Por

Comemos porque tenemos hambre, es

cierto. Pero cuánto y qué comemos

depende gran parte del tiempo de

nuestro estado de ánimo. Una galletita

para la niña que llora. Un tazón de helado de

chocolate cuando nos han partido el corazón.

Un lomo saltado cuando estamos deprimidas.

Y aunque el alimento nos mantiene sanos, tam-

bién es capaz de enfermarnos. Por eso hoy se

promueve la ‘comida consciente’ o ‘Mindful

eating’, es decir un modo de comer en donde

nos acercamos a los alimentos con plena con-

ciencia de lo que necesitamos de ellos y lo que

nos aportan.

Brisa Deneumostier, la primera peruana que

trabajó en Noma, el restaurante número uno

del mundo entre el 2011 y el 2012, es una de

las principales promotoras de este modo de

comer en nuestro país. «Fui notando y com-

prendiendo que había momentos en que

comía por ansiedad, angustia o por no sentir

un vacío. Suplía mis carencias con el alimento,

‘tapaba’ las emociones que me molestaban

con alimentos que me brindaran satisfacción y

placer por un momentito. Luego me fui dando

cuenta de que lo que más anhelaba era una

paz y un gozo a largo plazo».

Para Brisa, alimentarnos conscientemente es

una manera de mantener en balance cuerpo,

mente y espíritu. La chef dice que esto nos per-

En 1970 el promedio de edad en la que una niña comenzaba a hacer dieta era 14 años, en 1990 el promedio era a los 8 años. Hoy, La mitad de las niñas de 4to grado de primaria están a dieta.

La industria

de las dietas es el

único negocio en el

mundo que tiene en

promedio 98% de

fracasos.

¿Sabes si comes lo que necesitas?

SHUTTERSTOCK

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ESTAR BIEN / CENTRAL