Download - Mdva dh y s empresas
Ministerio del Poder Popular Educación Universitaria
Universidad Latinoamericana y del Caribe
Especialización en Internacional de los Derechos Humanos
Asignatura: Derecho Internacional de los Derechos Humanos I
Profesor: Nelson Daniels Torres
ENSAYO
DERECHOS HUMANOS Y LA SEGURIDAD
MULTINACIONAL
Autora:
Vásquez Álvarez, Menphis Desireé .C.I.V-17.555.362
Caracas, 18 octubre de 2016
INTRODUCCIÓN
Adentrarse al mundo delos Derechos Humanos y la Seguridad
Multinacional, requiere exponer los objetivos desde la exponer desde una
perspectiva interdisciplinaria, dada las relaciones existentes entre las
empresas y los derechos humanos. Partiendo de las teorías tradicionales
sobre la responsabilidad social empresarial, es necesario acerca a los
orígenes, desarrollos, desafíos y alcances de la responsabilidad empresarial
en clave de los derechos humanos, tomando en consideración que se hace
necesario centrasen en particular en los códigos voluntarios de conducta y
en el concepto de «debida diligencia empresarial», el cual ha sido
introducido para ofrecer indicadores de comportamiento ético y evitar la
complicidad empresarial en abusos de los derechos humanos.
El trabajo intenta abordar someramente los aspecto esenciales de
los Derechos humanos y sui influencia, desarrollo y perceptivas hoy día
sobre todo en América Latina, especialmente en nuestro país Venezuela, y la
afectación mundial de la crisis financiera que afecta directa en indirectamente
el desarrollo delos Derechos humanos, no solo entendidos estos como las
Responsabilidades Sociales que tienen las empresas, sino las indiligencias a
nivel ambiental y a nivel de relaciones Internacionales, sobre todo por el
papel de las empresas transnacionales que operan en zonas de conflicto y
sobre la efectividad de las respuestas de estos actores del sector privado
para minimizar o mitigar los efectos negativos de sus operaciones.
2
DERECHOS HUMANOS Y
LA SEGURIDAD MULTINACIONAL
Constantemente existen en el mundo empresario Multinacional
debates, referentes a la crisis financiera y económica que azota no solo a las
empresas, sino al el mundo en general, dado que no es simplemente otro
declive cíclico, de tipo endémico, del sistema capitalista. Señala Jana
Silverman Social Watch Álvaro Orsatti representante de la Confederación
Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas1 La misma
representa un colapso espectacular del modelo económico neoliberal. La
implementación de este modelo, que prescribía la desregulación del sector
financiero, la liberalización comercial y la privatización de las empresas y
organismos del Estado, llevó no solo a la desestabilización de los mercados
mundiales, sino al establecimiento de un severo y global desequilibrio de
poder entre los trabajadores, las empresas privadas y los Estados. Durante el
auge de neoliberalismo, muchas empresas aprovecharon el avance de las
comunicaciones y la infraestructura del transporte, las laxas regulaciones
nacionales y la venta de los activos lucrativos del Estado para transformarse
en gigantescos conglomerados transnacionales con una considerable
presencia en todo el mundo, obteniendo ganancias sin precedentes durante
el proceso. Su poder económico les dio enorme influencia política en los
países en desarrollo, ansiosos por atraer la inversión directa extranjera.
Estos países intentaron hacer “más atractivos” sus territorios para las
1 Las obligaciones de las empresas transnacionales frente a los derechos humanos y el papel de la
sociedad civil
3
Multinacionales reforzando la legislación sobre protección de las inversiones
y debilitando las le- yes laborales y ambientales. De esta forma, además de
sus consecuencias económicas, la proliferación de las inversiones de las
empresas multinacionales en los países en desarrollo, durante las últimas
décadas, ha tenido impactos sociales y ambientales profundos, a tal punto
que algunas multinacionales han sido cómplices de graves violaciones de los
derechos humanos, sociales, laborales y ambientales fundamentales. 2
En todo momento y desde el Nacimiento del hombre la
preeminencia en los Derechos humanos son y seguirán siendo una
expresión de la naturaleza del hombre, pero también, técnica normativa al
servicio de la sociedad. La consideración del Derecho como una técnica
social supone admitir su condición profundamente histórica. No hay derecho
fuera de la historia ni es inevitabilidad del derecho hacia el futuro3, su
carácter instrumental le permite perseguir fines diversos, de acuerdo con las
relaciones de poder que subyacen a su desarrollo. Este punto de vista
explica que frente a las desigualdades sociales, el derecho y el
constitucionalismo pueden constituir un instrumento eficaz para contener el
deterioro del tejido social.
El Estado de Derecho es la condición y, al mismo tiempo, el efecto
de la existencia y garantía de los Derechos Humanos. Así, el Estado sólo es
posible a partir del reconocimiento, garantía y protección de los Derechos
Humanos, por ello, las Cortes y Tribunales Constitucionales están llamados a
2 Las obligaciones de las empresas transnacionales frente a los derechos humanos y el papel de la
sociedad civil 3 Cabo, Carlos de, “Teoría histórica del Estado y del derecho constitucional”, Barcelona, PPU, 1993,
vol. II, p. 269)
4
garantizar la vigencia integral de todos los Derechos Humanos para todas la
personas por igual, no sólo de los derechos individuales sino, y sobre todo,
de los derechos sociales. Sólo así, será posible convertir el Derecho en una
herramienta del cambio social que actúe en beneficio de los más
necesitados, de las minorías, de los excluidos de siempre. 4
De allí que se ha considerado que en los albores del Siglo XXI, no
es posible justificar la actitud de quienes se resisten a tutelar los derechos
sociales, como si la naturaleza de los mismos exigiera de su parte una
actitud diferente de la que tienen en relación con los llamados “derechos de
primera generación”. Son los que se han resistido históricamente a dar a los
derechos sociales, el mismo tratamiento que aceptaron dar a los viejos
derechos propios del Estado Liberal Burgués. Este diferente tratamiento ha
implicado su inmediata y activa intervención destinada a asegurar la vigencia
de aquellos “primeros” derechos, tanto como su renuencia a actuar frente a
reclamos en favor de la implementación de los Derechos Sociales contenidos
en la Constitución, derechos estos que son de obligatorio cumplimiento tanto
para las empresas del Estado como para las empresas privadas.
Siendo necesario acotar que las empresas gubernamentales,
ciertamente están sujetas a las leyes nacionales del país donde está su
sede central y aunque estas compañías pueden tener una significativa
presencia en muchos países, se considera que, técnicamente, no tienen
personería jurídica internacional limitada a los Estados y a ciertas Organi-
4 Bockenforde W. (1993), “Escritos sobre Derechos Fundamentales, trad. de J.L. Requejo Parés e I.
Villaverde, Nomos Verlagsgesellschaft”, Baden-Baden.pág 210.
5
zaciones intergubernamentales como la Unión Europea o la ONU. Esto signifi
ca que, en términos generales las empresas no han estado sujetas a los
derechos y obligaciones de la ley internacional, incluida la ley internacional
sobre derechos humanos. Sin embargo, en la práctica, esta interpretación
está siendo gradualmente revisada. Algunos académicos contemporáneos
abogan por conceder a las empresas transnacionales derechos neofeudales
o corporativos.
Por ello varios tratados internacionales especialmente, los acuerdos
bilaterales y multilaterales sobre comercio e inversiones otorgan
a las empresas transnacionales derechos específicos que pueden exigirse an
te los tribunales del país anfitrión o en tribunales internacionales de arbitraje.
Por ejemplo, las disposiciones del Capítulo 11 del Tratado de libre Comercio
de América del Norte permiten que los inversores presenten reclamos direct
amente contra los Estados participantes por supuestas violaciones de los
requisitos de inversión del tratado.5
De igual modo, muchos tratados de inversión bilaterales incluyen
mecanismos que permiten que las compañías presenten, reclamos contra
los Estados signatarios ante tribunales de arbitraje, como el Centro
Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, por
expropiaciones, pérdidas derivadas de perturbaciones civiles y restricciones
a la repatriación de capital y otros asuntos. Las implicaciones de estas
cláusulas son profundas. Desde 1995 se firmaron más de 370 tratados
comerciales bilaterales y multilaterales y se concluyeron más de 1.500
tratados de inversión bilaterales, que involucraron a prácticamente todas
5 Damrosch, Lori (ed.) (2001). International Law, St. Paul, USA: West Publishing, pp. 80912.
6
las principales economías del mundo. Estos acuerdos confieren a las6
Corporaciones derechos supranacionales, sin conceder los respectivos
derechos a las personas que se ven perjudicadas por sus acciones.
Hoy día, las obligaciones referidas a promover y proteger los
derechos humanos se tan volviendo tanto en la teoría como en la teoría, o
en la práctica, más explicitas para los actores no estales, como para las
empresas comercial. Po ejemplo, el Preámbulo de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos llama a que “cada individuo y cada órgano de la
sociedad” defiendan y promuevan los principios contenidos en la
Declaración. Según los expertos legales, esa obligación incluye a todas las
personas y a todas las entidades legales, como las empresas. Otros
estándares internacionales en el campo de la “Sof Law” o “ley blanda”
que, en forma directa, imponen a las empresas obligaciones sobre derechos
humanos son la Declaración Tripartita de la OIT, formulada en 1977, y las
Directrices OCDE sobre Multinacionales (adoptadas en 1976 y revisadas en
2000).7
Aunado a ello, cada vez compañías diseñan y ponen en
práctica políticas específicas sobre derechos humanos políticas específicas
sobre derechos humanos. Según el Centro de Información Sobre Empresas
y Derechos Humanos, más de 240 empresas han formulado propias pautas y
más de 5.200 compañías están listadas como miembros activos del Pacto
Global de la ONU7, una iniciativa multisectorial que compromete a las
empresas a respetar los principios universales relativos a los derechos huma-
6Adlung, Rudolph y Molinuevo, Martín (2008). Bilateralism in Services Trade: Is There Fire Behind th
e (BIT) Smoke? Ginebra: Organización Mundial del Comercio, pp. 12.
7 Avery, Christopher, Short, Annabel y Tzeutschler Regaignon, Gregory (2006). “Why all companies
should address human rights”. Disponible en:
<www.ccainstitute.org/pdf/averybusiness%26humanrights.pdf>.human
7
Laborales y ambientales y a las prácticas anticorrupción.
De acuerdo al Observatorio de Organizaciones Multinacionales en
América Latina, el 26 de junio de 2014, el Consejo de derechos Humanos de
la ONU adopto la resolución 26/9 8, sobre la elaboración de “un instrumento
jurídico vinculante para regular las actividades de las empresas
transnacionales y otras empresas en el “Derecho Internacional de los
Derechos Humanos”. Logro este de relevancia, luego de décadas de
discusiones e intentos fracasos en Naciones Unidas, por cuanto con este
instrumento se podría mejorar a largo plazo y a escala global, la protección y
realización plena de los derechos Humanos. Y, sobre todo, podría
contribuirse a poner fin a la impunidad de los abusos cometidos por las
grandes corporaciones, especialmente en los países periféricos,
garantizando el acceso a la justicia a las víctimas de sus operaciones.
De allí que en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, tuvo
lugar la semana pasada la 1ª sesión de este grupo de trabajo
intergubernamental sobre empresas transnacionales y derechos humanos.
Allí se presentó en representación de la campaña global para Desmantelar
el Poder Corporativo y Poner Fin a la Impunidad, una propuesta dicha
conjunta con la plataforma que agrupa a más de 200 movimientos
internacionales sociales, redes de solidad, organizaciones de derechos
humanos sociales, redes de Comunidades locales y personas afectadas en
todo el mundo9 , por ello efectuaron una serie de propuesta concretas 10
8 http://www.cetim.ch/es/documents/G1408255_000.pdf
9 http://www.stopcorporateimpunity.org/wp
10 http://omal.info/IMG/pdf/cuadernos_hegoa_no_64.pdf
8
afectadas de todo el mundo, una serie de propuestas concretas para la elabo
ración del instrumento internacional jurídicamente vinculante. Y, en base al
trabajo previo que habían realizado desde el año 2012, se dio lugar a la
propuesta de un “Tratado Internacional de los pueblos para el control de las
empresas Transnacionales”, como un nuevo aporte y propuesta a la
regularización sobre empresas y derechos humanos debería contemplar, al
menos, los siguientes ocho puntos, en el cual acordaron ocho (08) puntos
estratégicos a saber: 11
1º) Poner el foco en las empresas transnacionales.
Dado que las grandes corporaciones se han convertido en
actores poderosos en el marco de la globalización económica y sus
actividades son fuente, directa o indirectamente, de numerosos impactos
negativos sobre los derechos humanos, por ejemplo a través sus prácticas
laborales y los impactos de sus actividades sobre el medio ambiente. Las
empresas transnacionales escapan de todo control gracias al poder
económico, financiero y político sin precedentes que poseen, a su carácter
transnacional, su versatilidad económica y jurídica, y las complejas
estructuras que utilizan para evadir las leyes y las regulaciones nacionales e
internacionales. Generalmente, deciden establecer su base en los países con
leyes más débiles en materia de impuestos, rendición de cuentas y
transparencia, lejos de donde desempeñan el grueso de sus actividades
económicas y donde sus operaciones pueden tener impactos adversos para
los derechos humanos
11
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_h
umanos.pdf?1309420757http:/
9
Existe, por tanto, un vacío legal en el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos que ha de ser subsanado con el fin de terminar con la
impunidad de las violaciones de derechos humanos cometidas por estas emp
resas.12
2º) Afirmar la obligación de respetar todos los derechos
humanos. El nuevo instrumento internacional jurídicamente vinculante.
Con la intención de que el mismo contenga detalladamente las obligaciones
específicas, por parte de las empresas transnacionales, respetar todos los de
rechos humanos: el derecho a la vida, el derecho a la libertad de asociación,
el derecho a la libertad de opinión y expresión, el derecho a la no
discriminación, el derecho al trabajo, el derecho a la alimentación, el derecho
al agua, el derecho al alojamiento, el derecho a la salud, el derecho a la
autodeterminación y el derecho a un medio ambiente sano. Ha de incluir, en
resumen, su obligación de respetar el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, el Derecho Internacional del Trabajo y las
normas internacionales en materia de medio ambiente. Las transnacionales t
ambién deben respetar las regulaciones nacionales y, internacionales en
materia de medio ambiente. Las transnacionales también deben respetar las
regulaciones nacionales y abstenerse de interferir en su elaboración,
reconociendo la primacía de los derechos humanos y del interés general
sobre los intereses económicos privados.13
12
http://observatoriorsc.org/normas-sobre-las-responsabilidades-de-las-empresas-transnacionales-y-
otras-empresas-comerciales-en-la-esfera-de-los-derechos-humanos/ 13
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_h
umanos.pdf?1309420757http:/
10
3º) Obligar a los Estados a proteger los derechos
humanos.
El futuro vinculante de las Naciones Unidas debe afirmar la
Obligación de los Estados de proteger los derechos humanos contra las
violaciones cometidas por las empresas transnacionales, detallando las
medidas específicas que los Estados han de asumir al respecto. En concreto,
estas deberían incluir el establecimiento de mecanismos efectivos a nivel
nacional para posibilitar el acceso a la justicia y la reparación a las víctimas y
las comunidades afectadas. Igualmente, los Estados deben garantizar que
las grandes corporaciones que tienen su sede principal en su territorio
respeten todos los derechos humanos cuando operan en el exterior; el
tratado tendrá que especificar cuándo surgen tales obligaciones
extraterritoriales,14 pero los Estados deberían, como mínimo, asumir el
principio de extraterritorialidad cuando la transnacional tenga su centro de
actividad, esté registrada, tenga su sede o desarrolle actividades económico
financieras en el Estado en cuestión.15
4º) Reafirmar la primacía de los derechos humanos
sobre los tratados Comerciales.
La proliferación de tratados de “libre comercio” y
acuerdos de protección de inversiones le ha conferido un enorme poder
económico, político y jurídico a las empresas transnacionales. Estos tratados
protegen los negocios de las multinacionales frente a cualquier decisión
14
http://omal.info/spip.php?page=article_diccionario&id_article=4804 15
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_h
umanos.pdf?1309420757http:/
11
pública que pudiera afectar negativamente a sus intereses, incluso a sus
futuras ganancias y no tienen en cuenta las obligaciones
vinculantes que los Estados tienen sobre los derechos humanos.
En este sentido, los tribunales internacionales de arbitraje y los
mecanismos de resolución de disputas inversorEstado, suponen una
preocupación especial, por cuanto permiten a las grandes corporaciones
demandar a los Estados para imponer sus deseos y promover sus intereses.
Por eso, el tratado debería obligar a los Estados a introducir una cláusula
vinculante sobre la supremacía jerárquica de los derechos humanos en todos
los tratados de comercio e inversión que firmen, renegociando los acuerdos
existentes con este mismo fin.
5º) Establecer la responsabilidad civil y penal de
las empresas y sus directivos.
El Tratado de las Naciones Unidas debe requerir a los
Estados que establezcan la responsabilidad legal de las grandes corporacio
nes y de sus directivos en sus jurisdicciones nacionales. El principio de doble
imputación que tanto la persona jurídica como los individuos que toman las
decisiones sean responsables, debe ser reconocido, extendiendo esta
responsabilidad civil y penal a los delitos que cometan directamente como
autores y a aquellos en los que incurran como cómplices, instigadores y
encubridores. 16
Asimismo, el tratado ha de incluir disposiciones sobre la
responsabilidad solidaria, por acción u omisión, de las transnacionales con 16
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_h
umanos.pdf?1309420757http:/
12
respecto a sus filiales y su cadena de proveedores, licenciatarios o
subcontratistas. Este principio de responsabilidad solidaria se debe aplicar
también hacia arriba, para garantizar que los inversores, accionistas, bancos
y fondos de pensiones que financian a estas multinacionales puedan ser
responsabilizados por las violaciones de derechos humanos que estas
cometan.
6º) Incluir obligaciones para las instituciones
internacionales económico- financieras.
Las políticas económicas impuestas por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial y otros bancos regionales contribuyen
a la impunidad de las empresas transnacionales. Y es que las políticas de
ajuste estructural y las condiciones exigidas por las instituciones financieras
regionales e internacionales operan como una camisa de fuerza que obliga a
los Estados a abrir sus países a las grandes empresas. Por tanto, estos
organismos tienen una importante responsabilidad17 por las violaciones de
derechos humanos cometidas por las compañías multinacionales. Sin
embargo, el FMI y el Banco Mundial son instituciones especializadas del
sistema de Naciones Unidas, y como tales sus decisiones han de ajustarse a
la Carta de la ONU y respetar los derechos humanos. Así pues, resulta
central que el instrumento internacional vinculante incluya disposiciones
relativas a la obligación de esas instituciones económicofinancieras
regionales e internacionales, exigiéndoles que contribuyan a la aplicación del
tratado y que no adopten medidas contrarias a sus objetivos y disposiciones.
17
[http://www.lamarea.com/2015/05/29/lasresponsabilidadesdelbanco
mundialelfmilacomisioneuropeayelbce/
13
7º) Establecer mecanismos internacionales para hacer
cumplir el tratado.
Además de la ausencia de normas internacionales
vinculantes, un elemento decisivo para poder poner fin a la impunidad de las
violaciones de derechos humanos cometidas por las empresas
transnacionales es la ausencia de mecanismos de control y aplicación a nivel
internacional. Con objeto de llenar este vacío, deberían establecerse tres
órganos: un órgano que evalúe su cumplimiento, un centro público para el
control de las grandes corporaciones y una corte mundial sobre
transnacionales y derechos humanos. Una de las principales contribuciones
de este nuevo instrumento internacional jurídicamente vinculante de
Naciones Unidas debe ser la de abrir la posibilidad para que las victimas
puedan registrar sus demandas contra las multinacionales por el
incumplimiento de su obligación de respetar los derechos humanos. 18
8º) Proteger las negociaciones de la influencia de las
grandes empresas
Desde hace años se han abierto de par en par las
puertas de la ONU a las corporaciones transnacionales, a las que se les llam
a “partes interesadas” siguiendo la tendencia generalizada de ceder el poder
de decisión a los grandes conglomerados económicos y financieros en
detrimento de los Estados, los gobiernos y, en general, la sociedad civil.
18
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_h
umanos.pdf?1309420757http:/
14
Esta alianza entre el sistema de Naciones Unidas y las
grandes empresas, creó una peligrosa confusión entre una institución pública
internacional, que de acuerdo a la Carta representa a “los pueblos de las
Naciones Unidas” y un grupo de entidades que solo son representativas de
los intereses privados de una élite político empresarial. Por definición, las
transnacionales únicamente defienden sus intereses particulares, sobre todo,
los de sus accionistas mayoritarios y no el interés general.; Por ello, no se les
debe permitir participar directamente en un proceso en el que serían a la vez
juez y parte.19
Hoy día y luego del establecimiento de la implementaciones de
las Normas ONU, Obligaciones positivas y negativas de las empresas
Dentro de su esfera de actividad e influencia (que varía entre las empresas
grandes y pequeñas), las Normas de Derechos Humanos para Empresas
exigen de éstas «promover, asegurar que se disfruten, respetar, hacer
respetar y proteger los derechos humanos consagrados en el derecho
internacional y en la legislación nacional». Como mínimo, esto requiere que
las empresas se abstengan de realizar actividades que violan directa o
indirectamente los derechos humanos, o se abstengan de beneficiarse de las
violaciones de los derechos humanos, y ejerzan la diligencia debida para
evitar causar perjuicio. Las Normas de la ONU incluyen asimismo la
obligación activa de promover y velar por la plena protección de todos los
derechos humanos. El Comentario a las Normas exige de las empresas que
ejerzan su influencia para ayudar a promover y velar por el respeto de los
derechos humanos. Para cumplir tanto las obligaciones negativas (evitar toda
19
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES FRENTE A LOS DERECHOS HUMANOS: HISTORIA DE UNA ASIMETRÍA NORMATIVA. Juan Hernández Zubizarreta.Pag 226.
15
Complicidad en violaciones para respetar los derechos humanos) 20como las
obligaciones positivas (promover los derechos humanos), las empresas no
pueden ya declararse ignorantes de las circunstancias en las que realizan
sus actividades; Las Normas de la ONU invocan diversas leyes y normas que
las empresas deben «reconocer y respetar». Entre ellas, no sólo las normas
internacionales «aplicables» y las leyes y reglamentos nacionales sino
también nociones más abstractas como «el estado de derecho», «el interés
público», y «los objetivos de desarrollo, las políticas sociales, económicas y
culturales, incluidas la transparencia, la responsabilidad y la prohibición de la
corrupción».
En ese orden de ideas las Normas ONU, Las Normas de la ONU
para Empresas enuncian, en una sola y concisa declaración, una lista
detallada de las obligaciones empresariales en la esfera de los derechos
huma- nos. Subrayan las prácticas óptimas y varias formas de monitorizarlas
y hacerlas cumplir. Además de sentar una norma con la que las empresas
pueden medir su propia conducta, las Normas de la ONU sientan también un
punto de referencia muy útil con el que evaluar las legislaciones nacionales
(para determinar si los gobiernos están cumpliendo su obligación de proteger
los derechos asegurando que existen los marcos reguladores apropiados).
Las Normas de la ONU son también una herramienta importante de
referencia y de campaña para las organizaciones no gubernamentales
(ONG) y los activistas de base.21
20
LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES FRENTE A LOS DERECHOS HUMANOS: HISTORIA DE UNA ASIMETRÍA NORMATIVA. Juan Hernández Zubizarreta.Pag 226.
21
Normas ONU-DDHH, para las empresas
16
Así las cosas y bajo la existencia de un sistema bien
establecido de reglas internacionales de derechos humanos, que se remonta
más de medio siglo, como La Carta de las Naciones Unidas, de 1945, y la
Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), de 1948, enuncian un
conjunto importante de obligaciones de derechos humanos. En muchos
casos, estas obligaciones han pasado a convertirse en normas del derecho
internacional consuetudinario, vinculantes para todos los Estados. Aunque
principalmente dirigida a los Estados, la Declaración Universal exhorta a que
«tanto los individuos como las instituciones» pro muevan el respeto de los
derechos humanos y aseguren su reconocimiento y aplicación, sentando así
los cimientos de obligaciones aplicables no sólo a los Estados sino también a
los agentes no estatales, incluidas las empresas comerciales. 22
A estos le siguieron a la Declaración otros tratados
adicionales que perfeccionaron las obligaciones enunciadas en la DUDH. La
mayor aceptación de normas internacionales de derechos humanos hizo
inevitable que las empresas tuvieran que hacer frente eventualmente a sus
responsabilidades en la esfera de los derechos humanos. Si las actividades
comerciales proporcionan empleo a millones de personas, diversas prácticas
comerciales que se aplican a diario pueden tener un efecto negativo sobre
los derechos humanos. Las empresas pueden violar los derechos humanos
con sus prácticas de empleo, o por la forma en que sus procesos de
producción repercuten en los trabajadores, las comunidades y el medio
ambiente. Las empresas también pueden estar implicadas en abusos por su
22
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_h
umanos.pdf?1309420757http:/
17
asociación con autoridades políticas o gobiernos represivos. Al someterse a
examen las actividades de las empresas transnacionales, muchas de ellas
empezaron a adoptar códigos de conducta en las décadas de 1980 y 1990, y
el emergente movimiento sobre la responsabilidad social de las empresas
produjo un sin número de códigos voluntarios. Sin embargo, los códigos de
conducta voluntarios, si bien una señal positiva de compromiso empresarial,
no han resultado ser suficientes. Muchos de estos códigos son sumamente
imprecisos en lo que respecta a compromisos de derechos humanos. Que AI
sepa, son menos de 50 los códigos empresariales que hacen una referencia
explícita a los derechos humanos. Tanto si son exclusivos de una empresa o
han sido adoptados por todo un sector, los códigos voluntarios con fre-
cuencia carecen de legitimidad internacional. 23
Por ello reitero surgen las Normas ONU, Las Normas de la
ONU no son un tratado que los Estados pueden ratificar y asumir de ese
modo obligaciones legales vinculantes. Sin embargo, está claro que las
Normas de la ONU tienen más autoridad que muchos códigos de conducta
adoptados por las empresas, y representan un avance significativo con
respecto a otras normas existentes. Las Normas de la ONU tienen gran
probabilidad de tener cierto efecto legal por varios motivos:24
— El derecho internacional no es estático, sino que está en constante
proceso de desarrollo. Las Normas de la ONU merecen atención e inspiran
respeto, y a medida que sean usadas por los defensores de los derechos
humanos y por las empresas irán adquiriendo mayor fuerza. Si los tribunales
23
https://www.tni.org/es/art%C3%ADculo/derechos-humanos-y-empresas-transnacionales 24
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_
humanos.pdf?1309420757http:/
18
nacionales e internacionales comienzan a referirse a ellas y a aplicarlas, el
efecto legal de las Normas de la ONU aumentará.
— A diferencia de los códigos de conducta (ya sean los adoptados por
empresas individuales o por todo un sector), las Normas de la ONU son el
resultado de un proceso consultivo formal, autorizado por la ONU. El proceso
que llevó a la adopción de las Normas de la ONU es similar al que produjo
otras normas de derecho indicativo, algunas de las cuales se consideran hoy
parte del derecho internacional consuetudinario.
— Tanto por su tono como por su planteamiento, las Normas de Derechos
Huma- nos para Empresas son conscientemente normativas. A diferencia de
las Líneas Directrices para Empresas Multinacionales elaboradas por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la
Declaración Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y la
Política Social, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las
Normas de la ONU no están limitadas por cláusulas que subrayen su
carácter no regulador.
— Todas las disposiciones sustantivas de derechos humanos de las Normas
de la ONU se han extraído de normas internacionales ya existentes. Lo
nuevo de las Normas de la ONU es aplicarlas —dentro de los límites de la
esfera de actividad e influencia de las empresas comerciales— a las
empresas privadas, pero haciéndolo de manera que también hagan
referencia a una amplia gama de prácticas internacionales (incluidas las de
19
las propias empresas). Las Normas de la ONU, en otras palabras, tienen
buenos cimientos jurídicos.25
Algunos sostienen que el derecho internacional es aplicable únicamente
entre Esta- dos, o que las obligaciones en la esfera de los derechos
humanos son sólo aplicables a los Estados, y que las Normas de la ONU no
pueden crear obligaciones legales para las empresas. Este punto de vista ya
no puede mantenerse por estar falto de credibilidad. Mientras que los
principales tratados de derechos humanos hacen recaer obligaciones en
primer lugar en los Estados, las obligaciones sustantivas que esos Estados
han de hacer cumplir incluyen la de asegurar el respeto de los derechos
humanos, tanto por el Estado como por agentes no estatales como empresas
e individuos. Por ejemplo, los Convenios de la OIT siguen una estructura
formal por la que los Estados garantizan el cumplimiento de las empresas.
Sin embargo, se reconoce que hacen recaer deberes sustantivos, como la no
discriminación y el respeto a la libertad de asociación, directamente en las
empresas.
25
http://publicaciones.hegoa.ehu.es/assets/pdfs/203/Empresas_transnacionales_frente_a_los_derechos_h
umanos.pdf?1309420757http:/
20
CONCLUSIÓN
Todas estas alianzas se traducen en cumplimientos de Derechos
Humanos que generan una Responsabilidad Social Corporativa El Derecho
Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional del
Trabajo se ven incapaces de neutralizar la expansión y “autoridad” del
Derecho Internacional del Comercio como fundamento de toda la arquitectu-
ra económica globalizada.
Los derechos sociales, laborales y medioambientales se ven
desplazados hacia sistemas de regulación no normativos, sistemas diversos
que se encuadran en la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y en los
códigos de conducta. Su aparente “bondad” y su “neutralidad” normativa,
entendida básicamente como complemento al cumplimiento de las normas
jurídicas, quedan desplazadas por la finalidad sustancial que persiguen:
sustituir las señas de identidad de los ordenamientos nacionales, es decir, la
imperatividad, la coercitividad y el control judicial, por la voluntariedad, la
unilateralidad y en el mejor de los casos, por auditorias especializadas al
margen de las reglas de funcionamiento del poder judicial. La RSC y los
códigos de conducta se fundamentan en valores vinculados con la ética de la
empresa.
Una de las características más destacables de los sistemas
jurídicos internacionales en la actual globalización neoliberal reside en la
debilidad, cuando no ausencia, de normas universales entendidas como
vehículo de los valores de la comunidad internacional. El marco legal mundial
del sistema capitalista está formado por un conjunto de normas que
organizan todo tipo de actividades económicas en el plano global, sin
21
discriminaciones aparentes y sin tratos preferenciales. Sin embargo, las
relaciones de fuerza, en su expresión más cruda, la guerra unilateral y las
relaciones bilaterales asimétricas, valga decir, desiguales, en el ámbito del
comercio internacional y financiero, son la “norma” del sistema capitalista. La
globalización económica diseña un marco jurídico, político y económico en el
que las empresas transnacionales se des- envuelven sin contrapesos
suficientes. El Derecho Internacional no tiene articulados sistemas jurídicos
capaces de someter a las multinacionales a control. Tanto los sistemas
universales de protección de los derechos humanos y laborales
fundamentales, como los códigos externos ad hoc y los internos no pueden
neutralizar la fortaleza del Derecho Comercial Global.
Por todo ello, vale decir que, las Normas de Derechos
Humanos para Empresas enuncian obligaciones funda mentales mínimas
para las empresas en la esfera de los derechos humanos. Reafirman que
aunque la responsabilidad primordial de promover y proteger los derechos
huma nos recae en los Estados, las empresas transnacionales y otras
empresas comerciales, en su calidad de órganos de la sociedad
(instituciones y grupos de individuos), también tienen responsabilidades. El
primer párrafo dispositivo declara que las responsabilidades son aplicables a
las empresas «dentro de sus respectivas esferas de actividad e influen
cia». Es decir, los deberes que tienen las empresas de conformidad con las
Normas de la ONU se limitan a la esfera de su actividad e influencia.