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Núm. 1 Febrero 2012.

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Page 1: Euritmia 1

Editores

Dara Rivera

Cocainelil

Raul Ramos

Raultheworst

Colaboradores

Roberto Cruz Arzabal

Abraham Jaacutecome

Gerardo Jesuacutes

Carlos L M

Karla Midad

Brianda Pineda

Martiacuten Miguel Quintana

Raul Ramos

Eva Rivera

Aacutengel Valenzuela

Arte en portada

Aldo Fructuoso

Euritmia es una publicacioacuten trimestral

electroacutenica e independiente de

creacioacuten literaria El contenido de las

colaboraciones no representan el punto

de vista de los editores y no reflejan

necesariamente la poliacutetica editorial

de Euritmia Todos los derechos son

propiedad de sus autores se permite la

reproduccioacuten parcial o total del material

de esta publicacioacuten siempre que se cite

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revistaeuritmiagmailcom

RevistaEuritmia

C

Shadows cast on cobblestone street in early morningMassachusetts Estados Unidos Agosto 1969

Al f red E isenstaedt

Editorial

No leas esta editorial espera a que salga la peliacutecula

En alguacuten momento de los sesenta Marshall McLuhan profetizoacute que la palabra

escrita seriacutea machacada por la produccioacuten visual y audiovisual la letra seriacutea

desplazada por la fotografiacutea fija por la imagen en movimiento por muacutesica y voces

aprisionadas en millones de discos

(Deacutemosle creacutedito dada la inmediatez que rige a nuestras horas

les faltan minutos y algo nos dice que a los meses les han robado

diacuteas)

Euritmia toma algo de la Galaxia Gutenberg la aldea global y el resto de los

la idea de que la imagen tiene lo inmediato a su favor

Sin embargo McLuhan no contaba (o tal vez siacute) con el problema (o beneficio)

de la polisemia que la imagen adoptariacutea del lenguaje mismo Nosotros nos dimos

cuenta y es asiacute como nacieron diez relatos diferentes en forma pero amalgamados

por una imagen cuya historia se cuenta sola Diez veces

Han pasado maacutes de 50 antildeos y la literatura le ensentildea el dedo a Marshall

demostraacutendole que una imagen no vale maacutes que mil palabras una imagen encierra

maacutes de mil palabras

Evangelios McLuhanos

ContEnido6| Ja m oacute n

11| rE C u E r d o d E al a n n a h

14| El a f i l a d o r

16| un a ta r d E E n mat s u E

19| in s ta n taacute n E a s

21| C i E n to s d E v E C E s

29| C i n C o v i s i o n E s

31| Cr u C E

35| in t E r s E C C i o n E s

40| tr ay E C to s

Brianda Pineda Melgarejo

Martiacuten Miguel Quintana

Raul Ramos

Karla Midad

Roberto Cruz Arzabal

Carlos L M

Abraham Jaacutecome

Gerardo Jesuacutes

Aacutengel Valenzuela

Eva Rivera

La vida al fin y al cabo es una mala fotografiacutea

L o u i s A r a g o n

Eur

itmia

| 6

J a m oacute NBrianda Pineda Melgarejo

El hombre de la bicicleta aparece por

las tardes cuando el sol se despide

de la cuadra con su mano llena de

sombras Los nintildeos no alcanzan a ver su

rostro se pierden en el giro de sus llantas

el mareo de figuras que el movimiento y la

velocidad le otorgan a su trayectoria Miguel

le habla con entusiasmo de eacutel a su madre

ella no lo escucha tiene el control remoto

en la mano y no deja de cambiarle Una vez

sontildeoacute que el hombre lo invitaba a subir a la

bicicleta y eacutel corriacutea feliz a sus brazos

En la escuela la maestra lo ignora

porque no aprende a leer y sus compantildeeros

se burlan cuando levanta la mano Siempre

levanta la mano cuando quiere ir al bantildeo y al

ver que no hay respuesta espera y corre en

el uacuteltimo momento antes de orinarse en los

pantalones Un jueves no aguantoacute y un saloacuten

antes de llegar al bantildeo orinoacute en un bote de

basura fue acusado y el director se encargoacute

de suspenderlo por dos diacuteas Miguel no le

habloacute a su madre de la suspensioacuten con el

uniforme y la mochila atraacutes de su espalda

esperoacute ocho horas dos diacuteas parado en la

banqueta lugar de juego la llegada de la

bicicleta al hombre Quizaacutes por las mantildeanas

eacutel tambieacuten asistiacutea a la escuela vistiendo un

uniforme rojo o azul uizaacutes si lo veiacutea con la

mochila y su cabello bien peinado lo invitariacutea

Eur

itmia

| 7

a conocer su escuela

El hombre no teniacutea escuela era lo uacutenico

que sabiacutea Regresoacute a su casa para comer y

esperar la tarde Los nintildeos no son sus amigos

ni siquiera saben su nombre se conforman

con llamarlo ldquoJamoacutenrdquo A Pablo no le gusta

el jamoacuten y el absurdo de la infancia les dice

a los otros nintildeos que eso es suficiente para

nombrar las cosas

La madre de Miguel le corta el cabello

cada semana la uacutenica mirada el uacutenico afecto

Miguel tienes el cabello hecho un desastre

mantildeana te toca corte Y Miguel se siente feliz

cuando nadie lo ve se pone frente al espejo y

se jala el cabello para que le crezca Se peina

con cuidado todas las mantildeanas y no deja tal

vez nadie se ha dado cuenta que le toquen

la cabeza Despueacutes del uacuteltimo corte en su

cama antes de dormir piensa en el color el

largo la textura del cabello del hombre de la

bicicleta y solo evoca sombras

Una tarde Pablo no aparece y los otros

nintildeos juegan fuacutetbol en su ausencia Ocupan

la banqueta como porteriacutea Un ladrillo a la

derecha y otro a la izquierda como postes

Miguel no juega pero siente emocioacuten por

la falta de voz que comparten sin Pablo

Todos juegan por jugar no hay intencioacuten en

sus conversaciones o reglas El hombre de

la bicicleta pasa y nadie maacutes que Miguel lo

nota Como la empedrada es una bajada no

pedalea Los pedales inmoacuteviles muestran sus

zapatos negros y el pantaloacuten levantado por

su posicioacuten revela unos calcetines blancos

percudidos parecen zapatos escolares pero

el tamantildeo no coincide con el pie de un nintildeo

Cuando sea grande Miguel va a usar unos

zapatos iguales Eacutel y el hombre se parecen

el pantaloacuten de vestir negro es ideacutentico al que

su mamaacute le comproacute el diacutea de su primera

comunioacuten Si un diacutea el sol de la tarde fuera

el de la mantildeana Miguel podriacutea ver su rostro

reflejado en el rostro de ese hombre Asiacute

lo ha imaginado el hombre es eacutel y ademaacutes

lo sabe La bicicleta desaparece y minutos

despueacutes llega Pablo viene caminando pero

trae las manos ocupadas dirigiendo su nueva

bicicleta una bicicleta grande y hermosa

para un nintildeo de 7 antildeos Todos se sorprenden

y sienten una envidia blanca casi un afecto

por la bicicleta de su amigo Miguel no estaacute

interesado y aprovechando la confusioacuten en

silencio regresa a casa

Las tardes cambian y los nintildeos aunque

se reuacutenen en la banqueta la abandonan

cuando aparece Pablo y los invita al parque

Eur

itmia

| 8

del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

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guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

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su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

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recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

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Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

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ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

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afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

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aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 2: Euritmia 1

Shadows cast on cobblestone street in early morningMassachusetts Estados Unidos Agosto 1969

Al f red E isenstaedt

Editorial

No leas esta editorial espera a que salga la peliacutecula

En alguacuten momento de los sesenta Marshall McLuhan profetizoacute que la palabra

escrita seriacutea machacada por la produccioacuten visual y audiovisual la letra seriacutea

desplazada por la fotografiacutea fija por la imagen en movimiento por muacutesica y voces

aprisionadas en millones de discos

(Deacutemosle creacutedito dada la inmediatez que rige a nuestras horas

les faltan minutos y algo nos dice que a los meses les han robado

diacuteas)

Euritmia toma algo de la Galaxia Gutenberg la aldea global y el resto de los

la idea de que la imagen tiene lo inmediato a su favor

Sin embargo McLuhan no contaba (o tal vez siacute) con el problema (o beneficio)

de la polisemia que la imagen adoptariacutea del lenguaje mismo Nosotros nos dimos

cuenta y es asiacute como nacieron diez relatos diferentes en forma pero amalgamados

por una imagen cuya historia se cuenta sola Diez veces

Han pasado maacutes de 50 antildeos y la literatura le ensentildea el dedo a Marshall

demostraacutendole que una imagen no vale maacutes que mil palabras una imagen encierra

maacutes de mil palabras

Evangelios McLuhanos

ContEnido6| Ja m oacute n

11| rE C u E r d o d E al a n n a h

14| El a f i l a d o r

16| un a ta r d E E n mat s u E

19| in s ta n taacute n E a s

21| C i E n to s d E v E C E s

29| C i n C o v i s i o n E s

31| Cr u C E

35| in t E r s E C C i o n E s

40| tr ay E C to s

Brianda Pineda Melgarejo

Martiacuten Miguel Quintana

Raul Ramos

Karla Midad

Roberto Cruz Arzabal

Carlos L M

Abraham Jaacutecome

Gerardo Jesuacutes

Aacutengel Valenzuela

Eva Rivera

La vida al fin y al cabo es una mala fotografiacutea

L o u i s A r a g o n

Eur

itmia

| 6

J a m oacute NBrianda Pineda Melgarejo

El hombre de la bicicleta aparece por

las tardes cuando el sol se despide

de la cuadra con su mano llena de

sombras Los nintildeos no alcanzan a ver su

rostro se pierden en el giro de sus llantas

el mareo de figuras que el movimiento y la

velocidad le otorgan a su trayectoria Miguel

le habla con entusiasmo de eacutel a su madre

ella no lo escucha tiene el control remoto

en la mano y no deja de cambiarle Una vez

sontildeoacute que el hombre lo invitaba a subir a la

bicicleta y eacutel corriacutea feliz a sus brazos

En la escuela la maestra lo ignora

porque no aprende a leer y sus compantildeeros

se burlan cuando levanta la mano Siempre

levanta la mano cuando quiere ir al bantildeo y al

ver que no hay respuesta espera y corre en

el uacuteltimo momento antes de orinarse en los

pantalones Un jueves no aguantoacute y un saloacuten

antes de llegar al bantildeo orinoacute en un bote de

basura fue acusado y el director se encargoacute

de suspenderlo por dos diacuteas Miguel no le

habloacute a su madre de la suspensioacuten con el

uniforme y la mochila atraacutes de su espalda

esperoacute ocho horas dos diacuteas parado en la

banqueta lugar de juego la llegada de la

bicicleta al hombre Quizaacutes por las mantildeanas

eacutel tambieacuten asistiacutea a la escuela vistiendo un

uniforme rojo o azul uizaacutes si lo veiacutea con la

mochila y su cabello bien peinado lo invitariacutea

Eur

itmia

| 7

a conocer su escuela

El hombre no teniacutea escuela era lo uacutenico

que sabiacutea Regresoacute a su casa para comer y

esperar la tarde Los nintildeos no son sus amigos

ni siquiera saben su nombre se conforman

con llamarlo ldquoJamoacutenrdquo A Pablo no le gusta

el jamoacuten y el absurdo de la infancia les dice

a los otros nintildeos que eso es suficiente para

nombrar las cosas

La madre de Miguel le corta el cabello

cada semana la uacutenica mirada el uacutenico afecto

Miguel tienes el cabello hecho un desastre

mantildeana te toca corte Y Miguel se siente feliz

cuando nadie lo ve se pone frente al espejo y

se jala el cabello para que le crezca Se peina

con cuidado todas las mantildeanas y no deja tal

vez nadie se ha dado cuenta que le toquen

la cabeza Despueacutes del uacuteltimo corte en su

cama antes de dormir piensa en el color el

largo la textura del cabello del hombre de la

bicicleta y solo evoca sombras

Una tarde Pablo no aparece y los otros

nintildeos juegan fuacutetbol en su ausencia Ocupan

la banqueta como porteriacutea Un ladrillo a la

derecha y otro a la izquierda como postes

Miguel no juega pero siente emocioacuten por

la falta de voz que comparten sin Pablo

Todos juegan por jugar no hay intencioacuten en

sus conversaciones o reglas El hombre de

la bicicleta pasa y nadie maacutes que Miguel lo

nota Como la empedrada es una bajada no

pedalea Los pedales inmoacuteviles muestran sus

zapatos negros y el pantaloacuten levantado por

su posicioacuten revela unos calcetines blancos

percudidos parecen zapatos escolares pero

el tamantildeo no coincide con el pie de un nintildeo

Cuando sea grande Miguel va a usar unos

zapatos iguales Eacutel y el hombre se parecen

el pantaloacuten de vestir negro es ideacutentico al que

su mamaacute le comproacute el diacutea de su primera

comunioacuten Si un diacutea el sol de la tarde fuera

el de la mantildeana Miguel podriacutea ver su rostro

reflejado en el rostro de ese hombre Asiacute

lo ha imaginado el hombre es eacutel y ademaacutes

lo sabe La bicicleta desaparece y minutos

despueacutes llega Pablo viene caminando pero

trae las manos ocupadas dirigiendo su nueva

bicicleta una bicicleta grande y hermosa

para un nintildeo de 7 antildeos Todos se sorprenden

y sienten una envidia blanca casi un afecto

por la bicicleta de su amigo Miguel no estaacute

interesado y aprovechando la confusioacuten en

silencio regresa a casa

Las tardes cambian y los nintildeos aunque

se reuacutenen en la banqueta la abandonan

cuando aparece Pablo y los invita al parque

Eur

itmia

| 8

del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

| 9

guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

| 10

su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 3: Euritmia 1

Editorial

No leas esta editorial espera a que salga la peliacutecula

En alguacuten momento de los sesenta Marshall McLuhan profetizoacute que la palabra

escrita seriacutea machacada por la produccioacuten visual y audiovisual la letra seriacutea

desplazada por la fotografiacutea fija por la imagen en movimiento por muacutesica y voces

aprisionadas en millones de discos

(Deacutemosle creacutedito dada la inmediatez que rige a nuestras horas

les faltan minutos y algo nos dice que a los meses les han robado

diacuteas)

Euritmia toma algo de la Galaxia Gutenberg la aldea global y el resto de los

la idea de que la imagen tiene lo inmediato a su favor

Sin embargo McLuhan no contaba (o tal vez siacute) con el problema (o beneficio)

de la polisemia que la imagen adoptariacutea del lenguaje mismo Nosotros nos dimos

cuenta y es asiacute como nacieron diez relatos diferentes en forma pero amalgamados

por una imagen cuya historia se cuenta sola Diez veces

Han pasado maacutes de 50 antildeos y la literatura le ensentildea el dedo a Marshall

demostraacutendole que una imagen no vale maacutes que mil palabras una imagen encierra

maacutes de mil palabras

Evangelios McLuhanos

ContEnido6| Ja m oacute n

11| rE C u E r d o d E al a n n a h

14| El a f i l a d o r

16| un a ta r d E E n mat s u E

19| in s ta n taacute n E a s

21| C i E n to s d E v E C E s

29| C i n C o v i s i o n E s

31| Cr u C E

35| in t E r s E C C i o n E s

40| tr ay E C to s

Brianda Pineda Melgarejo

Martiacuten Miguel Quintana

Raul Ramos

Karla Midad

Roberto Cruz Arzabal

Carlos L M

Abraham Jaacutecome

Gerardo Jesuacutes

Aacutengel Valenzuela

Eva Rivera

La vida al fin y al cabo es una mala fotografiacutea

L o u i s A r a g o n

Eur

itmia

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J a m oacute NBrianda Pineda Melgarejo

El hombre de la bicicleta aparece por

las tardes cuando el sol se despide

de la cuadra con su mano llena de

sombras Los nintildeos no alcanzan a ver su

rostro se pierden en el giro de sus llantas

el mareo de figuras que el movimiento y la

velocidad le otorgan a su trayectoria Miguel

le habla con entusiasmo de eacutel a su madre

ella no lo escucha tiene el control remoto

en la mano y no deja de cambiarle Una vez

sontildeoacute que el hombre lo invitaba a subir a la

bicicleta y eacutel corriacutea feliz a sus brazos

En la escuela la maestra lo ignora

porque no aprende a leer y sus compantildeeros

se burlan cuando levanta la mano Siempre

levanta la mano cuando quiere ir al bantildeo y al

ver que no hay respuesta espera y corre en

el uacuteltimo momento antes de orinarse en los

pantalones Un jueves no aguantoacute y un saloacuten

antes de llegar al bantildeo orinoacute en un bote de

basura fue acusado y el director se encargoacute

de suspenderlo por dos diacuteas Miguel no le

habloacute a su madre de la suspensioacuten con el

uniforme y la mochila atraacutes de su espalda

esperoacute ocho horas dos diacuteas parado en la

banqueta lugar de juego la llegada de la

bicicleta al hombre Quizaacutes por las mantildeanas

eacutel tambieacuten asistiacutea a la escuela vistiendo un

uniforme rojo o azul uizaacutes si lo veiacutea con la

mochila y su cabello bien peinado lo invitariacutea

Eur

itmia

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a conocer su escuela

El hombre no teniacutea escuela era lo uacutenico

que sabiacutea Regresoacute a su casa para comer y

esperar la tarde Los nintildeos no son sus amigos

ni siquiera saben su nombre se conforman

con llamarlo ldquoJamoacutenrdquo A Pablo no le gusta

el jamoacuten y el absurdo de la infancia les dice

a los otros nintildeos que eso es suficiente para

nombrar las cosas

La madre de Miguel le corta el cabello

cada semana la uacutenica mirada el uacutenico afecto

Miguel tienes el cabello hecho un desastre

mantildeana te toca corte Y Miguel se siente feliz

cuando nadie lo ve se pone frente al espejo y

se jala el cabello para que le crezca Se peina

con cuidado todas las mantildeanas y no deja tal

vez nadie se ha dado cuenta que le toquen

la cabeza Despueacutes del uacuteltimo corte en su

cama antes de dormir piensa en el color el

largo la textura del cabello del hombre de la

bicicleta y solo evoca sombras

Una tarde Pablo no aparece y los otros

nintildeos juegan fuacutetbol en su ausencia Ocupan

la banqueta como porteriacutea Un ladrillo a la

derecha y otro a la izquierda como postes

Miguel no juega pero siente emocioacuten por

la falta de voz que comparten sin Pablo

Todos juegan por jugar no hay intencioacuten en

sus conversaciones o reglas El hombre de

la bicicleta pasa y nadie maacutes que Miguel lo

nota Como la empedrada es una bajada no

pedalea Los pedales inmoacuteviles muestran sus

zapatos negros y el pantaloacuten levantado por

su posicioacuten revela unos calcetines blancos

percudidos parecen zapatos escolares pero

el tamantildeo no coincide con el pie de un nintildeo

Cuando sea grande Miguel va a usar unos

zapatos iguales Eacutel y el hombre se parecen

el pantaloacuten de vestir negro es ideacutentico al que

su mamaacute le comproacute el diacutea de su primera

comunioacuten Si un diacutea el sol de la tarde fuera

el de la mantildeana Miguel podriacutea ver su rostro

reflejado en el rostro de ese hombre Asiacute

lo ha imaginado el hombre es eacutel y ademaacutes

lo sabe La bicicleta desaparece y minutos

despueacutes llega Pablo viene caminando pero

trae las manos ocupadas dirigiendo su nueva

bicicleta una bicicleta grande y hermosa

para un nintildeo de 7 antildeos Todos se sorprenden

y sienten una envidia blanca casi un afecto

por la bicicleta de su amigo Miguel no estaacute

interesado y aprovechando la confusioacuten en

silencio regresa a casa

Las tardes cambian y los nintildeos aunque

se reuacutenen en la banqueta la abandonan

cuando aparece Pablo y los invita al parque

Eur

itmia

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del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

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guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

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su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

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recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

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Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

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ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

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afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

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aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

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uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

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Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

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En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

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Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

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Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

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cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 4: Euritmia 1

ContEnido6| Ja m oacute n

11| rE C u E r d o d E al a n n a h

14| El a f i l a d o r

16| un a ta r d E E n mat s u E

19| in s ta n taacute n E a s

21| C i E n to s d E v E C E s

29| C i n C o v i s i o n E s

31| Cr u C E

35| in t E r s E C C i o n E s

40| tr ay E C to s

Brianda Pineda Melgarejo

Martiacuten Miguel Quintana

Raul Ramos

Karla Midad

Roberto Cruz Arzabal

Carlos L M

Abraham Jaacutecome

Gerardo Jesuacutes

Aacutengel Valenzuela

Eva Rivera

La vida al fin y al cabo es una mala fotografiacutea

L o u i s A r a g o n

Eur

itmia

| 6

J a m oacute NBrianda Pineda Melgarejo

El hombre de la bicicleta aparece por

las tardes cuando el sol se despide

de la cuadra con su mano llena de

sombras Los nintildeos no alcanzan a ver su

rostro se pierden en el giro de sus llantas

el mareo de figuras que el movimiento y la

velocidad le otorgan a su trayectoria Miguel

le habla con entusiasmo de eacutel a su madre

ella no lo escucha tiene el control remoto

en la mano y no deja de cambiarle Una vez

sontildeoacute que el hombre lo invitaba a subir a la

bicicleta y eacutel corriacutea feliz a sus brazos

En la escuela la maestra lo ignora

porque no aprende a leer y sus compantildeeros

se burlan cuando levanta la mano Siempre

levanta la mano cuando quiere ir al bantildeo y al

ver que no hay respuesta espera y corre en

el uacuteltimo momento antes de orinarse en los

pantalones Un jueves no aguantoacute y un saloacuten

antes de llegar al bantildeo orinoacute en un bote de

basura fue acusado y el director se encargoacute

de suspenderlo por dos diacuteas Miguel no le

habloacute a su madre de la suspensioacuten con el

uniforme y la mochila atraacutes de su espalda

esperoacute ocho horas dos diacuteas parado en la

banqueta lugar de juego la llegada de la

bicicleta al hombre Quizaacutes por las mantildeanas

eacutel tambieacuten asistiacutea a la escuela vistiendo un

uniforme rojo o azul uizaacutes si lo veiacutea con la

mochila y su cabello bien peinado lo invitariacutea

Eur

itmia

| 7

a conocer su escuela

El hombre no teniacutea escuela era lo uacutenico

que sabiacutea Regresoacute a su casa para comer y

esperar la tarde Los nintildeos no son sus amigos

ni siquiera saben su nombre se conforman

con llamarlo ldquoJamoacutenrdquo A Pablo no le gusta

el jamoacuten y el absurdo de la infancia les dice

a los otros nintildeos que eso es suficiente para

nombrar las cosas

La madre de Miguel le corta el cabello

cada semana la uacutenica mirada el uacutenico afecto

Miguel tienes el cabello hecho un desastre

mantildeana te toca corte Y Miguel se siente feliz

cuando nadie lo ve se pone frente al espejo y

se jala el cabello para que le crezca Se peina

con cuidado todas las mantildeanas y no deja tal

vez nadie se ha dado cuenta que le toquen

la cabeza Despueacutes del uacuteltimo corte en su

cama antes de dormir piensa en el color el

largo la textura del cabello del hombre de la

bicicleta y solo evoca sombras

Una tarde Pablo no aparece y los otros

nintildeos juegan fuacutetbol en su ausencia Ocupan

la banqueta como porteriacutea Un ladrillo a la

derecha y otro a la izquierda como postes

Miguel no juega pero siente emocioacuten por

la falta de voz que comparten sin Pablo

Todos juegan por jugar no hay intencioacuten en

sus conversaciones o reglas El hombre de

la bicicleta pasa y nadie maacutes que Miguel lo

nota Como la empedrada es una bajada no

pedalea Los pedales inmoacuteviles muestran sus

zapatos negros y el pantaloacuten levantado por

su posicioacuten revela unos calcetines blancos

percudidos parecen zapatos escolares pero

el tamantildeo no coincide con el pie de un nintildeo

Cuando sea grande Miguel va a usar unos

zapatos iguales Eacutel y el hombre se parecen

el pantaloacuten de vestir negro es ideacutentico al que

su mamaacute le comproacute el diacutea de su primera

comunioacuten Si un diacutea el sol de la tarde fuera

el de la mantildeana Miguel podriacutea ver su rostro

reflejado en el rostro de ese hombre Asiacute

lo ha imaginado el hombre es eacutel y ademaacutes

lo sabe La bicicleta desaparece y minutos

despueacutes llega Pablo viene caminando pero

trae las manos ocupadas dirigiendo su nueva

bicicleta una bicicleta grande y hermosa

para un nintildeo de 7 antildeos Todos se sorprenden

y sienten una envidia blanca casi un afecto

por la bicicleta de su amigo Miguel no estaacute

interesado y aprovechando la confusioacuten en

silencio regresa a casa

Las tardes cambian y los nintildeos aunque

se reuacutenen en la banqueta la abandonan

cuando aparece Pablo y los invita al parque

Eur

itmia

| 8

del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

| 9

guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

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su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 5: Euritmia 1

La vida al fin y al cabo es una mala fotografiacutea

L o u i s A r a g o n

Eur

itmia

| 6

J a m oacute NBrianda Pineda Melgarejo

El hombre de la bicicleta aparece por

las tardes cuando el sol se despide

de la cuadra con su mano llena de

sombras Los nintildeos no alcanzan a ver su

rostro se pierden en el giro de sus llantas

el mareo de figuras que el movimiento y la

velocidad le otorgan a su trayectoria Miguel

le habla con entusiasmo de eacutel a su madre

ella no lo escucha tiene el control remoto

en la mano y no deja de cambiarle Una vez

sontildeoacute que el hombre lo invitaba a subir a la

bicicleta y eacutel corriacutea feliz a sus brazos

En la escuela la maestra lo ignora

porque no aprende a leer y sus compantildeeros

se burlan cuando levanta la mano Siempre

levanta la mano cuando quiere ir al bantildeo y al

ver que no hay respuesta espera y corre en

el uacuteltimo momento antes de orinarse en los

pantalones Un jueves no aguantoacute y un saloacuten

antes de llegar al bantildeo orinoacute en un bote de

basura fue acusado y el director se encargoacute

de suspenderlo por dos diacuteas Miguel no le

habloacute a su madre de la suspensioacuten con el

uniforme y la mochila atraacutes de su espalda

esperoacute ocho horas dos diacuteas parado en la

banqueta lugar de juego la llegada de la

bicicleta al hombre Quizaacutes por las mantildeanas

eacutel tambieacuten asistiacutea a la escuela vistiendo un

uniforme rojo o azul uizaacutes si lo veiacutea con la

mochila y su cabello bien peinado lo invitariacutea

Eur

itmia

| 7

a conocer su escuela

El hombre no teniacutea escuela era lo uacutenico

que sabiacutea Regresoacute a su casa para comer y

esperar la tarde Los nintildeos no son sus amigos

ni siquiera saben su nombre se conforman

con llamarlo ldquoJamoacutenrdquo A Pablo no le gusta

el jamoacuten y el absurdo de la infancia les dice

a los otros nintildeos que eso es suficiente para

nombrar las cosas

La madre de Miguel le corta el cabello

cada semana la uacutenica mirada el uacutenico afecto

Miguel tienes el cabello hecho un desastre

mantildeana te toca corte Y Miguel se siente feliz

cuando nadie lo ve se pone frente al espejo y

se jala el cabello para que le crezca Se peina

con cuidado todas las mantildeanas y no deja tal

vez nadie se ha dado cuenta que le toquen

la cabeza Despueacutes del uacuteltimo corte en su

cama antes de dormir piensa en el color el

largo la textura del cabello del hombre de la

bicicleta y solo evoca sombras

Una tarde Pablo no aparece y los otros

nintildeos juegan fuacutetbol en su ausencia Ocupan

la banqueta como porteriacutea Un ladrillo a la

derecha y otro a la izquierda como postes

Miguel no juega pero siente emocioacuten por

la falta de voz que comparten sin Pablo

Todos juegan por jugar no hay intencioacuten en

sus conversaciones o reglas El hombre de

la bicicleta pasa y nadie maacutes que Miguel lo

nota Como la empedrada es una bajada no

pedalea Los pedales inmoacuteviles muestran sus

zapatos negros y el pantaloacuten levantado por

su posicioacuten revela unos calcetines blancos

percudidos parecen zapatos escolares pero

el tamantildeo no coincide con el pie de un nintildeo

Cuando sea grande Miguel va a usar unos

zapatos iguales Eacutel y el hombre se parecen

el pantaloacuten de vestir negro es ideacutentico al que

su mamaacute le comproacute el diacutea de su primera

comunioacuten Si un diacutea el sol de la tarde fuera

el de la mantildeana Miguel podriacutea ver su rostro

reflejado en el rostro de ese hombre Asiacute

lo ha imaginado el hombre es eacutel y ademaacutes

lo sabe La bicicleta desaparece y minutos

despueacutes llega Pablo viene caminando pero

trae las manos ocupadas dirigiendo su nueva

bicicleta una bicicleta grande y hermosa

para un nintildeo de 7 antildeos Todos se sorprenden

y sienten una envidia blanca casi un afecto

por la bicicleta de su amigo Miguel no estaacute

interesado y aprovechando la confusioacuten en

silencio regresa a casa

Las tardes cambian y los nintildeos aunque

se reuacutenen en la banqueta la abandonan

cuando aparece Pablo y los invita al parque

Eur

itmia

| 8

del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

| 9

guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

| 10

su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 6: Euritmia 1

Eur

itmia

| 6

J a m oacute NBrianda Pineda Melgarejo

El hombre de la bicicleta aparece por

las tardes cuando el sol se despide

de la cuadra con su mano llena de

sombras Los nintildeos no alcanzan a ver su

rostro se pierden en el giro de sus llantas

el mareo de figuras que el movimiento y la

velocidad le otorgan a su trayectoria Miguel

le habla con entusiasmo de eacutel a su madre

ella no lo escucha tiene el control remoto

en la mano y no deja de cambiarle Una vez

sontildeoacute que el hombre lo invitaba a subir a la

bicicleta y eacutel corriacutea feliz a sus brazos

En la escuela la maestra lo ignora

porque no aprende a leer y sus compantildeeros

se burlan cuando levanta la mano Siempre

levanta la mano cuando quiere ir al bantildeo y al

ver que no hay respuesta espera y corre en

el uacuteltimo momento antes de orinarse en los

pantalones Un jueves no aguantoacute y un saloacuten

antes de llegar al bantildeo orinoacute en un bote de

basura fue acusado y el director se encargoacute

de suspenderlo por dos diacuteas Miguel no le

habloacute a su madre de la suspensioacuten con el

uniforme y la mochila atraacutes de su espalda

esperoacute ocho horas dos diacuteas parado en la

banqueta lugar de juego la llegada de la

bicicleta al hombre Quizaacutes por las mantildeanas

eacutel tambieacuten asistiacutea a la escuela vistiendo un

uniforme rojo o azul uizaacutes si lo veiacutea con la

mochila y su cabello bien peinado lo invitariacutea

Eur

itmia

| 7

a conocer su escuela

El hombre no teniacutea escuela era lo uacutenico

que sabiacutea Regresoacute a su casa para comer y

esperar la tarde Los nintildeos no son sus amigos

ni siquiera saben su nombre se conforman

con llamarlo ldquoJamoacutenrdquo A Pablo no le gusta

el jamoacuten y el absurdo de la infancia les dice

a los otros nintildeos que eso es suficiente para

nombrar las cosas

La madre de Miguel le corta el cabello

cada semana la uacutenica mirada el uacutenico afecto

Miguel tienes el cabello hecho un desastre

mantildeana te toca corte Y Miguel se siente feliz

cuando nadie lo ve se pone frente al espejo y

se jala el cabello para que le crezca Se peina

con cuidado todas las mantildeanas y no deja tal

vez nadie se ha dado cuenta que le toquen

la cabeza Despueacutes del uacuteltimo corte en su

cama antes de dormir piensa en el color el

largo la textura del cabello del hombre de la

bicicleta y solo evoca sombras

Una tarde Pablo no aparece y los otros

nintildeos juegan fuacutetbol en su ausencia Ocupan

la banqueta como porteriacutea Un ladrillo a la

derecha y otro a la izquierda como postes

Miguel no juega pero siente emocioacuten por

la falta de voz que comparten sin Pablo

Todos juegan por jugar no hay intencioacuten en

sus conversaciones o reglas El hombre de

la bicicleta pasa y nadie maacutes que Miguel lo

nota Como la empedrada es una bajada no

pedalea Los pedales inmoacuteviles muestran sus

zapatos negros y el pantaloacuten levantado por

su posicioacuten revela unos calcetines blancos

percudidos parecen zapatos escolares pero

el tamantildeo no coincide con el pie de un nintildeo

Cuando sea grande Miguel va a usar unos

zapatos iguales Eacutel y el hombre se parecen

el pantaloacuten de vestir negro es ideacutentico al que

su mamaacute le comproacute el diacutea de su primera

comunioacuten Si un diacutea el sol de la tarde fuera

el de la mantildeana Miguel podriacutea ver su rostro

reflejado en el rostro de ese hombre Asiacute

lo ha imaginado el hombre es eacutel y ademaacutes

lo sabe La bicicleta desaparece y minutos

despueacutes llega Pablo viene caminando pero

trae las manos ocupadas dirigiendo su nueva

bicicleta una bicicleta grande y hermosa

para un nintildeo de 7 antildeos Todos se sorprenden

y sienten una envidia blanca casi un afecto

por la bicicleta de su amigo Miguel no estaacute

interesado y aprovechando la confusioacuten en

silencio regresa a casa

Las tardes cambian y los nintildeos aunque

se reuacutenen en la banqueta la abandonan

cuando aparece Pablo y los invita al parque

Eur

itmia

| 8

del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

| 9

guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

| 10

su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

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afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 7: Euritmia 1

Eur

itmia

| 7

a conocer su escuela

El hombre no teniacutea escuela era lo uacutenico

que sabiacutea Regresoacute a su casa para comer y

esperar la tarde Los nintildeos no son sus amigos

ni siquiera saben su nombre se conforman

con llamarlo ldquoJamoacutenrdquo A Pablo no le gusta

el jamoacuten y el absurdo de la infancia les dice

a los otros nintildeos que eso es suficiente para

nombrar las cosas

La madre de Miguel le corta el cabello

cada semana la uacutenica mirada el uacutenico afecto

Miguel tienes el cabello hecho un desastre

mantildeana te toca corte Y Miguel se siente feliz

cuando nadie lo ve se pone frente al espejo y

se jala el cabello para que le crezca Se peina

con cuidado todas las mantildeanas y no deja tal

vez nadie se ha dado cuenta que le toquen

la cabeza Despueacutes del uacuteltimo corte en su

cama antes de dormir piensa en el color el

largo la textura del cabello del hombre de la

bicicleta y solo evoca sombras

Una tarde Pablo no aparece y los otros

nintildeos juegan fuacutetbol en su ausencia Ocupan

la banqueta como porteriacutea Un ladrillo a la

derecha y otro a la izquierda como postes

Miguel no juega pero siente emocioacuten por

la falta de voz que comparten sin Pablo

Todos juegan por jugar no hay intencioacuten en

sus conversaciones o reglas El hombre de

la bicicleta pasa y nadie maacutes que Miguel lo

nota Como la empedrada es una bajada no

pedalea Los pedales inmoacuteviles muestran sus

zapatos negros y el pantaloacuten levantado por

su posicioacuten revela unos calcetines blancos

percudidos parecen zapatos escolares pero

el tamantildeo no coincide con el pie de un nintildeo

Cuando sea grande Miguel va a usar unos

zapatos iguales Eacutel y el hombre se parecen

el pantaloacuten de vestir negro es ideacutentico al que

su mamaacute le comproacute el diacutea de su primera

comunioacuten Si un diacutea el sol de la tarde fuera

el de la mantildeana Miguel podriacutea ver su rostro

reflejado en el rostro de ese hombre Asiacute

lo ha imaginado el hombre es eacutel y ademaacutes

lo sabe La bicicleta desaparece y minutos

despueacutes llega Pablo viene caminando pero

trae las manos ocupadas dirigiendo su nueva

bicicleta una bicicleta grande y hermosa

para un nintildeo de 7 antildeos Todos se sorprenden

y sienten una envidia blanca casi un afecto

por la bicicleta de su amigo Miguel no estaacute

interesado y aprovechando la confusioacuten en

silencio regresa a casa

Las tardes cambian y los nintildeos aunque

se reuacutenen en la banqueta la abandonan

cuando aparece Pablo y los invita al parque

Eur

itmia

| 8

del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

| 9

guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

| 10

su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 8: Euritmia 1

Eur

itmia

| 8

del centro de la ciudad Le puso unos diablos

a la bicicleta y ahora cobra dos pesos por dar

una vuelta Miguel tiene que ir con ellos ya

van dos diacuteas que no puede ver la nica bicicleta

que le interesa porque a esa hora todos

abandonan la banqueta Un diacutea se quedoacute

solo esperando pero su tiacutea Leonor lo vio y

le contoacute a su madre que el nintildeo estaba a las 6

de la tarde en esa calle solitaria mientras los

otros nintildeos jugaban en el parque Ya deberiacuteas

comprarle una bicicleta para que no se sienta

distinto a los demaacutes Esa noche su madre lo

regantildeoacute y le prohibioacute estar solo en ese sitio

No le gustaba que su hermana supiera cosas

que ella ignoraba se sentiacutea amenazada sin

control

Miguel estuvo pensando queacute hacer

casi no dormiacutea y despertaba en las mantildeanas

con asco dejoacute de salir por las tardes y

encerrado en su cuarto fingiacutea estar haciendo

tareas Teniacutea que planear algo la mayoriacutea de

los nintildeos teniacutean ya bicicleta le preocupaba

el desviacuteo espacial y la eliminacioacuten de la

banqueta El punto de reunioacuten seriacutea ahora

inevitable el parque Todos lo sabiacutean pero

esperaban faltaban tres bicicletas en el

grupo

Su madre teniacutea una caacutemara con la

que sacaba fotos en los cumpleantildeos en las

fiestas familiares fotos que muchas veces no

revelaba Habiacutea en su cuarto un cajoacuten lleno

de rollos fotograacuteficos que fue acumulando

desde su juventud Miguel juntoacute el dinero

que su abuelo le regalaba los domingos

durante tres semanas y un martes en vez de

ir a la escuela caminoacute hacia el centro de la

ciudad y buscoacute en los aparadores caacutemaras

fotografiacuteas rollos hasta que encontroacute la

tienda Regresoacute a casa con el rollo en la

mochila escondido las manos le temblaban

pero eacutel las moviacutea y nadie se daba cuenta

Los mieacutercoles la tiacutea Leonora visitaba

a su hermana tomaban cafeacute veiacutean la

televisioacuten y no dejaban de hablar Haciacutean

todo al mismo tiempo y ademaacutes se reiacutean

Miguel detestaba sus conversaciones la voz

de Leonora despertaba una sensacioacuten de

encierro de desesperacioacuten en la aparente

calma Miguel dejaba de ser nintildeo y odiaba

cuando su tiacutea apareciacutea en la puerta y lo

saludaba con un beso hipoacutecrita Sin ambargo

esa tarde la presencia de Leonora fue el

pretexto perfecto para entrar al cuarto de su

madre en silencio abrir el uacuteltimo cajoacuten de la

coacutemoda e introducir la mano hasta el fondo

Regresoacute a su habitacioacuten abrioacute su mochila y

Eur

itmia

| 9

guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

| 10

su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 9: Euritmia 1

Eur

itmia

| 9

guardoacute la caacutemara atraacutes del uacuteltimo libro Apagoacute

la luz del dormitorio con aacutenimo inacabado

No logroacute dormir esperaba el diacutea siguiente

recorriacutea las horas como segundero insomne

Llegoacute maacutes temprano a la escuela y

no levantoacute la mano en todo el diacutea no quiso

ser notado y tuvo suerte porque la maestra

no les pidioacute que leyeran en voz alta durante

la clase de espantildeol Regresoacute a casa de la

puerta corrioacute a su cuarto para esconder la

mochila debajo de la cama Comioacute en silencio

y no quiso cambiarse el uniforme para salir a

jugar Su madre lo observoacute Tienes el cabello

hecho un desastre mantildeana te toca corte

Miguel sentiacutea prisa las palabras dichas por

su madre lo golpeaban con la agudeza de

un alfiler y era necesario un esfuerzo mental

para no decirle que no le importaba nada

de lo que ella quisiera en ese momento En

un descuido Miguel sacoacute la caacutemara de la

mochila cruzoacute el pasillo que uniacutea su cuarto

con la sala y abandonoacute la casa

Los nintildeos y las bicicletas estaban

reunidos ya en la banqueta esperando a dos

maacutes para iniciar la travesiacutea hacia el parque

central Miguel se acercoacute y le pidioacute ayuda

a Pablo dejoacute que lo llamara ldquoJamoacutenrdquo maacutes

de cinco veces para que al final accediera

a acomodar el rollo El trato era esperar al

hombre de la bicicleta en cuanto apareciera

Miguel correriacutea hacia eacutel y lo detendriacutea

unos segundos entonces Pablo tomariacutea la

fotografiacutea a cambio Miguel dejariacutea que Pablo

se gastara el rollo tomando fotografiacuteas de su

bicicleta de eacutel montado en su bicicleta de las

bicicletas de los otros nintildeos Pablo se mostroacute

amable y mientras todos esperaban anuncioacute

esa tarde como la uacuteltima en que se reuniriacutean

en la banqueta pues a Javier le acababan

de comprar su bicicleta y era maacutes sencillo

atravesar la ciudad hasta llegar al parque

que recorrer las subidas que conduciacutean a esa

calle Miguel no estaba prestando atencioacuten

esperaba que el sol comenzara a despedirse

que las sombras se alargaran en las piedras de

la calle y la suya apareciera indicando que el

hombre estaba cerca Los nintildeos la banqueta

la calle eran solo un pretexto una ventaja

que lo acercaba al uacutenico afecto verdadero

que habiacutea sentido por lo desconocido

El momento llegoacute y Miguel corrioacute sin

voltear a ver a Pablo mirando las ruedas y

las manos grandes sosteniendo el manubrio

con ligereza corrioacute como un sordo y al llegar

a la bicicleta el hombre frenoacute y lo miroacute con un

gesto de asombro Miguel vio su rostro su

Eur

itmia

| 10

su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 10: Euritmia 1

Eur

itmia

| 10

su piel aacutespera sus labios secos y los ojos

apagados que no dejaban de mirarlo habiacutea

arrugas en su frente y su cabello estaba

sucio y largo pareciacutea molesto El botoacuten

de la caacutemara hizo un ruido deacutebil y una luz

artificial cruzoacute la calle golpeando al hombre

y a Miguel El instante ocurriacutea y al mismo

tiempo estaba detenido no reconocioacute al

hombre en su rostro y el hombre no lo

reconocioacute a eacutel ni lo invitoacute a subir Quiacutetate

de mi camino mocoso Los pies se

movieron con los pedales y Miguel por

primera vez prestoacute atencioacuten a las llantas

al movimiento y quiso olvidar el rostro de

ese hombre quiso correr hasta encontrar

un espejo y mirarse comprobando que su

cara era la suya y no la del hombre que su

cabello estaba limpio y bien peinado Aquiacute

estaacute tu caacutemara ldquoJamoacutenldquo

Con el cabello ya corto fue a revelar

el rollo un saacutebado por la tarde Pablo lo

acompantildeoacute mientras los otros nintildeos los

esperaban en el parque No queriacutea ver

la fotografiacutea entregoacute las suyas a Pablo

y regresoacute a casa diciendo que se sentiacutea

un poco mal En su habitacioacuten sacoacute del

empaque el pedazo de papel y encontroacute

en eacutel su sombra alargada la sombra del

hombre montado en la bicicleta semejaba

un mamiacutefero de gran tamantildeo dormido

sobre el concreto sombras animales sobre

las piedras y al fondo las llantas el pie

derecho del hombre apoyado con la punta

en el suelo para detenerse la ausencia de

color en la fotografiacutea otorgaba presencia a

las sombras y su pequentildea mano en la llanta

delantera impidiendo la rutina le causaba

un malestar y una culpa vergonzosa La

fotografiacutea le gustaba guardaba el suentildeo

antes de la pesadilla la duda ante una

realidad que solo se comprueba mediante

la memoria Miguel hallaba su redencioacuten en

el fondo de la imagen en lo que se intuye

pero no aparece en las cabezas cortadas

inexistentes en el papel C

Brianda Pineda Melgarejo

(Xalapa-Enriacutequez 1991) Durante toda su

infancia anheloacute vivir en un barco de madera

en la nada que representa el abismo del

oceacuteano con la compantildeiacutea del ruido incesante

del mar golpeando quieacuten sabe queacute Despueacutes

crecioacute y comprendioacute que tendriacutea que

inventaacuterselo Y entonces comenzoacute a escribir

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 11: Euritmia 1

Eur

itmia

| 11

recuerdo de

Mart iacuten Miguel Quinatana

Llevo tiempo en esto de ser nadie Uno

termina por acostumbrarse

La mayoriacutea de mis compantildeeros

se queja todos los diacuteas de no poder comprar

un automoacutevil para llegar maacutes raacutepido a los

astilleros Yo no me animariacutea a cambiar

jamaacutes mi paseo diario en bicicleta por el riacuteo

Farset Temo y es un temor tan estuacutepido

como cualquier otro que si dejo de recorrer la

costa el riacuteo puede terminar por desaparecer

como una novia abandonada

Esa mantildeana llegueacute una hora despueacutes al

trabajo Me habiacutea demorado contemplando el

amanecer tardiacuteo del invierno sobre los riscos

a traveacutes del vaho de mi propia respiracioacuten

hasta que fue tarde El gordo Randall me

indicoacute con furia el reloj y me dijo que despueacutes

hablariacuteamos Me dediqueacute a atender asuntos

en la contaduriacutea esperando que en cualquier

momento llegara el llamado fatal pero ya

se sabe que los ingleses ademaacutes de ser

estuacutepidos tienen mala memoria

Paacutedraig y Oacute Conaill me invitaron a

ir por unas Smithwicks al Mulligan para

festejar el diacutea de paga En una esquina

Salach uno de los viejos que viviacutean

en la calle bebiacutea en silencio A veces

levantaba la copa y pronunciaba un

nombre de mujer mdashsiempre distintomdash

apuntando hacia la pared descascarada

alaNNah

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 12: Euritmia 1

Eur

itmia

| 12

Atardeciacutea Decidiacute tomar un atajo a

la pensioacuten aunque eso significara pasar

por las calles de adoquines del Falls Road

Freneacute en seco cuando la vi Contra un grafiti

independentista esperaba una nintildea Digo

que esperaba porque jugaba a taconear con

sus zapatos de escolar y a revolverse el pelo

rojo y lacio aunque tambieacuten podiacutea no estar

esperando sino quieacuten sabe queacute cosa Me

miroacute con intereacutes y me preguntoacute de doacutende

veniacutea mdashDe mi trabajo

mdash iquestDoacutende es tu trabajo

mdashEn los astilleros

mdash iquestArmaacutes barcos

mdashNo Trabajo en la administracioacuten

Hago papeles

Mientras hablaba se fue acercando

despacio abrazada a su cuaderno Quitoacute

una piedrita que se habiacutea atorado en la

irregularidad de una de las ruedas

mdashMe gusta tu bicicleta

mdash iquestVerdad que es linda

mdashMe gusta tu bicicleta porque es azul

Mis dibujos tienen mucho azul iquestTe gustariacutea

ver mis dibujos

mdashMe gustariacutea ver tus dibujos

Asiacute se hizo de noche y le dije que debiacutea

volver a casa Insistiacute en acompantildearla pero

la nintildea argumentoacute que viviacutea cerca y no

necesitaba ayuda para regresar Corrioacute en

direccioacuten contraria y yo seguiacute mi camino

Llegueacute a la pensioacuten maacutes feliz que nunca

como si de pronto esa angustia gris de todos

los diacuteas se hubiera pintado de colores

Los siguientes encuentros con Alannah

se dieron con la misma ceremonia Yo

llegaba cerca del atardecer y respondiacutea sus

preguntas que iban desde mi desayuno hasta

los motivos de la extincioacuten de los dinosaurios

Despueacutes ella me mostraba sus dibujos que yo

festejaba siempre con sonrisas y palabras de

admiracioacuten A veces se subiacutea a mi bicicleta y

daba vueltas en ciacuterculos mientras yo fumaba

descansando en el suelo Habiacutea un taacutecito

acuerdo en que a ella le correspondiacutea decir

hacer y preguntar y a miacute callar dejar hacer

y contestar Ambos fuimos felices asiacute el resto

del invierno

La primavera llegoacute con lluvias de

estacioacuten de fuerza temible y por varios diacuteas no

asistiacute a encontrarme con Alannah suponiendo

que ella tampoco acudiriacutea Ademaacutes tuve que

cambiar la bicicleta por el autobuacutes para no

mojarme y eso me apartoacute del recorrido

habi tual Al quinto diacutea de l luvia casi

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 13: Euritmia 1

Eur

itmia

| 13

ininterrumpida todo se detuvo y salioacute

el sol Espereacute ansioso en la esquina de

siempre hasta que llegoacute la noche pero

Alannah no llegoacute

Un par de semanas despueacutes me

convenciacute de que Alannah no iba a volver

Visiteacute el lugar de siempre por uacuteltima vez

como llevando a cabo una ceremonia

Recorriendo rincones observeacute un papel

que apenas asomaba del hueco de un

ladrillo ausente Era mi dibujo preferido

de los que ella habiacutea imaginado un

muchacho vestido de blanco que

observaba un globo aerostaacutetico En el

reverso conteniacutea la maacutes breve carta de

despedida

Gracias

Entonces supe que Alannah

iba a estar bien que yo iba a estar

bien y sonreiacute porque tambieacuten queriacutea

agradecerle y sonreiacute porque estaba

seguro de que ella sabiacutea de esa gratitud

Todaviacutea quedaba sol como para pasear

otra vez por la costa del riacuteo Farset

detenerse en un barranco ai mirar el

agua como esperando que emerja un

pez maravilloso un suentildeo recobrado o

un submarino con franjas de todos los

colores del mundo C

Martiacuten Miguel Quintana (1985-

[]) es profesor de lengua y literatura A

veces escribe cosas en Fragmentario otras

veces inventa que escribe para interesar a

las chicas

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

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uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

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Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

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Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 14: Euritmia 1

Eur

itmia

| 14

afiladorR a u l R a m o s

En el pueblo de G hace ya

muchiacutesimos antildeos tomoacute lugar un

acontecimiento bastante curioso

Pero antes de entrar en detalles deben

ustedes saber que el pueblo en siacute teniacutea

ya algo de extraordinario en G todos

los diacuteas eran el mismo Cualquier persona

que goce de buen juicio perderiacutea la razoacuten

a las dos semanas de rutina sin embargo

los habitantes del pueblo bajo el embrujo

de una broma divina pareciacutean no notar

tan peculiar fenoacutemeno Los hombres

mujeres y nintildeos viviacutean cada diacutea como si

nunca se hubiese vivido Reiacutean y lloraban

por situaciones que no recordaban haber

vivido ya El ayer y el mantildeana no eran

maacutes que palabras sin sentido G era

por llamarlo de alguna forma un pueblo

prometeico

Como cada mantildeana el dulce olor

a pan fresco se fue metiendo por cada

rincoacuten del pueblo Los repartidores de

perioacutedicos se desgajaban gritando las

uacuteltimas mdashy siempre igualesmdash noticias

Las sentildeoras hinchadas de tanto suentildeo

iban barriendo las hojas secas que dejoacute

regadas por la banqueta el indefectible

ventarroacuten nocturno Fue hasta poco

despuegraves de que Don H el tendero abriograve

su local cuando todo se vino abajo El

el

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 15: Euritmia 1

Eur

itmia

| 15

aroma a pan los gritos de ldquoiexclextrardquo las

hojas regadas Todo parecioacute detenerse

a escuchar con atencioacuten la melodiacutea del

afilador

El delicado sonido de aquella flauta

de Pan provocoacute lo que un estallido en una

cristaleriacutea lo que una carcajada en un

cementerio lo que un grito en Santa Misa

El pueblo entero pareciacutea haber despertado

de un suentildeo centenario El hombre bajo la

viva mirada de cientos de personas llegoacute

al centro del pueblo y comenzoacute a pedalear

alrededor de la Plaza Grande Cada tanto

el afilador daba un soplido meloacutedico que

cortaba el aire mejor que ninguna navaja

En cuestioacuten de minutos lo uacutenico que pudo

escucharse entre las calles de G fue el

hipnoacutetico silbido andino del ciclista Rodeoacute

el zoacutecalo un par de veces hasta congregar

al pueblo entero todos seguiacutean con la

mirada aquella nueva presencia

El afilador estuvo en el pueblo hasta el

atardecer atendiendo desde navajas hasta

hachas de bombero No se dijo una sola

palabra el sonido del esmeril habloacute por

todos Cuando el sol estaba por meterse el

afilador entregoacute la uacuteltima hoja reluciente Se

despidioacute de su uacuteltimo cliente con un guintildeo

y una sonrisa algo torcida Toda la gente

auacuten en silencio vio coacutemo el hombre daba

otra vuelta por el zoacutecalo antes de pedalear

hacia las afueras del pueblo Nadie sabe en

realidad lo que sucedioacute aquella vez pues

luego de esa noche nunca se supo maacutes

de los residentes de G Algunas personas

dicen que los pobladores se mudaron

durante la madrugada Otros dicen que el

pueblo entero sigue ahiacute perdido entre lo

que es y lo que no Hay quienes aseguran

que aqueacutel hombre en bicicleta no era otro

sino el mismo diablo que subioacute a la tierra

para llevarse las almas de aquel pueblo

maldito La verdad es que ninguna de

estas explicaciones se acerca a la realidad

Creacuteanme se los digo yo C

Raul Ramos estaacute en sus veintes

etapa difiacutecil Esclavo del sistema

acadeacutemico escribe cuando puede Lleva

una vida sin Prozac y es editor de Euritmia

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 16: Euritmia 1

Eur

itmia

| 16

uNa tarde eN

Karla Midad

La mantildeana en que Asami cumplioacute

siete antildeos se levantoacute muy

temprano para tomar el desayuno

cuando bajoacute Kiyoshi la esperaba al pie

de las escaleras Kiyoshi el primo de

Asami le explicoacute que teniacutea un regalo

para ella asiacute que Asami debiacutea darse

prisa para que tomaran el tren de Tokio

a Matsue donde visitariacutean el Distrito

Samurai y el Izumo Taisha

Fue el cumpleantildeos maacutes divertido

que Asami habiacutea tenido Aunque el

viaje fue muy largo al llegar a Matsue

y dirigirse al castillo Asami quedoacute

encantada Dieron un paseo en bote por

el canal que rodeaba al castillo despueacutes

tomaron el teacute en un lugar cercano y

Asami comioacute algunos manjū Mientras

caminaban Asami vio una libreta con

tapas de madera que le gustoacute muchiacutesimo

queriacutea ocuparla como diario asiacute que

Kiyoshi la comproacute para ella

Al atardecer Kiyoshi llevoacute a Asami

a la calle que estaba detraacutes del lugar

donde habiacutean comido Al llegar Asami

vio un gran paquete con un enorme

montildeo rojo Miroacute a su primo tratando

de adivinar en sus gestos si debiacutea o

no correr tan entusiasmada como se

encontraba a abrir el paquete

m a t s u e

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 17: Euritmia 1

Eur

itmia

| 17

Kiyoshi ayudoacute a Asami y en

pocos segundos una bicicleta muy

pequentildea para Kiyoshi pero grande

para Asami resplandeciacutea frente a

los ojos de la nintildea y bajo los rayos

que bantildeaban en ese momento esa

pequentildea calle empedrada de Matsue

Kiyoshi intentoacute ensentildearle a Asami

coacutemo montar la bicicleta aunque ella

se quedoacute miraacutendolo preguntaacutendose

si alguna vez tendriacutea la agilidad de

subirse a ese gran objeto que teniacutea

frente a siacute Un hombre que viviacutea de

tomar fotografiacuteas a los turistas tomoacute

una foto de Kiyoshi y Asami No para

venderla solo le parecioacute que la imagen

que contemplaba era conmovedora

asiacute que tomoacute la foto y despueacutes de unos

minutos se la regaloacute a Kiyoshi que

seguiacutea intentando ensentildear a Asami

coacutemo poner los pies en los pedales

Muchos antildeos despueacutes en una

casa grande y elegante sonoacute el

teleacutefono Una mujer hermosa delgada

y alta con la piel perfecta y el cabello

largo y brillante se acercoacute al aparato

y tomoacute el auricular La voz que saliacutea

de la bocina no era conocida para

Asami Despueacutes de intercambiar unas

pocas palabras Asami clavoacute la mirada

en el tapiz del muro que se encontraba

frente a ella El aparato resbaloacute de

su mano y ella cayoacute al suelo tirando

el portarretratos que se encontraba

sobre la mesita junto a una laacutempara y

el teleacutefono

Despueacutes de unos minutos u horas

ya que con las tragedias el tiempo deja

de tener sentido Asami abre los ojos

poco a poco mientras sus parpados

tiemblan a causa de la luz Sus pestantildeas

parecen pequentildeas arantildeas Sus ojos

se abren completamente Nos mira

En sus pupilas podemos ver la uacutenica

imagen que recuerda Vemos a un

hombre sobre una bicicleta Un chico

guapo de no maacutes de 20 antildeos con

una sonrisa espleacutendida Su vestimenta

podriacutea calificarse de peculiar quizaacute

extrantildea lleva un traje negro y una

camisa blanca pero en eacutel lucen algo

raros

Junto a Asami hay una fotografiacutea

que no se distingue muy bien ya que

el vidrio que la cubriacutea estaacute ahora

estrellado debido a la caiacuteda

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 18: Euritmia 1

Eur

itmia

| 18

En la imagen se observa una

sombra que se alarga en el pavimento

gris lentamente subimos la vista y

ahiacute estaacuten dos figuras una reclinada

sobre una bicicleta la otra de frente

Observando a la persona montada

en la bici con un paquete cuadrado

entre el brazo Detraacutes de la figura

maacutes pequentildea podemos ver la sombra

de unos cables Eso es todo No hay

maacutes

Eacutese es el uacutenico recuerdo que

Asami tiene de su primo de su

cumpleantildeos nuacutemero siete y de su

vida antes de enterarse de la muerte

de Kiyoshi C

Karla Midad (en los veintes) vive bajo un puente A veces escribe solo en temporada

de mandarinas

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 19: Euritmia 1

Eur

itmia

| 19

Sobre las piedras

la hiedra de sombras que le crece a la mirada

bajo ellas el espejismo

de la memoria se agazapa

como un tigre

en la jaula equivocada

sect

Un craacuteneo de sombra quebrado por la piedra un lienzo que rasgado te impide pintar tu

autorretrato

sect

Las piedras son una retiacutecula sobre la sombra no la dibujan la cercan en una tentativa de

romperla de cuadrarla con lo que la caacutemara observa

La caacutemara te muestra lo que fue lo que ha sucedido apenas bajo su paacuterpado de vidrio

iNstaNtaacuteNeasRoberto Cruz Arzabal

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 20: Euritmia 1

Eur

itmia

| 20

Mira

Las piedras son una retiacutecula de los sujetos un laacutepiz ciego sobre el mercurio

Decir acaso ldquoreveladordquo sea ya una nostalgia una impostura de la mano

sect

Detener la marcha de una bicicleta es una forma elegante de hacer girar el mundo a tu

alrededor

sect

Una mano en la llanta

La sombra tiembla

Sol de liacuteneas

C

Roberto Cruz Arzabal (Ciudad de Meacutexico 1982) Buroacutecrata y funcionario cultural

que estudioacute letras Lee y escribe pero no lo que debiera Vive en flavorsmecruzarzabal y sus

cuartos

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 21: Euritmia 1

Eur

itmia

| 21

cieNtos de

Carlos L M

El nintildeo se acercoacute para deciacutermelo

ldquoLa rueda tiene pintura blancardquo

dijo Sonreiacute y continueacute

La bicicleta fue un regalo

hecho por mi padre en la Navidad de hace

antildeos Luego de aquel diacutea noteacute cambios

draacutesticos en mi vida Le dije a mi madre

que ya no era necesario que me llevara a

la escuela Empeceacute a transportarme con

facilidad por las calles Haciacutea las compras

los pagos y encargos varios Era agradable

Aprendiacute a manejarla sin complicaciones

Un compantildeero de la escuela me pidioacute que

le ensentildeara a montarla Con reparos lo hice

Mucho no me gustaba la idea El asiento

era miacuteo y de nadie maacutes La idea de tener a

un sujeto por mejor que me cayera sobre

eacutel le restaba puntos a nuestro viacutenculo

Le estuve dando lecciones durante

varios diacuteas Tardoacute en aprender No es

que yo fuera un mal guiacutea sino que eacutel

apenas y pareciacutea ponerme atencioacuten Era

un muchacho que viviacutea a una cuadra de

mi casa Cuando notoacute lo irritado que me

teniacutea la situacioacuten le pidioacute a su padre que

le comprara una exactamente igual El

mismo modelo Incluso del mismo color

Pude tomaacutermelo a mal mas no lo hice

porque a pesar de todo e l ch ico me

era s impaacutet ico Teniacutea una hermana

v e c e s

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 22: Euritmia 1

Eur

itmia

| 22

llamada Susy que me gustaba Eran

conocidos por ser los ricos en la colonia

Ademaacutes de una camioneta enorme teniacutean

un auto deportivo que jamaacutes saliacutea de la

cochera En los recreos circulaban historias

sobre sus diacuteas de vacaciones Eran los

uacutenicos que visitaban otras ciudades Iban

a la playa seguacuten contaban despueacutes Todos

pareciacutean aborrecerlos Yo no desde luego

al menos por Susy Era hermosa dos o tres

antildeos mayor que los de mi saloacuten A veces

con suerte podiacutea verla en los recreos

Generalmente estaba sentada a solas

fumando un cigarro Ninguacuten maestro se

daba cuenta A veces se poniacutea cerca de la

zona de los bantildeos Varias veces fingiacute tener

ganas de orinar para poder aproximarme

La queriacutea ver de cerca Queriacutea olerla

Decirle algo Lo que fuera

Soliacutea llevar la falda por encima de las

rodillas y la blusa desfajada Era de esas

personas que solo miran al suelo hecho

que aprovechaba para lanzarle miradas

raacutepidas Luego volteaba a otro lado No

queriacutea que me descubriera Le teniacutea un poco

de miedo La gente que fuma lo hace Son

capaces de todo De modo que entraba al

bantildeo sin necesitarlo Despueacutes de lavarme

las manos contaba hasta veinte Entonces

volviacutea a salir Le echaba un segundo vistazo

para alejarme de inmediato

Como en realidad no meaba durante

los recreos durante las clases soliacutean darme

ganas auteacutenticas de hacerlo

Una vez estaacutebamos en una clase de

biologiacutea cuando no pude aguantar maacutes

Abandoneacute el saloacuten sin pedir permiso

Nadie vino detraacutes de miacute Corriacute con fuerza

Paseacute los salones en los que estuve antes

y el patio en el que nunca jugueacute El

conserje a lo lejos Bajeacute la marcha en los

uacuteltimos metros Me detuve al ver que Susy

estaba sentada de nuevo cerca de ahiacute

Fumando y mirando hacia abajo Ahora la

acompantildeaba un tipo moreno con el cabello

hasta los hombros Empeceacute a caminar lento

hacia el bantildeo No queriacutea que notara de mi

presencia Me pareciacutea humillante Queriacutea

que pensara en miacute como un superhombre

que no teniacutea necesidades fisioloacutegicas

Si me veiacutea tal vez pensara que no teniacutea

el valor suficiente para renegar a la

vejiga Era un simple nintildeo que cediacutea

ante los impulsos de la naturaleza

Ella era mucho maacutes Por eso estaba

con aquel granduloacuten tan diferente a miacute

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 23: Euritmia 1

Eur

itmia

| 23

En eso estaba cuando me habloacute

mdashTuacute eres el amigo de Pablo

mdashSiacute mdashrespondiacute

mdashVeo que te mantienes en forma

mdashGracias

mdashA nosotros tambieacuten nos gusta hacer

ejercicio Lo hacemos a diario Mi madre

nos compra ropa deportiva una vez al mes

Tengo pantalones cortos pants sudaderas

toallas calcetashellip Pablo adora el futbol

iquesthas jugado alguna vez con eacutel Practica

en nuestro jardiacuten Patea el baloacuten contra la

pared Cientos de veces Me preocupa Pasa

horas asiacute Come y cena raacutepido Devora el

plato entero en cuestioacuten de minutos Tiene

prisa por volver a lo suyo jugar futbol

Excepto por esta semana Cuando vuelve

de estar contigo llega y se pone a dibujar

en la sala Parece cansado Sube temprano

para dormir en su habitacioacuten

mdashMe alegro

Susy teniacutea algo que intimidaba Hubiera

querido decir una frase que la impresionara

No pude Estuve a punto de llorar La

primera impresioacuten es crucial y yo la

arruinaba de fea forma En mi defensa debo

decir que aquello me tomoacute por sorpresa

Nunca la habiacutea visto hablar Asiacute que verla

ahiacute hacieacutendolo como si no hubiera mantildeana

tuvo un efecto en miacute

mdash iquestQueacute es lo que hacen juntos

Ahora lo veo relajado Antes pareciacutea tener

llamas en los ojos Siendo alguien pequentildeo

era impresionante Incluso desde antes ha

tenido una mirada adulta Me alegra que

se junte contigo He visto cuando tocas el

timbre El otro diacutea te oiacute platicar con mamaacute

No deberiacuteas ponerte nervioso Tartamudear

al pedir un vaso de agua opaca cualquier

virtud Y tuacute debes tener una por lo menos

asiacute que no la arruines

mdashLo siento Asiacute hablo

mdashHay un viejo poema que dice ldquolas

piedras bajo la noche que cae siemprerdquo

Debes saber lo que significa iquestno es asiacute

iquestSabes lo que significa Escuacutechame

bien ldquolas piedras bajo la noche que cae

siemprerdquo Dime queacute te parece Dime Anda

Cuando salen a practicar deben ver muchas

piedras En este jardiacuten no hay ninguna He

buscado te lo juro Han desaparecido

Ayer creiacute ver una pero cuando la apreteacute

desaparecioacute entre mis dedos Tal vez deba

traer algunas de casa Tenemos bastantes

S i te hacen fa l ta puedo regalar te

unas cuantas

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 24: Euritmia 1

Eur

itmia

| 24

El tipo moreno le dijo algo al oiacutedo y ella

sonriacuteo

mdashOye nintildeohellip iquestfumas iquestNo Pues

deberiacuteas Creo que lo necesitas Puede

ayudarte a conocer otras personas Es

malo estar solo Lo seacute Aunque pueda llegar

a gustarme Fumar tambieacuten estaacute mal Eso

dicen Pero me gusta Y por eso lo hago

Cuando menos prueacutebalo Partamos de que

es malo ahora lo que necesitamos saber es

si te gusta o no Si es asiacute queacute maacutes da que

sea malo Yo te puedo dar cigarros cada

que quieras Prueba uno

mdashNo gracias Tengo que regresas a

clases El humo me marea

mdashComo digas A miacute el primer cigarro

no me gustoacute Las primeras experiencias son

malas Debes acostumbrarte Si el comienzo

falla vuelve a intentarlo Una primera

mala experiencia no debe comprometer el

porvenir del placer Ahiacute tienes al vino un

gusto adquirido Nacemos sin saber lo que

deseamos Es cuestioacuten irlo descubriendo

Una vez que adquirimos esa nocioacuten queda

rendirse al exceso El acelerador se puede

pisar hasta el fondo Graacutebatelo Nadie

detiene al que no se rinde

Entreacute al bantildeo No orineacute Me laveacute

las manos Conteacute hasta veinte y saliacute Ella

permaneciacutea ahiacute el otro le pasaba el cigarro

Regreseacute al saloacuten

La siguiente vez que visiteacute a Pablo

fue diferente No me abrioacute su madre

Fue Susy quien lo hizo Llevaba con un

vestido de puntos que le llegaba hasta los

tobillos y zapatos tenis Me dijo que pasara

Tomeacute asiento en uno de los sillones de la

sala Espereacute a que bajara Pablo Susy

tomoacute asiento enfrente No abrioacute la boca

Yo tampoco Algo me detuvo Y casi en

automaacutetico me estaba arrepintiendo Pablo

bajoacute

mdashMi hermana nos va a acompantildear

Cerreacute los ojos por un segundo Era

el luto del diacutea tranquilo Quise estar en un

sitio diferente A kiloacutemetros del fastidio

la verguumlenza el temor Yo no queriacutea dar

lecciones a nadie Menos con una chica

intimidante a un lado Tomeacute ese camino sin

darme cuenta Lo que yo queriacutea era estar

en mi cama consiguiendo dormir Con los

ojos cerrados podiacutea sentirme otro A ella la

deseaba de la misma forma en que buscaba

tenerla lejos No teniacutea la menor oportunidad

asiacute que lo que menos queriacutea era recordarlo

a su lado De cualquier forma sonreiacute Dije siacute

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 25: Euritmia 1

Eur

itmia

| 25

claro Vamos Los dos en nuestras

bicicletas y Susy caminando Asiacute fue el

camino al parque nosotros avanzando

a vuelta de rueda para no dejarla atraacutes

Durante el trayecto se detuvo cuatro veces

para amarrarse las agujetas Hacerlo mal

significa repetirlo Nos pidioacute que no la

miraacuteramos mientras haciacutea los nudos de las

agujetas Era un asunto iacutentimo que no le

correspondiacutea a ojos como los nuestros

Llegamos despueacutes de un rato El sol

no tardariacutea en esconderse Ademaacutes de una

pareja acostada en el centro solo podiacutea ver

a un anciano corriendo por las veredas El

parque era nuestro con su ceacutesped flores y

aliento

El tiempo transcurrioacute tranquilo

Susy se acostoacute entre la hierba Fumando

Pablo yo recorrimos el lugar Dejeacute que se

adelantara Daba igual lo que hiciera Era

obvio que ya habiacutea aprendido a conducir

Era estuacutepido continuar Sin embargo me

encontraba atado Sin justificaciones que

era lo peor No hablamos Eran los metros

Eran los pensamientos Eran los paacutejaros

Cuando se vive es difiacutecil permanecer

encendido

En una de las curvas me alejeacute Sin

avisar tomeacute otra direccioacuten Necesitaba

un respiro sin salir de aquel sitio Pedaleeacute

aprisa

Recordeacute mi llegada a la escuela Sin

poder dormir hasta el maacuteximo Ese bantildeo

tibio El desayuno raacutepido El perioacutedico de

mi padre Ese bantildeo tibio El desayuno

raacutepido El perioacutedico de mi padre Una

bolsa con el almuerzo El camino en el

auto La estacioacuten de noticias vitales de las

que no recuerdo un detalle Semaacuteforos

llenos de ansias Despedida con un beso

Y laacutegrimas Los maestros y salones vaciacuteos

Buscar un pupitre en medio de amistades

Horas viendo el pizarroacuten por el terror de

mirar atraacutes La primera carta que escribiacute

dirigida al bote de basura Mariana con su

horrible dentadura Nadie se daba cuenta

de lo hermosa que era Solo yo Que con el

tiempo pude asimilar que era posible cerrar

la boca Recordeacute tambieacuten la manera en que

Gabriela se burloacute cuando le obsequieacute la

naranja de mi almuerzo Tuve que evitarla

el resto del curso Quise patearla por

rechazar lo que mi madre me habiacutea dado

Respireacute cuando se fue Pude matarla pero

odiariacutea lo que hubiera pasado despueacutes Las

caacuterceles llenas de personas vulgares sin

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 26: Euritmia 1

Eur

itmia

| 26

pasarelas ni pijamas de seda Afuera no

era demasiado diferente aunque al menos

podiacuteas desayunar una buena sopa Di otra

vuelta No podriacutea abandonar la casa hasta

que aprendiera a preparar sopas Eso era

lo principal Los vagabundos no tienen casa

porque no tienen sopa Coacutemo mantener el

talante sin una cuchara que lo sostenga Y

de inmediato penseacute en Vanessa porque

como puede verse solo puedo pensar

en las mujeres A ella le dije que buscaba

alguien que cocinara Que supiera lavar los

trastes que me consintiera y quisiera tener

nueve hijos Nada de pantalones o mallas

vestidos Zapatos el diacutea entero Era lo

que buscaba una mujer a la vieja usanza

Con tubos en el cabello y mascarillas de

madrugada Se rioacute ldquoeres ridiacuteculordquo dijo

Le dije que era broma aunque no lo fuera

Lamenteacute cuando se cambioacute a otra escuela

porque ni siquiera la toqueacute Los del saloacuten la

saludaban de beso o empleaban la mano

Debiacute respetarla menos para que no creyera

que estaba loco No fui nada importante

Dudaba que Vanessa estuviera encima

de una bicicleta pensando en miacute en dado

caso de que recordara mi nombre Era lo

que me teniacutea loco Lo mucho que pensaba

en personas que apenas y reparaban en

mi ausencia La timidez era una forma

de prevencioacuten ante ese panorama tan

horroroso Y seguiacute pedaleando Cada

vez maacutes fuerte Hasta que llegueacute a una

pendiente Desde abajo pareciacutea una pared

Freneacute bajeacute y me tireacute al ceacutesped

El estanque se hallaba en la cima de

la colina Cientos de metros para llegar

hasta eacutel El hombre dijo hay dos opciones

Puedes cavar un tuacutenel e ir gateando en su

interior Te tomaraacute un mes O puedes correr

por la carretera tardando un diacutea Mencionoacute

que la segunda opcioacuten era peligrosa por lo

que ocurriacutea en el camino Era la seguridad

contra el riesgo la velocidad contra la

desesperacioacuten En el estanque estaban los

peces que queriacutea alimentar Los patos se

quedaban con la comida que dejaban los

visitantes sin que pudiera hundirse una

sola pizca para los peces hambrientos

bajo la superficie Teniacutea que ayudarlos

Debiacutea darme pr i sa an tes de que

mur ieran

mdashDespierta nos vamos

Era Susy

mdashYa voy iquestdoacutende estaacute Pablo

mdashNo lo seacute tendremos que buscarlo

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 27: Euritmia 1

Eur

itmia

| 27

Casi era de noche Nos alumbraba una

farola Quedamos en silencio Me doliacutea la

cabeza no queriacutea moverme Ella se sentoacute

junto a miacute El olor a tierra mojada llegaba

gracias a un aspersor a unos metros de

distancia Fue una buena siesta La jaqueca

era lo de menos Aquello dejoacute de parecerme

tan malo Aun asiacute era tiempo de volver a

casa Quise ponerme de pie Ella notoacute algo

mdashMira por allaacute iquestqueacute es eso

Era un bote de pintura blanca Susy

corrioacute hasta eacutel mientras yo me incorporaba

y alzaba mi bicicleta Debiacute haber llevado

un sueacuteter Vi que se moviacutea iquestY Pablo La

rutina guarda la seguridad de los cuerpos

blandos Susy regresoacute entre risas con el

bote de pintura Se subioacute el vestido Vi esa

ropa interior verde Se mantuvo asiacute varios

segundos Tomoacute la brocha y pintoacute el interior

de sus muslos Despueacutes caminoacute hacia miacute

hacia la bicicleta Aquella carne blanca

estaba maacutes cerca que nunca Las piernas me

temblaban Ella seguiacutea con las manos arriba

sosteniendo su vestido para que yo viera el

contenido Ahora estaba a un metro Siguioacute

avanzando reiacutea Me dio un beso en la frente

y entonces comenzoacute a restregarse contra

la bicicleta Suspiroacute era su entrepierna

contra la llanta Oliacutea a cereza No la toqueacute

ni un segundo Dejoacute de mirarme Centroacute los

movimientos en mi vehiacuteculo No se detuvo

Empezoacute a gemir Tambieacuten se carcajeaba

Queacute podiacutea hacer yo Solo mirar Y sentir

paacutenico No habiacutea nada que pudiera hacer

Por siempre seriacutea la mujer que dominariacutea

mis pensamientos sin que me sirviera de

algo Estalleacute Al diablo con los hermanos

Con una maniobra di una vuelta Vi que ella

caiacutea al suelo y me alejeacute de ahiacute pedaleando

La oiacute llorar Saliacute del parque Di vueltas por

las calles Varias de ellas desconocidas No

quise parar Ni regresar Si lo haciacutea corriacutea

el riesgo de volver a tener la oportunidad

enfrente sin que pudiera tomarla Asiacute que

avanceacute y avanceacute durante minutos hasta que

por inercia termineacute en casa Mi madre gritoacute

una serie de improperios de los que era

protagonista Permaneciacute callado Me dirigiacute

al garaje Guardeacute la bicicleta en un rincoacuten

detraacutes de unos tambos No queriacutea volver a

tocarla pese a que la queriacutea mucho

Era una fiel compantildeera de meses

atraacutes Poco despueacutes me mudariacutea La

abandoneacute para olvidar a la espera de

que pudiera superarlo con el paso del

tiempo

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 28: Euritmia 1

Eur

itmia

| 28

Jamaacutes imagineacute que necesitara de

tantos antildeos hasta que por fin hoy la

desempolveacute luego de una visita a los

viejos Sigue funcionando Uacutenicamente

tuve que limpiarla Con trabajos la monteacute y

di unas vueltas por la colonia Vi las casas

de antes algunas remodeladas otras no

Unas cuantas habiacutean desaparecido Me

pregunteacute por sus habitantes mis amigos

No pude recordar el nombre de la mayoriacutea

Pero ahiacute estaba la casa de Pablo todaviacutea

Con nuevos inquilinos ninguno de ellos

capaz de darme informacioacuten sobre Susy

o sobre su familia Extrantildeaba todo aquello

de lo que antes huiacutea Y en el parque estaba

el nintildeo aquel preguntaacutendome sobre la

pintura blanca en la llanta No supe queacute

decirle No era necesario Lo que debiacutea

hacer era seguir andando Avanzando sin

intencioacuten de apartarme C

Carlos L M (nacido en alguacuten momento de 1988) es estudiante Acostumbra

respirar sin proponeacuterselo e intenta no describirse de manera original Ya sabe lo odioso

que es eso Entre sus logros destacan el haber visto a Bob Dylan en dos ocasiones y el

caerle bien a los perros

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

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c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 29: Euritmia 1

Eur

itmia

| 29

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la luzy el fiNal de la sombra

I

Despunta el alba

y las sombras se inclinan

hacia la noche

II

El desconcierto

La penumbra nocturna

de pronto paacutelida

III

El hombre escribe

liacuteneas negras en blanco

que despueacutes borra

IV

Una pareja

se forma entre la plaza

y el Sol remoto

V

Llenos del otro

los dos parten nerviosos

Plaza vaciacutea

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 30: Euritmia 1

Eur

itmia

| 30

I

Velo nocturno

La vista malherida

hecha jirones

II

iquestEs una sombra

ese blanco que enmarca

la luz oscura

III

Sobre la calle

el cielo deja trazos

como en un lienzo

ciNco visioNes

Abraham Jaacutecome

sobre el iNicio de la sombray el fiNal de la luz

IV

Dos cuerpos proacuteximos

a punto de partir

Nunca maacutes solos

V

iquestQueacute es la distancia

maacutes que el riesgo latente

de mil encuentros

C

Abraham Jaacutecome (Ciudad de Meacutexico

1984) Egresado de Lengua y Literatura

Modernas Inglesas de la UNAM Traductor

profesional en audiovisuales Le apasiona la

escritura con restricciones y la muacutesica mdashcon

o sin restriccionesmdash Escribe poesiacutea miacutenima

en Millares de gorriones

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

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sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 31: Euritmia 1

Eur

itmia

| 31

c r u c eGerardo Jesuacutes

El calor en la pieza era insoportable lo

cual hizo que Pablo se levantara para

abrir las ventanas en un vano intento

de dejar entrar un poco de aire fresco que

presentiacutea inexistente Eran unas ventanas

grandes llenas de herrumbre antiguas

como el edificio que las ostentaba La vista

era la de cualquier segundo piso de cualquier

edificio colonial nada peculiar

Desde esa ventana se podiacutea observar

una esquina con una calle que se perdiacutea a

lo lejos Estuvo un rato mirando los otros

edificios preguntaacutendose si ya seriacutea hora de

desayunar

En eso estaba cuando ocurrioacute la figura

de un nintildeo montado en una bicicleta fue

entrando lentamente en su campo visual Tal

vez el nintildeo no teniacutea prisa porque se moviacutea

realmente despacio La figura se detuvo en

la esquina y otro nintildeo se acercoacute a ella

mdashiexclRauacutel hola mdashdijo Pablo desde arriba

de la bicicletamdash iquestQueacute haces por aquiacute

mdashVengo por unos cerillos mdashdijo Rauacutel

con desganamdash tiacutea Julia dice que no puede

hacerse su teacute si no hay con queacute encender el

fuego

Casi siempre eran los cerillos la comida

se compraba en otro lado Unos cerillos y ya

a veces pasaba asiacute era como debiacutea ser Casi

siempre pasaba y era los cerillos la tiacutea Julia

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

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eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

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iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 32: Euritmia 1

Eur

itmia

| 32

pero casi siempre casi siempre pero luego

mdashPues en eso tiene razoacuten mdashobservoacute

Pablomdash Pero iquestteacute iquesta esta hora con este

calor

Queacute calor habiacutea en serio Pero ahiacute

estaba Rauacutel yendo por unos cerillos Queacute

mediodiacutea queacute diacutea Pero iquestteacute Queacute se le iba a

hacer asiacute era casi siempre

mdashYa sabes coacutemo es la tiacutea Julia desde

siempre ha sido rara

Pablo asintioacute casi indiferente luego la

idea

mdashOye iquestno quieres ir a dar una vuelta

por ahiacute Debe haber un calor horrible en tu

casa y luego el teacute

Rauacutel parecioacute pensaacuterselo un poco pero

al final dijo

mdashBueno espeacuterame aquiacute nomaacutes deja

le llevo los cerillos a tiacutea Julia

Ir a dar una vuelta tal vez era lo mejor

con ese calor Casi siempre era asiacute no era

como abrir una ventana no era otra cosa

Encima de la bicicleta era siempre otra cosa

era como abrir muchas ventanas todas al

mismo tiempo Una vuelta con ese calor

El sonido de la bicicleta hizo que Pablo

levantara la vista La bici de Rauacutel era maacutes

chica como eacutel y maacutes vieja Pero era una

vuelta el pueblo abrir muchas ventanas con

ese calor

mdashMira tu bici en cualquier momento

se le cae una llanta

mdashNo te burles oye mdashdijo Rauacutelmdash

Ademaacutes papaacute me dijo que pronto me traeriacutea

otra al final de las vacaciones cuando pueda

venir de la ciudad

Ya casi era el final El regreso a lo

cotidiano la escuela las tareas abrir una

ventana pero queacute calor en serio

mdashBueno pues de una vez este calor

me estaacute derritiendo

Se subieron en las bicicletas y

empezaron a pedalear Siacute era como

abrir muchas ventanas la dinaacutemica del

movimiento el aire Abrir las ventanas en

medio de ese infierno en el que se te pega

el sudor al cuerpo y la ropa al sudor y todo

queda junto en una misma masa pegajosa

que es uno mismo queacute cosa Mejor estar

aquiacute afuera y abrir todas esas ventanas

disfrutar lo que quedaba la maravilla de la

mecaacutenica

mdashDe regreso pasamos con don Pepe

por unos helados iquestquieres mdashdijo Pablo de

prontomdash iquestTraes dinero Es que este calor

Pero aquiacute afuera aquiacute en la bicicleta se

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

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amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

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Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 33: Euritmia 1

Eur

itmia

| 33

sentiacutea menos Abrir muchas ventanas que

eran una sola Unos helados una ventana

mdashSiacute siacute traigo creo mdashcontestoacute Rauacutel

que pedaleaba a su ladomdash Tienes razoacuten

estaacute horrible ya van dos veces que me

cambio de playera soacutelo hoy no sabes

En realidad era terrible soacutelo porque se

habiacutea despertado tarde si no eacutel tambieacuten ya

se habriacutea cambiado de playera dos veces

Por eso le gustaba maacutes afuera cerrar una

puerta y abrir todas las ventanas y todas

las puertas Pedalear seguir pedaleando

deslizar una sonrisa burlarse del calor

abrirle las ventanas y las puertas para que se

vaya Cuando llegaron a una esquina al final

unas viacuteas

mdashA que te gano

Sabiacutea que era mucho maacutes raacutepido y que

a Rauacutel no le gustaba competir Tal vez esta

vez lo dejariacutea ganar

mdashClaro que me ganas eso que ni queacute

mdashcontestoacute Rauacutel divertidomdash Tuacute soacutelo quieres

humillarme de nuevo

mdashClaro que no mdashdijo Pablo riendomdash

Anda una carrerita raacutepida de aquiacute a las viacuteas

Despueacutes vamos por los helados ya me estoy

cansando

Rauacutel parecioacute dudar pero igual ya estaba

cansaacutendose y los helados

mdashVa

Pablo sonrioacute empezaron a pedalear con

maacutes fuerza Queacute bien se estaba con Rauacutel tan

sincero tan espontaacuteneo Una carrera unos

helados abrir las ventanas para que el aire

entre para salir para dejar pasar el tiempo

las vacaciones Pablo ya iba ganando y Rauacutel

se quedaba atraacutes Teniacutea que ser diferente

casi siempre era asiacute Tal vez lo dejariacutea ganar

total unos helados despueacutes

Comenzoacute disimuladamente a ir maacutes

lento no iba a ser asiacute Porque casi siempre

era asiacute el calor las ventanas el ir y venir de

los diacuteas los helados Rauacutel quedaacutendose atraacutes

Pero encima de la bicicleta era otra cosa tal

vez todo se deberiacutea hacer encima de una

bicicleta siempre abrir todas las puertas y

todas las ventanas y esta vez desacelerar un

poco para cambiar un poco todo aquello que

pareciacutea inalterable disminuir la velocidad

divertirse mientras ya les faltaba poco para

llegar a las viacuteas ver la espalda de Rauacutel

Siempre se estaba bien con Rauacutel

Despueacutes seriacutean los helados regresar

y volver a dejar los diacuteas pasar Ya casi era

el final pero habiacutea que aprovechar Ya casi

llegaban a las viacuteas Un cruce las viacuteas tambieacuten

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

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cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

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Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

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trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

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A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

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itmia

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 34: Euritmia 1

Eur

itmia

| 34

eran un cruce todo era un cruce Las

personas eran cruces los diacuteas en los que vas

de un lugar y doblas o sigues adelante hacia

las viacuteas Un cruce uno en el que sales de un

lugar para ir a otro en el que dejas algo tal

vez para regresar atravesando otro camino

que tal vez tambieacuten podriacuteas haber tomado

Se cruzan los helados con los cerillos el calor

con las ventanas las bicicletas las playeras

la tiacutea Julia la calle empedrada Un cruce y ya

casi era el final luego seriacutean los helados

Rauacutel gritaba su victoria alzaba los

brazos sin dejar de pedalear queacute bien se

estaba siempre con Rauacutel dejarlo ganar tal

vez era eso Dar una vuelta pedalear seguir

pedaleando para ganarle al calor para

cambiar el cruce el curso aprovechar los

uacuteltimos diacuteas de estos diacuteas tal vez al final de

las vacaciones a Rauacutel le trajeran otra bici La

tiacutea Julia estariacutea ahora mismo sobre su taza

de teacute humeante queacute cosa y con este calor

Pero aquiacute sobre la bicicleta era todo

distinto Abrir todas las ventanas y todas las

puertas que eran una sola ventana y una sola

puerta Abrirla entre risas que de pronto ya

no lo eran mientras Pablo frenaba mientras

Rauacutel trataba freneacuteticamente de frenar porque

ya casi estaban en las viacuteas Mientras Rauacutel

volteaba a ver a Pablo desesperadamente y

a lo lejos o no tan lejos un tren a lo lejos un

escalofriacuteo la cara de Rauacutel pero no podiacutea ser

luego seriacutean los helados el calor la tiacutea Julia

los cerillos dejar pasar el tiempo el tren el

tren cuidado dejar ganar a Rauacutel que siempre

perdiacutea iquestno era asiacute casi siempre era asiacute

casi siempre mientras abriacutea una ventana la

cara de Rauacutel el cruce siempre el cruce un

grito viacutevido y claro y otro escalofriacuteo pero

ahora aquiacute maacutes cerca maacutes ahora junto a

esa ventana llena de herrumbre que era

todas las ventanas pero no no era era Rauacutel

Rauacutel otro grito

mdashiquestUna o dos dosis doctor

mdash Dele dos que duerma el resto del

diacutea C

Gerardo Jesuacutes (Cancuacuten Meacutexico

1993) estudiante de ingenieriacutea civil alguacuten

diacutea le ensentildeareacute a mis hijos a tocar guitarra

para que le canten a su madre Escribe en

sus ratos libres tengo el blog Longplay y

a veces eacutel me tiene a miacute

Eur

itmia

| 35

iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

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trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

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su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

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iNterseccioNesAacutengel Valenzuela

Supongo que con el divorcio ambos

obtuvimos lo que maacutes deseaacutebamos

yo me quedeacute con los nintildeos ella todo

lo demaacutes Todo salvo la bicicleta

ldquoQueacutedate tuacute con la bicicleta Manuelrdquo

me dijo ldquoNo tengo corazoacuten para dejarte sin

medio de transporte ahora que te quedas a

cargo de los nintildeosrdquo Y se fue conduciendo

el Lexus la muy cabrona No es algo que

importe gran cosa desde luego No me

fastidia tanto el haberme quedado sin coche

como el que los chicos se hayan quedado sin

madre

Es una de esas cosas que siempre te

hacen pensar si les habraacutes fallado como

padre Solo que ahora no hay mucho tiempo

para pensar

Es hora de preparar la cena

Hoy cumplo diecinueve antildeos Los

compantildeeros del almaceacuten decidieron llevar

pastel refrescos y unos estuacutepidos gorritos

de cartoacuten que me hicieron sentir bastante

estuacutepida tambieacuten Estuacutepida pero atendida

ldquoDianita mija aniacutemate un poquitordquo me

dice la de recursos humanos con su sonrisita

de dientes coloreteados y embarrada en una

faldita de lycra moviendo los hombros al

ritmo de una cumbia Las chichis enormes le

cuelgan como moco de guajolote Seguro ha

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amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

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Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

Page 36: Euritmia 1

Eur

itmia

| 36

amamantado por lo menos a tres hijos Le

sonriacuteo porque de pronto me cae bien y me

pongo a bailar con ella porque festejar con

los del trabajo es mejor que llegar a casa

Hoy cumplo diecinueve antildeos Hoy

se cumple un antildeo tambieacuten que me vi

obligada a abandonar el orfanato

Nada que celebrar

Recibiacute una llamada del banco a la oficina

Buenas noticias Me han abierto una nueva

liacutenea de creacutedito Eso arregla el asunto de las

colegiaturas El traacutefico parece intolerable

Sonriacuteo tranquilo porque me gusta imaginar

que en este instante en alguacuten tramo del

perifeacuterico estaacute mi puta exmujer atorada en

un cuello de botella

ldquoMejor asiacute Manuelrdquo me digo mientras

monto la bicicleta Pienso en los nintildeos que

me esperan en casa Pienso en la sentildeora

Calles quien prometioacute estariacutea al pendiente

de ellos hasta mi regreso

ldquoDescuide Manuelito yo les esho un

ojo a sus mushashos Pobrecillos iexclla falta

que les hace el cuidado de una mujerrdquo

Su mirada me recrimina Me dice

ldquoseguro es culpa suya que se hayan

quedado solos Una madre no abandona a

sus hijos Una madre nuncahelliprdquo Pero cuando

habla soacutelo atina a decir ldquopierda cuidado yo

les esho un ojo a sus mushashosrdquo

Sonriacutee

ldquoTu calle siempre estaacute bien oscurardquo me

dijo coacutemosellama el guardia de seguridad

Dijo ldquodeacutejame te acompantildeo tu calle siempre

estaacute bien oscura y ya es tarde para que

andes solardquo

Acepteacute

En el camino me deciacutea que dizque

soy la vendedora maacutes bonita y hace rato

que queriacutea invitarme al cine

ldquoVamos el saacutebado al cinerdquo dijo

No acepteacute

Parece buena persona pero apenas

tiene veintiocho

ldquoNo me gustan los hombres

tan joacutevenesrdquo le dije ldquoGracias por

acompantildearmerdquo

Entonces subiacute al departamento Todo

estaba en silencio y no habiacutea maacutes sonido

que los grillos y el distante murmullo de

una ciudad que auacuten se resiste a la calma

Desde la ventana del balcoacuten la calle mal

iluminada soacutelo me permitioacute ver su silueta

recortada en el portal

Eur

itmia

| 37

Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

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trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

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su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

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Se quedoacute ahiacute parado unos minutos y

al final se fue caminando como encorvado

Pareciacutea un nintildeo desprotegido

Queacute pronto oscurecioacute Marco a casa para

decirles a los nintildeos que todo estaacute bien Voy

en camino No no trabajeacute horas extras

Papaacute tuvo que hacer algunos pendientes

Siacute ya todo estaacute arreglado Obedezcan a

la sentildeora Calles y no llamen a su puerta si

no es realmente necesario Entiendo pero

mamaacute no estaacute y la sentildeora Calles tendraacute sus

propias ocupaciones Yo les ayudareacute con la

tarea tan pronto llegue No tardo Los amo

Guardo el moacutevil y tambieacuten la tarjeta

de creacutedito La mujer que me atendioacute se

resistiacutea a entregaacutermela ldquoNecesita mostrar

una identificacioacuten oficial y un comprobante

de residencia adicionalrdquo me dijo ldquoPuede

ser un recibo del agua luz o teleacutefonordquo No

pensariacutea que iba a ir a casa soacutelo por un

estuacutepido recibo y luego dejar solos otra vez

a los chicos Regresar mantildeana ni hablar

Saqueacute de la mochila un sobre con el

remitente bien claro Rodriacuteguez y Asociados

Servicios de cobranza La direccioacuten y el

destinatario tambieacuten muy claros Manuel

Alarcoacuten Rubio Proacuteceres 58 Interior 6

Colonia Patria

La mujer puso una cara de increacutedula

Seguro pensoacute ldquocoacutemo es posible que este

hombre tenga el descaro de recoger una

tarjeta de creacutedito presentando una carta de

cobranza como comprobante de domiciliordquo

No dijo nada

Tomoacute la carta entre sus manos le dio

un vistazo y al final me dio la espalda para

colocarla en la fotocopiadora

ldquoFirme el acuse de recibo aquiacutehellip y aquiacute

abajo por favorrdquo dijo al fin pero apuesto

que pensoacute que soy un irresponsable

Seguro no tiene hijos

La gata me observa impaciente Se acerca

con paso lento y comienza a enrollarse

entre mis piernas Les da la vuelta y enreda

su cola Me gusta mucho cuando hace eso

aunque sus pelos me dan cosquillas La

levanto y la abrazo Le paso mi mano hacia

atraacutes desde la cabeza hasta llegar casi a la

cola Comienza a ronronear quedito cuando

la acaricio asiacute

Pobrecita Cuando la rescateacute de la

calle estaba prentildeada Yo no lo sabiacutea pero

veniacutea cargada con seis criacuteas De saberlo

mejor la hubiera llevado un refugio porque

Eur

itmia

| 38

cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

| 40

trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

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Eur

itmia

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cuando parioacute tuve que deshacerme de todos

los gatitos Me dio mucha tristeza pero yo

no podiacutea quedarme con tanto animalito Al

fin se los pude quitar aunque me costoacute una

buena arantildeada La gata maullaba y maullaba

de dolor

Lloreacute toda la semana

Salgo a comprar su leche Desde la

ventana del primer piso asoma su cabeza

blanca dontildea Caridad la portera Me grita

porque estoy algo lejos o porque estaacute un

poco sorda

ldquoiquestYa se va otra vez Dianita iexclSi apenas

llegoacute iquestSe iraacute a tardar mucho Le pregunto

para no estar con pendienterdquo

La vecina del 4 siempre se queja de ella

ldquoEs una vieja chismosardquo dice pero a miacute me

parece una sentildeora agradable dontildea Caridad

La tranquilizo ldquoSoacutelo voy a comprar lecherdquo le

digo ldquoVuelvo en diez minutosrdquo

Camino hasta llegar al cruce de la

avenida

La bicicleta es lo uacutenico que no se llevoacute Irma

Todos los diacuteas pedaleo hasta la oficina y de

vuelta a casa Todos los diacuteas me recuerda el

puto divorcio Pero tambieacuten me recuerda que

los nintildeos estaacuten conmigo y eso me tranquiliza

Suena el moacutevil Son ellos Mis hijos

Caacutelmate Santi no llores iquestQueacute sucede No

ya voy a casa Paacutesame a tu hermano Por

favor Dariacuteo no peleen Pero tuacute eres mayor

hijo ayuacutedame con eso Soacutelo te pido que no lo

hagas llorar No no llores ahora tuacute tambieacuten

Siacute yo seacute que la extrantildean mucho pero yo

estoy con ustedes Vale pueden llamarla

nada maacutes no lloren cuando lo hagan iquestsiacute Y

no pelees con tu hermano

Por favor no llores Manuel

En la esquina de la avenida estaba un

hombre como de unos cuarenta antildeos Lleva

traje y monta una bicicleta Al principio no

me percateacute de su presencia porque veniacutea yo

distraiacuteda siguiendo mis pasos con la vista

Por eso choqueacute con eacutel

ldquoiexclAy discuacutelpemerdquo levanteacute la cabeza

bien apenada

Estaba llorando La cabeza apoyada

sobre los cuernos de la bici

Un momento de flaqueza es todo En pleno

cruce de viacuteas Bien hecho Manuel Para el

colmo llega esta chica de la nada y ahora te

ha visto llorar Te ha visto secarte las laacutegrimas

con el dorso de la mano No hace nada

Eur

itmia

| 39

Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

itmia

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trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

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su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

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Tampoco tuacute haces nada Soacutelo asientes

torpemente cuando te dice ldquodiscuacutelpemerdquo

pero ya es tarde para actuar casualmente

Ya te ha visto llorar

No seacute por queacute lo hice Sentiacute la necesidad de

abrazarlo y asiacute sin maacutes lo hice

Me abrazoacute Asiacute sin maacutes lo hizo Sentiacute el

calor de sus senos apretaacutendose contra mi

pecho Sentiacute el rubor en mis mejillas iexclMiacuterate

Manuel pero siacute podriacuteas ser su padre

Me sentiacute muy tonta Saliacute corriendo y no

pareacute hasta que hube llegado de vuelta al

departamento

Olvideacute comprar la leche C

Aacutengel Valenzuela (Juaacuterez Chihuahua 1979) es escritor y disentildeador editorial Ha

participado en diversas revistas como escritor disentildeador y director de arte entre las

que destaca la Riacuteo Grande Review editada por la Universidad de Texas Es autor de En

terreno vedado serie de cuentos recogidos en Dosis Letradas (UACJ 2008) su primer

libro en colaboracioacuten con dos compantildeeros escritores Le apasiona la tipografiacutea la obra de

Alessandro Baricco la muacutesica de Andrew Bird y Sigur Roacutes le gusta brincar charcas y el

olor de la albahaca y la bergamota

Eur

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trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

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A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

Eur

itmia

| 43

su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

C

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Eur

itmia

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trayectosEva Rivera

Tal vez si no hubiera ido a

comprarle flores no habriacutea

muerto

Ernesto se levantoacute temprano esa

mantildeana en la calle Z de la ciudad P a

las nueve para ser exactos Se puso

una camisa a cuadros tenis sucios y un

pantaloacuten negro No le gustaba levantarse

temprano pero esa mantildeana lo hizo Era el

cumpleantildeos de Gina y queriacutea darle flores

A Ernesto le gustaba Gina aunque

Gina preferiacutea a su hermano Martiacuten Ernesto

no entendiacutea por queacute preferiacutea a Martiacuten si

era como en su opinioacuten ldquoun escupitajo de

carnerdquo Martiacuten queriacutea a Gina pero no tanto

como Ernesto

Martiacuten conociacutea a Gina desde haciacutea

cinco antildeos cuando ella trabajaba en la

libreriacutea como recepcionista y eacutel como

consultor Gina conociacutea a Ernesto desde

que tuvo su primera pelea con Martiacuten

cuando Ernesto le hizo la primera de

muchas caricias inocentes en la mano

Gina llegariacutea poro despueacutes de las diez

de la mantildeana y Ernesto queriacutea tener todo

listo antes que Martiacuten Bajoacute raacutepidamente

las escaleras del departamento y montoacute la

bicicleta que habiacutea sido de su hermano la

misma que habiacutea sido de su padre y de su

abuelo

Eur

itmia

| 41

A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

Eur

itmia

| 42

azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

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su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

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A las nueve cuarenta y cinco de la

mantildeana mientras Ernesto saliacutea de su

calle el florista terminaba de preparar el

arreglo que seriacutea para Gina Teniacutea rosas

claveles tulipanes y todas las flores

que Gina oliacutea cuando Martiacuten no estaba

porque a eacutel no le gustaban las flores A

eacutel le gustaba regalar cenas caras viajes

en motocicleta o besos en el lago las

flores eran para maricas y para mujeres

golpeadas

Una fuerte ventisca soploacute e hizo

que un chorro de agua de una de las

macetas colgantes de la floreriacutea cayera

sobre un hombre que pasaba por ahiacute

Era un escritor fracasado que anoche

habiacutea pensado en suicidarse Se detuvo

un instante a sacudirse la chaqueta casi

sin darse cuenta de lo que habiacutea pasado

Le gustaba ver la barda que estaba a

una cuadra de su edificio se dijo que no

podiacutea morir sin mirarla una uacuteltima vez La

barda era especial porque teniacutea un lema

pintarrajeado ldquoiquestSomos el recuerdo de

alguien que nos estaacute olvidando o somos

acaso una mentirardquo Eacutel leiacutea y si hubiera

mirado un instante a la persona que

chocoacute con su hombro al pasar se habriacutea

enamorado

La muchacha que chocoacute con el

escritor fracasado era una extranjera

preciosa que por no hablar bien el idioma

no pudo pedir un taxi iba con retraso a

su cita con la agencia de modelaje que

la hubiera rechazado de todos modos

por su peso Desesperada corrioacute a gran

velocidad hacia la direccioacuten que le habiacutea

dado su representante lo que hizo que

Joaquiacuten un taxista regordete desviara la

vista hacia ella frenando en seco por un

semaacuteforo en rojo que no habiacutea visto

Joaquiacuten frenaba mientras Mia

una afamada bailarina que veniacutea en su

auto por la calle contraria del costado

izquierdo tambieacuten lo haciacutea Se detuvo un

momento a gritar maldiciones en un tono

fuerte para que a Joaquiacuten le quedara claro

que era un idiota Desvioacute el rumbo de su

automoacutevil teniacutea una clase a esa hora y ya

iba tarde

Mia conduciacutea su auto tomando atajos

y metiendo el freno de vez en cuando

hasta que se topoacute con un semaacuteforo en rojo

Pudo ver a Tomaacutes un melenudo perro que

habiacutea escapado de su amo de nueve antildeos

y cruzaba la avenida auacuten con la correa

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

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su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

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azul puesta mientras el nintildeo corriacutea tras eacutel

gritando su nombre

A las nueve cincuenta y dos el nintildeo casi

alcanzaba a su perro Tomaacutes se escondioacute

entre los arbustos El nintildeo tuvo que hincarse

para pedirle entre laacutegrimas que saliera Un

joven distraiacutedo que llevaba un paquete en la

canastilla de su bicicleta desvioacute raacutepidamente

el manillar para evitar chocar con el nintildeo

Ernesto le gritoacute para que se hiciera a un lado

pero el nintildeo asustado solo logroacute cubrir su

rostro

Todo pasoacute demasiado raacutepido Ernesto

seguiacutea arriba de una bicicleta descontrolada

que ahora cruzaba la calle Al otro lado veniacutea

Mia a toda velocidad telefoneando a su

asistente avisando que llegariacutea un poco maacutes

tarde de lo normal Cuando Ernesto grito

ldquoiexclCuidadordquo era demasiado tarde

Tal vez si Ernesto no se hubiera levantado

a las nueve de la mantildeana como nunca lo

haciacutea no habriacutea muerto O si la ventisca no

hubiera tirado el chorro de agua de la maceta

que colgaba el escritor fracasado no hubiera

tenido que detenerse un momento a sacudir

su chaqueta para leer la barda que le gustaba

y si hubiera notado a quieacuten lo golpeoacute al pasar

se habriacutea enamorado en vez de suicidarse

esa tarde en su piso con una sobredosis de

cocaina y si la hermosa extranjera hubiera

sabido pronunciar ldquotaxirdquo no tendriacutea que

haber corrido a gran velocidad para llegar

a tiempo a la agencia habriacutea audicionado y

regresado a su paiacutes para volverse anoreacutexica

e ir dentro de tres meses a otra audicioacuten

Entonces Joaquiacuten no se habriacutea distraiacutedo al

verla correr desesperada por lo que no

hubiera tenido que frenar en seco para no

chocar con Mia que de no haberse detenido

a gritar maldiciones no habriacutea tenido que

desviar su automoacutevil ni tendriacutea que haber

metido el freno de vez en cuando hubiera

llegado a tiempo a dar su clase de danza y no

se habriacutea topado con el semaacuteforo en rojo por

el que cruzaron Tomaacutes y su duentildeo Y quizaacute

si el nintildeo hubiera agarrado fuerte la correa

Tomaacutes no habriacutea escapado ni se habriacutea

escondido en los arbustos de la calle que

cruzaba Ernesto en ese momento Y si Mia

no hubiera telefoneado a su asistente habriacutea

frenado a tiempo para salvar a Ernesto

O tal vez si Ernesto hubiera visto al

nintildeo a tiempo no habriacutea perdido el control

de la bicicleta y habriacutea esperado para cruzar

la calle Las flores de Gina habriacutean llegado a

tiempo y ella las habriacutea aspirado

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su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

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su aroma escondida de Martiacuten como

siempre Y Gina habriacutea valorado los gestos

de Ernesto y habriacutea llorado un poco de

nostalgia y sus laacutegrimas seriacutean limpiadas

con besos de Ernesto y habriacutea entendido

que eacutel era para ella O tal vez si eacutel no hubiera

ido a comprarle flores no habriacutea muerto

Ernesto fue rodeado por una multitud

de gente Su cuerpo inerte yaciacutea a un metro

de distancia de su vieja bicicleta Mia bajoacute

del auto y pidioacute ayuda mientras el nintildeo le

tapaba los ojos a Tomaacutes

Alguien se acercoacute a ver la bicicleta

Sucia aplastada y con la canastilla rota

manteniacutea las flores encima desarregladas y

por todas partes Era como si quisiera cumplir

su uacuteltima misioacuten antes de despedazarse

por completo Gina gimioacute al reconocer los

zapatos de Ernesto su cuerpo y finalmente

su rostro Y eran las diez cuando Ernesto

murioacute C

Eva Rivera (Ciudad de Meacutexico 1991) estudia en la Facultad de Psicologiacutea de la

UNAM es madre y padre de tiempo completo Escribe para tener algo que contar a sus

nietos en Faacutebrica de mentiras piadosas Crecioacute escuchando a los Beatles por eso cree que

todo lo que necesitas es amor

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