hannah arend - una biografia - 3ra parte capitulo 7- encontrarse en casa en el mundo

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  • TnncrRA PARrE

    rg51 1e65

    ,,,.;,;&*..r

  • f.t I r)rundo y [,rs pers,rn,rs que lo hbitn l)o soll ]a misma cosa. El>,1 escril:i l{annah Arendt,l-/con plena couciencia rle que desde los ticnriros de Goethe no sehaba tomado en cuenta este .
  • rc&+idat:

    tl42) IIANNAI{ AtiTlNDl'

    clos de la tradicin, tcsoros en gran redida ignorados enla praxis y castcompletamente olvidados en la teora. Arenclt practic, aunqrie de forrnamenos polrnica, 1o >.

    Hannah Arendt sc orient hacia rna crtica gcnrrinamcnrc radica] rni-caJnente cuando fue capaz de percatarse cle la existencia del polo opuestode la negacin, es decir, icamente cuando cl nrundo, que no la teora, ledesvel elementcs positivos. La revolucin hngara de 19561e proporcio-nti la esperanza cle que el tesoro perdido de la tradicirn rcvolucionaliaeuropea podra ser recuperado para el futuro. En La concLicin htnnana,l{annah Arendt escribi sobre la accin; paraTa segunda eciicin de lcrr.trgene s clel totalitarismo, prepar un cplogo soLrre el sistema de Consejos;y proyect str obr Sobrc la rtt,olucijn.

    .'\r-crr,1l it,i!ii,ir'i , ic i-rtrslL.il:i tcr-:;rirt.r, rrIili,inri ci!]Lrlf ilL()s ;L)-tit.ivus pzLiitcondLrr:ir su crti:a lacli,,'1. ]lcro la iil>r'a ni.s ntir de 1a actitud rlc Areridrhaci cl rnundo no st: activara de nuevo hasta que enconff una mcdida dcreconciliacin. Arendt se sometiri a kr que el1a llanrara una , una recupcraqin tras la gucrra y ei intento clc solucin finab> alproblema juclo. La seal pblica de esta cura fue su tlatalniento del malradical enEichmann en Jerusaln, pero la cura personal haba precedido a]a crtica intelectual. Cunclo su matlimonio se consolid cn una nuevr es-tabilidad y la opresin de su infancia

    -su faita de confianza- se mitig,

    cuando finalmente se sinti en casa, Hanllah Arendt quiso escribir sobresrt anzor mundi, su amor al mundo.

    cl n'r ii*;

    Die Miihen cler Gebirge liegcn hinter unsVor uns liegen clie Miihen der Tlbenen.

    [Las dificultades de ]as montaas han quedado atrs,delante nos aguardan las dificultades de los llanos.l

    BRECIIT, \X/ahrnehmun g 119 49)

    La uoNanqua ourEn la primaveru de 1952 Hannah Aendt encontr Pars rnaravilloso,

    crlido y colr un arbolado verde por todas prrtes>>. La ciudacl est msbella que nunca>>, escribi a Bliicher, provocando en i un gran nostalgiahacia el primer hogar clue ambos colnpxrtierolr. [Jn primet ntinistio no-tablernente elicaz, Antoine Pinay, estaba empezando a poner orden eco-nmico en la Cuarta Reprblica, y se :rtlverta un visible selrtirniento cle se-gtrliclatl. Los ftlanceses son felices ...ic nucvo, cotnpletanrcnLe distit-ltos ahace dos aos>>.r La ciudacl y su gente aiigeraron en gran parte cl negropresagio dc Arendt sobrc la Ve ltlugc,la situacin mundial quc e1[r1 habavivicl,r rlurntc cI ao qrrc sigur a la ;r.rblicarin de Lrr.i r:,r{nc.r 1,'i .-tttlilttrisnto, es clccir, cl ao nrs duro de la -;uerra de Corea. I-a olrc.rtiuri-rlad rlc visitar antigr.ros arnigos le quit cle encima grrn irrtti rL: la::t:tt:-za qtrc haba senti{:lo desde el terrible verallo cle 195 1, con srr visita a I'Jeu,

    1.,\rurdL aIlliichcr, i1 cle abril dc 1952, Lrbrary ol(.orrgrc:rs.

    1I

    E r l', t '{,ti' :; {7 li cti s' i c't(le 51-19 61)

  • 1344) (1951 1965)

    F{aven, para ayudar a poner en orden el legado literario indito de.FIer-tnann Brocl-

    Arendt era como una criatura que despierta tras un largo perodo dehibernacin. Despertaron sus sentidos, mi atentamente a s. l,a rnrr.jer irrplicri.jrr pcrrnatrccr cn ]as virlas rle ios Blrichcr y en elcrculo dc su tibu>>,-1c cnrirados, en cl quc sc erlcontraban otros nratri-rnonios quc l-raban supcraclo relacioncs extrarnatrimonialcs. El tiro dclealtacles clue unieron zr estos mjembros ,le 1a ibu rlurantr aos cle cxi-lio y dificultades era ms lircrte que las convenciol.rcs rnatrirrroniales y iaconcepcin tradicional de ficlelidad.

    Los Bliicher hablaron ile los celos en sus cartas, deplorando que otrosIos sintieran y esperando velsc siempre libres de los mismos. .Blcher apro-baba e incluso alentaba la relacin de su esposa con Martin IJeideggcr, Jamujer del cual estaba ahora, en 19)2, incluso ms celosa de HannahArendt que en 1949. Blcher tranquiliz a su esposa: Djales tener todoslos celos, que aqu en casa te espera tu esposo nada celoso que, en iugar deeso, realmente te ama a su manera)>. , le replic ella, .4

    T,ts Bliictre l nunc lc lrrcscnlaron a1 mun.lo lLna rlcclal'acin .ic 1o que, pero Heinrich B1cher, en un poema sinfirma y escrito er-r irrels, lc ofreci a su mrr.jer una jocosa rlcscripci

  • Mli;:i'.''fi.r:*:" .

    u 461 ( 19i 1 -rL)65 )Ahora, aqu y ahora,Cuando t y yo somos nosotros,Siendr tan rna que sers yo,Y yo t1n tLryo que se tr, debo ser t.Obsen'a pues, ahora y aclu, vvo ]/ ver(ldero,El milagro (nuestro milagro!) dc 1 y Ella.T ms Yo qrie yo,Yo ms'I qr-re tr,As yo rns Yo que yo,y t ms'I' clue t.

    Movimicnto pcrpetuo, Nosotros.jili tou: ,r i ,:trl ni,-1,,1.r\s nos ayudan lillos; eso r,.ls d 1.

    fulientras Flannah Arendt estaba en IJrrropa en 1972, uno de los eilosse hallaba escrilienclo un rerrato de 1a paleja Bliicher'. Plcturcs /i'ont an In\.titution de Randall Jarreil, publicado en 1 954, presentaba a los Bliicher taly como Jamell los haba conocido en muchos fines rle semana de poesaamericana. Espero que diris al mundo, les escriba peritlicamente asus anfitriones,

  • 348) (195t 1965)

    refritos, o historias dos veces contadas: los arrigos estn ellos misnos to-dava tranquilos, con garantas de tranquilidad, y uno se marcha 1 su casams bueno, algo ms calmado, con los prir-rcipios bsicos de su .,,ida res-taurados. Las visitas a los Rosenbaum no eran as.>>

    Algo en lo que ios que conocan a la rnonarqua dual podran estar deacuerdo, era que hacerles una visita no ayudaba precisamente a restablecerios principios bsicos de la vida, Cuestionaban, disctan, pensaban en vozalta los pensamientos de ambos. En sus memorias, i'leut Yc;rlelew,Alfred Ka-zin recordaba su asombro anre su ..gran excitacin conyugal por algn des-cubrimiento filosfico hasta aqut:l momento insospechado. Ilannah se en-feftb,r a lfcinrich 1, amlos mantcnan el seminari,r ms irlrrt-.iona). En palabras de Blcher: Decidimos notener hii()s en una poca como la presente. El hecho nos entristece) pero scclebe valorar 1a responsabilidad hacia los que pueden ser vctimas inocen-tes>>.1r Cuando Arendt concluy Los orgenes del totalitarist?zo tera 4J aos,Blcher'50 y aquel ao,1949,lue el primero en quc pudieror.r considerar1a posibiliLl,r.l clc eb,lorrar Lrs pecltreos crrrrtos rle la callc 9) (Jr:ste.larnbin pue,-ir:rr halrr:r itrLcr:r,.-tritlrr r:n srr ciccisitin Llc rio t.e ne | ,-i,:sceld,.:ir.cia consideraciorres de otra ndolc. Blchcr tcma qrrc ia cnt-ermedad nren-tl de srr ma

  • t]501 (195r 1965) ENCON'|RARSE EMASA ilN lit, lvlUNDO (19i1 1961) 3511nocidas con anterioridad a e1los; en este heterogneo grupo estaban Abra-ham, Je ss, Zarathustra, Bucla, Lao-tse, Ilomero, IJerciito y Scrates, los
  • 352)

    diantes Ie rodeaban, hablando y discutiendo mientras ei Maestro les con-ceda ia gracia de sus aforismos y sus historias. A su alrededor se form unculto y sus estudiantes imitaban su fuerte acento berlins y su afectacin ohacan circular sus ms memorables rplicas a su suficiencia.

  • E*ffiWl&1*;;ii#8&k,+q.,. .

    354)

    cepcin" del campo educativo se sintieron excepciones clcl pueblo judo ytambin seres humanos excepcionales ("personalidades nicas") y comotales fueron reconocidos por ia sociedad.>>'8 En Los orgenes lel totalitaris-mo Arendt puso de relieve que paa aquellos que aceptaron el de>,('tmntotL.tc;1,20(lcrnarzoclclg),1,p.599.

  • (te5t 1965)l)561Arendt public The Ex-Communisrs>> en marzo de 1953 y esta fecha

    nos da la medida de su coraje. El ministlo de Justicia de la democracia enla que ella estaba viviendo haba hecho un discurso tres das antes, en elque anunci que diez mil ciudadanos estaban siendo investigados, conel fin de retirarles la ciudadana, y doce mil extranjeros se hallaban en vasde deportacin, por . Solamente unas cuantas organizacio-nes, como el American Committee for the Protection of the Foreign Born,que en aquella poca estaba bajo investigacin por el Subversive ActivitiesControl Board, se pronunci abiertamente contfa el ruinoso ef-ecto que so-bre los emigrantes tendra la campaa para

  • 1,"-tiui;lri!td.,:.r*'.':i&*l:v:...,,,.. -.; i''.- ;;':-,i!:r :-;,;!

    .]58) (t951 196r)

    uno pone dcmsado acento en el uico elcnenfo que tiene trs de s utla tra-dicin respctablc y cuya discusin cttica rcquicre una crtica de algunos rle 1osprincipios bscos de la filosofa poltica occidental: e1 rnaxistn>, no conectados colrlas grandes tradiciones polticas y filosficas

  • &eililffi:!*:-.,k^!r :::,. s, .r:

    []601 (1951 1965)voluciones cie Ios siglos xvltl y Xl.x como,lesprrs de las nistnas. Se cotr-virti en 7a uita actiua.

    La condci(n bumana, un tratado sobre las actividadcs humanas de ffa-bajo, produccin y accirn, fue el libro que con el ticmpo sursirr de estalnea de pensamiento. Pero de lnomento, Hant.rah Arertdt no abord esta ta-rea. Continu trabajando en ei proyecto de libro sobre el marxismo. Cuan-do ie clio cuenta a la (}.rggenheim Foundation de la marcha de su trabaio,haba concluido cuatro captu1os.

    Por 1os captulos que ics remto rrern que pritnero erplico las especi,rlcsclilti,:ultacJes de c,,mpr,'n,lcr qrr ha 1t'ati,r consigo cl sttrlirrricnto dc los sistetrLlis irti,Llii.:rinl:. l-,lr:;r1,.,'rlti 1, ',,-:t iiri ii.\alirr'ri l,:', lit,;ii,,t,: ri,: irr (lrrrrt'li.rliirlr'ctn el fin clc cilcolrtt:ar ci tromcnto rtct:iso ctr cl tlue sc r'otnpiit. i\'hlcslro esl(lcn utr primet nlisis cle Marx cn e1 segun,kr captrrlc,. Pata prcscutar cottcrctamcnte lo que en rcalidacl distingui las fortnrs totalitarias de gobierno dc to-tls las demhs que ba,11115 conocido en el transcurstt , que con e1 tiemro fue aa-dido a los orgenes del tota/itarismo, como eplogo.23

    I{aba proyectado otros dos captulos para Ia Primera parte del librosobre el marxsmo y despus 1os seis estuan seguidos por e1 , que Arendt proyectaba preParar para el seminarioChristian Crauss en la {Jniversidad de Princeton para el otoo de 195J.Los dos captuios restantes eran. probabicmcnte, IIistory and Immorta-lity, publicado varios aos ms talde en laPartisan Reuicw (19)7) y TheMorlern Concept of llistoty, apareciclo cnllt Reuictu ol Politicr (1958).Sin embargo, el rabajo de Arenclt en cstos captulos de tcora de la histo-ria, qLrecl aplazado. No pucliendo prepatar su pt'tt,vcctaclo Anlisis espe'

    28. L)c esos curtro cartr11o:;, sltr qLrr:,1

  • &i&;*li*:ddiri*.,.. n. i..i,!6;... -;,..

    3621 (11)51-1965)

    ms de una ocasin de ia cohesin interna necesaria. Cuando Arendt tra-l:ajaba en sus ensayos ban surgiendo marcos, y e1 marco respectivo era iaestructura de 1o que despus se convertia en libro. Con pocas cxcepcio-nes, la estructura era un trptico: trabajo, labor y accin; lo privado, 1o so-cial, 1o poltico; el pensar, la voluntad y el juicio; y todo ello, variaciones delas categoras temporales de pasado, presente y futuro. El pequeo estu-dio sobre Marx>>, por el cual Arendt recibi tanlarga conclena de crcei,fue concebido de una manera que no era la llabitual de la autora: tena queempezar con un anlisis conceptual y despus emprender la direccin deun anlisis histr'ico en dos partes. A medida que Arenclt se sumerga en latarea, su plan se Ie revelaba restrictivo, porque ei anlsis histrico y el an-lisis conceptual no 1ro,lan ser comp;rrtimentx.los dc nrttne rr [an llt ir];t.Los libros csr:ritr-,s crr ja 1rr:isin de ios ,,os I9)0, est.rrLrrLrr conslruitioli iit'una tnanera mucho ms -rtrncada: ca.1a coflcepto entratra en la estrtlctrl-ra de su anlisis histrico, y todos los conceptos que Arendt abord fue rorisituados dentro de 1os ms extcnsos marcos de refcrencia de su nacimien-to histrico y de su significado pasado, clc sus significa,los presetltes, y >. Despus de muchos esfuerzos fractt-iados, finalmente encontr una pequea editorial en Frankfurt, que teniaun nombre reconfortantemente internacional, 1a Europiiische Verlagsanstalt. Su libro, traducido por ella misma, apareci tres aos ms tarde, enL9fi, algo ampliado y nraraviilosamente corrpiemetado coll un preltaciode Kari |aspeis. Arcndt fracas rottrndalllcnte eu lrrancia, a pesal: Jc lt-'serfr"rros ,le mu.hos amigos y couocidos bicn situ,rtlos. Ll terccr' Irrrte (leOrgcttcs, bajo ei rtr-rlo de La s1'ttitttc tolttltdir(,ltut 1'Lrblcrrtlr 'or ll':1r-

    10. l,a seric en tres prrtcs. apercci cn Ctt'tt,tttuul(,1)/'2),24' 21(septienbre, cle 1951).

    l:lN(lONl'ltAltSE EN CASA EN El. MLrNr)O (1951-1961 3l. )tions

  • 'ffi*$&*s &lirs*.:i.i*,,.,",,.,.

    l3(>1) (195t 1965)

    tamente distintas en la escena poltica; en el campo de la ccin, toclo se haceenteramente at'biario nrientrs llrorreta un cambio revolucionario.r2

    Lo qr-re Arendt continu estimando incluso en la obra cle aquellos porios que no senta simpata, como por cjernplo Sartrc, fue la ater-rcin que losintelectuales franceses le prestaban a la accin, a la rebelin y a la rcvolu-cin, una atencin que era colno una bofeta,-la a > como conferencia, la perturb especialmente:

    Par'a rn ;ersonalnente ue un xito, pero una encuentra lrqu rrn nmerointnt'rrso cle coss cluc rr.rinrcnte te rlcjan llcna clc maios pensirnrientos. Des-

    -,-

    11.1).)6.

    ,,,..S#,...

  • reffi&iden,*uij*;,:."l.}"i . ;

    3661 ,1951 196J)

    pus de la conferencia, fui a una charla con los estudiantes, que organizeronellos mismos (la facuitad, naturalmente, me mira con desconfianza). El niveldel debate fue bueno, pero slo acudi la meior gente, quizs alrededor deveinticinco individuos de toda una facultad. Hay sectas por todas partes. Cadauno se orienta hacia algrn tipo de pseudo-organizacin poltica, donde noser mucha la filosofa que aprendan. En estas circunstancias, Karl Lu'ith esrealmente bueno, porque sabe mucho y es c^paz de tansmitir con claridad Ioqrre sabe. En el otro lado de labarrera, hay gente como [el socilogo Alexan-derl Rstow, en conexin con [Do1fl Sternberger, que proclama (en oposicina m) que la metafsica es superflua>>. Este Rstow es imposible, como cual-quiera puede colegir en seguida de su libro. Imbecilidad.

    En Marburgo vi a Ilultrnann y a Krger; este ltimo se muestla muy pesi,mista respecto a la actual situacin poltica en Alemania; el primcro. sc mues-tritrcscntid(,i)er.r)jr)Ltyrln,rblcyc-rtroverlirlo,corrrrsirrrrrrr. l\lirrbulgor:sr.rintelectualmente muerta y s1o tienc la pseudointelectualiclad importacla

  • We&;;i;mii";;*"tu '*el*&tu! -,**. e.*:

    t3681 (1951 t965)

    palabras de Arendt, y alabat:a su intuicin de que la mejor esperanza deAlemania era la buena voluntad de los Estados Unidos, pero dcsconfiabade su moral obtusa y de su realpolitik.

    Cuando en 1966 Hannah Arendt volvi la mirada a la trayectoria deAdenauer, con ocasin de una resea de Memoirs 194t-195), obra de esrepolti,:o, rara r-1 Wu.rhlugion l);-r/, ,, ()tttfhcrcc, septicmbrc tle 1953, p. i0-5.

    -Aerclt a Hcnry Kissingcr, 1.{ clc rgosto dc 19)3, Library of(-longess.4). t\r:n,lt a.Jaspers, 1j Je mayo rlt 195J, N'lrrrl,ach..l(r. I larrrlr Arcnrlt, srr aportaciorr a r, -Pal'

    tdil la,t.,t.:i(o,l.:1>rcro rlr:1950, p. 111,,

    "-{$

  • h+.-*.d!''is*l*dr.e.{."

    1370) (195 1-19 6r)

    talitarismo, por un fanatismo que es completamente al'eno 1a esencia misma de la libertadr>.

    Estas cuidadosas y razonables afirmaciones pblicas eran muy dife-rentes de 7a alarma y la indignacin que Hannah Arendt expresaba en pri-vado sobre la ceciente amenaza del fantico anticomunismo cle JosephMcCarthy y de las vacilaciones de tantos intelectuales americanos. Cuan-do regres a Amrica de su viaje a Europa, a fines del veano de 1952,Arendt empez a buscar aliados que compartieran su nquietud y sus pun-tos de vista sobre Amrica y Europa.

    Arendt mantuvo varios encuentros con un pequeo llrupo, dirigidopor Arthur Schlesinger, Jr., Dwight Macdonald, Richard Rovere y MaryNfcCarthy, reunidos para discutirla posibilidad elanz,ar rna revista. Iistalcvista, qr-rc sc.Llanrarirt (',riltt:, eslelr cotrce[ri

  • $ ,"...".*-

    .l72) (195 1 -t9 65)

    Arendt asisti a muchos debates sobre el totalitarismo y clio conferen-cias en la New School y en la Rand School, ofreciendo resmenes de la sec-cin de su lbro referido a este tema. En marzo de 1953 tue a Roston, invi-tada por oto refugiado germanohablante, CarlJ. F'riedrich, para asistir auna conferencia sobre el totalitarismo paffocinada por la American Aca-demy of Arts and Sciences. El discurso inaugural iba a cargo de GeorgeKennan, que le puso el trulo de Totalitarismo y libertad. Sus equilibradasafirmaciones se hallaban reconfortantemente prximas a las opiniones deHannah Arendt: Tendemos ms y ms, dijo Kennar-r, >,Jeu:ishNeuslettert,+/8(21 rL.ir'frl (lu lq'iS): 2. (tlste rr.rl,rj,, cscrito en rie 1958 parr cl clcinro anivcrsaio,le l rruete,i,,

    :\r'rLr.,'\.,'r.,c,.r,r 1,,r.:,loenuni11.roki!i,r ,srrir.r1,.,r,\r,nJL"rJ,. l)-lUIJ, l,, .1rr.rr,,err,tc crrirr.)

  • 137 41 l95t 1965)

    otro ms peligroso. En L952 y 1953 cientos cle los llamados infiltrados rabes, gente desplazada que pretenda regresar a su antguo pas, fueror.r obien asesinados o capturados por los israeles. El resentin.iicnto rabe coi.i-tra el gobierno judo haba aumentado con la aprobacin de ia Ley de Na-cionalidad, en marzo de 1,952, una ley completamente similar en sus prin-cipios a la McCarran Act norteamericana; en la prctica, exciua de laciudadana israel a un90oA de ios rabes que vivan en Israel. E,n agostose produjeron varios ataques instigados por el Ministerio cle Dcfensa de Is-rael, incursiones de represalia contra los sentamientos rabes. Una deestas , sobre Kirbia, produjo cincuenta y dos muertos entre losrabes, provocando una resolrrcin cle censura de las Naciones Unidas. So-bre cste incidente en particular qucra Zrrke rman (llre cscrilicra IlannrrlrArcndt. l-1la pensaba que tarto ci sr:rriiurit:trto aI)tisovict;co e()lro i()s i,,1qLres contra los rabes indicaban qrre e1 gobierno de Ren (]rrr:ion hairi,rdado un paso en la direccin de la dictadura. Sin embargo, rehus comen-tar la situaci n en el Jeruish Neu-tslctter y se limit a enviar a Zukerman unanota >'5 Kurt Blumenfeld estaba en melanclico acuercio conla valoracin de Arendt, con respecto a la escasa presencia de -rn senti-miento religioso genuino en la poltica contempornea: Me parece que te-nemos impresiones seme'antes sobre la situacin mundial, le escribi a suamiga desde Jerusaln. El signifcado de los Diez lvlandamientos estmuy olvidado, en todas partes, en Europa y en Israel.>>'6

    La atencin de Hannah Arendt sigui concentrada en 1os aconteci-mientos de Oriente Medio y en los cambios en la poltica sovitica, aunquehasta 1956 no abandon su trabal'o terico para hablar una vez ms comouna experta en totalitarismo. Mantuvo su resolucin de no tcne r narla clltt:ver con Ia poltica juda, pero mientras trabajaba en los ensayos que inte-graran el libro Entre el pasado y el futuro y en las confelencias clLre sc con-vertiran luego en La condicin bumana, su obra Los orgenes del totahta-risruohabl por ella de dos maneras inesperadas.

    .

    Iin 19)l un hombe llamad,r Ceorge Agree asisti a las plimclas con-ferencias sobre Kunstphlosophie que dio Heinrich Blcher en la NervSchool. Agree asisti a algunas de las reuniones que segrran a las corrfc-rencias, junto con otros clos oyentes, Rose Feitelson (colrr'ctora clcl irrglsde Flannah Arendt) y Alfred Kazin. lll.r aquella poca, Agr ee tct.rnilrel--ir superodo cle rabajo cn la Amcrican Lergue fbr a Frce Prrlestine (AT,lrl'j),

    )J. Arencit a Zukernran, 1 de noviembrc de t9),1, I-i[rarv of(iorgrcss.56. Blumefelcl a Arenclt,26 de octubre clc 1951, lvfarlcir.

    F]N(]ON'IRARSI] I]N CASA I,]N F,1, I\'II]NDO I]951 I96]) llt r)

    que sc haba disuelto en I 948, con la creacin del Estado de Jsrael, e ini-ciaba su trabajo con el National Committee for an Effective Congress(,^JCtC). ,\,cnJt cstaba il LiiLiic de l cc,itc;ti;i dc Ccorgt .\sici coi-,1a American League for a Free Palestine, una de ias muchas formas quetom el lobby del Irgun en \X/ashington, pero no clej que los ecuerdosde la antigua batalla se interpusieran en e1 camino de la nueva.

    Maurice Rosenblatt, amigo de Agree del ALFP, haba funclado e1 Na-tional Comuittee for an Effectir,e Congress en 1948, con el fin de solicitarfondos para las campaas de candidatos valiosos al Congreso, fueran de-rncratas o republicanos. Despus de1,952 el criterio de vala era el cc,m-pr:omiso contra el senador McCarthy. En 19fi Ia organizacin estableciurr ('ent1o clc riistril:rcirn ',en el que se apoyaba mucho en 1a valoracin de Arendt sobre el tema de lactmdicin cle apr:ida. Iiste artculo fue citado por Earl larren, primer ma-gistrado de1 Tribunal Supremo, en su voto particular en un caso cle 1957 enrlue el alto tribunal se atuvo por mayora a la Ley de Expatriacin. Un aonrs tarde, en 1958, se produjo otro caso y en esta ocasin prevaleci el cri-terio de 7arren. La prdida de la nacionaliclad, deca la sentencia, era unalrornra cle castigo prohibida por ia octava cnmiencia. En una opinir'r mayo-ritaria de 19$, el magistrado del Tribunal Supremo, Arthur Goldberg, cit,.lirectarnente Los rsrgenes de,l tcttlitarlstzo. Se inrpuso el concerto dc que latlcportacirn por ehrdir el servici

  • t,l[. +,

    Llt 61 (t95 1- tL)65 )

    Arendt se mostr siempre rns optimista en cuanto a la capacidad c1elos tribunales para anticiparse a los acontccimientos protototalitarios queen cuanto a la voluntad de los partidos para hacer lo mismo. Fla-sta lr 11-cada de los 1960 no apoy activamente a candidatos polticos. Votabacomo independiente, 1u1lque en general a canclidatos clcmcrertas, sin en-tusiasmo alguno por los partidos. El perodo de McCarthy le clio una ima-gen quc aadir a su coleccin de la Alemania de los aos i,einte y de laFrancia de ios teinta, con respecto a cmo las burocr.acias de los partirlos,doctrinarias y protectoras de ntereses mezquinos, le ccrraban el paso a laaccin poiticayhacian odos sordos alavoz del pueblo. A diferencia demuciros tericos polticos ingleses y norteamericanos narivos, quc habanvivido clentro del bucn orrlcn relativo (lcl sisrella 1:iralti.i'

    Irn su plirner trabajo como profesora, Ilannah Aren,lt se quetl asorl-brada ante las fuertes impresiones que causaba a sus estudiantes, quienessc rrracilrban ell sus clases, convirticndo sr-rs sclninarios en actos con unccntenar de alumnos y sus clases en un

  • .1781 ( 1951..1 965 )

    presionada por la omnipresencia de lo que ella llarn despectivamenteculsilcra. Princeton le haba palcciclo indcscriptiblemcnte snob. Ber-keley era mejor, pero con todo, tJ. Arendt a Blche, 12 de febco dc' 19)5, l,ibrary of C,'ngrc.s(r.1. ALcnclt lJlilcher, clc l9 cle lch.:rc, rlc 195. Lilratv r,f (.ortgrcs-'.6i. Arenck r Jaspcrs, 5 .le 1ebcro clc 196), Nfrbach.

    ENCONTIIAttsti llN CASA E'i IlL MUNDO (195i-1e61) 3791nelmente no lo siente cn absoluto. Es fcil de entcnder cmo la gente sevuelve aqu espiritualmente tn fteschugge; tiene mucho quc vef con esteclima.6"

    Las reilexiones de Hannah Arendt sobre la vicla universitaia nortea-mericana estaban impregnadas cJe todo cl asonrbro tpico dc ios europeos,no acostumbrados al gigantismo y a la opulencia. Sr-r disgusto se voivi irri-tbilidad en 1a Hoover Institution, dtnde fue para estudiar las coleccionesrle archvo, irnportarrtes para su evisiiin de Los orgenes del totalitarisrno..>, le deca a todo aquel que estuviera dispuesto a escucharla.Durante el resto de su vda, Flannah Arendt se las compuso, por mcclio den.ruchas complejas negociaciones, para obtener diversos alreglos especia-ics, como ntmbramientos a tiempo parcial, o de profesol visitante. Por lomenos la mitad del ao estaba libre para dedicarse a su trabajo o paravia-jar por Europa.68 Las exigencias de la enseanza, de 1os colegas y de la vidasocial comunifaria, eran algo que ella no poda cumplir cmodamente:Tiencs toda la razn del mundo>>, le dijo a 81cher, quien nunca contem-pl la idea de trasladarse de Nueva York al Bard College en Annandale-on-Hudson, . Los pro-blemas de los otrcrs ern dcmasiatlo en s y contribuyeron al problema fun-damental de Hannah Arendt:

  • "'*d;*d';;F ".

    ll80l (1951 196r)

    esto no contibua demasiado a desvanecer su sensacin de aislrniento. EnBerkele Hannah Arendt se encontr siempre ein hisscben allein (un pocosola). Por su parte, Blcher erufeliz con su trabajo en el Bard. pero encon-traba montona la compaa de sus amigos intelectuales de l{ueva York

    -r-

    ninguna de sus amigas poda competir con el vigor intclectual de su esposa.Le escriba cartas ansiosas, impregnadas de sentimiento de soledad: .io Se volvi exageradamente inquieto leyendo los periclicos.Siempre, cuando ia historia universal amenazaba con una de sLrs tr:irrirre-Jas, tanto Arendt como Bliicher sentan la rnxima ncccsi,larl uno s hu,r;iu'rrs inlr)lltllr'()r1 h,itcl,,c iiirrcs. Alr:rr,lt lc cscl ilriria ll1chcr, en un estado .le gran exctacin: Fiualmente, tinahnente, tenaque verse cmo estn realmente las cosasl>>.71 (luando leyeron cn la prcn-sa qr-re los rebeldes, pasados unos das de las primeras manifestaciones ca-11cieras, haban organizado consejos revohrcionalios y obreros, ella y 81-cher se quedaron asombraclos; en efecto, por prinrera vez desde el Berlnposterior a la primera guerua mundial, el tserln de la juventud de Blcher,haban surgido consejos de la acciones y exigencias espontneas del pue-blo>r. Una semana ms tarde, cuando la tlisputa del Canal de Suez se habaconvertido en una guerra, Arendt estaba completamente desorientada:todo queda empequeecido, excepto m gozo por 1o de Hungra, por esteloco episodio prote.gofiizado por Israel. Puedes entenderlo t?>>.12 Lacampaa israel dei Sina cogi por sorpresa a los lectores de los despachostanto como a los de los peridicos; sorprendi al mismo presidente Eisen-houre, quien se dispona a emprender una gira electoral en el sur del pascuando las tropas anglo-francesas desembarcaron en Port Said.

    Pas otra semana y el asombro de Arendt se convirti en profundo te-mor. Aunque sospechaba que los israeles se estaban comportando de ma-nera irlperialista, Ie escribi a tslcher e1 5 de noviembre,

  • 13821 (19t1 1965) I,lN(l()N'l RAl{SE I1N CASA EN EI- MUN'DO (1951-1961) 383)gos) . .Los horrores que haban conocido en los veinte aosde vida en comn sc traslucan en sus opiriones, ensombrecan su visin delas cosas. Aunque en pblico no hablaban con el pesimismo de los cobar-des ni con el optimisrlo de los necios, los momentos en que 1o vean todonegro>>, segn dijo otro amigo, se convertan en plrntos de partida de susreflexiones. Sin enrbargo, estas reflexiones estaban inspiradas et stt drnortnundi, en su amor al mundo. Hannah Arendt era capaz de escribir des-cripciones r:legacas de la belleza del rnundo en una cata y hacer un cat-logo de sus miseias en la siguiente. Sus reacci()nes eran tan variopintascomo las de Rahel Varr.rhagen en
  • 3841 (1.95 | 1965)acompaaba la ceremonia de la concesin del premio y elia respondi es-cribiendo para la ocasin str Lelmoso tcxto karl Jaslrers: A iaudatioo.Este discurso constitua la segunda declaracin pblica de Arendt sobre suprofesor y amigo. La primera se haba producido el ao anterior, en Lln ar-tculo incluiclo en un libro ameicano declicado a la filosofa . 1,6.7E. rsra,,, lrs r:itas sigrricrrtrs sojr (1r,,\rcn(lr-l Llliirhcr,2-5 i nr,l.r.le f,rl8, I rl, ,rrv lit ,,rr

    gress.

    llNCOn-'i'lt\RSII EN C;\SA EN EL NIUNDO (1951-1961) 3851dical. En tercer lugar ela

  • u86l 95t-1965)

    samiento y el lenguaje del hombre no procede dc la propia cspontaneidaclhumana, sino de su capacidad de.

  • *trj{:*n}i,r.r. ;

    []B8l (t9, r-1965)ca, los ltirnos trabajos de Heiclegger esraban siempre en el trasfonclo cle lossuyos propios. cuando centr sus esfuerzos en una obra que ella consicle-raha_ffloroia propiamenre dicha, La uida der e.rpritu,los^ltimos escrirosde Heidegger, y en especial sus reflexion", .r., ,or.ro uti""grruj" f .i;;;rr-mie,to, ocuparon el cenrro de 1as inquietudes de Arendt. ".o n,rn. hrbonada exento de crtica. siempre tuvo Arendt sus reservas con respecto alpensamienro de Heidegger y siempre pens que Ser y tiempo,y.r lo. .r_*itos posreriores, er1 1o mejor que haba sarido de io pluu-id filscifo.

    A difeencia de muchos, Hanrrah Arendt no pona tb;ecion.s a la ter-minologa filosfica de Heidegger, pr.r ,p.obua el esfuerzo de ste porencontar un nuevo lenguaje para Jzr filosofa. sin embargo, s que objeta,ba Arendt cuanclo el lenuajc de Fleideg1cr o si estlo pfr"c^ .I"-rri^,ln(llll{rvCSil(lO, r]r-:nirlSi;iJt i'tC1r1ei{,:tl) \, ijrllr1.t...\,(jl{,nCilr1. (,Uaitilo Cl.L Lrtilizaba las icleas rle s. anrrguo pr.rcsor (como cn eI caso de l,lentida:r) y iifcrencia, que utiliz para l-a uida del esprtu) , trat de raducirlas u .rr- p.o-sa m_s simpie y ms clara. La iritaci. que a Arendt re produca' lascomplc.fidades lingiisticas cl.e rleidegger: Ias expres ,orum"nt" en privarlo,corno en una carta a Kut Blurne,feld, e1 hombe que durante el tianscrr-so de ios aos recibi los muchos comentarios de su amiga sobre la Krank-beit,la enfermedacl de los intelectuales alem,r,es y judo-"aierlancs. .""tdiagnostic esta enfermedad asocindola con 1a bs.sin d" .", ,..n *f..-sonaiidad nica>>.

    Cuando miro ats hacia el siglo xvrll y'eo a Lessing , aHamann,a Kant ya Herder, no encuenrro en ellos rastro lde ia enfermedadj. Con Go.the, rt, ynse percr.be ujr poco, y Dios sabe que todos esos Herren philosophen,Hegel,Fichte, Schelling, tenan que ser, personalmente, genios. U,o pu.

    "r"r,.._Io en el caso de esos presunros genios. que son ,"r1."n,. sro aitamente curr-vados (como por ejemplo [Gershoml Siholem), pero por qu, por qu la enfermedad ataca tan-rbin a l

  • &iiaisd$fut&&b#****u,*,,..,",

    ue0l

    1,-

    (1e5t t96r)Iln su opinin, Heidegger se hailaba rodeaclo de individuos decaclenres, ir-r-dignos de corfianza (cl nico Honzbre verdadero que tiene ;;; i;J;,

    ", ,,hermano) por aaclidura, su mujerle tena bajo conrol. fltiLirl,ra" f^

    terminologa que ella nrisma haba inventado para explicar la fascinacirindel populacho hacia la lite, Aenclt hizo a llliiche. ,.,rru d"r.rfr.i;.i..1 ,r,trinronio de Heidegger: .ss rodo lo relativo al ln-bito domstico de los Heidcggei eni.isreca a Ifannarr r*i, p.

    "r "

    sorden de los manuscritos ,lei iilsofo y ra prresencia de los librs .le su mujer cn la bibliorcc, eran ya cl c.rrrrr y il"nrt r. de rescnrimic"t" ,i,"r,,1r,.La, seorr Srrarrss no tena la nenor idea de que. en dos breves itrases, habacontribuiclo a dcscargar a Hannah Arendt de dos grandes temores quc scn-ta con lespecto al entorno en que habitaba Heiclegger.el Pero cuando dis-minuyr su ansiedad, perdi la paciencia.

    Despus de su..Laudatio cle 19)8, en honor aJaspers, la lealtad deIlannah Arendt hacia FJeidegger empez a r)h,erse nrs qucbradiza. E,llaincluso haba iicgado a ser intelectuaLrente poco apreciada mientras hacalo qr-rr: estaba en su nrano para agudizar la conciencia

  • k#il! ffi ii&&:l !$:(r. i:{tit!r.(.. i .

    L3e2l (1.)51 - 19 65\

    bles son posibies.erI]annah Arendt no le explic aJaspers por qu raznltaba escogicJo

    complacer a Fleidegger al comportarse como ,n ,r.,,rjer no .lemasiado in-teligente, ni tampoco por qu de repente se aburri e su frrs". EI hechode qrie a I-Ieidegger Ie gustara pelrsar en ella como una musa, ms quecomo igual, de que sll amor por ella era romntico, era obvio. Eira ie siguiel juego y por otro lado no p.blic su propia'aloracin cle ras obras ,leHedegger. Acaso intentaba ser para l l esposa q,e no tena en casa, o raamante que l no posea, o ambas cosas a larer.Pnra Arendt era ms im,portante darle a Heidegger un refugio frente a su enrorno que ofrecerleuna compaa intelectual: en clranto a s misma, tena :oca necesiclaci dctal cornpaa, pues la tena en casa. con Bliiche , y ,:n Ilasilea, con.fa-^rcrs.Y trr,,lbi.:,r cl[a ilbcirba (-'tl s..r cr]r'iralr ii rrrir rorrrirrr.ir:1,,,,,1 ,,,,,,,,,r,,,,,,,Rahel Varnhagen, presenfe desr]e lrs rirrs q.e en slr 1-ror juvenil por- [{ei-degger 1a ilev al mundo de Die Scbatren.

    UN,t coxrrtovuRsrA l.;N Arrmc,t

    rranna.Arendt ocult raa vez sus opiniones, r)or razones personales opolticas; cualquier schuindel (trampa), no imporlta cun bien inrenciona-da,lahaca sentirse incmoda. cuando se mostr cauterosa generalmentelo pag caro coll el tiempo, con alguna bofetada. El final de'su pacienciaera el comienzo del conflicto, pues ella surga de sus silencios dL mu',".,impaciente y mordaz, hablando con

    "1 ronoe This Means you festo te

    afecta a ti], que utilizara en sus artculos de antao ert Aufbau. pero susobservaciones ms punzantes las reservaba para telnas silenciados poromos, por razones que a ella le resultaba imposible aceptar. Siempre quesospechaba una conspiracin de silencio, esciba con furia u u ,".", ,l.r-deosamente

    La misma

  • *&$iix&d;*****xx.l,.," ",,,

    Be4l (1951-1965)

    un nmero de 1959 cle la evista Dissent. En el artculo, Arenclt distingLrabevemente tres para la actividad humana, el privado. el socialy el poltico. e indicaba la importancia qrre la discriminacin lacial tena enca.la uno dc ellos. Arendt recordaba a sus lectorcs..quc io inconstirucio-nal no es la costumbre sociai de la segregacin, sino srl puertd en uigor le-galmente>>.e7 En la sociedad, deca, la discriminacin no debera ser abor-dada por la ley. La igualdad social no puede ser impuesta; la igualdadtiene su origen en el cuerpo poltico y slo en l puede ser puesta cn vi-gor legalmente. Los grupos y las asociacines sociales, organizados en Am-rica siguiendo >.

    Estas clos postllras eran con cetteza snfcientes para producir una po-lmica, pero 1a tercera opinin de Arendt, limitada a la esfera poltica so-lttnente, fuc la que le gan fanra de scr Ll11a archictnservaclora. Arencltacus de miopa a los liberales que clecan que la invocacin de los dere-cl'ros rle los llstaclos no cra orra cosa que parafrustraL la integracin.

  • Se;,,*tr{il*ei*-- - *...--

    L3e6) (1e51 1e65)

    dole. Sus categoras de paria v advenedizo, aunque nunca mencionr-das, regan su aproximacin a los hechos. E,n una fotografa que aparecaen la cubierta de Life, en el nmero de ia revista dedicado a Ia violencia deLittle Rock, Arendt haba visto a una na negra escolrad a casa desde surecientemente integrada escuela por un amigo blanco de su padr-e; detrsde la nia se distingua . qtrcr colsiclerarrr la edr-cacitt r'c',iltc irn nre>.ee Opinaba Arendtque ei prccio ciel comportamiento del advenedizo no e1'a algo nuevo, sinouna inteiorizada versin psicolgica de ia opresin antigua'

    Arendt abogaba por ia accin poltica, pero daba por sentado, bas.n-dose en su comrens;n del antisemitismo y en su conocimiento de ]a his-tor.ia ju,lo al"*r.r, que incluso ia igualdad poltica sera problemtica, si"r

    q". tt"g"t u u olronrurr.' Los judos de excepcin alemanes' que ha-Uir. ot t"iio la ace,tacin sociai como excepciones, saban que la eman-.,p*i. poltica .ivelara las diferencias sociales, poniendo.en prirner pla-".

    to qr tanto los judos de excepcin co,ro sLrs hermanos.orr",purri*,, es clecii, sLr inerradicatte condicin juda. Tema Arencit que..n ir^ po.o u.l"l.r.rr." rlue clieran los negros, Ias rlifcrcncias nat,t'ales, f-,i,,,,., q,,,'i.r,iisilg,rr,r,r, sc c()tlvctititn tt;s v 11]ii:i cll cl r',ici'Ltfro rl1 lt:sentimienr,o hl,rnco. Y tcma que confiarse a la ider utpica cle ,1tte el r.rrn-.lo pr_,e.le ser carnbado ,,edu.nndo a los nios en el espritu del futuro,no ilar sino incrementar e1 resentimiento y causar .un rencor innecesa-rio. Arendt sc apresur.al,,r a aaclir que la cotlcienr:ia de 1os problemasfuturos no le compromete uno a ab;gar pof ulla ilrversin c1e Ia ter-rder-r-.i",-q"" por sucr clurante ms de qrrince aos ya, se ha encamindo engran rnanera a favor .le los tlegros. Pero le compromete a uno a abogar porinu i.,t"..,"n.in gubernam..,tul qrr. est guiada por la cautel y Ia mode-racir'r, y no por la impaciencia y lnal aconseidas meclidas'

    Hnr^h A..r,.lt no p.nrabr'que la abolicin de las leyes contra_el mes-tizaje sera irnprudente, aunque i;vestigadores cofno Gunnar lVlyrdal y susuroir.lor, Ios autores de Tie Americin Dilemma, aseguraban que en

  • Effi iffi &&&i*i&i*;;k*,

    I.l98l (i 95 1- I .)6' )

    a-

    fo1ma1, sino la legislacin racial>>. Arendr puso de reiieve ia peligr.osa posi,biiidad de que una diferencia fsica, como el colo pudiera converrir;e enel foco del resentimiento, porque entenda que el racismo, una icieologasistemtica y pseudocientfica, era una cosa bien distinta dei simple prejr-ri-cio. racial o lo que ella haba llamado . Hc,ok haca ulla lefc-

    101. Norrn:u Podlrorctz, Mal:innit (Nucva York. RatrJort Ilorise, tlc 196])'p 2))'l1).1. I rs crlitorcs cjc./lsi,rl rlcr:irljrrron pLrblicar el artculo di: Aen,lt llorllue cltelnos en

    lrt lilrL:trrrl tlc cxtrcsin irrcius plr.r u,illi,,t( s quu J o!oluu! t)()s i)rc(rcll conll)1cldl1lcl)tc efrrlcr:;'). ((lorro clijcron cn una nota c,liLoi1.)

    t+.

  • fffiWWi*@ieu,0*,".

    [400] (1951 196J)

    rencia de pasacla a 1o que llam algunas dificultades... en la correccin>>en Cotrumentary, pero su propsito real era doble, acusar a Arendt de en-cogerse ante su crtica y arrojar dudas sobre Ia integridad de alguien queles da lecciones a los americanos acerca de sus criterios intelectuales>>.ior

    Las experiencias de Arendt con los editores de Commentary, con lasacusaciones difamatorias de Sidney Hook y con uno de los crticos que pu-biic sus opiniones enDissent, significaron para ella una dura sorpresa. Elmencionado crtico, de nombre Melvin Tumin, profesor de Princeton, es-cribi una iarga arenga contra , una arenga que no tena nada deagradable. El seor Tumin>>, afirmaba Hannah Arendt en su rplica, .10a T,a rccepcin hostil con cluc frrc sah:dado .r,)7

    _

    Flsta letltc aprcltLle mis solrre la naturaleza rcal tlc esa socicclad, l'is so-bre el'erdaclero carctcr cle sus valores, que a. Arenclr.hanclon srr opinin de queil cornl)ortarrieritc, social clcl aclvencclizo cralo que los padres negros exigan de sus hijos cuando comprendi el ele-mento de violencia pula, de temor elemental y fsico cle l situacin>>.r08 Losrli()s negros no eran como 1c,s ni.s.ir-rd.s cle s, juventucl, a quienes se les[]eta cr) grupos cloncle no eran deseados; los niiros ncglos erarl introcjuci

    -

    107. llst cira v cl sigrricntc cxrrlrct() s()r) ,li: ltolct Pcnn Y,'arrcn, cri., .\vho S-r.rks lrrr rlreNegro2>> (Nus,a York: l{anclon 1{ouse, l9l,j), pt.)12 44.

    108. \rcnclt a llllison, 29 de julio .le t96), Library of Congrcss.

    &,

  • br.-*i&iieLiqq&-., - ;.,

    1402) (t9r1 1e65)dos a las tealidades de su violenta situacin con una >.

    Como todos los lectores de prensa y telespectadores arnericanos, Arendthaba aprenddo mucho en seis aos sobre de la vida de Iosnegros del sur... y tambin clel norte. La primavera anterior a la carta que leescribiera a Ellison, Martin Luther King haba encabezado ia famosa marchadesde Montgomery a Sehna; durante todo el ao anterior, 1964, se habanproducido disturbios en varias ciudades del norte; tres estudiantes del nor-te, incluyendo el hijol1el juez judo que firm los documentos c1e emigracinde Hannah Arendt en 1947, haban sido asesinados durante una campaa deregistro para el voto en el E,stado de Mississippi.

    Aunclue Ellison razonaba con palabras que Hannah Arcndt apreciaba

    -y qrre la indujeron a moclificar sus opiniones--, clia sigui estando con-r,,rrriL iij:i clc qt'c l,r r:,]i, 'r,

    i>, p. [77.

    xL--

  • j:i . ..-,, r .;,ur

    1404) \19, L-1965)

    otr manera: Hannah Arendt practic una especie de fenomenologa.Existen ffes trminos en el examen fenomenolgico de Hannah Arendt

    enLo. condcin humana:la autora habla cle las condiciones de la existencia.humana, de las actividades humanas y de los espacios en que tienen lugarlas actividades. Las condiciones de ia existencia humana son: la vida misma,la natalidad y la mortalidad, la pluralidad, la mundalidad y la tierra. Loshombres nacen, viven y mueren; se renen con otros, r,iven con otros y sa-len de la pluralidad humana; viven sobre la tierra, en el mundo que se hadesarrollado en ia tierra por medio de las actividades humanas. Todas iascondiciones estn conectadas con las activiclades humanas que componenla uita actiua: ffabajo, produccin y accin; pero las concliciones particula-fcs se coresponclen inmediatamente con actividades particulares- La vidarnisrrir es lrr condiciou quc sc cortcs;outlc,-r-,n l:r ar'livi.rlad ciei ilai,rj.r: losprocesos biolgicos clel cr-rerpo humano, clccimicnto, nretabolismo y .lcca-dencia estn ligados a las necesidades vitales producidas e introducidas enel proceso vital por el trabajo. La mundalidad es la condicin que se co-rrespon

  • rSiffijsite;,;u:,u*#n

    1406) (19r1 1965)

    tLltaleza o, segn deca Flanrrah A.-endt, a iniciar procesos natLrralcs. Cuan-do Aendt escribi La condicin /:utnana, este

  • {#ffi iJlMiiiir****-,,,,":.

    [408] (1er1-196r)

    tecimientos polticos -guerra munilial, totalitarismo, bombas atmicas-exigan la seria atencin de ios filsofos. ,rrr

    Para llanna[r Arendt, cl elemento ms ominoso dc ias filosofas clc ]historia del siglo xlx era el concepto de un objetivo de Ia historia que 1roera mascendente sino poltico. Ms que un Absoluto haciendo historia, loshombres tcnan qug hacer sta pr.rr s rnisnros, moldc'rndola scgn r_uricleal, como por ejcrnplo una sociedad sin clases. La tr.ansfolmacin cle l,scategoras medios-fines, presentes en el sistema de Hegel, en esas catego-ras polticas, prepar la justificacin terica para las prcricas rns ho-mendas perpetradas en el siglo xx. Arendt explic que 1os que creen que hacen un revoltijo. Una revolucin no es una tortill.Antes de la segunda gretf mundial, la filosofa europea haba empe,

    zado a apafiarse de sus races hegelianas, siguiendo el camino de los crti-cos decimonnicos de Hegel, como por e;'emplo Nietzsche. EI inters ,leHeidegger en Ser y tiempo, cuando se dispuso a realizar un estudio feno-rnenolgico de nuestra vida cotidiana en compaa de otros, no era la his-toria en la que un Absoluto es revelado, sino Ia historicidad (Geschich-tlichkeit). Pero en opinin de I-{annah Arenclt, una nlrc\a ciencia de lapoltica exiga, prmero y sobre todo, una consideracin de la accin, el co-mienzo de algo nucvo que es imprevisible y que por tanto no puede ser fa,bricado por el hombre o creado por el Ser. Cuando el iniciador de algonuevo es tomado en consideracin seriamente, se plantean interogantescomo: Qu es la pr:ltica? Cules son las condiciones de la accin ,oiti-ca? Cules son los principios de la accin poltica? Qu es la libertad?

    Alavez que haca la cttca cie la nocin hegeliana dc la historia y, nre -nos scveramente, dc la nocin l.reidegger-iar.r cie Ia hlstoricidad, Arendt cli-rigi la miracla al nico pensador occidcntal alterior a Flegcl que scgnelia haba tornado seriamente los acontecirnientos poltcos: Kant. Are ncltcolabor en su empresa con el discpulo moderno de Kant, Karl Jaspcls,

    114. Ib,1., p. 298, o. 62.

    ENC()NTRARSI] EN CASA EN [L i{]NDo tr911,19r,l) [,109]su prol-rio profcsor:, quien comparta con ella 1a preocripacin por los pun-tos ciegos de la filosofa tradicional. Pensaba Arendt que la fiJosofa moralde Kant ele, esencialmente, poltica: Kant pcn: cn todos los hornbrcs, nosolamente en los hombres de estado o en los reyes-filsofos, como legisla-dores y jucces. Las dstincioncs enrrc gobernantes y gobernados, .rri.. 1,lite culta y ia masa inculta, no fueon dadas por sentadas por Kant, comociertamente s 1o fueron por Hegei y Heidegger. El inters de Kanr esrabaen la condicin de la rluralida (Library ol (iongrcss): lls crrlo

    -si en i:stc rrcirazo a confcsar la c'xpe,Itcncia clel horror y tontarh seriamente, los liisofos hulierar heredadc, cl cchazo aclicional ncorrccderie a1 rcino de los asuntos irumar,rs aqttclla thaunatlzcin, xlutl asombo antc lo ,uc es:r'[ru es. quc scrin l)jrtn y .\ristreles vacc en cl pr:incipio dc tocla filosof y

  • ;.,

    i4101 (191t 196r)

    nueva ciencia de la poltica c6mo alternativa a ]a tadicin cle la vida c1n-tempiativa. Pero a fines de la dcada de 1950, la mayor parte de los teri-cos americanos declararon su empeo en trminos muy c{istintcs. Busca-ban una nueva funcin para los intelectuales, en un lnomento marcado por1o que el sociiogo norteamericano Daniel Be1l denomin

  • .-..r

    141.21 1t95t,1965)

    tituiadas The Ltfe of the Mind (La vida del espritu), el modo cle pensa-miento>> de Ia actividad humana no recibi su entera atencin. Su obra dela dcada de los cincuenta brot de su mano, como a ella le agradaba de-cir, convirtindose en tres libros. Pero el fruto final necesitara veinte aosde maduracin.

    La histolia de proyectos y de reordenacin del material indica slo su-perficialmente la manera en que Hannah Arendt pensaba y escriba: aislan-do conceptos, siguindoles la pista, enmarcndolos y despus ampliando yprofundizando en los marcos) haciendo nuevas distinciones, aclarando y, fi-nalmente, volviendo a enmrcar. Heidegger haba dicho que un gran pen-sador piensa slo un persamiento, o plegurlta slo una pregunta. Su pro-pia pr:egrrnta. cotro .leclaralr cn la pritne ra Ssg.ina r1c ,Ser 1, tiextpo, eralttciei signilicad,r,1ci ScL'. Su ciccljcacin a la nrisnra le vaii 1 Lrach, ntetctona Aruor Muncli como posi'

    blc ttulo rle rrn libo y comentlr: li,ir scheinc 1-itcl (n bcllo tLulo).

    Y sin embargo, en primer lugar, tendra que matar a uno o dos hombres,para arrojar de m 1a mentalidad del campo de concentacin, los efectos de lasumisin continua, de observar indefenso cmo otros son apaieados y asesi-nados;los efectos de todo este horror. Sospecho, sin embargo, que quedarmarcado de por vida. No s si sobreviviremos, pero me gusta la idea de que unda tendremos el coraje de contar al mundo toda la verdad y llamarla por sunombre autntico.

    Tadeusz Boxows1, Auschwitz, nuestro hogar(Una carta)>>

    RF:I,oRTL,HA DEL PitocESO

    En el verano de 1960 Hannah Arendt y Heinrich Rliicher pasaron susvacaciones en una pensin de construccin laberntica y estiio suizo, si-tuada en ios Catskills, a varias milias de su tefugio habitual, la ChesnutI-arvt.r louse, en Pelcnville, Nueva York. ,\renclt se pasaba los clas scnta-da a su mesa de trabajo, pero sacaba tiempo para unirse a Blcher y a va-rios de srrs arnigos enrigrados: nadaban y jugaban al aje