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© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2019
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Eficacia de cambios nutricionales en pacientes con artritis reumatoide, trabajofin de grado de Cristina Barroso Montejo, dirigido por Lucía Antón Vicente (publicado por
la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative CommonsReconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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“Eficacia de cambios nutricionales en
pacientes con artritis reumatoide”
“Efectiveness of nutritional changes in
patiens with rheumatoid arthritis”
Universidad de La Rioja-Escuela de enfermería de La Rioja
Autora: Cristina Barroso Montejo
Tutora: Lucia Antón Vicente
Lugar y fecha de entrega:
Logroño, 12/06/2019
Curso: 4º Curso de enfermería,
Convocatoria: Junio
2
RESUMEN
Hoy en día la artritis reumatoide afecta al 1% de la población mundial, no se conoce su
etiología, pero sí que es una patología crónica caracterizada por síntomas que limitan
la funcionalidad y calidad de vida. Esta revisión bibliográfica cualitativa tiene como
objetivo describir la importancia de la educación nutricional en la consulta de
enfermería aplicando estrategias propias de la profesión fomentando la prevencion e
impulsando el tratamiento. A su vez busca la relación entre la alimentación y las
enfermedades autoinmunes, investiga si se pueden reducir los síntomas consumiendo
o excluyendo determinados alimentos a nuestra dieta.
Como conclusión, se ha podido evidenciar que la aplicación de una buena
alimentación a la vida de estos pacientes puede ayudar a mitigar los síntomas y
mejorar la funcionalidad. Por otro lado, también se ha demostrado que con ayuda de
profesionales de enfermería, el seguimiento de estos pacientes puede aumentar la
calidad de vida, mejorar su funcionalidad y el bienestar en su totalidad.
PALABRAS CLAVE
Alimentación
Artritis reumatoide
Causas
Consulta
Enfermedad
Enfermera
España
Nutrición
Obesidad
Prevalencia
ABSTRACT
Today rheumatoid arthritis affects 1% of the world’s population, its etiology is
not known, but it is a chronic pathology characterized by symptoms that limit
functionality and quality of life. This qualitative bibliographic review aims to
describe the importance of nutritional education in the nursing practice by
applying strategies specific to the profession, promoting prevention and
promoting treatment. In turn, it looks for the relationship between diet and
autoimmune diseases, looking for if symptoms can be reduced by consuming or
excluding certain foods in our diet.
In conclusion, it has been shown that the application of a good diet to the life of
these patients can help to mitigate the symptoms and improve the functionality.
On the other hand, it has also been shown that with the help of nursing
professionals, the monitoring of these patients can increase the quality of life,
improve their functionality and improve their welfare as a whole.
3
KEY WORDS
Disease
Nurse
Nutrition
Reumathoid artritis
Spain
4
INDICE
Contenido RESUMEN .................................................................................................................... 2
PALABRAS CLAVE ...................................................................................................... 2
ABSTRACT .................................................................................................................. 2
KEY WORDS ................................................................................................................ 3
INDICE ......................................................................................................................... 4
INDICE DE FIGURAS ................................................................................................... 5
INDICE DE TABLAS ..................................................................................................... 5
GLOSARIO ................................................................................................................... 6
MARCO TEORICO ....................................................................................................... 7
1. INTRODUCCION ...................................................................................................... 7
JUSTIFICACION ........................................................................................................... 8
3.OBJETIVOS............................................................................................................... 9
4. MATERIAL Y METODOS ........................................................................................ 10
5.DESARROLLO ........................................................................................................ 13
5.1. RASGOS GENERALES DE LA ARTRITIS REUMATOIDE ................... 13
5.1.1 Definición ......................................................................................... 13
5.1.2. Etiología .......................................................................................... 14
5.1.3. Sintomatología ................................................................................ 14
5.1.4. Diagnostico ..................................................................................... 15
5.1.5. Tratamiento ..................................................................................... 15
5.1.6. Otro tipo de tratamientos ................................................................. 16
5.2.LA ALIMENTACION EN LAS PATOLOGIAS AUTOINMUNES ARTICULARES E INFLAMATORIAS ........................................................... 17
5.2.1. Importancia de la alimentación a rasgos generales en varias enfermedades autoinmunes (Lupus eritematoso, Enfermedad inflamatoria intestinal y Artritis reumatoide) .................................................................. 17
5.2.2. Importancia de la alimentación en la artritis reumatoide ¿Es necesario darle importancia a la alimentación? ........................................ 18
5.2.3. Relación entre determinados alimentos y la artritis reumatoide ...... 19
5.3. Consecuencias de la artritis reumatoide ............................................ 23
5.4.ROL DE ENFERMERIA .......................................................................... 26
5.4.1. Abordaje de la dieta en la consulta de enfermería .......................... 26
5.4.2. Papel de enfermería en artritis reumatoide: Educación sanitaria .... 27
5.4.3. Las estrategias de enfermería: Consulta de enfermería en reumatología ............................................................................................. 28
5
5.4.4. Consulta de enfermería VS consulta médica: El rol de cada profesional ................................................................................................. 31
CONCLUSIONES ....................................................................................................... 32
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................... 34
INDICE DE FIGURAS
Figura 1. Articulación con artritis reumatoide [7] ......................................................... 13
Figura 2. Principales articulaciones afectadas [7] ....................................................... 15
Figura 3. Principales medidas terapéuticas [7] ........................................................... 16
Figura 4. Causas y consecuencias de la depresión en pacientes con artritis reumatoide
[7] ............................................................................................................................... 24
INDICE DE TABLAS Tabla 1. Resumen indicaciones alimentarias [22] ....................................................... 22
6
GLOSARIO
ACE: Vitaminas A, C y E
AINE: Antinflamatorios no esteroideos
Anti-CPP: Antipéptido cíclico citrulinado
AR: Artritis reumatoide
CE: Consulta enfermera
CER: Consulta enfermera de reumatología
DAS: Disease Activity Score, es una escala para medir la actividad en la artritis
reumatoide
DHA: Acido docosahexaenoico
EPA: Ácido eicosapentaenoico
ESR: Tasa de sedimentación eritrocitaria
EVA: Escala Analógica Visual, es otro abordaje válido para medir el dolor y
conceptualmente es muy similar a la escala numérica.
FAME: Fármaco antirreumático modificador de la enfermedad
FR: Factor reumatoide
HLA: Sistema del antígeno leucocitario humano
HLA-DR4 es un serotipo HLA-DR que reconoce los productos genéticos DRB1 * 04.
IL-6: Interleucina 6 es una glucoproteína secretada por los macrófagos, células T,
células endoteliales y fibroblastos
OMS: Organización mundial de la salud
ONU: Organización de las naciones unidas
PCR: Proteína C reactiva
PUFA: Ácidos grasos poliinsaturados
VSG: Velocidad de sedimentación globular
7
MARCO TEORICO
1. INTRODUCCION
La artritis reumatoide (AR) es una afección crónica inflamatoria autoinmune, que se
caracteriza por dolor, fatiga, articulaciones inflamadas y rígidas y posible destrucción
de las articulaciones, que puede llevar a la discapacidad [1].
La AR tiene proporcionalmente un impacto mayor en la salud de la población española que
el que se estima para la europea y la mundial: A fecha del 2016 supuso el 0,6% de toda la
carga de enfermedad de España (frente al 0,5% en Europa Occidental y 0,2% en el total
mundial) y un 5% del total de la carga de las enfermedades reumatológicas en España
(frente al 4% en el total mundial y un 4,4% en Europa Occidental). Debe tenerse en cuenta
que las consecuencias de la enfermedad, sin un tratamiento adecuado son elevadas,
provocando una discapacidad severa en una proporción importante de pacientes y una
disminución de su calidad de vida [2].
España, es el país más preocupado por cómo afecta la AR a su relación con los
demás a nivel más emocional, RA Matters subraya que “más de tres cuartas partes de
las personas con AR (76%) consideran que la enfermedad afecta de forma negativa a
su participación en eventos familiares y/o sociales”, un porcentaje que los sitúa, junto
con Países Bajos, a la cabeza del ranking de países en este aspecto [3].
Desde la década de 1920, se han utilizado distintas dietas para tratar de mejorar los
síntomas de la artritis reumatoide. Los posibles beneficios adicionales de la terapia
dietética descritos en la literatura científica destacan la disminución de la
sintomatología asociada a la enfermedad, ya desde hace bastantes años se
sospechaba de una posible relación entre determinados alimentos y la AR [4].
Todavía se considera una enfermedad crónica e incurable, pero gracias al desarrollo
en esta área desde hace décadas va mutando para intentar hacerla una enfermedad lo
más llevadera posible. Los profesionales en reumatología han tenido el privilegio de
experimentar activamente el avance en el conocimiento etiopatogénico de AR que ha
llevado a un cambio profundo en el tratamiento de esta enfermedad: La disponibilidad
de medicamentos con nuevos mecanismos de acción, el desarrollo de estrategias para
mejorar los resultados y el uso eficiente de todos los medicamentos han transformado
no solo la historia natural de la enfermedad, sino también la actitud y la relevancia de
la reumatología [5].
El papel de la enfermera toma un papel relevante en este tipo de afecciones, mediante
la formación que ha adquirido puede ser capaz de llevar a cabo seguimientos
específicos que abarcan esta enfermedad y sus consecuencias para mejorar la calidad
8
de vida y la funcionalidad, mediante estrategias enfermeras y la educación sanitaria
[6].
JUSTIFICACION
Más de 200.000 personas padecen artritis reumatoide en España, una enfermedad
autoinmune que induce la inflamación crónica de las articulaciones y su progresiva
destrucción, provocando síntomas físicos como rigidez articular, dolor y/o fatiga que,
en la mayoría de las ocasiones, terminan traduciéndose también en “síntomas”
emocionales como frustración, ansiedad o estrés. Unos síntomas que hasta el 70% de
los pacientes con AR en España, es decir, unas 140.000 personas, perciben como
incomprendidos por su entorno más cercano (familiares, amigos y compañeros de
trabajo). Pero no solo es desconocido el impacto emocional que puede suponer esta
enfermedad para la vida de una persona, sino también el físico, o al menos eso creen
el 61% de estos pacientes, según los resultados del estudio de RA Matters (‘La AR
importa’), el mayor estudio cualitativo realizado hasta la fecha en artritis reumatoide
[3].
La prevalencia es alrededor del 1,0% en la población general, y es más frecuente en
mujeres que en hombres, dando un cambio importante en la calidad de vida de las
personas. La incidencia en mujeres ocurre entre los 40 y los 60 años [2-3].
La AR se caracteriza por la intervención de factores genéticos, ambientales, étnicos,
geográficos y nutricionales que interaccionan y llevan al desarrollo de una reacción
autoinmunitaria. Estudios en familiares demostraron que dentro de la familia existe un
alto grado de predisposición hacía la autoinmunidad [3].
Análisis en gemelos indican que la genética influye en gran medida en la prevalencia
de la AR y se sabe que la herencia se debe mayormente a factores genéticos que a
factores ambientales. Algunos estudios han mostrado que aproximadamente el 60%
de la variabilidad de la enfermedad es heredada, ya que considerando el riesgo de la
población de desarrollar AR es de aproximadamente 1% [7].
Estas características justifican su abordaje multidisciplinar, que engloba el tratamiento
médico, el tratamiento fisioterápico y otro grupo de métodos dentro del que se incluyen
las medidas dietéticas. Los diferentes tratamientos utilizados para su abordaje están
dirigidos fundamentalmente a la supresión inespecífica del proceso inflamatorio con el
objetivo de mitigar los síntomas y signos de la enfermedad. La intervención nutricional
puede ser utilizada como terapia en numerosas enfermedades de base inflamatoria
tales como la artritis reumatoide. En concreto, se ha demostrado que los lípidos
pueden actuar como coadyuvantes en el tratamiento de enfermedades de base
9
inflamatoria debido a sus implicaciones en el metabolismo celular y a su capacidad
para interferir en el proceso inflamatorio patológico. Enfermería, con conocimiento y
dedicación puede ser la “guía” para este tipo de pacientes y su estilo de vida [8].
3.OBJETIVOS
Principal:
Describir la importancia de la educación nutricional en pacientes con
artritis reumatoide
Específicos:
Indicar la relación entre la alimentación y las enfermedades
autoinmunes (artritis reumatoide)
Identificar estrategias por parte del personal de enfermería en
prevención y tratamiento de la artritis reumatoide
10
4. MATERIAL Y METODOS Este trabajo de fin de grado es una revisión bibliográfica cualitativa de diferentes
artículos relacionado con las palabras clave.
Como bases de datos se han utilizado las más comunes:
Dialnet
Science Direct
Google académico
Cochrane
Base
Pubmed
Scielo
Scopus
Se han utilizado también:
Libros electrónicos
Tesis doctorales
Revistas electrónicas
Protocolos
Proyectos de fin de grado
La búsqueda bibliográfica comenzó a mediados de febrero del presente año 2019, las
primeras búsquedas fueron a rasgos generales para conocer las enfermedades
autoinmunes y más en concreto la artritis reumatoide, a medida que avanzaba la
búsqueda se incluyeron artículos más detallados relacionando la nutrición con la
artritis reumatoide, el papel de enfermería, problemas derivados de la
enfermedad…etc. Se han utilizado palabras clave en inglés y en castellano.
11
PALABRAS CLAVE
Alimentación
Artritis reumatoide
Causas
Consulta
Enfermedad
Enfermera
España
Nutrición
Obesidad
Prevalencia
KEY WORDS
Disease
Nurse
Nutrition
Reumathoid artritis
Spain
Criterios de inclusión: Se ha hecho una búsqueda de artículos en inglés y en
español, usando y alternando filtros como:
Artículos solo en idioma español
Artículos solo en idioma ingles
Artículos en inglés y en español
Artículos relativamente actuales (entre 0-10 años desde la fecha de su
publicación hasta hoy)
Artículos con texto completo
Artículos gratuitos
Artículos que relacionaban artritis reumatoide y la nutrición
Artículos que relacionaban artritis reumatoide y papel de enfermería
Artículos sobre el papel de enfermería en las enfermedades autoinmunes
Estudios de pacientes con enfermedades autoinmunes
12
Artículos de cualquier parte del mundo (no solo de España)
Se han utilizado diversos booleanos para realizar las búsquedas de los artículos en las
bases de datos:
AND
OR
NOT
Como criterios de exclusión se aplica:
Se excluyen artículos escritos antes del año 2000
Se excluyen estudios en los que participen menores de 16 años
Se excluyen artículos que sean de pago
Se excluyen artículos que no hagan referencia a ninguna palabra clave
13
5.DESARROLLO
5.1. RASGOS GENERALES DE LA ARTRITIS REUMATOIDE
5.1.1 Definición Las enfermedades reumáticas son conocidas en medicina como enfermedades del
tejido conectivo, ya que afectan al tejido o estructura que soporta el cuerpo y sus
órganos internos, La artritis reumatoide catalogada como enfermedad autoinmune, es
debida a que el sistema inmune que está estructurado para defender al organismo de
agentes externos se altera y daña los tejidos [4].
Suele afectar a las articulaciones periféricas, con una distribución simétrica, se
inflaman y es lo que provoca dolor y reducción de la movilidad (Figura 1). Afecta a la
capacidad funcional y de trabajo e incrementa la mortalidad. Hay una proliferación de
la membrana sinovial que cubre la superficie articular, en forma de pannus, que daña
cartílago, hueso y cápsula articular [9].
La AR es mucho más frecuente en el sexo femenino que en el masculino y en general
aparece en personas adultas mayores, aunque hay que tener en cuenta que puede
iniciarse en cualquier etapa de la vida y afectar a cualquier persona, con
independencia de la raza, el sexo y los hábitos de vida [9-10].
Figura 2. [10]
14
5.1.2. Etiología
Es una enfermedad inflamatoria crónica de origen desconocida, aunque sí que hay
factores predisponentes (modificables y no modificables) que ayudan en cierta manera
a que la enfermedad aparezca o no. Los factores no modificables son los que no
podemos variar como lo puede ser la genética, el género y la edad. Los Factores
modificables son: las infecciones, la obesidad, el tabaquismo, el estrés, las hormonas
femeninas y el tipo de alimentación. En cuanto al factor genética, es una enfermedad
«poligénica», lo que significa que son varios los genes que estarían involucrados en su
origen. En concreto, se ha identificado la existencia de ciertos alelos (es decir,
variaciones estructurales en los genes) que, por mecanismos muy diversos y
complejos, podrían predisponer al desarrollo de AR [10-11].
5.1.3. Sintomatología
Con el paso del tiempo es común la aparición de algunas manifestaciones
extraarticulares, es decir, que afectan a sectores del organismo no relacionados con
las articulaciones (como la piel, los vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones, los
ojos y la sangre). En las fases avanzadas, y en ausencia de tratamiento, la
enfermedad puede causar importantes limitaciones físicas y un marcado deterioro de
la calidad de vida [10].
Puede comenzar en los pies y en las articulaciones metatarsofalángicas. Aunque el
15% de los pacientes presentan remisión completa hay un 10% que llegan a una etapa
destructiva, sin respuesta al tratamiento (Figura 3). Los factores pronósticos
desfavorables de la enfermedad son títulos altos de factor reumatoide, presencia de
HLA-DR4 y afectación inicial de numerosas articulaciones [12].
15
Figura 4. [10]
Se caracteriza por dolor, edema, hiperalgesia, destrucción ósea, artralgias, rigidez de
predominio matutino, cansancio, pérdida de peso. Puede haber clínica de síndrome de
túnel del carpo [9].
5.1.4. Diagnostico
Se considera que hay AR si se cumplen 4 de los siguientes 7 criterios (American
Rheumatism Association 1987): rigidez matutina, artritis en 3 o más articulaciones,
artritis en las articulaciones de la mano, artritis simétrica, nódulos reumatoideos, factor
reumatoide sérico y cambios radiológicos [9].
A pesar de que el interrogatorio y la exploración física pueden aportar al médico datos
muy importantes, para avanzar en el proceso diagnóstico también se solicitan diversas
pruebas y exploraciones complementarias, en particular análisis de sangre y
radiografías de los segmentos esqueléticos presuntamente afectados [10].
Mediante un simple análisis de sangre se pueden detectar y valorar una serie de
variables o parámetros que suelen estar alterados en la AR. Los que se evalúan de
forma sistemática son la velocidad de sedimentación globular (VSG), la proteína C
reactiva (PCR), el factor reumatoide (FR) y, en los centros asistenciales que están
capacitados para ello, los anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado (anti-CPP) [10].
5.1.5. Tratamiento
El tratamiento consiste básicamente en la combinación de una terapia no
farmacológica (estilo de vida) y una terapia farmacológica. De forma complementaria,
a veces se recurre a la cirugía, por ejemplo, para reconstruir un tejido afectado o para
reemplazar una articulación por una prótesis (Figura 5).
La terapia farmacológica consiste en la administración de una amplia gama de
medicamentos, por lo general de forma combinada y durante períodos prolongados.
Los analgésicos y antiinflamatorios, que disminuyen el dolor y la inflamación, se
encuentran entre los más utilizados, en particular los antiinflamatorios no esteroideos
(AINE) y los corticoides. Con todo, los medicamentos más importantes en el
tratamiento de la AR son los llamados fármacos antirreumáticos modificadores de la
enfermedad (FAME), que reciben esta denominación porque su acción tiende a
detener la actividad inflamatoria, por lo que pueden mejorar el curso de la enfermedad
[10].
16
Figura 6. [10]
Los FAME se suelen indicar durante períodos prolongados, ya que con ello se
pretende conseguir la «remisión clínica» del trastorno, es decir, interrumpir la actividad
inflamatoria causante de las lesiones. Algunos de estos medicamentos, como el
metotrexato, la leflunomida, la sulfasalacina y los conocidos como fármacos
antipalúdicos, se utilizan hace muchos años, y por ello se conocen como FAME
tradicionales [10].
5.1.6. Otro tipo de tratamientos
Se ha visto que el uso de otras terapias poco convencionales como el yoga ha
mostrado beneficios en personas con AR, en un estudio realizado por Bosch,
Traustadóttir, Howard & Matt (2009) en 16 mujeres diagnosticadas con Artritis
Reumatoide, mostró una disminución de la discapacidad y una disminución en la
percepción del dolor y de la depresión [13].
La acupuntura es otra terapia complementaria utilizada que ha demostrado beneficios
para los pacientes con AR, en el estudio realizado por Hughes (2009) donde se
explora las percepciones de los pacientes que recibieron tratamiento con acupuntura,
los resultados mostraron que los pacientes percibieron la acupuntura como el alivio de
una serie de síntomas de la Artritis Reumatoide incluyendo el alivio del dolor y la
mejora de la movilidad reumática, así mismo se percibió el alivio de una serie de
síntomas secundarios derivados de la Artritis Reumatoide, como la fatiga, la depresión
y el insomnio, lo que permitió a los pacientes sentirse normal otra vez y recuperar su
vida, lo que dio lugar a una mejora en el estilo de vida y de bienestar emocional y
autoimagen. Señala que la enfermera debe estar pendiente y consciente de las
terapias complementarias y populares, por lo que debe estar preparada para hablar
sobre los beneficios y los potenciales riesgos de las terapias complementarias, la falta
de evidencia científica para establecer firmemente la seguridad y eficacia de cierta
17
terapia complementaria debe ser compartida con el paciente, además enfermería debe
hacer hincapié en que es importante no reemplazar la terapia médica convencional
para la Artritis Reumatoide con una terapia complementaria no comprobada [13].
5.2.LA ALIMENTACION EN LAS PATOLOGIAS AUTOINMUNES ARTICULARES E INFLAMATORIAS
5.2.1. Importancia de la alimentación a rasgos generales en varias enfermedades autoinmunes (Lupus Eritematoso, Enfermedad Inflamatoria Intestinal
y Artritis Reumatoide)
La dieta en las enfermedades autoinmunes tiene gran importancia, es por eso por lo
que unos buenos hábitos de vida, como por ejemplo la ingesta adecuada de fruta,
verduras, fibra y ácidos grasos poliinsaturados junto con actividad física regular
pueden disminuir la inflamación y disminuir el dolor. Como por ejemplo ocurre con el
lupus eritematoso sistémico [14].
Un artículo relaciona esta enfermedad y la nutrición de estos pacientes afirma que se
hicieron varios estudios en el que analizan la dieta de una población con dicha
enfermedad y la de una población sana. Afirma que los pacientes con lupus ingieren
más grasas saturadas y menos fibra, a la vez que ingieren menos grasas mono y
polinsaturadas en comparación con la población control (sana). Por otra parte,
menciona que estos pacientes ingieren menos micronutrientes (hierro, magnesio,
vitamina B12…) que la población control. La poca ingesta de ácidos grasos mono y
polinsaturados junto con la fibra y los micronutrientes puede dar lugar a una mayor
respuesta inflamatoria y de dolor en estos pacientes. Por lo tanto, deberían llevar una
dieta completamente adaptada a ellos para evitar el avance de la enfermedad [14].
En la enfermedad inflamatoria intestinal se produce mucha desnutrición a nivel
intestinal es por eso por lo que es de vital importancia la adecuación a una dieta
especial para este tipo de patología. Hay una disminución de la ingesta alimentaria y
una carencia de absorción de nutrientes, aunque se ingieran. No hay evidencia
científica que relacione la aparición de esta enfermedad y los hábitos alimenticios de
cada persona, pero sí que existen ciertas hipótesis que intentan demostrar que si
influye. Parece haber una cierta relación entre el aumento de consumo de azucares y
carbohidratos refinados que en los países desarrollados se ha considerado como un
factor de riesgo. Sin embargo, el consumo de frutas y vegetales parecen disminuir ese
riesgo [15].
En la artritis reumatoide juegan un papel importante los ácidos grasos
poliinsaturados, en esta enfermedad se ha demostrado que los ácidos grasos n-3 son
capaces de disminuir la producción de los mediadores de la inflamación, no se
18
concreta ni en qué periodo de tiempo ni la dosis. Por otro lado, una dieta mediterránea
y la ingesta de aceite de oliva pueden tener ciertos efectos terapéuticos en esta
enfermedad (aunque los ensayos científicos realizados referentes al tema sean
escasos) [8].
5.2.2. Importancia de la alimentación en la artritis reumatoide ¿Es necesario darle importancia a la alimentación?
Los diferentes tratamientos utilizados para su abordaje están dirigidos
fundamentalmente a la supresión inespecífica del proceso inflamatorio con el objetivo
de mitigar los síntomas y signos de la enfermedad. Se ha demostrado que los lípidos
pueden actuar como coadyuvantes en el tratamiento de enfermedades de base
inflamatoria debido a sus implicaciones en el metabolismo celular y a su capacidad
para interferir en el proceso inflamatorio patológico [8].
La dieta mediterránea rica en pescado, verduras, frutas, legumbres y aceite de oliva
tiene un efecto protector frente a la enfermedad. Esto podría venir determinado por el
alto contenido de ácidos omega 3, ya que estos intervienen en la producción de
mediadores antiinflamatorios que inhiben la respuesta inflamatoria [8].
La dieta mediterránea se caracteriza por un alto contenido de frutas, vegetales,
legumbres y grasas insaturadas (especialmente aceite de oliva), un contenido
moderado de pescado y un bajo contenido de productos lácteos y carne roja. Los
componentes principales de dicha dieta (vitamina C y E, carotenoides y polifenoles)
poseen una alta capacidad antioxidante. La efectividad de la dieta mediterránea en
pacientes con artritis reumatoide se ha evaluado en varios ensayos y varios estudios
consideran que aporta beneficios [8].
En concreto, la evidencia obtenida a partir de los ensayos clínicos revisados permite
afirmar que los principales beneficios clínicos de la dieta mediterránea en la artritis
reumatoide están relacionados con el dolor, la rigidez matutina, el número de
articulaciones inflamadas, una mejora de la percepción de salud de los pacientes, y
una disminución de la actividad de la enfermedad (valorada mediante escalas tipo
EVA, o el cuestionario DAS) [8].
En estas revisiones se afirma que la dieta mediterránea reduce el dolor, y produce
una mejora en la función física. En cuanto a la disminución de marcadores
inflamatorios, tales como los niveles de proteína C reactiva (PCR), de IL-6 o de la tasa
de sedimentación eritrocitaria (ESR), en pacientes con artritis reumatoide que siguen
una dieta mediterránea, la evidencia no es unánime [8].
19
También se ha encontrado evidencia contradictoria en relación con la concentración
de ácidos grasos plasmáticos. Mientras que unos autores encuentran que no se
modifican con la dieta mediterránea, otros constataron un aumento en el porcentaje de
ácidos grasos n-3 acido eicosapentaenoico y acido docosahexaenoico (EPA y DHA) y
una disminución simultánea de los ácidos grasos n-6 (ácido dihomo -γ-linolénico). Por
otra parte, la adherencia a este tipo de dieta demuestra ser significativa en la mayoría
de los grupos experimentales en los que se aplica [8].
5.2.3. Relación entre determinados alimentos y la artritis reumatoide
Los pacientes que padecen AR debido a la ingesta de fármacos (antiinflamatorios no
esteroideos y los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad) provocan
una inflamación en el intestino delgado que aumenta la permeabilidad y con ello el
paso de bacterias y polipéptidos, se absorben en cantidades grandes que pueden
provocar brotes de AR. Alimentos con muchas especias, granos de cereal, lectinas
(legumbres / cereales) café fuerte o té y el alcohol puede aumentar la permeabilidad
intestinal. Evitar estos elementos puede reducir la permeabilidad gastrointestinal, lo
que reduce los síntomas de la enfermedad. Las lectinas, que se encuentran en las
legumbres y los cereales, pueden actuar como inmunógenos, alérgenos e irritantes
intestinales, y puede interactuar directamente con las bacterias del tracto digestivo [4].
Calcio y vitamina D Algunos estudios han puesto de manifiesto que la
suplementación de calcio no disminuye la incidencia de artritis reumatoide en mujeres
postmenopáusicas, incluso que los niveles altos de vitamina D pueden aumentar la
incidencia de esta enfermedad. Este hecho no está claro, pues otros estudios afirman
lo contrario. Se necesitan más estudios para explorar a fondo los beneficios y los
posibles efectos adversos [4].
Suplementación con vitamina E y otros antioxidantes, aunque hay pocos datos de
ensayos clínicos aleatorios disponibles. La suplementación de vitamina E no se ha
asociado con una reducción significativa en el riesgo de desarrollar AR entre las
mujeres. Otros estudios prospectivos sugieren que los antioxidantes de la dieta
pueden tener un efecto protector de AR. La ingesta de micronutrientes antioxidantes,
particularmente ciertos betacriptoxantina y suplementos de cinc y, posiblemente, las
dietas ricas en frutas y verduras crucíferas pueden tener un efecto protector contra el
desarrollo de la artritis reumatoide. Niveles bajos de selenio, pueden ser un factor de
riesgo para desarrollar AR en pacientes con factor reumatoide negativo; y niveles
bajos de alfa-tocoferol pueden ser un factor de riesgo para AR independientemente de
la presencia o no de factor reumatoide [4].
La lactancia materna de larga duración (más de 12 meses) está inversamente
relacionada con el desarrollo de la AR. Este efecto parece ser dosis-dependiente, con
20
una tendencia significativa hacia un menor riesgo con una mayor duración de la
lactancia materna [4].
Consumo de café El consumo de café puede ser un factor de riesgo para la AR,
posiblemente a través de mecanismos que contribuyen a la producción de factor
reumatoide. Sin embargo, esta hipótesis aún no se ha probado en ensayos clínicos.
En algunos estudios prospectivos, han encontrado poca asociación entre el consumo
de café, café descafeinado, o el té y el riesgo de padecer AR, fundamentalmente en
mujeres [4].
Así, parece ser que los suplementos de Ca y vitamina D o una intervención
conductual para aumentar la ingesta de calcio en adolescentes con artritis reumatoide
juvenil, dan lugar a un aumento pequeño, pero estadísticamente significativo de la
densidad mineral ósea. Asimismo, la ingesta excesiva de fibra podría disminuir la
absorción intestinal de calcio, debido a la presencia de ácido fítico en el salvado y
cubierta de legumbres y cereales. El ácido oxálico presente en las verduras y
hortalizas de la familia de las crucíferas (espinacas, coles, alcachofas, etc.) podría
interferir en la absorción del calcio. Por lo que no deben coincidir las tomas de
alimentos ricos en calcio con aquellos ricos en filatos u oxalatos. El consumo elevado
de sodio, alcohol y cafeína podría dar lugar a un aumento de excreción urinaria de
calcio que podría contribuir a acelerar la pérdida de masa ósea. Finalmente, debe
asegurarse un correcto estado de vitamina A (necesaria para el crecimiento y
desarrollo del esqueleto mediante su efecto sobre la síntesis de proteínas y la
diferenciación celular ósea), vitamina K, (relacionada con la densidad mineral ósea y la
incidencia de fracturas), vitamina C (su déficit puede provocar un déficit en la
producción de colágeno y matriz ósea, y especialmente en fumadores, el aporte de
vitamina C puede disminuir el número de fracturas), y el flúor (relacionado con la
actividad de los osteoblastos y la masa ósea). Para ninguno de dichos nutrientes se
han hallado estudios científicos que indiquen o recomienden su suplementación [4].
Suplementos de vitamina D De los estudios que se analizaron en el artículo, sólo un
estudio informó un efecto beneficioso, por lo que la base para el uso de la vitamina D
para el dolor crónico en adultos es baja en la actualidad. Esto se debe a la baja calidad
e insuficiencia de ensayos controlados aleatorios en esta área de investigación [4].
Suplementación con vitaminas del grupo B Es frecuente la detección de niveles
disminuidos de piridoxal, cianocobalamina y folatos en pacientes con AR, debido a un
metabolismo anormal de la homocisteína. Es aconsejable consumir alimentos ricos en
estas vitaminas: vísceras, cereales, legumbres, verduras [4].
Los pacientes en tratamiento con metrotexato deben tomar suplementos de fólico,
pues han demostrado reducir la toxicidad de este fármaco. El efecto de la
21
suplementación con ácido fólico tiene un efecto beneficioso sobre la homocisteína y
puede evitar la formación del metabolito 7-hidroxi-MTX [4].
En cuanto a la suplementación con vitaminas del grupo B los niveles bajos de vitamina
B6 observados en la AR pueden ser corregidos con la suplementación de 50 mg de
piridoxina durante 30 días, algunos estudios sugieren que los pacientes con artritis
reumatoide pueden tener mayores requerimientos de vitamina B6 que los de una
población normal sana [4].
Antioxidantes Los ensayos clínicos que evalúan la eficacia de la vitamina E en el
tratamiento de la artritis inflamatoria han sido metodológicamente débiles y han
producido resultados contradictorios. Actualmente, no hay pruebas convincentes de
que el selenio, vitamina A, vitamina C, o el producto de combinación ACE selenio es
eficaz en el tratamiento de cualquier tipo de artritis [4].
Ácidos grasos omega 3 En la artritis reumatoide, el contenido de ácidos grasos
polinsaturados de la dieta podría tener un efecto favorable en el proceso inflamatorio
[4].
La suplementación con aceite de pescado, rico en ácidos grasos polinsaturados
omega-3, reduce la rigidez articular a corto plazo y disminuye el número de
articulaciones doloridas e inflamadas en suplementaciones a largo plazo. Los omega-3
PUFAs son un tratamiento atractivo complementario para el dolor en las articulaciones
asociados con la AR. Además, la suplementación con ácidos grasos omega-3 explica
la reducción del riesgo cardiovascular, por sus efectos sobre la presión arterial, la
dislipemia, la trombosis y la inflamación. Aunque se carece de estudios específicos en
pacientes con AR, parece probable un doble efecto beneficioso de la suplementación
con ácidos grasos omega 3 [4].
Dieta vegetariana, actualmente no se conoce si posee un efecto beneficioso en la
artritis reumatoide debido a que los estudios sobre este tema son mínimos. Sin
embargo, se ha demostrado que la dieta sin gluten vegana en la AR induce cambios
que son potencialmente ateroprotectores y antiinflamatorios, incluyendo la disminución
de los niveles de LDL y LDL y los niveles de IgA [4].
Probióticos La suplementación de la dieta con Bacillus coagulans GBI30 en pacientes
con AR, parece mejorar la evaluación subjetiva del dolor, la evaluación global del
paciente reduce la PCR, y mejora la capacidad de caminar y participar en las
actividades diarias. No se han descrito efectos adversos relacionados con el
tratamiento. Aunque los probióticos no mejoran clínicamente la AR, se puede notar
una mejoría funcional.
22
Una dieta equilibrada, rica en frutas, vegetales, con proteínas de alto valor biológico,
con consumo moderado de cierto tipo de grasas (aceite de oliva y ácidos grasos
omega 3) y con control del peso, podría ser beneficiosa en la evolución de las
enfermedades reumáticas [4].
Resumen relación entre determinados
alimentos y la artritis reumatoide
Calcio y vitamina D No está claro si aumentan la incidencia de
padecer AR
Suplementación con vitamina E Parece no guardar relación con la incidencia
de padecer AR
La ingesta de una dieta rica en
micronutrientes antioxidantes parece tener
un efecto protector en el desarrollo de AR
Los niveles bajos de selenio favorecen el
desarrollo de AR (incluso en pacientes con
factor reumatoide negativo)
Lactancia materna Menor riesgo de desarrollar AR cuanto mayor
es la duración de la lactancia materna
Café Puede ser factor de riesgo para desarrollar
AR
Suplementos de Ca y D en artritis
reumatoide juvenil
En artritis reumatoide juvenil puede ser
beneficioso a nivel óseo
Siempre que se suplemente con calcio se
deberá evitar la ingesta de ciertos alimentos
que interfieren con la absorción de Ca
Suplementos de vitamina D Debido a la falta de evidencia no está claro si
podría resultar beneficioso en el dolor crónico
de la AR
Suplementos de vitamina B Pacientes con AR necesitan suplementación
con vitaminas del grupo B ya que se
encuentran disminuidas
La ingesta de acido fólico con metrotexato
disminuye la toxicidad del fármaco
Deben consumir alimentos ricos en vitaminas
del grupo B
Antioxidantes (selenio, vitamina A y C) No hay evidencia de que resulten
beneficiosos
Ácidos grasos omega 3 Efectos beneficiosos en el proceso
inflamatorio de la AR
Suplementos de aceite de pescado Mejora rigidez articular e inflamación en los
brotes de AR
Hay poca evidencia científica, pero parece
disminuir el riesgo cardiovascular
Dieta vegetariana La dieta sin gluten vegana en la AR induce
cambios que son ateroprotectores y
23
antiinflamatorios
Probióticos Parece mejorar subjetividad al dolor,
aumenta la calidad de vida y la funcionalidad
de los pacientes con AR
Tabla 1. [4]
5.3. Consecuencias de la artritis reumatoide
Las enfermedades reumáticas son la causa más común a la hora de encontrar
limitación para desempeñar el trabajo laboral, y hasta un 60 % de las personas se
tienen que jubilar anticipadamente o tiene que estar de baja durante una tiempo largo
o indefinido, aseguran que es por aquella enfermedad reumática que padezcan, esto
significa que se encuentran totalmente imposibilitados para desempeñar su trabajo.
Como consecuencia desencadena consecuencias económicas importantes dentro de
las familias. En toda Europa, se prevé que este tipo de enfermedades aumentara en
las próximas décadas a pasos agigantados. La prevalencia aumentara con la edad y
con los factores de estilo de vida tales como: la obesidad, el tabaquismo y el poco
ejercicio físico que se realice. Con el creciente número de población anciana y los
cambios en el estilo de vida que están teniendo lugar en toda Europa, en un futuro se
prevé que el número de pacientes aumente de manera espectacular a no ser que se
tomen medidas ahora en la actualidad. La organización de las naciones unidas (ONU)
y la organización mundial de la salud (OMS) han reconocido este hecho [16].
Se han evidenciado diversas consecuencias relacionadas con la calidad de vida y
limitación física en una unidad de medicina familiar de México, en el que se incluyeron
217 pacientes (mayores de 18 años) portadores de artritis reumatoide en un
determinado periodo del año 2015. Se midió la calidad de vida y la capacidad funcional
de los pacientes mediante varios instrumentos. Se confirmo que a menor discapacidad
mayor era la percepción de una buena calidad de vida en estos pacientes. También
destaca los factores psicosociales como un pilar fundamental para tener una menor
limitación física y a su vez una buena calidad de vida. Se demostró que aquellos
pacientes que tenían un menor apoyo psicosocial tenían más limitaciones en sus
actividades de la vida diaria y en el avance de la artritis reumatoide. Un mayor nivel
educativo influía directamente en el desarrollo de la enfermedad (conocimiento mayor
de la enfermedad, a sus complicaciones y mayor apego al tratamiento). Sin embargo,
las personas que tienen un nivel menor educativo ocurren lo contrario, menor apego al
tratamiento, al conocimiento de la enfermedad y a su desarrollo [17].
24
Figura 7. [10]
Estudios similares se realizaron en Cuba y Colombia en el año 2015 en el que también
se confirmaba que a mayor apoyo social menor era la percepción de los síntomas
(dolor y fatiga) de la enfermedad por parte de los enfermos. Es por ello en que se debe
hacer hincapié en el control de esta enfermedad, como se va desarrollando los
síntomas y esa discapacidad pues si se detectara de manera temprana se puede
incidir en el tratamiento a la enfermedad (tanto farmacológicamente como no
farmacológicamente) y así mantener una correcta calidad de vida con una vigilancia
continua sobre las complicaciones que puedan aparecer en dicha enfermedad [17].
La tensión nerviosa puede ser un factor importante en el desarrollo de la enfermedad
ya que en pacientes con enfermedades crónicas ocurren cambios continuos de humor,
tienen tendencia a la depresión y padecen de ansiedad, en cuanto al estado civil de
estos pacientes se ha demostrado que los que poseen una pareja sentimental menos
limitación y discapacidad funcional padecen, ya sea por el sentimiento de cuidado
hacia su pareja o por su instinto de apoyo y dedicación a la persona enferma. Es por
eso por lo que cuanto mayor sea el apoyo psicosocial de estos individuos, mayor será
la adaptación a la enfermedad [17].
El padecimiento de esta enfermedad lleva a limitaciones físicas, económicas y
laborales. Las limitaciones del día a día pueden ser el aseo diario, las actividades
cotidianas diarias como cocinar, limpiar, comer, fregar… No solo afecta al hogar sino
también al entorno laboral y social. Imposibilita la realización de determinadas
actividades sociales, físicas incluyendo las laborales (Figura 8). Se puede afirmar que
las actividades que más imposibilitan son el caminar y el comer debido al dolor y el
entumecimiento de las articulaciones. Las enfermedades reumáticas son entre las
enfermedades crónicas, las primeras en orden de frecuencia en el territorio catalán, y
25
así lo afirman otras comunidades autónomas como Galicia o la comunidad de Madrid.
También ocurre lo mismo en muchos países europeos [18].
Cabe destacar que, los problemas reumáticos ocurren principalmente en un rango de
edad avanzada y fundamentalmente lo padece con más frecuencia el sexo femenino.
Cada día la calidad de vida es mayor por lo tanto se produce una mayor longevidad en
toda la población mundial en general, es por ello por lo que, a mayor paso del tiempo,
las expectativas de vida serán mayores y esta enfermedad que debuta cuando
comienza la tercera edad tendrá más margen de desarrollo cuanto más longeva sea la
persona que lo padece [18].
Esta enfermedad, junto con todas las reumáticas conocidas tienen cada vez más
incidencia en nuestra población, no son tratadas de forma prioritaria en los sistemas
sanitarios ya que afectan a la calidad de vida y a las actividades de la vida diaria ya
que afectan a las personas entradas en edad y a las mujeres [18].
26
5.4.ROL DE ENFERMERIA
5.4.1. Abordaje de la dieta en la consulta de enfermería
La enfermera debe evaluar el estado de nutrición y dietética de los pacientes con AR,
los síntomas pueden ser peores en las personas con sobrepeso lo que genera como
consecuencia un aumento de la tensión en las articulaciones [13].
La suplementación con ácidos n-3 poliinsaturados de cadena larga (PUFA) grasos que
se encuentra en alimentos marinos, demuestra consistentemente una mejora en los
síntomas y una reducción en el uso de Anti Inflamatorios No Esteroideos. También se
consideran las pruebas relativas a otros ácidos grasos, antioxidantes, zinc, hierro,
ácido fólico, que se encuentran en los vegetales, vitaminas del complejo B en hígado,
carne, arroz integral, pescado, mantequilla, germen de trigo, cereales integrales, soya,
calcio, y vitamina D en productos lácteos, también el fluoruro, el cual se encuentra en
alimentos como sardinas, salmón, bacalao, mariscos, pollo, gelatinas, lechuga entre
otros. La evidencia actual sugiere que los pacientes con AR deben consumir una dieta
balanceada rica en cadena larga n- 3 PUFA y antioxidantes contenidos en las uvas,
bayas, zanahorias, espinacas entre otros alimentos [13].
Consumir una dieta que sea alta en fibra, baja en grasa y azúcar, y que contenga
frutas y verduras puede ayudar a mantener un peso saludable y proporcionar al cuerpo
vitaminas necesarias y minerales [13].
Los pacientes con Artritis Reumatoide están en riesgo del desarrollo de la
osteoporosis, por lo que es importante que consuman una dieta rica en calcio y
vitamina D.
Según un estudio, afirma que los pacientes con Artritis Reumatoide tratados con dieta
mediterránea obtuvieron una reducción de la actividad inflamatoria, un aumento en la
función física, y mejoraron su vitalidad; el consumo de pescado, aceite de oliva y
vegetales cocidos puede tener efectos protectores independientes en el desarrollo o
gravedad de la Artritis Reumatoide. Según varios estudios la disminución o eliminación
del consumo de carne, lácteos o alimentos que puedan causar alergias pueden ayudar
a disminuir los síntomas [13].
Los estudios también encontraron que el aceite de pescado puede reducir la
necesidad de AINE y otros medicamentos usados en la AR [13].
El proceso inflamatorio de la AR implica un aumento de las necesidades proteico-
calóricas del paciente, frecuentemente nos encontramos con desnutrición y bajo peso
corporal siendo adecuado pauta runa dieta muy rica en nutrientes y un adecuado
aporte de energía [4].
27
Cabe destacar que se observa una disminución de masa magra en los pacientes
debido a un aumento de gasto energético y al aumento del catabolismo de proteínas
estructurales (por las citoquinas inflamatorias), en consecuencia, se pierde musculo,
tejido visceral y un debilitamiento del sistema inmune, esto recibe el nombre de
caquexia reumatoide, manifestada por perdida de fuerza muscular y poca tolerancia al
ejercicio.
Los objetivos en las patologías articulares son: frenar la pérdida de masa ósea,
favorecer la recuperación de fracturas óseas y mejorar los trastornos inflamatorios
asociadas al hueso y a las articulaciones. La alimentación, el estilo de vida y el estado
nutricional, son los factores modificables más importantes en el crecimiento y el
mantenimiento de la masa ósea [4].
5.4.2. Papel de enfermería en artritis reumatoide: Educación sanitaria
A pesar de la importancia que presenta la carga genética como factor de riesgo en el
desarrollo de la enfermedad, no es un factor determinante para su desarrollo, ya que la
influencia de otros agentes no genéticos es muchas veces la responsable de su
aparición, por lo que el papel de la enfermera desde atención primaria es importante
para promocionar hábitos saludables y eliminar aquellos factores que puedan
contribuir al desarrollo de la enfermedad [19].
Una vez establecido el diagnóstico y perfilado el pronóstico, el equipo asistencial
informará al paciente acerca de las características de la enfermedad y recabará
información sobre sus circunstancias particulares, como su situación laboral, sus
hábitos de vida o el apoyo familiar y social con el que cuenta [19].
De esta manera, con la participación por parte del paciente, se esboza un «plan de
tratamiento» a medio y largo plazo. Un plan en el que, además de contemplarse la
terapia farmacológica, se individualizan las recomendaciones generales y se sugieren
las terapias complementarias potencialmente convenientes según la gravedad de las
manifestaciones y las circunstancias personales (Figura 9): [19]
• Seguir una dieta sana (alimentación adecuada en base a su patología): Ciertos
componentes nutricionales tienen implicaciones en el metabolismo celular e interfieren
en el proceso inflamatorio patológico por lo que pueden actuar como coadyuvantes en
el tratamiento de numerosas enfermedades inflamatorias, entre las que se incluye la
AR [19]
• No fumar [19]
28
• Dormir un mínimo de ocho horas diarias [19]
• Realizar un ejercicio físico aeróbico moderado (30 minutos, tres veces por semana)
[19]
• Moderación en el consumo de bebidas alcohólicas [19]
• Evitar, dentro de lo posible, las actividades laborales o de ocio que conlleven un
esfuerzo físico que sea demasiado intenso o sostenido [19]
5.4.3. Las estrategias de enfermería: Consulta de enfermería en reumatología
La sociedad española de reumatología aconseja que la enfermera participe en el
bienestar y calidad del individuo que sufre de artritis reumatoide. Su abordaje puede
ser a través de una interconsulta haciendo un control de síntomas, efectos
secundarios debido a fármacos incluidos en el tratamiento, en resumen, detectando
problemas derivados de la enfermedad y la rápida derivación posible a otros
profesionales sanitarios dependiendo de la problemática que presente, también se
pone a disposición información acerca de la enfermedad y se da conocer asociaciones
sin ánimo de lucro que puede proporcionar ayuda al paciente. Por otro lado, la
enfermera puede trabajar dentro de la consulta de reumatología, comprendiendo y
ayudando desde la competencia enfermera a aquel paciente que tenga falta de
información acerca de la enfermedad, que tenga problemas para la adaptación a ella
(problemática social, familiar, laboral) y que la figura enfermera sea ese punto de
apoyo al que pueda recurrir en todo lo relacionado con la enfermedad [20].
Las consultas de enfermería en reumatología (CER) son modelos organizativos
asistenciales centrados en el paciente reumatológico en el ámbito de competencias de
enfermería. Los pacientes reumatológicos no solo sufren por las manifestaciones
clínicas de la enfermedad, sino que en ellos también influyen la discapacidad y la falta
de apoyo laboral o familiar [6].
Por este motivo, debe atenderse a estos enfermos de manera holística, para lo cual, la
enfermería debe evaluar los conocimientos que tiene el propio enfermo de su proceso
de enfermedad y del manejo de la misma, así como su capacidad para el autocuidado,
teniendo en cuenta factores sociales y familiares. Por tanto, la CE tiene como objetivo
principal facilitar la independencia del paciente mediante el empoderamiento y la
educación, además de colaborar en la evaluación de la actividad inflamatoria de la
enfermedad, facilitar la detección precoz de efectos secundarios y comorbilidad, y
mejorar la educación relacionada con la salud. El empoderamiento es un proceso por
el cual se logra hacer consciente al paciente de su capacidad para detectar y resolver
29
problemas relacionados con su enfermedad, lo que le da la oportunidad de adoptar
actitudes positivas frente a la patología para que sea capaz de entenderla [6].
Factores como la revisión conjunta regular de la enfermedad con el profesional, la
dedicación del tiempo necesario, la escucha activa, aumentar los conocimientos y
mejorar el entendimiento de la enfermedad facilitan empoderar al paciente. Por otro
lado, la educación al paciente tiene como objetivos reducir el dolor y la discapacidad,
aumentar la adhesión al tratamiento, dar a conocer normas de protección articular y
promover estilos de vida saludables. Para lograr todos estos objetivos, la enfermería
debe tener en cuenta el comportamiento humano y sus determinantes. La autoeficacia
se define como la confianza que tiene una persona en su habilidad para realizar una
tarea específica o lograr un determinado objetivo. Por otro lado, la motivación
intrínseca de cada paciente les hace realizar actividades que consideren interesantes,
agradables y satisfactorias. Así, la enfermería deberá buscar los puntos de motivación
de la persona para conseguir cambios de comportamiento positivos [6].
En la Consulta enfermera (CE) para reumatismos inflamatorios, el plan de cuidados se
centra en favorecer el autocuidado del enfermo mediante los métodos anteriormente
mencionados, además de proporcionando herramientas que faciliten la toma de
decisiones sobre cómo manejar su enfermedad [6].
La enfermera especialista en reumatología, con una debida formación en este tipo de
enfermedades puede ayudar a controlar los síntomas, una mejor adherencia al
tratamiento por parte de los pacientes, proporcionar información acerca de esta
patología entre otras cosas. A continuación, se describen las competencias de una
enfermera especializada en este ámbito: [20]
Información sobre la enfermedad y el manejo de esta, de forma gradual,
prudente y sincera, generando siempre una actitud positiva ante la patología [6]
Adiestramiento del paciente en el manejo de los fármacos autoadministrables
para favorecer su autonomía y el buen uso de la medicación, detectando
efectos secundarios [6]
Administración de fármacos [20]
Ayudar al paciente a corregir malos hábitos posturales o gestuales [6]
30
Programar con el paciente, en función del dolor y de la inflamación articular, un
programa de ejercicios para mejorar la movilidad y la salud cardiovascular [6]
Realización de férulas de reposo que sean ligeras, reformables, estéticas,
cómodas y fáciles de colocar. Información sobre ayudas técnicas [6]
Proporcionar accesibilidad [6]
Seguimiento de tratamientos con FAME y/o agentes biológicos [6]
Proporcionar una mayor adherencia al tratamiento [20]
Una vez diagnosticada, tener controlada la enfermedad desde su inicio
(controlar síntomas, posibles problemas familiares o sociales que puedan
aparecer, conocer la enfermedad) [20]
Controlar que puntos articulares se inflaman y llevar un control periódico [20]
Conocer el dolor del paciente, sintomatología y más parámetros que se
incluyen dentro de los cuestionarios de evaluación de estos pacientes [20]
Ayudar al médico reumatólogo en diversas técnicas sanitarias como pueden
ser infiltraciones, artrocentesis, ecografías y capilaroscopias [20]
Menores listas de espera en las consultas médicas: los pacientes que tengan
dudas acerca de su patología pueden pedir cita con la enfermera con el fin de
preguntar cuestiones acerca de la enfermedad: información, dudas sobre
tratamiento pautado por el médico, revisiones de las analíticas sanguíneas ya
extraídas, medidas para disminuir los síntomas, dieta a seguir…etc. [20]
Proporcionar al paciente el servicio telefónico para la resolución de dudas,
problemas y comunicación de resultados pendientes [20]
En resumen, la enfermera de reumatología tiene un papel muy importante dentro del
asesoramiento al paciente, enseñándole a manejar su enfermedad y proporcionándole
información. Además, ofrece soporte emocional, resulta fácil acceder a ella, hace de
31
filtro de visitas urgentes y es una persona de referencia para el paciente dentro del
servicio de reumatología [6].
Sin embargo, la especialización en reumatología por parte de los profesionales de
enfermería es una realidad aún en desarrollo en España, por lo que es importante
fomentar la idea de que un trabajo conjunto reumatólogo-enfermera, permite mejorar la
calidad de la atención recibida, y que ésta sea proporcionada a un mayor número de
pacientes [6].
5.4.4. Consulta de enfermería VS consulta médica: El rol de cada profesional
A pesar de que los reumatólogos llevan un control de sus pacientes que padecen de
artritis reumatoide se ha evidenciado de que los pacientes que acuden a la consulta de
enfermería periódicamente y como revisión de su enfermedad de forma rigurosa y
continua muestran resultados positivos tanto en la capacidad funcional como en el
control del dolor y en la calidad de vida. En cuanto al mantenimiento de la enfermedad
trata, se evidencia que muestran los mismos resultados en el mantenimiento de esta
patología que se hace en la consulta del reumatólogo que en la de enfermería [22].
Hoy en día, en nuestro país ya existen consultas de enfermería especializadas en
reumatología, en las cuales se atiende a los pacientes con AR, se cree que cada
profesional tiene que sacar el máximo partido a sus habilidades profesionales, y seguir
en una aprendizaje continuo y formación [22].
En una organización es importante la distribución del trabajo de forma organizada y
adecuándose a las competencias de cada profesional, la visión de la enfermería a
cambiado, hace años el objetivo en las distintas especialidades médicas era el de
contratar a diestro y siniestro profesionales médicos ya que se apostaba por el modelo
medico tradicional. Con el paso de los años se han descubierto nuevos horizontes en
la enfermería, en concreto en las consultas de enfermería de reumatología de nuestro
país se defiende el entrenamiento de enfermeras para la especialización en esta área
que sean capaces de medir resultados, manejar problemáticas y tomar decisiones que
se presenten en la consulta y ser un punto de referencia al que el paciente acuda
antes de verse con el médico. En la consulta de enfermería de enfermedades
reumáticas se realizarán controles de medicación, administración de fármacos,
realización de interconsultas telefónicas [22].
32
CONCLUSIONES
Mediante una revisión bibliográfica en diferentes bases de datos, libros electrónicos,
revistas electrónicas…etc. Llegamos a varias conclusiones en cuanto a la artritis
reumatoide.
Estudiando diferentes enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso, enfermedad
inflamatoria intestinal y artritis reumatoide) se ha evidenciado que la alimentación toma
un papel fundamental en este tipo de patologías.
Así mismo, la enfermera conocedora de este tipo de patologías sabrá orientar al
paciente hacía unos hábitos de vida saludables, haciéndole saber la importancia de la
alimentación desde el primer momento en el que la enfermedad es diagnosticada,
proporcionándole información suficiente acerca de los alimentos que debe comer y
cuáles no, evitando siempre el sobrepeso, animando al paciente a realizar actividad
física moderada y advirtiéndole de los hábitos nocivos como pueden ser el fumar,
tomar alcohol y café.
1. Cabe destacar la importancia de una buena alimentación en las enfermedades
autoinmunes puede ayudar notablemente a mitigar los síntomas de la
enfermedad, mejorar la funcionalidad y hacerla más llevadera.
2. Los ácidos grasos polinsaturados (derivados del pescado), pueden reducir en
cierta manera los síntomas de inflamación y dolor en la artritis reumatoide.
3. No se ha evidenciado que el tomar o no este tipo de ácidos grasos en el lupus
eritematoso sea condición para que aparezca la enfermedad, pero si se ha
evidenciado que las personas que padecen esta patología consumen más
grasas saturadas y menos poli y monosaturadas.
4. En la enfermedad inflamatoria crónica intestinal parece ser un factor de riesgo
una dieta alta en carbohidratos y azucares.
5. Se ha evidenciado que en la AR llevar una dieta mediterránea equilibrada, que
predomine el consumo de frutas y verduras, que incluya también aceite de
pescado y aceite de oliva (con un consumo controlado y moderado) puede
aumentar la calidad de vida de estos pacientes.
33
6. No se ha evidenciado que las dietas vegetarianas o veganas sean beneficiosas
o supongan o no un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad ya que hay
escasez de estudios referente a ese tema.
7. El profesional de enfermería debe ser conocedor de la situación biopsicosocial
del paciente, llevar una revisión continua del paciente (cuestionarios del dolor,
observación de evolución enfermedad, toma de constantes, controlar
tratamiento). Con una ayuda integral y de forma continuada por parte de los
profesionales sanitarios encargados del paciente con AR puede aumentar la
calidad de vida de este, mejorar su funcionalidad y el bienestar en su totalidad.
Siempre y cuando se ponga a disposición la consulta de enfermería como tal,
de forma presencial y telefónica.
34
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