Congresos de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento
del Delincuente Como resultado de las negociaciones efectuadas con la CIPP,
los congresos penitenciarios fueron asumidos por las Naciones Unidas y
denominados "Congresos sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente". Estos congresos han venido desarrollándose quincenalmente,
desde el primero efectuado en 1955, y son los siguientes:
a) Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra del 23 de agosto al 2
de septiembre de 1955.
b) Segundo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito
y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Londres del 8 al 19 de
agosto de 1960
c) Tercer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Estocolmo del 9 al 18 de
agosto de 1965.
ch) Cuarto Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Kioto del 17 al 26 de agosto de
1970.d)
Quinto Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra del 1o al 12 de septiembre
de 1975.
d) Sexto Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Caracas del 25 de agosto al 5 de
septiembre de 1980.
g) Séptimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Milán en los meses de agosto y
septiembre de 1985,1
m) Constitución de 1983
Esta Constitución, que es la vigente, fue decretada el 15 de diciembre de 1983.
Se refiere en su artículo 27 a la organización de los centros penitenciarios,
conservando la redacción de las dos Constituciones anteriores y modificando lo
relativo a la aplicación de la pena de muerte. Dicha disposición expresa: "Sólo
podrá imponerse la pena de muerte en los casos previstos por las leyes
militares durante el estado de guerra internacional. Se prohíbe la prisión por
deudas, las penas perpetuas, las infamantes, las proscriptivas y toda especie
de tormento. El Estado organizará los centros penitenciarios con objeto de
corregir a los delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando
su readaptación y la prevención de los delitos".2
e) Código Procesal Penal de 1973
El Código Procesal Penal, emitido el 28 de mayo de 1973, cuya vigencia
comenzó en 1974, destina su Libro Cuarto a la regulación de la vigencia de
centros penales y de readaptación y disposiciones generales y transitorias. El
Titulo I se refiere a los centros penales y de readaptación, estableciendo
disposiciones sobre la vigilancia judicial de los centros penales y visitas
judiciales obligatorias. En otra parte de este estudio se hace la relación de las
actuales disposiciones sobre la materia.3
1 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.512 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.743 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.96-97
d) Ministerio de Educación
Realiza una función especialmente preventiva, al incluir en sus programas
educativos materias como moral y cívica que disponen al niño y al joven para
ser útiles a la sociedad; asimismo, crea y ejecuta programas de educación en
los aspectos intelectual, moral, cívico, artístico, Deportivo, etc.
También realiza una labor más concreta en el ámbito penitenciario,
proporcionando colaboraciones en las escuelas de los centros penales con
profesores y programas de estudio, contribuyendo así a lograr los fines del
tratamiento penitenciario.4
2.5.2.7 Rehabilitación
La pena privativa de libertad impuesta al reo por sentencia ejecutoriada, se
tiene por cumplida a la fecha en que de conformidad al período señalado por a
misma y al cómputo practicado, se tiene por finalizada. Pero si el reo hubiere
obtenido la libertad condicional, la pena se tendrá por cumplida cuando el
beneficiario haya completado el lapso que le falte para cumplir la totalidad de
lacondena más una tercera parte de dicho término (artículo 96 Pn.).
Si se tratare de la suspensión condicional de la ejecución de la pena, en el caso
de que el reo pudo no haber guardado prisión por haber permanecido en
libertad durante la pena impuesta, ésta se tendrá por cumplida al finalizar el
período que el juez haya fijado, el que de acuerdo a lo indicado en el artículo 89
de dicho Código, está comprendido entre dos y seis años. Asimismo, las penas
accesorias inherentes a la pena de prisión (artículos 58, 62, 63, 64 y 65 Pn.), se
extienden durante el tiempo de la condena, salvo la pérdida de los derechos de
ciudadano que requiere rehabilitación y la imposibilidad de ejercicio de los
derechos civiles a que hace mención el artículo 62, que se extiende por un
lapso de cinco a diez años después del tiempo de la pena principal.
4 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.138
Los reos sujetos a rehabilitación son aquellos que bajo diferentes modalidades
procesales autorizadas por la ley, han cumplido ya la pena que les fue impuesta
como consecuencia del delito cometido, por el cual fueron declarados
culpables. Por tal razón, les asiste el derecho a solicitar su rehabilitación con el
fin de entrar de nuevo al goce y ejercicio de los derechos políticos reconocidos
por la Constitución en el artículo 72, y los demás que se indican en el Art. 149
Pn. Ya que los otros derechos civiles y administrativos de que han estado
privados, los recuperan por el hecho de haber cumplido la totalidad de la pena,
conforme a las prescripciones señaladas en el Código Penal.
Dentro del proceso de readaptación social del delincuente, la observancia de
buena conducta por parte de éste, se considera un elemento esencialísimo que
permite evaluar su estado de recuperación social, moral y espiritual. La Ley del
Régimen de Centros Penales y de Readaptación tomando en cuenta la
importancia de dicho factor, definió en el artículo 61, lo que debe entenderse
por "buena conducta"; a su vez, el artículo 20 del Código Civil dice que: "Las
palabras de la ley, se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso
general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido
expresamente para ciertas materias, se les dará en estas su significado legal".
Por lo tanto, en materia de tratamiento y de readaptación social, "Se entenderá
por buena conducta el cumplimiento estricto del deber, la observancia de las
normas de la disciplina ·y especialmente hacerse acreedor a distinciones por
actos que denoten el afán constante de regeneración y readaptación social,
tales como mejoramiento cultural, perfeccionamiento en el oficio o profesión,
trabajos de méritos notorios, concurso eficaz para el mantenimiento de la
disciplina y cooperación con los funcionarios del establecimiento en
circunstancias difíciles o de peligro para los mismos".
El artículo 148 del Código Penal al referirse a la rehabilitación prescribe:
"Los condenados que haya cumplido su pena u obtenido la suspensión
condicional de la ejecución de la misma tendrán derecho a su rehabilitación,
siempre que reúnan los siguientes requisitos: 1o. )Que el solicitante haya
observado buena conducta, debidamente acreditada, después de cumplida la
condena, en grado tal que haga presumir su readaptación social; 2o.) Tener
satisfechas en lo posible, las consecuencias civiles del delito; 3o.) Haber
transcurrido, desde la extinción de la pena o de haber expirado el período de
prueba de la suspensión condicional de la ejecución de la misma, tres años en
los delitos dolosos y dos años en los delitos culposos". La disposición transcrita
exige para la rehabilitación, haber observado buena conducta debidamente
acreditada después de cumplida la condena o sea, buena conducta posterior al
tiempo de duración de la condena que haga presumir su readaptación social.
Lamentablemente, la inoperancia del sistema, hace que no funcionen los dos
momentos en que se puede medir el grado de readaptación: durante el
cumplimiento de la condena y después de ella. Aquí es determinante el
inadecuado y casi nulo tratamiento individual y colectivo que se brinda a los
condenados, debido a la falta de una política definida a ese respecto, a la falta
de recursos materiales, técnicos y humanos apropiados y a la ausencia de una
reglamentación, general y especial de la ley. De ahí que como consecuencia
lógica y natural no se tenga definida también una política sistematizada de
seguimiento "Post-penitenciario" que permita apreciar, en un segundo
momento, la readaptación efectiva del sujeto que por haber cumplido la pena,
se encuentra ya reinserto en la sociedad. Es a esta readaptación social a la que
se alude en los Códigos Penal y Procesal Penal, como condición primaria para
conceder la rehabilitación, que trae como efectos conforme lo dispone el
artículo 149 del Código Penal, la recuperación de los derechos de ciudadano y
la desaparición de toda otra incapacidad, prohibición o restricción por motivos
penales; así como la cancelación de antecedentes penales en el Registro
General de Delincuentes que lleva el organismo correspondiente.
En orden a estos supuestos normativos, el Código Procesal Penal al señalar el
procedimiento a seguir para obtener la rehabilitación, determina en el artículo
645 que: "Corresponde al juez ejecutor de la sentencia condenatoria conocer en
la rehabilitación a que se refiere el artículo 148 del Código Penal, siempre que
se cumplan los requisitos señalados en el mismo artículo". El artículo 646 del
citado Código Procesal exige, entre los documentos que deberán acompañarse
a la solicitud de rehabilitación, la presentación de:
"Constancia autenticada ante notario, suscrita por dos ciudadanos de
reconocida honorabilidad que acredite que el reo, desde que obtuvo su libertad,
ha observado buena conducta positiva y adquirido oficio, profesión o trabajo, en
su caso. Si el solicitante no pudiere presentar la constancia aludida, podrá
omitirla y ofrecer prueba sobre los extremos indicados". Para este fin, el artículo
647 del Código Procesal relacionado, establece que: "Si a la solicitud no se
acompañase la constancia autenticada a que se refiere el número cinco del
artículo anterior, el juez· seguirá la Información correspondiente, para examinar
a los testigos que haya propuesto el peticionario; y podrá de oficio recabar los
datos que estime necesarios sobre la conducta del peticionario".
De las disposiciones legales citadas se infiere que la buena conducta del reo
condenado que obtuvo su libertad, puede fácilmente acreditarse mediante un
acto notarial en el que dos ciudadanos "de reconocida honorabilidad" den fe de
la misma, o mediante testigos que en la información aseveren tal conducta.
Sin estar en contra de las facilidades que se den al ex-reo para su trámite de
rehabilitación, el procedimiento analizado muestra, una vez más, deficiencias
del sistema, al no contar con una verdadera asistencia "post-penitenciaria" de
carácter institucional para el recluso liberado, que como etapa final de todo el
proceso, atestigüe de manera oficial su efectiva readaptación social. Esa
comprobación no puede dejarse a dichos de ciudadanos o testigos particulares,
desconocedores en la mayoría de los casos, de la realidad penitenciaria y de
los objetivos finales que se persiguen con la aplicación de la pena. Es indudable
que dentro de esta etapa desempeñarán papel de primer orden los "Patronatos
de Asistencia Social de Reclusos y Liberados" que la Ley del Régimen instituye
en el Capítulo VIII, artículo 73; pero, como suele suceder con otras instituciones
en El Salvador, dichos patronatos continúan todavía siendo norma puramente
formal Sin aplicación práctica alguna. La resolución judicial que concede la
rehabilitación producirá los efectos indicados en el artículo 149 del Código
Penal; la misma: "Se comunicará a la Dirección General de Centros Penales y
de Readaptación para que se agregue en el expediente que al efecto lleve el
organismo indicado y al Consejo Central de Elecciones para que el favorecido
pueda ser incluido en el registro electoral (artículo 648 del Código Procesal
Penal.)5
3.1.2. De la Administración Pública
3.1.2.1 Tarea y Función del Estado en Materia Penitenciaria
La Constitución de 1950 establece en el artículo 168 la obligación del Estado de
organizar los centros penitenciarios, y le asigna a la pena una finalidad
concreta, con cual significó un avance respecto de los anteriores ordenamientos
constitucionales. Su inciso tercero se conserva con la misma redacción en las
siguientes Constituciones de 1962 y de 1983, en los artículos 168 y 27,
respectivamente. El legislador constituyente estableció como tarea o atribución
del Estado, organizar los centros penitenciarios con el objeto de corregir a los
delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando readaptación
y la prevención de los delitos. La norma Constitucional su citada indica que se
está en presencia de una atribución o tarea asignada al Estado, que debe
satisfacerse en forma permanente, concreta y practica, mediante una actividad
específica, que enmarcada dentro de la función general administrativa,
constituye la función penitenciaria; por pertenecer al rol de la Administración
5 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.181-185
Pública, requiere de una organización, como condición básica para su efectiva
operatividad.6
Infraestructura Penitenciaria
I. Introducción
La readaptación de personas recluidas, requiere la existencia de ambientes
físicos adecuados para desarrollar un verdadero· tratamiento penitenciario.
Existen diferentes corrientes de pensamiento sobre la mejor disposición de lo
que debe ser la “arquitectura penitenciaria moderna", donde los conceptos de
arte-ciencia se conjugan para lograr readaptar diferentes tipos y categorías de
reclusos. Definir en este caso el prototipo carcelario sería poco productivo, si
ello está en función de evaluar la infraestructura penitenciaria en el medio
salvadoreño.
Este apartado adquiere relevancia para poder establecer la relación entre
régimen penitenciario" y "construcción penal”, y para caracterizar el tipo de
construcciones prevaleciente, existentes, condiciones sus de componentes
seguridad, espacios modulares, y otros ambiente aspectos de infraestructura, la
cual es sumamente variada tanto en el orden constructivo y espacial, como en
la distribución de los módulos integrantes de cada establecimiento penal. En
alguna medida, podría mencionarse la existencia de una arquitectura
penitenciaria expresada en diferentes épocas e influenciada por las condiciones
socio económicas y políticas dominantes al momento del diseño y edificación
del respectivo establecimiento. Aunque no es categórico, se refleja la existencia
de una configuración similar en los establecimientos penitenciarios, amoldada
básicamente a su funcionamiento y manejo administrativo. Tomando en
consideración esta premisa, el análisis del estado actual de infraestructura se
sustenta en el estudio de cada establecimiento penitenciario, lo que permitió
6 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.231-235
recalcar características propias de los mismos. El proceso utilizado consistió en
clasificar los diferentes ambientes, agrupados en módulos integrales, con
expresión de características similares en cuanto al uso y funcionamiento dentro
del establecimiento.
3.4.2 Clasificación de los Módulos en los Establecimientos
Fueron identificados los módulos siguientes:
-Administrativos: Lo integran todos aquellos locales utilizados para desempeñar
funciones de trabajo administrativo y de vigilancia; entre otros, Dirección y Sub-
Dirección, Secretaría, Guardia de Prevención y Cuadra de Agentes.
-
Asistenciales: Lo componen todas aquellas áreas que son utilizadas para dar
asistencia social y médica al interno.
- Educativos: Referidos a locales utilizados en la educación del interno.
- Talleres: Abarca todas las áreas y los locales destinados al reo para
desarrollar actividades productivas dentro del centro penal.
- Dormitorios: Lo componen áreas utilizadas por los internos para dormir,
descansar y tomar el sol en espacios abiertos de estas áreas, en la mayoría de
centros penales salvadoreños; incluye visita íntima.
- Cocinas: Área que utiliza el centro para elaborar y preparar alimentos
para los internos.
- Comedor del Personal: Áreas destinadas para que los empleados tomen
sus alimentos.
- Comedor de Internos: Incluye áreas destinadas para que los reos tomen
sus alimentos.
- Recreativos: Lo integran áreas exclusivamente para recreación de los
internos y del personal de vigilancia.
Se hizo un análisis de las características de cada módulo, por centro
penal, tomando como base cada unidad y especificando el diagnóstico
general de la infraestructura del Sistema Penitenciario Salvadoreño, tipo
y estado de la construcción, ambiente prevaleciente dentro de la misma,
tipo y servicio de mantenimiento que se da a los centros penales;
paralelamente, se elaboraron croquis arquitectónicos (planta) de cada
centro penitenciario.
Previo a caracterizar en forma particularizada la configuración
arquitectónica de cada centro penitenciario, se presentan algunos
elementos para métricos, indicadores de las condiciones genéricas de
habitabilidad que manifiesta el Sistema Penitenciario Salvadoreño en su
conjunto. Con 21% de espacio aprovechado respecto a 169 mil metros
cuadrados que en forma total dispone el Sistema Penitenciario
Salvadoreño, refleja una densidad de 7.5 m2 por interno referida a la
población penal promedio en 1988, indicador que podría disminuir
sensiblemente y sin mayores restricciones, al disminuir dicha población
en años subsiguientes, como fue el caso del año anterior (1987: 5119
internos; 1988: 4799 internos).
El espacio vital antes indicado expresa la disponibilidad promedio para
los centros en funcionamiento cuando se efectuó el presente estudio,
tomando en cuenta en el mismo indicador el área asignada a todos los
módulos de que constan los centros. De ser considerada el área
exclusiva de "dormitorios", esta relación promedio disminuye
bruscamente a 3.1 mt2 por interno. Se presenta a continuación la
relación por centro, de los niveles de densidad (m2/interno) respecto a la
población reclusa a junio de mil novecientos ochenta y ocho, aplicando
como parámetros el área total de módulos en m2) de que consta cada
centro, lo que califica el primer nivel de densidad y el segundo, el área
(en m2) de dormitorios referido siempre a la misma población penal.
Excluyendo los tres Pabellones y el Centro de Readaptación para
mujeres (Ilopango), el resto de centros penitenciarios muestra altos
niveles de hacinamiento en términos generales; pero particularmente en
los "dormitorios", según aparece en las relaciones precedentes.7
Configuración Arquitectónica y Estado Actual de Ambientes y
Obras exteriores de los Centros Penitenciarios.
Sobre la base del inventario realizado en cada uno de los 18
establecimientos penitenciarios, se han estructurado los Cuadros 22 al
34 que pretenden cuantificar y calificar los módulos principales
identificados. De estos resultados, se presenta a continuación lo más
relevante de cada centro penal.
Penitenciaría Central “La Esperanza"
Es la de mayor capacidad en todo el Sistema Penitenciario Salvadoreño;
ubicada en el perímetro urbano del Área Metropolitana de San Salvador,
está rodeada por terrenos incultos y predios baldíos, donde la seguridad
externa exigió la construcción de tapiales. La configuración
arquitectónica responde a un diseño de mínima seguridad, donde se
podría ofrecer un sistema de tratamiento a los internos, ya que cuenta
con una distribución de módulos integrantes y obedece a una adecuada
estructura de funcionamiento.
Los dormitorios están distribuidos en 3 grandes sectores, construidos en
dos plantas con excepción de un sector; las celdas tienen capacidad
normal para diez internos cada una. Actualmente alojan a veinte con el
uso de camas dobles (camarotes).
7 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.305-309
De momento, existe un área con capacidad para mil doscientos internos
en camas dobles, que no se utiliza por daños que fueron causados por
los mismos internos. Su adecuación daría posibilidades de albergar una
población reclusa mayor, aunque el centro en sí, está diseñado para
albergar un máximo de 900 internos en camas simples.
El área total construida es de 28200 metros cuadrados en un terreno de
71900 metros cuadrados, lo que representa el 39%. En general, la
construcción de sistema mixto, se encuentra en buen estado. Las
paredes son de bloques de concreto; el techo de loza de concreto; los
pisos de ladrillo de cemento; las puertas son metálicas; las ventanas de
celosía de vidrio en áreas administrativas y asistenciales, y celosía de
baro en los otros módulos.
Las instalaciones sanitarias de las áreas administrativas, asistenciales y
educativas están deterioradas, no obstante su calidad de inodoros de
porcelana; el mismo caso aplica en los recintos de internos que cuentan
con servicios sanitarios tipo turco, además de duchas, pilas para baño y
mingitorios colectivos. Los internos disponen de instalaciones sanitarias
incorporadas dentro de los dormitorios, en razón de dos servicios
sanitarios, una ducha y un lavamanos colectivo en cada celda.
Las instalaciones eléctricas satisfacen las necesidades en cuanto a
voltaje trifásico; pero la iluminación es reducida, especialmente en los
talleres, debido a la distribución interior y en la parte externa, a lo
defectuoso del sistema de reflectores, calificándose de insuficiente.
Además se cuenta con planta eléctrica de emergencia.
La higiene es relativamente buena en todos los módulos, excepto en las
instalaciones sanitarias para internos, debido a la falta de agua y al
hacinamiento existente. La ventilación es buena en las áreas
administrativas, asistenciales, educativas y recreativas; es normal en los
talleres, cocina, comedor del personal, comedor de internos, y escasa en
los dormitorios, debido especialmente al tipo de ventilación (celosía de
barro), aun cuando en los recintos existen áreas abiertas para la toma de
sol. Por otra parte, las aguas negras, drenan hacia una quebrada que
circunda el centro, sin recibir ningún tratamiento por la falta de
funcionamiento de la planta.
En cuanto a obras exteriores los tapiales y garitones son de sistema
mixto y se encuentran en buen estado; son insuficientes dada su baja
elevación, estructura y cantidad existente. Además, no cuentan con
sistema de alarma que facilite la vigilancia. Los reservorios de agua no
satisfacen las necesidades del centro; se cuenta con un tanque elevado
cuya capacidad no está acorde con las exigencias que actualmente
demanda.
Penitenciaría Oriental de San Vicente
Este centro penitenciario se encuentra ubicado en las afueras de la
ciudad de San Vicente, en área urbanizada; la construcción es de tipo
antiguo y ha sido amoldada para su funcionamiento. La configuración
arquitectónica presenta la característica modular tipo “cajón” donde las
mismas paredes del recinto; definen la demarcación del área total, con
espacios abiertos dentro de la misma para la toma de sol y recreación de
los internos. La distribución de los módulos integrantes obedece a la
estructura administrativa de los establecimientos penales salvadoreños;
esto es, de acuerdo a la forma de organización que les asigna la
Dirección General de Centros Penales. Los dormitorios son grandes
salones donde se ubican los internos en camarotes metálicos, con
servicios sanitarios y lavamanos para uso nocturno. Durante el día se
mantienen abiertos y convergen todos a una plaza común, conformando
un solo recinto.
Sobre el módulo administrativo y los recintos, existe una segunda planta
que se utiliza como sector de vigilancia; de ella inicia una pasarela que
circunda toda el área de dormitorios, con estaciones de cuatro garitones
ubicados en cada esquina del establecimiento. El área construida es de
2916 metros cuadrados y el área total 7384 metros cuadrados, lo que
representa un 39%. La construcción, en general, se encuentra en mal
estado, con paredes de adobe (lodo forjado con zacate), techo de teja
con estructura de madera, pisos de ladrillo de cemento, puertas y
ventanas de madera en los diferentes módulos y tragaluces en talleres,
recintos y cocina.
Las instalaciones sanitarias para las áreas administrativas, asistenciales
y educativas se consideran en buen estado. En las áreas utilizadas por el
interno, (recintos, talleres y dormitorios) los sanitarios (de taza y tipo
turco) manifiestan deterioro sensible, satisfaciendo el resto de las
necesidades higiénicas como mingitorios individuales, barriles y pilas.
Estas instalaciones se encuentran distribuidas dentro de los dormitorios y
en el recinto, facilitando su acceso en cualquier momento del día o de la
noche.
El sistema eléctrico del centro es tipo trifilar y con buena distribución
dentro de las instalaciones; cuenta con iluminación exterior y planta de
emergencia. Higiene deficiente y ventilación muy escasa, son las
características predominantes en los recintos; el hacinamiento en el
centro (genérico en todo el Sistema Penitenciario Salvadoreño) y lo
reducido de la ventanería y tragaluces existentes, presionan sobre las
circunstancias descritas, lo cual incide directamente en el estado de
comodidad ambiental.
Los tapiales y garitones son de sistema mixto, en buen estado y
suficientes en cuanto a elevación y número, prestando la debida
seguridad para el sistema de reclusión. Además, cuenta con reservorios
de agua, pero no satisfacen a cabalidad las exigencias del centro
penitenciario.
Penitenciaría Occidental de Santa Ana
Está situada en anexo desmembrado del cuartel de la ciudad de Santa
Ana, en área céntrica. La construcción es de tipo antiguo y ha sido
acomodada para su funcionamiento. La configuración arquitectónica
presenta un esquema similar a la Penitenciaría Oriental de San Vicente,
donde las mismas paredes de los recintos, demarcan el contorno del
penal, con áreas limitadas solamente para tomar el sol. La distribución de
los módulos integrantes obedece a la estructuración administrativa, ya
calificada anteriormente, lo cual es genérico en todo el Sistema
Penitenciario Salvadoreño, respondiendo su distribución modular a la
misma forma aplicada en San Vicente.
La ubicación de la escuela constituye un rasgo particular en el terreno ya
que está alojada en segunda planta de uno de los recintos, en
condiciones muy deterioradas en su infraestructura física. Por su parte, el
resto de módulos (talleres, áreas asistenciales, etc.) conforman una
estructura que en mayor o menor grado, es repetitiva en los demás
centros penitenciarios. El área construida es de 4580 metros cuadrados y
el área total 5875 metros cuadrados, lo que representa un 77.9%. La
construcción, en general, se encuentra en mal estado, con paredes de
adobe y techos de lámina galvanizada en algunas partes bastante
deterioradas; el centro tiene la particularidad de no tener ventanas en
la parte de recintos, sino tragaluces, que vuelven el ambiente bastante
denso en su ventilación.
Las instalaciones sanitarias en las áreas administrativas, asistenciales y
educativas se encuentran en buen estado (servicios sanitarios de
porcelana y duchas para el baño diario); en igual condición están los
servicios sanitarios de los internos (tipo turco y taza de porcelana,
mingitorios y pilas). Estas instalaciones son colectivas, su uso es
restringido durante la noche para el interno, aun cuando están ubicadas
dentro de los recintos.
El centro cuenta con energía trifásica; pero no satisface las necesidades
debido a lo cargado de los circuitos y lo antiguo de las instalaciones. La
iluminación interna se abastece con lámpara de neón y focos corrientes.
La higiene es mala en dormitorios, cocina y servicios sanitarios; las
aguas negras y otras, drenan hacia el alcantarillado de la ciudad. Por su
parte, la ventilación a través de pequeños tragantes, es escasa en todos
los módulos, exceptuándose el comedor del personal las áreas
recreativas, donde es abundante.
La comodidad en todos los módulos está disminuida por falta de
mobiliario y equipo; además, se hace evidente el hacinamiento en casi
todos los módulos, tanto del personal como de la población interna. Los
tapiales, al igual que los garitones, son insuficientes y se encuentran en
mal estado de construcción, aunque por la configuración del centro, los
tapiales pierden importancia en función de seguridad. El centro está
desprovisto de reservorios de agua potable, sistemas de alarma,
iluminación exterior y planta de emergencia. Aun cuando existe una
cancha de fútbol, es de uso restringido desde hace varios años, por
cuestiones preventivas (endógenas y exógenas); además, porque las
instalaciones forman parte del Cuartel de Santa Ana, como se dijo antes.
Centro Penal de Tonacatepeque
Ubicado al costado sur-oriente de la ciudad de Tonacatepeque, linda en
los mismos rumbos, con áreas dedicadas al cultivo y al nor-este, calle de
por medio, con zonas pobladas de la ciudad. Presenta en todo su
contorno un tapial que limita el área del terreno, sirviendo a la vez de
seguridad. La configuración arquitectónica responde a un diseño de
mínima seguridad, con posibilidades de tratamiento moderno para el
interno. Las celdas con capacidad para diez internos, alojan veinte
camas dobles; cada celda tiene dos servicios sanitarios, lavamanos
colectivo y dos espacios para guardarropas. Este centro es el más nuevo
dentro del sistema penitenciario salvadoreño y no requiere por hoy
mucho servicio de mantenimiento; pero su servicio de agua es deficiente.
La ventilación también es muy deficitaria, debido al tipo de celosía de
barro. El área construida es de 5785 metros cuadrados y el área total es
de 10253 metros cuadrados, lo que representa un 56%. La construcción
de sistema mixto y en buen estado, es homogénea en todos sus
módulos, con paredes de bloques de concreto, techo con estructura
metálica y lámina de asbesto cemento; pisos asistenciales, de cemento;
educativas y puertas de administrativas, madera y "plywood" metálicas
en áreas los recintos (dormitorios) y exteriores. Hay ventanas de celosía
de vidrio y barro en áreas asistenciales y administrativas, y de celosía de
barro en áreas educativas y recintos.
Las instalaciones sanitarias en las áreas administrativas, asistenciales y
educativas se encuentran en buen estado (servicios sanitarios de
porcelana, duchas para baño d iario y mingitorios). En las áreas
utilizadas por el interno (recintos, talleres y dormitorios), estas
instalaciones se encuentran en mal estado de funcionamiento (servicios
sanitarios tipo turco); cuentan además con duchas y pilas para el baño,
pero no mingitorios. En estas áreas los servicios sanitarios están a
disposición del interno las veinticuatro horas; las duchas y pilas son
colectivas y están ubicadas dentro de los recintos.
Las instalaciones eléctricas satisfacen las necesidades del centro, debido
al voltaje trifásico; su iluminación interna es de tipo neón y la exterior,
lámpara de mercurio. La higiene en todos los módulos integrantes, se
califica de regular, exceptuando el área de cocina considerada buena. La
escasez de agua hace difícil la higiene, dada la existencia de servicios
sanitarios dentro de los recintos.
No se tienen problemas con las aguas negras ya que éstas drenan hacia
el alcantarillado de la ciudad. La ventilación es escasa en los módulos
administrativos, asistenciales, educativos y dormitorios, debido al diseño
reducido de las ventanas. Es abundante en los recintos, talleres,
comedor personal y de internos. Además, en cada recinto existen áreas
abiertas (patios) para la toma del sol y ventilación.
El área administrativa, recintos y cocina es suficiente en cuanto a
equipamiento, en parte, por la poca concentración de internos. Se
consideran incómodos los talleres, comedores (personal internos) y
unidades asistenciales, educativas y recreativas.
Las obras exteriores (tapiales y garitones) construidas de sistema mixto,
se encuentran en buen estado; no obstante son insuficientes en
seguridad porque, además, no cuentan, con sistemas de alarma. Los
reservorios de agua no son suficientes para las necesidades del centro,
ya que a pesar de existir una cisterna, su capacidad no está acorde con
las exigencias del servicio, y el complemento de las pilas se ve
restringido por la escasez de agua en la zona.
El centro no cuenta con canchas deportivas ni áreas recreativas, aun
cuando existe un terreno colindante de 10,000 varas cuadradas que
podría ser aprovechado por el centro. En esta área se ha proyectado
construir un campo de deportes.
Centro Penal de Sonsonate
Está ubicado en el costado sur de la ciudad de Sonsonate, en área
urbanizada, con viviendas habitadas al poniente y al norte del mismo.
Como en los demás centros, las instalaciones están definidas dentro del
acomodamiento administrativo con que operan los establecimientos
penitenciarios. En el caso particular, están bien definidas la
administración y los recintos; pero el centro presenta características de
infraestructura calificada de “inhabitable" en el área de dormitorios. El
área construida es de 801 metros cuadrados y el área total 2386 metros
cuadrados, lo que representa un 33.5%. Las paredes son combinadas de
bahareque y sistema mixto; el techo es de tejas con estructura de
madera; el piso es de ladrillo de cemento; las puertas son de madera en
áreas administrativas y asistenciales; y metálicas en los recintos
(dormitorios) y cocina.
Las instalaciones sanitarias de módulos administrativos y asistenciales,
están en regular estado y son de tipo colectivo. Las mismas instalaciones
asignadas a los internos se encuentran en mal estado de
funcionamiento; están a la disposición del interno día y noche, ya que se
distribuyen en los dormitorios y el recinto.
Las instalaciones eléctricas no satisfacen las necesidades del centro,
debido a lo antiguo del sistema y al tipo de voltaje que llega, lo que
vuelve deficiente la iluminación interna y externa. No existe planta
eléctrica de emergencia, ni sistema de alarma.
Centro Penal de Atiquizaya
Se encuentra ubicado en el costado poniente de la Alcaldía Municipal de
la ciudad de Atiquizaya, en instalaciones propiedad de la misma, al
norponiente de la ciudad. Las instalaciones presentan grandes
deficiencias en cuanto a infraestructura, como para responder a un
tratamiento moderno de readaptación. Los módulos de distribución
existentes están bien definidos (áreas administrativas y recintos). El área
construida es de 605 metros cuadrados y el área total es de 729 metros
cuadrados, lo que representa un 83%. La construcción está en mal
estado; con paredes de adobe; techo de teja con estructura de madera;
piso de loza de cemento; puertas de madera en áreas administrativas, y
metálicas en los recintos; ventanas de madera en área administrativa y
tragaluz en los recintos.
Las" instalaciones sanitarias de la administración, están en buen estado,
a diferencia de las utilizadas por los internos, las cuales están a
disposición de éstos día y noche, por su ubicación dentro de los
dormitorios y en el recinto. Las instalaciones eléctricas no satisfacen las
necesidades del centro, especialmente en los talleres, debido a lo
antiguo del sistema y al tipo de voltaje (bifilar). La iluminación interna es
muy deficiente y no existe iluminación exterior, ni planta de emergencia.
La higiene se considera disminuida dentro del centro, situación agravada
por el hacinamiento existente y la mala calidad de la construcción. Las
aguas negras drenan hacia el alcantarillado de la ciudad. Por otra parte,
la ventilación es escasa en todos los módulos, excepto en los talleres y
en la cocina que es normal.
Este centro penal no presenta ninguna una obra exterior; las mismas
paredes de la construcción limitan y enmarcan al centro dentro de una
estructura similar a las viviendas de la ciudad. Los garitones existentes
son exclusivamente para la vigilancia interna y se encuentran en mal
estado; básicamente son puestos de control.
Centro Penal de Quezaltepeque.
Se halla localizado al costado nor-este de la ciudad de Quezaltepeque,
lindando en los mismos rumbos, con terrenos incultos; al sur-oeste, con
terrenos urbanos del lugar. La construcción del centro responde a un
diseño de mínima seguridad con claras posibilidades para dar
tratamiento moderno a los internos; pero su uso está generalizado de
acuerdo con la política institucional prevaleciente. Tiene un área
construida de 3416 cuadrados (el 25) y un área total de 13741 metros
cuadrados, de sistema mixto en buen estado; es un penal de
construcción reciente.
Las instalaciones sanitarias están a disposición de los internos durante el
día y la noche, por su forma de distribución. El sistema eléctrico satisface
las demandas en cuanto a voltaje (tipo trifilar); pero no en cuanto a
iluminación interior y exterior que es bastante escasa y de baja
intensidad. La higiene es buena en todos los módulos, debido
principalmente al ordenamiento administrativo existente y a la
abundancia de agua en la zona. La ventilación es escasa en casi todo el
penal que tiene celosías de barro.
Un tapial circunda todo el centro, con garitones distribuidos en puntos
estratégicos, de vigilancia exterior e interior. El reservorio de agua del
penal es un pozo propio que se utiliza en casos de emergencia. Por su
parte, las aguas negras drenan al alcantarillado de la ciudad. Cuenta con
cancha deportiva de fútbol dentro del penal, la cual se utiliza en forma
programada entre población interna y de vigilancia; pero internamente no
se dispone de áreas recreativas, tampoco de planta de emergencia, ni de
sistema de alarma.
Centro de Readaptación para Mujeres de llopango
Está situado en la intersección de la Carretera Panamericana y desvío a
la ciudad de Soyapango; linda al norte con predios baldíos; al oriente y
sur,· con el Centro de Menores "Rosa Virginia Pelletier" y al occidente,
con una escuela de educación media. Se caracteriza por ser el único
centro exclusivo para reclusión de mujeres y presenta una configuración
diferente al resto de centros penitenciarios, particularmente en lavaderos,
tendederos, planchadores y talleres de uso femenino.
Los dormitorios están distribuidos en tres edificaciones de tres plantas
cada una, albergando uno de ellos a internas sin hijos dentro del penal;
otro donde se resguarda a internas con hijos y el tercer edificio,
actualmente sin utilizar debido a daños ocasionados por el terremoto de
1986, alojaba población reclusa por delitos políticos. Es el único centro
penal que cuenta con capilla para servicio religioso. Por la distribución
física modular puede considerarse como centro de mínima seguridad.
Tiene un área total de 32190 metros cuadrados y de 8471 metros
cuadrados de construcción (26%). La construcción de sistema mixto, se
encuentra relativamente en buen estado, aun cuando hay cierto deterioro
en ventanas y defensas de los dormitorios. Otro aspecto que se
manifiesta es la antigüedad del sistema de cañería para distribución de
agua, lo que causa continuamente fugas en diversos sectores.
Las instalaciones presentan los consabidos problemas de
funcionamiento en vista del tiempo de uso y a la falta de mantenimiento
preventivo que debería prestarse a los mismos. Los servicios pueden ser
utilizados, sin restricción, día y noche.
El sistema eléctrico es trifilar; pero no satisface las necesidades del
centro. Además, la distribución interna es bastante anticuada en cuanto a
su instalación; esto incide en una iluminación interna insuficiente. La
higiene es deficiente en dormitorios, sanitarios y cocinas; buena en los
módulos; y aceptable en el resto del centro. Se agrega la escasa
ventilación en los recintos, talleres y otros módulos, agravada por el
hacinamiento que hay dentro de los mismos.
El centro está cercado por un tapial de sistema mixto, con garitones
ubicados en lugares estratégicos para vigilancia, que se estiman
insuficientes y sin apoyo de un sistema de alarma, ni iluminación exterior,
la cual funciona solamente en ciertos sectores. Aunque existen
reservorios, se plantea el problema de la falta de agua en gran medida.
El penal cuenta con una cancha de basquetbol y un área de potencial
uso agrícola o similar.
Centro Penal de Ilobasco
En la entrada a la ciudad de Ilobasco, el centro está construido en
condiciones topográficas inadecuadas de seguridad, pues sus
instalaciones están a un nivel más bajo que la carretera con la cual linda,
por medio de un talud natural que le sirve de zona verde al centro. La
construcción en sí, es tipo "cajón" (forma rectangular) y adaptada a la
estructura administrativa que manifiestan los demás penales. Con una
área construida de 1852 metros cuadrados (el 77%), su área total es de
2.400 metros cuadrados. Aunque es de sistema mixto, se encuentra en
mal estado; el techo es de loza densa en casi todo el penal, con
excepción de talleres y cocina, cuyo techo es de lámina galvanizada. El
resto de la infraestructura responde a las mismas características
genéricas de los demás centros (puertas metálicas sólo en recintos,
tragaluces, etc.).
En similares condiciones a los descritos en los anteriores centros, los
servicios sanitarios de internos funcionan deficientemente, con uso
irrestricto las veinticuatro horas del día. Las instalaciones eléctricas no
satisfacen la iluminación interior y no tiene iluminación exterior, ni planta
de emergencia, ni sistema de alarma.
La higiene es mala en todos los módulos, debido especialmente al
hacinamiento, escasez de agua potable y a las malas condiciones en que
se encuentran las instalaciones. Debe agregarse el problema que genera
el sistema de fosas sépticas colectivas (tipo de resumidero) para el
tratamiento de las aguas negras, que presiona sobre las condiciones de
higiene en este penal.
La ventilación es relativamente normal en todos los sectores, existiendo
en los recintos, talleres y áreas educativas, patios para la toma de aire y
sol.
Los tapiales se encuentran en regular estado de construcción; circundan
areas utilizadas por los internos sobre los cuales se encuentran
garitones. El frente del penal está cercado con malla Ciclón, aun cuando
no hay acceso directo de internos a esa zona. El centro cuenta con un
reservorio de agua; pero la falta del agua potable lo vuelve insuficiente.
Para efectos de esparcimiento hay un patio que funciona como cancha
deportiva, improvisándose para basquetbol y fútbol.
Centro Penal de Sensuntepeque
Este centro está ubicado a la entrada de la ciudad de Sensuntepeque; la
construcción y por ende la distribución de los módulos integrantes, han
sido adaptados a las condiciones topográficas del terreno, que presenta
grandes diferencias de nivel, con condiciones diferentes en cuanto a
vigilancia y mantenimiento. A pesar de esas condiciones, siempre existe
un amoldamiento a la misma estructura administrativa de todos los
establecimientos. El área construida es 1396 metros cuadrados que es el
35% del área total 4003 metros cuadrados. La construcción es de
sistema mixto y se encuentra relativamente en buen estado; todas las
instalaciones sanitarias de los internos son tipo turco y están en mal
estado, aunque disponibles durante el día y la noche, en dormitorios y
recintos. El centro manifiesta las mismas condiciones de deficiencia
respecto al sistema eléctrico, motivando escasa iluminación, tanto interna
como exterior; además no cuenta con una planta de emergencia.
La higiene en todos los módulos es buena, exceptuando las instalaciones
sanitarias para internos que es mala, la ventilación es normal en todos
los módulos, debido principalmente a lo homogéneo de la construcción y
que no existe presión de hacinamiento. Además, esto favorece la
comodidad por cuanto tienen suficiente equipamiento.
Existe un tapial alrededor del centro, garitones sobre las mismas torres
de vigilancia, ubicados en puntos estratégicos, que además de
encontrarse en buen estado, se complementan con Sistema de alarma
existente, lo cual expresa condiciones de eficiente seguridad. Existe un
reservorio de agua potable que abastece al centro; las aguas negras
drenan hacia una quebrada que linda con el mismo centro.
Centro Penal de Usulután
Está situado al rumbo norte de la ciudad de Usulután; linda con
residencias y terrenos urbanos. Presenta la característica especial de
que la parte administrativa se encuentra aislada del resto de módulos,
utilizando accesos diferentes. Las instalaciones presentan una
infraestructura para tratamiento de mínima seguridad, con una
distribución modular para poder clasificar internos. No obstante las
condiciones propias, siempre existe un acomodamiento a la misma
estructura administrativa establecida para todos los establecimientos
penales. El área construida es de 802 metros cuadrados y el área total
de 1472 metros cuadrados, lo que representa un 54%. Construido de
sistema mixto, las instalaciones en general están en buen estado; el
techo de estructura metálica y lámina de asbesto, está en malas
condiciones en oficinas administrativas, asistenciales y educativas.
Presenta la misma estructura constructiva en puertas y ventanas,
dependiendo de los diferentes módulos (celosías de vidrio y barro). Tanto
en áreas de oficina y uso del personal, como en los recintos destinados a
los internos, cuenta con instalaciones en buen estado, con servicios
sanitarios de porcelana (sólo taza); mingitorios colectivos, pilas y barril
para el baño diario, con uso continuado en cualquier momento. La
iluminación general (interior y exterior) es deficiente; tampoco cuenta con
planta de emergencia.
La higiene es aceptable y la ventilación normal en áreas educativas y de
trabajo; pero un tanto deficiente en oficinas administrativas, asistenciales
y recintos. El centro no manifiesta condiciones de hacinamiento, por lo
que se considera cómodo en los aspectos de equipamiento normal.
No existen tapiales ni garitones, debido a su configuración, ya que las
mismas paredes de la construcción limitan el centro y se proyectan sobre
la misma pasarela para vigilancia interior; pero, no existe sistema de
alarma. Existe un reservorio de agua para el abastecimiento del centro
en casos de emergencia. La cancha deportiva anexa al penal, es de uso
restringido por no contar con ninguna barrera de protección para evitar
fugas. Las aguas negras drenan al alcantarillado de la ciudad.
Centro Penal de Santiago de María
Este centro está situado en área construida en 669 metros cuadrados (el
55%) y el área total es de 1214 metros cuadrados. La construcción de
sistema mixto se encuentra relativamente en buen estado; el techo de las
oficinas administrativas, aunque de estructura metálica y lámina de
asbesto, se califica en mal estado; en la misma circunstancia están los
pisos (lozas de cemento) de los talleres, recintos y cocina del penal.
Todas las instalaciones sanitarias acusan deterioro sensible, tanto las de
uso del personal como las de población reclusa que dispone de los
servicios día y noche sin mayores restricciones.
Las instalaciones eléctricas para el uso de herramienta pesada, no
satisfacen las necesidades del centro debido al sistema eléctrico bifilar.
La iluminación interior es suficiente y no cuenta con iluminación exterior.
Tampoco posee planta de emergencia. Este penal y los de Atiquizaya e
Ilobasco son los únicos que utilizan sistema bifilar.
La higiene del centro en general es aceptable, con excepción de las
instalaciones sanitarias, debido a lo defectuoso de las mismas. La
ventilación es escasa en el módulo educativo; normal en las áreas
administrativas y asistenciales y abundantes en los talleres y recintos.
Este centro penal se caracteriza por no contar con mucha población
interna, lo que beneficia la comodidad en cuanto al uso de equipamiento
en la escuela y unidad asistencial; pero es insuficiente en oficinas
administrativas, talleres y recintos.
Debido a su configuración, sus mismas paredes definen su perímetro, no
existe tapial alrededor; los garitones son de bloque de concreto e
insuficientes por su reducido número. No existen reservorios de agua,
canchas deportivas, áreas recreativas ni sistema de alarma.
Centro Penal de San Francisco Gotera
El área construida de este centro penal ubicado en el área urbana de la
ciudad de San Francisco Gotera, es de 1300 (el 39.6%) metros
cuadrados y el área total es de 3275 metros cuadrados. La construcción
es de sistema mixto, combinado con mampostería de piedra, concreto
reforzado y doble barda. Se considera el penal con infraestructura de
máxima seguridad; está aledaño a predios urbanos donde hay una
cancha deportiva de la comunidad.
Los dormitorios son de tipo colectivo, cada uno con patio e instalaciones
sanitarias que conforman los recintos; además, posee celdas de
aislamiento para reclusos problema. Las instalaciones sanitarias de todo
el penal se encuentran en buen estado, con servicios sanitarios de
porcelana (sólo taza) y pilas para el baño diario; todo ello, con uso
irrestricto en cualquier momento. El sistema eléctrico satisface la
demanda del centro pero no cuenta con planta de emergencia.
La higiene es satisfactoria en todos los módulos, debido principalmente a
la abundancia de agua en la zona y la amplitud de las instalaciones, lo
cual favorece la ventilación que es abundante en todo el penal. Además,
el centro no tiene abundante población interna, aceptándose cierto grado
de comodidad en cuanto a equipamiento.
El tapial alrededor del centro, con altura mínima de 4 metros y un
espesor de 60 centímetros, tiene garitones que se proyectan dentro de
un gran dominio de cobertura interior y exterior. Este penal no cuenta con
reservorios de agua, canchas deportivas, áreas recreativas ni sistemas
de alarma.
Centro Penal de San Miguel
Está ubicado en la ciudad de San Miguel; su área construida, de sistema
mixto combinado con bahareque, es de 2455 metros cuadrados (el 36%),
en un área total de 6751 metros cuadrados. El centro, en general,
manifiesta cierto grado de deterioro en paredes, techos y pisos, aun
cuando posee algunas áreas donde se pueden realizar ampliaciones o
mejoras.
De momento, sus instalaciones dificultan la posible clasificación de
internos en función de su "status" carcelario.
Las instalaciones sanitarias, en todo el penal, se encuentran también
deterioradas, contando con servicios sanitarios de porcelana (sólo taza) y
tipo turco; los mingitorios son colectivos y cuenta con pilas para el baño.
Que pueden ser utilizados en cualquier oportunidad.
Las instalaciones eléctricas a pesar de poseer un sistema de energía
trifásico, no satisfacen las necesidades del centro, en parte debido al
estado de la distribución interna. La intensidad de la iluminación interior y
exterior es baja, volviendo oscuros los diferentes módulos del penal que,
como la mayoría, no posee planta de emergencia ni sistema de alarma.
La higiene es muy deficiente, con excepción de la cocina y áreas
recreativas donde se califica de regular; tal circunstancia obedece
principalmente al hacinamiento existente en dicho centro. Esto se agrega
una escasa ventilación, principalmente en los recintos (dormitorios) y
limitada comodidad en los mismos.
Un tapial de sistema mixto circunda todo el centro; calificado como
suficiente en cuanto a seguridad, al igual que los garitones que están
distribuidos eficientemente en función de vigilancia interna. Para
satisfacer necesidades recreativas, existe una cancha deportiva
construida dentro del enmarcamiento del tapial y cuerpo principal de
construcción. Su uso es programado por la administración del centro.
Para atender las necesidades de agua existe un pozo que no satisface
los requerimientos del penal.
Centro Penal de la Unión
Está ubicado sobre la Carretera Panamericana, a tres kilómetros de la
entrada a la ciudad de la Unión. Presenta características de penal con
grandes espacios abiertos y condiciones para mínima seguridad. Tiene
818 metros cuadrados de construcción (el 20%) y un área total de 4,141
metros cuadrados. El edificio, de sistema mixto, muestra cierto deterioro,
expresado sobre todo en paredes y pisos. Los servicios sanitarios del
personal y reclusos se encuentran en buen estado. Aunque tiene
servicios sanitarios de porcelana, también se utilizan los de fosa en los
recintos de internos, con acceso en cualquier momento.
La iluminación interna es deficiente, aunque cuenta con instalaciones
eléctricas de sistema trifilar. No tiene iluminación exterior, sistema de
alarma, ni planta de emergencia. La higiene es satisfactoria en todo el
penal, favorecida principalmente por la abundancia de agua potable en la
zona y el régimen administrativo prevaleciente en la actualidad. No
obstante tener espacios abiertos, se estima que la ventilación es escasa
en los módulos administrativos, asistenciales y educativos; en el resto el
ambiente está presionado por la alta concentración de población interna
que tiene el centro, lo cual incide en la incomodidad e insuficiencia de
equipo.
Existe un tapial que circunda al centro; debido a su altura, es insuficiente
en términos de seguridad, estimándose el mismo problema con los
garitones, dado su reducido número y baja altura. Existe un reservorio de
agua que es abastecido por la red de agua potable que llega al centro y
por un pozo existente que es utilizado en casos de emergencia. Además
cuenta con una cancha deportiva que es utilizada sin restricciones por
parte de los internos, por estar ubicada dentro de los recintos. El penal
no cuenta con tratamiento de aguas negras, dada su ubicación y
características topográficas de la zona aledaña al mar.8
Educación
En el ambiente penitenciario, la educación se vuelve un derecho y una
obligación o deber al mismo tiempo, que reclama la atención de las
autoridades responsables de la permanencia de los internos. En la
normativa del Sistema Penitenciario Salvadoreño se contempla lo
relacionado con educación de los reclusos. La Ley del Régimen
establece la existencia, en la estructura de la Dirección General de los
Centros Penales y de Readaptación, de una Sección de Servicios
Educativos, cuyas responsabilidades, entre otras, son la organización
y funcionamiento de los centros educativos que operan dentro del
sistema.
Asimismo, debe planificar y realizar encuestas y otros procedimientos
para definir el nivel educativo de los reclusos y actividades relacionadas
que permitan que la labor educativa, en el interior de los reclusorios, se
efectúe de la mejor manera posible. La misma Ley del Régimen, cuando
se refiere al Régimen Educacional, dice que la enseñanza y la asistencia
a los centros educativos de los penales, es obligatoria y que en cada
establecimiento habrá centros educativos; que se impartirá enseñanza
en base a los programas autorizados por el Ministerio de Educación y
8 ESTUDIO DE DIAGNOSTICO DEL SISTEMA PENITENCIARIO DE EL SALVADOR.Pg.309-328
que se podrán crear escuelas de aprendizaje de artes y oficios. También
define las condiciones en que se podrá dispensar a los reclusos de esa
obligatoriedad, así como la organización de grupos homogéneos para la
enseñanza. Por su parte, el proyecto de Reglamento del Centro de
Readaptación para Mujeres establece obligaciones para las reclusas, en
el sentido de aprovechar al máximo las oportunidades educativas y de
formación que se les ofrecen.
Las recomendaciones internacionales de Naciones Unidas indican que
los establecimientos penitenciarios deberán tomar disposiciones para
mejorar la instrucción de todos los reclusos capaces de aprovecharla.
Nivel Escolar ofrecido, Horarios y Razones de no Estudio
En base a lo anterior, con el propósito de conocer la situación educativa
de los establecimientos penitenciarios salvadoreños, se consultó a los
jefes de los centros penales sobre el nivel escolar. Más alto que se
ofrece a los internos, obteniendo los resultados siguientes:
Lo más significativo es que cinco centros penales ofrecen niveles bajos
de instrucción (3o a 6o. Grado), y cuatro centros no ofrecen ningún
servicio educativo. Evidencia que una proporción considerable de
internos no recibe educación, incumpliendo la normativa de la Dirección
General de Centros Penales y de Readaptación.
Con respecto a los horarios de estudio, la Ley del Régimen y las
ReglasMínimas de Naciones Unidas no se refieren de manera específica,
al número de horas que los reclusos deben utilizar para su instrucción. El
proyecto de Reglamento del Servicio Educativo Penitenciario, se refiere a
las obligaciones de los educadores, entre las cuales menciona
presentarse con la debida puntualidad y cumplir adecuadamente con el
horario de clases. Sobre este tema se consultó a los internos las horas
diarias que dedican al estudio, con la siguiente síntesis de resultados:
La situación es bastante delicada, en el sentido que solo (31.9%) del total
de internos independientemente de su condición, estudian en los
establecimientos; el resto (68.1%) son los que no respondieron a la
pregunta formulada por no conocer los horarios de estudio. No hay
diferencia en el tratamiento entre penados y procesados, como establece
la normatividad nacional e internacional; por ello, la situación educativa
para ambas categorías, es muy similar. En general, no son muchas las
horas de estudio de la mayoría de internos; las respuestas se concentran
entre tres y cuatro horas, que pueden ser turnos de la mañana o de la
tarde, sin duda, armonizando las horas de trabajo para aquellos que
desarrollan actividades económicas.
Con el fin de conocer las razones por las que los reclusos no estudian,
se solicitó a los mismos que las expusieran. Sus respuestas fueron las
siguientes:
Los datos más importantes están concentrados en las alternativas
"Estudio superior al ofrecido" (25.8%) y “Prefiere trabajar" (20.3%),
reflejando en primer lugar, los bajos niveles de oferta educativa en los
centros penales y la necesidad que experimentan los reclusos de
trabajar. La alternativa "Ignorado" (31.5%) concuerda con el cuadro
anterior, que son también los que no estudian.
Educación no Formal
Otro aspecto importante es la educación no formal que se imparte en
losestablecimientos penitenciarios. Los jefes de los reclusorios
manifestaron que en la medida de sus respectivas posibilidades, la
desarrollan con serias limitaciones de recursos, particularmente de
equipo. Se observa que los 3 oficios más frecuentes son carpintería,
sastrería y zapatería, ocupaciones tradicionales en El Salvador.
También en una penitenciaría y en siete centros penales se imparten
clases de artesanía. Específicamente, en Santa Ana existen profesores
enseñando carpintería y zapatería; en el penal de Tonacatepeque se
observaron clases de sastrería. En el Centro de Readaptación para
Mujeres de Ilopango se imparten Clases de corte y confección,
repostería y bordado. En este sentido, se estarían cumpliendo las
recomendaciones internacionales sobre la instrucción de los reclusos, así
como la Ley del Régimen sobre la creación de escuelas de aprendizaje
de artes y oficios.
En cierta medida, lo anterior se confirma con las respuestas de la
población interna sobre otros estudios especiales que reciben en su
reclusorio. En efecto, se observa concentración en artesanías y oficios
(sastrería, carpintería y zapatería). Existe otro dato de importancia:
ambas categorías de reclusos (procesados y penados), se concentran en
el estudio de "La Biblia" (44.0%), lo que indica que existe inclinación por
el estudio de este importante libro, quizá para encontrar paz interior y
hacer menos difícil la vida carcelaria. Significa también que existe
influencia religiosa en el interior de los reclusorios.
En la misma línea responden los internos a la interrogante sobre el oficio
que les gustaría aprender en el reclusorio; sus respuestas están
concentradas en los oficios de zapatería, carpintería y artesanías,
agregándose un nuevo oficio con bastante peso relativo, cual es la
mecánica. Se consultó también a la población reclusa sobre las
actividades educativas a que habían asistido durante su permanencia en
el establecimiento. Las respuestas a esa interrogante revelan una serie
de datos de significación para efectos de diagnóstico. Están
concentradas, en orden de importancia, en las siguientes alternativas:
charla o conferencias (43.0%); películas educativas (26.2%); cursillos
(10.1%), y ninguna (7.2%).
Es importante conocer también el estado de las instalaciones físicas, en
términos de ventilación, luz y espacio en que reciben clases. Sobre el
particular, las respuestas de los internos revelan que los locales para
educación, en gran medida, son inadecuados; en términos porcentuales,
(35.6%) respondió que son regulares y (23.9%) que son deficitarias.
Concluyendo, se consultó a directores y. comandantes sobre problemas
y necesidades de la educación en su establecimiento; las respuestas
proporcionadas demuestran que los centros penales tienen graves
problemas, entre los que se destacan: falta de locales, falta de material
didáctico, falta de personal docente y falta de mobiliario.
Complementariamente, se comparó la opinión de los internos en relación
con otras necesidades; sus respuestas se concentran en las alternativas:
falta de material didáctico, mobiliario y equipo (48.9%); construcción,
aseo y ornato de aulas (20.8%), y mejorar y aumentar personal docente
(15.6%). Esto es, se confirma el problema de la educación en los penales
en aspectos de gran importancia.
Asistencia Espiritual
La asistencia espiritual es área importante que debe fomentarse en la
vida de los reclusos. Se ha repetido, a través de especialistas en
penitenciarismo, que el fin último de las penas y medidas privativas de
libertad es, básicamente, proteger a la sociedad de la delincuencia. Esto
sólo será posible si se aprovecha el período intra-carcelario para emplear
métodos asistenciales físicos y de otra naturaleza para que el
delincuente, una vez en libertad, se incorpore nuevamente a la vida
social, como un hombre de provecho. Este es el papel que juega la
asistencia espiritual, procurando generar preceptos morales, de amor a
sí mismo y a sus semejantes; de respeto a la vida y a los derechos de las
otras personas.
Las Reglas Mínimas recomiendan, en este aspecto, que haya un
representante del culto mayoritario que profesen los reclusos; que se
organicen servicios religiosos en forma periódica; que hayan visitas
pastorales individuales a los reclusos; que a ellos no se les puede negar
el derecho de comunicarse con el representante autorizado de su
religión; que no se les podrá obligar a los internos a aceptar la visita de
un representante de otra religión y, por último, que se les permitirá la
posesión de libros piadosos y de instrucción de su religión. Por su parte,
la Ley del Régimen, contiene disposiciones sobre esos aspectos, y
afirma que los centros penales proporcionarán y facilitarán los servicios
religiosos a los reclusos, lo cual tiene como propósito la satisfacción de
las necesidades espirituales de la población detenida. Asimismo, el
proyecto de Reglamento del Centro de Readaptación para Mujeres,
aunque no habla en forma concreta sobre este servicio básico, afirma
que entre las funciones del Servicio de Orientación, que forma parte de la
estructura del centro está la de promover campañas tendientes a motivar
a las internas y despertar en ellas el sentido de los valores culturales,
cívicos, religiosos, etc. Existen, por tanto, normas nacionales e
internacionales sobre la necesidad de la existencia de este servicio en
los establecimientos penales.
Los jefes de penales manifestaron que se proporciona asistencia
espiritual en el establecimiento bajo su responsabilidad. Sin embargo, a
la interrogante sobre si los centros penales cuentan con lugares
adecuados para proporcionar esa asistencia, la respuesta no fue muy
positiva. En siete de los dieciocho centros penales se cuenta con locales
adecuados para ese tipo de servicio; pero más del 50% de los
establecimientos no tienen lugares adecuados.
También se preguntó a los jefes de los establecimientos, si en el
respectivo establecimiento se permite a los reclusos la libre práctica
religiosa; la respuesta unánime de todos fue "Si”. Al indagar sobre la
existencia espiritual individual, tal como lo recomiendan las Naciones
Unidas se observó que en dieciséis de los dieciocho centros penales,
existe ese tipo de asistencia.
Debe entenderse por ésta, la atención que se proporciona en el
momento de las "confesiones" que promueve la religión católica que,
como se verá más adelante, tiene un alto peso relativo en las actividades
religiosas que se realizan en los centros.Para comprobar la naturaleza de
las actividades religiosas, se consultó a los internos sobre el tipo de otras
actividades que desarrollan las iglesias o sectas que atienden los
establecimientos penales.
La pregunta se elaboró de tal modo que comprendiera varias opciones,
en la forma siguiente:
El cuadro refleja que en los establecimientos penitenciarios predominan
dos religiones conocidas en el ámbito nacional: católica y Protestante
(Evangélica), con más predominio de la primera. Las actividades, según
respuestas de los internos; están concentradas en Misas, (41.5%);
Cultos (Evangélicos), (39.6%); Confesiones y Vigilias, (16.4%). Salvo
Cultos y Vigilias el resto corresponde a actividades típicas de la religión
católica. Además se consultó a la población interna sobre sugerencias
para mejorar la asistencia espiritual de los internos:
Los datos obtenidos reflejan que las creencias religiosas están bien
arraigadas y que los reclusos por su misma situación tienden a aferrarse
más a sus creencias; también, las cifras son indicativas de la
insuficiencia de los centros penitenciarios para proporcionar
adecuadamente este servicio. Esos resultados deben considerarse como
necesidades que le permiten al recluso, dentro de la situación aflictiva en
que vive, tener cierta tranquilidad física y mental.
Nivel Educativo de Penados
Pensando en tratamiento penitenciario, en el marco del análisis que se
viene realizando, se creyó importante conocer el grado de escolaridad de
la población penada antes del ingreso a los establecimientos
penitenciarios. Se sometió a la población interna, en tal condición
jurídica, la pregunta correspondiente; las respuestas son las siguientes:
La Edad de los Penados
La situación en relación con esta variable, en la población de penados es
la siguiente:
Servicios Básicos
Dentro de los servicios básicos se destacan alimentación, salud,
recreación y deportes, comunicación, asistencia espiritual, educación y
trabajo. La investigación de campo evidenció un conjunto de
necesidades que tienen los centros penales para cumplir
satisfactoriamente con estos servicios básicos, concentrados en
limitaciones presupuestarias, falta de equipo, locales apropiados y de
recursos humanos calificados, particularmente en salud, educación y
trabajo.
La Ley del Régimen se refiere a estos servicios, pero sin precisar una
serie de aspectos que bien podrían especificarse en la reglamentación
correspondiente, todavía no decretada. Así, hay serias limitantes de
cantidad y calidad en la alimentación; muy poca atención médica,
paramédica y hospitalaria; una improvisada y escasa organización
recreativa y deportiva; bajos niveles de higiene en locales, baños y
servicios sanitarios; serios problemas de comunicación con autoridades
de justicia, familiares y de medios de comunicación; baja cobertura
educativa de internos y de niveles escolares; poca disponibilidad de
profesores y de materiales didácticos; escasos e inadecuados locales
para todos los servicios básicos; ausencia de un sistema de formación e
integración de los internos al trabajo dentro de los penales, con
irregularidades y procedimientos arbitrarios en la dotación de
herramientas, materias primas y comercialización de los productos
elaborados.
En resumen, el conjunto de servicios básicos es deficitario,
principalmente en el más elemental que es la alimentación. Según la
opinión de directores y comandantes de los centros penales, así como de
los propios internos, la alimentación servida no llena los requisitos
mínimos de calidad, cantidad y nutrición.