturana, 1997).
En otras palabras, los sistemas vivientes y el medio cambian juntos en
una dinámica de congruencia estructural a través de su mutuo proceso
recursivo, mientras que el sistema viviente conserva su organización viviente
(autopoiesis) y su adaptación al medio (congruencia estructural dinámica
operacional con él). El observador que ve tanto al sistema viviente como al
medio, ve que el sistema viviente se desliza en el medio a través de sus
74
continuos cambios estructurales siguiendo un curso en el que conserva su
organización viviente (autopoiesis) y su congruencia estructural dinámica con
el medio (adaptación), o se desintegra.
Debido a esta relación sistémica entre un sistema viviente y el medio, la
dinámica estructural de un sistema viviente está siempre, mientras viva, en
una congruencia estructural adecuada con el medio para la realización de su
vida. Cuando tal coincidencia desaparece, el sistema viviente muere.
Maturana (1992).
Se propone que un sistema viviente existe tanto en el dominio de su
dinámica estructural como en el dominio de sus acciones e interacciones como
totalidad, y que estos dos dominios no pueden ser reducidos uno al otro. En
este sentido, el dominio de la conducta no puede ser reducido al dominio de la
fisiología. De manera, que la no intersección de los dominios fisiológicos y
conductual, no permite el determinismo genético de la conducta, y que el
entender esto, abre un espacio para aceptar la posibilidad de cambio en el
sistema., y así, para la psicoterapia.
En otras palabras, desde la perspectiva de Maturana, no podemos
hablar de determinismo genético de la conducta debido a que la constitución
del ser del organismo, como una entidad conductual total, es sistémica.
Así, la identidad de un sistema viviente como una clase particular de
sistema viviente, es un fenómeno sistémico que surge y es conservado
cuando su realización participa en la creación y conservación de las
condiciones que lo hacen posible. En el mismo sentido, si los cambios
estructurales de un sistema viviente no están determinados por el medio, sino
que el sistema viviente y el medio sufren cambios estructurales congruentes,
la conducta de una persona no puede ser afirmado que está determinada por
el sistema social al que él o ella pertenece, como está implícito en las teorías
que enfatizan determinismo ambiental.
75
- El ser vivo es un sistema autopoiético, organizado como una red
cerrada de producciones moleculares, en la que las moléculas producidas
generan la misma red que las produjo, y especifican su extensión.
(...) los seres vivos son verdaderos remolinos de producción de componentes, por los que las sustancias que se toman del medio, o se vierten en él, pasan participando transitoriamente en el interrumpido recambio de componentes que determina su continuo revolver productivo. Es esta condición de continua producción de sí mismos, a través de la continua producción de recambio de sus componentes, lo que caracteriza a los seres vivos, y lo que se pierde en el fenómeno de la muerte. Es a esta condición a la que me refiero al decir que los seres vivos son sistemas autopoiéticos, y que están vivos sólo mientras están en autopoiesis. (Maturana, 1992: 5)
La autopoiesis es la manera de existir de un sistema viviente y su
manera de ser una entidad autónoma. Como tal, los sistemas vivientes viven
tanto como conserven su organización, y todos sus cambios estructurales
ocurren con la conservación de su adaptación al medio en el cual ellos existen.
Para un observador, esta organización aparece como auto-referida.
"El ser temporal de todo sistema conocedor individual debe ser entendido como un proceso de auto-organización en desdoblamiento que, a través de su desarrollo de maduración de habilidades cognitivas más altas, construye progresivamente un sentido de auto-identidad dotado con rasgos únicos inherentes y con una historia de continuidad, cuyo mantenimiento es tan importante como la vida misma" (Guidano y Liottl 1988: 9.)
La existencia y la conservación de la auto-identidad humana es un
fenómeno social derivado de la existencia humana en el lenguaje. Debido que
el sí-mismo (self) es una manera de existir en el lenguaje, es posible cambiar al
sí-mismo a través del lenguaje. No es el entorno el elemento que modifica la
estructura, ya que los cambios son cambios que provienen del interior.
Esta ideas de "determinismo estructural" y "autopoiesis" se extienden
más allá del ámbito orgánico tradicional y afectan a la teoría del conocimiento y
76
a la teoría social. Conceptos como "emoción" o "conversación" pasan a
integrarse en los diferentes niveles orgánicos y sociales. De manera que
existen, espacios básicos de acciones en que se dan nuestras relaciones con
el otro y con nosotros mismos.
Entre ellos, tenemos:
-i) Sistemas sociales, que son sistemas de convivencia constituidos bajo
la emoción del amor, que es la emoción que constituye el espacio de acciones
y de aceptación del otro en la convivencia.
-ii) Sistemas de trabajo, que son sistemas de convivencia constituidos
bajo la emoción del compromiso, que es la emoción que constituye el espacio
de acciones de aceptación de un acuerdo en la realización de una tarea.
-iii) Sistemas jerárquicos o de poder, que son sistemas de convivencia
constituidos bajo la emoción que constituye las acciones de autonegación y
negación del otro en la aceptación del sometimiento propio o de otro en una
dinámica de orden y obediencia. Estos espacios de acción están penetrados
por el lenguaje. En el ámbito de lo "humano" el lenguaje un acto evidente y
señala:
...todo quehacer humano se da en el lenguaje, y lo que en el vivir de los seres humanos no se da en el lenguaje no es quehacer humano; al mismo tiempo, como todo quehacer humano se da desde una emoción, nada humano ocurre fuera del entrelazamiento de lenguajear con el emocionar, y, por lo tanto, lo humano se vive siempre en un conversar. Finalmente, el emocionar en cuya conservación se constituye lo humano al surgir el lenguaje, se centra en el placer de la convivencia en la aceptación del otro junto a uno, es decir, en el amor, que es la emoción que constituye el espacio de acciones en el que aceptamos al otro en la cercanía de la convivencia (1997: 28-29)
Como elemento constitutivo de los seres humanos, es a través de él
que se construyen realidades compartidas. En este sentido, las múltiples
conversaciones sostenidas en las familias hacen posible el surgimiento de los
acuerdos según la experiencia, la realidad y el lugar donde acontece la
conversación.
77
La familia se relaciona más con el ámbito humano y se define como un
acto de convivencia que genera un grupo de personas bajo la pasión de vivir
juntos. Como tal se funda en el amor como condición de posibilidad y se
realiza desde el deseo de la cercanía en la confianza y aceptación como un
espacio de colaboración en el compartir, en la sexualidad, la ternura y la
sexualidad. En tanto proyecto relacional para Maturana, la familia está
caracterizada por ser una red particular de conversaciones, por las peculiares
coordinaciones de acciones y de emociones que constituyen su convivir
cotidiano.
El matricentrismo en las familias venezolanas
Desde otra postura Hurtado (1998), la estructura de la familia
venezolana esta ligada a la matriz cultural, caracterizada como emocional cuyo
significado se expresa en el parentesco familiar y quien además de la señalar
la familia matricentrada expone los conceptos de:
-Matrifocalidad: donde se alude al papel preponderante de la abuela
como elemento central en el funcionamiento familiar, sin la participación del
hombre como padre. La abuela gestiona y distribuye a todo el grupo familiar los
recursos económicos, sociales, morales que ingresan al hogar y que se
encuentran vinculados al proceso de socialización y al ejercicio de la autoridad.
Sin embargo para Timo (2001), cuando se habla de familia matrifocal se
establece que es un tipo de organización familiar frecuentemente encontrada
en asociación con condiciones de marginación y pobreza y que se caracteriza
por los siguientes elementos:
-La unidad doméstica esta estructurada por una mujer y sus hijos,
tendiendo estos últimos a menudo diferentes progenitores.
-Algunas de las hijas adultas que residen con la madre pueden tener a
su vez hijos sin padres residentes.
78
-La presencia masculina en la unidad doméstica es inestable y
blandamente articulada con el funcionamiento del grupo doméstico,
contribuyendo sólo en forma parcial a la subsistencia económica del mismo.
-Si bien durante su permanencia estos hombres pueden desempeñar
todas las conductas correspondientes a los roles de marido-padre, existe en
general el consenso implícito de que este arreglo es temporal y diferente al de
un matrimonio verdadero.
Para Bartolomé (1984), la familia matrifocal no es una forma patológica
de organización familiar, sino que hay que considerarla como una respuesta
adaptativa frente a la inseguridad generalizada, a las cirscuntancias vitales de
estos sectores poblacionales.
Uno de los factores a tener en cuenta es la necesidad de distinguir entre
familia incompleta y la presencia del patrón de matrifocalidad. Para la primera
formación, responde a la falta de hombre por muerte o deserción y la mujer
asume el rol de jefe del hogar, esta configuración depende en muchos casos
de factores demográficos y biológicos. En el segundo caso nos encontramos
ante un patrón de comportamiento asociados a un conjunto de normas y
valores específicos.
Finalmente para Hurtado (1998), los otros conceptos son:
-Matrilocalidad: se refiere al papel predominante de la madre al fijar las
pautas de residencia del grupo familiar. De manera que el lugar de residencia
de las nuevas familias puede ser en muchos casos la propia casa de la madre
o un lugar cercano.
-Matrilinealidad: el proceso familiar de conformación de linaje a partir de
la madre, establece, configura y transfiere la linea de parentesco a través de
las hijas.
79
-Matrilateralidad: expresa la estructura familiar en la cual el parentesco
se encuentra dado principalmente por la familia de la madre, mientras que el
lado de la familia del padre es secundario, asumido sólo a nivel cognoscitivo.
De acuerdo a Moreno (1995), la consolidación de la familia, así ésta
signifique mujeres sin pareja estable y con hijos, se produce, entre otras cosas,
por las difíciles condiciones de vida que tiene que enfrentar la mayor parte de
nuestra población. Estas condiciones llevan a asumir como estrategia de
sobrevivencia la colaboración mutua, colaboración que no es tan intensa entre
los vecinos que no son miembros de la misma familia. Este tipo de familia, por
lo tanto, sobrevive a la adversidad que significa la escasez y las condiciones
generales de marginalidad. La familia ha sufrido cambios, especialmente con
respecto a la figura masculina dentro del hogar. Estos cambios se manifiestan
según la declinación de las bases de sustentación de un modelo patriarcal de
familia que se caracteriza por la autoridad ejercida por el padre sobre la esposa
y los hijos.
Entender la estructura y las relaciones dentro de la familia popular
requiere indagar sobre el significado que le dan los miembros de la familia a su
experiencia de vida dentro de la dinámica de relación que sostienen. Es
relevante para dar respuesta a estas inquietudes tomar en cuenta las ideas de
Jerome Bruner alrededor de la «construcción de significados». A través de esta
corriente centrada en la interpretación, se valora la existencia de muchos
mundos posibles cuyo origen se ubica en la creación de diversos significados y
realidades, así como en el acuerdo que permite la construcción de nuevos
significados; este acuerdo actúa, a la vez, como mecanismo regulatorio de las
relaciones entre los individuos. De tal forma que los actos de construcción y
negociación permiten que el acceso a la realidad múltiple sea el producto de la
creación y no del descubrimiento del ser humano heredero y recreador de la
cultura (Bruner, 1998). En tanto actúa como representante y reproductor de la
cultura, el sujeto lleva en sí toda la realidad social vivida, en él está en su
concreción cada grupo social a que ha pertenecido y toda la cultura en la que
ha transcurrido su existencia. Conociendo al sujeto, se conoce el grupo y la
80
cultura tal y como se dan en concreto: de manera subjetiva, vivida» (Moreno,
1994)
En la construcción de significados, los individuos emplean sistemas
simbólicos compartidos socialmente que se encuentran en el lenguaje y en la
cultura; por esta razón los seres humanos, como miembros partícipes de la
cultura, hacemos posible que los significados sean «públicos y compartidos».
Esto es posible debido a que manejamos un discurso, significados y formas de
interpretación compartidas, a través de la interacción que sostenemos y de la
negociación que establecemos, en lo cotidiano, con nuestros semejantes
cercanos. De esta forma, nuestros actos y nuestras experiencias son públicos,
en el sentido de que resultan accesibles a la interpretación.
De acuerdo con estos planteamientos, acceder a la comprensión del hombre
exige entender que las experiencias y actos humanos son moldeados por los
«estados intencionales» y que los determinantes de orden cultural son los
encargados de moldear «la vida y las mentes humanas». Es a través de la
cultura que las acciones adquieren un significado; como consecuencia de su
mediación ocurren las interacciones humanas y a partir de la construcción
compartida y el consenso resultante de la negociación se confiere sentido a la
realidad. Las interacciones humanas se dan tras asignar a las pautas propias
cualidades simbólicas de la cultura: sus modalidades de lenguaje y discurso,
las formas de explicación lógica y narrativa, y los patrones de vida comunitaria
mutuamente interdependientes (Bruner, 1991).
El emocionar dentro de las familias
En la medida en que nuestra identidad individual y social se va
estructurando vemos como algo natural, el emocionar de nuestras madres y
de los adultos con los cuales convivimos dentro del hogar. En efecto, nuestras
madres nos enseñan, sin saber que lo hace el emocionar de su cultura,
simplemente viviendo con ellas, de manera que aprendemos y actuamos en la
confianza de nuestra legitimidad, sin desconfiar, sin embargo posteriormente
aprendemos que nuestra cultura presenta sus propias fuentes de conflictos
81
porque está fundada en el fluir de un emocionar contradictorio que nos lleva al
sufrimiento o a la reflexión.
En efecto, el crecimiento del niño o niña en nuestra cultura patriarcal
europea pasa por dos fases: la primera tiene lugar en la infancia, cuando
entran en el proceso de ser humano y crecer como miembro de la cultura de
su madre, en un convivir centrado en el afecto, la confianza, la
despreocupación y constituyendo a él otro como legitimo en coexistencia con
uno.
En efecto, tal como lo señala Restrepo, el amor no es un acto de
soberanía sino más en bien una constatación de la debilidad compartida.
Quien ama, siente que el eje de sus decisiones no pasa ya por su cuerpo sino
por el cuerpo del otro. La segunda comienza cuando el niño o niña es llevado
al “mundo real”, en la vida adulta y comienza a llevar una vida centrada en
lucha y apropiación, en el continuo juego de las relaciones de autoridad y
subordinación.
“los adultos limitan constantemente la experiencia corporal del niño haciéndole llamado al orden y la eficiencia, prohibiéndole explorar el mundo, coartándole su imaginación y enseñándole como modelo al niño juicioso y obediente que responde a sus expectativas, atiende consejo y da razones. Dejarse llevar por la curiosidad y la fantasía equivale a indisponerse con los adultos de quienes depende, arriesgándose a perder la seguridad y el cariño que otros brindan. El autoritarismo se imprime en la conciencia infantil como un temor a fantasear, creando la necesidad de mantener bajo control lo que de por sí es desordenado, incontrolable y caótico.” (Restrepo, 2000:50)
Dentro de este marco, a aparecen nuevas formas de diálogos familiares
donde el hombre, la mujer, el niño o el anciano, serán cercados socialmente
por símbolos culturales enemigos del encuentro tierno, que al reglamentar sus
conductas, aspiraciones y convicciones, los llevan a aplicar en la vida diaria la
lógica arrasadora de la guerra.
82
En esta cultura Occidental se ha separado mente y cuerpo, cuerpo y
espíritu, cuerpo y alma lo cual como ha dado como resultado una limitada
comprensión como seres humanos completos, orientándonos a la producción y
a la apropiación.
Al representar el mundo como un escenario de conflicto, la vivencia
autoritaria favorece el desprecio por los sentimientos de ternura o la tolerancia
hacia el adversario. En este tipo de sociedades jerárquicas se busca impedir
que surja en la conciencia resistencia alguna hacia la autoridad, por lo que nos
vemos obligados a justificar las acciones del jefe asumiendo que todo lo hace
por nuestro propio bien. Alucinación del yo y legitimación del comportamiento
despótico que fomentan la perpetuación de la violencia, mientras se impone
como patrón de normalidad la alternancia entre autoritarismo y obediencia.
En efecto, las relaciones humanas se han automatizado de manera que
estructuramos nuestra identidad individual como el resultado de nuestras
actividades productivas, mientras nos movemos en fantasiosa utopías, sin
entender que el ser humano no es ni un afuera obligado a la adaptación ni un
adentro autárquico y soberano que se baste a sí mismo. Nos construimos
transitando a la vez por dimensiones paralelas que convergen en nosotros para
producir, como totalidad, el fenómeno humano. Antes que particularizarnos por
un polo u otro polo, debemos preguntarnos como ellas se sincronizan y
confluyen para constituir el entramado de nuestras vidas (Restrepo, 1999).
Esta realidad promueve rescatar la ternura como paradigma de
convivencia que debe ser ganado en el terreno de lo amoroso.
El llamado a la ternura, al igual que todo llamado ético, se dirige ante
todo a quienes tiene poder, pues pretenden establecer una modulación en el
uso de la fuerza. Cuando ejercemos algún tipo de autoridad (sobre los hijos, los
alumnos, los otros), nos endurecemos porque nos da temor reflejar nuestras
emociones, creyendo que si lo hacemos perdemos el respeto que nos deben
quienes están bajo nuestro mando. Sospecha válida si queremos educar
siervos, para lo cual es preciso establecer un respeto autoritario. Pero si
83
queremos educar para la libertad, nada mejor que combinar el ejercicio de la
autoridad con una gran disposición afectiva, apertura emocional que nada tiene
que ver con la inconsistencia de las normas.
Es pertinente recordar que lo que nos queda después de muchos años
de formación en la escuela, en la universidad, en la calle, en la familia, entre
otros; no son tanto los bloques de información sino el clima afectivo e
interpersonal que vivimos.
De manera, que los preceptos y disposiciones sensibles son construidos
de manera sutil en la interacción cotidiana, en la dinámica del aula, en los
intercambios afectivos y los ejercicios de poder que cruzan tanto la escuela
como la familia, los encuentros sexuales como los laborales y los sociales.
Sin embargo, a pesar de que el recorrido sobre las diferentes
definiciones de familias formuladas en este trabajo tienen diferencias y marcos
conceptuales e investigativo distintos, plantean coincidencias al considerarlas
unidades fundamental de la vida humana y espacios de construcciones e
interacciones vivénciales y de convivencias donde se expresan emociones,
sentimientos y actitudes diversas y proactivas como el amor, la solidaridad, la
tolerancia, la humildad, la responsabilidad, entre otras.
Estructuras de familias
Sistemas unilaterales de parentesco: matrilineal y patrilineal.
Existe una distinción importante en los sistemas de parentesco de las
sociedades matrilineales y patrilineales, pues los grupos de parentesco pueden
organizarse de modos totalmente diferentes. Ambos sistemas de parentesco,
representan en sentido estricto, complejos sistemas socioculturales en los que
confluyen muchos elementos y existe una tendencia a configurarse como un
“ideal” del que suele suponerse que corresponde a la realidad, sin ser así en
muchos casos.
84
En la actualidad se ha dado una progresiva desaparición de los sistemas
matrilineales en parte porque contradice las concepciones occidentales y en
otra por que puede ser considerado como un factor socialmente discriminante.
Esta explicación se da también en el seno del patriarcalismo donde existe una
tendencia marcada que buscan soluciones intermedias a favor de las mujeres.
Bilateralidad
En oposición a los sistemas unilaterales de parentesco nuestro sistema y
el de muchas otras culturas son bilaterales, dando lugar a los famosos árboles
genealógicos que se desarrollan simétricamente según una línea paterna y una
materna. Cabe decir que la bilateralidad de descendencia y de parentesco ha
estado ampliamente extendida en el mundo y lo sigue estando a pesar de
algunas limitaciones.
Esto desconcierta a veces la valoración dada, en la medida en que así el
modelo sociológico de parentesco se acerca al biológico, enunciando la familia
como una organización para la reproducción y crianza de descendientes,
obviando la importancia de la diferencia entre la familia animal y la familia
humana la cual radica en que la última va más allá de la mera procreación,
señalando diferentes grados de parentesco y desarrolla para este propósito
terminologías propias. Aun cuando la reproducción y la crianza juegan un papel
en la familia, no son decisivas, sino más bien los mutuos derechos y
obligaciones, resultantes de las relaciones de parentesco y que tiene un
sentido diferente según las distintas modalidades de éstas (Konig, 1981).
Parentesco lineal y colateral
Hay que distinguir en el parentesco lineal y colateral. Los parientes
lineales son en la mayoría casos consanguíneos en línea ascendente o
descendente. Esta característica restrictiva está condicionada por la institución
de la adopción que incorpora a un extraño de sangre “como si” fuera
consanguíneo. En este sentido, se entiende que por la consaguinidad real o
postulada no se tienen parientes lineales en la generación en que uno está.
85
Los parientes colaterales pertenecen tanto a la misma generación como
a la precedente o a la siguiente. Tampoco existen entre ellos la relación de
descendencia, pues no se es descendiente ni antepasado del hermano o de la
hermana, aunque siempre se tiene en común al menos un antepasado. De allí
que se distingue entre primos y primas en primer, segundo o ulterior grado.
Parientes a fines
Además de los parientes lineales y colaterales existen también parientes
por matrimonio o por cuñadía, en diferentes grados. Esto constituye un
problema especial, puesto que hasta ahora se había entendido por parentesco
sólo el parentesco de sangre, de modo que las personas llegadas por vía
matrimonial no pertenecían a ella. Pero, dado que mis cuñados, por ejemplo (el
marido de mi hermana o el hermano de mi esposa) tienen determinadas
relaciones conmigo o con mis hijos (como tíos), se hace por lo general
necesario definir exactamente los derechos y los deberes de los parientes
afines. Según los diferentes lenguajes y culturas existen terminologías
diferenciadas para estos grados de parentesco, según se incluya en ellos
solamente al cónyuge de mi hermana o el hermano de mi esposa, o también a
las correspondientes personas o cónyuges de ulteriores grados de parentesco.
Con todo lo dicho quedan esbozadas las líneas a través de las cuales pueden
extenderse la familia nuclear.
Desde la perspectiva de Vidal (2003), y en consonancia con la postura
de la investigación cuando se estudia el parentesco en la actualidad se avanza
hacia las siguientes realidades:
-Aparece un parentesco reticular en el que la comunicación existe pero
se activa cíclicamente según las necesidades sociales (matrimonios,
nacimiento, muertes) o coyunturalmente (migraciones, exilios, crisis
económicas, estudios fuera del país, entre otros).
Es un parentesco en el que los miembros se constituyen por
consanguinidad, desde luego; los lazos de sangre continúan vigentes, en
efecto, cualquiera que tiene un lazo de sangre con otro esta legitimado para
86
acudir con intenciones de comunicación. Pero nada más; dado que ya no existe
ni existirá probablemente de nuevo un código moral que establezca vínculos de
deberes y derechos sobre los parientes. El parentesco dependerá de la
construcción singular e histórica de la sociabilidad, de las pandillas infantiles y
juveniles.
Como mucho, persistirá un antiguo deber de auxilio, de ayuda urgente y
consejo hacia aquellos parientes que no estén incluidos en esas pandillas
primarias. Todo esto indica una fuerte distinción entre red parental y comunidad
familiar: es obvio que lo parental se legitima cada vez más en lo comunitario; es
familiar aquel con el cual se ha establecido lazos afectivos o de historia común,
pero nadie reclamara que no atienda a parientes con los cuales no se ha tenido
trato.
Esta nueva realidad en construcción resulta muy interesante, porque lo
que cambia son los criterios de la organización emocional de la realidad o lo
que Levi llama el nosismo y Lipovetsky denomina socionarcisismo en su
realización histórica actual, en síntesis cómo se construye lo que las familias
entienden por “lo nuestro” o los seres humanos enuncian como “lo mío”.
-Se da un fenómeno interesante, como es la reducción del número de
hijos lo cual va a conllevar a que existan muchas personas sin hermanos y que,
consecuentemente, estos no hayan conocido experencialmente las relaciones
de fraternidad, lo cual genera una modificación en la infraestructura de la
formación sentimental del sentido moral.
-Se ésta produciendo rápidamente la formación de nuevos hogares
polinucleares compuesto por familias separadas y divorciadas, lo que ha
llevado a la aparición de una nueva versión de la madrastría, así como los
padrastros y hermanastros.
-Permanece vigente el tabú del incesto según el cual no pueden ser
cónyuges aquellos afectados por una línea consanguínea o política de
ascendencia, descendencia o consanguinidad: ni padres, ni madres (ni
87
hermanastros, ni madrastras), ni hermanos (uterinos, adoptados, hermanos o
hermanastros).
-Se impone el tabú romántico, dado que los cónyuges deben vincularse
enamorados, no por conveniencia.
-Se debilita el tabú heterosexual que impide que los cónyuges sean del
mismo sexo, creando en algunos casos una nueva morfología familiar. Hay una
nueva sociedad que acepta la legitimidad de la identidad y las relaciones
homosexuales; donde se estima que es justo que exista una institucionalización
pública de las parejas homosexuales, a las que se le ofrece la posibilidad de un
matrimonio convivencial; que no ponen obstáculos a personas que adoptan
niños que van a convivir en un hogar con una pareja homosexual; o que asume
la realidad de parejas con hijos que se recombinan con una pareja homosexual.
Realmente la situación está pendiente de la aceptación del fin de la prohibición
de la conyugalidad homosexual, conyugalidad que lleva asociado el derecho de
solo paternidad. Este sería, y está siendo en muchos lugares, el cambio más
radical de la morfología familiar y crea mucha incertidumbre y una oposición no
muy beligerante en la discusión pública que augura un éxito que es cuestión de
tiempo.
-Es relevante el paso del matrimonio de fusión al matrimonio asociativo
por el que se constata una devolución de los procesos de institucionalización
matrimonial a la comunidad primaria y la creación de derechos matrimoniales
mínimos que provoca que las parejas de hechos o matrimonios sociales
tengan que realizar un acto legal ante un notario para que no exista como acto
susceptible de generar una figura jurídica.
El hecho consumado es la transición del matrimonio como institución
administrativa a que se acogen los individuos a una institución privada en la
que los poderes públicos intervienen para garantizar derechos y cumplimiento
de deberes. Las consecuencias se reducen fundamentalmente a consecuencia
de desamparo legal y al cambio en los compromisos institucionales de los
individuos frente a la comunidad primaria que fundan, con ciertas tendencias a
88
la anomia. Por lo demás, las consecuencias psicológicas en los matrimonios
sociales frente a los matrimonios legales, son identicas.
-En este campo el debilitamiento de un modelo de familia basado en el
ejercicio estable de la autoridad dominadora sobre toda la familia del hombre
adulto cabeza de familia y, estructuralmente, del eje masculino sobre lo
femenino en cada generación fraternal. El patriarcado, como institución se
debilita y se instaura una convivencia democrática en la sociedad. No obstante,
también es cierto que el ascenso de las familias monoparentales resta poder a
los varones que han sido padres; es decir, podríamos estar en una proporción
de nuevas familias, ante una situación familiar en la que se prescinde del
varón, un verdadero matriarcado familiar aunque en lo social se mantenga la
simetría de géneros. (Vidal, 2003).
89
“Esta es una invitación a la reflexión sobre el emocionar de ser
familia, cambiando la mirada científica inductiva, hacia una más artística, más poética entrelazando el lenguaje y la emoción en una deliberación científica que ve lo humano e imagina lo imperecedero”
Araque
90
CAPITULO III FAMILIAS UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL
91
CAPITULO III
LA REALIDAD FAMILIAR UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL
Según Gubrium y Holstein (1987), la familia se representa, se construye
u se organiza a si misma y en este proceso de construcción de la realidad
doméstica el discurso familiar remite tanto a la familia como a las cuestiones
familiares. Para estos autores y en concordancia con la postura asumida en
este trabajo, la familia no es tanto un conjunto concreto de vínculos o lazos
como una forma de asignar significados a las relaciones interpersonales.
Desde la perspectiva del discurso familiar términos como familia, hermanos,
hermanas, madre o padre, entre otros, son recursos para organizar
descriptivamente los vínculos humanos.
De acuerdo con el análisis de Gubrium y Holstein (1993), la idea central
es que el mundo social se hace concreto y adquiere significado a través de la
interacción y el habla cotidiana. Los aspectos de ese mundo, tanto tangibles
como intangibles, se convierten en objetos para nosotros porque lo
experimentamos como algo que se encuentra fuera o parte de nuestra
experiencia subjetiva de ellos. Desde esta perspectiva, los procedimientos con
los que construimos la realidad son la base para la producción de la familia. De
manera que conversaciones, descripciones, relatos, y todo tipo de discurso no
son simples palabras habladas de una realidad sino que son base constitutiva
de esa realidad.
En relación con lo anterior, Morin (1992), hace hincapié en el lenguaje
como actividad cognitiva específicamente humana y del aprendizaje de la
cultura al señalar que la cultura es lo propio de la sociedad humana está
organizada y a su vez es organizadora, mediante el vinculo cognitivo que es el
lenguaje a partir de lo cognitivo colectivo de los conocimientos adquiridos, de
los saberes y haceres aprendidos, de las experiencias vividas, de la memoria
histórica, de las creencias míticas de una sociedad.
92
Por consiguiente, la familia puede construirse a través del discurso
familiar, razón por la cual se estudian los mismos como códigos simbólicos en
las familias seleccionadas.
Los códigos simbólicos en las familias
Los humanos somos miembros de una misma especie y al mismo
tiempo integramos sociedades y culturas diferentes. Es decir, que a pesar de
que biológicamente tenemos elementos comunes, somos capaces de crear
símbolos que nos permiten orientarnos en sociedad, de manera que es posible
afirmar que el animal humano elabora, produce, sus propios productos
culturales los cuales son objetivados y dotados de un poder de auto-
organización y auto-reproducción que generan saberes comunes y
primordiales.
La noción de códigos simbólicos utilizada en esta investigación es la
asumida por García (1996), plantea que el hombre no sólo tiene un acceso
simbólico al mundo sino que también hace una construcción simbólica del
universo. Los símbolos son fundamentales para ordenar la experiencia y para
la construcción de lo real, estos están ligados tanto a la percepción como a los
conocimientos y a las creencias. De manera, que incluyen saberes y normas
de conducta; así como también, sentimientos y emociones. Son a la vez
coercitivos y cohesionadotes; es decir, hacen posible el consenso sobre el
sentido del mundo, de la vida y del cumplimiento de las normas. También son
medios para promover sentimientos de solidaridad e integración social.
Los símbolos organizan, los sistemas simbólicos que se objetivan en el
flujo comunicaciónal; tienen una estructura lógica y cumple funciones:
gnoseológicas, axiológicas y políticas.
El hecho de ser objetivables en el flujo comunicaciónal permite que
puedan ser identificados en las ideas, las representaciones colectivas, en los
juicios, en las proposiciones enciclopédicas y analíticas, algunas de éstas
últimas referidas a los códigos simbólicos y a su interpretación.
En consecuencia, por código simbólico se entiende la producción y
acopio de los saberes primordiales que tiene los diferentes miembros de los
93
grupos sociales para exponer sus mensajes, verbales o no, cuya comprensión
permite funcionar en sociedad (García, 1996).
Cuando se habla de lo simbólico hay que considerar que cada sociedad
selecciona sus significaciones y que cada grupo social reúne, opone y
jerarquiza los objetos de la realidad según su manera particular de ver el
mundo que es a la vez el cuadro de inteligibilidad que se da a sí mismo, y al
mismo tiempo la condición de comunicación entre sus miembros.
Se puede distinguir, de manera general, dos tratamiento antropológico
de los hechos de simbolización. Estos demuestran la diferencia entre sentido y
función (Auge, 1979). De manera que los análisis de lo simbólico se refieren al
contenido, a la lógica o a las propiedades de la estructura de los sistemas
simbólicos, así como también, a sus funciones sociales o políticas. En el
primer caso los sistemas simbólicos son abordados en su dinamismo expresivo
o intelectual, relacionadas con las exigencias de la comunicación o del
conocimiento. En el segundo caso, los sistemas simbólicos son considerados
en su dimensión instrumental y puestos en relación con los modos de
organización o de dominación.
Dentro de los códigos simbólicos utilizados para la formación de las
identidades familiares se estudiaran el espacio y el discurso doméstico. Se
enfoca la atención inicialmente al discurso doméstico.
El discurso doméstico
La capacidad humana del lenguaje permite no sólo la relación entre
individuos sino entre grupos humanos o sociedades: No sólo entre gentes de la
misma época, sino entre gentes de distintas épocas, lo que nos ha facilitado,
por ejemplo, la acumulación de saberes y conocimientos sobre los que se
apoya la evolución de la especie, la historia. En el lenguaje se crean y
reproducen los significados compartidos por una sociedad " La cultura”. Son los
significados compartidos que se intercambian lo que los humanos atribuyen a
sus relaciones y a la naturaleza. En este sentido el ser humano es un animal
capaz de atribuir significado a todo.
94
Dentro de este complejo mundo del lenguaje. La lengua tiene un lugar
privilegiado: es el sistema más complejo de todos, y que sirve para nombrar y
dotar de significados a los demás lenguajes, inclusive a sí misma. La lengua
permite nombrar el mundo de la naturaleza, el mundo humano e inclusive
aquello que no existe; vasta que algo surja en la mente de alguien para que
pueda ser nombrado por ella, estableciendo conversaciones como una
actividad típicamente humana. Es la forma primera y primaria en que se
manifiesta el individuo, y hemos de entenderla, como una práctica social a
través de la cual se expresan y se hacen posibles otras prácticas.
Por medio de las conversaciones nos comportamos como seres
sociales; nos relacionamos con las demás personas conversando, tratamos de
conseguir nuestros propósitos conversando; rompemos nuestras relaciones
conversando o dejando de conversar. Incluso cuando pensamos, en solitario, lo
hacemos, casi siempre, en forma de diálogo. Tal como señala Reyes (1990),
somos lo que hablamos y nos hablan y también lo que nos hablamos a
nosotros mismo. Somos prisioneros libres, creadores, creados, dueños
esclavizados de nuestra capacidad lingüística.
El término conversar procede del latín conversari que traduce “convivir”,
término formado por cum, “con”, y versare, “dar vueltas”, y existen varias
definiciones, tales como “hablar una o varias personas con una u otras”, “vivir,
habitar en compañía de otro”, “comunicarse unas personas con otras”. En
efecto, desde el punto de vista lexicológico conversar se refiere a las
relaciones más típicas del ser humano, las de convivencia, trato y amistad. De
manera, que la especie humana se diferencia de los miembros de otras
especies porque conversa, es decir se relaciona con otros miembros de su
especie con interacciones verbales y orales.
Actualmente, la conversación se ha convertido en centro de atención
desde diferentes perspectivas científicas. La psicología, la antropología, la
sociología, la filosofía y la lingüística, entre otras, han visto en el uso cotidiano
de la lengua un fenómeno de estudio ineludible, si se quiere entender cómo
95
funcionan las personas tanto desde un punto de vista individual como desde
un punto de vista social o cultural.
El análisis de la conversación, se usa de dos maneras diferentes. Por
una parte, en un sentido muy restringido, se usa para designar una
determinada corriente de la sociología: la etnometodología que se interesa por
el estudio de las interacciones y, especialmente, de las interacciones verbales
u ordinarias. A los seguidores o practicantes de esta corriente se les conoce
como etnometodólogos o simplemente, conversacionalista. Por otra parte en
sentido más amplio, el análisis de la conversación se usa para denominar la
actividad que realiza quien estudia las conversaciones o interacciones verbales
orales (Tusón, 1997).
En este trabajo, se usa el término de forma genérica, a no ser que se
especifique lo contrario. Desde un sentido genérico hace referencia a cualquier
tipo de interacción oral, por ejemplo las conversaciones informales u ordinarias
(espontáneas, no planificadas) y conversaciones formales (entrevistas,
debates, interrogatorios, etc.). De manera, que la conversación familiar es
entendida como una actividad humana básica, como una actividad verbal oral
de carácter interactivo organizada en turnos de palabras que remite a las
cuestiones familiares y al proceso de construcción de la realidad doméstica. La
conversación doméstica expresa una forma de interpretar, representa y
organizar las relaciones sociales entre los miembros de una familia. Más que
meras palabras o descripciones, se transmiten ideas aparentemente
compartidas acerca de la vida doméstica, la idea central es que el mundo
social se hace concreto y adquiere significado a través de la interacción y el
habla cotidiana compartida.
En efecto, se comprende, que las conversaciones, descripciones,
relatos y todo tipo de discurso oral familiar no son simplemente palabras
habladas de un aspecto de la realidad, sino una construcción simbólica
cargada de significados.
96
Dada la naturaleza de los actores sociales en estudio, el tratamiento de
las informaciones recabadas por las entrevistas apunta a la explicación y
análisis de hallazgos significativos construyendo un cuadro de categorías con
relaciones internas que permita la estructuración de teoría sobre la
construcción de las identidades de las familias en estudio.
El espacio doméstico
El espacio es uno de los aspectos estudiados por la sociología del
habitar y la antropología social, entre otras ciencias.
En la postura asumida, el espacio no es entendido solo como un
elemento físico que habita el hombre, sino como un espacio cargado de
significaciones y contenidos sociales, vemos por ejemplo que para Levis
Strauss, la concepción del espacio en las sociedades tradicionales constituyen
un dato fundamental para entender la vida en sociedad, en este sentido
expresa:
“que el espacio junto con el tiempo, no tienen otras propiedades que las propias de los fenómenos sociales que las pueblan. Las sociedades, según su estructura particular han concebido de manera distinta estas dimensiones…existen numerosos documentos que atestiguan la realidad y la importancia de esas correlaciones, principalmente en lo que conviene, por una parte a la estructura social, y por la otra, a la configuración espacial de los establecimientos humanos” (Levi-Strauss, 1976:263).
Por su parte, Maurice Godelier, señala que el espacio implica una
apropiación, tanto material como simbólica y señala:
“Lo que revindica a una sociedad al apropiarse de un territorio es el acceso, el control, el uso y las variables visibles como a las potencialmente invisibles que lo componen, entre lo que parece estar repartido el dominio de las condiciones de reproducción de la vida de los hombres, de la suya propia y de los recursos de que depende. Tal es lo que nos parece que cubre la noción de propiedad de un territorio. Pero esta propiedad solo existe
97
plenamente cuando los miembros de una sociedad utilizan sus reglas para organizar sus concretas conductas de apropiación” (Godelier,1989: 108-109).
Visto desde esta perspectiva todos los grupos sociales fundan su
universo simbólico, delimitan el territorio, crean demarcaciones con el otro, es
decir, crean unas relaciones simbólicas con su entorno y en ese sentido
estructuran su espacio.
En este mismo orden de ideas, Bachelard (2000), asevera que el
espacio captado por la imaginación no puede seguir siendo el espacio
indiferente entregado a la medida y reflexión geométrica. Debe ser asumido
como un espacio vivido, en todas las parcialidades de la imaginación.
Como se puede inferir, el espacio es un factor fundamental en la
construcción de las identidades de los grupos, son lugares comunes en los
cuales los individuos reconocen su historia, desarrollan actividades afines, es
el encuentro del intercambio de lo cotidiano, para Amodio (1993), en esos
espacios las identidades se expresan en los ritos cotidianos, en las fiestas, en
las prácticas religiosas, en la afectividad, en las actividades productivas.
De allí que los grupos sociales conformen los rasgos a partir de los
cuales se establecen las fronteras y diferenciaciones en relación con los otros
grupos. Por lo tanto, quienes no comparten constantemente ese espacio, ni lo
habitan, no tiene los mismos símbolos, los mismos rituales, las mismas
costumbres, ellos por lo tanto son los “otros”, son lo diferentes.
Dentro de esta misma postura Edward Hall (1973), realiza un estudio
sobre el uso que el hombre hace del espacio, tomando en cuenta los
referentes culturales a los cuales pertenece. La percepción del espacio que
pueden tener los habitantes a partir del hecho cultural5, da cuenta de la
5 Se asume el termino hecho cultural como el proceso de producción y práctica de sentido en el cual participan todas las sociedades humanas, el cual se evidencia por medio de las representaciones y prácticas objetivables tanto en la rutina cotidiana como en las situaciones percibidas o sentidas como extraordinarias. (García, 2004).
98
diversidad de los comportamientos de los grupos, es decir lo que el hombre es
y hace está relacionado estrechamente con la experiencia del espacio. La
sensación humana del espacio, el sentido espacial del hombre es una síntesis
de muchas impresiones sensoriales: visuales, auditivas, cinéstesica, olfativas y
térmicas.
Cada una de ellas, además de venir constituida por un sistema
complejo viene moldeada por la cultura, a cuyos patrones responde. En
síntesis, es posible afirmar el hecho de que las personas educadas en el seno
de culturas diferentes viven y construyen también mundos sensoriales diversos
y espacios diferentes.
Sucede pues, el hombre estructura su espacio, dentro del cual fundan
un universo simbólico, delimitando el territorio y creando demarcaciones con el
espacio del otro, este lugar es captado por la imaginación, y no puede seguir
siendo el espacio indiferente entregado a la medida y a la reflexión del
geómetra.
Es el espacio vivido, con todas las parcialidades de la imaginación
(Bachelard, 2000). En efecto, en este mismo orden de ideas señala que
estudiando la imagen de la casa tenemos un verdadero principio de
integración psicológica, psicología descriptiva, psicología de las profundidades,
psicoanálisis y fenomenológia y podría construirse ese cuerpo de doctrinas
que designamos bajo el nombre de topoanálisis. En efecto, gracias a la casa,
un gran número de nuestros recuerdos tienen albergue y refugios cada vez
más caracterizados. De manera que un psicoanalista debería prestar atención
a esta localización de los recuerdos para realizar sus estudios.
De aquí, que los valores, las costumbres, los hábitos, las relaciones de
poder, es decir producción material y no material del individuo y su grupo,
conforman los rasgos a partir de los cuales se establecen las fronteras y
diferenciaciones en relación con los otros. Al respecto García (1999), señala
que quienes no comparten constantemente ese territorio, ni habitan, ni tienen
99
por tanto, los mismos objetos y símbolos, los mismos rituales y costumbres,
son los diferentes.
Para poder desentrañar la determinación fenomenológica de los
espacios de la casa es necesario entender que en ella se expresa lo siguiente:
“La casa natal es una casa habitada. Los valores de intimidad se dispersan en ella, se estabilizan mal, padecen dialécticas. ¡Cuantos relatos de infancia – si los relatos de infancia fueran sinceros – en donde se nos diría que el niño, por no tener cuarto, se va enfurruñado a un rincón! Pero allende los recuerdos, la casa natal está físicamente inscrita en nosotros. Es un grupo de costumbres orgánicas. Con veinte año de intervalo, pese a todas las escaleras anónimas, volveríamos a encontrar los reflejos de la “la primera escalera”, no tropezaríamos con tal peldaño un poco más alto. Todo el ser de la casa se desplegaría, fiel a nuestro ser. Empujaríamos con el mismo gesto la puerta que rechina, iríamos sin luz hasta la guardilla lejana. El menor de los picaporte quedo en nuestra manos”. (Bachelard, 2000:46).
Estos espacios de la casa, tienen fronteras territoriales y culturales, es
decir, de tipo simbólico que remiten automáticamente a la coexistencia de un
adentro y un afuera, de nosotros y un ellos, con historias y espacios
particulares. Este esta definido por su simbolizaciones y por el uso material
que se hace del mismo, en lo que pudiéramos denominar la simultaneidad de
funciones, todo en marcado en el dinamismo cultural de cada grupo. Es este
sitio vivido con todas las parcialidades de la imaginación al que se le agregan
valores.
De las reflexiones anteriores se desprende, que los espacios habitados
tienen fronteras y diferenciaciones de tipo simbólica en relación con los otros
grupos, los cuales remiten a un adentro y afuera, cada uno, con historias y
espacios particulares. El espacio social esta definido por su simbolización y por
el uso material que se hace del mismo, tiene una simultaneidad de funciones,
enmarcadas en el dinamismo cultural de cada grupo. Es un espacio vivido con
todas las parcialidades de la imaginación y al que se agregan valores, es allí
donde se inscribe la identidad, las relaciones y la historia de quienes lo
habitan, ya que es a escala individual el lugar de síntesis, base de las
100
relaciones del si mismo con el otro. En este se funda las relaciones de
parentesco básica y los actos simbólicos de la familia entendida está en
términos de descendencia, consaguinidad y afinidad, es decir de manera
ampliada.
En síntesis, la necesidad de definir un territorio para la familia ha
existido biológica y culturalmente, desde la primera cabaña primitiva construida
por los seres humanos hasta la actualidad. A través del tiempo, se ha
observado la disposición a colonizar territorios en todas las sociedades. El
hombre cuenta con una tendencia innata a ocupar, delimitar, defender o
proteger un territorio específico, entre ellos el más común es el espacio de la
vivienda. En ella se pueden indicar una serie de características particulares a
cada caso como resultado de las acciones cotidianas (Servigna, 1999)
Espacio soñado y espacio real
Amodio (1993), realiza interesantes aportes sobre las distinciones
espaciales, en su texto “Formas de alteridad”, y deduce que existen por lo
menos dos tipos de espacios: el espacio topológico que hace referencia al
espacio de pertenencia a partir del cual los sujetos definen lo de adentro y lo
de afuera y el espacio euclidiano, categoría simbólica referida a las nociones
geométricas de distancia, forma y tamaño.
Debe señalarse que la noción de espacio euclidiano es tomada en esta
investigación como una categoría que funciona a nivel de las delimitaciones
geométrico-espaciales que realizan los integrantes de las familias estudiadas
dentro de la casa y en segundo lugar el espacio topológico se toma como el
espacio de la imaginación, el espacio mítico donde puede homogenizarse lo
heterogéneo.
En la perspectiva adoptada, el espacio topológico es asumido como un
conjunto de espacios que se cruzan y se interrelacionan, como son: espacio
devocional, espacio afectivo. De igual manera se comprende que los espacios
señalados son los lugares, donde se construye y se reinventa las identidades
familiares.
101
Espacio devocional
Los códigos de distinción temporal, al expresarse en el presente, unen
el pasado anuncia el futuro y ponen de manifiesto el espacio devociónal. Este
es un espacio en el cual la familia trabaja para mantener sus creencias
religiosas, años tras año durante todo el tiempo que va de generación en
generación al interior de la familia, es allí donde la participación de las
diferentes generaciones se encargan de transmitir sus saberes religiosos.
Este espacio da sentido a todas las movilizaciones ceremoniales que se
desarrollan dentro del grupo familiar. Es un espacio que implica y compromete
la repetición de un ritual. Es decir, anuda los tiempos y hace gravitar el pasado
con el presente y anticipa el futuro. De manera que la función atribuida al
anudar los tiempos se cumple por medio de la convergencia de términos
espaciales, la inserción de un espacio marcado que define una secuencia
temporal (Velasco, 1992).
Se trata de espacio que los miembros convocan para expresar una
determinada devoción.
Para Velasco (1992), es un grupo de personas que discurren o se unen
para expresar actos prescritos en compañía de sus símbolos sagrados. El
término designa al grupo, a la gente pero también, al acto en toda su
complejidad, es decir, un movimiento en grupo, relativamente sincronizado a
través de un espacio determinado y en un tiempo previsto.
Espacio afectivo
Es el espacio donde los miembros de las familias expresan su sentir
abiertamente, ocurre en el relacional que le confiere a cada una de las
conductas un carácter particular en el convivir. El emocionar vivido determina
en cada instante lo que podemos ver, admitir, escoger, o hacer en ese
instante. En este sentido, el razonar es algo básicamente diferente. El
emocionar como modo de estar en el espacio relacional afectivo ocurre como
una manera de moverse en la relación.
102
Tal vez la confusión pueda empezar a aclararse si rompemos con la
ciencia occidental que planteo una diferencia radical entre el sujeto y el objeto
de conocimiento, garantizando la jerarquización del conocimiento y un absoluto
control sobre el mismo. Es necesario reconocer que el amor es ante todo un
sentimiento de dependencia afectiva y que, como tal, es una autentico
imperativo de nuestra existencia y de nuestro conocer. Los ideales del amor
del amor caballeresco de “Don Quijote”, cargado de la lógica guerrera, no
parecen responder a nuestras necesidades contemporáneas. Dependemos
afectivamente de los otros tanto como dependemos del aire, del agua o de la
luz, de la misma manera como los seres de un ecosistema se necesitan para
asegurar su integridad biológica.
Los conflictos humanos no se resuelven desde la razón, y en los casos
en que parece haber sucedido así, lo que en sin duda ha ocurrido es que una u
otra de las partes involucradas en el conflicto ha cambiado su emocionar, ya
sea de manera consciente o inconciente (Maturana, 2003).
Espacio productivo
Es el espacio donde algunas familias realizan las actividades
productivas para su sustento diario.
Espacio recreativo
Lugar donde los miembros de las familias comparten juegos de mesas,
tales como cartas, ludo, entre otros. Es un modo de estar en el espacio
relacional afectivo expresado a través del esparcimiento.
103
“Los individuos no existen sin la sociedad y a la inversa. La sociedad no tiene ninguna finalidad última y la experiencia de los individuos en la misma, es el tejido sobre el que se abordan las cambiantes figuras de su sentido y de su fin. Lo que equivale a decir que a los seres humanos se otorgan fines según las circunstancias y no existen más fines fuera de los que ellos mismos se otorgan”
Desiato
104
CAPITULO IV
OTRA MIRADA AL ESTUDIO DE LAS FAMILIAS
105
CAPITULO IV
OTRA MIRADA AL ESTUDIO DE LAS FAMILIAS
En la actualidad existen diferentes posturas filosóficas asumidas en el
estudio de las familias, lo cual ha dado como resultado, una larga discusión
sobre cuál es el método más acertado, para comprenderla y explicarla como,
ésta inquietud se ha intentado resolver desde el pensamiento mítico-religioso,
hasta las diferentes corrientes, perspectivas o tradiciones filosóficas que con
diferentes enfoques se ocupan de este problema.
Algunos han intentado descubrir su fundamento al señalar que la
realidad y sus significados existen independientemente de la conciencia. Este
pensamiento tiene sus orígenes en la antigua filosofía griega y fue incorporado
al realismo escolástico a lo largo de la Edad Media, alcanzando su cenit en la
época de la Ilustración. La idea de existe una verdad objetiva posible de
conocer a través del uso adecuado de métodos de investigación y obtener
determinados conocimientos de esa verdad ha sido el fundamento
epistemológico predominante de la ciencia occidental (Paz, 2003).
La filosofía positivista en su intento de unificación científica ha influido de
una manera determinante en la epistemología actual, propiciando formas de
indagación que han prevalecido en el ámbito de las ciencias sociales y
humanas orientando formas particulares de construcción y validación del
conocimiento científico. En efecto, asume al hombre como objeto que vive en
función de un todo social y no en el mundo complejo de interrelaciones
humanas.
Por ejemplo Hammersleyd (1992), nos recuerda que la mayoría de los
primeros estudios etnográficos se desarrollaron desde una visión objetiva, que
considera que si se actúa de manera adecuada es posible objetivar los valores
y concepciones de las personas en si mismas: así, a principios del siglo XX, los
investigadores que realizaban estudios de casos aseguraban que construían
leyes.
106
Este pensamiento que gozo de una gran aceptación en el desarrollo del
conocimiento de Occidente, declina con Kant, en su obra “Critica de la razón
pura” (1787), plantea que la ciencia se reduce a fenómenos sensibles,
proponía analizar los fundamentos y estructuras del conocimientos humano
para decidir acerca del valor de sus pretensiones y acerca de sus limites.
Conocer es sobre todo constitutivo, es decir, constituir el objeto en cuanto
objeto del conocimiento.
A partir de entonces, se abre el camino a otras maneras de estudiar al
hombre, más comprensivas y emancipadoras, se habla de los paradigmas
emergentes en oposición a la perspectiva tradicionales.
Ante tal situación, Thomas y Wilcox (1987), anuncian que los estudios
sobre familias se sacude, aunque no sin dificultad, hacia una perspectiva
diferente, donde el conocimiento científico se considera construido antes que
descubierto, y donde se utiliza el consenso como criterio de conocimiento real.
Sucede pues, que a falta de estudios que dejen asomar la vida cotidiana
de la familia, los investigadores sociales comienzan a echar mano a nuevas
herramientas. La sociología de la familia aprovecha entonces una coyuntura
favorable, ya que la misma disciplina está en mutación. “Hacia fines de los
años 1980, los sociólogos empiezan a valorar un enfoque más constructivista
del vinculo social y a abrirse métodos más cualitativos de recopilación de
datos”. (Cicchelli y Cicchelli; 1999: 101).
De acuerdo con Klein y White (1969), los estudios comienzan a ser
pluralistas y de diversas formas: con una continuación del crecimiento
cuantitativo de las contribuciones a la teoría e investigación de la familia, con
un indicador de intereses cada vez más especializados y fragmentados, o con
un mayor respeto y tolerancia por las diversas filosofías, teorías y métodos de
construcción teórica, así como de estrategias de investigación. Para estos
autores, la continua proliferación de teorías, la combinación ecléctica de
elementos procedentes de diversas teorías y las variaciones y
transformaciones dentro de teorías existentes son elementos característicos del
momento presente en esta área de investigación.
107
Asimismo, continúa siendo una característica común la teorización
centrada específicamente en tópicos o aspectos concretos, caracterizándose la
literatura científica por incontables mini-teorías, teorías de rango medio, entre
otras.
En efecto, la perspectiva asumida en este trabajo, es interpretativa,
holistica, dinámica y simbólica al interior de los procesos existentes en las
familias en estudio.
Siendo las cosas así, y con la influencia del redescubrimiento del
interaccionismo simbólico y el constructivismo estadounidense, las
metodologías adoptadas dan un nuevo impulso a los trabajos sobre la familia.
En efecto, estudian las vivencias de los actores de la familia con
observaciones en vivo, en ocasiones fijan la atención a los modos de
funcionamiento de la vida domesticas, profundizando en la experiencia
subjetiva inmediata de los actores y en su propia percepción, que fue la
perspectiva adopta para la realización del presente estudio.
De manera, que se asume una lógica comprensiva, al entender que la
familia escapa de ser un concepto escuetamente intelectual y se ubica:
“En un ámbito de convivencia que genera un grupo de personas bajo la pasión de vivir juntos. Como tal se funda en el amor como condición de posibilidad, y se realiza desde el deseo de la cercanía en la confianza y aceptación mutuas como un espacio de colaboración en el compartir, en la sensualidad, la ternura y la sexualidad” (Maturana y Nisis, 1997:91).
Así, la familia se devela desde una visión construccionista, como
organización histórica, particular y concreta, ubicada en una relación texto-
contexto, y no desde un determinismo externo, sino como estructura social
internalizada e internalizadora.
De este modo, la totalidad es un producto histórico social que implica
considerar “la experiencia vivida del todo” en una triple mirada, esto es:
108
a) Como esquemas de percepción, pensamiento y acción constitutivos,
desentrañando las representaciones hegemónicas que producen tensiones
entre lo real y lo deseado.
b) Como estructuras familiares diversas, considerando las múltiples
modalidades que asumen las familias en la vida cotidiana.
c) Como internalización subjetiva de las relaciones familiares de acuerdo con
las propias definiciones de familias asumidas por sus propios miembros.
Un ejemplo desacertado, de la aplicación de esta perspectiva de
totalidad, resulta cuando constantemente se escucha que la familia esta en
crisis, sin embargo esta afirmación necesita una mirada mucho más profunda
en el sentido, de que si admitimos la existencia de una compleja diversidad
familiar, habría que preguntarse ¿qué familia está en crisis? Al respecto Quiroz
(2000), plantea que lo que se encuentra en crisis es la tradicional y universal
forma naturalizada de ver las familias desde la cultura occidental. Es decir la
familia nuclear papá, mamá e hijos.
Es evidente, que las familias tiene múltiples formas de asumirse, dada
su capacidad de reinvención, sin la necesaria presencia de otras relaciones de
parentesco. Siempre han existido múltiples formas familiares que se construyen
desde las cotidianidades, desde el emocionar lejos de la concepción
normalizada por la racionalidad moderna, siendo las propias vivencias
familiares quienes nos aporten los elementos para el análisis de las
construcciones identitarias de las familias estudiadas.
Perspectiva epistemológica para el estudio de la construcción de las identidades familiares.
Interpretativismo
Lo que hoy conocemos como interpretativo ha ido apareciendo a lo largo
de la historia bajo diversas apariencias. Al respecto, Crotty (1998), considera
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que tres perspectivas han dado lugar a su nacimiento: la hermenéutica, la
fenomenológia y el interaccionismo simbólico.
Dada la gran diversidad de corrientes existentes en la actualidad, se
exponen a continuación un conjunto de supuestos básicos utilizados en la
investigación desde esta perspectiva.
-Existe una naturaleza interpretativa, holística, dinámica, y simbólica de
todos los procesos sociales, incluidos los de la investigación (Giddens, 1979).
-El contexto es un factor constitutivo de los significados sociales.
-El propósito de la investigación es la acción humana (por oposición a la
conducta humana), y las causas de esas acciones residen en el significado
interpretado que tienen para las personas que las realizan antes que en la
similitud de conductas observadas.
-La construcción teórica es la comprensión teleológica antes que la
explicación causal (Wright, 1980).
-La confiabilidad en el estudio se alcanza accediendo al significado
subjetivo que tiene la acción para los actores sociales.
En la perspectiva fenomenológica adoptada, se otorga primacía a la
experiencia subjetiva inmediata de los diferentes miembros de las familias
estudiadas, teniendo en cuenta su marco referencial para poder conocer como
experimentan e interpretan el mundo social que construyen en interacción.
En este sentido, se asumieron los siguientes criterios generales:
-La primacía que otorga a las experiencias subjetivas inmediatas como
base de sus conocimientos.
-El estudio del las identidades familiares teniendo en cuenta su marco
referencial.
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-El interés por conocer cómo los miembros de las familias estudiadas
experimentan e interpretan el mundo social que construyen en interacción.
En efecto, la intención es estudiar la construcción de identidades
familiares en tres familias ubicadas en el sector de Santa Lucia, Maracaibo,
Venezuela. En este sentido, los aspectos en estudio son:
-El discurso doméstico.
-El espacio doméstico como código simbólico (topológico y euclidiano)6.
Perspectiva interpretativa aplicada al estudio de las familias.
INTERPRETATIVA
Visión del conocimiento: la verdad es subjetiva y todo conocimiento acerca
de las familias se crea por actores que están interpretando en una
conversación con los demás.
Valores: el estudio científico de la familia no se encuentra libre de valores y
los científicos deberían ser conscientes y abiertos a sus propios valores.
Criterios para evaluar teorías de la familia: las buenas teorías deberían
tener cualidades literarias (por ejemplo elegancia, poder narrativo,
imaginación). Las buenas teorías también deberían basarse en datos
procedentes de las experiencias de los miembros de la familia.
Meta: comprensión.
Estilo académico: evocativo, existencial, hermenéutico, humanístico, intuitivo,
metafórico, fenomenológico, posmoderno, autoreflexivo, sensible,
especulativo, espontáneo, simbólico, etc.
Fuente: Diseñado por Araque (2006). Klein y White (1996) 6 La noción de espacio euclidiano es tomada como categoría que funciona a nivel de las delimitaciones geométricas-espaciales que realizan los miembros de la familia al interior de la casa y el espacio topológico es el espacio de la imaginación, el espacio mítico donde se homogeniza lo heterogéneo.
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“La disociación entre cognición y afección nos ha cerrado el camino de la integración de estas dos esferas, sendero que permite conocer de manera más fina y detallada entre más comprometemos nuestros afectos. Integración de saberes que todas las culturas antiguas calificaron con el hermoso nombre de sabiduría”.
Restrepo.
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CAPITULO V
PROCESO GENERAL DE LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES FAMILIARES EN LA PARROQUIA “SANTA LUCIA”. MARACAIBO. ESTADO
ZULIA. VENEZUELA
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CAPITULO V
PROCESO GENERAL DE LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES FAMILIARES EN LA PARROQUIA “SANTA LUCIA”. MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA
1.- Contextualizando las unidades de análisis
Las familias en el casco central de la Parroquia “Santa Lucia”
La ciudad de Maracaibo, como centro urbano, inicia su historia en lo que
en otros tiempos fuera la barriada del Saladillo, así como también en los
sectores de Santa Lucia, El Milagro y los alrededores de la plaza Bolívar de la
Ciudad.
En este sentido, los datos aportados por el historiador Besson (1973),
señalan que la ciudad, según algunos autores se empezó a construir entre el
lugar donde hoy esta situado “San Juan de Dios” y la calle “El Milagro”, en toda
la línea hacia el lago, siguiendo por la construcción hacia el este y el sur. Para
delimitar el espacio se colocaron tres cruces de madera, donde hoy es la plaza
de Santa Bárbara, a fin de señalar el límite de la población hacia el norte.
Posteriormente, en 1995 con la ley de División Política y Territorial,
Maracaibo se constituye en dos Municipios, uno el de Maracaibo y el otro el de
San Francisco. Dentro del Municipio Maracaibo, se encuentra ubicado el barrio
El Empedrado al cual se le denomina hoy “Santa Lucia”, toponimia que toma
de la Parroquia, que a su vez la adquiere de la patrona religiosa de la cual son
devotos los pobladores de esa comunidad. Al igual que el Saladillo, nace esta
Parroquia en el periodo republicano, a finales del siglo XIX, y principios del
siglo XX.
Este barrio a pesar de sufrir algunas remodelaciones arbitrariamente,
actualmente es considerado lo que queda del Maracaibo de antaño. Se
encuentra ubicado en los perímetros del casco central de la cuidad, siendo sus
limites: por el norte la calle Pinchicha, por el sur la avenida Padilla, por el este
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la avenida El Milagro y por el oeste la avenida Bella Vista. Su conformación
espacial esta compuesta por viviendas que conforman una estructura
concéntrica alrededor del templo de Santa Lucia y la plaza. El sector esta
dividido físicamente en dos mitades formales, reconocidas por sus pobladores
como arriba y abajo, siendo la última la que colinda con el lago de Maracaibo,
en dirección a la avenida El Milagro.
Todavía hoy, la iglesia y la Parroquia eclesiástica sirven de referente
para la constitución de la Parroquia civil que cuenta con una superficie de 5,9
Km. Cuadrados, Santa Lucia no es sólo una Parroquia civil eclesiástica, sino
que es un territorio, un espacio que simboliza un lugar sagrado del pasado. La
iglesia, la calle y la plazoleta son espacios marcados, así como también el bar
museo “La esquina de la Tradición” y “La esquina de Luís”.
Estos espacios que fueron primero territorios, pasaron posteriormente a
ser espacios históricos con características propias, que lo diferencia del
Maracaibo actual. Estos lugares simbólicos están cargados de centralidad, y
marcan las relaciones de pertenecía del grupo local, pero también de los
Maracaiberos en general. Este barrio también es utilizado como referente de
regionalismo que ha caracterizado a la cuidad y a la región.
Santa Lucia es una comunidad cerrada, que ha sobrevivido en un
intercambio continuo con la cuidad en desarrollo y los cambios de la
explotación petrolera. En este sentido, la comunidad presenta un carácter
conservador. La estructura física de las calles y organización de las casas se
desarrolla a partir de la iglesia, que queda en la parte más alta de la zona y es
el centro de congregación y acción de todas las familias.
Este sector urbano antiguo de Maracaibo o centro histórico de la cuidad
constituye hoy en día, un sector importante con características propias de sus
pobladores, así lo revelan los diversos códigos simbólicos, que se practican al
exterior e interior de cada una de las familias que conforman la comunidad,
razón por la cual se realizó el estudio en ella.
115
Se seleccionaron intencionalmente tres diferentes tipos de familias en el
sector, ya que no se busca la generalización como objetivo importante, sino
más bien el estudio a profundidad del fenómeno de construcción identitaria
familiar en base a dos referentes el espacio doméstico y el discurso doméstico.
2.- El recorrido metodológico
De acuerdo al paradigma cualitativo que orienta esta investigación, el
método que se utilizó es la investigación fenomenológica. Se pretende captar
el significado de las palabras, acciones de los actores sociales estudiados,
procurando entender su singularidad desde el contexto al cual pertenecen.
En esta investigación pueden mencionarse varios momentos:
Primer momento: incorporación de la investigadora al medio natural de los
actores sociales de estudio, incluye el uso de las técnicas empleadas para
recopilar la información (entrevistas abiertas y observaciones directas).
Segundo momento: trascripción de las entrevistas realizadas y registros de
observaciones.
Tercer momento: lecturas de las trascripciones, lecturas de los registros de
observación. Aquí se trata de pasar el dato a la vivencia misma de quien los
produce, tal como plantea Moreno (1995), comprender significa pasar de la
exterioridad de los datos a la vivencia natural que los produce, sean ellos
gestos, lenguajes u objetos culturales en general.
Cuarto momento: categorización de la información con las categorías
provisionales disponible en la teoría y con las categorías emergentes de los
propios datos.
Quinto momento: estructuración de la información, a fin de manifestar una
visión comprensiva de cada familia estudiada.
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Sexto momento: estructuración general, donde se integra lo fundamental y
esencial que aparece en cada familia en particular.
Séptimo momento: teorización para integrar las conclusiones y relacionarlas
con el cuerpo teórico respectivo existente.
Técnicas utilizadas
Se usaron las entrevistas abiertas y la observación directa. La entrevista
se grabó y realizó como un diálogo coloquial, flexible, dinámico, con una
actitud receptiva y sensible por parte de la investigadora. Más que formular
preguntas, se trato de hacer hablar libremente al entrevistado facilitándole
libertad y la posibilidad de pronunciarse en el marco de su experiencia
vivencial y su personalidad. De manera, que pudiera expresar motivaciones,
aspiraciones, conflictos, situando todo el relato en su propio contexto personal.
En las entrevistas los actores sociales en estudio abordaron el tema
como quisieron y durante el tiempo deseado, la investigadora asumió una
actitud pasiva, sin discutir su opinión y sin mostrar sorpresa o desaprobación y,
menos aún, evaluación negativa, sino, al contrario, demostrando gran interés
en lo narrado.
Las sesiones de observaciones fueron encuentros informales que se
dieron entre la investigadora y las familias o algunos de sus miembros con el
fin de aclarar y puntualizar algunos aspectos de los espacios domésticos
compartidos.
Actores Sociales de la Investigación
Los actores sociales de este estudio fueron una unidad escogida
intencionalmente, usando varios criterios con el fin de optimizar el proceso de
la investigación, entre ellos:
a.- Posibilidad de encuentros adecuados para recoger la información.
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b.- Factibilidad de un diálogo fluido propio de una relación de confianza y
cordialidad.
c.- Diversidad de estructura familiar.
Familia A: constituida por madre, padre y dos hijos. La madre, Ana (todos los
nombres son seudónimos), comerciante a destajo y ama de casa, con estudios
secundarios incompletos. El padre, Antonio, comerciante a tiempo completo,
mantiene a la familia. Carlos, joven de diecisiete años, estudiante universitario
del primer semestre de derecho y José, adolescente de trece años estudiante
del noveno grado.
Familia B: constituida por padre, hijo y abuelos. Ramón, es profesional
universitario y mantiene económicamente la casa. Su hijo Roberto, tiene diez
años y es estudiante de educación básica, es cuidado por sus abuelos.
Ramona, abuela, ama de casa, de avanzada edad y su esposo Ricardo,
abuelo, está jubilado.
Familia C: constituida por madre e hija. Yraida, la madre, de 62 años de edad,
viuda desde los veintisiete años, con estudios de primaria y jubilada obrera de
un organismo publico, es ama de casa. Sandra, hija profesional a nivel técnico
universitario, trabaja.
3.-Categorización de los contenidos de las entrevistas y construcción identitaria familiar.
La categorización tiene la finalidad de resumir el contenido de las
entrevistas realizadas en pocas ideas o nociones más fáciles de manejar y de
relacionar. En este sentido, se realizaron un conjunto de pasos:
1er. Paso: releer las entrevistas subrayando las palabras más relevantes y
significativas.
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2do. Paso: dividir el contenido en unidades temáticas enumeradas, es decir
párrafos que expresen una idea o nociones de sentido dadas por los
entrevistados.
3er. Paso: categorizar con un término, expresión o palabra clave el contenido
de cada unidad temática examinada.
4to Paso: configurar el grupo de categorías formuladas por cada familia en una
estructura particular que las integre en un todo coherente y lógico.
En esta parte de la tesis se presenta las categorías más destacadas
relacionadas con la construcción de identidades familiares para integrarlas
todas, en una estructura particular.
Familia A
Los actores en esta familia son: Ana (mamá), Antonio (papá), Carlos
(hijo, diecisiete años) y José (hijo, trece años).
Entrevista Lugar: Casa de Familia Hora: 8:00 pm Día: 26 – 07 – 2006. Identificación: I: Investigador M: Mamá P: Papá
No. De Líneas Entrevista Categorías
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I: Buenas noches, bienvenidos a este encuentro hoy acá vamos a conversar un poco acerca de la familia, o sea, como son ustedes, como es su vida en la cotidianidad. Acá tenemos a papá, y mamá entonces quisiera saber cómo está conformada su familia, ¿cuántos hijos tienen, que edad tienen sus hijos, y de ser posible el oficio que tienen cada uno de ustedes
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8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40
dos? (Silencio) P: Bueno, ambos somos comerciantes (Silencio) I: ¿Comerciante, algo acerca de los hijos? (interrumpe mamá) M: Tenemos dos hijos, unooo tiene diecisiete años…, estudia Derecho primer año, primer semestre de Derecho y el otro tiene trece años y va a noveno I: Ah, muy bien, y cómo ha sido el proceso de la adolescencia, cómo ha sido el trato con ellos. Cuéntame un poco acerca de ese proceso M: Bueno lo normal , educándolos en lo , en la medida que van pasando de una etapa a la otra … esteee, este que ellos vayan entendiendo que las cosas son poco a poco, paso por paso, la evolución que vayan ellos teniendo lo normal de la educación de ellos a un crecimiento de, de los niños…” P: Y siempre con un consejo a tiempo para que… (interrumpe mamá) M: Aconsejándolos… orientándolos pues… P: No se M: Que vayan por el buen camino I: Me imagino que ahí se involucran mucho también los valores que ustedes, le inculcan a ellos M: (interrumpe) Sobre todo eso, los valores que se los inculcamos porque ese es el pan de cada día I: Entre estos valores eh me podrías mencionar alguno M: El respeto I: Aja M: La obediencia I: SI
Educándolos Se hace referencia a la enseñanza de los valores, las creencias y estilo de funcionamiento e interacción de la familia por parte de los padres. Valores: estos se inculcan en la cotidianidad.
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M: “Eso es muy importante en un hogar que haya respeto mucho amor porque bastante, yo por lo menos le doy mucho amor a mis hijos y les doy a saber cada día que yo los quiero… y su papá igual pero, normalmente siempre uno como madre pasa más tiempo con ellos que el papá, él siempre trabaja… pero siempre trato de que cuando él llegue, por lo menos ellos siempre estén pendiente de que su papá llego y tal. Si no ha, ha llegado ellos me preguntan enseguida estee mi papá a qué hora llega, o que tal, y siempre están muy pendientes I: Es decir, el aspecto afectivo lo demuestran de esa manera, estando pendiente de uno del otro M: Sii, exacto, yyy… compartimos mucho aquí, los cuatro, somos nosotros cuatro y en la casa en verdad compartimos bastante… si yo estoy en la casa con ellos en el día, por lo menos entre mis quehaceres y todo también estoy pendiente de ellos de, de los dos yyy… cuando suu (silencio breve) I: ¿Como es la actitud hacia ellos en general? M: Bueno yo me imagino que comooo buenos padres, respetuosos, porque una de las cosas que les inculcamos mucho es el respeto…” I: Aja M: Que ellos por lo menos, el crecimiento de ellos ha sido en parte sano y normal en el sentido de la relación de su papá y su mamá que nosotros nos tratamos con cariño siempre con respeto nunca han visto violencia en el hogar…” I: Si, cuenteme M: Por decir, una discusión normal dentro de una pareja
Amor Sentimiento expresado por la madre a los hijos en el día a día. Los cuatro Referencia a la cantidad de miembros en la familia y expresa sentido de apego entre ellos. Respeto Como valor inculcado en todo el proceso de crecimiento como familia Discusión Elemento frecuente o
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P: (interrumpe) ¿En una pareja es normal? M: Si, por decir, algo, algo, así sea por tontería, que tal que si tal por ellos mismos P: no, no, no M: Peroooo, gracias a Dios nada anormal, ni violencia, ni insultos, nada, ni yo hacia a su papá ni su papá conmigo, ni con ellos tampoco (Silencio) I: Me están diciendo que entre los valores más significativos para ustedes esta inculcarle a los hijos el respeto y la comunicación. Pero ¿como se ejerce la autoridad? M: Bueno, la autoridad la ejercemos al igual los dos, los dos por igual. P: (interrumpe el papá), Si, como no, siempre mandas tú M: Cuando son cosas, queee, queee, por lo menos yo puedo tomar la decisión sola las tomo, pero cuando son decisiones ooo cuestiones quee ya por lo menos es de consultarlas de verdad con su papá que le, que le, o sea, que de ambas partes igual la decisión tomamos igual… yo por lo menos yo la tomo, pero al igual se la comunico a su papá y tal pero, siempre por cualquier coosa lo que sea que ellos quieran decir a su papá me lo comunican a mí primero y luego hay la consulta P: (Interrumpe) ¿hay la consulta? M: Hay la consulta, y entre los dos por igual siempre, un nunca ni, él manda más que yo ni yo mando más que su papá, porqueee en el hogar siempre mitad y mitad eso tiene que ser parejo… para nosotros así tiene que ser o seaaa parejo que que nada de que no que que que si tu Papá dice
común en una pareja según la mamá. No,no,no Se evidencia desacuerdo del papá en relación a asumir las discusiones como elemento común La autoridad Fuera de lo formal se evidencia que es ejercida por la madre. Decisiones: Son tomadas por la madre para comunicarlas posteriormente al padre Consulta Comunicación de las decisiones tomadas al padre Mitad y Mitad: En el hogar las decisiones son compartidas por los padres: mitad y mitad según la
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que si, o que si tu papá nos dijo que si o que no P: Y M: Claro si su papá dice que no a una cosa yo se la respecto I: (Interrumpe) mmm M: Porque yo sé que lo que él está decidiendo allí es algo que yo sé que no le conviene a mis hijos. I: Mmhjú M: O viceversa, okey, que si yo soy la que digo no él sabe que debe respetar la no se vayan a sentir apoyados más por uno que por otro, no
P: A veces cuando hay una decisión que es negativa a los que ellos quieren, bueno al momento se siente mal, como todo, como todo el mundo. I: Mmhjú P: Pero, al rato andan como si no hubiera pasado nada M: Si, ellos no son rencorosos P: No son rencorosos en ese sentido M: En ese sentido como es normal, eeh de repente se, se molesten, se disgusten un poco perooo nunca, o sea, de ponerseee como con rencores ni con con malcriadeces ni con tonterías, no… porque ellos entienden que es así, ellos saben por lo menos cuando yo les digo algo, no pueden contradecirme I: Mmhjú M: Porque siempreee por más que sea de parte y parte igual pero en sí, en una casa, el respeto, el respeto, cuando su papá decide una cosa yaa… claro algo que de verdad uno vea que si tiene toda la razón hay que aceptarlo I: En este momento me podrías dar un ejemplo
madre. A veces Solo en algunas ocasiones cuando las circunstancias son negativas el padre toma las decisiones Aceptarlo Se aceptan las decisiones tomadas por él padre cuando la madre considera
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acerca de una decisión simple, y una decisión, como dices tú que la tome, más que todo el papá? M: Pero, ¿fuerte o simple? Me estas diciendo que…Bueno por decirte algo, que acabamos de llegar ahorita I: Okey M: Venimos de la calle verdad I: Mmhjú M: Entonceee, el amiguito, el vecinito de al lado I: Mmhjú M: Como sucedió orita, quiere queee como a… (refiriéndose a su hijo), él toca algo de guitarra quería que le enseñaraaa unas notas de una canción P: (Interrumpe) ¿Unas notas? M: Unas notas musicales que había aprendiendo y tal entonce ya le yo le dije que no I: Mmhjú M: Acabamos de llegar de la calle y todo entonces va llegar y va a salir de una vez así no… porque aparte de que ellos, no, no salen a la calle tampoco I: Mmhjú M: Asií, que anden por fuera… entonces por último como me insistió tanto okey bueno le dije a su papá tome la decisión él I: Mmhjú M: Vé, eso es algo quee como es aquí mismo, aquí pegadito al lado de la casa su papá lo dejó ir un momento, fue un momento y regresó… eso es algo por lo menoooos P: (Interrumpe) ¿Una decisión simple? M: No es nada del otro mundo pues, no es nada del otro mundo… entonceee ahora que sea algo, algo
que tiene la razón. Calle Lugar donde se encuentran los “otros”, diferentes a mi. Expresa la relación identidad-alteridad.
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más fuerte en el sentido de que por lo menooo mm P: (Interrumpe) Que él quiere a oír a dormiiir M: Si, que él que P: En casa de un amigo M: Que, vaya a dormir en casa de un amigo, por decirte que nunca lo han hecho, nunca… yo por lo meno no estoy de acuerdo y allí no hay discusión I: Mmhjú, entonces tus hijos no duermen fuera de la casa porque eso es una norma? M: En parte si I: Ajá M: Porque, o sea, es mmmh, no es que no duerman fuera de la casa porque lo han hecho pero, a parte de que no es seguido, este es donde su tía I: Mmmh P: Pero, es familiar M: Donde mii hermana pues I: Mmhjú P: (Interrumpe) con un familiar M: (Continua) o a que su abuela I: Mmhjú M: Que haya un momento que a ellos le haya tocado quedarse allí, ya es muy distinto I: Mmmh M: A que, yo ten, o sea que yo los esté dejando que no que voy pa’ que fulano’, pa’ que el otro’, pa’ que’, eso si que no P: SI, que un compañero de estudio M: Si P: Que se yo M: Que sí P: Hasta el momento M: En verdad hasta el momento nunca, nunca se ha
Normas De mil formas sutiles unas, más explicitas otras, la madre impone las normas dentro del hogar.
Que sí La madre expresa enfáticamente que sus decisiones se respetan
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206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238
dado, nunca ha habido necesidad deque, de que pase eso I: ¿Cual sería la norma principal que ustedes manejan dentro del hogar? M: Bueno, de las principales, principales… que yo siempre cuando y como o seaaa, les inculco a ellos como te dije ya, están el respeto, el orden, trato siempre de que, de que siempre tengan sus cosas en orden, yo los ayudo, por lo menos, a veces se sabe que están en clase o en lo que se metan pero cuando ellos están acá que no estén ociosos , trato siempre que mantengan sus cosas en orden P: Si, la obediencia M: El respeto entre, entre ellos P: Si, el respeto hacia las personas mayores también M: Si, si o sea, hacia todo, todo, todo, la, la, la educación van recibiendo el día a día aquí en la casa, por ese, por ese lado pueee te digo nooo yo aquí meme siento orgullosa de mis dos hijos porque a pesar de todo yo se que son dos muchachos respetuosos I: Mmhjú M: Como no, como llevan su vida normal como todo los de su edad, porque llevan su vida normal y siempre están aquí en la casa y no son muchachos que están pendiente de de de que, de quee de que todo el tiempo desde que ellos amenecen en la calle, no… porque noo, yo por ese lado siii, si me sientooo, bastante satisfecha porque, y su papá también, porque él sabe que yo por este lado también lo, el, el camino que yo le, les voy llevando y le pido a Dios todos los días que me siga ayudando para poder
Orden
Norma establecida como forma de organización del hogar Orgullosa Sentimiento de grandeza percibido de manera positiva de la madre hacia los hijos Dios
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seguirlos encaminandolos, eh en si es eso pues que ellos salen yy por decirte con nosotros (ella y su esposo: padres) pero no son muchachos callejeros, en verdad no son callejeros, ni, no, están que, que si, como muchos que viven en la calle P: Si, tienen una fiesta de un compañero de estudio, bueno, nosotros los llevamos lo vamos a buscar o se vienen en un taxi pero temprano a una hora, moderada M: Si, todavía respetan más adelante quien sabe P: Si M: Porque a pena como te dije uno tiene diecisiete y el otro tiene trece I: Mmhjú M: Y en verdad, para mi, o sea, están, todavía están muchachitos pues, para tomar decisiones, como quedarse así en la calle hasta altas horas de la noche, de que si, al mayor cuando lo han invitado a fiestas y a veces hasta con la misma me dice y de repente ni me dice más nada ni nada y no está ni pendiente de de de que, de que si, de que tenga que irse me entiende I: No, por ejemplo, eso seria para ustedes una norma el hecho de que ellos, le diga, este mamá voy a llegar a tal hora y tú le dices ‘no acuérdate aquí la puerta se cierra a tal hora M: Bueno no se cierra, en ese sentido, yo todavía con esa norma no he llegado, todavía a esa nivel I: Te estoy dando un ejemplo M: Exacto si, pero no, no he llegado todavía a ese punto porque por la edad que tienen todavía no han llegado tan tarde, pero ellos van a tener que entender por lo menooo que en la norma no es
Como fuerza espiritual y de voluntad para seguir adelante. Temprano Hora moderada según el padre para llegar al hogar Muchachitos El varón de nuestro pueblo nunca se vivencia como hombre, siempre como hijo. Esta es su identidad familiar
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siempre que voy a cerrar la puerta y los voy a dejar afuera porque eso es imposible…” I: Mmhjú M: Porque son mis hijos… perooo por lo menos si les haría saber de que ellos van a ir para tal parte y tal hora precisamente deben venir I: Mmhjú I: Si M: Porque entonce sino, no va haber, o, no va haber, no va haber confianza, no va haber nada y entonces la confianza se basa precisamente en eso, en el respeto, en la obediencia, en todo eso también laaa, la confianza que uno les de, y ellos tienen que saber aprovechar esa confianza I: Mmhuj M: Saberla valorar I: Cuéntame un poco, ya que hemos hablado de las normas de la parte afectiva entre ustedes y sus hijos como familia, ¿En que momento ustedes se unen los cuatro, hay algún espacio dentro del hogar? P: De espar, esparcimiento I: SI, de esparcimiento… para ustedes M: Bueno si eso puede, eso puede suceder en cualquier momento, cualquier día, a menos que ellos tengan que estudiar, y sin embargo, por lo menos a veces juguemos carta o juguemos bingo, por decirte algo para ‘matar’ el aburrimiento, a veces no I: Mmhjú M: Bueno, si ellos (hijos) no tienen que estudiar, nos sentamos en el comedor para jugar un rato bingo o cartas y así compartimos
Confianza Se fundamenta en el respeto y la obediencia de las normas establecidas dentro del hogar Carta y bingo Juegos de azar utilizados como forma particular de reunión familiar y al mismo tiempo para reprimir el hastío entre los miembros.
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I: Y es de cada, cuanto tiempo, sucede M: Todo depende P: Muy seguido, a veces muy seguido y a veces no M: A vece seguido, como de por decite todos los días I: Mmjú M: A veces estamoo quizá por decirte una semana y todos los días pero, con y de repente, mm dejamo de jugar y pasan día y no, no, pero si compartimos en otras cosas ooh de repente sabemos que ellos están en su cuarto, y nosotros en el cuarto de nosotros viendo televisión y así, sin embargo, pasan de un cuarto pa’ otro compartimos, ‘mami tal cosa’ `papá tal cosa y tal’ y, podemos ver algún programa de televisión o algo, uno siempre está pendiente de ellos (los hijos) y ellos con nosotros I: Me dijiste hace un momento que lo hacen más que todo es en el comedor… (Referencia de juego o compartir). M: Sii I: Del, del hogar M: Si, en el comedor nos podemos ahh, aah, aah, aah jugar I: Es por al algún motivo en especial M: Si por el espacio de la mesa, la cuestión es que quepamos todos I: Mmhmm M: Todo la, la… para, para estar I: Y los sitios, donde se sientan por lo general, o sea, ¿Quién se sienta al lado de papá?, ¿quién se sienta al lado de Mamá?... M: Bueno, a veces el menor se sienta al lado de su papá…
Comedor Se asume como espacio de encuentro para los momentos de esparcimiento
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I: Ajaá M: Porque, él siempre, el menor siempre es más mmh… a sido más ‘salamero’ que, que el mayor y y él siempre… pero y entonces el mayor más conmigo I: Mmhm M: Ve...yo, el afecto y el amor para mi es igualito pero, a veces si notamos que el menor se sienta al lado de su papá y el otro aquí al lado mió I: Mmmhu tienen sitios específicos en la mesa M: Sii, si P: Si, y se respeta también… (risas) M: Y se respeta también ese sitio (risas) cuando vamos a jugar, ya sabemos que cada, cual es el puesto de cada uno I: Sí P: De cada uno I: ¿Es el momento de ocio de ustedes, el momento en que comparten, más? M: Si, o sea, es uno de los tantos P: Si, uno, uno, uno, una de tantas distracciones.., que consigue regularmente M: Como a veces, a veces de repente en el cuarto, nos metemos los cuatro en mi cuarto nos ponemos los cuatro en mi cuarto nos ponemos al conversar, temas de cualquier cosaa, ooh por decirte queee, que algo quee, que hayan vivido ellos en el día en la universidad uno, en el colegio el otro P: A veces comer chuchearías I: (Risa) M: Entonces (risa) con lo otro es, estee en el mismo frente de la casa, a veces nos hemos sentado los cuatro allá en el porche, de la casa y nos ponemos
Cuarto de los padres Se asume como espacio de encuentro afectivo entre todos los miembros de la familia.
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a conversar I: Mmhm M: Entonces pero, es raro porquee nosotros llegamos por decirte de afuera, y si yo he estado afuera también en el día, llegamos y enseguida nos encerramos, en seguida, o sea, ya es una costumbre que esa si es, un habito que nosotros tenemos, que yaa, ellos desde pequeñitos, ellos se han, se han acostumbrado a eso, que ellos saben que ya por lo menos, nosotros y, ellos ni siquiera buscan aah, ni pal frente ni siquiera salir I: Mmmhu M: Entonces que ya nosotros llegamos yy yo cerré la puerta, si comimos, compartimos porque también nos acostumbramos a que a la hora de la comida estamos los cuatro cuando estamos en la casa, en ese sentido los cuatro y no me gusta quee, un hábito que yo he tenido, los he tenido desde pequeñito y ya grandecitos que se sienten sucios en la mesa, ni sudados, ni nada”. I: Mmmhu M: Pueden estar jugando afuera por decirte que hayan estado jugando fútbol o algo que yo vean que estén sudados, yo los mando para el baño, primero se me van a lavar y luego regresan a la mesa I: Pudiera decirse que M: (interrumpe) Nunca me ha gustado que coman sucios I: Eso es una norma M: Si. I: ¿Qué?, sentarse aquí (Comedor de la casa) M: Eso si, eso algo en toda la vida nunca me ha
De afuera En este sentido la alteridad es producto de una reflexión que se propone distinguir entre nosotros y ellos.
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gustado I: Es una norma que implementaste desde que estaban pequeños M: No me gusta I: Entre otras cosas… Hay algún momento en el cual ustedes toquen el tema de la devoción, de la fe, el tema religioso. ¿Qué creencias tienen ustedes?, ¿O cuáles le han inculcado a los hijos? M: La religión de nosotros es católica, yy por lo menos ellos saben en ese sentido estee no digo que, que por lo menoo mmh, este mmhm porque en verdad si no, eso, eso, no es algo que nosotros no lo hemos hecho nunca pero, ellos saben porque yo si les he hablado con mucha fe y todo y yo por lo meno si, porqueee, yo P: Buenoo yyy el de rezar de noche ellos lo estuvieron haciendo hasta hace como tres o cuatro años atrás M: Si, ellos cuando estaban pequeños siempre yo los ponía, porque ellos saben rezar P: Si M: … y todo también porque… peroo, por lo menoo, yo siempre le le hago, o sea, yo por lo meno particularmente yo si, yo si antes de acostarme rezo y toda broma me persigno y tal cuestión perooo… P: (Susurro bajo) M: Siempre rezo I: ¿Tienen algún espacio de la casa específicamente donde rezan? I: Me imagino que tienen algunas imágenes P: ¿En los cuartos? No, no M: No en los cuartos, en los cuartos, pero yo por lo
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particularmente si, si tengo mi altarcito en un espacio pequeñito en la cocina I: Mmmhu M: Porque en verdad, en la casa, no, no, he encontrado un sitio especial para Dios y como en la cocina es el lugar donde permanezco más tiempo, hice el altarcito allí, porque yo creo mucho en Dios I: Si M: Soy católica pero cada uno tiene su creencia particular en relación a Dios, a los santos M: Si, pero también siempre nos reunimos donde mi mamá, compartimos bastante… con mis sobrinos, mis hermanos, mis cuñados, todos siempre compartimos con mis padres y hay momentos en que rezamos el rosario. ¿Por queee con los míos? porque los deee, mi esposo están en Oriente y con ellos compartimos es una vez al año cuando vamos para allá I: Mmmhu M: Perooo… de resto gracias a Dios ha sido así la relación de nosotros eeh para mí es normal, y buena porqueee vivimos tranquilos I: ¿Con respecto a los vecinos, a tus amistades? M: Si, con respecto a mis amistades, a los vecinos, amistades de que se diga amistad de, o sea, la normal, o muy poco porqueee… pero si los vecinos también, o sea, mi relación es bien con todo I: Tú que me podrías decir (dirigiendo al padre) con respecto a eso, a las relaciones con las personas externas al hogar P: Noo, como dice ella normal, y uno mmmhmm… conoce a la persona, bueno los trata con el mismo respecto que ellos tratan a uno yy… y como dice ella
Altarcito Como lugar de oración y creencia por parte de la madre. Cocina Se encuentra ubicado el altarcito, como código simbólico que expresa el espacio devocional de la madre.
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468 469 470 471 472 473 474 475 476 477 478 479 480 481 482 483 484 485 486 487 488 489 490 491 492 493 494 495 496 497 498 499 500
pues no necesariamente uno tiene que estar metido en la casa de ellos y ellos en la casa nuestra para relacionarnos I: Mmmhju P: Que haya una buena amistad simple y llanamente M: No yyy P: Hace el trato yyy… normal pues es eso M: Y por los menoo, estee y tu no tienes más relación (dirigiéndose a su esposo) porque como él se va desde la mañana bien temprano hasta en la tardecita que llega para el trabajo todo el día, siempre esta afuera P: Si M: Entonces es normal que, claro y sin enn, claro tiene buena relación con todos también igual I: Mmhju M: Peroo, mmhm, o sea, los ve más poco que yo, pero igual tiene la buena relación y todo con los vecinos P: Ajá M: No es como uno que, uno a veces por lo menos, ve a la gente pasar los del al lado (espacio obstruido) y a veces no se puede porque a veces yo también estoy tan ocupada que ni, cuenta me doy, de quien pasó y quien no pasó I: ¿Me darían una definición de cómo es su familia, o sea, ustedes como se definirían? P: Chévere M: Bueno, pero nosotros cuatro I: Si, o sea, como definirías tu, tu familia, tú como mamá, tu esposo y tus dos hijos M: Bueno yo creo que soy no perfecta porque eso no existe pero si doy bastante, bastante de mi como
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501 502 503 504 505 506 507 508 509 510 511 512 513 514 515 516 517 518 519 520 521 522 523 524 525 526 527 528 529 530 531 532 533
mamá” I: Mmhju M: O seaa, tanto como, como mujer o sea esposa, como madre doy bastante, estoy muy pendiente de los tres, vivo para los tres, estoy dedicada a mi hogar, a mis hijos a mi esposo y para mii, puees… tengo una familia normal, y feliz si se podría decir I: Si M: Porquee soy feliz en mi hogar con mi esposo, con mis hijos yy, y uno lleva una vida diaria cotidiana, día a día como, como cualquier pareja con sus hijos… y yo lo defino entonces como una familia feliz y normal…” I: Y M: Feliz porquee, porquee, mhm, en el sentido de que si, de quee, tengo tengo, como quien dice todo, mis hijos y mi esposo, mi casa todo lo queee, lo que unooo quiere I: ¿Y tu como mujer como te sientes? M: Bien, como mujer también me siento satisfecha de ser como soy yy con defectos porque eso es normal en una persona pero, si me siento satisfecha hasta los momentos de ser, de ser como soy… I: y tú como papá ¿Cómo definirías tu familia? P: “Bueno nooo, bien en todo el sentido de la palabra, no no me puedo quejar… ha sido una buena esposa, una buena madre, una buena compañera yyy dee mantener pues la unión en el hogar yy… si, hemos tratado y lo seguiremos tratando… yyy, siempre… queremos mas ve y a medida bueno que pasa el tiempo vamos tratando de tener más, eeh, te digo… dicen que el dinero no es la felicidad pero si ayuda…”I: Mmmhju P: yyy… con el trabajo, la dedicación y tratando de
Familia feliz y normal Definición basada en el hecho de tener una pareja, los hijos y una casa, eso es tenerlo todo (para mamá en la entrevista)
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534 535 536 537 538 539 540 541 542 543 544 545 546 547 548 549 550 551 552
que ellos, en sus estudios bueno, también le echen pichón para que en realidad se formen pues bien I: Mmmhju P: Dentro de la sociedad como unas personas deee… quee den frutos I: Y como hombre ¿Cómo te sientes? P: (risa), bueno no, bien completo hasta donde (risa) se puede yyy… y bueno dando el todo por el todo I: Bueno, les doy las gracias en realidad por este encuentro, por permitirme entrar a su hogar, y compartir un poco acerca de sus vivencias, de la cotidianidad que tienen ustedes a diario como familia, gracias, espero que en otra ocasión volvamos a tener otro próximo encuentro M: Bueno, estamos a la orden cualquier cosa P: Pega un grito (Risas) I: Bueno muchas gracias P: Gracias a ti
Trabajo y dedicación Es el evento en que el padre centra sus días.
Fuente: Entrevista realizada por Araque (2006).
De la información recogida en esta familia se extrajeron categorías
claves como:
Educándolos
Se hace referencia a la enseñanza de los valores, las creencias y el estilo de funcionamiento e interacción de los miembros de la familia.
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Valores Se inculcan en la cotidianidad. Amor Sentimiento expresado por la madre a los hijos en el día a día. Los cuatro Referencia a la cantidad de miembros en la familia y expresa sentido de apego entre ellos. Respeto: Como valor inculcado en todo el proceso de crecimiento como familia Discusión Elemento frecuente o común en una pareja según la mamá. No,no,no Se evidencia desacuerdo del papá en relación a asumir las discusiones como elemento común. La autoridad Fuera de lo formal se evidencia que es ejercida por la madre. Decisiones: Son tomadas por la madre para comunicarlas posteriormente al padre. Consulta Comunicación de las decisiones tomadas por la madre al padre Mitad y Mitad: En el hogar las decisiones son compartidas por los padres: mitad y mitad según la madre. A veces Solo en algunas ocasiones cuando las circunstancias son negativas el padre toma las decisiones Aceptarlo Se aceptan las decisiones tomadas por él padre cuando la madre considera que tiene la razón. Calle Lugar donde se encuentran los “otros”, diferentes a “nosostros”. Expresa la relación identidad-alteridad Normas De mil formas sutiles unas, más explicitas otras, la madre impone las normas dentro del hogar.
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Que sí La madre expresa enfáticamente que sus decisiones se respetan Orden: Norma establecida como forma de organización del hogar Orgullosa Sentimiento de grandeza percibido de manera positiva de la madre hacia los hijos Dios Como fuerza espiritual y de voluntad en la familia para seguir adelante. Temprano Hora moderada según el padre para llegar al hogar. Muchachitos El varón de nuestro pueblo nunca se vivencia como hombre, siempre como hijo, esa es su identidad familiar. Confianza Se fundamenta en el respeto y la obediencia de las normas establecidas dentro del hogar. Carta y bingo Juegos de azar utilizados como forma particular de reunión familiar y al mismo tiempo para reprimir el hastío entre los miembros. Comedor Se asume como espacio de encuentro para los momentos de esparcimiento Cuarto de los padres Se asume como espacio de encuentro afectivo entre todos los miembros de la familia De afuera En este sentido la alteridad es producto de una reflexión que se propone distinguir entre nosotros y ellos Altarcito Como lugar de oración y creencia por parte de la madre. Cocina Se encuentra ubicado el altarcito, como código simbólico que expresa el espacio devocional de la madre. Familia feliz y normal: Definición basada en el hecho de tener una pareja, los hijos y una casa, eso es tenerlo todo para la madre.
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Trabajo y dedicación Es el evento en que el padre centra sus días. Construcción identitaria de la familia A El discurso doméstico En esta familia se expresa la afectividad activamente por parte de la
madre. Existen valores claramente delimitados como el respeto, la
responsabilidad, el orden, entre otros.
Las discusiones entre la pareja (madre-padre), son frecuente y asumidas
como algo natural de parte de la madre, sin embargo el padre esta en
desacuerdo en relación a que sean un elemento común en otras parejas.
Las decisiones son tomadas por la madre y comunicadas posteriormente
al padre, si lo considera necesario. Se aceptan las decisiones tomadas por él
padre solo cuando la madre considera que tiene la razón. La autoridad y las
normas fuera de lo formal son ejercidas por la madre. Se percibe sentimiento
de orgullo de la madre hacia los hijos, pero son asumidos como “muchachitos”,
de manera que su vivencia dentro del hogar no es como hombre, sino como
hijo elemento clave en la construcción de su identidad familiar.
La confianza se fundamenta en el respeto y la obediencia de las normas
establecidas por la madre dentro del hogar. El padre llega a una hora
moderada siendo el trabajo el evento donde centra sus días.
Se utilizan los juegos de carta y bingo como forma particular de reunión
familiar para reprimir el hastío entre los miembros. En la “calle” o “afuera” es el
lugar donde se encuentran los “otros”, en este sentido la alteridad es producto
de una reflexión que distingue entre “nosotros” y “otros”, expresándose la
relación identidad-alteridad.
El espacio doméstico
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En la familia A, la madre expresa su religión católica y define a Dios como
dador de la fuerza de voluntad y fortaleza espiritual para seguir en la vida. En
la misma casa, exactamente en la cocina se encuentra presente un pequeño
altar donde realiza sus oraciones mientras prepara la alimentación diaria.
El comedor y el porche es un espacio de encuentro para el
esparcimiento donde la madre con los hijos juega bingo o cartas en los
momentos de desocupación y el cuarto de los padres es un espacio de
encuentro afectivo entre los miembros de la familia, incluyendo al padre.
La madre define a la familia como feliz y “normal”, basándose en la
existencia de los hijos, el esposo y una casa.
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Familia B
Los actores en esta familia son: Ramón (papá), Roberto (hijo), Ramona
(abuela) y Ricardo, (abuelo).
Entrevista Lugar: Casa del Padre Soltero con Hijo Fecha: 30 de agosto de 2006 Hora: 1:30pm Identificación: I: Investigadora P: Papá Nº de Línea Entrevista Categoría
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I: Buenas tardes bienvenido a nuestro encuentro… eeeh vamos a hacer una entrevista en relación a, como las familias construyen sus identidades desde su propia vivencia, básicamente vamos a estar hablando acerca de como es la dinámica de la familia, el aspecto de la comunicación, el aspecto afectivo dentro de la misma, en fin muchas preguntas que girarán entorno a la familia, bueno bienvenido, cualquier o pregunta que no entiendas me puedes decir que yo con mucho gusto les responderé. ¿Como esta conformada tú familia inmediata las personas que viven contigo, en tu hogar? P: En esta casa vivimos cuatro personas… mi papá, mi mamá, mi hijo y yo I: Me dices que vives con tú mamá, tu papá y tu hijo. ¿Solamente tienes un niño?” P: Si actualmente… por los momentos solamente es uno I: ¿Asumo que es del sexo masculino? P: Si, tienes diez años (diciendo en voz baja)
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I: ¡Perdón! P: Diez años, va a cumplir diez años ahora el veinte de septiembre I: Muy bien, dime mas o menos como fue ese proceso de vivir con tu hijo y con tus padres como ha sido esa dinámica entre esas relaciones entre tú, tu hijo y tu familia P: Bueno, principalmente… el niño es muy aceptado por toda la familia, y le tenemos mucho aprecio por parte de todos los miembros de la familia, y él, a pesar de que pocas veces frecuenta a su mamá creo que en verdad en ningún momentos le hace falta el afecto de la mamá, mi mamá tiene el control sobre él y lo a creado como si fuera su madre ya que tiene cualquier tipo de afecto cariño por parte, por parte de nosotros… eeeh… su mamá lo ve pero no con tanta frecuencia, él en verdad estuvo con su mamá hasta lo dos años y después de los dos años lo tuvimos completamente aquí, en esta casa… y comparte con sus abuelos y conmigo desde hace yaaa varios años I: Como fue ese momento en el cual tú, asumiste ser padre soltero con tu, con tu hijo, claro en este caso estas viviendo con tus padres pero, como asumiste esa posición… (Silencio) P: Bueno, de primero fue de sorpresa I: Mmmhju P: Fue extraño, pero uno termina, encariñándose con él, es un niño muy afectuoso, y uno termina asumiendo el rol que le corresponde como el de padre e… veces nooo mm… también asumo que
Aceptado Los miembros de la familia admiten al niño sin ninguna condición, a pesar de que su mamá no viva con él. Mama tiene el control sobre mi hijo Los hilos de la trama afectiva están en manos de la madre Afecto Demostrado por todos los miembros de la familia abiertamente. Sorpresa Momento inesperado al saberse papá y mucho más identificarse con ese rol Allí esta mamá
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nooo, que nooo cumplo a plenitud eso, pero allí esta mamá, la parte afectiva creo que esta bien cubierta, a veces, si me hace falta un poquito más de tiempo en muchas cosas, sobre todo en la parte académica, estar vigilante de sus estudios, pero los abuelos, pues se encargan de esa parte… y por lo general siempre estamos presentes con eso I: Mmmhju” P: Quizás por mis cuestiones de trabajo no comparto, mucho, eeh (silencio) más tiempo, de lo que tiene que ser. En su parte académica o sea, sus estudios, no estoy tan pendiente de él, para ver la tarea, para ver tus actividades escolares, pero en lo que pueda ayudar cuando él me consulta lo guío, pues obviamente tiene mi apoyo y sino se le busca alguien que lo pueda orientar… pero en verdad que esa parte más que todo lo asume la abuela, que es la que está pendiente de los estudios y de que necesita para con sus actividades que le asignan en la escuela diariamente I: Me estas diciendo entonces que, asumiste tu rol de padre sorpresivamente, sin embargo, te ha ido muy bien dado que, en estos momentos el tiempo de la parte académica la lleva a cabo por cuestiones de trabajo me imagino tú mamá, por supuesto la abuela del niño, quisieras agregar algo más con respecto a eso. P: Bueno, en verdad que lo que puedo agregar es que me encantaría tener más tiempo hay una ventaja como el hecho de que, yo trabaje al lado de la casa, aquí esta el local comercial donde yo trabajo, tenemos mucho contacto… todo el tiempo
Las necesidades afectivas del varón están canalizadas hacia una única vía de satisfacción plena e indefectible: la madre. Toda otra satisfacción será por lo mismo transitoria y, en el fondo, superficial Parte académica Aspecto relevante para el papá donde admite no aportar más ayuda a su hijo por exceso de trabajo. Abuela En la familia matricentrada, el niño vive, experimenta, aprende, una vinculación también matricentrica. Más tiempo Tiempo necesario en el que le gustaría estar aún más con su hijo.
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yo estoy pendiente de él pero, tengo, entiendo que debo dedicarle mas tiempo a las actividades exclusivamente a las actividades escolares I: ¿Tú hijo tiene problemas en ese sentido? P: Este no, no, no tiene problemas en ese sentido aunque creo quee… o sea, sus notas son altas, creo que le hace falta un poco mas de apoyo, eso lo reconozco aunque es un estudiante promedio ¡no! Pero creo que con un poquito más de apoyo sobre todo de mí parte porque ya tengo un poquito más de nivel en eso que los demás. I: Mmju P: Me preocupa y tengo queee, que buscar la manera deee, dedicarle ese tiempo a él pero, por lo demás desde el punto de vista sentimental y todo noo no hay ningún inconveniente con eso I: Mmmjm y ¿A que tipo de trabajo te dedicas tu?” P: Eeh tengo un negocio en un centro de copiado y realizamos actividades de trascripción de documento, alquiler de máquinas para Internet y toda variedad de papelería, pero en verdad que eso me absorbe mucho tiempo de, de mi quehacer diario I: Mmmhm, me haz hablado entonces un poco acerca de esa relación con tu hijo que a pesar de que no estas cierto tiempo con él, si tratas de darle muchas afectividad… y que también está claro que tus padres te ayudan en su crianza, y en toda la parte académica en lo que tu pudieras estar faltando. Que tu mismo lo estas diciendo. Pero, háblame un poco acerca de las relaciones afectivas de tus padres y ese lado, en la afectividad con respecto a ello, o como los
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miembros de la familia se demuestran la parte afectiva (Silencio) P: “Gene… o sea, en lo general no llevamos bien nos tratamos bien, tenemos comunicación cien por ciento, obviamente que en algunos momento tenemos roce, enfrentamientos verbales, por el hecho de que no coincidimos en algunos puntos? O quizá estee pensamos que la otra persona tieneee una actitud contraria… pero en lo general tenemos claro de quee, por la educación de él y su formación debemos tener criterios iguales y no quee que hayaaan… eeh conductas diferentes de tratarlo a él o de queee imponerle a él la conducta que cada uno de los miembros de esta casa quiere para el I: En este caso me hablas cuando tienen esos conflictos ¿Quién ejerce la autoridad acá en el hogar? (Silencio, papá pensando) P: Yo creo queee, estee en verdad que la ejerce mi mamá. I: mmju P:Porque soy de los padre presente pero ante la ausencia de la madre y por el poco tiempo que dispongo, eso lo ejerce más que todo la abuela y creo que él asume másss… respecto en ese sentido de conducta y de, deee… y dee.. como te diría él ve a la abuela como la persona que le impone las normas I: Aah P: Se rige por las normas de la abuela que son las que generalmente uno les pide a él vaya a bañarse
Comunicación Referida a una comunicación efectiva y constante entre los miembros de la familia. Padre presente Como representante de su hijo ante la ausencia materna. Normas son impuestas por la abuela, quien desempeña el rol de madre sustituta.
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a tal hora, póngase a estudiar I: Aah P: Este, ya esta bueno de estar jugandooo eeeh, vee a reposarte un rato; esas normas en verdad se las pone la abuela y obviamente que las acepta aun que puede ser que en algunos momentos, manifieste su descontento I: Mmhm P: Es que no quiere estudiar, yyy más bien jugar pero, por lo general él es mhm muy dispuesto a acatar las normas I: Mmhm P: Las que como te digo más que todo se las imparte la abuela I: Ah, me estas hablando en este momento de la autoridad con respeto al niño, eeh me podrías hablar un poco de la autoridad ejercida en el hogar con respecto a los miembros de la familia, quien la asume tú papá, tu mamá, en este momento quien la asume? P: Bueno, estee obviamente habitamos en la casa de mis padres y parte de los principios y las normas de convivencia aquí las imponen mi madre aun cuando papá asume también un rol en eso pero es menos fuerte en el carácter (Breve silencio) I: Y con respecto a la comunicación, me dijiste que, a veces surgen ciertas diferencias entre todos los miembros del hogar verdad P: Si, exacto I: Pero, como es esa comunicación entre los miembros del hogar es decir, entre ustedes, como es esa comunicación, ¿es fluida, son personas
Normas de la abuela Condiciones que son convenientes al momento de corregir conductas inadecuadas en el niño, asumiendo una postura materna. (la abuela) Normas y principios de convivencias Son impuestas por la madre. El hogar es propiedad de la mujer. Y domino exclusivo. Ella fija los límites, las condiciones de convivencias.
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cerradas o abiertas, como me pudieras decir tú que es la comunicación en la familia? P: La comunicación es totalmente abierta aunque a veces por decir algo de ser tan abierta o expresar lo que queremos surgen los encontronazos I: Mmmju P: Porque a veces esteee, nos parece que la otra persona este equivocada y obviamente queremos imponer nuestro criterio, puede ser de mi parte, puede ser de mi padre, puede ser de mi madre o inclusive él también participa y puede ser afectado y pensar que lo que le están imponiendo no es lo debido pero obviamente que, el criterio principal que se rige aquí es lo de lo que debe ser siii…, sin en el caso de él, el tiene que estudiar por más que él no quiera, lo tiene que hacer, en ese caso la abuela pues, lo pone a estudiar… en el caso de, de los adultos tenemos nuestras diferencias pero, por el bien dee, la convivencia llegamos a un acuerdo entre las partes que estamos en ese momento conversando eeh sencillamente lo cerramos hasta ahí, aquí no se da el caso de que por disgusto o por desavenencias no conversamos o nooo, todo lo practicamos así sea en un tonooo estee alterado pero lo conversamos todo I: Pudiéramos hablar acerca de las normas… me decías que ciertas normas las coloca tu mamá al niño y este las cumple, pero, me pudieras hablar tú de algunas de las normas como familia que tienen ustedes acá en el hogar (Silencio breve) P: Bueno en verdad queee, creo que las normas esteee…. Son las típicas de una convivencia entre
Convivencia Como permanencia de los miembros en el hogar respetando criterios propios de opinión.
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familiares, obviamente que aquí se respeta la individualidad de cada quien… I: Mmhju , y ¿los espacios son respectados? P: Si y también inclusive hasta el tiempo de cada uno… siii… siii… se solicitaaa… del requerimiento de la otra persona y por decir algo se respeta que esta ocupada en otras cosas o que sencillamente no esta disponible para uno… y otros tipos de convivencia que aunque a veces como te digo puede presentar conflicto es comunicarnos las cosas I: Mmhju P: Hacerle ver a la otra persona que falló… vamos a estar claro quee lo principal que buscamos como quizá en otro lugar es mmmmh… que hayan mmmhm… normas de seguridad con respecto aah… a laaa personas ajenas a la casa no I: Mmhju P: Que, que obviamente es una preocupación en todo caso, en todo caso que se da en todo, en todos los hogares; mantengan las puertas cerradas I: Mmhju P: En, en eso yo creo que a veces por decir algo por los apuros mhm uno deja quizá… no toma esas normas no. Pero por lo general si, entonces obviamente que la otraaa parte pues, la va a hacer de ahí a entender queee se está cometiendo un error en ese sentido yy entonces pues hay queee, que corregirla I: Mmhju P: Por lo general esas son las normas que creo que veo a nivel de convivencia comunicarnos y
Individualidad Espacio físico de estancia de la persona dentro del hogar y de sus opiniones particulares.
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mantener nuestro margen de seguridad como toda familia pues, porque sobre todo como está colindando el área comercial con la casa, no se permite quee, personas que obviamente que no están en el entorno familiar transiten, una cosa es el área comercial y otra es el áreaaa de residencia I: Mmhju P: Y eso, se hace obviamente, con las normas de queee el acceso a la vivienda esteee totalementeee restringido I: ¿Restringido? P: Restringido, solamente nosotros y entonces… se esas son las normas que más que todo convivimos aquí, por lo demás todo se respeta I: Mmhju P: Cada quien tiene su espacio, aquí no es que si de buscaste algo y no me lo dijiste, sacaste algo de mi cuarto sin decírmelo I: Mmhju P: Para nada aquíiii… cada quien respeta sus espacios y también que si hay algo en la cocina obviamente es de la persona que lo trajo I: Mmhju P: Si, se pregunta “de quien es esto”, “se puede tomar”, en ese caso tenemos buenas normas de convivencia, por lo general la típica de una casa I: ¿Existe algún espacio dentro del hogar donde te reúnes con tú hijo y le muestras afecto? P: si, en el cuarto de mi hijo, nos reunimos los dos y allí conversamos y le muestro mí cariño, jugamos con las almohadas. I: Hay algún espacio donde ore la familia en conjunto?
Espacio Como lugar propio ocupado por los miembros de la familia y como forma de vida respetada por los otros.
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P: Cada quien en su cuarto. I: Y refiriéndonos a la parte esa que me dices de respetar los espacios como normas pudiéramos estar hablando de que el respeto es como valor inculcado en la familia? Y ¿Qué otro tipo de valores tienen ustedes como familia? (Silencio breve) P: Normal, los valores típicos de una familia venezolana, que se repestaaa quien es el padre a pesar de que yo soy yaaa un hombre adulto pero respeto la edad de mis padres I: ¿Qué otro valor pudieras decirme? P: Bueno, tenemos eeel, de la creencia religiosa pues, en Dios I: Mmhju P: Creemos, o sea, creemos en eso, tenemos también el de la moral I: Mmhju P: Por lo general, no cometemos actos que vayan en contra de la moral, y también respetamos eel derecho de del los demás… o sea con los vecinos, si tu preguntas por aquí veras que tenemos afinidad mas bien con ellos y por no tener esa desavenencia es que queremos resolver todo en el ambiente de la cordialidad y dee y de una comunidad pues, a la que pertenecemos pero, por lo general esas son nuestras normas de convivencias… también somos receptivos con los que nos visitan y quee quieren compartir junto con nosotros I: Mmhju P: O sea, que… I: Asumo que estos valores se le han estado
Respeto Como valor general en la familia. Moral Como valor en la familia ubicado desde la parte conductual hacia los otros. (trato hacia los otros).
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inculcando al niño desde temprana edad, él ha desarrollado ciertos valores como respecto pero hablemos de otros por ejemplo, el amor que no lo mencionaste P: Correcto, también, exacto a pesar de que a veces esteee pueden surgir encontronazos no propios de una conducta amorosa nos tenemos mucho amor y por eso permanecemos todos unidos. I: Mmhju P: Sabes quee yo siento el afecto de mis padres, mis padres sienten el afecto mío algo lógico que pasa en cualquier familia, el apoyo que creo queee…no es automático porque también si yo puedo cometer algo contra una persona aquí no van aaahh, darme el apoyo inmediato de mi familia de repente pueden ir en contra mía si yo hago un acto contrario a lo que debe ser I: Mmhju P: Pero sii, sentimos el apoyo del otro, de uno con otro cuando nos necesitamos y cuando convivimos, en general considero que somos una familia unida, una familia que se apoya y una familia que a pesar de tener diferencias como tienen otros normalmente pues, estamos ahí cuando se necesite, siempre es así y siempre creo que va seguir siendo así I: Ya que me hablaste con respecto a que son una familia unida que se dan mutuo apoyo, como consideras tu que tu hijo esta asumiendo todos esos valores P: Si, él, en su conducta demuestra que lo esta asimilando
Amor Es un hecho complejo, donde intervienen aspectos placenteros y también dolorosos. Apoyo Fuerza mutua en los momentos en el que se necesite.
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I: Mmhju P: Por lo menos tiene un comportamiento de un niño educado, de un niño respetuoso, de un niño amoroso que siente que lo quieren, pero puede ser que tenga su momento de rebeldía ¿no?, en lo que manifiesta estar en contra sobre todo que se le pida que deje de hacer algo que le gusta por otra cosa que por lo general piensa que no le gusta I: Mmhju P: Y pueden haber momentos de una conducta rebelde como te dije, perooo por lo general, él es un niño de comportamientos controlado y esteee en todo momento manifiesta por lo general queee está contento con nosotros. I: Mmhju P: O sea, que hay una actitud cordial con los demás, a veces te digo que reconozco que le falta un poquito más de sociabilidad I: Mmhju P: No es mucho, lo vemos, compartir con otras personas, pero por la edad que tiene, creo que poquito a poco se puede conseguir que se vaya adaptando pero, sin dejarse influenciar por malas conductas I: Mmhju P: Porqueee pues como los niños hacen sus travesuras no me gustaría que las aprendiera pero, ya viendo que tiene una edad en la que él puede saber lo que es bueno o malo, o por lo menos orientándolo si podemos permitirle que él tenga otro tipo de contacto con otras personas, o que simplemente comparta un rato de entretenimiento y nooo que él quiera asimilar o repetir conductas
Niño educado, respe-tuoso y amoroso Características de la personalidad que ha desarrollado hasta ahora el niño, definido así por su papá. Compartir Como valor y elemento de socialización que la familia intenta que el niño desarrolle poco a poco.
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que nosotros sabemos que no son las más apropiadas I: Mmhju P: Y que obviamente molestan o enturbian el tiempo de otra, de los vecinos, por decir algo, es decir que él pase por ahí pa’ arriba y pa’ bajo por la calle no me parece I: Mmhju P: Preferimos que esté aquí con nosotros pero, en su momento le permitimos que vaya a visitar amiguitos inclusive que este por la calle un rato I: Mmhju P: Vigilándolo y controlándolo con quien anda y quienes son sus amigos I: Mmhju P: Pero en general demuestra pues que es un niño de buena conducta I: ¿Respecto a la postura que tiene él con respecto a su mamá como la definirías tú? P: Creo que la separación y el hecho de que no tiene una situación económica apropiada para poder tenerlo cerca los distancia, de hecho con su segunda pareja, tuvo un hijo I: Mmhju P: Y falleció, que era la persona con la que ella contaba I: Mmhju P: Y entonces eso creo que le dificulta a ella el poder darle más tiempo para poder pasarse un rato pero en líneas generales te puedo decir siente afecto por su mamá un poco lejano I: Es decir, la postura que tiene él hacia su mamá es normal
Separación Hecho de distancia física entre madre e hijo, sin repercusión en el relación afectiva entre ellos.
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P: Si exacto I: Así, no este en contacto perenne con ella P: Pero, esteee I: Por las circunstancias de ella P: Exacto, él acepta el hecho de que su mamá no
está no te voy a decir que él quiere ver a su mamá no lo dice, pero si le toca verla, él sencillamente acepta, se viste, arregla su ropa y se pasa su fin de semana con ella sin ningún problema I: Mmhju P: En su momento cuando ella lo quiera puede venir a verlo I: Se pudiera decir entonces que el alejamiento se da básicamente por la parte económica P: De la madre con el hijo si… eeeh, el alejamiento que ahí es de la parte económica… I: ¿Y la parte afectiva está relativamente cubierta? P: Exacto, yo creo que ella entiende que quizá por el área económica a pesar de que nosotros no somos personas de grandes recursos, cree que por lo menos aquí él esta mejor I: Mmhju P: Ehmm, suplimos pues de las necesidades básicas de un niño I: Mmhju P: Tanto de sus estudios, como de la alimentación perooo, por el otro punto de lo afectivo yo creo que mamá le da el cariño que él necesita I: Mmhju P: Creo que es más estricta con él que con conmigo I: Bueno, hasta el momento hemos hablado de la parte de la comunicación, entre ustedes, me dices
Mamá ausente: Ausencia de la madre que el niño asumió luego de cierta edad, sin perturbar o alterar su personalidad.
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que siempre conversan con respecto a las decisiones que deben tomar, me has hablado de que la autoridad es ejercida básicamente por tú mamá, que las relaciones que tienen ustedes con respeto al niño y como miembro de familia está bien en la parte afectiva, hablaste en un momento del entorno social de que, se la llevan bien con los vecinos, de las personas que por acá habitan, pudiéramos hablar entonces en este momento de la religión, cuéntame un poco acerca de eso, conversan, se reúnen para hablar de eso, o en que creencias con respeto santos, o si son devotos de alguno? P: Aquí la creencia es en Dios de parte de todos los miembros incluyendo a él, que es el que tiene menos edad pero aquí se le ha inculcado pues la existencia de un ser supremo I: Mmhju P: Ahora desde el punto de vista de la práctica
religiosa tengo que reconocer que eso va más de parte de mis padres I: Mmhju P: Y en especial de mi madre quien se aboca más a las actividades que en la iglesia se realizan I: Mmhju P: o queee, en otro momento en otro sitiooo es de parte deee la feligresía pues, se consagra para realizar el rosario a que una amiga, de hecho pertenece a un circulo de actividades religiosas I: Mmhju P: rezan el rosario, en lo particular por lo menos una vez al mes I: Mmhju
Creencia en Dios Como fe en un Ser Supremo asumido por los miembros del hogar. Práctica religiosa Como asistencia a actividades relacionadas a la iglesia más que todo por parte de la abuela. Mi madre Todos los hilos de la trama religiosa conducen a la madre.
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P:Y estee., también pues asiste eeeh frecuentemente los domingos a misa igual que mis padres, yooo te soy sincero, por lo general no asisto pero no tengo ningún inconveniente en ir, el día de poder ir voy, y a él se le inculca lo que pasa es que tampoco se le quiere obligar, e implantar un régimen de tener que ir a misa siempre por que creo que puede ser improductivo. I: Mmhju P: Si no más bien esteee, pudiera producir el efecto contrario de que él rechace I: Mmhju P: Ese tipo deee… I: De actividades P: De actividades y entonces quizás por su poca edad no lo va a entender y más bien vamos poco a poco cuando asistimos todos pues obviamente por no poder quedarse solo él va con nosotros y se comporta bien I: Mmhju P: Por lo menos mantiene un respeto, se comporta de manera pasiva pues, espera la culminación de la misa I: Me has dicho entonces que la práctica religiosa la realiza más tú mamá ¿no? Y que bueno no quieren hacer presión en el niño con respecto a este tipo de actividades… pero, pudiéramos hablar ahora del ocio, es decir, en que momento se reúnen para compartir, me dices que tienes pocos momentos, poco tiempo pero, sin embargo, siempre existe ese tipo de prácticas, en qué momento se reúnen ustedes para compartir y ¿donde?
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P: En verdad que aquí no tenemos un momento de compartir, una actividad recreativa entre todos a menos que salgamos en una temporada de viaje y obviamente que compartimos más tiempo pero aquí por lo general si hay un momento de ver un esparcimiento es viendo la televisión I: Mmhju P: Y un programa que sea común que nos guste a todos, porque por lo general cada quien en su cuarto ve la televisión de su conveniencia I: Para él las comiquitas, sus programas infantiles, son los que más ve, pero, no compartimos en si en verdad ninguna afición recreativas juntos por lo menos en la instancia en la casa no de hecho en la que él tiene que es los juegos de videos los ve solo I: Comparten un poco los juegos de video o algún tipo de juego con él. P: Por lo general en verdad, yo en su cama con él paso un buen rato jugando yyy echando bromaa tirándonos almohadas I: Mmhju P: Este echando chistee, eehmm… o puede ser que va eehh de vez en cuandooo vayamos con él al cine I: Mmhju P: Como te digo conversamos, tenemos ratos para hablar para conversar pero no, no, compartimos ninguna actividad recreativa juntos por lo menos aquí en el hogar no, ahora al momento de salir, si salimos en temporada vacacional pues obviamente quee ahí si estamos todos juntos compartiendo I: Mmhju, Las decisiones de viajar juntos y todo
No tenemos un compartir Asumido como estar juntos y reunidos en una misma actividad recreativa, salvo viajes temporales que sí realizan.
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eso, u otras decisiones importantes la asumen todos los miembros de la familia o simplemente uno solo P: Casi siempre todos de común acuerdo. I:Bueno gracias, por este encuentro por permitirme abrir este proceso contigo no sé si me quieres decir algo para concluir la entrevista P: No, agradeciéndote a ti por tus preguntas cualquier cosa por aquí estamos a la orden para cualquier duda… I: Okey, gracias…
Fuente: Elaborado por Araque (2006).
De la información recogida en esta familia se extrajeron categorías claves como: Aceptado Los miembros de la familia admiten al niño sin ninguna condición, a pesar de que su mamá no viva con él. Mama tiene el control sobre mi hijo Los hilos de la trama afectiva están en manos de la madre. Afecto Demostrado por todos los miembros de la familia abiertamente hacia el niño. Sorpresa
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Momento inesperado al saberse papá y mucho más identificarse con ese rol Allí esta mamá Las necesidades afectivas del varón están canalizadas hacia una única vía de satisfacción plena e indefectible: la madre. Actividades escolares Aspecto relevante para el papá donde admite no aportar más ayuda a su hijo por exceso de trabajo. Abuela En la familia matricentrada, el niño vive, experimenta, aprende, una vinculación también matricentrica. Más tiempo El padre señala no tener el tiempo necesario para estar con su hijo. Comunicación Referida a una comunicación efectiva y constante entre los miembros de la familia. Padre presente Como representante de su hijo ante la ausencia materna. Normas Son impuestas por la abuela, quien desempeña el rol de madre sustituta. Normas de la abuela Condiciones que son convenientes al momento de corregir conductas inadecuadas en el niño, asumiendo una postura materna. (La abuela) Normas y principios de convivencias Son impuestas por la abuela. El hogar es propiedad de la mujer. Y domino exclusivo. Ella fija los límites, las condiciones de convivencias. Convivencia Como permanencia de los miembros en el hogar respetando criterios propios de opinión. Individualidad Espacio físico de estancia de la persona dentro del hogar y de sus opiniones particulares. Espacio Como lugar propio ocupado por los miembros de la familia y como forma de vida respetada por los otros. Respeto Existe como valor general en la familia.
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Moral Existe como valor en los miembros de la familia. Amor Es un hecho complejo, donde intervienen aspectos placenteros y también dolorosos. Apoyo Fuerza mutua que emergen solo en los momentos en el que se necesite. Niño educado, respetuoso y amoroso Características de la personalidad que ha desarrollado hasta ahora el niño, definido así por su papá. Compartir Como valor y elemento de socialización que la familia intenta que el niño desarrolle poco a poco. Separación Hecho de distancia física entre madre e hijo, sin repercusión en la relación afectiva entre ellos. Mamá ausente: Ausencia de la madre que el niño asumió luego de cierta edad, sin perturbar o alterar su personalidad Creencia en Dios Como fe en un ser Supremo asumido por los miembros del hogar. Práctica religiosa Asistencia a actividades religiosas por parte de la abuela en la iglesia de la comunidad. Mi madre Todos los hilos de la trama vivencial conducen a la madre. No tenemos un compartir Asumido como estar juntos y reunidos en una misma actividad recreativa, salvo viajes temporales que sí realizan. Construcción identitaria de la familia B El discurso doméstico En esta familia se expresa la afectividad abiertamente por todos los
miembros de la familia hacia el “niño”. Pero las necesidades afectivas de los
demás miembros están canalizadas hacia una única vía de satisfacción plena e
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indefectible: “la abuela”. La abuela (madre) tiene el control sobre el nieto y los
hilos de la trama afectiva están en sus manos. En esta familia matricentrada el
“niño”, vive, experimenta y aprende una vinculación también matricentrica.
Existen valores, normas y principios claramente delimitados e impuesto
por la abuela. El hogar es propiedad de la mujer. Y domino exclusivo. Ella fija
los límites y las condiciones de convivencias. La confianza se fundamenta en el respeto y la obediencia de las normas
establecidas por la abuela dentro del hogar. El padre asume haberse sentido
sorprendido al saberse papá, pero admitió al hijo sin ninguna condición. Señala
no tener tiempo para compartir las actividades escolares y de recreación con su
hijo, sin embargo plantea estar presente ante la ausencia de su madre natural.
A pesar de que la comunicación es constante entre los miembros de la
familia existe cierta distancia y parecen permanecer juntos en algunos espacios
dentro del hogar, salvo algunos viajes temporales que realizan juntos para la
recreación.
El apoyo como fuerza emerge solo en momentos de necesidad. Siendo,
la familia católica, solo la abuela asiste a las actividades religiosas de la iglesia.
El amor es definido como un hecho complejo, donde intervienen aspectos
placenteros y también dolorosos.
El espacio doméstico En la familia B, el padre expresa tener encuentros afectivos con su hijo
de manera más directa en su cuarto. La casa tiene un espacio productivo
donde el padre desempeña su labor diaria para el sustento de todos los
miembros de la familia.
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Familia C
Los actores de esta familia son: Yraida (madre), Sandra (hija). Fuera del
hogar pero con gran influencia en la identidad familiar existen Roberto (hijo) y
Rigoberto (hijo).
Entrevista Lugar: Casa de la entrevistada Hora: 11:00 a.m. Día: 10-11-2006. Identificación: I: Investigador M: Mamá No. de
líneas Entrevista Categorías
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I: Buenos días, de antemano gracias por su tiempo, me gustaría realizarles algunas preguntas sobre su familia. ¿A que edad se caso? M: Yo me case a los dieciocho años, tengo actualmente sesenta y dos voy a cumplir sesenta y tres. I: Disculpe, podría decir entonces, algún apellido. M: ¿Puedo decir mi nombre?, bueno me llamo, Iradia …………, soy viuda hace treinta y cinco años. I: Si, hay una cosa que me llama poderosamente la atención ¿por qué utiliza todavía su apellido de casada? M: Porque en realidad yo me case, con el hombre que en realidad quise muchísimo,
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fue mi primer novio, fue mi esposo, el padre de mis dos primeros hijos, y bueno después tuve otra unión, como ya dije, me nació una hija hembra, pero no sirvió esa unión ya yo estaba viuda hacia muchos años, y preferí quedarme sola y terminar de criar mis hijos, ojala, dios me hubiese permitido, llegar hasta esta edad al lado de él. I: ¿como ejercía la autoridad dentro de su hogar? Si, tengo entendido que usted forma una familia, de una madre, sin esposo, porque quedo viuda muy joven, ¿como hizo para criar a sus hijos?; para inculcarles valores; y ¿cómo ejercía la autoridad?, ¿Cómo era el trato con los hijos? M: Bueno, yo, después que me vi sin mi esposo con mis hijos tan pequeños, y con obligaciones que no sabia llevar al principio, como saber cuanto costaba un recibo, de luz, cuanto era el pago de la vivienda propia, que herede de mi madre, pero en si me vi como muy sola, sinceramente, me vi muy sola y creí que el mundo se había acabado, pero mire, a mis hijos tan pequeños y me di cuenta que necesitaba seguir viviendo por ellos, porque llegue, a pensar que hasta dios me había abandonado, pero me hice cuenta de que, ellos me tenían era solamente a mi, ¡ya!, porque su padre no estaba, y mi madre había muerto y mi padre también, y empecé a luchar por ellos, empecé a buscar trabajo, trabaje como las buenas, pero no fui tampoco como una madre, fui madre y padre
Dios Rompe su creencia religiosa en momento de crisis existencial.
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para ellos, y a veces tenia que corregirlos en cosas, en ciertas cosas, tenia que corregirlos y ser dura o drástica a la vez, pero también fui más amiga y compañera de ellos, me hice más amiga que si es posible madre. I: ¿Usted cree que eso fue un error? M: Yo creo que en mí, eso me ayudo mucho, porque actualmente mis hijos son hombres de bien, después de, perdón después que tuve, esos dos hijos que ya estaban mayorcitos, ya entrando en la universidad, este me volví a enamorar y me busque una pareja, como vi que no daba la talla, me quedó entonces una hija, ya no eran dos, sino tres hermanos, pero ya había criado a los dos varones, pero supe criarlo a los tres con afecto y carácter. I: Disculpe, en ambas situaciones, usted ejerció solamente el rol de madre y padre a la vez, ósea, usted sola. M: Si, si fui madre y padre. I: ¿Cómo hizo para enseñarle a sus hijos valores? M: Bueno, conversando y hablando mucho con ellos y dándoles apoyo en todos los problemas que tenían, todavía tengo un hijo de cuarenta y uno y todavía cuando tiene problemas, acude a mi casa, se acuesta al lado mío, le doy mi brazo, lo abrazo y le pregunto que tiene, y entonces es cuando el habla, igual que el segundo de mis hijos que tiene treinta y ocho años, y actualmente
Pareja El compañero para la mujer, no va mucho más allá de ser un medio instrumento necesario para hacerla madre. Hermanos Cada uno es hermano del otro a través de su vinculación con la madre común. Los verdaderos hermanos son los de madre. Fui madre y padre: los hilos de la trama de la familia están en manos de la madre. El varón
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tengo una niña, una señorita de veintitrés, (pausa corta) que ahorita, por lo menos anoche hablamos, bastante porque se quiere casar, tiene su novio y se quiere casar y me esta preguntando también como había hecho yo, viéndome tan sola bueno, la estuve aconsejando a mi manera, porque no soy una persona que entre a la universidad, no tengo titulo, solamente primaria hasta hay pudo llegar mis conocimientos pero, creo que hice muy bien porque estoy muy orgullosa de mis hijos son tres profesionales. I: Como fue la relación de usted, con la escuela, es decir, con las maestras que ejercieron control sobre sus hijos cuando usted no estaba M: Bueno, le voy a decir una cosa, tuve varios problemas, a veces, cuando veía que un maestro me castigaba un hijo, porque creo para mi que la única que tenia autoridad, si es posible de castigarlo, y eso de mil en cien, hubiera sido porque nunca, uno puede medir, la fuerza de un adulto con un niño y entonces en eso cuando yo veía que esos maestros, en esa época, le estoy hablando de hace unos treintaipico de años atrás, este, que un adulto mida la fuerza con un niño, y así habían maestros, que si me castigaban un hijo, iba a dar hasta ya, pero igualito, también iba a ver como estaban esos compartimientos, como eran sus notas, vivía muy pendiente, mi trabajo, mi casa y
nunca se vivencia como hombre, siempre como hijo. Esta es su identidad.
Profesionales sentimiento de orgullo de la madre hacia los hijos por titulo académico.
Castigo Es ejercido únicamente por la madre
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mis hijos. I: ¿Usted, piensa que las maestra de ahora son diferentes a las maestras de antes, usted cree que normalmente las maestras de antes, están mejor formadas, para formar niños? M: Si, estaban I: ¿Por qué? M: Porque, no habían los estudios que hay ahora, si es verdad, no habían los postgrado, no habían esas cosas, que hay ahora pero había como más sensibilidad, hacia los niños, estee, por lo menos los abrazaban, le regalaban caramelos ahorita todo les molesta, no se si estaré todavía en el siglo pasado como me dicen algunas amigas mía, la televisión, para, mi no es nada bueno pa´ los muchachos, no es, porque, porque les ha abierto un mundo, donde lo que hay es perdición, drogas, muchachas con quince, catorce años llegando a la hora que le da la gana a su casa, saliendo embarazadas a esa edad, ahorita no hay valores todo eso se ha perdido. I: Es decir, que hay una pérdida de valores en la sociedad? M: Si, los hay, y para mi los hay y muchos, pero yo creo que, estee, volviendo, hacia tras uno la mirada eran otros tiempos como dicen, o tal vez yo todavía estoy en el siglo pasado, pero, eso es mi modo de ser, tengo sesenta y dos años voy para sesenta y tres años, mis hijos ya están grandes, tengo
Sensibilidad Cuestionamiento sobre la pérdida de sensibilidad por parte de los maestros.
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150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182
cuatro nietos, (pausa) I: ¿Me gustaría saber su opinión, acerca de la condición moral de las maestras o maestros? M: Bueno, yo pienso que las maestras, anteriormente, eran más o menos como las maestras de ahora, pero, sucede, que se ha perdido los valores, también, porque la misma familia también, porque las familias ahora, estee, le dan otro sentido, si le sale un hijo homosexual, si tiene un hijo homosexual, eh mucha libertad, entre la misma juventud, y no se me parece, que no es cuestión de educación tampoco tanto, sino, de formación de la mente en los niños por la televisión, que es uno de los principales e comunicadores, a ellos, a la violencia al sexo, a la disgregación de la misma familia, yo, diría no es tanto los colegios, sino también en el seno del hogar, (pausa). I: ¿Que tipo de religión practican, si es católica, protestante, evangélica, y si a la vez si practican algún tipo de rito, he igualmente, si practican la metafísica? M: Bueno, yo nací en una familia católica siempre he creído en dios, pero también creo en otras cosas, este creo por lo menos en, he visto, he ido, a centros de espiritismos, también tengo mis creencias en eso, porque, bueno, cada vez, aprendemos más de ver cosas que uno, uno, no pensaba que eso existiera (pausa) y, como es el ser humano
Religión Coexisten la mezcla de creencias católicas y prácticas espiritistas.
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siempre quiere saber siempre algo más, algo más. I: Señora como le enseño a su hijo la religión. M: A ellos siempre los induje, los lleve a la iglesia. I: ¿Cumplió con los siete sacramentos? M: Si, están bautizados (pausa), están bueno pues los tres, hicieron su primera comunión van a la iglesia (pausa), estee, que más te digiera, no soy muy asidua de la iglesia, no, pero, por lo menos cuando quiero, ir a una misa, a escucharla a comulgar, yo voy y comulgo, pero no es porque yo valla todos los domingos, ni vivo metía en una iglesia, cuando necesito a dios, ahí esta no me falla, y no me ha fallado nunca. I: ¿Ustedes se reúnen a rezar en algún espacio en particular de la casa? M: Bueno ellos, mi hija reza en su cuarto, pero yo me voy al patio para rezar y hablar con dios, al lado de Roberto, quien siempre me acompaña. (Risas). I: ¿Quien es Roberto? M: Mi loro, siempre me acompaña y canta todo el día. I: (risas) ¿Como demuestra el afecto a sus hijos? M: bueno a mi siempre me han dicho que yo soy madre gallina, porque, siempre estoy abrazando, besando, amparando, estee, siempre besando a mis hijos, este, desde pequeño, desde pequeño, y yo creo que, es
Patio Espacio de encuentro devociónal.
Madre gallina Las necesidades afectivas de los hijos tienen como vía de satisfacción la madre.
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una de las cosas, que yo, tuve, algo bueno en eso porque con eso yo e triunfado sobre muchas cosas, con mis hijos dándole apoyo, escuchándolo cuando querían, siempre los abrasaba, siempre los estaba besando yo pienso, que el amor es lo esencial en una familia, sino hay afecto, si no hay besos, si no hay abrazos, no importa en muchas veces que uno tenga un poquito de sopa pa compartila entre tres, entre cuatro, porque, que no tenga que no, que carezca uno de muchas cosas, pero que haiga amor, y cariño para aquellas personas, porque todos seres humanos necesitamos de vez en cuando, de vez en cuando, alguien que nos abrace, que nos diga que nos quiere, siempre, te quiero mucho, o como te fue en tu trabajo, como te fue en tu colegio, como, como pasaste el día, que tal la oficina, siempre pues, eso, bueno ese fue mi, modo de ser con mis hijos. I: Hay algún espacio dentro del hogar donde se reúne en especial para demostrarle el afecto a sus hijos M: Bueno casi siempre nos acostamos en mi cuarto, en la cama y allí conversamos y los amapucho. I: Le voy hacer una última pregunta, tiene que ver como la forma en la que se comunican dentro del hogar (pausa) quisiera saber de que forma se comunican dentro del hogar M: Bueno en la mía siempre existe el respeto
El amor es lo esencial en una familia Sobre la vivencia relacional madre e hijos florece una ética fundamental de tipo afectivo, solidarizante y comunicacional.
Cuarto de la madre espacio de encuentro como lugar de encuentro afectivo.
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a todos, yo por lo menos, cualquier problema, siempre el primero que consulto es con mi hijo mayor, ya, el no vive en mi casa, ya el tiene su hogar, pero el no deja de ir a mi casa, un día si, un día no, siempre esta conmigo en mi casa, no deja de ir almorzar en mi casa, de saber como me siento, cuando estoy enferma, igual que mi segundo hijo, mi hijo trabaja todo el día pero en la tarde, siempre esta conmigo, esta pendiente de mi, y siempre respeto la opiniones de ellos en ciertas cosas, tratamos siempre de cuando hay un problema entre la familia de nosotros cuatro, tratamos de resolverlo entre los cuatro, cada quien da su opinión y la mejor opinión es la que se sigue, y respetamos siempre, el que dirá, el que dirá fulano que vamos hacer tal cosa, la mejor es la que seguimos siempre, así sea la de la menor, que la hembra lo diga o que lo diga el hijo mayor, pero siempre la que nos veamos que se va mejor, por ahí nos vamos (pausa) I: Muchas gracias, por toda su atención. M: A tus ordenes, mija.
Problemas
Las dificultades familiares se resuelven de manera consensuada entre los diferentes miembros de la familia.
Fuente: Elaborado por Araque (2006).
De la información recogida en esta familia se extrajeron categorías claves como: Dios
Rompe su creencia religiosa en momento de crisis existencial.
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Pareja
El compañero para la mujer, no va mucho más allá de ser un medio instrumento necesario para hacerla madre.
Hermanos
Cada uno es hermano del otro a través de su vinculación con la madre común. Los verdaderos hermanos son los de madre.
Fui madre y padre
Los hilos de la trama de la familia están en manos de la madre. El varón nunca se vivencia como hombre, siempre como hijo. Esta es su identidad.
Profesionales
Sentimiento de orgullo de la madre hacia los hijos por titulo académico.
Castigo
Es ejercido únicamente por la madre
Sensibilidad
Cuestionamiento sobre la pérdida de sensibilidad por parte de los maestros.
Religión
Coexisten la mezcla de creencias católicas y prácticas espiritistas.
Patio
Espacio de encuentro devociónal.
Madre gallina
Las necesidades afectivas de los hijos tienen como vía de satisfacción la madre.
El amor es lo esencial en una familia
Sobre la vivencia relacional madre e hijos florece una ética fundamental de tipo afectivo, solidarizante y comunicacional.
Cuarto de la madre
Espacio de encuentro como lugar de encuentro afectivo.
Problemas
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Las dificultades familiares se resuelven de manera consensuada entre los diferentes miembros de la familia.
Construcción identitaria de la familia C El discurso doméstico
En esta familia las dificultades familiares se resuelven de manera
consensuada entre los diferentes miembros de la familia, incluyendo a los dos
hijos varones que habitan fuera del hogar. La trama afectiva familiar está en
manos de la madre, señala haber sido madre y padre a la vez. La figura
paterna de su última pareja está marcada por significativos signos de
negatividad. El hogar es propiedad de ella y su compañero, no fue más allá de
ser un medio necesario para hacerla madre. Cada hermano es hermano del
otro a través de su vinculación con ella. Los verdaderos hermanos son los de
la madre, la verdadera familia es la de madre. Los hijos varones se sienten
obligados a proteger y ayudar a su hermana materna pero no a los otros
hermanos (paternos).
Plantea, que a pesar de las dificultades económicas el amor es lo
esencial en una familia y esa vivencia relacional ha generado una ética de tipo
afectivo, solidarizante y comunicacional.
El espacio de encuentro afectivo es el cuarto de la madre, donde se
reúne con los hijos a darles consejos. El espacio devocional es el patio.
La madre rompe su creencia en momentos de crisis existencial, para
posteriormente mezclar las creencias religiosas con las prácticas espiritistas.
Cuestiona la pérdida de sensibilidad por parte de los maestros y expone que
ella era la única que podía ejerce castigo o sanción a sus hijos. Se percibe un
gran sentimiento de orgullo hacia los hijos por sus títulos académicos.
El vinculo madre-hija es diferente y con inferior jerarquía con respecto al
de los hijos.
El espacio doméstico
La demuestra una gran afectividad a sus hijos en el espacio de su
cuarto, en este mismo lugar se discuten los conflictos y se resuelven con todos
los hijos presentes.
174
Se observa una gran soledad de parte de la madre quien pasa parte de
sus días en el patio de la casa acompañada por un loro “Roberto”, quien a
partir de sus propias palabras ha sido humanizado. El patio constituye también
el lugar de devoción y oración.
175
176
Construcciones identitarias de las tres familias estudiadas
Familias Matricentradas
Al enfocar la atención a las condiciones culturales de la familia
venezolana, nos encontramos con elementos existentes en un mismo tiempo,
por un lado la heterogeneidad que caracteriza su estructura y por el otro la
homogeneidad de su dinámica interna. Para Tramotin (1999), la coexistencia
de una diversidad de tipologías familiares se debe a elementos tales como: la
tradición cultural, las modalidades de ajusta a los contextos urbanos, las
condiciones ambientales de los distintos estratos sociales, entre otros. A pesar,
del reconocimiento generalizado de que la familia es diversa y cambiante en su
estructura, en la investigación realizada se evidencia la existencia del
matricentrismo en las tres familias que pertenecen al sector popular de la
Parroquia de “Santa Lucia” de Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela.
Contrariamente a lo que comúnmente se discute en cuanto a la
desintegración de la familia contemporánea, en Venezuela la familia se
proyecta como no fracturada y centrada alrededor de la madre (Hurtado, 1999).
Este hecho es reportado en la literatura como “familia matricentrada o
matrifocal o matricentrica”, término que se refiere a la estructuración de una
familia donde la madre es la figura primordial que preside los procesos
afectivos, al ejercer el rol del centro de las relaciones del parentesco
(Vethencourt, 1974); ella asume el cargo fundamental de socializar a los niños
y de identificarse fuertemente con los hijos.
Este concepto que según Hurtado (1999), fue introducido inicialmente
por Vethencourt entre los años 1974 y 1983, asumido posteriormente por
Moreno (1995), puntualiza que si nos atenemos solamente a la estructura
formal, las formas de familia en los ambientes populares son muy variados:
matrimonio civil, matrimonio eclesiástico, concubinato, madre e hijo, padre e
hijos.
177
Pero si más allá de lo formal, en las diferentes formas de familias
estudiadas se busca las identidades familiares estructurales, reales y
funcionantes, se encuentra una, si no exclusiva, por lo menos preponderante
donde el centro familiar está focalizado en la madre. Estas familias
matricentrada, se fundan, originan y sostienen sobre praxis vitales o procesos
de vida, donde se ha constituido una simbólica común, una “habitud” a la
realidad y una episteme. Por con siguiente, esos procesos se elaboran en su
mismo seno, siendo las familias actores, agentes y pacientes, del mismo.
La persistencia de estas identidades familiares implica el supuesto de la
persistencia de una cultura en su núcleo matricial al menos, de modo que no
cambia sin el cambio de éste y viceversa.
Las familias matricentradas encontradas en el estudio no significan de
ninguna manera familias matriarcales. El matriarcado lleva, en la misma
etimología de la palabra, el poder de dominio como contenido definitorio. Si
bien el poder de la madre es una realidad presente en estas familias
matricentradas, no se define. De manera, que bajo un patriarcado formalmente
fuerte, y realmente débil, funciona un matriado totalizador de puertas adentro.
(Moreno, 1995).
En estas familias, los hijos viven, experimentan y aprenden una
vinculación también matricéntrica. Los hilos de la trama están en manos de las
madres o la abuela las cuales controlan firmemente su propio extremo. Es ese
y no otro el vínculo necesitado por las madres y abuelas. Ellas por eso mismo
lo hacen necesitante. Tal acción le da la rigidez particular de la acción misma,
se alimenta, se reproduce y se refuerza por la falta de competencia.
Este vínculo, evoluciona y adquiere elasticidad y diversificación en sus
zonas periféricas, en la cubierta exterior, pero internamente, los hilos del cable,
permanecen sin cambios profundos. Cuando sea adulto, el hombre seguirá
siendo hijo, fijo en una filiación cualitativamente idéntica en lo sustancial a su
filiación infantil. (Moreno, 1995).
178
En consecuencia, el varón de estas familias populares nunca se vivencia
como hombres siempre como hijo. Esta es su identidad familiar.
Las necesidades afectivas de todos los miembros de las familias están
canalizadas hacia las madres o la abuela. Toda otra satisfacción será por lo
mismo transitoria y, en el fondo, superficial. Su necesidad de afecto, en el plano
más profundo, está satisfecha. El vínculo afectivo está soldado a la fuente que
es la madre. (Moreno, 1995).
Cada familia produce sus propias formas de convivencias, que se dan en
la relacionalidad desde sus mundos de vida, en la episteme de la modernidad
este planteamiento no tiene sentido porque, sencillamente, no es un
planteamiento moderno. En la modernidad no puede pensarse el amor sino
como emoción o sentimiento, propiedad del individuo, que hay que controlar y
tener sometida a la razón, pues, por definición es irracional. La relacionalidad
de las familias estudiadas, nos llevan a la afectividad creando un modo de ser y
de conocer.
Estas familias construidas desde la madre son diferentes al proyecto del
sistema dominante, el proyecto de la modernidad, el cual esta sostenido sobre
el individuo y la noción ideal de familia y es diferente en muchos casos al modo
de ser da las familias venezolanas que se encuentran en los sectores
populares y los afectas.
En este sentido, el tipo de economía, moderno-capitalista, impulsado por
los grupos dominantes en Venezuela, ha promovido desde hace tiempo el
trabajo asalariado de la mujer. Al principio eran las solteras o sin hijos, para
posteriormente incluir a las madres sobre todo las del pueblo. Trabajo
asalariado fuera de casa y lejos de los hijos. Se trata de un tipo de trabajo que
obliga a la madre a establecer una discontinuidad en la relación permanente
tradicional con el hijo en los primeros años de su existencia. Es además un
trabajo integrado en la totalidad cultural individuo, propio del sistema moderno-
capitalista.
Este trabajo incide en la vivencia que tiene la mujer-madre promoviendo
179
procesos individuales y no relacionales. Este individualismo, promovido por el
mismo trabajo, sitúa a la mujer-madre en un doble conflicto: con la pareja y con
los hijos.
El primero se resuelve, con relativa facilidad, por la separación. En el
fondo no es un conflicto, pues la mujer no se vive como pareja y esta es
accidental.
El segundo, hasta ahora, parece no poder resolverse, por lo menos para
la mayoría. La madre se encuentra entre dos fuerzas contrarias que amenazan
con descoyunturarla. Por cualquiera de ellas que se deje llevar, pierde. El
conflicto es insoluble, pues están confluctuadas su manera de existir y vivir.
Generalmente negocia con ambas y la pedida mayor recae sobre la relación
madre-hijos (Moreno, 1995).
Carecer de madre no significa, en este caso, carencia física; significa
sobre todo carencia afectiva. De manera que debe protegerse y defenderse a
la madre o a cualquier otro que dentro de la familia sea el núcleo afectivo
relacional de todos los demás miembros.
Los espacios domésticos
La noción de códigos simbólicos utilizada en esta investigación es la
asumida por García (1996), plantea que el hombre no sólo tiene un acceso
simbólico al mundo sino que también hace una construcción simbólica del
universo. Los símbolos son fundamentales para ordenar la experiencia y para
la construcción de lo real, estos están ligados tanto a la percepción como a los
conocimientos y a las creencias. De manera, que incluyen saberes y normas
de conducta; así como también, sentimientos y emociones. Son a la vez
coercitivos y cohesionadores; es decir, hacen posible el consenso sobre el
sentido del mundo, de la vida y del cumplimiento de las normas. También son
medios para promover sentimientos de solidaridad e integración social.
En consecuencia, por código simbólico se entiende la producción y
acopio de los saberes primordiales que tiene los diferentes miembros de los
180
grupos sociales para exponer sus mensajes, verbales o no, cuya comprensión
permite funcionar en sociedad (García, 1996).
Entre los códigos simbólicos estudiados en el análisis de las identidades
familiares A, B y C se encuentra el espacio doméstico entendido no solo como
un elemento físico que habita el hombre, sino como un espacio cargado de
significaciones y contenidos sociales.
En las familias estudiadas el espacio es un factor fundamental en la
construcción de sus identidades, son lugares comunes en los cuales se
expresan los ritos cotidianos, las prácticas religiosas, la afectividad y las
actividades productivas.
En la familia B, se observo que el grupo familiar estudiado establece
fronteras y diferenciaciones en relación con los otros grupos de familias que
habitan la comunidad y que frecuentan el espacio productivo o de trabajo del
papá. Estos “otros”,no comparten el espacio familiar, ni lo habitan, no tiene los
mismos símbolos, los mismos rituales, las mismas costumbres, ellos por lo
tanto son los “otros”, son lo diferentes.
Al respecto García (1999), señala que quienes no comparten
constantemente nuestro territorio, ni habitan, ni tienen por tanto, los mismos
objetos y símbolos, los mismos rituales y costumbres, son los diferentes.
(Bachelard, 2000), plantea que estudiando la imagen de la casa
tenemos un verdadero principio de integración psicológica, psicologíca
descriptiva, de psicoanálisis y de fenomenológia y englobando ese cuerpo de
teorías bajo el nombre de topoanálisis. En efecto, gracias a la casa, un gran
número de nuestros recuerdos tienen albergue y refugios cada vez más
caracterizados. De manera que un psicoanalista debería prestar atención a
esta localización de los recuerdos para realizar sus estudios.
De las reflexiones anteriores se desprende, que los espacios habitados
tienen fronteras y diferenciaciones de tipo simbólica en relación con los otros
grupos, los cuales remiten a un adentro y afuera, cada uno, con historias y
181
espacios particulares. El espacio social esta definido por su simbolización
y por el uso material que se hace del mismo, tiene una simultaneidad de
funciones, enmarcadas en el dinamismo identitario familiar de cada grupo. Es
un espacio vivido con todas las parcialidades de la imaginación y al que se
agregan valores, es allí donde se construyen partes de nuestras identidades,
las relaciones y las historia de quienes lo habitan, ya que es a escala individual
el lugar de síntesis, base de las relaciones del si mismo con el otro. En
este se funda las relaciones de parentesco básica y los actos simbólicos de la
familia entendida está en términos de descendencia, consaguinidad y afinidad,
es decir de manera ampliada.
Debe señalarse que la noción de espacio euclidiano es tomada en esta
investigación como una categoría que funciona a nivel de las delimitaciones
geométrico-espaciales que realizan los integrantes de las familias estudiadas
dentro de la casa y en segundo lugar el espacio topológico se toma como el
espacio de la imaginación, el espacio mítico donde puede homogenizarse lo
heterogéneo.
En la perspectiva adoptada, el espacio topológico es asumido como un
conjunto de espacios que se cruzan y se interrelacionan, como son: espacio
devocional, espacio afectivo, productivo y recreativo. De igual manera se
comprende que los espacios señalados son los lugares, donde se construye y
se reinventa las identidades familiares.
CONCLUSIONES
Las reflexiones anteriores, llevó a unas conclusiones parciales en la que se contempla los siguientes supuestos:
1.-El fenómeno familiar es una construcción social, histórica, cultural y
afectiva constituida por un conglomerado de seres humanos con encuentros
y desencuentros en sus prácticas cotidianas; son espacios sociales en los
cuales se entretejen tramas de relaciones configuradas desde los mundos de
vida de los actores sociales implicados en la relación.
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2.-EL fenómeno familiar es un proceso dialéctico donde las propias
lógicas de convivencias familiares construyen las prácticas identitarias y las
prácticas identitarias las lógicas de convivencias.
3.-Las identidades familiares se construyen en las relaciones de
intersubjetividad (tú, yo, nosotros); lo cual no se reserva tan sólo al tipo de
familia nuclear, sino al construido desde la cotidianidad de manera natural.
4.-La imposición del modelo de familia nuclear, como modelo de
referencia, tiene que ver con un imaginario social construido desde el
discurso hegemónico de la sociedad moderna occidental.
5.-La noción de identidades familiares, asumida en la investigación,
desacraliza la noción tradicional, encarnada en la familia como una unidad
homogénea inscrita en las verdades naturalizadas construidas desde la
racionalidad moderna. .Esta desacralización sirve para superar la idea mítica
de los orígenes de la vida, prolongada a través del rol de la madre, responsable
principal de nuestro nacimiento.
6.-No existe, una forma o tipo único y natural de ser familia. Cualquiera
que sean sus formas de familia es siempre una construcción
intersubjetividad.
7.-En la intersubjetividad el discurso doméstico asume múltiples
significados para sus miembros, quienes, interpretan, representan y
organizan sus vínculos familiares de acuerdo a sus propias lógicas.
8.-Fuera de lo formal, el centro familiar en las familias populares
maracaiberas estudiadas está focalizado en la madre.
9.-El matricentrismo se sostiene en la praxis relacional de sus
miembros y trasciende las estructuras sociales y económicas.
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10.-En la familia matricentrada el niño vive, experimenta y aprende,
una vinculación también matricéntrica. Los hilos de la trama están, en manos
de la madre, de la abuela la cual controla firmemente
8.-Los códigos simbólicos son saberes primordiales que tienen los
miembros de cada familia para formular sus mensajes verbales o no, cuya
comprensión es una condición indispensable para funcionar como grupo
social.
10.-Estos saberes primordiales surgen desde las prácticas sociales en
la cotidianidad.
11.-Uno de los códigos simbólicos en la construcción de las
identidades familiares es el espacio, el cual no debe ser entendido solo como
un elemento físico que habita el ser humano, sino como un espacio cargado
de significados y contenidos sociales.
12.-En la perspectiva adoptada, el espacio topológico hace referencia
al espacio de pertenencia a partir del cual los actores sociales definen lo de
adentro y lo de afuera.
13.-El espacio topológico se toma como el espacio de la imaginación,
el espacio mítico donde puede homogenizarse lo heterogéneo.
14.-El espacio topológico es asumido como un conjunto de espacios
que se cruzan y se interrelacionan, tales como el espacio devocional, el
espacio de encuentro, el espacio afectivo, el espacio productivo.
15.-En el espacio familiares vivenciado por las familias A, B, Y C, se
desarrollan algunas formas productivas, afectivas, devocionales y
recreativas.
16.- Se comprende que los espacios señalados anteriormente son los
lugares, donde se va construyendo y re-inventado las diferentes identidades
familiares estudiadas.
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17.- Las identidades familiares y las alteridades familiares forman un
binomio que se relacionan y se complementan.
La investigación realizada, reconoce desde la propia construcción
fenomenológica de las identidades familiares estudiadas, que el proceso
idetintario se manifiesta, explicita e implícitamente, de diversas maneras: en lo
que se expresa con palabras (en el contenido y las formas de lo que se dice),
con expresiones corporales, con la conducta, en el espacio, evidenciándose
como eje articulador la madre.
Se evidencia, que cada grupo familiar estudiado construye en la
experiencia vivida y compartida una idea de realidad, una idea de error y una
idea de normalidad y que estas ideas orientan los esquemas de acción, el
modo de vivir y el entorno de estos individuos.
De manera, que las identidades familiares estudiadas las construyen sus
actores sociales; en un entramado familiar diverso, cargado de códigos
simbólicos, donde comparten un tiempo y un espacio, y que como identidades
son construcciones sociales dinámicas y simbólicas y no legados relativamente
homogéneos de generación en generación marcados por la matricentralidad.
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BIBLIOGRAFÍA
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