el paro

1
Q ué tienen que ver el paro y la filosofía? Yo me quedé en paro... y la filosofía me salvó. ¿Cómo le salvó? Me consoló, y salí adelante. De hecho, la filosofía anti- gua enseñaba eso: cómo vi- vir. Durante 1.500 años, esa fue su función: mostrarte el modo correcto de vivir. Si me quedo en paro, ¿leo filosofía? Las adversidades te desencadenan estados de ánimo... que los filósofos ya confronta- ron antes que tú. ¿Por qué no aprovechar sus hallazgos? ¿Qué estados de ánimo? Yo los he experimentado. Primero sientes que eres un “muerto social”: ya no eres nada para nadie, y acabas por no serlo ni para ti mismo. Y de ahí deriva una serie de males conductuales, psíquicos y hasta físicos. ¿Cómo se quedó usted en paro? Por una regulación de empleo en Air Litto- ral, donde yo era director de comunicación. Antes de eso había sido periodista. ¡Yo nun- ca había estado en paro! Y a los 49 años me encontré sin trabajo, con tres hijos, esposa con empleo a tiempo parcial... y quince años de hipoteca por pagar. Desagradable trance. Todos los males fueron aflorándome: no sa- ber gestionar el tiempo, soledad, achaques físicos, autodevaluación, frustración, depre- sión... Sufrimientos todos derivados de no reconocerme, de sentirme socialmente muerto... ¡Necesitamos ser reconocidos! ¿Y la familia no ayuda? Bendita sea, pero no basta. Por la mañana, mis hijos y mi mujer salían a sus tareas, y yo me quedaba solo en casa, en pijama... Me en- cerraba en mi despachito, ellos creían que yo ahí preparaba algo... Pero no. No hacía nada, sólo sentirme aturdido, perdido... ¿Y en qué momento reaccionó? En ese estado, me acerqué a mis estanterías con libros de filosofía de mis lejanos estu- dios universitarios, y leí esta frase de Nietzs- che: “Cada estado interior es una filosofía”. Y decidí comprobarlo: ¡buscaría qué filóso- fos habían meditado sobre cada uno de esos estados de mi ánimo, y qué habían dicho! Meditar no iba a devolverle el trabajo. No, ¡pero podía devolverme a mí mismo! ¿Eh? Lo primero que descubrí fue que meditar de- riva del latín medeor, ¡que significa cuidar- se, curarse a uno mismo! Para los antiguos, ¡la filosofía fue terapéutica! Y puede volver a serlo. También Nietzsche lo creyó: “¡Recu- peremos al filósofo-terapeuta!”. ¿Qué filósofo ha sido más terapéutico? Para mí, Epicuro: enseña que la amistad es imprescindible para la vida feliz. Es cierto: cuando un amigo me pidió leer mis medita- ciones, ¡comencé a verme, a recuperarme! ¿Qué más le enseñó Epicuro? A no tener miedo. Epicuro enseñaba a des- deñar a la muerte: “Cuando estoy yo, la muerte no está; cuando está la muerte, yo no estoy”. ¿A qué temo yo?, me pregunté. Y vi que siempre temí el juicio de los demás. ¿Qué otros filósofos le curaron? Mis buenos amigos Sócrates, Pitágoras, Dió- genes, Montaigne, Spinoza, Schopenhauer, san Agustín, Pirrón, Séneca y Diderot. ¿En qué aspecto le ayudó Sócrates? “Conócete a ti mismo”, enseñó. Años de fre- nética actividad laboral operaron como una pantalla que me ocultó ante mí mismo. ¿Quién era yo en verdad? Me busqué... Pitágoras. “Haz lo que te es propio, que nadie te des- víe”, enseñaba. Es tu trabajo: identificar tu inclinación natural, esencial… y desplegar- la. La mía era escribir. Pero sin dictados. Diógenes. Nos reenseña a reírnos (se burlaba de Pla- tón), a ser autárquicos: “capaz de convivir con uno mismo”. A medirte contigo mismo. Montaigne. “Yo amo la vida”, escribió. Con todo lo que lleva dentro de absurdo y doloroso. Enseña a estimar la vida así, tal como es. Spinoza. Enseña que el hombre es porción del cos- mos, enseña a vivir sin ansias de tener, de tener nada más que su cuerpo y su alma. Schopenhauer. El parado se convierte en un misántropo, co- mo lo fue Schopenhauer. Él defendía el re- nacimiento en sucesivas vidas. Me ayudó a decidir renacer. En esta vida. San Agustín. Me ayudó a encontrar mi tiempo. El parado no sabe qué hacer con el tiempo. Y Agustín enseña que el tiempo es un estado mental. Pirrón. Este escéptico enseña imperturbabilidad (ataraxia). Una vez su maestro cayó a una ciénaga y Pirrón nada hizo por salvarle. Cuando el peligro pasó, ¡el maestro le felici- tó, claro! Me enseñó a permitirme vivir de- jando que las cosas sucedan. Séneca. El gran estoico romano te recuerda que “no tienes derecho a quejarte de la vida, pues ella no te retiene contra tu voluntad”, y aconseja que “si consideras de antemano to- do lo que puede pasar como si debiera pa- sar, se atenúa el choque de la desgracia”. Diderot. Tuvo una apoplejía, pero vivió de pie los tres día que le quedaron. Yo, parado, casi muerto, me moví y llegué a los filósofos: sus meditaciones han sido lecciones de vida. Resuma la lección. Trabaja sobre ti y ten amigos: con eso atra- vesarás las pruebas de la vida. ¡Vivirás bien! VÍCTOR-M. AMELA LLIBERT TEIXIDÓ “Me quedé en paro... y la filosofía me salvó” Tengo 55 años. Nací en Sète y vivo en Montpellier. Fui periodista y soy director de comunica- ción de una cooperativa. Estoy casado, con tres hijos (17, 21, 24 años). Prefiero las actitudes de la persona a su ideología. Prefiero meditar con filósofos que atenerme a creencias religiosas Jean-Louis Cianni, lector de filósofos

Upload: kyon-neikos

Post on 16-Dec-2015

6 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Artículo filosófico sobre el paro

TRANSCRIPT

  • Qu filsofo ha sido ms teraputico?Para m, Epicuro: ensea que la amistad esimprescindible para la vida feliz. Es cierto:cuando un amigome pidi leer mis medita-ciones, comenc a verme, a recuperarme!Qu ms le ense Epicuro?

    A no tener miedo. Epicuro enseaba a des-dear a la muerte: Cuando estoy yo, lamuerte no est; cuando est la muerte, yono estoy. A qu temo yo?, me pregunt. Yvi que siempre tem el juicio de los dems.Qu otros filsofos le curaron?

    Mis buenos amigos Scrates, Pitgoras, Di-genes, Montaigne, Spinoza, Schopenhauer,

    Mequedenparo...y la filosofamesalv

    Tengo 55 aos. Nac en Ste y vivo enMontpellier. Fui periodista y soy director de comunica-cin de una cooperativa. Estoy casado, con tres hijos (17, 21, 24 aos). Prefiero las actitudes dela persona a su ideologa. Prefiero meditar con filsofos que atenerme a creencias religiosas

    Jean-LouisCianni, lector de filsofosQ u tienenque ver el paro yla filosofa?Yo me qued en paro... y lafilosofa me salv.Cmo le salv?Me consol, y sal adelante.De hecho, la filosofa anti-

    Tobefssiremgua enseaba eso: cmo vi-vir. Durante 1.500 aos, esa fue su funcin:mostrarte el modo correcto de vivir.Si me quedo en paro, leo filosofa?

    Las adversidades te desencadenan estadosde nimo... que los filsofos ya confronta-ron antes que t. Por qu no aprovecharsus hallazgos?Qu estados de nimo?

    Yo los he experimentado. Primero sientesque eres un muerto social: ya no eres nadapara nadie, y acabas por no serlo ni para timismo. Y de ah deriva una serie de malesconductuales, psquicos y hasta fsicos.Cmo se qued usted en paro?

    Por una regulacin de empleo en Air Litto-ral, donde yo era director de comunicacin.Antes de eso haba sido periodista. Yo nun-ca haba estado en paro! Y a los 49 aos meencontr sin trabajo, con tres hijos, esposacon empleo a tiempo parcial... y quince aosde hipoteca por pagar.Desagradable trance.dos los males fueron aflorndome: no sa-r gestionar el tiempo, soledad, achaquesicos, autodevaluacin, frustracin, depre-n... Sufrimientos todos derivados de noconocerme, de sentirme socialmenteuerto... Necesitamos ser reconocidos!Y la familia no ayuda?

    LLIBERT TEIXIDBendita sea, pero no basta. Por la maana,mis hijos y mi mujer salan a sus tareas, y yomequedaba solo en casa, en pijama...Me en-cerraba en mi despachito, ellos crean queyo ah preparaba algo... Pero no. No hacanada, slo sentirme aturdido, perdido...Y en qu momento reaccion?

    En ese estado, me acerqu a mis estanterascon libros de filosofa de mis lejanos estu-dios universitarios, y le esta frase deNietzs-che: Cada estado interior es una filosofa.Y decid comprobarlo: buscara qu filso-fos haban meditado sobre cada uno de esosestados de mi nimo, y qu haban dicho!Meditar no iba a devolverle el trabajo.

    No, pero poda devolverme a m mismo!Eh?

    Loprimero quedescubr fue quemeditar de-riva del latn medeor, que significa cuidar-se, curarse a uno mismo! Para los antiguos,la filosofa fue teraputica! Y puede volvera serlo. TambinNietzsche lo crey: Recu-peremos al filsofo-terapeuta!.san Agustn, Pirrn, Sneca y Diderot.En qu aspecto le ayud Scrates?

    Concete a timismo, ense. Aos de fre-ntica actividad laboral operaron como unapantalla que me ocult ante m mismo.Quin era yo en verdad? Me busqu...Pitgoras.

    Haz lo que te es propio, que nadie te des-ve, enseaba. Es tu trabajo: identificar tuinclinacin natural, esencial y desplegar-la. La ma era escribir. Pero sin dictados.Digenes.

    Nos reensea a rernos (se burlaba de Pla-tn), a ser autrquicos: capaz de convivircon unomismo. A medirte contigo mismo.Montaigne.

    Yo amo la vida, escribi. Con todo lo quelleva dentro de absurdo y doloroso. Enseaa estimar la vida as, tal como es.Spinoza.

    Ensea que el hombre es porcin del cos-mos, ensea a vivir sin ansias de tener, detener nada ms que su cuerpo y su alma.Schopenhauer.

    El parado se convierte enunmisntropo, co-mo lo fue Schopenhauer. l defenda el re-nacimiento en sucesivas vidas. Me ayud adecidir renacer. En esta vida.San Agustn.

    Me ayud a encontrarmi tiempo. El paradono sabe qu hacer con el tiempo. Y Agustnensea que el tiempo es un estado mental.Pirrn.

    Este escptico ensea imperturbabilidad(ataraxia). Una vez su maestro cay a unacinaga y Pirrn nada hizo por salvarle.Cuando el peligro pas, el maestro le felici-t, claro! Me ense a permitirme vivir de-jando que las cosas sucedan.Sneca.

    El gran estoico romano te recuerda que notienes derecho a quejarte de la vida, puesella no te retiene contra tu voluntad, yaconseja que si consideras de antemano to-do lo que puede pasar como si debiera pa-sar, se atena el choque de la desgracia.Diderot.

    Tuvo una apopleja, pero vivi de pie lostres da que le quedaron. Yo, parado, casimuerto, memov y llegu a los filsofos: susmeditaciones han sido lecciones de vida.Resuma la leccin.

    Trabaja sobre ti y ten amigos: con eso atra-vesars las pruebas de la vida. Vivirs bien!

    VCTOR-M. AMELA