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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO VENEZUELA
VICE RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
POTESTAD TRIBUTARIAENSAYO
Integrante: LIYEIRA TORTOLANI PARRAC.I V-22.308.420
Abg. Emily RamírezSAIA C
Barquisimeto. Lara, Mayo 2016
POTESTAD TRIBUTARIA:
El ser humano siempre ha tenido que vivir bajo ciertas normas desde sus inicios, lo cual facilita el
desarrollo de actividades respetando normas que le van a permitir vivir en armonía; en un
principio estas normas eran impuestas por él, pero a medida que la población fue creciendo y se
dio forma a la sociedad como se conoce actualmente, surge la necesidad de regular a todos bajo
una misma primicia o ley de carácter obligatorio y es el Poder Legislativo, el órgano encargado de
dictar las normas adaptándolas a la necesidad y situación social reinante para el momento. Las
leyes aplicadas son inspiradas para beneficio de la sociedad en igualdad de condiciones y a ellas
deben estar apegados los ciudadanos y el Estado, sin embargo, basados en la Ley muchas veces de
forma unilateral se decretan gestiones que el ciudadano debe cumplir por decisión unilateral del
Estado, como es el caso del pago de tributos, esto se conoce como Potestad Tributaria. En este
sentido, la potestad tributaria se trata de la facultad que tiene el Estado de crear unilateralmente
tributos, cuyo pago será exigido a las personas sometidas a su competencia tributaria espacial, por
lo tanto, implica el sometimiento de las personas a las normas tributarias del Estado. El Estado, es
quien establece las obligaciones pecuniarias a sus contribuyentes, esto incluye la nación, los
estados y los municipios. Además, la potestad tributaria envuelve el poder coactivo estatal de
constreñir a las personas para que le entreguen una porción de sus rentas o patrimonios, cuyo fin
es cubrir las erogaciones que implica el cumplimiento de su finalidad de atender a las necesidades
colectivas, en bien de la sociedad, aunque muchas veces es letra muerta, pero ese es el fin
esencial. La Potestad Tributaria hace cumplir una obligación directamente dirigida a los
particulares. Le confiere al Estado la libertad de manejar la deuda tributaria y su pago. Una vez
definida la potestad tributaria, debemos establecer la clasificación de la misma, señalando que
existen dos tipos: Originaria o Derivada. La Potestad Tributaria Originaria, emana de la naturaleza
y esencia misma del Estado, y en forma inmediata y directa de la Constitución. Mientras, que la
Potestad Tributaria Derivada o delegada, es la facultad de imposición que tiene el ente Municipal
o Estadal para crear tributos mediante derivación, en virtud de una ley y que no emana en forma
directa e inmediata de la Constitución de la República. Es importante resaltar los caracteres de la
Potestad Tributaria: es Abstracta, ya que para que exista poder tributario, es menester que el
mandato del Estado se materialice en un sujeto y se haga efectivo mediante un acto de la
administración, la Potestad, al igual que las leyes, es abstracta, pero se deben aplicar en concreto.
Es Permanente, porque perdura con el transcurso del tiempo y no se extingue, sólo se extinguirá
cuando perezca el Estado. Es Irrenunciable, el Estado no puede desprenderse de ella. Es
Indelegable, el Estado no puede renunciar o desprenderse en forma total y absoluta de su
potestad tributaria. Hay un aspecto de gran importancia a considerar de la potestad tributaria, es
que la misma está limitada por la Constitución, quien mediante sus normas limita el poder del
Estado para establecer los tributos, lo que significa verdaderas garantías para los ciudadanos
frente a la actividad del estado. Este límite garantiza el respeto a los principios Constitucionales
que limitan la Potestad Tributaria, tales principios son: Principio de Legalidad o Reserva Legal;
Principio de Capacidad Contributiva; Principio de Generalidad; Principio de Igualdad y Principio
de No Confiscatoriedad. Si bien es cierto que la potestad tributaria no es ilimitada, su ejercicio no
puede desarrollarse fuera de los principios y límites que la propia Constitución y las leyes señalan,
por ello, la necesidad de determinados límites permite que el ejercicio de la potestad tributaria
por parte del Estado sea legítimo, enmarcado en nuestra Carta Magna y así garantizar que dicha
potestad no sea ejercida arbitrariamente y en menoscabo de los derechos fundamentales de las
personas. La ley otorga al Estado la competencia y atribuciones para ejercer la potestad
tributaria, es decir le confiere LA COMPETENCIA TRIBUTARIA, que es la facultad que la ley otorga
a los órganos del estado; es decir, es la facultad que el estado tiene de ejecutar los mandatos
legales y obligar a los contribuyentes a pagar. Ahora bien, la competencia es la facultad de
derecho que tiene el sujeto activo de ejecutar los mandatos legales y compeler al contribuyente a
pagar y realizar todos los actos instrumentales tendientes al cobro. Esa competencia, tiene dos
tipos, así tenemos que la competencia puede ser residual o concurrente; la competencia residual
es exclusiva de los municipios, todo lo que no sea competencia del poder nacional propiamente
dicho, será competencia de los municipios. Mientras que la competencia concurrente, se trata de
las competencias que el municipio comparte con el poder nacional o estadal, conducidas por las
leyes de base y las leyes de desarrollo. Además de estas competencias tributarias, la Constitución
otorga al Poder Nacional competencia para intervenir en el ejercicio de las competencias
tributarias de Estados y Municipios, al establecer, en el artículo 156, la competencia del Poder
Nacional para dictar: La legislación para garantizar la coordinación y armonización de las distintas
potestades tributarias, definir principios, parámetros y limitaciones, especialmente para la
determinación de los tipos impositivos o alícuotas de los tributos estadales y municipales, así
como para crear fondos específicos que aseguren la solidaridad interterritorial. Por ello, se
declaran como ingresos estadales el producto de lo recaudado por venta de especies fiscales, esto
de conformidad con la fallo dictado y publicado en fecha 13-12-2000, por la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, sobre la recaudación fiscal de la venta de especies fiscales es
sólo “una forma de pago de los tributos” que puede ser explotado por cualquier ente público
territorial para pagar los servicios que presta, caso contrario, los Estados no tienen otras
competencias tributarias que se le puedan asignar ley nacional. Se recalca, que la asignación de
competencia residual a favor del Poder Nacional, en toda materia tributaria restringió aún más la
competencia tributaria estadal. En relación a la competencia concurrente, en ninguna norma
constitucional se atribuye a los Estados competencias en materia de servicios públicos específicos,
por lo que se configura como una materia de la competencia concurrente con otros niveles del
Poder Público, como las referidas a los servicios de salud, educativos o de deportes.
La potestad tributaria estadal se encuentra limitada por determinados
principios constitucionales que de forma indirecta limitan la tributación; son también llamadas
limitaciones implícitas que se resultan de los artículos 316, 317 y 133 constitucionales. Su
acatamiento es obligatorio, tanto por el Poder Público Nacional, como por los poderes públicos
estadal y municipal. Resulta necesario hacer referencia al Municipio, así como a la autonomía
municipal, Potestad tributaria municipal, limitaciones a la potestad tributaria municipal, los
ingresos municipales. Formas de determinación de la obligación tributaria municipal, El poder
tributario. Ahora bien en relación a este punto es necesario señalar la Potestad tributaria
Municipal Es delegada al municipio por un ente originario como lo es el poder nacional, quien no
establece un tributo sino que otorga la potestad al municipio como ente político-territorial para la
creación, recaudación y fiscalización de sus tributos. La ley del poder municipal, establece
diferencia entre el poder tributario y la potestad tributaria del municipio, ya que el poder se
refiere a la facultad de los poderes públicos de crear tributos. Los ingresos estadales: Potestad
tributaria Municipal Es delegada al municipio por un ente originario como lo es el poder nacional,
quien no establece un tributo sino que otorga la potestad al municipio como ente político-
territorial para la creación, recaudación y fiscalización de sus tributos. La ley del poder municipal,
establece diferencia entre el poder tributario y la potestad tributaria del municipio, ya que el
poder se refiere a la facultad de los poderes públicos de crear tributos.
Y evidentemente que también tiene Limitaciones A La Potestad Tributaria. La Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela es sus artículos 156 y 183 establece las prohibiciones y
limitaciones a la potestad municipal, con el objeto de evitar que otro ente del poder público
nacional incurra en cuanto a la toma de decisiones tributarias del municipio, aceptando así que el
municipio goza de autonomía tributaria.
Articulo 183 Los estados y los municipios no podrán: - Crear aduanas ni impuestos de importación,
de exportación o de transito sobre bienes nacionales o extranjeros o sobre las demás materias
rentistas de la competencia nacional. - Gravar el consumo de bienes antes que entren en
circulación dentro de su territorio. - Prohibir el consumo de bienes fuera de su territorio, ni
gravarlos en forma diferente a los producidos en él.
Los impuestos sobre juegos y apuestas lícitas, propagandas y publicidad comercial que le habían
conferido a los municipios mediante el artículo 113 de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, en el
texto Constitucional, le son otorgados como tributos propios, al igual que el nuevo impuesto sobre
predios rurales. El actual sistema impositivo concentra la competencia tributaria en los municipios
y sus entes recaudadores, y en los entes nacionales con competencia tributaria dejando relegados
a los Estados en cuanto su capacidad para crear y recaudar tributos. En términos generales, la
competencia tributaria de los entes municipales debe ser entendida como la realización de la
actividad fiscalizadora y recaudadora de los tributos, según la ley fundamental. La distinción y al
mismo tiempo fusión entre el poder, la potestad y la competencia que le competen al Estado en su
actividad financiera y tributaria, radica en comprobar la autonomía de los entes locales, contenido
de las ordenanzas y entender que son complementarias para hacer cumplir las facultades del
Estado como autoridad soberana. Ahora bien es importante señalar las Formas de determinación
de la obligación tributaria municipal. Así tenemos una de las maneras es la Base Cierta: es la
comprobada directamente de los libros y registros contables, facturaciones, contrato de compra-
venta, informes proporcionados por el deudor tributario, por terceros u obtenidos directamente
por la administración tributaria durante la función investigadora. Y la Base presunta: es cuando
no se ha podido obtener los elementos necesarios para determinar el monto imponible, se
presume sobre algún hecho o circunstancias conocidas el monto imponible por su vinculación o
conexión normal con lo previsto legalmente de una actividad ejercida.
En síntesis, podemos señalar que la potestad tributaria se manifiesta como la capacidad permisible
de lograr forzadamente prestaciones pecuniarias de los sujetos y exigir el cumplimiento de los
deberes mediante los mecanismos necesarios para la efectiva materialización. La potestad
tributaria, no es un derecho de crédito contra un deudor determinado, ni un derecho de exigir
prestaciones formales. Es precisamente mediante la atribución que le permite la Carta Magna que
el Estado y los Municipios van a desarrollar el ingreso mediante las diferentes formas de
recaudación de dinero, tomando en consideración que en base a esa misma Constitución se debe
regir por el Código Orgánico Tributario.