contexto platón

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CONTEXTO PLATÓN (* NOTA: A LA HORA DE RESUMIR, NO RESUMAS DE ESTA PRIMERA PARTE DONDE HABLAMOS DE LAS OBRAS, NI TAMPOCO DE LOS AUTORES QUE INFLUYEN EN PLATÓN (ANTERIORES A ÉL) SINO QUE DEBES RESUMIR DE LAS INFLUENCIAS POSTERIORES, ES DECIR, TE RECOMIENDO QUE RESUMAS LA PARTE DEL FINAL, PERO QUE INCLUYAS, A MODO DE CONCLUSIÓN, EL ÚLTIMO PÁRRAFO QUE APARECE SUBRAYADO EN ESTE CONTEXTO, YA QUE SIRVE PARA CONECTAR EL MITO DE LA CAVERNA CON LA REALIDAD ACTUAL. PARA CUALQUIER DUDA, ESCRIBE UN COMENTARIO EN EL BLOG. ¡ánimo!) Toda la obra de Platón está atravesada en el fondo por una preocupación política. El texto que comentamos es un fragmento del mito de la caverna, perteneciente a su obra La República (acabada hacia 375 a.C.), en la que prima especialmente dicha preocupación. La República es el coronamiento o la clave de su construcción filosófica y una audaz tentativa para instaurar de arriba abajo un Estado ideal. Su posición es radical. No se trata de escoger el régimen que más plazca, sino de definir las condiciones en las que un régimen es perfecto e indestructible. De esta forma, el problema central de La República es el de la Justicia, individual o colectiva (todo es uno). La referencia a la Justicia permite excluir los puntos de vista de la utilidad, el interés, el placer o la conveniencia. La política debe medirse en relación con la idea misma de Justicia, que no es sino la Verdad o el Bien aplicadas al comportamiento social. Por eso dirá en el mito de la caverna que sólo el sabio, quien ha sido capaz de salir de la caverna y de percibir en el mundo Inteligible la Idea del Bien, la Idea de las ideas, como causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas, puede proceder sabiamente en su vida privada y pública. Platón funda, así, la política como ciencia deduciéndola de la Justicia. Y no ciertamente como descripción de los fenómenos políticos, sino como estudio normativo de los principios teóricos del gobierno ideal de los seres humanos. Los escritos de Platón adoptan forma de diálogos, como puede apreciarse en La República. Suelen ser divididos en cuatro etapas: La primera etapa, de juventud, representa su intento de comunicar el estilo dialéctico de Sócrates, incluye diálogos como Eutifrón (sobre la naturaleza de la piedad y la religión), la Apología de Sócrates (donde narra la defensa que de sí mismo ejerció Sócrates en el juicio que le condujo a la muerte) y Protágoras (una defensa de la tesis de que la virtud es conocimiento y que es posible aprenderla). Aunque Sócrates sigue siendo el personaje principal, muchos de los diálogos de los periodos intermedio y último reflejan su propia evolución filosófica. Periodo de transición: en este periodo refleja el pensamiento pesimista sobre el hombre, la belleza, los mitos; emergen influencias órfico-pitagóricas, se critica a los sofistas y empiezan las teorías sobre el conocimiento. Escribe, entre otros diálogos, Gorgias (una reflexión sobre distintas cuestiones éticas) y el Menón (una discusión sobre la naturaleza del conocimiento). Periodo de madurez: se desarrollan las famosas teorías sobre las Ideas, su epistemología y organización del Estado y la dialéctica. Cabe citar El Banquete (contiene varios discursos sobre la belleza y el amor), Fedón (sobre la inmortalidad del alma), Fedro (sobre la ciencia y el conocimiento) y La República (que constituyen una detallada discusión sobre la naturaleza de la justicia). Periodo de vejez: repasa algunas de sus teorías y las corrige o explica. Entre los escritos de este periodo se encuentran Teeteto (una negación de que el conocimiento pueda ser identificado con la percepción), Parménides (una evaluación crítica de la teoría de las ideas), El Sofista (una reflexión posterior sobre las ideas o las formas), Filebo (discusión sobre la relación entre el placer y el bien), Timeo (ideas de Platón sobre las ciencias naturales y la cosmología) y Las Leyes (un análisis más práctico de las cuestiones políticas y sociales). Filósofos que influyen en Platón (anteriores a él): Como Heráclito, Platón admitió que la realidad está sometida a un incesante cambio, pero esta realidad será para Platón mera apariencia (la del mundo sensible), un mundo de objetos captados por los sentidos que son engañosos. Así, el “mundo sensible” platónico, esto es, el “mundo de las sombras”, tendrá las características del mundo heracliteano: mudable y contingente. La influencia de Parménides se manifiesta en que Platón recoge la Vía de la Opinión o doxa, como vía de acceso al mundo sensible, y la Vía de la Verdad o episteme, como vía de acceso al mundo inteligible. Además, Platón usa las mismas características del Ser de Parménides para describir las Ideas, a las que define como eternas, inmutables... Las ideas platónicas, aunque son

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CONTEXTO PLATÓN (* NOTA: A LA HORA DE RESUMIR, NO RESUMAS DE ESTA PRIMERA PARTE DONDE HABLAMOS DE LAS OBRAS, NI TAMPOCO DE LOS AUTORES QUE INFLUYEN EN PLATÓN (ANTERIORES A ÉL) SINO QUE DEBES RESUMIR DE LAS INFLUENCIAS POSTERIORES, ES DECIR, TE RECOMIENDO QUE RESUMAS LA PARTE DEL FINAL, PERO QUE INCLUYAS, A MODO DE CONCLUSIÓN, EL ÚLTIMO PÁRRAFO QUE APARECE SUBRAYADO EN ESTE CONTEXTO, YA QUE SIRVE PARA CONECTAR EL MITO DE LA CAVERNA CON LA REALIDAD ACTUAL. PARA CUALQUIER DUDA, ESCRIBE UN COMENTARIO EN EL BLOG. ¡ánimo!)

Toda la obra de Platón está atravesada en el fondo por una preocupación política. El texto que comentamos es un fragmento del mito de la caverna, perteneciente a su obra La República (acabada hacia 375 a.C.), en la que prima especialmente dicha preocupación. La República es el coronamiento o la clave de su construcción filosófica y una audaz tentativa para instaurar de arriba abajo un Estado ideal. Su posición es radical. No se trata de escoger el régimen que más plazca, sino de definir las condiciones en las que un régimen es perfecto e indestructible.

De esta forma, el problema central de La República es el de la Justicia, individual o colectiva (todo es uno). La referencia a la Justicia permite excluir los puntos de vista de la utilidad, el interés, el placer o la conveniencia. La política debe medirse en relación con la idea misma de Justicia, que no es sino la Verdad o el Bien aplicadas al comportamiento social. Por eso dirá en el mito de la caverna que sólo el sabio, quien ha sido capaz de salir de la caverna y de percibir en el mundo Inteligible la Idea del Bien, la Idea de las ideas, como causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas, puede proceder sabiamente en su vida privada y pública. Platón funda, así, la política como ciencia deduciéndola de la Justicia. Y no ciertamente como descripción de los fenómenos políticos, sino como estudio normativo de los principios teóricos del gobierno ideal de los seres humanos.

Los escritos de Platón adoptan forma de diálogos, como puede apreciarse en La República. Suelen ser divididos en cuatro etapas:

La primera etapa, de juventud, representa su intento de comunicar el estilo dialéctico de Sócrates, incluye diálogos como Eutifrón (sobre la naturaleza de la piedad y la religión), la Apología de Sócrates (donde narra la defensa que de sí mismo ejerció Sócrates en el juicio que le condujo a la muerte) y Protágoras (una defensa de la tesis de que la virtud es conocimiento y que es posible aprenderla). Aunque Sócrates sigue siendo el personaje principal, muchos de los diálogos de los periodos intermedio y último reflejan su propia evolución filosófica.

Periodo de transición: en este periodo refleja el pensamiento pesimista sobre el hombre, la belleza, los mitos; emergen influencias órfico-pitagóricas, se critica a los sofistas y empiezan las teorías sobre el conocimiento. Escribe, entre otros diálogos, Gorgias (una reflexión sobre distintas cuestiones éticas) y el Menón (una discusión sobre la naturaleza del conocimiento).

Periodo de madurez: se desarrollan las famosas teorías sobre las Ideas, su epistemología y organización del Estado y la dialéctica. Cabe citar El Banquete (contiene varios discursos sobre la belleza y el amor), Fedón (sobre la inmortalidad del alma), Fedro (sobre la ciencia y el conocimiento) y La República (que constituyen una detallada discusión sobre la naturaleza de la justicia).

Periodo de vejez: repasa algunas de sus teorías y las corrige o explica. Entre los escritos de este periodo se encuentran Teeteto (una negación de que el conocimiento pueda ser identificado con la percepción), Parménides (una evaluación crítica de la teoría de las ideas), El Sofista (una reflexión posterior sobre las ideas o las formas), Filebo (discusión sobre la relación entre el placer y el bien), Timeo (ideas de Platón sobre las ciencias naturales y la cosmología) y Las Leyes (un análisis más práctico de las cuestiones políticas y sociales).

Filósofos que influyen en Platón (anteriores a él):Como Heráclito, Platón admitió que la realidad está sometida a un incesante cambio, pero

esta realidad será para Platón mera apariencia (la del mundo sensible), un mundo de objetos captados por los sentidos que son engañosos. Así, el “mundo sensible” platónico, esto es, el “mundo de las sombras”, tendrá las características del mundo heracliteano: mudable y contingente.

La influencia de Parménides se manifiesta en que Platón recoge la Vía de la Opinión o doxa, como vía de acceso al mundo sensible, y la Vía de la Verdad o episteme, como vía de acceso al mundo inteligible. Además, Platón usa las mismas características del Ser de Parménides para describir las Ideas, a las que define como eternas, inmutables... Las ideas platónicas, aunque son

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unas (sólo hay una idea de blancura, de perro...), no son únicas (está la idea de Belleza, de Justicia...).

Igual que Pitágoras, Platón vio en las matemáticas y en la geometría un conocimiento superior y liberador (Platón escribió en la entrada de su Academia: “No entre nadie en esta academia que no sepa geometría”). Asimismo, Platón asume una teoría de los pitagóricos según la cual el cuerpo es una cárcel para el alma, que anteriormente ha vivido fuera de él una vida incorpórea en un mundo superior.

Sócrates es el autor más relevante en el pensamiento platónico. Compartió con él la idea de que la educación era la clave para el éxito en la política y que el diálogo (mayéutica e ironía) era el único camino para indagar en los problemas filosóficos. Como su maestro, Platón pensó que las virtudes morales existen y son inmutables. De este modo, la virtud puede conocerse y enseñarse (intelectualismo moral); por tanto, es posible entender, definir y enseñar la bondad, la justicia, la virtud... Así pues, hay una esencia permanente de las cosas (tras los actos justos particulares está la Justicia en sí). Será precisamente esta consideración la clave para la elaboración de la teoría de las ideas, fundamento de la utopía platónica: como la Idea de Bien se puede conocer y se puede enseñar, es posible soñar un gobernante justo. Igual que Sócrates, Platón rechazará completamente las tesis sofistas (relativismo y subjetivismo de Protágoras, escepticismo de Gorgias).

*Influencia del pensamiento platónico en la filosofía posterior (en la historia de la filosofía):La diversidad de líneas interpretativas que a lo largo de los siglos se han dado a la obra que

nos ocupa, La República, es signo del interés que en todas las épocas ha despertado tanto este escrito como la obra de Platón en general. Hasta tal punto, que se ha llegado a afirmar que “toda la historia de la filosofía no es sino un conjunto de notas a pie de página a las obras de Platón”.

En la Academia estudió Aristóteles, el discípulo más importante de Platón. El alumno coincidía con el maestro en que la esencia de una cosa existe y es aquello que hace que una cosa sea lo que es; pero para Aristóteles era inaceptable pensar que las esencias (ideas) existen en un mundo separado, al margen de las cosas sensibles. Recoge también de Platón la importancia que del conocimiento en el ámbito de la moral y la política.

San Agustín comparte con Platón un dualismo antropológico y revela la influencia platónica al mostrarse partidario de un ejemplarismo que considera la creación del mundo sensible a partir de las ideas eternas (ideas ejemplares) que existen en la mente del Creador.

El idealismo platónico influye en el racionalismo cartesiano, ya que el idealismo de la filosofía moderna, a partir de Descartes, parte de la desconfianza respecto a los contenidos empíricos y fundamental en conocimiento en las ideas innatas y no en las cosas percibidas. También comparte con el platonismo el dualismo antropológico radical y la supervivencia del alma después de la muerte.

En la filosofía contemporánea Platón será sometido a diversas críticas. Una de las más destacadas será la de Nietzsche, que considera que del platonismo surge el error de la metafísica dogmática, al crear dos mundos independientes, llegando a afirmar que el cristianismo es platonismo para el pueblo. Para Nietzsche, Platón y Sócrates son los inventores de una moral que recela de esta vida, la única que en realidad existe. Podemos encontrar también un rastro platónico en la fenomenología de Husserl y Scheler, ya que admiten la existencia de entidades eternas, inmutables y universales que pueden ser conocidas. Igualmente, las ideas trascendentales kantianas tienen un cierto regusto platónico.

En cualquier caso, Platón sentó las bases de todo el pensamiento filosófico posterior. La metafísica tiene su origen en Platón, aunque hoy nos cuestionemos su teoría del conocimiento y su dualismo. Su teoría política ha sido asociada a los totalitarismos y no tiene cabida en las sociedades actuales. No obstante, hay aspectos éticos y políticos que Platón dejó planteados y que siguen vigentes: el problema de conseguir una sociedad justa, cómo fundamentar los valores morales, la manipulación de la opinión pública... Su mito de la caverna se ha interpretado como el mundo virtual de los medios de comunicación: un mundo de sombras que mantiene en la desinformación al espectador pasivo. Por otra parte, Platón ha impregnado nuestra cultura a través del cristianismo: la idea dualista del hombre y del mundo, la consideración negativa del cuerpo y de lo material...