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EL MECANISMO DEL TRANSPORTE DE K+ EN LA LEVADURA
THE MECHANISM OF POTASSIUM TRANSPORT IN THE YEAST
Antonio Peña Díaz. Departamento de Genética Molecular. Instituto de Fisiología Celular, UNAM.
Resumen
Esta es una revisión de una serie de trabajos realizados hace muchos años,
en un principio sobre el mecanismo de la estimulación del metabolismo energético
de la levadura por la presencia del ion potasio. Una primera serie de experimentos
nos llevó a entender y postular un mecanismo claro por el cual este catión produce
la estimulación del metabolismo energético. Sin embargo, también describo cómo
a partir de los primeros experimentos, llegamos a establecer una correlación de
los resultados obtenidos, con el transporte de los cationes monovalentes,
principalmente el potasio, derivado de su requerimiento energético, así como otros
experimentos que permitieron confirmar el mecanismo propuesto. Aunque los
trabajos se realizaron hace muchos años, creo que puede servir como un ejemplo
interesante, en especial para los jóvenes, de cómo la exploración de un fenómeno
aparentemente simple resultó en una contribución importante al conocimiento.
Palabras clave: transporte de potasio, levadura, mecanismo.
Summary
This is a review of the work performed many years ago, initially around the
stimulating effect of potassium ion on yeast fermentation and respiration. A first
Cárdenas Monroy C, González Andrade M, Guevara Flores A, Lara Lemus R, Matuz Mares D, Molina Jijón E, Torres Durán PV. Mensaje Bioquímico, Vol. XL, 21-38, Depto. de Bioquímica, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. Cd. Universitaria, CDMX.,MÉXICO.(2016). (http://bioq9c1.fmedic.unam.mx/TAB)
(ISSN-0188-137X)
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series of experiments led us to understand and postulate a clear mechanism of
how is it that this cation produces the stimulation of energy metabolism. However, I
also describe how the initial experiments led us to establish a correlation of the
results obtained with the transport of monovalent cations, and the energy required
for its operation, as well as another series in which we could provide additional
proof of the scheme proposed. We present additional information about how our
experiments led other authors to perform experiments that resulted in the
confirmation of the mechanisms proposed. Although the work was performed many
years ago, it is my belief that it may provide an interesting example about the
exploration of a theme that finally resulted in a very important contribution to
knowledge.
Keywords: Potassium transport, yeast, mechanism.
Los pasos iniciales
Hace muchos años iniciamos la búsqueda de un sistema biológico que
respondiera diferente al Na+ y al K+. Aunque se relatan hechos de hace mucho
tiempo, creo que la evolución de los experimentos que realizamos podrían servir
de ejemplo, en especial para los jóvenes que asisten a este Taller.
A principios de los sesentas, Armando Gómez Puyou y yo empezamos dos
proyectos con nuestros maestros, José Laguna y Jesús Guzmán; iniciamos
también nuestra carrera docente impartiendo el curso completo de Bioquímica y
participando en los seminarios del Departamento. Pero entre el ya creciente
número de estudiantes decidimos organizar otros seminarios para profundizar en
nuestros conocimientos; revisamos primero un compendio sobre enzimología [1]
que nos dio sencillas pero buenas bases sobre el tema. Luego optamos por
revisar otro libro, resultado de un simposio organizado por Hans Krebs [2], en el
que participaron muchos de los más destacados investigadores de la época:
Krebs, Chance, Potter, Lynen, Lipmann, Racker, Lehninger, Slater, Estabrook,
Holzer, y otros. De ese libro, cada capítulo nos dio una visión moderna, no sólo de
lo último en regulación metabólica, sino también sobre los equipos modernos y las
técnicas para seguir el comportamiento de los intermediarios del metabolismo,
abriendo posibilidades de realizar nuestros propios estudios en los temas que
empezábamos a atacar. De esos seminarios logramos conocer las técnicas
necesarias para extraer de las células y analizar casi cualquier metabolito.
Nuestro trabajo se inició gracias a una inquietud nacida de una casualidad.
Yo medía la actividad de la glutamato deshidrogenasa mediante un método
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indirecto, el cual consistía en seguir el consumo de oxígeno en homogeneizados
de hígado de rata, utilizando glutamato como sustrato. Como amortiguador
utilizaba fosfato de potasio, que un día se terminó en el Departamento de
Bioquímica de la Facultad, de modo que decidí utilizar en su lugar fosfato de
sodio. Gran sorpresa, la respiración era mayor con el amortiguador de fosfato de
sodio, pero sólo con fosfatos; no así con cloruro o citrato en el medio. Publicamos
los resultados de este hallazgo, pero esta circunstancia generó en el grupo, en
particular en Armando Gómez Puyou y yo, la inquietud por encontrar un sistema
que nos diera respuestas sobre las diferencias entre el potasio, el principal catión
intracelular y preferido por prácticamente todas las células del planeta y el sodio,
su vecino en la tabla periódica. Armando decidió estudiar el efecto de un esteroide
sintético, nuevo entonces, la triamcinolona, en mitocondrias de hígado de rata, y lo
más importante es señalar que a partir de sus trabajos en este tema, y luego
muchos más, nació el estudio de la bioenergética en México.
Los estudios con levadura
Yo por mi parte realicé una estancia en el Albert Einstein College of
Medicine, en Nueva York, con el Dr. Abraham White, Jefe del Departamento de
Bioquímica. Me encargó un proyecto que no me gustó en absoluto, no obstante
que logré tres publicaciones. Pero inspirado por la idea que ya había surgido entre
nosotros, me dediqué por las noches a buscar en la biblioteca algún sistema en el
cual estudiar las diferencias entre el sodio y el potasio. Había distintas opciones;
sin embargo, la mayoría utilizaban células en cultivo, sistema prácticamente
imposible en México, por el equipamiento, condiciones y costos. Pero encontré un
trabajo del grupo de Aser Rothstein [3] en el que, aunque con un título extraño,
reportaron una estimulación de la fermentación por el potasio en la levadura de
pan; de hecho, realizaron los experimentos utilizando levadura comercial. Me
entusiasmó el sistema; además lo consideré factible en México, y al regresar, a
principios de 1965, planteé la idea a nuestro maestro y Jefe del Departamento, el
Dr. José Laguna, quien no sólo aceptó la idea, sino me apoyó con un rincón para
incubar las levaduras, con un sistema no muy preciso para mantener la
temperatura, y un agitador orbital que mandamos hacer con un herrero.
Empezamos por verificar los resultados de Rothstein, encontrando primero
que era necesario ayunar; es decir, incubar las células en agua durante unas 12 o
24 horas para ver los resultados siguientes, en µmoles/g de peso húmedo en
incubaciones de 10 minutos:
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Etanol Glucosa
producido consumida
NaCl 158 100 KCl 252 161 Ninguno 158 89
Puede verse que la presencia del potasio produce un aumento del 60 y 80
por ciento, respectivamente, en la producción de alcohol y el consumo de glucosa.
Esto era sin embargo sólo el principio; quedaba la pregunta sobre el mecanismo
de la estimulación. Empezamos por medir los cambios de los intermediarios de la
glucólisis, extrayéndolos con ácido perclórico, en células incubadas en ausencia o
presencia de potasio, sin encontrar resultados coherentes. Pronto caímos en
cuenta de que, como habían descrito otros autores, y se verá en seguida, la
glucólisis tiene mecanismos muy rápidos de ajuste, de modo que era necesario
cambiar de estrategia. Utilizamos el método de extracción en la levadura descrito
por Maitra y Estabrook [4], y realizamos los experimentos extrayendo los
metabolitos a tiempos cortos luego de la adición del KCl (potasio). Los resultados
fueron los que se muestran a continuación (Figura 1).
Figura 1. Cambios de concentración observados en intermediarios glucolíticos después
de la adición de K+.
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Como puede verse en la Figura, encontramos que de los intermediarios de
la glucólisis, algunos disminuían a los pocos segundos de agregado el KCl, y son
los siguientes: glucosa-6-fosfato, fructosa-1,6-bisfosfato y dihidroxiacetona fosfato;
debe aclararse que, por su baja concentración, no pudimos medir el glceraldehído-
3-fosfato. El siguiente grupo de datos interesante fue que al agregar KCl
aumentaba de inmediato el 3-fosfoglicerato (tampoco fue posible medir, por su
baja concentración, el 1,3-bisfosfoglicerato), pero observamos también un
aumento transitorio del fosfoenolpiruvato. Esta información, entonces, nos llevó a
localizar el efecto de la adición del potasio entre la gliceraldehído-3-fosfato
deshidrogenasa y la fosfoglicerato cinasa, como lo indican las flechas gruesas de
la Figura 2 siguiente:
Figura 2. Efecto sobre las enzimas gliceraldehído 3 fosfato deshidrogenasa y la fosfoglicerato cinasa ante la adición de KCl, donde lo indican las flechas gruesas.
Otro metabolito importante era el par NAD/NADH, el segundo de los cuales
se puede seguir por fluorescencia excitando a una longitud de onda de 340 y
recibiendo a 460 nm (Figura 3).
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Figura 3. Formación del NADH en células de Saccharomyces cerevisiae en presencia de oxígeno y en anaerobiosis (trazo inferior) tras la adición de KCl.
Los cambios del NADH son por demás interesantes. En las células de
levadura, en particular Saccharomyces cerevisiae, al agregar glucosa a las
células, casi de inmediato, al llenarse los metabolitos previos a la gliceraldehído-3-
fosfato deshidrogenasa, hay un aumento rápido del NADH, pero al continuar el
llenado de la vía, se produce una importante disminución, porque el NADH que se
generó es utilizado por la alcohol deshidrogenasa para producir etanol a partir del
acetaldehído. Pero importante también es que hay una competencia por el NADH
entre la glucólisis y la mitocondria; lo más interesante es que cuando la segunda
deja de funcionar, porque se agota el oxígeno, y ya sólo funciona la glucólisis, los
niveles de NADH son mayores en presencia del potasio. Pero también en el trazo
inferior de la Figura puede verse que ya en anaerobiosis, la adición del KCl
produjo un aumento inmediato de la fluorescencia, reafirmando la idea de que el
efecto del potasio tenía lugar en la vecindad de la gliceraldehído-3-fosfato
deshidrogenasa, o la 3-fosfoglicerato cinasa. Aunque los datos no eran de ninguna
manera concluyentes, en especial porque los cambios de los niveles de ADP y
ATP no encajaban en ningún esquema, logramos publicar los resultados en 1967
[5].
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El problema persiste; no sabemos el mecanismo de la estimulación, pero
encontramos la manera de seguir.
Los resultados de los cambios del ADP y del ATP no tenían ningún sentido.
Nos llevó meses aprender una lección: no tomar las recetas de otros autores al pie
de la letra. Caímos en cuenta que, por alguna razón, la concentración de ácido
perclórico que utilizábamos para extraer el ATP y ADP eran insuficientes. Fue
necesario aumentar la concentración para lograr la adecuada extracción del ATP y
ADP para observar una disminución inmediata, pequeña y transitoria, pero
constante, de los niveles del ATP, y un aumento de las mismas características en
el ADP (Figura 4).
Figura 4. Concentración de ATP y ADP observada tras la adición de K+ a la levadura.
Ya con estos resultados, decidimos medir los mismos cambios utilizando etanol
como sustrato, menos eficaz en la levadura como fuente de energía que la
glucosa, y también el butanol, que es aprovechado aún con menor eficacia que el
etanol. En estos experimentos, los resultados fueron mucho más evidentes, como
se muestra en la Figura 5 siguiente: observamos una importante disminución del
ATP, con un aumento correspondiente del ADP, que se producen de manera
inmediata luego de la adición del KCl.
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Figura 5. Cambio en la concentración de ATP y ADP tras la adición de K+, utilizando como sustrato etanol (A) y butanol (B).
Con estos experimentos, ya el asunto era mucho más simple; la pregunta
siguiente fue: si baja el ATP y sube el ADP, qué pasa con el fosfato. Medimos los
cambios de los niveles del fosfato con los tres sustratos, con el resultado que se
muestra en seguida (Figura 6); A es con etanol, B es con butanol y C es con
glucosa.
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Figura 6. Cambios en la concentración de Pi tras la adición de K+ utilizando como sustrato etanol (A), butanol (B) y glucosa (C).
Ahora sí, logramos encontrar que la adición del potasio produce el aumento
de una actividad de ATPasa:
ATP ADP + Pi
Los datos permitían desechar la propuesta de Rothstein y Demis [3],
quienes suponían que el mecanismo implicaba la estimulación de alguna enzima
de la glucólisis por el K+ que entraba a las células. Aunque el potasio, en efecto,
entra a las células, era difícil explicar lo inmediato de los cambios observados,
pues, aunque el catión, en efecto, entra a las células, sería difícil que en unos
segundos alcanzara la concentración necesaria para estimular alguna enzima.
Además, en esta fase del trabajo encontramos también que el K+ produce una
estimulación de la respiración. Este dato discrepaba de lo reportado por Rothstein
y Demis [3], quienes no encontraron efectos sobre la respiración. Así, el aumento
del ADP al agregar K+, los cambios de los intermediarios de la glucólisis y la
estimulación de la respiración por el K+, nos permitieron ofrecer una explicación,
aunque incompleta, de cómo se da la estimulación de la fermentación por la
presencia del catión. Era claro que tanto la respiración como la fermentación se
aceleraban al agregar K+ por el aumento del ADP que se producía. Con estas
conclusiones publicamos nuestros datos [6] (Figura 7).
Figura 7. Efecto del K+ en el consumo de oxígeno a pH bajo (izquierda) y pH alto (derecha). Línea continua indica glucosa como sustrato y la línea punteada indica etanol como sustrato.
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¿Y qué pasa con el pH?
Ya Rothstein y Demis [3] habían encontrado que sólo aumentar el pH del
medio también aceleraba la fermentación de la levadura, y también que los efectos
del K+ dependían del pH del medio; es decir, el catión sólo estimulaba cuando el
pH del medio era bajo; no a pH alto.
Tales datos nos llamaron la atención, de modo que decidimos realizar otra
serie de experimentos semejantes, en especial porque en el experimento de la
Figura anterior encontramos que a pH de 4.0 (A), también la respiración se
estimulaba, tanto con glucosa (línea continua), como con etanol (línea punteada),
pero, con ambos sustratos, al elevar el pH (B) también se estimulaba la
respiración, y en esa condición ya no tenía efecto el K+.
Fue así que hicimos experimentos en los cuales observamos los cambios
de los intermediarios de la glucólisis y del NADH, semejantes a aquellos en los
que en lugar de agregar K+, se agregaba tris para elevar el pH del medio. Nos
llamó fuertemente la atención que los cambios eran muy semejantes a los
observados al agregar K+ a pH bajo (Figura 8).
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Figura 8. Cambios en intermediarios glucolíticos tras la adición de tris para generar un aumento en el pH del medio.
En resumen, disminuían de manera rápida e inmediata los niveles de los
intermediarios anteriores a la gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa, y de los
que nos fue posible medir, aumentaban el 3-fosfoglicerato, el fosfoenolpiruvato, el
piruvato y el acetaldehído. Pero también eran semejantes los cambios del NADH
al cambiar de pH 4.0 a 7.5. Sus niveles eran mayores a pH 7.5 que a 4.0.
Figura 9. Cambio en los niveles de NADH dependiendo el pH del medio.
Tales datos nos llevaron entonces a medir los cambios de los niveles de ATP y
ADP. A continuación, se muestran los resultados obtenidos con etanol como
sustrato (Figura 10):
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Figura 10. Cambio en los niveles de ATP y ADP observados tras un aumento en el pH del medio.
Encontramos que, como con la adición del K+, el aumento del pH daba lugar
a una notable, rápida y transitoria disminución de los niveles de ATP y cambios
opuestos en el ADP (línea continua), pero que si el experimento se hacía en un
medio con un pH alto (7.5), en primer lugar, los niveles de ATP eran más bajos y
los de ADP más altos, y la adición de K+ ya no tenía casi efecto. Algo semejante
se encontró con los niveles de fosfato inorgánico.
En resumen, encontramos varios efectos que se podían integrar como sigue; el
aumento del pH produce:
1. La estimulación inmediata de una ATPasa
2. La disminución del ATP y el aumento consecuente de los niveles de ADP
3. Este aumento a su vez daba lugar a la aceleración de la fosfoglicerato
cinasa y la piruvato cinasa, y por tanto, de la glucólisis.
4. El aumento de los niveles del ADP también explicaba la aceleración de la
respiración.
¿Y qué con el transporte? Por esas fechas, Mitchell [8] había ya propuesto su teoría quimiosmótica para
explicar los mecanismos de transformación de la energía en la mitocondria, en la
cual proponía, por una parte, que algunos componentes de la cadena respiratoria
funcionan como “bombas” de protones, que gracias a los cambios de energía de
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los sistemas redox se genera una diferencia en la concentración de protones a
ambos lados de la membrana interna de este organelo, así como una diferencia
del potencial eléctrico transmembranal. Además, propuso que la ATPasa de la
mitocondria, para la cual se había estudiado sólo su actividad hidrolítica, era una
“bomba” reversible de protones, que podía, mediante la hidrólisis del ATP,
expulsar H+ hacia el espacio intermembranal de la mitocondria. Sin embargo,
normalmente funciona al revés; es decir, aprovecha tanto el gradiente de protones
formado por la cadena respiratoria, como la diferencia del potencial eléctrico que
se genera al expulsar cargas positivas del interior al exterior. Con la energía de lo
que se llamó el gradiente de potencial electroquímico, la ATPasa utilizaba ahora el
regreso de los protones, para con esa energía sintetizar el ATP a partir de ADP y
fosfato.
Por otra parte, Skou [9] había aislado de diferentes tejidos animales una
enzima capaz de hidrolizar al ATP, que requería de Na+, K+ y de Mg2+, y la
propuso como la encargada de concentrar en las células al K+ y expulsar al Na+.
Luego Whittam [10] logró demostrar que la actividad hidrolítica del ATP de los
eritrocitos se aceleraba cuando en el interior había sodio y en el exterior potasio, y
no al revés. De esta forma quedó claro que además de la ATPasa reversible de la
mitocondria, capaz de mover protones, había otra enzima en la membrana
plasmática de los animales, capaz de mover iones.
Ya desde 1946, el grupo de Conway [11] describió la enorme capacidad de
la levadura (S. cerevisiae) para acidificar el medio. Posteriormente, propuso la
existencia de un transportador que, utilizando la energía redox de las células,
tendría a su cargo la acumulación del potasio, simultáneamente con la expulsión
de protones [12]. En esta última publicación, como se desprende del título, llegó
inclusive a proponer el mismo mecanismo para la producción de ácido en el
estómago.
De los resultados que teníamos, lo primero que nos llamó la atención fue
que, si como había propuesto Conway, el transporte del potasio requiere de una
energía que proviene del potencial redox de las células, se esperaría que la
adición del K+ produjera una disminución, y no un aumento de los niveles del
NADH, como habíamos observado.
Los antecedentes de la ATPasa de la membrana plasmática, responsable
directa del transporte del K+ y Na+ en las células animales, también nos llevaron a
pensar en la posibilidad de una enzima semejante en la membrana plasmática de
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la levadura, sólo que encargada de bombear protones al exterior. Tal enzima
podría explicar la enorme capacidad de la levadura para acidificar el medio. Debo
señalar que en esta interpretación influyó enormemente nuestro querido amigo
Sergio Estrada Orihuela, quien, habiendo hecho una estancia en los Estados
Unidos, tuvo la oportunidad de conocer personalmente a Peter Mitchell, y se volvió
adepto convencido de su teoría, entonces para la mitocondria, de la existencia de
una bomba de protones que podía generar una diferencia del potencial eléctrico
en la membrana. Esa diferencia del potencial eléctrico podía servir para impulsar
movimientos de moléculas cargadas o iones, a través de transportadores
específicos para cada una de ellas. De tales consideraciones propusimos [7] el
esquema siguiente (Figura 11):
Figura 11. Propuesta de transporte de potasio.
La propuesta implica lo siguiente:
1. Una ATPasa que utiliza la energía del ATP para bombear protones hacia
fuera y acidificar el medio. El bombeo genera una diferencia de pH, con una
mayor concentración de protones en el exterior que en el interior (ΔpH).
2. Dado que bombea protones con carga positiva, el proceso da al mismo
tiempo una diferencia en el potencial eléctrico.
3. Hay un transportador del K+, diferente de la ATPasa, que aprovechando la
diferencia del potencial transporta el catión hacia el interior, permitiendo a la
célula acumularlo a concentraciones mayores que fuera de la célula.
4. Dado que esta ATPasa bombea protones hacia fuera, si el pH externo es
bajo, se inhibe; si es alto, se estimula. Por tanto, se acelera por el solo
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aumento del pH (la disminución de la [H+] en el exterior), haya o no K+. Se
inhibe cuando el pH disminuye, es decir, cuando el pH externo es bajo.
5. La ATPasa se regula también por la diferencia del potencial eléctrico entre
el exterior y el interior; por ello, cuando se agrega K+, que entra por su
transportador, se abate la diferencia del potencial eléctrico, dando lugar a
una mayor actividad, mayor producción de ADP, y, por lo tanto, la
estimulación del metabolismo, fermentación y respiración.
Un dato interesante fue que también en este trabajo [7] logramos demostrar
que el pH interno de las células aumentaba al incubarlas, ya fuera a pH alto (7.5),
al cual el K+ ya no tiene efecto, y a pH bajo sólo en presencia de K+, confirmando
lo propuesto sobre el mecanismo.
Algún tiempo después, en mi tesis doctoral [14], con una serie de experimentos
para reforzar nuestra propuesta, encontramos que, tal como se esperaba, diversos
desacoplantes (protonóforos capaces de regresar los H+ expulsados), eran
capaces de inhibir el transporte del potasio. También encontramos que algunos
aniones, principalmente el bicarbonato, aumentaban la capacidad de las células
para acumular K+. Y todavía algún tiempo después, en 1979, encontramos toda
una serie de moléculas catiónicas, principalmente colorantes, que eran capaces
de inhibir el transporte del potasio, sin afectar el bombeo de protones por la
levadura [15], corroborando de nuevo que el sistema del transporte de K+ en la
levadura es diferente del encargado del bombeo de protones.
Importancia del descubrimiento.
Quizá lo más importante fue que a partir de nuestros datos, propusimos por
primera vez un mecanismo para el transporte del K+ en la levadura. No fue sino al
año siguiente cuando, mediante experimentos distintos, el grupo de Carolyn
Slayman propuso un mecanismo semejante en Neurospora crassa. Encontramos
que el mecanismo era similar en Kluyveromyces lactis. Varios otros investigadores
hicieron lo mismo en otras especies de levadura, como Schizosachharomyces
pombe. Llegó luego la biología molecular. Ramón Serrano, ya en 1986 [16], en el
laboratorio de Gerald Fink, logró clonar y secuenciar el gen de la H+-ATPasa de la
levadura; es interesante señalar que se parece mucho al de la Na+-K+-ATPasa de
las células animales, encargada del transporte del sodio y el potasio. Luego, en
1985, Ramos y Rodríguez Navarro, encontraron una mutante del transportador del
potasio [17], y también que no hay uno, sino dos transportadores para el catión
[18]. No duchos en el arte de la biología molecular, decidieron regalar su mutante
al laboratorio de Fink en MIT, quien encargó la tarea de aislar el gen del
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transportador del potasio a uno de sus estudiantes, Richard Gaber. Éste logró
aislar y clonar uno de los genes, al que llamó TRK1 [19]. Ya independiente de
Fink, en su propio laboratorio, encargó a su vez a uno de sus estudiantes la
clonación, identificación y secuenciación del segundo gen, al que llamaron TRK2
[20]. Por si fuera poca cosa, con el tiempo se encuentra que no sólo en las
levaduras, sino en los hongos que se han estudiado, el mecanismo del transporte
es el mismo. ¡Y lo mismo ocurre en las plantas!
Agradecimientos
En especial a mis técnicos académicos, Martha Calahorra, Norma Silvia
Sánchez y Jorge Ramírez, quienes han participado en muchos de los proyectos.
Gracias también al Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, por haberme
proporcionado parte del financiamiento para nuestro trabajo. Gracias finalmente al
CONACyT, México, que nos ha apoyado en diversos proyectos.
Referencias
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Semblanza del Dr. Antonio Peña Díaz.
Nació el 14 de febrero de 1936, en
Metates, Durango, México. Médico
cirujano, Facultad de Medicina, UNAM,
1960. Doctorado en Bioquímica, Facultad
de Química, UNAM, 1975. Profesor de
Tiempo Completo, Departamento de
Bioquímica, Facultad de Medicina, UNAM.
1960-1973. Posdoctorado, 1964-65
Departamento de Bioquímica, Albert
Einstein College of Medicine, Nueva York.
Estancias sabáticas: Dr. Aser Rothstein,
1969-70 University of Rochester, y
1975-76, Prof. Henry Mahler, Departmento
de Química, Indiana University. Temas de
investigación: Transporte y efectos de
iones en sistemas biológicos, en distintas
especies de levadura. Relación del
transporte de iones con el metabolismo y
la fisiología de la levadura. Bases
fisiológicas de la osmotolerancia de
Debaryomyces hansenii. Características y regulación metabólica de distintas
especies de levadura. Efectos de diferentes compuestos sobre el transporte de
iones en la levadura y otros hongos. Más de 100 publicaciones en revistas
internacionales y libros. Un libro de texto y 10 de divulgación. Anteriormente
Secretario, Vicepresidente y Presidente de la Sociedad Mexicana de Bioquímica.
Vicepresidente y Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias. Presidente de
la Panamerican Association for Biochemistry and Molecular Biology (PABMB).
Director del Centro de Investigaciones en Fisiología Celular, 1979-1985, y del
Instituto de Fisiología Celular, 1985-1993, y del Instituto de Ciencias del Mar y
Limnología de la UNAM 1995-1999. Actualmente, Investigador Emérito, Instituto
de Fisiología Celular, Universidad Nacional Autónoma de México.