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CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN PARA LA GESTIÓN DE RIESGOS AGRARIOS Y MEDIOAMBIENTALES UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID CUESTIONES RELEVANTES, REFERIDAS AL SECTOR HORTÍCOLA, PARA LA DEFINICIÓN DE LA POLÍTICA DE SEGUROS AGRARIOS: SITUACIÓN ACTUAL Y TENDENCIAS A CORTO Y MEDIO PLAZO JOSÉ M. DURÁN ALTISENT (1,2) NORMA RETAMAL PARRA (1,3) RUBÉN MORATIEL YUGUEROS (1,3) (1) Dr. Ingeniero Agrónomo (2) Catedrático de Universidad (3) Profesor Titular de Universidad Madrid, 20 de Mayo de 2009 ¡España: La huerta de Europa!

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CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIÓN PARA LA GESTIÓN DE RIESGOS AGRARIOS Y MEDIOAMBIENTALES

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID

CUESTIONES RELEVANTES, REFERIDAS AL SECTOR HORTÍCOLA, PARA LA DEFINICIÓN DE LA POLÍTICA DE SEGUROS AGRARIOS: SITUACIÓN ACTUAL Y TENDENCIAS A CORTO Y MEDIO PLAZO

JOSÉ M. DURÁN ALTISENT (1,2) NORMA RETAMAL PARRA (1,3)

RUBÉN MORATIEL YUGUEROS (1,3)

(1) Dr. Ingeniero Agrónomo (2) Catedrático de Universidad

(3) Profesor Titular de Universidad

Madrid, 20 de Mayo de 2009

¡España: La huerta de Europa!

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ABREVIATURAS

AE Agricultura Ecológica. AENOR Asociación Española de Normalización y Certificación. AEPLA Asociación Española para la Protección de Plantas. AGA Agaricaceae. APPCC Análisis de peligros y de puntos de control crítico. ASAJA Asociación Agraria Jóvenes Agricultores. ASEHOR Asociación Semilleros Hortícolas. BOJA Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. BOR Boraginaceae. BPA Buenas Prácticas Agrícolas. BRC British Retail Consortium. CCAE Confederación de Cooperativas Agrarias de España. CE Comisión Europea. CEE Comunidad Económica Europea. CEIGRAM Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales. CHE Chenopodiaceae. COAG Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos. COM Compositae. COTEC Fundación para la Innovación Tecnológica. CRU Cruciferae. CTN Comité Técnico de Normalización. CUC Cucurbitaceae. CVYV Cucumber Vein Yellowing Virus (virus de las venas amarillas del

pepino). Dr Doctor. ENESA Entidad Estatal del Seguro Agrario. ERI Ericaceae. EUREP Euro Retailer Produce Working Group. FAM Familia botánica. FAO Food and Agriculture Organization. FEPEX Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de

Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas. Fig. Figura. FIS Federación Internacional de Semillas. GAP Good Agricultural Practices. GLP Gas licuado de petróleo (propano + butano). GN Gas natural. GRA Graminae. HACCP Hazard Analysis and Critical Control Points. I+D Investigación + Desarrollo. LED Light Emission Diode. LEG Leguminosae. LIL Liliaceae. MAPA Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. MARM Ministerio de Medioambiente y Medio Rural y Marino. MCI Ministerio de Ciencia e Innovación.

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NGS New Growing System. OCU Organización de Consumidores y Usuarios. OGM Organismos Genéticamente Modificados. OPI Organismo Público de Investigación. PepMV Pepino Mosaic Virus (virus del mosaico del pepino dulce). PI Producción Integrada. PNR Plan Nacional de Regadíos. RD Real Decreto. ROS Rosaceae. SAT Sociedad Agraria de Transformación. SE Sureste. SL Sociedad Limitada. TIC Tecnología de la Información y de las Comunicaciones. TSWV Tomato Spotted Wilt Virus (virus del bronceado del tomate). TYLCV Tomato Yellow Leaf Curl Virus (virus de la cuchara del tomate). UE Unión Europea. UK United Kingdom. UMB Umbelliferae. UNE Una Norma Española. UPA Unión de Pequeños Agricultores. UPM Universidad Politécnica de Madrid. UPOV Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales. UVA Universidad de Valladolid. VAD Vademécum. vs Versus (frente).

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ÍNDICE Página

1. Introducción.................................................................................................................. 1 2. Aspectos diferenciales de los cultivos hortícolas. ........................................................ 2 3. Evolución y desplazamiento de la superficie cultivada................................................ 3 4. Especies cultivadas y variedades.................................................................................. 6 4.1. Diversidad de especies cultivadas. ............................................................................ 6 4.2. Diversidad y tendencias varietales. ........................................................................... 6 5. Modalidades de cultivo: Tendencias actuales. ............................................................. 9 5.1. Transformación en regadío........................................................................................ 9 5.2. Implantación de cultivos bajo invernadero.............................................................. 10 5.3. Evolución de la superficie invernada en España. .................................................... 12 5.4. Densidad de plantación............................................................................................ 13 5.5. Formas de conducción de la plantación................................................................... 13 5.6. Nuevas técnicas de producción. .............................................................................. 14 6. Modificaciones en las técnicas de cultivo. ................................................................. 15 6.1. Semillas y plantones. ............................................................................................... 15 6.2. Semilleros. ............................................................................................................... 16 6.3. Injerto. ..................................................................................................................... 17 6.3. Plagas y enfermedades. ........................................................................................... 18 6.4. Daños por heladas y bajas temperaturas.................................................................. 21 7. Cambios en relación con los mercados. ..................................................................... 23 7.1. Producción Integrada (PI)........................................................................................ 24 7.2. Normativa sobre calidad hortícola........................................................................... 24 7.2. Tendencias futuras de precios.................................................................................. 30 7.3. Apertura o cierre de mercados................................................................................. 32 8. Producción ecológica.................................................................................................. 33 8.1. Distribución. ............................................................................................................ 33 8.2. Fundamentos básicos y reglamentación. ................................................................. 34 9. Puntos fuertes y puntos débiles del sector hortícola español...................................... 36 9.1. Puntos fuertes. ......................................................................................................... 36 9.2. Puntos débiles. ......................................................................................................... 37 10. Bibliografía............................................................................................................... 38 11. Agradecimiento. ....................................................................................................... 40

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1. Introducción. Con fecha 23 de febrero de 2008 (Anexo I), en realidad el año debe ser 2009, la Entidad Estatal del Seguro Agrario (ENESA), por medio del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM), adscrito a la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), encarga a José M. Durán Altisent, la realización de un trabajo que debe llevar por título “Cuestiones relevantes, referidas al sector hortícola, para la definición de la política de seguros agrarios: Situación actual y tendencias a corto y medio plazo”. Con fecha 25 de febrero de 2009 (Anexo I), José M. Durán Altisent acepta la realización del trabajo y manifiesta su conformidad con las condiciones, plazo de entrega y presupuesto, descritos en el oficio de fecha 23 de febrero de 2008 (Registro Salida ENESA: 267 / 24.02.09) que, el Director General de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), entregó al interesado con motivo del acto de presentación de los Seminarios, celebrado en la sede de ENESA el 24 de febrero de 2009. En el citado documento se describen los aspectos más relevantes que deberá contener el trabajo; a saber:

• Evolución de la superficie cultivada y desplazamientos de las zonas de producción.

• Cambios en las variedades y ciclos de cultivo. • Tendencias en las modalidades de cultivo: Transformación en regadío,

implantación de cultivos bajo invernadero, densidad de plantaciones, formas de conducción de la plantación, etc.

• Modificaciones en las técnicas de cultivo: Semillas y plantones, laboreo, fertilización, control de plagas y enfermedades, sistemas de recolección, etc.

• Tendencias en los rendimientos previsibles. • Cambios en relación con los mercados: Aspectos relativos a la calidad,

tendencias futuras de precios, aperturas o cierres de mercados, etc. • Medidas medioambientales. Cultivo ecológico.

De acuerdo con las especificaciones del encargo, el trabajo que presentamos seguidamente va acompañado de un CD-ROM en el que se ha incluido el texto completo del trabajo, con sus correspondientes Tablas y Figuras y una presentación elaborada con PowerPoint (Microsoft®) que será presentada el día del Seminario. El trabajo consta de un total de 124 páginas, 11 Tablas, 22 Figuras y 3 Anexos.

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2. Aspectos diferenciales de los cultivos hortícolas.

Frente a los grandes grupos de cultivos herbáceos tradicionales (cereales, leguminosas grano, tubérculos para consumo humano, cultivos industriales y cultivos forrajeros), analizados por los Anuarios de Estadística Agroalimentaria, publicados hasta el año 2007 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y a partir de dicha fecha por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), los cultivos hortícolas presentan una variedad de especies, variedades y técnicas de cultivos mucho más amplia, lo que complica su análisis. Respecto a los tradicionalmente denominados cultivos herbáceos extensivos, los cultivos hortícolas presentan las siguientes características:

• Se consumen preferentemente por su aporte en minerales, vitaminas y compuestos antioxidantes.

• Exigen mano de obra abundante, preferentemente en las operaciones de entutorado (cuando procede), poda y recolección.

• Suponen una alternativa al empleo rural, especialmente cuando no existe en el entorno una fuente de empleo más cualificada.

• Llegan a ser rentables incluso con superficies pequeñas. • Pueden adaptarse tanto a la Agricultura Ecológica (AE), también denominada

orgánica, como a la tradicional, pasando naturalmente por la producción integrada (PI).

• Normalmente se trata de productos perecederos, especialmente cuando se destinan a consumo en fresco.

• Presentan ciclos de cultivo cortos, lo que permite realizar varias cosechas al año o trabajar con rotaciones de cultivo amplias y variadas.

• Admiten con cierta facilidad una gran diversidad de modernas tecnologías, desde la física (sistemas evaporativos para refrigeración de invernaderos) o la química (composición de disoluciones nutritivas) clásicas, hasta la robótica (realización de injertos ó recolección de fruta), pasando por las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).

• Incorporan un alto valor añadido al producto que transforman (semillas ó explantos vegetales).

• El precio que alcanzan en el mercado se halla estrechamente relacionado con la precocidad de la cosecha; de ahí el interés que existe por llevar la producción a zonas donde la temperatura sea favorable o realizar instalaciones para proteger los cultivos (invernaderos).

Desde el punto de vista del Seguro Agrario, el cultivo de especies hortícolas

presenta las peculiaridades que seguidamente enumeramos, lo que contribuye a aumentar el riesgo del cultivo frente a determinadas “plagas” o siniestros meteorológicos:

• La producción se realiza en muchas explotaciones de pequeña superficie, que cultivan varias especies y un número muy elevado de variedades.

• La producción se concentra en zonas con un microclima especial, en épocas

denominadas “fuera de estación” o bajo instalaciones protegidas (invernaderos).

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3. Evolución y desplazamiento de la superficie cultivada. Para estudiar la evolución y el desplazamiento de la superficie cultivada se ha utilizado el Anuario de Estadística de la Producción Agroalimentaria y Pesquera 2007, publicado en formato electrónico por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM, 2009), en su versión más actualizada (2009.02.12). El citado Anuario contempla 22 especies hortícolas, que ordenadas alfabéticamente son las siguientes:

• Acelga (Beta vulgaris L. spp. vulgaris var. vulgaris). • Ajo (Allium sativum L.). • Alcachofa (Cynara scolymus L.). • Berenjena. (Solanum melongena L. var. esculentum N.). • Calabacín (Cucurbita pepo L.). • Cebolla (Allium cepa L.). • Coles (Brassica oleracea sp.). • Coliflor (Brassica oleracea L. convar. botrytis (L.) Alef. var. botrytis). • Escarola (Chichorium endivia L.). • Espárrago (Asparagus officinalis L.). • Espinaca (Spinacia oleracea L.). • Fresón (Fragaria x ananassa Duch.). • Guisante verde (Pisum sativum L.). • Haba verde (Vicia faba L.). • Judía verde (Phaseolus vulgaris L.). • Lechuga (Lactuca sativa L.). • Melón (Cucumis melo L.). • Pepino (Cucumis sativus L.). • Pimiento (Capsicum annuum L.). • Sandía (Citrullus lanatus (Thunb.) Matsum. & Nakai). • Tomate (Lycopersicon lycopersicum (L.) Karst ex Farwell). • Zanahoria (Daucus carota L.).

Con el fin de predecir la evolución de las variables más directamente relacionadas con la producción hortícola, se han utilizado dos tipos de regresión: La regresión lineal (y = a + b·x) y la media móvil (n = 3). La serie histórica que hemos analizado contempla todos los años (x) publicados en el Anuario 2007 (1990 -2007). Las variables utilizadas para la predicción (y) -todas las que aparecen en el Anuario- han sido las siguientes:

• Superficie cultivada (103 ha). • Rendimiento (t·ha-1). • Producción (103 t). • Precio percibido (€·100 kg-1). • Valor de la producción (103 €). • Importaciones (t). • Exportaciones (t).

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En el Anexo II (Estadística de la Producción Hortícola) se muestran los resultados obtenidos para cada una de las 22 especies analizadas. Sobre fondo de color azul claro aparecen los valores estimados para 2008 y 2009 y sobre fondo de color amarillo claro, aparecen las predicciones para el trienio 2010-12.

Con el fin de focalizar las tendencias observadas, las predicciones realizadas por

la regresión lineal (más optimista) y la media móvil (más conservadora), ambas predicciones han sido promediadas; así hemos obtenido la predicción media para cada uno de los tres años del período (2010-12). Y, finalmente, hemos calculado la media de los tres años; por lo tanto, para cada especie (22) y variable (7) tenemos una única predicción.

Al comparar la predicción obtenida frente a la base disponible más reciente, para

todas las especies y variables, a la que le dimos el valor 100, obtuvimos un valor de referencia que nos permite conocer en términos porcentuales el incremento (positivo: > 100 ó negativo < 100) que cabe esperar para cada especie hortícola y variable productiva. La Tabla 1resumen, bajo dos modalidades distintas, los valores encontrados.

A modo de resumen, cabe pensar que, en el caso de que se mantengan las

tendencias registradas en los últimos años, para el próximo trienio se producirán los siguientes cambios:

• Superficie cultivada. Respecto a 2006, excepto para la coliflor, que se

incrementará de forma significativa (> 10 %), la mayor parte de las especies verán reducida la superficie cultivada, siendo las más afectadas: acelga, ajo, alcachofa, coles, espárrago, guisante verde, haba verde, judía verde, melón y sandía.

• Rendimiento medio. Respecto a 2006, la mayor parte de las especies

hortícolas verán ligeramente incrementado su rendimiento medio; no obstante, dicho incremento sólo resultará significativo (> 10 %) para melón.

• Producción. Respecto a 2006, la producción total (superficie x rendimiento

medio) aumentará de forma significativa (> 10 %) para coliflor y tomate y disminuirá de forma significativa para alcachofa, coles, espárrago, guisante verde y haba verde; para las restantes especies no sufrirá modificaciones significativas.

Con el fin de facilitar el análisis y la evaluación de cualquiera de las siete

variables mostradas en el Anuario de Estadística Agroalimentaria y Pesquera 2007, para las 22 especies hortícolas, la aplicación informática incrustada como objeto en este documento, permite realizar los cálculos y mostrar los resultados de forma rápida y automática.

Estadística

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La Tabla 2 muestra de forma ordenada la importancia relativa de cada una de las 22 especies hortícolas analizadas, desde el punto de vista de: Superficie (103 ha), rendimiento medio (t·ha-1), producción alcanzada (103 t), precio medio (€/100 kg-1) percibido por el productor, valor de la producción (103 €), importaciones (t) y exportaciones (t) realizadas y finalmente el ratio ingreso bruto (€/ha) calculado. Por lo tanto, podemos señalar cuáles son las especies hortícolas cultivadas que destacan, según sea la variable en la que fijemos la atención:

• Por superficie cultivada: Tomate, melón, lechuga, coliflor, pimiento y cebolla.

• Por rendimiento medio alcanzado: Pepino, tomate, zanahoria, cebolla, berenjena, pimiento, calabacín, sandía y fresón.

• Por la producción total obtenida: Tomate, pimiento, cebolla, melón, lechuga, sandía y pepino.

• Por el precio medio percibido por el productor: Espárrago, judía verde, ajo, fresón, haba verde, pimiento y guisante verde.

• Por el valor de la producción: Tomate, pimiento, lechuga, judía verde, melón, fresón y pepino.

• Por las importaciones: Judía verde, tomate, melón, cebolla, lechuga, fresón y pimiento.

• Por las exportaciones: Tomate, lechuga, pimiento, pepino, melón, sandía, coliflor, cebolla, fresón y calabacín.

• Por los ingresos brutos: Fresón, pimiento, pepino, berenjena, tomate, calabacín y judía verde.

A modo de resumen, si contamos en la Tabla 2 el número de veces que un determinado cultivo aparece en el rango señalado sobre fondo de color amarillo, veremos la importancia relativa que este cultivo tiene en el ámbito nacional. Así, por ejemplo: El pimiento aparece en los ocho campos analizados; el tomate, en siete; el fresón, en seis; la cebolla, la lechuga, el melón y el pepino en cinco; la judía verde en cuatro; el calabacín y la sandía en tres; la berenjena y la coliflor, en dos; el ajo, el espárrago, el guisante verde, la haba verde y la zanahoria, en uno y las restantes especies (acelga, alcachofa, coles, escarola y espinaca) no aparecen en ninguno de los ocho campos analizados. El Anexo III incorpora los mapas provinciales en los que se muestra la evolución de la distribución de la superficie (Fig. III.1, III.3, III.5, III.7 y III.9) y la producción (Fig. III.2, III.4, III.6, III.8 y III.10), para los cinco cultivos solicitados por ENESA: Cebolla, lechuga, melón, pimiento y tomate.

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4. Especies cultivadas y variedades. Antes de presentar la tendencia que se observa en el cambio de variedades, vamos a pasar revista a lo que está ocurriendo en los últimos años en el ámbito de las especies cultivadas. 4.1. Diversidad de especies cultivadas. En la Tabla 3 hemos recogido la relación de especies que aparecen consignadas a fecha 20.05.09, en tres referencias bibliográficas: 1, El Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09, editado por MARÍN (2008); 2, la FAO, a partir de HORTIVAR (Horticulture Cultivars Performance Database) y 3, el Anuario de Estadística Agroalimentaria 2007 (supuestamente actualizado al 12.02.2009), publicado por la Subdirección General de Estadística del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). La Fig. 1 ilustra de forma resumida los resultados obtenidos. Según el Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09, que presenta la información nacional más actualizada, en España se pueden llegar a cultivar hasta 59 especies diferentes; la FAO, a nivel mundial, tiene catalogadas 53 especies hortícolas; por último, el Anuario de Estadística Agroalimentaria, tan sólo recoge datos de 49 especies. Lo anteriormente expuesto nos lleva a dos conclusiones:

• En el sector hortícola existe un desfase muy grande entre la realidad y los datos estadísticos disponibles, lo que dificulta la extrapolación de resultados.

• En España, por cada diez especies hortícolas susceptibles de ser cultivadas, el

Anuario de Estadística Agroalimentaria tan sólo recoge datos entre seis y siete de ellas.

4.2. Diversidad y tendencias varietales. De acuerdo con el Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09, la Tabla 4 muestra la tendencia seguida por el número de variedades comerciales de las principales especies hortícolas cultivadas en España, según categorías, a lo largo del período 2004-08. Las Fig. 2 y 3 ilustran de forma resumida la evolución del número de variedades comerciales, de las principales especies hortícolas cultivadas en España, con independencia de su categoría. Destacan la lechuga y el tomate con más de ciento veinte variedades nuevas en los últimos cinco años, lo que representa una media anual de más de veinte nuevas variedades, para cada una de las citadas especies; en segundo lugar aparece un grupo formado por tres especies (pimiento, cebolla y calabaza) que se caracteriza por que, entre 2004 y 2008, el número de nuevas variedades aumentó entre cuarenta y noventa, lo que representa una media anual comprendida entre ocho y dieciocho nuevas variedades. Durante el mismo período, seis especies (melón, acelga, judía, espinaca, sandía y calabacín) mostraron un incremento medio de nuevas variedades comprendido entre dos y cinco. Por último, un gran número de especies (nabo, alcachofa, bróculi, berenjena, perejil, berro, haba, hinojo, escarola, ajo, chirivía y guisante) vieron incrementado el número de nuevas variedades en menos de dos por año.

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Durante el mismo período de tiempo, un grupo de diecinueve especies (apio-rábano, borraja, cardo, patata, apio, pepino, espárrago, fresa, remolacha de mesa, achicoria, hortalizas orientales, col lombarda, col repollo, colirábano, col china, col de Bruselas, maíz dulce, puerro y rábano) han visto reducido el número de variedades comerciales, entre cero y dos por año. Y, por último, tres especies (col de Milán, zanahoria y coliflor) han acumulado la mayor reducción del número de variedades comerciales, entre dos y seis variedades por año. A modo de conclusión, cabe señalar que los cultivos de lechuga, tomate y pimiento, en el orden citado, son los que han experimentado en los últimos cuatro años, el mayor incremento anual de nuevas variedades, lo que muestra el interés que tiene el sector por introducir novedades que afectan a la producción (resistencia o tolerancia a “plagas”), a la calidad (forma, color, olor y sabor, entre otras propiedades) y a la precocidad. Siguen en importancia, cebolla y calabaza; por último, con mucha menor importancia, melón, acelga, judía, espinaca y sandía. Dada la importancia que tienen los cultivos de lechuga, tomate y pimiento, a partir de la Tabla 4 podemos extraer las siguientes conclusiones:

• La lechuga de tipo Batavia, durante el período 2004-08, pasó de 81 a 128 variedades, lo que representa un incremento de 47 nuevas variedades (58 %).

• La lechuga de corte, durante el período 2004-08, pasó de 90 a 138 nuevas

variedades, lo que representa un incremento de 48 nuevas variedades (53 %).

• La lechuga de tipo Cogollo / Little Gem, durante el período 2004-08, pasó de 45 a 61 variedades, lo que representa un incremento de 16 nuevas variedades (36 %).

• La lechuga de tipo Mantecosa / Trocadero, durante el período 2004-08, pasó

de 64 a 82 nuevas variedades, lo que representa un incremento de 18 nuevas variedades (28 %).

• La lechuga de tipo Romana, durante el período 2004-08, pasó de 97 a 114

nuevas variedades, lo que representa un incremento de 17 nuevas variedades (18 %).

• La lechuga de tipo Crujiente / Iceberg, durante el período 2004-08, fue la

única que experimento un pérdida neta de variedades, pasando de 102 a 92, lo que representa una pérdida de 10 variedades (10 %).

Por lo que al cultivo del tomate se refiere, cabe señalar lo siguiente: • Durante el período 2004-08, las variedades de porte indeterminado,

preferentemente las tipo ramillete (124 %), tipo pera (45 %) y calibre grueso (34 %), fueron las que vieron incrementado el número de nuevas variedades en mayor porcentaje.

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• Las nuevas variedades para portainjerto de tomate pasaron de 14 a 20, lo que representa un incremento del 43 %. Este hecho pone claramente de manifiesto el gran interés que tiene para el sector hortícola, la búsqueda de nuevos portainjertos para el cultivo del tomate para consumo en fresco.

Y, por lo que al cultivo del pimiento se refiere, la Tabla 4 permite señalar lo

siguiente: • Durante el período 2004-08, el tipo de pimiento que mostró un mayor

incremento del número de variedades fue el pimiento de fruto cónico-largo (38 %), seguido del pimiento de tipo cuadrado (35 %), en detrimento del pimiento de tipo rectangular y otros tipos de pimiento (- 44 %).

• El incremento de las variedades dedicadas a portainjerto para pimiento, es muy incipiente. Durante el período 2004-08, pasó de 2 a 4 variedades; es decir se incrementó en tan solo 2 variedades.

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5. Modalidades de cultivo: Tendencias actuales. Con motivo de cumplirse el 25 aniversario de la revista Horticultura, el Profesor Hoyos llevó a cabo una revisión del sector hortícola español (HOYOS, 2007).

En la introducción al libro “Innovaciones en el Sector Hortofrutícola Español”, coordinado por D. José Álvarez y D. Francisco Camacho y editado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (ÁLVAREZ y CAMACHO, 2003), dicen: “El sector hortofrutícola español ha recorrido un impresionante camino en los últimos 25 años, en los que ha conseguido ser el primer productor europeo de frutas y hortalizas en fresco y el primer exportador mundial. Es, asimismo, el primer sector de la agricultura española en valor de la producción, siendo muy dinámico en la incorporación y utilización de modernas tecnologías obligado, sin duda, por la fuerte competencia exterior”. Es evidente que, seis años después, la afirmación sigue siendo válida y es justo señalar que, el éxito experimentado por el sector hortofrutícola español, se debe en gran medida a las aportaciones realizadas por el sector hortícola, principalmente por las provincias de Almería y Murcia; de ahí el bien merecido nombre de “La huerta de Europa” por el que se conocen las regiones hortícolas del SE español. En los epígrafes siguientes analizaremos cuáles son las tendencias actuales en lo que se refiere a material genético, instalaciones y técnicas de cultivo. Por último, dedicaremos algunas líneas a presentar lo que pueden ser los avances más significativos en materia de nuevas tecnologías: co-generación, refrigeración mediante máquinas de absorción e iluminación mediante LEDs (Light Emission Diode). 5.1. Transformación en regadío. Cualquier estudio que pretendamos llevar a cabo en España, en materia de regadíos, pasa actualmente por el denominado Plan Nacional de Regadíos (PNR). El documento que sirve de base para la elaboración del PNR es público y puede ser consultado, vía Internet, en la página web del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM): http://www.mapa.es/es/desarrollo/pags/pnr/principal.htm. Las Fig. 7 y 8, procedentes del MARM, nos muestra donde se encuentran las 36 zonas de actuación que contempla el PNR y cómo se describen, de forma resumida, las características técnicas y agronómicas de cada una de las zonas afectadas por el PNR.

A partir de las citadas 36 fichas, en las que también se describen las actuaciones que deberían haber sido llevadas a cabo antes de 2008, podemos inferir: a, El nombre de las zonas de actuación; b, la Comunidad Autónoma a la que pertenece; c, la Cuenca Hidrográfica de la que se nutre; d, la dotación de riego estimada (m3·ha-1); e, la superficie de actuación (ha); f, la superficie regable (ha); g, la superficie regada (ha) y h, el porcentaje de superficie (%) asignado a las especies hortícolas, dentro de cada actuación (Tabla 7).

La información suministrada por la Tabla 7 nos ha permitido calcular por

actuaciones por Comunidades Autónomas (Tabla 8), la nueva superficie susceptible de ser dedicada a cultivos hortícolas, en el momento en que todas las intervenciones programadas en el PNR se llevaran a cabo, tal como han sido programadas.

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De lo anteriormente expuesto se desprende que, la superficie regable –según el PNR- afecta a 651,277 ha, distribuidas por ocho Comunidades Autónomas (Andalucía, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, La Rioja y Navarra). Según la notación del PNR, las Cuencas Hidrográficas afectadas son: Guadalquivir, Guadiana y Sur, en Andalucía; Ebro, en Aragón; Júcar y Tajo, en Castilla La Mancha; Duero, en Castilla y León; CI de Cataluña y Ebro, en Cataluña; Guadiana y Tajo, en Extremadura; Ebro, en La Rioja y Ebro, en Navarra.

Del estudio que hemos llevado a cabo resulta que, en el caso de llevarse a cabo

el PNR, tal como en su día fue diseñado, la nueva superficie hortícola nacional se incrementaría en 57,462 ha. Frente a la superficie regable (651,277 ha), la cifra anteriormente indicada representa un porcentaje medio de 8.8 %. Por Comunidades Autónomas, el porcentaje se distribuye de la siguiente forma: Castilla La Mancha, 29.4 %; La Rioja, 25,0; Andalucía, 18.5 %; Extremadura, 7.4 %; Navarra, 3.7 %; Cataluña, 3.1 %; Castilla y León, 2.8 % y Aragón, 2.4 %. En todos los casos se trata de porcentajes respecto a la superficie regable asignada por el PNR (Fig. 9). 5.2. Implantación de cultivos bajo invernadero. Frente a los cultivos hortícolas al aire libre, los invernaderos ofrecen la posibilidad de prolongar o extender la producción hacia épocas climatológicamente poco favorables, con el fin de atender la demanda, supuestamente continua, del mercado (COTEC, 2009). La provincia de Almería constituye la principal zona de producción hortícola intensiva de España y una de las más importantes a nivel mundial, teniendo en la actualidad una superficie invernada superior a 37,000 ha (SANJUAN, 2007; ARCOS, 2008) y un valor de la producción comercializada de hortalizas, durante la campaña 2007-08, superior a 2,200 millones de euros (CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA, 2008). El modelo de producción almeriense se caracteriza por el empleo de estructuras de invernadero artesanales, de bajo coste, con cerramiento plástico y escaso control c1imático, denominadas de tipo “parral”, las cuales representan más del 99 % de los invernaderos (MAGÁN et al., 2008). El sistema productivo bajo estos invernaderos se basa, al igual que los desarrollados en otras zonas con inviernos relativamente suaves, en la utilización de un mínimo de energía, lo cual genera para la mayoría de las especies cultivadas unas condiciones microclimáticas subóptimas (CASTILLA, 2007). De esta forma, se trata de obtener una producción aceptable fuera de estación, al menor coste posible, aprovechando la bondad del clima, objetivo que difiere del perseguido en zonas más frías, como el centro de Europa, donde las condiciones ambientales han obligado al uso de instalaciones de control c1imático, de alto coste, que permiten optimizar el clima del invernadero y alcanzar así elevadas productividades.

El sistema productivo almeriense ha experimentado un crecimiento sostenido desde sus orígenes, a pesar de que el precio unitario expresado en euros constantes había perdido en 2002 un 20 % respecto al de 1975 (MOLINA, 2003). Esto ha resultado posible gracias al aumento en dicho periodo de la producción por unidad de superficie en un 200 %, como consecuencia de la incorporación de diferentes aportaciones tecnológicas, tales como el riego por goteo, las nuevas variedades híbridas, los programadores de riego, el cultivo sin suelo y la mejora de las estructuras de invernadero (MOLINA, 2003), entre otras.

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Sin embargo, en la actualidad la horticultura almeriense se está enfrentando a

diversos retos, como son, principalmente, la entrada en competencia de nuevas zonas productoras en los mercados internacionales y la concentración de la demanda. Ante ello, parece necesaria una mejora de la comercialización, por medio de la concentración y la continuidad de la oferta y la diversificación de los productos ofrecidos, como mejoras más inminentes. Asimismo, otro aspecto en el que resulta necesario seguir incidiendo, es el aumento de la productividad, por medio de la incorporación de nuevas mejoras tecnológicas. En este sentido, un mayor control del clima del invernadero puede tener un gran interés, dado que es un aspecto en el que hasta el momento apenas se ha incidido en el sistema productivo almeriense y que tiene un gran efecto sobre el cultivo.

El uso de diversos equipamientos de control c1imático, tales como sistemas de calefacción, pantallas aluminizadas, nebulización o enriquecimiento carbónico, además de inducir un aumento de la producción y la calidad de ésta, permiten ampliar el periodo productivo. Sin embargo, los invernaderos de tipo “parral” –los que más abundan en la zona- no permiten la incorporación eficiente de dicho equipamiento, por lo que se plantea la necesidad de utilizar estructuras más herméticas que puedan cobijar con éxito los dispositivos de control c1imático y que se adapten a las condiciones imperantes en el área mediterránea. En este sentido, una opción factible son los invernaderos multitúnel con cerramiento a base de plástico tensado y cubierta curva, los cuales han sido utilizados en la zona principalmente en semilleros, debido a su mayor nivel tecnológico, aunque en los últimos años se empiezan a ver en explotaciones comerciales de hortalizas. Una alternativa a estos invernaderos es la constituida por aquéllos que utilizan el cristal como elemento de cerramiento (tipo “Venlo”), los cuales son característicos de zonas más frías. En el área mediterránea, la instalación de este tipo de invernaderos es muy escasa, debido fundamentalmente a la alta inversión que requieren; no obstante, debido a los altos rendimientos productivos que llegan a alcanzar en zonas frías, tiene interés evaluarlos en condiciones cálidas. Dicho esfuerzo está siendo realizado en la Estación Experimental “Las Palmerillas” de la Fundación Cajamar, ubicada en el término municipal de El Ejido (Almería).

El cultivo bajo invernadero, también denominado bajo plástico, presenta algunos

inconvenientes que –a efectos del Seguro Agrario- es necesario plantear:

• Concentración de la producción muy localizada. La producción hortícola bajo invernadero se realiza en aquellas regiones en las que la radiación solar y la temperatura media invernal son elevadas. Por lo tanto, se trata de un fenómeno que presenta una componente local muy acusada; es decir, se practica en unas pocas comarcas o municipios. Por ejemplo, según SANJUAN (2007), en septiembre de 2007, la provincia de Almería contaba con 25,981 ha invernadas (Tabla 5), de las cuales 24,240 ha se hallan en tan sólo 8 municipios, con marcadas diferencias (Fig. 4) entre ellos (El Ejido, 11,210; Níjar, 3,850; Almería, 2,340; Roquetas de Mar, 1,810; Vícar, 1790; La Mojonera, 1,230; Berja, 1,070 y Adra 940).

• Episodios climáticos singulares. Aunque las zonas invernadas han sido

especialmente elegidas por su benignidad climática, no cabe duda que no están exentas de sufrir episodios singulares, ya sea por bajas temperaturas o incluso nevadas, como las que se produjeron en Almería durante los

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primeros meses de 2005. El uso de pantallas térmicas (Fig. 10) contribuye a reducir los efectos negativos causados por las bajas temperaturas en los invernaderos de tipo mediterráneo, sin calefacción.

• Desplazamiento de las épocas de plantación. El productor hortícola

español trata de adaptar su producción a los huecos de mercado que le son más favorables, lo que –muchas veces- le lleva a adelantar la fecha tradicional de plantación, con el inconveniente que seguidamente describimos. Las plantas de pequeño porte (plántulas), con poca superficie evapotranspirante, introducidas en un invernadero durante la segunda quincena de agosto o incluso durante los primeros días de septiembre, cuando la temperatura interior pueden alcanzar 35 ºC, no están adaptadas al estrés que provocan las elevadas temperaturas; de ahí las dificultades que a veces se presentan con estas plantaciones anticipadas.

5.3. Evolución de la superficie invernada en España.

Según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM, 2009), España cuenta con 65,989 ha, de las cuales 44,500 ha se concentran en Andalucía, 9,100 en Murcia, 7,500 en Canarias y 1,735 en la Comunidad Valenciana; el resto, 3,224 ha están dispersas por más de 20 provincias.

La mayor parte de la superficie invernada (88 %) se dedica a la producción

hortícola, principalmente a los cultivos de tomate, pimiento, melón, fresón, pepino, judía verde, sandía, calabacín, berenjena y lechuga. A la producción de flores y plantas ornamentales se dedica tan sólo un 5 %, siendo clavel y rosa las especies dominantes. El plátano (7 %) es el principal cultivo frutal cultivado bajo plástico, preferentemente en las Islas Canarias.

Desde el punto de vista macroeconómico, durante la última campaña (2007-08),

el sector hortícola español alcanzó una producción de 5 millones de toneladas, con una facturación de 2,500 millones de euros y dio empleo directo a más de 80,000 personas.

La cuenca Mediterránea –el Levante español- concentra aproximadamente el 20

% de la superficie mundial de invernaderos. Es tal la concentración de invernaderos que se divisa desde la Luna. Concretamente, en la provincia de Almería se produce la mayor aglomeración (4 %) de invernaderos de todo el Planeta (VALERA y MOLINA, 2008). A lo largo de los últimos 30 años, la superficie mundial de invernaderos ha experimentado un crecimiento exponencial, debido a la puesta en producción de nuevas áreas en los países asiáticos (China, Japón y Corea, entre otros). Sin embargo, en España, la superficie de invernaderos se ha estabilizado e incluso se ha reducido en los últimos años (2003 – 07), debido fundamentalmente a la falta de superficie para la implantación de nuevos invernaderos (Tabla 6). El Campo de Dalías ha experimentado una fuerte reducción de la superficie invernada, que contrasta con la creciente expansión de comarca del Bajo Andarax, el Levante almeriense y el Campo de Níjar. El término municipal de El Ejido es el que ha experimentado la reducción más importante de superficie invernada, con una media anual de 170 ha, durante el período considerado (2003-07); en el otro extremo se encuentra el municipio de Níjar, con un incremento, durante el mismo período de tiempo, de 53 ha de invernaderos nuevos por año.

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5.4. Densidad de plantación. La Tabla 9 presenta la separación entre líneas y entre plantas, es decir, el marco de plantación, más habitual para las principales especies hortícolas cultivadas en España (MARÍN, 2008). A partir del marco de plantación medio podemos calcular la densidad media (plantas·m-2) y la cantidad de plantas necesarias para plantar una ha. Observando la Tabla 9 podemos ver que las densidades más pequeñas corresponden a las especies que requieren un gran cantidad de superficie para desarrollarse, como es el caso de la calabaza (0.3 plantas·m-2), el calbacín (0.6 plantas·m-2) o el melón (0.9 plantas·m-2), todas ellas pertenecientes a la Familia de las Cucurbitáceas. Con densidades superiores a una planta por m2 encontramos las siguientes especies: Guisante verde (2), tomate (3), fresón (4), haba verde (5), acelga (6), escarola (7), lechuga (9), apio (11), remolacha de mesa (15), ajo (23), cebolla (25), zanahoria (38), espinaca (42) y rábano (74). La densidad óptima de un cultivo viene determinada por las características propias de la especie (genotipo), pero también puede depender del porte (mata baja vs. enrame), el tipo de crecimiento (determinado o indeterminado, en el caso del tomate), la variedad comercial (cultívar), la forma (a una “guía”, en forma de “Y”), la época de cultivo (ciclo de invierno-primavera, otoño-invierno o completo), la modalidad de cultivo (sobre suelo, enarenado, hidroponía), la forma de recolección (manual o mecánica, cuando procede) y por último el lugar donde se cultiva con todas las connotaciones culturales y socio-económicas del entorno. Normalmente, la densidad óptima de plantación viene determinada por la empresa suministradora de la semilla o las recomendaciones del semillerista que ha producido la planta que se trasplantará al terreno definitivo. Las indicaciones de la empresa obtentora de la semilla muchas veces van acompañadas de ensayos locales, realizados en Estaciones de Experimentales, que tras analizar estadísticamente los resultados, permiten recomendar la densidad óptima de plantación para lograr la mayor rentabilidad económica del cultivo. En algunos casos, cuando el coste de la plántula es importante, como sucede con las plantas de fresón o de tomate injertado, el aumento de la densidad de plantación no siempre va acompañado de un aumento económico en la producción, como podemos comprobar en el ejemplo del fresón cultivado de forma hidropónica en un ensayo de multidensidad realizado en la provincia de Huelva (Fig. 10). En estos casos es necesario determinar el óptimo económico, para lo cual se pueden emplear varias técnicas, desde la programación lineal hasta los métodos de derivadas parciales (Fig. 11). 5.5. Formas de conducción de la plantación.

Las formas de conducir las plantas (formación, entutorado, poda, deshojado, cuelgue y descuelgue en el caso del tomate para consumo en fresco) han cambiado relativamente poco en los últimos años; de ahí que no cabe esperar grandes cambios a lo largo del próximo trienio.

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5.6. Nuevas técnicas de producción. Una vez incorporadas las tecnologías más avanzadas en materia de material genético (variedades tolerantes o resistentes a “plagas”); técnicas de propagación (injerto en Solanáceas y Cucurbitáceas); programación y control del riego (fertirrigación); cultivos sin suelo (hidroponía), control sanitario de instalaciones (mallas anti-insectos y dobles puertas) y control biológico de “plagas”, cabe preguntarse que nuevas tecnologías pueden ser de aplicación a los invernaderos de tipo mediterráneo. Aunque resulta arriesgado aventurar cuales pueden ser las nuevas tecnologías, no resistimos la tentación a señalar que son básicamente dos: a, la Co-generación y b, la refrigeración mediante máquinas de absorción.

En el caso de que el precio de la energía lo justifique, no hay que descartar la posibilidad de incorporar iluminación a los invernaderos de tipo mediterráneo, con el fin de prolongar el período diurno, especialmente durante la época de invierno, que es cuando el precio de mercado de la mayor parte de la producción hortícola es más elevado.

La co-generación (obtención de energía eléctrica y calor, a partir de un combustible, mediante motores de combustión interna) es una técnica bien conocida e implantada en los invernaderos holandeses de tipo “Venlo”. Recientemente (2009), se ha iniciado su implantar en invernaderos multitúnel en Almería. Cuando el combustible que se utiliza es gas natural (GN) o gas licuado de petróleo (GLP: propano + butano), los gases de combustión –debidamente purificados mediante sistemas catalíticos de tipo CodiNOx® o similares- pueden ser incorporados al invernadero, lo que contribuye a incrementar el nivel de CO2 en el invernadero, durante las horas diurnas (Fig. 6).

Una parte importante de los esfuerzos que se realizan en España en materia de

investigación en tecnología de invernaderos se canalizan por medio del Proyecto Cénit “Mediodía”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MCI), liderado por REPSOL, en el que participan doce empresas y veinticinco Organismos Públicos de Investigación (OPIs): Universidades y Centros de Investigación Nacionales.

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6. Modificaciones en las técnicas de cultivo. A lo largo de los últimos 25 años, el sector hortícola español es el que más tecnología ha incorporado al sistema productivo, habiéndose conseguido hitos -tanto en la producción como en la exportación- que son dignos de admiración, lo que ha colocado a España en el principal exportador mundial de frutas y hortalizas. A ello, además de las mejoras introducidas en las instalaciones (invernaderos) ya descritas en los puntos anteriores, ha contribuido básicamente la innovación tecnológica introducida en los siguientes factores productivos (FORO AGRARIO, 2005): a, Mejora en las semillas y plantones vegetales; b, sustratos; c, fertirrigación; d, uso de insectos polinizadores y e, lucha biológica. Seguidamente describiremos los avances más significativos y los riesgos que su implantación puede introducir con vistas al Seguro Agrario del próximo trienio. 6.1. Semillas y plantones. Si analizamos la evolución de los rendimientos medios alcanzados en España (Anexo II) durante los últimos años (1990 – 2007), publicados por el Anuario de Estadística Agroalimentaria y Pesquera 2007 (actualizado por el MARM a fecha 2009.02.12), constataremos que cualquiera que sea el cultivo, se ha producido un incremento constante en los rendimientos alcanzados por los productores. Lo anteriormente expuesto explica que, en muchos casos, que la producción siga creciendo aún a costa de la disminución de la superficie cultivada. Estos logros han sido posibles gracias a las aportaciones de la mejora genética clásica, ya que en los productos hortofrutícolas no está permitido el registro de variedades comerciales que puedan haberse obtenido a partir de organismos genéticamente modificados (OGM). El proceso de mejora genética clásica pasa por las siguientes etapas (ABAD, 2003): a, Establecimiento del ideotipo a conseguir; b, creación y combinación de variabilidad; c, fijación de la variabilidad (obtención de líneas puras) y d, evaluación de nuevas combinaciones híbridas. A modo de ejemplo, el ideotipo buscado por un mejorador de tomate, para el próximo trienio podría ser el que seguidamente se describe, con las consiguientes ventajas e inconvenientes:

• Disponible en pleno invierno. Para ello se requieren variedades adaptadas para la producción invernal. En este sentido, la selección realizada hasta este momento ha primado la producción (kg·m-2) sobre la calidad (azúcares y contenido en licopeno, por ejemplo).

• Susceptible de ser comprado “a buen precio” y “larga vida”. La

incorporación de características que alarguen la vida útil del tomate contribuirá a flexibilizar la cadena de distribución y evitará tener que salir diariamente al mercado para conseguir tomate fresco.

• Buen sabor. Los genes de larga vida (rin, Nor, Nr, Nr-2 y alc) pueden

comprometer la expresión de determinadas sustancias relacionadas con la aroma y el sabor característicos del tomate cultivado años atrás.

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• Forma preferida. En este punto, las preferencias son muy diferentes según el mercado al que nos dirijamos, pudiendo optar por alguna de las siguientes: Calibre grueso, medio o pequeño; corazón de buey; cereza ó cherry; pera ó mini pera; San Marzano ó mini San Marzano y finalmente ramillete. A la amplia gama de formas que hemos enumerado para tomate destinado al consumo en fresco hay que añadir otras formas típicas para el tomate de industria.

Con independencia de la problemática planteada en relación con los OGM, la

International Food Information Council Foundation (IFIC, 2002), por lo que a los cultivos hortícolas se refiere, ha listado los siguientes alimentos modificados genéticamente que se espera aparezcan como consecuencia de la aplicación de la Ingeniería Genética:

• Tomates con alto contenido en licopeno, un antioxidante con acción

preventiva contra algunos tipos de cáncer.

• Frutos y hortalizas con un contenido elevado en vitaminas C y/o E, con efecto protector contra determinados cánceres y trastornos circulatorios.

• Legumbres con una calidad proteica mejorada en aminoácidos limitantes:

lisina y metionina.

Recientemente (abril 2009), se dio a conocer en Almería los resultados del Proyecto de investigación ESP-SOL, desarrollado entre 2005-08. El objetivo principal del Proyecto ha sido identificar qué factores, genes y mecanismos están implicados en las características organolépticas del tomate; es decir, aquéllos cuyo conocimiento permitirá mejorar la calidad del fruto. El proyecto ha contado con un presupuesto de 3 millones de euros y ha sido financiado por Genoma España, entidades financieras e investigadoras pertenecientes a seis Comunidades Autónomas y la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX). En el Proyecto han participado 46 investigadores, 10 grupos de investigación, instituciones públicas y empresas privadas.

Tras la finalización (con éxito) del Proyecto ESP-SOL, cabe esperar que a lo

largo de los próximos años, el sector hortícola español –en el que el tomate representa uno de los cultivos más importantes- se verá beneficiado por los descubrimientos hallados durante la realización del Proyecto, lo que nos debería llevar a mejorar la competitividad en relación otros productores europeos, con Holanda a la cabeza, o del Norte de África, con Marruecos, Túnez y Egipto como principales competidores.

6.2. Semilleros.

Por semillero entendemos el lugar –normalmente un invernadero- donde se lleva

a cabo la transformación de las semillas en plántulas útiles par el trasplante. En los semilleros se encuentra la tecnología más avanzada que podemos encontrar en el sector hortícola español. Una estimación muy somera nos lleva a que el volumen de negocio que mueve el sector semillero-hortícola en España supera los 1,000 millones de euros anuales. En España, los semilleros-hortícolas están agrupados en la Asociación de Semilleros Hortícolas (ASEHOR).

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El semillero, además de ser en un punto clave para el éxito del cultivo, puede convertirse en punto crítico, extremadamente sensible, a la hora de determinar las implicaciones del Seguro Agrario. Lo ocurrido en la zafra de tomate del año 2003, en Almería y Canarias, con la dispersión de la enfermedad denominada el “chancro del tomate”, una bacteriosis causada por la bacteria cuarentenaria1 Clabibacter michiganensis ssp. michiganensis (Fig. 12), es un ejemplo que –tristemente- no olvidarán los productores y semilleristas de tomate canarios y almerienses que se vieron afectados por dicha enfermedad.

6.3. Injerto.

Mediante el injerto se unen dos partes vegetales vivas (patrón y variedad) para que crezcan y se desarrollen como si fueran una única planta (Fig. 14). En cultivos hortícolas, el injerto se practica fundamentalmente en Solanáceas (mayoritariamente en tomate y muy poco en pimiento) y Cucurbitáceas (melón, pepino y sandía) y los beneficios que de él se espera alcanzar son los siguientes:

• Tolerancia o resistencia a las “plagas” del suelo. • Mayor producción. • Mejor calidad, en algunos casos. • Precocidad. El injerto es una práctica que se debe realizar de forma muy minuciosa. A priori,

resulta muy difícil predecir el éxito (prendimiento) o no de un injerto. No obstante, la afinidad morfológica (diámetros similares entre patrón y variedad) y fisiológica contribuyen de forma decisiva a que un injerto tenga éxito. Independientemente de los factores anteriormente señalados, el prendimiento (“pegado”) de un injerto depende de la:

• Temperatura. Influye sobre la formación del callo cicatricial. Una

temperatura próxima a 25 ºC suele ser la óptima; temperaturas superiores a 30 ºC o inferiores a 15 ºC reducen el éxito del injerto.

• Humedad. Influye sobre la velocidad de cicatrización de las heridas

causadas como consecuencias del corte realizado.

• Superficie de contacto. El contacto entre el patrón y la variedad debe ser lo más grande posible. Si se pone en contacto una porción reducida de haces conductores (floema y xilema), la unión suele ser defectuosa. En algunos casos es posible que se produzca una buena cicatrización aún siendo reducida la superficie de contacto, pero cuando la planta injertada alcanza un cierto desarrollo, la falta de unión acaba reduciendo el movimiento del agua y de los nutrientes, lo que conduce a que la planta muestre síntomas de deshidratación.

1 Una plaga o enfermedad de importancia económica potencial para el área puesta en peligro, donde aún

no está presente o, si lo está, no se encuentra ampliamente distribuida y está oficialmente controlada. Su presencia obliga a declarar la plaga o enfermedad y a poner en marcha un programa de erradicación.

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• Presencia de patógenos. Es importante que el injerto se realice con la mayor protección sanitaria, ya que por las heridas provocadas son una vía preferente para la entrada de infecciones que pueden comprometer la unión entre patrón y variedad.

• Condiciones ambientales. Resulta imprescindible mantener unas

condiciones ambientales óptimas durante los días siguientes al injerto; cualquier síntoma de estrés puede poner en riesgo el éxito del injerto.

Dado que la técnica del injerto tiene un grado alto de especialización y

minuciosidad en la ejecución, las empresas que se dedican a realizar estas técnicas tienen que planificar y deben tener cuidadosamente programadas estas actividades con varios meses de antelación. Para cumplir el objetivo de realizar injertos de éxito es necesario una serie de tareas que no dejan lugar a la improvisación. Entre estas actividades pueden citarse: selecciones de portainjertos y variedades afines, disponibilidad de la semillas seleccionadas, programación de la siembras de portainjertos y variedades, disponibilidad de espacio e instalaciones adecuadas, disponibilidad de personal cualificado para la realización del injerto, disponibilidad de cámaras de acondicionamiento e invernaderos y otros aspectos relacionados con la distribución de las plantas. Si algunos de estos aspectos son descuidados las probabilidades de éxito de los injertos se reducen considerablemente.

De lo que anteriormente expuesto se desprende que, para la obtención de una

planta injertada es necesario dos plantas: patrón y variedad. Además, llevando a cabo buenas prácticas de cultivo (GAP: Good Agricultural Practices), a partir de una semilla de tomate de categoría estándar de máxima calidad, únicamente debe obtenerse una planta útil para ser trasplantada. Por lo tanto, cualquier práctica tendente a ampliar el número de plantas susceptibles de ser transplantadas, que pudiera obtenerse a partir de una semilla de una variedad comercial de tomate, aparte de disminuir las expectativas productivas, debería ser considerada como ilegal o fraudulenta. Potencialmente, con distintas combinaciones de variedades y portainjertos, a partir de una única semilla de una variedad, se puede obtener más de una planta. Es evidente que las plantas así obtenidas no contarán con la misma calidad que cuando de una semilla sólo se obtiene una planta. 6.3. Plagas y enfermedades.

En los últimos años, las zonas de producción de cultivos hortícolas del SE español y Canarias se han visto afectadas por la reciente introducción de distintas enfermedades víricas (TSMV, TYLCV, CVYV y PepMV, entre otros). La Federación Internacional de Semillas (FIS) ha adoptado códigos internacionales para describir los principales patógenos que pueden afectar a las diferentes especies cultivadas. A modo de ejemplo, la Tabla 10 muestra los 31 códigos adoptados para el cultivo del tomate (7 virus, 5 bacterias, 16 hongos y 3 nematodos), con sus correspondientes nombres científicos y vulgares (en castellano e inglés).

Teniendo en cuenta la experiencia adquirida con otros agentes nocivos del

mismo tipo y dada la forma de difusión de los virus vegetales y las especiales condiciones que concurren en la zona, todo hace pensar que, varios virus causantes de importantes enfermedades vegetales pueden considerarse prácticamente establecidos en

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Andalucía y, a partir de su introducción, es previsible su perpetuación dentro del área anteriormente citada y su difusión a las Comunidades colindantes, dentro de las cuales se desarrolle una horticultura intensiva (Murcia) o extensiva (Castilla La Mancha y Extremadura).

Dado que los métodos de lucha contra este tipo de agentes son funda-

mentalmente profilácticos y, generalmente, independientes del agente causante, la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, con el fin de mitigar en lo posible su difusión y las pérdidas ocasionadas por ellos, consideró necesario establecer medidas de protección fitosanitaria de obligado cumplimiento. Por ello, el 12 de diciembre de 2001, la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía dictó una Orden por la que establece las medidas de control, de carácter básico, de obligado cumplimiento en los cultivos hortícolas, así como aquellas otras medidas recomendadas en la lucha contra enfermedades víricas (BOJA: 8.01.03).

La citada Orden nos sirve para introducir las medidas de todo tipo (de obligado

cumplimiento o recomendaciones de carácter general) que deben ser observada para proteger los cultivos hortícolas de las enfermedades víricas.

A. Obligaciones de los productores de semillas y plántulas (semilleros).

• Con carácter general, los productores de semillas deberán cumplir la

normativa vigente en materia de producción y comercialización de plantas hortícolas y de forma específica el “Reglamento General sobre Producción de Semillas y Plantas de Vivero”.

• Los productores de "plántulas" hortícolas, están obligados a: 1, Obtener

plantas sanas partiendo de material vegetal sano; 2, inscribirse en los “Registros de Productores, Comerciantes e Importadores de Vegetales” y 3, expedir los correspondientes “Pasaportes Fitosanitarios”.

B. Obligaciones de los productores de hortalizas.

• Deberán emplear plántulas procedentes de semilleros autorizados y

conservar durante un año el Pasaporte Fitosanitario. • En el caso de semillas, que así lo requieran, además del Pasaporte

Fitosanitario, deberán estar registrados y mantener el envase etiquetado durante un año.

• En caso de semillas para ensayos, éstas deben estar perfectamente

identificadas y conservar la documentación acreditativa durante un año. • Deberán comunicar a las Delegaciones Provinciales de la Consejería de

Agricultura y Pesca la aparición de cualquier síntoma sospechoso desconocido y facilitar toda la información al respecto.

• Facilitar el acceso a las instalaciones de los Inspectores de los Servicios

Oficiales.

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• Ejecutar las medidas de control de carácter obligatorio, reflejadas en el Anexo I de la Orden de 12 de diciembre de 2001 (BOJA: 8.01.02) que seguidamente reproducimos.

C. Medidas de control obligatorias (Anexo).

C.1. Medidas de carácter fitosanitario.

• Seguimiento y control de las poblaciones de posibles insectos vectores. En

caso de tratamientos químicos, alternar las aplicaciones con productos de distintos grupos.

• Utilización de trampas cromotrópicas para seguimiento y captura de insectos

vectores.

C.2. Medidas de carácter estructural. • La estructura del invernadero deberá mantener una hermeticidad completa

que impida el paso de insectos vectores (Fig. 13). • Colocación de malla en las bandas y cumbreras del invernadero con una

densidad mínima de 10 x 20 hilos·cm-2, excepto en aquellos casos en que no permita una adecuada ventilación.

• Colocación de doble puerta o puerta y malla, de igual densidad a la anterior,

en las entradas del invernadero.

C.3. Medidas de carácter higiénico. • Arrancar y eliminar inmediatamente las plantas afectadas por virus y las

colindantes al inicio del cultivo, antes del cuajado y, posteriormente, a criterio técnico, transportándolas en camiones herméticos a plantas de tratamiento para su destrucción inmediata.

• Intensificar las medidas de limpieza de restos vegetales y malas hierbas en el

invernadero y alrededores (1 m). • En virus transmitidos por contacto, desinfectar los útiles de trabajo con una

solución de fosfato trisódico al 10 % antes y después de realizar las labores del cultivo. Lavar la ropa después de cada visita al invernadero.

• En cultivos en sustrato, desinfección de los sustratos, de las tuberías y

estructuras en caso de detectarse virus transmitidos por contacto. • Evitar las visitas indiscriminadas a invernaderos infectados por virus

transmitidos por contacto.

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• Una vez finalizado el cultivo: a, Tratar contra los insectos vectores; b, mantener cerrados los invernaderos hasta la desecación total de las plantas y c, eliminar los restos de forma adecuada.

• Queda prohibido el abandono de los cultivos.

C.4. Medidas de control recomendadas. • Utilizar mallas adecuadas para cada vector y sellar adecuadamente los

invernaderos. • Orientar los invernaderos de forma que los vientos dominantes no incidan

directamente contra las áreas protegidas con mallas anti-insectos. • Emplear variedades tolerantes o resistentes, cuando existan. • Evitar la asociación de cultivos dentro del invernadero. • Realizar las labores siguiendo siempre el mismo recorrido, por filas pasillos.

Se recomienda dividir el invernadero por zonas de trabajo, en las que se utilizarán siempre los mismos utensilios y vestimenta, debidamente desinfectados.

• En aquellos invernaderos en los que el cultivo haya sido afectado por virus

transmitidos por contacto, eliminar los sustratos. • Se recomienda la solarización y el cierre de invernaderos, durante un tiempo

lo más dilatado posible, para elevar la temperatura, especialmente en el caso del PepMV.

6.4. Daños por heladas y bajas temperaturas. A nivel de laboratorio, los daños causados por una helada2 se pueden distinguir claramente de los daños que causan las bajas temperaturas; sin embargo, en condiciones de campo, las bajas temperaturas ocasionan daños que normalmente llevan a los asegurados a reclamar indemnizaciones que no están cubiertas por un seguro de helada.

Tomando en consideración la definición de “helada” que figura en las “Condiciones Especiales del Seguro Combinado y de Daños Excepcionales de …” vemos que, para que pueda darse un siniestro de helada deben ser correctamente identificados los siguientes aspectos:

• La “temperatura ambiental” en el momento de producirse el siniestro.

2 Helada. Temperatura ambiental igual o inferior a la temperatura crítica mínima de cada una de las

fases del desarrollo vegetativo que, debido a la formación de hielo en los tejidos, ocasiones una pérdida en el producto asegurado a consecuencia de alguno de los efectos que se indican a continuación: muerte o detención irreversible del desarrollo de la planta o de los frutos objeto de aseguramiento, pudiendo venir dicha detención acompañada de alteraciones en los frutos, tales como deformaciones o irregularidades en la coloración.

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• La “temperatura crítica mínima de la fase del desarrollo vegetativo” en la que se encuentra el cultivo en el momento de producirse la supuesta helada.

• La “formación de hielo en los tejidos”.

• Alguno de los efectos siguientes: “Muerte o detención irreversible del

desarrollo de la planta o de los frutos objeto de aseguramiento”.

• Constatar “posibles alteraciones en los frutos, tales como deformaciones o irregularidades en la coloración”

Es evidente que, en condiciones de campo, cuando sobreviene una helada tan

solo los dos últimos aspectos llegan a ser observables; de ahí la dificultad de determinar hasta que punto la pérdida de cosecha o calidad de la producción se debe a una “helada” o por el contrario –como sucede la mayor parte de las veces- se debe al efecto ocasionado por las bajas temperaturas. Por lo tanto, para que un siniestro de “helada” pueda ser correctamente identificado es necesario disponer de un conjunto de informaciones que muchas veces no son fáciles de conseguir, ya que dependen de la existencia de: a, Estaciones meteorológicas próximas a la parcela objeto del siniestro y b, tablas de temperaturas críticas para las diferentes especies, variedades y estados fenológicos, sin olvidar que, en función del estado nutricional o fitopatológico del cultivo pueden aparecer diferencias muy importantes dentro de la misma parcela.

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7. Cambios en relación con los mercados.

Actualmente existen muchos –según algunos autores, demasiados- protocolos, normas, reglamentos y sistemas de certificación de calidad voluntarios en el sector de frutas y hortalizas (Fig. 15). Con independencia del alcance de cada uno de ellos, el objetivo principal es garantizar la seguridad alimentaria de las frutas y hortalizas acogidas a estos sistemas de calidad (FERNÁNDEZ-RODRÍGUEZ, 2004).

La actividad de certificación de calidad y seguridad de las frutas y hortalizas se

lleva realizando en España desde hace aproximadamente diez años; no obstante, el consumidor final, y en algunos casos la gran distribución, no son capaces de identificar los productos hortofrutícolas certificados con el correspondiente valor añadido que el proceso certificador conlleva.

La demanda del mercado internacional a la horticultura de productos de alta

calidad y seguridad alimentaría traslada al productor nuevas y constantes exigencias en la forma de producir, gestionar y manipular los productos hortofrutícolas frescos que genera en su parcela de cultivo o invernadero. Estas exigencias de los mercados internacionales se plasman en nuevas normativas cuyo cumplimiento garantiza la salubridad y seguridad que demanda el consumidor. Según FERNÁNDEZ-SIERRA (2003), garantizar y/o certificar la calidad, salubridad y seguridad de nuestras frutas y hortalizas es garantía de negocio y sostenibilidad empresarial.

Para satisfacer completamente las exigencias del mercado, al concepto de

calidad hortícola convencional hay que añadirle otros tres requisitos básicos: a, Debe estar libre de residuos químicos; b, debe guardar respeto medioambiental a lo largo de todo el proceso de obtención y c, garantizar la seguridad y salud para los productores.

El sector productor está obligado a producir con calidad porque es lo que

realmente le va a situar por encima o por debajo de sus competidores. Por lo tanto, cada vez es más necesario asegurar la adecuación del producto a las necesidades del cliente y demostrar la calidad del producto hortícola de manera objetiva.

La implantación de un sistema de control definido, normalizado y certificado de

un producto de calidad suponer una serie de ventajas para el conjunto de la sociedad: • Para el productor. Los productos garantizados tienen mayor valor añadido.

La reducción de inputs genera un ahorro de costes en la explotación. La existencia de personal formado garantiza una buena gestión técnica de la explotación, basada en “Buenas Prácticas Agrícolas” (BPA).

• Para el consumidor. Garantía de producto saludable, mediante la reducción

de los residuos de productos fitosanitarios y control independiente a lo largo de todo el proceso productivo.

• Para la sociedad. Garantiza la contribución del sector al bienestar general.

Reduce el empleo de insumos químicos y favorece el control integrado. Gestión eficaz de los residuos sólidos generados y respeto al medio ambiente.

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Por lo que al sector hortícola se refiere, a lo largo de los últimos años, Andalucía, con Almería a la cabeza, se ha convertido en la primera región europea que más esfuerzo está realizando en favor de la seguridad alimentaria y la protección medioambiental.

Actualmente, en horticultura existen varios sistemas de certificación. Dichos

sistemas establecen un código de BPA, mediante reglamentos específicos para cada cultivo y suponen el código más completo que existe en cuanto a requisitos en todo lo concierne a métodos de control integrado. 7.1. Producción Integrada (PI).

Los Reglamentos de Producción Integrada (Tabla 11) han sido elaborados por

las Consejerías de Agricultura de cada Comunidad Autónoma, a partir de la experiencia y de los resultados alcanzados en trabajos de investigación desarrollados en Organismos Públicos de Investigación (OPIs) y explotaciones de empresas productoras al objeto de comprobar su viabilidad técnica y económica. El hecho de que hayan sido elaborados por Comunidad Autónoma ha permitido que un desarrollo en profundidad y un ajuste muy preciso a las condiciones geográficas y de cultivo regional. La existencia de un Reglamento Nacional de Producción Integrada (RD 1201/2002 de 20 de noviembre) ha contribuido a simplificar el mensaje de producto obtenido bajo esta denominación. El Reglamento de PI nacional:

• Establece las normas de producción y requisitos generales que deben cumplir

los operadores de sistemas de PI.

• Regular el uso de las identificaciones de garantía que diferencien estos productos ante el consumidor y específicamente la identificación de garantía nacional.

• Reconoce las Agrupaciones de Producción Integrada en Agricultura.

• Asegurar el asesoramiento y la coordinación de todos los asociados, por

medio de la Comisión Nacional de Producción Integrada.

• Cada Comunidad Autónoma establece las normas que regulan la PI dentro de su Comunidad.

Está previsto que a lo largo de 2009 den comienzo los trabajos que deben

conducir a la elaboración del Plan Nacional de Acción para el uso sostenible de los productos fitosanitarios. El Plan deberá comunicarse a la Comisión a los tres años de entrar en vigor la Directiva -previsiblemente en 2012- y establecerá las bases para garantizar que se cumple con la obligación de que en 2014 toda la producción agrícola se realice siguiendo los principios de la Gestión Integrada de Plagas. 7.2. Normativa sobre calidad hortícola.

Presentamos seguidamente las Normas susceptibles de ser aplicadas a la producción hortícola.

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A. Normas UNE 155001. Fueron publicadas por primera vez en 1997. La gestión de las actividades de normalización la lleva a cabo un Comité Técnico de Normalización (CTN). La Secretaría del CTN, la desempeña la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX). El Comité está constituido por representantes de diversos Ministerios, la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) y Organizaciones Agrarias (ASAJA, COAG, UPA y Asociaciones de productores exportadores de las principales provincias exportadoras. También están representados algunos laboratorios, cadenas de supermercados europeas, la Asociación Empresarial para la Protección de Plantas (AEPLA), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR). La elaboración de la norma se lleva a cabo mediante: a, Trabajos preliminares; b, elaboración del proyecto normativo; c, información pública en el BOE; d, elaboración de la propuesta de norma, una vez superada la fase anterior y recibidas en AENOR las posibles observaciones al proyecto; e, registro, edición y difusión de la norna UNE; f, publicación de la norma UNE por AENOR y g, comercialización por medio de los servicios comerciales de AENOR.

Aunque las normas UNE tratan en profundidad las BPA, con Eespecificaciones

concretas para cada cultivo, no son tan exigente en la implantación del control integrado de plagas, como lo son los Reglamentos de Producción Integrada. Sin embargo, son normas nacionales con un logotipo único. La parte normativa de BPA de campo ha sido Homologada por LA normativa privada EUREPGAP.

En la exportación de hortalizas, el sistema certificable de calidad UNE 155001

ocupa el primer puesto a nivel nacional; por ejemplo, más del 80 % del tomate español que se exporta va certificado por AENOR, según la UNE 155001.

B. EUREPGAP (Euro Retailer Produce Working Group - Good Agricultural

Practice Assessment). Es un sistema desarrollado por una plataforma de 21 cadenas de supermercados llamada EUREP, que aglutina a las mayores cadenas europeas (Safeway, Tesco, Waitrose, Marks & Spenncer, Asda, Kesko, Coop Norway, Laurus, Albert Heijn, Sainsbury's, ICA, Delhaize, KF, Continente, GB CABBAC, Coo Italia, SPAR ÖSTERREICH, Promodes, DRC-Dienst voor Residucontrole y Superquinn, entre otras).

El protocolo EUREPGAP define el estándar mínimo aceptable para los

principales grupos minoristas de Europa; en ningún caso impide que algunos minoristas individuales, de común acuerdo con los productores, puedan ampliar los condicionantes del protocolo EUREPGAP y en ningún caso pretende ser una guía prescriptiva para la producción hortícola.

Las BPA son un medio para incorporar el Manejo Integrado de Plagas (MIP) y

el Maneejo Integrado de Cultivos (MIC) dentro del marco de la producción agrícola comercial. Los miembros de EUREP consideran la adopción de MIP y MIC como algo esencial para la mejora a largo plazo y la sostenibilidad de la producción agrícola en general y la hortícola en particular.

El protocolo EUREP apoya los principios del Hazard Analysis and Critical

Control Points (HACCP) y fomenta su utilización. Para EUREP todos los productores

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deben demostrar el cumplimiento con las leyes nacionales o internacionales y deben ser capaces de demostrar su compromiso con:

• El mantenimiento de la confianza del consumidor en la calidad y seguridad de

los alimentos.

• La minimización del impacto negativo sobre el medio ambiente, con el consiguiente mantenimiento de la naturaleza y la vida salvaje.

• La reducción en el uso de agroquímicos.

• La mejora de la utilización de los recursos naturales.

• El aseguramiento de una actitud responsable hacia la salud y seguridad de los

trabajadores. Pese a todo, EUREPGAP no deja de ser más que una guía de buenas prácticas

agrícolas, que no contempla requisitos ni normativas por cultivo específico, que además apenas entra en una normativa de buenas prácticas para la central donde se lleva a cabo la poscosecha o transformación hortícola.

Durante los últimos años, algunas cadenas de supermercados –preferentemente

francesas- han abandonado EUREP y finalmente, ninguna cadena alemana se ha incorporado.

Recientemente (mayo 2008) los protocolos EUREPGAP están siendo

reconvertidos a nuevos protocolos que, a partir de 2010, se espera aparecerán ofertados por GLOBALGAP, un organismo privado que establece normas voluntarias por medio de las cuales se puede certificar productos agrícolas en todas partes del mundo.

La norma GLOBALGAP ha sido diseñada para brindar confianza al consumidor

acerca de la manera que se lleva a cabo la producción agropecuaria: Minimizando el impacto perjudicial de la explotación sobre el medio ambiente, reduciendo el uso de insumos químicos y asegurando un proceder responsable en relación con la salud y la seguridad de los trabajadores y el bienestar de los animales. GLOBALGAP es una asociación de productores agrícolas y minoristas, en condiciones de igualdad, que desean establecer normas de certificación y procedimientos relacionados con las BPA, en cualquier parte del mundo.

C. Nature’s Choice de Tesco. Se trata de un protocolo privado de una cadena de supermercados británica (TESCO), que se exige a todos sus proveedores. Se basa principalmente en un código de BPA, con requisitos similares e incluso inferiores a los Reglamentos de Producción Integrada y UNE en general; no obstante, profundiza mucho más y es más completa en cuanto a exigencias medioambientales.

Apareció en 1992 en el Reino Unido, con los siguientes objetivos: • Ampliar las fronteras de las GAP.

• Mejorar el conocimiento en las cadenas de suministro.

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• Formar a agricultores comprometidos con el medio ambiente y la conservación y realce de la naturaleza, por medio de un plan de gestión integral.

• Promover el uso de insectos beneficiosos para el control de plagas.

• Promover la eficiencia del agua y de la energía y asegurar el reciclado del

agua. D. Nature-Produción Integrda de ANECOOP. Se trata de un sistema de

producción sostenible de alimentos de alta calidad, mediante métodos respetuosos con el medio ambiente, desarrollado por ANECOOP. Está homologado por EUREPGAP. Dicho protocolo define las técnicas que deben cumplir las explotaciones productoras, para que el producto obtenido se considere dentro de la marca de garantía Naturane.

Para que un producto se considere Naturane, debe cumplir las siguientes

características: • Ser un producto natural, obtenido mediante técnicas de cultivo respetuosas

con el medio ambiente y que ayuden a mantener el equilibrio ecológico minimizando el uso de fertilizantes y fitosanitario.

• Ser un producto sano, cultivado y manipulado siguiendo los principios del

análisis de peligros y puntos de control críticos (APPCC).

• Ser un producto de calidad adaptado a las normas establecidas.

• Ser un producto con garantía de servicio, en el que se ofrecen una gama y calendario de producción amplios.

• Ser un producto con certificado y marca propia en el mercado. En lo que se refiere a manejo, el reglamento es de carácter genérico,

concretándose para cada cultivo en Anexos que tratan las especificaciones referentes a fertilización, sanidad vegetal, empleo de herbicidas u otros apartados, cuando requieren una mención aparte.

E. British Retail Consortium (BRC). Se trata de una Norma Técnica para las

Empresas Suministradoras de Productos Alimentarios de marca al por menor. No contiene código de BPA. El BRC ha sido elaborado por las cadenas de distribución en el Reino Unido (Asda Group plc, Tesco Stores Ltd, Sainsbury's Supermarkets Ltd, Somerfield plc, Safeway Stores, Spar (UK) Ltd, Waitrose Ltd, Iceland Frozen Foods plc, CWS Ltd y Boots the Chemist) con el fin de establecer requisitos y recomendaciones sobre:

• Sistema de análisis de riesgos y control de puntos críticos (APPCC).

• Sistema de control de calidad: Política de calidad de la empresa, manual de

calidad, responsabilidades de la dirección, control de procedimientos y

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registros, reclamación de clientes, auditoria interna y medidas correctivas, entre otros aspectos.

• Normas relativas al entorno de la fábrica para reducir al mínimo el riesgo de

contaminación del producto, lo que supone el control de instalaciones, equipos, residuos y transporte, entre otros.

• Control del producto en el proceso de manipulación y envasado.

• Control de procesos: Temperatura y calibración de equipos, entre otros.

• Personal: Higiene y formación. Para dar cumplimiento del BRC en las centrales hortofrutícolas, las empresas

licenciatarias tienen que tener implantado un sistema de autocontrol de la salubridad de sus productos basado en el APPCC, según se define en la guía elaborada por el sector y la Administración responsable de la Sanidad Nacional: Guía para la aplicación del sistema de análisis de peligros y puntos de control crítico en empresas de almacenamiento, manipulado y envasado de productos hortofrutícolas para comercialización en fresco. Además, la empresa debe definir un manual de calidad en el que se definan los procedimientos y registros y su sistema de gestión.

F. Quality and Safety. Se trata de un protocolo alemán, cuya traducción al

español sería “Calidad y Seguridad”, de aplicación a los productores de frutas y hortalizas que abastecen a las cadenas de supermercados alemanas, basado en un sistema de seguridad alimentaria con trazabilidad completa, desde la parcela de origen hasta el consumidor final. Tiene marcadas diferencias con el protocolo EUREPGAP.

G. Otras Normas de calidad. En el sector hortícola existen otras normas de

calidad que también resultan de aplicación. Son las normas de gestión: • UNE-EN-ISO 9001:2000: Sistema de Gestión de Calidad. Norma de ámbito

internacional, aplicable a cualquier empresa sin tener en cuenta tipo de actividad. Se pretende potenciar el desarrollo y aumentar competitividad, cimentar las bases de la gestión de la calidad y favorecer el proceso de mejora continua, mejorar la organización interna de la empresa, reducir costes y eliminar gastos innecesarios, implicando más al equipo humano en la empresa.

• UNE-EN-ISO 14001:1996: Sistema de Gestión Medioambiental. Se trata de

otra norma de ámbito internacional, aplicable a cualquier empresa sin tener en cuenta el tipo de actividad.

Por último, existen normativas, protocolos ó reglamentos de menor entidad –a

juzgar por la poca presencia en el mercado- como pueden ser los protocolos: PRIMOR", SICAL y ECOHAL, entre otros.

H. Análisis de riegos y control de puntos críticos. El sistema de Análisis de

Riesgos y Control de puntos Críticos, comúnmente conocido por las siglas en inglés HACCP (Hazard Analysis and Critical Control Points), constituye un enfoque

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preventivo de los peligros sanitarios vinculados a los alimentos. La implantación del sistema representa una aproximación sistemática a la identificación, evaluación y control de los peligros asociados a la producción y manipulación de los alimentos, empleando variables fáciles de medir. Esta herramienta de control no sólo ofrece importantes beneficios en lo relacionado con la inocuidad de los alimentos, sino que también mejora la utilización de los recursos técnicos y económicos de la empresa.

En este sentido el RD 2207/95 de 28 de diciembre, por el que se establecen las

normas de higiene de los productos alimenticios, consecuencia de la incorporación de la Directiva 93/43 CEE del Consejo al Ordenamiento jurídico español, dispone que las empresas del sector alimentario deberán realizar actividades de autocontrol, basadas en los principios de análisis de peligros y de puntos de control crítico (APPCC).

El Comité de trabajo formado por el sector productor hortofrutícola en

colaboración con el Ministerio de Sanidad y Consumo desarrolló una guía basada en los principios generales de higiene alimentaria del Codex Alimentarius (Alinorm 97/13: Códigos Internacionales de prácticas recomendadas en materia de higiene de los alimentos), con objeto de diseñar un modelo de referencia para la implantación del sistema de APPCC en las empresas de almacenamiento, manipulado y envasado de productos hortofrutícolas para comercialización en fresco. Dicha guía representa un documento genérico que da una visión global de la implantación del APPCC y que ha sido utilizada como base en empresas hortofrutícolas para la elaboración de su propio plan, de acuerdo con el tipo de producto y proceso de manipulado y envasado que realiza. Su aplicación ofrece, junto con las normas de calidad existentes, una garantía del control y una gestión eficiente de seguridad alimentaria; al mismo tiempo, sirve como elemento de base para el control oficial por parte de las autoridades competentes.

Tanto en la guía de APPCC como en la serie de normas UNE 155000 se ha

tenido en cuenta unas consideraciones y recomendaciones generales para empresas de almacenamiento, manipulado y envasado de productos hortofrutícolas, complementarias a la aplicación del APPCC, sobre requisitos higiénicos de las instalaciones, superficies, equipos y utensilios; formación e higiene del personal trabajador; y buenas prácticas de almacenaje.

Además, teniendo en cuenta que en el proceso de manipulación y envasado de

los productos hortofrutícolas no hay ningún tratamiento ni fases decisivas para la eliminación de los diversos peligros asociados a la producción primaria, se ha considerado necesario adjuntar unas directrices básicas de buenas prácticas agrícolas, y establecer medidas preventivas a lo largo del todo el proceso de almacenamiento, manipulado y envasado para prevenir los peligros de naturaleza microbiológica.

La implantación del Sistema APPCC supone una serie de responsabilidades en

cuanto al desarrollo de planes, documentación y registros específicos. Para que esta se realice con éxito debe contar con profesionales adecuadamente formados y con el apoyo de la dirección de la empresa. El equipo de trabajo constituido en cada empresa se responsabilizará de dicha implantación, con el fin de:

• Identificar los posibles peligros, evaluando su gravedad y la probabilidad de

que puedan ocurrir en cada una de las fases del proceso y determinar las medidas preventivas para su control.

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• Identificar los puntos críticos de control (PCC) del proceso usando un árbol

de decisiones; es decir, determinar los puntos, procedimientos, fases o pasos, que pueden ser controlados para que un peligro pueda ser eliminado o reducida la probabilidad de su presentación.

• Establecer el límite crítico para un parámetro dado, en un punto concreto del

proceso productivo y para un alimento en particular; es decir, los criterios que deben cumplirse y que nos aseguran que un PCC está bajo control.

• Establecer un sistema de vigilancia, incluyendo pruebas u observaciones

programadas o planificadas, mediante el cual aseguramos el control de los PCC.

• Establecer las acciones correctoras que se deberán tomar cuando la

vigilancia indica o detecta que un PCC no está bajo control.

• Establecer el sistema de documentación de todos los procedimientos y los registros apropiados para estos principios y su aplicación.

• Establecer procedimientos para la verificación que incluyan pruebas y

procedimientos suplementarios, que confirmen que el sistema APPCC está funcionando eficazmente.

Con el fin de ahorrar recursos de todo tipo (materiales, económicos y

personales), quizás el mayor esfuerzo tendría que hacerse en el ámbito político y comercial, tratando de encontrar un único sistema certificable a nivel nacional, de tal forma que al consumidor le llegara un mensaje más claro y directo en relación con la calidad y seguridad alimentaria de los productos que consume.

7.2. Tendencias futuras de precios.

La evolución de los precios de los cultivos hortícolas se caracteriza por una marcada inestabilidad, lo que hace muy difícil la predicción a medio o largo plazo. No cabe duda que el precio de mercado se rige fundamentalmente por la ley de la demanda y la oferta; no obstante, una serie de circunstancias aleatorias, como son las condiciones ambientales durante la campaña y la aparición de plagas o enfermedades, en las diferentes regiones de cultivo, acaban jugando un papel muy importante en el precio que finalmente percibe el productor.

Las Fig. 16- 19 muestran la evolución (2002-08) de la superficie (Fig. 16, la

producción (Fig. 17), el precio medio percibido por el productor (Fig. 18) y el rendimiento medio (Fig. 19) de los cultivos hortícolas, según el Anuario de Agricultura Almeriense 2008. A partir de los datos disponibles de las cuatro últimas campañas (2004-08), hemos hallado la predicción que –a nuestro juicio- parece más verosímil para las cuatro próximas campañas, para las que deben establecerse las “Bases del Seguro Agrario”, objeto del presente informe.

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En términos generales, del análisis de las Fig.16- 19 podemos concluir lo siguiente para Almería:

• La superficie media (invernada + aire libre) pasará de 47,531 ha cultivadas

durante la última campaña (2007-08), disminuirá a poco más de 45,000 ha al final del próximo trienio (2010-12), lo que representa una reducción de aproximadamente el 4 %; es decir, un 1 % anual.

• La producción, valorada en 3,138,179 toneladas durante la última campaña

(2007-08), aumentará hasta algo más de 3,500,000 toneladas al final del próximo trienio (2010-12), lo que representa un aumento del 19 %; es decir, casi un 5 % anual. Este aumento, a pesar de la disminución de la superficie cultivada se puede explicar en base al aumento de rendimiento (kg·m-2), como consecuencia de nuevas variedades y mejores técnicas culturales, especialmente las relacionadas con la producción integrada y en particular la lucha biológica que con tanto éxito se ha implantado en el SE español, a lo largo de la última campaña.

• El precio medio percibido por el productor, cabe esperar que seguirá

disminuyendo, pasando de 0.51 €·kg-1, durante la última campaña (2007-08) a poco más de 0.48 €·kg-1, al final del próximo trienio (2010-12), lo que representa una pérdida de aproximadamente el 9 %; es decir algo más del 2 % anual. La reducción de precios que predecimos es consecuencia de la entrada de productos hortícolas de los países ribereños del Mediterráneo (Marruecos, Argelia, Túnez y Egipto, principalmente); por lo tanto, en gran medida, la evolución de los precios dependerá de la voluntad reguladora de la UE, en relación con los denominados países terceros. Las diferencias de precio entre cultivos pueden llegar a ser muy importantes (Fig. 20).

• El rendimiento medio de los cultivos hortícolas debe aumentar claramente

durante los próximos años. La predicción que hemos realizado nos lleva a pensar que pasará de 6.33 kg·m-2 en la última campaña (2007-08) a casi 8 kg·m-2 al final del próximo trienio (2010-12), lo que representa un incremento aproximado del 24 %; es decir, superior al 5 % anual. Las razones que nos llevan a pensar que es posible alcanzar dicho rendimiento son las siguientes: a, Llegada de nuevas variedades, más productivas y tolerantes o resistentes a las principales plagas -principalmente virosis- que afectan a los cultivos hortícolas; b, llegada de nuevos portainjertos para tomate, pimiento, melón y sandía, más vigorosos, que den mayor precocidad y tolerantes a las enfermedades del suelo / sustrato; c, la incorporación de la producción integrada y lucha biológica en la casi totalidad de la producción, tanto invernada como al aire libre; d, mejor tecnología, especialmente en el ámbito de la refrigeración y e, incorporación de CO2, procedente de la co-generación, en invernaderos, algo que ya está ocurriendo en Almería.

La última campaña (2007-08) se ha caracterizado –principalmente en Almería,

donde la producción hortícola es más importante- por: a, La incorporación definitiva de la lucha integrada en los cultivos bajo plástico, pasando de 500 ha a 11,000 y b, por la inestabilidad de los precios. El tremendo esfuerzo realizado por el sector no se ha visto recompensado con precios acordes con la calidad de las hortalizas producidas. La

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campaña pasada también se ha caracterizado por un fuerte incremento del precio de las materias primas, principalmente de la energía y de los fertilizantes. Todo ello ha dado lugar a que las cotizaciones percibidas en origen hayan sido inestables y que el productor haya percibido un fuerte descenso en la rentabilidad de su explotación (GÓNGORA, 2008).

Los productores se enfrentan a unos costes de producción que se incrementan

año tras año, mientras los precios que perciben por sus productos siguen estancados en niveles similares a los que percibían diez años atrás. Todo ello genera una situación muy complicada para el sector que, además, se ha convertido en el refugio de otras economías locales, en un momento en el que el resto de sectores se están viendo afectados por la crisis económica.

La comercialización de hortalizas está fuertemente sometida a las presiones de

las grandes multinacionales agroalimentarias, que dominan de forma absoluta el mercado e imponen a la baja los precios de compra. En este sentido, la política agraria resulta fundamental para salvaguardar los intereses de los productores; de ahí la necesidad de que el Gobierno español ponga en marcha cuanto antes una Ley de Comercio Agroalimentario que regule la relación entre todos los agentes de la cadena a1imentaria, protegiendo especialmente a los dos eslabones más débiles: agricultor y consumidor (GÓNGORA, 2008).

7.3. Apertura o cierre de mercados.

En 2008, las frutas y hortalizas representaron el 86 % de las exportaciones españolas de productos vegetales (90 % en valor); seguidas por los cereales (11 %). La exportación de hortalizas, al contrario de lo que ha ocurrido en la exportación de frutas, ha aumentado tanto en volumen como en valor: Respecto a 2007, un 8 % en volumen y un 2 % en valor. Según datos publicados por el MARM, a lo largo de 2008 se realizaron negociaciones con distintos países para abrir el mercado de determinados productos hortícolas con: Estados Unidos, República de Sudáfrica, Tailandia y Perú.

La entrada sin control de productos procedentes de terceros países está

lesionando fuertemente la producción nacional de hortalizas. Esta situación puede agravarse si la UE continúa realizando nuevas concesiones a las importaciones de frutas y hortalizas. La Comisión Europea debería revisar las nuevas propuestas en el sentido de respetar la soberanía alimentaria de los pueblos, la sostenibilidad y las necesidades reales de los profesionales agrarios. Para ello hay que reforzar el control de las importaciones procedentes de estas naciones mediante el establecimiento de protocolos basados en criterios sanitarios, ambientales y sociales. Los bienes importados deben estar sujetos a las mismas reglas del juego y acatar las normas de calidad y los métodos de producción que la UE prescribe para sus propios productores.

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8. Producción ecológica.

En la provincia de Almería, la horticultura ecológica ha crecido de tal forma que se ha convertido en la primera provincia productora de frutas y hortalizas de Andalucía. El crecimiento de este sistema de producción se ha debido principalmente a la demanda de productos respetuosos con el medio ambiente y libres de residuos de productos fitosanitarios. Y, todo ello, unido a que en las últimas campañas se han mejorado 1os sistemas de control ron métodos biológicos, basados en la liberación de insectos auxiliares, y a una mejora en el manejo de la fertilización con técnicas y métodos permitidos en Agricultura Ecológica (AE). No obstante, sigue siendo necesario aumentar la investigación, formación y asesoramiento (FERNÁNDEZ-SIERRA, 2008).

La demanda de este tipo de productos ecológicos es cada vez mayor, sobre todo

por países europeos tales como Alemania, Holanda, Francia e Inglaterra. Lo anteriormente expuesto, unido al interés creciente que muestra el consumidor español por este tipo de productos, hace que la horticultura ecológica tenga un futuro prometedor y con altas expectativas de que siga creciendo a lo largo de los próximos años.

8.1. Distribución.

A nivel nacional, la superficie dedicada a cultivos hortícolas ecológicos (Fig. 21)

es todavía pequeña, si la comparamos con la superficie ocupada por los denominados “pastos, praderas y forrajes” (660,502 ha), “bosques y recolección silvestre” (187,908 ha), “cereales + legumbres secas” (131,180 ha) o incluso olivar (101,275 ha).

A lo largo de los últimos 8 años, la superficie nacional dedicada a horticultura

ecológica ha pasado de 2,692 ha (2001) a 7,529 ha (2008), lo que representa un incremento de 4,837 ha; es decir, una media anual de casi 700 ha. La información suministrada por el Ministerio de MARM no distingue entre cultivos hortícolas y tubérculos; de ahí que cabe suponer que la superficie dedicada a los cultivos que hasta ahora hemos denominado hortícolas es sensiblemente menor a la indicada. Andalucía es la Comunidad Autónomas en la que la AE ha experimentado un desarrollo más importante (Fig. 22), habiendo pasado de 1,057 ha (2001) a 4,003 ha (2008), lo que representa un incremento de 2,946 ha; es decir una media anual de casi 400 ha. De hecho ha sido la primera Comunidad Autónoma en todo el territorio nacional que ha creado una Dirección General de Agricultura Ecológica.

Dentro de la AE cabe destacar la horticultura ecológica almeriense que se realiza

bajo plástico. En la provincia de Almería, la agricultura ecológica en invernaderos cuenta con casi 700 ha y 300 productores. Tanto es el interés que despierta este sistema de producción que empresa dedicadas tradicionalmente al cultivo en invernaderos (Costa de Níjar SAT, Canálex SAT, Casur SCA y Campovícar SCA, entre otras) han iniciado la conversión a AE. Agrocolor SL es la empresa certificadora líder en producción hortícola ecológica en Andalucía.

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8.2. Fundamentos básicos y reglamentación. Para iniciar la actividad en AE es necesario contemplar los siguientes principios

básicos: • Posibles riesgos de contaminación por las parcelas o invernaderos

colindantes, debidos a la deriva de tratamientos fitosanitarios no permitidos en AE.

• Usar instalaciones de riego y equipos para tratamientos fitosanitarios

diferentes a los que se pueden estar utilizando en agricultura convencional.

• El material vegetal debe proceder de parentales cultivados en condiciones también ecológicas. Las plántulas empleadas debe proceder de semilleros certificados conforme al Reglamento de Producción Ecológica. No se permiten organismos genéticamente modificados (OGM).

• La mejora del suelo es uno de 1os pilares de la producción ecológica. Por lo

tanto, su manejo debe tener como finalidad, además de aportar 1os nutrientes que el cultivo necesite, el aumento o mantenimiento de su fertilidad natural.

• Fomentar la fauna auxiliar y las medidas preventivas son fundamentales para

evitar la presencia de organismos patógenos.

• La rotación de cultivos es clave para aumentar la producción y mantener la fertilidad del suelo, debiendo contemplarse rotaciones plurianuales con la incorporación de leguminosas entre los cultivos elegidos.

La AE es un sistema de producción regulado por el Reglamento CEE 2092/91,

recientemente sustituido (enero de 2009) por el Reglamento CE 837/2007. El cumplimiento de los requisitos de la producción ecológica es comprobado por organismos de control. En el caso de Andalucía, los organismos de control son privados y para poder llevar a cabo su actividad necesitan contar con la autorización de la Administración Autonómica: Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. En otras comunidades el sistema de Certificación puede ser público, privado o mixto.

Cuando salen al mercado, las producciones de cultivo ecológico deben hacer

referencia al sistema de control y producción al que están acogidas, así como al órgano de control; es por ello que siempre deben llevar indicada la leyenda: “SISTEMA DE CONTROL CE - AGRICULTURA ECOLÓGICA” y hacer referencia al organismo de control mediante el código asignado por la Administración. El logo europeo que reconoce la producción ecológica –aunque no es obligatorio- es interesante que también figure junto a la leyenda.

Para llegar a certificar la producción ecológica es necesario pasar el denominado

período de conversión. Este período –dedicado a restaurar la fertilidad natural del suelo y a mejorar la biodiversidad- puede ser de tres años para cultivos perennes (frutales, olivar y cítricos, entre otros) y de dos años para cultivos anuales (cereales y hortícolas, entre otros). Por lo tanto, al menos deberán transcurrir dos años desde que el

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productor pueda comercializar la primera cosecha ecológica, tras la reconversión. No obstante, para las cosechas que se realicen después del primer año durante el período de conversión, podrá utilizar para la denominación CONVERSIÓN A AGRICULTURA ECOLÓGICA, tanto para cultivos perennes como anuales.

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9. Puntos fuertes y puntos débiles del sector hortícola español. A modo de conclusión, enumeramos seguidamente los aspectos más relevantes que caracterizas al sector hortícola español, ya sea como fortalezas y oportunidades (puntos fuertes) y amenazas o debilidades. 9.1. Puntos fuertes.

• Cuenta con climatología favorable, preferentemente en la costa (Canarias, Almería, Granada, Cádiz, Huelva, Murcia y Valencia), pero también en el interior (Extremadura y Andalucía), lo que permite producir fuera de época.

• Frente a costosas instalaciones de cristal (invernaderos de tipo Venlo), la mayor

parte de la producción hortícola española se desarrolla en invernaderos de polietileno flexible de tipo mediterráneo.

• El sector cuenta con una dilatada experiencia de más de 30 años, con excelentes

profesionales en todos los ámbitos, desde la semilla a la comercialización, pasando lógicamente por el manejo de los cultivos, ya sea en invernadero o al aire libre.

• A lo largo de los últimos años, la Producción Integrada (PI) y numerosos

protocolos de certificación han sido bien implantados.

• Es el sector agrario más tecnificado que tenemos en España, que genera importantes recursos económicos con los productos que exporta y un número muy elevado de puestos de trabajo directos e indirectos.

• La mayor parte de la producción se halla concentrada en zonas donde las

comunicaciones por carretera, mar y aire son adecuadas para el tránsito de mercancías.

• Cuenta con una buena organización comercial, con abundantes agrupaciones de

productores agrarios en origen y una dilatada experiencia.

• Un gran número de operaciones son susceptibles de ser automatizadas. Cuenta con un buen nivel de implantación de trazabilidad.

• Gran diversidad del material vegetal, tanto a nivel de especies cultivadas, como

de variedades comerciales y combinaciones con portainjertos.

• Sector poco subsidiado, lo cual no deja de ser un inconveniente si se compara con otros sectores agrarios.

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9.2. Puntos débiles.

• Cuenta con instalaciones sencillas que exigen renovaciones frecuentes, especialmente por lo que se refiere a los materiales de cobertura (plástico).

• Las condiciones ambientales, especialmente durante los meses de verano, hacen

que se trata de sistemas difíciles de controlar. La refrigeración sigue siendo uno de los puntos a los que más esfuerzos se está dedicando en investigación + desarrollo (I+D).

• Trata con productos perecederos que deben ser manipulados, conservados y

transportados en condiciones especiales. Este punto, que para muchos es un inconveniente, para algunos, es una ventaja.

• Requiere de una abundante de mano de obra, ya sea en operaciones de

plantación, manejo del cultivo y sobre todo en la fase de recolección, especialmente para los cultivos que se dedican a consumo en fresco.

• La estacionalidad de la producción da lugar a que algunos mercados

permanezcan temporalmente desatendidos.

• El sector sigue contando con dificultades a la hora de diferenciar productos.

• El establecimiento de “Análisis de Peligros y de Puntos de Control Críticos” (APPCC) sigue siendo escaso.

• Aunque están bien implantados, el sector está inmerso en un ámbito en el que

hay un número de protocolos de certificación demasiado elevado, que giran alrededor de aspectos relacionados con la calidad y seguridad alimentaria y los riesgos de los trabajadores y del medioambiente.

• La vulnerabilidad frente a “plagas” -en el sentido de la moderna Ley de Sanidad

Vegetal española- es muy elevada, especialmente por las virosis a las que se ve sometido. Algo similar ocurre con la especial sensibilidad a accidentes meteorológicos: Heladas en invernaderos y pedrisco en los cultivos al aire libre son los más importantes.

• Recibe escasa protección de la UE frente a países terceros que son claramente

competidores y falta una Ley de Comercio Agroalimentario que proteja a los eslabones más débiles de la cadena: productor y consumidor.

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10. Bibliografía. ABAD, J. (2003). Influencia de la Genética en la obtención de productos para el

consumidor del futuro. In: Innovaciones en el sector hortofrutícola español. J.A. Álvarez y F. Camacho (eds.). Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid, pp. 11-32.

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Madrid, 20 de mayo de 2009.

José M. Durán Altisent Norma Retamal Parra Rubén Mortiel Yugueros

- 40 -

11. Agradecimiento. Los autores expresan su agradecimiento a las Instituciones, Centros y personas que han colaborado en la elaboración del presente informe:

• A la Entidad Estatal del Seguro Agrario (ENESA) por la iniciativa de los Seminarios Sectoriales en los que se va a presentar el Informe y la financiación recibida para su elaboración.

• Al Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y

Medioambientales (CEIGRAM) por la organización de los Seminarios dentro de los cuales se va a dar a conocer.

• A Dña. Ada Molina y a Dña. Susana Salamanca, estudiantes de la Escuela

Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), por su participación en la elaboración de muchas de las Tablas y Figuras que han sido incorporadas en el Informe.

• Al Dr. Luis Manuel Navas y a su equipo de la Escuela Técnica Superior de

Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid (UVA), por los mapas de superficie, producción y rendimiento de los cultivos hortícolas que aparecen en el Informe.

- 41 -

TABLAS Y FIGURAS

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Tabla 1. Incremento relativo de las variables relacionadas con la producción

hortícola española, para el trienio 2010-12, para las 22 especies hortícolas recogidas en el Anuario de Estadística Agroalimentaria y Pesquera 2007, publicado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Referencia: año 2006 100. Incrementos (Tabla superior): Rojo (< 90), verde (90 – 110) y azul (> 110). Incrementos (Tabla inferior): Negativo (< 90) y positivo (> 110).

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Tabla 2. Importancia relativa para cada una de las 22 especies hortícolas recogidas en

el Anuario de Estadística Agroalimentaria y Pesquera 2007, respecto a diferentes variables relacionadas con la superficie cultivada, la producción alcanzado y los beneficios brutos obtenidos. En color amarillo claro se has destacado las especies que representan más del 5 % del conjunto.

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Tabla 3. Especies hortícolas que aparecen consignadas en tres referencias bibliográficas de amplia difusión en el ámbito nacional, con el fin de mostrar la gran diversidad de especies cultivadas dentro de las denominadas especies hortícolas.

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Tabla 3. (Continuación). Especies hortícolas que aparecen consignadas en tres referencias bibliográficas de amplia difusión en el ámbito nacional, con el fin de mostrar la gran diversidad de especies cultivadas dentro de las denominadas especies hortícolas.

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Tabla 3. (Continuación). Especies hortícolas que aparecen consignadas en tres referencias bibliográficas de amplia difusión en el ámbito nacional, con el fin de mostrar la gran diversidad de especies cultivadas dentro de las denominadas especies hortícolas.

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Tabla 3. (Continuación). Especies hortícolas que aparecen consignadas en tres referencias bibliográficas de amplia difusión en el ámbito nacional, con el fin de mostrar la gran diversidad de especies cultivadas dentro de las denominadas especies hortícolas.

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Tabla 4. Evolución del número de variedades comerciales de especies hortícolas,

comercializadas en España, durante el período comprendido entre 2004 y 2008, clasificadas por categorías. Fuente: Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09 (MARTÍN, 2008).

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Tabla 4. (Continuación). Evolución del número de variedades comerciales de especies hortícolas, comercializadas en España, durante el período comprendido entre 2004 y 2008, clasificadas por categorías. Fuente: Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09 (MARTÍN, 2008).

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Tabla 4. (Continuación). Evolución del número de variedades comerciales de

especies hortícolas, comercializadas en España, durante el período comprendido entre 2004 y 2008, clasificadas por categorías. Fuente: Vademécum Portagrano 2008 (MARTÍN, 2007).

- 51 -

Tabla 4. (Continuación). Evolución del número de variedades comerciales de especies hortícolas, comercializadas en España, durante el período comprendido entre 2004 y 2008, clasificadas por categorías. Fuente: Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09 (MARTÍN, 2008).

- 52 -

Tabla 4. (Continuación). Evolución del número de variedades comerciales de especies hortícolas, comercializadas en España, durante el período comprendido entre 2004 y 2008, clasificadas por categorías. Fuente: Vademécum Portagrano 2008 (MARTÍN, 2007).

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Tabla 4. (Continuación). Evolución del número de variedades comerciales de especies hortícolas, comercializadas en España, durante el período comprendido entre 2004 y 2008, clasificadas por categorías. Fuente: Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09 (MARÍN, 2008).

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Tabla 5. Superficie invernada en la provincia de Almería (26,981 ha), clasificada por municipios. Fuente: SANJUAN (2007).

- 55 -

Tabla 6. Evolución de la superficie invernada en las comarcas y municipios almerienses más representativos, durante el período comprendido entre 2003 y 2007. Fuente: SANJUÁN (2007).

CRECIMIENTO (ha) COMARCA MUNICIPIO NETO ANUAL Campo de Dalías (CD) - 1,438 - 360

El Ejido - 681 - 170 Roquetas de Mar - 281 - 70 Vícar - 391 - 98 La Mojonera - 222 - 56 Berja + 151 + 38 Adra + 45 + 11

Dalías - 64 - 16 Campo de Níjar (CN) + 152 + 38 Níjar + 211 + 53 Bajo Andarax (BA) + 566 + 142 Almería + 89 + 22 Levante almeriense (LA) + 219 + 55 Provincia de Almería - 1,009 - 252

Tabla 7. Zonas de actuación del Plan Nacional de Regadíos (PNR) en España, con indicación de la dotación de riego, la superficie regable afectada y el porcentaje asignado a la nueva superficie hortícola, dentro de cada zona de actuación.

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Tabla 8. Incremento de la superficie hortícola sobre la regable, prevista por el Plan Nacional de Regadíos en España, a partir de la información suministrada por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Valores medios calculados a partir de 36 fichas en las que se indican las características más destacadas de cada actuación.

Tabla 9. Separación mínima (MIN), máxima (MAX) y media (MED) entre filas y entre plantas para las principales especies hortícolas cultivadas en España. Las dos últimas columnas indican el número de plantas por m2 y por ha que se necesitan para alcanzar una producción óptima. Fuente: MARÍN (2008).

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Tabla 10. Códigos internacionales, nombre científico y nombre común (en castellano e inglés), recomendados por la Federación Internacional de Semillas (FIS) para nombrar las plagas y enfermedades del tomate. Fuente: Federación Internacional de Semillas. Sección de cultivos hortícolas (Revisión 2008). Los nuevos códigos botánicos entrarán en vigor a partir de 2010.

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Tabla 11. Normativa sobre Producción Integrada (PI) por Comunidades Autónomas.

COMUNIDAD NORMATIVA ORDEN 20/10/08, por la que se aprueba el Reglamento específico de producción integrada de Andalucía para industrias de transformación de tomate. ORDEN 10/10/07, por la que se aprueba el Reglamento Específico de Producción Integrada de Cultivos Hortícolas Protegidos (tomate, pimiento, berenjena, judía, calabacín, pepino, melón y sandía).

Andalucía

ORDEN 29/12/00, por la que se aprueba el Reglamento Específico de Producción Integrada de tomate bajo abrigo.

Aragón

ORDEN 13/01/09, del Consejero de Agricultura y Alimentación, por la que se modifica la Orden de 14/05/07, del Departamento de Agricultura y Alimentación, por la que se aprueba la Norma Técnica Específica para la producción integrada de tomate de industria. ORDEN 19/02/04, por la que se aprueban las Normas Técnicas Específicas de Producción Integrada para el Tomate en las Islas Canarias. Canarias DECRETO 79/03, de 12/05/03, por el que se regula el sistema agrícola de producción integrada de Canarias.

Cataluña RESOLUCIÓN 8/11/01, por la que se publica la norma técnica para la Denominación Genérica Producción Integrada del tomate.

Extremadura ORDEN de 24/04/03, por la que se aprueba la Norma Técnica Específica de Producción Integrada de tomate para transformación Industrial en la Comunidad Autónoma de Extremadura.

Baleares RESOLUCIÓN de aprobación de la norma técnica para la producción integrada de tomate.

Murcia ORDEN de 26/11/07 por la que se regulan las normas técnicas de producción integrada en el cultivo de tomate para consumo en fresco.

Navarra

RESOLUCIÓN 1302/2004, de 16/07/04, del Director General de Agricultura y Ganadería, por la que se aprueba la superficie mínima para el cultivo de tomate de invernadero en producción integrada propuesta por la Comisión Coordinadora de la Producción Integrada de Navarra.

País Vasco

ORDEN de 24/09/07, del Consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación, por la que se aprueban las normas técnicas específicas de producción integrada de la lechuga en invernadero, la acelga en invernadero, el pimiento en invernadero, el tomate en invernadero, el kiwi, la vid, la remolacha y la patata de consumo.

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Fig. 1. Número de especies hortícolas consignadas en tres referencias que destacan

en el ámbito nacional: VADEMÉCUM, Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09 (MARÍN, 2008); FAO, Food and Agriculture Organization (HORTIVAR) y MARM, Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (Anuario de Estadística Agroalimentaria 2007).

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Fig. 2. Número de variedades de especies hortícolas comercializadas en España que

han mostrado un incremento positivo, a lo largo de los últimos cuatro años, comprendidos entre 2004 y 2008. Fuente: Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09 (MARÍN, 2008).

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Fig. 3. Número de variedades de especies hortícolas comercializadas en España que

han mostrado un incremento nulo o negativo, a lo largo de los últimos cuatro años, comprendidos entre 2004 y 2008. Fuente: Vademécum de Variedades Hortícolas Portagrano 2008-09 (MARÍN, 2008).

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Fig. 4. Distribución del número de municipios con superficie invernada en la

provincia de Almería. La superficie total invernada, determinada por medio de imágenes Aster, en septiembre de 2007, fue de 25,981 ha. Fuente: SANJUAN (2007). El Ejido, con 11,210 ha es el municipio invernado más grande del mundo. Entre 500 y 5,000 ha aparecen los municipios de Níjar (3,850), Almería (2,340), Roquetas de Mar (1,810), Vícar (1,790), La Mojonera (1,230), Berja (1,070) y Adra (940 ha).

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Fig. 5. Estado que presenta un cultivo de tomate bajo invernadero de plástico, de

tipo mediterráneo, protegido mediante una pantalla térmica (imagen superior) frente a los daños (imagen inferior) ocasionados por las bajas temperaturas registradas durante los primeros meses de 2005 en un invernadero de características similares en Almería. Fuente: BONILLA (2009).

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Fig. 6. Evolución de la concentración de CO2 en un invernadero con una baja tasa

de renovación del aire, durante un ciclo de 24 horas. A partir de una concentración media de 360 – 380 mL·m-3 durante el período nocturno (sin iluminación) se puede llegar a menos de 220 mL·m-3 cuando la actividad fotosintética es máxima y el número de renovaciones de aire (invierno) es pequeño (1-2 h-1). En estos casos, la incorporación de CO2 (fertilización carbónica) contribuye a aumentar la producción, la calidad y la precocidad de los cultivos. Una parte del CO2 capturado por los cultivos puede proceder de la co-generación o constituir “Bonos de CO2”.

Fig. 7. Zonas regables programadas en el Plan Nacional de Regadíos (PNR). Fuente: Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y

Marino (MARM).

Fig. 8. Ficha utilizada para la elaboración del Plan Nacional de Regadíos (PNR) en la que se resumen los aspectos técnicos, agronómicos y

socio-económicos más relevantes dentro de cada una de las 36 actuaciones previstas en el PNR. Fuente: Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

- 69 -

Fig. 9. Aumento de la superficie regable, según el Plan Nacional de Regadíos

(PNR) y la correspondiente superficie dedicada a cultivos hortícolas, según los porcentajes de incremento asignados para cada una de las 36 actuaciones que contempla el PNR, distribuidos según las ocho Comunidades Autónomas afectadas. Fuente: Ministerio de Medio Ambiente Medio Rural y Marino. Elaboración propia.

- 70 -

Fig. 10. Formas de cultivo del fresón (Fragaria x ananassa)en Huelva: La imagen

superior muestra la forma tradicional, con una densidad de 50,000 plantas·ha-1; la imagen inferior muestra la modalidad “Plano Alto Oscilante” patentada por New Growing System® (NGS), con la que se pueden alcanzar 400,000 plantas·ha-1.

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Fig. 11. Densidad óptima de para una plantación de fresón (Fragaria x ananassa)

cultivada de forma hidropónica, mediante el Sistema “Plano Alto Oscilante” de New Growing System® (NGS), en la provincia de Huelva, respecto al sistema convencional (en mesetas de arena y acolchado con polietileno negro). Para los cálculos se ha considerado un coste de las plantas de 72 €·1000 plantas-1 y un precio de venta de la cosecha de 1€·kg-1.

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Fig. 12. Plantas, tallos y frutos de tomate afectados por el “chancro bacteriano”

causado por la bacteria cuarentenaria Clabibacter michiganensis spp. michiganensis. Durante la zafra 2003-04, la superficie afectada en las Islas Canarias superó las 1,000 ha. La presencia de una enfermedad cuarentenaria obliga a declarar su existencia y a poner en marcha un plan de erradicación.

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Fig. 13. Detalle de la infraestructura productiva (invernadero) según la Normativa

vigente en Andalucía, en materia de control de plagas y enfermedades víricas: Hermeticidad, presencia de mallas anti-insectos y dobles puertas en los accesos para personas o entrada y salida de mercancías en los invernaderos.

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Fig. 14. Representación esquemática de la realización de un injerto en tomate: A,

Injerto con alto porcentaje de éxito (diámetro del tallo del patrón y de la variedad iguales); B y C, injertos con muy bajo porcentaje de éxito (diámetro del tallo del patrón y de la variedad desiguales).

PATRÓN

VARIEDAD

A B C

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Fig. 15. Nombres de la normativa, protocolos o reglamentación que ha sido

aprobada en Europa para la certificación de calidad y seguridad alimentaria en productos hortofrutícolas. Algunos protocolos han sido elaborados únicamente por organizaciones españolas: Ecohal, Primor y Sical.

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Fig. 16. Evolución de la superficie dedicada a cultivos hortícolas (invernada + al aire

libre) en Almería, durante las últimas campañas (2002-08). Predicción lineal para el trienio 2010-12, a partir de los datos de las cuatro últimas campañas (2004-08). Respecto a la campaña 2007-08, la predicción de la evolución de la superficie cultivada al final del trienio 2010-12, equivale a una reducción del 4 %; es decir, un 1 % anual. Fuente: Anuario de Agricultura Almeriense 2008.

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Fig. 17. Evolución de la producción hortícola obtenida en Almería, en la superficie

invernada y al aire libre, durante las últimas campañas (2002-08). Predicción lineal para el trienio 2010-12, a partir de los datos de las cuatro últimas campañas (2004-08). Respecto a la campaña 2007-08, la predicción de la evolución de la producción hortícola almeriense, al final del trienio 2010-12, equivale a un aumento del 19 %; es decir, casi un 5 % anual. Fuente: Anuario de Agricultura Almeriense 2008.

- 78 -

Fig. 18. Evolución del precio medio percibido por la producción hortícola obtenida

en Almería, en la superficie invernada y al aire libre, durante las últimas campañas (2002-08). Predicción lineal para el trienio 2010-12, a partir de los datos de las cuatro últimas campañas (2004-08). Respecto a la campaña 2007-08, la predicción de la evolución del precio medio de la producción hortícola almeriense, al final del trienio 2010-12, equivale a una reducción del 9 %; es decir, algo más de un 2 % anual. Fuente: Anuario de Agricultura Almeriense 2008.

- 79 -

Fig. 19. Evolución del rendimiento medio alcanzado por la producción hortícola

obtenida en Almería, en la superficie invernada y al aire libre, durante las últimas campañas (2002-08). Predicción lineal para el trienio 2010-12, a partir de los datos de las cuatro últimas campañas (2004-08). Respecto a la campaña 2007-08, la predicción del rendimiento medio de la producción hortícola almeriense, al final del trienio 2010-12, equivale a un aumento del 24 %; es decir, el 6 % anual. Fuente: Anuario de Agricultura Almeriense 2008.

- 80 -

Fig. 20. Comparación del precio medio percibido por la producción hortícola

obtenida en Almería, en la superficie invernada y al aire libre, durante las dos últimas campañas (2006-08), con indicación de las variaciones porcentuales producidas. Fuente: Anuario de Agricultura Almeriense 2008.

- 81 -

Fig. 21. Distribución de la superficie dedicada a Agricultura Ecológica (AE) en

España y en Andalucía, por grupos de cultivos: PAS, Pastos, praderas y forrajes; BOS, bosques y recolección silvestres; CER + LEG, cereales (incluido el arroz) + legumbres secas; OLI, olivar; BAR, barbecho + abonos verdes; FSE, frutos secos; VID, viñedo; HOR + TUB, hortalizas + tubérculos; SEM, semillas y plantas de vivero; FHP, frutales de hueso y pepita; CIT, cítricos; ARO, aromáticas y medicinales y PLA +SUB, platanera + subtropicales.

- 82 -

Fig. 22. Evolución de la superficie dedicada a cultivos hortícolas + tubérculos, en

Agricultura Ecológica (AE) en España y en Andalucía, con indicación del porcentaje que representa la superficie de Andalucía respecto al total nacional.

ANEXO I: ENCARGO Y ACEPTACIÓN DEL TRABAJO

- I. 1 -

- I. 2 -

- I. 3 -

José M. Durán Altisent, Dr. Ingeniero Agrónomo y Licenciado en Farmacia, con DNI 41072910-Q, como Catedrático de Universidad (NRP: A01 EC 4767), adscrito al Departamento de Producción Vegetal: Fitotecnia, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ACEPTA la realización del trabajo “Cuestiones relevantes, referidas al sector hortícola, para la definición de la política de seguros agrarios: Situación actual y tendencias a corto y medio plazo”, de acuerdo con las condiciones, plazo de entrega y presupuesto, descritos en el oficio de fecha 23 de febrero de 2009 (Registro Salida ENESA: 267 / 24.02.09) que, el Director General de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), entregó al interesado con motivo del acto de presentación de los Seminarios, celebrado en la sede de ENESA el 24 de febrero de 2009. En Madrid, a 25 de febrero de dos mil nueve.

José M. Durán Altisent Catedrático de Universidad

Ilmo. Sr. Director General Entidad Estatal de Seguros Agrarios Calle Miguel Ángel 23, 5ª planta, 28071-MADRID

ANEXO II: ESTADÍSTICA DE LA PRODUCCIÓN HORTÍCOLA

ANEXO III: MAPAS DE CULTIVOS (MARM, 2009)

Fig. III.1. Evolución de la superficie provincial de cebolla cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.2. Evolución de la producción provincial de cebolla cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.3. Evolución de la superficie provincial de lechuga cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.4. Evolución de la producción provincial de lechuga cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.5. Evolución de la superficie provincial de melón cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.6. Evolución de la producción provincial de melón cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.7. Evolución de la superficie provincial de pimiento cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.8. Evolución de la producción provincial de pimiento cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.9. Evolución de la superficie provincial de tomate cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).

Fig. III.10. Evolución de la producción provincial de tomate cultivada en España, durante el período 2000-06. Fuente: MARM (2009).