hacia el partido politico mediatico

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Trabajo realizado por el Dr. Jorge O. Bercholc.-Catedra: Medios de Comunicación, Opinión Pública y Democracia. UBA, Facultad de Derecho, Argentina.

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  • Hacia el partido poltico meditico? Las elecciones en la CABAJorge O. Bercholc (UBA)Diego Bercholc (UBA)

    El contundente triunfo de Mauricio Macri en la primera vuelta de la eleccin a jefe de

    gobierno de la CABA, con alrededor del 47% de los votos, muestra un resultado

    notable que lo consolida como lder poltico opositor, y equiparable a los alcanzados

    por grandes lderes polticos del pas a nivel nacional, considerando que, aunque se

    trata de una eleccin local, las caractersticas de la CABA y de su electorado siempre

    han resultado muy voltiles.

    Paralelamente se observa la consolidacin de una particular fuerza poltica con una

    particular forma de hacer poltica. En efecto, PRO, tanto desde su estructura partidaria

    como desde su discurso y su forma de construccin poltica, posee ciertas

    caractersticas que lo distinguen de los partidos tradicionales y de las tradicionales

    formas de hacer poltica, y que lo erigen como nuevo paradigma representativo de la

    tendencia a la mutacin de los partidos en la era de la poltica meditica.

    El politlogo alemn Otto Kirchheimer acu el concepto de catch all party o partido

    atrapatodo, para referirse a un nuevo tipo de partido poltico que no se dirige a una

    clase social determinada, sino que pretende llegar a la mayor cantidad de personas

    posibles, an pertenecientes a distintos estratos o clases sociales, conformando as un

    auditorio heterogneo y masivo, pretendiendo a su vez satisfacer la mayor cantidad

    posible de demandas y la solucin de los ms diversos problemas.

    Con al auge de la nueva poltica meditica o videopoltica (Sartori, 1998), cuyo

    principal escenario son los medios de comunicacin (en particular, los audiovisuales)

    que poseen, en virtud de la avasallante tecnologa disponible, su propia y novedosa

    sintaxis comunicacional, surge un nuevo paradigma de partido poltico, adaptado

    necesariamente a las caractersticas semiolgicas de los medios audiovisuales. El

    imperio de la imagen y su racionalidad mosaical que soslaya los contenidos; la alta

    fragmentacin propia del espectculo televisivo; la lgica del formato videoclptico; la

    sintaxis indiciaria de los signos audiovisuales; la internalizacin mecnica,

    desconceptualizada y descontextualizada por los receptores de los mensajes

    recibidos; son algunas de las reglas intrnsecas de la tecnologa disponible en los

    medios audiovisuales.

    Si el partido de masas era una organizacin burocrtica y piramidal con una base

    social homognea fundada en un mensaje claro e impregnado de compromiso poltico

    e ideolgico en torno a un proyecto, el nuevo partido meditico o de imagen

    (derivacin o versin aggiornada del atrapatodo) se construye y organiza alrededor del

  • liderazgo de una figura poltica personalizada y con buena imagen meditica, posee un

    electorado heterogneo y voltil y se preocupa por cooptar la mayor cantidad de

    sectores polticos y sociales posibles, en torno a un mensaje poco comprometido,

    desideologizado y ambiguo. Lejos del compromiso alrededor de un proyecto poltico-

    ideolgico, las decisiones suelen tomarse en base a los resultados del marketing

    poltico: los sondeos de opinin pblica y de imagen de los candidatos. Cules son

    las caractersticas ms distintivas que diferencian al partido meditico de sus

    antecesores, sometido a las nuevas reglas impuestas por el formato comunicacional

    de los medios audiovisuales?

    1) El partido meditico es intrprete de la centralidad comunicativa de la actividad

    poltica. La organizacin de dirigentes profesionales con escasa estructura y militancia

    tiene como funcin esencial en su misin electoralista, comunicar a travs de los

    medios a la mayor cantidad de personas, lo ms rpido posible adquiriendo esta

    funcin un carcter central en la actividad de estas organizaciones.

    El partido meditico es un nuevo medio de comunicacin poltica que articula su

    matiz representantivo-electoralista-decisional, con las formas mediatizadas de la

    comunicacin masiva y audiovisual y su carcter espectacular. Acta como un

    verdadero subsistema que intercambia informacin constantemente con los medios

    masivos, la sociedad y las instituciones estatales. Como tal queda sometido a las

    caractersticas de espectculo que imponen los medios y a producir un tipo de

    mensaje destinado al consumo del ciudadano-elector.

    2) El partido meditico establece sus ejes discursivos de campaa, de accin o de

    oposicin (segn el rol que le corresponda desempear) en base a la determinacin

    de la agenda poltica (agenda setting) que establecen los sondeos de opinin y

    encuestas para descubrir orientaciones y preocupaciones de los ciudadanos.

    3) Las tcnicas y estrategias del partido meditico son supervisadas por expertos en

    imagen y comunicacin para establecer lneas congruentes entre la emisin, los

    objetivos y las tendencias evidenciadas por los sondeos. Adems se deben ocupar de

    la preparacin de las performances televisivas y pblicas.

    4) Las caractersticas electoralistas heredadas de los partidos atrapatodo se canalizan

    en los objetivos de imposicin de un candidato y de temas a travs de tcnicas

    videoclpticas. Un videoclip es un relato con una mezcla de brevedad con rapidez. Las

    emisiones (tanto imgenes como discursos) son cortas, altamente fragmentadas,

    pueden contar historias en sentido tradicional o mediante la superposicin y mezcla de

    imgenes articuladas artificialmente, sin una secuencia lgica o cronolgica. Se trata

    de una narracin acelerada, hiperveloz, pero no en cmara rpida, sino en otro tiempo,

  • un tiempo que desafa los cnones tradicionales de la percepcin, de la lectura, de la

    recepcin.

    El videoclip produce una lectura sin interpretacin, se trata de una lectura que anula la

    distancia crtica, que no se deja anclar en la reflexin y, por lo tanto que no permite la

    interpretacin, tan slo deja ver, es pura visin. (Bercholc 2003)

    5) Su virtud inicial de gil y dinmica organizacin de comunicacin meditica, con

    escaso aparato y estructura burocrtica, evitando as (al menos publicitariamente

    visto) los vicios clsicos de los partidos tradicionales ante la ciudadana-espectadora,

    se transforma en un dficit organizativo serio a la hora de la aproximacin al poder.

    Para suplir la carencia de cuadros suficientes y de programa de gobierno deben

    recurrir a ciertas agencias no gubernamentales que los proveen de estructuras que

    sirven como usina de ideas y de toma de decisiones.

    6) La toma de decisiones cupular (escasa militancia, aparato y estructura burocrtica

    ya mencionadas) permite por su centralizacin en la toma de decisiones una mayor

    agilidad y flexibilidad. Por ello son permeables y dinmicos para reclutar figuras

    independientes o que provengan de fuera del mundo de la poltica (outsiders), en tanto

    y en cuanto especialmente- respondan a la necesidad competitiva electoral de

    traccionar votos y midan adecuadamente en los sondeos y encuestas.

    7) Las caractersticas del partido atrapatodo tienden a profundizarse y arraigarse en el

    partido meditico, a partir de la necesidad imperiosa de una cada vez mayor

    desideologizacin ante la masividad y alcance superlativo que hoy adquieren los

    medios audiovisuales. Por ello el sometimiento a las reglas de la informacin y el

    entretenimiento (infoteinment), que imponen a los polticos prestarse incluso al ridculo

    con tal de aparecer en los medios.

    El partido de Macri, PRO, es representativo de muchas de las caractersticas

    mencionadas: i) se trata de un partido carente de una estructura burocrtica a nivel

    nacional, dato que ha complicado hasta el momento las aspiraciones presidencialistas

    de su lder; ii) posee un discurso claramente desideologizado y ambiguo en trminos

    de identificacin de colectivos sociales, cuyo interlocutor es una categora

    homogeneizadora, individualizadora y despojada de identidad poltica (el vecino o la

    gente, en lugar del pueblo o los trabajadores) y uno de cuyos principales

    argumentos es la superacin de la vieja poltica, tachada y estigmatizada como

    confrontativa, polarizadora, poco tendiente al dilogo, soberbia y prepotente; iii) el

    discurso del lder de PRO, lejos de la defensa de un proyecto ideolgicamente

    consistente, tiene como principal premisa (basada en estrategias de marketing poltico)

    la utilizacin del lenguaje ms sencillo y ambiguo posible (el lenguaje comn, el que

  • utiliza la gente) bajo la intencin de no ahuyentar a nadie con lo que se dice y, por el

    contrario, sumar la mayor cantidad posible de adeptos indecisos o indiferentes.

    Lejos del inters por la poltica entendida como discusin de ideologas y proyectos

    contrapuestos, entre las razones que explican el voto macrista, se destacan los

    motivos pragmticos, focalizados en la capacidad de gestin, las medidas de gobierno

    concretas y palpables realizadas durante su mandato (en especial en materia de

    transporte y obra pblica), ciertas virtudes personales (la honestidad, capacidad o

    confianza que despierta el candidato) y la oposicin expresa al gobierno nacional. Los

    votantes de Macri optan por l con argumentos del tipo: es el menos malo o la nica

    opcin, hizo cosas, o tuvo una buena gestin, segn los datos que surgen de una

    encuesta boca de urna realizada por el CEdOP de la Facultad de Ciencias Sociales

    de la UBA.1

    Adems, segn datos de la encuesta citada supra, los votantes de Macri son los

    menos interesados en la poltica (casi 20 puntos porcentuales de diferencia respecto a

    los electores de Daniel Filmus y Fernando Pino Solanas) y quienes se consideran

    menos informados, en trminos generales (al respecto, ver los cuadros y grficos

    incluidos al final).

    El electorado de PRO, por otro lado, es heterogneo en trminos de su base social: un

    dato que refleja lo dicho es que, a pesar de los fuertes contrastes socioeconmicos y

    culturales entre el norte, el sur y el oeste de la Ciudad, el partido de Macri triunf en

    todas las comunas.

    Las caractersticas enunciadas del tipo terico ideal, partido poltico meditico,

    encajan con satisfactorio nivel explicativo en lo observable del PRO y, en general, en

    todas las nuevas, y muchas de ellas efmeras, formaciones polticas aparecidas en los

    ltimos aos en el pas. Pensamos en: Frepaso, ARI, Coalicin Cvica, De Narvez y

    los distintos sellos partidarios que ha utilizado y utiliza, entre otros ejemplos posibles.

    Cmo impactan estas tendencias en los partidos polticos tradicionales como el PJ y

    la UCR? Para ese anlisis hara falta introducir otras dos variables explicativas, las

    prcticas clientelsticas y los aparatos partidarios. Respecto al clientelismo, nada

    indica que el formato del partido poltico meditico sea incompatible con esas

    prcticas, de hecho se las ha mencionado como practicadas por el PRO en las

    comunas del sur de la CABA en vistas a la eleccin del 10 de Julio. Los aparatos

    partidarios s resultan estructuras de las que carecen los partidos mediticos. Pero

    tambin parece que ellas se hallan sumamente debilitadas en los partidos

    tradicionales de masas. Las idas y vueltas del kirchnerismo con los aparatos sindicales

    1 Extrado de Pgina 12, edicin del 11 de julio de 2011: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-172000-2011-07-11.html.

  • ante la falta de estructura partidaria que le d soporte parecen corroborar esa

    hiptesis. Fuera de esas dos variables, los partidos tradicionales, como el PJ y la

    UCR, comparten muchas de las caractersticas del partido meditico, en una difcil

    relacin dialctica con su gentica tradicional.

    Entre las posibles explicaciones de la conducta mayoritaria de la ciudadana de la

    Ciudad expresada el domingo 10 de Julio de 2011, es importante destacar las

    conocidas particularidades de la Ciudad de Buenos Aires respecto al resto del pas. La

    CABA se ha caracterizado histricamente por poseer los indicadores ms altos en

    materia de nivel socioeconmico, salud (Torrado 2007) y educacin (segn datos de la

    Encuesta Anual de Hogares de 2009, el 70% de los habitantes de la CABA tena en

    ese momento, como mnimo, el secundario completo, mientras que poco ms del 30%

    posea estudios superiores universitarios o terciarios completos, porcentajes muy

    superiores al promedio general del pas) y los indicadores ms modernos,

    desarrollados o de primer mundo respecto al comportamiento demogrfico de su

    poblacin, sobre todo en materia de fecundidad y nupcialidad (Torrado 2007).

    Paralelamente y en parte como correlato de lo dicho, la ciudadana de la CABA se ha

    caracterizado por poseer un comportamiento poltico diferente al del resto del pas. En

    este sentido, no sorprende que sus habitantes estn en la vanguardia mundial en lo

    que a la conducta poltica se refiere, y se aproximen ms a las tendencias estudiadas

    por los analistas polticos hacia la desideologizacin de la poltica y el surgimiento y

    consolidacin de los partidos mediticos.

    Dados los conocidos procesos mundiales de difusin y derrame casi inexorable de la

    educacin y de la modernizacin de los comportamientos (Torrado 2007) y, en otro

    plano, los procesos de extensin y colonizacin progresiva de nuestra cotidianeidad

    por parte de los medios de comunicacin audiovisuales (Castells, 1997), que tambin

    parecen alcanzar a nuestro pas, cabe preguntarse si la CABA no es una fiel

    prospectiva del horizonte al que tiende la poltica y el comportamiento poltico de la

    ciudadana argentina en general.

  • Cunto dira que en general a usted le importa la poltica?

    Mucho25%

    Bastante41%

    Poco28%

    Nada6%

    Inters por la poltica segn voto a principales candidatos (en porcentaje).

    Fuente: Centro de Estudios de Opinin Pblica (CEdOP), Facultad de Ciencias

    Sociales, UBA. Encuesta boca de urna

    de 820 casos. Extrado de Pgina 12,

    edicin del 11 de julio de 2011:

    http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-172000-2011-07-11.html.

    Mauricio Macri

    Daniel Filmus

    Pino Solanas

    Mucho 17,9 37 35,3Bastante 36,9 35,6 47,1Poco 32,1 19,2 14,7Nada 9,5 6,8 2,9Ns / Nc 3,6 1,4 Total 100 100 100

  • Usted se considera una persona:

    Muy informada

    14%

    Bastante informada

    65%

    Poco informada

    17%

    Nada informada

    4%

    Autopercepcin del grado de informacin segn voto a principales candidatos (en porcentaje).

    Fuente: Centro de Estudios de Opinin Pblica

    (CEdOP), Facultad de

    Ciencias Sociales, UBA.

    Encuesta boca de urna de

    820 casos. Extrado de Pgina 12, edicin del 11 de julio de 2011:

    http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-172000-2011-07-11.html.

    BIBLIOGRAFABERCHOLC, J. O. (2003) Temas de Teora del Estado. Buenos Aires: La Ley.

    CASTELLS, M. (1997) La era de la informacin, Madrid: Alianza.

    Mauricio Macri

    Daniel Filmus

    Pino Solanas

    Muy informada 16,5 23 26,5Bastante informada 58,8 55,4 64,7Poco informada 22,4 20,3 2,9Nada informada 1,4 5,9Ns / Nc 2,5 Total 100 100 100

  • KIRCHHEIMER, O. (1989) El camino haca el partido de todo el mundo, en Teora y

    sociologa crticas de los partidos polticos, Lenk y Neumann, Barcelona: Anagrama.

    SARTORI, G. (1998) Homo Videns. La sociedad teledirigida. Buenos Aires: Taurus.

    TORRADO, S. (2007) Poblacin y bienestar en Argentina del Primero al Segundo

    Centenario. Una historia social del Siglo XX. Tomos I y II. Buenos Aires: EDHASA.