cornejo+polar_el+indigenismo

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Page 1: Cornejo+Polar_El+indigenismo

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1 /~?.,) ..... ·'" · " ·· '· ..... . . . · 1 C . .... /

EL INDIGENISMO Y LAS LITERATURAS IiETEROGEl'I"EA!

SU DOBLE ESTATUTO SOCIOCULTURAL*

1-\'\~plllQ::t v¡,¡¿¡\ C4¡U A .JiJ_ .

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l-ikJo fuc('t @ \ En los últimos ai~.os se ha venido insistiend~, desde perspect\.

vas no siempre coincidentes, en la urgencia de adecuar los princi · pios y métodos de nuestro ejercicio critico n l:l$ pt!culinridndes de

''J I ln~ra-laLinonm~•--S~rata en términos generales de la

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\.~.A ..._v,J¡·J,,,.,Ji' ~-..si se quiere sermas=enra~Lcos, · eill~i~nto del.'!ndación .de . ..,.'-e-.-,.,, ... ~· , ~ ,_ unnrft1~ de verdad latmo~~. 1 "En esta ocas1on no se m·

(!...( l•.:L. +. (, .(..J. tenta determinar ra vilíCfeicíentífica-y social de U:n proyecto ta!l "'-\'W"- P''-- ,1 , <·."-; ,;~,9bvia.mente complejo y .~esgo~o, y sin embargo, esencial pan. ~1

u .L.U.:c-c . ._"- Cfesa.rrollo de nuestra cnt1ca, smo, apostando a favor de su leg1t1· : .. midad, se pretende mostrar una de $U$ posibilidades de realización

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l. "Temu y problemas", en Césu' Ftrnández Moreno (ed.): Amirie11 Le:· tina en IU literatura, México, Unuco·Siclo XXI, 1972, pp, 367 y u .

2. Desde penpectivu no siempre c:oioc:ideotu enfrent.an uta problemitl· ca, totrt otros, los siJUieotes estUdios: Carlos .Rincón: "Para uo pl~o óe bat.aUa por Ull& .uuevacr!tic:a eoLatinoaméric;a", en CGsc cit las Ami· ricos, No. 67, La Hab&.ll&, jullo-acosto 1971 y "Sobre critica • hi.t1.0ria de la Uteratura hoy en Latlnoam,rica", ea C4.s4 de las Amiricos, t-;o . 80, La Habana, setltmbr .. octubrt 1973: Roberto Fero&ndu Rttarua:: "Pua una teoría de lalitentura hispanoamericana", en CGJG de los A mi· ricos, No. 80, La Habana, seUtmbr .. octubre 1973 y "AI¡uoos proble­mas teóricos de lalltentura hispaooameric&~Uo", en: '.Rcvist11 de Criticc LitcrariG Lotinoamcricana, No. l, Lima, enero•junio 1975; Noé Jitrü: : Producción literaria y producción •ociGI, Buenos .Airu, Sudamerican&, 1975; .Ancel Rama: "Sistema literario y sistema social en Hispanolliié-

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Page 2: Cornejo+Polar_El+indigenismo

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1 t!f~-r;;- bre El reino de este mundo, en 197 5; de Angel Rama sobre la obra ' ~ de José MlllÍ& ArguedilS, en 1976, representan, precisamente, el re­

florecimiento de esta perspectiva. s En ella quisiéramos inscribir es-'J, tas notas.

~':i G . ..->+ Et. PROBLEMA DE LAS LITERATURAS NACIONALES

. ··11 En !a delimitación de sus campos y tareas, en la jerarquin de 1- sus objetivos cientiCicos, 1~ l}isLorigliternrin auole privUeginuls_on ·

\ , ~ e~ c.lerivauovunque, a veces, se trata de un ~~ presupuesto no reflexivo que, además, está sometid!LaJoj_siemp~e-

, v/~"' ey confusos vín~QLC.I*~ -na~i<2n.a~~d.ad y ~empleo de la Sin duda, el juicio de Mariátegui es extensivo a otras litera tu· tJ- .l él . ¡JJJ idea de literatur11 n11Ci~ parece gwtizar la constitución de-Un

ra.S latinoaroerican~ y puede esclarecer no sólo las ~pturas pto~· ?- \;r , v.f).' _ ~ l l. co~pu re a IVamen~ autóno_roo y hom~géneo y de _una~ad_~~i_?n nlent.ea de la conquiSta, en aquellos cuos en que el estrato nat1vo '\,,tY"" , .._._).. ~ mas o menos (nrtana_ y c.o~~ren~a hterat~.!r' nactonal sena un no fue liquidado, p~to de la met:ópo~i. sino, también, . O' tvf'J'-J ( . tv espaciocr~t_!_cam~!'.~ !~t.~Jigib.!~ "/), J't<Jr.l.f· wtl -1.' -~~ ,,~-$!.e/§e.~~.9gene1d om~, por eJe~plo! l~_que~~g~~ j ¿_ t.cv~~.- · , l . No siempre es así, sin embargo. El concepto de litera tu~ na· de la tmplantacton. e ' 15 em~ esclavtsta e~ Latmo~nca.~n l; A ,I.t}-L -._:.. l/•·v cional es~onstantemente sometido a una doble)' contradictoria-genismo de las nactones andmas, el negnsmo cen ;:Q...~enc@,l'lo_y ~ _ ·t.L' e ! · :...---;-; . . . - . , · --.b -- · ..... - tamb'' d · al~ · w= . ....- 1 · ¡:+a ... a fiiUCLe·soa ~¡)t.- ·. J.J ! O~eCIOn_, SI desde determinados pelipeaiVas pueae JUZgarse! e e:C• can eno, pero, tep e . na manera-' · a .~n -..:!'- '~ , J l-v, , , • · .A 1. d j · . .

1 · ·

del &C de la Plata la¡¡ l.da.~ce to de.l "rea!! me.ravlll~so",-'. 111;/ 1 ; ·: c~s1vamenloCI amp 10, pues e a s1~ ex~mar as vanantes _mtrana· 0 !l Qí - • y ~bl d 1 Pf_ •· . ~ P -cuP!§!_a . L. c1onales, desde otros puntos de . VISta, Ciertamente contranos, se le pueden entin ene como vwa u e e(lomeno que reo •. . .¡ : -· 'b. • b' · d - d

1 • · --A·' e ¡ ~áte. · ~n.J.od ~tl d lite tu as) ~ , perc1 e mas ten como una categor1a emasta o ana tttc.a, m capaz ~ a: .oa- an (l!l,.J~:~n.. o e s cas e ra . e ra r · - .)" d r •.•. e· ·

~ ¡ ~fl' ~~ d d · d -:Tfit" ... , · ' -por esto-· e con ormar una tot.~Utdad su teten te . s¿a ~e ~on 1c e e'" s s e1e a es ,y_.gs,..cu, ras. 1 1

.l .,

~6leiüel'rte; la línea de reflexión própuJsta por Mariá· · ·· , En lo que toca a la aptitud para~limiffi un Lampo literan

tegui no fue seguida, en éste como en otros aspectos! por la critica posterior. Sólo en años muy recientes, y sin que sea \posible deter· minar la influencia directa de Mariátegu\~.e.J:!.reno~!9.,QJll..iri.tecis . \, , i. po~ete~.q_~nei<!_ad ~~\lXill de~~os-secto~es ·bá.sicosde · ' · · nuestra literatura -~eterogeneigque apenas si se scspechaba de· .· trá.s del ténnino, tan vacío ya, de mestizaje. Los estudios de Agus· t1ñ-Cueva sobre Cien Años de SoleCiéUCen 1974, de Noé Jitrik SO·

rica", en: Varios: Literatura 'Y pra:cil 1oeial en América Latina, Cara· c:u, -Monte AvUa, 1974; Alejandro Louda: "Loa aistemu litervioa co• mo ln.atltuclonu sociales en Am6rlca Latina", en: lleuilta de Crr'tlca Literaria Latinoamericana, No. 1, enero-junio 1975; Ntlson Oaorio : "Lu ldeolo¡Cu y loa utudlos de la metatura hispanoamericana", en: Cesa de las Amiriccs, No. 9-l, La Habana, encro·Cebrero 1976.

3. CC.: Varios: La polémica del indircnilmo. Lima, Mosca' Azul, 1976. Reproduce tn:toa oricinalmente publicadO& tlmt 1927 y 1930.

, .

1

( . Siete eiU4':/0I de inlcrprcl~ión de la rtalideld peruana, Lill1'a, Amauu, \ 1963, p. 20(, (La primera edición date de 1928). . L'iJ

¡'(IQ-1..

68

j de veras inteligible, Ernest Robert Curt1walertaba enfáticamente­

. ) sobre el peligro de una fragmentación nacional atomizante~ teratu~~ur~l?~a...tólg_g_RJ,Iede ver como~ toci.o.:i •. ~~~a en su Li· réííi tura europea y Edad' Media latina.' Para Curtiu.s •.. ~.Lsl.istingo nacional, referido en concreto a la liLeráturi de Europa, rorope arbitrariamente la compacta unidad de un sistema cultural cuy3.S fronteras son más amplias y distint.as que las diseñada$ en-un.mapa político. Habría que recordar, a este respecto, las objeciones de

5. "Para 11na lnterpntec16n aocioló¡lca de Cien años de solcdod", en : /1.: · villa Muicana dt Soeiolo1ia, Año XXXVI. Vol. XXVI, No. 1, México , enero-mano, 1974; "Bla.nco, ne¡ro ¿mulato? l.ccLura de El reino de u · te mundo, de Alejo Carpentier", en: Arcri•a. Carac:u, Ceotzo de Enu· dios Latlnoamericanc» "Rómulo G&!Je¡oa", 1975; "Rec:upenc:ión"'d-el pensamiento mftico en Jos6 Maria Arflltdu", en: Lcrtino A.miricc:. Anuario, Mb:ico, Ceotzo de Enudic» LatinoamtriCIJlos, No. 9, 1976.

6. Mé:l:ico, Fo'ndo de Cul(ura Econ6mica, 1955, tomo I, p. 34. Subrayado nuutro.

, 69

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\.~~'¡ ~~A~~· ~~.

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Cu.rtlus a las interpretaciones estilísticas de Dámaso Alonso y su negativa a conceder relieve a lo "específico ... de ciertos textos que reproducen más· bien, or la vía ·de los tópicos, un canon genéricCL y totalizan te.' os to icos erian la expresión más visible del sisté·\ m~ de Occidente y éSte se constituiría como el úñi~ :. zonte epistemológi~Q~gítimo para el conocimiento de las

-=::.- ---- • ~ unidades que lo conforman y realizan.

Directa .. q indirectamente, est~p~_p~lem~stán ligados a la pretensión d·e conc.e&h·, triS· láSlluellas deGoethe, una tTierarura U!1ÍVenal. Aunque ya se sabe -~üeTa '8.!iro1ilC:i6'ñ' a·eTa'II'teritura u ni·

.ve~al es más desiderativa que real, y aunque también es fácil re· conocer en ella una abusiva. absolutización del orden literario de Occidente, lo que marca el signo colonialista de estas reflexiones, lo cierto es que a travéa de la categoría m!U nmplia se pone en cuestión la validez de las ca~gorías .menores. 1! literatu'ra nacio· n~:~p~,Ji~e . esta 'j)érspec3. Y.n...falso-Objeto-de eonoci· miento, o si ~eJ¡uiere: un recorte equivocado del obje~téntico, siempre más vasto, y s'Upondrí-a..,asimiiiñO;TaVUlnerabilldad de los cOñOCiffiientos ~lLI!lllpleo-por-la critica..:.y la-his-toria de la literatura.

~~~L~~.i~~ qe l~ricana ~! 2!:5~~~rnil)e / puede· plantear en términos siñiilaies·: t:ariibie~el conc.eP-.to de literatura nadoñal está.:.s.ujet.o_a_!uresión de. categ~ay<r res, regionales o ~gioMle.s, que cada vez cobran mayQr peso dt! ~ reo.lidad"verificáble. Siri necesidad de remontarse a las primeras ' afirmaciones de fa' unidad de la literatura latinoamericana, en bu e· . na parte correlati~as al ¡>en~iento políticQ de Bolívar, puede re·~.;:,'( cardarse con perspectiva más cercana la polémica sobre el "rasgo predominante" de la literatura nuestra, y, en especial, de nuestra, novela.• Las ideas e;r;puestas, ·entonces, deben ente. ndene den tri' _., pe la dinámica tendente a ~c~ermita.JLc.om / prensión unitaria de la literatura de América Latina.

,.,.- . -· .. . .. .... . .. -- . 1 Mucho más recientemente, con mayor y mejor apoyo histó· rico-crítico, Roberto Femández Retamar y Antonio Cándido han ----- -

7. CC.: Dámuo Aloruo: "Berceo y los topoi", en: Dt lonitlos oscuros al dt oro, Madrid, Gredos, l95B.

8. Los u.xtoa principales hUI sido reco¡idos en: Juan Loveluck (ed.): La no~~tia hispanoamericana, Santia¡o de Chile, Ed. Uninrsitarit, 1969 (Tercera edición).

70

·:;~sistido en este tema.~~ ha señ~ado la e.~n· ,¡ .s,ia.Jie-Por-l~p.a.s de in~rc.CUil.un_icación 11 regional~

.el r!Wlanticismo,..el modernismo y la vanguar~ que darían pie a la unidad más sólida forjada por la nueva narrativa hispanoarneri· cana, al mismo tiempo que Cándido, desde otra penpectiva. ha po­dido detectar, a partir de la década de los veinte, el surgimiento de una "causalidad interna" en el proceso de nuestra.s literaturas y en el desanollo de la literatura latinoamericana en su conjunto¿]kb>­de ~unto...de-'lista..@jiteratu~el'iGana.s-qu·ed.Ul.J en· globadas -aunque no necesariamente indiferenciadas- e.rr_eLs.iste· ~e la literatura de_luegión. Este sister¡:la sería la categoría~

idónea para la captaciQp del .significado de las unidades menoreo.

r El legítimo rumbo de amplinción que está implícito en la afir· mnción de la literatura latinoamericana como estructura coher.en·

) te, se ~one a la interpretación de nuestra literatura ~-simple ~ ~ a~~e la de Occidente.._ en cuyo ca:iO'ie trara:ria. de un falso sis·

(

;¡ tema, insuficiente en última instancia, y se opon.e, también, con mayor razón si cabe, a la extensión propuesta por Luis Alberto Sánchez, para quien -misteriosamente- la literatura de Latino· amé rica forma unidad con la norteamericana. 10

Pero el concepto de literatura nacional no sólo está discutido por la necesidad de recurrir a categorías más amplias y de mayo~ aptitud explicativa; lo está, asim~~.O..!...~esg~ .una v~i.9n_pp,uesu. por constituir un orden demasíado extenso para dar razón de los hechostjüe Süce'deñ "cie'ntro. de los'.fí~iies PLl!.li~a:tuta_d'~ un paíscfe'teñtiiriadó. En el honi'ónte de esta requisitoria pueden en· contrarsfflós planteamientos marxistas sobre [email protected] ·~ c;_vltura de a..clase-ex~a y_o_tra !ieJa....clase .. e~~ exJl te cia 1n ar a ~_..Ml~~~ riación. Algo sillrihtfPued~ ~on-respe.cto::a:Cd.eslinde--éste siempre ambiguo- entre ·~atura culta" y "literatura Eru2JJ1Y"·

..... . ._,_,.,___......_ ~ --Dentro del marco de la literatura latinoamericana, en un nivel

todavía hipotético-deductivo, Alejandro Losada ha propuesto deli·

9. Fern&ndez Retamar: "Intercomunicación y nueva lilen.tura"; Cindido : "Literatura y aubdesurollo". Amboa estudio• ca: America Latina en su literatura, Op. cit.

10. Es una idea varias veces repetida por Sindlu, por ejemplo: Proceso y conttnido dt la no~~tla hispano11mtric111111, Madrid, Gredos, 1968.~e­runda edición), p. 45.

71

Page 4: Cornejo+Polar_El+indigenismo

·. '

. ·mitar tres sistemas literarios: el realista......elriatUtalista y el subjeti· . · ,sW.a....que corresponderían más a la praxis s~ial de ~pos di!eren:.

' -.

~ '--··· ci~os que · a la estructura generál de la sodedad latinoame~ : ~· y que _dispondrían¡ ·por eso mismo, d_e_ un margen muy amplio de

autonomía. Naturalmente, ~p;:;tlcfón qu~ recoq.e toda la es:_ / t~or;··estana t.ainbieñ." p~é.~. m~.I.ior .dé cada.lit.eta· tura nácional. 11 • ·,. · . ·

-L·~-;;~~~~·Ías puestaS .. de manifiesto hasta aquí: el sistem~ nacional, su dilución en una es~ructura mayor y su fragmentación ··í\-·\ en sectores menos amplios, lib tienen por qué ser co.ntradictorias. l \ ;

Un buen tratamiento dialéctico podría dar razón de la coherencia ¡ \ de su !uncio~amlento en er proceso real d~ nuestras literaturas,; Es .

1

. ¡r importante adverqr q1,1e en.1oqas.ellas..M busca.un.gu~ci~te· / de h~~~ad, 'presuponiendo qu'e ésta es la condición indis· ¡ . p:nsa le ~~ra la conformación de un objeto. pasible de esclar~ci· ¡ j mtento crtttco: de hecho, en efecto, hasta las literaturas provemen· ~ ¡

~te_s de· grupos-sociales-e~ a corresponden a una estruct~o· l \

·. ciálc!ue no por estratificada Qe'jiOesif(iñicayrora.I. , ,J · . .,.....

'!;; /HOMOGENEIDAD Y HETEROGENEIDAD: ALGUN9S CASOS -

No toda literatura suponet sin emba~2J_ la ~~gori-ª--º~b.QIDO· 1 ~~.!:!!!1. A través de un aná!i~i.s_ jfmpl~ .• d,l..prop.e~o.Jitera.rlp, que permita distinguir la produc.~jpn, el tex~o .r.esultante, su ref.m!.lte y , el sistema .de dis.tribucipn y ~orys_Ufq,O, cabe precisar. la distancia que ~ separa a las literaturas homogeneas de las heterogeneas y determi· nar, consecuentemente, las variaciones en el tratamiento crítico que les corresponde.

n La movili ación-d 'todas las instancias del proceso l~o

de~ro · de u mismo orde octocu tUrinl-e-~mrinrel~S\fr~~.!1to , de terat~UaL - como ~c_i~~je~ annente- . r1 en sectore~ .. IDI:IY. importanten ed_·ñarrativa pe~~de .-'

'?)v los año11 c.izlcuenta.-Lo~e-Sebnstián··Sal ... Julio RamóÓibeyro, en parte lo.s de Carlos Eduardo Zavaleta, en el caso de' Perú, y los de José Donoso o Jorge Edwards, en el caso de Chile, p~en-en juego perspectivas propias de ciertos sectores de las ca.i?_as m~dias u!9.J~. emplean los atributos d!J!l_ode.midadque distinguen a acción de ese grupo socia!, que en este aspecto con·

11. Vid, artículo citado .en no La 2.

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. J.\_ [N9f"'Jltrikal examinlrEI-reflt()cle'este mun · ha advertido .(\ i~ !.otro modo de heterogenei ad que, stn em argo, se asocia al Ceno· '(}¡ JJ'-/ meno descrito po r Cue'Va. Jl trtk nfinna, en efecto, que :

~· / [ ... ]la escritura ~e esLe r~lúo D~ ha sido ejecut.ada dentro de y en re­lación con el ~~~:r~ucc[WOionia-1, sino que, desdt un punto de vista material, cslribut&rio de un circuito productivo hisLóricune:-~t.c muy posterior . •

12. Cr. mis artículos: ''José Do~ oso y los problemas dt la nueva narn tira hispanoamericana", en: Acta Litcrcri4, Lomo 17, Nos. 1·2. Bu~u~. 197 5 y ''Loa xcnicci/los dllminica/cs: sus fortunas y adversidades", e::; : San Marcos, No. 13, Lift\a, ocLubre·diciembre, 197 5.

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Los tres estudios mencionados son suficientes pua entender el concepto de heterogeneidad, en algunas de sus distintas varian· tes , y pua distinguirlo, con todas las implicancias críticas del caso, del concepto de homogeneidad. Casi podría decirse que se trata de dos sistemas distintos de producción literaria.

EL COMIENZO DE LA HETEROGENEIDAD: LAS CRONICAS COMO MODELO

Lu cit.u de eueva, Jitrik y Runa corresponden a los artículos citados en la not.a 5.

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Todas la.s~as~ hasta las menos elaboradas, llevan implici· to un sutU y complejo juego de distancias y aproximaciones: si por una pute producen una red comunicativa donde antes sóio había desconocimiento o ignorancia, por otra· parte, pero al mismo tiec· po, ponen de relieve los vacíos que separan y desarticulan la rel;:. ción de las fuerzas que moviliz:an. ·

En la e~critura de las crónicas s~~ce-.una-moü~a· ria: la de revelarlay-por cierto, ante un lector que la ignora tot.a! o parcialmente. Escri~ a~las Indias~cas.st._realiz:an, 3in embargo, cuand«.._lq,gr¡¡n ca~arTeCtor metropoli~. El hecho de que casi unánimemente invoquen arRey, o a otr ir..i· tancias del poder peninsular, es un gesto cortesano, pero tambié:1 . más profundamente, un signo del sistema· de comunicación que

/ preside el emmciado cronístico: el Rey, la metrópoli, es su lecto:. t¡' .

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1 \l ~_gible para una óptica extraña, 1&,9m.enz.ando-por-. . cronista -tan frecuentemente desc._~.oJ La simple mención

. d'é esa iiueTare~:llttíá~ímplica un doble movimiento: Ciez:a de L<:ó:~ dice (y los ejemplos pudieran multiplicarse) que los ''guanacos son algunos mayores que pequeños asnillos, largos de pescuez:o, coco camellos", con lo que.queda en claro que hasta la más escueta cie:· cripción tiene que procesarse dentro de un orden compuativo que acude a la experiencia de una realidad que no puede ser la del refo?­rente. En niveles más complejos, el cronista apela a todo el repe:· torio cultural del mundo que produce y recibe su historia: no es casual, por esto, que el Cuzco sea visto como Roma y que el Inca lo sea como Rey o Emperador, de suerte que la peculiaridad cie! referente queda velada por la intromisión de otras formas de reili· dad, comenzando -por cierto- con la del idioma. En este 'Oró e:.

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de cosa.s tal vez nada más alecCionador que el neoplatonismo de Ga.rclluo: con esta concepción del mundo, el Inca quiere dar razón de una disgregada y conflictiva reaudad que quisiera ver armóniqá;, mente sintetizada en el mestiZaje que él mismo repruenta. Que e.l propio Garc~aso, tin fervientemente adherido al universo inca, tan orgulloso de su estirpe materna, tenga que recurrir a la filosofía neoplatónica para explicar y explicarse su situación personal e his· tórica, es clara muestra de cómo, en la base de toda crónica, se pto· duce ese encubrimiento del referé'nte p·or los atributos culturnlcs que la crónicn actualiz.n. ·

Sin duda es · fácll d~terminar en las crónicas la acción no sólo de fuerzas culturales, siDo también, y muy abiertamente. d~~· ses concreto.s en.-el-prah~~nómico·polí;ko..y con frecu~ncia en elorden puramente personal. En todo caso, la mención1de estos otros niveles no hace más que enfatizar la Íll.dole confilc_fua_d.eJas ... c~pues es obvio que no existe coincidencia entre Jos intere·· ses que expresa el cronista y los que, en el horizonte de la realidad, tiene el referente, Serí~ erróneo, sin embargo, extraer ·de estos he· ch.os una condenación global del género cronístico y de sus autores. ·En el ton~ las cró~J.!mitan a reproducir, en los térmi~o.s que !!~"8::meñt'eles corre~Cíqun-s-un--sucesofiliton· co i[lsoslayable.: a conguis , Hnarear--eu~elo que~riá· tegui llamaba 1~ o org~nic:uuente na_ci~males.

EL PROBLEMA DE LAS FORMAS EN LAS LITERATURAS HETEROGENEAS

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\Jna -S}~~f§.'ñ::1~~'Sl!nta en ~-n~n correlati\'a a J..a._emanc1pa--cro1Rle:lps pa·tse-s.hiip~nGanOs~En-este~r. referente (los hecho5 de la emancipación) y el "tema" (relativo ali~ ideario independentista) se formalizan bajo normas estéticas qu~J curiosamente repiten los dictados metropolitanos. No deja de se1·\ significativo que las requisitorias contra España o las alabanzas a la independencia y a la libertad se procesen literariamente con acata· miento de los valores que rigen la literatura española de la época.

14. Cf.: Nath&n Wacht.el: Sociedad e idcolotla, Lima,lNtituto dt Estudios Peru&noa, 1973, especialmente el capítulo "PensaJ11iento salvaje ~ul· turación: el espacio y el tiempo en Felipe Guamán Poma óe Aylla y el lnca Garcüaso de la V e ca",

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' Esta otra · maii.ifestación de la heterogeneidad tiene su expresión tal vez mu sugestiva. en la obra -poco conocida de Mariano Melgar (1790·181~). u ..

Una !aceta de la poesía de Melgar está constituida por Wl con· junto de textos básica,mente qeoclásicos que, con frecuencia, como en la "Oda a la Liberta'd", son refle:tiones poéticas acerca de los valores que presiden la actividad política de los precunores de la emancipación. Estos texto·s, unidos a traducciones de clásicos lati· nos y al desempeño de cátedras humanísticas, muestran la solidez de la fonnación .de Mariano Melgar y su adscripción al ca.rfon "cul· to" de la literatura de la época. Significativamente, ai."lado d"e fsta ~ por el"tema" se puede considerar indepen·

dentista., Melgar cultiva Wl& .P..9esíe, "¡:¡opv.lar'\.de tema e~.cluyente· mente amoroso; ·qúe. se conoce l;ll!,jq .eJ..~9mbre d~ . .l'.9!.t!t!.I: .AWlque la discusión del yaraul' está lejos de haber terminado, parece indu· dable que proviene de la poesía prehispánica, probablemente del jaray haraui quechua, y que tuvo un extenso cultivo, como forma ya mestiza, mucho antes que Melgar la empleara en su .poesía eró ti· ca. Si bien es cierto que Melgar introduce en el yaraul' algmtos re· cunes de la otra vertiente de su poesía, el yarauí preserva su carác· ter popular, que a mayor abWldamiento se reconoce por la fusión de poesía y canto, e implica el uso y revalorización de una tradi· ción indígena hasta entonces despreciada por la poesía peruana "culta".

Q.esde la p~npe<:tiya que interesa ahora, el .yarauí ~elgariaJ'l.O representa un acto de liberación más consistente. que los pc:>e~:¡.s neoclásicos relativos a la independencia de nuestros países: .si estos textos corresponden externamente al proceso histórico de la inde· pendencia, proceso al que de alguna manera traicionan, por su a pe· go a los modelos metropolitanos; el yarauí, en cambio, pese a no tematizar ninguna instancia política, realiza en la dimensión que específicamente le es propia, en el nivel literario, ese ideal de liber·

15. Mariano · Meleu: Potll'ru. Compltt~U, Lima, Academia Peruan.t. de la Leni\1&, 1971. Gracw a uta edición crítica, 1& obra de Mtl¡u puede ·

· 11r "conocida ea tod& su ampUtud t importanciA. Antes se disponía de la edición franceu de 187 8, en realid&d una m tolo¡!& que incluía 31 poemu, y &tlon se conocen 182 textos. CC. 111! artículo "Mariano Mel· ¡u y !& poesía de La ·E111ancipación ", en: El Pc~Wno, 28 de julio de 1971, y Juan GuilltJTDO Carpio Muñoz:: El "JCTaVÍ crcqllipcño, Azequi· pa, La Colmena, 1976.

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tad e independencia que los otros poemas, desde su propia depeo· . dencia, 5Ólo pueden enunciar. Contra todo lo que podría suponer· se, los poemas neoclásicos representan un mayor grado de hetero­geneidad, pues referente y "tema" se formalizan bajo un sistema que se define pouu ajenidad y distancia, mientras que los yoraules. pese a t9das sus limitaciones, significan un e· o adelanto en e!

; rumbo que ermi ·T· eneidad, a ., .. e.__:c~ .......... J . los requerim1entos de una t ~atin. Aquí también se pone · de 'ie a uupo ancta de la formae~elimitación, esclareci·

miento y critica de las lite.raturas plwiculturales .

/ . 0 LA SITUACION DEL I_N~§bi.O

Todo ~..9kh.Q. ]l_~~-~- .. ~i.Jli'rece..~nc&Qtrane..- re11et á nd ost más nítídamente, en el caso del-in~~ Una cita de José Car losMan'á'tegws·eñalá_éf .mefór·iUfut;-o-:parrc~mprender en profWl didad este vasto movimiento:

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Page 8: Cornejo+Polar_El+indigenismo

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@ socio e~ al y el. re.fere~~. ·~ ;~tQ distinto. Esta heterogeneidad gana relieve en el indigenismo en la medida en que ambos univer-sos no aparecen yuxtapuestos, sino en contienda, y en cuanto 1!1 segundo, él universo indígena, su,ele mostrarse, precisamente, en ñ;mción de sus peculiaridades distintivas. . ·

Esta primera descripción pr~upone una opción sociológica, m u · · l campo de las · · · · s, ac.er· · . e de la estructura unitari . e-le&o-f)aises andin.Q!. Sin in ter· .·': . verur ~rectamente en otemic~ lo'9emás estreC.~e:Vfñ~~-. cula~as-Concr~HeftattfQos aspectos -claves: de una parte, la corrección del plantea,miento de ~iariátegui en lo que toca a la realidad que pudo auscultar en su tiempo, cuan-do la distancia entre la sierra ·semüeudal y la costa incipientemente capitalista era, a todas luces, una verdad incontrastable, y, de otra · parte, el mantenimiento de esa dualidad en la historia inás reciente cuando el real avance de la. integración nacional no puede ocultar el surgimiento y énfasis de una relación dJ .dC?~en· dencia, relación derivada del desarrollo deSigual de ambos espacios ~· La heterogeneidad subsis'te, pues, sea que se acepte la exis·· tencia de dos estructuras distintas, sea que, aceptando sólo una, se distinga dentro de ella un polo hegemónico y otro dependiente.

~e.t~!~gt~~~aa~e'""'f4-:~Q~l~~::!!e.~'· De aquí que, en 1965, Sebastian Salazar Bonay pud1era ifumar la "muer· te" del indigenismo como movimiento düerenciable dentro de las literaturas de los paises andinos: como se ha producido un proceso de indigenización, que incluye a la literatura, carece de sentido -reflexionaba Salazar- insistir en una especificidad . que ya no es tal, puesto que se ha diluido y universalizado.'; Aunque ·obviamen· ·­te discutible, el planteamiento de Salazar Bondy tiene el mérito de evidenciar que el indigenism~~ de-un¡ pre:·- · via concep,!\l~!!Jiel ninn~o,miico-coma..:eaJiaad-dividici'a-y­esmteir!9a. Es una literatura heterogénea insc~n un·iv~· ~ete"i5¡eneo. ~- - -=" --·---

'""" ~ --~ . Como realidad insular o como factor dependiente dentro de

una estructura social más vasta, el mundo indígena soporta una enunciación exterior que, a veces, ha sido comparada con la expro· 17. Cr. las Intervenciones de Saluar en el J Eneutntro dt Norrodorts Pt·

ruano1, Lima, Cua de la Cultura de Perú, 1969, upeci&JmeMe pp. 240·253.

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.. piación que significó la conquista española. Reviviendo la virulen cia de Angel Escalante, para quien ningún escritor no mdio tení: "derecho" a escribir sobre la realidad indígena, 11 · Mario Varga:

(Llosa extremó su condenación hasta el punto de afirmar que "\o escritores peruanos descubrieron al indio cuatro siglos después qu! los conquistadores españoles y su comportamiento con él no fUI

J menos criminal que el de Pizarro". Aunque Vo.rgas Llosa proyect; l su juicio sobre el indigenismo modernista, citando concretuoent(

. los nombres de José Santos Chocano, Ventura Garcia Calderón ~ Enrique López Albújar, su linea de reflexión lo ~e a cond~

. ..n..at:..Jgy&xpen te, al natÜrilismo po~.!'ic.t....1in te tj za..d..Q...U..la...gj;u:¡ poética de Alejandro Peralta, que teo.drí~-~a "visió_tü.y.L9J.L.~X .tranjera como la de cualquier modernista" .1

' Es claro que planteo ~ <. ae= esta índole no contribuyen a esclarecer el sentido del indigenis

roo: consideran como defecto lo que es la identidad más profunci< del movimiento, y, a la larga, le exigen que deje de ser lo que e! -indigenismo- para. convertirse en lo que ~n niQgúl1. caso puedE llegar a ser: literatura indígena.

"Nosotros los Indios", articulo publicado en 192i y reproducido en La polémica dtl indi1tnismo~ Op. eit., pp. 39 ·~2 .

19. "José Mar{a Arruedu ducubre al indio aultnlico ", en : Visión del Ptrü, 1, 1, Lima, aaono, 1914. '-

20. Cr. : Ptr{il dt /ndoamérieo de nuutro tiempo. u .P.~ob ant , Instituto Cub~ono del Libro, 1972.

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N&tural.tnente·, el modo de p'roducclón cietermlna los caracte· res del texto resultante. En este sentido las~bras indige_xWtas asu.· men, aun en su estnJ.ctUrclor:mil,_el signo occiqentalizado que omina su proceso productivo: de hecho, en efecto, fodos los gé·

neros empleaoos por el indigenismo correspon_den: a la literatura de Occidente y marcan, con los desfues que caracterizan a la lite· ratura·latinoamericana en Sti conjunto, un mismo' ritmo histórico ... As(, por ejemplo, cabe hablar de un indigenismo romántico o de \;; un indigenismo realista. . . ·. \1

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Pero la impronta occide1i'tal del ID,d,lggn.ismo • ..!lQ..!.ÓJ.Q_ID_a,.r~s. s~E_roceso _oe producc1on y§fri..sl.9~.J~tgto!.i..,~.\!ñ!l!.~,.,~.o,o . .

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1 la que desmoUan y esclarecen en sus textos: esto explica los e Pia..z:amientoa ideoloiicos que subyacen en el indigenismo y pone relieve, al mismo tiempo, la conflictividad .esencial de su proyec

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• · . .. Angel Rama ha propuesto entender el movimiento indige1 ta, en términos sociales, como resultado del ascenso de grupos l

noritarios de la clase.media baja que emplean las reivindicacio; indígenas como refuerzo y legitimación de sus propias dema.n< contra el sistema social impuesto desde arriba por la clase explo dora. En palabras de Rama:

Lo que esWJios presenciando [en el movimiento indi¡eniJta] es un ; po social nuevo, promovido por lo1 imperativos dtl duarrollo eco no

igual fuerza, todo su circwt·o de comunicación. L~ ~i~!'\ltUI!.indi~, g~ nUevo "SISteiñacoóiüñiCativo en ca á ürió a e ...

llo~Íies-:3:ña'm'O:Y:srl1'iiiUa a . lSCUinr~"Caüce]j[(~i,Jir.QP.Üi''1'., . . .. "' ,. '

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co modemiudo, cuyo mar¡en educi.Uvo oscila nrün las áreu y el 1

do de adelanto alcanudo por la evolución económica, el cual pl~n nCtidu reivindicaciones a la sociedad que interra. Como todo rrupo 1

ha adquirido movilidad -serún lo apunbra Marx- entiende la recia.~ ción que lolTilula a todos los demás sectores sociales oprimidos y se -~3~~~;~?~~~~~"}~;~~~~i~~ ~-~<l · ó; . • ,, •· r

lo¿~ct.oo:~ . .md.1genas. en s~ c~c:.~ ~e .~o~.umc-*~_h. No se ~rata . aql'il de un ñecho externo y solaiiiente cllC:UIIstanctal, pues la tma· gen del lector ideal actúa poderosamente en el momento mismo de la pla:mación _de la obra, dotánd~le de los requisitos _que ~e \ . , . ·~'~ , .

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lector ex1ge pa:. mcorporarse a] a cagen~ las ero· <y..Ih. .. '" nicas, a ~a · .. ~su ~istánte, ajeno al -.Jv.J. ('/-( <:~,-. ' •> 1.

Wli'letto que se le pro.pone..en..el- efE" o-:-- u ------Pero la heterogeneid!ld _ ~i_eJ j.p~igenisrno no. se ~QtiLen el cru· ce de · dos cuitura.S, en la dinámica de revelación de la primera bajo los supuestos de la segunda; tiene, también, en el. estrato decisorio .. de los condicionamientos sociales, ·esa misma p,i$gr.egada constitu· . \ .. '· ción. De hecho, el indigenismo. responde a determinaciones de. una .. S"" 1_ .,~ .. \, •. • ,., ( :_,,. sociedad caracterizada por el subdesarrollo y la dependencia de S\,1

estructur¡¡. capitalista, m_~~n.~~- 9.~e. _ ~1- ~efe~e_!lje ~-':U}~~ ind.í· -[) .sena- aparece condicionado por una P.Structura rural todavía teñí· 1-~-\ ' da de rezagos feudales en la mayoría de los países andinos. Por Jo· '

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dem'ás; mientras la actividad indigenista es un actividad de la clase· ¡ · m.edia-y--en_es:peciilde_ :- .e:a.o._gra - · liCi'On,t. · · .. ' 1· h,¡ ref ~ene que re resen lo ~e..oltas clas.,.l~ ::r..:.. j .. ,f./; . .:_ ...

./ bi oposiCío1n: s arnonali m9..._.bunque\ ~ - ,,1• "1

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ce intérprete de sua reclamaciones que entiende como propias, en¡ r.ando u( el caudal de sus ma¡ru Cuerzas con aportes multitudinu: No hay duda de que se sentía solidario de ellu, aunque, Wnbién, caben dudu cíe que le servían de máscara, porque en la situación de e muu la injusticia era aun mis Cla¡rante que en su propio caso y, a más, contaban con el inne¡able presti¡io dt haber !orjado en el pu: una orirlnal cultura; lo que en cambio_ no podía decirse de los rru· emer¡entes de la clue media baja. Esas multitudes, por ser silencie eran, si cabe, más elocuentes y, en todo cuo, cómodamente intér¡m bies por quienes disponían de los instrumentos ·adecuados : la pua escrita, la expresión ¡ráfica.ll

La interpretación de Angel R.arna es básicamente corree mas no el "balance [ ... ] adverso" que extrae de ella, pues, e!e( vamente, el indigenismo es un movimiento de c~e~os~e.u: dios que asumen 1 intereses · do indígena: aquí

, · nte, Wla e as ra..z:ones de su he~rogerreidad. E. interiorización de intereses de otra clase social no puede entena se, sin- embargo, fuera del contexto qúe precisó Mariátegui ~ polémica con Luis Alberto Sánchez y -más tarde- en su "Pr e

. de la literatura peruana". Para Mariátegui, el movimiento indige , ta se correlaciona con el socialismo, pues entre ambos distingue vínculo de 11confluencia o aleación", y de esta manera evita

1 aristas más agudas de su disgregada y difícil coqs titución. '-' ciertamente am as dimensiones muestran rasg comunes que-se-- · · , --

derivan de su i.n'serción en la lucha de clases, ~~-~-~o .. ~_qu.eJ a, si· · ·: '·~. ' ' tuación social de Jos produ~tores del indigenismo. es <H.f~r.ep te de \ , ¡ ;

--- . ....... 21 . "El área cultural a.cdina (hispanismo, mesticismo, indi¡enismo)", •

Cuadtrrlos Americanos, XXXIII, México, noviembre-diciembre , 19' ~ :-

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Page 10: Cornejo+Polar_El+indigenismo

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~: ·Mari·átegui ~ra aún más enfático:

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El soclalilmo ordena y deCint lu nivindicacloncsA.§ •. Iu_mU&J,.<de- la .,.:!i( ~·1~~~~:1[!.f.!V,~W])!J'~:-3f.iliJett.ab~l·~~ra_7,son, en ··

· iiíá 'cuatro c¡ulntu partu, lndf¡enu. Nüestro socialismo no urt&, pues, ptru111o· --ni· utCt· slquiU&"ióci&UimO:.. al no u solldarizue, primera· mente, con lu ulvlndlcaclonu lndC¡enu. ~n tu actitud no 11 uconde nada de op9rtunlsmo. NI 1t ducubu nada de utificlo, al se refiexiona dos minuto& en· lo que es socialismo. Esta actitud no es fin¡ida, ni es postiu, ni astuta. No ~S mu que sociallsmo.n

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.La perspectiva trazada por Mariátegui no' intenta diluir l.a e;;., C· '" \ • :r :. 1 dicción subyacente en el indigenismo, que es una contradicción i: , . . . . · ! i¡ intenta, más bien, explicar y legitimar su condición heterÓ· ! &, detlniendo ·su contexto y otorgándole un rumQo ideológico ·: 1tro de la problemática del mundo · contemporáneo . . Que José ~ ría Arguedas reconociera explícitamente el magisterio de Mariá· \ ;Ji :l es un hecho que ayuda a comprender cómo el indigenismo, ; sus realizaciones de mayor .relieve, en.(renta la difícil tarea de ; mir productiva y creadoramente, como quería Mariátegui, el in· i able conflicto que lo de!ine. Sin imc.¡inar una homogeneidad i

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le está vedada. por definición, eiTna~ni'smo-realiza-llñaP'auta : tra,ria,..d~ y en ella. encuentra sus mejoreL¡lOSÍ· ! jades ideológicas y literanar.- ). .• · j _1 !

En este orden de cosas que poner de relieve que el indigenis· · ... . .,•·. ' el mejor indigenismo, no ·sólo asume los intereses def"éamp_esi· .

o indígena; asimila también, en grado diverso, tímida o audaz·

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1te, ciertas · fonnas literarias que pertenecen orgánicamente al . rente. Se comprende que esta doble asimilación, de lnteréses ales y de fonnas estéticas, constituye el correlato dialéctico de oposición que sufre el universo indígena· del sistema productor indigenismo: es, por así decirlo, su respuesta. De aquí se des· tde que el trabajo crítico sobre el indigenismo no puede seguir zándose en función excluyente del criteric de "interioridad". ~~ .abitual, en efecto, que la crítica examine )gs textos intligenis.~- \ h m té~cuelación_miméticaentre repres~~~~~ "Intenneuo polémico", artículo publicado ori¡inalmente en 1927 y reproducido en La polémica dctindigcnumo, Op. cit., pp. 73·77. "Yo no soy un aculturido", dtscuno pronunciado por Ar¡uedas, en 1968, al recibir el premio Inca Garciluo de l& Yc¡a, y reproducido.eo• mo epl1ogo de. El zorro de aniba y el zorro de abajo, Buenos Aires, Lo~d_a, 1971, pp. 296·2~.8.

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raria y referente, ~P.~miend,Q. que e~a - rela'CiOñ'~ 'tanto .m'á..9-­'1"alios·a-y-mlarecedora cuanTo" má.S"iñ'terior ("desde dentro") sea In ·perspectiva del autor. Aunque el indigenismo tiene una inequí· voca vocación realista, y aunque sus obras efectivamente intentan plasmar representaciones fidedigna.s del mundo i~digena, lo cierto es que -alindo de esta cnpacidad miméticn- el indigenismo ensa· ya otra forma dP. autenticidad¡ más compleja, que deriva de lamen­cionada asimilación de ciertas fonnas propias dél referente, asimi· !ación que implica un sutil proceso o.rtistico que obviamente es tan imoortante -o más- que el.cwnplimiento de la decisión realista.

P-ueq,e recordarse, a est~-es~ecto, que el estilo de José Maria gu~a.slcorrelo.tlvo a unj'idi~a" totalmente inventado, hasta

art11ícÍal si se prefiere. esta..'Piro5ra~s-esti~~z -sir¡j~a.:Q~ec:hu&,.q\iedtte¡~e:tn:e~ re·' sÚlta mucho más auténtico que la masiva interpolación de vocablos quechuas -que fue el recurso privilegiado del indigenismo clásico y corresponde a la conceptualización del indigenismo como litera· tura mimética. Con este lenguaje ficticio, ArguedBJ olcDJlZil., sin e m· bargo, un nivel de autenticidad realmente asombroso: _si por una parte puede revelar la índole real del mundo que refiere, por otra parte es capaz de revelar, también luminosamente, la -raíz de un conflicto mayor, la desmembrada constitución de una sociedad y una cultura que todavía, tras siglos ~convivencia en un mismo es· pacio, ~_p.\l00ef1· decir su histo~e cqn·t6S'"'ifriliutos de un .diálog? con.flic · , n frecu~ncia trá¡íetr:'E~_fícil ~álogo in· te ercu:ltural tttuye el c"Uñíeílto mas protunqo del indigenismo. ...::.-"":'"-t-.-... - ·~· . . . . ··

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...... -Al igual que todas las literaturas hetifrogéneas, cuyos sesgÓs · específicos habría que estudiar por sepuado, el indigenismo nó se agota en la representación realista de su referente, que, por lo de· más, está limitada por la inevitable exterioridad .de su perspectiva

1 de creación, y se realiza más bien como reproducción literaria de la estructura e historia de sociedade~ desintegradas como lo son las de los paises andinos. Reproductor de la clave más honda de las socie· dades andinas, el indigenismo se compromete raigalmente con el curso histórico de las naciones que guardan el vigor de los pueblos -que la conquis.ta no pudo liquidar. Si esta pluralidad no deja nunca de ser conflictiva: es, también, y con mayor in.tensidad, espléndida· mente enriquecedora. ·

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