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Diego de Robles e Interoceánica Círculo de Cumbayá Quito- Ecuador. email: [email protected] Lunes 26 de enero 2009 Año 3 Nº 8 2-3 PUBLICACIÓN QUINCENAL DE LA UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO 6-7 11 Gonzalo Mantilla El fundador del Colegio de Ciencias de la Salud de la USFQ recibió la prestigiosa condecora- ción Eugenio Espejo como reco- nocimiento a su dilatada trayec- toria. 5 Para ser grandes se necesita más que buen fútbol Quito es un embudo Quito está construida en una falla geológica, por lo que un terremoto es cuestión de tiempo. Por eso, los simulacros y otras medidas de pre- vención, no son una opción, sino una nece- sidad. Quito es un embudo Cuidado con el terremoto ¿Tiene salida el problema del tráfico en Quito? No existe una solución fácil: la topografía de la ciudad, la mala pla- nificación, la falta de infraestructura y la obsesión de los quiteños por el vehículo privado conspiran para las calles sigan siendo un calvario por muchos años más.

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Diego de Robles e Interoceánica Círculo de Cumbayá Quito- Ecuador. email: [email protected] Lunes 26 de enero 2009 • Año 3 Nº 8

2-3

PUBLICACIÓN QUINCENAL DE LA UNIVERSIDAD SAN FRANCISCO DE QUITO

6-7 11

Gonzalo Mantilla

El fundador del Colegio de Ciencias de la Salud de la USFQ recibió la prestigiosa condecora-ción Eugenio Espejo como reco-nocimiento a su dilatada trayec-toria.

5

Para ser grandes se necesita más que buen fútbol

Quito es un embudo

Quito está construida en una falla geológica, por lo que un terremoto es cuestión de tiempo. Por eso, los simulacros y otras medidas de pre-vención, no son una opción, sino una nece-sidad.

Quito es un embudo

Cuidado con el terremoto

¿Tiene salida el problema del tráfico en Quito? No existe una solución fácil: la topografía de la ciudad, la mala pla-nificación, la falta de infraestructura y la obsesión de los quiteños por el vehículo privado conspiran para las calles sigan siendo un calvario por muchos años más.

2 lunes 26 de enero -2009ACTUALIDAD

Muchos quiteños tienen un segundo hogar lla-mado auto. Es una suer-

te de habitación móvil en la que, dadas las actuales condiciones de congestión vehicular en la ciudad, pode-mos equipar nuestro clóset y, ahí mismo, prepararnos para empezar nuestra ruti-na.

¿ C u á n t o tiempo de nuestras vi-das se esfu-ma frente al volante de un a u t o m ó v i l ? Es posible que nos hagamos esta pregun-ta en algún momento de la rutina que seguimos diaria-mente. Por estos días, el parque automotor de la capital, con un aumento anual de casi 30. 000 au-tomóviles, parece ser parte esen-cial del paisaje urbano.

Quito parece estar padeciendo las consecuencias de la falta de planificación de diferentes ad-ministraciones. En abril de este año, el colapso del intercambia-dor conocido como “El Trébol”

provocó una emergencia vial sin pre-c e d e n t e s . A s i m i s m o, profundizó el debate acerca de la gestión del Cabildo en materia de movilidad.

Sin embar-go, hace tres meses, la al-caldía puso a disposición de la ciuda-danía el Plan Maestro de

Movilidad (antes llamado Plan Maestro de Transporte y Via-lidad). En dicho documento se reúnen todos los proyectos –con su respectivo presupuesto- que deberían ejecutarse hasta el 2025

para atender los requerimientos de movilidad. El plan se centra en tres ejes: ampliación de la red vial, atención a las necesidades de peatones y transportes alter-nativos, y mejoramiento de los servicios de transporte público.

En entrevista vía correo elec-trónico, Edmundo Arregui, gerente general de INNOVAR, empresa de desarrollo urbano de Quito, afirma que se han eje-cutado más del 90 por ciento de las obras planificadas, por lo que se pudieron reprogramar otros proyectos del Plan Maestro. No obstante, la nueva terminal te-rrestre de Quitumbe tiene un re-traso de más de un año (su aper-tura ha sido postergada desde junio del 2007). Según Arregui, una vez inaugurada la estación, se aliviará la congestión en pun-tos críticos de la urbe, así como también se articulará con la red de transporte urbano “Metrobus Q”.

Las críticas al planAlgunas organizaciones cri-

tican algunos puntos del Plan Maestro de Movilidad. Este es

el caso del colectivo “Quito para Todos”, una agrupación de ciu-dadanos que promueve al pea-tón como el principal actor de la ciudad. Entre sus campañas se encuentra “La Semana de la Mo-vilidad”, durante la cual se ha promocionado “El día sin auto” y otros proyectos relacionados. Así, quienes conforman “Qui-to para Todos”, a través de una publicación en su portal web, sostienen que la mayor parte de la inversión cae en la “lógica del automóvil”. Se tratan de obras orientadas a mejorar la vialidad que van en contra de una mayor inclusión de peatones y ciclistas.

Por su parte, Cristian Medra-no, subdirector de la fundación Ciclópolis –formada desde hace casi dos años- concuerda con que se destina una cantidad “impre-sionante” al sistema de vías, por lo que cabría una reestructura-ción de los presupuestos. Pese a esto, Medrano destaca que el plan se trata de un “buen paso” en el que, sin duda, “habrá que hacer arreglos en el camino”. En este aspecto, el representante de Ciclópolis participó en varios de

los foros que se desarrollaron en torno a la presentación del Plan Maestro de Movilidad.

El punto de partida Por otro lado, el presidente del

Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha (CICP), Carlos Peña-herrera, considera necesaria la reorganización del rol de la insti-tuciones municipales que se ocu-pan de la gestión de movilidad. De acuerdo a Peñaherrera, luego de este paso recién se podrían empezar a planificar las obras de otra manera.

Medrano concuerda en este punto al referirse sobre la im-plementación de la “cicloruta” en algunos sectores de la ciudad. “Existen muchos conflictos so-bre las competencias de las em-presas del Municipio”, añade el subdirector de Ciclópolis.

Algunas propuestas concretasQuito es una ciudad con más de 40 Km. de largo y casi 4 Km. de ancho, por lo que, a decir de Arregui, la ciudad tiene una “ca-pacidad restringida en espacio vial”. A esto se suma el hecho

Tráfico La ciudaden su

laberinto

La capital busca soluciones al congestionamiento vehicular. Desde septiembre de este año se discutió el

“Plan Maestro de Movilidad”, propuesto por la actual alcaldía. Mientras, los diferentes candidatos a la alcaldía

esgrimen el tema como de uno de los principales en sus campañas.

Miguel Loor

Desde el 2002 el Municipio trabajó en un pri-mer borrador denominado “Plan Maestro de Transporte y Vialidad”. Pero, el vertiginoso crecimiento urbano y el giro hacia políticas que prioricen el desarrollo humano en cuestio-nes de movilidad, desembocó en renombrar al documento como “Plan Maestro de Movilidad” (PMM).

El PMM es la guía con la que las siguientes administraciones municipales deberán trabajar dentro de los próximos 20 años. En él se encuen-tran las obras -y sus respectivos presupuestos- para el corto, mediano y largo plazo en diversos aspectos como vialidad, gestión del tráfico, mo-vilidad peatonal, transportación alternativa, transporte público, etc. Además, se constituirá

el Observatorio de Movilidad como un ente vee-dor de los proyectos se lleven a cabo.

El plan maneja un presupuesto de más de cua-tro mil millones de dólares hasta el año 2025 que será financiado por el Municipio, el Gobierno Central y a través de crédito interno y externo. Algunas de las obras contempladas incluyen la construcción de 15 corredores troncales de transporte público; también la prolongación de la avenida Simón Bolívar y la finalización de vía que conectará Quito con el nuevo aeropuerto.

Actualmente el PMM concluyó su fase de so-cialización. Es decir, varios sectores de la ciu-dadanía formularon sus sugerencias y observa-ciones al proyecto, previo a su aprobación en el Concejo.

El Plan Maestro de Movilidad

Datos interesantes- Un hombre ocupa½ m2 de pie y 1m2caminando. - El transporte públicode 2 a 10 veces másque el peatón. - El transporte privadode 10 a 50 veces más que el peatón. - La bicicleta 5 veces más que el peatón.

3lunes 26 de enero -2009ACTUALIDAD

Modelos de ciudades con

gestión de movilidad

Por estos días, Quito cuen-ta con un sistema masivo de transporte urbano que se ini-ció en la década de los noven-tas. Hoy por hoy, el sistema llamado “Metrobus Q” todavía no ha logrado articularse ade-cuadamente. Esta es otra de las metas propuestas por el Plan de Movilidad: “Elevar el nivel de servicio de Transporte Colecti-vo con sistemas de integración que permitan mejorar tiempos de viaje y disminuir costos al usuario. Incrementar la inte-gración física de los corredores de transporte público”.

En el PMM se reconocen algunas de las falencias del transporte público como una “deficiente cobertura de las ru-tas transversales y alimentado-ras” y “bajos niveles de eficien-cia en la operación”.

El actual sistema, de trans-portes de gran capacidad con carriles exclusivos, está basa-do en un exitoso modelo im-plementado en la década de los setentas en la ciudad de Curiti-ba, Brasil. La construcción de estas troncales representa un costo mucho más bajo en re-lación a la construcción de un tren subterráneo.

Sin embargo, en la publica-ción Sigma del CICP, el Ing. Cé-sar Arias, consultor en planifi-cación del transporte, explica que en Quito no se implantó una segunda etapa, denomina-da operación convoy (dos tro-les al mismo tiempo), en estos 13 años de servicio. Arias ex-plica en su ensayo que para un adecuado funcionamiento del “Metrobus Q”, es necesaria la decisión política y una gran ca-pacidad de gerencia por parte del Cabildo. Gracias a estos ele-mentos, dicho sistema de trans-porte masivo ha funcionado en ciudades como Goiania, Curiti-ba y Bogotá.

Además, Bogotá no es única-mente un modelo en lo que res-pecta al desarrollo del trans-porte masivo. El subdirector de Ciclópolis, Cristian Medrano, expone que en la capital colom-biana el 4% de la población se moviliza en bicicleta, a través de 300 Km. de ciclovía, “un lo-grazo” desde su perspectiva.

de que este año, los transportes motorizados alcanzarán, aproxi-madamente, las 450.000 unida-des. En este contexto, ¿cuáles podrían ser algunas de las solu-ciones concretas para optimizar la vialidad y movilidad?

Para Peñaherrera una de las opciones pasa por reubicar algu-nos centros de servicio; es decir, algunos hospitales y varios es-tablecimientos educativos a los que acuden grandes cantidades de personas. Adicionalmente, el gremio al que representa ha rea-lizado estudios para la construc-ción de un subterráneo, al que mira como una salida “obligada” a medida que crece la urbe.

La Empresa de Desarrollo Ur-

bano de Quito, INNOVAR, ma-neja una propuesta parecida: el Tren Ligero de Quito (TRAQ). Este sistema de transporte ma-sivo cubriría una ruta longitudi-nal entre el extremo norte y sur de la ciudad, aunque por ahora únicamente se encuentra en la fase de estudios.

Alternativamente, la Funda-ción Ciclópolis trabaja en disua-dir el uso del automóvil, dado que cada vehículo particular en Quito, en promedio, transporta a 1,7 pasajeros. La organización lidera varios proyectos en be-neficio de la recuperación del espacio público y la cultura físi-ca. Hoy más de 50.000 personas acuden a los “ciclopaseos” que

se realizan los domingos en la capital, señala Medrano. En este aspecto, recientemente el Conce-jo Municipal expidió una orde-nanza para la promoción de la transportación en bicicleta.

Pero en definitiva, la salida al constante embotellamiento en

el que se encuentra la ciudad no radique solamente en la compe-tencia del gobierno local de tur-no, sino también en las actitudes que la ciudadanía adopte a favor de un mejor estilo de vida. Y de cuánto tiempo y atención decida-mos darle a un volante.

Por medio de un desglose de la inversión, realizado por el movimiento “Quito para Todos”, de cada 100.000 dólares que se invierten en el Plan Maestro de Mo-vilidad, 17 dólares se destinan al peatón (0.017%), 86 dólares para las bicicletas (0,086%), 1.000 dóla-res para la gestión de tráfico (1%), 5.700 dólares para transporte público (5,7%), 22.300 dólares para el tren urbano (22, 3%) y 71.00 dólares para vialidad (71%)

Entre el camino a la universidad, al trabajo o a cualquier lu-gar durante las horas pico, podemos derrochar una considera-ble cantidad de tiempo de nuestras vidas al interior de un au-tomóvil.

Supongamos que diariamente nos encontramos en dos embo-tellamientos de 15 minutos cada uno, que resultan en 30 minutos por cada jornada. Multiplicado por los 30 días de un mes se con-vertirán en 900 minutos que, a su vez, significan 10 800 minutos por año. En teoría, una persona conduce entre los 18 y 60 años, o sea, tendríamos 42 años para manejar “bien”. Recordemos que durante este tiempo destinamos 10.800 minutos a lidiar con el tráfico y a soltar algún improperio o gesto obsceno al conductor de al lado. Como resultado nos sumergiremos 453.600 minutos en una marea de carrocerías. Este tiempo se traduce en 315 días, casi un año.

Este cálculo sólo se basa en el tiempo que se esfuma en medio de un embotellamiento, sin considerar lo que pueda tomarnos cubrir las distancias hacia donde nos movilizamos.

(Basado en una idea del blog de Madrid. Ciudadano M)

Un año de vida en el volante

4 lunes 26 de enero -2009OPINIÓN

Relaciones Públicas: Alexandra Polanco. Marketing y Publicidad: Sara Flores. Diseño y Diagramación: G&R Comunicación Gráfica. Distribución: James Keeble. [email protected]

Aula Magna es un periódico democrático y liberal, sin fines de lucro, comprometido con la defensa de los derechos y las libertades de los ciudadanos. Las opiniones vertidas en el medio no comprometen a la Universidad San Francisco de Quito como institución, ni a sus autoridades. Los puntos de vista de la página de opinión son exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la posición del medio.

Con frecuencia se afirma que una de las características permanentes del ser humano es su predisposición al cambio. Esta voluntad se puede presentar de diferentes maneras que, a su vez, según la persona, apuntan hacia diversos tipos de ob-jetivos: académicos, profesionales, simplemente humanos, financieros, entre otros. Sin embargo, en mayor o menor grado, el deseo de una mejor condición de vida es una constante frecuente. Para lograrlo, un camino es el esfuerzo personal conjunta-mente con el trabajo y una dosis de fortuna, y otro, la espe-ranza o expectativa de que el destino otorgue la gracia correspon-diente o que se cum-plan los ofrecimientos de los políticos que, en compensación por el voto, prometen el cum-plimiento del cambio anhelado.

Desde 1979, en el Ecuador hemos vivido, con altibajos, el perío-do democrático más largo de nuestra historia: una de-mocracia imperfecta, limitada, res-tringida, a ratos una mera fachada, pero con un potencial mayor y mejor que un régimen dictatorial. Eso sí, se debe anotar que a través de estos treinta años, nuestros gobernantes han llegado al poder enarbolando la mencionada promesa, plasmándola en sus respectivos slogans de campa-ña. “La fuerza del cambio”, propuso Jaime Roldós; “Con León sí se pue-de” , aseguró León Febres Cordero, para posteriormente volverse más pragmático con su célebre “Pan, te-cho y empleo”; Rodrigo Borja aclaró que “Ahora le toca al pueblo”; Sixto Durán señaló “Un nuevo rumbo” basado en “El poder de la experien-cia”; Abdalá Bucaram proclamó “La fuerza de los pobres” y enfati-zó “Primero los pobres, después esa gente”; Jamil Mahuad declaró que él sí “Sabe qué hacer y cómo hacer-lo”; Lucio Gutiérrez nos invitó a que nos uniéramos “Juntos contra la co-rrupción”; Rafael Correa, finalmen-te, luego de blandir y amenazar con “Dale Correa”, anunció que “La pa-tria vuelve” y, una vez que la patria volvió, diariamente nos recuerda que “La patria ya es de todos”.

Los slogans citados señalan la necesidad de un cambio y, a su vez, ungen al respectivo candidato como el garante de su ejecución. Las pa-labras suelen motivar, emocionar,

crear ilusiones y su incumplimien-to debería convertirlas en retórica vacía que genere frustración y es-cepticismo. Lamentablemente, ante la ausencia de opciones concretas y reales, un buen porcentaje de la po-blación se aferra a la fácil expecta-tiva de que el ofrecimiento se haga una realidad.

En la actualidad se anuncia el surgimiento de una nueva época, un cambio de época. Con el comienzo del año, me parece oportuno señalar unos pocos puntos que ojalá se den en el Ecuador de esta nueva época a

fin de sentirla diferente, valorarla y evitar que se convierta en un slo-gan más, a fin de impe-dir que nuestra “demo-cracia” se debilite. Que haya una definición cla-ra del rumbo hacia dón-de pretende ir el país. Que se respete la nueva constitución en todos sus aspectos, no solo en los que convienen en el momento. Que se pro-mulguen reglamentos

claros para los procesos de selección. Que se tomen decisiones basadas en un proceso de reflexión y de diálogo y no en la novelería o en la dificultad de dar marcha atrás una vez que se han verbalizado públicamente ideas poco acertadas. Que se escuchen vo-ces diferentes. Que haya un respeto mutuo entre autoridades y medios de comunicación. Que, en el ámbito internacional, se fortalezcan las re-laciones comerciales y de amistad con países afines, con quienes más nos convenga en términos reales y no ideológicos. Que quien piense de manera diferente no sea considera-do enemigo de la patria. Que se im-plementen medidas que estimulen la creación de fuentes de trabajo, no que las restrinjan.

Para que realmente se dé un cam-bio no son suficientes las palabras, se necesitan acciones equilibradas y coherentes y la conciencia de que todos podemos y debemos conver-tirnos en parte del cambio: involu-crándonos, cuestionando, cooperan-do, dejando de ser espectadores. La mejor manera de iniciar el cambio es cumplir con excelencia nuestras labores diarias, desempeñarlas de manera óptima y responsable --no importa el espacio en el que nos des-envolvamos-- y no seguir esperando que milagrosamente se cumplan los eslogans que tan poco fruto han ren-dido en las últimas tres décadas.

En los días pasados se enfriaron las relaciones entre Brasil e Italia, países con una tradicional amistad debida también a la inmigración. El go-bierno italiano ha mostrado su inconformidad con la decisión del brasileño, presidido por Lula da Silva, de filiación izquierdista, de no conceder la extradición del asesino y terrorista Cesare Bat-tisti. Hagamos un poco de historia para la mejor comprensión de estas minucias que vinculan a la izquierda que tiene buena prensa, la de Lula y sus socialistas amigables, con aquella que no tiene prensa, la de los asesinos de Proletarios Armados por el Comunismo y otros grupos similares como las brutales Brigadas Rojas.

Allá por 1978, en “los años de plomo” de los ita-lianos, Battisti asesinó a sangre fría a dos policías y a dos pequeños comerciantes y dejó paralítico al hijo de uno de ellos, de 15 años de edad, por un tiro en la columna vertebral. Los jueces condenaron a Battisti a dos cadenas perpetuas pero él ya había huido de la cárcel antes de la sentencia y recibió re-fugio en Francia por la protección brindada por el camaleónico François Miterrand, el mismo que en sus años mozos fue colaborador de los ocupantes nazis y luego se transformó en socialista.

Hace dos años Battisti fue localizado en Brasil y detenido por petición de la justicia italiana. Todos quienes opinan que los criminales deben ser casti-gados luego de un juicio justo y con la debida defen-sa han quedado defraudados por Lula, pues su mi-nistro de Justicia acaba de declarar que Battisti no

será extraditado porque “en Italia sería perseguido a causa de sus opiniones políticas” . Este ministro ha llegado a afirmar que es su obligación defen-derlo de posible asesinato por la mafia o la CIA en caso de ir a una prisión en Italia, en consecuencia le será otorgado el asilo político. En cuanto a en-contrar disculpas para acciones abiertamente irra-cionales estos señores son insuperables: alcanzan cotas nunca holladas en el realismo mágico.

Para Tarso Genro, ministro de Justicia de Brasil, y para su presidente Lula da Silva, Battisti no es un asesino confeso y condenado por un tribunal legí-timo, no es un terrorista despiadado, sino un com-batiente heroico contra el estado burgués opresor, es uno de tantos adultos de hoy que fueron jóvenes combatientes idealistas por un mundo mejor. No importa si dejaron tras de sí un reguero de sangre y de pólvora. Sangre de sus inocentes víctimas, ni siquiera pertenecientes a las altas finanzas o la gran industria. Pólvora de sus pistolas asesinas disparadas a traición en nombre de una desquicia-da justicia proletaria.

Battisti, Lula y Genro no perderán el sueño, al contrario, sentirán el dulce calorcillo de los actos trascendentes en aras del progreso. Mientras tanto Alberto Torregiani, huérfano y en silla de ruedas desde 1979 rumia cada noche de insomnio su dolor, su frustración, su ansia de justicia sin término y sin solución. Y nosotros nos acordamos del Che, de las FARC, de Alfaro Vive.

La cabra tira al monteCarlos [email protected]

A mi entender, el sistema financiero cae porque el gobierno de los Estados Unidos intervino en el mercado. Ofreció, a través de dos bancos con nom-bres bien chistosos (uno se llama Chistosa Mae), créditos a intereses fuera de lo que el mercado sugería para que los bancos comunes y corrientes los traspasen a “los pobres” que querían tener su casita y, además, disminuyendo los estándares ne-cesarios para garantizar los préstamos. El primer efecto fue la especulación: comprar casas para ven-derlas en un plazo corto con ganancia. Los bancos emitieron papeles sobre el dinero que llegaría y, como las propiedades no estaban bien respaldadas, los bancos empezaron a sufrir el no pago. Todo esto a pesar de que el sistema sí estaba regulado por el gobierno, pero de forma cada vez más débil.

Así, después del tremendo susto de hace pocos años por la caída del sistema de ventas de bienes raíces porque los deudores no pagaban, los bancos empezaron a tener más problemas. Ahora, apare-ce Papi en su ayuda para que la caída no sea tan terrible y comete el grave pecado de ayudarles im-primiendo billetes (como el Ecuador del siglo pa-sado).

Si las fábricas de zapatos tienen problemas por-que, digamos, produjeron demasiados zapatos, los han entregado a los almacenes, los almacenes no pueden venderlos porque la gente no compra, ¿debe salir Papi y protegerles a los pobres productores que no pueden cubrir las facturas de los proveedo-res de materiales y servicios? ¿Debe Papi, además, salir al mercado a proteger a los pobres comercian-

tes de zapatos que no pueden pagar a los produc-tores y tienen las bodegas llenas de zapatos? Si lo hace, está protegiendo a los comerciantes y produc-tores que hicieron un mal negocio y favoreciendo injustamente a un grupo con la plata de todos (con los impuestos o con la producción de billetes falsos que van a producir una subida general de los pre-cios que va a empobrecer a todos).

No sólo que el gobernante de los EEUU, sino tam-bién el supuesto presidente liberal de Francia y de-más, dicen lo políticamente correcto: que es culpa del mercado. Nunca dirían que fue el gobierno el que causó la crisis y que por lo tanto van a apoyar a los morosos e irresponsables imprimiendo dine-ro falso (no respaldado por objetos reales: produc-ción).

Cuando en el mercado, aquel al cual usted acude para comprar pan, uno hace un mal negocio, uno paga con más trabajo para recuperar el negocio, quiebra o se cambia de negocio. O las tres. Tene-mos otro ejemplo de que el enemigo del ciudadano es el gobierno, por meterse en lo que no debe, la vida de los ciudadanos, a través de regulaciones o en acuerdo con sus amigos de siempre. La única función del gobierno burgués debería ser proteger al ciudadano, así como el del monárquico es prote-ger al rey y a su corte.

La macroeconomía, la del gobierno, está íntima-mente ligada a la política y alguien saldrá ganando del salvaje salvataje que producirá otra corrida o estancamiento.

La crisis solidariaSantiago Gangotena González

La promesa de cambioJosé Julio Cisneros [email protected]

La mejor ma-nera de iniciar el cambio es cumplir con excelencia nuestras la-bores diarias

5lunes 26 de enero -2009EVENTOS

La medicina no era una dis-ciplina tradicional de la familia de Gonzalo Manti-

lla. En su caso, lo lógico hubiese sido que se dedicara al periodis-mo; era la profesión típica en su grupo familiar y, además, él había sido el primer varón de su generación en nacer dentro del clan. Sin embargo, ya desde el nacimiento su vida apuntó hacia otro lado.

“Nací extremadamente prema-turo; en la casa”, cuenta Manti-lla. Su condición era muy deli-cada y la tarea de darle atención médica recayó en un tío abuelo suyo, el renombrado médico Car-los Andrade Marín. Con esa ex-periencia, nació en Mantilla una mezcla de admiración y agrade-cimiento que hizo que se intere-sara, desde niño, en la medicina. Hasta hoy Mantilla se refiere a Andrade Marín como “quien me salvó la vida”.

La inspiraciónMantuvo la relación con su

mentor y se fue involucrando en el mundo de la medicina. Cuan-do el Congreso Mundial de Pe-diatría se llevó a cabo en Quito, Andrade Marín le pidió a Manti-lla, quien aún era estudiante de secundaria en el Colegio Ameri-cano, que trabajara como traduc-tor. “No me quedó ninguna duda de que tenía que ser pediatra”, dice. Poco después, Andrade Ma-rín falleció en un accidente de aviación. La viuda, confiada de que el joven seguiría los pasos de

su difunto esposo, le entregó su inmensa biblioteca pediátrica.

Terminó el colegio y fue a Es-tados Unidos. Estudió premedici-na en la George Washington Uni-versity. Luego ingresó a la Johns Hopkins University, el más pres-tigioso centro de enseñanza de la medicina en el mundo, donde fue alumno de Victor McKusick, pionero en el estudio de enferme-dades genéticas.

La fuerza de la disciplinaEl nacimiento prematuro ha-

bía dejado a Mantilla ciego de un ojo. Al mismo tiempo, tenía dis-lexia. Sin embargo, todo esto, en lugar de desanimarlo, lo fortale-ció. “Yo tenía que estudiar veinte horas cuando el resto estudiaban una. Así siempre fue mi vida”, afirma. Desde un inicio se acos-tumbró a estudiar, todos los días, al menos hasta las dos de la ma-ñana; sus amigos le tildaban de “encamotado con el estudio”.

Se graduó de médico tanto en los Estados Unidos como en el Ecuador. Aquí, fue dirigente es-tudiantil y, cuando la dictadura clausuró la universidad, puso sus conocimientos al servicio de la facultad para continuar con la enseñanza. “Llegamos a tener un anfiteatro en mi casa”, cuenta.

Regresó a los Estados Unidos y se especializó tanto en pediatría como en medicina natal y peri-natal. Lo hizo en la Universidad de Gainesville, en Florida, en la que empezó a enseñar apenas se graduó.

PersecuciónSu relación con esa institución

se fortaleció gracias a un episo-dio dramático. Mantilla acababa de regresar al Ecuador cuando se produjo el secuestro y asesina-to del empresario José Antonio Briz López.

El padre de Mantilla era para ese entonces presidente del pe-riódico El Comercio y en el Ecua-dor había una dictadura. “Había una animosidad contra el dia-rio:, recuerda. “Fui, por razones inexplicables, tomado preso y torturado por la dictadura”.

Los militares, cuenta Mantilla, lo acusaban de ser el asesino de José Antonio Briz ya que, asegu-raban, “un experto anatomista

le había cortado la cabeza” (Briz López fue decapitado por sus se-cuestradores). También captu-raron a los hijos y a la esposa de Mantilla. “Pasaron 15 días en los que voltearon mi casa y metie-ron retroexcavadoras. Pasamos torturas. Esa historia debería es-cribirse en un libro sobre lo que puede hacer una dictadura para liquidar a una familia”.

Quien intercedió por ellos fue el gobernador del estado de Flo-rida, de Estados Unidos. Los pro-fesores de la universidad, al en-terarse de la captura, le habían pedido al funcionario que defen-diera a Mantilla ante el gobierno ecuatoriano. Fue liberado, salió del país y obtuvo la doble nacio-nalidad.

Retos y proyectosMantilla fundó, con otros co-

legas, el Hospital Metropolitano. Luego, en el gobierno de Rodrigo Borja, fue director del INNFA y del Hospital Baca Ortiz, donde creó la Fundación Baca Ortiz e inauguró las subespecialidades pediátricas. Después, participó de la creación de la primera fa-cultad privada de medicina en el Ecuador, la de la USFQ.

Hoy, Mantilla es gerente direc-tor médico del Hospital de los Va-lles. Se encuentra, entre muchas otras cosas, preparando la acre-ditación del hospital por la Joint Comission (la misma institución que certifica a los hospitales en los Estados Unidos).

Cuenta que la Condecoración Eugenio Espejo lo sorprendió. “Lo ofrezco a todas esas perso-nas que han contribuido para que la profesión haya ido adelan-te. Si he logrado algo es porque soy una persona que trabaja en equipo. A mí la condecoración no me viene”.

Amparado en sus décadas de experiencia Mantilla está con-vencido de qué es lo que se ne-cesita para ser un buen médico. “Uno tiene que ser dueño de su propia disciplina, practicar el aprendizaje de por vida. Con el paciente, hay que tener comuni-cación y honestidad, y con los co-legas compartir responsabilida-des y hacer el trabajo en equipo. Por último hay que conocer las propias limitaciones”.

Perfil

“Encamotado con el estudio”Gonzalo Mantilla, fundador de la Facultad de Medicina de la USFQ, re-cibió la Condecoración Eugenio Espejo del Concejo Metropolitano de Quito, un valioso reconocimiento a expertos destacados en las cien-cias. El estudio y las iniciativas profesionales han sido constantes en sus cuatro décadas de ejercicio profesional.

Gonzalo Mantilla es hoy gerente di-rector médico del Hospital de los Valles. También ha tenido a su cargo la gerencia del Hospital Metropolitano, del INNFA, del Hospital Baca Ortiz y de la Facultad de Medicina de la USFQ.

6 lunes 26 de enero -2009POLÍTICA

¿Cómo terminó usted in-volucrándose con la polí-tica?

Fui profesora por muchos años y sentí necesidad de vincularme más con el trabajo social. Vi que desde ese ámbito se puede ayudar a la gente, pero no puedes encon-trar soluciones claras, profun-das, integrales. Necesariamente, si quieres ayudar a una transfor-mación profunda hay que entrar a la política. Desde lo político es donde puedes hundir a la gente o ayudarla a que resuelta sus pro-blemas. Antes yo tenía el mismo concepto de política que la mayo-ría de la gente: algo horrible, lle-no de corrupción, en donde de in-sultan, te vejan y te calumnian.

Primero participé en gobier-nos locales. Había acumulado ca-pital social y pensé, ingenuamen-te, que en ese momento, eso era suficiente para entrar a la políti-ca. Enfrenté oposición, que iban desde que yo era mujer, “están locos, lo primero que va a hacer es llorar cuando tenga que parar-se frente a los sindicatos?”, pobre “no tiene plata para la campaña, no ofrece nada”, otros porque era negra “nunca ha habido un alcal-de negro y por lo tanto los negros no votan por una negra”. Otros decían, “esa mujer es honesta, así que si llega a la alcaldía ¿qué? No va a caerse con nada”.

Yo formé un movimiento in-dependiente pequeño. No gana-mos, pero, entre 11 o 12 candi-datos quedé en cuarto lugar. La máxima ganancia que tuve de esa experiencia fue el cambio de imagen, de una activista social, a una política.

¿Cuándo surgió UNO (su mo-vimiento anterior)?

Estaba trabajando en una ONG y ahí también estaba San-tiago Rivadeneira. Los objetivos de la ONG eran la lucha contra la corrupción, la reducción de la pobreza y otros grandes objeti-vos. Me encontré con lo mismo: las decisiones sobre esos temas las toman los políticos, no los ac-tivistas sociales. Yo ya me decía que cuando entrara en política no lo haría jamás con un partido tradicional, sino con un partido nuevo.

Una de las cosas que decíamos era que el país requería de una política nueva que fuera capaz de aglutinar distintas fuerzas: so-ciales, políticas y empresariales. Para poder trabajar y concertar como país. Ese era el sueño de toda mi vida.

¿Tuvo algo que ver el triunfo de Correa con el surgimiento del movimiento?

Sí y no. No me convencía el triunfo de Correa. No me gustaba su forma de hacer política, exclu-yendo. De confrontación. El país no necesita eso. Desde que era Ministro, no me gustaba, porque descalificaba. Tiene una política de confrontación muy profunda. Cuando la gente confronta no es posible dialogar. Esto no es lo que necesita el país. Puede ser que en este momento, en la política, era lo que necesitaba la gente, pero no el país. Nosotros no necesita-mos volvernos incondicionales de un gobierno muy popular, sino generar una nueva visión política, que buscara el diálogo,

la concertación, los acuerdos y que pueda llevar adelante lo que nosotros llamamos un liderazgo compartido.: un empresario, un baquero y una activista social.

¿Qué tan sensato fue lanzarse para la Asamblea en las con-diciones en que estaban?

Fue una audacia. Pero siempre digo que cuando uno quiere cons-truir un proyecto, uno tiene que ponerse al servicio de éste. Para mí la audacia más grande fue asumir la posición de candidata

nacional. El movimiento decidió que yo asumiera esa candida-ta. Sabíamos que ganar era casi imposible, tanto por las condi-ciones del movimiento y porque nos enfrentábamos a un huracán llamado Rafael Correa. Yo dije, en política, hay que trabajar y recordé una frase que me gusta, que no es mía: “en política, hasta perdiendo se gana”. Entonces me lancé.

¿No hubiera sido en ese enton-ces mejor una alianza entre UNO y grupos como Futuro Ya (de Pablo Lucio Paredes) y la Unión Demócrata Cristia-na ¿Por qué se lanzaron cada quién por su lado?

Lo intentamos. Pasamos un montón de tiempo tratando de juntarnos. Fue muy complicado. Primero, la gente y los partidos se sobrevaloran. Cada cual cree que es la máxima figura y que tiene que poner condiciones. En-tonces todo el mundo pone con-diciones. Todo el mundo pensaba que era el más fuerte.

¿No se trataba de diferencia de propuestas?

No. Eran cuestiones de prejui-cios y de sobrevaloración. “Que ustedes son de la derecha y yo de la centro izquierda”, “que ustedes están en la derecha ex-trema y yo nomás en la centro derecha”. Como las discusiones de estos últimos tiempo han sido tan ideológicas, el de izquierda no quiere juntarse con el de la derecha. Y además de eso, todas las condiciones y exigencias que cada uno pone.

Como asambleísta, usted pa-reció decepcionarse, desespe-rarse, paulatinamente ante lo que sucedía en Montecristi. ¿Por qué sucedió eso?

No era una ingenuidad. Yo sabía que era un momento muy complicado. Pero lo que yo pre-sentía, dentro de lo que iba a ser la Asamblea, fue una gran decepción. Yo no entiendo que, por más que haya alguien que presente propuestas coherentes, no se pueda dialogar porque se está a la izquierda o a la derecha. Además, en esa Asamblea había gente que yo creía que conocía muy bien, porque era gente con la que había militado por años. Pero esa gente se transformó. Todo lo que habíamos defendido desapareció.

Yo actuaba por sentido co-mún, con sinceridad. Fue duro ver cómo cosas racionales, nor-males, no eran aceptadas. Por ejemplo, nunca imaginé que la justicia tuviera ideología. Vivir eso fue muy feo. La misma forma de sentir del Presidente la tenían sus asambleístas. No era una dis-cusión, sino una descalificación. Eso me hizo sentir que el país ha-bía sido engañado. Además, ese circo le costó mucho al pueblo ecuatoriano. No era necesario.

Usted siempre ha evitado el calificativo de derechista. ¿Por qué siempre hay una es-pecie de alergia, de miedo, a calificarse como de derecha? La gente de izquierda no tiene ese problema.

Es una parte de mi personali-dad: no me gustan los extremos.

La vida nome ha

regalado nadaLa política esmeraldeña habla acerca de sus inicios, de la Asamblea y de la situación actual. Defiende la importancia de la concertación y de generar oportunidades económicas para el

grueso de la población.

Mae Montaño

Cuando la gente con-fronta no es posible

dialogar. Eso no es lo que necesita el país.

Puede ser que en este momento, en la políti-ca, era lo que necesi-taba la gente, pero no

el país.

7lunes 26 de enero -2009POLÍTICA

Las posiciones extremas y esos membretes no me gustan. Para mí, ponen límites a la gente. Todo se basa en estereotipos.

¿No es acaso capaz de conde-nar a alguien, de distanciarse por motivos ideológicos?

No, para mí lo que cuenta es la persona, sus valores y sus pro-puestas. Hay gente que se califi-ca de izquierda, pero cuando ves sus propuestas no tienen nada de izquierda. Las posiciones ideoló-gicas no cuentan, lo que cuenta es las soluciones.

¿Cree usted que un programa político basado en ideas como la libertad, la empresa o el emprendimiento, elementos que podrían asociarse con la derecha, puede tener futuro en el Ecuador?

Una vez me invitó un grupo de congresistas norteamericanos, en el gobierno de Palacio, para discutir sobre el Tratado de Li-bre Comercio. Yo les dije “nadie en la vida defiende algo que no siente como suyo y nadie defien-de algo que no sienta que le va a dar beneficios”. Si la mayoría del pueblo ecuatoriano no siente que algo que es suyo, que le va a dar beneficios, no lo va a apoyar. Lo

primero que se tiene que hacer es incluir a la gente para que siente que tiene oportunidades, que es posible tenerlas. Cuando la gen-te sienta eso, podrá valorar las libertades y el emprendimiento. Mientras tanto, no.

Se suelen citar diferentes ele-mentos como obstáculos para el desarrollo del Ecuador, ¿cuál considera usted que es el principal?

Los ecuatorianos somos emi-nentemente emprendedores. Leía unos informes de análisis que habían hecho en España y salía que entre los inmigrantes el grupo más emprendedor era el de los ecuatorianos. ¿Por qué cuando salen del país cambian su comportamiento? Se vuelven dinámicos, activos, aprovechan las oportunidades? Es por el entorno. Porque el entorno es distinto. Son los mismos ecuato-rianos, con la misma educación, pero llegan, emprenden, respe-tan las leyes, las reglas.

Las instituciones, la posibili-dad de que si te esfuerzas tendrás posibilidad de surgir, la seguri-dad, todo eso hace la diferencia. La gente siente que las reglas es-tán más claras y que se cumplen. En eso, más allá de otros campos,

creo que es donde más cojeamos aquí.

¿El ser afroecuatoriana le ha cerrado muchas puertas?

Nunca me detengo mucho en las que se me han cerrado. Re-pito: en política hasta perdiendo se gana. No gané la alcaldía, pero gané una presencia pública y un reconocimiento de cierta gente que, indirectamente, me llevó a la gerencia del puerto de Esme-raldas, la primera mujer en ha-cerlo.

Siempre que se cierra una puerta se abre otra. No puedo ne-gar que hay discriminación, ra-cismo, pero hasta en eso hemos avanzado. Siempre comento qe cuando llegué al puerto necesita-ba un chofer. Ninguno de los cho-feres quería ser mi chofer. “No voy a ser chofer de una negra”, decían, y eran todos negros. Al-guien comentó también una vez “Mae Montaño es negra, pero es inteligente”.

¿No cree también que el ser afroecuatoriana, al mismo tiempo, le abre puertas que no se le abrirían a un mestizo co-mún y corriente?

A veces hay quejas de ese tipo, pero no me doy por aludida.

¿Qué tanto trabajo le exige la política?

Yo soy una mujer que asume las responsabilidades a plenitud. He sido formada así. Cada cosa que he conseguido, por más pe-queña que sea, la he tenido que conseguir a brazo partido. La vida me ha dado oportunidades, pero no me ha regalado nada. A donde voy, asumo la responsabili-dad. Tenemos una vida de perro, trabajando hasta la madrugada, peor ahora con movimiento nue-vo que demanda mucho trabajo. La que más sufre siempre es la familia.

¿Hasta cuándo cree que dura-rá la hegemonía de Correa? ¿En qué escenario consigue imaginarse un declive del go-bierno?

Realmente no lo sé. No va a depende de Rafael Correa y sus aliados, porque, por lo que vi, a sus aliados, de los proyectos que

tiene a la mano y por lo que se refleja en esta Constitución, la idea de él es quedarse por mucho tiempo en el poder. El fin y el ob-jetivo es quedarse mucho tiem-po. Se pelearán, se bronquearán, pero saben hacia dónde van.

Va a depender de nosotros, del resto. De que entendamos de que más allá de proyectos electorales hay que inventar un proyecto de gobierno. Ese proyecto no es un proceso de concertaciones entre actores políticos. “Juntémonos entre todos para destruir a Co-rrea”, por ejemplo, no es un pro-ceso serio. No puede ser un fin. Juntémonos todos para construir un plan de gobierno verdadero para este país. Ese progreso solo se va a gestar cuando seamos capaces todos, actores sociales, políticos y del sector productivo, de juntarnos con nuestros roles e intereses.

¿Qué prefiere entre ser políti-ca y activista social?

Quiero seguir siendo identifi-cada como una activista social, más que como una política. Lo que ahora soy es una activista social en la política

En política, hasta perdiendo se gana. Entonces, me lancé.

8 lunes 26 de enero -2009CIENCIA

Cada 100 años, aproxima-damente, hay un terre-moto fuerte en Quito. El

último fue hace 149 años, lo cual significaría que el próximo será más intenso, debido a la energía acumulada. Así mismo, la gente, mientras más tiempo pasa, se preocupa menos y olvida más, por lo que la vulnerabilidad también aumenta. ¿Cómo sobre-llevaremos los ecuatorianos un próximo desastre natural?

Sin memoria “El fenómeno aquí es la pérdi-

da colectiva de la memoria”, dice Theofilos Toulkeridis, doctor en geología y geoquímica. “La gen-te simplemente olvida lo que ha ocurrido y por eso nunca apren-de del pasado”. La historia y los desastres ocurridos se repiten porque la gente no sabe cómo se procede para sobrevivir a un te-rremoto.

Una encuesta del Centro de Geología, realizada a 3.605 pro-fesores y estudiantes de todo el país, reveló que más del 50% cree que es poco probable que exista un terremoto de alta intensidad en un mediano a corto plazo en Quito o su ciudad. 54% piensen que los terremotos son poco pro-bables o improbables. El 82.3% no está preparado para un sismo. 63% no sabe a donde ir en caso de una erupción volcánica o de inundaciones. 66% piensan que los tsunamis son poco probables o improbables en las costas ecua-torianas.

Debemos tomar en cuenta que los tsunamis sí han existido en Ecuador y pueden darse en cual-quier momento. Desde 1808 hasta 1979 se han registrado 11 de ellos. Además, un tsunami fuerte (8.8 en a escala de Richter) cobró 500 víctimas en 1906. En el siglo pa-sado los terremotos han acabado con la vida de 11.000 personas y los deslizamientos (que algunos pueden ser fruto de un movi-miento telúrico) con 23.000 más.

Quito en la fallaLo que afectará a Quito no son

los volcanes, sino los terremotos, ya que sus efectos secundarios (deslizamientos, inundaciones, techos y edificios colapsados, tsunamis, etc.) matarán a la gen-te. En el caso de la falla trans-formal, su movimiento es en la superficie y no da tiempo para reaccionar. Cuando la onda es profunda, entre la primera y la segunda se puede hacer algo. Puede ser que el epicentro no esté en Quito, pero la ciudad se afecta debido a la inestabilidad de su suelo. Éste no está asen-tado en rocas sino en ceniza, pi-roclastos y otros materiales que son muy suaves. Por lo tanto, cuando hay un temblor, el suelo se mantiene en movimiento y así se destruye todo.

Los edificios en la ciudad no son sismo-resistentes. Un estu-dio realizado en el 2004 develó que menos del 0.2% de los edifi-cios son aptos para aguantar un terremoto.

¿Qué hago?Muchas personas no sabrían

qué hacer en el caso de un terre-moto. Vanesa Salazar, estudiante de la Universidad San Francisco de Quito, comenta que “las per-sonas deberían concienciar so-bre la ignorancia que existe en el caso de que se dé un terremoto”.

El momento del movimiento se debe buscar algo seguro para protegerse y después salir a un lugar abierto. No se debe poner debajo de las mesas porque si el techo colapsa, la mesa también y las personas debajo se aplastan. Mejor es botar la mesa o una silla y crear el “triángulo de la supervivencia”. Debajo de las puertas no es seguro porque son solamente frágiles.

Realización de simulacrosEn el edificio de las Naciones

Unidas se han realizado varios simulacros. “Todavía no logra-mos que el ejercicio salga exce-lente”, comenta Martha Llanos, responsable de la seguridad en las Naciones Unidas. “Siempre va a haber error. Lo importante es que vayamos regulando, orga-nizando y eliminando eso”.

Hace poco se realizó un si-mulacro en la Universidad San Francisco de Quito. “No se aleja-ban de las ventanas”, dice Pablo Quiñones, estudiante de la ins-titución. Además, comenta que durante el simulacro hubo va-rios comentarios de que “es una pérdida de tiempo” y “esto no sirve”. La gente da poca impor-

tancia porque no sabe la verda-dera magnitud de lo que podría pasar. “Por eso se debe preparar y alertar a la gente”, comenta Toulkeridis.

“Me pareció que fue un simu-lacro al cual no se le tomó en se-rio” dice Salazar, “Pienso que na-die se da cuenta que en cualquier momento se puede dar un terre-moto, y si se diera, nadie sabría cómo actuar ante eso”. Algunos profesores no quisieron salir de las aulas para no perder tiempo de la clase. “Incluso el profesor estaba haciendo broma y decía que para qué hacen esto” comen-ta Alejandro López, estudiante de la USFQ.

“Es penoso saber que la gente se burla de algo tan serio”, dice Salazar. Muchos incluso sabían que lo hacían mal al tomar el simulacro con poca responsabi-lidad. Coral Salomón, estudian-te de intercambio en la USFQ, cuenta que la gente comentaban “ya estaríamos muertos”. “Lo cual es verdad” .

No todo fue negativo. Algunos profesores guiaron bien a sus alumnos y les dieron consejos de qué hacer en una emergen-cia. “Varias personas colocaron libros o sus manos en sus cabe-zas mientras salían y algunos profesores dijeron que se hiciera esto”, anota Salomón. “Había un profesor afuera indicando a los estudiantes a dónde ir” recuer-da, “eso estuvo muy bien”.

Prevención de sismos

Al acecho

Millones de perso-nas vivimos en un

país rodeado de fallas geológicas. Personas

e instituciones em-piezan a tomar con-ciencia y participar en simulacros para,

cuando llegue el mo-mento, hacerle frente

al desastre.

María del Pilar Torres

9lunes 26 de enero -2009DEPORTES

A pesar de no estar en la final de la Copa Pi-chincha, la selección de fútbol de la USFQ realizó una excelente campaña en este tor-

neo.La amistad, el compañerismo y el esfuerzo de los

jugadores y el entrenador de la selección se vieron reflejados en las canchas de Machachi, Los Bancos y Tumbaco, los escenarios donde se llevó a cabo la Copa Pichincha.

El equipo participó por primera vez en su histo-ria en este torneo y llegó hasta semifinales, siendo eliminado por el equipo de Machachi, Rumiñahui, en dos partidos de ida y vuelta. El primer partido, que jugaron como visitantes, perdieron 3-0 y el par-tido de locales lo ganaron 3 tantos a 1.“El reto fue diario. Cada partido, cada entrenamiento y por el esfuerzo de todos hemos superado cada etapa del campeonato”, comentó Paúl Sánchez, jugador de la selección. “Nos faltó una pizca de suerte que es la que tiene que tener un equipo que va a salir campeón. Creo que hicimos todo lo posible...Los ju-gadores entregaron cuerpo, alma y corazón”, dijo Horacio Agesta, entrenador del equipo.

Conforme se avanzaba en el torneo, los partidos se tornaban más difíciles por el nivel de los equi-pos, muchos de éstos ya tenían experiencia en la Copa Pichincha. “La serie se va apretando más, ya son las finales, ya no son equipos sólo de Quito sino que ya vamos a jugar a Machachi, a Los Bancos y cada vez el nivel es mucho más fuerte y hay que estar mejor preparados”, dijo el jugador Ricardo

Serrano cuando se disputaban los cuartos de final. Sumando los 3 goles ante el equipo Rumiñahui,

el equipo marcó 109 goles durante todo el torneo. “Estamos perdiendo la clasificación a la final o al profesionalismo por un gol. Algo bastante poco con relación a la campaña”, sostuvo Agesta.

Y aunque no se disputará la final, el equipo de Cayambe que jugará ante Rumiñahui ha rechazado desde ya su cupo al ascenso si es que quedan cam-peones. El equipo de Machachi también declaró que solamente ascenderán si obtienen el título, por lo que la selección de la USFQ no ha perdido del todo las esperanzas de jugar en el fútbol profesional.

Lo táctico no siempre es lo más importante “Más que la presión es la responsabilidad de estar

jugando entre amigos y de no defraudar a Horacio que nos da todo el apoyo siempre y demostrar que somos un grupo unido”,sostiene Serrano. Como señaló Agesta, “el equipo es hijo mío”, asimismo el comportamiento dentro y fuera de las canchas es siempre igual por parte de los jugadores. La se-lección es una familia en la que se bromea, se hace magia, se cuentan cachos y se ameniza el ambiente antes y después de los partidos.

“Creo que logramos formar un grupo de amigos, de muy buenos estudiantes, de muy buenas perso-nas y de muy buenos jugadores de fútbol. Eso creo que es muy difícil lograrlo a veces, pero creo que nosotros lo hemos logrado”, dijo el entrenador.

Para ser grandes se necesita más que buen fútbol

La selección de fútbol de la USFQ culminó su campaña anual con re-sultados que superaron todas las expectativas. La posibilidad de pasar al fútbol profesional se abre gracias al trabajo de jugadores que, ade-más de futbolistas, son amigos, y del técnico que los inspira.

Daniela Racines

Fútbol USFQ

10 lunes 26 de enero -2009UNIVERSITARIOS

Miradas que atacaban, crí-ticas y burlas fue lo que me rodeó, con mi nueva

apariencia, en un día como “gor-dita”. Comenzó apenas llegué a la Plaza de las Américas con mi traje de gorda, que rellenaba mis brazos, mis piernas, mi barriga, todo mi cuerpo. La gente no me dejaba de ver. Unos se reían y otros me miraban con asco. Nun-ca me había sentido así. Pero esto recién comenzaba.

Fui a Mc Donald’s y pedí una hamburguesa gigante con papas fritas y helado. Las personas me veían como si hubiese estado cometiendo un pecado. Me sentí discriminada, observada como si fuera un animal raro.

No es debilidadEso no debería ser así. Según

la nutricionista Belén Ponce, la obesidad es una enfermedad. “La gente no entiende que la obe-sidad es un desorden alimenticio, así como la anorexia y la bulimia. Comer en gran cantidad es parte de la enfermedad ya que ellos no se dan ya cuenta de cuánto están comiendo. Es una necesidad que se convierte en ansiedad de co-mer sin control,” dijo.

Más tarde, llamé a una ami-ga para que me acompañara a una fiesta, pero que aparentara no conocerme. Al llegar todo el mundo me regresaba a ver en forma despectiva y luego nadie ni siquiera se acercó a conversar conmigo. Pensé que tal vez era yo quien estaba cometiendo el error y que debía esforzarme más para

acoplarme al resto de personas. Así que decidí poner de mi par-te y ser yo quien intentara hacer amigos.

PresiónEsto fue un nuevo reto. Cono-

cí a una que otra persona que no me rechazó. Sin embargo, sí sentí que muchos preferían mantener distancia, como si les diera ver-güenza estar junto a mí, aunque intentaban ser discretos.

Me fui de la fiesta y mi amiga se quedó. “Fue muy feo escuchar como la criticaban. Decían: ‘¿Qué no se ve en un espejo? Debería hacer dieta’, fue horrible”, con-tó. “Hasta este momento no me había dado cuenta de la presión de la sociedad y la importancia que dan hacia el aspecto físico”.

Un díacon sobrepeso

Una alumna de periodismo experimenta, con ayuda de un disfraz, lo que deben pasar las personas gordas en una sociedad obsesionada con la apariencia.

Ana Gabriela Martínez

Desorden Según el psiquiatra Pedro Pérez, la

sociedad, la publicidad, el mercadeo y los medios de comunicación son en gran parte los causantes de los desór-denes alimenticios. “La obsesión por la imagen física ideal es la causa de enfer-medades como la anorexia, la bulimia o la obesidad, la cual es causada por el desorden de comer compulsivamente”, dijo. “El querer lograr ese ideal obsesi-vo, te puede llevar a cualquiera de es-tos extremos; la extrema delgadez o la extrema gordura, alejándote de un peso saludable”. Mi día terminó, pero para quienes sufren de obesidad, muchos días como estos les quedan por delante.

Crónica

Carolina Guzmán ha sufrido de sobrepeso toda su vida. “La verdad no es nada fácil. Mucha gente juzga a las personas por su primera impresión y los gor-ditos no estamos de moda,” dijo. “Es una lucha diaria por demos-trar que somos mucho más que un cuerpo”.

Ángela Cabrera sufrió de sobrepeso por 12 años. “Fue-ron años muy difíciles”, dice. “Cuando logré bajar de peso esas ganas de salir volvieron. La gente se me acercaba a salu-dar, recibía más invitaciones y galanteos. Ahí fue cuando me di cuenta que el ser gorda todavía no es algo aceptable; los prejui-cios continúan”.

Gorda fea, flaca linda, es algo que debemos sacar de nuestras mentes, dice el Dr. Pérez. “Hay cuerpos y contexturas diferen-tes. No todos podemos vernos iguales. Debemos aceptar tal como somos y fortalecer nuestra autoestima, para que el aspecto físico no sea una barrera. Lo im-portante es estar saludables”.

Testimonios¿Cómo es ser realmente gorda en esta sociedad?

11lunes 26 de enero -2009CRÓNICA

No poder alquilar un lugar de-cente para vivir, ser excluido del mundo laboral y rechazado por la familia suenan como violació-nes a los derechos humanos. Sin embargo es lo que muchos trans sufren en nuestro país y una pro-blemática que poco a poco pare-ce cambiar con organizaciones como el proyecto Transgénero.

Patrulla legalEl proyecto surgió en el 2002

cuando Elizabeth Vásquez , fun-dadora del proyecto y en ese en-tonces estudiante de derecho, ca-minaba todas las noches por La Mariscal al volver de clases en la noche. En una esquina veía a las famosas chicas “La Fayette” (trans femeninas que se toman el nombre de las hostal donde vivían). Poco a poco surgió “Pa-trulla legal”, una organización que brinda hasta la actualidad asesoría legal a las trabajadoras sexuales trans en varios sectores de Quito.

Ana Almeida, directora ejecu-tiva del proyecto Transgénero dice: “las personas trans no sa-bían de sus derechos, no había un estudio jurídico que les brin-de asesoría. El sistema jurídico se encontraba en una elite tan inalcanzable para ellas, que deci-dimos que era hora que el estu-dio jurídico venga a ellas”. Para Almeida, el rechazo familiar y problemas para encontrar una vivienda son las primeras mane-ras de discriminación que una persona trans sufre. Por eso se creó la Casa Trans, donde se ofre-cen becas para personas trans que desean realizar un activismo político a futuro, foros y charlas.

IntegraciónLos mayores gastos que se rea-

lizaban en la casa en un princi-pio era el cambio de ventanas y pintura para las paredes. Los moradores de la Gasca no esta-ban felices con una casa trans en el sector. Ventanas rotas, grafitis en las paredes y escupitajos no fueron suficiente para hacer que la casa cerrara. Shirley Valver-de, directora del establecimien-to y becaria, junto a Vásquez, Almeida y residentes de la casa, decidieron hacer octavillas expli-cando su misión, las actividades que hacen y sobre todo, buscando ser amigos de los vecinos. Los re-sultados no se hicieron esperar. �Shirley es de las más queridas en el barrio�, dice Hugo Vera, es-tudiante del programa de forma-ción de activistas políticos trans.

Un fenómeno que se dio años después fue que muchos trans

empezaron a pedir alquiler en casas cercanas a la misma. El resultado fue mejor de lo que se esperaba: muchos trans viven en la actualidad en cuartos cerca-nos a la Casa Trans. Shirley Val-verde dice que la exclusión que se realiza contra los transgéne-ro no les permite vivir una vida digna. “Las únicas opciones que existían para poder sobrevivir si eras trans eran el estilismo, la co-cina o la prostitución”, afirma.

En la actualidad, Shirley tra-baja con el Movimiento Ecuato-riano de Diversidades Sexuales, del cual es vocera. Fue hasta la fecha la única tenor femenina en el coro del conservatorio Franz Liszt.

Trabajo voluntarioEl proyecto Transgénero di-

funde su mensaje en el ámbito jurídico y en el arte. Ejemplo de esto es “Transtango” una puesta en escena de tango que muestra una nueva manera de entender lo trans. En la actualidad la casa cuenta con cuatro residentes, una oficina y un aula de clases. “La casa no es un albergue, es un espacio de ayuda y de transi-ción, ya que el objetivo es que la gente trans pueda hacer su vida con total normalidad”, explica Almeida.

La casa recibía ayuda económi-ca de una agencia española, pero hace menos de un año la ayuda económica fue retirada. Median-te foros y talleres que se dan en la casa se recogen fondo. Todos son voluntarios y estos fondos ape-nas cubren gastos de la casa. Mu-chos de los gastos, como alquiler, los asumen Elizabeth Vásquez y Ana Almeida.

La casa trans no es simple-mente una casa; de cierta mane-ra representa los logros que el proyecto Transgénero ha tenido en estos años. “El poder tener nuestra casa en un barrio tan tradicional en Quito como es la Gasca es un logro que representa nuestro trabajo y cuán lejos he-mos llegado”, afirma Shirley.

El proyecto Transgénero tuvo una representación en la asam-blea constituyente y cada vez toma más fuerza en la escena po-lítica. “Simplemente buscamos fortalecer y permitir construir las identidades trans de todo tipo; a la vez, quitar ese estigma sobre los trans”. Shirley, llamada por Ana “la joya del proyecto”, ganó una beca de comunicación y planea seguir con sus estudios en el campo de jurisprudencia y derecho Internacional.

Carolina LozaFoto: Emilia Endara

Transexual: persona que adopta los caracteres del sexo opuesto median-te un proceso quirúrgico y/u hormonal. Siente rechazo al cuerpo en el que está y se considera miembro del sexo opuesto, considera un error biológico en cuanto a su anatomía y su sentir.

Transformismo: Cuando un sujeto se viste con ropa del género opuesto en ocasiones aisladas, pero sin perder su identidad masculina o femenina ya que puede estar relacionado o no con la identidad sexual.

Travestismo: persona que acepta su cuerpo, su sexo y cuerpo, a la cual le gusta jugar con su doble identidad y disfruta utilizar prendas y comple-mentos exclusivos del sexo opuesto.

Bi género: persona que transita entre los dos géneros con total como-didad.

Trans género: auto identificación de un ser humano con una identidad de género que no fue asignada al nacer. Persona que adopta vestimenta y conductas del sexo opuesto, sin necesidad de una intervención quirúrgica, ya que no rechaza el cuerpo en el que se encuentra.

Inter sex: personas antiguamente conocidas como hermafroditas, es de-cir que reúne rasgos de los dos sexos, en especial si posee ambos órganos reproductores total o parcialmente. En la mayoría de casos la persona inter-sex posee órganos de un sexo predominante.

Transgénero

Transgresores del sistema¿Qué abarca el termino trans?

Los diferentes expresiones de lo trans