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MEDICO EL SIGLO Allo XXXV Madrid 6 de Mayo de 1888 Núm. 1.793 RESU M EN Boletin de la semana: Uno recepcion un nni, ersArio. - pro- _eetos en ("rrora. - Secclon de Madrid: VD pnrrnro do toral tita de la 1oráli8is J'ro::n'csiYa do los eunjcnoc1o!'l.-JJQ. lenguA. sus comn ilulicio ele cnfcrmeinc\es = Revista. de Hidrología, Cltma.tologia. é Hldrotera.pia que las aguas mmero-medicinales sntisfllcen en el lrntumienlo de las enfermeda,les del Extl'Ol,jC 'U: 1. Ln lJlIa alta subJlubiann. -lT. \Ilisculo presteronl en el homhre. - JI!. El Yértigo de los fumadores. - 1Y. Tumores malig-ncs de la próstatA = Terapéutica: El morrhuol.:=Secclon otlcla.t Ministerio (\e Gl'acia Justicia: Pro;yecto de le)' de mnDicomiosjudiciates.=:Ga.ceta de la salud públlca.: Ebtado snnitRriode Madrid.=Cróntca.. = Follettn: D. Francisco Mendez Alvaro,=Vacantes =AnunctoB. = Corres· pondenoia. = Boletin bibltográfico. ======= BüLETIN DE LA SEMANA. tNA RECEPI.:ro. T y UX Ai'ilVERsA1HO. - LOS PUOYECTO 1, FAIU'ARA FüLLETIN D. FRANCISCO MENDEZ ALVARO (n Rtsuelto á emprc:nrier una nue\'a carrera volví Me incliné prirnernlOente la de arquitert(l, y Clll' al efecto el segundo aiio de curso de ]832 ¡\ 3;3,'y 3. isU ademas por el Yfrano á la cátedra de Agricultura, Detzpues me decidí á seguir la Farmacia, y me matriculé en el Colegio de uta facultad. recibiendo en él el grado de bachiller en Artea, Iba á comenzar el primer aJio de estudios en 1834, cuan· do, en virtud de las reiteradas instancias, se eX(lifte una real órdcn que permitía á los que sc hallaban en mi caso hacerse IicenciadoR en Cirugía médica, previo el grado de bachillel' en Artes, conforme á la Ordenanza de ] 804, vigent cnando em· prendimos la carrera. En vez ele curf.lar el primer aíio de Far· macia cursé el sexto de Cirngía médica, uespues de hauer re· cibido otro !trado de bachiller en .htea en el Colegio de , an CárloB y el de bachiller en la Facultad, quedando en amboB con lncimicnto, reunienuo todos 108 votos y alcanzando en el último todas la! censuras de Bueno, aunque éramofl mi· rados ron grande r.reycncion y se n08 trataba con extraordi· naria ae\'el·,uad. . Antes de pasar adelante, es necesario que )'0 rcveL(; un hecho curioso ocurrido en el pri:ner período de mi carl'era. Aficionado de de pequeño á letras, uurantc Ull carrera me procuraba algunos IIbrus extranjeroR, no obstante las rliticullacles que oponía aqnel I'égimen de gobierno. Entre aqnéllOB llegó á miB manos el librito de DouBBin·Dubrel1il (1) VéaBe el número anterior II discurso, flue fué escuchado con reli· gio o sileucio y mereció al final aplausos y euhora· buena do la cOIJrlll'l'ol\cia, versa sobre el tema si· guiente: La lJledicil/a ci"l/titico 11 rnriOlwl elebe tener Jlor úase la l'erdademJislología, decir. el conocimiento c,racto de las cOlUliriones lIIateriales que SOIl indispen· saúles para que lo' fenómenos ele ,,, I'i(/(I se recllil'cn, En él el 1', )Iagar. defiende una vez má la q uo iempre ha defendido, la de la ob ervaeion y la experiencia, Varios párrafos de este discu r50, COl'l'ectamenle (,scrito, impresionaron los entimienlos del audito. rio. y IllUY en parlicular aqnel en que al combatir las doctrinas animista5, 1roclama el SI', Magaz la exis, tencia del alma racional. De contestar e, te discur o, en nom],re de la Aea- 'a, estaba enc:trgndo el ilu !l'ado Sr. .Mue tre d 1 ,uan; cometiJo (l\1e cumplió muy ti alisfaccion et , rle01Ostnmdo r¡ue si la dehe bao 1 la Fisi logía. lo fund¡¡!TIcnlo y ba es de a .\natolUllt IIistolo in. mI,os di cursos sobre el onanis mo en las mujeres. que \'coia ñ hacer con la obra ue Tissot y á servirla como tle complemento. Como muchacho de veiote alios, escaso siempre de dine- ro, creí que no habia más que traducir y puhlicar aquel libro para adquirir algunos pesos duros. Dicho y }wcho di 1:lmi- lar! de él :\ mi amjao y condiscípulo D. Lopez ele la Fuente pAra que la tradujera,)')'o me cncariJué de la olla mitad. 10: ta rué mi primera tarea literaria halláudome cursan- do el cnarto año. Hecha la tradllccion era preciso obtener la ceosura, asunto dificilisimo por aquel tiem po. Con la imprc\'jAion de dos muo c)¡nchos Ja solicitamos, y aunque se tardó en concederla, oh túvose al fin )' el libro se imprimió)' PUBO :" la venta con to- das las licencias necesarias. ¿Cómo pasaría libro tan poco decente por el alambique de 18. censura, cuaudo erA ésb más scvera y ni Aun se permiUa la introduccion de JOB libros ex· tranjeros más úliles? Yo no lo sé. Puesto el librejo:i la ven la, acudían en tropel los curiosos ¿j. cOlnprarle, por el incen. Uva que ofrecía la maleria y por lo extrafio de permitirse publicaT escritos tan libres 011 aquella dnra poca. No podía ménos de llegar el.'uido clellibraco haBta las RU' loridau"s y ál111 de ocasionar escándalo á las gentes timont· tas, Así sucedió, y sujelo á nuevo exámen, fué la edicioll re- cogiua y sccuestrndn. No paró aquí el asunto; se hizo comparecer á los traductores, y si bien ningun cargo podía dirigírsl'nos por el hecho de la publicncion, pues que 110S ha· himuos sujetado f'stric tanlente á las leyes y disposiciol:cs del Gouierno, no los eSf..'Bscaron respecto á Ja posesion ue In obra. trauucida.llor fortun3., aunque muchachos, al VCI'1108 citadOR cOlUprendimos quc la procedencia del libro podría dm mo· th"o á inuagaciones, y nos ocurrió una rxcelente evasiva que le había regalado á Lopez un médico del ejército de Angu· lema que en 1824 eBtuvo alojado en Sl! ea_a, Con e.to quedó todo l'oncluido y nOBotrOf'l satisfechos, pnes que: nos había

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Page 1: EL SIGLO MEDICO - rodin.uca.es

MEDICOEL SIGLOAllo XXXV Madrid 6 de Mayo de 1888 Núm. 1.793

RESU M EN

Boletin de la semana: Uno recepcion ~ un nni, ersArio. - Lo~ pro­

_eetos en ("rrora. - Secclon de Madrid: VD pnrrnro do toral ~u~

tita de la 1oráli8is ~ent:r81 J'ro::n'csiYa do los eunjcnoc1o!'l.-JJQ. lenguA.

sus modit1.c'sl"ione~ comn ilulicio ele cnfcrmeinc\es = Revista. de

Hidrología, Cltma.tologia. é Hldrotera.pia ~ Indlcncione~ que

las aguas mmero-medicinales sntisfllcen en el lrntumienlo de lasenfermeda,les del bj~o.do.-Prensaméd.1ca~ Extl'Ol,jC 'U: 1. Ln lJlIa

alta subJlubiann. -lT. \Ilisculo presteronl en el homhre. - JI!. El

Yértigo de los fumadores. - 1Y. Tumores malig-ncs de la próstatA =Terapéutica: El morrhuol.:=Secclon otlcla.t Ministerio (\e Gl'acia

~. Justicia: Pro;yecto de le)' de mnDicomiosjudiciates.=:Ga.ceta de la

salud públlca.: Ebtado snnitRriode Madrid.=Cróntca.. = Follettn:D. Francisco Mendez Alvaro,=Vacantes =AnunctoB. = Corres·

pondenoia. = Boletin bibltográfico.

=======BüLETIN DE LA SEMANA.

tNA RECEPI.:ro. T y UX Ai'ilVERsA1HO. - LOS PUOYECTO

1, • FAIU'ARA

FüLLETIN

D. FRANCISCO MENDEZ ALVARO (n

Rtsuelto á emprc:nrier una nue\'a carrera volví :í ~hvltid.

Me incliné prirnernlOente :¡ la de arquitert(l, y Clll' .~ al efectoel segundo aiio de ~latemática8 curso de ]832 ¡\ 3;3,'y 3. isUademas por el Yfrano á la cátedra de Agricultura, Detzpuesme decidí á seguir la Farmacia, y me matriculé en el Colegiode uta facultad. recibiendo en él el grado de bachiller enArtea,

Iba á comenzar el primer aJio de estudios en 1834, cuan·do, en virtud de las reiteradas instancias, se eX(lifte una realórdcn que permitía á los que sc hallaban en mi caso hacerseIicenciadoR en Cirugía médica, previo el grado de bachillel' enArtes, conforme á la Ordenanza de ]804, vigent cnando em·prendimos la carrera. En vez ele curf.lar el primer aíio de Far·macia cursé el sexto de Cirngía médica, uespues de hauer re·cibido otro !trado de bachiller en .htea en el Colegio de , anCárloB y el de bachiller en la Facultad, quedando en amboBcon lncimicnto, reunienuo todos 108 votos y alcanzando enel último todas la! censuras de Bueno, aunque éramofl mi·rados ron grande r.reycncion y se n08 trataba con extraordi·naria ae\'el·,uad. .

Antes de pasar adelante, es necesario que )'0 rcveL(; unhecho curioso ocurrido en el pri:ner período de mi carl'era.

Aficionado de de pequeño á la~ letras, uurantc Ull carrerame procuraba algunos IIbrus extranjeroR, no obstante lasrliticullacles que oponía aqnel I'égimen de gobierno. EntreaqnéllOB llegó á miB manos el librito de DouBBin·Dubrel1il

(1) VéaBe el número anterior

vel'~idad II discurso, flue fué escuchado con reli·gio o sileucio y mereció al final aplausos y euhora·buena do la cOIJrlll'l'ol\cia, versa sobre el tema si·guiente: La lJledicil/a ci"l/titico 11 rnriOlwl elebe tenerJlor úase la l'erdademJislología, e~ decir. el conocimientoc,racto de las cOlUliriones lIIateriales que SOIl indispen·saúles para que lo' fenómenos ele ,,, I'i(/(I se recllil'cn,En él el 1', )Iagar. defiende una vez má la Joctrin~

quo iempre ha defend ido, la de la ob ervaeion y laexperiencia,

Varios párrafos de este discu r50, COl'l'ectamenle(,scrito, impresionaron los entimienlos del audito.rio. y IllUY en parlicular aqnel en que al combatir lasdoctrinas animista5, 1 roclama el SI', Magaz la exis,tencia del alma racional.

De contestar e, te discur o, en nom],re de la Aea­'a, estaba enc:trgndo el ilu !l'ado Sr. .Mue tre d

1 ,uan; cometiJo (l\1e cumplió muy ti alisfaccione t , rle01Ostnmdo r¡ue si la r~dieina dehe bao

1 la Fisi logía. lo fund¡¡!TIcnlo y ba es dea .\natolUllt tí IIistolo in. mI,os di cursos

sobre el onanis mo en las mujeres. que \'coia ñ hacer ju~go

con la obra ue Tissot y á servirla como tle complemento.Como muchacho de veiote alios, escaso siempre de dine­

ro, creí que no habia más que traducir y puhlicar aquel libropara adquirir algunos pesos duros. Dicho y }wcho di 1:lmi­

lar! de él :\ mi amjao y condiscípulo D. ~Januel Lopez ele laFuente pAra que la tradujera,)')'o me cncariJué de la ollamitad. 10: ta rué mi primera tarea literaria halláudome cursan­do el cnarto año.

Hecha la tradllccion era preciso obtener la ceosura, asuntodificilisimo por aquel tiem po. Con la imprc\'jAion de dos muoc)¡nchos Ja solicitamos, y aunque se tardó en concederla, ohtúvose al fin )' el libro se imprimió)' PUBO :" la venta con to­das las licencias necesarias. ¿Cómo pasaría libro tan pocodecente por el alambique de 18. censura, cuaudo erA ésb másscvera y ni Aun se permiUa la introduccion de JOB libros ex·tranjeros más úliles? Yo no lo sé. Puesto el librejo:i la venla, acudían en tropel los curiosos ¿j. cOlnprarle, por el incen.Uva que ofrecía la maleria y por lo extrafio de permitirsepublicaT escritos tan libres 011 aquella dnra poca.

No podía ménos de llegar el.'uido clellibraco haBta las RU'loridau"s y ál111 de ocasionar escándalo á las gentes timont·tas, Así sucedió, y sujelo á nuevo exámen, fué la edicioll re­cogiua y sccuestrndn. No paró aquí el asunto; se no~ hizocomparecer á los traductores, y si bien ningun cargo podíadirigírsl'nos por el hecho de la publicncion, pues que 110S ha·himuos sujetado f'stric tanlente á las leyes y disposiciol:cs delGouierno, no los eSf..'Bscaron respecto á Ja posesion ue In obra.trauucida.llor fortun3., aunque muchachos, al VCI'1108 citadORcOlUprendimos quc la procedencia del libro podría dm mo·th"o á inuagaciones, y nos ocurrió una rxcelente evasiva quele había regalado á Lopez un médico del ejército de Angu·lema que en 1824 eBtuvo alojado en Sl! ea_a, Con e.to quedótodo l'oncluido y nOBotrOf'l satisfechos, pnes que: nos había

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pnsieron digno remate á esta festiviliteraria.

te á la percusion y auscultacion, y la publicamoe con el ti.tulo de Manual de auswltacioll al siguiente ailo de publicaee la citada obra de Dance (1835). Por entóncee principiamo

'l'ambien por los añoe 1833 y 34 me ocupé, en uniondslIIIamigo D. Zacaríae Benito Gonzalez, en traducir la obra dpartos, enfermedadee de mujeree y de niños de Gardiencuya impresion solicitamoe ee hiciese por cuenta del Goblerno. Presentados á eete fin el original y la traduccion, fueroneometidoe <\ la ceneura de la Junta euperior de Medicina 1Cirugía, y permanecieron despuee como perdid08nae hasta que en 1837 se logró re<!o¡¡;erlos.

Mis dos tíos, D. Pedro y D. Aniceto de Alvaro, COron á ublicar en 1834 El Mensa '0' el r

Nos proponíamos no decir nna pde eso que, por bautizarlo corrnombre qciertos intereses, se ha dado en llamarfacultativos titulares; mas en vista de quga solicita nuestra opinion sobre el asuuto,lisa y llanamente qne ha sido para nomás extraflo del mundo el tal proyecto decreada con el fin, por ahora, de presentar alde la Gobernacion nn proyecto de regpartidos. La cosa, por lo anómala, no cabíatra cabeza, y pensábamos que así hubieratodos: pretender fundar una Asociacion contsxto de escribir y presentar un proyecto demento, y pedir para ello á cada asociado dosera, en concepto nuestro, para sublevar á epropusiera tal idea y para suscitar censuras en 1Prensa. IPero suceden cosas tau extrafias en nuestrapaís! Los médicos titulares, por inioiativa del s

irás, tienen ya Ull proyecto de reglamento deaprobado por la Prensa toda, que no se cuid

...-r""""""''''ces de exigir-como no lo hará nunca-el atel'ial de la olase (traducido por 2 pesetas) p

.EL SIGLO MÉDICO

Casi á la misma hora celebraba el Ateneo Antro­pológico su octavo aniversario en el anfiteatrogrande del Colegio da San Cárlos. Despues de leerel secretario general, Sr. Aguado Lapeyra, la Me­moria en que se da cuenta de los trabajos realizadosen el allo anterior, pasó el Sr. Martin Higuera á darlectura á su discurso sobre El médico l1~idemdo

como sér social, asunto de grandísÍlque fué desarrollado satisfactoriasafior.

Breves frases de los Sres. Calatrajares, rector de la Universidad, que pI

revelan bien á las claras el estudio profundo que deestos conocimientos tienen hechos los dos sefioresacadémicos.

Con gusto vemos que van tomando asiento en loseseafios de la Real Academia académicos electostiempo há, y qua por circunstancias especiales nohabían hasta ahora presentado el discurso regla.mentario. Así que á la recepcion del Sr. Letamendiha seguido la del Sr. Magaz y á ésta seguirán, segunnuestras noticias, otras, tales como las de los sefio·res Argenta, Ortega Morejon, etc.

dado 800 reales á cada uno D. Pedro Sanz. librero y editorde la calle de las Carretas.

Haeta el año de 1834 gimió en triete cautiverio el libro envacaciones, un tepaso para los condiscípulos matriculados enafiOR posteriores, quienes n08 daban de honorarios 24 realesal mee. No eolamente consegníamoe por eete medio aquellaventaja material, sino que alcanzábamos mayor seguridad ennuestros estudioe.

Cureado el sexto año de carrera, recibí el grado de licen.ciado en Cirugía médica en Junio de 1835 (regietrado al ro­lio 6 del libro de Licenciados en Cirugía núm. 92), Ydeepuesde cursar otro año más de CHnica médica, el de licenciadoen Medicina, cnyo diploma fué expedido el 15 de Setiembre

. 290

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DE I.A PARALlSIS GESEHAL PROGRESiVA DE LOS ENAJENADO

8AL\YO DE 1

UN PARRAFO DE TERAPÉUTICA

MADRID 6 DE

~.~~x

EL SIGLO Ml'mICo 2 'lf¡f¡

Ir 1 I d· ó' ú' --od" ~~

compensllr [o gllstos que ocurran . r. nastos en ec 10 e lagu SLICO, D1caroente nos resLa JD IC .~qué y pam qué? iLá~tima que no . e arre U1' e o 'Ine la fase ti período en que dió principio nucstra interven· -.;;;llaman Asociacioll Ú dar á 1,\ e tnl1lpll cn [orma de cion científica, y cstá l' prescntada la sintomatología y

detalle que Jo histólogos conocen con el nom !Jre dcproyecto un rcglamento d pllrtid. quo upere unperíodo neoplásico· degenerativo y Jo. frenópatas Ila-

t'lntl'~o 11 icomo)a l)unta de la uña al a[11'0hlldo por, mau segundo período de la enfermedad que estudia-la Pren~a! mo·. Eu efecto, y hal)lando con la pequeñez clínica que

Pensnr en este intcnto do •\ Ocillcion id IIda con nos permite la reducida práctica que hemos tenido,01 objoto que IIntecede, y yer In indit'eren il.1. con que llponemos que, da los 10ssínLomasde d-lirio trnnquilo,111 Prensn y los médico. lo han ncogido, ha sido para las excitaciones moLricescollsLantes (temhlor), la gloso·nosoh'os uno de nuestro mayore de engalio . Si se aLaxia, la e pasmodizacion de los músculos de fibrauos obliga á cllo seremos otro día más explícitos. lisa correspondientes á varios órganos, yeu particular á

DECro CARLAN. la faringe, esfmteres, nno· vesical, etc.; los episodioshemorrágico y su con iguiente lesiones de los cen­tros uerviosos d terminando la glosoplegia, las mono·plegia y paraplegia ; la e ca í imn y tórpida elaboracion p íquieay la amne in casi completa, no hace so .pechar que el enfermo que tratamos sufría lo que losclínico alieni tas lIa man segundo período de la encefaliLis in tersLicial difnsa.

Conocido ya el terreno clinico de que tratamos, fáciles cl tratamiento, dadas las ideas exactas qne tene­mos ele los radicale histológicos y fisio'patológicus, porc 110 el criterio Lerapéutico ha ele girar sobre e tos co

. lientos y el tratAmiento ha d estar nfotme conos ' e tion que representan dos importantes proce­

1 rbuso.; e,to es, evitar pu lo pm.ihle las hipere.mia .l iva ó pa il'As,quo son constant a ~mazapara

Licenciado ya en Cirugía mérlica y COD puntas de literato,tu::r ut.:'=ul..:lhuu::s cu \ ..... , Üel~ • 6\!ÚI llO qlt&(.-\;l'"t"-,,'.-.ó~:.tt'S"o.~'"'o.J,¡:,.J.. r...

paeaha al ejército del "orte con el carácter de inepector deloe hoepitale., y que ee organizó una plana mayor de ~Jedi·

tioa, Cirugía y Farmacia para aquel ejército. Invitado )'0,

como otros varios jóvenes, para entrar en el Cuerpo de .'a­nidad militar, que ee reorganizaba bajo un pié rnáa brnJante,caí en la tentacion y fuí nombrado ayudante eegundo de laplana mayor de Cirugía, con la alta paga de 27 duroe men­8uales, roénoe el correspondiente descuento para Montepío.

Reunidoe fuimos á Vitoria y cada cual partió desde allí alpunto que le deetinaron. Merecí yo al Sr. Seoane la di.tin­

";'\U¿lP,.rulf:,.¡n~J\.'U'.mW'u~J\l1.9.l''1-~~QL<¡¡l-q!,.!'}I~!!.~.<!.'le~.!'!~e:

trabajos de la Inepeccion, Bobre asistir como cualquiera olroloe hoepitalee militares, de forma que no me quedaba tiemposuficiente de deecanso ni de solaz.

No era esto lo peor; en seis meses no percibí atrae pagRsque lae dos de marcha y fuí, como caei todoe mie compañe­ros, acometido r1et tlfu. ho.p,talario que en aquellae provino

cias reinaba, si bien tuve la suerte de que no fuera en mJVr:F -~.:"h~~• ... l. .... u ...J..t\I}AI..;,UIUUJ ....uhr!..o,h'-t.Ol"••nC' _...JvlnlJnn.... .D·u"

cencia absoluta.Por los brillantes informes que di6 el r. eoane al remi·

tir al Gobierno la solicitud de mi licencia, y en virtud up}que emitiera la eecion de Guerra y ~larina del onsE"joReal , no tUYO S. 1\1 á bien concederme la Iicehcia pedida,pero sí li('encia ilimitaua. en virtud de la cual podía volveral Cuerpo cuanuo qUlsiera. En tal estado ro mantuve porlargos ailoR, basta que en 1854 se me concedió el retiro.

Regreeé ti Madrid en oeaeiou que mi tío D. Aniceto ca·menzaba á publicar El Castellano, periódico de Política, in·

cJRQ.~9q.i~nJ~_~~~Pll,r~i.~IJ..a,!L~qu,.~Ld~_QElC\i2_n~..~~.('.i.9j~f-~e2~·tudiaban los cirujnnoR snngradorcs, en union de nuestroscondi.cípuJoe D. Fernando Olivarri y D. José Gutierre? deCav¡edes.

Ni la ocupacioll política me proporcionaba para vivir des­ahogadamente, ni aumentaba mi afieian á ese g~nero detareAS, ni yo m~ promeha hacer fortuna por aquel camino,

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EL SIGLO MtJ)ICO

dieutes arengas, y excitados los ánimos, partimos en buscade los facciosos, que andaban dispersos ocupados en su interminable merodeo. Al frente de un grupo invadimos la casade D. Francisco Carnacho, donde babía cinco facciosos, dosde Caballería, que tenían los caballos á la puerta, y tres d.Infantería, qne e8taban en la cocina, con 108 fusiles en UDrincon. Yo entré de los primeros y me apoderé de un fusil,otros se apoderaron de los fusiles restantes y de las terce·rolas. Quise hacer fuego sohre los facciosos, pero no sslióel tiru Uno Iué herido de ¡¡r¡!.Vedad cosa de media pulgadapor debajo de la claví cula derecha, y nos apodel'lllDQtodos. Un vigía que habíamos puesto en la torreconvenida señal cuando estábamos en la plaza de 101pero la desoyó nuestro arrebato. Era que ee IIcerCaballdoscientos facciosos. Al salir de casa de Camacho1ioque hahíamos hechu prisioneros desero bocabán aquéllla misma calle, y al .~ir los gritos de sus compderol '1 nel tumulto, comenzó la más terrible persecucioll delnaje amotinado. Tuve que huir del pneblo sin saber dy sin un cuarlo en el bolsillo; pero pronto meotros fugitivos, llegando en su compafifa á San Ma •Pnsa. Me pl'opuse pasar desde allí á la Puebla Nuev..,blo defendido de los facciosos, y luégo á la corte, reD~do á la entónces difícil y azarosa vida de médico d.mas para esto me faltaba dinero y disponer lo CaD"para que se me reuniera mi esposa, que habla quedgid:t y sohl'e~altada en Na",dmoral. Pedí UDa cortaá un amigo de Navalmoral, que me la negó, y tuveuna buena ocasion de reconocer lo que son y lo quehnmanas amistades. Levanté mi corazan á Dios, '1seis miuntos se preaentó á mí un desconocido que má su casa, me concedió distinguido lugar á 8U mbrindó eou cuanto dinero necesitara. En preleDoi.un secreto que encerraba una caja de reloj dep~

aparato digestivo volvía á gozar de idénes de relativa normalidad que obse

, enfermos.De ningnna manera podíamos prellcin

elemen to q ne, ayudando á la accion tónica 4etacion, produjera algun efecto fisiológico comOginara ligeras modificaciones terápicas en latima lle los tejidos encéfalo· medulares, y conjeto dispusimos la fórmula que con tanta frecumi respetable maestro el Sr. Esquerdo y de 11/excelentes resultados be obtcnido en mi clini

Aceite de hígado de bacalao..... , SOOAcido fosfórico medicinal. 2Yema de huevo '.' C. l.Glicerina , 26Cofiac .. _ . . . . . . . . . . . . . .. 16Esencia de almendra amarga. . . .. 15 g

Emulsiónese. Para tomar una cucharada en lada, aumentando con observacion.

El iodo y ioduro sódico á pequeñas dosis fuénistrado por largo tiempo como modificador detricion celular, y el fosfnro de zinc en gránulo!sustancia que usé alternando con la fórmula del aceiteoe bacalao y ácido fosfórico que antecede. Con el objeto

modificar las crísis hiperestésicas é hipetmiotllicomo tambiel1 para comba'tir el delirio, que alg

llegaba al furor, usaba con m.ngníficos resulta 08'al hidratado, el bromuro de amonio y la hachie­unidos: dicha prepal'lICion combatía perfectamen-

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La sosegada vida del médico empezó á ofrecerme nuevoatractivo, y eu Setiembre de 1837 acepté el partido de mé­di~o-cirl1jano titular de Navalmoral de Pusa (provincia deTolcdo), y me trasladé á él, con la asignacion de 14.000reales.

Era entónce' imposible hallar en los pueblos el sosiego'lue mi ánimo buscaba l por causa de la guerra civil. A loscuatro días de establecido en Navalmoral penetró una par·tlda de facciosos y me despojaron de la capa que llevaba enlos hombros. Dábame este principio cumplid 1 idea de lo que\'endrfa desp\les, y me hizo arrepentir de mi repugnancia ála pol/tiea, que con razon absorbía por aquel entónces laatencion general.

Seguí en el pueblo, contento por lo que á él toca, pero,le continuo alarmado por laa correrías de las facciones, queformaban ademas un obstáculo para salir á los pneblos in­lúedialos, impidiéndome alcanzar las ventajas con que mebrindaba el buen concepto qne conseguí desde luégQ.. EnFebrero y principios de Marzo de 1838 las tropas se retira­ron del lado acá del Tajo, y las facciones de la Mancha yMontes de ToJedo, acaudilladas por Jara, Carrasco. Felipeel de la Navs, el tahonero de la Puebla de Montalban, Pali­llos y otros, quedaron duefias de aquel país.

Huyeron los reputados como liberales y los pudientes, fuéel pueblo invadido sucesivamente por distintos partidarios,~. puede decirse que sufrimos un mes de incesante saqueo.:-;ólo me quedaba la "opa que tenía puesta, nada á propósitopara infundir el deseo de unaanexion, y, sin embargo. faltópoco un día para ser despojado de los pantalones. Era impo­.,ble llevar más alla el sufrimiento, y la desesperaeion noscondujo al farmacéutico D. Francisco Eustaquio Gonzalez yil mí á levantar un día el rueblo, en ocasion qne no queda­tJan en' él ooás que unos cuantos facciosos. Reunimos al ve­cindario en la pls"a llamada de los Toros, le dirigimos ar-

la hemorragia, y refrenar los progresos de la proliferncioncongestiva, que es constante amenaza para las degene­raciones ó infiltraciones grasosa, pigmentaria y otras.

Excluyendo todo lo que fuese motivo de excitacionpsíquica, con alimentacion tónica y de facil digestivi.dad, abrigo idóneo á la época estacionaria, buenascondicioneti de ventilacion y un ejercicio moderado, el.·cétera, etc., se coloca al enfermo en la convenientc si·tuacion qne en estos casos aconseja la Higieue, cuyasindicaciones preparan al paciente en circnnstanciasahonables para que, ejerciendo el tratamiento farma.cológico todo su ¡Jodería, procurant un alivio, porcuanto la curacion absoluta es imposible en la afeccionqúe tratamos, máxime dado el periodo por que atrave·eaba este enfermo. Con el objeto de estimular las fun­ciones del aparato digestivo, y, al par que favoreeía lasdigestiones, determinaba benéfica deri vaeion de la hi·perestesia cerebro· espinal, dispusimos la siguiente fór·

mnla:Podofilino " 1 gramo.Aloes sucotrino. . . . . . . . . . . .. 50 centigrs.Extracto de beleño.. . . . . . . . . .. 20 -

H. s. a. 24 pildoras ignales, para tomar con obser·vacion. F.iiempre que el catarro gastro - . 1. I coupertinaz estreñimiento hacia impotent accion axan·te del precitado medicamonto, disponí tisana laxantde la F. E .. Y una vez llegué á usar 1 entignu saceite de crotontíglio, con lo que la fl . nali d

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EL SIGLO MÉDIOO 293

te el insomnio que en ocasiones molestaba al paciente.El arseniato feno o y de sosa, as! como tambien

el alcohol en forma de vino dc .Terez, completan el tra­tamiento casi constante que apliqué en estc enfcrmo,obtcniendo resuHados muy favorables, por cuanto hu­bimos de obser\'l\r1e eu épo as dc completa trunquili.dad de po eido de delirio y modificados los síntomasmil. graves, períodos que alcanzaban dos y tres meses,que, como bien comprenden\n los compañeros que sedediquen n. esta clase de e tudios, es muy dificil, dadoe] período que estudiamoR, conseguir ta~ bonanciblesresultados. La funcionalidad cerebro -cspinal restabaen ocasioues tantos fcnómenos patológicos, que parecíandestello exuberantes de la vida hígida de tan impor'tante aparato, destellos que desgraciadamente pasabancomo tales para "el' de pues sumida la vida p íquicaen e,a impotencia que hizo confundir á los frenópatasde pasados siglos esta enfermedad, ora con la demen·cia, ora con el idiotismo Ó imbecilidad.

Entre los epifenómenos que con mils frecnencia he­mos observado cn este paciente han sido los de ol'Í¡¡encongesti \-0 y hemorrilgico, determinando dichos proce­so coreo síntomas consiguientes la afasia completa, laIllonopleg'ia uel brazo dere ho, el opistóto uros-tMonos, la hemipl~gia izql,Ji~rda y para gia, la en-I 'nn de la mayor pllne de las sccrecio excrcmenli·ci 1 T,or espa modizacion esfíntera, laIra, Ptc., intomas que revelan la existe 'a de I

('011 predicbo , los cuajes de aparecían caSl

en mis manDa quinientos reales que le pedí. Aquella :lcrionLmena y generosa me enterneció sobremanera, y lDe hrindóron una. oC,leion excelente para confiar en la bondad de Diosr en BU Providencia. Él Be I:t !"urá premiado Bin duda. Dosdías despues pude devolverle aquella ranti(lad, cOllsen'andomiéntras "iva mi agradecimiento. Aquel honrado varan mu·rió poco despues. No contento con haberme dispensarlo:lll.uellas mercedes, me ofreti¡) una buena mula para prose·guir mi viaje y un criado que I'be acampanara, pero suceuióque á una legua escasa de an Martin vimos faccicsos á lolÉ:jos, y tU"le que abandonar la cabalgadura, continuanuo pornn monte en union de otros fugitivos de Navalmoral l atra·vesando el rio Pusa metido hasta la cintura, y llegando, porfin, á Puebla Nueva casi descalzo y Con los piés mur las·timados.

Di parte desde la Puebla al comandante de armas de Ta­lavera de la Reina <le todo lo ocurrido en Navalmornl, rogán.dale que enviara alguna fuerza para retirar de este pneblolo que el vecindario tuviese por conveniente, ya que h~bín

de permaneCl'l' entregado á las facciones; y así se hizo, enefecto. Mi desconBolada espoBa se reunió á mí y salimos deNavalmoral ue Pusa para no volver. En la Puebla Nueva ruírecibido muy cordial y genelosamente por las principalespersonas,)' de!>í al médico titular D. José Moradillo que mealojara en BU casa y me dispensara mucllos obsequios.

Era D. José MoradilJo un hombre como de cuarenta y seisafias, de cinco piés próximamente de estaltll'a, grueso y en­carnado, de claro ingenio y buena instruccion, tan vor3Z queconsumía diariamente un número asombroso de libras decarne. Miéntras hacía la vjsita por In mañana se comía doslibras de carne cruda, que tenía cortadas en pedazos el car­nicero. Su primera visita era siempre In de éste, para reco-

cuando las hiperemia" y la trasudacion plltsmica ce­dJan su campo !l la conveniente y normal circnlacionencéfalo-medular y cuando loa extensos trastornos deltrisplilnico deJa!Jan dc presentarse con grande intensi­dad. En la poca en que tenbn lugar estos episodiosmorbo os, representm1tes necesarios de la enfermedadque ~rntamos, y que comprometen con suma iuminen­cia la vida del eufermo, hacía uso de los derivativos in·testinales y de la piel, empleando cun insistencia 10Rvejigatorios y rubefacientes !l la partc posterior dclcuello y columna vertebral, su peudiendo algunos indi­cados que previamcnte quedan dichos: con tal proce­der hemos conseguido defendernos de seis accesos con­gestivo-apopléticos y restantes crisis epileptiformes,habiendo fallecido el enfermo en el sétimo alaque apoplético, que, siendo inmediato al anterior, invadió lo.ccntros cardio -puJmondres, terminando la vida porasfixia en muy pocas horas, como con extraordina­ria frecuencia sucede en el desenlace del proceso Ao·g[stico que estudiamos; prestándose estas reflexionesá hacer un estudio detenido sobre la histologia patoló·gica de este proceso en la médula o!Jlongada, quP respr­vamos para otro lugar.

'erminamos c e ligero trabajo de elinica terapéutica1 ntando una vez más lo perjltc1iciali iro que es la

pi cion de la elech'icidad en lo paralitico. enajena.1 r cuanto obrexcitando la sensibilidad periféri.

tral, es abundliD.te palJlllw1I pal'a la inHnmacion'al del cerebro, y acortando los periodo. de In

ger la presa, que devoraba por las calles comiendo II n pL'

daza de cuanco en cuando, como quien chupa caramelofLi\loradillo se babía comido materialmente el riCO patrimoniode su esposa, hija de un alto funcjonario que alcanzó nlU­chos bienes de fortuna. Un carnero le proporcionaba nll­mento para UI) par l1e días, y nn pavo era para él lo que unpichon para cualttuiern otro.

Llegné ú Madrid el 18 de Marzo de 1838, consisliendo todomi cauJal en doce duros, y habienuo quedado red ucido miequipaje á poco más que lo pueBto. Alojéme en cnBa de mihennano político D. Jerónimo Sanmiguel} que lH1)'endo delos faecioRos Be había trasladado á Mad!'id desde Ja Pueblade l\lolltalban, donde ora y sigue siendo titular.

La época más angustiosa de mi vida ha sido sin duda al­gnnA. la comprendida desde mi salida de Madrid para Naval­moral de PUSR, basla que de yuelta en la corte pude estable­cerme y ocurrir á. mi subsistencia, privado, romo lo estaba,de todo recurso. Pe!'o en esa época fué para luí más palpa.ble que uunea el favor de Dios.

Acababa de fallecer en Madrid D. Juslo Acenero, médicodel Hospital Generol, y baC'Ía su madre almoneda de BUS Ji.brOR... IQué tcntacioll p:lr8 quien abrigaba el más vivo deseode adquiri!' muchos I Voy á verlos y no pude !,paistir: la Fa>'­macn]Jea Unive"sal, de JoUl'dan, lo. obra de Lnllemand Robrelas pérdidas aominnles, y otros dos Ó tres libros más, me cos­taron ocho duros, dejando reducido á cuatro el capital enque había de fllndaTl~e mi pol"\7cnil'. Yo recuerdo lo enCfln­trado de los afectos que me dominaban al salir cargado ,lelibros de casa del difunto Acenero: la falta do los ocho <\urosque acababa de gasta!' me llenaba de amm'gura, )' poco mefaltaba para maldecir mi imprudencia.

(Se continuará.)

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de vuestra indulgencia. No me propongoenfermedades locales del órgano, sino un·aquellas modificaciones que, presentagua, tienen su origen en el organismo engendero a la lengua desde el punto de vista mdesde el punto de vista quirúrgico, es decir, qutratar de los sin tomas que suministra, más bia,las enfermedades que tienen en ella asiento.

Mi primer empeño ha sido el de formular unacacion práctica y positiva. Muchos términosaplicándose en este asnnto de nn modo vago ySe describen lenguas sabul'l'osas, sucias y cu .sin distincion, yen cambio se desdeñan signosimportancia como la sequedad y la desnuda.fundar tal clasificacion he preparado cortes miocos de un gran número de lenguas (han llegado'y con ayuda de la cámara lúcida he obtenidodiseños que creo interesantes. De esta manera ouer relacionar los cambios Intimos que se efectel órgano con las apariencias que presenta a la .vista. Uniendo los datos de ambos géneros y 01'

zándolos en series, me he propuesto, imitando á los bo­tánicos, formar 6,.de1les naturales, eligiendo como puutosde mira aquellos caractéres que ap'trecen importanla observacion microscópica, y que al mismo tiempon perceptibles durante la vida á la simple vista. Claro

~""'"Í""I."llta que toda division que no se fundara en caractéresi 'bles sin ayuda de mi cro copios no tendría útilidad

pI' cticno; por esto mi c1asificacion, aunque hecha conayuda de aquel instrumento, es aplicable sin él. Quizálldesde el punto de vista científico resulte, para los par­tidarios de la ciencia pura, incompleta por haber tenidoque pre cindir de datos que no son percetibles sin laayuda de los cortes micro cópicos' tal sncede con laproliferacion del epitelio profundo. Pero dejando estopara otra ocasion, por ahora sólo me he propuesto fol"mular una clasificacion utilizable en la práctica. Elaumento y la forma de di tribncion del epitelio super.ficial ó córneo es de gran importancia desde el moto en que constituye el barniz blanco que confrecuencia se presenta. Otros caractéres, como la pro!gacion de las papilas, la presencia de incrustaeique llegan á e conder la superficie propia del óla pérdida ó la disminucion de las capas epitelialeslas que la superficie se presenta roja, desnuda ó cmta; la calidad de la sequedad, signo de gran iropocia y sólo perceptible a la simple vista, son todosde gran interes qne podrían servir de fundamento ,l)rOpósito.

Hé aquí el bosquejo de la clasificacion. En p •lugar se colocan los fenómenos propios de la salomás que como absolutos, como relativos y propol'CionaJes. Vienen Illégo los síntomas ó estados de adi .á los que siguen los de sustraccion. En los estadosadicion aumenta cada vez mas el epitelio, llegandoadquirir, por último, una estl'Ucturn constituidamateriales extraños. Esta llega á ser el máximo delvestimiento, qne va seguido de un proceso de desdimiento, al cabo del cual la lengua puede llegar ásentarse, no sólo desnuda, sino desollada.

EL SIGLO MtDrco

DR. T. BANZ.

LA LENGUA

Abril J888.

sus MOOIFICACIONES COMO INDICIO DE ENFEMEDADE5

294

enfermeuau, martiriza al enfermo y le origina la muerteen muy pocos meses. Tenemos la íntima persuasion quesi uo hubiera intervenido con la aplicaciou de las COI"

rientes eléctricas constantes é intermitentes un com·pañero de e ta corte, que aplica este agente terapéu ticoá todos los enfermos que se le presentan, el alivio queconseguimos en este desgraciado enfermo habrí.a sidomás persistente y duradero.

Basados en las precitadas y modestas consideracio­nes, damos la voz de alerta a nuestros compañeros paraque, no abusando de la aplicacion de la electricidad,eviten el de crédito de un medio precioso de ali "io ócuraeion con el empleo prudente y cientifico de la elec­troterapia.

J.EC('lONEB DJ-DAS EN EJ. REAL COLEGIO DE ),[ÉDlCOS DE LÓKDRES

POR W. 1l0WRllIGS DICKlS'SON (1

J,ECCION 1.

El conocimiento metódico que 1 va al práctico á c n·sideral' la lengua como fuente de dicios pa' elnóstico, el pronóstico y el trata to, In eq\le no sc encuentra e crito en su n ·te. nosha trasmitido como una tradicion de nuestros antepa­.ados y han sido muy pocas las tentativas hechas paraanalizar ó ueducir leyes de In. experiencia acumuladaeu que aquél con iste. El trabajo empleado en el estu­dio del pulso contrasta notablemente con el desden conque se ha mirado en estos últimos tiempos el estudio~elUeiológicode la lel guu. Varias y llenas de interes,.lice un escritor importantísimo, son las condicione~

)' síntoma presentados por la lengua. rn enfermo po­urJa pen.ar que su médico era ó descuidado ó igno­rante, si en cada visita no explorase In lenaua al mismotiempo que el pulso. Pero, por último, la tendeuciaque en este asunto se ha marcado últimamente ha sidola de considerar los cambios of"ecidos por este órganocada vez como ménos importantes, como accidentalesmás bien que como esenciales, y como resultado dccondiciones locales sin importancia, más bien que comoíntimamente ligados con desórdenes constitucionales.

La lengua, ha dicho uu gran cirujano que ahora meescucha, pertenece á la boca en primer lugar y alarga.nism~ en segundo.• Yo hubiera puesto al organismoen pl'lmer lugar; pero no anticipemos ideas.

.Me propongo estudiar este asunto de un modo im.parcial inspirándome en la observaeion de la natura.leza, y prescindiendo lo mismo de la antigua fe que delmoderno escepticismo, procuraré que la lcngua hable pOI'

si misma. Esto es fácil en teoría, pero difícil cn la prác­tica como comprendereis; por eso necesito doblemente

(1 ~ Miembro honorario del Colegio CayuB de Cambridge;médiCO decano del HOBpltal de San Jorge; médico conBultordel HOBpital de Niños.

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EL SIGLO MÉDICO 295

t.~ Qt.:E SE I'RESE='T.\ LA. Lf.SGl"A

LA 'IFlCAGlUl> DE LO E'T.\ llOS

Inyectada; exceso de epitelio pro·fondo

Membrana lisa reemplazando alpitelio normal.

Caida parcial de la costra con másó ménos parte de la superficienormal.

Costra continua sobre y entre 88papilas. abundancia de materia­les paráBitos.

m:S(Jltll'(.'lQy.; Ml('1l0SCÓPICA

Papilas muy largas, reblandeci­miento del epitelin córneo.

Mayor prolongacinn de las papi·laa que en la lengua cubierta.más plenitod en los intervalos,acumulaciones superficiales.

Barniz denso costroso, más inyec­cion.

... \

9. \'ellOBa 6 costrosa,desnuda en parte. Ge·neralmente seca.. ..

8. Costrosa. eca, oseu-¡ra. Capa gruesa afiel­trada "obre las papi-laA .

10. Den udada. Roja. f Falta general de epitelio, exceptoFalla de cuhierta nor· de la capa de M..lpighin; á vecesmal. . . . . . . . . . tambien de ~sta.

7. (D.) Aterciopelada ó 1Id. íd.vellosa seca .

Ante ocuparnos particularment de cada una dce~tas clases, quiero decir una palabm acerca del planque me propongo seguir. De cribiré primero cada varie­dad de la lengna y juntamente las condiciones clinicaen que yo la haya comprobado. Con ellas Il la vi ·ta headquÍI'ido la costumbre de ordenar lo caso en formade tabla bajo el punto de vista del estado de la lenguay agregándole alguno otros detalles. Como no he dereprodncir 1U3 que lo extracto dc tale cualros, crahueno advertir que los particulares en ello' anotadohan sido, la enfermedad y su duracion; el e tado gene·ral de las fuerza ; apo tmcion y estado intelectual; tem­peratura del cuerpo; e tado del apetito y de la sed; ob­servaciones re pecto al inte tino y al e tómago, al i te­ma nervio o y á la re piracion con relacion Il la boca)' Illa nariz; presencia de materiales morbo os por la diar­rea, la dimesis Ó la upuracion; cantidad de In sali\'a)'humedad 6 sequedael en la boca. Los re ultlldos que helograd reunir han d sf"audado mnchas de mis esperan­zas. Había pretendido hacer un compendio completo demi práctica hospitalaria, pero muchos de lo casos, aun·que poco importantcs, se han perdido para la observa­cion; de modo que en mi cuadros sólo se comprende36(; casos, que deben con iderarse como una muestra,

_'--'-......L!. 1 '- -="-_1

6. \pnlienria de freea.Barniz é inyeccion t es·pecialmente en 188 pa..pilas fon¡:iformes...

6. B1anra, rostrosa. Bar·ni? grueso uniforme1 esquebrajado y re-cortado .

7. Aterciopelada ó ve·llosa Húmeda. Papi­las prolongadas....

SI\II·I,.~ \'UiTA

U};;SCRlPCrON MlCROSCÓPICA

Id. id.

Epitelio blanco en exceso sobrelas papilas, COD extension par­cial á BUB intersticios.

Exceso de epitelio hlanco snbrelas papilas, no extendiéndoseentre ellaE.

--- --------Epitelio blanco en pequeña prn­

parcion sobre las papilas I nocontinuo ó abundante.

~d. id.3. (D.) Punteada J' re-

~nJPLE nSL\

(D.) Pouteada y seca.

3. Punteada y cubierta.Baniz contínuo en nl­gunos puntos. lIú-meda .

2. Punteada t húmeda,sembrada de puntitosblancos .

Sana, húmeda..

Detallando mil , en el primer estado se presentan lapapilas separadamente cubiertas por unas ligeras pla­ca , que con i ten principalmente en epitelio córneo, yneste e tado e le llama lengna llllllleada, Creciendo lacubierta, se l' unen lo puntos ai lado', e hacetl con­fluente, Ó por lo ménos lo parecen Il la imple vista,con titurendo el grado á que e ha aplicado el nombrede lengua cubierta, como indicando la ontinuidad.Aumentando el crecimiento, la papilas toman mayorproporcion en la superficie; lo inten'alos se llenan conyariedade de epitelio profundo y de materiale IId\'en­ticio ; el barniz adquiere aquel grado de desarrollomaximo que e ha de ¡gnado con el nombre de lenguasaburrosa, en la que el barniz es espe o. uniforme, y pa.rece Il menudo como ~i e tuviera con tituido por una\'erdadera capa de yeso, El término de lengua reve tidase limita á otro estado: prolongacion de las papilas, quepermanecen separadas por lo ménos en sus extremida,de , tomando un a pecto como velludo ó de crine grue·SH . El último grado de crecimiento que puede ucederal de la lengua re\'estida Ó presentar e in pasar porella despues deja saburrosa. es aquel en que las papilaRe tan reve tida por una incrustacion generalmentcdura r eca, por la que la superficie se encne.ntm cu,hiett . D d esto punto máximo de la adie' en­zau pI entarse lo proce os de su Lmc 1 . Loducto_ ac mulado ca n y dejan al dc cu ) erto una. u·perlide una vece normal y otras :tt10r . 1; la prira, u ndo 1 tra ~ae gradualmente; seg!cuando u elIid • brusca. lle pecto á la fo n ycaida de la co tra, existen otros modo (le de-ga te y licdecrecimiento defeetuo:;o, por los cuales la lengua e lálimpia y su capa adelgazada' en algunos punto",como i se cncontrase en clla despellejada, Teul'moRluégo las formas de lengua roja, desepiteliada y rlp'nu­da, que forman el fin de la escala

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-- - --------------.;:;,EL SIGLO MtDlOO

CLASE l. a - LENGUA SANA

296

sentan una cantidad mayor de observaciones no consig-nadas. .

Habiendo descrito cada lengna con las enfermedadesá que corresponde, podré considerar esta asociaciondesde otro punto de vista, y tomando algunas enferme­rlades tlpicas' y estados constitucionales estudiaré lasvariedades de lengua que los suelen acompañar. Por úl·timo, deduciré las conclusiones y l'eglas generales quesnministran ti la práctica los detalles anteriores.

Procedamos ahora !I la descripcion de la superficiesana de la lengua hasta el punto necesario á nue~tro

objeto.

cubierta, áun en el perfecto estado de salud"pre se presenta tan Iimitadll. A veces se n~papilas llenos parcialmente los intervalos, y secon mas abundancia en la parte central sen b¡rlaterales y en la punta. La capa dé cilbiel'tamuy gruesa, no oculta la cOllfigUl'acion de la suse adelgaza gradualmente sin Jimitacion brusca;completamente blanca, sino gl'isácea, cuando es dda, y amarillenta cuando es gruesa; el tejido pro •In lengua, cuando se encuentra al descubierto noun sonrosado vivo, sino suave, no está exagerado pinyecc10n, de tal manera que el blanco y el rojo noll1ltn contrnste. La lengua y la boca se encuentl'lnmedas; la saliva puede recogerse vo!untariamell

El estado sano de la lengua no e~ fácil de describir y arrojarse fuera; se la puede dar salida abundantedefinir. No solameute cambia su aspecto y su carácter eu una cánula colocada en el conducto parotideo,condiciones poco considerables respecto á la salud gene. do un poco de ácido acético en la lengua.mI, sino que presenta muchas variaciones dentro de este Para formar idea de los cambios intimos yesen •mismo estado en unas personas respecto á otras y áun en que determinan las al teraciones que se nos presenuna misma persona en épocas ó en momentos diferentes. la simple vista, no basta el contentarse con ~as'p

Hay variedades congénitas en el número y en la promi- superficie del órgano; se necesita recmrir á las snencia de las papilas, y hay tantas variedades congénitas nes que lIegu2n hasta el tejido muscular; la cantida ,ó adquiridas en la cantidad de epitelio, que es tan nor· la natmaleza y la disposicion de las cubiertas epitelia.mal en algunas personas el tener la lengua limpia como les merecen considerarse en su grosor total, así como laen otras el tenerla siempre más ó mén 'c t Así, lo [lpa dérmica por lo que se refiere á su inyeccion, n\lmismo que se mire la lengua á la si le vista, ~ue co acion y extravasaciones, indicando el estado de am.ayuda del microscopio, los limites lo que puede 11 . en cada enfermedad.mar e su estado sano son muy amp' s: el mi o /!:J1\--1---l,1~,ando de los términos que se emplean para deR,do de barniz puede ser normal en un P' .1\ al'. cri'[ la piel, á la cual se pal'ece mucho la membranamal en otra; de suerte que es imposible m cal' con pre· que' viste la lengua, encontramos lo primero el verda­cision el tipo ideal de la salud y los comienzos prime· dero cutis ó corinm, una capa de tejido coujuntiva en­ros de los estados de enfermedad. No obstaute, pueden t1'e el muscular y el epitelial; la parte central de la_darse algunos puntos de mira generales que respondan papilas está formada por proyecciones de este tejido.!l la necesidad de la práctica. La inyeccion y nucleacion de corium son los puntos

La forma, color y apariencia general de la lengua más interesantes que ofrece al estudio. La nncleacion~ana son tan bien conocidos, que sólo necesitan indi- varía mucho aun en el estado de saluel; abnnda muchorarse brevemente. La forma no es demasiado ancha en las papilas y cerca de la snperficie, Sobre el coriulllni de punta roma, como sucede en la lengua blanda de se encuentra el epidermis, compuesto de tres capas, elela anemia, en la depresion 'lue sigue á los excesos al· las cuales forma la más profunda la red (le Malpighio;coMlicos y en muchos otros estados elc astenia; no debe sobre ésta hay otra compuesta de células fusiformes óconservar la impresion de los dientes; no debe ser es· romboidales nncleadas, que corresponden próximamen.trecha ni demasiado puntiaguda, como se presenta grao te al epitelio córneo de la picl; sobre esta capa hay otradualmente en los estados febriles é inflamatorios aguo de formacion córnea y que es especial á la lengua, ydos. Al salir ele la boca debe hacerlo con firmeza y per~ forma principalmente su cubiert,a blanquecina.manecer quieta, sin sacudida ni temblores. R.especto Consideradas separadamente, presenta la red de Mal.al color presenta nn fondo de un color rosa delicado, pighio, en contacto con el corium, un conjunto comosobre el que se distinguen iflS papilas por su forma, pero pacto de células cilíndricas ó en columna' en el estadono por hiperemia ó inyeccion, condiciones que son pero sano se distinguen' bien, aunque rro brnsc~mente, sobretenecientes á ciertos desórdenes, sobre todo á la escaro una coleccion de células poligonales que completa lalatina, en que es muy frecuente la lengu!t con aspecto reel de Malpighio. Hacia la superficie estas células sede fresa. La superficie puede estar limpia, pero lo más prolongan y se hacen íiexi!.Jles, siguen siendo nuclea.frecuente esqllepresente unacapitamás ó ménos clensa, das, y con una ligera transicion llegan á hacerse escn­á la cual se ha conceelido una gran importancia. En el mosas y forman una capa que varía mncho en difereD.estarlo ideal de salud no consiste éste más gue en un de· tes circnnstancias, y que cubre generalmente la super­licado punteado ó empolvamiento que puede parecerse ficie de la lengua. Corresponde esla parcion á la parteal escarchado, consistiendo en una cubiertita colocada córnea de la piel, aunque en la lengua, al contrario deen el vértice de cada unadelas papilas filiformes, sin lIe- lo que en la piel sncede, conservan las células sus núgar su conjunto ni á ocultar ni á modificar el efecto gene· cleos. En las partes prominentes, donde el crecimientoral elel color subyacente. Las papilas filiformes cstán con es más antiguo, sobre todo en los !.Jordes de las puntasmás frecuencia cubiertaR que lasfllngifor111es; pero esta de las papilas, experimentan las célulaa otro cambio,

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EL SIGLO MÉDICO 297

pienleu su forma nuclear y celul:lr, so harcn ¡-¡hroRHR,pierden la propiedau dc colorear o por el cllrUlin, peroubsorbeu lo' coloros de anilina. I~,te epitelio cÓl'lleo sel que esencialmente constitll)'O l'l harniz Ó fol'l'0.l' alque priucipalmente se deben los caractéres cHnico quela leugua pre enta.

E. te tejiuo tieue Illuy débil conexion con la red de1Ialpighio, prescntt\ndosc nua linea ele fractura IllUY re·gultlr á lo largo d u nnion; por olrn ]larte, la red ele11alpighio e eucuentra tan inLilllameote adherida alcoriulll, que se necesitan circnn tancias llnormaJe yáun cxcepcionales para quc se produzca u separncion.La cnpa ele Malpighio tiene nna estrnclul'a definiela yconstaute; la que se encneutra encima I'aria casi indefi­nidamente; la capa profuuda no debe estar descubiertani la superior elebe con tituir una capa li. a, blanca óoscura sobre las eminencias papilare . Las mi~lDas pa·pilas tieueu comunmeute un tipo especial de epiteliocórneo, blanco á ]a simple vista y amarillo al microsco­pio. Yaría mucho en el estado de salud; en el de eufer­medad depeuden de él Jos caractéres que presenta lalengua

COAn, nOA preocupamos en satisfacer otra indicacion exclllai­vnlOcllto tónica, y on tal caso apelamos á las aguas carbóni­('as, á las hicarhonalauo· ferruginoaaf4, á las ferruginosasmismClH Ú 1\ 1118 rlurunlllo· Bóclicas, ya déi.JilcR, ya fuertes, to­madas en pequeiins dosis. Las perturbaciones digestivas, ex­prcsion de no catarro gástrico concolllitant.e que tan á me­nudo ncompnfia. á los padecimientos del hí:::-ado; la aneroía,que Sil le ser igllallneole su con&ecucllcia inmediata, traa­tornaR y anemia que son ent6ncca lo único atendible. en­cnentran pOllel'oso remedio en dichas aguas, 6 para regula­rizar las digcEltioneB, ó para mocliGcar la Becrecion del jugogástrico, 6 para fomenlar la fOl'DJacioh de nuevos glólulosrojos, Ó para contener la destruccion de éstos, aepiracion quepodemoR tenor tan sólo pasajeramente cuando las lesjonesson tan bondas que no cabe aguardar proceso regresivo,cuando la nscítia y profunda depauperacion no permiten in­tervenir ni eatiRfacer otras indicaciones I cuando la deBtruc­cion de glóbulos por UDa especie de nntoenvenenamientoproducido por la absorcion de la bilis y la accion destructorade sus ncidvs y los glóbulos rojos Ó la falta casi absoluta ydefinitiva de secrecion biliar, n08 aconseja correr en auxilioy sosten del enfermo que lucha en retirada contra el mal qnele empuja hácia el sepulcro.

C. 1\'

INDICACIONES

QUE LAS AGUAS MINERO-MEDICINALES f..\T1SFACEN EN EL

TRATAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES DEL HfGADO

[>ill~ ET~ OR. O. UA.LBlXO Ql'~~~ \11\ 1)

Por ra1.0l1es aún no tan bien explicacln 'l. las aguas cia·rurado~Bó¡)i('aB Bulfurosas, ¡aduradas ó ifJUO· brOlUul'adas,

tienE:n un:' arr'jan resoiuth·a en el hígarlll lanláceo y en la.hepntíti!3 si fili li<.'a , y una accion eliminadlJl'a (\11 la hidrargi­r6si8, auxiliadas en carla caso aeglln la fuerza del enfermo yel curFiO más ó ménos avanzado de la enfermedad, ora delas clorurado -sódicas ó Rulfataclo -aotIicas si toda,ría es tiem'po de pensar en estaLlccer ut'rivaciones por reclamarlo laingurgitacioD hepática, ora de las bicarbonatado - ferrl1gino­sas si la falla de fue,zas ó la tendencia á la diarrea nos ve·dan aquel camino 6 aconsejan el opuesto.

Acc¡on especial eliminadora ejercen IUH clo1'ur8(10 - sódicassobre 108 equinococos. lIemos vi~to Ur1 8010 caso, pero aUD­

que solo, notable é instructivo: nos demostró Cómo bajo laaccion tIe bs aguas de Gestona se favorecía y ncelemba pormodo asombroso la salirla de cslos qnislee por la aberluraque un ilustrado profes"," habia practic,,,lo pam darle salida,y repetidas veces nos convencimos de que el tlSO de dichaagua mineral fomenlaba la climinacion. Ó. mejor dicho. el

das estas ¡noieaeionee hidro· miuerales deben llenarses a do aguae que emelian cn localidades poco eaJuroBas y('a de canlbios atmofédcos suaves. Las temperaturas

extenúan, y si '3 atmósfera e$ ad mas seca, estimu·-=:-;:~··'I.cionalidaddel J i ado, que nos importa eostener re­

gulariza Ó igual. Los cambios bruscgs dSD lllga. n es lIi­librios en la circulacion periférica, que se reflejan en la del hi-gado, provocando ~flujos uesordenados qut' nuuca son pro·vecbosos.

La inuicacion purgante y desobstruente y la resolutiva nodeben satisfacerse A un tiempo, siendo racional que, conse­guido el efecto propio de la primera, tratemos de llenar lasegunda auxiliánLiola. si fuera necesario, con la tónica.

No hay para qué ocuparse <le las indicaciones que se lle~

nan por los me lOS hidrotenípicos, aunque son importantísi­mas, ele lo cual tenernos hechas en eeatona numerosas obstor­vacionE::s; porque como al fin y al cabo BU influencia depen­de, más que de la composicion del agna, de la forma de suaplicacion, no responde estrictamente á fa pregunta qne su­pone el texto d.ltems qlle aquí se desarrolla.

óle me fijaré en el efecto especial que pueden producirlos baGos de aguas clorurado - sódicas por su accion cstimu­lante solH'e la piel en contacto con ésta y por la pequeñaparcia n de clorul'os que puedan penetrar y uepoeitnrse en eldermis, provocando fluxion vascular. y por diátesis, más óménos abllndanlpB diaftlreRia, tUil á título de derivativa 6revulsiva.

\'

Fiel á mi propósito de presentar á In sabidurla del Congre·RO rlpl modn IIH\R ....n'nr.. pndin¡:¡,n v Itt....nni ....n pI (Inn;llntn nA

(1) Véase el número auterio,·.

Page 10: EL SIGLO MEDICO - rodin.uca.es

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La. dicha. para la primera indicaciony Halle y Hachen.

Las mismas.

La. mismas, e.pecialmente Halle yHachen.

Carl.bad, Marienbad.

Las indic.da. de l•• tres primeras cla­.e. y Franze.brnu y Hachen.

Como la hepatitis supurativa.

Em., Spa, Pierrefond.

la. tres primeras clase.ar, Zaldivar l' Otálora..

e.tona (manantial débil), Solare., Be.a- \ Vichy, Em., Carlsbad, Marienbad.)'a, Mondáriz, Sobran,. . .

Besaya, Solares, Sobran, Monrláriz, Mar­malejo, Puertollano, Lanjaron......

Las mismas .

Oe.tona, Fitero, Arnedillo, Guarda·Vieja,Loecbe. y Peralta.. . . . . .

La. corre.pondiente.1I 111 pri- \meTa indicacion y las io- (dl1l'ad•• Ó iodo-bromura· \da•.............

Las mismas \

Clorurado Ó sulfatado - .ódi­cns suaves y bicarbonata­do-.ódica•.........

-, I(((:" /-, /~,7 ~7 IINDICACIONES CLASE DE AOU.\S .\llllA::;·)I1NEIl..\LES :'(.\CIO', Il.ES _ 1_AGUAS MI!\EIl.Al.ES EXTRAl'JERAS

Porgante, de.ob.trnente l Clornran?-.ó<1ica. l' sulfata- ¡Arnedlllo, Ce.tona, Fltero. G~'arrl.a-Vieja, l Kis.in¡len, Homburo,Carl.bad, Pullna,y dertvatlva \ do-.ódlca ( Pelalta, Loecbe., Otálora, Zaldlvar 1 Sedbtz.

La. mi.m•• y bic.rbonat.do· \ L.s misma. y de.poe. Mondáriz, Sobran, l L•• mism•• y despues Vichy, Carls-sódic.s , , .. Lanjl\ron, floJ.res, Sou.... . ( bad, Val•.

Bic.l'bonatado - .ódicas, clo It rUTado· sódicas euaves y

IJ'lfe{:.o~i~o~a.s.: : : : : : : : I\ Clorurado .•ódicas y .ulfata- 1,

I do -sódicas. . . . . . . . . 1

1I Como la bepatlti••upurativa.

Clormado .•ódica., .ulfata- )do·sódica., bic.rbonatado· ..ónicas y clornra<1o·.ódica. \sulfuro••s .

La. misma. y re.olutiva.

Re.olutiva y tónica....

Purgante suave.

Re.olutiva y tónica.

Jd. Id .

Pu~~~~:~ ~i~e~a. y. r~•.ol~~ )

Ptl~gante suave y resolu· (tlva (

Las mi.mas _ /

Pu~ganto suave y ~ "olu- (tIva ~

Id. con anemia.

Ir!. antiguas (infarto.l ..

Hiperemia hepática.... )

Hep.tltis .upurativa en- Iqui.tada \

J.!. iuter.ticial (primer pe- Iriodo) \

Jd. id. (.egundo periOdO).,

Jd.•ifilítica 1

IDegener.cion amiloidea.. l

IJd. con antecedente••ifi- \

litico•.......... ¡Jd. gra.osa )

ENFERMEDADES

Marmolejo, Lanjaron, Mondáriz, Puerto- l Vichy, Ems, Spa, Vals, Pierrefond.llano l' Sobran. . . . . . . . . . . . . . I

Id. con diarrea ó anemia.

Pielonefrítis. • . .

Ictericia catarral.

Tónica y re.olutiva, ... I Bicarbonatado-.ódicaR, .obre\ todo ferrugino.as ..

Lo mi~mo que la hepatlti. inter.ticial.

Purgante y desob.truente (Clorurado, sulfatado y bicar- ¡Las ya indicadas de e.ta. cla.es, empe-. 1 bonatado .ódicllB.. . . . . zando por la. purgantes y luégo la. al­calmas.

Vichy, Spa. Vals, Pierrefond, Ems, yCarl.bad, Marienbadó Ki••ingen conobservacion.?~.~ 1

Ce.tona y quid. J"itero, Arnedillo, Para­cuello•.

Las mencionada. de estas clase•.

Clorurado, .ulfatado y bicar- 1bonatado-BódlCR9 .. .... f

Bicarbonato· .ódica. y cloru· \rada - .ódlca.. . . . . . . .

Clorurado·.ódicas.. . . . . . \Eliminadora••

Flui,lificante y desobs-\truente.•..•.....

ILo'mlsmo que en la biperemia hepática, salvo la lesion orgllnica posible.

I . (Bicarbonatado -sódicaR ferrU-¡ . .TÓDlca y de.ob.truente y \ g' osas l. 't d Marmole]o, LanJaron, Puertollano,) lO Y a Cl a a. pur- b .I purgante .uave..... I gante••uaves.. . . . . . . tona y Loecbes con o servaclOn...

. \

Equinococos••

Id. hepatógena.

Id. con anemia..

Cálculos biliares ..

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EL SIGLO l\lÉDICO 299

PRENSA MÉDICA

EXTRA JERA: I. La talla alta sub pubiana. - U. Músculoprestern"l en cl hombre. - llt El vértigo de los fuwado­res. - IV. rrumor~8 malignos de la próstata.

Despues dc haber hecho numeroso experimentos en elcadáver. y atendiendo tí consideraciones anatómicas y fisio­lógicas, propone el r. Langeubuch ,de Berlln) abordar lavejiga por el e pacio que separa la raiz del pene de la sínfi·sis púbicn. Esta opernciou, que no ha tenido alÍn aeaaion depracticar en el vivo, consta de los tiempos siguientes (pIoperador se coloca entre las piernas del Bujeto, cuyas nalgasestán en el borde de la mesa y lns piernas ('olgando ) :

}.O Inciaiun media en Y invertida, cuya cola principia enla siofisis y tenuina en el pene á un travé. de dedo de suraíz: las ramas descienden oblicuamente Bobre las partes la­terales Jel pene y de la raiz del escroto. Diseccion que des­cubra el plano aponeurótico de la sínfisis en la raíz del peneinclusive.

2 o eccion del ligamento suspensorio del pene. Se cortanprimero las fibras superficiales por los lados y pOI' delantedel pene con las tijeras, y despues la. fibras profundas pord lante de la sinfi ia con el bisturí de resecciones. Estetiempo e capital y permite un descenso considerable delp ne,

3.0 Desprendimi "to del plano apoueu I co del laciosobp 'bi o. e Ile a primero el cuchillo i n diatamcnte pordebajo de Ja nfi is. introduciendo muy O la punta arno h rir 1pi ·0 de antorini; comenzada . desineer I n Iteral, se T emplaza el bisturí por un instru oobra como pr.lanca para desgarrar las adherenclaR. Por úHi­mOl en cuanto se puede se coloca debajo de la sínfisis un lJi·

latador que rechaza hAcia abajo el ligamento rJesinsertauo.4.° ExcelJcionalmente se pnede ensanchar la brecha ~es·

gando lateralmente el borde s111,erior tle Iaapeneurósis. El ea­pacio ,ertical aRí obtenido mide dI,; 4. á ¡; centímetros.

5.0 Recbazadas las venas hácia abajo y i:lteralmente, seincinde la vejiga - luégo que un catéter ha hel'110 reCOllocerel orificio del cuello - llevando la punta del bisturí haciaarriba)" atrás.

6,0 'e sutura la vejiga des pues de haber introducido)'fijado dos tubos de drenaje. uno adductor para las lociones.en el ángulo soperior de la herida; otro abductor, al que sehace atravesar ~l triángulo trasverso - isquio· bulbar y quesale por una incision cutánea especial.

Este método no compromete ningun órgano importante,no expone á hemorragia ni á infiltracíon de orina y permiteexplorar con l dedo una gran parte de la vejiga Para el se­fior Langenbuch debe reemplazar á todas las tallas perinea·les y no ceder el poesto más que á la talla hipogástrica enlos casos de cálculos dewasiado voluminosos ó de tumo re.demasiado extensos.

II

El Sr. Roubinovitch hn observado en el Hospital de InPiedad de Parls, cHnica del Dr. Lancereaux, una anomallamuscular hastante rara; el músculo presternal.

Érase un hombre de cuarenta }' siete anos de edad,que tenía una meningítis tuberculosa, ó. cansa de la cual in­¡¡resó en dicho hospital el 24 de Febrero último. Dos mesesántes había estado en el mismo á causa de uoa tuberculósisdel vértice izquierdo.

Examinando el dla 25 los caractéres de la dispnea observódicho sefior en la pared anterior del tórax una emineucia Ion

gitudinnl que Be manifestaba cnel momento de la iospiracionr que desaparecía durante la espirncion. Esta eminenciaunilateral eslaba situRlla A In rlel'ccha y perpendicularmenteá las fibras del pectoral mayor. Inmediatamente se ocurriónI. r. RoulJinovitch Ja ¡.Iea. de si podría tratarse de unaanomalía muscular, y la autopsia no tardó ~n confirmarlo.En efecto, hí"cha ésta el LO de Marzo Ae encontró en el pun·lo corrpsponrliente á la elOinencH\ indicada un músculo. si­tuado por debajo de la aponeurósis torácica superficial, pordelante del esternon }' de la parte más interna del pectoralmayor.

Este músculo era único y estaba situaJo á la derecha dela línea media. sobre las inFlerciones esternales del pectoralmayor. Su direccion era ligeramente oblicua, de tal suerteque, situado por arriba justamente en la línea media, distabapor abajo de esta línea 2 '/, milímetros, y BUS tibras erancasi perpendiculares á la8 del pectoral mayor. Se extendíadesde la parte media de la cara anterior del manubrio delesternon basta el sétimo cartílago costal u longitud era de19 centímetros.

.Era un músculo fusiforme, más ancho en BU parte media(1 I{, centímetros) que en sus dos extremos (extremo supe·riol' 6 milímetros é inferior 10" carnoBo en su parte media ytendinoso en sus dos extremos. El lenuon inferior, que sedescompon1a en tres hacecillos st:lcunUari08, era más anrho

ue el teudon superior '1ne era muy delgado, pero grueso,"n ningun punt de 11 trayecto pr~ ntaLw.. e te músculo

·aios de intersecciones fibra as. Por arriba, el tend ndp.1 . o se confundía con ]3M fibra9 carnosas uel pectol'i\l

o que se insertaban soore eJ teroon. El teudon infl'-onfunllia poreu hac eUI ext rno con las insercion ... s

del pe ral mayor sobre el quinto carblago o tal p r bU

hacecillo medio se in ertaba sobre el sl'timo cartilago costal,y por su hacecillo interno sobre el sexto cartilago.

Estas inserciones explican el wecanismo de la. eminenciaous€'rvada en el vivo uurante la inspiracion. A cada contrae­cion elel pectoral mayor derecho Re contraia el músculo pres­terna] sinérgicamente. Por tanto, 8U papel fisiológico consir.;teen a)'u,lar los hacecillo~ inferiores ue eRte mUBculo en su~

funcione .. il1spiratorias, pues á cada contraccion, el múst~ulopre!ite rnal tOJnilllllo su punto tl~ apoyo ('O el ~ ternon, ele,'.\las .tres últimas costilh\8 v~rdaueras y contribuye así 1.\ lll­

latadon de la c~viclad torácica.

III

Segun el Sr. Decaisne. resulta de numerosos experimentosque la nicotina hace contraer Jos músculos de lo vasos. A lacontraccion exagel'ada de los vasos del encéfalo debe atri­buirse el vértigo de los fumadores. El enfermo iotoxicadoexperimenta nna gran Rensacion tie yacía; cree que ya ~\ per­eler completamente el conocimiento. Extrniio á todo ]0 quepasa á su alrededor, hace los mayores esfuerzos para fijarsus ideas que se scapan, y no pueue conseguirlo. Duranleeste t.ien"lpo, los lDovimientos son ineoher ntes y los órganosde los sentidos Bufren las impresiones más engauosas. Todoparece girar en dene...lor suyo, y si cierra los ojos todo sucuerpo experimenta la sensacion de eso UloYimiento. Desdehace veinticinco afias ha encontrado el Sr. Decaisne grannúmero de casos ue v6rtigo do los fUlOlldores, cuyas obser­vaciones resumo en los siguientes términos:

1.° En los 63 sujetos de veintinueve á sesenta)' seis añoR,

<Iu ha observado, 49 tenian de cincuenta á seseuta y seis

afios.2.o Más de In mitad presentaban, adcmas de los vértigos,

trastornos digestivos. alternativas de estreñimiento y diar­rea. tltspnea, secrecion orinada exagerada, sudores más ó

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EL SIGLO MlIDICO

E S T U DIO S e J. f N 1 e o s

EL MORRHUOL

TERAPÉUTICA

La ablacion de! tumor es, por el contrario, !n1l.t.l/.de la rapidez de la difusion.

Bergcr. Lewaltlt, me des Beaux . Arts.

La casa Berger - Levrault acaba de publicar nn trabajo qmerece fijar tanto más la "tencion de los prácticos,que se trata en esos estudios clínicos de un medicsm8nuevo, el morrhuol, propu~sto por el Sr. Chapoteaut '1 elllpicado con buen éxito contra los estados morbosos que' me.;nudo causan nnestra desesperacion: la tuberculósis, la eecftl,;filIa, el raquitismo, etc.

Todos nuestros colegas saben, lo hemos dicho ya en_periódico, que el morrhuol representa todos los prineipiOlactivos del aceite de hígado de bacalao, comprendidos, billl.enteudido, los alcaloides en conexion con la serie de baseshidropiridicas, cuya presencia en este medicamento rué Be­finlada en 1886 por los Sres. A Gautier y Mourgues.

Merced á los trabajos de estos dos quimicos, es ahora'ermitido preguntar si son tal vez esos alcaloides, que cons­

'en las maravillosas propiedades curativas del aceite dedo de bacalao, si son ellos Jos que notablemente obran

el bacilo de la tuberculósis. Esperando que los traba·complementarios resuelvan definitivamente la cuestion,

un h c o experimental sería, segun el autor, definitivamenteadqui id ,á saber: <La aceion curativa del aceite de hígadode bacalao de pende de su contenido en morrhuol. >

Despues de recordar lo que todos sabemos, cuán difícil esmuchas veces lograr que acepten los enfermos el aceite dehigado de bacalao, relata el autor, en los capitulos II )' 111,numerosas observaciones hechas touas por médicos distin'guidos: Lafarge, Pernod, Laborue, Busart, Chazeaud, Gay".Entre ellas hay cierto número recogidas en el HOtel· Dieu,en el servicio del señor profesor Germain Sée y en el Hos·pital Laennec.

Aq uí vemos indiviuuos atacados de bronquitis crónica óde tuberculósis, cuyo estado va mejorando con sorprendenter.pidez; allá vemos linfático,escrofulosos, cuyo organismose modifica felizmente despues de haber hecho uso del mo'"rhuol durante algunas semanas; en todos ha sido aprobadadesde el tercero ó cuarto día de tratamiento, Como una ten.dencia á volver á la salud; tod08 experimentaban un senti.miento de bienestar, y, para servirnos de ]as exposicioneldel SI'. Gay, agregado á la Facnltad, .comian y digerían f'­cilmente... dormían y gargajeaban mucho ménos.,

l En fin, uno de los puntos más importantes, CO:DO muyjustamente hace observar el Dr. Lafarge en el Dictiofltloire

1 de l'hérapclttiqlte del SI'. Dujardin-Beaumetz (pág, 737),bajo la infiu cia del ruorrhuol aumentan los fuerzas y almismo tiempo la corpulencia.

.Ahora bien, ha dicho el profesor Germain Sée; cnando elenfermo recobl'a fuerzas y corpulencia, estése seguro qne la

I enfermedad no hace más progresos ... En general, todo tra-'tamiento que hace cesar lo que vulgarmente se llama la tisis,debe inscribirse en buena línea, La detencion de la denutri.rion es BU signo distintivo.»

lIé aquí, por lo demas, en qué términos se expresa ..1emiuente profesor de Clínica médica respecto al rnorrhool,en su libro DlI régitlle alilllelltaire (pág. 401 ):

.El aceite de hígado de bacalao concluye

300

1\'

ménos abundantes, insomnio y palpitaciones; una terceraparte, intermitencia del pulso y angina granulosa, algunosenBsema, aftas, ambliopia, esputos de sangre, etc.

3.° Treinta y siete casos se refieren á fumadores en ayu·nas, en quienes el vértigo se produch casi siempre por lamafiana.

4. o La aparicion de los vértigos coinciJís, en una terceraparte de los casos, cou la supresion de sudores profusos y larliBminucion marcada de la seerecion urinaria, fenómeno queinterpretarán seguramente todos los fisiólogos.

5.0 A veces los sintomas del vértigo de los fumadores sehan confundido con los de la congestion cerebral, y hastacon los de enfermeda'!es cardíacas. En efecto, ocho de losenfermos habían sido tratarlos por congestiones cerebrales óafecciones cardíacas, y Bielo sometidos á las snngTíns, pur­gantes repetidos.. digital, vejigatorios durante más Ó ménostiempo, con agra\'acion considerable ue su estado. El mismoSr. Decaisne llegó á creer que uno de los vertiginosos debióla muerte " una sangría que no estaba indicada, No debe 01·vidarse, por otra parte, que eula intoxicacion nicotínica hayprimero un estado de contl'accion de los vasos qne produceel vértigo, y despues, sobreviniendo la reaccion, los mismosórganos se dilatan y es el pe. íodo de congestiono

6,0 El tratamiento general del vértigo de los fnmadores,elupleadu siempre con éxito por dicho señor, com~iste en lasupresion absoluta del tabaco y en alguno~ caso n la regla,mentacion de las costnmbres, añadien.l0 c e Igu­gnnos la antes, l()s baños tibios, la. magl la, In~ ao gas.En 28 casos ha hecho á los enfermos en o vértigo inyec·eion~s hipodérmicas de éter, qne hiciero esar éste l' 1ménos en ~eiB ó sipte minutos.

7.0 De lo 37 sujetos que fumaban en adesaparecer inmediatamente los vértigos nodespues de las comidas,

Hé aquí las conclusiones de la tésis del DI', Engelbachacerca de los t.lInores malignos de la próstata:

1.o Los neo plasmas de la próstata no son tan raros comose cree; las roás veces son primitivos (el 90 por 100); 10 ve­rra de caua 100 recaen en niños de uno á diez afios.

2,0 a. Los neo plasmas de la próstata están constituidosde ordinario por el carcinoma 86 veces por cada 100) queprincipia en 109 fondos de saco glandulares. El sarcoma seencuentra excepcionalmente.

b. Las conexiones de la glándula, su riqueza en linfáticos,explican su difusion casi constante, extensa y rápi.la (carci­nósis próstato - pélvica difusa); la invasion de los huesos, ve­sículas seminales, etc.

c. La iov3sion de la vejiga no es la regla, sino, por el con·trario, un hecho excepcional.

3. 0 De ol'dinario los síntomas predominantes son trastor.nos funcionalr8 del apArato ul'inario; la hematuria falta ámenuuo, los dolores tienen un tipo particular. En "tros en.fermos hay funciol1:.tmiento casi regular del aparato urinario;pero, por el contrario, está muy dificultado el del recto.

La marclia es tanto más rápida cuanto más jóven elsujeto.

La duracion de la evolucion del neoplasma varía de tresmeses á cinco afias el máximum.

4° La exploracion de la cavidad pélvica y la existenciade los dolores irradiados son las mejores ba_es del diag­nóstico.

5." La I(ravedad del pronó3tico, la agudeza ue ciertos sín.tomas (obstruccion rectal, retencion completa) autoriza unaintervencion operatoria,

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EL SIGLO MÉDICO ROl

canBar 108 nrgKnos digestiyos y por saturar las \'clloaillndrBal cabo de nlguna semanas; 611 este caso, empleo, no Hin

buen éxito, un extrRcto especial de aceite, 11eRigna,l0 l>njoel nombre de ...lIorl'll1«oI.. Lo dula ('8 qll~ el remedio es bientolrrao.o y nbsorbiuo. y qne su nccion nntillcnutritiva le RRi·mila á In necion l1lod~rntlorndel aceite

Por la obscn'urion de los hechos, y como ('onl:lccl1cnC'ia ,1C"Ulltl apreciarion tan fl.\\'orable, el anlor de este tun inh~rc­

!i'iant trabajo se halla perfectamente en el .Ierel'ha de ltCrifqne 1:"1 worrhuol c8uprime todos lo incoll\'cni n1 ~ del 3reitrtle hígado do bacalao para sólo censen-nr los beneficios_.

Dn.. Eu. LU'HASY

SECCroN OFICIAL

MINISTERIO DE GRACIA Y JUSTICIA

Rut. DI::CRETO

De 3cu~rdo con el Consejo de Ministros, en nombre de miaugusto hijo el rey D. Alfonso XUl, y como reina regentedel reino,

Vengo en antorizar al ministro de Gracia y Justicia paraque pre ente- ¡) las ortes un lJroyecto de ley sobre manico·mio~ jaui iale~.

D. o en I'alacio ,¡ .los ue .\ uril de mil ocllO~¡¡;t(j¡~¡'¡

ta.)" ocho,· J[ada "i,/itilla, - El ministroticia, Jlanutl J/"n Jlartincz.

L.\ CORTE

L legJ8htclon r laUn\. H. lo lIamauo8 com 1 cot'rIlUlnales, es decir, á los que en estado de per urhacionmental realizan un acto tlue la ley cnlifiea de delito, no esenteramente ajena á nuestro Código, toua vez que el artil'u­lo .°1 párrafo primero, inspirAndo e en la exigencias de laI'leguri·jad social, dispone que el imuécil ó el loco, exentosde re"pon":1bi1idad criminal, sean recluidos por derreto delTribunal senh'nciador en uno de 10.i hospitales ul'stinatlos:\ t: ... ta claBe lit' enf~rlllos, ó, tratándose tle delitos 1n('noB ~ra·

,·e~. t.:'lltre~ados Ú llU~ fallll1ias si l2-Qtas diesen suficiente fian­za de custodia PeTo cate precepto, Que no es más que unpunto de parlitla, necesita ser Amplia y minuciosamente des·dl'rvllado, tenienuo presentes los dalos de la realiuau )aquellas trascendentales enseñanzas que han determinado('11 otros países la reforma que se propone, universalmenteal~eptada corno legítimo complemento de la legislacion penal.

El enajenado á quien falta la conciencia reflexiva de susados 110 pnede Ber delincuente; pero si la enfermedad quepauí.:(·e se revela 8n acceso de carácter agresivo y violento,resullará aún má~ peligroso que cualquier criminal, por supropenaion tí aLenlar contra las personas y las cosus. Excep.tuado, pues, de la pena, 11ue no merece ni halJrfa de produ·cir en él efecto alguno jurídico, debe quedar, sin embnl'go,bajo la accion de la ler, para impedirle que re8llice nuevosdafios)' procul'arle el disfrute ue la razoJl, fwmelicndole nitratawiento que reclame su estado.

A selOejante idea obedece el I'lantealOiento ,le los (Iue ennucstro país Re llamarán manicomios judiciales, ius1itucionioternleuia qne refunde en los fioes de la bCIH'llc{'ncia públi.('a 10H de la seguridad social, )' que tiende irllnerHata y me­diatalllen~á la disminucion del delito, uajo lad inspiraciones,unánimes el: esle }.!Uolo, de las dOl'~ escuela'i criminalistasque hoy se disputan el campo del Derecho. porque si. deacueruo con la ciencia positiva, provee á la ('Iiminacion tlrlq11C C8 nn peligro en la vida libre, por BUB tendencias al cri·JUen, con arreglo á las doctrinas correccionales, 4ne ven en

el delincuente, :iun sin ser 10('0, un enfurmo de la voluntadcoloco á éste bajo la salvaguardia d la ciencia médica, enllna de ~us más difíciles eRprcinlidarleR, sin perjuicio de ro·dearle de cuantos elementos sran necesarios para BU regtBe­ra(.'ion moral.

No cs una escuell\ In illiciculora de esta gran reforma, Im­porta consignarlo aquí, toda vez que 10R empefios Ristemáti-coa suelen, por lo exc!usi"OA, andar reilidos en parle con laamplisimn rcalidad dI! la "iu.\, y encuentran, por ello rni~ll1o,

en su des~rrollo) tropiezos y oposiciones de quese vcr.IiLrc~

aquellas fecunuas conconlancias <le las ideas)' los hecho.que espontáneamente se producen en el seno dc la socieda,1á impulsos de necesidades vivamente sentidas. La refurmade que se trata, en su iniciacioD, en su desenvolvimientoen las controversias que produjo para plautearla con mn}'olacierto, y en las varias y luminosas informaciones á que hadado lugar. corresponde al buen sentiuo del pueblo iogh'.,tan educado en la práctica de la verdadera libertau y tan cu­rado de ideologismos y preocupaciones. Comenzó en los jui.cios de los regicidas Margant" Nicholson (1786 y Juan Friteh(1790 J. declarados locos; en el de Iladfield (1800 J la plan-teó lord Kenyon ante el Jurado, manlfestaudo, á propósitodel destioo que uebía dar~e al red declararlo irrespon.auloqne éste, corno enfermo de la ro nte, merecía compasion ;tratamiento humano, pero que libre era peligroso á si mis-

á Jos demas, y u reclusinn) tanto interesaba al rey IH)'

trono, cOOJO 1 mendigo en la VUl púbJicfl., fu tu!'-a1 el manicomio d B th len)' en el a ..lo d Fisherton

, se instaló definitivamente en el manicomio der(Crillli>wIL'",ot ,d.Sylllll, donde, d d "p"r-

tura (1 ~. hasta la ~ tllaUdall, la xperiencia ha con a"ra·do la eficacia de una institucion que con otras similnrcti, lOS'

pirada8 en la mi ma rectitud y sauiduría, han prullucido enInglaterra el decrecimiento de la criminalidad en razon direc­ta del aumento de la pobladon.

Por si esto no fuera bastante, la reforma, establecida :i Io.lyez que en Inglaterra, en Irhnda DuudruJU¡ y en Esco~'ia

(Perth /, se extendió paulatinamente á los paise.s deri\'adlJsde la nacionalulad ingieRa, implant. orlase en algunos punto~

de lo Estauos Unidos (le América, en la ~ue\"a Gales del, ur y en el Canadá. En Francia S~ hIZO una sl'li\'a propa­gan11a, discutiénuose muy detenidamente el Rsunto en libros,revistas IInportantes, Sociedades, Congresos cltmtificoó y enen el Parlamento (en el qne se halla abora sometida á reyi-ion la I~y de 183 ), y, merced á cstc movimiento de la opi­

nion, se han creado ya en distintas épocas departamentospara locos criminales en l\Jontpellier, en la S\lret~ y en Gai1I0n. En Italia, donue so trasportó la ley france.a, primera­mente al ducado de Toscana, el entusiasmo fllt' mayor, e.irahe. uniéndose:\ los votos afirmetl\'os los ue nnn escuelanovísima que ha planteado formnl y científicamente el pro­1.11 Ola Je In criminaliunu, en arOlonía con mOltel nas investi­gaciones científicas; y no s610 ha me1'ecido I aplauso unáni·me c.le los Congresos frenopAticoB y la sancion tIe eminentes]>erRonnlidatles cicnlfficas de todas procedencias,sino que has­ta á la Oámara ha llegado tina ley gel1er3ll'eferetlte ,\ los lo·cos con un capltlllo para los manicomios criminalcH, inspiradofnndam ntalmente en las soluciones de la ley ingleea, al pro·pio tiempo qu€' el blinisterio Oepretis proyectó la in8tnlaciondo tres manicomios elo esla iniJole para el Norte, t:l Centro y

cl l\lcrJiodía de Italia. Por ultimo, en Jos restnntes pai es deEuropa, este eco ha tenido resonancia y la reforma ha RiJotolal ó paroialJllent~ admitida ó ensa)·ada. Con tales antece­dentes, natural es qne nuestra patria, ya que sigue algo tarde10B mi8mos derroteros, lo ha~a con resolul'iou, aprovecbanuOBe de la garantía que le otorgan las enseñanzas recibiuas.

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EL SIGLO MtDICO

reclusion del loco en el manicomio judicial, ó lUlotro dc carácter público, ó la entrega á la familia iIiliciente lianza de custodia, salvo los casos de d-'itcilas personas ó de incendio, en los cuales (artículo&lse exige necesariamente el ingreso provisional en elmio, así como se otorga la facultad de ordenar lamismo cnando los progresos de la enfermedad (ar'­duzcan al recluido al estado de inválido ó inQfensil'o.

Para establecer un principio regulador que armoderecbos de la sociedad y los del individuo, la ley 1\111permanencia de los locos criminales en el manicomio,su bien comp"obada c'l1'acio>l (art. 16), término cuya la •la vez que encierra el espíritu de la reforma, da liberta«dependencia absoluta al juicio clínico; y no pareciendovía suliciente este concepto, en el artículo inmediato (1preven los casos de cu racion aparente y el proce .que Be debe seguir.

Hay más, y la experiencia lo ha revelado con nUIDenseñanzas. Pueden ocurrir casos de curacion definitienfermedades que se han llamado curables en los e~

no en la causa, como sucede con los alcohólicos, que, stidos al régimen del manicomio, y privados del uso dabebidas, causa del padecimiento, sanan completamente; pen la vida libre, el mismo impulso irresistible los lleva al vi·cio, á la enfermedad y á la delincuencia consiguientes. Lo pro·

.o ocurre con locu ras especiales como la puerperaI. Una 11l' visora tenia que fijal8e en tales cicunstancias y estac as naturales garantías. A esto obedecen las salidas pr

i io ales (art. 20) que el Tribunal podrá acordar con las ae­seg r ades y requisitos establecidos en el arto 21.

E anto á los medios y trámites Jegales, este proyectorespeta todos los derechos dentro de un organismo escrupu·losamente establecido. Reserva á los médicos la competen­cia que Jes corresponde, da intervencion decisiva para evitartodo género de abusos y asegurar el cumplimiento de la leyá los Tribunales de Justicia y al Ministerio fiscal, y encomien·da la inspeccion del manicomio á una Junta compuesta delas más elevadas pereonalidades. Ademas, la familia ó el re·presentante legal del enfermo tienen franco el camino paraSUB legítimas reclamaciones.

Falta hacer mencion del último capítulo del proyecto deley, del que se reliere á los procesados sospechosos de peroturbacion mental. Para éstos se dispone que puedan!bsal' en el departamento especial del manicomio, por acude los Tribunales de Justicia, y aunque sería de deseartodos los procesados eu estas condiciones fnéran some1Íá una inteligente observacion, la siluacion económiaaopaís no lo permite y bay que limitarla á los procesada.los Tribunales de la demarcacion donde eoté establecid4manicomio judicial, y á los demas del reino sólo enextraordinarios y en atencion á su gravedad, importandilicultades de diagnóstico.

Tal ea. en líne3R º,pnPr~lPA pI. pA.l).i:ri.tU_'L1Q ..od""ehll'A

troducir una reforma oportuns y necessria. Llega á noscon la sancion de las naciones más adelantadas y con­aprobacion unánime de los hombres de ciencia y de gono. Tiende á un lin importante á la vida social y l~ rhumanamente. No contradice ninguna opinion ni nisentimiento respetable; y por lo tanto, el ministrosuscribe la somete al exámen de las Cortes, confiandOque han de consagrarla con sus votos.

Madrid 2 de Ab .. il de 1888.-El ministro de Gracia, Jticia, Manuel Alonso Martinez.

302

Por lo que respecta á los penados que enloquen durante elcumplimiento de su condena, una estadístics reciente ha de­mostrado que existe!' en los establecimientos penales 128entre locos, epilépticos y afectados de neurósis con manifes­taciones de trastorno mental. Su situacion es más lamentableque la que denunció Howar en Inglaterra. El presidio es unmedio funesto para esta clase de enfermos, porque la confu­Bian y el ruido que allí reinan, provocan excitaciones quetrastornan más al exaltado. A pesar de lo prescrito en el al"ticulo 101 del Código penal, resulta así inelicaz para ellos elamparo de la ley, porque la carencia de un procedimientoexpeditivo les retiene indelinidamellte en la prision; les fal­tal á veces, el auxilio de la ciencia, porque en el presidio llihay medios ni recuraos para tratarlos convenientemente; ypeligra con frecuencia su vida, porque un enfermo abando­nado á su enfermedad es unaexistenria ofrecida á la muerte.

Por lo que hace á los procesados que por extravío de surazon quedan exentos de responsabilidad y comprendidos enel arto 8.° del Código, otra estadística, no completa, ha de­mostrado que existen en hospitales y manicomios 207, igno·rándose el número de los que hayan sido zonliados á sus fa­milias, así como tambien otros datos indispensables para co·nocer este importantísimo ~ormenor de la estadística de lacriminalidad.

De todas suertes, aparece desde luégo excesivo el númerode individuos de esta clase, recluidos en ti ci ientosque, ni por las condiciones del local, ni o el siste. de vi­gilancia, ni por las escasas formalidades á que se sujetan 1]lernlanencia y la salida de los reclusos, n de ofrecer g ­rantia á los intereses sociales. En este con pto, el l' ye tode ley presentado por el ministro que SI1S e ,de t ­mente una ley de seguridad. La seguridad está en Jos precep·tos legislativor::I, en el manicomio dispuesto COD un fin espe·cial, en su organizacion, en los requisitos exigidos para lalibertad de los locos criminales y en la existencia ele un perosonal idóneo é imbuido de la difícil mision que ejerce, tansemejante á la del médico Corno á la del magistrado. Esta esla gran conquista en las tradiciones del manicomio inglés.Allí se procede sieu'pre bajo la idea de que el enajenado quecon BUB actos acredita instintos agresivos, es un sér noto·riamente peligroso; y por esta circunstancia se diferencia alloco criminal del ordinario, no concediendo á aquél la liber­tad hasta su bien cOlllp.'·obada curacio", requisito tan indís­pensable, que sin él, como dice un autor ilustre, los manico­mios para criminales no serían máli que un lujo y un inútildescargo de las prisiones.

El proyecto de ley que el ministro que suscribe tiene lahonra de presentar á las Cortes es una obra meditada, conestudio previo de las legislaciones y estadísticas extranjeras,para hacer la aplicacion más conveniente á las necesidadesde nuestro paJs. Comprende tres partes, que se relieren átres categorías de personas, á saber: penados enfermos deperturbacion mental, procesados cleclarados en este mismo

Atiende la ley principalmente á Jos locos de las dos clases,penados y procesados, que por la naturaleza de su enferme­dad y su delito sean considerados peligrosos. Por esta razonquedan exentos del ingreso en el mauicomio judicial aque­llos conlinados cuya enferdad fuese transitoria ó inofensiva(art. 6.0 ), siempre que en el establecimiento penal hubierelocal y medios adecuados para el tratamiento, y ademas loscomprendidos en el arto 12, cuando hubiere expirado eltiempo correspondiente á su condena. Respecto á los ]lroce­sados libres de responsabilidad por locura, se mantienen lasdisposiciones del Código en su arto 8.° especilicándoles y au.torizando en su virtud al 'fribunal (arl. 13) para decretar la

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EL SIGLO .MÉDICO 303

DE I~08 PROCESADOS EN l:.:ST.\UO DE PCRTUll.OAClUY )fEXTAL

Art. 13. En cualquier caso que un individuo que bayajecutado un hecho que la le)' califica de delito, sea judI­

cialmente reronocido y decl3rado en estado de perturbacíonmental, bien desde 'lotes de reahzar el hecho, bien eu elcurso del proceso, oicio el informe de los médICOS foreo esy alienistas, que habrán de especificar si el enferDlo es pe­ligroso, podrá entregarlo á su familia, si ésta diere suficientefiauza de cu todia, Ó decretar BU reclusion en cualquier ma·nicomio de carllder público ó en el judicial.

En este último caso e enviará testimonio al Ministerio eJeGracia y Justicia para que disponga el ingreso en la formaque determina el arto ó.•

Art. 14. En los delitos contra Las personas y en el deincendio, el Tribunal decretará necesariamente el ingresoprovisional en el manicomio judicial de 108 procesados com·prendidoB en esto capítulo_

Art.16. En el caso á que se re(iel'e el artículo anlf'riof,cuando el período de observacion exceda de seis meEles, eldirector del establecimiento dar,\ cllenta al Tribunal senten­ciador para que resuelva Con la ilu tracion qne considerenecesaria.

Art. 1C. Los recluidos en el manicomio judIcial, 11 quie­nes se refieren los arUculos 13 )' ló, permanecerlln en ~l

liasta su curacion bien comprobada, Ralvo loa caaos en quoel inrlividuo quedase invlllido Ó inofensivo.

Art. 17. En los casos de curM'ion en (Jue con fundadomotivo Be pueda temer una recmda, se habn\ de justificarla permanencia indefinida del individuo en el estable(,lIl11ento

Uódigo penal ~up s refieren al qu brantamiento de condena,Art. 8 o El Tribunal sentenciador, acordalla la traslacion

del penauo al manicomio judicial, enviarA testimonio al Mi·nisterio de Gracia y .Justicia, el cual ord nará la conducciolldel mismo en la forma que fuere proced nte.

A,·!. 9.· El Ministerio de Gracia y Jnsticia cnidará deevitar la permanencia indebida de Jos penados n el mani­comio; así (lurante como despues del cumplimiento de lacondena, pondrá en conocimiento del :Miniaterio fiscal loshecbos qlle puedan dar motivo á uo proceditniento sobreeste particular.

Art. 10. El procedimiento sobre permanencia in,lebida,no sóJo se podrá negar á propuesta clel Ministerio fiscal,sino que podrá iniciarse de oficio l)or el Tribunal sentencia­dor, ó bien á instancia de la familia Ó representante legaldel penado.

A este fin deberán informar Jos médicos designados porla parte y los del manicomio, y corresponderá la decision alrrl'ibunal sentenciador.

Art. 11. Obtenida y asegurada la curneion de un penauo,el director del manicomio judicial pondrá el hecho en cono­cimiento del 'l'ribunnl sentenciauor, y éste, atendidas las cir·cunstancias del caso, resolverá se un proceda. Si el Tribunalestimase, segun su prudente arbitrio, que el tiempo de re­clusion en el manicomio pudiera computarse en tod.) 6 en

como cumplimIento de cQ)ldena, podrá jlroponer id

o el indulto parcial, se un los casos.2. Respecto d los individuos que 011 mua en ene perturbacion mental en el :J)lomento en que de

anecido en 1.l11,a penitenciaría l .siendo cuero s,hubiera lmplido su cond na, el Tbbunal aen\enciador po­drá disponer, bien la entrega del loco á su familia Ó la tras­lacion á cualquier manicomio de carácter público, si el en­fermo fuese coosiderado como inofensivo, bien, en el casocontrario, la coutinuacion en el manicomio judicial.

CAPÍTULO IU

DISPOSICIOIO;S (l}o~Xlo:H.ALLS

Artículo 1." ¡>nTa asegurar la. necion tutelar, ell 'ouin. ytratamiento que corresponden ni Estado respecto de los que,padeciendo de perlurbacion mental y habi ndo infl'ingidolas leyes penales, son objelo de la presente ley, se institui­rán manicomios lle seguridad y observacioll, dependientesdel Ministerio de Gracia y Justicia.

Ar!. 2.· Las personas 11 quienes se refiere la presenteley se clasificaD, parA. 108 efeclos de la. misma, en tre6 cale­

gorías.La primera comprende 11 aquellos individuos que, despues

de sentencia firme, fueren reconocidos y declarados en estadode perturbacion mental.

En la segunda se incluyen 108 que l habiendo realizado unacto qne la ley califica de d.lito, sean reconecidos y decla­rados en estado de perturbacion mental, en virtud de flUto

ó sentencia firme, en que se decida BU exeDrion de respon­bilidacl crilCinal.

Constituyen la tercera los procesados sospechosos de per­turbacion mental. cuya ob<:;ervacion y exároen sean decre­tado por el TribunaL competente.

Art. 3.0 La inspeccion superior de los manicomios jurli-ciale ee encomienda á una Junta inspectora c delfiscal del Tri unaL, upreloo, un individuo ddemia <le Ciencias triorales y políticas, un v c l de la HealAcademia ele Medicina, dos consejeros pe i nciarios,el tedráti"oB de Derecho penal )' )ledicioa l ,le la,O" rsi ad entra} y dos indivirluos nombrarlo ntpor el ~]iniBlerio, entre las personas que se hayan distin­guido por sus estudios penales y penitenciarios, debiendorecaer por la primera vez esta eleccion en dos de los vocalesde la Comision encargada de estudiar y proponer la presen­te ley.

PROYECTO DE LEY DE MANICOMIOS JUDICIALESCAP[TULU PRmLmo

CAPÍTULO II

Art. 4. 0 En cualquier momrnto, despues de reeaicia sen­tencia firme, en qne un penano diere manifiestas F:efiales deperturuacion mental, el director de la cárcel Ó penitencia­ria, asesorado por el médico del establecimiento, pondrá elhecho en conocimiento del Ministerio fiscal del territoriodonde estuviere enclavado el establecimiento penitenciario.

Art. ó.o El Ministerio fiscal instruirá el oportuno expe­diente en el que, ademas de practicar las investigacionesconducentes al caso, informarán por lo ménos cuatro médi­cos, des de ellos forenses y otros dos alienistas, donde loshubiere, y lo remitirá al Tribunal que hubiere dictado la sen­tencia, á los efectos de la resolurion correspondiente.

Art.6.0 El Tribunal senteociador podrá ampliar las dili­gencias, y dispondrá, bien la permanencia del penado n elestablecimiento donde se baile, si en él hubiere local ymedios adecuados para el tratamiento, y la enfermedadfuese de naturaleza transitoria ~ inofeoeivR, bien la trasla­cion al manicomio judicial con carácter definitivo ó de meraobservacion.

Art. 7.° En caso de comprobarse que un penado admi­tido eu el manicomio judicial hubiese simulado la pertur­bacion mental, se pondrll el hecho en conocimiento delMinisterio público para que pueda pedir al Tribunal senten­ciador la traslacion del penado al establecimiento peniten­ciario correspondiente, é instruya las oportunas diligenciasá fin de aplicar al 'imularlo las correcciones disciplinarias~ue dispongan los ",glamentos, Ó, segun los casos, las del

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CRÓNICA.

ADRID: 1888.- ENRIQUE TEODORO, UIPBBSOBAmparo, 102, y Rondu. de Val.neia. 8.

TULÚl'ONO 652

Acido ji.lfo,·ilíd";co. - Nuevo trstamiento de la tublósjs por las inhalaciones de cste agente. Apa"atqs 1111en la farmacia del Dr. 1I1adariaga, Plaza de la Indepencia, nítm. 10.

OBSERVACIONES METEOROt.ÓGICAS DS LA RK_A1U.•­

ro métrica máxima, 713,12: mínimA, 703,63; telamálrima, 280,9; mínima, 20,0; vientos dominantu.y NO.

Los padecimientos reinantes han presentado muyvariaciones en la semana que acaba tle termiusr'sieudo predominantes los afectos reumáticos en sllBmás variadas, febriles, neurálgicas, gotosas y d...foTambien las fiebres pertinaces de índole palúdica,tes é intermitentes, han segnido pErsistiendo, y CODhan presentado forlllas gástrico catarrales y gástricocon complicaciones adinámicas y tendeMia á prolontercero y cuarto setenario. Las ernpciones cntáneasticas y artríticas continúan mostrándose en los sujet.oatésicos. La difteria disminuye en los nifios: las enteritWtarrales han aumentado.

EL SIGLO MtDICO

CAPÍTULO IV

DE I.OS PRQt:[ ADOS SO~PI::CHOSOS DE ]JF:RTLTRBACIO}; '\1I::NTAL

304

UISPOS!C1l)X ·J'H.A~S)'l'OlllA

Por ellllinisterio de Gracia ~' Justicia óe dictarán los re­glamentos necesarios para la aplicacion y Cumplimiento dela prescnte ley.

Madrid 2 de Ahril de 1888.-EI ministro de Gracia y Jus­ticia, Ma",<el Alo'ISO Martin...

ante el Tribunal sentenciador, que resolverá, previos los in­formes necesarios.

Jo:! expediente que al efecto se instruya podrá promover·se de oficio por el Ministerio fiscal ó á instancia de un in,li­vidno de la familia, Ó, en caso, del representante legal del

recluido.Art. 18. En caso de curaeion bien comprobada, previo

oportuno expediente, el Tribunal que bubiese conocido de lacausa po,lrá acordar la libertad del reelnido.

Art. 19. Cuando los progresos de la enfermedad reduz­can al recluido al estado de inválido ó inofeusivo, el Tribu­nal que hubiere conocido de la causa podrá acordar su trss­lacion á cualquier manicomio de carácter público, ó su en­trega á la familia.

Art. 20. El Tribuual que hubiera conocido de la causapodrá acordar, previo expediente y con las oportunas ga­rantías, salidas provisionales, en JOB CA.SOS oe curacion biencomprobada, pero en que no se haya disipado todo temorde reproduccion de la enfermedad en determinadas circuns-tancis.. Incomllatibilidad. - Segun el arto 11 de la ley dell

rada, publicada en la Gaceta del 25, del pasado, el carllllArt. 21. LaR salidas provisionales sólo podrán conce- jurado es incompatible cou el de notario, médico tit

derse á condicion ?e que el individuo (le la familia ó repre- farmacéutico y veterinario en los pneblos donde no bubiRentan te lel(al del enfermo que se haga cargo de éste se más que uno.obligue, bajo su reRponsabilidad, á dar ctrenta mensual al La existencia de dos ó más funcionarios de los expresadosdirector del msnicomio del estado mental d qu y á rein- en una misma poblacion, hace cesar la inéompatibilidad.

tegrarlo en el establecimiento cuando a e ce s inicie Escuela central de Gimnástica. - En cumplimienlas disposiciones vigentes sollle lll. validez de los estn .

nuevo ataque. p ¡:rados, ponemos en conocimientode DueAtroe lectores qArt. 22. Los gastos de sostenimien o e 1 s días hábiles de Ill. primera decena del presente mes de

judicial de las personas á quienes se l' eren los l' 'cu 0,.-,_:-_',-', se admiti,án en la f'iecretaría de la Escuela central13 y 15, s lvo los casos de pobreza jus . de I ná"tica las solicitudes de exámen de alumnos libres,cargo de sus hieneR, si los tuviere, ó de la las les deberán presentarse acompañada. dalns docu-

mentos qne justifiquen lo~ f1igllientes requiflito~ rrglarnenta·galmente les debiere alimentos. rios: 1.°, haber cumplido I~ edad de diez y ocLo afios~' no

exceder de la de veinticinco los alumnol=l, )' las de quint'e yveinte afias respectivamente las nlumna q ; 2. n, tener aptitudfísica Buficiellte para los ejercicios gimnásticos. cuya apTeciacion será hecha por los profesores m~icos de lo Escuela,3.°, tener aprobados los estudiaR de in~trl1l'don pril11aril\superior; 4,0, presentar autorizacion del padre, madre, cnra·dar 6 persona que represente al alumno.

El reconocimiento facultatiYo ('on que ha dc ser apreciadala aptitud física pl't!sC'f"ita por el reglalDl'nto para la admi~

sion de los alumnos, se efectuad, el rniFimo día que éAtospresenten sus solicitl1deRJ de cnntro á cioro ele la larde.

Buena obra.-Nuestro laboriosn!, distin¡(nido ami odRicardo Martinez, director de i08 Anales de Otoloqía " Lartllgología y médico del Penal de lIlujeres en Alcnlá de Hrnareeha comenzado la publicacion de un Tratado de 1.;g;.... dlos establecimientos penales, que ha de llenar un vacio, Dsólo en la literatura médica espoll01a, sino en la Iiteratu...médica en general, y hll. de realzar con un mérito mú ,nombre ya generalmente conocido de su autor.

La quina rusa.-Por cuentll. del Gobierno ruso, dice tiperiódico, se han hecho ¡n'andcs plll.ntaciones de quinalos 1D0ntes del Cáucaso, habiéndose ascgurado ántea de qse aclimata bien)' qne BU corteza contiene en muy bultlJproporcion los alcaloides. Pronto, pnes, tendremos una nva cortezll. de quina que aparecerá en el comercio, como 1de las Indiae holandesa é inglesa, para competir con 1l1liAmérica.

Estrangulo gigante. - El Dr. Bouchard ha encontraen un nifio de dos allos un estróngulo gigante, del cual hbian aparecido vorios fragmentos en las orinas. ¿preguuta dicho señor, puclo llegar hasta la pelvis reoalnernatoiue? IMisterios de lOA ~ignnte81

Art. 23. Serán admitidos en el departamento de obser­vaciaD del maniromio judicial Jos procesarlos soapechososde perturbacion mental. ('11. o exámen facultativo haya sidoacordado por los Trihunales de Justicia. Los Tribunales de lademarcacion donde eslé situado un manicomio judicial po­drán enviar á éste todos los procesados que se bailen enaquellas condiciones. r los demas Tribunales del reino sóloen casos extraordinarios, atendiendo á su gravedad ó im·portancia y á los dificultades del diagnóstico.

Art. 24. Cuando los Tribunales acuerden la traslacion deIIn procesado al departamento de observacion del manico­mio judicial lo participarán al Ministerio de Gracia y Jus­ticia para que. si hubiere plazas disponibles, autorice su ingreso.

Art. 25, Los procesados :\ quienes se refiere este cll.pi­tnlo permanecerán en el departamento de obsel'vacion delmanicomio judicial á disposicion dell'ribunal qne conozcade Ill. causa, á cuyo prudente arbitrio corresponcle fijar (jItiempo de permauencia y designar Jos médicos que, enunion de los del establecimiento, hayan de practi<'ar la ob­servacion Cuando el Tribunal acuel'de la salidll. del proce­sado, lo pondrá en conocimiento del Ministerio de Gracia yJusticia.