distribuciÓn, acceso y uso de las tierras en … · ... sobre el departamento del amazonas en...
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...
DISTRIBUCIÓN, ACCESO Y USO DE LAS TIERRAS EN
EL DEPARTAMENTO DEL AMAZONAS:
UNA VISIÓN DESDE LA EXPERIENCIA
INSTITUCIONAL
OLGA LucíA CHAPARRO AFRICANO Ucencbd .. en 8101og~ y Zootecnisu.
M;tgl$l.er en Medio Ambiente y DesMro!lo
ron inú$Í$ en Eronornú. ecológica
OIdN146J@Jr«fI1lIiI.«Im
Retumen
Este articulo, cuya información se sustenta en una década de experiencia
en la gestión publica y en consultoría en el departamento del Amazonas, hace
precisiones claves para adelantar un ordenamiento territorial y ambiental con
justicia social que, además, oríente técnica y ambientalmente la producción local
de alimentos con sus consecuencias en seguridad y autonomía alimentaria. En la
primera parte presento información general sobre el departamento del Amazonas
en relación con la distribución de tierras y algunas figuras jurídico-territoriales
que permitan analizar políticas públicas. En la segunda parte. me concentro en
la distribución, acceso y uso de las tierras, distinguiendo distintas poblaciones
del departamento. Luego. discuto el dilema entre [a legalidad y legitimidad de las
tierras que ocupan los diferentes grupos poblacionales que habitan el departamento
y, por ult imo, abordo el tema del uso de las t ierras adjudicadas u ocupadas por
los diferentes grupos poblacionales. Una conclusión que se puede resaltar es: el
departamento más grande del país prácticamente carece de tierras para asignar a
grupos demandantes. Ellas están justamente en manos de resguardos indígenas
en su mayoría y, en menor medida, en parques nacionales. Esto deberla implicar
una responsabilidad social de esas comunidades indígenas. Una consecuencia de
esta organización territorial y de la distribución de tierras es que poblaciones
minoritarias de colonos asentados hace mucho tiempo y de otras poblaciones
campesinas o de desplazados recientemente llegados a la región, paradójicamente,
carecen de posibilidades de acceder legalmente a tierras. en circunstancias de falta de
reconocimiento de sus derechos como minorías o poblaciones vulnerables. Palabras claves: Amazonas (Colombia), Poblaciones Amazónicas, Distribución de
t ierras, Ordenamiento territorial. Ordenamiento social de la propiedad, Uso
de t ierras
This article is based on information collected in more Ihan a decade of
consulting and labor experience as part of the staff of several public agencies in
the Amazonas. It deals with problems of land management that match bolh, social
justice and the need of rood security of the local population. After a first part
that provides general information on the depanment of Amazonas in terms of
territorial configuration, the second pan presents the demographic information to
understanding ¡and distribution. Then, it analyses the current situation in terms of
the distinction between lega li t y and legitimacy ofthe property ofland. One central
argurnent is that while the biggesl department of Colombia lacks of available [ands
to distribute people without lands. indigenous peoples own more thal 80% ofthe
total, but they are not even the majority ofthe popu lation. An important chunk of
the remaining land is in hands a State Agency noun commonly as nalional parks.
Ir sorne consider this distribution of land fair. indigenous peoples should have not
only the land, but also sorne responsibilities with the rest ofthe society. 1t implies
responsibility In terms of food security, among other issues. At the same time, other
social groups should have opporlunit ies, being the case, people established in the
DiJtribución, acceao y uso de las tiarraa en el depanamento del Amazonu: una visión desde le upetiencielnstituciooal ... 7
department long time ago, and displaced people recently arrived to the department. In both cases, sorne of their rights as Colombian citizens have nol been taken into consideration. Keywords: Amazonas (Colombia), Amazonas populations, land distribution,
territorial configuration, social configuration of property, use of land Ja_ Debido a la aú n reciente creación del departamento, no es difícil pen
sar que su institucionalidad es todavía incipiente, así como también su experiencia administrativa, juridica y contable. En el proceso de ejecución del proyecto Agenda:1:I departamento del Amazonas, dirigido por elslNcHI, se presentó como un tema preocupante la problemática de "Gohernabilidad", si se tiene en cuenta que el término implica
transparencia, gestión eficaz y equitativa, rendición de cuentas (buen gobierno); defensa, respeto y aplicación de las normas democráticas y de los derechos fundamentales (Estado de Derecho); asumir la democracia como poder de decisión y corresponsabilidad en la solución de problemas; control ciudadano y potenciación del poder local (participación); tranquilidad para todos sin distingo de condición social e ideologías (seguridad); superación de la exclusión económica y social, de la pobreza, del hambre y la salvaguarda de los derechos de las minorías y los grupos vulnerables ijusticia social).
Al avanzar en las diferentes fases de este proyecto y presentar al público el Documento titulado: "Construyendo Agenda 21 para el Departamento del Amazonas: Una Construcción colectiva para el Desarrollo Sostenible de la Amazonia Colombiana"', se enfatizó en la necesidad de adelantar un trabajo serio en relación con el ordenamiento territorial en el departamento, con el cual se logre definir, consolidar, clarificar y armonizar las estructuras y competencias jurídico-políticas y administrativas de las entidades territoriales, tales como el departamento y los municipios u otras eventuales entidades territoriales, teniendo en cuenta a los diferentes grupos poblacionales que lo habitan y la salvaguarda de los derechos de las minorías y grupos vulnerables (que no siempre son los mismos en el nivel local que en el nacional); es decir, adelantar un ordenamiento territorial y ambiental con justicia social, considerando que éste seria un paso firme e importante para contribuir con la gobernabilidad local.
Las afirmaciones e informaciones q ue aqui se presentan son producto de mi trabajo profesional de campo por cerca de 10 años en el departamento del Amazonas, primero, en trabajos de investigación y extensión con la
Oiga Luda Chaparro. 2007. "Construyendo Agenda 2 1 para el Departamento del Amazonas: Una Construcción colectiva para el Desarrollo Sostenible de la Amazonia Colombiana". Bogotá: Instituto Amazónico de Investigaciones Cienllficas-s INcHI.
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Universidad Nacional de Colombia, que incluyeron convivencia con la pobla~ ción ribereña de pescadores y comerciantes de pescado de consumo y ornamental, con los cuales ~ adelantaron dos proyectos, loque posteriormente dio lugar a una tesis de maestría titulada "Evaluación Multicriterio del aprovechamiento de subproductos pesqueros en el trapecio amazónico"'. Este artículo también se nutre de mi experiencia como contratista de Corpoamazonia en áreas de "licenciamiento y mercados verdes", en las que trabajé con poblaciones urbanas y rurales y, además, con miembros de la comunidad académica e instituciones del nivel local y nacional. Igualmente, resulta muy útil mí trabajo como consultora en el Convenio Universidad de Larenstein (Holanda) y SENA dentro del proyecto de fortalecimiento de la gestión institucional; he tenido vinculación en diferentes formas con el Instituto Sinchi, particularmeme, lo que me permitió elaborar el Documento "Construyendo Agenda 21 para el Departamento del Amazonas: Una construcción colectiva para el desarrollo sostenible de la Amazonia colombiana". Recientemente estuve a cargo de la Dirección de la Territorial Amazonas del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural-INCODER, lo que me permitió profundizar en un principio en aspectos relacionados con la administración de recursos pesqueros y fomento de la piscicultura, aunque mi labor se centró en los últimos dos aftos en asuntos relacionados con el ordenamiento social de la propiedad, los cuales incluyen la distribución, acceso y uso de las tierras en el país, pero particularmente en el departamento. Esto explica el subtitulo de este articulo. Muchos trabajos académicos carecen de una experiencia pr.3ctica de gestión institucional y se producen desde un mundo aséptico, el cual no alcanza a reflejar las dificultades y angustias del trabajo cotidiano con poblaciones vulnerables en temas tan delicados que comprometen incluso la subsistencia de gente real.
En este documento ~guiré la siguiente ~cuencia: en la primera parte presentaré una información genera l sobre el departamento del Amazonas en relación con la distribución de tierras, presentando una mínima caracterización de las figuras juridko-territoriales. En la segunda parte, me concentro en la distribución, acceso y uso de las tierras del departamento, distinguiendo distintas poblaciones que lo habitan. Luego discuto el dilema entre la legalidad y legitimidad de las tierras que ocupan los diferentes grupos poblacionales, y, en la última parte, abordo el tema del uso de las tierras adjudicadas u ocupadas por los diferentes grupos poblacionales.
Estas precisiones son claves para definir y/o evaluar políticas públicas y adelantar un ordenamiento territorial y ambiental con justicia social, que además oriente técnica y ambientalmente la producción local de alimentos con sus consc<:uencias en seguridad y autonomla alimentaria.
J Olgil Lucia Chap;arro. lOO4:' Propuesu metodológica para el ilnállsis Multicriterio del aprovechilmiento de los subproductos pesqueros en el trapecio amnÓnico·' . Bogotá. Tesis para Obtener el titulo de Maglster en Medio Ambiente y DcsiIrrollo, con ~nrasls en cconomia ccológlCil. I DU. Universidad Nacional de Colombia.
DtJtrlbucKm. ICCMO Y .ao de las Úflnu en el depuUlmento del Amuonu: una vttión tte.de UI uperieoc:ielntdtudo.nal ....
AIgaau~"'~"'AIDuoau
El departamento del Amazonas está ubicado en el extremo suroriental del país, en una zona de triple frontera que le confiere una ¡osición geopolítica estratégica. Ocupa un área aproximada de 109.665 km , equivalente al 9,61 % del territorio continental colombiano, que a la vez representa el 22,98 % de la Amazonia colombiana, siendo el departamento de mayor extensión territorial.
Al revisar el proceso de ocupación del territorio, podemos ver que Francisco de Orellana descubrió en 1541 el río Amazonas en su connuencia con el Napa. Hacia 1548, los territorios comprendidos entre el Napo, Putumayo y Caquetá, se conocían como Misiones de Mocoa y Sucumbíos y dependían del cantón de Pasto. Hasta mediados del siglo XIX, el Amazonas perteneció al territorio nacional del Caquetá y en 1886 al departamento del Cauca. La Ley 96 de 1928 creó la comisaría del Amazonas. En 1930, la guarnición colombiana tomó el t rapecio amazónico instalándose en Tarapacá, La Pedrera y Leticial
.
La Ley 2a. de 1931 la declaró intendencia y, posteriormente, la Ley l'. de 1943 le dio de nuevo la categoría de comisaría especia l con capital en Leticia, haciendo parte de los territorios nacionales. En 1951, se creó la prefectura apostólica d,e Leticia y la educación fue encargada a las misiones. Y ya en 1991, la intendencia fue elevada a la categoría de departamento por la nueva Constitución política de Colombia.
El Amazonas cuenta con dos municipios, Leticia y Puerto Nariño, y con un área no municipalizada que ocupa cerca del 93,39% del territorio que se conoce normalmente con el nombre de corregimientos departamentales. Mientras que los corregimientos municipales subsistieron, los departamentales desaparecieron de la Constitución de 1991, generando un gran vacio político-administrativo en el nivel local en los departamentos de Amazonas, Vaupés y Guainía.
Dentro de este terri torio departamental. el 88,5 % constituye resguardo indígena (parcialmente t raslapado con parques nacionales), luego la mayor parte de la t ierra tiene el carácter de inalienable, imprescriptible e inembargable, lo cual ha demostrado ser valioso desde la perspectiva ambiental, pues se trata de grandes áreas de conservación, razón por la cual el departamento es considerado como un ecosistema estratégico. Pero también por esta misma causa, y teniendo en cuenta la visión desarrollista del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. éstos son considerados territorios ociosos e improductivos, lo cual limita en relación con la política de Desarrollo Rural las posibilidades de participar en convocatorias públicas para apoyar proyectos
) Desde la década de los )0. por motivación del mismo gobierno nacional fueron ubicados colombianos en estas áreas de frontera para ejercer presencia y soberanía nacional. Pero luego el mismo Estado, desconociendo estas ocupaciones, declaro, mediante la Ley l' de 1959, e5i1S áreas como ZOllilS de reserva forestal para la economía de la nación.
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productivos, por ejemplo, dellNCODER o del mismo Ministerio en programas tales como Agroingreso Seguro. Esta situación excluye a las poblaciones rurales del departamento que no tienen una visión desarrollista, ya que para estas convocatorias el Ministerio solamente considera viables grandes intervenciones para desarrollar proyectos agropecuarios o industriales, abandonando a su suerte a pequeños productores no capitalistas.
De las tablas 1 y 2 que se presentan enseguida, se desprende que las diferentes figuras de ordenamiento que conforman el territorio del departamento del Amazonas se traslapan unas con otras, dificultando con ello la gestión y generando conflictos de competencias y orientaciones. En las dos , tablas se considera para el departamento un área tota l de 109.665 km , equivalentes a 10'966.500 hectáreas. Las figuras de ordenamiento existentes las divido en la Tabla 1 en áreas no municipalizadas y municipios, y en la Tabla 2
en resguardos indígenas, parques nacionales naturales, sustracciones de reserva forestal y zonas de reserva forestal sin traslapar (Ver Tabla 1).
Como hay áreas traslapadas, el porcentaje no se ajusta al 100%. Además, algunas de ellas son públicas y otras privadas. Por ejemplo, los resguardos son propiedad privada colectiva, pero se traslapan con área de los corregimientos y también con parques naciona les. Como se puede ver con esta información, aunque el departamento del Amazonas es el más grande del país, en este momento no hay tierras disponibles para distribuir, por ejemplo, a población desplazada que está llegando y a los descendientes de colonos que no tienen derecho a títulos de propiedad al encontrarse en zonas de reserva Forestal de Ley 2'. de 1959, y/o dentro de los corregimientos.
Para tener claridad acerca del porqué de una demanda de tierras para vivienda y producción en el departamento, es necesario detenerse en la composición y movilidad de la población actual. En el siguiente apartado analizaremos este aspecto y nos concentraremos, además, en algunos puntos en el Municipio de Leticia ya que actualmente vive en él cerca del 55% de la población del departamento, es decir, aproximadamente 25.000 personas, según la información del DANE. Estas cifras son discutibles ya que en el "Plan de Desarrollo de la mano con la Comunidad 2008-2011" del Municipio de Leticia se asumen que en el municipio viven cerca de 40.000 habitantes, lo cua l se ajusta más a la realidad.
¿Oué pobladones viven en este departamento?
Dentro de los imaginarios del departamento del Amazonas se ha mantenido la idea de que éste es "netamente" indígena. Esta concepción no parece ser hoy tan cierta, o hay que leerla de manera relativa. De hecho, hay que reconocer otros tipos de poblaciones que lo vienen ocupando, unos desde hace cerca de sesenta o más años, y otros de data más reciente.
Distribución, acceso y U!KI de lu tielTlll en e l departamento del Amazona.: una rumo desde la experienda ln.Utudonal 411
Árus NO 10.241.614 93.39"
Munklpios
T;lbl;l 2
Resguardos Indigenas 9'708.8p7Y 264' m 88.53"
Parques nacionales 1'868·380 ,,,.
naturales
Sustraccion de la reserva forestal 61.000 0.55"
ZOna de reserva forestal de ley 2 de '959, sin ,00.000 4,55" traslapar
Trul;lp;ldos con resguardos Indigenas: parques y reserva forestal. En el casco urbano del hay 16
En el AneKo I se presenta la lista de resguardos Indigenu del departamento del Amazonas con sus respKtivas extensiOnes territorlaln. Esta Información se sust~;o de las resoluciones de constitución o ampliación emitidas INCOAA.oel
I I
Esta eKtensión es aproximada. Cerca de 50.000 ha esUn constituidas como
I
l ' 1. iIi
Es necesario adelantar un estudio para clarificar esta cifra ya que es ;Iproxlmad;l y son terrenos que se mantiene como Reserva Económica de la NaciÓll, admlnlsh;lda por MAVOT y Corpoamazonla, pero muchos de estos terrenos esUn ocupados incluso desde el año 1930
Para examinar la veracidad de esta afirmación es necesario, primero, mirar la información oficia l reportada por el DANE en el Censo General (l005). La población censada para el departamento según la pertenencia étnica es la siguiente:
412 Oiga Luc\.a eMparro Africano
.,
f~nte: CANE. Cen!.O ~ral. lOOS
"los porcenujes ~Un akulaodos sea... L;a pobIKión ,,~dlo ~puesb J la prqunb de JutOlKonotlmiefJto.
··EI toal incluye la pobIxl6n sin respuesu a la pregunta de auIOt«OIIO<Im~nto.
Aunque son reconocidas las falencias del censo, éste constituye un punto de partida importante para clarificar la conformación poblacional del departamento, aceptando que podría hablarse de aprox imaciones y/o tendencias:
l. El departamento del Amazonas alberga gran cantidad de población indígena que constituye la mayoría, aunque no absol uta. En las cifras del DANE, cerca del 42 % (18.673 personas) se reconoce como indígenas. A partir de la configuración de los resguardos tanto del área de corregimientos como del Trapecio, es decir, de los resguardos de Jos municipios, se puede pensar que estas dieciocho mil personas podrían estar ocupando el 88,53% del departamento.
2. Existe una población afrocolombiana identificable q ue constituye el 2'% del total. esto es, 874 personas, la cual está invisibilizada por completo en el departamento. Se trata de habita ntes que por varias generaciones han aportado al desarrollo del municipio de Leticia, principalmente, y que viven en su casco urbano. En la actualidad tienen la voluntad de emprender proyectos de desarrollo productivo en las ramas de ecoturismo y piscicultura, para lo cua l requieren de tierra.
3. Otro grupo está constituido por más del 55% de población que no se identifica con ninguna pertenencia étnica particular, es decir, cerca de 24.043 personas, entre las que estarían incluidos, por ejemplo, los boyacenses, huilenses, costeños, caldenses, tolimenses, llaneros, cundinamarqueses y la población desplazada por la violencia, proveniente de diversas regiones del país y del mismo departamento. En esta misma población sin reconocimiento étnico se encuentran Jos amazonenses, descendientes de aquellos colombianos que vinieron a pelear en la Guerra con el Perú, así como también otros amazonenses que ya no se reconocen como indígenas y viven en los cascos urbanos, los cua les pueden ser considerados como indígenas no resguardados y constituyen una población significativa.
Dentro de esta población "sin pertenencia étnica" no se pueden dejar de mencionar los miembros de una comunidad mesiánica llamada "israeli tas", quienes se encuentran localizados en Tarapacá en Puerto Toro -comun idad de Puerto Ezequiel-, y en el Municipio de Leticia, en un sector del rio Calderón -comunidad de León de Juda-. Entre ambas poblaciones ya deben ser más
Diltribución, acceso y uso de 1&1 tierras en el departamento 481 AmUODU; una visIón desde la elq)erlenda inJItltucional 473
de 100 familias, lo que grosso modo podria indicar una dfra de cerca de 500 personas. También hacen parte de la población de este departamento personas de origen peruano que han venido a Leticia a buscar mejores opciones que las que tienen en su tierra nataL y quienes mediante la presentación de dos testigos obtienen uo registro dvil extemporáneo, con el que entran a formar parte de la población amazonense y, en consecuencia, a ser demandantes de servidos, vivienda, alimentos y tierra, entre otras cosas, al tiempo que, eventualmente, también participan en procesos electorales. Otro tanto sucede, aunque de manera menos notoria, con la población que tiene ancestros brasileños.
Actualmente, existe una tendencia a migrar hacia el casco urbano del municipio de Leticia por parte de indigenas que vivían en corregimientos, ya que no muchos de ellos quieren permanecer en los territorios de resguardo, probablemente atraídos por algunas eventuales ventajas que tienen los pobladores del casco urbano, incluidos, por ejemplo, empleo, servicios de salud y educación, otras posibilidades de ingresos, ascenso y prestigio social. Una de las formas de ese ascenso social tiene que ver con el papel de jóvenes líderes del movimiento indígena que se han convertido en intermediarios del Estado (nacional, regional y local) y, quizás algo más importante, de las ONGs y la cooperación internacional. Pero estos movimientos poblacionales generan una mayor demanda de servicios, vivienda, alimentos y tierra eo el casco urbano de Letida, con lo cual se generan problemas ambientales y sanitarios por ocupaciones ilegales de cauces (ya que estas familias terminan ubicándose en las rondas de quebradas y/o caños de Letkia), vertiendo desechos líquidos y sólidos a estas fuentes de agua e, incluso, generando problemas binacionales, como en el caso de las ocupaciones de la Quebrada San Antonio. Pero ante esta situación, las autoridades municipales parecen no poner atención y prefieren ¡nvisibilizar a estos pobladores.
Legalidad y legitimidad en la ocupación de llenas
del depanameato del AmuOIlAB
En esta sección me refiero a población indígena, colonos y sus descendientes, comunidades israelitas, desplazados y amazonenses.
Tierras de indígenas: en el departamento hay 24 resguardos constituidos legalmente y uno (I) en trámite de constitución', los cuales ocupan el 88,53% del territorio. Estas tierras colectivas inmensas tienen el carácter de ser inalienables, imprescriptibles e inembargables. Según los datos del DANE, en estos territorios deberían vivir cerca de 18.000 personas, pero en visita reciente a algunos de estos resguardos se pudo observar que hay en ellos una gran presencia de ancianos y niños, ya que los jóvenes han salido de ellos hada los cascos urbanos buscando nuevas posibilidades. Legitima y legalmente hay 9'708.867 hectáreas y 2.641 m2, con título de propiedad colectiva.
4 Revisar el cuadro anexo, la Información referendada es la que reposa en tos archivos delINCODEJ.. El resguardo que está en Ir;,imite es el de Huitiboc, ubicado en Tarapaca. El trámite lo está gestionando la Asociación Indígena ASOAITAM .
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T~rras de colonos y/o descendientes de colonos de los cascos urbanos de Pedrera, Tarapacá y Puerto Santander: estas personas se encuentran viviendo dentro de una zona de reserva forestal establecida por la Ley 2'. de 1959, lo cual significa que estos terrenos no pueden ser entregados a particulares a través de títulos de propiedad. Actualmente, estas personas poseen terrenos y tienen mejoras. Podríamos decir que legítimamente ocupan unas tierras, pero legalmente no pueden tener los títulos de propiedad, ya que están ocupando una zona reservada que impide la legalización por razones referidas a una decisión económica de carácter nacional.
Tierras de comunidades israelitas: ambas comunidades tanto la de Tarapacá - llamada Puerto Ezequiel- como la del río Calderón en el municipio de Leticia- llamada León de Judá- ocupan zonas de reserva forestal de Ley 2". de 1959. En el área del Calderón también hay ocupación de colonos y población desplazada por la violencia, proveniente de otros sitios del país. Estas poblaciones ya han tenido hijos en esos territorios y son quienes ejercen presencia y soberanía nacional frente al ingreso de extranjeros peruanos y/o brasileros. Las comunidades han buscado ante las diferentes entidades apoyo y capacitación en ámbitos productivos y manejo ambiental del territorio, pero dada su situación de ilegalidad en las ocupaciones no se les puede brindar un apoyo adecuado. Estas poblaciones están incluso produciendo alimentos en proporciones significativas para el mercado local de Leticia, luego aportan con su trabajo y esfuerzo a la oferta de alimentos y a la seguridad alimentaria del municipio. l a ocupación y aprovechamiento de estas tierras, cuya administración es competencia de Corpoamazonia, lleva mucho más de cinco años. En estas condiciones, hay que admitir la legitimidad de su ocupación que no puede ser legalizada hasta el momento por las razones expuestas.
Desplazados sin tierras: el departamento ha recibido recientemente población declarada como desplazada por la violencia, proveniente de otras regiones del país y del mismo departamento. Se trata de casi 700 personas dis-
• [¡la n l. InfofmKlón de la Unidad T~Of~I"'mnO!lH de Acción Soc~1 - "'nlM""la de ~ hpUblla .• ciu.lIud •
• 1 rnn de ,brll de 200<). Es necKllrlo KI.~r qlle no hay Informad6n de alsunos cone¡¡lmlentos. Entre ~pllembre
deI.fMI wo8 Y lo Ir'l>Kurrldo de '009 lB dec:1.~1onel por dHplaumle<llo tIlIn lenldo un Incmnenlo de
aprorJmadamente un 6o'JI., y.I qlle a mediados del IfMl2008 el departunenlo tenl •• penls "J f,mllia¡ -<tfU de
400 penon.os- n!SI~I~da'-
Distribución, acceso y uso de la. tienu en el departamento del Amazonu: una villón d81Jde la experitncia Inltltucional .,5
tribuidas de la siguiente mancra, según información de la oficina de Acción Social - Unidad Territorial Amazonas.
Estas familias después de haber conocido el departamento no quieren retornar a sus sitios de origen, ni tampoco ser reubicados, ya que consideran que el ambiente tranquilo y de paz del Amazonas es ideal para vivir.
Actualmente, y como efecto de las sentencias de la Corte Suprema de Justicia, en el sentido de declarar inexequibles las limitaciones de tiempo para hacer las declaraciones de la situación de desplazamiento ante las en· tidades competentes, algunos habitantes de los corregimientos, indígenas y no indígenas que llevan cierto tiempo en el municipio de Leticia, han visto como una opción la de declararse desplazados por la violencia, aumentando así radicalmente la cifra de declaraciones y, por tanto, aumentando la di6· cultad para cumplir efectivamente con las otras sentencias de la Corte, tales como adjudicar tierras y estabilizar socioeconómicamente a esta población, ya que las condiciones de ocupación legal de los territorios y las características agroecológicas de la región no lo permiten.
Población de amazonenses sin tierras, conformada en gran parte por le· ticianos - unos de nacimiento y otros gracias a la expedición de los registros civiles extemporáneos'- y también por población proveniente de las áreas no municipalizadas, que se encuentran viviendo en dificiles situaciones econó-micas en el casco urbano de Leticia, otros trabajando como peones de fincas del área rural. Entre eUos hay quienes tienen algún nivel de ingresos y de destrezas, o que gracias a conexiones políticas se logran emplear en negocios ubicados en el área urbana, pero, fina lmente, se trata de una población que demanda tierra para trabajar y/o construir vivienda. En este momento, y según datos de la Oficina de lnfracstructura de la alcaldía de Leticia, hay un déficit de cerca de 7000 viviendas, principalmente entre la población de los barrios la Unión, el Águila, Victoria Regia , San Antonio, La $arita, la lsla de la Fantasía, la Esperanza, Barrio Nuevo (6 urbanización Uribe Vélez). En estos lugares hay viviendas ocupadas cada una por un rango de entre cuatro y siete familias.
¿CUál .. • 1...., qu. _ 1 • ..u daDdo a la. ten1rono. d.l d.putamanlO?
Los resguardos indígenas se han constituido como áreas "ancestrales'" de los pueblos indígenas. En la actualidad podría decirse que los resguardos
S Los registros civiles extemporJncos son una medida que ha tomado la Registraduria en zonas de frontera para registnr, mediante el juramento de dos testigos, ~ pcrsonu supuestamente nacionales que diccn haber nacido en suelo Colombiano y que permanecieron mucho tiempo en territorio pcrw.no o brasUero.
(j La anccstrali¡bd es tratada 5uperficialmente, sin un serio conocimiento de la historia anuzónica, de los procesos de conflicto y poblamiento con participación de lusitanos y misioneros, y de los conflictos intemnicos de los pueblos amawnicos. Este tuto superficial puede ser poco a poco superado por los trabajos de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Amazonia, particularmente a través de sus publicaciones y de los trabajos de posgrado en Estudios Amazónicos.
ubicados en las áreas no municipalizadas desempeñan un gran papel en la conservación de recursos naturales y control del cambio climático. Sin embarga, precisamente allí, en la Cborrera - Amazonas, según muestra la Fundación Caminos de Identidad, FUCAI, que ha realizado trabajos serios en la región' , se presenta una situación de invisibilización de los niños ante la existencia de un gran problema de desnutrición y maltrato infantil.
En este contexto cabe preguntarse por qué, después de algunos programas de seguridad alimentaria financiados y ejecutados por entidades del nivel local y nacional, no se han mantenido los culti vos y crías de animales. Se pueden dar muchas respuestas, y cada una just ifi caría el fracaso de los proyectos, pero esto debe analizarse no sólo desde los problemas y falencias institucionales, sino t'ambién desde la pérdida paulatina de costumbres ancestrales y/o tradicionales, entre ellas, de una importantísima, como es la chagra - fuente de alimentos, salud e incluso fertilidad- , pero también desde la pérdida del amor que los indígenas tenían por los niños y del respeto por los ancianos.
Pero la situación de los resguardos cercanos a los cascos urbanos, principalmente de Leticia, es igual de preocupante, ya que al estar más cerca, se ve más directamente el cam bio cultural y el abandono de los resguardos: la chagra podría estar desapareciendo, impulsada por los programas asistencialistas del Gobierno Nacional y por la situación de maltrato y violencia intrafamiliar que es recurrente, sumada al consumo de alcohol, particularmente de la cachal,':a brasilera de mala calidad y muy barata, y a la drogadicción, que son el pan de cada día.
La movilización de población indígena hacia el casco urbano en busca de mejores oportunidades y de cercanía y facilidad para que los niños ingresen a los centros ed ucativos, está fomentando que las personas dejen de producir en terrenos del resguardo para terminar empleándose como peones en casas y fincas del casco urbano, o en otros muchos casos como mototaxistas, lo cual lleva a un detrimento de la calidad de v ida de esta población, ya que dejan de consumir alimentos tradicionales que eran producidos en la chagra y se cambia la alimentación al consumo de alimentos enlatados, como atún, sardinas (los paisanos dicen hoy comimos pescado de mar) y frotjifo, en el mejor de los casos, al tiempo que disminuye la frecuencia de alimentación por que los recursos económicos DO alcanzan. Los niños SOD llevados a las guarderías de Bienestar Familiar (las cuales no tienen la capacidad para cubrir toda la demanda).
No es extraño encontrar en estos momentos niños y jóvenes indígenas que, aunque están registrados en los censos de los resguardos, en muchos casos no comen o no han comido en su vida, por ejemplo, asaí, milpesos o mojojoi, debido a que son niños criados con bienestarina. A esto se suma el hecho de vivir en casas de inquilinato, donde comparten muchas veces un
7 Articulo publicado en ~ RtvistGl Crrdmeial, Edición l65 de diciembre de loo8.
Dlstrlbudón, acceso y uso de lu tierra. en el departamento del AmluODaI; una visión desde la experiencia lru:tltuclonaJ 477
solo espado entre cuatro y siete fami lias. Las jovencitas buscan salír de esa vida y se involucran con soldados o polidas, de los que hay muchos en el municipio, con la ilusión de que al terminar ellos el periodo de servicio se las lleven del Amazonas, pero, al final, lo que q ueda son más madres solteras con niños poco queridos y, en muchos, casos maltratados.
Así las cosas, podríamos preguntarnos qué ha pas.ldo con el programa de Familias Guardabosques, con el cual se buscaba, entre otras cosas: a) disminuir los cultivos ilícitos en la zona (la realidad es que los cultivos clasificados como ilícitos que poseen las comunidades indígenas no son significativos ni alcanzan un nivel comercial), y b) desarrollar proyectos productivos que mejoraran la calidad de vida y la dieta de las comunidades. Hasta el momento, y ya finalizando el programa. sólo se ven grandes talas de bosque, por ejemplo, en las áreas cercanas al Tacana, pero alli aún no se inicia ningún proyecto productivo. Es preocupante ver la situación de desnutrición de niños y ancianos y el continuo abandono de los territorios, los cuales en muchos casos estan pasando a ser ocupados por personas de origen peruano, quienes demuestran que quieren trabajar la tierra y producir por lo menos para su autosubsistencia. Esto se ve claramente al visitar el mercado de Leticia, el cual es abastecido por peruanos y/o brasileros y por los alimentos traídos desde Bogotá. Es notorio el contraste al visitar la "fera" del colindante pueblo de Tabantinga-Am-Brasil, donde siempre hay una buena oferta de alimentos que son productos amazónicos.
Finalmente, y dentro de una perspectiva ambiental, pudiera pensarse que la vocación final de estos territorios amazónicos es la COnservación de recursos naturales, pero, en ese caso, habría que buscar alternativas de solución para la situación de seguridad alimentaria y de vivienda en los cascos urbanos, ya que considero que estos son temas de corresponsabilidad entre las entidades y los propietarios de la tierra, que en abrumadora medida son indígenas.
Frente a estos argumentos, algunos aducirían que "las mejores tierras son las de várzea y q ue éstas son de propiedad privada", a lo cual habría que responder primero que no se conoce la razón q ue tuvo el lnderena para hacer la sustracción para colonos en las riberas de los ríos, pero que como afirman algunas ONGs, las comunidades indígenas están mejor más lejos de los no indígenas. No obstante, en estas tierras colombianas. con o sin permiso del dueño de las tierras, muchas veces son peruanos quienes prod ucen, venden y aportan a la seguridad alimentaria de Leticia con yuca y plátano. Sabemos que en la parte alta. que no es várzea, también se producen alimentos como frutales, palmas y otros productos.
En la zonas de reserva forestal de Ley 1:~. de 1959 viven principalmente descendientes de colonos, comunidades israelitas y algunas fami lias de poblaci6n desplazada, muchos de ellos del aprovechamiento de maderas, peces de consumo y ornamentales y de producciones de frutales que mantienen en chagras. También tienen cultivos de pancoger que ayudan a soportar la oferta de alimentos y la seguridad alimentaria propia y de los comerciantes de los cascos
418 Olgll Lucía Chaparro AfrIcano
Anuo ResSua,dos Indilenas del departamento del Amllon;u
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urbanos. Estas personas más que el mismo Estado hacen soberanía nacional. La
solución sería buscar legalizar sus ocupaciones para que así también se lograran iniciar programas de capacitación y financiación con legitimidad y legalidad y con tecnologías amigables con el ambiente amazónico que ocupan.
Con el discurso ambientalista han sido muy criticadas e incluso judiciaIizadas estas comunidades israelitas ocupantes de las áreas de reserva forestal, pero ellos no han tenido la posibilidad de recibir apoyo institucional que oriente sus sistemas productivos. Por esto se propuso la posibilidad de constituir Zonas de Reserva Campesina que sería una figu ra que eventualmente expresa mejor el empalme entre las necesidades de la gente y aspiraciones de corte ambiental.
DI,tribuciÓn. aocelJO y 1UO de la, tlerru 8n el departamento del Amazona,: una vi,lón delde la experiencia Institucional 471
Esta descripción cualitativa de la distribución de tierras no puede de· jar de observar las tierras tituladas a las fuerzas militares y a particulares. Desde hace aproximadamente 35 años se firmaron por parte del Inderena los Acuerdos de sustracción de áreas de la Zona de Reserva Forestal de ley :1'. de 1959. Entre éstas se encuentran algunas áreas destinadas para la seguridad na· ciona l entregadas a las fuerzas militares en Tarapacá, Pedrera, Puerto Nariño y en Leticia, de las cuales algunas ya están tituladas y otras en trámite, situación que ha generado conflictos con campesinos que desde hace más de veinte años, en algunos casos, han tenido ocupación y explotación de esas tierras y quienes consideran que tienen derechos sobre esos terrenos ahora reclamados por las fuerzas militares.
Las áreas restantes de baldíos nacionales, que son cerca de 6.500 hec· táreas, han sido tituladas por el antiguo INCORA o, recientemente, por el INCOD ER a particulares. Aunque muchos de estos predios están subutilizados, en el momento de hacer oferta de compra el predo es, sin embargo, bastante alto, incluso en referencia con otras tierras del país. Esto ocurre por la poca disponibilidad de tierras en manos particulares, que pueda, a la vez, ser enajenada, por lo que es necesario que se realice un proyecto de cartografía predial para definir las áreas y límites de estos predios, de manera tal que en las propuestas de modificación del POT del Municipio de Leticia se tenga una real cuantificación de las tierras disponibles, por ejemplo, para proyectos de vivienda y para definir eventuales áreas de producción de alimentos.
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Dentro de una discusión de ecología política y gobernabilidad se debe tener claridad sobre las características de los diversos grupos poblacionales que habitan el departamento, así como sobre las formas específicas de ocupación del territorio. Este documento demuestra que la idea de que el departamento del Amazonas es solamente tierra de indígenas está desactualizada. Hay poblaciones que ya tienen arraigo en la región, que no quieren saHr de ella y buscan su estabilización socioeconómica, luego es necesario que se haga un ordenamiento territorial y ambiental de los territorios del departamento y de los municipios, teniendo presente que hay una gran diversidad poblacional.
EJ problema en el Amazonas, a diferencia de otras regiones del país, no consiste en que la tierra haya sido apropiada de manera privada, ya que en el departamento la mayoría de resguardos tiene grandes extensiones, con excepción de algunos, no todos, de los que están cerca del casco urbano de Leticia, que eventualmente requieren ampliación. Pero también por ello, hay que tener en cuenta que hay abandono de algunos territorios colectivos en busca de mejores oportunidades en los cascos urbanos y que esto lleva, a su vez, a una pérdida acelerada de las costumbres tradicionales, que serían en últimas las que favorecerían la permanencia de los habitantes en sus territorios, el rescate de la chagra y de la calidad de vida.
480 OIga Lucfe, Cllaparro AfrIcano
En este documento he querido poner en evidencia algunos temas de dificil manejo político, como son, por una parte, la decisión de asignación de tierras para grupos humanos que quieran trabajarla dentro de parámetros ambientalmente sostenibles para un ecosistema como el amazónico y, por otra, el deterioro de costumbres tradicionales de los indígenas que está generando abandono de sus t ierras, venta y alquiler de predios como medio para obtención de ingresos y así poder salir a vivir al casco urbano, lo q ue conlleva a problemas que ya he mencionado y a incumplimientos graves de la fu nción social de los territorios de resguardo indígena; estos son problemas sociales que avanzan silenciosamente.
Por último, algunas ONGs indigenistas han transmitido a los indígenas la lucha por la tierra, asumiendo la reivindicación de los territorios como unos espacios de poder, pero dejando de lado el poder y valor del territorio actual. lo cual se puede demostrar fácilmente al ver que algunos líderes indígenas más locuaces argumentan con vehemencia la reivindicación de los derechos sobre la tierra, mientras ellos mismos no viven siquiera en los resguardos y tienen propiedades privadas y viv ienda en los cascos urbanos, lo que también demuestra que todos, indígenas y no indígenas, comparten, a pesar de las diferencias, algunas aspiraciones similares en la vida. Por tanto, en los discursos se nota la falta de sustento y mucha retórica, hasta el punto de que en algunos casos frente a la pregunta ¿pa ra qué más tierra? cuando hay otros que también la necesitan, hay q uienes han contestado: Porque eso nos dijo el funcionario xxx de talo cual organización.
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