ediciones cnac / cinerocinante año 1 nº2

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En una entrevista que fue publicada en la Revista Bohemia, Cuba, a apenas 4 meses de haber logrado abrir las puertas de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, hace 30 años, nues- tro querido Gabriel García Márquez nos recordaba que “si hacemos una Fundación que tiene como objeto principal la unificación del nue- vo cine latinoamericano y su fomento, lo primero que tenemos que sa- ber es cuál es la situación real del cine y la televisión en el continente.” Ese breve aserto de Gabo entrañó tres ideas fundamentales, sin duda vigentes, cuyo orden es meramente instrumental: la primera es la premisa, por demás constatada, según la cual desde distintos países de nuestra América se venía haciendo un cine nuevo, consus- tanciado con sus realidades y sueños, aunque pensado y construido —y también atrapado y por tanto fraccionado— en las fronteras interiores, “nacionales”, de una patria más grande a la que había -y hay- que procurar. La segunda idea, por demás obvia y tal vez por eso mismo, más indispensable de ser repetida —y asumida— una y mil veces, pone de relieve la necesidad de conocernos más, de hurgar en los más recónditos datos y detalles de nuestras realidades audiovisua- les, en una forma en que —para poder ser orgánicamente un cine latinoamericano y no solo en su apariencia— siempre se procure conocer la realidad total, con el fin de orquestar naturalmente las energías del conjunto para encaminar los balances y complemen- tos, con la misma imperiosa necesidad de saber que los productores y realizadores requieren del desglose del guión concebido y del plan de rodaje diseñado para poder intentar gobernar la realidad y no acabar en un naufragio de sueños, recursos materiales y creativos, a causa de la acción imprevista de lo previsible. La tercera idea, el compromiso, conglomerado en torno a un espacio nuclear que nacía formalmente con un nombre, el de la FNCL, para convocar y alinear las voluntades de los hombres y las mujeres de la pujante cinematografía latinoamericana con el objeto de impulsar definitiva y establemente su fomento, su promoción y sobre todo su integración, tomando muy en cuenta el compromiso de vencer las asimetrías, mediante el apoyo y el acompañamiento a las cinematografías emergentes de la región. “Es obvio que una fundación no puede inventar un movimiento cinematográfico como lo es el Nuevo Cine Latinoamericano. Lo que pasa es que nosotros nos hemos dado cuenta de una cosa que es muy evidente. Y es que existe. Es una explosión de un cine nuevo. Lo que estamos tratando es de crear condiciones para impulsarlo, de introducir ese movimiento en el mercado (...) Los brasileños, los venezolanos, los mexicanos, los colombianos y los argentinos hacen cine, pero son cines fragmentarios. Lo que tratamos es precisamente de unificar ese movi- miento y que haya una interrelación de todos los cines nacionales”. Cuando esto se dijo, cuando esto se asumió, cuando la FNCL abrió sus puertas hace 30 años, el estado cinematográfico latinoa- mericano tenía muy desiguales condiciones y características. Había mucho por hacer, pensándonos y retándonos como conjunto. Mu- chas las asimetrías que superar. Enormes los obstáculos que vencer no solo de cara a concebir obras de manera copartícipe y conseguir la circulación más amplia posible de todas ellas, sino también la de sus creadores y la de los recursos materiales y creativos de cada “parte”. No faltaba quien se preguntara —sin razón— si realmente nuestra América compartía vívidamente el deseo de alcanzar un estado de integración verdadero de nuestros desarticulados entre sí, cines nacionales, auténtico e indispensable combustible de una llama perpetua. De allí la importancia de la FNCL como formidable propi- ciadora de la búsqueda de una unidad histórica anhelada, que no de estéticas ni de formas convenidas, sino unidad de conciencia, cohesionada y coherente, de pueblos hermanos de la América me- ridional, en toda su vastedad y diversidad. Son muchas las acciones concretas impulsadas por la FNCL hilvanadas en persecución sostenida de sus osados objetivos, pero 30 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO (FNCL) Juan Carlos Lossada Redacción: Edmundo Aray / Tarik Souki David Rodríguez / Víctor Luckert Editor: CNAC / FNCL Diseño: José Vásquez Impreso en Mérida, Venezuela por [email protected] EDICIÓN ESPECIAL Mérida-Venezuela 4 de diciembre de 2015 Nº 2 CINEROCINANTE en razón de la economía del texto que nos ocupa, mencionaré solo dos: la primera sin duda alguna es su hazaña eiceteviana, la creación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, que ha logrado formar en 29 años, en un concepto libérrimo, robinsoniano, multicultural, pluriartístico, la descomunal cifra de más de 800 cineastas de todos los mundos, provenientes de más de 50 países de todos los continentes, origi- narios de las más disímiles realidades, en ese maravilloso conven- cimiento de que el cine fundamentalmente, se hace con gente, con las ideas de las gentes, con la pasión desbordada del principal recurso del séptimo arte: la base humana sensible y sensibilizada, por demás consciente de su responsabilidad estelar de ser cons- tructores de sus propios imaginarios audiovisuales. Está aún por calibrarse en justicia el gigantesco servicio que muchos egresados eicetevianos han hecho al avance del estado audiovisual en sus respectivas naciones originarias, la contribu- ción que han prodigado y siguen prodigando a la formación de nuevos lenguajes y en algunos casos notablemente meritorios, la prestación inobjetable que han hecho posible y siguen haciendo a la alfabetización audiovisual de cinematografías emergentes. Tal es la dimensión profunda, orgánica, de este proyecto trascendental nacido del sueño perseverante de Gabo, abraza- do tan generosamente por el Estado cubano, acompañado del compromiso intelectual, político y artístico de tantos hombres y mujeres conjurados por el inspirador movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano. Y tal por cierto, debe ser el compromiso renovado de todos los institutos de cine de nuestra América y de todas las organizaciones exteriores a nuestro continente cuyas misiones sea la de respaldar emprendimientos educacionales de verdadero calibre mundial, en la tarea de asegurar entre todos, la continuidad frondosa de una Escuela que es a la vez orgullo y pa- trimonio de la América meridional. No exagero al afirmar que la suya es la suerte del nuevo, siempre nuevo, cine latinoamericano. La segunda acción extraordinaria motorizada por la FNCL, se expresa en la actual existencia del tejido institucio- nal internacional, orgánico, de la integración cinematográfica iberoamericana, que toma la forma de la Conferencia de Au- toridades Cinematográficas de Iberoamérica (CACI), de su Secretaría Ejecutiva (SECI) y de la Unidad Técnica del Progra- ma IBERMEDIA (UTI). Correspondió a la FNCL, con el inestimable liderazgo de Gabo, con su prestigio aglutinador, dar los pasos indispensa- bles —fueron muchas las conversaciones y encuentros con je- fes de Estado y de Gobierno, con las vanguardias intelectuales y liderazgos culturales continentales— para abonar el camino de la concreción de la tantas veces anhelada —y tantas veces pospuesta— anfictionía de nuestra América celebrada en la ca- pital venezolana en noviembre de 1989. Sin el ascendente que a través de la FNCL ejerció Gabo para persuadir a quienes había que persuadir para generar el inusitado entusiasmo integrador de entonces, es muy difícil que se hubiera producido el histórico y definitivo encuentro. De modo que el llamado Foro Iberoamericano de Integra- ción Cinematográfica de Caracas resultó con la adhesión que 13 países de la región hicieron de los acuerdos que permitieron el nacimiento, dos años más tarde, de la CACI, el organismo internacional que agrupa actualmente en torno al cine a España, Portugal y a la práctica totalidad de las naciones latinoameri- canas, y que tanto ha significado en la modelación sistemática de sistemas de fomento y marcos regulatorios audiovisuales en países donde nada o poco había. Ocho años después de esa hermosa asamblea de integra- ción cultural de Caracas, en la que participaron representantes del cine, la política y la cultura regionales y que tuvo a Gabo y a Alquimia Peña como participantes estelares por la FNCL,

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Redacción: Edmundo Aray / Tarik Souki David Rodríguez / Víctor Luckert Editor: CNAC / FNCL Diseño: José Vásquez

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  • En una entrevista que fue publicada en la Revista Bohemia, Cuba, a apenas 4 meses de haber logrado abrir las puertas de la Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano, hace 30 aos, nues-tro querido Gabriel Garca Mrquez nos recordaba que si hacemos una Fundacin que tiene como objeto principal la unifi cacin del nue-vo cine latinoamericano y su fomento, lo primero que tenemos que sa-ber es cul es la situacin real del cine y la televisin en el continente.

    Ese breve aserto de Gabo entra tres ideas fundamentales, sin duda vigentes, cuyo orden es meramente instrumental: la primera es la premisa, por dems constatada, segn la cual desde distintos pases de nuestra Amrica se vena haciendo un cine nuevo, consus-tanciado con sus realidades y sueos, aunque pensado y construido y tambin atrapado y por tanto fraccionado en las fronteras interiores, nacionales, de una patria ms grande a la que haba -y hay- que procurar.

    La segunda idea, por dems obvia y tal vez por eso mismo, ms indispensable de ser repetida y asumida una y mil veces, pone de relieve la necesidad de conocernos ms, de hurgar en los ms recnditos datos y detalles de nuestras realidades audiovisua-les, en una forma en que para poder ser orgnicamente un cine latinoamericano y no solo en su apariencia siempre se procure conocer la realidad total, con el fi n de orquestar naturalmente las energas del conjunto para encaminar los balances y complemen-tos, con la misma imperiosa necesidad de saber que los productores y realizadores requieren del desglose del guin concebido y del plan de rodaje diseado para poder intentar gobernar la realidad y no acabar en un naufragio de sueos, recursos materiales y creativos, a causa de la accin imprevista de lo previsible.

    La tercera idea, el compromiso, conglomerado en torno a un espacio nuclear que naca formalmente con un nombre, el de la FNCL, para convocar y alinear las voluntades de los hombres y las mujeres de la pujante cinematografa latinoamericana con el objeto de impulsar defi nitiva y establemente su fomento, su promocin y sobre todo su integracin, tomando muy en cuenta el compromiso de vencer las asimetras, mediante el apoyo y el acompaamiento a las cinematografas emergentes de la regin.

    Es obvio que una fundacin no puede inventar un movimiento cinematogrfi co como lo es el Nuevo Cine Latinoamericano. Lo que pasa es que nosotros nos hemos dado cuenta de una cosa que es muy evidente. Y es que existe. Es una explosin de un cine nuevo. Lo que estamos tratando es de crear condiciones para impulsarlo, de introducir ese movimiento en el mercado (...) Los brasileos, los venezolanos, los mexicanos, los colombianos y los argentinos hacen cine, pero son cines fragmentarios. Lo que tratamos es precisamente de unifi car ese movi-miento y que haya una interrelacin de todos los cines nacionales.

    Cuando esto se dijo, cuando esto se asumi, cuando la FNCL abri sus puertas hace 30 aos, el estado cinematogrfi co latinoa-mericano tena muy desiguales condiciones y caractersticas. Haba mucho por hacer, pensndonos y retndonos como conjunto. Mu-chas las asimetras que superar. Enormes los obstculos que vencer no solo de cara a concebir obras de manera copartcipe y conseguir la circulacin ms amplia posible de todas ellas, sino tambin la de sus creadores y la de los recursos materiales y creativos de cada parte. No faltaba quien se preguntara sin razn si realmente nuestra Amrica comparta vvidamente el deseo de alcanzar un estado de integracin verdadero de nuestros desarticulados entre s, cines nacionales, autntico e indispensable combustible de una llama perpetua.

    De all la importancia de la FNCL como formidable propi-ciadora de la bsqueda de una unidad histrica anhelada, que no de estticas ni de formas convenidas, sino unidad de conciencia, cohesionada y coherente, de pueblos hermanos de la Amrica me-ridional, en toda su vastedad y diversidad.

    Son muchas las acciones concretas impulsadas por la FNCL hilvanadas en persecucin sostenida de sus osados objetivos, pero

    30 AOS DE LA FUNDACIN DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO (FNCL)

    Juan Carlos Lossada

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    EDICIN ESPECIAL

    Mrida-Venezuela

    4 de diciembre de 2015

    N 2

    CINE

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    en razn de la economa del texto que nos ocupa, mencionar solo dos: la primera sin duda alguna es su hazaa eiceteviana, la creacin de la Escuela Internacional de Cine y Televisin de San Antonio de los Baos, que ha logrado formar en 29 aos, en un concepto librrimo, robinsoniano, multicultural, pluriartstico, la descomunal cifra de ms de 800 cineastas de todos los mundos, provenientes de ms de 50 pases de todos los continentes, origi-narios de las ms dismiles realidades, en ese maravilloso conven-cimiento de que el cine fundamentalmente, se hace con gente, con las ideas de las gentes, con la pasin desbordada del principal recurso del sptimo arte: la base humana sensible y sensibilizada, por dems consciente de su responsabilidad estelar de ser cons-tructores de sus propios imaginarios audiovisuales.

    Est an por calibrarse en justicia el gigantesco servicio que muchos egresados eicetevianos han hecho al avance del estado audiovisual en sus respectivas naciones originarias, la contribu-cin que han prodigado y siguen prodigando a la formacin de nuevos lenguajes y en algunos casos notablemente meritorios, la prestacin inobjetable que han hecho posible y siguen haciendo a la alfabetizacin audiovisual de cinematografas emergentes.

    Tal es la dimensin profunda, orgnica, de este proyecto trascendental nacido del sueo perseverante de Gabo, abraza-do tan generosamente por el Estado cubano, acompaado del compromiso intelectual, poltico y artstico de tantos hombres y mujeres conjurados por el inspirador movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano. Y tal por cierto, debe ser el compromiso renovado de todos los institutos de cine de nuestra Amrica y de todas las organizaciones exteriores a nuestro continente cuyas misiones sea la de respaldar emprendimientos educacionales de verdadero calibre mundial, en la tarea de asegurar entre todos, la continuidad frondosa de una Escuela que es a la vez orgullo y pa-trimonio de la Amrica meridional. No exagero al afi rmar que la suya es la suerte del nuevo, siempre nuevo, cine latinoamericano.

    La segunda accin extraordinaria motorizada por la FNCL, se expresa en la actual existencia del tejido institucio-nal internacional, orgnico, de la integracin cinematogrfi ca iberoamericana, que toma la forma de la Conferencia de Au-toridades Cinematogrfi cas de Iberoamrica (CACI), de su Secretara Ejecutiva (SECI) y de la Unidad Tcnica del Progra-ma IBERMEDIA (UTI).

    Correspondi a la FNCL, con el inestimable liderazgo de Gabo, con su prestigio aglutinador, dar los pasos indispensa-bles fueron muchas las conversaciones y encuentros con je-fes de Estado y de Gobierno, con las vanguardias intelectuales y liderazgos culturales continentales para abonar el camino de la concrecin de la tantas veces anhelada y tantas veces pospuesta anfi ctiona de nuestra Amrica celebrada en la ca-pital venezolana en noviembre de 1989. Sin el ascendente que a travs de la FNCL ejerci Gabo para persuadir a quienes haba que persuadir para generar el inusitado entusiasmo integrador de entonces, es muy difcil que se hubiera producido el histrico y defi nitivo encuentro.

    De modo que el llamado Foro Iberoamericano de Integra-cin Cinematogrfi ca de Caracas result con la adhesin que 13 pases de la regin hicieron de los acuerdos que permitieron el nacimiento, dos aos ms tarde, de la CACI, el organismo internacional que agrupa actualmente en torno al cine a Espaa, Portugal y a la prctica totalidad de las naciones latinoameri-canas, y que tanto ha signifi cado en la modelacin sistemtica de sistemas de fomento y marcos regulatorios audiovisuales en pases donde nada o poco haba.

    Ocho aos despus de esa hermosa asamblea de integra-cin cultural de Caracas, en la que participaron representantes del cine, la poltica y la cultura regionales y que tuvo a Gabo y a Alquimia Pea como participantes estelares por la FNCL,

  • Esta es la Casa de ustedes, la Casa de todos

    Todo empez con esas dos torres de alta tensin que estn a la entrada de esta casa. Dos torres horribles, como dos jirafas de concreto brbaro, que un funciona-rio sin corazn orden plantar dentro del jardn frontal sin prevenir siquiera a sus dueos legtimos, y las cua-les sostienen sobre nuestras cabezas, aun en este mismo momento, una corriente de alta tensin de ciento diez millones de watts, bastantes para mantener encendi-dos un milln de receptores de televisin o sustentar veintitrs mil proyectores de cine de treinta y cinco milmetros.

    Alarmado con la noticia, el Presidente Fidel Castro estuvo aqu hace unos seis meses, tratando de ver si haba alguna forma de enderezar el entuerto, y fue as como descubrimos que la casa era buena para albergar los sueos de la Fundacin del Nuevo Cine Latinoame-ricano.

    Las torres siguen ah, por supuesto, cada vez ms abo-minables a medida que se ha ido embelleciendo la casa. Hemos tratado de enmascararlas con palmeras reales, con ramazones fl oridos, pero su fealdad es tan imponente que se impone a todo artifi cio. Lo nico que se nos ocurre, como recurso ltimo para convertir en victoria nuestra derrota, es rogarles a ustedes que no las vean como lo que son, sino como una escultura irremediable.

    Slo despus de adoptarla como sede de la Funda-cin del Nuevo Cine Latinoamericano, supimos que la historia de esta casa1 no empezaba ni terminaba con estas

    (Palabras de Gabriel Garca Mrquez en la inauguracin de la sede de la FNCL)

    torres, y que mucho de lo que se cuenta de ella no es ver-dad ni es mentira. Es cine. Pues, como ya ustedes deben haberlo vislumbrado, fue aqu donde Toms Gutirrez Alea fi lm Los sobrevivientes, una pelcula que a ocho aos de su realizacin, y a veintisiete del triunfo de la Revolucin Cubana, no es una verdad ms en la historia de la imaginacin ni una mentira menos de la historia de Cuba, sino parte de esta tercera realidad entre la vida real y la invencin pura, que es la realidad del cine.

    De modo que pocas casas como sta podran ser tan propicias para emprender desde ella nuestro objetivo fi -nal, que es nada menos que el de lograr la integracin del cine latinoamericano. As de simple, y as de desmesura-do. Y nadie podra condenarnos por la simpleza sino ms bien por la desmesura de nuestros pasos iniciales en este primer ao de vida, que por casualidad se cumple hoy, da de Santa Brbara, que tambin por artes de santidad o de santera es el nombre original de esta casa.

    La semana entrante la Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano va a recibir del Estado cubano una do-nacin que nunca nos cansaremos de agradecer, tanto por su generosidad sin precedentes y su oportunidad, como por la consagracin personal que ha puesto en ella el cineasta menos conocido del mundo: Fidel Castro. Me refi ero a la Escuela Internacional de Cine y Televisin, en San Antonio de los Baos, preparada para formar pro-fesionales de la Amrica Latina, Asia y frica, con los recursos mejores de la tcnica actual. La construccin de la sede est terminada a slo ocho meses de su inicia-cin. Los maestros de distintos pases del mundo estn nombrados, los estudiantes estn escogidos, y la mayora de ellos estn ya aqu con nosotros. Fernando Birri, el Director de la Escuela, que no se distingue por su sentido

    de la irrealidad, la defi ni hace poco ante el presidente argentino Ral Alfonsn, sin que le temblara un msculo de su cara de santo, como la mejor Escuela de Cine y Televisin de toda la historia del mundo.

    Esta ser, por naturaleza misma, la ms importante y ambiciosa de nuestras iniciativas, pero no ser la ni-ca, pues la formacin de profesionales sin trabajo sera un modo demasiado caro de fomentar el desempleo. De modo que en este primer ao hemos empezado a echar las bases para una vasta empresa de promocin y enrique-cimiento del mbito creativo del cine y la televisin de Amrica Latina, cuyos pasos iniciales son los siguientes:

    Hemos coordinado con productores privados la produccin de dos largometrajes de fi ccin y tres docu-mentales largos, todos dirigidos por realizadores latinoa-mericanos, y un paquete de cinco cuentos de una hora cada uno, para televisin, realizado por cinco directores de cine o televisin de distintos pases de Amrica Latina.

    Estamos haciendo en estos das las convocatorias para ayudar a cineastas jvenes de Amrica Latina que no hayan podido realizar o terminar sus proyectos de cine o televisin.

    Tenemos adelantadas las gestiones para la adquisi-cin de una sala de cine en cada pas de Amrica Latina, y tal vez en algunas capitales de Europa, destinadas a la exhibicin permanente y el estudio del cine latinoameri-cano de todos los tiempos.

    Estamos promoviendo en cada pas de Amrica La-tina un concurso anual de cine de afi cionados, a travs de las secciones respectivas de la Fundacin, como un mtodo de captacin precoz de vocaciones, y como un medio de la Escuela Internacional de Cine y Televisin para seleccionar a sus alumnos en el futuro.

    nace IBERMEDIA, un programa de fomento a nuestro cine que muestra como saldo ms de 700 pelculas coproducidas entre la veintena de naciones iberoamericanas que conforman hoy da el espacio audiovisual que compartimos; ms de 800 apoyos a la germinacin de proyectos cinematogrfi cos, que en su inmensa mayora acabaron con-formndose como obras defi nitivas de la cinematografa latinoamericana en su vnculo fecundo con Espaa y Portugal y un nmero importante de iniciativas de apoyo a la formacin de ms y nuevos cineastas.

    Y es que, siempre obsesionada por la noble idea integradora, y tambin perma-nentemente inquieta ante la necesidad de evitar los fraccionamientos y los atajos chovinistas, la FNCL, a travs de Gabo nos recordaba: (...) qu estamos tratando de hacer, como representantes de la Fundacin? Pues conversando con cada pas, dicindole: Son perfectas sus leyes de proteccin, pero vamos a hacerlas de tal manera que sirvan ms bien para integrar ese cine en un solo movimiento y no para convertirlas en nuevas fronteras, en una frontera ms entre las muchas fronteras que hay entre los pases latinoame-ricanos.

    Cuando el Comit de Cineastas de Amrica Latina, C-CAL, se constituy hace 41 aos, deline un trazado fundamental para el cine latinoamericano. Le debemos mucho al C-CAL, mucho de lo que hoy vivimos como sueos que han comenzado a hacerse rea-lidad. La FNCL, como hija del C-CAL a su vez se ha convertido en madre de los nuevos hijos e hijas que han surgido y siguen surgiendo por doquier en la indmita e irredenta Amrica Latina.

    La FNCL no solo tiene que enorgullecerse de su pasado, sino que tambin debe tener seguro el importante rol que tiene en su presente y en el futuro de la regin. Or-gullosa de todo lo que ha aportado para que los latinoamericanos no solo nos veamos y nos sintamos ms cerca los unos de los otros por medio de nuestras pantallas, sino para que efectivamente lo estemos.

    Y tengo un convencimiento simple y ntido: si bien ahora es cuando tenemos tarea por hacer en el camino de la integracin defi nitiva de nuestros cines, contamos con la FNCL para seguir adelante hasta alcanzar ese inmenso e indeclinable propsito. Con Gabo lo afi rmamos, as de simple y as de desmesurado.

  • Estamos patrocinando una investigacin cientfi ca sobre la situacin real del cine y la televisin en Amrica Latina, la creacin de un banco de informacin audiovi-sual sobre el cine latinoamericano, y la primera fi lmoteca del cine independiente del Tercer Mundo.

    Estamos patrocinando la elaboracin de una histo-ria integral del cine latinoamericano, y de un diccionario para la unifi cacin del vocabulario cinematogrfi co y de televisin en lengua castellana.

    La seccin mexicana de la Fundacin ha iniciado ya la publicacin que recoge, pas por pas, los principales artcu-los y documentos del Nuevo Cine Latinoamericano.

    En el marco de este Festival de Cine de La Haba-na, nos proponemos hacer un llamado a los gobiernos de Amrica Latina, y a sus organismos de cine, para que intenten una refl exin creativa sobre algunos puntos de sus leyes de proteccin a los cines nacionales, que en mu-chos casos sirven ms para estorbar que para proteger, y que en trminos generales van en sentido contrario al de la integracin del cine latinoamericano.

    Entre 1952 y 1955, cuatro de los que hoy estamos a bordo de este barco estudibamos en el Centro Experi-

    mental de Cinematografa de Roma: Julio Garca-Espinosa, viceministro de Cultura para el Cine; Fernando Birri, gran pap del Nuevo Cine Latinoamericano; Toms Gutirrez Alea, uno de sus orfebres ms notables, y yo, que entonces no quera nada ms en esta vida que ser el director de cine que nunca fui. Ya desde entonces hablbamos casi tanto como hoy del cine que haba que hacer en Amrica Latina, y de cmo haba que hacerlo, y nuestros pensamientos estaban inspirados en el neorrealismo italiano, que es como tendra que ser el nuestro el cine con menos recursos y el ms humano que se ha hecho jams. Pero sobre todo, ya desde entonces tenamos conciencia de que el cine de Amrica Latina, si en realidad quera ser, slo poda ser uno. El hecho de que esta tarde sigamos aqu, hablando de lo mismo como loquitos con el mismo tema despus de treinta aos, y que estn con nosotros hablando de lo mismo tantos latinoamericanos de todas partes y de generaciones distintas, quisiera sealarlo como una prueba ms del poder impositivo de una idea indestructible.

    Por aquellos das de Roma viv mi nica aventura en un equipo de direccin de cine. Fui escogido en la Escuela como tercer asistente del director AlexandroBlasetti en la pelcula Lstima que sea un canalla, y esto me caus una gran alegra, no tanto por mi progreso personal, como por la ocasin de conocer a la primera actriz de la pelcula, Sofa Lo-ren. Pero nunca la vi, porque mi trabajo consisti, durante ms de un mes, en sostener una cuerda en la esquina para que no pasaran los curiosos. Es con este ttulo de buen servicio, y no con los muchos y rimbombantes que tengo por mi ofi cio de novelista, como ahora me he atrevido a ser tan presidente en esta casa, como nunca lo he sido en la ma, y a hablar en nombre de tantas y tan meritorias gentes de cine.

    Esta es la casa de ustedes, la casa de todos, a la cual lo nico que le falta para ser completa es un letrero que se vea en todo el mundo, y que diga con letras urgentes: Se aceptan donaciones.

    Adelante.Palabras de Gabriel Garca Mrquez en la inauguracin de la sede

    de la Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano, 4 de diciembre de 1986

    Qu es la FNCL?La Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano

    fue creada por el Comit de Cineastas de Amrica Latina el 4 de diciembre de 1985 y fue su Presidente Fundador el escritor colombiano Gabriel Garca Mrquez.

    Tiene su sede en Cuba. Se constituy en Casa de las Amricas en el transcurso del 7. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

    Heredera de la tradicin solidaria del cine latinoa-mericano, naci como respuesta al proceso que anuncia-ba y propona nuevas etapas de crecimiento para las cine-matografas y el audiovisual del continente.

    Tiene personalidad jurdica autnoma, sus fi nes son culturales orientados al audiovisual, sin nimo de lucro, con patrimonio y personalidad propios. Se rige por sus Estatutos y por las leyes y disposiciones concordantes de la Repblica de Cuba.

    Los rganos de gobierno de la FNCL son el Consejo Superior y el Consejo Directivo.

    OBJETIVOS1.- Contribuir al fortalecimiento del Cine Latinoa-

    mericano, en especial de las cinematografas nacientes, mediante el fomento de su produccin, distribucin y exhibicin.

    2.- Propiciar la investigacin, docencia, conserva-cin, archivo y difusin cultural de la obra cinematogr-fi ca latinoamericana.

    3.- Procurar una creciente y efectiva solidaridad de la cinematografa latinoamericana en el marco de la pre-servacin del patrimonio cultural de los pueblos y la dig-nidad y la justicia social.

    La FNCL desarrolla su labor a partir de programas, proyectos y acciones a corto, mediano y largo plazo. Su

    labor se ha enfocado en ejes fundamentales como desa-rrollo, industria, integracin, memoria en la perspectiva de diversidad cultural.

    Ha llevado adelante una labor ininterrumpida du-rante su existencia en diferentes reas del contexto cinema-togrfi co y audiovisual regional. Los resultados de su queha-cer son constatables en muchos de los avances del cine y el audiovisual regional de las ltimas dcadas del pasado y en el presente siglo. El conocimiento, la complementariedad de esfuerzos y la integracin han sido sus banderas.

    EN SU QUEHACER ESTN:Impulsora, por sus fundadores y por el espacio en

    que se constituy: Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, de una red continental de conocimien-tos, relaciones y colaboracin entre cineastas, indita en la dcada de los 80 y 90.

    Reunin del Comit de Cineastas donde se redacta el acta de Creacin de la FNCL, La Habana, abril de 1985

  • Formacin y capacitacin de recursos humanos con la creacin de la Escuela Internacional de Cine y Te-levisin en marzo de 1986, programa de formacin au-diovisual que constituye un referente internacional. Es considerada como una de las ms importantes institucio-nes de formacin audiovisual en el mundo.

    Promotora de un programa de formacin y cono-cimiento de la cinematografa regional con universidades norteamericanas y de otros continentes.

    Contribucin a la preservacin y memoria de la cinematografa regional con investigacin sobre el estado de preservacin de la produccin silente y sonora hasta los aos 90 y el inventario de recursos humanos y tcni-cos existentes; iniciadora, con el Ministerio de Cultura de Brasil y la colaboracin de la Filmoteca de la UNAM de un programa de capacitacin prctica de tcnicos de archivos que tuvo entre sus resultados la Muestra de Cine Restaurado en y por Amrica Latina, 1996. Es de desta-car asimismo el llamado internacional de atencin sobre el tema hecho por la FNCL, en voz de su Presidente, Gabriel Garca Mrquez, a organismos internacionales como la Unesco, la FIAF, Ministros de Cultura (Foro ce-lebrado en La Habana, en 1993).

    Promotora e iniciadora de las coproducciones iberoamericanas desde 1986. Comenzaron con Televi-sin Espaola al unirse las voluntades de Pilar Mir, Ga-briel Garca Mrquez y Julio Garca Espinosa.

    Fomento de estudios e investigaciones como ges-tora e impulsora de ms de dos docenas de estudios e investigaciones sobre temas demandantes del cine lati-noamericano y, en general sobre el espacio audiovisual latinoamericano y caribeo desde 1987, con una poltica sostenida en este campo que culmina en la creacin del Observatorio del Cine y el Audiovisual Latinoamericano.

    Impulsora y cogestora del Foro de Integracin Cinematogrfi ca Iberoamericana, en Caracas, que dio lu-gar, en noviembre 1989, a la Conferencia de Autoridades Cinematogrfi cas Iberoamericanas (CACI) y a los prime-ros y vigentes acuerdos de integracin cinematogrfi ca en algunos campos del sector.

    En los 90 contribuy, con la participacin de sus miembros, a la creacin de las siguientes entidades:: Fe-deracin Caribea de Cine y Video; la FIPCA, Federa-cin Iberoamericana de Productores Cinematogrfi cos y Audiovisuales; la RECAM de conjunto con la Secre-tara del Audiovisual de Brasil-; a la creacin y puesta en marcha del Programa Ibermedia. En el presente siglo a la creacin del DOCTV Latinoamrica, Programa de Fomento a la Produccin y Teledifusn del Documental Latinoamericano, 2005 de conjunto con la Secretara del Audiovisual de Brasil y el CNAC, Centro Nacional Autnomo de Cinematografa de Venezuela; y del En-DOCXXI, Encuentro de Documentalistas de Amrica

    Latina y el Caribe del siglo XXI, 2008, -de conjunto con el ICAIC, Instituto Cubano del Arte e Industria Cinema-togrfi cos, y el CNAC.

    La Escuela Internacional de Cine y Televisin, por su parte, contribuy a su vez a la creacin de la Federa-cin de Escuelas de Cine Latinoamericanas, en 1988, ac-tualmente FEISAL, al convocar a uno de los primeros en-cuentros de escuelas existentes del que se tenga memoria.

    Promovi, con Producciones Amaranta y Borrn y Cuento Nuevo, la capacitacin de los productores lati-noamericanos y su entrenamiento en la formulacin de proyectos y bsqueda de fi nanciamiento internacional combinando los modelos de gestin principales en ese momento (Rotterdam y Sundance), el conocimiento de potenciales fuentes europeas y norteamericanas en dos sendas Conferencias de Productores: la de Toluca, M-xico, en 1993, y Sede de la FNCL, La Habana, en 1996. Resultado de ellas se realizaron ms de media docena de largos y se leg una red de contactos y relaciones tanto entre los productores de la regin como con festivales, fondos, institutos y otros de varios continentes.

    Convocatorias para guionistas a fi nales de los 80 y para proyectos en 1993, con ms de medio milln de dlares de premios ms coauspicios a la produccin. Re-sultado de estas fueron largos como Confesin a Laura, de Jaime Osorio; Jons y la ballena rosada, de Juan Carlos Valdivia; La reina de la noche, de Arturo Ripstein; Sin compasin, de Francisco Lombardi; igual que documen-tales y otras obras.

    Ha producido, coproducido o auspiciado ms de un centenar de pelculas. Entre ellas las que forman parte de dos series para televisin a fi nales de los 80 y principio de los 90. Destaca por su singularidad en su momento la serie para televisin Amores difciles, basada en argumen-tos de Gabriel Garca Mrquez. Seis largos en 35 mm con igual nmero de realizadores de diferentes pases y equi-pos integrados por cineastas de varias nacionalidades.

    Sello editorial con ms de un centenar de publi-caciones especializadas en diferentes soportes con apoyo de Borrn y cuento nuevo, de Mxico; FNCL/Captulo M-rida y Centro Nacional Autnomo de Cinematografa de Venezuela; Direccin de Cultura de la Diputacin de Cr-doba, Espaa y otros. De sus publicaciones digitales desta-can los Cuadernos de Estudios, la Revista Digital FNCL y el Boletn semanal Cinelatinoamericano en la Red.

    Impulsora de otras reas del conocimiento en tor-no al cine y el audiovisual regional a travs del premios anuales como:

    El Premio de Ensayo sobre Cine en Latinoamri-ca y el Caribe que cont con el apoyo inicial de la Univer-sidad Complutense, de Espaa, y luego hasta el presente con el apoyo del Centro Nacional Autnomo de Cine-matografa, de Venezuela.

    El Premio Octavio Getino de Investigacin so-bre el Espacio Audiovisual Latinoamericano y Caribeo, de conjunto con el CNAC.

    El Premio Especial de Investigacin sobre Cine Indgena y Comunitario, de conjunto con la Ofi cina Re-gional para Amrica Latina y el Caribe de la UNESCO.

    Creacin de una plataforma web de servicios de informacin especializados sobre los diferentes mbitos del cine y el audiovisual latinoamericano y caribeo: Portal del Cine y el Audiovisual Latinoamericano y Ca-ribeo; Biblioteca Digital del Cine Latinoamericano y Caribeo, Observatorio del Cine y el Audiovisual Lati-noamericano, OCAL/FNCL.

    Contribucin al fomento de la produccin y te-ledifusin del documental latinoamericano y caribeo en tanto cofundadora junto a la Secretara del Audiovisual de Brasil y el Centro Nacional Autnomo de Venezuela el programa DOCTV IB devenido DOCTV Latinoam-rica, 2005.

    PROGRAMAS, PROYECTOS

    Y REAS DE DESARROLLO INSTITUCIONALEscuela Internacional de Cine y Televisin..Programa de seminarios, talleres y mesas en torno

    al cine regional. Plataforma web Portal del Cine y el Audiovisual

    Latinoamericano y Caribeo.Observatorio del Cine y el Audiovisual Latinoa-

    mericano con un Programa de estudios e investigaciones a nivel regional.

    Biblioteca Digital del Cine Latinoamericano y Caribeo.

    Centro de Informacin, Documentacin e Inves-tigaciones.

    Archivo de Voces.Archivo Institucional y Memoria Histrica..Archivo y Memoria del Programa DOCTV Lati-

    noamrica.Sala de cine Glauber Rocha con un Programa

    sociocultural comunitario de formacin de audiencias. Subsede del Festival Internacional del Nuevo Cine La-tinoamericano y del Festival de Cine Francs en Cuba.

    RELACIONES INTERNACIONALES Y COOPERACINLa FNCL sustenta su quehacer en una intensa y

    sostenida labor de relaciones interinstitucionales a ni-vel regional e internacional. Habida cuenta de que la FNCL tiene su Presidente y una membresa de ml-tiples pases, la sede de la FNCL se caracteriza como centro coordinador, generador o gestor de proyectos regionales y de bsqueda de fondos por cuya aplicacin adecuada responde. Trabaja con equipos regionales de di-ferentes disciplinas.

    Nuestro objetivo fi nal es nada menos que lograr la integracin del cine latinoamericano. As de simple y as de desmesurado.

    Gabriel Garca Mrquez

    Conferencia de prensa. Miguel Lintin, Gabriel Garca Mrquez, Jorge Snchez y Gerardo Sarno, 1986

  • ANTECEDENTESComit de Cineastas de Amrica Latina, C-CAL

    Se constituy el 11 de septiembre de 1974, en Caracas, Venezuela

    MIEMBROS FUNDADORESEdgardo Cacho Pallero

    Miguel Littn, ChileManuel Prez Paredes, de Cuba

    Walter Achugar, UruguayCarlos Rebolledo, Venezuela

    MIEMBROS DE HONORFernando Birri, Argentina

    Alfredo Guevara, CubaNelson Pereira Dos Santos, Brasil

    SECRETARA EJECUTIVATristn Bauer, Argentina

    Manuel Prez Paredes, CubaBerta Navarro, Mxico

    Coordinador: Jorge Snchez Sosa, Mxico

    MIEMBROS DE LA ASAMBLEAFernando Birri, ArgentinaEdgardo Pallero, Argentina

    Raimundo Gleyzer, Argentina (desaparecido)Beatriz Palacios, BoliviaJorge Sanjins, Bolivia

    Cosme Alves Netto, BrasilNelson Pereira dos Santos, Brasil

    Geraldo Sarno, BrasilSilvio Tendler, Brasil

    Carlos lvarez, ColombiaLisandro Duque, ColombiaDaniel Daz Torres, Cuba

    Julio Garca Espinosa, CubaAlfredo Guevara, Cuba

    Manuel Prez Paredes, CubaPedro Chaskel, ChileMiguel Littn, Chile

    Sergio TrabuccoUlises Estrella, Ecuador

    Paul Leduc, MxicoJorge Snchez, Mxico

    Ramiro Lacayo, NicaraguaPedro Rivera, PanamAlberto Durant, PerNora de Izcue, Per

    Jos Garca, Puerto RicoAna Mara Garca, Puerto Rico

    Walter Achugar, UruguayEdmundo Aray, Venezuela

    Tarik Souki, Venezuela

    En los ltimos aos hemos asistido al ejercicio de un perodo del Nuevo Cine Latinoamericano que anun-cia y propone etapas superiores de crecimiento. Los iniciales y signifi cativos esfuerzos de los primeros aos de la dcada de los cincuenta se han convertido, por la constancia y el sostenido trabajo de los cineastas, en un proceso siempre ascendente aunque cruzado por las di-fi cultades y adversidades propias de una lucha desigual contra los poderes del atraso y de la dependencia. Proceso que cristaliza hoy en legislaciones nacionales dirigidas a proteger las cinematografas, en organismos de fomento a la produccin y cultura cinematogrfi cas, en convenios sub regionales y regionales, en la creacin de asociacio-nes multinacionales latinoamericanas o iberoameri-canas para la integracin cultural y la ampliacin de nuestros propios mercados, en el fortalecimiento gremial y sindical, en la conquista de un espacio en las pantallas y, de manera especial, en la realizacin de obras de notable jerarqua creadora como son, entre muchas otras, las de Glauber Rocha [1939 - 1981], Fernando Birri, Nelson Pereira dos Santos, Toms Gutirrez Alea [1928 - 1996], Miguel Littin y Santiago lvarez [1919 - 1998].

    El Comit de Cineastas de Amrica Latina, cons-ciente de este proceso, de sus enormes contenidos, de su destino abierto y promisorio; consciente del surgimiento de nuevas cinematografas y jvenes realizadores orienta-dos por el objetivo comn de rescatar y afi anzar nuestra identidad continental; consciente de que nuestra activi-dad en el cine, la televisin y otros medios audiovisuales

    debe estar orientada al logro del bienestar espiritual y ma-terial de los pueblos, ha resuelto crear la FUNDACIN DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO, a los fi -nes de contribuir al fortalecimiento de la cinematografa de nuestros pases, en particular de las cinematografas nacientes, mediante el fomento a la produccin, distri-bucin y exhibicin, as como a la investigacin, docen-cia, conservacin, archivo y difusin cultural de la obra cinematogrfi ca, en el amplio marco de la preservacin de nuestro patrimonio cultural y la progresiva renovacin de la sociedad.

    El Comit de Cineastas de Amrica Latina autoriza a su Secretara Ejecutiva a todos los actos concernientes al estudio y elaboracin del Acta Constitutiva-Estatutos Sociales de la FUNDACIN, en la cual se expresar el nombre, domicilio, objeto y la forma en que ser admi-nistrada y dirigida, as como a los actos necesarios para la formacin del Patrimonio inicial de la FUNDACIN, mediante aportes, contribuciones y donaciones de entes pblicos y privados del Continente y del resto del mun-do.

    El Comit de Cineastas de Amrica Latina dispone, asimismo, que el acto de protocolizacin del Acta Cons-titutiva-Estatutos Sociales, y la instalacin de la FUN-DACIN deber realizarse en el curso del VII Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.

    En la Ciudad de La Habana, Cuba, abril de 1985

    Acta de creacin de la Fundacin del Nuevo Cine

    Latinoamericano

    En Casa de las Amricas

    Fernando Birri

    Constantin Costa Gavras

  • Fundacin en casa

    En la estremecida dcada del cincuenta, que cierra en medio de la gloria popular con el triunfo de la Revolu-cin Cubana, se inician los primeros intentos por defi nir las lneas de desarrollo de un nuevo cine latinoamericano y, con ellas, las proposiciones de una nueva potica. Fernando Bi-rri en Santa Fe, Argentina, Julio Garca Espinosa, To-ms Gutirrez Alea, Alfredo Guevara en Cuba y Nelson Pereira Dos Santos en Ro comenzaban a encender las altas hogueras de esta cinematografa en Amrica Latina. Do-cumentar el subdesarrollo, dirigir el visor hacia la dramtica sub-existencia, enfrentar la ideologa del imperio, y volcar la cmara y la vida en las exigencias de historia nueva, y propia, son las conjugaciones del verbo cinematogrfi co, del ser y nacer de la naciente cinematografa. Nuestro cine en gestin y emergencia se dimension con la creacin del ICAIC, por decreto del Gobierno Revolucionario de Cuba en marzo de 1959. Del otro costado el Cinema Novo, pari-do por los compaeros del Brasil, asomaba la expresin in-sobornable de su realidad, que era realidad latinoamericana.Entonces salimos a mostrarnos en los eventos progresistas de Europa, y, por obligante paradoja, nos dimos los primeros abrazos fuera de la patria dividida. Alfredo Guevara afi rma ao 1963: Sestri Levante es para los cineastas latinoa-mericanos un territorio de sorpresas y casi un milagro. Ese inicial encuentro de gente de nuestros pueblos en las pan-tallas, de ideas y proyectos comunes, de vocacin unnime contra el atraso y la dependencia, removi en nosotros los cimientos de la gesta de nuestros hroes: la patria nica de Amrica Meridional. Y echamos a andar, apresurando el paso.Registra Ambrosio Fornet: El movimiento to-dava disperso, pero ya con una coherencia arts-tica e ideolgica impresionante se reconoce y constituye ofi cialmente en 1967, en el 1er. Encuentro de Ci-neastas Latinoamericanos, celebrado en Via del Mar, Chile.Cuntas contiendas en el curso! Se nos fueron unos, nos llevaron a otros con saa mortal, y una y otra vez abrimos y nos cerraron puertas. Pero con enconado fervor se hi-cieron pelculas, se discutieron entre compaeros, se nos quedaron en los laboratorios, nos las pusieron entre re-jas, se empolvaron en los depsitos de los acreedores, pero tambin fl orecieron en paredes y pantallas del continen-te hasta alzarse altivas en los grandes festivales del mundo.En el curso, con sostenida energa, se afi rm el timbre de los cineas-tas en sus reuniones posteriores a Via: Caracas, Mrida, Brasi-lia, Quito, Managua, Cartagena, Mxico, Madrid, La Habana.En el curso se mantiene la mirada larga, se afi na, se decanta. Constituimos la Organizacin. El ao 1974, entre el 5 y el 11 de septiembre, ms de cuarenta cineastas de Amrica Latina se reunieron en Caracas, en gestin de solidaridad con los cineas-tas y el pueblo de Chile, en el marco de una Jornada Mun-dial contra la escalada del gorilismo fascista, que an oprime al pas hermano. Como acto de unidad de accin de los ci-neastas, se cre el Comit de Cineastas de Amrica Latina.El Comit, durante estos aos, ha mantenido su unidad de accin, ha elevado su trabajo y su presencia en el proceso. Hemos visto fl orecer mltiples movimientos a lo largo del continente. Nuestra cultura se ha enriquecido con calor pro-pio. Por la gran patria se entrecruzan las obras de nuestros creadores, y extienden sus claridades por otros continentes. El extenso y doloroso poema del pueblo preserva y enfren-ta, tambin asalta otros cielos. Las relaciones de dependen-cia y el poder que las mantiene, si bien avasalla, domina y extiende su rgimen de agravios, no sepulta los viejos anta-gonismos, por el contrario, los recrudece, al tiempo que ori-gina nuevos. No escapa a la lucidez de los cineastas la ob-servacin certera de este estado del desarrollo del capital.

    Ni tampoco que el capitalismo monopolista socave su propio orden alimentado por una voracidad que ha conducido a una nueva relacin de dependencia: la dependencia fi nanciera, fuente de una crisis sin salida, no slo porque opone al capital internacional contra los pueblos nacionales, como fuerza opresora, anrquica, in-controlable, sino tambin porque transparenta sus turbulencias: crisis espiritual, poltica, ideolgica y moral.Ciertamente, el nuevo cine latinoamericano ha asumido funcin de vanguardia entre los movimientos de cultura contra la cultura de dominacin. Para el Comit de Cineastas de Amrica Latina ya hoy no somos una larga lista de pelculas documentales, de fi ccin, noticieros y dibujos animados, de imgenes que tes-timonian, interpretan y acompaan la lucha de los pueblos latinoamericanos, de obras cinematogrfi cas y de millones de metros de celuloide en los que est impresa nuestra historia contempornea como arma mo-vilizadora y forjadora de conciencia. Tambin somos un movimiento de cineastas unidos y comprometidos en esta lucha, y en nuestras fi las se han conocido la persecucin, el exilio, la crcel, la tortura y la muerte.Las contiendas han enriquecido y perfi lado los objetivos. En los ltimos aos asistimos, por la constan-cia y la tenacidad de los cineastas, al ejercicio de un perodo del Nuevo Cine Latinoamericano que anun-cia y propone etapas superiores de crecimiento: polticas de promocin, fomento, desarrollo y protec-cin de las cinematografas nacionales; reconocimiento del cine como medio de integracin de nuestras culturas; unifi cacin de las legislaciones; convenios subregionales y regionales; creacin de asociaciones mul-tinacionales latinoamericana, el ACLA, e iberoamericana, la OCl para la bsqueda de un Merca-do Comn Cinematogrfi co; consolidacin gremial y sindical; aumento inusitado de la produccin flmi-ca, y conquista, cada vez mayor, de las pantallas, junto a la realizacin de obras de notable jerarqua creadora. En este mismo ao, las exigencias del crecimiento y la conciencia del mismo por parte del Comit de Ci-neastas de Amrica Latina, nos plante la necesidad de una organizacin superior dirigida al forta-lecimiento del cine latinoamericano, en especial de las cinematografas nacientes, mediante el fomen-to de su produccin, distribucin y exhibicin; a propiciar la investigacin, docencia, conservacin, archivo y difusin cultural de la obra cinematogrfi ca latinoamericana; a procurar una creciente y efectiva so-lidaridad en el marco de la preservacin del patrimonio cultural de los pueblos, y la dignidad y justicia social.Esta esperanzada urgencia se enseore en las conversaciones de los miembros del Comit con el Coman-dante Fidel Castro. Su entusiasmo desbord el nuestro. Y por ello, por su iniciativa, abrimos la maa-na de hoy, 4 de diciembre de 1985, en el desarrollo del VII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoa-mericano, con la creacin de la Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano, y la presencia de Armando Hart, ministro de Cultura, en nombre de su Primer Fundador: Comandante Fidel Castro. Comunque-le usted que nos permita distinguirnos al distinguirlo como el Primer Miembro de la Fundacin. Asimis-mo, afi rmarle que los cineastas del continente, el Comit de Cineastas de Amrica Latina y la Fundacin son banderas en el frente del proyecto bolivariano y martiano: la patria nica de la Amrica Meridional. Compaeros de la Casa de las Amricas: vuestra casa este gran corazn pensante, como la llamara Julio Cort-zar es nuestra casa, trnsito deseado por ustedes y por nosotros: los mismos en la tarea de alborear la creacin; trabajadores del arte y la Cultura en Nuestra Amrica. Vamos, entonces a caminar por casa, como dijera la inol-vidable Hayde.

    [Palabras de Edmundo Aray en el acto de constitucin de la Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano. Casa de las Amricas, 4 de diciembre de 1985].

    Toms Gutirrez Alea, Fernando Birri, Gabriel Garca Mrquez y Julio Garca Espinosa

    Gregory Peck

  • FUNDACIN DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO

    CONSEJO SUPERIOR

    Gabriel Garca Mrquez (1927 - 2014)Presidente Fundador

    Argentina:

    Fernando Birri/ David BlausteinEdgardo Pallero (1935 - 1992) / Osvaldo Daicich

    Bolivia: Beatriz Palacios (1952 - 2003)

    Jorge Sanjins / Vernica CrdobaBrasil:

    Cosme Alves Netto (1937 - 1996) Wolney Oliveira/ Nelson Pereira dos Santos/

    Geraldo Sarno / Orlando Senna / Silvio TendlerChile:

    Pedro Chaskel, Miguel Littn / Sergio TrabuccoColombia:

    Carlos lvarez / Lisandro DuqueCuba:

    Daniel Daz Torres (1948-2013)Alfredo Guevara (1925 - 2013)

    Julio Garca Espinosa / Manuel Prez ParedesEcuador:

    Ulises Estrella (1939 - 2014) Espaa:

    Manuel Prez EstremeraMinora chicana:

    Jess TrevioMxico:

    Paul Leduc / Jorge Snchez Nicaragua:

    Ramiro LacayoPanam:

    Pedro RiveraPer:

    Alberto Durant / Nora de Izcue / Rosa Sopha RodrguezPuerto Rico:

    Ana Mara Garca / Jos Garca (1938 - 2004) Uruguay:

    Walter Achugar / Luis Nagil / Nelson Wainstein Venezuela:

    Edmundo Aray / Tarik Souki

    CONSEJO DIRECTIVODIRECTORES

    Argentina: Osvaldo DaicichBrasil: Wolney Oliveira

    Cuba: Manuel Prez ParedesPer: Nora de Izcue

    Puerto Rico: Ana Mara Garca

    Directora GeneralAlquimia Pea Cedeo

    Asesores Octavio Getino (1935-2012), Argentina;

    Susana Velleggia, Argentina; Camilo Vives (1942-2013), Cuba

  • La Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano (Organizacin en la que se disolvi el Comit de Cineas-tas de Amrica Latina) y su Presidente, Gabriel Garca Mrquez con el apoyo decisivo de la Revolucin y del pueblo cubanos, al cumplirse los treinta aos del inicio del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, de-cide la creacin de la Escuela Internacional de Cine, Te-levisin y Video para Amrica Latina y el Caribe, frica y Asia, la EICTV, y encarga su conduccin no poda ser de otra manera a Fernando Birri. Esa asignacin es el reconocimiento a una obra y a una vida, sin duda alguna, ejemplar de nuestras cinematografas, y especialmente al trabajo y a la experiencia ganados al frente del proyecto de Santa Fe.

    La EICTV era un desmesurado salto de escala, cuan-titativa y cualitativamente hablando, en la materializa-cin del viejo anhelo de formar a las nuevas generaciones de cineastas latinoamericanos pero tambin de Tres Mundos, como remarcaba Birri, en el acto inaugural. En efecto, las condiciones materiales equipamiento tec-nolgico, personal docente, administrativo y de servicios, edifi caciones acadmicas y de habitacin, etc. y espi-rituales polticas, pedaggicas, intelectuales, creativas- que la EICTV ofreca, no tenan y no tienen todava a esta fecha el menor antecedente posible en nuestros pases, incluso en no pocas naciones del Norte indus-trializado. Este milagro laico no poda ser concebible y realizable por las exigencias del esfuerzo econmico y creativo, por la calidad de la disposicin generosa si no en un mbito de la ms autntica profesin de fe hu-manstica, de la ms raigal y verdadera creencia en los poderes creadores de la Humanidad, lo que desde mi perspectiva es nicamente viable en el seno de un pro-ceso revolucionario socialista. Fue preciso que existiese una Revolucin triunfante y estabilizada, para que esta nueva utopa, al materializarse, dejara de serlo. No por azar, pues, la EICTV naci, vive y contina viviendo en Cuba. Fernando lo puntualiz en el acto de inauguracin de la Escuela el 15 de diciembre de 1986, en presencia del Comandante Fidel Castro: () si bien sta es una Escuela que no depende ni institucional, ni econmica, ni burocrticamente

    de Cuba dijo, sino de la autnoma Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano, despus de 30 aos de su necesidad sentida a lo largo y lo ancho del continente, del Ro Bravo a la Tierra del Fuego, slo la voluntad poltico-cultural de Cuba y su hospitalidad fraterna han permitido su concrecin en Cuba.

    LA PRIMERA PROMOCIN DE CINTELEASTAS, EL JURAMENTO ATHANASIANO

    El arte, la materia artstica, guardan una incidencia incuestionable en el nivel de lo que es ms profundo en el ser de los pueblos: su cultura. Un artista deshonesto, un arte que no sea fi el a s mismo, puede tener y tiene efectos nocivos para el creador mismo y para el pueblo y la histo-ria de que hace parte. El arte pues, en su intangibilidad, en su aparente incapacidad para provocar destruccin como por ejemplo la puede provocar una praxis mdica perversa, tambin, en circunstancias equivalentes, puede generar catstrofes acaso inadvertidas en lo inmediato, siempre deletreas en la perspectiva. A eso juega el Im-perio con su indeclinable intervencin transculturizadora de los pueblos, en eso concede el artista inconsciente, de quien podra decirse, como seal El Libertador que el talento sin probidad es un azote.

    Por eso la EICTV, en tanto escuela con un perfi l tico tan ntido, entiende que su vinculacin con sus estudiantes no concluye con el acto de grado, sino que contina con sus vidas profesionales. Por lo que se siente autorizada para solicitar y exigir del joven cineasta que egresa de sus aulas, la debida consecuencia con lo que en ella, mutuamente se entregaron. A semejanza de como se haca en las escuelas de medicina y en otras escuelas univer-sitarias, la EICTV toma juramento de fi delidad y respeto al conocimiento concedido que hoy, es lamentable recor-darlo, los neoliberalismos perversos han hecho caer en des-uso. Es, para la EICTV el que Birri dio cuerpo y llam Juramento Athanasiano, cuyos reclamos y festejos posibles, se confi nan al fuero tico de cada quien, a ese lugar que es tomo y universo al mismo tiempo.

    La primera cohorte de cineteleastas de la EICTV egres la tarde-noche del 15 de diciembre de 1990, en

    un acto que cont con las presencias de Fidel Castro y de Gabriel Garca Mrquez. Birri tomo a los graduandos, el Juramento Athanasiano, as llamado en memoria de Athanasius Kircher, inventor hacia el siglo XVII, de la Linterna Mgica, quizs el ms remoto antecedente del cinematgrafo. Lo que se quera relacionar eran una y otra inicialidades, aquella de Kircher y este punto cero desde donde ahora, empezara a tejerse la vida profesional de los recin graduados. Lo primero era recalcar las res-ponsabilidades inherentes al ofi cio, y en seguida reclamar, bajo juramento, la fi delidad a las exigencias de su arte, a su condicin de creadores, a sus circunstancias culturales e histricas, a los deberes que de ellas dimanan, y espe-cialmente, muy especialmente, a sus voces ms ntimas y profundas

    () Yo os digo, desconfi ad de la impunidad de las imgenes Las imgenes pueden tambin matar desmoro-nando secretas arquitecturas de la imaginacin, sepultando neuronas de conciencia bajo escombros de insensibilidad, ve-nalidad, mediocridad

    Juris que no fi lmaris un solo fotograma que no sea como el pan fresco, que no grabaris un solo milmetro de cinta magntica que no sea como el agua limpia?

    Juris que no desviaris vuestros ojos, que no tapa-ris vuestros odos, frente a lo real maravilloso y lo real horrible, de la tierra de Amrica Latina y el Caribe, fri-ca y Asia de la cual estis hechos y de la cual fatalmente sois expresin?

    Juris que fi eles a un sentimiento irrenunciable de li-beracin de la justicia, la verdad, la belleza, no retrocederis frente a la amenaza de los fantasmas de la angustia, de la soledad, de la locura y seris fi eles antes que a nadie a vuestra voz interior?

    Si as no lo hiciereis, que el tigre y el guila devoren el hgado de vuestros sueos, que la serpiente se enrosque en el chasis de vuestra cmara, que ejrcitos de lucirnagas chispo-rroteen cortocircuitos e interferencias en vuestras grabadoras electrnicas.

    Si as lo hiciereis, como confi amos, que el colibr os pro-teja blindndoos con la delicada coraza de un arcoris que dure tanto como vuestra vida y ms all, en vuestras obras.

    La Fundacin del Nuevo Cine Latinoamericano y la Escuela Internacional de Cine, Televisin

    y Video para Amrica Latina y el Caribe, frica y AsiaTarik Souki Faras

    Robert Redford y Gabriel Garca Mrquez

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