Download - DIRECCIÓN Y CONTROL DEL AULA
I. Introducción.
Desde comienzo del siglo pasado, la disciplina escolar ha sido motivo de interés
debido al aumento de actuaciones que impiden el desarrollo adecuado del proceso
educativo y que provocan altos niveles de estrés en el profesorado. Uno de los
problemas es la falta de consenso a la hora de conceptualizarla, por ejemplo, hay
algunos que utilizan términos como orden, control o gestión del aula, los cuales
implican dominio y rigidez sobre los estudiantes. Otros creen que sería más adecuado
utilizar el término dirección de clase porque hace más fácil la tarea de dirigir a los
alumnos y toma en consideración variables tanto del ámbito escolar como
extraescolar. Esta conceptualización hace posible alcanzar los objetivos de la
educación: lograr el desarrollo del individuo y la adquisición por parte de éste de
destrezas intelectuales y sociales. La disciplina, por tanto, no debe ser desligada de
esta finalidad.
Los argumentos utilizados para justificar la necesidad de la disciplina han sido
varios:
Argumento social: Cualquier sociedad no puede funcionar sin normas o leyes
siendo estas más necesarias cuanto más complejas son aquellas. La escuela
como institución social, la clase como grupo y como parte de la escuela necesita
normas de respeto y convivencia para llevar a cabo sus funciones. Todo el
mundo debe saber qué está permitido y qué prohibido.
Argumento psicológico: Los niños necesitan una regularidad, una rutina para
poder un desarrollo psíquico sano, es decir, los niños necesitan vivir en un
mundo predecible (Maslow) necesitan orden y disciplina para ser felices para ser
aceptados de la personalidad y con las explicaciones de las razones de las reglas
de contribución al desarrollo de su pensamiento.
Argumento funcional: Prácticamente todos los educadores están de acuerdo al
afirmar que se precisa “un determinado nivel de orden” para que el grupo que
dirigen funcione.
II. Modelos teóricos explicativos.
Tres son los modelos desde los que se pueden abordar la disciplina y el control en
el aula:
Modelo cognitivo: Basado en el desarrollo personal y social del alumno. El
objetivo principal es ayudar al alumno a controlar su propia conducta y
proporcionarle la oportunidad de escoger la conducta adecuada para la
resolución de problemas.
Modelo conductista: Se fundamenta en la teoría del condicionamiento
operante. Los individuos son controlados por medio del refuerzo contingente de
la conducta. A continuación se presentan algunas de las técnicas que utiliza este
modelo para la gestión y control del aula:
- Reforzamiento positivo a través de premios.
- Castigos.
- Economía de fichas.
Modelo psicosocial: Considera al alumno como miembro de un grupo de
aprendizaje que contribuye a través de sus actuaciones a la consecución de las
metas de éste. El grupo y sus miembros es regulado a través de una serie de
normas que se han de hacer dentro del grupo.
III. Factores determinantes de la gestión en el aula.
Hay una serie de factores que intervienen en la gestión en el aula:
La edad de los alumnos: Es necesario adaptar los métodos de disciplina al nivel
evolutivo de cada alumno. Piaget defendía la existencia de una serie de etapas
de desarrollo del niño que deben aplicarse al aprendizaje de la disciplina
escolar, estas etapas son:
o Etapa preoperacional: caracterizada por el egocentrismo. El niño
aprende las normas impuestas por los adultos.
o Etapa de las operaciones concretas: el niño empieza a conocer por
medio de la experiencia que las normas son variables y pueden
incluso encerrar algunas contradicciones. En esta etapa el niño
adquiere una moral de colaboración.
o Etapa de las operaciones formales (preadolescencia): Se caracteriza
por la autonomía. El individuo empieza a desarrollar sus propios
principios e ideas.
El grupo-clase como determinante: Los grupos servirán de referencia al alumno
siempre y cuando este los acepte y se sienta identificado con alguno de ellos.
El profesor y la gestión del aula: El profesor es el encargado de dirigir y
organizar la clase de forma armónica y adaptarla a las aptitudes de los
alumnos. Es importante tener unas buenas cualidades temperamentales y de
personalidad para la buena gestión del aula, como son: disposición y entrega de
enseñanza, la justicia, el autocontrol y la paciencia.
Johnson (1980) propone que la autoridad del profesorado depende de cuatro
fuentes de poder:
o Poder coercitivo.
o Poder para premiar.
o Poder de modelo o de referencia.
o Poder de experto.
El centro educativo: Los rasgos que hacen que un centro funcione con éxito
son:
o Reglas y normas, claras, conocidas y que se apliquen
constantemente.
o Reglas que deben ser razonables, justas y apropiadas.
o Un sistema eficaz para el tratamiento y orientación de los alumnos.
o Ningún alumno debe tener la impresión de ser menos importante
que otro.
o La colaboración con los padres y su participación activa en la vida
escolar.
o La existencia de una buena armonía y relación entre profesores y
éstos con los alumnos.
o Facilitar una enseñanza eficaz y adaptada a los objetivos
académicos y sociales.
Además de todo esto, es importante llevar a cabo un plan de estudio para
conseguir una buena disciplina. Basándonos en los criterios de actuación propuestos
por Tanner:
a) Relacionados con el aprendizaje académico:
o Actividad con propósito: planeada y definida para conseguir un
objetivo.
o Actividad responsable: responsabilizar a los alumnos.
o Actividad interesante: para motivas al alumno es necesario
identificar sus dificultades de aprendizaje y elaborar un programa
adecuado a las necesidades.
b) Relacionados con el aprendizaje de actitudes sociales: las actitudes sociales
hay que integrarlas dentro del plan de estudios para que el niño tenga un
buen control de sí mismo.
IV. Problemas de comportamiento y control en clase.
Uno de los problemas más frecuentes en el aula son las conductas disruptivas.
Estas se pueden definir como “aquellas que influyen negativamente en el proceso
docente y/o supone un grave trastorno para el normal desarrollo de la vida escolar”.
Las variables diferenciales en las conductas disruptivas son:
o Sexo: en los niños se da más agresividad física, mientras que en las
niñas son verbales.
o Nivel educativo: en educación infantil, las conductas más frecuentes
son motrices y agresivas; en primaria, ruidosas, verbales y agresivas
y en secundaria, verbales, agresivas, injuriosas y rebeldes.
o Rendimiento académico: a peor rendimiento académico, mayor
conducta disruptiva.
o Clase social: Existen más conductas disruptivas en niños con estatus
socioeconómico inferior.
Las conductas más frecuentes se pueden dividir en cuatro grupos de mayor a
menor frecuencia:
1. Comportamientos que perturban las relaciones sociales en la clase:
agresión física, agresión latente, agresión verbal y comportamiento de
huída y aislamiento social.
2. Comportamientos que en la clase que interfiere con el comportamiento
de estudio: comportamientos de motricidad gruesa (estar fuera del
asiento), comportamientos ruidoso (dar patadas), comportamientos
verbales (gritar o conversar con otro), comportamientos de orientación
en la clase (volver la cabeza) y comportamientos que atentan contra la
autoridad del profesor.
3. Comportamientos ocasionados por falta de responsabilidad del
alumno: robo, absentismo escolar, palabras y gestos obscenos,
comportamientos que alteran las normas de funcionamiento en la
clase…
4. Comportamientos asociados a cierta inmadurez orgánica del niño:
hiperactividad, distracción y falta de atención comportamiento de
demora, comportamiento que dificultad el comportamiento escolar y
dificultad de adaptación al aprendizaje.
Para una buena gestión y control en el aula, Kounin (1970) propone:
1. Puntualidad para empezar y acabar la clase.
2. Buena preparación de los temas y materiales didácticos.
3. Ponerse rápidamente a la tarea.
4. Utilización efectiva de la palabra.
5. Mantenerse alerta.
6. Distribución justa y equitativa.
7. Mantener las notas y promesas al día.
8. Delegación de las tareas rutinarias.
9. Atención a los problemas de los alumnos.
10. Concluir amistosamente la clase.
V. Acoso escolar (bullying).
Bullying en inglés significa matón. El concepto recoge una serie de conductas que
tienen que ver con la intimidación, tiranización, aislamiento, amenaza e insultos
sobre una o varias víctimas. El alumno agredido es víctima cuando se ve expuesto de
forma repetida y durante cierto tiempo a acciones negativas que lleva acabo otro
alumno o un grupo de ellos. Hay una serie de aspectos que caracterizan al acoso
escolar son:
Debe existir una víctima indefensa, atacada por un abusador o grupo de
matones.
Debe existir una desigualdad de poder entre la víctima y el agresor.
La acción agresiva tiene que ser repetida.
Los tipos de acoso son: verbal, físico, psicológico y social (marginación).
Las víctimas suelen ser personas débiles, inseguras, ansiosas, sensibles, tímidas,
con bajo nivel de autoestima, apegadas al hogar, buenas relaciones con los
educadores etc. Por otro lado, el perfil de los agresores se caracteriza por un
temperamento agresivo, ser impulsivos, deficiencia en habilidades sociales, falta de
control de la ira, mayor fortaleza física, necesidad de dominio, autosuficientes y bajo
nivel de autoestima.
El acoso puede acarrear múltiples consecuencias tanto en la víctima como en el
agresor e incluso aquellos que lo presencien. La víctima puede sufrir fracaso escolar,
niveles altos de ansiedad, fobia al colegio, insatisfacción e intentos de suicidio. El
agresor por su parte, tiene una concepción positiva del acto violento y
reconocimiento social. Los espectadores pueden desarrollar desensibilización ante el
sufrimiento de los otros.
Para el diagnóstico de este tipo de problemas se pueden utilizar cuestionarios
como el PRECOCIMEI, diseñado para el profesorado, alumnado y familia. Y listas de
comprobación, las cuales permiten que ir evaluando a lo largo del proceso de
detención, planificación e intervención el mantenimiento o no del acoso en el aula.
También se hace uso de técnicas antiacoso escolar como son:
Método Pikas: consiste en una entrevista realizada tanto a la víctima como a
los abusadores. No se ha demostrado su eficacia.
Entrenamiento asertivo.
Círculo de amigos/as.
Entrenamiento para el manejo de la ira.
Autodefensa personal.
Role playing.
VI. Estrategias para facilitar el control de la clase.
Se han propuesto una serie de estrategias para facilitarle la tarea al profesor cuyo
objetivo es prevenir e intervenir sobre los problemas que vayan surgiendo en clase de
tipo comportamental, académico, social o personal, con el fin de lograr una buena
interacción profesor-alumno. Esta interacción va a permitir que se lleguen a dar los
procesos básicos para realizar las estrategias. Éstas son:
Estrategias de disciplina según el grado de intervención: Estas se clasifican
según el grado de intervención que se requiere por parte del profesor.
o Estrategias de no-intervención: son dos:
Diálogo profesor-alumno: el profesor guiara al alumno hacia
un comportamiento adecuado mediante el diálogo sin
imponer su autoridad.
Evaluación profesor-alumno: el profesor evalúa el
comportamiento inadecuado del niño y sus consecuencias y
le ofrece distintas soluciones que le lleven al cambio.
o Estrategias de interacción: La solución del problema se lleva a cabo
a través de la colaboración de los alumnos, el profesor y otros
profesionales, asumiendo cada la responsabilidad en sus funciones.
Dentro de este tipo de estrategias se encuentran las Estrategias de
colaboración, que se clasifican en dos:
Estrategias de colaboración profesor- alumno.
Estrategias de colaboración entre el profesor y otros
profesionales vinculados al entorno escolar.
Estrategias de colaboración Profesor-Alumno: Pueden
estar centradas en:
En el profesor, se aplica del mismo modo a toda la
clase y están poco individualizadas.
En el alumno, son individualizadas y se utilizan para
solucionar una conducta concreta que
presenta un alumno en particular.
Estrategias de intervención: Su objetivo es solucionar las causad que pueden
estar dando lugar al comportamiento inadecuado del alumno. Según el
problema será necesario intervenir sobre uno u otros:
o Intervención sobre el conflicto: Intervención a través de la
mediación (Torrego 2000).
o Intervención en el ámbito motivacional: Sureda propone un
programa denominado “Intervención para la mejora de las
habilidades socio personales de los alumnos de secundaria”. Con él
quiere, que el alumno construya una percepción de si mismo
adecuada con un conocimiento ajustado de sí mismo, sentimientos
Fases Objetivo
Premediación. Facilitar el acceso a la mediación.
Reglas del juego. Crear un clima de confianza. Establecer
objetivos, expectativas y normas.
Clarificación del conflicto. Exponer las distintas versiones. Llegar al
verdadero problema.
Situación del problema. Identificar en qué consiste el conflicto.
Proponer soluciones. Buscar posibles vías de arreglo. Planificar
cómo salir del conflicto.
Llegar a un acuerdo. Concretar quién hace qué, cómo, cuándo
y dónde.
de seguridad y de pertenencia adecuados y competencia social en
los ámbitos escolar y social.
o Intervención en habilidades de interacción y de comunicación: Los
entrenamientos deberán mejorar la empatía, enseñar a mejorar los
pensamientos distorsionados y a controlar los sentimientos. Los
pasos son:
1. Informar sobre la conducta social hábil y las características
que diferencian a los asertivos, los pasivos y los agresivos.
2. Interaccionar con empatía, adaptarse a los sentimientos de
los demás y ser capaz de ponerse en su lugar.
3. Modificar los pensamientos negativos.
4. Manejar los pensamientos incontrolados.
5. Resolver los problemas y ser capaz de afrontarlos.
Para conseguir la autorregulación es necesario llevar a cabo una serie de
estrategias:
1. Análisis de las causas: evaluar los aspectos que impiden la consecución de
los resultados deseados.
2. Análisis de los cambios.
3. Sistema de registro: especificar qué, cómo y cuánto tiempo hacerlo, y las
consecuencias que se obtienen de la correcta ejecución o no de las
conductas programadas. La finalidad es controlar los cambios y actuar como
sistema de refuerzo.
Igualmente, para controlar la clase podemos utilizar las clásicas técnicas de
modificación de conducta:
Técnicas ¿En qué consiste? Objetivos
Reforzamiento
positivo.
Reforzamiento de las conductas que se
quieren mantener.
Sustitución de comportamientos
indeseables. Mantenimiento de
comportamientos deseables.
Extinción. Retirada del refuerzo que tienen las Eliminar comportamientos
conductas indeseables. indeseables.
Modelamiento. Observación de las conductas apropiadas
en otros sujetos.
Conseguir nuevos
comportamientos en el alumno.
Contratos de
contingencia.
Contratos en los que se establecen las
conductas que se quieren cambiar y las
consecuencias de esto.
Conseguir además del cambio
de comportamiento, un
compromiso explícito por parte
del alumno.
Castigo. Consecuencia negativa derivada de un
comportamiento indeseable.
Eliminar una conducta no
deseada.
Propuesta de colaboración:
Presentamos a continuación una propuesta de colaboración entre
profesores y otros profesionales, basada en la teoría de Gotzens (1997), para la
solución de problemas de comportamiento.
Fase Tema A cargo Tiempo Objetivos
1 Delimitación del
problema. Profesor. 5 min.
Obtener descripción general del
comportamiento del alumno.
2 Antecedentes. Profesor. 10 min. Presentación de los antecedentes.
3 Antecedentes
del problema.
Otros
miembros
del equipo.
15/20
min.
Añadir información que aportan otras
personas que están en contacto con el
alumno a lo largo del día.
4 Clarificar la
información.
Todo el
equipo. 15 min.
Concretar la información sobre el caso y
determinar los cambios que se desean
conseguir.
5 Sugerir
soluciones.
Todo el
equipo. 20 min.
Ofrecer posibles soluciones y discutirlas en
grupo.
6 Generar un plan
de acción.
Todo el
equipo. 20 min. Decidir el plan a seguir y asignar tareas.
7 Aplicación del
proyecto.
Todo el
equipo.
Puesta en práctica y desarrollo de un plan de
acción.
8 Evaluación y
seguimiento.
Todo el
equipo.
10/15
min.
Encuentros periódicos para el seguimiento
del caso.
Para finalizar, se presenta a continuación un esquema de acción que recoge los
conocimientos que el profesor debe adquirir sobre cuestiones de disciplina. Este
consta de tres fases:
1. Preparación y planificación de la disciplina escolar:
Toma de contacto con el tema por parte del profesor.
o El profesor debe recabar dos tipos de información: científica y
legal-administrativa.
Planificación de la disciplina.
o El profesor debe tomar opción por un enfoque, planificar la
disciplina del aula y contextualizar la planificación efectuada.
2. Aplicación y seguimiento de la disciplina en el aula:
Inicio de curso y presentación. El profesor debe:
o Comunicar las previsiones realizadas a los alumnos (normas de
funcionamiento, consecuencias del no cumplimiento de
estas…)
o Buscar feedback en los alumnos que le permita determinar el
nivel de comprensión e implicación de éstos en las propuestas
planteadas.
o Tener en cuenta las aportaciones y sugerencias que los
alumnos proponen introducir.
o Adaptar las previsiones al grupo de clase.
El día a día de la disciplina se corresponde con el desarrollo de la
actividad disciplinaria a lo largo del curso. Incluye tres tareas:
o Aplicar la normativa y los procedimientos precisos para ello.
o Solventar los problemas surgidos al respecto.
o Introducir los reajustes que se consideren oportunos.
3. Contribución a la mejora de la disciplina del centro.
Comunicación y colaboración con los colegas: establecimiento de
contacto con los colegas a fin de buscar propuestas de optimización de la
disciplina en el centro.
Los contactos con la comunidad para-escolar: conseguir la implicación de
las familias, la colaboración de los servicios educativos, servicios sociales
y demás centros e instituciones próximos al entorno escolar, de cuya
cooperación depende en buena medida el éxito de la disciplina en la
escuela.
VII. Bibliografía.
BELTRÁN, J. et al (1995). Psicología de la Educación. Madrid: Eudema (cap 18).
GARCÍA, A. (1996). Gestión y control del aula. En Barca, A. González, J. González, R.
Escoriza, J. (Eds), Psicología de la Instrucción, (3). Componentes contextuales y
relacionales del aprendizaje escolar (pp. 101-124). Barcelona: E.U.B.
GOTZENS, C (1995). El control de la clase y la disciplina. En Mayor, J. (Ed.), Psicología de
la Educación (pp. 372-390). Madrid: Anaya.
GOTZENS, C (1997). La disciplina escolar (pp. 160-163; pp. 221-232). Barcelona:
Horsori.
GONZÁLEZ-PIENDA, J.A., GONZÁLEZ, R., NÚÑEZ, J.C., y VALLE, A. (2002). Manual de
Psicología de la Educación. (Cap. 12, pp.271-294) Madrid: Pirámide.
Artículos relacionados con el tema: Control y Dirección del aula.
A continuación se presentan dos artículos muy interesantes sobre acoso. Uno de
ellos estudia la relación de éste con las actitudes de socialización en una muestra de
adolescentes, el otro nos hace ver el nivel de acoso existente en aquellas instituciones
escolares que se basan en un sistema de dirección autoritario .
Artículo sacado de la base de datos DIALNET. Para su búsqueda se puso la palabra
“bullying” y se encontraron 121 documentos. Referencia: CEREZO RAMÍREZ, F.
(2002). El bullying y su relación con las actitudes de socialización en una muestra de
adolescentes. Revista electrónica interuniversitaria de formación del profesorado, 1
(5), ISSN 1575-0965.
El bullying y su relación con las actitudes de socialización en una muestra de
adolescentes.
Este trabajo es parte de una investigación más amplia que pretende conocer
las implicaciones de algunas actitudes sociales de los adolescentes en la dinámica
bullying. La muestra la componen 46 alumnos de dos grupos de Tercero de
Educación Secundaria, de 14 y 15 años, siendo 29 chicos y 17 chicas. Se aplicaron
diversas pruebas para la medida de la agresividad entre escolares, el clima social
escolar y los niveles de socialización. Los resultados revelaron diferencias
significativas entre alumnos agresivos, víctimas y bien adaptados en cuanto a
ascendencia social en el grupo aula, registrando valores menores en los víctimas.
En general, los valores de consideración hacia los demás son bajos en toda la
muestra, la percepción del clima social del aula presenta escasas diferencias
entre bien adaptado y agresores, lo puede ser interpretado como elemento
favorecedor de bullying en los contextos escolares
Esta investigación nos parece interesante ya que es un tema que hoy en día se da
mucho. Es necesario comprender por qué existen los acosadores y qué diferencias hay
entre los adolescentes para que uno tenga el papel de víctima y el otro de agresor. Los
datos de este experimento son relevantes ya que con ello se puede más o menos
detectar qué alumno es más propenso a la agresividad y a abusar de los demás.
Este artículo ha sido encontrado en la base de datos DIALNET. Para su búsqueda se
pusieron las palabras “discipline bullying” y se encontraron 249 documentos.
Referencia: GREGORY, A., CORNELL, D., FAN, X., SHERAS, P., SHIH, T.-H., HUANG, F. (
2010). Authoritative School Discipline: High School Practices Associated With Lower
Bullying and Victimization. Journal of Educational Psychology, 102 (2), (pp. 483-496
3).
Disciplina autoritaria en la escuela: Prácticas en institutos asociadas con un
menos nivel de acoso y victimización.
En este estudio se ha examinado la teoría de la disciplina autoritaria, la cual
afirma que existen dos aspectos complementarios del clima-estructura y soporte
de la escuela que son importantes para la seguridad de los adolescentes.
Utilizando una muestra de 7.300 estudiantes de noveno curso y 2.900
estudiantes escogidos aleatoriamente de 290 institutos, se ha demostrado,
utilizando un modelo jerárquico lineal, que la aplicación constante de la
disciplina escolar y disponibilidad de los adultos como cuidadores está asociada
con la seguridad de la escuela. La disciplina y el apoyo de los adultos estaban
asociados con menos acoso y victimización. Estos descubrimientos sugieren que
la práctica de disciplina no debería ser encaminada hacia un debate sobre
“ponerse duro” VS “dar apoyo” porque ambos, disciplina y apoyo, contribuyen a
hacer una escuela segura para los adolescentes.
Lo interesante de este estudio es que muestra que para dar una buena
educación basada en el respeto, no basta sólo con ser autoritario si no que los alumnos
también tienen que ver la cercanía de los profesores y que están ahí para ayudarlos,
no para reñirles simplemente. Estos datos aportan información que puede
desmantelar la idea de que el colegio, cuanto más duro, mejor calidad tiene y más
seguros estarán los niños. Esto es cierto siempre y cuando los profesores den el apoyo
necesario a sus alumnos.
Para finalizar, se exponen una serie de referencias a artículos encontrados en la
base de datos DIALNET relacionados con la evaluación e intervención en casos de
acoso escolar, tanto en España como en el extranjero.
Artículos de evaluación:
- Cajigas, N., Kahan, E., Luzardo, M., Najson, S., Zamalvide, G(2004). Escala de
agresión entre pares para adolescentes y principales resultados. Acción
psicológica, 3(3), (pp. 173-186). ISSN 1578-908X
- Moreno Jiménez, B., Rodríguez Muñoz, A., Martínez Gamarra, M., Gálvez
Herrer, M. Assessing Workplace Bullying: Spanish Validation of a Reduced
Version of the Negative Acts Questionnaire. Spanish journal of psychology, 10
(2) (pp. 449-457 ) ISSN 1138-7416.
Hemos escogido estos artículos porque consideramos importantes ver el grado
de agresión y cómo se evalúa ésta en adolescentes y porque es necesaria la validación
española de los instrumentos que fueron elaborados para población no española.
Artículos de intervención:
- Jiménez Vázquez, A. (2007) El maltrato entre escolares (Bullying) en el primer
ciclo de Educación Secundaria Obligatoria: valoración de una intervención a
través de medios audiovisuales. Universidad de Huelva.
- Minton, S.J., O'Moore, M. (2008) The effectiveness of a nationwide
intervention programme to prevent and counter school bullying in Ireland.
International journal of psychology and psychological therapy. 8 (1) (pp. 1-12).
ISSN 1577-7057.
Estos artículos nos han resultado interesantes porque nos muestran la
efectividad de algunos modelos de intervención contra el acoso escolar tanto en
España como en el resto del mundo.