esvarabasis en español

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El Colegio de México Doctorado en Lingüística Fonética y métodos y instrumentales Dra. Esther Herrera Zendejas Alumno: Héctor Hernández VOCALES ESVARABÁTICAS EN CONTEXTOS DE VIBRANTE SIMPLE Y CONSONANTE OCLUSIVA 1. Introducción El presente trabajo tiene como objetivo describir los resultados obtenidos del análisis acústico de las vocales esvarabáticas en grupos donde hay una vibrante simple y una consonante oclusiva. A diferencia de los trabajos de Gili Gaya (1921), Navarro Tomás (1982) y Quilis (1970), en este trabajo no sólo he analizado palabras con ataque silábico complejo (1), sino también secuencias de vibrante y oclusiva que no forman parte de la misma sílaba (2). (1) a. práctica [ˈp ɾaktika] b. trampa [ˈt ɾampa] c. cráneo [ˈk ɾaneo] (2) a. arpa [ˈaɾ pa] b. arte [ˈaɾ te] c. marca [ˈmaɾ ka] En la bibliografía especializada se ha hecho énfasis en las vocales esvarabáticas que ocurren en ejemplos como los de (1). Sin embargo, se ha puesto muy poca atención a los casos como los que muestro en (2); apenas Malmberg (1965) menciona que esta vocal ocurre en otros contextos y no sólo en el ataque complejo, mientras que recientemente Schmeiser (2009) hace un análisis acústico de este tipo de casos para el español de Guatemala. Es importante señalar que todos estos trabajos se han hecho para alguna

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En este trabajo se describen, desde la fonética, las vocales esvarabáticas en grupos consonanticos del español

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Page 1: esvarabasis en español

El Colegio de México Doctorado en Lingüística Fonética y métodos y instrumentales Dra. Esther Herrera Zendejas Alumno: Héctor Hernández

VOCALES ESVARABÁTICAS EN CONTEXTOS DE VIBRANTE SIMPLE Y CONSONANTE OCLUSIVA

1. Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo describir los resultados obtenidos del análisis

acústico de las vocales esvarabáticas en grupos donde hay una vibrante simple y una

consonante oclusiva. A diferencia de los trabajos de Gili Gaya (1921), Navarro Tomás

(1982) y Quilis (1970), en este trabajo no sólo he analizado palabras con ataque silábico

complejo (1), sino también secuencias de vibrante y oclusiva que no forman parte de la

misma sílaba (2).

(1) a. práctica [ˈpəәɾaktika] b. trampa [ˈtəәɾampa] c. cráneo [ˈkəәɾaneo] (2) a. arpa [ˈaɾəәpa] b. arte [ˈaɾəәte] c. marca [ˈmaɾəәka]

En la bibliografía especializada se ha hecho énfasis en las vocales esvarabáticas que

ocurren en ejemplos como los de (1). Sin embargo, se ha puesto muy poca atención a los

casos como los que muestro en (2); apenas Malmberg (1965) menciona que esta vocal

ocurre en otros contextos y no sólo en el ataque complejo, mientras que recientemente

Schmeiser (2009) hace un análisis acústico de este tipo de casos para el español de

Guatemala. Es importante señalar que todos estos trabajos se han hecho para alguna

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variedad dialectal del español que no es la mexicana1, por lo que contrastaré únicamente los

datos obtenidos en mi análisis.

La organización del presente trabajo es la siguiente: en el segundo apartado ofrezco

un breve estado de la cuestión con lo que algunos autores han dicho de la esvarabasis en

español, así como también lo que se ha encontrado en otras lenguas. En el tercer apartado

explico la metodología con que obtuve el corpus analizado, así como las especificaciones

con que realicé tanto la grabación como el análisis. En la cuarta sección expongo los

resultados obtenidos en ambos contextos estudiados para posteriormente discutirlos y por

último presento las conclusiones.

2. Estado de la cuestión

Rodolfo Lenz (1893; apud Malmberg 1965) fue el primero en señalar, para el caso del

español, la existencia de un elemento vocálico en la realización de los grupos consonánticos

en los que hay una consonante oclusiva, ya sea sorda o sonora, seguida de una vibrante

simple. Posteriormente, Gili Gaya (1921) nos dice que la esvarabasis también ocurre con la

vibrante al final de palabra, como en los infinitivos en español. Por otro lado, Navarro

Tomás (1918, 1982) y Quilis (1970) nos dicen que en ocasiones la vocal esvarabática puede

tener la duración de una vocal átona, al mismo tiempo que suele ser del mismo timbre de la

vocal que forma el núcleo de la sílaba. Siguiendo con el español, Malmberg (1965)

considera que la esvarabasis se debe a un ajuste en la sílaba, es decir, se trata de una

                                                                                                               1 Malmberg (1965) contrasta los trabajos de Navarro Tomás (1918, 1982), hechos para el español peninsular

con el suyo, elaborado con hablantes de Buenos Aires y concluye que este fenómeno bien puede ser general

en el español.

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muestra de resilabificación, sin embargo, esto no explica el hecho de que históricamente en

español sólo la secuencia [Consonante + ɾ] haya tenido repercusiones en la evolución de

algunas palabras, pues como señala Schmeiser (2009) no hay evidencia de que la

contraparte de esa secuencia, es decir, [ɾ + Consonante] tuviera el mismo nivel de

incidencia en la historia del español. Por ejemplo, Menéndez Pidal (1926:213-219) nos dice

que en algunas palabras se llegó a desarrollar esta vocal esvarabática, pero que no

prevaleció: corónica > crónica, tíguere > tigre. Aunado a esto, Penny (2002:87-88) prueba

que en varias ocasiones la creación de estos grupos, tanto de [Cons + ɾ] como de [ɾ + Cons],

se debe a la pérdida de un vocal en la evolución del latín al español: VERITATE > verdad,

TEMPORANU > temprano.

Malberg (1965) y Schmeiser (2009) describen otros contextos en los que puede

ocurrir la esvarabasis, estos son delante de nasal alveolar o bilabial, [aɾəәˈnes], [aɾəәmaˈðuɾa],

de fricativa como /x/, /s/ o /θ/, como en [aɾəәxenˈtina], [ˈfweɾəәsa] o la variante dialectal

interdental [ˈfwerəәθa] e incluso formando un ataque complejo con la fricativa labiodental

sorda /f/ como en [ˈfəәɾesko]. Todos estos casos han quedado excluidos de la presenta

investigación, pues, como lo explicaré más adelante, el principal interés se encuentra en la

secuencia de ataque complejo y su contraparte con oclusiva.

Por su parte, Herrera Zendejas (2014:102-103) indica que en el Chichimeco estas

vocales esvarabáticas tienen un timbre cercano al de la vocal siguiente, es decir, “no tienen

una estructura propia, sino que está determinada por la estructura de la vocal siguiente”.

Dicho elemento vocálico en tales casos también ocurre como una “anticipación” de la vocal

nuclear, sin embargo, como dije en la Introducción de este trabajo, he considerado

contextos donde este elemento vocálico se extiende sobre la vibrante alveolar. Se trata,

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pues, como describe Grammont (1933), de la naturaleza de la vibrante simple la que

permite no sólo que la vocal se anticipe a ésta, sino que también permite que la vocal se

extienda por encima de ella.

3. Corpus y metodología

El corpus utilizado en este trabajo consistió en una lista de 59 palabras, 12 por cada vocal

del español2. En primer lugar, en esta lista de palabras se buscó que estuviera la secuencia

de consonantes oclusivas, /pɾ/, /tɾ/ y /kɾ/ con sus correspondientes sonoras /bɾ/, /dɾ/ y /gɾ/.

En segundo lugar, también se estudiaron casos en los que apareciera la forma “en espejo”

de ambos grupos, es decir, no sólo también tomé en cuenta la secuencia /ɾp/, /ɾt/ y /ɾk/, sino

también las equivalentes sonoras /ɾb/, /ɾd/ y /ɾg/. Cada contexto corresponde a una vocal, de

ahí que la distribución del corpus sea 12 palabras por vocal, excepto en el caso de */iɾd/

pues esta secuencia no se encuentra en ninguna palabra del español. De aquí se desprende

el hecho de que para la selección del corpus se buscaran piezas léxicas en las que las

secuencias arriba mencionadas estuvieran presentes y no que se tratara de casos de linde de

palabra, pues otro factor que se tomó en cuenta para la selección de la muestra fue la

tonicidad de la vocal que pudiera anticiparse o extenderse.

Con base en este corpus, se pidió a dos informantes, un hombre y una mujer de 27

años ambos y también originarios de la Ciudad de México, que repitieran tres veces cada

una de las palabras de las cuales analicé únicamente la segunda repetición. La grabación se

hizo en formato digital (.wav) con una grabadora TASCAM DR-40 y el programa que se

                                                                                                               2 En el caso de la vocal /i/, el grupo de palabras está constituido únicamente por 11 por causas que explicaré

en breve.

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utilizó para el análisis espectrográfico fue Praat. Antes de continuar, conviene revisar un

ejemplo de una de las vocales esvarabáticas en cada uno de los contextos que se hizo el

estudio.

 

Ilustración 1: Espectrograma de la vocal esvarabática en [ˈpəәɾaktika]

 En la Ilustración 1, los elementos resaltados son los que corresponden a la vocal

esvarabática en la sílaba con ataque complejo [pəәɾa] y a la vocal que es el núcleo de la

sílaba [a]. Como podemos ver, previo a la vocal esvarabática se encuentra un breve período

de silencio que se interrumpe por el voice onset time (VOT) –menor en la soltura de las

oclusiones bilabiales– en primer lugar de la esvarabasis, seguido de la vibración simple y,

finalmente, de la vocal baja central nuclear.

Finalmente, en la Ilustración 2 muestro el espectrograma y oscilograma con la

secuencia en espejo del ataque complejo que mostré en la Ilustración 1, esto es, la

representación acústica de la palabra [ˈaɾəәte], donde la vocal nuclear está antes de la

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vibrante y se extiende a través de la “porosidad” de la vibrante alveolar simple, extendiendo

ligeramente su estructura antes del momento de silencio de la oclusiva alveolar.

 

Ilustración 2: Espectrograma y oscilograma de la vocal esvarabática en [ˈaɾəәte]

Como podemos ver, en ambos contextos la vocal esvarabática tiene la suficiente duración y

estructura formántica para poder ser analizadas. Como he dicho hasta aquí, la imagen en

espejo del ataque complejo /Cons+ɾ/ no es sino prueba de que la estructura de la vibrante

permite tanto la anticipación como la extensión de la vocal nuclear.

4. Resultados

En el presente estudio, recopilé en total datos de 118 muestras, 59 por cada hablante. Los

parámetros que medí fueron la duración tanto de la vocal nuclear como de la vocal

esvarabática, y también medí la estructura formántica, esto es, la frecuencia en Hertz (Hz),

de las mismas vocales. En promedio, la duración de la vocal esvarabática es de .024

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milisegundos, en contraste con el promedio de duración de la vocal nuclear que es de .10

milisegundos. El promedio de las frecuencias en Hertz (Hz) de los primeros dos formantes

de cada una de las vocales analizadas podemos verlo en el Cuadro 1.

Vocal Promedio de F1 Promedio de F2

i 503 1946 e 476 1779 a 557 1627 o 469 1531 u 407 1487

Cuadro 1: Promedio de F1 y F2 de las vocales esvarabáticas

Es necesario mencionar que el promedio dado en el Cuadro 1 corresponde al promedio de

los formantes de las vocales esvarabáticas tanto en ataque silábico complejo como en su

contraparte en espejo. Para comparar esta información, proporciono los mismos datos, pero

de las vocales que son el núcleo de la sílaba en el Cuadro 2.

Vocal Promedio de F1 Promedio de F2

i 326 2401 e 541 2002 a 742 1621 o 536 1049 u 407 994

Cuadro 2: Promedio de los formantes de las vocales nucleares

 Ahora bien, con los promedios de la frecuencias de los formantes, es decir, con la

información de los Cuadros 1 y 2, junto con el promedio de F3 y a través de una fórmula3

pude calcular la F2’ con el objetivo de hacer el ploteo tanto de las vocales esvarabáticas

                                                                                                               3 Dicha fórmula es: F2'= F3-F2 F2-F1

2 F3-F1

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como las que constituyen el núcleo de la sílaba. Esta información la podemos ver en la

Ilustración 34.

 

Ilustración 3: Ploteo de vocales esvarabáticas y nucleares en voz de mujer

Como he señalado en la Ilustración 3, podemos ver que la vocal media anterior [e] es la que

tiene, tanto en su forma nuclear como en su extensión esvarabática, una estructura

formántica muy similar. Por el contrario, la vocal alta anterior [i] esvarabática difiere

drásticamente en la altura de su equivalente nuclear, hecho que no ocurre en la otra vocal

alta [u], pues a pesar de que su versión esvarabática se encuentra en una región más central,

es decir, no posterior, conserva la misma altura. De manera parecida, la vocal media

posterior [o] presenta la misma altura que su correspondiente esvarabática y también esta

                                                                                                               4 Las letras mayúsculas indican la vocal esvarabática, mientras que las minúsculas representan las vocales

nucleares.

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última se encuentra en una región más central. Finalmente en la estructura de la vocal baja

central [a] la forma esvarabática exhibe un descenso en el F1, por lo que se encuentra en

una región que implica cierto ascenso de la posición de la lengua. En suma, podemos que

las vocales esvarabáticas del español tienden a ubicarse en una región media central del

aparato articulatorio; de esta afirmación se desprende el hecho de que algunos otros

nombres que ha recibido el fenómeno de la esvarabasis son: “intrusive vowel”, “excrescent

vowel”, “schwa insertion”, “excrescent schwa” e incluso “epenthetic vowel” (Schmeiser

2009)5.

5. Discusión

En primer lugar, en el apartado anterior mencioné que el promedio de duración de la vocal

esvarabática es de .024 milisegundos. Por el contrario, he notado que la duración de las

vocales en el contexto [ɾ + Cons] es ligeramente mayor que la de su realización en el ataque

complejo de sílaba. El promedio de duración de la vocal esvarabática en este contexto es de

.026 milisegundos, mientras que la duración de la esvarabasis en ataque compuesto es en

promedio de .019 milisegundos. Evidentemente esta diferencia no quiere decir que tenga

repercusiones fonológicas o perceptuales, por lo que es muy poco significativa, sin

embargo, es claro que a mayor duración, la medición de la estructura formántica se puede

hacer con más precisión que en un segmento vocálico más corto.

                                                                                                               5 De todos estos nombres, el término epéntesis, que se utiliza dentro de la tipología general de cambio fónico

para señalar la inserción de un segmento donde antes no había ninguno, Ø>A, es el nombre que menos se

ajusta al fenómeno que estoy describiendo, pues como dije anteriormente se trata de una proyección,

anticipada o extendida, promovida por la estructura de la vibrante simple de la vocal nuclear hacia la posición

intermedia entre la vibrante alveolar y la consonante oclusiva.

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En segundo lugar, me parece que obtuve evidencia interesante para un estudio de

tipo perceptual pues mediante el par mínimo /tɾuko/ y /tuɾko/ he encontrado que la posición

de la vocal nuclear, así como su duración intervienen notoriamente en la estructura de la

vocal esvarabática. Comparemos los datos del Cuadro 3

Palabra Vocal nuclear Duración Vocal esvarabática Duración

F1 F2 Ms F1 F2 Ms [ˈtəәɾuko] 370 891 0.055 396 1286 0.022 [ˈtuɾəәko] 399 901 0.065 316 1046 0.035

Cuadro 3: Contraste entre [ˈtəәɾuko] y [ˈtuɾəәko]

Como se observa, la duración tanto de la vocal nuclear como de la esvarabática en la

palabra turco es mayor que en la de truco; a su vez, ambas vocales nucleares son más largas

que sus versiones esvarabáticas. En adición, hay que prestar atención a la estructura

formántica de ambas vocales tónicas en las dos palabras. En primer lugar, la vocal nuclear

en truco es la que tiene los formantes 1 y 2 más cercanos, lo que no es de extrañar, pues se

trata de la vocal alta posterior, sin embargo, el primer formante de la vocal esvarabática en

esta misma palabra presentan una elevación; hay un ascenso del F1 de 26 Hz. En segundo

lugar, en la palabra turco, la imagen en espejo no sólo “refleja” la posición de la vibrante

simple en relación con la consonante oclusiva, sino también la distribución de la altura

formántica, es decir, mientras que en el primer ejemplo había una distribución de –altura de

F1 > +altura de F1, en la segunda palabra hay una distribución de +altura de F1 > –altura

de F1. En ambos casos, empero, hay un ascenso del F2 de 395 Hz y de 145 Hz

respectivamente. Al mismo tiempo, resulta interesante que la estructura formántica de la

vocal nuclear de turco se asemeje más a la esvarabática de truco que a su propia proyección

en esvarabasis. En cualquier caso, la duración y la estabilidad formántica de la vocal

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esvarabática no deben exceder la duración y la estructura formántica de la vocal nuclear,

pues de lo contrario, nos enfrentaríamos a un caso de inserción semejante a los que

ocurrieron en la historia del español y que mostré en el segundo apartado de este trabajo.

Por último, y desafortunadamente, en el corpus analizado únicamente encontré este

ejemplo de par mínimo, por lo que convendría ampliar el estudio a palabras donde no sólo

se confrontara la imagen en espejo, como lo que hemos visto en truco vs. turco, sino

también palabras en las que la existencia de una vocal, frente a la esvarabasis, genere un

cambio de significado como en las palabras arete vs. arte. Como mencioné arriba

confrontar este tipo de datos sería interesante en trabajos de fonética perceptual y podría,

como sugiere Navarro Tomás (1982:116), ser de utilidad en la enseñanza de los grupos

consonánticos con vibrante alveolar simple.

6. Conclusiones

Del mismo modo que lo mostraron Gili Gaya (1921), Malmberg (1965), Quilis (1970,

1993), Navarro Tomás (1982), Schemeiser (2009) y Herrera Zendejas (2014), en toda

realización de consonante alveolar vibrante simple aparecerá un elemento vocálico que es

diferente de una epéntesis, es decir una inserción, pues adquiere siempre un rasgo similar

de la vocal que funciona como el núcleo de la sílaba.

En este trabajo describí que hay una tendencia de las vocales esvarabáticas a

articularse en una región media central de la cavidad bocal, aunque, también presenta, en la

mayoría de los casos una altura similar a la de la vocal nuclear, tal es el caso de las vocales

[e], [o] y [u]. Aunado a esto, la imagen en espejo, es decir la secuencia [ɾ + Cons], muestra

una duración ligeramente mayor, lo que no significa que tenga consecuencias perceptuales,

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sino que, por el contrario, este hecho ha permitido una medición más precisa, pues al haber

mayor material vocálico, la estructura formántica es más estable.

Finalmente, he encontrado que el estudio de la imagen en espejo no sólo consiste en

la posición de la vibrante simple y la consonante, sino también en la forma que se

modifican las estructuras formánticas de la vocal nuclear y de la vocal esvarabática. Así,

vimos que en una secuencia como [təәɾ-] hay un ascenso del F1 de la vocal nuclear hacia la

vocal esvarabática, mientras que en su contraparte [-ɾəәt-] ocurre un descenso del F1 de la

vocal nuclear hacia la vocal esvarabática.

BIBLIOGRAFÍA

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