ensayo

4
En el libro “Sobre la Muerte y los Moribundos” la autora reflexiona sobre el concepto de muerte en nuestra sociedad actual. Explica cómo a pesar de que el hombre se ha enfrentado a la misma desde siempre y que a pesar de todos los avances médicos y tecnológicos; la muerte sigue asustando al hombre a tal grado que lo lleva a tomar actitudes que lo único que hacen es detener el proceso de duelo tanto de los familiares como de la persona que se enfrenta a su propia muerte. De esta manera, la muerte es considerada como un tabú, es un tema incomodo del cual nadie quiere hablar con claridad y honestidad. Siendo los niños a los que se les aísla más de la experiencia con la falsa creencia de que mantenerlos alejados les dará seguridad evitando el sufrimiento. Así, generalmente los niños son enviados a casa de otros parientes o se les engaña para que de alguna u otra manera no enfrenten la muerte de algún familiar. Sin embargo esta postura a lo largo trae consecuencias negativas pues muchas veces los niños no saben que sucedió y comienzan a presentar cuadros de angustia. Sin embargo, Kúbler Ross, señala que es mejor que se les permita a los niños estar en la casa donde se ha dado el fallecimiento incluyéndolos y haciéndolos parte de las conversaciones, conflictos y temores, pues de esta manera el niño percibirá que no se encuentra solo con su dolor; lo que además los preparara gradualmente para entender la muerte. La autora expone la importancia de que aquellos que se dedican a apoyar a los moribundos revisen su propia actitud y su capacidad para afrontar la enfermedad mortal y la muerte. En donde al existir diferentes tipos de moribundos, la revisión del impacto emocional de cada caso, es vital para así poder ayudar al paciente de la mejor manera. Hay que recordar que acompañar en la muerte nos conecta con nuestro propio miedo a la misma. Es vital considerar que al trabajar con un paciente moribundo y brindarle nuestro apoyo, debemos tomar en cuenta a la familia que lo rodea y ocuparse de ella de manera simultánea. La familia se enfrenta también a cambios profundos en su dinámica y estilo de vida. Tiene que enfrentarse a sus miedos y procesar su enojo y frustración al tener ahora que anteponer las necesidades de su ser querido a las suyas propias. Tendrá que apoyar y tomar decisiones cuando también se encuentran débiles y confundidos. Las necesidades de la familia se irán transformando desde el inicio de la enfermedad hasta aun después de la muerte. Posteriormente al deceso tendrán que lidiar tanto con sus propios sentimientos de dolor, enojo y culpa así como los

Upload: barbara-cruz-morales

Post on 17-Jan-2016

215 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

essay

TRANSCRIPT

Page 1: Ensayo

En el  libro “Sobre la Muerte y los Moribundos” la autora reflexiona sobre el concepto de muerte en nuestra sociedad actual. Explica cómo  a pesar de que el hombre se ha enfrentado a la misma desde siempre y que a pesar de todos los avances médicos y tecnológicos; la muerte sigue asustando al hombre a tal grado que lo lleva a tomar actitudes que lo único que hacen es detener el proceso de duelo  tanto de los familiares como de la persona que se enfrenta a su propia muerte.

De esta manera, la muerte es considerada como un tabú, es un tema incomodo del cual nadie quiere hablar con claridad y honestidad. Siendo los niños a los que se les aísla más de la experiencia con la falsa creencia de que mantenerlos alejados les dará seguridad evitando el sufrimiento. Así, generalmente los niños son enviados a casa de otros parientes o se les engaña para que de alguna u otra manera no enfrenten la muerte de algún familiar. Sin embargo esta postura a lo largo trae consecuencias negativas pues muchas veces los niños no saben que sucedió y comienzan a presentar cuadros de angustia.

Sin embargo,  Kúbler Ross, señala que es mejor que se  les permita a los niños estar en la casa donde se ha dado el fallecimiento incluyéndolos  y haciéndolos parte de las conversaciones, conflictos y temores, pues de esta manera el niño percibirá que no se encuentra solo con su dolor; lo que además los preparara gradualmente para entender la muerte.

La autora expone la importancia de que aquellos que se dedican a apoyar a los moribundos revisen su propia actitud y su capacidad para afrontar la enfermedad mortal y la muerte. En donde al existir diferentes tipos de moribundos, la revisión del impacto emocional de cada caso, es vital para así poder ayudar al paciente de la mejor manera. Hay que recordar que acompañar en la muerte nos conecta con nuestro propio miedo a la misma.

Es vital considerar que al trabajar con un paciente moribundo y  brindarle nuestro apoyo, debemos tomar en cuenta a la familia que lo rodea  y ocuparse de ella de manera simultánea. La familia se enfrenta también a cambios profundos en su dinámica y estilo de vida. Tiene que enfrentarse a sus miedos y procesar su enojo y frustración al tener ahora que anteponer las necesidades de su ser querido a las suyas propias. Tendrá que apoyar y tomar decisiones cuando también se encuentran débiles y confundidos. Las necesidades de la familia se irán transformando desde el inicio de la enfermedad hasta aun después de la muerte. Posteriormente al deceso tendrán que lidiar tanto con sus propios sentimientos de dolor, enojo y culpa así como los problemas económicos y de adaptación; lo que muchas veces origina conflicto entre sus miembros ante la incapacidad para comunicar sus verdaderos sentimientos.

Trabajar y acompañar a un paciente moribundo requiere una gran entrega y una gran capacidad para enfrentar el dolor y el miedo ante la propia muerte. La autora narra sus experiencias al dirigir el Seminario sobre la muerte y los moribundos. Nos comparte su asombro al enfrentarse a la negativa de los médicos a que sus pacientes moribundos fueran entrevistados reflejando sus propios temores y resistencias para hablar naturalmente sobre la muerte; un tema que deberían tener  superado al enfrentarse día a día de frente con ella.

Page 2: Ensayo

De esta manera el libro me pareció realmente muy completo ya que aborda diferentes aspectos en cuanto a la intervención con el paciente moribundo.

En primer lugar hace una reflexión sobre nuestra incapacidad como sociedad para enfrentar y acompañar a las personas que enfrentan una enfermedad terminal.

Somos una sociedad moderna, pero sumamente inmadura con respecta al tema y abordaje de la muerte.

Nuestro inmenso temor a ella nos incapacita, nos paraliza y nos orilla a tomar actitudes infantiles de negación y evasión ante la misma. Por lo mismo no estamos preparados para enfrentarla, para acompañar a nuestros amigos y familiares de manera asertiva, y mucho menos para preparar a nuestros niños ante la misma.

El libro toca de manera asertiva, la actitud que debemos adoptar ante la muerte, trata sobre el asesor y el trabajo interno que debe realizar para que su ayuda sea de verdadera utilidad; explica las fases por las que transita un moribundo y su familia y las recomendaciones para brindarles apoyo; y comparte la experiencia con pacientes reales y sus diferentes reacciones ante su enfermedad mortal, lo que hace más fácil y comprensible los aspectos teóricos.

En mi trayectoria como terapeuta he tenido la gran oportunidad de acompañar a diferentes pacientes en sus procesos de duelo ante la enfermedad propia o de algún familiar. La experiencia ha sido por momentos difícil y confrontadora pero a la vez me ha regalado un legado de experiencia y sabiduría. Puedo ver ahora a la muerte como una oportunidad para crecer y he comprobado el enorme beneficio de hablar y compartir los miedos con el familiar moribundo haciendo a un lado los tabús y los miedos.

En mi práctica clínica he sido testigo del fuerte impacto sanador que la expresión de la ira ante la pérdida  ha provocado en mis pacientes. Los ha liberado tanto a niños como adultos, y la expresión de la misma les ha permitido brotar el dolor profundo de la perdida, liberándose en un llanto muy sanador

Este trabajo con mis pacientes me ha ayudado a procesar mis duelos, a identificar la etapa en la que me encuentro y a entender la importancia de comunicar, hablar,  compartir y  no ocultar.

Es así como nuestra labor como Terapeutas implica una enorme responsabilidad primero con nosotros mismos para revisarnos y tener la valentía de enfrentar nuestros propios miedos y a la vez tener la humildad para reconocer cuando alguna situación nos rebasa. Creo firmemente en la necesidad de contar no solamente con un trabajo terapéutico sino también con un apoyo y formación espiritual pues enfrentar la muerte y acompañar en el proceso requiere fortaleza y equilibrio emocional.

Introducción

Mediante este libro la Doctora Elisabeth Kübler-Ross, plasma su trabajo de dos años y medio con pacientes terminales, busca conocer los procesos y

Page 3: Ensayo

reacciones psicológicas por las que atraviesa todo paciente durante su último periodo de vida, buscando la comprensión y la aceptación del proceso de muerte, intentando brindar un ambiente digno, de respeto y de paz para todo paciente terminal.

Capítulo 1

Sobre el miedo a la Muerte

Cuando se vuelve la vista atrás y se estudia las culturas de pueblos antiguos, se constata que la muerte siempre ha sido desagradable para el hombre y probablemente lo será por siempre. Desde el punto de vista de psiquiatría esto es muy comprensible, ya que en nuestro inconsciente, la muerte nunca es posible con respecto a nosotros mismos, solo podemos ser matados, nos es inconcebible morir por una causa natural o por vejez. Por lo tanto, la muerte de por si va asociada a un acto de maldad, es un acontecimiento aterrador, algo que exige pena y castigo.

El segundo hecho que se debe de tener en cuenta es que, en nuestro inconsciente no podemos distinguir entre un deseo y un hecho.

El niño enojado que desea que su madre caiga muerte por no haber satisfecho sus exigencias, quedara muy traumatizado por la muerte, a pesar de que este acontecimiento no sea muy próximo en el tiempo a sus deseos destructores. Siempre atribuirá toda o parte de culpa de la muerte de su madre, el niño reaccionara de la misma manera ante un divorcio, separación o abandono.

Cuando nos hacemos mayores y empezamos a darnos cuenta de que nuestra omnipotencia en realidad no existe, el miedo de haber contribuido a la muerte de un ser querido disminuye, al igual que la sensación de culpabilidad, sin embargo el miedo se mantiene atenuado solo mientras no se le provoque con demasiada fuerza.

El proceso de dolor siempre lleva consigo algo de ira y como a ninguno de nosot...