dolor neuropatico

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«Año de la Inversión para el Desarrollo Rural y la Seguridad Alimentaria» EJERCICIOS FISIOTERAPEUTICOS II DOCENTE: LIC. ALEX ESTRADA TEMA: DOLOR NEUROPATICO ALUMNA Bayona, jhon Pinedo jessica RODRIGUEZ CAMPIAN, Fiorella Sanchez jason SEMESTRE: VII Terapia Fisica y Rehabilitaciòn

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«Año de la Inversión para el Desarrollo Rural y la Seguridad Alimentaria»

EJERCICIOS FISIOTERAPEUTICOS II

DOCENTE: LIC. ALEX ESTRADA

TEMA: DOLOR NEUROPATICO

ALUMNABayona, jhon

Pinedo jessicaRODRIGUEZ CAMPIAN, Fiorella

Sanchez jason

SEMESTRE: VII

Lima- Perú 2013

Terapia Fisica y Rehabilitaciòn

DOLOR NEUROPÁTICO

DOLOR

"EXPERIENCIA SENSORIAL Y EMOCIONAL DESAGRADABLE ASOCIADA A UNA LESIÓN

TISULAR EXISTENTE O POTENCÍAL O DESCRITA EN FUNCIÓN DE DICHO DAÑO"

(Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, 1994)

El dolor es un síntoma que obliga a buscar atención médica en muchos pacientes y que es difícil de

precisar pues se trata de una experiencia subjetiva. Se trata de un fenómeno complejo provocado

por un estímulo sensitivo y modificado por la memoria, las expectativas y las emociones del

individuo. Sir Thomas Lewis dijo que “el dolor sólo se conoce por experiencia y se define por

comparación”. Por resultar operativos, se divide en dos grupos: el maligno (incluido el oncológico) y

el no maligno, que a su vez se subdivide en agudo, persistente o crónico. Este último es el que

mayor interés ha despertado en los últimos años y se define, en función de la temporalidad, como

aquel dolor que dura más de tres a seis meses, aunque otros expertos lo definen como aquél que

dura más de un mes tras una enfermedad aguda, o el tiempo necesario para cicatrizar una herida, el

dolor asociado a procesos patológicos crónicos no malignos o aquél que recidiva tras haber

permanecido inactivo por meses o años.

FISIOLOGÍA DEL DOLOR

Su origen es a menudo multifactorial pudiendo afectarse por la edad, sexo y etnia del paciente. Los

componentes nociceptivos y neuropáticos están implicados, con importancia de los factores

fisiológicos y psicofisiológicos coexistentes, que pueden modular a niveles central y periférico, la

forma en el que el dolor es experimentado. En general podemos distinguir tres tipos de dolor bajo el

punto de vista fisiopatológico.

I. Dolor nociceptivo:

Se debe a la estimulación de los nociceptores (receptores libres que se encuentran en la dermis)

provocada por una lesión tisular. Por tanto, el dolor nociceptivo implica la activación normal por un

estímulo doloroso, térmico, químico o eléctrico. El estímulo nociceptivo requiere de la interacción

entre el sistema aferente primario y el sistema de modulación del dolor.

El sistema aferente primario (fibras que procesan las señales de los nociceptores) está formado por

fibras A-delta y C que transmiten la señal por los cordones posteriores de la médula espinal. Desde

ahí, ascienden por haces posteriores hasta el tálamo y posteriormente a estructuras corticales. Los

nociceptores pueden encontrarse en la piel, músculos, articulaciones y en vísceras.

Se consideran dos grupos de neuronas nociceptivas:

a) Las neuronas activadas por fibras aferentes de bajo umbral y por aferencias nociceptivas

(neuronas de clase 2 o multirreceptoras), son incapaces de distinguir los estímulos inocuos de los

nocivos. Carecen de la capacidad de localización precisa de estímulos periféricos. Estas neuronas

codifican la intensidad de los estímulos y poseen características plásticas que las hacen candidatas

ideales para mediar los procesos de interacción sensorial y de plasticidad entre distintas

modalidades de sensación cutánea.

b) Las neuronas activadas exclusivamente por aferencias nociceptivas (neuronas de clase 3). Son

neuronas activadas exclusivamente por receptores de bajo umbral o mecanorreceptores. Tiene un

papel importante en la señalización del carácter nocivo de un estímulo. Poseen campos receptores

pequeños por tanto participan en la localización fino de estímulos periféricos.

Entre las sustancias que intervienen en esta modulación se citan la sustancia P, las encefalinas, la

somatostatina, la serotonina, la norepinefrina, la serotonina y la dopamina. La sustancia P actúa

como un transmisor aferente fundamental. Las encefalinas actúan produciendo inhibición

presináptica y postsináptica de la transmisión aferente primaria. Se desconoce cómo trabajan

exactamente estos sistemas nerviosos, pero los principales mediadores de la modulación son los

componentes del sistema opioide endógeno (endorfinas). La modulación está mediada por la unión

con receptores específicos: mu delta y Kappa. Las endorfinas se encuentran ampliamente

distribuidas y relacionadas con sistemas que regulan la homeostasis, la respuesta al estrés y a dolor.

La serotonina y la norepinefrina participan en los mecanismos inhibidores descendentes. Existe

también interacción con el sistema de modulación endorfina/ encefalina junto con otras sustancias

implicadas en la antinocicepción. La mayoría de las vías espinales ascendentes contienen axones

de neuronas nociceptivas. Éstas se transmiten por las vías cruzadas ascendentes (haces

espinotalámico, espinorreticular y espinomesencefálico).

El control de la transmisión nociceptiva a través del asta posterior parte de la corteza

somatosensitiva (incluso la sustancia gris periventricular, el mesencéfalo, incluyendo la sustancia

gris periacueductal, los núcleos del dorsales del rafe y la formación mesencefálica y el bulbo

raquídeo). En vía descendente donde participan neuronas con mecanismos noradrenérgicos,

serotoninérgicos y encefalinérgicos.

La opinión más aceptada es que tiene una acción inhibitoria. Esta forma de inhibición descendente

afecta a casi todas las formas de transmisión sensorial y no sólo a la nociceptiva. Esto explicaría

cómo los estímulos nocivos aplicados en distintas zonas del organismo inhiben las respuestas de las

neuronas nociceptivas de la médula espinal que reciben aferencias desde puntos diferentes.

II. Dolor neuropático:

Definido recientemente como “El dolor producido por lesiones y enfermedades que afectan a las vías

somatosensitivas dentro del sistema nervioso periférico o central”.

Treede RD,et al. Neuropathic pain: redefinition and a grading system for clinical and research

purposes. Neurology. 2008 Apr 29;70(18):1630-5.

El dolor neuropático corresponde a los síndromes dolorosos debidos a cambios fisiopatológicos en el

SNC y SNP. Pueden deberse a una lesión neuronal o en tejidos no nerviosos desvinculándose de la

lesión o daño inicial y manteniendo como un dolor de larga duración (crónico). Es una consecuencia

directa de la complejidad del proceso de reparación tisular del sistema nervioso. El proceso de

cicatrización y reparación del tejido nervioso es complejo y limitado, se trata más de un proceso de

compensación funcional que de una regeneración anatómica. Este dolor se ha descrito como dolor

continuo, quemante, lancinante o eléctrico. Muchas veces es una expresión patológica de la

respuesta normal a los estímulos nociceptivos. Las lesiones del sistema nervioso dejan numerosas

secuelas, entre ellas sensaciones dolorosas anormales. Las sensaciones dolorosas anormales y

desconcertantes que los pacientes con dolor neuropático padecen son debidas a las alteraciones

causadas en los sistemas neuronales encargados del normal procesamiento de la sensación del

dolor. La principal diferencia entre el dolor neuropático y el dolor nociceptivo es que no existe una

señal de entrada nociceptiva continua. En las neuropatías periféricas se ven involucradas fibras

aferentes primarias por la sección o el daño de sus ramas periféricas.

Esta lesión induce una regeneración de la rama periférica formado un cono de crecimiento que

produce ramificaciones. Cuando la destrucción del nervio ha sido más completa se forma un

neurinoma (acúmulo de multitud de ramificaciones). Todos los procesos patológicos del dolor

neuropático tienen ramificaciones de crecimiento o somas en los ganglios raquídeos de las fibras

dañadas que producen impulsos y descargas espontáneas debidas a aumentos de excitabilidad de

las membranas de las fibras en regeneración. Éstas también desarrollan una sensibilidad elevada a

las catecolaminas circulantes. Las alteraciones centrales suelen ser consecuencia de lesiones

neurológicas de la médula espinal, bulbo raquídeo, tálamo o corteza cerebral. El inicio de este tipo

de dolor puede ocurrir semanas o incluso meses después de la lesión neurológica. La causa

primordial es la activación de zonas talámicas cuyas neuronas muestran una actividad espontánea

de alta frecuencia y que el patrón no se ha observado en pacientes sin dolor.

En resumen, tras una lesión en el tejido nervioso pueden aparecer cambios neuroanatómicos y

neurofisiológicos que produzcan algunos tipos de dolor neuropático. La lesión axonal periférica

puede provocar una regeneración nerviosa anormal después de semanas o meses de provocarse la

lesión.

El daño axonal puede originar una reparación anormal denominada neurinoma. Estos crecimientos

nerviosos pueden generar una actividad espontánea, con pico e intensidad tras varias semanas de

la lesión.

A diferencia de los axones normales, estas estructuras son más sensibles a la distensión física

provocando hinchazón y sensación de quemazón. Después de un periodo de tiempo, se pueden

desarrollar conexiones atípicas entre los neurinomas o los axones desmielinizados en la región

nerviosa dañada, permitiendo una plasticidad entre los nervios somáticos y eferentes simpáticos y

los nociceptores.

Esto es lo que se ha postulado como otro de los mecanismos implicados en el origen periférico de

algunos tipos de dolor neuropático.

Dolor mixto:

Término que describe síndromes en los que coexisten simultáneamente mecanismos

fisiopatológicos nociceptivos y neuropáticos (combinación de dolor nociceptivo y dolor neuropático).

Se puede producir por lesiones de las vias nociceptivas, compresión mecánica de las raíces de los

nervios o por la acción de mediadores inflamatorios.

Gore M, et al. Clinical characteristics and pain management among patients with painful peripheral

neuropathic disorders in general practice settings. Eur J Pain. 2007 Aug;11(6):652-64.

COMO ES EL DOLOR NEUROPATICO

Es un dolor molesto que puede describirse como calambre o como descarga eléctrica. Aunque

puede tener un fondo doloroso fijo, suele tener presentaciones dolorosas que pueden estar

provocadas por determinadas acciones.

Un aspecto característico del dolor neuropático es que el dolor continua aunque el estimulo

desaparezca.

Otra cualidad es que puede ser un dolor referido, es decir: no duele en el lugar donde está la lesión,

sino en el área topográfica que está controlada por la vía nerviosa.

SINTOMAS ACOMPAÑANTES DEL DOLOR NEUROPATICO

Hiperestesia, cuando el sujeto nota una sensación exagerada a un estimulo, por ejemplo al tacto. Si

esa mayor sensación es desagradable se le denomina disestesia. También puede encontrarse la

situación inversa: un área de menor sensibilidad, que llamamos hipoestesia, o falta de sensación al

tocar la zona, que es lo que se llama anestesia.

La zona de dolor puede acompañarse de trastornos del sudor, en forma de menor cantidad de lo

normal, que es lo que se llama hipohidrosis o anhidrosis, en el caso de que no se aprecie, o una

sudoración exagerada, que se denomina hiperhidrosis.

DOLOR NEUROPÁTICO: CLASIFICACIÓN ORIGEN

Dolor neuropático periférico

— Polineuropatía inflamatoria desmielinizante

— Polineuropatía alcohólica

— Polineuropatía por quimioterapia

— Síndrome doloroso regional complejo

— Neuropatía por atrapamiento

— Neuropatía sensitiva por VIH

— Neuropatía por síndromes nutricionales

— Neuropatía diabética

— Síndrome de dolor del miembro fantasma

— Neuralgia postherpética

— Radiculopatías cervicales, dorsales o

lumbares

— Neuralgia del trigémino

— Neuralgias postraumáticas

— Neuropatías por exposición a tóxicos

Dolor neuropático central

— Mielopatía por compresión medular

— Mielopatía por VIH

— Esclerosis múltiple

— Enfermedad de Parkinson

— Mielopatía postisquémica

— Mielopatía postirradiación

— ACV

— Lesión medular traumática

— Siringomielia

— Aracnoiditis

— Dolor por compresión o infiltración tumoral

DOLOR NEUROPÁTICO: CLASIFICACIÓN SU ETIOLOGÍA

Por atrapamiento o compresión

— Síndrome del túnel carpiano.

— Estenosis de canal espinal.

— Radiculopatía crónica.

Por traumatismos

— Lesiones tras accidentes.

— Lesiones tras cirugía.

— Lesiones medulares.

— Amputaciones «dolor del miembro

fantasma».

— Síndrome de dolor regional complejo.

Por infecciones

— Herpes zóster.

— Mononucleosis.

— Sida.

— Tabes dorsal.

— Difteria.

— Lepra.

Por alteraciones metabólicas

— Diabetes Mellitus.

— Uremia.

— Amiloidosis.

— Porfiria.

— Hipotiroidismo.

Por alteraciones vasculares e isquemia

— ACV.

— Lupus eritematoso.

— Poliarteritis nudosa.

Por procesos oncológicos

— Compresión.

— Infiltración.

— Metástasis.

— Paraneoplásicos.

Por tóxicos

— Quimioterápicos.

— Fármacos (fenitoína, isoniacida,

talidomida…).

— Metales (arsénico, plomo, mercurio…).

Por alteraciones nutricionales

— Alcoholismo.

— Déficit de tiamina, niacina, piridoxina.

Por alteraciones genéticas

— Enfermedad de Fabry.

— Neuropatías sensoriales hereditarias.

Otros

— Esclerosis mútiple.

— Guillain-Barré.

III. Dolor idiopático o psicógeno:

El dolor psicógeno sólo puede ser establecido por un psiquiatra experimentado y una vez excluida

exhaustivamente cualquier patología somática. El estado psicológico del paciente contribuye en la

forma en que el paciente se queja y sufre el dolor. Es fundamental en lo que a la naturaleza subjetiva

del dolor se refiere y cómo se acepta. Los síntomas y alteraciones asociadas son reales para el

paciente, independientemente del grado en que los factores fisiológicos estén involucrados. Muchos

autores consideran que el dolor en sí puede perpetuarse por factores psicológicos.

Valoración del dolor

El dolor es una experiencia tan individual que requiere de una medición y un abordaje

multidisciplinar. Es imprescindible una evaluación funcional y psicológica para garantizar una

medición adecuada. El manejo óptimo del dolor precisa de una valoración exhaustiva y de los

problemas asociados, y así realizar las intervenciones terapéuticas más eficaces. Cuando el dolor es

mantenido, la evaluación debe llevarse a cabo a intervalos regulares, de forma individualizada y

documentada, para que todas las personas involucradas en los cuidados del paciente comprendan

claramente el problema del dolor. La referencia del propio paciente sigue siendo el mejor indicador.

Hay una gran variedad de herramientas disponibles para la evaluación. La selección de una

herramienta de medida debe basarse en el lugar donde va a ser tratado y en las características del

paciente. La cuantificación de la intensidad del dolor es una parte esencial del manejo y seguimiento

de la valoración del dolor. Existe una gran variedad de escalas autorizadas disponibles para realizar

la medición. Es recomendable que el médico seleccione un método de valoración de la intensidad y

lo incorpore a la práctica diaria, obteniendo la medida referida siempre a la misma escala. Cualquier

método que se elija ha de aplicarse de forma sistemática.

Las herramientas de medición incluyen las escalas simples y las unidimensionales tales como la

escala analógica visual o la escala verbal numérica entre otras. La medición debe incluir el concepto

de su distribución en el tiempo y el contexto clínico. Normalmente, a los pacientes que presentan

dolor agudo se les pide que describan su dolor “en este momento”, y se les pregunta acerca de la

intensidad en un periodo fijo de tiempo para obtener una información sobre el curso del dolor.

Generalmente se utilizan escalas unidimensionales que incluyen la escala visual (VRS), escalas

numéricas (NRS), escala analógica visual (VAS) y escalas gráficas. La selección de la escala de

dolor depende de la edad del paciente, posibilidad de comunicación, o de otras características

específicas. Mientras que la escala verbal es una medida sencilla (p. ej. no hay dolor, medio,

moderado, severo), otras escalas pueden proporcionar una información adicional.

BIBLIOGRAFÍA

MATIAS – GUIU, CONVIVIR CON EL DOLOR NEUROPATICO –

2006 EDITORIAL MEDICA PANAMERICANA S.A.

(Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, 1994)

Guía Canadiense de Dolor Neuropático (2007).

Treede RD,et al. Neuropathic pain: redefinition and a grading system for clinical and

research purposes. Neurology. 2008 Apr 29;70(18):1630-5.

http://www.areasaludbadajoz.com/datos/ docencia_e_investigacion/dolor_neuropatico%201.pdf