derecho viejo.88 marzo 2009

Upload: power30

Post on 27-Feb-2018

223 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    1/16

    Derecho Viejo Pgina 1

    DERECHO VIEJOa la evolucin destino de hombre

    Ao 8 N 88 Un peridico para leer Marzo 2009

    GLORIADEI, HOMOVIVENS (LAGLORIADEDIOSESELHOMBREVIVIENTE)

    Lejos del mundo. Cerca de los hombres

    El resultado de

    toda experiencia

    mstica radica en

    la anulacin de

    la dualidad

    Willigis Jger

    Nuestra sociedad

    est enferma de

    narcisismo, no es

    capaz de abrirse a lo

    Uno y a la totalidad

    Willigis Jger

    Para seguir a Cristo abandonaron al precursor

    Hasta cundo pescaremos peces?

    La imagen de Dios se encuentra en la estructura del alma: consciencia, pensamiento,amor. Pero en el alma, la semejanza de Dios se lleva a cabo cuando tales poderesalcanzan su plenitud y se super-actualizan en una experiencia espiritual de Aquel cuyaimagen son. Cuando la consciencia, o memoria, se vuelve consciencia de Dios, cuando lainteligencia se ilumina con un entendimiento espiritual de Dios, y cuando la voluntadeleva al alma entera en un xtasis de amor a Dios, entonces la imagen se perfeccionaen la semejanza. Para comprender mejor la relacin entre imagen y semejanza, ha-

    gamos una comparacin. Una fotografa borrosa de una persona es un retrato o unaimagen de ella, pero tiene exceso de exposicin, sobreimpresin o cualquier otro defecto.Una fotografa clara no es slo un retrato de la persona sino una semejanza de esapersona, y da una idea exacta de ella. Y as dice san Agustn: En esta imagen (que es elalma) la semejanza de Diosser perfecta cuando sea perfecta la visin de Dios (DeTrinitate,XIV C. 15 Nm. 23).

    Esta doctrina est implcita en san Juan, que escribe: Queridos, ahora somos hijos deDios (imagen) y an no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando semanifieste, seremos semejantes a l (semejanza), porque lo veremos tal cual es (1 Jn3,2). Esto presupone una teora del conocimiento que exige que la inteligencia se amoldea su objeto o se identifique con l mediante una nocin. Sin embargo, aqu no se trataslo de una identificacin nocional sino de una unin integral del alma y de la personacon Dios. Para este fin fuimos creados a imagen de Dios.

    Thomas Merton

    El movimiento principal de nuestratransformacin se produce cuando la

    divina fuerza desciende y se hace cargode nuestro desarrollo espiritual, porque

    es entonces cuando comienzala organizacin de la consciencia.

    Sri Aurobindo

    En todo momento debemos recordar quelo invisible es lo real, y para el que ha

    despertado espiritualmente, lo externo loes solamente en apariencia. Esto es lo

    inverso del pensamiento y de la creenciamundana. Pero la verdad espiritual slopuede ser discernida espiritualmente, yocurre que para el hombre que no hadespertado, an aparece como una

    insensatez o una tontera.Thomas Hamblin

    La renuncia significa la consagracin yentrega incondicional a lo divino y a supresencia unificadora. La apertura es la

    toma de consciencia de que ya estactuando en nosotros una fuerza

    que lo transforma todo.

    Cuando predomina la posesividad, elapetito por las cosas, queda destruida

    toda posible aspiracin y, sin aspiracin,la transformacin no puede ocurrir.

    La posesividad es lo contrario de larenuncia; sta queda totalmente obstruida

    cuando la persona pierde su libertad alquedar centrada y determinada

    por aquello que aparece.

    Nicols Caballero

    La perfecta visin de Dios

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    2/16

    Derecho ViejoPgina 2

    EDITORIAL

    Escribe:Camilo Guerra

    La importancia y la dificultadde decir no s

    Pensamiento

    Dara la impresin de que estamos hechos para saber.

    Nos resulta denigrante o por lo menos descalificante decir

    eso no lo s. El pretendido saber est relacionado con

    la capacidad de criticar al otro, actividad que tantas satis-

    facciones nos da.

    Hay cosas que nos interesan, y cosas que no atraen nues-

    tro inters. Hay cosas que dan la impresin que sabemos

    desde siempre y otras nos causan la impresin de que nun-

    ca las sabremos. Sin embargo a la hora de la pregunta nos

    cuesta decir esto no lo s.

    Pretender saber y en realidad no saber, nos lleva a emitir

    juicios cerrados, inevitablemente decepcionantes. Al decir

    que sabemos lo que no sabemos, pretendemos ser ms de

    lo que creemos ser; nos parece que ganramos el respeto ola admiracin del otro, que en definitiva de eso se trata, de

    compararnos y de salir airosos.

    Al decir todos que sabemos, cuando en realidad no sa-

    bemos, creamos una cadena de decepcin, y terminamos

    diciendo la frase consabida que confirma nuestra estrechez

    mental: cuando ustedes van, yo ya vuelvo; frase

    confirmatoria, si las hay, de una ignorancia mayscula.

    Si no aceptar nuestra falta de conocimiento en la super-

    ficie, (que es slo proyeccin), es perjudicial qu daino

    ser pretender ser conocedor en el campo espiritual?

    Proliferan los gures, los iluminados, y los portadores de

    mensajes que, supuestamente nos harn alcanzar la luz; se

    publicitan las iluminaciones realizadas en un fin de semana,

    las maestras espirituales obtenidas en cursos de un mes (o

    por correspondencia). Los maestros pululan, por radio, por

    televisin, y en seguida escriben un libro, donde garantizan,

    que quien lo compre, por ese slo hecho ingresar seguro

    en el mundo espiritual. Y lo triste es que mucha gente

    compra.

    Pocos maestros dicen no s. No son precisamente los

    publicitados, los que lucran y crean sociedades comercia-les; son los maestros annimos, que avanzan con lo cotidia-

    no, sabiendo que no saben.

    Lo nico que tenemos que saber es que si no morimos

    msticamente al yo, no podremos resucitar; lo dems es

    papel de relleno.

    Nuestro fracaso en la edificacin deuna sociedad que merezca el nombrede tal, es principalmente un fracaso

    moral. Pero antes de que seproduzca una reforma, tiene queproducirse una reforma espiritual.

    Esta es la raz de todas las cosas.

    Los problemas externos que

    atormentan al hombre son, enrealidad, proyecciones de lospropios problemas internosque fue incapaz de resolver

    en su corazn y en su mente.

    Paul Brunton

    Cualquier reforma trae mscomplicacin. La crisis est enla mente misma, en la de usted,

    en su consciencia, y a menos queresponda usted a esa crisis, a esereto, usted aumentar, de modo

    consciente o inconsciente,la confusin, la desdicha

    y la inmensidad del dolor.Nuestra crisis est en la mente, en

    nuestra consciencia, y tenemos queresponder a ella de manera total.

    Queremos alterar las cosas externassin revolucin interior.

    Pero la revolucin interior debeproducirse primero, y ella traer

    el orden en lo externo.

    Krishnamurti

    El hombre ha perdido, por lavelocidad a la que se le obliga a vivir,la posibilidad de integrar bien cuanto

    le llega, y por consiguiente, laposibilidad de dar significado y annombres apropiados a las cosas.Ya no resulta tan fcil decir s, o

    decir no, porque ni siquiera seadvierte el lmite que define las ideas,las realidades, la fantasa de lo real.

    Todo cuanto ocurre es reflejo de laconsciencia y de su estado.

    La confusin y el malestar externosson el resultado de la confusin y elmalestar interiores. Slo se podr

    comprender el problema del mundocuando se comprenda el propio

    problema. Tanto la verdad como lamentira ambiente no son nadadiferentes de nuestra interior

    verdad o mentira.

    Nicols Caballero

    La razdel problema

    En estas direcciones puede retirarDerecho ViejoEn Capital Federal

    Librera Claretiana- Lima 1360 - Rodriguez Pea 898 - Aroz 2968Librera Marista - Callao 224

    Librera Patria Grande - Rivadavia 6369Librera La Guadalupita- Av. Avellaneda 3918Cobla Electricidad - Av. Gaona 1623, Caballito -Av. Nazca 2732Maxikiosco - Lacarra 808Librera Guadalquivir Religiones - Rodrguez Pea 744Centro Mdico Versalles - Juan B. Justo 9350Consultorios Mdicos- Matheu 2139El Jardn de los ngeles - Av. Corrientes 1680 1 PisoDiettica Alice- Balbn 3715Librera El Trbol- Av. Chiclana 4242Librera y juguetera Chon- Av. Alvarez Jonte 4692

    En Gran Buenos Aires

    En estas direcciones puede retirarDerecho Viejo

    Zona NorteAcassuso:

    Olivos:Pilar:

    S. Fernando:San Isidro:

    Bonafide - Manzone 817Biblioteca Popular de Olivos- Maip 2901Masajes Teraputicos- Tucumn 669Librera Claretiana - Constitucin 938La diettica de San Isidro- Cosme Beccar 229

    Zona SurBerazategui:

    Fcio. Varela:La Plata:

    L. de Zamora:Luis Guilln:Quilmes O.:Val. Alsina:

    V. Domnico:

    Ortopedia Hctor Cazorla- Calle 101 N 588Tienda y Mercera Hilda- Calle 55, e/ 158 y 159Bibliot. D. F. Sarmiento- Espaa esq. BoccussiLibrera Claretiana- Calle 51 N 819Librera Claretiana - H. Yrigoyen 8833Santera de Schoenstatt - Jos Hernndez 251Taller de Creaciones Populares- Av. Calchaqu 1027Diettica Olga- Ricardo Balbn 612Almacn Jorge- Oyuela 701

    Zona OesteCaseros:Castelar:

    F. Alvarez:

    Lib. La cueva- Av. San Martn 2651Cobla Electricidad- Av. Arias 3437Lib. La Recova - M. Irigoyen 430Video Time - Almafuerte 2411Nva. Lib. Alemana- Bm. Mitre 2466Lib. La cueva - I. Arias 2354

    Merc. y Lencera Zoe - Sta. Rosa 2011Lib. Castelar - Av. I. Arias 2378Kiosko Betty- Salcedo 2099Maxikiosco El Zurdo - Sanabria y Puerto Rico

    Mar del PlataJos Cupertino -Catamarca 1645Librera Don Bosco- Belgrano 4802

    Neuqun

    Morgana Libros - Av. Arrayanes 262, Loc. 8 - Villa La Angostura

    Cobla Electricidad- Tel.: 022-93-453311 -Av. Del Valle esq.Lisandro de la Torre

    Peluquera La casita de Any - Constitucin 912

    En el interior del pas

    Tandil

    Hurlingham:

    Ituzaing:

    L. del Mirador:Lujn:

    Merlo:Moreno:

    Morn:

    Ramos Meja:

    S. A. de Padua:

    San Justo:San Miguel:V. Ballester:

    Diettica La Pradera- Jauretche 943Regalera Alimey- Jauretche 1490Cobla Electricidad- Av. Roca 845Lib. Santa Teresita- Zufriategui 830,

    loc. 22, Gal Centenario

    Diettica Los Girasoles- Soler 54Casa Lpez- Av. San Martn 3566Kiosco Marianito- Lorenzo Casei

    esq. MontevideoParque Gas- Av. San Martn 2435Librera Hadas- Asconape 139Librera Claretiana - San Martn 379Almacn El Barquito - Belgrano 308Librera Nuevo Mundo - Brown 1482Casa Franceschino - Bme. Mitre 822Cent. Yoga Shamballa - Pueyrredn 56Diettica Hogar Verde- Pueyrredn 54Cons.Odontolgico Dr. Jorge Merlo -

    Lambar esq. LimayElectricidad Padua- Belgrano 295Kiosco Hortensia - Lambar 1630Librera Sin orillas- Noguera 311 Loc 4Farmacia Comastri- Zrate 260Atelier Iluminacin- Noguera 265

    Librera Claretiana- Ignacio Arieta 3045Librera S. Francisco- Sarmiento 1468Papelera Com. Fabi- Lamadrid 1793

    Zona Oeste

    Equipo

    Diseo y Diagramacin

    Derecho Viejo

    Direccin y CorrespondenciaAlmafuerte 2629 (CP. 1712) Castelar

    Prov. Buenos Aires - Argentina

    Tel: 4627-8486 / 4629-6086E-mail: [email protected] Web:www.derecho-viejo.com.ar

    Directores:Dr. Camilo Guerra

    Dr. Sebastin GuerraSecretario de Redaccin

    Prof. Lic. Federico Guerra

    Columnistas invitadosMons. Ral R. Trotz

    Rvdo. Hermano Eugenio MagdalenoPadre Julio, omv

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    3/16

    Derecho Viejo Pgina 3

    Nada sabemos sobre la madre de Je-ss. Parece como si, en la tradicin cris-tiana, slo existiera a la luz de su hijo.

    Los mismos evangelios, que nos re-cuerdan su discreta y fiel presencia, sondemasiado escuetos para apuntalar la ima-ginacin. Podemos recurrir a los decora-dos que nos proporcionan los historiado-res sobre la vida de los pueblos y de las

    mujeres de aquella poca, pero nos arries-gamos a cometer muchos errores.

    El evangelio de Juan ha entendido per-fectamente ese do de silencio. Desde elprincipio del libro (cap. 2) aparecen am-bos como admirables columnas, de piecomo un prtico de acceso.

    En las bodas de Can ocurre el mila-gro del vino.

    Ya no tienen vino, ya no tienen ale-gra.

    An no ha llegado mi hora y sinembargo, Juan rene a ambos, Jess yMara, para abrir el evangelio con la pro-mesa de la renovacin, el vino nuevo, elvino de fiesta, la copa de la alianza nueva.Y eso es ya la Eucarista.

    Encontramos nuevamente a ambos,cara a cara, en las ltimas pginas del li-bro, en el Glgota.

    Padre, lleg la hora... es la sangre y lamuerte. La sangre de la nueva alianza.

    Entre la narracin de Can y la delGlgota, Juan no hace ni una sola alusina Mara. Es un procedimiento muy bbli-co presentar a los hroes al principio y alfinal de la obra, lo que significa que estnpresentes a lo largo de toda ella.

    Esto indica hasta qu punto el evange-lista haba comprendido cul era el lugarde Mara junto a su hijo: en el corazn desu combate. Si me detengo en Mara,mujer de dolor y tormento, la madre delcondenado, es porque se comprende me-jor el corazn de un hombre cuando se

    mira a su madre.Sabemos que todos los que avanzan

    en santidad y penetran en la intimidad delDios de Jesucristo, pasan necesariamen-te por la prueba de la fe y conocen, endiferentes grados, la duda, el miedo y el

    vrtigo de lo absurdo y de la nada. Maraes quien, junto con su hijo, dice el sms radical. Por eso, ella debi conocerla prueba de la fe ms absoluta.

    Le haban contado tantas maravillassobre el Mesas, que esperaba como to-dos los judos de su tiempo, un glorioso

    libertador que diera a Israel el dominiosobre el mundo.

    Durante toda su vida esa idea ser in-compatible con aquel nio desconcertan-te que desde que alcanza la madurez seempea en una terrible aventura..

    Ella tiene miedo, pero cree.Desde los primeros das, cuando pre-

    senta a Jess en el templo, la narracinnos da claramente a entender que ese nio

    har sufrir a su madre: Ser signo de con-tradiccin... Para ti ser como una espa-da que atraviese tu corazn (Lc 2,35).

    Un poco ms tarde encuentra a su hijoen el templo, perdido durante tres das, ycomo cualquier madre, manifiesta su emo-

    cin y la angustia vivida.No es el momento de hacer exgesis

    de la extraa respuesta que Lucas poneen boca de Jess, pero quiero sealar lareflexin tan humana, tan emotiva queaade a propsito de sus padres: Ellosno comprendieron lo que quera decir...

    Mara conservaba en su interior elrecuerdo de todo aquello (Lc 2,52).

    Y ya se adivina la pregunta silen-ciosa, la mirada asombrada y la lu-cha secreta: Quin es mi hijo?

    No tendr ms respuesta que la fe.Quizs ella est entre los familia-

    res que tratan de hacer volver a Je-ss a casa diciendo: Ha perdido lacabeza (Lc 8,21), es ah donde po-demos reconocerla en toda su dimen-sin, en toda su vocacin.

    Ella haba dicho: Hgase en msegn tu palabra.

    Cree en ese hombre extrao, en-tregado con pasin a su misin querene multitudes, predica una doc-trina asombrosa que ensea que losms pobres son los hijos predilectos

    de Dios: ella cree en su palabra.l se enfrenta con los poderosos,desencadena su clera: ella cree.

    Le persiguen, sus mejores ami-gos lo abandonan. Le detienen, le in-sultan, le torturan, le condenan amuerte: ella cree.

    Le crucifican ante sus ojos: ellacree.

    l mismo, agotado, en el delirio de laagona, cuando todo concluye, lanza estegrito terrible: Dios mo, por qu me hasabandonado?

    Ella est ah, al pie de la cruz, con suhijo cubierto de sangre, descuartizado; apesar de todo, cree.

    Su fe es ternura.Su fe es dolor.

    Ella ha credo a pesar de todo.Mara, madre del condenado, lo que

    han hecho de ti no puede satisfacernos,ni las estatuas, ni las imgenes, ni las leta-nas piadosas.

    Para saber quin eres hay que escu-char tu silencio.

    Y el murmullo de tus labios cuandodecas su nombre.

    Y leer en tus ojos cuando le mirabas.Has cruzado la noche, la noche oscu-

    ra de la tierra, nuestra noche.Y llevabas en ti la luz eterna.Nadie sabr nunca como t quin es

    ese hombre.Porque viva de ti y dorma en tus bra-

    zos.

    Ensanos a creer en l a pesar detodo.Mara, madre del condenado, dinos

    cmo creas cuando creer era absurdo.Santa Mara, madre de Dios, dinos

    cmo hacas cuando ya no se poda ha-cer nada.

    Ensanos a decir s, como t, a tuHijo, ya que cada da l se encarna ennuestra propia vida.

    Extrado de De pie sobre el sol

    La madre del condenado

    Breve resea del Padre Nicols Caballero

    El Padre Nicols Caballero, oriundo de Navarra, Espaa, pertenece a la orden de lospadres claretianos, y es Lic. en Ciencias de la Educacin y Psiclogo Clnico.

    Durante muchos aos se ha dedicado a ensear a orar como lo hacan Sta. Teresa devila y San Juan de la Cruz.

    A esto se lo conoce como oracin de recogimiento, oracin de simplicidad.Ciertamente orar es un don de Dios pero es posible disponer cuerpo y mente para

    recibir ese don.La oracin silenciosa de recogimiento consiste en saber acallar nuestro interior y caer

    en la cuenta de que estamos ante Dios.Si deseas el encuentro con tu Seor, el Padre Nicols nos dice: 1) Cierra los ojos;

    2)Deja las palabras; 2) Advierte su Presencia; 3) Permanece.

    La religin oficial se ha quedado en gran parte sin religin. La seguridadde tener a Dios le ha producido una satisfaccin burguesa de tener la

    verdad, toda la verdad y nada ms que la verdad. Y se ha quedado sinaspiracin. No investiga, y consiguientemente, no descubre la nica va que

    le podra conducir a la paz: la interioridad,y en la propia interioridad,el deseo de vitalizarla: la aspiracin.

    El hombre tiene delante de s toda una aventura en la que cada cualconstruye su propio camino, ya que la experiencia de la propia profundidades intransferible. Cada cual tiene que hacer un descubrimiento personal deDios y ahondar en su propia mente, con un sincero deseo de encontrarlo.

    Hacia la meditacin con Nicols Caballero

    1erRetiro: Entrada Salida(toma 2 das hbiles) 22 de Abril a las 18 hs. 27 de Abril a las 10 hs.

    Lugar:Pueblo Esther.

    2doRetiro: Entrada Salida(toma 1 da hbil) 30 de Abril a las 18 hs. 5 de Mayo a las 10 hs.

    Lugar Casa de Ftima, Rosario.

    Conferencias: del 6 al 8 de Mayode 19.30 a 21.30 hs.

    Colegio Ntra. Sra. de la Misericordia - San Luis 2264 - Rosario

    Cupos limitados Informes e inscripciones

    Telfonos: 0341- 4514166 / 4477239 / 4248710

    Prximos ejercicios espirituales y ciclo de conferencias, ao 2009:

    Aprender a orar es el regalo msbello que uno puede hacerse a smismo en esta vida. Un aprendizajeque requiere la armonizacin denuestro ser. En esa crecientearmona, fruto del esfuerzo

    inteligente y de la gracia amorosa

    del Espritu, a la persona orante sele revela el pensamiento de Dios.

    Podes recorrer esta experiencia dela mano de Nicols Caballero,sacerdote claretiano, interesado encrear una pedagoga del camino

    hacia Dios.

    Por Jacques Leclercq

    Piedad de Barrientos. Maestro de San Pablo de

    la Moraleja. Hacia 1500 .

    Escultura en madera policromada / 103 cm.

    La madre y los hermanos de Jess fueron a verlo, pero no podan llegar hasta dondel estaba porque mucha gente lo rodeaba. Entonces alguien le dijo a Jess:Tu madre y tus hermanos estn afuera, y quieren hablar contigo.Jess contest: Mi madre y mis hermanos son todos aquellos que escuchan yobedecen el mensaje de Dios.

    Lc 8, 19-21

    La madre y los hermanos

    Dentro nuestro

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    4/16

    Derecho ViejoPgina 4 Evolucin

    Felices aquellos cuyos dasson todos iguales!

    Lo mismo les es un da que otro,lo mismo un mes que un da,

    y un ao lo mismo que un mes.Han vencido al tiempo; viven sobre l,

    y no sujetos a l.No hay para ellos ms que las diferencias

    del alba, la maana, el medioda,la tarde y la noche;

    la primavera, el esto, el otoo y el invierno.Se acuestan tranquilos,esperando el nuevo da,

    y se levantan alegres a vivirlo.Vuelven todos los das a vivir el mismo da.

    Rara vez se forman idea de su Seor,porque viven en l, y no lo piensan,sino que lo viven.

    Viven a Dios, que es ms que pensarlo,sentirlo o quererlo.

    Su oracin no es algo que se destaca y separade sus dems actos,

    ni necesitan recogerse para hacerla,porque su vida toda es oracin.

    Oran viviendo.Y por fin mueren como muere

    la claridad del da al venir la noche,yendo a brillar en otra regin.

    Santa sencillez!Una vez perdida no se recobra.

    Escribe:FriedrichNietzsche

    Filsofo

    alemn

    (1844-1900)

    Tres transformaciones del espri-tu os menciono: cmo el espritu seconvierte en camello, y el camello enlen, y el len, por fin en nio.

    Hay muchas cosas pesadas para elespritu, para el espritu fuerte, paciente,

    en el que habita la veneracin: su forta-leza demanda cosas pesadas, e inclusolas ms pesadas de todas.

    "Qu es pesado?" pregunta el esp-ritu paciente, y se arrodilla, igual que elcamello, y quiere que se le cargue bien.

    "Qu es lo ms pesado, oh hroes?"pregunta el espritu paciente, "para que

    yo cargue con ello y mi fortaleza se re-gocije".

    "Acaso no es humillarse para hacerdao a la propia soberbia? Hacer bri-

    llar la propia tontera para burlarse de lapropia sabidura?

    O acaso es apartarnos de nuestracausa cuando ella celebra su victoria?Subir a altas montaas para tentar al

    tentador ?O acaso es alimentarse de las bello-

    tas y de la hierba del conocimiento y su-frir hambre en el alma por amor a la ver-

    dad?

    O acaso es estar enfermo y enviara paseo a los consoladores, y hacer amis-

    tad con sordos, que nunca oyen lo que tquieres?

    O acaso es sumergirse en agua su-cia cuando ella es el agua de la verdad, yno apartar de uno mismo las fras ranas

    y los calientes sapos?O acaso es amar a quienes nos des-

    Las tres transformaciones del esprituprecian y tender la mano al fantasmacuando quiere causarnos miedo?"

    Con todas estas cosas, las mspesadas de todas, carga el espritupaciente: semejante al camello quecorre al desierto con su carga, as co-rre l a su desierto.

    Pero en lo ms solitario del desiertotiene lugar la segunda transformacin: en

    len se transforma aqu el espritu; quie-re conquistar su libertad como se con-quista una presa, y ser seor en su pro-pio desierto.

    Aqu busca a su ltimo seor: quiereconvertirse en enemigo de l y de su l-

    timo dios, con el gran dragn quiere pe-lear para conseguir la victoria.

    Quin es el gran dragn, al que elespritu no quiere seguir llamando seor

    ni dios? "T debes" se llama el gran dra-gn. Pero el espritu del len dice "yoquiero".

    "T debes" le cierra el paso, brilla

    como el oro, es un animal escamoso, yen cada una de sus escamas brillaureamente el "T debes!".

    Valores milenarios brillan en esas es-camas, y el ms poderoso de todos losdragones habla as: "Todos los valores delas cosas brillan en m".

    "Todos los valores han sido ya crea-dos, y yo soy todos los valores creados.En verdad, no debe seguir habiendo nin-gn 'Yo quiero!". As habla el dragn.

    Hermanos mos, para qu se preci-sa que exista el len en el espritu? Porqu no basta la bestia de carga, que re-nuncia a todo y es respetuosa?

    El len no es an capaz de crearnuevos valores: pero crearse liber-tad para un nuevo crear, eso s escapaz de hacerlo el poder del len.

    Crearse libertad y un "No" como res-puesta incluso frente al deber: para ello,hermanos mos, es preciso el len.

    Tomarse el derecho de crear nuevosvalores es el deber ms horrible para unespritu paciente y respetuoso. En ver-dad, eso es para l robar, y cosa propia

    de un animal de rapia.En otro tiempo el espritu am el "t

    debes" como su cosa ms santa: ahoratiene que encontrar ilusin y capricho in-cluso en lo ms santo, de modo que robeel quedar libre de su amor: para ese robose precisa el len.

    Pero decidme, hermanos mos, ques capaz de hacer el nio que ni siquierael len ha podido hacerlo? Por qu ellen rapaz tiene que convertirse todavaen nio?

    Inocencia es el nio, y olvido, unnuevo comienzo, un juego, una rue-da que se mueve por s misma, unprimer movimiento, un santo decir"S".

    S, hermanos mos, para el juego del

    crear se precisa un santo decir si: elespritu quiere ahora su voluntad, el re-

    tirado del mundo conquista ahora sumundo.

    Tres transformaciones del espritu oshe mencionado: cmo el espritu se con-

    virti en camello, y el camello en len, yel len, por fin, en nio.

    As habl Zaratustra.

    Miguel de UnamunoDiario ntimo

    Santa sencillez

    Extracto de "As habl Zaratustra"

    Haba un hombre que se alteraba tanto al ver su propia sombra, y se disgusta-ba tanto con sus propios pasos, que tom la determinacin de librarse de ambos.El mtodo que se le ocurri fue huir de ellos.

    As que se levant y ech a correr. Pero cada vez que bajaba el pie haba otropaso, mientras que su sombra se mantena a su altura sin dificultad alguna.

    Atribuy su fracaso al hecho de que no estaba corriendo con la suficienterapidez. De modo que empez a correr ms y ms rpido, sin detenerse, hastaque finalmente cay muerto.

    No se dio cuenta de que, si simplemente se hubiera puesto a la sombra, susombra se habra desvanecido, y si se hubiera sentado y quedado quieto, nohabra habido ms pisadas.

    Huida de la sombra

    Ninguna poca ha sabido tantas y tan diversas cosas del hombre como la nues-tra. Pero en verdad, nunca se ha sabido menos qu es el hombre.

    Martn Heidegger, filsofo alemn (1889-1976)

    Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se debe a que losignorantes estn completamente seguros, y los inteligentes llenos de dudas.

    Bertrand Russell, filsofo ingls (1872-1970)

    Thomas Merton, "El camino de Chuang Tzu"

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    5/16

    Derecho Viejo Pgina 5

    Una vez finalizados sus doce traba-jos al servicio del rey Euristeo, Hrculesvolvi a su hogar, decidido a descansar.Por un tiempo, el hroe vivi tranquilo,derrotando algn que otro monstruo de

    vez en cuando, y peleando contra mal-vados tiranos (o reyes que sencillamen-te lo haban ofendido). Incluso encontrtiempo para aceptar a la invitacin del

    prncipe Jasn, que buscaba hroes quelo acompaasen en su viaje en buscadel legendario vellocino de oro.Acompaado de un joven escuderollamado Hilas, Hrcules parti enla famosa nave de Jasn, el Ar-gos.

    Cuando la expedicin sedetuvo en una isla a recogerprovisiones, Hilas seadentr en la selva a bus-car frutas y se perdi.Cansado, se acerc abeber un poco de aguade un estanque. Tresnereidas (espritus delagua) que all habitabanse enamoraron del be-

    llo rostro del muchacho.Surgiendo de las aguas,arrastraron a Hilas con ellas al fondo delestanque, donde el pobre muchacho mu-ri ahogado.

    Cuando Jasn y el resto de losargonautas se preparaban para seguir el

    viaje, Hrcules not que Hilas no estabacon ellos. Lo buscaron por todos lados,pero no pudieron encontrarlo. Finalmen-

    te, Jasn decidi dar por muerto al mu-chacho y seguir con la expedicin. Hr-cules, sin embargo, se senta responsa-ble de su escudero, y le dijo a Jasn quese quedara buscndolo. El Argos zarp,con gran parte de la tripulacin sintin-dose un poco nerviosa por no tener ya al

    poderoso hroe a bordo. Por mucho querecorri la isla, sin embargo, Hrculestampoco pudo encontrar a Hilas, y notuvo ms alternativa que volver solo asu reino.

    De vuelta en su ciudad, Hrcules secas por segunda vez con una joven prin-cesa llamada Deyaneira. Un buen da,

    viajaba el hroe con su esposa cuando

    llegaron a un ancho ro. En la orilla seencontraron con un centauro llamado

    Neso, que se declar admirador de Hr-cules, y ofreci cruzarlos en su lomo.Primero cruzara a Deyaneira, y luego

    volvera para cruzar a Hrcules. Una vezhubo cruzado el ro con la mujer, sin

    embargo, comenz a galopar con la in-tencin de raptarla.

    Al ver esto, Hrcules tom su arco yle dispar a Neso una de sus flechas en-

    venenadas con la sangre de la Hidra. Elcentauro cay mortalmente herido y, ensu agona, se disculp con Deyaneira.

    Perdname, mi seora, no puderesistir los impulsos de mi raza! Pero aho-ra que muero, estoy ms lcido que nun-ca. Quisiera hacerte un ltimo favor:

    toma este manto manchado con mi san-gre mgica. Si alguna vez sospechas que

    tu esposo te engaa, dale este manto ycuando se lo ponga, inmediatamente vol-

    ver a amarte...Cuando Hrcules pudo finalmentecruzar el ro a nado y llegar al lado de suesposa, el centauro ya estaba muerto.Deyaneira no coment nada acerca delo que le haba dicho Neso, y guard elmanto ensangrentado.

    Algunos aos despus, Hrcules vol-vi a su hogar con una hermosa joven

    Muerte y apotesis de Hrcules

    Hemos mencionado en entregasanteriores la dualidad anima- animus(femineidad- masculinidad), queexiste en el corazn de todo ser hu-mano. Zeus y Hera, rey y reina de

    los dioses, son la pareja celestial querepresenta el matrimonio entre elprincipio masculino y el principio fe-menino, arquetipos del equilibrio uni-versal. El hecho de que Hrculeshaya nacido slo de Zeus, y de queviva en eterno conflicto con Hera,seala claramente la principal debi-lidad del hroe: un exceso de fuerzamasculina, reflejada en su tremen-da fuerza fsica, que oculta la caren-cia de fuerza femenina, lo que privaa Hrcules de importantes virtudes:tiene fuerza, pero no tiene qudefender; es amado, pero nosabe amar; y esta carencia a la quetan poca importancia se le da es, jus-tamente, la raz del mayor pecado deHrcules: el haber matado a su pro-

    que haba rescatado en una de sus aven-turas, y Deyaneira, presa de los celos, ledio el manto mgico para que lo vistiera.

    El hijo de Zeus se puso las ropas sinsospechar nada, y comenz a sentir unagudo dolor que pronto se convirti enuna sensacin de estarse quemando vivo:era el veneno de la Hidra de Lerna enla sangre de Neso! El centauro haba pla-

    neado esto como ltima venganza.Su sobrino Yolao trat de ayudarlo,pero fue intil: los ropajes se haban pe-gado a la piel del hroe. Hrcules com-prendi entonces que haba llegado lahora de su muerte, y soportando a duraspenas el dolor, pidi a su sobrino que en-cendiese una enorme pira funeraria. Una

    vez lista, se arroj a las llamas, que leparecieron un alivio a comparacin conel dolor que haba estado sufriendo. Asmuri el gran Hrcules, devorado por elfuego. La culpa consumi a la pobreDeyaneira, que termin suicidndose.

    Zeus proclam que, de todos los mor-tales, Hrcules haba sido el ms valien-te, razn por la cul decidi otorgarle la

    inmortalidad: el hroe fue elevado des-de el mundo de las sombras, y converti-do en dios y guardin de las puertas delOlimpo, el palacio de los dioses.

    La diosa Hera qued muy resentidapor esto. Sin embargo, algunos aos des-pus, dos poderosos gigantes atacaronel Olimpo. En medio de la lucha, uno deellos trat de violar a Hera, pero Hrcu-les la salv matando al gigante con suspropias manos. Luego de la batalla, unaarrepentida Hera pidi perdn a Hrcu-les por todo lo que le haba hecho sufriren la Tierra. Como prueba de eterna re-conciliacin entre ambos, Hrcules con-

    trajo matrimonio con Hebe, diosa de lajuventud e hija de Hera.

    Al servicio de la reina nfale

    Escribe:Federico Guerra

    Neso es herido mortalmente por Hrcules

    pia familia. Hrcules se casa con unamortal y pretende compensar conesto ese vaco esencial. Pero al ca-recer de un verdadero principio fe-

    menino que le ensee a tratar la vidacon ternura y cuidado, el hroe serelaciona con los dems de la nicamanera que conoce: con su fuerza.

    Los doce trabajos purifican elalma del exceso de fuerza masculi-na, al gastarla luchando con mons-truos. Pero eso solo no basta: elhroe debe reconciliarse definitiva-mente con el principio femenino,cuya figura por excelencia es Hera.Y, al no poder finalmente reconciliar-se con las fuerzas femeninas, elhroe muere, pero no por un mons-truo, sino por causa de una mujer,Deyaneira. Los celos de Hera porZeus son una simblica advertencia:estos celos que intentaron en vanomatar al hroe una y otra vez, pare-

    cen presagiar los verdaderos celosque terminarn destruyndolo: loscelos de su propia esposa.

    Hrcules parece intentar acercar-

    se al principio femenino en su rela-cin con la reina nfale. Pero su ig-norancia lo condena una vez ms alfracaso: someterse totalmente alprincipio femenino no es equilibrar labalanza, sino solamente poner elpeso en el otro lado. El hecho mis-mo de que Hrcules sea obligado adisfrazarse de mujer y coser vesti-dos demuestra que la comprensindel hroe de lo femenino se quedaen lo superficial. Lo mismo sucedecon Aquiles, hroe de la Ilada y ar-quetipo tambin de la masculinidad:en el mito, la madre del hroe, queno quiere que su hijo vaya a pelear aTroya, lo esconde en el palacio deun rey amigo, donde Aquiles es dis-frazado de mujer y mezclado con el

    resto de las doncellas. El astutoUlises llega hasta el palacio buscan-do a Aquiles y, sospechando la tram-pa, pretende ser un mercader quevende vestidos y armas. Todas las

    doncellas se acercan a ver los ves-tidos, excepto una sola, que se de-dica a examinar las armas: Aquilesno puede esconder su verdadera na-turaleza, y es as descubierto y lle-vado a Troya.

    Luego de haber purificado al mun-do de gran cantidad de monstruos(avatares del caos), Hrcules mue-re a travs del fuego (elemento que,como el agua, tena en la antigedadun carcter simblico purificador) yencuentra lo que tanto haba busca-do: al salvar a Hera y casarse consu hija, la diosa de la juventud eter-na y smbolo de la perfecta plenitud,el hroe alcanza por fin el tan ansia-do equilibrio.

    El largo viaje a la Unidad

    Durante una de sus aventuras en el reino de Ecalia, Hrcules fue acusado deladrn por el prncipe de la ciudad. El hroe, furioso por la ofensa, mat al prncipeen un ataque de ira. Tiempo despus, Hrcules comenz a tener horribles pesadi-llas, y comprendi que la culpa del asesinato que haba cometido lo haba mancha-do. Acudi entonces al mismo Orculo de Delfos que lo haba ayudado tiempoatrs. Esta vez, el consejo de la pitonisa fue que Hrcules deba venderse comoesclavo a la reina nfale, y dar el dinero de la venta a los hijos del prncipe asesi-nado, a modo de compensacin.

    nfale era una joven reina que haba enviudado recientemente. Para divertirse,oblig a su nuevo esclavo a vestirse de mujer y realizar trabajos menores, comocoser vestidos y barrer los pisos del palacio. Mientras tanto, la reina paseaba por elpalacio vistiendo la piel del len de Nemea, totalmente ignorante del pasado heroicode Hrcules. As sigui el maltrato del hroe, hasta que un da, un dragn comenza atacar a los campesinos de los alrededores. La reina envi a sus mejores solda-

    dos, pero todos fueron devorados. Finalmente, se percat de aqul gigante queestaba cosiendo vestidos en el palacio, y le pidi que fuera a matar al dragn.Hrcules rompi el vestido que haba sido obligado a l levar, tom su mazo, y fue alencuentro del dragn. La batalla fue corta: el dragn intent devorar al semidios,pero un certero mazazo en la cabeza lo mat. La reina supo entonces que esehombre que haba tomado como "sirvienta" no era otro que el famoso Hrcules, einmediatamente quiso casarse con l. Algunas versiones afirman que lo consigui,pero otras dicen que el hroe, libre ya de su deuda, la rechaz y sigui su viaje.

    Desde lejos nos ensean

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    6/16

    Derecho ViejoPgina 6

    Nada se aproxima tanto al lenguajede Dios como el silencio. As lo escribeMeister Eckhart. Entre otras cosas, estonos dice que hay un cierto trabajo interiorque slo podemos hacer por nosotrosmismos, solos, en silencio. Hay una cier-ta profundidad, una interioridad que slopuede ser alcanzada a un precio: silencioy soledad. Algunas cosas slo podemosaprenderlas solos.

    Pero eso es slo la mitad de la ecua-cin. Tambin existe el axioma "Las co-munidades son escuelas de caridad": Haytambin una cierta madurez, salud, cor-dura y resiliencia que slo puedenalcanzarse interac-tuando con otros. Algu-nas cosas slo pode-mos aprenderlas es-tando con otros.

    La tradicion espiri-tual cristiana siempre hapuesto el nfasis en am-

    bas, aunque rara vez si-multneamente.Por un lado, los es-

    critores de espiritualidadsiempre han tendido aponer un importante n-fasis en el tipo de traba-jo interior que slo pue-de ser llevado a cabo enoracin privada, en con-templacin. Es por esoque el silencio es considerado tan impor-tante en un retiro: "Cmo puedes to-marte en serio la oracin y la conver-sin a menos que ests dispuesto aenfrentar, en silencio, el caos dentrode tu propio corazn?". Temer o recha-zar el silencio generalmente conlleva eljuicio de que uno es superficial, vaco,temeroso de la profundidad y de estar asolas con Dios y contigo mismo. A ve-ces, esto es cierto: muchas veces teme-mos estar solos y en silencio porque nosaterra lo que podamos encontrar all.Como bien dice Thomas Merton, hay unacompletud escondida en el corazn de lascosas pero, como tememos encontrar ensu lugar caos, nos da miedo estar solos yen silencio lo suficiente como para viajaral corazn de las cosas. Es mucho msseguro en la superficie. El nfasis que sepone en la interioridad y en el silencio enlos escritos espirituales clsicos trata jus-tamente de disminuir este miedo en noso-tros, desafindonos a este silencio y sole-

    dad interiores para poder enfrentarlos yviajar as al corazn de las cosas.Por otro lado, la espiritualidad cristia-

    na tambin ha considerado importante elaspecto social de nuestras vidas: familia,Iglesia, y vida comunitaria. La dimensinsocial de la vida siempre ha sido tambinun elemento indispensable para una vidaespiritual sana. Muchos de los mismos es-critos que enfatizan el silencio y la sole-dad tambin enfatizan vivir en familia oen comunidad y participar de la vida de laIglesia. Nos advierten que hay un peligroreal en ser demasiado privados, en que-darnos enredados en nosotros mismos, enevitar a la comunidad y en estar en unabsqueda privada sin mucha preocupacinpor la familia o la comunidad.

    Ambos nfasis, tomados por separa-

    do, son unilaterales: enfat izarsolamente el silencio y lasoledad lleva a criticar a losextrovertidos, de la mismamanera que enfatizar la co-munidad y la iglesia solaslleva a criticar a los intro-vert idos. Rara vez se ha lle-gado a un sano equilibrio eneste asunto.

    Sin embargo, ambos sonnecesarios dentro de la vida de la mis-ma persona. Dicho sencillamente, hay untrabajo interior que slo puede ser hechosolo y en silencio, tal y como hay un cre-

    cimiento y madurez queslo pueden ser alcan-zados a travs de unalarga interaccin fami-liar y comunitaria.Hayun tiempo para estarsolo, lejos de los otros,y hay un tiempo para

    estar con los dems,lejos de las fantasasprivadas de nuestramente.

    Tanto ser intro-vertidos como ser extro-vertidos nos trae dife-rentes frutos: Si estoysolo y en silencio mu-cho tiempo, probable-mente desarrollar una

    cierta profundidad, pero tambin mearriesgo a vivir demasiado en mis propiasfantasas. A la inversa, si soy una "mari-posa social" que repudia el silencio y lasoledad, el peligro est en que terminarsiendo hueco y superficial, desinteresadode nada que no sea el rumor del da, perotambin puede ser que posea un equili-brio, sanidad y resiliencia que son menosevidentes en la persona que se entrega to-talmente al silencio y soledad.

    Necesitamos ambos, silencio y socia-bilidad, en nuestras vidas, y enfrentar unocontra el otro es una dicotoma falsa. Noson opuestos, sino que ambos son com-ponentes vitales del mismo viaje ha-cia una comunidad de vida con Dios ycon los otros.

    Hay una gran paradoja en el misteriode la intimidad y comunin, a saber, que aveces cuando estamos ms solos y en si-lencio, estamos en mayor comunin conlos otros; de la misma manera, a veces esen medio de una reunin social cuando

    nos sentimos ms solos. A la inversa, aveces, cuando somos muy sociales, com-partiendo con los otros, sentimos ms pro-fundamente el misterio de la presencia in-efable de Dios, incluso cuando a vecesestamos muy solos, en oracin, y senti-mos fuertemente que Dios est ausente.

    Esta es la gran paradoja: estar solosnos gua a una comunin ms profun-da con los dems, y socializar con losotros nos lleva a una profunda uninindividual con Dios.

    Tanto introvertidos como extroverti-dos luchan la misma batalla y tienen losmismos privilegios.

    Dentro o fuera?

    Escribe:Ronald Rolheiser OMI

    Henri Nouwen dijo, en unaocasin, que encontraba cu-rioso el hecho de que muchade la gente iracunda y amar-gada que conoca era genteque haba conocido en los cr-culos eclesisticos y en pues-tos ministeriales.

    No es el nico que ha he-cho esta observacin. Sospe-cho que muchos de nosotros

    podramos decir lo mismo. Muchas ve-ces encontramos ms ira y llantoque alegra en los crculos de laiglesia, justamente porque all po-demos justificar el enojo y la de-cepcin en el nombre de algo sa-grado.

    Hay un trmino bblico paraeste tipo particular de ira y llanto:se lo conoce como estar junto alos ros de Babilonia, sintiendo es-tar exiliado de la propia experien-

    cia de fe.Todos conocemos el Salmo 137que canta el lamento:

    Junto a los ros de Babilonia,All nos sentbamos, y aun llorbamos,

    Acordndonos de Sin.Sobre los sauces en medio de ella

    Colgamos nuestras arpas.Y los que nos haban llevado cautivos

    nos pedan que cantsemos,Y los que nos haban desoladonos pedan alegra, diciendo:

    Cantadnos algunos de los cnticosde Sin.

    Cmo cantaremos cnticos de Jehoven tierra de extraos?

    Si me olvidare de ti, oh Jerusaln,pierda mi diestra su destreza.

    Mi lengua se pegue a mi paladar,si de ti no me acordare;

    Si no enalteciere a Jerusalnpor encima de todas mis alegras.

    Este lamento tiene un interesante tras-fondo: despus que el pueblo de Israel huboentrado en la Tierra Prometida, recibidola Ley de Dios, unido como un solo reino,y construido un templo, se sinti poltica-mente seguro y confiado en su fe. Esaconfianza tena sus races en tres cosasmateriales: tierra, rey y templo. Dios ha-ba prometido estas cosas, y haba cum-plido: luego de mucho pesar, Israel porfin tena su propia tierra, su propio rey, y

    su propio templo. Estos eran ahora los pi-lares de su fe, su garanta de que Dios erareal y estaba con ellos. Ingenuamente su-pusieron que sera as para siempre.

    Pero no fue as: Asiria, un pas veci-no, los invadi, conquist la tierra, ech ala gente, mat al rey y destruy el templohasta la ltima piedra.

    El pueblo de Israel se vio de prontoexiliado en Babilonia: sin tierra, sin rey,sin templo y, aparentemente, sin ningunarazn para seguir teniendo fe en Dios. Sufe, anclada como estaba en las ideas detierra, rey y templo, ahora pareca vaca,un sueo que se haba vuelto amargo: Sesentan exiliados no slo de su propiastierras, sino tambin de su propia fe.

    Alguien les haba arrebatado tierra, reyy templo, y con ellos, la razn para con-

    fiar en Dios.Slo les quedaban preguntas doloro-

    sas: Cmo puede haber un Dios, si Diosprometi estar presente en una tierra, unrey, y un templo, y eso ya no est ms?Ms an, cmo se puede ser feliz en se-mejante situacin, cuando alguien se harobado mi fe y mi iglesia?

    Los lamentos de Babilonia son, en rea-lidad, un eufemismo para el llanto y la ira.Pero resuenan en los discursos amargosy quejumbrosos que omos en nuestros

    propias comunidades eclesiales: liberalesy conservadores, ambos descon tentos ,ambos culpndose el uno al otro de "ro-barle" la Iglesia, de "arruinarle" algo que-rido y, en definitiva, por el propio des-contento (...) Todos parecemos estar "jun-to a los ros de Babilonia".

    Lo que necesitamos escuchar es la res-puesta que Dios le dio al pueblo de Israelcuando ste expres por primera vez esatristeza religiosa: "Dnde est Dios cuan-do alguien te quita tu tierra, tu rey, y tutemplo?" La respuesta de Dios es la si-guiente: "Me encontrarn nuevamentecuando me busquen ms profundamen-te, con todo su corazn!"

    Dios est ms all de cualquier tie-rra, gobernante o templo. Dios tambinest ms all de cualquier concilio ecle-sistico o de cualquier papa, sin importarcun importantes sean. La noche oscuradel dolor y la inseguridad que experimen-tamos siempre que sentimos que estamos"junto a los ros de Babilonia" es el dolorpurificador que llega luego de descubrirque todo lo que consideramos importanteen nuestra religin, todo lo que queremosidentificar con el propio Dios, eventual-mente termina siendo crucificado (comoel propio Jess) y, por esta desilusin, nosencontramos en una cada libre por per-der el soporte que anclaba nuestra fe.

    Y seguiremos cayendo hasta que, fi-nalmente, perdamos absolutamente todoy choquemos con la dura fuente de la fe:Dios, certeza ms all de cualquier tie-rra, rey o templo.

    Esa es la diferencia entre un cono yun dolo. La idolatra olvida que el conono es Dios. Sin importar lo verdadero ymaravilloso que pueda ser un cono, llegael momento en que nos debe ser quitado.Entonces nos encontraremos junto a losros de Babilonia, inseguros, sintindonosexiliados, tristes, pero escuchando las si-guiente palabras de Dios: Me encontra-rn de nuevo cuando me busquen msprofundamente, con todo su corazn,mente y espritu!

    Junto a los ros de Babilonia

    Reflexiones... y algo ms

    Fuente: http://www.ronrolheiser.com

    Traduccin del ingls: Federico Guerra

    Causas...

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    7/16

    Derecho Viejo Pgina 7

    Nunca encontraremos la soledad inte-rior si no hacemos algn esfuerzo cons-ciente para librarnos de los deseos, laspreocupaciones y los apegos de una exis-tencia en el tiempo y en el mundo.

    Hagamos todo lo posible para evitar elruido y los afanes del mundo. Alejmonoslo ms posible de los lugares donde losseres humanos se renen para engaarse

    e insultarse, para explotarse, burlarse omofarse unos de otros con falsos gestosde amistad. Alegrmonos si podemos man-tenernos fuera del alcance de sus radios, sinpreocuparnos por sus absurdas cancionesy sin leer sus anuncios publicitarios.

    Es cierto que la vida contemplativa noexige un desprecio fariseo hacia los hbi-tos y las diversiones de la gente comn.Sin embargo, nadie que busque la libera-cin y la luz en la soledad, nadie que bus-que la libertad espiritual, puede abando-narse pasivamente a todas las solicitacio-nes de una sociedad de comerciantes,

    publicistas y consumidores. Es indudableque no se puede vivir en un nivel humanosin ciertos placeres legtimos. Pero de aha decir que todos los placeres que se nos

    ofrecen como necesidades son legtimoshay un gran trecho. Un placer natural esuna cosa; un placer no natural, que lamente saciada se ve obligada a aceptar porla importunidad de un comerciante, es otracosa muy distinta.

    Habra que aceptar, como una de lasverdades humanas y morales ms elemen-tales, que nadie puede llevar una vida ple-namente sana y decente si no es capaz dedecir no en ocasiones a sus apetitos f-sicos naturales. Nadie que coma y bebasiempre que lo desee, que fume cada vez

    que sienta la necesidad de encender uncigarrillo, que satisfaga su curiosidad ysensualidad cada vez que stas son esti-muladas, puede considerarse una perso-na libre. Ha renunciado a su libertad espi-ritual y se ha convertido en esclavo desus impulsos corporales. Por tanto, sumente y su voluntad no son totalmentesuyas. Estn sometidas al poder de sus

    apetitos y, por medio de sus apetitos, es-tn bajo el control de quienes satisfacensus apetitos. Slo porque puede compraruna marca de whisky en lugar de otra,esta persona se engaa pensando que esthaciendo una eleccin; pero el hecho esque es un devoto servidor de un ritual ti-rnico. Tiene que comprar reverentementela botella, llevarla a casa, abrirla, servirlaa sus amigos, ver la televisin, sentirsebien, decir desinhibidamente todo cuan-to se le ocurra, irritarse, gritar, discutir eirse a la cama disgustado consigo mismoy con el mundo. Esto se convierte en una

    especie de compul-sin religiosa sin lacual no puede con-

    vencerse de que estvivo de verdad, deque realmente estrealizando su per-sonalidad. No estpecando, sino que,sencillamente, seest embruteciendo,engandose al pen-sar que es real,cuando lo cierto esque sus compulsio-nes han hecho de luna mera sombra de

    persona autntica.En general, se puede decir que la vida

    contemplativa es imposible sin autodis-ciplina asctica. Hay que aprender a so-

    brevivir sin los hbitos de lujo que man-tienen hoy tan cautivos a los hombres. Nodigo que una persona, para ser contem-plativa, tenga que renunciar de maneraabsoluta al tabaco o al alcohol, pero cier-tamente tiene que ser capaz de usar estascosas sin ser dominada por una necesi-dad incontrolada de ellas. Es indudable quesaber privarse del tabaco y del alcohol esuna elemental negacin de s mismo sin lacual la vida de oracin sera pura ilusin.

    Es cierto que no estoy en condicionesde juzgar la televisin, ya que nunca la he

    visto. Todo lo que s es que hay un acuer-do suficientemente general, entre perso-nas cuyo juicio respeto, segn el cual latelevisin comercial est degradada y co-rrompida y es absurda. Ciertamente pare-cera que la televisin podra convertirseen una especie de sustituto antinatural dela contemplacin: un sometimiento com-pletamente inerte a imgenes vulgares, un

    descenso a una pasividad sub-natural quesustituye al ascenso a la pasividad supre-mamente activa en la comprensin y elamor. Parece, pues, que la televisin debeser usada con sumo cuidado y discernimientopor todos aquellos que abrigan esperanzasde tomar en serio la vida interior.

    Guardemos puros nuestros ojos, silen-ciosos nuestros odos y serena nuestramente. Respiremos el aire de Dios. Tra-bajemos, si podemos, bajo Su cielo.

    Pero si tienes que vivir en una ciudady trabajar en medio de mquinas, tomar elmetro y comer en lugares donde la radioaturde con noticias falsas, donde el ali-mento destruye tu salud, y los sentimien-tos de quienes te rodean envenenan de

    hasto tu corazn, no te impacientes, sinoacptalo como manifestacin del amor deDios y como una semilla de soledad plan-tada en tu alma. Si estas cosas te repug-nan, contina deseando el silencio sanadordel recogimiento. Pero, mientras tanto,mantn el sentimiento de compasin ha-cia quienes han olvidado el concepto mis-mo de soledad. T, al menos, debes saberque existe y que es la fuente de la paz y de laalegra. An puedes esperar tal alegra. Ellosni siquiera pueden ya esperarla.

    Si buscas la evasin por s misma y lahuida del mundo slo porque es (comodebe ser) intensamente desagradable, noencontrars la paz ni hallars la soledad.Si buscas la soledad slo porque es lo queprefieres, nunca escapars del mundo y

    su egosmo. Nunca tendrs la libertad in-terior que te mantendr realmente solo.

    Uno de los aspectos ms importantesde la soledad es su ntima dependencia dela castidad. La virtud de la castidad no esla renuncia completa a toda relacinsexual, sino, sencillamente, el uso correctodel sexo. Esto significa, segn la mayorade las grandes tradiciones religiosas delmundo, la restriccin de todo lo sexual ala vida conyugal y, dentro del estado ma-trimonial, a ciertas normas ordenadas.

    En ningn mbito es la negacin de s

    El corazn puro

    Thomas Merton,ocso

    (1915-1968)

    mismo ms im-portante que enla esfera sexual,porque, de to-dos los apetitosnaturales, es elms difcil decontrolar y cu-ya satisfaccin

    indisciplinadaciega completamente el espritu humanoa toda luz interior.

    En modo alguno hay que pensar que elsexo es un mal. Es un bien natural queri-do por Dios y que forma parte del miste-rio del amor y la misericordia de Dios ha-cia los seres humanos. Pero, aun cuandoel sexo no es un mal en s mismo, el ape-go desordenado al placer sexual, especial-mente fuera del matrimonio, es una de lasdebilidades humanas ms frecuentes y la-mentables. De hecho, es tan comn quehoy la mayora de las personas simple-mente creen que el sexo no puede ser to-talmente controlado, que ningn ser hu-mano normal puede realmente abstenerse

    de l por completo. Por ello suponen quehay que resignarse ante lo inevitable y dejarde preocuparse por ello.

    Ciertamente debemos estar de acuer-do en que el sentimiento de culpa patol-gico en relacin con el sexo no sirve enmodo alguno para ayudar a los seres hu-manos a controlar su pasin. Sin embar-go, el dominio de s mismo no slo esdeseable, sino totalmente posible y esen-cial para la vida contemplativa. Exige unesfuerzo considerable, vigilancia, pacien-cia, humildad y confianza en la gracia di-vina. Pero la misma lucha por la castidadnos ensea a confiar en un poder espiri-tual superior a nuestra naturaleza, y staes una preparacin indispensable para laoracin interior. Adems, la castidad no

    es posible sin sacrificios ascticos en otrosmuchos mbitos. Exige una cierta dosisde ayuno, requiere una vida de gran tem-planza y bien ordenada, modestia, domi-nio de la curiosidad, moderacin de la pro-pia agresividad y otras muchas virtudes.

    La perfecta castidad establece a la per-sona en un estado de soledad espiritual,paz, tranquilidad, claridad, amabilidad yalegra que la dispone plenamente para lameditacin y la oracin contemplativa.

    Extrado Nuevas semillas de contemplacin

    Si buscamos la verdad con la mente racional del estado Beta siempre corriendopara afuera, nos mantenemos en la superficie, entretenidos con verdades racio-nales.

    Como somos seres poli o multidimensionales, jugando adems distintos roles,nos urge la bsqueda de verdades en cada dimensin o rol que vivimos, por esotrabajamos con nuestra mente racional las verdades de la salud, filosofa, poltica,familia, sociedad, etc., masticando lo que aportaron los sabios de todos los tiem-pos.

    En la dimensin espiritual hacemos lo mismo, pero all nos encontramos con losmsticos de todas las religiones, nos ensean cmo despertar nuestro ser espiri-tual adormecido por tanto racionalizar, hablar, ritualizar. A esto agreguemos lastensiones, frustrac iones, agresiones, excitaciones del mundo actual y comprende-remos por qu a su ser espiritual, tan gran cantidad de personas no lo buscan, lasvemos en permanente carrera hacia fuera.

    Para encontrarnos con nuestro ser espiritual tenemos que ponernos en estado

    Alfa, fuera de tiempo y espacio solar. Tomaremos un mantra, una palabra gua

    que simbolice nuestra intencin o deseo de bsqueda interior de la presencia divi-na que nos integra, une, sana nuestra inquietud patolgica. Nosotros ponemosperseverancia y paciencia y el Creador del Universo va abriendo nuestra visinintuitiva.

    Dicen los msticos; la gratuidad perfecta otorgada por el Creador al hombre, esel acceso inmediato a l al inhalar y exhalar el aire que respiramos.

    Producido el silencio y nuestra apertura a escucharlo, nos habla en la voz de laconciencia y el Espritu Santo nos da las luces que necesitamos, con la condicinde no mentirnos ni mentir.

    En esos momentos de entrega y silencio interior, no hay separatividad, estamosen profunda unin con el Creador y con toda la humanidad de todos los tiempos,recibiendo el Amor eterno de la Trinidad, en ese centro espiritual de nuestro ser.

    Al salir de ese estado profundo, como los Apstoles en Pentecosts, podemosllevar a otros el Amor y las luces que nos han sido dadas.

    Por Lic.Ana Mara I. Badaracco

    Bsqueda:Cuando somos encontrados es porque hemos respondido

    ... y consecuencias

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    8/16

    Derecho ViejoPgina 8

    Cuando se reconoce la Bellezaen el Mundo,

    Se aprende lo que es la Fealdad;Cuando se reconoce la Bondad

    en el Mundo,Se aprende lo que es la Maldad.

    De este modo:Vida y muerte son abstracciones

    del crecimiento;Dificultad y facilidad son abstracciones

    del progreso;Cerca y lejos son abstracciones

    de la posicin;Fuerza y debilidad son abstracciones

    del control;Msica y habla son abstracciones

    de la armona;"Antes" y "despus" son abstracciones

    de la secuencia.

    El sabio controla sin autoridad,Y ensea sin palabras;

    l deja que todas las cosas asciendan ycaigan,Nutre, pero no interfiere,

    D sin pedir,Y est satisfecho.

    CualidadesLa Naturaleza es eterna debido a quecarece de conciencia de s misma.

    De este modo, el sabio:Se sirve a si mismo en ltimo lugar, y se

    encuentra atendido;

    Observa a su cuerpo como accidental, yencuentra que resiste.

    Debido a que no atiende a su Ego, stese encuentra satisfecho.

    Uno mismo

    Treinta radios se unen en el centro;Gracias al vaco

    podemos usar la rueda.El barro se modela en forma de vasija;Gracias al hueco puede usarse la copa.

    Se levantan muros en toda la tierra;Gracias a la puertas

    se puede usar la casa.As pues, la riqueza provienede lo que existe,

    Pero lo valioso provienede lo que no existe.

    La riqueza ylo valioso

    Demasiado color ciega el ojo,Demasiado ruido ensordece el oido,

    Demasiado condimentoembota el paladar,

    Demasiado jugar dispersa la mente,Demasiado deseo entristece el corazn.

    El sabio provee para satisfacer lasnecesidades, no los sentidos;

    Abandona la sensacin y se concentraen la sustancia.

    Distraccin

    Los santos decan: "Alabanzas y culpas

    causan ansiedad;El objeto de la esperanza y el miedo

    est en tu interior"."Alabanzas y culpas causan ansiedad",puesto que esperas o temes recibirlas o

    perderlas."El objeto de la esperanza y del miedo

    est en tu interior",pues, sin un Ego, no pueden afectarte

    la fortuna o el desastre.

    Por tanto:El que observa al Mundo

    como se observa a s mismoes capaz de controlar el Mundo;

    Pero el que ama al Mundocomo se ama a s mismo

    es capaz de dirigir el Mundo.

    Ansiedad

    Vaca tu Ego completamente;Abraza la paz perfecta.

    El Mundo se mueve y gira;Observale regresar a la quietud.

    Todas las cosas que florecenRegresarn a su origen.

    Este regreso es pacfico;Es el camino de la Naturaleza,

    Eternamente decayendo y renovandose.Comprender sto trae la iluminacin,

    Ignorar esto lleva a la miseria.

    Aquel que comprende el camino de laNaturaleza llega a apreciarlo todo;

    Apreciandolo todo,se convierte en imparcial;

    Siendo imparcial,se convierte en magnnimo;

    Siendo magnnimo, se convierteen parte de la Naturaleza;

    Siendo parte de la Naturaleza,se hace uno con el Tao;Siendo uno con el Tao,

    se alcanza la inmortalidad.

    Trascendiendola naturaleza

    Si pudiesemos abandonarla sabidura y la sagacidadLa gente podra disfrutar

    el ser todos iguales;Si pudiesemos abandonar

    el deber y la justiciaTodo podra basarse

    en las relaciones de amor o amistad;Si pudiesemos abandonarel artificio y el provechoLa corrupcin y el robo

    podran desaparecer.An as, semejantes remedios slo

    trataran los sntomasPor tanto son inadecuados.

    La gente necesita remedios personales:Revela tu autntico yo,

    Abraza tu naturaleza original,Abandona tu propio inters,

    Controla tu deseo.

    Simplicidad

    Aquellos que desean cambiar el MundoDe acuerdo con sus deseos

    Nunca tienen xito.

    Al Mundo le d forma el Tao;No puede darse forma a s mismo.

    Si alguien intenta darle forma, le daa;Si alguien intenta poseerle, le pierde.

    As pues:A veces las cosas florecen, a veces no.A veces la vida es dura, a veces es fcil.

    A veces la gente es fuerte,a veces es dbil.

    A veces llegas a donde quieres ir,a veces te quedas en el camino.

    Por ello el sabio no es extremo, extrava-

    gante o complaciente.

    Ceguera

    El que conoce a los hombres es sabio;El que se conoce a s mismo

    est iluminado.El que vence a los otros tiene fuerza;El que se vence a s mismo es fuerte.

    El que se contenta con lo que tienees rico;

    El que obra con determinacintiene voluntad.

    El que es capaz de mantener su posicinresistir mucho tiempo;

    El que es capaz de mantener su influen-cia, vivir despus de su muerte.

    Virtud

    Lao Ts ("Viejo Sabio") es un per-sonaje legendario de la antiguaChina (s. V a.C.), supuesto autordel "Tao Te King", obra fundamen-tal de la filosofa taosta.

    Enseanzas del Taosmo

    *Tu peor enemigo no te puede da-ar tanto como tus propios pensa-mientos. Ni tu padre, ni tu madre, nitu amigo ms querido, te pueden ayu-dar tanto como tu propia mente dis-ciplinada.

    * Es fcil ver las faltas de los dems,pero qu difcil es ver las nuestras pro-pias! Exhibimos las faltas de los demscomo el viento esparce la paja, mien-tras ocultamos las nuestras como el ju-gador tramposo esconde sus dados.

    * El hombre que tiene miedo, bus-ca refugio en los montes, en los bos-ques sagrados o en los templos. Sinembargo tales refugios no sirven,pues all donde vaya, sus pasionesy sus sufrimientos lo acompaarn.

    * Para qu hacer cosas de las que lue-go tendrs que arrepentirte? No es ne-cesario vivir con tantas lgrimas. Haz

    slo lo que est bien, aquello de lo queno tengas que arrepentirte, aquello cu-yos dulces frutos recogers con alegra.

    * No trates de cambiar tu deber porel de otro, ni descuides tu trabajopor hacer el de otro. No importa lonoble que ste pueda ser. Ests aqupara descubrir tu propio camino yentregarte a l en cuerpo y alma.

    * Domina tus palabras, domina tus pen-samientos, no hagas dao a nadie. Si-gue fielmente estas indicaciones y avan-zars en el camino de los sabios.

    * El verdadero buscador no se iden-

    tifica ni con el nombre ni con la for-

    Enseanzas del budismoma, no se lamenta por lo que no tie-ne ni por lo que pudo haber sido.

    * Todos los estados encuentran su ori-gen en la mente. La mente es su funda-mento y son creaciones de la mente. Si

    uno habla o acta con un pensamientoimpuro, entonces el sufrimiento le siguede la misma manera que la rueda siguela pezua del buey... Todos los estadosencuentran su origen en la mente. Lamente es su fundamento y son creacio-nes de la mente. Si uno habla o actacon un pensamiento puro, entonces lafelicidad le sigue como una sombra quejams le abandona.

    * La meta principal es laautorrealizacin intima del Ser. Nodebe descuidarse por las metas secun-darias, y el mejor servicio que puedehacerse a los dems es la liberacinde uno mismo.

    * La mayora de los seres humanos, soncomo hojas que caen de los rboles, quevuelan y revolotean por el aire, vacilan ypor ltimo se precipitan en el suelo.Otros, por el contrario, casi son comoestrellas; siguen su camino fijo, ningnviento los alcanza, pues llevan en su in-terior su ley y su meta.

    * No ocupis la mente con necedadesy no malgastis el tiempo en cosasvanas.

    * El odio nunca se extingue por el odioen este mundo; solamente se apaga atravs del amor. Tal es una antigua leyeterna.

    Fuente:Dhammapada

    Trascender

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    9/16

    Derecho Viejo Pgina 9Superficie y profundidad

    () El problema mayor delsiglo XIX, en los planos moral,social, econmico y poltico, fuela miseria inmerecida de la claseobrera, al que hay que agregar laexplotacin colonial. El problemamayor de nuestro tiempo, en losmismos planos, es an ms gra-

    ve que el del siglo XIX. Se tratadel desprecio inmerecido del cualla vida humana es vctima entodo el mundo.

    Este problema ha sido clara-mente planteado desde la prime-ra mitad del siglo XX. Pero su

    extrema gravedad se manifiestasobre todo desde que asistimosa una campaa mundial que tie-ne como objetivo no slo cortarlas fuentes de la vida a travs dela banalizacin de la esteriliza-cin, sino tambin legalizar elaborto y tal vez, dentro de poco,

    la eutanasia.Esta legalizacin del aborto espresentada como la nica solu-cin satisfactoria en toda unaserie de casos dolorosos o dra-mticos. Sin embargo, como laexperiencia lo confirma, esta li-

    beralizacin provoca problemasms numerosos y ms comple-jos que los que pretende resol-ver. ()Vamos, entonces, a exa-minar aqu, en trminos simples,algunos de los argumentos queson a menudo expuestos en lasdiscusiones a propsito del res-

    peto a la vida. Estas discusionesremiten a preguntas fundamen-tales de biotica, pero sern con-sideradas a la luz de los fenme-nos demogrficos actuales.Este examen nos llevar muchoms all de la discusin acerca

    de la liberalizacin del aborto.En materia de aborto, los

    cristianos no quieren imponer su

    moral a los dems? Los cristia-nos no tienen el monopolio de ladefensa de la vida humana. Elrespeto de toda vida humana esun precepto fundamental de mo-

    ral universal proclamado en to-das las grandes civilizaciones, yes el tejido de toda sociedad de-mocrtica. Si ese derecho a lavida no es respetado y protegi-do, todos los dems derechosestn amenazados (cf. 59). Elejercicio de la libertad requiere elrespeto del derecho a la vida. EnBlgica, por ejemplo, la ley de1867, que reprima el aborto, fuevotada bajo un gobierno libera lhomogneo; los cristianos se en-contraban en ese momento en laoposicin.

    El nio no nacido es un ser

    humano? Incluso las leyes queliberalizan el aborto empiezan porproclamar el carcter humano delser que, no obstante, ellas mis-mas autorizan a matar en ciertoscasos. El artculo 1 de la ley Veil-Pelletier, en Francia, es de unaincoherencia tpica a este respec-to: La ley garantiza el respeto de

    La eleccin de la Vidatodo ser humano desde el iniciode la vida. Solamente se podratentar a este principio en casode necesidad segn las condicio-nes definidas por la presente ley.Este procedimiento es a veces lla-mado tctica de la derogacin:se enuncia un principio indiscu-

    tible para enseguida enumerarcondiciones o circunstancias enque la ley define que este mismoprincipio no se aplique (cf. 31,61, 65). Este procedimiento seencuentra regularmente en losproyectos y propuestas de leyconcernientes a la eutanasia. Enel caso del nio concebido, esprecisamente porque es un serhumano al que se le quiere impe-dir nacer. Se sabe que el ser quese anuncia ser pronto un beb,luego un adolescente y un adul-to. Es porque llegar a ser unbeb, un adolescente, un adulto

    que se lo suprime. ()Del libro:

    La eleccin de la Vida

    Biotica y Poblacin

    Autor:Michel SchooyansEditorial Claretiana

    Lima 1360 (1138) Cap. [email protected]

    - www.editorialclaretiana.com.ar

    Se conoce el amor verdadero y perfecto porla gran esperanza y la confianza que se tiene enl, porque nada puede dar mayor prueba de unamor perfecto que la confianza. El amor profun-do y perfecto que una persona experimenta porotra da origen a la confianza. Asimismo, sea cualfuere la confianza que se atreva a tener uno mis-mo en Dios, la encuentra verdaderamente en l,y mil veces mayor. Y de la misma manera que unhombre no puede nunca amar demasiado a Dios,

    jams podr un hombre tener demasiada con-fianza en Dios. Ninguna otra cosa que puedahacerse ser ms fructfera que eso. Con to-dos aquellos que han tenido una gran confian-za en l, jams ha dejado de llevar a cabo gran-des cosas. Con todos ellos ha mostrado clara-mente que tal confianza tiene por origen el amor,porque el amor no tiene solamente confianza,tiene tambin un verdadero conocimiento y unaseguridad exenta de toda duda.

    Confianza en Dios, segn Meister Eckhart

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    10/16

    Derecho ViejoPgina 10

    La vida, cuanto ms impersonal, tantoms eficiente.

    Woody Allen supo ridiculizar laburocratizacin, inclusive, de la religin.He aqu el caso del Sr. Cloquet. "Cloquetfue siempre ateo. Pero cuando apareci elsacerdote, el padre Bernard, pregunt si anle quedaba tiempo para convertirse.

    El padre Bernard mene la cabeza. En esta poca del ao, las religio-

    nes de primera estn siempre completas repuso-. Con tan poco margen, lo mejorque puedo hacer es telefonear y ver si l econsigo sitio en algo hind. Necesitar unafotografa tamao pasaporte, de todosmodos." El mundo es ancho y ajeno, yhasta Dios debe ser buscado en archivosde computadoras.

    G.W.F. Hegel, en suFenomenologadel Esprituse refiere al trmino "Dios" ycomenta: "De por s esta palabra no esms que una locucin carente de sentido,un simple nombre; es solamente el predi-cado el que nos dice lo que Dios es, loque llena y da sentido a la palabra; el co-mienzo vaco slo se convierte en un realsaber en este final". Es sumamente atina-da esta reflexin. Porque, interpreto yo,en cualquier otra enunciacin, el sujeto esla sustancia que ya contiene lo que elpredicado ir a desplegar. Imaginemos quese diga: "La mesa tiene cuatro patas, yuna tabla arriba sobre la que apoyamoslos platos, cubiertos, ceniceros y botellasde vino". En ese caso "mesa" implica laposibilidad de todo lo que dijimos en elpredicado.

    Pero en el caso de "Dios", son tan-tas las versiones, filosofas, teologas,ideas, imgenes que existen, o que yo

    puedo tener como referidas a ese suje-to, que hasta que no se las pronuncie,

    Ni verdadero ni falso

    El milagro sucede en los ojos, en losporos, en la sensibilidad.

    Son los ojos los que ven a Dios oeclipsan a Dios.

    Los ojos del alma, la presencia delalma abierta que hace ver, o la ausenciade ella, que impide ver la novedad. Elmilagro es la novedad. La rutina es la

    vida que se repite, el verso que se repi-

    te, el beso que se repite, tu rostro que serepite. Anquilosamiento.

    El milagro es agua. "No nos baa-mos dos veces en el mismo ro", decaHerclito. Fluidez de la existencia.

    Nada es lo mismo, nadie es el mismo.Que Dios haya creado el mundo sig-nifica que el mundo escreado y que

    t ests aqu para patentizarla diaria-mente.

    El pueblo agonizaba de sed, en el de-sierto. Se dirigi a Moiss pidindoleagua. Moiss, desesperado, se dirigi aDios. La Voz le dijo:

    He ah una roca. Golpea en ella,y saldr el agua y dars de beber al

    pueblo.Eso hizo, eso fue. Nada ms contra-dictorio que el agua y la roca.

    Acaso puede salir agua de estaroca?- pregunt Moiss a la gente.

    La gente dijo: No, de ninguna manera.

    Y l les mostr que s, que de la rocabrotara el vital lquido. Golpe la roca,

    la abri. Algo hay que hacer con la roca.La fe consiste en creer en la accin, y laaccin consiste en disolver rocas enaguas. Y se es el milagro. El misterio

    de este momento, de esta disolucin delo ptreo. Nada es como es. Todopuede ser de otra manera.

    Quien as vive, vive intuyendo lapresencia de Dios en la vida, en elcosmos, en el milagro.

    El tema no es dnde se en-cuentra e l agua , s ino cmo y

    cundo decido encontrarla, por-que depende de m que hayaagua.

    Semejante historia se narra de Agar,una sirvienta que es arrojada al de-sierto con su hijo Ismael.

    En el camino, ruta de yermos ydesolaciones, se les acab el agua

    y desf allecieron de sed y desespe-

    racin.La madre tom al joven y lo arro-

    j debajo de unos arbustos y se alej,porque dijo:

    No quiero ver cmo se muere...De pronto se oy una voz: Qu te sucede, Agar? Me estoy muriendo, mi hijo se

    est muriendo de sed... Hagar, he odo el clamor de tu

    hijo- anunci la Voz.Y despus est escri to que Dios

    abri los ojos de Agar, la sirvienta,y ella vio un manantial de agua: deah dio de beber a su hijo, sobrevi-

    vieron, vivieron muchos aos, y re-gresaron a su tierra quie era Egip-

    to, y all estuvieron cmodos y con-tentos. El milagro sucedi en los ojos.Dios no cre un manantial para

    Agar, para el joven, no: solamentela ayud a abrir los ojos.Ella abri elmanantial que ah estaba pero en-cubier-

    to, velado para su mirada engrosada porla rutina de encontrar a Dios en los tem-plos, al milagro en artes de oraciones o

    Dnde queda el milagro?en manos de sacerdotes.

    Adems saba Agar, la sirvienta, queslo los amos son favorecidos por Dios,no as los sirvientes.

    La leccin fue notable. Dios de lossirvientes. Dios de los desiertos. Dios decualquier lugar, de cualquier persona, delos que rezan y de los que callan.

    Porque lo que ms me impresion de

    esta historia, que estudi cuando tena12 aos, fue la pregunta del maestro que,

    tambin a m, me abri los ojos: Dios dice que ha odo el clamor

    de Ismael, del hijo de Agar. Pero segnprrafos anteriores, el texto bblico rela-

    ta que fue ella, la madre, la que rez, yno el hijo. Por qu le respondi al queno rez?

    Ah me deslumbr: No es que no rez- le dije a mi

    maestro, recuerdo el milagro de esedeslumbramiento mo-, es que no pro-nunci el rezo, pero la plegaria la dijode lo hondo del corazn. Y esa plega-ria era mucho ms autntica que lade su madre que deca plegarias se-

    guramente ya aprendidas de memo-ria y recitadas por costumbre.Recuerdo que el maestro se acerc

    y me bes la frente. Najman se llamaba,de la calle Ecuador, en Buenos Aires.

    El manantial estaba. Ah estaba. Enel desierto de Agar. En el silencio deIsmael. En mi propia vida en ese mo-mento que describ.

    Un telogo francs, catlico apostli-co romano, Etienne Charpentier, comen-

    ta el texto evanglico donde se narra cmolos soldados seguan cuidando el sepul-cro de Jess a pesar de que estaba vaco.Otros se dedicaban a buscar los sudarios,las sbanas en que estaba envuelto.

    Qu custodian, qu buscan? "Laseguridad", dice Charpentier. "Muchosqueremos seguir all, con los militaresromanos... conservamos un sepulcromuerto, unas estructuras ya vacas..."

    Conservar. Tener. Seguridad. Algo.Algo. Algo.

    No podemos renunciar al tener, que escomo confiar en que el piso es inmvil, yque la mujer que encontrars en tu casa,al regresar, es la misma que dejaste a lamaana, y que el sol, si sale, saldr pororiente. El tener es parte del ser, elmarco que lo sostiene, la rutina que lepermite caminar sin pensar en el ca-minar y poder, en cambio, pensar enel camino, y dudar, y preguntar.

    La rutina te sostiene, te da superviven-cia. La aventura de la duda, la preguntaincansable, le da sentido a la supervi-vencia, y das nuevos bajo el sol, y capa-cidad de vivir para lo maravilloso, que eslo impredecible, que en latn se dicemiraculum(lo admirable) y en castellanose lee "milagro".

    "Algo" es rutina."Alguien", un milagro.Deca Saint-Exupry:"Qu poco ruido hacen los verda-

    deros milagros!"

    Los verdaderosmilagros

    Textos extrados de "Las grandes preguntas", de Jaime Barylko

    no sabemos de qu estamos hablando,y sera, por tanto -rep ito a Hege l- unconcepto vaco.

    De modo que ayudara mucho a lavida, y al dilogo, y al amor si cuandoalguien pronuncia una frase que involucraa "Dios" se le pregunte:

    Qu predicados le corresponde aese "Dios" que ests mencionando?

    Y a partir de ah si nuestras respecti-vas predicaciones coinciden, ms o me-nos, podemos hablar. Si no coinciden, msvale renunciar.

    Usted podra preguntarme: Y si discrepo de mi compaero

    cmo s yo quin de los dos tiene ra-zn, est en lo verdadero y quin en elerror o lo falso.

    Yo, en nombre de Russell y de unaenorme biblioteca de pensadores y tam-bin religiosos, le dira:

    Aqu no hay verdadero ni falso.Es un tema de fe. No es matemticas.Cada uno se cra en otra cultura, o tradi-cin, o en su propia elucubracin, y por

    tanto tiene otra imagen.Pero an entonces no tenemos certi-

    dumbre de que eso que decimos es, efec-tivamente, el ser de Dios, sino que es laidea que nosotros, en mi grupo, o familia,o sinagoga, o barrio, o poca, tenemos del. Y creemos en esa idea.

    Quiz pueda llegar a demostrarse, ima-ginemos que Dios existe. Ser difcil, pien-so, mejor dicho imposible, demostrar qupredicados le corresponden. Por ejemplo,que es bueno, que vela por tu salud, queel tema del Holocausto tiene que ver conl, y que la marcha de la humanidad tienealguna relacin con alguna idea que hayen la mente divina. Todo eso son especu-laciones de una sociedad o de una cultu-ra.

    Y en ltima instancia remiten a la fe, ya la experiencia personal. sta es la msgenuina, y tampoco sirve para construirun dogma y transmitirlo a otros.

    Los milagros en tu vida los percibes ten calidad de milagros, y son mostracionesde Dios, no demostraciones.

    El hombre nace para realizarse en la vida, pero todo depen-de de l. Puede perder la oportunidad. Puede seguir respiran-do, puede seguir comiendo, puede seguir envejeciendo, pue-de ir acercndose a la tumba... pero esto no es vida, es unamuerte paulatina. Desde la cuna hasta la tumba... una muertepaulatina de setenta aos. Y dado que hay millones de perso-nas a tu alrededor murindose de una forma paulatina y lenta,t tambin has empezado a imitarlos. Los nios aprenden imi-tando a los que le rodean, y estamos rodeados de muertos.

    Baghwan Shree Rajneesh

    Realidad y ficcin

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    11/16

    Derecho Viejo Pgina 11

    Buscando el rostro... XIV - Conclusin -II -

    LAPASCUAEl encuentro: as como en el cono-

    smbolo de Beln, Aqul que infundi ennuestros corazones el deseo muchasveces inconsciente de un encuentro queapague nuestras ansias de realizacin ple-na, luego de transitar por los caminos eltiempo y la historia, sali a nuestro en-cuentro en el Signo de un Nio envueltoen paales; ahora quiere quedarse connosotros, hasta la consumacin de lostiempos, en el Signo-cono bblico-teo-lgico del Pan y del Vino.

    Qu otra manera ms cercana y fami-liar podra haber inventado el Amor em-pecinado de un Padre, para quedarse cony en nuestras vidas peregrinas , sino en laoblacin de su propio Hijo que sigue en-tregndose por nosotros para que tenga-mos vida y esa vida sea abundante?

    Coincido con Chen en la propuesta yen el trmino de este itinerario fascinanteen bsqueda del rostro que aquiete el de-seo-impulso innato que motiv nuestramarcha. En el horizonte, como nos pro-

    pusimos al comienzo, se funden en unamisma realidad el muelle de partida y elpuerto de llegada, el principio y el fin, elalfa y el omega.

    Ahora nos queda el smbolo en el sa-cramento eucarstico, llamado csmicopor Juan Pablo II, porque sintetiza el tiempoy la historia, la creacin y el universo, eltrabajo y la vida, la fiesta y el encuentro,el dolor y la alegra. En efecto, el pan y elvino son el fruto de la tierra y de lavid y del trabajo del hombre que seconvierten para nosotros en Pan devida y en Bebida de salvacin(liturgiaeucarstica).

    Sin embar-go, porqueesta actualiza-

    cin de la Pas-cua de Cristo,es decir de suPresencia y desu paso porlos corazones,por la familia,por las comu-nidades, por eltiempo y por la

    historia personal y colectiva, no quedeencapsulada en meras expresiones ritua-les en el mbito del culto, les propongo, lasiguiente reflexin de Sergio Zalba, sobrela Eucarista y el compromiso solida-rio:

    Se dir que el pan eucarstico no es un

    smbolo cualquiera. Que en la forma sen-sible del pan se da la Presencia real delResucitado y que, por tanto, el smbolo ylo simbolizado coexisten en una mismarealidad. De esta manera, nunca podra-mos quedarnos con lo primero y olvidarlo segundo; porque, ms all de nuestrasintenciones o actitudes, Jess estar ah,realmente presente en el pan consagrado.

    Obviemos, por ahora, el cuestionamientosobre la legitimidad de las consagracio-nes aspticas del dolor humano, en espe-cial del provocado por las injusticias; perono obviemos estas preguntas: para qusirve reconocer la presencia de Jess en-tregado por amor, si es slo para satis-facer nuestras necesidades personales deinmediatez e intimidad con lo divino?

    Para qu sirve reconocer esa Presen-

    cia, si no es para alimentar nuestro com-promiso de entregarnos por amor, comol lo hizo; si no es para sacudir la modo-rra espiritual que nos tienta a la inaccin ya la indiferencia frente a un mar de nece-sidades y miserias cada vez ms grande;si no es, en definitiva, para promover lasolidaridadcomo el nico modo legtimoque los cristianos hemos de adoptar ennuestro vnculo con la totalidad: con laspersonas y con la naturaleza?

    Cuando la eucarista se desentiendede la vida, el rito se transforma enritualismo, casi en magia.Es ah, cuandose asemeja demasiado peligrosamente a lasreligiones paganas, que reclaman sacrifi-cios sosegantes de la ira divina y que es-peran beneficios extramundanos de la solaprctica cultual.

    El cristianismo es otra cosa; no es unareligin ritual. Seguir a Jess no es (so-lamente) asistir al culto, aunque par-ticipar del culto comunitario sea bue-no y enriquecedor. Seguir a Jess no es(solamente) adorar al Santsimo, por msque se lo haga con emotiva devocin yrecogimiento. Seguir a Jess, segn suspropias palabras, es vestir al desnudo,visitar al enfermo, alimentar al ham-

    briento... Si cada vez que lo hicimos conel ms pequeo de sus hermanos, lo hici-mos con l, entonces, cada vez que igno-ramos a uno de esos hermanos, tambinlo ignoramos a l, la adoracin eucarstica

    se hace blasfema y ritualista sin una ver-dadera y permanente disposicin solida-ria hacia todos, pero en especial, hacia losms pobres, sufrientes y necesitados.

    Finalmente, cerrando este artculo, re-cordemos que Jess nos ense a llamarpap (Abba, Padre) a Dios, y a pe-dirle con esperanza y renovada confianzael pan nuestro de cada da.Y bien, en la Biblia, el concep-to y la realidad del pan no seagotan en el alimento de lamesa cotidiana, sino que tienetodas las connotaciones y lossabores de la existencia mis-ma. As encontramos expresio-nes como pan de lgrimas,pan de dolor, pan de espe-ranza, pan de alegra, etc.,segn el momento existencial delas personas y la comunidad.

    Por eso los invito a que invo-quemos al Padre, movidos por el EsprituSanto con la oracin que su Hijo nos ense-

    : el Padre nuestro,y le pidamos el pande la paz, de la justicia, de la cultura, deltrabajo, de la salud, del sustento, de la re-conciliacin, de la solidaridad, de la digni-dad humana respetada desde la concepcinhasta el final... y el Pan de la Vida que satis-face todos los gustos y necesidades.

    Para ello, me permito compartir conustedes una de las tantas versiones de estaoracin de los hijos e hijas de Dios, quenos invita a vencer la repeticin mecni-ca, rutinaria, adoptndola a las situacio-nes concretas de nuestra vida y de la rea-lidad del mundo de hoy. En concreto, meestoy refiriendo a la versin llamada sevi-llana del Padre nuestro, que podemos en-riquecer con lo que nos sugiera el corazn:

    Padre nuestro que ests en los cielos

    (y en la tierra que se muere y en los ojosde los nios que no tienen pa comer), /santificado sea tu nombre, (y que to elmundo se entere de tu mano generosa, detu fuerza y tu poder). / Venga a nosotros

    tu reino (y que brille lo ms bueno, lo mslimpio, lo ms puro, lo mejor de nuestroser). /Hgase tu voluntad, as en la tie-rra como en el cielo (y se lleve la basura,la violencia y la mentira, hasta desapare-cer). /Danos hoy nuestro pan de cadada (y que la naturaleza se reparta entre lagente de manera natural). /Perdona nues-

    tras ofensas (como T nos enseaste aquerer a tus hermanos y a saberlos per-

    donar), / como tambin nosotros perdo-namos a los que nos ofenden (nos ofen-den la injusticia, los tiranos, los cobardes,los racistas y el dolor). /No nos dejes caeren la tentacin (ni permitas que se enfer-me lo bonito, lo cristiano, ni el amor delcorazn)y lbranos del mal(Bendcenos,Seor; escchanos, Seor!). AMEN

    Antes de despedirnos, aclaro que la fi-gura que acompaa esta versin, perte-nece a la escritura jeroglfico en lenguaQuichua (del siglo XIV) rescatada por elindgena Julin Guerrero. Segn los ex-pertos, la lectura (que es un boustrophedono bustrfedon, propia de algunos idiomasde la antigedad, como en el Oriente Me-dio o el Mediterrneo Oriental) se realizacomenzando desde abajo (de derecho a

    izquierda), siguiendo en zig-zag hacia arri-ba para terminar en la ltima figura de laderecha.

    Cordialmente.P. Julioomv

    Pan y Vida

  • 7/25/2019 Derecho Viejo.88 Marzo 2009

    12/16

    Derecho ViejoPgina 12

    En realidad, ni en el Egipto, ni en laBactriana, la Persia y dems regiones enque domin el mazdesmo, existi la Filo-sofa en el sentido propio de la palabra.No se conoci all la Filosofa como cien-cia o investigacin racional y sistemticade las cosas y de sus causas, ni hubo va-riedad de escuelas, ni siquiera fueron co-nocidas ni se cultivaron con separacinlas diferentes partes de la Filosofa espe-culativa. En las provincias del Irn, comoen el Egipto, puede decirse que no hay msFilosofa que la Filosofa religiosa, las con-cepciones que sirven de base a la religiny al culto, y las consecuencias o aplica-ciones que de ellas se desprenden. De aqula dificultad suma de separar la idea filo-sfica de la idea religiosa, dificultad queadquiere mayores proporciones, cuandoesta idea reviste dos formas muy diferen-tes y hasta contradictorias, como aconte-ce precisamente en el Egipto, en donde laidea religiosa presenta la forma popular ygrosera al lado de la forma esotrica yhiertica.

    Porque, en efecto, a juzgar por el tes-

    timonio de Herodoto y de Diodoro conotros varios autores, inclusos algunos es-critores eclesisticos; a juzgar por algu-nas inscripciones interpretadas porChampollion y otros egiptlogos, y a juz-gar, sobre todo, por algunos pasajes delos libros hermticos, la primitiva y realconcepcin religiosa del pas de losFaraones, entraa un tesmo espiritualis-ta, bien que algo desvirtuado por desvia-ciones pantestas:

    Es difcil al pensamiento - se diceen estos libros- concebir a Dios, y a lalengua hablar del mismo. No se puededescribir con medios materiales unacosa inmaterial, y lo que es eterno, di-fcilmente puede aliarse con lo que estsujeto al tiempo... Lo que no puede ser

    conocido por los ojos y los sentidos, comolos cuerpos visibles, puede expresarse pormedio del lenguaje; lo que es incorpreo,invisible, inmaterial, sin forma, no puede

    ser conocido por nuestros sentidos; com-prendo, pues, oh Thoth!, comprendo queDios es inefable... no es limitado ni finito;no tiene color ni figura; es la bondad eter-na e inmutable, el principio del Universo,la razn, la naturaleza, el acto, la necesi-dad, el nmero, la renovacin: es ms fuer-

    te que toda fuerza, ms excelente que toda

    excelencia, superior a todo elogio, y slodebe ser adorado con adoracin silencio-sa. Est escondido, porque para existir notiene necesidad de aparecer. El tiempo semanifiesta, pero la eternidad se ocul-ta. Considera el orden del mundo; debetener un autor, un solo autor, porque enmedio de cuerpos innumerables y de mo-vimientos variados, se advierte un solo or-den. Si hubieran existido muchos creado-res, el ms dbil hubiera tenido envidia alms fuerte, y la discordia habra trado elcaos. No hay ms que un mundo, un sol,una luna, un Dios. ste es la vida de to-dos, su origen, su poder, su luz, su inteli-gencia, su espritu y su soplo. Todos exis-ten en l, por l, bajo l, y fuera de lno hay nada, ni dios, ni ngel, ni de-

    monio, ni substancia; porque uno soloes Todo, y Todo no es ms que uno.

    En armona con estos pasajes de loslibros hermticos o sagrados de los egip-

    cios, stos suponan o afirmaban que elDios supremo, o sea Amon-Ra, es ante-rior y superior a todas las cosas, y questas y toda existencia son emanacionesdel mismo. Permanece inmutable en suunidad, se dice en el famoso libro Demysteriis Aegytiorum, atribuido al neoplat-

    nico Jmblico; "es el pri-mero, el mayor y la

    fuente de todas lascosas (major, etprimus, et fons om-nium); es el padredel primer Dios y elDios de los dioses(pater est primiDei... Deus deo-rum), el mismo queen su unidad primi-tiva y solitaria es an-terior y superior atodo ente, es princi-pio y padre de toda

    esencia, de toda exis-tencia, de toda inteligen-

    cia; y, finalmente, es el inteligible primero,

    cuyo culto propio es el solo silencio"(Intelligibile primum quod solo silentiocolitur).

    Aunque es muy posible que Jmblico,o quien quiera que sea el autor del tratadoDe mysteriis Aegyptiorum, haya desfigu-rado algn tanto la concepcin teolgicadel Egipto bajo la influencia de sus pro-pias ideas neoplatnicas, no cabe poneren duda el fondo monotesta de aquellaconcepcin. Esta concepcin unitaria dela divinidad, resto seguramente y reminis-cencia de la revelacin primitiva, se con-serv en la clase sacerdotal ms o menospura por espacio de bastantes siglos, sien-do muy probable tambin que esta ense-anza constituyese el fondo principal delos misterios egipcios y de la sabidura de

    sus sacerdotes, tan preconizada y utiliza-da por los filsofos griegos, y principal-mente por Pitgoras y Platn. Empero, lacostumbre de expresar por medio de sm-bolos determinados las acciones, propie-dades y atributos diferentes de la divini-dad, y por otro lado las necesidades y exi-gencias o condiciones del culto pblico,fueron causa de que se introdujer