diego cano - guerrilla

Upload: emiscribd

Post on 28-Feb-2018

223 views

Category:

Documents


5 download

TRANSCRIPT

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    1/36

    Revolucin: un acto de voluntad? Una sntesis de las posiciones respecto de la lucha armada

    en la Argentina de 19641.

    Por Diego Cano (UBA/USAL).

    I .

    La lucha armada en la Argentina, a pesar de su mencin recurrente y de recientes esfuerzos

    significativos en el avance en su compresin, es un camino todava abierto para muchas

    investigaciones. La potencialidad de las fuerzas de izquierda que tomaron para s esta forma de

    lucha como la accin poltica a realizar, todava merece una explicacin. Una explicacin noabstracta, por mera pasin historiogrfica, sino una explicacin que posibil ite avanzar en el

    conocimiento de las determinaciones de nuestra propia accin hoy. Difcil parece postular cualquier

    accin poltica, ms an una que se declame representante de la clase obrera, sin dar cuenta de las

    razones de dnde brotaba esta potencialidad y, las de las denominadas fuerzas de izquierda que

    expresaron el surgimiento de la lucha armada y su posterior derrota.

    En ese camino, este texto solo pretende sintetizar algunas de las discusiones que muestran,

    ya a mediados de los sesenta, diversos argumentos polticos en torno a la viabilidad, o potencia, de

    expresar una transformacin mediante la lucha armada como mtodo de accin poltica. Existe un

    sentido comn, por lo menos en la Argentina, que la guerrilla y su discusin solo corresponden a la

    dcada posterior de los setentas. Hoy tambin, son desestimadas rpidamente las posiciones

    partidarias de la poca respecto de esta forma de accin poltica. Por el contrario, este texto intenta

    mostrar que ya ah estaban sealadas las concepciones polticas que posibilitan la discusin

    esencial sobre la guerrilla como mtodo de lucha2. Tal vez, los sesenta principalmente en la

    Argentina, justamente por presentarse en los orgenes de la expansin en toda Latinoamrica de la

    1Este trabajo es una primera aproximacin de un trabajo ms amplio sobre los grupos que iran a coordinar accionescon las de Ernesto Guevara en Boli via. Una versin original de este trabajo inclua las discusiones sobre la luchaarmada del ao 1967 siguientes: 1. No puede haber una revolucin en la revolucin, de Rodolfo Ghioldi del PCA; 2.En defensa del castrismo de la revista Baluarte en discusin con el primero; y 3. la introduccin de Abraham Guillen aGuerra de Guerrillas del Che Guevara de noviembre de 1967. Y por cuestin de espacio separamos la sntesis delartculo de la revista El Obrero, segunda poca, Puede una guerr il la derrotar al ejrcito argentino?, de EmilioMorales (pseudnimo de Carlos Mario Esposito, segn entrevista a Heriberto Muraro septiembre 2009), favorable a lasacciones armadas.2 Esta posicin dif iere de la sostenida por Gabriel Rot en relacin a que las posiciones de la izquierda argentinadesestimaron la experiencia del EGP (Ejrcito Guerri llero del Pueblo). Rot seala: La izquierda argentina, quedesestim digmoslo una vez ms sobradamente la experiencia del EGP, aport , ms que un balance meditado,

    una lnea de anlisis sobre sta, en general surcada por lugares comunes, y motivada ms por demostrar sus diferenciaso simpatas con el foco que por extraer enseanzas polti cas, tericas y prcticas, que contribuyeran a comprender laprctica de la guerrilla, en pleno auge en todo el continente (Rot, 2000, 158). El trabajo desarrollado a continuacinsostiene que las agrupaciones polticas s realizaron un balance y discusin terico-poltica de esa experiencia.

    1

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    2/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    3/36

    lucha armada como mtodo de accin, es cuando brotan ms florecientes las posturas pblicas a

    favor y en contra de estas acciones que la clandestinidad posterior producto de la creciente

    represin harn disminuir en importancia.

    Generalmente, el estudio de las posiciones de las diferentes agrupaciones polticas se realiza

    de manera aislada. Pero una primera lectura del material aqu presentado (ms las polmicas de1967) mostraba la unidad que ellas conformaban y, por tanto, la unidad en que deban ser

    expl icadas. El exponer en esta unidad muestra cosas que el simple anlisis aislado deja afuera, no

    solo por el conjunto temporal, sino por la unidad terica que se presenta en la base de las

    explicaciones y crticas desarrolladas en torno a la lucha armada. Por ello, el trabajo aqu presentado

    no solo pretende comprender exteriormente los planteos de estas agrupaciones, sino que intenta

    mostrar las coincidencias entre los postulados crticos de la guerrilla y a favor de ella, que surgen de

    los puntos considerados como ejes de los textos, demostrando as la base en la que la totalidad delas concepciones hacen pie. Aunque la crtica aqu planteada intentar mostrar esta base comn, al

    mismo tiempo las sntesis individuales de cada uno de ellos mostrarn los matices de las posiciones

    que tienden agruparse muy rpidamente como una misma posicin sin mucho fundamento.

    Como sntesis de las discusiones presentes en estos textos podemos decir que, ms all de

    las crticas a la guerrilla por ser considerada como nico mtodo de lucha, por hacer nfasis en su

    base rural y campesina, y por cierta desvinculacin del movimiento obrero, que sera el eje de la

    accin revolucionaria, la mayora de los planteos crticos de la accin guerrillera (e inclusive, los

    ms afines tampoco lo negaran) sugieren que la consolidacin y eje en el Partido no son

    considerados por los postulados guerrilleros. Sin embargo, todas las posiciones aqu sintetizadas

    sustentan sus posiciones realizando una separacin, ms o menos tajante, de unas llamadas

    condiciones objetivas y otras subjetivas, y aunque se dice que es necesario un anlisis de la

    realidad sobre la que se base la accin postulado que por su misma forma reproduce esta

    separacin, existe una ausencia de cualquier desarrollo de las determinaciones generales y

    especficas de la acumulacin de capital de las cuales brote la necesidad de la accin poltica

    concreta a realizar.

    Los que sostienen un planteo crtico de la lucha armada, se paran sobre la base de afirmar

    solo la potencia genrica de la clase obrera de superar el modo de produccin capitalista. As se

    establece que se debe potenciar la lucha de clases, ligando, transmitiendo , concientizando

    elevando, uniendo, ganndose a las masas, a la clase obrera, considerando que ya existen

    condiciones objetivas para superar el modo de produccin, y que solo faltara impulsar unas

    abstractas condiciones subjetivas. La potencialidad genrica de estos planteos, esta afirmada desde

    la simple subsuncin formal del obrero al proceso de produccin, por la cual el trabajador pasa de

    realizar el proceso de produccin bajo relaciones de dependencia personal, o de manera

    2

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    4/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    5/36

    independiente, a hacerlo bajo una relacin capitalista. Estos planteos nunca sostienen sus

    posiciones, mostrando la potencialidad revolucionaria del obrero vinindole de ser atributo directo

    de la potencias del propio proceso de reproduccin del capital, o sea desde la subsuncin real del

    obrero al capital. Ah es donde se revolucionan las condiciones del proceso de trabajo, que surgen

    por cuenta y cargo de una necesidad del capital, el cual transforma la materialidad del proceso detrabajo, y por tanto la subjetividad misma del obrero. Para decirlo de una vez, mostrar a la accin

    poltica, que es una relacin directa entre las personas, como forma concreta de realizarse la

    relacin indirecta general, la relacin econmica. Si as lo hicieran, no tendran cmo postular la

    propia accin poltica separada de las propias potencialidades que el modo de produccin le

    imprime. Pero lo que aparece permanentemente en estos planteos es que las potencialidades

    revolucionarias de la clase obrera le vienen de su abstracta y ahistrica capacidad de resistencia, y

    no de las potencias mismas que este modo de produccin encierra de superarse.Por tanto, si la poltica es independiente o mutuamente determinada por esas condiciones

    de existencia de lo que se trata es de acumular fuerzas. As la base de los postulados que

    sustentan simplemente la mediacin del Partido que debe ligarse con las masas y los que sostienen

    que esta debe ser mediada por el foco guerrillero que esclarece, es la misma. Acumular fuerza por

    fuera de cualquier determinacin general que les ponga necesidad alguna.

    Es en este sentido que las posturas favorables y en contra de la guerrilla desarrolladas aqu,

    parten de la misma base: invertir la determinacin:. Su accin poltica surge de una concepcin que

    pone a la conciencia y la voluntad que emana de ella como el principio del movimiento. Esto

    supone que la conciencia en el modo de produccin capitalista es abstractamente libre y que, por

    tanto, las acciones de los hombres no tienen como horizonte la revolucin solo por la falta de esa

    conciencia. Es la conciencia individual la que, con una moral revolucionaria decidida, sobre la

    base de un mtodo de lucha probado, puede encarar la transformacin de la sociedad ms all de

    cualquier determinacin y, por tanto, por fuera de cualquier desarrollo particular que esa forma de

    sociedad est expresando en ese momento, sin reconocer a la conciencia y la voluntad individuales

    determinadas. Por ello, consideran a la voluntad sin libertad, sin la libertad de decidirse con

    conocimiento de causa3. Es Abraham Guilln, en un texto de 1967, el que lo pone con todas sus

    letras: la Revolucin no la hacen ni las crisis econmicas, ni las guerras perdidas, ni las tiranas

    odiosas, la Revolucin es un acto de voluntad (Guil ln, 1967, 14). Pero avancemos en el

    reconocimiento de las formas concretas frente a la lucha armada.

    3

    Hegel: Voluntad sin l ibertad es una palabra vaca, as como l a libertad slo es real como voluntad, como sujetoGeorg W.F. Hegel, Rasgos Fundamentales de la Fi losofa del derecho. Biblioteca nueva, 2000, pg. 88. Engels: Lalibertad de la voluntad no es, pues, otra cosa que la capacidad de decidirse con conocimiento de causa. FedericoEngels, El Anti- Dring. Introduccin al sociali smo. Editorial Claridad 1972. Pg. 125.

    3

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    6/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    7/36

    El ao 1964 es significativo en la lucha armada en la Argentina, ya que son capturados los

    miembros de la experiencia del EGP (Ejrcito Guerri llero del Pueblo) entre abri l y mayo. Es

    tambin significativo porque en julio estalla una bomba en un edificio de la calle Posadas de la

    Capital, donde se encontraba un grupo que ira a fusionarse con el EGP, autodenominado Fuerzas

    Armadas de la Revolucin Nacional (FARN). El l der de ese grupo, ngel el Vasco Bengoechea,haba sido uno de los lderes de la agrupacin trotskista Palabra Obrera, de reconocida trayectoria

    militante. Las tres posiciones reflejadas aqu dialogan con esas acciones concretas y toman posicin

    frente a ellas ya que todas estn de alguna manera relacionadas a esos grupos. El primero de

    Vanguardia Revolucionaria (VR) es favorable a los focos insurreccionales , pero se menciona la

    necesidad del partido. El segundo de Nahuel Moreno y Palabra Obrera, critica fuertemente los

    trabajos de Ernesto Guevara por la ausencia de consideracin de las organizaciones obreras y el

    partido revolucionario. Y finalmente, Elas Semn del PSAV, que de manera inmediata sedenominar Vanguardia Comunista (VC), centra la crtica en que la existencia determina la

    conciencia y que, por ende, la clase obrera es el eje de toda accin revolucionaria, donde el partido

    es su sntesis, invalidando las posturas del guerrillerismo porque con su vacio terico le hacen el

    juego al revisionismo.

    Todas ellas dicen que es necesario un anlisis de la realidad del pas. VR simplemente lo

    afirma, Palabra Obrera lo reclama insistentemente, y el PSAV hace una mnima descripcin de lo

    material de esas condiciones. Ms all de esto, todas estas posturas sostienen, con diversos grados

    la exterioridad la separacin entre condiciones objetivas y subjetivas. En dos de ellas (VR y Palabra

    Obrera), se afirma gruesamente que lo que est presente son condiciones pre-revolucionarias ya

    dadas, que son evidentes por s misma y que, por tanto, lo nico que queda es el desarrollo del

    factor subjetivo. La tercera, de Elas Semn, es ms cauta en estas afirmaciones, pero es innegable

    la ausencia de un desarrollo que haga brotar la accin propuesta de las determinaciones generales de

    la acumulacin de capital en la Argentina. Solo una accin que se presente como abstractamente

    individual por fuera de cualquier interdependencia social que la determine (no reconocindose

    como potencia de la propia forma del proceso de acumulacin y negando su propia enajenacin)

    puede sustentar una accin poltica que no muestre a las acciones individuales brotando de sus

    condiciones materiales de existencia. Veamos estas posiciones en detalle.

    I I .

    La primera sntesis que se desarrolla aqu es la realizada, en dos artculos diferentes, por la

    agrupacin VR. Ellos son un agrupamiento de una escisin del Partido Comunista Argentino (PCA)

    que termina siendo expulsados del partido. Su figura ms notoria fue Juan Carlos Portantiero.

    Esta ruptura era parte de una serie de crticas y escisiones que diversos grupos dispersos

    realizarn hasta bien entrado el ao 1967, sobre la base de distintos tipos de disidencias con el

    4

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    8/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    9/36

    Partido, donde mayoritariamente sostenan argumentos favorables a la Revolucin Cubana, y por lo

    tanto mnimamente simpatizantes de la estrategia de la lucha armada4.

    VR, sin embargo, reviste mayor significatividad para este artculo que otros grupos como

    Pasado y Presente (PyP), ya que las posiciones a favor de la lucha armada en sus artculos, como

    desarrollaremos a continuacin, son ms evidentes que en PyP, aunque por los testimonios actuales,el apoyo efectivo al EGP de Masetti fue muy relevante por parte de este grupo.

    El primer artculo es del 13 de mayo de 19645 en el nmero 2 del diario Vanguardia

    Revolucionaria con el ttulo Guerrillas, nueva forma de lucha popular . La fecha de publicacin

    coincide con la captura y finalizacin del EGP en Salta. Segn el propio Portantiero reconoce en

    una entrevista, VR tena conocimiento, y l mismo denomina vinculacin con el EGP:

    La ruptura con el PC signif icaba tambin la primera vinculacin con una experiencia terrible y dolorosa

    que culminara en la tragedia de los 70. Fue entonces, en los 60, la vinculacin que esa ruptura tuvo con

    la guerrilla en Salta, lugar hasta donde lleg Pancho [Jos Arico] para entrevistarse con el Comandante

    Segundo, y traernos la versin de lo que estaba pasando, una versin que ya nos indicaba la conviccin

    de que eso iba a terminar muy mal, como efectivamente termin (Portantiero, 1991, 34)

    Esta vinculacin 6 est en sintona con lo planteado en los artculos sintetizados aqu.

    Despus de una fuerte defensa de los detenidos del EGP en Salta, fundamentalmente, por las

    torturas que venan sufriendo en la crcel, ellos aseguran: La presencia de un puado de patriotas

    que entregan su vida demostrando la podredumbre del sistema. Y afirman que existe pnico entre

    las fuerzas de los aptridas antiobreros y antipopulares . La posicin con respecto a las accionesdel EGP queda expresada as:

    Nosotros como mil itantes de Vanguardia Revolucionaria, como revolucionarios argentinos que decimos

    en nuestra Declaracin Programtica Nacional que la forma militar que asume la lucha campesina en el

    Norte es parte de la estrategia de la construccin del partido, creando donde faltan, o fortaleciendo esas

    correas de transmisin que hagan correr como la chispa en la pradera, la lucha en cada sitio, en cada

    forma en que se entable, expresando nuestra total solidaridad con los detenidos y torturados de Salta

    Y propone:

    Difundir esta experiencia del Norte que la cantidad de guerri ll eros que la prensa informa, y la

    solidaridad de la poblacin campesina demostrada por la larga permanencia de la guerrilla en la zona sin

    haber sido denunciada; asimilarla como nuestra, como parte de nuestra Revolucin, y simultneamente

    intensificar el trabajo poltico en la fbrica, en el barrio, en la zafra, en la vid, en la mina en la facultad,

    4El diario Nuestra Palabra del 16 de septiembre de 1964 dice que Portantiero, Bayer y otros son expulsado por sulabor antipartidista y fraccionista. Otros expulsados en los prximos aos que se sumaran al apoyo de la tesisguevaristas, sern Eduardo Jozami (Nuestra Palabra, 17 de febrero y 25 de mayo de 1965); Carlos Brocato y Jos LuisMangieri (Nuestra Palabra 14 de abril de 1965); y por sus actividades fraccionistas (Nuestra Palabra, 6 de diciembrede 1966) a Alfredo Helman y Alejo Levenson.5

    Menos de dos meses antes en el diario No Transar del PSAV, donde militaba Elas Semn, se public un comunicadoconjunto entre VR, los Crculos Recabarren de la revista El Obrero, y el PSAV que centralmente planteaban laconstruccin del Partido Revolucionario como accin poltica, sin ninguna mencin a la lucha armada.6Tambin confirmada por Ciro Bustos, 2007, pgs. 161 y 162.

    5

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    10/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    11/36

    para construir el partido, es estar dando los pasos inmediatos e ineludibles de la Revolucin Argentina

    (VR, mayo 1964).

    Es evidente no solo el apoyo a la experiencia, sino a la lucha armada como camino en s,

    con una crtica velada a la falta de un partido que potencie esa accin armada, como causa de la

    frustracin. Confirmando esta crtica, en la misma hoja del diario de VR bajo el ttulo de

    Construyendo el partido, se afirma que sin Estado Mayor y sin adecuada organizacin en las

    filas combatientes solo podr cosecharse la derrota. Contina el artculo enumerando la resistencia

    de Vallese, de Uturuncos, y Salta:

    Pero hasta el momento toda esa enorme cuota de resistencia no ha cuajado en victoria porque ha faltado en

    este rico proceso social el Partido capaz de planificar y centralizar en un eje nico dotando de rigor terico y

    organicidad practica a la voluntad de lucha de las masas, de los trabajadores de la ciudad y el campo de los

    estudiantes y empleados, de los chacareros y an de los pequeos burgueses oprimidos por el sistema. A las

    clases populares le ha faltado el partido y con l le ha faltado lo que poseyeron los explotadores, una estrategia

    que oponer que armonizara, y orientara todas las tcticas de lucha Y ms adelante Cmo construi r ese

    Partido, ese instrumento imprescindible para transformar las derrotas parciales en victoria final, definitiva?

    Planteada la necesidad imprescindible de su existencia. Iremos viendo en notas sucesivas los caminos posibles

    de su construccin (VR, mayo 1964).

    Queda claro, en esta crtica bastante leve de los hechos, que la estrategia apropiada era la

    lucha armada; y que por no tener una organizacin y un rigor terico no se dio un triunfo. La

    necesidad de la existencia del Partido est subordinada a esta estrategia de manera abstracta. No hay

    indicios de revisar lo sucedido en profundidad.La misma agrupacin publica la revista Tctica, cuyo nico nmero es el de enero-febrero de

    1964. Tanto en el artculo editorial La Argentina en el nuevo reparto del mundo como en el artculo

    siguiente de Juan Carlos Portantiero Crisis en la Izquierda argentina, se plantea la opcin de una

    lnea independiente , cuyo objetivo sea la formulacin del nuevo partido En este artculo se

    encuentran ms explcitos y desarrollados los argumentos favorables a la guerrilla. En el editorial,

    sostienen un argumento que ser repetido meses despus en su diario respecto de la incapacidad de

    contener el empuje revolucionario de las masas explotadas y mantener bajo su hegemona al

    mercado mundial (Tctica, 1964, 5) de los sectores monoplicos yanquis. Esta lucha

    revolucionaria se advierte en el mundo subdesarrollado de Venezuela y Vietnam: Argelia y

    Cuba dos pases del mundo subdesarrollado en los cuales la lucha armada ha arrancado el poder a

    las burguesas nativas y al imperialismo (Tctica, 1964, 5). Se propone de ah: El camino del

    rechazo y triunfo posterior sobre la intervencin, pasa por la profundizacin interna de la

    revolucin tanto en lo econmico como en lo poltico, por el desarrollo de los focos

    insurreccionales en Amrica Latina que debiliten al imperialismo y por la defensa sin concesiones

    de Cuba por parte del bloque socialista (Tctica, 1964, 6).

    6

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    12/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    13/36

    Cul es la accin propuesta? El desarrollo de los focos insurreccionales, sobre la base de

    qu sostn? De las revoluciones que generan pnico en las clases dominantes. Con este marcose

    empieza a explicar por qu los comicios del 63 son un intento de volver a colocar al pueblo en

    situacin de dependencia y pasividad poltica , para f inalmente afirmar que tanto el PCA, como el

    peronismo, y el PSAV se desintegran (Tctica, 1964, 13) sosteniendo que en todos los casos lafalta de una lnea independiente l leva a oscilaciones (Tctica, 1964, 14) y de ah deriva como

    necesaria la formacin de nuevo partido con homogeneidad poltica y organizativa superior

    (Tctica, 1964, 14).

    Tambin se sostiene que hay una carencia de anlisis, correcto, histrico, de la estructura

    econmico-social de un pas, de las correlaciones entre las clases y de las contradicciones

    fundamentales y derivadas que emergen de la sociedad nacional (Tctica, 1964, 20). Pero despus

    de afirmar esto, la revista no muestra este anlisis correcto, no lo desarrolla; y tampoco critica losotros anlisis que denominan incorrectos. Para Portantiero, la contradiccin fundamental es una

    ligazn con la clase a travs de una poltica de clase, que coloque en primer plano la estrategia

    socialista y subordine a ella las primeras de la lucha, que en nuestro pas poseen un contenido

    nacional y democrtico (Tctica, 1964, 20).

    En realidad, este anlisis, aunque se pueda considerar correcto, parece demasiado general.

    Tan general que es difcil asirlo, pero ms all de un desarrollo abstracto hay un dilogo hacia el

    peronismo, ya planteado, y evidentes signos en el grupo de Vanguardia Revolucionaria de abierto

    apoyo efectivo y declamatorio en su diario, en la revista, y en sus acciones concretas hacia la

    guerrilla como mtodo de lucha. Este apoyo se da sobre la base de la necesidad de un partido

    poltico con una lnea independiente que, para ellos, era inexistente y precisaba expresar esta lnea

    poltica que ellos vagamente enunciaban, pero efectivamente apoyaban.

    I I I .

    La siguiente sntesis corresponde al artculo Dos mtodos frente a la revolucin latinoamericana7

    de Nahuel Moreno lder de la agrupacin Palabra Obrera de origen trotskista. El artculo es de

    septiembre de 1964 del segundo nmero de la revista partidaria Estrategia8. Palabra Obrera haba

    7Este artculo, junto con partes de Argentina un pas en crisis de marzo de 1964 y con La revolucin Latinoamericanade 1962, seran una de las primeras crticas desarrol ladas de la guerri lla como mtodo de lucha impulsada desde Cubahacia Latinoamrica. Otra crtica contempornea de 1963 es la de Guillermo Lora del POR de Bolivia. Para una sntesisy discusin con la estrategia de la guerri lla del Che en Boli via con el proletariado minero, ver: Cano, Diego,Entroncando con las masas? Notas sobre la crtica a la guerrilla de Guillermo Lora, y la relacin de esta con losmineros en Bolivia. 2009, a ser publicado en la revista Contratiempos.8El primer nmero de Estrategia, de marzo de 1964, public Guerra de Guerrillas: Un mtodo del Che Guevara quehaba sido recientemente impreso en Cuba. Revista Estrategia nmero 1 pgs. 37 a 52. Inmediatamente posterior a estetrabajo del Che, se publican en ese nmero unas supuestas cartas (cartas sobre la Lucha Armada), donde se discute la

    guerri lla como mtodo. Ah su introduccin dice: A parti r del triunfo de la revolucin cubana, surge un problema queser tema de muchas discusiones: la relacin entre la toma del poder y la lucha armada. Las distintas corrientes polticasesbozan diferentes formas de combinar la lucha armada con la lucha poltica de las masas trabajadoras, para derrotar ala oligarqua y al imperialismo, e imponer sus gobiernos. Pg. 53.

    7

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    14/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    15/36

    sufrido recientemente una ruptura favorable a la guerrilla liderada por el Vasco, quien haba ido a

    entrenar a Cuba junto con otros cinco militantes del partido, y a su vuelta rompe con la organizacin

    constituyendo un grupo guerrillero que ira a fusionarse con el EGP de Masetti. El reciente libro

    de Ciro Bustos quien coordinaba el soporte logstico del Ejercito Guerrillero del Pueblo (EGP)

    confirma esto9

    .En Julio de 1964 se produce una explosin en un edificio de la calle Posadas en la cual

    mueren ngel Vasco Bengoechea y otros ex militantes de Palabra Obrera. Nahuel Moreno realiza

    una presentacin espontnea frente al Ministerio del Interior el da 3 de Septiembre como respuesta

    a la acusacin en la prensade ser prfugo por las actividades terroristas 10relacionadas a la explosin del

    edificio mencionado. Ah declara que el Vasco Bengoechea era partidario ortodoxo de las teoras del Che

    Guevara y que la direccin de Palabra Obrera no comparta Despus de esa declaracin es detenido, y al

    otro da, ya en condicin de imputado, declara:

    ...Con respecto al terrorismo y las guerrillas manifiesta que desde hace aos ha llevado una batalla ideolgica

    y prctica denodada contra la aplicacin mecnica por parte de la juventud estudianti l o desclasada, de los

    principios tericos y prcticos cuya mxima expresin es el Che Guevara. Que sigue creyendo el deponente

    que el progreso social y las grandes revoluciones estructurales de los trabajadores, solo se los puede lograr con

    la actividad masiva y organizada de los trabajadores y no por la accin de pequeos grupos desvinculados de la

    realidad nacional y social 11.

    Aunque evidentemente estas declaraciones, por su carcter policiaco, tienen sus caractersticas

    propias, los trminos de la misma parecen coherentes con, y sintetizan de manera acorde, la posicin

    sostenida en el artculo que la revista partidaria Estrategia publicar ese mismo mes, y que se critica aqu 12.

    Aunque las crticas hacia la guerril la de Moreno ya haban sido desarrolladas en polmicas

    con Daniel Pereyra13y ngel Bengoechea, este nuevo artculo acrecienta la disputa, yendo ahora

    directamente contra los supuestos de Ernesto Guevara14, ya que como el mismo Moreno seala

    9Ciro Bustos, 2007, 226.10Ver La Nacin del 5 de agosto de 1964.11Causa judicial sobre voladura de la calle Posadas 1964: Bustamante, Perfecto y otros, por infraccin decretos leyes788/63- 4214/63 y estragos, a cargo del Juez federal Leopoldo Insaurralde. Cuerpos I a VI. Existe copia para consultaen el CEDINCI.12Sin embargo elude la afi rmacin sostenida en el artculo: que el proceso de lucha armada es el comienzo de unarevolucin en permanencia , declarndose discpulos de Fidel Castro (Moreno, 1964b, 34)13 Daniel Pereyra era militante de Palabra Obrera desarrollando su actividad en Per junto con Hugo Blanco enorganizaciones campesinas. Fue acusado de putchista por Moreno en una polmica que mantuvieron a fines de 1962(Gonzlez, 1999a, 259).14Aunque no parecen ser relevantes para el contenido de esta sntesis, s es importante resaltar la forma en que Morenoencara la discusin. Al Che Guevara lo descali fica permanentemente de manera negativa. Estos son algunos ejemplosque se encontraron de estos ataques: en contra de los mtodos de aceptacin y generali zacin pasiva de los triunfos

    revolucionarios (Moreno, 1964b, 35); Forma esquemtica y abstracta (Moreno, 1964b, 35); parece infantil (Moreno, 1964b, 36); falta de un estudio serio y responsable (Moreno, 1964b, 37); Citas ciertamente infantiles ycarentes de seriedad (Moreno, 1964b, 42); y, finalmente, el ms contundente, el peligro de aceptar el honesto perocriminal consejo de Guevara de organizar un grupo guerrillero (Moreno, 1964b, 83).

    8

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    16/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    17/36

    perciba que los argumentos ltimos de la disputa estaban ah, ms que en sus anteriores

    contrincantes. Veamos estos argumentos15centrales plasmados en el texto de la revista.

    El eje de la crtica de Moreno es la necesidad de un Partido, de organizacin revolucionaria,

    con una direccin y un programa que diese respuesta a la situacin que se planteaba en el pas.

    Guevara con su teora del grupo guerrillero y su ignorancia del partido revolucionario lo nico que hace esalentar la dispersin de la vanguardia en tantos grupos preparatorios de la guerrilla como aspirantes a Fidel

    Castro hay entre nosotros. El sueo de la guerrilla propia se ha transformado casi en una moda trgica en los

    crculos revolucionarios pequeo burgueses. Por otro lado, esa vanguardia se asla del movimiento de masas,

    del estudio de la realidad y de la formulacin de un programa revolucionario. Lo nico que ponen los hroes

    que estn dispuestos a luchar es su valenta a toda prueba.

    Desgraciadamente se es un camino que lleva a la derrota de esa vanguardia. Para evitarla, o para lograr que

    esas derrotas fructifiquen por la va autocritica, no hay otra salida que plantear que la vanguardia revolucionaria

    debe unirse en un frente nico revolucionario como paso previo a la formacin del partido nico de la

    revolucin argentina. La vanguardia revolucionaria debe orientarse a trabajar unida en el movimiento de masas

    con sus organizaciones reconocidas para combatir a las direcciones oportunistas, reaccionarias, que tienden a

    insti tucionalizar a las organizaciones de trabajadores. El frente nico revolucionario tiene ese objetivo

    preciso: disputarle la direccin de los trabajadores al oportunismo. Al mismo tiempo esta tarea se combina con

    otras dos: elevar a la vanguardia espontanea de los trabajadores a una posicin conscientemente revolucionaria

    y a la lucha por el poder a los propios trabajadores. (Moreno, 1964b, 71).

    La vanguardia revolucionaria que eleva , une, liga al movimiento de masas, se opone al

    grupo guerrillero que lleva a la derrota. Y ms adelante:

    Y la lucha armada? Y la guerra de guerrillas? Justamente ser tarea de ese frente y partido nico de larevolucin el fijar de acuerdo con el programa, el momento y la forma que deber adoptar esa lucha armada. Lo

    que nunca deber hacer es aceptar un dogma en lugar de elaborar un programa ajustado a esa realidad. Dicho

    sin ambages: el frente nico revolucionario debe rechazar el dogma de la guerra de guerri llas como nico

    mtodo y ajustar su accin, inclusive la armada, a la elaboracin de un programa y a la experiencia del

    movimiento de masas y a la propia vanguardia organizada en un partido (Moreno, 1964b, 71).

    Moreno no descarta la lucha armada como mtodo, solo que segn l debe ajustarse al

    programa del partido nico. Y un poco antes plantea:

    La existencia de esa poltica revolucionaria, de las consignas que siente el movimiento de masa, sintetizadasen un programa revolucionario, junto con el partido que les vaya l levando a cabo en ntima ligazn con los

    trabajadores y sus organizaciones, es la condicin previa a toda accin revolucionaria, principalmente a la

    lucha armada. De lo contrario, cualquier accin, por pequea que sea, se transforma en una aventura (Moreno,

    1964b, 55).

    15Segn Gonzlez, ya en el Informe del plenario del 24 de marzo estaban planteadas estas crti cas, 1. protagonista dela revolucin la clase obrera; 2. se trata de fortalecer el partido; 3. li quidar a las direcciones burocrticas y

    oportunistas del movimiento de masas y ganar su direccin (Gonzlez, 199a, 356): Una crtica a la guerri lla comoforma de lucha desarrollada por Moreno, ya habra sido planteada en el nmero 340 de Palabra Obrera del 3 de juniode 1963. Lamentablemente, no pudimos tener acceso a ese nmero, ya que no se encuentra en el CEDINCI, y labiblioteca del MAS se encuentra desde hace tiempo en proceso de reorganizacin.

    9

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    18/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    19/36

    Moreno seala que es el partido y el programa revolucionario los puentes entre las ansias

    subjetivas de la vanguardia revolucionaria y las necesidades objetivas del movimiento de

    masas (Moreno, 1964b, 55). Este programa se seala una y otra vez surge del anlisis

    serio y responsable de la realidad .

    No se explicita de qu trata este anlisis serio y responsable. Aunque en su mismo planteopropone que es el puente con las masas porque para l lo central es ganarse a las masas

    para los objetivos del partido (Moreno, 1964b, 53). Nada hay presente aqu acerca de que expresan

    esas masas de ese proceso de acumulacin donde estn insertas, qu clase de capital es el que

    utiliza esa fuerza de trabajo, y por tanto, qu potencialidad tiene esa accin partidaria. Solo se

    menciona el anlisis de esta realidad, aunque no aparece en este texto. Y se refuerza la idea del

    programa:

    el programa como sntesis de la poltica revolucionaria tiene como objeto justamente ganar al movimiento de

    masas para los objetivos revolucionarios del partido. Es el intermediario entre el partido y el movimiento de

    masas. Este programa, para ser correcto, no puede dejar de tomar en cuenta las necesidades, tradicin, formas

    de organizacin y aspiraciones del movimiento de las masas trabajadoras (Moreno, 1964b, 53)

    Justamente se marca de forma constante esta supuesta falta de anlisis de la realidad

    latinoamericana del Che Guevara y de ah deduce algo que, aunque se pueda coincidir en principio,

    no aparece fundamentado. l afirma que la accin del Che Guevara sin este estudio es una sin

    conocimiento de causa, solo se basa en la voluntad y el deseo del que la enuncia:

    De dnde saca Guevara su conclusin si la experiencia histrica y latinoamericana no la avalan? No puedeser de otra fuente que de su propia voluntad y deseo. Pero la voluntad y el deseo son malos consejeros si no se

    asientan en un estudio responsable de la realidad (Moreno, 1964b, 37)

    Cul es ese estudio serio y responsable? Parecera que el que Moreno postula. Sin embargo,

    ese anlisis responsable de la realidad aparece simplemente como algo externo a la propia

    conciencia que lo realiza (suponiendo que est presente en el texto mencionado). Para Moreno el

    anlisis de la realidad es algo que brota inmediatamente de una conciencia individual, imponindose

    a otros anlisis por sus abstractas virtudes de seriedad y responsabilidad. En ningn momento los

    considera como un avance en el conocimiento de las determinaciones generales del modo de

    produccin capitalista, y de las determinaciones especficas de la Argentina, que son la forma

    concreta en que se expresan las potencias del capital en la propia conciencia individual. Esta

    separacin abstracta entre las condiciones objetivas y el factor subjetivo permite suponer que ste

    pueda tener efectos como influir , elevar , ligar , unir sobre la primera porque al fin y al

    cabo ambas estn puestas externamente en una relacin de igualdad donde se determinan

    mutuamente. Y, si esto es as, volvemos al punto donde haba empezado la crtica: es la abstracta

    voluntad del que enuncia la que define la accin a realizar, slo que su acierto o desaciertodependera de las caractersticas del anlisis realizado por ella.

    10

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    20/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    21/36

    El anlisis presentado por Moreno que encontramos sera el siguiente:

    Nosotros creemos justamente lo contrario que Guevara: en Latinoamrica hay una situacin pre-

    revolucionaria de l ucha por el poder por parte de los trabajadores, con su inevitable perspectiva de lucha

    armada, porque: Primero: se resquebraja toda la estructura de los explotadores, hay roces cada vez ms

    violentos entre ellos por la disminucin de las rentas nacionales, y de algunos de ell os con el propio

    imperialismo, como consecuencia de la explotacin de ste. Esto se refleja en el carcter de los gobiernos y de

    los ejrcitos que no son cada vez ms monolticos, sino que por el contrario, viven de crisis en crisis.

    Segundo: como consecuencia de lo anterior, los trabajadores, la pequea burguesa, el campesinado y el

    proletariado latinoamericano, no ven otra salida que la revolucionaria, desesperndose contra el rgimen.

    Tercero: hay grandes organizaciones de masas, los sindicatos obreros y campesinos, trabados en lucha contra el

    rgimen estatal oligrquico. En ese sentido se parece mucho ms a la situacin clsica y no a la de iniciacin de

    la guerra de guerrillas. Pero esta situacin pre-revolucionaria tiene caractersticas especiales por la carencia de

    dos elementos: partidos marxistas revolucionarios o partidos de masas pequeo burgueses que se planteen la

    lucha revolucionaria contra el rgimen y a excepcin de los pases centroamericanos, no existe la menor

    posibilidad de ayuda limtrofe. Es decir, la situacin latinoamericana es pre-revolucionaria pero con una colosal

    debilidad del factor subjetivo que no es compensado, ni de cerca, por el entusiasmo que despert el triunfo en

    Cuba. (Moreno, 1964b, 42 y 43)

    Segn lo que leemos ac de Moreno (y en la sntesis que l mismo realiza al final del texto),

    ambos el Che y l mismo dicen que hay una situacin prerevolucionaria y que hay una

    inevi table perspectiva de lucha armada. Ahora Moreno da una explicacin que difiere en que hay

    organizaciones de masas en los pases de Latinoamrica y de ah la accin diferente que postula de

    construir el partido en lugar de postular la accin guerrillera. Pero en su base ambos planteoscoinciden en que es el factor subjetivo el que falta desarrollar.

    Moreno discute con Guevara el considerar una unidad monoltica a toda Latinoamrica, sus

    burguesas, regmenes polticos y ejrcitos divorciados del pueblo.

    El verdadero argumento guevarista es tcnico y no social. l apela al campesinado y al campo por ser la clase

    y la zona ideales para la guerrilla. Es decir, la guerrilla y la lucha armada no estn al servicio del movimiento

    de masas y los lugares geogrficos, al servicio de la guerra de guerri llas. El campesinado es la clase de

    vanguardia porque eso ser mejor para el desarrollo de la guerrilla, no porque lo sea en realidad. () Nosotros

    creemos que la clase explotada est a la vanguardia de la revolucin latinoamericana, cambia de pas a pas yde etapa a etapa. Hemos superado el esquema trotskista de que slo el proletariado es la vanguardia de la

    revolucin, pero no para caer en otro funesto como aqul. Por el contrario, como nuestros trabajos tericos y

    prcticos lo demuestran, fuimos los primeros en sealar que en Per la vanguardia era el campesinado del

    Cuzco (Moreno, 1964b, 52)

    Por eso, en este artculo efectivamente se mantiene una posicin de crtica de la guerrilla pero

    dentro de cierto marco. Moreno no la descarta, solo le exige reforzar el partido y la direccin local

    11

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    22/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    23/36

    de ese partido, pero las posibilidades y potencialidades de la guerrilla inclusive rural ms all

    de las diatribas sostenidas en contra, continan16.

    De ah que cuando de accin a proponer se trata parecera no haber muchas diferencias entre

    lo que se presenta como dos mtodos bien diferenciados. Solo encontramos una diferencia: la

    mencin a la existencia de las organizaciones de masas y la necesidad de considerarlas: la tctica correcta que no puede ser otra cosa que la feliz combinacin especif ica de lucha armada y

    organizacin de masas que corresponde a su pas, el futuro personal de ese pequeo burgus revolucionario, y

    lo que es ms importante, del pas y Latinoamrica, est asegurado. Si no, ste ser negro, plagado de desastres

    por ignorar al movimiento de masas y la realidad de nuestros pases (Moreno, 1964b, 78)

    IV.

    El ltimo texto que se intentar sintetizar es de 1964 y corresponde al Partido Socialista

    Argentino de Vanguardia (PSAV), escrito por Elas Semn. El texto tiene como ttulo El partido

    Marxista-leninista y el guerrillerismo y fue publicado en diciembre de ese ao. Recordemos queentre abril y mayo haba cado el EGP17 y el PSVA se conformaba de varios grupos internos

    diferentes que en abril de 1965 iran a formar otro agrupamiento denominado Vanguardia

    Comunista (VC).

    El trabajo de Semn es importante para la discusin de la lucha armada en los sesenta porque

    su autor conoce la experiencia cubana, vive y entrena en Cuba un ao18, se da una explicacin

    profunda de ella, y sobre esa base desarrolla su crtica al guerri llerismo. Ya a f ines de los

    cincuenta, Semn junto a otro grupo de jvenes rompa con el Partido Socialista creando una revistade nombre Situacin en la que la lnea editorial defenda la revolucin Cubana19. Posteriormente

    (fines de 1960, Tarcus, 2007, 620), viaja a Cuba y a su regreso escribe el libro Cuba miliciana con

    un pormenorizado anlisis de cmo se fue desarrollando la revolucin. Regresa a Cuba en junio de

    1962, donde permanece ms de un ao recibiendo entrenamiento militar20. Ah tiene varias

    conversaciones con Ernesto Guevara sobre la posibilidad de un movimiento armado inclusive en

    16En este punto, los argumentos de Ernesto Gonzlez son diferentes. Su lectura de este mismo texto de Moreno solopone nfasis en la crtica a la concepcin guerrillera y soslaya la acti tud di rectamente agresiva con el Che Guevaraplasmada durante todo el texto. Por ejemplo, Gonzlez finaliza asegurando que Sobre las bases elaboradas en sutranscurso, se sold la corriente trotskista que durante las siguientes dcadas present una alternativa polticarevolucionaria a las posiciones guerrilleristas en sus diversas variantes (Gonzlez 1999a, 374). La crtica de Morenoque se desprende de este texto no parece ser tan descalificadora de la guerrilla como asegura Gonzlez.17El 15 de Mayo de 1964 en el n 27 del diario No Transar del PSAV, se public bajo el ttulo Gendarmera asesina,una breve mencin a la guerri lla del EGP. Sintticamente ah se planteaba: 1.- la guerri lla como una estrategiaparti cular y distinta de la estrategia del proletariado, 2.- el camino de Salta es un camino equivocado, 3.- susti tuir ala clase obrera por el campesinado en la vanguardia de la lucha y al partido de la clase obrera. Aunque en susargumentos centrales coincide con el artculo aqu presentado, no est el desarrollo y precisin que si Elas Semn setomo para elaborar este folleto que tiene claros signos de auto-esclarecimiento .18Existe la posibilidad, sin comprobar, de que Elas Semn haya entrenando en Cuba en el mismo periodo que ngelBengoechea y de que se hayan conocido ah. La impresin, no confirmada, es que los entrenamientos de los argentinos

    anteriores a 1962 eran menos compartimentados de lo que lo seran en aos posteriores.19Esta y otras muchas referencias se las debo a Emiliano lvarez.20Entrevista telefnica septiembre 2009 con Pablo Semn. Y el Diccionario biogrfico de la izquierda en la Argentinamenciona este segundo viaje a Cuba, pero no menciona el entrenamiento militar.

    12

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    24/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    25/36

    Bolivia y tambin discute algunas posiciones21. Aunque se desconoce el contenido de estas

    discusiones, parece verosmil asegurar que el texto aqu sintetizado es el desarrollo de algunas de

    ellas, adems de cierto conflicto interno personificado en David Tieffenberg ms cercano a las

    posiciones de la guerrilla22. La critica a la guerrilla como accin poltica ya vena siendo expresada

    en las conclusiones del texto Cuba miliciana de 1961. Semn ah ya otorgaba un lugar de prioridadmenor al accionar guerri llero en el monte en la definicin de la revolucin cubana hacia el

    socialismo y destacar el rol del partido:

    la caracterstica que hace la revolucin cubana, un ejemplo a transitar los pueblos de Amrica Latina, es la

    existencia de un movimiento como el 26 de julio, que rechazando las tcticas divisionistas se niega a ser

    instrumentado por el imperialismo; y la presencia de un partido obrero que valora en su justa medida la

    perspectiva revolucionaria descubierta por un movimiento de liberacin nacional. Nadie puede desconocer el

    aporte creador de la direccin del 26 de julio, ni tampoco la justa lnea poltica del Partido Socialista Popular

    que suministra a la revolucin la fortaleza de su aparato que se funde con el pueblo revolucionario para llevarel proceso iniciado hasta sus ltimas consecuencias (Semn, 1961, 169)

    El texto est orientado principalmente a atacar las posiciones de lo que se denomina

    revisionismo, personificado por el PCA, producto de una simpata evidente hacia la posicin

    China.

    As, comienza planteando que:

    La izquierda argentina ofrece hoy una singular debilidad, un mltiple y diverso fraccionamiento, una

    carencia de podero organizativo y una escasa vinculacin con sectores de la clase obrera la unidad del

    campo sociali sta ha sido quebrada por la desviacin revisionista, y la tarea actual planteada a las fuerzas

    marxistas-leninistas es, en consecuencia, derrotar al revisionismo para establecer. { Como seala al final

    del texto} una forma superior de la unidad del campo socialista y del movimiento comunista internacional

    (Semn; 1964; 5)

    Frente a lo que para Semn es evidente, la falta de posibilidad revolucionaria del

    revisionismo, el guerri llerismo no da una respuesta y, por tanto, intentar mostrar como no

    solamente no ayuda a combatir ese revisionismo, sino que inclusive genera acciones favorables a lo

    que se pretende criticar.

    Pero ms all del enfrentamiento con el revisionismo, el eje de la crtica de Elas Semn es

    la centralidad del papel de la clase obrera en la construccin del partido que sintetiza en su

    experiencia la lucha de clases y potencia, as, la conciencia revolucionaria:

    Negar el revisionismo impl ica afirmar el papel de la clase obrera y su conciencia en el proceso revolucionario,

    y es por esto que la respuesta del guerrillerismo es incapaz de superar los distintos aspectos que abarca la

    tradicin revisionista. La tesis de la va pacfi ca principal conquista terica del revisionismo corona la

    21 Entrevista Pablo Semn.22

    Expresin de esto muy probablemente haya sido la crisis de noviembre de 1963 que represent el traslado de ladireccin del peridico partidario No transar de Tieffenberg a Semn. Parte de esta crisis en revista Primera Plana 26de noviembre de 1963. Tortti seala que, en entrevista a Latendorf, ste seal que Tieffenberg tena una especialrelacin con los cubanos2 (Tortti, 2009, pg. 295)

    13

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    26/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    27/36

    renuncia a una poltica independiente y de clase, cuyo desarrollo consecuente impone el ejercicio de la

    violencia por los explotados. Frente a esto el guerrillerismo afirma el ejercicio de la violencia al margen de una

    poltica leninista, la que constituye el nico marco dentro del cual la violencia adquiere carcter revolucionario.

    (Semn; 1964; 44)

    El guerri llerismo y el trotskismo seran manifestaciones ultraizquierdistas del anti-

    revisionismo que son incapaces segn Semn de sealar su error y superarlo. Sobre el segundo

    casi no har mencin y se centrar en criticar los argumentos del primero; sealando su falta de

    crtica terica al revisionismo y afirmando que es una prctica que exalta una tcnica de accin:

    El guerrillerismo constituye ms que una actividad poltica regida por una ideologa, la exaltacin emprica

    de una tcnica de accin postulada como apta para construir la vanguardia del proceso revolucionario. Carente

    de una crtica terica al revisionismo, el guerrillerismo se propone llevar adelante su crtica prctica que cubra

    el vaco histrico dejado a la vanguardia de la revolucin. Ms que en la historia del marxismo-leninismo, esta

    exaltacin de un modo de accin al que se pretende subordinar el curso de la lucha de clases ti ene su

    antecedente en actividades y teoras que precedieron al triunfo del marxismo-leninismo como ideologa del

    proletariado (Semn; 1964; 8)

    Por tanto, la tarea propuesta en este artculo es:

    La derrota del ultra-izquierdismo en el seno de la izquierda argentina, consti tuye una verdadera exigencia

    para elaborar una justa lnea poltica capaz de enfrentar y vencer al imperialismo y la capitulacin revisionista

    (Semn; 1964; 8)

    Ya en otro captulo, Semn seala cmo los hechos de Salta del EGP fueron utilizados por la

    derecha para debil itar las perspectivas revolucionarias, y al PCA le imputa favorecer

    objetivamente la reaccin e impedir el ensanchamiento de la llamada brecha democrtica del 7 de

    julio. En consecuencia, Semn plantea que la experiencia guerrillera de Salta presenta un anlisis

    ineludible para la izquierda desarrollando sus supuestos tericos y polticos:

    El desenmascaramiento del carcter aventurero de la tesis que sostiene la necesidad de iniciar el proceso

    revolucionario a partir de un destacamento guerrillero, confirmar el carcter cientfico de la concepcin del

    Partido revolucionario surgido de la lucha de la clase obrera y conduciendo esta lucha en dialctica relacin

    (Semn; 1964; 16)

    El primer supuesto que critica es el de iniciar la lucha armada contando con el apoyo del

    campesinado, a lo que dice:

    el iniciar l a guerra revolucionaria contando con una clase que no es capaz de iniciar y conducir esta guerra, es

    condenar de antemano a la derrota al proyecto revolucionario (Semn; 1964; 17)

    Nuestro punto de partida consiste en establecer que por su ubicacin en el rgimen de produccin, el

    proletariado es la nica clase consecuentemente revolucionariala nica clase cuya emancipacin depende de

    la aniquilacin del rgimen de la propiedad privada y que para negar su situacin de explotada necesita negar

    al capitali smo como sistema (Semn; 1964; 17)

    Con claridad, plantea que, frente al principio guerrillerista del campesinado como iniciador y

    conductor del proceso revolucionario, debera desarrollarse un anlisis sobre qu cabe esperar de tal

    proceso en nuestro pas:

    14

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    28/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    29/36

    con las bases materiales de nuestra economa, con las clases forjadas por esa base material, con la prctica

    revolucionaria de esas clases, y con la naturaleza que imponen estas condiciones al proceso de la revolucin

    argentina (Semn; 1964; 18)

    Cuando parece que se desarrollar la formacin econmica de la sociedad argentina, Semn

    afirma unas breves cosas sobre ella:

    la Argentina es un pas de economa capitalista dependiente del capital financiero internacional y

    fundamentalmente del imperiali smo yanqui. El desarrollo capitalista ha generado la existencia de un

    proletariado numeroso, sobre cuya explotacin est cimentado El grado alcanzado por el desarrollo

    capitali sta en nuestro pas es una caracterstica singular que signa el carcter de nuestra revolucin y el papel

    del proletariado en la misma (Semn; 1964; 18).

    Si bien es cierto que argentina constituye junto con el resto de nuestro hermanos de Asia, frica, y Amrica

    Latina, uno de los eslabones dbiles de la cadena mundial del imperialismo, tambin es cierto que Argentina es

    en virtud de su desarrol lo capitalista, el ms fuerte de los eslabones que conforman esta cadena (Semn; 1964;

    19)De esta forma, separa la tesis esgrimida por el Che Guevara de que Amrica Latina constituye

    un todo monoltico para afirmar su postura contra el rol del campesinado sosteniendo:

    Este pronunciado desarrollo capitalista que se refleja en la existencia de una poblacin urbana que alcanza a

    casi el setenta por ciento de la poblacin total, y en la presencia de un proletariado industrial cuyo peso, en

    relacin con las dems clases de la sociedad es mayor que el que puede ostentar la clase obrera de cualquiera de

    los pases dependientes del mundo, determina el rol dominante del proletariado en nuestra revolucin (Semn;

    1964; 19)

    Pero el eje de la crtica de Elas Semn est en la total desvinculacin con la clase obrerapor parte del planteamiento guerrillerista:

    la tesis del foco puede enunciarse as: cuando faltan condiciones subjetivas de conciencia, organizacin y

    direccin para iniciar la lucha armada por la toma del poder, el foco guerrillero es capaz de crearlas erigirse

    en el di rigente y organizador de la lucha armada, el desarrollo de la conciencia revolucionaria. Un grupo de

    jvenes organizados en un destacamento guerril lero totalmente desvinculado de la clase obrera y dems clases

    explotadas y de las organizaciones polticas a travs de las cuales estas clases se expresan, podra convertirse de

    acuerdo a la tesis guerrillerista en vanguardia armada de las masas. La historia de las clases se dividira as,

    profundamente en dos: antes y despus de la aparicin del foco guerrillero: Este se injertara en el proceso de

    lucha de clases, dotado de la facultad de modificarlo. Al margen de la historia pasada de la clase obrera y del

    nivel de conciencia que la resume, el foco inaugura una historia en la que introduce a la clase obrera. Las

    operaciones guerri lleras reali zadas por compaeros revolucionarios en la Provincia de Salta fueron una

    aplicacin de esta tesis tal cual la hemos expuesto a nuestra realidad (Semn; 1964; 25)

    Frente a esto Semn postula:

    La concepcin leninista del Partido aplica el principio marxista de que la existencia determina la conciencia.

    A su vez si la situacin material de la clase obrera genera su conciencia, el Partido, que es la forma superior en

    que esta conciencia se objetiva, incide en la modifi cacin de la realidad material para derrotar al

    capitali smo, la lucha de los obreros deba estar guiada por el Partido que levara la prctica de la clase paraenfilarla hacia la toma del poder poltico y la construccin del socialismo. (Semn; 1964; 26)

    15

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    30/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    31/36

    Est claro que para Semn es la existencia la que determina la conciencia, pero tambin est

    planteado como, por otro lado, el Partido puede modificarla , enfilarla injertarla en una

    vinculacin dialctica que, por ms que est afirmada, no est explicada. As, hay en este planteo

    un lado y otro. La conciencia est determinada, pero una conciencia organizada, por ejemplo en el

    Partido marxista-leninista, modifica la realidad material . Una vez ms, aparece este desarrollo delo objetivo por un lado y lo subjetivo por otro.

    Ms all de estos comentarios, la posicin de Semn frente a la guerrilla es terminante:

    La tesis foquista es total y absolutamente antagnica con la concepcin leninista del Partido. Esta tesis

    pretende escindir el elemento consciente del elemento espontneo en el desarrollo de la revolucin. No

    determina el ascenso de la conciencia de clase de la clase obrera a partir de su lucha espontnea, sino a partir de

    la accin del destacamento guerri llero. El origen de la conciencia de clase del proletariado no radicara en la

    experiencia directa de la clase obrera, sino en la experiencia indirecta que le suministrara el foco guerrillero.

    No sera a travs de la experiencia de la lucha de clases, y de la sntesis de esta experiencia por el partidorevolucionario, como el proletariado accede a su conciencia, sino mediante un estmulo acelerador de la lucha

    de clases representado por la accin guerrillera (Semn; 1964; 27)

    Aqu Semn agrega un matiz relevante al carcter de la relacin entre el partido y la clase

    obrera. El partido aporta una sntesis de la experiencia de la lucha de clases en el proceso de acceso

    a la conciencia revolucionaria. Se evita aqu el insertar la conciencia desde fuera de la propia accin

    de la clase, aquella es simplemente su sntesis. En los otros planteos vistos, el impulso acelerador

    de la guerrilla es sustituido por el Partido, haciendo de la conciencia y la voluntad que emana de

    ella el motor primero del movimiento.

    En esta crtica al guerrillerismo, se hace nfasis en lo exterior de la accin guerrillera que

    acelera, poniendo el acento en el papel de la experiencia , que es la clave por fuera de cualquier

    desarrollo particular de la acumulacin del capital que est expresando en ese momento. Para

    ponerlo de otra forma, que no es la que usa Semn, es la voluntad revolucionaria forjada en su

    experiencia la que potencia la accin de la clase obrera en su lucha; en vez de que la acumulacin

    del capital en la Argentina reclame en determinado momento ciertas formas concretas de la lucha

    de clases que expresen la potencialidad de que la clase obrera imponga ciertas condiciones, oretroceda, efectivamente, en ese proceso.

    Cuanto ms plenamente esa conciencia expresada en ese Partido de la clase obrera se apropie

    de las determinaciones generales y especficas de la clase obrera en el desarrollo particular de la

    acumulacin de capital en ese espacio nacional, ms potente ser para expresar las necesidades

    genricas de su clase y las necesidades especficas que ella le reclame.

    BibliografaArico, Jos, Entrevistas 1974-1991. Ediciones Centro de Estudios Avanzados. UNC. Argentina.1999.

    16

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    32/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    33/36

    Brega, Jorge, Ha muerto el comunismo? El maosmo en la Argentina. Conversaciones con OttoVargas. EA. Editorial gora. Argentina. 3 edicin, 2008.Burgos, Ral, Los gramscianos argentinos. Cultura y poltica en la experiencia de Pasado yPresente. Ed. Siglo XXI. Argentina, noviembre de 2004.Bustos, Ciro, El Che quiere verte. La historia jams contada del Che. Editorial Vergara. 2007Cano, Diego, Critica a Che Guerrilla! 2009. En http://www.chebolivia.org/

    Cano, Diego, Entroncando con las masas? Notas sobre la crtica a la guerrilla de GuillermoLora, y la relacin de sta con los mineros en Bolivia. Agosto de 2009. Mimeo, a ser publicado enla revista Contratiempos.Diana, Marta, Mujeres guerrilleras, sus testimonios en la militancia de los setenta. EditorialPlaneta. 3 edicin 2006.Guilln Abraham, Entrevista. En Revista La Bicicleta. Revista de Comunicaciones libertarias, ao 1nmero 9 de 1978 en http://www.almeralia.com/bicicleta/bicicleta/ciclo/09/16.htmGuilln Abraham, Introduccin a Guerra de Guerrillas del Comandante Ernesto Che Guevara.Ediciones Provincias Unidas. Montevideo. Noviembre, 1967.Gonzlez, Ernesto (coordinador). El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina. PalabraObrera, el PRT y la Revolucin Cubana. Tomo 3, volumen 1 (1959-1963). Editorial Antdoto.

    Argentina 1999a.Gonzlez, Ernesto (coordinador). El trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina. PalabraObrera, el PRT y la Revolucin Cubana. Tomo 3, volumen 2 (1963-1969). Editorial Antdoto.Argentina 1999b.Iigo Carrera, Juan, El Capital: razn histrica, sujeto revolucionario y conciencia. Imago Mundi.Argentina 2008.Iigo Carrera, Juan, La acumulacin del capital en la Argentina. CICP. 1998.Moreno, Nahuel La revolucin Latinoamericana. Palabra Obrera. Bs. As. 1962. Fragmentoconsultado en el CEDINCI, denominado La teora del desarrollo combinado y las etapasrevolucionarias .Moreno, Nahuel, Argentina. Un pas en crisis. Editorial Estrategia. Argentina. Abril 1964a.Moreno, Nahuel, Dos mtodos frente la revolucin latinoamericana. Revista Estrategia, ao 1, n 2tercera poca, pg. 33 a 84, septiembre de 1964b. Tambin disponible en:http://www.marxists.org/espanol/moreno/obras/05_nm.htmMoreno, Nahuel. El Partido y la revolucin. Teora, programa y poltica. Polmica con ErnestMandel. Ediciones Antdoto. Buenos Aires, 1989.Nicanoff, Sergio, Castellano Axel, Las primeras experiencias guerrilleras en la Argentina. Lahistoria del Vasco Bengoechea y las Fuerzas Armadas de la Revolucin Nacional. EdicionesCCC. Buenos Aires. Noviembre 2006. Y Cuadernos de Trabajo n 29. Enero 2004.ODonnell, Pacho, Che. La vida por un mundo mejor. Editorial Sudamericana. Buenos Aires mayo2003.

    Pereyra, Daniel, Del Moncada a Chiapas. Historia de la lucha armada en Amrica latina. EditorialLos libros de la catarata. Madrid. 1994.Portantiero, Juan Carlos, Entrevista La creacin de insti tuciones . Revista Ojo Mocho n 1 Bs As,1991.Rot, Gabriel, Los orgenes perdidos de la guerrilla en la Argentina. La historia de Ricardo Masettiy el Ejrcito Guerrillero del Pueblo. Ediciones El Cielo por Asalto. Argentina. 2000.Semn, Elas y otros. Testigos de China. Carlos Prez Editor. Buenos Aires. 1968.Semn, Elas, Cuba miliciana. Ediciones Ubicacin. Argentina 1961.Semn, Elas, El Partido Marxista-Leninista y el guerrillerismo. Ediciones No transar. P. Socialistade Vanguardia. Buenos Aires. Diciembre de 1964.Tarcus, Horacio (director) Diccionario Biogrfico de la Izquierda en la Argentina. De los

    anarquistas a la nueva izquierda (1870-1976). Editorial Emec. Argentina. 2007.Soto, Amrico, Vidas y luchas de Vanguardia Comunista", Ediciones Nuevos Tiempos. 2004.

    17

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    34/36

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    35/36

    Rot, Gabriel, El Partido Comunista y la lucha armada, pginas 14 a 25 en Revista Lucha Armadaao 2, nmero 7, Buenos Aires Argentina, 2006.Tctica. Revista numero 1. Ediciones VR enero-marzo 1964.Tortti , Mara Cristina, El viejo Partido Socialista y los orgenes de la nueva izquierda.Prometeo libros. 2009.Vanguardia Comunista, Denuncias el falso comunismo de Codovilla. Folleto. Ediciones No

    Transar. 1965.Vanguardia Revolucionaria, artculos Construyendo El Partido, y Guerrillas, nueva forma de luchapopular. En nmero 2, 13 de mayo de 1964.Weisz, Eduardo, El PRT-ERP. Claves para una interpretacin de su singularidad. Marxismo,Internacionalismo e Clasismo. Ediciones CCC. Argentina. Noviembre, 2006.

    18

  • 7/25/2019 Diego Cano - Guerrilla

    36/36