emiliano treré cyberactivismo

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sociologia

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Ciber-resistencia para rebelarse a la muerte: el colectivo Barrio Nmada

Emiliano Trer

Facultad de Ciencias Polticas y Sociales, Universidad Autnoma de Quertaro, [email protected] temtico: Accin Colectiva y Estado

Presentado en el marco del 5o Congreso Internacional de Sociologa. Espacios Contestatarios, 25 - 28 de septiembre de 2012

Centro Social, Cvico y Cultura Riviera en Ensenada, Baja California, Mxico.

Resumen - Barrio Nmada, un colectivo de jvenes activistas, nace hace unos aos en Ciudad Jurez, Mxico, para luchar en contra de la situacin de violencia diaria de la ciudad y rebelarse frente a la muerte a travs de diferentes actividades. En sus acciones de protesta el colectivo utiliza el baile, la msica hip hop, diversas artes visuales y poesa para movilizar la opinin pblica acerca de la situacin de degradacin de la ciudad fronteriza. Los activistas del colectivo han ido desarrollando tambin unas prcticas de ciber-resistencia, utilizando blogs, grupos de Facebook y cuentas de Twitter para difundir sus contenidos crticos y relacionarse con otros grupos locales e internacionales. En este artculo combinamos entrevistas en profundidad, una plataforma de monitoreo wiki y un anlisis del contenido en entornos digitales para explorar las prcticas comunicativas del colectivo juarense. En primer lugar, evidenciamos la idea de comunicacin total planteada por el colectivo sugiriendo que el trmino ecologa alternativa resulta ms apropiado para entender el complejo entramado entre viejos y nuevos medios. En segundo lugar, subrayamos la importancia de las dinmicas entre dimensiones online y offline en las actividades de los activistas, destacando la importancia de las relaciones cara a cara. Finalmente, investigamos las estrategias de Barrio Nmada para resistir la naturaleza corporativa y los riesgos relacionados con el uso de plataformas 2.0 como Facebook.

Palabras clave: Ciudad Jurez, medios alternativos, redes socialesContexto general: la violencia en Mxico

La violencia generada en Mxico por el crimen organizado, agudizada por la consiguiente respuesta militar del gobierno de Felipe Caldern, est alcanzando cotas inauditas. Hay fuentes que cifran en 60.000 los muertos asociados a la llamada guerra contra el narcotrfico emprendida por su administracin en 2006. La situacin empez a agudizarse cuando el gobierno panista lanz la primera operacin militar en 2007, desplegando el ejrcito en las calles en toda la frontera norte, desde Tijuana hasta el Golfo de Mxico.

El primer Estudio Global sobre el Homicidio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, de octubre de 2011, revela que la tasa de homicidios en el pas es de 18 por cada 100.000 habitantes. Esta cifra es relativamente baja en comparacin con los datos correspondientes a pases cercanos como Honduras (con una tasa de 82 por cada 100.000 habitantes) o Guatemala (con una tasa de 42). El asunto cambia si se compara con la media mundial (de 6,9) o la de su vecino del Norte, los Estados Unidos (de 5). Adems, estos nmeros comienzan a revelarse como preocupantes si los analizamos en trminos absolutos; ya que en el ao 2010 fueron asesinadas 20.585 personas en Mxico. Mientras algunos estados mantienen tasas de homicidio ms bajas que la media nacional, Chihuahua, Baja California, Sinaloa y Durango suben las cifras hasta una tasa de 60 por cada 100.000 habitantes (UNODC, 2011). La violencia mexicana, que tiene dimensiones transnacionales y un origen multicausal, ha despertado un creciente inters en la academia, que se ha acercado a su estudio desde diversas disciplinas, como la antropologa, la sociologa o las Relaciones Internacionales. No es objeto de esta ponencia entrar a analizar en detalle las causas que la originan. No obstante, sealaremos que el clima de terror que se ha instalado en muchos lugares del territorio mexicano en los ltimos aos puede ser explicado esencialmente por dos razones relacionadas. Por un lado, la ruptura de los equilibrios entre los crteles de la droga que se disputan el territorio y, por otro, la respuesta que ha encontrado el gobierno mexicano para enfrentar el poder del narco. Los impactos de esta situacin sobre la poblacin son diversos. La militarizacin ha impactado de modo determinante en el territorio y la psicologa social de los mexicanos. Por otro lado, la represin social ejercida por el Estado en el marco de esta guerra, ha generado un crculo de violencia imparable. Uno de los colectivos que ms estn sufriendo en este fuego cruzado son los periodistas y sus medios de comunicacin. Informar se ha convertido en una profesin de riesgo en Mxico, calificado como uno de los pases del mundo ms inseguros para ejercerlo.

El caso de Ciudad Jurez

Ciudad Jurez se encuentra localizada en la Mesa Central de la regin norte de Mxico, en el estado de Chihuahua, entre Sonora, Sinaloa, Durango y Coahuila. La ciudad ha sido siempre un territorio de trnsito, de migrantes y flujos comerciales. Como sucede en otras fronteras del mundo, explotar el cuerpo ha sido una urgencia y un estigma en la historia de Ciudad Jurez. Tambin escabullirse de las normas. Es un rasgo histrico (Gonzlez Rodrguez, 2002, p. 28). Ciudad Jurez es uno de los mximos ejemplos de la violencia asociada al crimen organizado que se est extendiendo por todo el pas. Varios crteles de la droga se disputan la ciudad, paso fronterizo hacia Estados Unidos. La rivalidad entre estos grupos, y entre ellos y las propias autoridades locales, ha generado un clima de violencia exacerbado que se ha cebado en la sociedad civil juarea. En esta batalla, la propia exhibicin de la violencia se ha convertido en una baza a jugar: decapitaciones, mutilaciones pblicas, ejecuciones sumarias, desapariciones y secuestros se han convertido en el pan de cada da. En medio de esta violencia, los periodistas juareos han aprendido a vivir con temor. Segn denuncia el Informe sobre el estado de la libertad de expresin en Ciudad Jurez, Chihuahua, de enero de 2009:

La libertad de expresin en Ciudad Jurez vive un deterioro evidente y los periodistas y medios de comunicacin ejercen su trabajo bajo un clima de tensin provocado por la violencia de la delincuencia organizada y el combate que en su contra realizan las fuerzas pblicas (Reporteros sin Fronteras y CEPET, 2009, p. 7).

La violencia en Jurez es multicausal y responde a una serie de variables de ndole psicolgico, sociolgico e institucional. Para empezar, en Ciudad Jurez, el crimen organizado ha llegado a cohabitar con el poder econmico. Los beneficios son mutuos. Uno sirve al otro. Alternan sus pendencias y sus acuerdos: la poltica es una guerra electoral a la que se patrocina mediante uno u otro partido (Gonzlez Rodrguez, 2002, p. 39). Desde el ao 1993, las denuncias de las organizaciones sociales juareas, como el Comit Ciudadano de Lucha contra la Violencia, el movimiento 8 de marzo o la Radio Banda Civil sobre el feminicidio han sido insistentes. Es difcil contar con cifras fiables, pero algunas fuentes calculan que entre 1993 y 2004, al menos 380 mujeres han sido asesinadas en Ciudad Jurez. Segn datos de la investigadora del Colegio de la Frontera Norte, Julia Monrrez, entre el 1 de enero de 1993 y el 30 de junio de 2010 se registraron 887 vctimas de feminicidio en la ciudad, que tambin sufri 117 de los 187 homicidios de mujeres cometidos en el Estado en el primer semestre de 2011. La mayora de estas mujeres fueron secuestradas, violadas y torturadas antes de ser asesinadas con un grado enorme de violencia y sadismo. En un contexto gobernado por autoridades a menudo corruptas, ineficientes y misginas, el crculo de la impunidad se extiende alrededor del feminicidio. Las pocas investigaciones abiertas para aclarar alguno de estos asesinatos, han estado plagadas de irregularidades. A pesar del movimiento de denuncia y la trascendencia meditica que ha adquirido este fenmeno, la mayora de los casos nunca se resuelve. Ciudad Jurez es hoy en da sinnimo de violencia extrema. La ciudad fronteriza mexicana se ha convertido en los ltimos aos en unos de los sitios ms peligrosos del mundo. De hecho, segn el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pblica y la Justicia, Jurez fue la segunda ciudad ms violenta del mundo en 2011, slo por detrs de San Pedro Sula (Honduras).

Rebelarse a la muerte: resistencia en Ciudad Jurez

Dentro de la situacin de extrema violencia y degradacin de Ciudad Jurez se pueden encontrar muchos 'nichos de resistencia' formados por los juarenses organizados en colectivos que han hallado un antdoto contra la barbarie en el arte, en la cultura y en la educacin. Es el caso de Susana Bez, Ana Laura Ramrez e Ivonne Ramrez que, despus de haber formado el colectivo Palabras de Arena para promover la literatura infantil y juvenil, inauguraron el 26 de agosto del 2010 la biblioteca comunitaria independiente Ma'Juana de Jurez. La mayora de los nios de Jurez no pueden ir a jugar a los parques, porque muchos de ellos ya se han convertido en tumbas vigiladas por la polica. Ahora tienen la posibilidad de acudir a un lugar de reunin donde el colectivo Palabras de Arena organiza mltiples actividades. Otro caso interesante es el de 656 Cmics, un colectivo que tambin participa en la Biblioteca Ma'Juana y que ha publicado ms de 20 cmics que retratan la situacin de Jurez. Escritores, diseadores, ilustradores y artistas grficos han creado zombis, sicarios y otros personajes que se mueven en las peligrosas calles de la ciudad mexicana. Ganadores de numerosas becas y apoyos institucionales para la difusin del conocimiento del cmics, los integrantes de 656 Cmics hablan a travs de su arte grfica de la ciudad y de sus contradicciones e intentan ofrecer a travs de sus talleres otra opcin a los jvenes de aqu porque no hay muchas. Solo estn la televisin y el ftbol. Todo el da las personas estn encerradas en las maquilas para sobrevivir o menos. Cuando salen, (...) todo se vuelve montono. Se vuelven zombis, por eso hicimos la novela grfica (Vrtiz de la Fuente, 2011, p. 52). Entre 2006 y 2007 el colectivo dibujo y escribi Karmes, que habla de una ciudad militarizada antes de que llegara el ejrcito a Jurez. Asimismo, los dibujantes fueron testigos con miedo de cmo la ficcin se converta en realidad. Como estas dos experiencias, hay muchsimos otros colectivos independientes que a travs de sus diferentes actividades creativas manifiestan su negacin a rendirse frente a una situacin de guerra y se rebelan a la muerte, omnipresente en la ciudad fronteriza. En los ltimos aos, mientras la violencia alcanzaba niveles inimaginables, tambin las formas de resistencia desde abajo florecan y artistas de msica hip-hop y clsica, teatro, prosa y poesa, circo y cine han levantado su voz para relatar lo que sucede en Jurez y ofrecer alternativas concretas a los juarenses. Los colectivos retoman espacios abandonados y crean bibliotecas y espacios comunitarios donde se realizan exposiciones y se imparten talleres de pintura, literatura, fotografa y cine. Quieren ensear que hay otra cara de la ciudad, que la ciudad no siempre ha sido sinnimo de muerte y de militarizacin, sino tambin de creatividad, arte, negocios y vida. Quieren retomar la ciudad que les han quitado. Nos llaman activistas suicidas me cuenta un activista del Colectivo Barrio Nmada, pero es la nica forma que tenemos de luchar en contra de una situacin intolerable para retomar nuestra ciudad. En 2008 se dio un cambio muy fuerte con la militarizacin de Jurez.... En 2010 nace el colectivo Zyrko Nmada de Combate formados por varios artistas de Jurez que decidieron juntarse para luchar juntos y rebelarse a la cultura de la muerte. El Zyrko Nmada es un conjunto de malabaristas, poetas, msicos hip hop, artistas de teatro de la calle, periodistas independientes y ciberactivistas que llevan a cabo sus actividades en parques, casa abandonadas, espacios comunitarios, bares, museos, teatros y universidades e intentan involucrar la ciudadana tambin a travs de talleres que cubren un amplsimo abanico de prcticas artsticas que incluyen el graffiti, las video-instalaciones, las performances de teatro de calle, la fotografa analgica y digital, las tcnicas de grabacin audio y de creacin de bases con programas informticos, la realizacin de cortometrajes, y la resistencia en entornos digitales. Despus de un ao de actividad, el Zyrko Nmada de Combate se transforma en el Barrio Nmada. La idea a la base del cambio es que si por un lado hay que seguir denunciando la situacin intolerable de violencia que se vive en Jurez, por otro es necesario tambin difundir la palabra en todas las ciudades mexicanas y ms all. Los activistas del Zyrko decidieron que ya era momento de que todo el pas conociera la realidad juarense, a travs de exposiciones, performances, conferencias, conciertos o simplemente a travs de relaciones interpersonales que se haban ido creando durante el camino. El Zyrko se interrog sobre su esencia, y decidi que la parte nmada no haba sido aprovechada de verdad, y que, si bien una parte del colectivo se hubiera quedado necesariamente en Jurez para seguir luchando in loco, otra parte tena que empezar la denuncia fuera de la ciudad conforme al lema que los activistas del colectivo siempre repiten: Juaritos es el futuro (Blissett, 2011), o sea Jurez es una visin de como podra ser Mxico dentro de unos pocos aos, es la expresin ms brutal de los resultados de una mezcla entre delincuencia sin control, militarizacin e impunidad para los criminales. Metodologa

Este artculo representa una primera aproximacin al anlisis de las prcticas comunicativas del colectivo Barrio Nmada, con particular atencin a la resistencia en entornos digitales. Para estudiar las prcticas de los activistas nmadas hemos puesto en marcha y combinado diferentes metodologas. En el mes de septiembre 2011 construimos una plataforma wiki donde empezamos a plantear preguntas y sugerir reflexiones sobre las dinmicas comunicativas del colectivo. Este tipo de plataforma permite a todos los usuarios registrados poder aportar modificaciones y colaborar en el desarrollo del documento de forma participativa sin ningn grado jerrquico, como por ejemplo en un blog, donde los comentarios no tienen la misma importancia que los post. El ejemplo ms conocido de aplicacin de esta tecnologa es la enciclopedia libre online Wikipedia. El wiki se fue llenando de consideraciones por parte de los activistas del colectivo y nos sirvi tambin para rastrear sus prcticas y sus desplazamientos durante estos meses. Estudiar un colectivo nmada supone un reto para el investigador que quiera dar continuidad a una investigacin, porque las dinmicas nmadas de los activistas son imprevisibles y difcilmente sistematizables. La plataforma wiki representa una herramienta digital que invita los actores a reflexionar sobre el sentido de sus prcticas y con su elasticidad y flexibilidad permite tambin seguir los continuos desplazamientos de los actores estudiados. Adems, se realizaron ocho entrevistas en profundidad con activistas del barrio (por un total de 13 horas de grabacin digital) para profundizar los aspectos ms importantes surgidos desde las reflexiones proporcionadas en el wiki. En dos casos, las entrevistas fueron realizadas con el servicio de telefona por Internet Skype, debido a la dificultad de reunirme fsicamente con las personas. La investigacin involucr el uso de la tcnica denominada entrevista activa desarrollada por Holstein y Gubrium (1995); sta proporciona agencia a los participantes en la investigacin a travs de preguntas amplias y ha sido utilizada por Atkinson (2010) en su estudio sobre medios alternativos y movimientos sociales. Adoptar esta tcnica implica concebir a los entrevistados no como simples contenedores de respuestas, sino como sujetos activos y constructores de conocimiento; las entrevistas se conciben entonces como ocasiones de construccin dinmica de sentido. Se realiz tambin un anlisis cualitativo del contenido de acerca de doscientos mensajes procedentes de las cuentas de Facebook y Twitter, del blog y de la mailing list del colectivo. Este anlisis del contenido se plante desde el modelo de Ryan y Bernard (2003): los temas por analizar se basan en los tpicos que ms se repiten en las entrevistas y en la plataforma wiki y que aparecen como los ms importantes para los actores del colectivo. Complementan la investigacin la visin de varias horas de contenidos en video sobre Ciudad Jurez y los colectivos de resistencia; observacin participante en encuentros, talleres, seminarios y exposiciones organizados en Quertaro, Ciudad de Mxico y Puebla; un seminario impartido por la filsofa Sayak Valencia sobre el concepto de capitalismo gore y sus ramificaciones y un taller de ciberactivismo realizado durante mi curso de Ciberculturas en la Licenciatura en Periodismo y Comunicacin de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales de la Universidad Autnoma de Quertaro por parte de un activista del Barrio Nmada.

Prcticas de resistencia en una ecologa alternativa: ciber-nomadismo, comunicacin total y activismo lquido

Cuando el Zyrko Nmada de Combate se transform en el Barrio Nmada hubo una fuerte intensificacin de las prcticas del activismo digital, pero es interesante notar que las prcticas de resistencia digital y la construccin de relaciones y lazos offline aumentaron de forma conjunta. Los activistas del Barrio empezaron a utilizar las tecnologas y las plataformas digitales para comunicarse continuamente con la parte del colectivo que segua su labor en Jurez y simultneamente organizar su 'nomadismo', tejiendo redes con comunidades y colectivos de todo el pas y tambin con redes globales y movimientos sociales europeos, estadounidenses y latinoamericanos. Uno de los activistas me ensea su 'kit nmada' de ciber-nomadismo: desde fuera una simple mochila de tamao mediano llena de bolsillos, pero en realidad un espacio que contiene todas las herramientas para la ciber-disidencia y la difusin de conocimiento acerca de Juarito en movimiento. Componen el 'kit', una potente laptop de 11 pulgadas con el sistema operativo de software libre Ubuntu, un disco duro externo de 500 gigabytes, una tarjeta SD de 16 gigabytes, un repetidor para potenciar (y hackear) la seal de redes inalmbricas, un smart phone con una memoria micro SD de 8 gigabytes, un micrfono porttil profesional, una webcam de alta resolucin, una cmara digital de alta resolucin (para tomar fotografas y vdeos), unas micro-bocinas recargables, unas tarjetas telefnicas de diferentes estados, una llave USB para conexiones de banda ancha, una caja con todos los stickers producidos por el colectivo, una serie de flyers sobre las actividades del Barrio, etc. Los activistas del colectivo pueden as llevar a cabo una multitud de acciones online e offline en movimiento: grabar y transmitir programas de radio y de televisin a travs de servidores audio y de transmisin video, tomar fotos y grabar videos, crear y difundir bases para cantantes improvisados y conectarse a travs de la computadora porttil en un amplia variedad de lugares y tejer redes a travs de redes sociales, enviar correos electrnicos, actualizar los blogs, crear contenido y difundirlo sobre mltiples plataformas, chatear, editar fotografas, vdeos y archivos de sonido. La ecologa alternativa y la comunicacin total

El primer aspecto que destacamos a partir de una exploracin de las prcticas del Barrio Nmada es la viabilidad del concepto de medio alternativo para describir el conjunto de tecnologas usadas. El debate sobre los 'otros medios', los medios no convencionales, no mainstream (entendiendo aqu medios mainstream como medios de amplia difusin que respondan a una orientacin de valores y ideologas en lnea con el sentido comn) permanece como una cuestin abierta. Un investigador que quiera profundizar el estudio de los medios alternativos se encontrar en seguida en una niebla terminolgica y conceptual, un conjunto de diferentes etiquetas y trminos como medios ciudadanos (Rodrguez, 2001), medios radicales (Downing, 2001), medios autnomos (Langlois y Dubois, 2005), medios tcticos (Garcia y Lovink, 1997), medios participativos (Gumucio Dagron, 2001a) y medios comunitarios (Howley, 2005). Esta variedad terminolgica expresa una amplitud de miradas hacia un mbito de estudios que tiene su fuerza en su riqueza de perspectivas. Estos tipos de medios son producidos en lugares y contextos muy diferentes y se caracterizan por su variedad de prcticas y dinmicas comunicativas que choca con la uniformidad de los medios convencionales. En los ltimos aos, autores como Hadl (2007) y Fuchs (2010a) han insistido en que esta extrema diversidad conceptual y terminolgica, donde mltiples definiciones son usadas a menudo de forma intercambiable, representa el problema fundamental de este mbito de estudios. Para estos autores, la falta de una sistematizacin y la vaguedad de las definiciones en el campo de los medios alternativos supone graves problemas y caos conceptual durante cumbres y encuentros internacionales (Hadl, 2007), contribuyendo tambin a su exclusin o subestimacin dentro del campo de los Media Studies (Fuchs, 2010a). Si bien una sistematizacin del campo de estudio resulta a veces necesaria para ubicarnos en este ocano terminolgico, otros autores sealan que una excesiva sistematizacin de este mbito puede obtener el efecto contrario: en lugar de legitimarlos, etiquetarlos e institucionalizarlos podra reducir su riqueza de prcticas y hacer que los medios alternativos se vuelvan ms fcilmente controlables. La clasificacin y la sistematizacin de estos medios, en definitiva, responderan ms a lgicas acadmicas y no ayudaran el desarrollo de los procesos comunicativos (Gumucio Dagron, 2001b). Estamos convencidos de que la fluidez (Rodrguez, 2001) es un importante aspecto de este campo de estudios, y que esta riqueza tiene que ser respetada: los intentos de sistematizacin no tienen que intentar homologar la variedad de miradas que constituyen este mbito. La terminologa adoptada por los diferentes autores nos habla de una amplitud de procesos comunicativos en diferentes contextos y tambin cambia segn la perspectiva que el autor quiere adoptar: cuando Clemencia Rodrguez habla de 'medios ciudadanos' quiere enfatizar la dimensin local de los medios, su poder para la representacin y emancipacin de comunidades especficas, lejos de oposiciones binarias entre grandes y pequeos medios. Hablar de 'medios participativos' significa valorizar las dimensiones del acceso y de la interaccin entre produccin y pblicos (Gumucio Dagron, 2001). Lo que emerge desde un anlisis de las dinmicas comunicativas del Barrio Nmada no es tanto una crtica a la falta de sistematizacin del mbito de los medios alternativos, sino el cuestionamiento del uso de la expresin 'medio' o 'medios'. Vivimos en una poca de exuberante oferta tecnolgica, donde los activistas pueden utilizar mltiples tecnologas y plataformas para crear y difundir sus mensajes. A nivel digital, el Barrio Nmada cuenta con un blog principal (y otros perifricos), dos cuentas en la red social Facebook, tres cuentas en la plataforma de micro-blogging Twitter, varias cuentas en YouTube, una mailing list, varias cuentas para efectuar transmisiones televisivas autnomas en plataformas de livestreaming y transmisiones radio en servidores en lnea. Cul es o cules son entonces, en esta situacin, sus medios alternativos? Nos enfrentamos en este caso a una compleja ecologa de plataformas y tecnologas usadas por diferentes objetivos, la mayora de las cuales no son creadas por el colectivo, sino que representan plataformas corporativas cuyo intento es sacar beneficios que pero son usadas para la difusin de contenidos crticos por parte de Barrio Nmada. El punto es que la Internet no representa un simple nivel ms de anlisis, no es simplemente un medio ms que se aade al repertorio de los activistas, sino que es un ecosistema amplsimo de posibilidades tecnolgicas. La Red es una plataforma donde todos los medios, como la radio, la televisin, los peridicos, etc. atraviesan un proceso de re-mediacin (Bolter y Gruisin, 2000). Esto ha supuesto un incremento exponencial de las tecnologas y de las plataformas que pueden ser utilizadas por un colectivo y representa una ampliacin substancial de su repertorio de accin y de su ecosistema comunicativo. El blog de Barrio Nmada, por ejemplo, rene en una nica macro-plataforma una serie di micro-plataformas que ofrecen los servicios ms disparados: Rizoma Radio, Ollin Tv, la 'editorial offline', el proyecto literario 'El libro porttil', el peridico de informacin sobre Jurez 'Juaritos Times' y el proyecto de arte contemporneo 'Hilo Rojo'. Textos literarios, televisin alternativa, programas de radio, vdeos y los tradicionales post de un blog coexisten en una nica plataforma tecnolgica que representa el centro de las acciones del colectivo, pero que recoge solo una parte de sus prcticas comunicativas online. En presencia de esta situacin, creemos que tiene ms sentido hablar de 'ecologa alternativa' y no de medio o medios alternativos, porque las diferentes prcticas de resistencia se articulan en una amplia ecologa de mltiples tecnologas y plataformas. Usar la etiqueta de medios alternativos (o ciudadanos, o comunitarios, etc.), en primer lugar, reduce la complejidad del entramado tecnolgico del colectivo a una cuestin de simples medios. Por ejemplo, en este caso cules seran los medios alternativos? El blog en su totalidad? La radio? El servicio de televisin? Las cuentas en Facebook y Twitter? La mailing list?. Hablar de medios alternativos usados por el Barrio Nmada nos dice muy poco sobre la articulacin de sus prcticas en una ecologa de tecnologas y plataformas digitales, viejos y nuevos medios. En segundo lugar, utilizar la expresin medios alternativos condensa en una sola etiqueta matices fundamentales para la compresin de las dinmicas comunicativas del colectivo, como la diferencia entre plataformas autnomas creadas por los activistas (la mailing list en el servidor 'Riseup') y plataformas corporativas que responden a una lgica tecno-capitalista y son simplemente usadas por el colectivo (Facebook, YouTube y Twitter). Adems, con ecologa alternativa no nos referimos solamente al conjunto de tecnologas digitales usadas por el colectivo, sino tambin a la presencia simultnea de viejos y nuevos medios que forman una an ms compleja estratificacin tecnolgica. Si bien las tcticas de cyber-resistencia representan hoy en da una parte consistente de las actividades del Barrio, la creacin de posters, graffiti, stickers, performances de teatro, msica y circo siguen representando el corazn del colectivo. Como me cuenta un activista:

Nosotros tenemos una idea que queremos que la gente escuche, entonces tenemos que usar todos los medios posibles, offline y online. Difundimos nuestros mensajes con el baile, la msica, la poesa, el teatro, la literatura, el software libre, las serigrafias en playeras, las revistas, las paredes. Y luego blog, twitter, Facebook, etc. El mundo es complejo, hay gente totalmente ciberntica, pero hay mucha gente que no, que no tiene acceso, y nosotros queremos comunicarnos con todas las personas y entonces combinamos medios, es la idea de comunicacin total. Los activistas son conscientes de que esta estratificacin tecnolgica, la 'comunicacin total', representa adems una estrategia de resistencia en s. Con su lo que no se imprime no existe me sorprende un activista del Barrio, y si esta declaracin puede sonar rara en la boca de un ciberactivista, en realidad nos hace reflexionar sobre la naturaleza efmera de los entornos online y la necesidad de multiplicar la visibilidad de los contenidos a travs de la produccin de libros, panfletos, stickers, flyers y graffiti. Las prcticas de comunicacin total del Barrio abarcan entonces medios impresos y digitales: los mensajes sobre la situacin de Ciudad Jurez atraviesan una ecologa alternativa formada por viejos y nuevos medios, tecnologas autnomas y plataformas corporativas. La comunicacin total del colectivo representa una estrategia de resistencia en diferentes sentidos: en primer lugar, el mismo hecho de que existan diferentes plataformas y cuentas en redes sociales aumenta las posibilidades de sobrevivir online en caso de que una cuenta o una plataforma caiga, se cierre o sufra un ataque informtico. En segundo lugar, los activistas del Barrio tienen guardados diferentes back-up del blog en otras plataformas 'escondidas', guardan continuamente los contactos de las cuentas de Twitter y Facebook y almacenan los datos ms importantes en discos duros ubicados estratgicamente en diferentes lugares del pas. En caso de que haya algn problema, se procede a subir otra versin del blog y a crear otras cuentas en las redes sociales utilizando los contactos guardados. Mientras se procede a crear otra cuenta en Facebook o Twitter, la mailing list puede suplir el parn intensificando su actividad. El hecho de utilizar diferentes medios viejos y nuevos y de ampliar su propia ecologa alternativa representa entonces una forma eficaz de lucha y rebelin: mantener una amplia y variada ecologa alternativa es fundamental para que los contenidos crticos difundidos sigan fluyendo. El continuo entrelazamiento entre online y offline

En los primeros estudios sobre movimientos sociales y tecnologas online, algunos autores subrayaban los riesgos relacionados con la 'virtualizacin' de los movimientos. En un importante libro sobre ciberactivismo, McCoughey y Ayers (2003) se preguntaban dnde estaba el cuerpo en las nuevas formas de activismo online. En los ltimos aos, los nuevos enfoques se centran cada vez menos en una supuesta virtualizacin de los colectivos y cada vez ms en explorar las dinmicas entre la dimensin online y la dimensin offline en las prcticas de los activistas (Barassi y Trer, 2012; Farinosi y Trer, 2010). Esta necesidad se origina desde el reconocimiento de que estas dimensiones no tienen que ser investigadas como reinos separados, sino conectados e entrelazados y que, como destaca Manuel Castells (2007), los nuevos movimientos sociales de la era digital no se han perdido en la dimensin online, sino que se mueven al mismo tiempo entre los espacios de los flujos digitales y el espacio fsico de los lugares. Como ya hemos evidenciado, para Barrio Nmada las relaciones cara a cara siguen jugando un papel fundamental: el tejer relaciones y construir redes a travs de una charla, un abrazo, la entrega de un flyer, un taller, un performance, una jam session, etc. Todas estas prcticas son el motor del colectivo. Las relaciones cara a cara forman parte de la idea de comunicacin total de Barrio Nmada: llegar con todos los medios disponibles a difundir el mensaje sobre Jurez. Si los entornos digitales ofrecen mltiples posibilidades para la construccin de redes de solidaridad y la difusin de contenido crtico, las relaciones interpersonales proporcionan un plus al que los nmadas no pueden renunciar. Es ms, este plus forma la esencia del colectivo, es insostituible. En las palabras de un activista del Barrio:

Viajamos mucho y nos movemos para ir donde est la gente, para difundir nuestros mensajes y las ideas de cmo cambiar las cosas en Jurez y en Mxico, denunciar la barbarie y la guerra Lo hacemos online y offline, pero los contactos, la posibilidad de vernos, tocarnos, abrazarnos, reir juntos Todas estas cosas, y ms, necesitamos hacerlas y nunca dejaremos de hacerlasEs parte tambin de nuestra idea de comunicacin total, pero va ms all de esto, es algo fundamental, insustituible.

Es ms, como ya habamos destacado en el prrafo anterior, las prcticas comunicativas, en particular en entornos digitales, refuerzan estos lazos offline, as que estas dos dimensiones se retroalimentan continuamente. As se explica el incremento simultneo de la ciberresistencia y del nomadismo 'fsico': las redes virtuales sirven para seguir difundiendo contenidos crticos, pero a la vez para organizar todo el abanico de actividades llevadas a cabo en distintos lugares del pas. Para contactar con otros colectivos, promocionar eventos en museos, universidades y espacios comunitarios. Asistimos pues a una compleja combinacin entre dinmicas online / offline que nos restituye la imagen de una Internet cada vez ms integrada en las prcticas de resistencia diaria del colectivo y desafa a la vez la imagen de una ciberesfera separada, de un mundo digital distinto al presunto mundo 'real' que caracteriz mucha literatura sobre movimientos, nuevos medios de comunicacin y activismo digital.

Activismo lquido para resistir las redes sociales

En los ltimos aos, ha surgido una literatura crtica acerca de los potenciales liberadores de la Web 2.0. Varios autores (Fisher, 2010; Fuchs, 2010b; Trer, 2012; Zimmer, 2008) critican la retrica neoliberal que se esconde tras muchos manifiestos y conceptualizaciones acerca de las posibilidades brindadas por esta nueva Web social, mostrando que la mayora de las plataformas como Facebook e YouTube son empresas que crean oasis cerrados donde monetarizan nuestras relaciones sociales y explotan nuestra produccin de contenidos. Los activistas de Barrio Nmada son bien conscientes de este aspecto y conocen la naturaleza corporativa de la mayora de plataformas y tecnologas usadas. Su actitud no es ingenua, sino que intentan mostrar que si, por un lado, estas plataformas se aprovechan de sus contenidos en una lgica de explotacin capitalista, ellos tambin se aprovechan de las posibilidades brindadas por Facebook, Twitter y YouTube para incrementar la visibilidad de los contenidos crticos sobre Ciudad Jurez y la situacin de violencia en Mxico y as empoderarse. Como me explica un activista:

Conocemos los riesgos, sabemos quin est detrs de estas plataformas, cmo usan nuestros datos y nuestras redes para sacar beneficios.. Pero nosotros los usamos a ellos como ellos nos usan, es como si fueramos un caballo de Troya, infiltrndonos en sus mecanismos, aprovechndonos de las posibilidades para tener ms visibilidad en las redes

Estar y usar al mximo estas plataformas 2.0 se ha convertido en una necesidad para el colectivo cuyo objetivo es alcanzar con sus contenidos el nmero ms alto de seguidores, en particular personas que normalmente no leen contenidos en portales alternativos y que se encuentran en Facebook y en otras redes sociales. Los actores del colectivo colonizan las plataformas como Facebook y Twitter desarrollando prcticas de resistencia en una dialctica continua entre la voluntad de maximizar su visibilidad y la precaucin relacionada con los peligros que estas redes suponen. Entre los peligros de estas redes hay que considerar tambin la vigilancia por parte de la polica y de otras autoridades (Morozov, 2011). A lo largo del 2011, varios usuarios de Twitter fueron encarcelados en Mxico por enviar mensajes 'falsos' relacionados con actividades del narcotrfico y se crearon o fueron agravndose las penas en diferentes estados del pas en relacin con usos 'perturbadores' de las redes sociales. Conscientes del clima cada vez ms tenso que se ha generado en Mxico acerca de las tecnologas 2.0, los activistas del Barrio Nmada toman precauciones en la redaccin de los mensajes, verifican las fuentes y el origen de las informaciones y siguen ampliando su ecologa alternativa para que, en caso de cierre de cuentas en Facebook y Twitter, otras tecnologas (mailing list, varios back up de blog, de contactos y de datos) puedan suplirlas mientras se predisponen otras cuentas y se recuperan los archivos desde discos duros localizados en lugares estratgicos. La amplitud de plataformas usadas, la variedad de redes en que participa, el continuo nomadismo en las dimensiones offline y online hace que las personas del colectivo sean difcilmente individuales y rastreables por las autoridades. Como me cuenta un activista: La horizontalidad es un arma No hay lider, somos gelatinosos, difcilmente individuables, nos movemos continuamente y somos nmadas, difusos, nuestra naturaleza es lquida. La falta de liderazgo, la horizontalidad y la liquidez de las prcticas comunicativas constituyen tambin formas de lucha que Barrio Nmada pone en marcha para resistir el control y la vigilancia ejercidos por las plataformas 2.0. Por otro lado, los activistas siguen construyendo sus medios autnomos utilizando herramientas de software libre y en su labor diaria para concienciar a la mayor cantidad de gente posible a travs de talleres, charlas, seminarios sobre la realidad de la ciudad y sobre las diferentes tcticas del ciberactivismo. Se trata de una forma de meta-activismo me explica un actor del colectivo, por un lado llevamos a cabo nuestras acciones de resistencia digital y por otro reflexionamos en nuestras charlas y talleres acerca de estas prcticas. La mailing list del Barrio est hospedada en el servidor alternativo Riseup que garantiza el respeto de los datos transmitidos y, a la vez, que estos datos no sern entregados a autoridades pblicas o empresas privadas. Adems, algunos miembros del colectivo utilizan el correo ordinario para enviar materiales como libros, Cds, stickers y revistas con el objetivo de ampliar ulteriormente su alcance y proporcionar a la gente no solo bits, sino tambin algo que tocar y pasar de mano en mano en una ptica de comunicacin total.Conclusiones

Este artculo representa una primera aproximacin a las prcticas comunicativas desarrolladas por el colectivo Barrio Nmada para rebelarse a la muerte de Ciudad Jurez y denunciar la barbarie de la guerra en la ciudad fronteriza. Hemos visto cmo la idea que gua las prcticas del colectivo es la de comunicacin total: difundir los mensajes en todos los medios posibles. Eso incluye nuevos y viejos medios y un amplsimo abanico de plataformas digitales. Pero la comunicacin total no es solamente una cuestin de cantidad, sino tambin una estrategia de resistencia en s. Ms cuentas y tecnologas significan, por un lado, menos posibilidades de que todo el contenido crtico pueda ser borrado o andar perdido a la vez. Por otro lado, los activistas predisponen copias de seguridad del blog, de los contactos en las redes sociales y almacenan los archivos ms importantes en discos duros (Alejandras mviles, usando las palabras de un activista que se refiere a la biblioteca de Alejandra trasladada al mbito digital) que guardan en lugares estratgicos del pas. Proponemos entonces el trmino ecologa alternativa en lugar de medios alternativos para poner el acento en este complejo entramado de mltiples prcticas y tecnologas que resulta difcilmente reducible a las categoras de medio o medios. Hemos tambin subrayado las dinmicas entre dimensiones online y offline en la labor diaria del colectivo y la importancia insustituible de las relaciones cara a cara y del contacto fsico con las personas. Finalmente, vimos cmo los activistas del Barrio reaccionan a los diferentes peligros que las plataformas corporativas suponen (explotacin de contenidos, privacidad, vigilancia, control). Conscientes de estos riesgos, los actores del colectivo son usados y a la vez usan estas plataformas: la amplitud de las plataformas usadas, la ausencia de liderazgo, la horizontalidad de las relaciones, la variedad de redes en las que participan y el continuo nomadismo hace que las personas del colectivo sean difcilmente individuales y rastreables por las autoridades. Siguiendo una definicin de un actor del Barrio, llamamos a este aspecto activismo lquido. Este artculo ha pretendido contribuir a las discusiones sobre medios alternativos y nuevas tecnologas de la comunicacin, intentando subrayar sobre todo la necesidad en los estudios sobre medios no convencionales de centrarse no solamente en la ltima tecnologa punta, sino de explorar todo el tejido de prcticas relacionadas con viejos y nuevos medios y las relaciones entre tecnologas digitales y medios impresos. Solo as podemos superar las visiones dicotmicas acerca de la utilizacin de tecnologas y de redes sociales que raramente destacan las complejas dialcticas de las relaciones entre actores y plataformas (usar y ser usados, por ejemplo), porque radicalizan el discurso tecnolgico llevndolo al polo de la mera explotacin o al polo opuesto del empoderamiento sin lmites.

El artculo muestra tambin la grande vitalidad, las mltiples formas que asume y las prcticas comunicativas de la resistencia al clima de violencia que se ha ido generando en Mxico en los ltimos aos: mientras la barbarie sigue cosechando vctimas y el capitalismo gore extiende su mano sangrienta, la comunicacin total de los cibernmadas adquiere cada da ms amplitud, fuerza y conciencia de s misma.

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