Download - La Maestra Celestina Cordero Molina
Lcda. Zulmarie Alverio Ramos
Conferencia
2016
Asociación de Profesores Jubilados de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao
Las opiniones y expresiones que realice en ocasión de este conversatorio titulado Breves sobre la identidad cultural en la educación: El caso de Celestina Cordero Molina responden a mis ideas, criterios u opinión. Por lo que no representan la posición oficial de mi empleador actual o futuro. Gracias.
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Se reconoce la aportación realizada en el tema sobre quién es Celestina Cordero Molina y su importancia en la educación de Puerto Rico el trabajo de la profesora Aixa Virella Rivera.
Celestina Cordero Molina. Aixa Virella Rivera. EDUC 7003. Prof. Pedro Vega Molina Ed.D. 13 de julio de 2014
Exponer breves nociones dentro del campo de la educación.
Conocer quién es Celestina Cordero Molina y su importancia en la educación de Puerto Rico.
Analizar cuál es la importancia de visibilizar a Celestina Cordero Molina en la historia educativa de Puerto Rico y cómo esta figura histórica impacta o puede impactar en la identidad cultural en la educación de Puerto Rico.
“LA RIQUEZA CULTURAL DEL MUNDO RESIDE EN SU DIVERSIDAD
DIALOGANTE”
Koïchiro Matsuura
Director General de la UNESCO
2002
Cultura: El término cultura proviene del latín cultus, que hace referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del ser humano.
La cultura actualmente es un entretejido social que
abarca distintas formas y expresiones dentro de la sociedad.
Política, economía, derecho, educación, entretenimiento
entre otros, además tenemos valores y significaciones en nuevas reflexiones del ser humano sobre si mismo o misma.
La cultura está atada a la civilización y al progreso de la
humanidad. La cultura es movimiento y eje principal para el desarrollo de la identidad de una sociedad.
Del latín identitas, la identidad es el conjunto de los
rasgos propios de una persona o de una comunidad.
Estos rasgos son los que diferencian a las personas o al conjunto comunitario de los demás.
Nuestra identidad personal o colectiva tiene gran influencia de la biología hereditaria, de la lengua e idiomas, de la cultura, de los procesos informales y formales educativos, los avances científicos, tecnológicos, así como de las historias orales y escritas del desarrollo de nuestro entorno social externo.
La diversidad (del latín diversitas) es una noción que hace referencia a la diferencia, la variedad, la abundancia de cosas distintas o la desemejanza.
Se refiere a la convivencia e interacción entre distintas
culturas. La existencia de múltiples culturas está considerado como un
activo importante de la humanidad ya que contribuye a conocimiento.
La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no solo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora.
Tener diversidad cultural es un derecho de cada persona, de cada
población, comunidad y sociedad.
La Declaración Universal de la UNESCO sobre diversidad cultural insiste en el hecho de que cada individuo debe reconocer no solo la alteridad en todas sus formas, sino también el carácter plural de su propia identidad dentro de sociedades igualmente plurales. Solamente así es posible preservar la diversidad cultural en su doble dimensión de proceso evolutivo y fuente de expresión, creación e innovación.
Si reconocemos la importancia de la diversidad cultural y la riqueza que esta representa en nuestro desarrollo como pueblo, ¿por qué seguimos blanqueando, silenciando y ocultando nuestra herencia negra social y cultural que nos hace tan diversos y únicos?
La educación puede definirse como el proceso de socialización de los individuos.
Al educarse una persona, esta asimila y aprende conocimientos.
La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de las generaciones anteriores.
La educación puede aprovechar la riqueza de la diversidad cultural, la cual potencia la creatividad, el crecimiento y desarrollo humano y el desarrollo de la sociedad, para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje, contribuir a un desarrollo humano más pleno y convertir la diversidad cultural en fuente de entendimiento, de pluralismo y de cohesión social.
(Carolina, 1914 - Nueva York, 1953) Poetisa puertorriqueña. Se graduó de maestra normalista en la Universidad de Puerto Rico en 1933.
• Nació en Utuado en 1898 y falleció el 7 de julio de 1961. Estudia pedagogía en la Universidad de Puerto Rico y ejerce la docencia. Fue la primera mujer legisladora que ocupó la presidencia de la cámara del 11 de enero al 12 de febrero de 1945.
• Nació en Arecibo, Puerto Rico, el 28 de octubre de 1879.
• Fue una anarquista puertorriqueña, pionera en su país del feminismo y el sindicalismo. Educación informal social.
• En 1919 fue la primera mujer en Puerto Rico en usar pantalones.
El maestro Rafael Cordero
Óleo Pintado por Francisco Oller
(1890-1892)
Según documentos del Archivo Eclesiástico de Puerto Rico, Celestina nació el 6 de abril de 1787.
En los archivos no hay prueba de que haya contraído matrimonio.
El acta de defunción expresa que Celestina murió a la edad de 76 años, soltera, vecina de San Juan y feligresa de la Iglesia Católica.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Sus padres fueron Lucas Cordero y Rita Molina. Esclavos libres que vivieron la mayor parte de su vida en San Juan.
Celestina tuvo una hermana llamada Georgina (Gregoria) y un hermano llamado Rafael.
Celestina aprendió a leer y escribir en su hogar.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Celestina fue maestra, la enseñanza era su vocación, aunque estuvo en desventaja por el motivo de ser mujer negra libre la colocaba en desventaja con respecto a las mujeres maestras blancas.
Durante su formación, su familia se muda a San Germán y es allí donde tanto Celestina como Rafael se inician en la instrucción.
Tiempo después, Celestina y Rafael se mudan nuevamente a San Juan y comienzan a instruir a niños y niñas en las primeras letras, la historia sagrada y a escribir.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Tanto Celestina como su hermano Rafael, pertenecían a la población negra libre de la isla por lo que padecieron los sinsabores del racismo, el menosprecio y la injusticia. Rafael por ser negro y Celestina por ser mujer y negra.
Esto no los detuvo. Celestina comenzó a enseñar a
leer y escribir a niñas, sin importar su color o condición social.
Llegó a tener a su cargo hasta 116 niñas y promovió
acciones a favor de oficializar su escuela, función que dejó documentada en las Actas del Cabildo de San Juan.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
En el Cabildo de San Juan aparecen documentadas todas las acciones de Celestina Cordero Molina por instruir a las niñas pobres de San Juan, aunque los libros de historia en la educación solo resaltan la figura de su hermano Rafael Cordero. Esta realidad que se vivía hasta el 2005 ha
empezado a cambiar. Celestina esta más presente en los currículos escolares pero aun falta mucho para hacerla presente y visible en la historia de la educación de Puerto Rico.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Las Actas del Cabildo señaladas son las del:
10 de febrero de 1817
28 de febrero de 1820
26 de junio de 1820
3 de julio de 1820
10 de julio de 1820
8 de agosto de 1820
18 de septiembre de 1820
25 de septiembre de 1820.
Celestina luchó por más de quince (15) años con el gobierno para que le reconocieran su trabajo como maestra y se oficializara su escuela en San Juan.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
En 1820, Celestina Cordero Molina logró que se reconociera su escuela que había fundado hacia quince años. Por lo que oficialmente en las Actas del Cabildo se funda en San Juan, una de las primeras escuelas de niñas en Puerto Rico dirigida por una mujer negra libre.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Lorenzo Puente Acosta (Alverio 2005) en 1868 dice: el maestro Rafael nunca escribió ni dejó nada que evidencia su labor como maestro.
En referencia a documentos escritos, diarios o pedidos oficiales al gobierno de Puerto Rico.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Celestina Cordero y su hermano Rafael Cordero se dedican de lleno a su vocación de maestros, fueron célibes y no hay prueba documental de que tuvieran hijos.
Se dedicaron a la enseñanza de niños y niñas de escasos recursos de la Capital.
Celestina llegó a recibir el sueldo anual asignado por el Cabildo una vez se oficializa su escuela y ella es reconocida como maestra de primeras letras.
En el caso de Rafael se le reconoció una mensualidad pagada por el gobierno y un premio de cien pesos dados por la Sociedad Económica de Amigos del País.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Celestina y Rafael murieron en condición de pobreza y ninguno dejó pruebas escritas de su vida. Con excepción de Celestina que su gesta queda grabada en la historia gracias a las Actas del Cabildo y la lucha que dio contra la Arquidiócesis de la Iglesia Católica.
Hasta el 2005, a Celestina solo se le menciona como dato pasajero en las biografías de su hermano menor, el maestro Rafael Cordero, quien siguiendo los pasos de ella en la instrucción, instruyó a los niños y niñas pobres de San Juan.
Celestina Cordero Molina fue una de las primeras mujeres negras libres en solicitar una licencia de maestra en el Cabildo, dato que la posiciona como pionera en el campo educativo con relación a la defensa de los derechos de las niñas fueran blancas o negras, ricas o pobres a merecer una educación.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Aunque de las proezas educativas que se le atribuyen a Rafael no hay prueba escrita ni documentada, las diversas biografías exponen que fueron alumnos entre muchos otros las siguientes personas:
1. José Julián Acosta y Calbo (abolicionista y político)
2. Román Baldorioty de Castro (abolicionista y líder autonomista)
3. Manuel Elzaburu y Vizcarrondo (quien fundó el Ateneo Puertorriqueño y abogado)
4. Alejandro Tapia y Rivera (escritor)
Todos estos hombres estudiaron o tuvieron experiencia vivencial fuera de Puerto Rico. Salieron del escenario nacional. Entraron en el escenario político social. Eran hombres visibles para la sociedad.
Para poder entender la vida de Celestina Cordero Molina y su invisibilidad en la historia se debe tener un conocimiento básico de cómo era la sociedad de su generación.
Celestina Cordero Molina vivió entre finales del Siglo XVIII y principios del Siglo XIX.
El Siglo XVIII estuvo plagado de escenarios de injusticia.
A principios del Siglo XIX la mayoría de los países discriminaba en contra de la figura de la mujer en lo relacionado a: educación
derecho al voto
disfrute de la propiedad
ejercer una profesión (Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
A raíz del desarrollo del comercio y la industria, durante el Siglo XIX, surgen las ideologías feministas.
Comienza un movimiento poblacional hacia las ciudades lo que ocasionó el crecimiento de las clases medias y nuevos valores.
Puerto Rico brindaba las condiciones ideales para propiciar el intercambio.
La población de la isla estaba compuesta de: europeos, criollos, mulatos, negros libres y negros esclavos.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
En el siglo XVIII comienza a condenarse la esclavitud hasta llegar su prohibición.
En 1770 la población negra libre tuvo la oportunidad de educar a sus hijos. Bajo la administración de Don Miguel de Muesas se intentó establecer la escuela pública primaria gratuita en Puerto Rico.
Además, hubo otros esfuerzos privados como los de Celestina Cordero Molina y su hermano el Maestro Rafael Cordero, por crear escuelas para niñas y niños de escasos recursos. Para esa época, la educación en la isla era muy parecida a la de España.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Los negros y negras libres participaban activamente en la economía de la sociedad puertorriqueña.
La mayoría se dedicaba a
oficios domésticos como: cocina, lavanderos, niñeras, planchadoras, tabaqueros, dulceros, zapateros, sastres y músicos.
Muchas mujeres fueron
usadas como consejeras, concubinas o prostitutas.
1873 se suprime la esclavitud en
Puerto Rico
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Entre las culturas africanas identificadas en la isla están la yoruba, bantú y dehomeyana.
Impactaron nuestro
idioma, nuestra cultura, tradiciones, música, religión y comida.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
En el pasado la figura de la mujer dentro de la historia oficializada ha pasado casi desapercibida.
Celestina Cordero Molina hasta los comienzos de los 2000 no aparecía n los libros de referencia biográfica de mujeres ilustres ni en los de la historia de la educación de Puerto Rico, a pesar de que el sistema educativo tenía conocimiento de ella.
Hoy Celestina está comenzando a ser visible en nuestra historia educativa.
(Alverio, 2005 y Virella Rivera, 2014)
Plantación caña de azúcar entre
1820 - 1930
La educación en Puerto Rico tiene como marco de referencia más de un siglo de historia.
Tanto la educación formal como la educación informal han ayudado en el desarrollo de la sociedad puertorriqueña desde sus inicios en la colonización hasta el presente.
En el pasado, los procesos de educación se miraban desde la perspectiva de cuantas personas sabían leer y escribir.
También en el pasado, hubo un tiempo en que se penalizaba tanto al negro o negra como a su amo, el hecho de que supiera leer y escribir.
El castigo iba dirigido al esclavo y multaban al amo.
La instrucción del esclavo debía ser meramente en las sagradas escrituras y en la obediencia al blanco.
Dada esta realidad en la sociedad puertorriqueña, muchos niños negros y niñas negras se vieron faltos de una educación oficial que les ayudara en su futuro.
Gracias a la educación informal de las familias negras estos niños y niñas tuvieron la oportunidad de desarrollarse socialmente.
Luego de la ordenanza de Muesas, la población libre tuvo una alternativa adicional en el aspecto de la educación, pero aun así el escenario hogareño era una alternativa viable para muchas familias en la instrucción de sus hijos e hijas.
Este era el caso de Celestina, Gregoria (Georgina) y
Rafael Cordero Molina.
Celestina fue una de las primeras mujeres negras libres en solicitar una licencia de maestra en el Cabildo.
Lo que posiciona y ubica a Celestina en la historia educativa de Puerto Rico como pionera en el campo educativo social con relación a la defensa de los derechos de las niñas sean blancas o negras, ricas o pobres a merecer una educación.
A Celestina Cordero Molina le tocó pagar el precio de su herencia y de su género.
Ser mujer y negra a principios del siglo XIX la convirtió en una figura invisible ante los que han escrito la historia de Puerto Rico.
Se reconoció la figura de su hermano, a pesar de haber sido ella, la que tomó la iniciativa de hacer los acercamientos necesarios para establecer una escuela y practicar su vocación de maestra.
La escuela del maestro
Cordero (1890-92), por Francisco
Oller.
Virella Rivera, 2014
La historia de Celestina es la otra historia, es esa historia sujeta al otro poseedor, al sujeto femenino, al sujeto que deconstruye y redefine los cánones sociales imperantes de la época.
Es la historia de quien se considera sujeto de otro atado a la sombra de otra figura, la masculina, la del poder, la del reconocimiento, esta es la historia de Celestina.
La imagen de Celestina Cordero Molina es esa imagen que pasa por aquello que se percibe de la figura de la mujer, de la mujer negra, de la negra libre, de la mujer negra libre que transgrede los cánones sociales de la época y su representación en los textos escolares pasados y aun actuales está silenciada y padece de invisibilidad.
Debemos realizar una reflexión sobre la memoria de los excluidos, este es el caso de nuestra primera maestra negra libre la Maestra Celestina Cordero Molina.
Celestina ha estado ausente de nuestros cuadernos escolares, de nuestras historias orales y de nuestros cuentos de infancia.
Celestina ha estado ausente del imaginario social puertorriqueño y de eso que llamamos orgullo patrio. Ausente de todo y silenciada.
¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cuál es el motivo de este silencio
histórico? Muchos cuestionamientos y aún estamos develando unas primicias referentes a su historia.
Tomando como ejemplo la historia de Celestina y viendo nuestro presente, podemos ver como nuestra sociedad está en franca lucha entre el reconocimiento y establecimiento de fundamentos de vida constituidos tales como libertad, justicia y equidad y la oficialidad de estos conceptos, pero y entre tantos cuestionamientos y luchas que pueden surgir, me gustaría preguntar ¿cómo puede seguir existiendo un mundo de silencio histórico al servicio de multitudes en el proceso educativo y de desarrollo social actual?
La educación y los currículos educativos vigentes que impactan el desarrollo de esta nueva sociedad siguen promoviendo la tradición de la exclusión selectiva histórica. Es patente el culto al silencio, el cual está al servicio de la marginación y discriminación de esa otra cara de la historia, creando espacios vacíos dentro de la historia, que opacan la gesta de toda una población que no ostentan el poder oficializado.
Visibilizar a Celestina es romper con los patrones de excluir nuestra herencia negra del desarrollo de nuestra historia como pueblo y hacerla visible en el escenario educativo es empoderar a nuestra población de esa historia de lucha y poder que estaba en las manos de la gente negra libre. Es dar visibilidad también a la población que constituyó el puertorriqueño mestizo, negro y criollo.
Una educación que excluye es una educación incompleta y carente de identidad y diversidad cultural. Es una educación formativa a medias dónde expone al ser humano a una acumulación de datos que el sistema del Estado elige muchas veces de manera arbitraria, blanqueada y sin sentido de pertenencia a la sociedad.
Celestina fue atropellada por las circunstancias y el momento histórico que le tocó vivir.
Fue víctima de su género y color de piel; factores que llevaron a
que su figura quedara invisible ante la historia. Su gesta educativa y su lucha por la educación de la mujer solo
quedaron documentados en las Actas del Cabildo de San Juan. A pesar de ello, su audacia y valentía perdurará en las voces de
aquellos que perpetuemos su vida y obra. Sus gritos por los derechos y la igualdad de genero, raza y nivel
social serán escuchados por aquellos que propaguen su obra.
Virella Rivera, 2014
En el silencio histórico podemos ver como el discrimen por género, el odio al otro, el olvido inhumano y la violencia en los procesos educativos tienen sus inicios, logrando así crear el caldo de cultivo perfecto para lo que hoy tenemos presente: historias marginadas, fronterizas, limitantes y una historia a la mitad.
La mayoría de la población puertorriqueña está expuesta a una historia blanqueada, masculina, filtrada y politizada. Es una historia de poder al servicio de unos pocos.
Para poder entender por qué Rafael si y Celestina no, tenemos que deconstruir lo que se visualiza como historia y su estudio, es necesario romper paradigmas institucionales, reorganizar conceptos, vincular conocimientos y comenzar a rebuscar en esa historia inconclusa e incompleta.
No podemos seguir blanqueando nuestro ADN y poniendo precio o valor capital a la historia que se escribe porque lo que esto provoca es un culto al desconocimiento y una falta de identidad en el pueblo. Seguir promoviendo la tradición de exclusión selectiva de sucesos históricos es promover el desconocimiento en las generaciones. Ello deja a Puerto Rico y a nuestra sociedad en un desbalance apto para las desigualdades, el discrimen y el empobrecimiento colectivo. Una historia así no es historia real.
Nuestra misión es hacer visibles todas las otras historias silenciadas y dejadas en el olvido histórico.
Así como Celestina está silenciada existen otras vidas que navegan en el mar del silencio histórico. Son las vidas de mujeres y hombres, de personas negras, mulatas, criollas, blancas pobres, la historia de los de abajo, los del barrio, los de las parcelas, del mestizaje y cualquier otra riqueza cultural que se haya dado. Es aquí donde se encuentra la obra de una mujer negra, soltera y libre quien fuera maestra y administradora de escuela, Celestina Cordero Molina.
Reconocemos que Celestina ha sido excluida de la memoria social histórica de Puerto Rico. Mientras ella es silenciada, olvidada y oculta, su hermano Rafael es promovido, exaltado y oficializado.
Queremos que la historia hable sobre los hermanos Cordero Molina, sin excluir a ninguno de ellos. Ya que fueron seres humanos de gran importancia en el mundo de la educación informal y formal. Los hermanos Cordero Molina tienen una importancia en el desarrollo del sistema educativo de Puerto Rico y su participación en el desarrollo de escenarios educativos para los niños y niñas, en su mayoría pobres, tanto de San Juan como del pueblo de San Germán, debe de ser reconocida.
Celestina es la otra cara de esa moneda. Por una parte, tenemos a un Rafael
Cordero Molida inmortalizado en obras de arte, obras escritas donde se
reconoce su existencia y en el presente en un proceso de canonización. Y por
otra parte, tenemos a una mujer que luchó, se enfrentó al gobierno y logró su
objetivo, el reconocimiento de su escuela que estuvo abierta por más de 15
años antes del permiso oficial por el Cabildo.
Fundamentos filosóficos de la educación. Repaso para las PCMAS. Profa. Gerarda Carrasquillo Rodríguez. Universidad Interamericana. Guayama. Ultima visita 25 de febrero de 2016.
http://diasporadominicana.com/2012/09/20/la-musica-como-manifestacion-de-identidad-cultural/
http://es.slideshare.net/mejaka/identidad-cultural-32884944 Última visita 22 de febrero de 2016.
https://adrianagn24.wordpress.com/tag/patrimonio-cultural/ Última visita 22 de febrero de 2016.
https://sites.google.com/site/personajesimportantes/
Términos de Cultura, Identidad, Diversidad: Definición.de Última visita 24 de febrero de 2016.
UNESCO. Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural. 2002
UNESCO.Org
Alverio Ramos, Zulmarie. La Gran Ausente: la Maestra Celestina Cordero Molina. Editorial EDP University. San Juan. 2015