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7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin
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ORGANIZACIONESCOEDITORASLa Va CampesinaPlataforma RuralFundacin Agricultura Viva-COAGGRAIN
ORGANIZACIONESCOLABORADORASAmigos de la TierraEcologistas en AccinEntrepueblosIngeniera Sin Fronteras ValenciaMundubat
Justicia Alimentaria Global VSFXarxa de Consum SolidariEmas Fundacin SocialPerifriesOSALA
COMITEDITORIALPaul Nicholson.Jernimo Aguado Martnez.Eduardo Navarro.Henk Hobbelink.Helen Groome.Beln Verdugo Martn.Marta G. Rivera Ferre.Ismael Sanz Remn.Fernando Fernndez Such.Carlos Vicente.
Eva Torremocha.
EQUIPOEDITORGustavo Duch([email protected])Patricia DopazoCarles Soler
ARTEYMAQUETACINwww.mareavacia.com
DIRECCINPOSTAL:GRAINc/ Girona 25, principal08010 Barcelona
WWW.SOBERANIAALIMENTARIA.INFO
Depsito Legal B-13957-2010ISSN 2013-7567
EDITORIALFormar o deformar?AMASANDO LA REALIDAD
Reflexiones sobre la formacin agrcola y la Soberana AlimentariaUniversidad, sociedad y empresas tr ansnacionalesLa universidad como espacio de incidencia para la Soberana AlimentariaUn nuevo enfoque de la formacin profesional agrariaEN PIE DE ESPIGA
Formarse desde la crtica radicalEscuelas campesinas para la
Soberana AlimentariaExperiencias de formacin la Va Campesina SudamricaPALABRA DE CAMPO
Cuando los cultivos alimentan cochesEducar es la mejor manera de luchar o la escuela sentida ATAQUES Y RESISTENCIAS
La cooperativa HortigasLas colectivizaciones en CatalunyaPor la revitalizacin del mundo rural frente
al saqueo de la bancaDE UN VISTAZO Y MUCHAS ARISTAS
Las universidades de la tierraNos ayudas? Una investigacin colectiva
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Soberana AlimentariaBiodiversidad y Culturas
FEBRERO2014/NM.16
Soberana Alimentaria, Biodiversidad yCulturas es una publicacin trimestral parael Estado espaol de informacin, debate yreflexin sobre temticas rurales bajo unaptica poltica de Soberana Alimentaria. Unnstrumento de pensamiento crtico hecho poras manos y para las manos de las gentes quentegran los movimientos que defienden un
mundo rural vivo.
Las fotografias que ilustran este nmero pertenecen en su mayora al libro El jardn escondido.Espacios verdes en la ciudad, de Pollen edicions, Barcelona. Un libro que es una invitacin a reverdecernuestras urbes. Sus autores, Pilar Sampietroe Ignacio Somovilla, empezaron a descubrir estoshuertos, balcones, y jardines desde el programa que Pilar dirige en Radio Nacional de Espaa, Vidaverde. Se sum Jabier Herreros, que haca una propuesta a cada descubrimiento con sus gafas
de permacultor. Cuando El jardn escondidose hizo libro, adems, sesumaron las fot ografias del propio Ignacio, de Pilar, de Martin Dechant yPepichek; y las ilustraciones de Jorge Bayo, de las que tomamos una parala portada de la revista. Un libro coral que busc un continente coherentecon su contenido, y lo encontr en la ecoedicin de Pollen edicions.
El jardn escondido. Espacios verdes en la ciudadrecorre 12 espaciosverdes de Barcelona, y nos recuerda que un jardn, un huerto empiezaen una maceta. De Pilar Sampietro y Ignacio Somovilla. Con lacolaboracin de Jabier Herreros y Jorge Bayo. 144 pginas. Dobleedicin bilinge: castellano/ingls y cataln/ingls. Huella de carbono:772 gramos de CO2 equivalente (ahorro de 466 gramos respecto unno-ecoedicin). Pollen edicions, Barcelona, septiembre 2013.
Les invitamos a que se comuniquen con el equipo redactor ([email protected]) y nos enven
us experiencias, sugerencias y comentarios as c omo aportaciones grficas para prximos nmeros. Los ar tculosfirmados son responsabilidad de sus autores. El material aqu recogido puede ser divulgado libremente, aunqueagradeceramos que citaran la fuente.
Las organizaciones que coeditamos la revista Soberana Alimentaria, Biodiversidad y Culturassomos:
Agradecemos la colaboracin en este proyecto a las ONG que figuran en la contraportada.Amb el suport de lAjuntament de Barcelona Cooperaci I nternacional, Solidaritat i Pau, i de la Fundaci Autnoma Solidaria de la UAB
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Consejo editor
En este nmero abordamos un tema que conside-ramos de extrema importancia en la lucha por lasoberana alimentaria: la educacin. La educacins un pilar fundamental en cualquier sociedad, un eje
entral del desarrollo humano en todas sus reas; un eje
ntegrador y vnculo de las personas a una sociedad y a su
ntorno natural. Y nos preguntamos, qu aprende nues-
ra juventud en las instituciones de enseanza superior?
Salen conociendo su entorno rural, los valores rurales,
a realidad del campo o sus problemas? Y conocen las
lternativas que emergen de las personas que estn cons-
ruyendo soberana alimentaria en nuestros territorios?
La respuesta parece que es NO, si tenemos en cuenta el
panorama educativo que nos hemos encontrado en las
nvestigaciones para elaborar este nmero, los artculos
que os presentamos y las Jornadas sobre Educacin y
Soberana Alimentaria que coorganizamos el pasado mes
de diciembre en Barcelona.
Ninguna universidad espaola relacionada con el
mbito agroalimentario en su vertiente ms tcnica llevasus grados anlisis complejos de la realidad del campo.
Son pocas incluso las que ofrecen asignaturas optativas en
orno a la agricultura o la ganadera ecolgicas, y ninguna,
por supuesto, que hable de feminismo, ecologa poltica,
ociologa rural o historia agraria.
Esto nos lleva a reflexionar sobre el papel de las uni-
versidades y centros de enseanza superior financiadas
on fondos pblicos. Qu queremos la sociedad que sean
as universidades y qu son ahora?
La palabra Universidad procede del Latn Universitas,
que significa universalidad, totalidad, conjunto, si a esto
unimos que la Universidad es a nuestro entender un lugar
n el que los alumnos y alumnas aprenden a pensar crti-
amente sobre la realidad que les rodea, es evidente que
EDITORIAL*
*
no est cumpliendo sus funciones y es nuestra obligacin
exigirle que lo haga.
La Universidad debera, como mnimo, mostrar al
alumnado la totalidad de la realidad rural y que en la
agricultura y en la alimentacin existen dos modelos
enfrentados, el de la agricultura industrial y el de la agri-
cultura campesina. Ensear la historia de cada uno, pensar
crticamente sobre ambos modelos, por qu surgen, qu
defiende cada uno, hacia qu modelo de sociedad nos lle-
van? Pero no, la Universidad est ocultando una realidad,
la de la soberana alimentaria, la propuesta que el modelo
campesino pone sobre la mesa, sus luchas y sus
alternativas.
Lo que se oculta no es un modelo terico, es una
realidad que, tomada de manera global, es incluso mayo-
ritaria en porcentaje frente a la realidad de la agricultura
industrial. El problema es incluso ms grave, no slo
se invisibiliza, sino que la Universidad ha sido y es un
actor fundamental en la promocin del modelo indus-
trial, tal y como nos muestran sus colaboraciones conactores clave de este modelo, como es la corporacin
Bayer.
Y lo hace sin reflexionar siquiera en las consecuencias
de ese modelo, que las personas que apostamos por la
soberana alimentaria sealamos es un modelo machista,
excluyente, generador de pobreza, de contaminacin
ambiental, de degradacin y expoliacin de recursos
naturales. En definitiva, nuestra universidad es hoy una
institucin obsoleta, que no cumple su papel fundamental
en la formacin integral de las personas.
Por suerte, el panorama no es tan desolador. En la lnea
editorial de nuestra revista, nos queremos centrar en las
alternativas. Primero, existen huecos en las instituciones
de enseanza formales. Existen profesores y profesoras
que intentan mostrar esa realidad compleja desde sus reas
de experiencia. Y las personas protagonistas de la sobera-
na alimentaria en nuestro territorio, por otro lado, estn
generando sus propias experiencias educativas, basadas
en sistemas de enseanza no verticales, plurales, donde el
campesino y la campesina son maestros/as y alumnos/as
a la vez, trabajando desde la perspectiva en que todas las
personas tenemos cosas para aprender y cosas para aportar
en nuestra educacin, en nuestra formacin como perso-
nas, en nuestra aportacin al medio rural.
En este nmero, os queremos mostrar estas experien-
cias tanto del mbito educativo formal como del informal,
profundizando adems en la reflexin de que la forma-
cin en Agroecologa y en Soberana Alimentaria resulta
incompleta sin formacin en feminismo, lo cual es otro
reto ms que tenemos que abordar.
La formacin en Agroecologa y enSoberana Alimentaria resulta incompleta sin
formacin en feminismo, lo cual es otro reto msque tenemos que abordar.
Formar o deformar?
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*Vicente Bordera
En este texto reflexivo apreciamos cmo Vicente, agricultor y formador de larga trayectoria en el
mundo de la agroecologa, transmite su preocupacin acerca de la evolucin de la alimentacin
y la produccin eco lgica. Nacid a para transformar, se hizo un hueco en el merca do gracias a l
esfuerzo de amantes de la agricultura y militantes ecologistas, y con su reciente popularizacin
parece que, en algunos cas os, el sistema c apitalista la mo ldea y tergiversa su objetivo y sus mto-
dos. Encontramos, as, quien la usa para enriquecerse, creando una imagen de empresa ama-
ble y verde, ganando sectores de mercado concienciados con la salud y el medio ambiente.
AMASANDOLAREALIDAD
Reflexiones sobre laformacin agrcola y
la Soberana Alimentaria
LAFORMACINTRANSFORMADORA
Aveces me encuentro ante un grupo de personasy no puedo evitar echar la vista atrs. Me pasacuando estoy en un curso o un taller. Me emocio-nan profundamente las preguntas. Me encuentro frente
frente con el coraje y la determinacin en el brillo de
os ojos y en la franqueza de las palabras. En el silencio,
omparto con el grupo la presencia de la duda, que nos
yuda a retomar el hilo. De la fluidez y la concordia, porortas que sean, me siento muy feliz. Y aun concentrado y
ntregado, saltan como pequeas chispas desde mi memo-
ia que me trasladan a mi propia formacin.
A veces reflexiono sobre ello Qu agradable es evo-
ar todo el bien que me hicieron! Ante mis ojos pasan
personas y lugares entraables, trabajo y cooperacin,
ntrega desinteresada... Algunas murieron ya, pero fluyen
nmortales sus buenas palabras y sus hechos. Todo esto
onforma mi formacin. Libros, cursos, viajes y diplomas
e diluyen y reordenan ante tanto ejemplo de valor y de
ualidades humanas. Claro que tambin existen el sufri-
miento y el dolor de otras tantas afrentas y situaciones
deplorables. Pero al fin se esfuman convertidas en coraje
Qu maravillosa transformacin!
ABRIRLOSOJOSA veces, en m da a da en el campo encuentro alegras
y a veces penas. Me apena la creciente presin para seguir
adoptando formas y usos ya denostados. Y me alegra
vernos dudar y rechazar tanta rancia oferta de cientos de
nuevos fitosanitarios eco. Por otra parte est el aumento
de las producciones extensivas y de la exportacin eco;
la concentracin de la oferta en grandes superficies eco;
maximizacin de beneficios y acumulacin de capitalen manos de unos pocos empresarios e inversionistas
eco Esto debe alegrarme? Pobre vieja eco! Nacida para
transformar y convertida en una depredadora de recursos
disfrazada. Dnde estn los valores? Dnde la transfor-
macin? O..., dnde no est.
A veces dudo ante tal a luvin de propaganda bien-
intencionada que nos llega de todas partes. Casi hasta
me fascina la creacin de empleo, la recuperacin de la
economa, la supuesta sostenibilidad de los mtodos, la
accesibilidad del producto eco en las grandes superfi-
cies.....Pero me preocupa el cmo sucede todo esto y me
disturba tambin cmo lo aceptamos. Y vuelvo a evocar
mi formacin, todo el camino que me ha trado hasta
aqu, hasta estas convicciones. En el titubeo de mi nimo
descubro el silencioso y profundo paso de mis etapas
formativas.
A veces me asusto de m mismo y del mundo. Qu
fcil es manipular al viejo consumidor que llevamos
dentro! Me doy cuenta de cmo seguimos durmiendo ante
nuestras capacidades y potencialidades electivas.
Nadie nos ense a despertarnos.
Arrastramos un sinnmero de costumbressociales y familiares, un peso de normasy leyes, y toda una educacin paradesaprender que nos tiene bloqueados.
Tenemos el convencimiento de que todo son males
menores, y mientras tanto perdemos nuestra capacidad
de ser sujetos de cambio. No hacemos nada mientras nos
lo dan todo hecho, incluidos los medios para conseguir
nuestros fines, esos heroicos y revolucionarios. En nues-
tro propio idioma, con nuestro vocabulario y nuestras
consignas. Y as, mantenemos la distancia campociudad,
continuamos con las diferencias econmicas, tragamos con
la injusticia social y medioambiental, explotamos nuestro
entorno rural y el de pases del sur. Eso s, todo eco.
No disfracemos de
utopa nuestras necesidadesy las del planeta, porquelas convertiremos enfrustraciones estriles yenfermizas.
El autor del artculo en la pelcula La Voz del Viento
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UNTRABAJOINTERNO(INSIDEJOB)
En el documental Inside Jobvemos una representacin delas reuniones celebradas entre lasecretara del Tesoro de los EE.UU.,
controlada directamente por un
equipo de ex ejecutivos de Goldman
Sachs, y las grandes entidades finan-
cieras privadas del pas, incluyendo
tambin a la propia Goldman Sachs yJP Morgan, tal vez las dos ms influ-
yentes. Pero en la obra se denuncia
otra faceta de aquel expolio: el papel
que jugaron en todo ello diversos
docentes e instituciones universitarias
que, a su vez, trabajan asesorando a
esas empresas y ocupando ministerios
y otros cargos de alta responsabilidad
poltica. As, el director del depar-
tamento de Economa de Harvard
defiende impdicamente la inexis-
tencia de conflicto de intereses en
este triple rol de profesor, asesor y
policymaker.
El problema no es nuevo. El
entorno en el que trabajan las univer-
sidades constituye a la vez la fuente
de sus investigaciones, de su financia-
cin y de su prestigio, en un contexto
cargado de conflictos de intereses, las
ms de las veces ocultos.
UNPOCODEHISTORIATodas las universidades e institu-
ciones educativas estn impregnadasde esta tensin entre pensamiento
cientfico e intereses de poder, si bien
la influencia de la clase dominante no
se manifiesta de forma uniforme ni
determinante en todas y cada una de
sus actividades. Ocurre as desde los
tiempos de la Academia de Platn,
el Liceo de Aristteles o el Jardn de
Epicuro, tres instituciones educativas
en las que se manifiestan tres modos
diferentes de abordar su relacin
con el poder. Muchos siglos despus,
cuando se consolid el concepto
actual de Universidad, las personas
que defendan el modelo de sistema
solar heliocntrico anatemizado por la
Iglesia sufrieron persecucin en algu-
nas universidades espaolas y euro-
peas, en la poca en que Coprnico
esconda sus conclusiones por miedo
a la represin o Galileo era obligado
a retractarse. El problema, pues, viene
de atrs, y los casos citados son slo
algunos de los ejemplos ms conoci-
dos de un contexto general.Ya en el capitalismo, la interaccin
de las universidades con la sociedad
y su estructura de poder ha sido
estudiada desde diversas posiciones,
tratando de hacer luz en su doble fun-
cin de avalista ideolgico del sistema
imperante, por un lado, y creadora de
propuestas de transformacin social,
por otro. Podemos citar algunos
autores como Marx, Max Weber,
Durkheim. Gramsci, o, en Espaa,
Manuel Sacristn, que hicieron apor-
taciones de gran inters. Fuere cual
fuere la perspectiva elegida, todos
Y LATRANSFORMACINDELAFORMACINA veces quisiera que toda la formacin se transf or-
mara. Encontrar amor a las diferencias donde nos pusie-
on odio y rencor. Aunar nuestras capacidades en vez de
nfrentar violentamente nuestros defectos. Compartir
l mundo en vez de repartirlo. Descubrirnos felizmente
para no seguir angustiados de nuestra propia existencia.
Liberar nuestra creatividad para resolver todo aquello
que nos preocupa......Y nos entiendo, tras tantas horas de
scuela conceptual y marchita. Os perdono vuestra severa
disciplina sin autoridad, pero autoritaria, para poder
iberar mi espritu. Necesitamos cambiar sin atarnos al
aciocinio del cambio. Elegir del pasado lo que nos sirva
para evolucionar.
A veces, cuando me encuentro, soy feliz de
vivir en el campo, de ser capaz y creativo,de poderlo ofrecer y compartir con otrasdecisiones de vida. Soy feliz como agricultorcreando vida, ofreciendo salud y vit alidad paraste mundo enfermo y cruel. Y as tambinse alejan de m todas aquellas reiteradascrticas a una dudosa eleccin de vida, las querecib. Son fruto de la ignorancia y el miedo deaquellas personas que se han dejado dirigir.
Y en esos pequeos instantes, deseo de todo corazn
que la formacin que salga de mis labios lo haga con toda
a fuerza de ese espritu que entre mucha gente se ha ido
reando con el paso de los tiempos. Que los principios
agroecolgicos beneficien la integridad de las personas.
Que podamos crecer nutrindonos de armona, actuando
en libre conciencia. Y no slo a veces.
No disfracemos de utopa nuestras necesidades y
las del planeta, porque las convertiremos en frustracio-
nes estriles y enfermizas. No nos paremos en crticas
de forma, como las que se le pueden hacer a ste texto.
Busqumonos all donde nos encontremos cmodos, hay
mucho trabajo por hacer Ojala podamos elegir bien, for-
marnos libremente, acercarnos respetando nuestras dife-
rencias y allanar los obstculos con cario! Cuando algo
no nos acabe de satisfacer, otorgumosle el beneficio de la
duda sin dejarnos atrapar por ella. La formacin debe dar
paso a una accin libre, no dirigida. Y el consumismo se
transformara en un uso creativo y saludable. Y la tierra
en un planeta ms habitable.
Y, para los amantes de la soberana alimentaria, en lalnea de la cual creo que se encuentra ste mi punto de
vista, os invito a releer y reflexionar sobre la declaracin
de Nyeleny. Es un maravilloso derroche de esfuerzo y
creatividad concentrado en unas lneas.
Salud.
Vicente Bordera,
campesino y formador en agroecologa
y agricultura biodinmica.
Asociacin Biolacant.
*
Universidad,sociedady empresastransnacionales
Moiss Hidalgo
Buena parte de quienes me lean recordarn el conocido documental que Charles Ferguson
dirigi en 2010 bajo el ttulo de Inside Job. La pelcula muestra cmo se tom la decisin de
aplicar una inyeccin de 700.000 millones de dlares en entidades financieras de los Estados
Unidos en septiembre de 2008, con el objetivo aparente de salvar la crisis financiera que se
avecinaba en ese momento. Una operacin que, como ya sabemos, se repetira varias veces
en muchos pases, apoyando as a los mximos responsables de la actual crisis sistmica.
en el capitalismo del siglo XXI
SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / AMASANDO LA REALIDAD8 9AMASANDO LA REALIDAD / SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16
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ideas defendidas por una ciencia en
cada momento de la historia eso
que algunos metodlogos llaman
paradigma. Ah cabe introducir el
anlisis de Gramsci y otros autores
citados anteriormente: se construye,
en definitiva, un entorno de con-
senso aparentemente cientfico en
torno a teoras falsamente objetivas
y cargadas de intereses de las clases
hegemnicas. As se ha construido,
en Economa y Ciencias Sociales, el
denominado pensamiento nico,
concepto hace pocos aos inexistente,
y siempre cuestionado.
Y ENELESTADOESPAOL?Conviene recordar que Espaa, en
buena medida, no es diferente: la
evolucin de nuestras contradicciones
se inscribe en el marco del capita-
lismo depredador actual. En el tema
que nos ocupa, fundaciones como
FEDEA lobby neoliberal finan-
ciado por BBVA, Banco de Santander
o Bankia, entre otros se atribuyen
en su web cualidades de indepen-
dencia, y mantienen estrechos vn-
culos con muchos grupos de inves-
tigacin universitarios. Financian
investigaciones y divulgacin en
torno a temas estrechamente vincu-
lados a los intereses de las empresas
que los financian. Algunos ttulos son
muy elocuentes: Lmites constitucio-
nales al gasto pblico; Educacin
y polticas educativas en Espaa;
Capital Humano o La crisis dela economa espaola. Opine el/la
lector/a, no hacen falta interpretacio-
nes adicionales.
La manipulacin ideolgica
consiguiente se manifiesta tambin
en el da a da de nuestras facultades
y escuelas, ms all de las fuentes de
financiacin de cada proyecto. En
los estudios de Economa, cualquier
interpretacin crtica es recibida
frecuentemente con un rechazo irra-
cional, fruto del consenso mono-
plico mencionado. El pensamiento
keynesiano se entiende casi comorevolucionario, mientras que la
ecologa poltica o el estudio de la
explotacin de clase mantienen una
presencia meramente marginal.
Pero en otras facultades y escue-
las ocurren fenmenos similares.
Algunos estudiantes de Agricultura y
Agronoma consideran que han sido
formados bajo argumentos falaces.
Tan simplista como que, dado que
la palabra fertilizante indica cuali-
dad de generar fertilidad, da vida
y no puede ser malo. El argumento
se extiende a todos los productos
llos estudian en qu medida existen
uerzas que impulsan a las universida-
des a ponerse total o parcialmente al
ervicio de grupos o clases dominan-es o emergentes.
Durante las ltimas tres dcadas,
l modelo mal denominado neoli-
beral ha logrado poner al mundo
Acadmico a su servicio de manera
mucho ms contundente y directa
que en anteriores fases del capita-
ismo. En los aos ochenta del pasado
iglo, mientras en EE.UU. la fun-
dacin Heritage ejerca una fuerte
presin meditica, poltica y cultu-
al para imponer el nuevo modelo
n todos los mbitos acadmico
ncluido, el gobierno conserva-
dor britnico iniciaba un proceso de
educcin de gasto pblico y reforma
adical del Estado que incorporaba
ambin reduccin en la financiacin
pblica de las universidades. Esta
prctica, llega hasta hoy a travs de
os conocidos recortes. Todo ello haobligado a las universidades a buscar
financiacin en grandes instituciones
privadas para mantener su funcio-
namiento, fenmeno nada novedoso
pero cuantitativamente creciente a
partir de ese momento.
Buscar financiacin en empresas
privadas, hoy en da es una prctica
habitual en todas las universidades
pblicas y en gran parte de los grupos
de investigacin universitarios en
l mbito de la medicina, qumica,
groqumica y otros, dependen en
buena parte de los ingresos obtenidos
en esta conexin entre Universidad y
empresa. Y de esta forma, en el con-
texto actual de mercantilizacin de
todo lo visible y lo invisible, esta inte-raccin pone a la ciencia de rodillas,
al servicio de la explotacin de clase y
de la acumulacin de capital
FINANCIACINFILANTRPICA?Mencionemos algunos casos entre
los muchos que podramos elegir. El
Institute of Development Studies
(IDS), de la Universidad de Sussex,
en Inglaterra, ha dedicado gran parte
de su atencin como otras univer-
sidades a estudiar desigualdades
de clase y de gnero, o situaciones de
explotacin y exclusin creadas por
los mercados agrarios internacionales
en pases perifricos. Si miramos la
lista de patrocinadores actuales del
IDS, en su propia web encontrar
entre ellos las Fundaciones Gates,
Ford, o Rockefeller, por citar algu-
nas. La Fundacin Rockefeller, a suvez, est estrechamente vinculada
a JP Morgan, ese banco que, junto
a Goldman Sachs (de nuevo apare-
cen estos nombres.), controla los
mercados internacionales de cereales.
Los procesos especulativos generados
en estos mercados elevaron el precio
internacional de los cereales de forma
alarmante en los primeros meses de
2008 ms que duplicaron su valor,
en algunos productos, y de nuevo
en 2011, repartiendo y extendiendo
el hambre por el planeta. La situa-
cin provoc grandes revoluciones
populares en ambos casos, incluida la
primavera rabe.
Algunos estudios realizados en
el IDS mantienen un enfoque rein-
vindicativo y transformador, pero
podemos decir que su lnea general
de trabajo se sigue elaborando en base
a sus objetivos originales?
Naveguemos ahora por las aguas
de Monsanto. En su web encontra-
mos que esta corporacin trabaja con
y financia a diversas universidades
en los pases en los que invierte.
Tambin difunde en la red su imagen
de Empresa Socialmente Responsable.
Como es sabido, se trata de la cor-
poracin ms poderosa del mercadomundial en el mbito de la agricul-
tura tecnolgica, y ejerce a su vez un
control directo sobre la Agencia de
Medio Ambiente de EE.UU., la OMC
y otras muchas instituciones con gran
capacidad de decisin en torno a los
asuntos que conciernen a la empresa.
Es este curriculum bien cono-
cido por las y los lectores de revistas
como sta el que abre a Monsanto
las puertas en la Universidad Son
meras operaciones filantrpicas sin
influencia sobre las lneas de investi-
gacin y docencia de las instituciones
receptoras de esa financiacin? Puede
contestarse de manera intuitiva.
Como puede verse, las universida-
des se ven actualmente muy influidas
por el llamado filantrocapitalismo,
una lnea de accin promocionada por
los habituales del Foro EconmicoMundial de Davos: grandes poderes
financieros y especuladores los ms
potentes del planeta, que invierten
una pequea parte de los beneficios
de sus expolios en estas acciones,
cnicamente calificadas como filan-
trpicas (etimolgicamente, amor a
la humanidad).
Ms all de estos mecanismos
directos de financiacin privada,
el proceso de creacin de ideologa
al servicio del poder se consolida
definitivamente cuando su influen-
cia alcanza al ncleo central de las
fitosanitarios sin ms detalles expli-cativos. As entre otros errores de
lgica deductiva, se focaliza el estu-
dio en un nico asunto, excluyendo
su contexto. En el caso de los agroqu-
micos, estudiando tan slo sus efectos
inmediatos sobre la cantidad de
produccin, minimizando o incluso
ignorando otros impactos. Pero en la
realidad, como sabemos, los sistemas
interactan, y hay impactos de corte
sanitario, ambiental, econmico y
social, cuanto menos. El acotamiento
en parcelas de estudio separadas, la
miopa analtica beneficia as a los
Existen fuerzas que impulsana las universidades a ponerse total oparcialmente al servicio de grupos oclases dominantes o emergentes.
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ntereses del gran capital (divide y
vencers, parece ser su lema, tam-
bin en la ciencia).
Este sistema de coercin ideol-
gica no es perfecto, y existen otras
manifestaciones de la actividad
universitaria en las que se elabora
pensamiento cientfico de manera
coherente, proponiendo a la vez una
praxis transformadora en beneficio de
la poblacin y el entorno, y denun-
ciando los mecanismos de explotacin
social y de clase. Siempre ha habido
y habr grupos de investigadores
que traten de mantener esta senda.
A modo de ejemplo, el concepto de
soberana alimentaria, que nace de
los movimientos sociales, es motivo
de estudio en algunos foros acadmi-
cos, generando un debate que, bien
orientado, puede fortalecer su arraiga-
miento en la sociedad.
Moiss Hidalgo
Economista, profesor de Universidad
*
El ejemplo de BayerConsejo Editor
Podemos decir, en trminos generales que las Universidades pblicas del Es tado espaol se han demostrado como
un instrumento til par a los intereses de las transnacionales agroalimentarias (Bayer, Syngenta, DuPont, etc.).
Tres son los ejes fundamentales para avanzar en la consolidacin de un sistema agroalimentario depredador:
La investigacin agronmica: la maltrecha financiacin pblica de la investigacin pblica
ampla las oportunidades para la financiacin privada procedente de t ransnacionales y grupos de
inversin. Las dudas que genera lo que ya se nos presenta c omo el oximoron investigacin pblica,
son inmediatas: responden las Universidades a las necesidades de nuestra sociedad o a los objetivos
de las empresas privadas que las financian? Existe un cdigo tico que regule esta relacin as como
la accin de los equipos de investigacin que trabajan en este marco? Cmo financiar investigaciones
que dudan de los dogmas del capital financiero como es el caso de la soberana alimentaria?
La docencia universitaria: una gran parte de las universidades pblicas espaolas que imparten
carreras vinculadas a la agroalimentacin (agronoma, veterinaria, et c.) fueron creadas durante el
franquismo. Lejos de evolucionar, sus estructuras de gobernanza y gestin se mantienen intactas, como
tambin su perspectiva docente, anclada en un desarrollismo caduco originario de los aos 60. El mismo
marco creado para for talecer la revolucin verde hoy ofrece a mparo a la revolucin biotecnolgica.
Las ctedras empresa: es la ltima frmula de colaboracin universidadempresa, a
travs de la cual las empresas pueden alquilar un espacio (ctedra) reconocido por la
universidad a cambio de una donacin econmica. Estos espacios son utilizados por las
transnacionales como una herramienta para el marketing social, proyectando una imagen
de apoyo a la Universidad pblica, de espacio par a la divulgacin, la innovacin, etc.
La Ctedra Bayer CropScience de la Universitat Politcnica de Valnciaes un ejemplo reciente de
Ctedra empresa que pretende ofrecer una imagen de servicio pblico. Su objetivo, dice ser promover y
desarrollar el conocimiento cientfico () para una agricultura competitiva y sostenible. Es compatible
la competitividad con la sostenibilidad? Desde luego los recursos que dedica la Ctedra a becas, estudios,
talleres de formacin y charlas parecen apuntar ms a la competitividad que a prcticas agroecolgicas
que garanticen una verdadera sostenibilidad. Sin embargo, como buenos trileros, la sostenibilidad y
la ecologa aparecen bien notorias cuando la Ctedra pone en marcha acciones de marketing.
La universidadcomo espacio deincidencia para laSoberana Alimentaria
Mamen Cullar Padilla
La Universidad es una institucin que tiene el poder social de producir verdad y conocimiento. En
este contexto, por el que pasan miles de personas cada ao y trabajan otras tantas, las posibilidades
de generar incidencia social y poltica son enormes. Sin embargo, tanto la Universidad como
institucin como la Ciencia oficial, estn profundamente imbuidas del espritu neoliberal,
en el que la modernizacin y el progreso, sinnimos de industrializacin, desagrarizacin,
globalizacin y mercantilizacin, son el objetivo indudable a alcanzar y reproducir. Analizamos
esta Institucin, y tratamos de aportar algunas reflexiones sobre la capacidad real que percibimos
de generar incidencia poltica coherente con la Soberana alimentaria a travs de la misma.
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Son muchos los retos y los frentes que se nos plan-tean en esta aventura de la Soberana alimentaria.Unas personas la van conformando en espacios deutogestin, rodeadas de un sistema y unas instituciones
que entorpecen su desarrollo la mayora de las veces de
una manera bastante activa. Otras miran a este sistema
y a estas instituciones con la idea de ir introduciendo
as lgicas y principios de la Soberana alimentaria en
llas y a travs de ellas. La Universidad es una de estas
nstituciones.
LAUNIVERSIDADCOMOINSTITUCINHablamos de una institucin del sistema. Un espacio
muy activo histricamente en la construccin de lo que
hora tratamos de deconstruir: la Revolucin Verde, la
modernizacin y el progreso, la globalizacin economi-
ista, etc. Y esto se refleja en los currculums formativosde las Universidades as como en las lneas de inves-
igacin hegemnicas, donde encontramos esa visin
apitalista de la modernizacin. Se trata de una visin
profundamente impregnada de nociones tales como
ndustrializacin, mercados globales, competitividad o
modernizacin tecnolgica. Las universidades pugnan
por dar la imagen de centros modernos, altamente tec-
nificados, muy volcadas en su dimensin internacional
y en sus relaciones con empresas, valoradas segn su
amao y su proyeccin en el mercado global (invito a
visitar el vdeo de presentacin del Campus de Excelencia
nternacional Agroalimentario creado en Andaluca
por cinco universidades pblicas: www.youtube.com/
watch?v=zKedqMeK2w4; donde se refleja en tres minutos
y de una manera muy grfica lo que aqu exponemos).
Adems, y si profundizamos un poco en sus meca-
nismos de funcionamiento, vemos cmo los criterios de
valuacin de su calidad y los procedimientos de selec-
in de su personal investigador y docente estn basados
n la competitividad, la individualidad, la jerarqua, la
oncentracin de poder y el fomento de la globalizacinapitalista. Que la Ciencia y la Investigacin, en nuestro
pas, estn dentro de lo que se ha llamado el Ministerio
de Economa y Competitividad, es una excelente seal
de ello. Como lo es el reparto de fondos para la inves-
igacin que se hace en las diferentes convocatorias
anto de las propias universidades como de las distintas
dministraciones.
Esta Universidad ha sido un agente detransformacin social muy importante. Perouna transformacin social en el sentidoopuesto a los planteamientos de la SoberanaAlimentaria: modernizacin y progreso comosinnimos de desagrarizacin, concentracin
de poder, industrializacin, prdida deidentidades culturales y urbanizacin delterritorio, entre otros procesos promovidos.
En este contexto, nos planteamos la posibilidad de
hacer incidencia a favor de los principios y pilares de la
Soberana Alimentaria. Y si consideramos los datos del
Instituto Nacional de Estadstica, observamos que en el
curso 2010 2011 haba algo ms de novecientas mil
personas cursando estudios universitarios, y cerca de
doscientas mil personas trabajando en estos centros. Con
estos datos podemos afirmar quela institucin universi-
taria aglutina a una comunidad muy importante, y ya no
solo por tamao, sino sobretodo porque de ella saldrn
las futuras profesionales que gestionarn las polticas
pblicas, que darn licencias de apertura de una actividad,
que elaborarn normativas y legislaciones, y en definitivaque establecern lo que se puede y no se puede hacer en
nuestros pueblos y campos, en nuestra alimentacin, en
nuestras relaciones sociales y econmicas alrededor de la
alimentacin, entre otros.
Esta realidad nos hace plantearnos que es un espacio
difcil, pero importante. Y, al final, como en todas las ins-
tituciones, son las personas las que les van dando conteni-
dos en el da a da. Aqu es donde encontramos algunas
reflexiones valiosas y positivas, ms all de la esquizofre-
nia que puede suponer estar dentro de una institucin
como esta, tratando de plantear y hacer las cosas de otra
manera, pero teniendo que aceptar a la vez sus reglas del
juego para garantizar tu permanencia en ella.
ELPARADIGMADELASOBERANAALIMENTARIA ENLAUNIVERSIDAD
La incidencia de los principios de la Soberana
Alimentaria se puede plantear en la Universidad a travs
de personas concretas y propuestas concretas. Y de hecho
las hay, como el paradigma de la Ciencia con la Gente
que, bajo diversas nomenclaturas, es el que ha conseguidoromper con la superioridad del conocimiento cientfico
sobre otras formas de conocimiento llamadas populares.
Reconociendo que la ciencia es una estructura social
donde existen intereses, ideologas, preferencias subjetivas,
una de las primeras cuestiones que aborda es la falsedad
del mito sobre la neutralidad de la misma. La ciencia no es
objetiva, no es neutra, la hacen personas con toda la carga
subjetiva que esto supone, que deciden en cada momento
qu investigan, cmo, para quin... y cada una de estas
preguntas tiene mltiples opciones, y no slo una como
requerira la neutralidad y objetividad tan aclamadas.
Sin embargo, en muchos casos, la ciencia es un ser-
vicio pblico. Y entonces nos replanteamos estas pre-
guntas: para quin, para qu, quin se beneficiar de sus
resultados, qu escenarios potencian estos resultados y
cules destruyen, etc.
El paradigma de la Ciencia con la gente plantea, en
base a estas reflexiones, una tica de la investigacin en la
que sta realmente se pone al servicio de la sociedad.
Y para que esto no quede en titulares, desarrollametodologas de investigacin en las que realmente es la
gente la que hace sus propios diagnsticos de las proble-
mticas a resolver, orienta las investigaciones, establece
los objetivos y dialoga con sus propios conocimientos con
el estamento cientfico para generar soluciones desde sus
propias realidades y lenguajes. Se trata de metodologas,
como la Investigacin Accin Participativa, con sus diver-
sas nomenclaturas, basadas en el dilogo de saberes y en
la democratizacin de la toma de decisiones. Las personas
investigadoras ya no son las expertas que ostentan la
verdad, sino personas con herramientas de investigacin
cientfica que ofrecen sus servicios y sus conocimientos a
los grupos sociales con los que deciden trabajar, y funcio-
nan a travs de una negociacin y un dilogo continuos en
torno a los objetivos, los diagnsticos, los resultados y los
impactos, etc.
Esta Ciencia con la Gente tambin tiene sus homlo-
gos en la educacin formacin. Existen numerosas pro-
puestas pedaggicas, muchas de ellas con largos recorridos
histricos, que plantean esta horizontalidad en el inter-cambio de saberes, esta construccin colectiva de conoci-
miento desde las realidades, contextos y lenguajes de las
personas implicadas. Bien recogidas quedan en el artculo
ESCUELAS CAMPESINAS PARA LA SOBERANA
ALIMENTARIA de esta misma revista.
Todas estas propuestas se pueden potenciar y desarro-
llar desde la Universidad, a travs de personas y grupos
afines a las mismas, en sus mbitos de actuacin.
La Soberana Alimentaria tiene la complejidadde que no slo plantea unos contenidosdistintos a los de la modernizacin, progreso,hegemona del conocimiento cientfico, etc.Aparte de estos contenidos, con propuestas
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http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4http://www.youtube.com/watch?v=zKedqMeK2w4 -
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muy concretas, tambin plantea el retode hacer las cosas de otro modo. De lahorizontalidad, de la democratizacinde los espacios y los procesos.
CAMINOSPOSIBLESCon todo lo dicho, podemos afirmar que asumir la
nstitucin universitaria como vehculo para difundir y
onstruir la propuesta de la Soberana Alimentaria tiene
varias vertientes. Por un lado, a travs de los contenidos
de la formacin, de la investigacin y de la transferencia
de conocimiento. Ser un paso fundamental lograr, a
ravs de las personas y grupos afines en la universidad, ir
ntroduciendo en los currculums formativos y las lneas
de investigacin, los principios y pilares de la Soberana
Alimentaria. Esto requiere alianzas y redes, y mucha
apacidad de conviccin a travs de los mecanismos quea ciencia habilita para reproducirse (artculos de impacto,
organizacin de congresos, presentacin de comunicacio-
nes, investigacin a travs de proyectos financiados por
onvocatorias de excelencia, presentacin de proyectos de
nnovacin pedaggica basados en este paradigma, entre
otros). La nica dificultad, enorme por otro lado, la ten-
drn estas personas puente con la institucin, que tendrn
que asumir las reglas de juego de la Universidad para esta-
bilizarse en ella y poder consolidar esta incidencia.
Pero el gran reto, bajo mi punto de vista, aparece en
os cmo, ms que en los contenidos. En asumir los prin-
ipios de la Soberana Alimentaria, en cmo se abordan
as aulas, los proyectos de investigacin, o los proyectos
de transferencia de conocimiento. Aqu est el gran reto
y, asumiendo la derrota del pesimismo, surge la enorme
duda de si en el marco de esta institucin realmente se
pueden transformar las metodologas:
En el mbito de la investigacin, las distin-
tas convocatorias que existen, su estructura, sus
plazos, sus requisitos, sus resultados exigidos, soncasi incompatibles para que podamos desarrollar
nuestras propuestas. Los procesos de construccin
colectiva de conocimientos y de dilogo horizontal
de saberes, y del desarrollo de propuestas colectivas
entre personas de distintos mbitos, contextos y
objetivos requieren tiempo, no permiten predecir
unos resultados ni establecer unas hiptesis.
En el mbito de la formacin, los planes for-
mativos o currculums de las universidades estn
cerrados. Se establecen a priori, al detalle, y se
exigen unos mecanismos de evaluacin deter-
minados. Si bien sigue existiendo la libertad de
ctedra, habr determinadas cuestiones que se
tendrn que respetar, y que desde luego nada tienen
que ver con las propuestas pedaggicas planteadas.
Por supuesto, sin entrar en las salidas a campo o
las prcticas fuera de laboratorios y aulas que las
universidades ofertan en sus programas forma-
tivos, cuya exigidad nos da una idea de la nula
importancia que se le da a la formacin fuera del
campus universitario y al dilogo con otros saberes
y conocimientos.
MIRARNOSTAMBINANOSOTRASMISMASEl reto que se nos plantea para concebir la univer-
sidad como un espacio de incidencia poltica coherente
con la Soberana Alimentaria no recae, a pesar de todo
lo expuesto, nicamente en la institucin universitaria
y las personas que la componen. Tambin en las propias
organizaciones campesinas, redes y articulaciones en tornoa la alimentacin, y otros grupos sociales vinculados de
alguna u otra manera a la construccin de la Soberana
Alimentaria nos encontra mos una falta generalizada de
cultura de la participacin y del dilogo de saberes.
Por ello, algunos de los aprendizajes ms interesantes
que podemos extraer es la necesidad de ir incorporando
habilidades colectivas y de dilogo que se salen de los
egos y de las consignas de la competitividad y el reco-
nocimiento social. Esto a nivel de grupos sociales y de
personas es difcil pero abarcable. Y desde la Universidad,
espacios existen y se pueden ir abriendo para ir cam-
biando conciencias y percepciones.
Con todo lo dicho, rescatamos un elemento accesible
y posible para generar incidencia y transformacin social
a travs de la Universidad. Merece la pena, a pesar de las
dificultades, generar redes y articulaciones de incidencia
en la Universidad, con alianzas estratgicas al interno de
la misma a travs de grupos docentes, investigadores y de
gestin afines, con el objetivo de ir introduciendo nues-
tros principios y anlisis en esta institucin. No en vano,
es una institucin que acoge a mucha gente cada ao y,sobretodo y como ya hemos dicho, a las futuras profesio-
nales vinculadas a los sectores agroalimentarios.
Mamen Cuellar Padilla.
Instituto de Sociologa y Estudios Campesinos
de la Universidad de Crdoba.
*
Un nuevo enfoquede la formacinprofesional agraria
Jos Manuel Turzo
Al lado de la Poltic a Agraria Comn, las ayudas a la incorporacin de jvenes, la mejora de l os
regados, los precios, la cadena alimentaria, las ayudas para la reestructuracin de algunossecto res, los ataques de la fauna salvaje, etc., qu lugar ocupa la formacin del sect or agrario
profesional en el ra nking de las preocupaciones d e las y los polti cos, sindicalis tas, tcnicos y otros
agentes? Se reivindica una mejor formacin agraria? Nos preguntamos por los recursos que se
emplean para este fin? Nos preocupan los contenidos y la planificacin de esta formacin?
LAHERMANAPOBRE
Siempre en este pas la formacin profesionalagraria ha sido la hermana pobre de la familia dela formacin profesional en cuanto a preocupacinsocial y poltica, a pesar de disponer, en algunos casos, de
muy buenos medios a nivel de Centros educativos. All
sobre los aos 70 hubo un esfuerzo en la formacin, con
la apertura de varios centros pblicos (Escuelas y Centros
de Capacitacin Agraria) y privados (Colegios Familiares
Rurales y Escuelas Familiares Agrarias) repartidos por
todo el pas. Haba que modernizar el agro hacia la meca-
nizacin y concentracin de explotaciones para liberar
mano de obra y cubrir la creciente demanda industrial en
aquellos momentos.Incluso en aquella poca falt coordinacin y entender
las especificidades de esta formacin. Se abran centros
pblicos cercanos a otros donde existan privados y se
dejaban comarcas enteras sin cubrir. Se implantaron las
enseanzas en alternancia (una semana en el Centro y otra
en casa con tareas supervisadas) copiando el modelo fran-
cs de las maisons familiares rurales. Pero ni se explic, ni
se entendi completamente, abandonando con el tiempo
ese tipo de enseanza que en Francia sigue vigente y
cerrando en la dcada de los 80 y 90 la mayora de los
centros privados y posteriormente varios de los centros
pblicos.
Los programas y curriculums imitaban en sus dise-
os a los de otros sectores como industria y servicios.
Se olvidaba que en stos ltimos se formaba mayorita-
riamente a profesionales por cuenta ajena que salan al
mundo laboral para ser contratados. En el sector agrario
tiene que ser distinto porque se trata de formar a profe-
sionales que van a incorporarse mayoritariamente como
autnomos y teniendo como base la finca familiar, que
conlleva unas condiciones de las que partir: terreno,
edificios, maquinaria, ganado, etc. y algo que tendemos
a olvidar, la gestin compartida con el actual titular, en
la mayora de los casos el padre, con todo su bagaje de
conocimientos, experiencia y de entender las cosas. Bagaje
transmitido de generacin en generacin desde hace dca-
das, cuando en el campo haba ms soberana y apenas se
dependa de agentes externos. Saliendo de esas escuelasel relevo jven llegaba con otros aires a trabajar, bajo la
influencia comercial del hay que modernizarse.
Hay que indicar que esto suceda con la juventud que
estudiaba y volva al sector, que era poca, ya que gran
parte no estudiaba y, si lo haca, era como una oportu-
nidad para dejar el sector. Si no haba estudios, los agen-
tes comerciales an lo tenan ms fcil para imponer el
modelo agroqumico.
SEIMPONELAREVOLUCINVERDELos inicios de la formacin agraria reglada coincidie-
ron con la llamada revolucin verde: mecanizacin y
uso fcil y masivo de productos qumicos (pesticidas y
abonos qumicos).
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Es una formacin fcil, a pesar de las muchas horas
mpleadas en aprender materias ac tivas de pesticidas que
pronto se quedan anticuadas, el comportamiento de los
res principales elementos (N, P, K) que aport an los abo-
nos qumicos, los sntomas de la enfermedades del ganado,
a identificacin de algunas malas hierbas y plagas de
os cultivos y poco ms. Muchos contenidos que apro-
bar en exmenes y pocas cosas tiles que aprender, pero
uficientes para despreciar los conocimientos de nuestros
ntepasados.
Finalmente, la formacin agrcola o ganadera es tan
sencilla como saber manejar y mantener el tractor y saber
hacer caso a los numerosos comerciales que te visitan enla explotacin, que te van a ensear a utilizar esas mqui-
nas nuevas que dejaban anticuadas las de la Escuela, esos
productos para nuevas plagas y enfermedades, frmulas
de abonos estndar que ponen a tu disposicin, nuevas
semillas que no puedes reproducir pero mejor adaptadas
a los qumicos y peor a las condiciones ecolgicas del
agrosistema, piensos y tratamientos que solo la o el tcnico
agrcola o veterinario entiende o tiene autorizacin para
utilizar. Ah estn para ayudarte, cuando en realidad
generan fuertes dependencias.
Todo en pro de un modelo productivista,donde lo importante es sacar las mximasproducciones por unidad de hectrea ocabeza de ganado, algo de lo que podamospresumir en el bar o que nos ayude asentirnos una buena o buen profesional.En la Escuela apenas nos han enseado agestionar que estamos trabajando con seresvivos que han de vivir en equilibrio con el
medio. Se ensea cmo hacer la explotacincada vez ms grande. Nuestras y nuestrosconvecinos son rivales por la posesinde la tierra que es vista como un bien demercado o de especulacin y no como elmedio donde se desarrolla el agrosistema.Se transmiten unos conocimientosque no sirven para aumentar nuestraautonoma, nuestra soberana.
ELNECESARIONUEVOENFOQUEFrente a ese modelo que llaman convencional, como
si hubiese sido el de toda la vida cuando solo est con
nosotros desde los aos 60, y que se replica en la for-
macin profesional, hemos de ser conscientes que est
Estoy convencidoque la formacinagroecolgica es el futurode la formacin agraria.
surgiendo un nuevo modelo; s, nuevo, pero con races en
las prcticas de toda la vida, que abarca los conocimientos
y avances de siempre y al que las Escuela Agrarias tienen
que responder y dar apoyo. Es el llamado agroecolgico,
aqul que sabe que producir alimentos es trabajar con
seres vivos, plantas o animales, que viven y deben vivir
en equilibrio con el medio para que nos puedan ser tiles
y podamos ser mas sostenibles en trminos energticosy medioambientales. De hecho a este modelo es al que
deberamos llamar modelo agrario en contraposicin al
mal llamado convencional que se debera llamar agro-
qumico, porque se sustenta en la utilizacin de produc-
tos qumicos y no en el equilibrio de la tierra y toda la
biodiversidad que rodea a las plantas y al ganado.
Pero falta formacin en el profesorado, hay pocos con-
tenidos en las Universidades y escasa investigacin. Las
multinacionales no van a investigar en aquello que reduce
los insumos o que hace que stos puedan estar al alcance
de las y los agricultores de forma sencilla y barata.
El reto de quienes nos dedicamos a esto es enorme
y no siempre contamos con la comprensin del sector.
Las generaciones presentes, y sobre todo las futuras, nos
lo exigen. Ms all de modas, ms all de la produccin
ecolgica como una forma ms de situarse en el mercado,
con etiquetado o sin l. Estamos hablando de un modelo
de produccin con futuro, quizs el nico, no solo de un
tipo de produccin concreta para satisfacer a un sector
concreto del mercado.
Estoy convencido que la formacin agroecolgica es
el futuro de la formacin agraria. Porque la agricultura yganadera debe tener en cuenta la ecologa, o su viabilidad
a medio o largo plazo se va a ver comprometida. Ecologa
entendida como la ciencia que se ocupa de las interaccio-
nes entre los organismos y su ambiente. Una formacin
para ser tiles a la sociedad siendo dueos y dueas de
nuestras decisiones.
Jose Manuel Ruiz Turzo
Director del Centro de Formacin Agraria
de Vialta, Palencia
*
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o agricultura convencional y no agroecologa.No te facilitan el conocimiento ecolgico,ni la motivacin sobre ste. En cuanto avariedades autctonas, no se habla nada.Todo lo encaran a las variedades y razasmodificadas o comerciales. Hay que decirtambin que depende de la persona, hayprofesores que se les ve muy marcada lainfluencia de una multinacional detrs.
Pau, Estudiante del grado de ingeniera agraria
y alimentaria, especi alizado en producci nagraria y productor de hortcolas en Valencia.
Tambin nos encontramos con un tercer factor que
acta contra la esencia de la universidad: la compartimen-
tacin del conocimiento, aceptada como dogma durante
muchos aos y que ha llevado a planes de estudio que
atomizan el conocimiento cientfico y que, unida a la
rigidez curricular antes comentada, hace casi imposible la
generacin de los espacios de encuentro transdisciplinar
necesarios para conseguir una visin realmente holstica e
integrada en los problemas que habremos de afrontar.
No es normal que en la primera clase defruticultura el profesor suelte una frase comosta: Los transgnicos permiten hacer unproducto a la moda, si por ejemplo estn demoda las manzanas con pulpa rosa, pues sepueden hacer manzanas con pulpa rosa. Es
una vergenza que se digan cosas c omo sta.Hice un trabajo sobre la mariposa monarca yla influencia del cultivo de maz transgnicoen el cinturn del maz en EEUU y Mjico,porque haba estudios que demostrabanque la mariposa se vea perjudicada porste. Sin embargo, una serie de estudiosen contra y defendidos por lo que llaman lacomunidad cientfica (que no es ms que ungrupo de cientficos vendidos a las grandesempresas y multinacionales) para misprofesores eran mucho ms vlidos. No mequise quedar all y busqu las personas quehaban llevado estos estudios: pertenecan aMonsanto y otras multinacionales, o haban
formado parte de ellas o haban estado oestaban dentro del gobierno de EEUU. Sesupone que era un trabajo de investigacino bsqueda de informacin, pero ellostenan muy claro lo que queran que dijera.Por qu en clase no se habla de todo elalimento que se tira por temas de mercado,de las jugarretas capitalistas y de la asfixiaque supone para el agricultor competir enun mundo tan globalizado? Por qu no sehabla de los problemas que ha supuesto el
monocultivo? Por qu no se habla de losproblemas derivados de la revolucin verde?El profesorado se est convirtiendo enpublicista, ms que en educadores.
Gabriela, Estudiante de ITA, especializada
en hortofruticultura y jardinera.
*ENPIEDEESPIGA
LHortet y Ambient Crtic, asociaciones de estudiantes
de la Universitat Autnoma de Barcelona,
junto con testimonios individuales.
Formarse desdela crtica radical
Dicen que la universidad es un espacio de debate yopinin, de crtica y de transformacin social. Pero,nuestra experiencia como estudiantes nos muestraon claridad que la universidad actual se caracteriza prin-
ipalmente por transferir aquellos conocimientos y capaci-
dades que se consideran como necesarios para la socie-
dad, es decir, para formar personas que sean tiles para lo
que la economa requiere en cada momento histrico.
Lo que creo que tiene mucha influencia enlas clases es la insistencia del mercado enla disminucin de costes, en que lo principal
es el rendimiento econmico. La industriaalimentaria se ve como una industria ms, queen parte lo es y en parte no, porque estamoshablando de alimentos. Un ejemplo: si sedefiende la calidad organolptica es porquecon ella se consiguen mejores beneficios,no porque sea ms saludable o de mejorcalidad. En una charla se explicaban nuevosmtodos de conservacin a base de impulsoselctricos que reciban los alimentos. Lamisma persona que daba la charla hizo elsiguiente comentario: la investigacin seencamina a producir comida para vagos. Estecomentario lo justificaba con que el mercadova encaminado a esto, a la comida preparada.
En definitiva, todo est regido por la demandadel mercado y ste por las empresas.Cuando preguntas sobre otras posibilidadeste tratan como: en qu mundo vives.
Dolors, Estudiante del grado en
ingeniera agraria especializada
en Industrias alimentarias.
Este enfoque tecnicista que se encuentra en prcti-
camente todas las reas de la educacin superior lleva a
considerar como neutrales y objetivas unas ideas que
realmente no lo son, reproduciendo as la lgica del sta-blishment de una forma disimulada y sin que muchas y
muchos de nuestros compaeros sean conscientes.
Por otro lado la rigidez de la estructura curricular y
acadmica, que gran parte del profesorado sigue de forma
metdica dificulta el debate y obstaculiza la oportunidad
de formarnos no solo en conocimientos, sino tambin en
valores.
Cuando se realizan preguntas en clasesobre ecologa u OMG el profesoradotiene un dilogo muy cuidado para noentrar en ello, para no mojarse. Siemprerecomiendan practicar agricultura integrada
Lo que piensan los colectivos de estudiantes
sobre la formacin agraria en las universidades
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Estos factores, entre otros, hacen que la realidad de
as universidades sea muy diferente de la que muchas ymuchos pensamos debera de ser. Irnicamente, esta insti-
ucin pblica atada a su propia estructura y que debera
er crtica, hace precisamente lo contrario. Y todo esto se
hace muy evidente ante paradigmas alternativos como el
de la Soberana Alimentaria.
Las caractersticas de complejidad, de potencial revolucio-
nario, su crtica a las lgicas establecidas son las que hacen
que la Soberana Alimentaria no se aborde en las aulas, que-
dando relegada en el mejor de los casos a un simple concepto
a definir o como una lectura recomendada.
Que la Soberana Alimentaria o la Agroecologa sean
una realidad en expansin y de referencia para muchos
movimientos y poblacin tampoco est, de momento,
haciendo que su pensamiento se incorpore en carreras
que, es obvio, las deberan de tratar con mayor concrecin,
omo Veterinaria o las Ciencias Agrarias, ni en estudios
ms interdisciplinares como las Ciencias Ambientales o
a Geografa. E, insistimos, cuando se incluyen se hace de
orma compartimentada y aislada, sin entender los desa-os pedaggicos que implica tratarlas en profundidad.
Esta es la opinin de un alumnado inconformista, des-
pierto, que ha tenido la suerte de encontrar unas grietas
de pensamiento crtico. Jornadas como las celebradas
n la Universidad Autnoma de Barcelona a finales del
pasado ao 2013 ayudan a conseguir ms masa crtica y
emover el pensamiento de compaeras y compaeros.
Tambin para conocer a aquellas personas que ya hace
iempo luchan por las mismas utopas, para compar-
ir experiencias y acumular conocimientos y prcticas.
Realizar las jornadas en el marco de la universidad pero
uera de su lgica nos hizo reflexionar sobre cul es la
ealidad de nuestras facultades.
El profesorado se est convirtiendo enpublicista, ms que en educadores.
Y es a partir de la constatacin de la situacin actual de
la universidad que creemos que urge mover ficha en otrasdirecciones. Hay que buscar formas de conectar al profe-
sorado crtico con el alumnado ms implicado, motivar
a las y los estudiantes para que se planteen qu hay ms
all de la estructura dominante y crear espacios de conoci-
miento compartido y horizontal.
Estos son los objetivos que comparten Ambient Crtic,
lHortet de lAutnoma y tantas otras iniciativas similares.
Pretendemos forjar un debate entre nuestros compaeros
y compaeras de pupitres y, ms que emitir argumentos,
aprender cmo contrastarlos y fo rtalecerlos. Queremos
autoformarnos y aprender no slo de la academia sino
tambin de otros agentes de la sociedad (activistas,
organizaciones sociales, campesinas y campesinos, etc.)
tejiendo esas alianzas que desde la soberana alimentaria
se demuestran imprescindibles.Y lo queremos hacer desde
espacios asamblearios, en colaboracin con otras institu-
ciones estudiantiles y del profesorado, poniendo en las
pizarras las diferentes formas de razonamiento y visiones
que puedan existir sobre un mismo tema, contra el pensa-
miento nico.
El camino hacia nuevos paradigmas de aprendizajeest lleno de dificultades y es posible que mientas tanto
surjan otros espacios para desarrollar las tareas menciona-
das, pero la universidad contina siendo un lugar esencial
donde desarrollar lo expuesto y tiene un enorme poten-
cial. Creemos firmemente que vale la pena luchar por
reivindicar los valores de la opinin, el debate y la crtica
radical.
LHortet i Ambient Crtic
www.hortet.cat
ambientcritic.blogspot.com.es
Escuelas campesinaspara la Soberana
Alimentaria
Jernimo Aguado, Antonio Vias y David Gallar
CAMBIO, TERRITORIOYLIDERAZGO
Son muchos los cambios que acontecen en la socie-dad donde vivimos, cambios que se producen demanera muy rpida en el contexto internacionaly que diariamente afectan a nuestra vida cotidiana .
Cualquiera que desee situarse de forma activa y crtica
ante el mundo tiene que hacer una apuesta firme por la
formacin permanente, entendida sta como un espacio
donde se aprende a interpretar y reinterpretar el mundo
que nos rodea para as poderlo cambiar. Aprender significa
sentirse en la historia persona de pleno derecho, saberse
heredera y parte, actor y consciencia.
Como personas que persiguen con afn Un mundo
rural vivonecesitamos hacer de la formacin una herra-
mienta clave para asegurar la presencia activa y crtica, as
como la incorporacin de personas militantes (en especial
jvenes) en el conjunto de las organizaciones y movi-
mientos sociales, haciendo mayor hincapi en aquellas de
orientacin campesina que estn en la lnea de la sobera-
na alimentaria. Creemos que es urgente construir nuevos
Compromiso y formacin poltica para el cambio social
Estudiantes y profesorado de la Escuela de Accin Campesina en el primer encuentro presencial el pasado mes de enero en Segovia.
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iderazgos campesinos en estas entidades, que asuman y
vivan en plenitud la esencia de la lucha por un medio
ural, y que miren hacia los valores de la agricultura de
proximidad y la ciudadana.
LAPEDAGOGALIBERADORADEPAULOFREIRE: AURORAYESPEJO
Las diferentes iniciativas que los movimientos cam-
pesinos estn llevando a cabo se inspiran en la visin
que aporta el pedagogo brasileo Paulo Freire desde su
manera de entender la educacin como una prctica de liber-
ad, ttulo que da pie a uno de sus libros. Nacido en Recife
1921), destaca por su labor de alfabetizacin en comuni-
dades rurales latinoamericanas y africanas, proponiendo
un mtodo de lectoescritura que incorpora la dimensin
poltica (no hay texto sin aprehender el contexto) y creativa
del individuo.Mi visin de la alfabetizacin , vino a decir, vams all del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una compren-
in crtica de la realidad social, poltica y econmica en la que
st el alfabetizado. En s misma, esta manera de afrontar la
generalidad del acto educativo como un hecho de inves-
igacin y comunicacin entre iguales (de liberacin y
descubrimiento, no de adoctrinamiento, s de educacin
popular) conduce a que su pedagoga sea considerada
omo una de las perspectivas ms renovadoras en materia
de educacin del siglo XX.
La formacin se plantea como un acto poltico de
orientacin de personalidades hacia una aprehensin y
ambio de la realidad rural/urbana actual. Y todo ello
desde un visionado crtico y unas prcticas coherentes
on una revisin del valor histrico de lo campesino y de
a soberana alimentaria. La educacin ha de producir un
fecto de desarrollo personal liberador y solidario; es decir,
que la formacin en y para la nueva cultura rural empren-
dedora debe permitir al individuo no solo adiestrarse en
habilidades de carcter tcnico-prctico, sino relanzarlo
hacia actitudes de motivacin hacia el aprendizaje perma-
nente y a la transformacin social de su entorno.
Si el sistema econmico-laboral solo piensa en trminos
de adaptacin-entrenamiento, los procesos formativos que se
generen desde las propuestas campesinas debieran orientarse
hacia dinmicas de denuncia y anuncio, de pronuncia-
miento y transformacin, de aprendizaje, creacin y cambio
social, teniendo como referencia la cultura de la tierra: la
agricultura.
UNIVERSIDADPARAELMUNDORURAL
La Universidad Rural Paulo Freire (URPF), despus
de un profundo debate de varios aos, nace en 2006 en el
Estado espaol como un proyecto educativo que parte del
La URPF es el result ado de un proceso de resis tencia y de toma de conciencia del valor de la cultura
rural. Somos grupos diversos, de diferentes comarcas y regiones, como diversa es la realidad y la
riqueza de los lugares donde vivimos y trabajamos. A todos nos identifica la lucha por mantener vivos
nuestros pueblos, a pesar de su actual decadencia; vivas nuestras agriculturas, a pesar de su constante
desmantelamiento tras la imposicin del modelo agroindustrial; vivos nuestros ecosistemas, a pesar de
su galopante deterioro; y, sobre todo, la creencia firme de que vivir en el medio rural merece la pena.
reconocimiento de la vida campesina, de la valorizacin
y validacin del saber popular y del saber prctico, de la
experiencia como punto de partida de la educacin y la
creacin sociocultural. Existen en el medio rural personas
con un cmulo de conocimientos de carcter emprico
que, por su experiencia de vida y de trabajo, han venido
desarrollando propuestas concretas dentro del campo de la
produccin sustentable. Y estas experiencias requieren ser
tenidas en cuenta por el mbito institucional a la hora de
validar tecnologas apropiadas y esenciales en la actualidad
para desarrollar el concepto de sustentabilidad. Volver a
descubrirlas y rescatarlas para que no nos sigan allanando
el saber y lo conviertan en un erial uniforme es un obje-
tivo esencial en esta tarea educadora. Como dira Freire:ser, para que no sean por m y afirmar la sabidura rural y
universal de los pueblos. Nos situamos en una perspectiva
social de la ciencia y la investigacin: el conocimiento
como construccin colectiva entre iguales.
Nuestra apuesta es clara, la URPF es:
un instrumento ms para favorecer procesos que
construyan un desarrollo a escala humana, donde
la sustentabilidad ecolgica sea la base de la vida
en armona con todos los seres vivos y la intercul-
turalidad sea un valor y no un problema, donde se
favorezcan las relaciones armoniosas entre hombre
y mujer,
donde se creen estructuras sociales que constru-
yan la democracia participativa y radical,
donde la solidaridad llene de sentido comunita-
rio nuestra vida, y
donde el conjunto de bienes y servicios sean
patrimonio comn de la humanidad.
En este contexto, se concibe desde la perspectiva de un
desarrollo rural integral. Es decir, aquel que, partiendo de
un paradigma conflictivista, se configura como estrategia
y metodologa de planificacin que persigue la organiza-
cin autosuficiente de las comunidades rurales, en base
a procesos de formacin crticos, concientizadoresy trans-
formadores. Es un modelo de desarrollo comunitario,
solidario y sustentable y, por lo tanto, este planteamiento
implica cambios profundos sobre la estructura social
del sistema que afectan a una redistribucin justa de la
riqueza.
LAESCUELADEACCINCAMPESINALa ltima de las iniciativas en el Estado espaol es la
Escuela de Accin Campesina, un proyecto de formacin
dentro de las organizaciones campesinas locales para
avanzar en el cambio agrocoecolgico hacia la soberana
alimentaria.
De manera esencial esta Escuela de Accin Campesina
pretende ser un espacio para construir este sentido propio
de vivencia y accin rural ligada a la agricultura comoforma de vida, y su ineludible vinculacin con el acto de
alimentar a la sociedad y cuidar del medio ambiente desde
lgicas sustentables. Se trata de fortalecer nuestras prcti-
cas y discursos frente a una cultura alimentaria y una pol-
tica hegemnica en las que prevalece una economa que se
hace insostenible a todas luces, al apoyarse en los valores
de la mercanca, la competitividad y la injusticia.
La Escuela de Accin Campesina se orienta hacia una
formacin autodidctica, que participe del compromiso
por la historia del campesinado y sus relaciones con el
valor de la tierra (agricultura).
La Escuela de Accin Campesina pretende que las perso-
nas que participen en ella sean capaces de impulsar procesos
de reflexin y accin colectiva hacia la restitucin de la
dignidad del medio rural en todos sus mbitos.
En ese sentido, en gran medida deben desarrollar habi-
lidades para el anlisis de la realidad global aplicada a lo
local y dinmicas de interlocucin social y poltica con los
grupos humanos, las entidades del entorno y las admi-nistraciones pblicas. Construir liderazgo es hablar de
personas insertas en procesos y organizaciones que, poco a
poco, deben ir aprendiendo profundamente a escuchar las
necesidades de su territorio en la propia voz de territorio.
De aprender a estar arriba y abajo, dentro y fuera. De
ser ave y lombriz, orilla y ro, montaa y valle. De sumar
accin y pensamiento.
UNENFOQUEESENCIAL: PLANDEACCIN, ORGANIZACINYTERRITORIO
Esta primera propuesta formativa de la Escuela basa su
planificacin curricular en un enfoque que ha de configu-
rar todo el proceso educativo: la definicin y ejecucin de
un Plan de Accin Campesina para y con la organizacin
social y el territorio.
El Plan de Accin Campesina que debe elaborar cada
alumno/a se constituye como uno de los ejes sobre el que
girar el proceso de enseanza/aprendizaje. Su definicin
se har en dilogo con la organizacin y con la persona
que desarrollar las funciones tutoriales desde el punto de
vista pedaggico. Y est destinado a reconocer junto conellos cules son los principales elementos y procesos de la
agricultura y la soberana alimentaria en los territorios;
a partir de ah se trata de definir de manera participativa
con los agentes del territorio qu hacer para fortalecer los
procesos transformadores de la organizacin y la sobera-
na alimentaria en la regin. Para ello se trabajar con la
alumna el manejo de las metodologas participativas. En
este proceso la trada alumna-tutora-organizacin es la
base fundamental para ubicar la utilidad y arraigo de este
Plan de Accin Campesina. Su construccin es una de las
bases pedaggicas y evaluadoras del proceso de formacin.
Este Plan de Accin ha de levantarse teniendo en
cuenta su intencionada vocacin de laboratorio para
desarrollar estrategias de accin social crtica en un doble
Liderazgo es hablarde personas insertas enprocesos y organizacionesque, poco a poco, deben iraprendiendo profundamentea escuchar las necesidades
de su territorio en lapropia voz de territorio. Deaprender a estar arriba yabajo, dentro y fuera.
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La Escuela de Accin Campesina es un proyecto
que se genera dentro de la Universidad Rural Paulo
Freire (URPF) y en el que estn comprometidas
otras entidades amigas ligadas a la Plataforma
Rural. Alianzas por un mundo rural vivo: Fundacin
Mundubat, COAG, Colectivos de Accin Solidaria
(CAS), Amigos de la Tierra, VSF/Justicia Alimentaria
Global, el Instituto de Sociologa y Estudios
Campesinos (ISEC) y ENHE Bizkaia. Desde cada
una de ellas se est haciendo todo lo posible por
levantar este proyecto educativo. Es un valor comn
el que se quiera ser una aportacin firme, desde
lo educativo, a esa necesidad de cambio de rumbo
que necesita la sociedad actual y especialmente
la sociedad rural. Desde una perspectiva global,
se tiene claro que lo campesino es la va. Lacultura campesina, con todas sus contradicciones e
imperfecciones, creemos que encierra las claves para
plantear de manera ms correcta la construccin
de un modelo de desarrollo local sustentable.
entido: hacia la propia organizacin a la que se perte-
nece, procurando la reflexin sobre aquellos aspectos que
puedan mejorarla sustancialmente desde la participacin
y la recreacin colectiva de su misin. Y, por otro lado,
eniendo como escenario el territorio para la necesaria
movilizacin de los activos sociales. El territorio como
hogar fsico y social desde el que materializar dinmicas
para seguir configurando una filosofa y unas prcticas de
vida campesina.
MDULOSDECONTENIDOSBSICOSEn paralelo a la construccin del Plan de Accin, la
Escuela ha seleccionado una estructura de contenidos para
eflexionar con el alumnado los conocimientos bsicos en
a tarea de comprender, impulsar y fortalecer el cambio
ocial agroecolgico hacia la soberana alimentaria en
os territorios. En este sentido, se han seleccionado seismdulos de contenidos de trabajo:La alimentacin en el sis-
ema internacional; Herramientas y metodologas de educacin
opular; La propuesta campesina; Aproximacin a la historia
graria y sus movimientos sociales; La propuesta feminista
ampesina y Actores y dinmicas sociales en el medio rural.
Jernimo Aguado, Antonio Vias y David Gallar
son miembros de la Universidad Rural Paulo Freire
Experiencias deformacin laVa Campesina
Sudamrica
Andrea Francine Batista
LAFORMACINCAMPESINATRANSFORMADORA
Frente a las polticas neoliberales que han globalizadotodos los territorios han surgido respuestas desde laresistencia y la lucha de movimientos sociales organi-zados destacando la articulacin internacional de organiza-
ciones del campo: la Va Campesina Internacional (VCI),
que viene forjando una propuesta fundada en la agroeco-
loga y la soberana alimentaria. La VCI, desde su estruc-
tura organizativa horizontal y colectiva, busca construir
la unidad de las organizaciones del campo impulsando las
luchas, campaas y procesos de formacin en agroecologa
de sus integrantes, forjando as, su propio pensamiento y
la consciencia de su propia clase.
Los procesos de formacin de la VCI, realizados en
especial en Latinoamrica, se pueden considerar a dos
niveles. En primer lugar poniendo esfuerzos en la forma-
cin de base, con talleres, campaas, y el mtodo campe-
sino a campesino buscando llegar al mximo nmero de
campesinas y campesinos. Y, en segundo lugar, se desarro-lla una estrategia de construccin de Escuelas e Institutos
de Agroecologa con cursos tcnicos, , ingenieras y post-
grados, siempre apuntando los elementos estratgicos de
la soberana alimentaria y la agroecologa.
ELMTODOCAMPESINO/AACAMPESINO/AEl histrico mtodo de trabajo de base Campesino a
Campesino surge en la dcada de los 60 con prcticas en
Guatemala, Mxico, Honduras y Nicaragua, promoviendo
la crtica a la revolucin verde. En 1997 es rescatado
por la Asociacin Nacional de Pequeos Agricultores
(ANAP), miembro de VCI en Cuba, proyectando el
Movimiento Agroecolgico Campesino a Campesino
con gran crecimiento a partir de 2004. Este movimiento
toma sus bases del pensamiento de Paulo Freire y traza
una metodologa de comunicacin horizontal entre locampesino y lo tcnico, contraponindose a la forma cl-
sica de extensionismo agrario donde son las y los tcnicos
quienes unilateralmente trasladan sus criterios. Desde una
concepcin de educacin popular y trabajo de concientiza-
cin, este mtodo est fundado en la praxis de la forma-
cin para la transformacin social.
Otras acciones que componen el mtodo Campesino a
Campesino consisten en aprender las claves de la agroeco-
loga hacindose preguntas colectivas y experimentar
y evaluar las posibles alternativas para solucionar un
problema formulando hiptesis de trabajo, observando y
comparando resultados. El desarrollo de las habilidades
de comunicacin en grupo permite socializar mejor los
resultados y aumentar su efecto multiplicador.
Todos estosprocesos son destinadosal campesinado que formaparte de las organizacionessociales integrantes de laVa Campesina.
*
Ms informacin de la escuela campesina:[email protected]
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*PALABRADECAMPO
El xito del Campesino a Campesino est en descu-
brir, reconocer, aprovechar y socia lizar los conocimientos
igados a sus condiciones objetivas e histricas concretas.
LASESCUELASCAMPESINASTambin es importante mencionar las experiencias de
onstruccin de Escuelas e Institutos en Agroecologa de
a VCI donde se realizan cursos tecnolgicos, de grado y
post-grado gracias a acuerdos entre los movimientos socia-
es y Universidades o Institutos de los sistemas pblicos
de cada estado. Citamos como ejemplo los Institutos de
Agroecologa Latinoamericanos IALA como el IALA
Paulo Freire ubicado en Venezuela y el IALA Guaran
ubicado en Paraguay con el curso de Ingeniera en
Agroecologa;; o el IALA Amaznico ubicado en l a regin
maznica de Brasil con el curso de Especializacin en
Agroecologa. Tambin importante mencionar la EscuelaLatinoamericana de Agroecologa ELAA, en el sur de
Brasil con el curso de Tecnlogo en Agroecologa; y la
Universidad Campesina UNICAM en Argentina con *
cursos libres y talleres de agroecologa. Todos estos proce-
sos son destinados al campesinado que forma parte de las
organizaciones sociales integrantes de la Va Campesina.
Estas experiencias de formacin poltica y agroeco-
lgica realizadas por La Va Campesina, juntamente
con sus procesos organizativos, sus luchas y discusiones,
son acciones claras contra la hegemona del capital en el
campo y sus consecuencias.
Andrea Francine Batista
Profesora del Curso de Educacin del Campo de la
Universidad Federal Fronteira Sul Campus de Laranjeiras
do Sul Paran - Brasil. Integrante de Movimiento de los
Trabajadores Rurales Sin Tierra (Brasil).
Cuando los cultivosalimentan coches
Primer da de clase. Un ao ms me enfrento alhorror del inicio de curso.Mi pedaleo tembloroso me va acercando a lapuerta del insti, donde ya de lejos distingo varios rostros
conocidos. Ah estn, las ms populares, en la mismsima
puerta, y tengo que pasar delante. Intento hacerme la
invisible pero no lo consigo: Nuclear me suelta una colleja
que despierta unas risas encendidas. Menos mal que logro
escabullirme para que no me hagan pasello.
Merodeo por el patio, a la espera de que suene la cam-
pana, observando los pocos cambios. Somos las de siem-
pre, unas llaman ms la atencin y otras menos... y otras
nada, claro. Oigo comentarios acerca de la nueva pero no
consigo hacerme a la idea.
En conserjera me informan de que me ha tocado el
grupo B. Este ao parece que han optado por la separa-
cin: dicen que a vosotras se os saca ms rendimiento
cuando os juntis, ya sabes, algunas brillan demasiado,me susurra la conserje.
Me encamino a la clase. Oh, no, ah est el Petri,
como me vea... Tengo suerte, est completamente ensi-
mismado en explicarle a un grupo de novatas que l tiene
para rato, que lo del pico ese que se rumorea es un chisme
estpido.
Me asomo al aula que me ha tocado. Lo que me espe-
raba, me han colado en la clase de las Renos.
Desde el umbral observo el ambiente sin decidir a qu
grupito sumarme. Entonces veo unas aspas hacindome
seas. Ufff, qu alivio, est en mi clase Molino Hidrulico.
Se ha colocado en la ltima fila, como cada ao. Me
encanta estar con l porque consigue darme nimos para
seguir con esto. A l no le importa nada ser un nisu,
incluso presume de pertenecer a la genealoga ms antigua
del insti, y siempre me recuerda que hay que tener pacien-
cia, que ya vendrn otros tiempos en los que no seremos
unas incomprendidas. Me cuesta creerle.
Le pregunto por el verano, aunque s que lo ha pasado
de maravilla en el pueblo, y de paso le sonsaco informa-
cin sobre la nueva, de la que he odo que se da muchos
aires.
Bueno, aires, lo que se dice aires no se da. Ya sabes
que como nuestra Elica no hay ninguna.
S, nuestra Elica se da muchos aires pero lt ima-
mente se ha vuelto demasiado sofisticada. Me gustaba ms
antes, menos estilizada. A m, esas aspas que bambolea
ahora me resultan un poco tenebrosas.
Mira, cada una evoluciona como con sidera. Pero me
habas preguntado por la nueva. Me han dicho que se lo
tiene un poco subido. Pero el bombazo es que la haban
colado en el grupo A y ha venido su familia a protestarporque queran que estuviera en el B.
Pero si las del A son siempre las mejores, las que ms
xito tienen, las de mejores notas.
S, pero no las ms lista s y sta parece serlo mucho.
El ruido nos interrumpe. La tutora ha entrado y
cada cual vuelve a su sitio. Qu mala suerte, otra vez mi
asiento est detrs de Geomotriz, con ese olorcillo a huevo
podrido que desprende. Por su parte, Maremotriz s e queda
en medio del pasillo, caminando hacia delante y hacia
atrs, sin decidirse en qu silla colocarse. Undi, una de
sus mejores amigas, le hace estruendosas seas desde las
primeras filas, mientras la profesora le recuerda que si este
ao sigue tan ruidosa la manda al fondo del aula, donde
suele quedarse ms tranquila si no surgen problemas.
PALABRADECAMPO
Publicamos el segundo de los textos premiados
en el certamen de relato corto de Ecologistas en Accin
LANUEVADELACLASE
SABC / FEBRERO 2014 / NM. 16 / EN PIE DE ESPIGA28
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7/25/2019 Soberania Alimentaria- Revista- Educacin
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Dando el tiempo de cortesa por terminado, la tutora
da unos pasos para ir a cerrar la puerta cuando llegan
otundas Presa y Embalse, que no tenan muy claro si les
ocaba el grupo A o el B.
Venga, chicas, cada ao os veo ms despistadas.
Empecemos ya. Buenos das a todas, bienvenidas al nuevo
urso. Espero que este ao...
Justo entonces se abre la puert a y aparece la nueva.
Todas contenemos el aliento. Es ella.
Buenos das, siento el retraso. Me llamo B iodisel y
me han dicho abajo que mi clase es la B, se presenta.
T qu dices! Biomasa se revuelve airada De bio,
nada. Agrodisel como mucho. De los agrocombustibles,
a nica bio soy yo...
Pues s soy bio porque la emisin de gases de efecto
nvernadero es mucho menor y provengo de materia
vegetal...Venga, mona, no nos cuentes milongas le replica
Elica, que por tu culpa se ha disparado la produccin de
monocultivos con la consiguiente amenaza a la biodiversi-
dad del mundo vegetal.
Habl la asesina de pjaros le replica Solar, que se
mete en la discusin.
T te callas, elitista responde altiva Elica. Adems,
Agrodisel, pretendes ir de bio pero explotas a los p ases
del Sur tanto o ms como las del A.
Me ests comparando con l a Nuclear o con el
Petrleo?
Digamos que te conviertes en un producto ms del
mercado, te ofreces como una alternativa competitiva
explica con calma Geotrmica que no tiene por qu
reducir el nivel de consumo. Y eso ya sabes que gusta
mucho.
Me lo est diciendo una que conta mina aguas arriba y
abajo intenta defenderse Agrodisel.
Perdona que te explique, pero no es la nica que con-
tamina aguas Biomasa vuelve a la ca