historia de la iglesia

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Historia de la Iglesia Existen muchas religiones, sin embargo las clasificaciones más exactas de las religiones según Trasidder y Zavaleta nos hablan de Seis Principales (Qué aún sobreviven a nuetros días, pues no contamos ni el panteón Egipcio, Escandinavo y Griego): 1.- Animismo o Chamanismo, siendo el Umbanda el más representativo. Aquí también podemos clasificar las religiones asociadas con la MADRE como el Wicca y el Neopaganismo; O las religiones asociadas al rito antiguo, como el Celta. (sin duda una de las más hermosas religiones) 2.- Hinduísmo o Brahamanismo, base de todas las religiones pantístas y monoteístas. 3.- Budismo, más que una religión una forma de vida, una filosofía y una psicología personal. 4.- Judaísmo, siendo el Judaísmo ortodoxo el más representativo. 5.-Cristianismo, siendo el más representativo el Catolicismo y la Iglesia Anglicana, (incluye también sus derivados como los mormones, testigos de jehová, Iglesia Ortodoxa Griega, Neo- Cristianos, etc. pues en esncia todas estas manifestaciones de religiosidad estan basadas en el Cristianismo Primitivo, incluyendo el catolicismo.)

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Historia de la Iglesia

Existen muchas religiones, sin embargo las clasificaciones más exactas de las

religiones según Trasidder y Zavaleta nos hablan de Seis Principales (Qué aún

sobreviven a nuetros días, pues no contamos ni el panteón Egipcio, Escandinavo y

Griego): 

1.- Animismo o Chamanismo, siendo el Umbanda el más representativo. Aquí también

podemos clasificar las religiones asociadas con la MADRE como el Wicca y el

Neopaganismo; O las religiones asociadas al rito antiguo, como el Celta. (sin duda una

de las más hermosas religiones) 

2.- Hinduísmo o Brahamanismo, base de todas las religiones pantístas y monoteístas.

3.- Budismo, más que una religión una forma de vida, una filosofía y una psicología

personal. 

4.- Judaísmo, siendo el Judaísmo ortodoxo el más representativo. 

5.-Cristianismo, siendo el más representativo el Catolicismo y la Iglesia Anglicana,

(incluye también sus derivados como los mormones, testigos de jehová, Iglesia

Ortodoxa Griega, Neo-Cristianos, etc. pues en esncia todas estas manifestaciones de

religiosidad estan basadas en el Cristianismo Primitivo, incluyendo el catolicismo.)

6.- El Islam, última reforma del Judaísmo en sincretismo con el Crsitianismo, además

de la mitología popular de la época de Mahoma, es la religión importante más joven. 

Religiones

Anglicanismo 

Conjunto de las doctrinas de la religión reformada que predomina en Inglaterra. 

Brahamanismo 

Sistema religioso, moral y metafísico hasado en la concepción panteísta de la

divinidad, y cuya fuente son los libros sagrados de los indios, escritos en el período de

1500 a 400 A.C.: los cuatro Vedas, los poemas Ramayana y Mahabarata, así como los

tratados filosóficos de las distintas escuelas que constituyen un cuerpo de doctrina que

ha perdurado a través de la historia para contar todavía con más de 280 millones de

fieles. 

Con la concepción eminentemente poética de los orígenes y función del mundo y de la

divinidad, el brahmanismo consagró dos principios fundamentales y característicos: la

división en castas y la metempsicosis. Para problar la tierra, Brahma engendró cuatro

hijos: Brahmán, con la boca; Chatria, con un brazo; Vaisia, con un muslo; y Sudra, con

un pie, y cada uno de ellos dio origen a una de las cuatro castas en que se dividió el

pueblo indio: los brahmanes, a quienes correspondía el ejercicio del sacerdocio, la

justicia y la medicina, clase privilegiada por excelencia, de la que procedían también

los poetas y sabios; los chatrias, guerreros y magistrados; los vaisias, comerciantes,

artesanos y agricultores; y los sudras, cuya suprema aspiración no podía ser otra que

la de entrar al servicio de un individuo de las tres casta superiores, y cuya condición

social sólo difería de la esclavitud en que no podían ser empleados en menesteres

impuros, no se consideraban propiedad ni mercancía, y disfrutaban del derecho de

herencia. Al margen de las castas vivían los parias, restos quizás de un pueblo

vencido, víctimas de la degradación y del desprecio, y considerados socialmente

inferiores al animal. 

No obstante esta división de castas, el brahmanismo - o brahamanismo - acepta un

mejoramiento sucesivo del alma, que se efectúa mediante la metempsicosis, y que

está determinada por el valor de las buenas obras realizadas. Así, el estado físico de

las almas, en la reencarnación, es el resultado de la conducta moral anterior. "Toda

palabra, acto de pensamiento o del cuerpo lleva un fruto bueno o malo", dice el Código

de Manú. 

El Brahmanismo proclama una moral de paz; la protección del nió, la mujer, el

enfermo, el débil y el anciano; la obediencia, la castidad, la modestia y la templanza;

los deberes de hospitalidad y la prohibición del aborto, el suicidio, el juego, la

calumnia, el perjurio, la embriaguez y condena la violencia contra toda forma de vida,

así como señala rigurosas penitencias para los pecados, manifestaciones de un

fanatismo religioso en que el ascetismo y el éxtasis son formas atenuadas. 

De su seno nació el Budismo, que significó en cierto modo una reacción frente a su

rigidez dogmatica y, principalmente, frente a la casta sacerdotal como depositaria

exclusiva de la religión y de la ciencia. 

Budismo 

Doctrina filosófica fundada por Buda en la India, cuyo problema básico consisten en

suprimir la causa del dolor mediante la aniquilación del deseo. De las diversas sectas

a que dio origen la filosofía veanta, la única que prosperó fue la preconizada por Buda,

en el siglo V antes de J.C. Si bien muchas de las ideas principales del budismo fueron

tomadas del brahmanismo, ambas religiones se diferencian en importantes aspectos

del dogma y del culto. Los budistas creen que únicamente los hombres pueden

alcanzar la divinidad gradualmente, que la materia es eterna y que Dios está en

constante reposo, y rechazan la autoridad de los Vedas, y los Puranas, y la eficacia

teológica de los sacrificios. En cambio, para los brahmanes, dios puede aparecer en

forma de hombre o animal, y está permanentemente en acción; la materia ha sido

creada, los libros sagrados son indiscutibles, y los sacrificios necesarios. Conciden las

dos religiones en la aceptación del principio de la metempsicosis y en la exaltación de

los preceptos morales que demuestran una concepción equivalente del bien y del mal. 

Originariamente, el budismo no pretendió ser más que un método de vida, y su

creador no se arrogó un origen sobrenatural ni exigió a sus discípulos culto alguno a

su persona. Doscientos años después de la muerte del reformador, el budismo

modificó su doctrina en este punto e impuso la veneración de Buda, con ritos formales

y oraciones. Creía Buda que la vida es inseparable del dolor, pero mientras el

brahmanismo aspiraba como meta de la felicidad a la desaparición de la vida personal

mediante la identificación del espíritu impersonal, Brahma, para Buda el ideal supremo

está en la extinción de todo deseo, en el nirvana, indiferencia ante la vida y la muerte,

ante el dolor y el placer. Aunque afirmó la igualdad de todos los hombres antes Dios,

no combatió la división en casta desde el punto de vista social y religioso, sino

únicamente a la casta sacerdotal como maestra e intérprete de una ley contraria a la

que él había adoptado. Por otra parte, en las instituciones monacales el budismo dio

entrada a los miembros célibes de todas las castas, e incluso a las mujeres. 

La moral búdica señala cinco prohibiciones: matar, robar, cometer adulterio, mentiar y

embriagarse; establece diez pecados: asesinato, robo, fornicación, mentira,

maledicencia, injuria, charlatanería, envidia, odio y error dogmático, y recomienda la

práctica de seis virtudes trascendentales: la limosna, la moral perfecta, la paciencia, la

energía, la bondad y la caridad o amor al prójimo. Menos rígido que el brahmanismo,

ofreció a los adeptos tibios la posibilidad de disfrutar después de la muerte de

inefables goces y delicias materiales, por lo cual encontró amplia acogida entre el

pueblo humilde. 

En el siglo IV de la era cristiana se convirtió en la religión oficial de China, luego pasó

a Corea, desde donde la llevó al Japón, en el año 522, una embajada coreana. Se

extendió al Tibet en 632, para imperar en todo el territorio a partir del siglo IX. Desde el

siglo XIII el lama, monje principal, fue elevado a la categoría de jefe espiritual y

temporal. Tras una lucha de quince siglos, el brahmanismo logró expulsar al budismo

de las zonas centrales de la India. Hoy profesan esa religión más de 155 millones de

personas. Los escritos canónicos del budismo figuran en la triple Biblia, llamada

Tipitaka, o Tripitaka, compuesta hacia el siglo primero antes de Cristo.

Catolicismo 

1.La iglesia, Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana tiene 500 millones de fieles,

repartidos en los cincos continentes y bajo la autoridad del Papa en Roma. Según

estos creyentes, Dios es un ser necesario, eterno, infinitamente omnipotente, sabio,

bueno, justo y misericordioso. Este Ser Único y superior creó al hombre a Su imagen y

semejanza, con inteligencia y voluntad capaz de amar; con alma eterna y partícipe de

su bien. Pero al desobedecer a Dios la primera pareja, dejó a sus descendientes sin la

posibilidad de gozar del Cielo después de su muerte. Para librar del peso del pecado

original - como se llamó esa desobediencia - Dios permitió que su Hijo se hiciera

hombre, padeciera y muriera en la cruz. Esa redención se renueva en cada ser

humano mediante el Bautismo que abre, según los católicos, la posibilidad de llegar al

Cielo y gozar de la eternidad. Para lograrlo se exige, además, el cumplimiento del

Decálogo o Ley que Dios entregó a Moisés.

2. Palabra con que se designa la religión que profesan los fieles que pertenecen a la

Iglesia Católica, fundada por Nuestro Señor Jesucristo.

Creación: Como principio básico del catolicismo, Dios es el centro de todo, fuente de

donde dimana todo ser, Dios es el ser necesario; lo demás es contingente y ha sido

creado por Él por verdadera educción de la nada. Y en medio de la creación Dios puso

al hombre, hecho de barro en su aspecto corpóreo, pero dotado a la vez de un alma

inteligente, libre e inmortal; y enriqueció, además, el alma de Adán y Eva, nuestros

primeros padres, con la gracia santificante que los elevaba a la condición sobrenatural

de hijos de Dios y herederos del Cielo, y que había de transmitirse por generación a

todos los hombres.

Pecado Original: Adán y Eva, que, como padres de la Humanidad, habían recibido la

gracia santificante, pecaron en el Paraíso terrenal, y al caer ellos en el pecado, fue la

Humanidad quien pecó, y por eso ésta quedó desposeída de la gracia santificante y se

hizo merecedora de los castigos eternos. 

Redención: Pero Cristo Jesús, el Dios hecho hombre, asume la representación oficial

de todos los hombres, se ofrece a resarcir por ellos a la Majestad Divina y muere,

como víctima de propiciación, en el Calvario. Al resucitar, reparada la ofensa, puede

ya comunicar de nuevo la gracia santificante a quienes, creyendo en él como Dios

hecho hombre, lo acepten como Redentor y lo acaten como supremo Legislador del

género humano.

Los sacramentos: Pudiera Jesús haber concedido la gracia santificante en mil otras

formas. De hecho, la confiere por medio de los siete sacramentos - bautismo,

confirmación, confesión, comunión, extremaunción, orden sacerdotal y matrimonio - ,

cuya administración, así como la exposición y predicación de sus doctrinas,

encomienda a la Iglesia Católica.

La Iglesia Católica: Al reintegrarse Jesús a los cielos, deja en la tierra, como

depositarios de su personalidad e investidos de plenos poderes, como intérpretes de

sus enseñanzas y administradores de sus sacramentos, a Pedro y los demás

apóstoles, el Papa y los obispos; y otorga a los obispos en unión con el Papa, y al

Papa, aun sin los obispos, el privilegio de la infalibilidad, a nombre de Cristo y por la

asistencia del Espíritu Santo.

Confucianismo 

En el año 422, es decir, cerca de mil años después de la muerte de Confucio, un

emperador chino hizo construir un templo junto a la tumba del filósofo, y de este modo

comenzó a desarrollarse un culto que se consolidó con nuevos homenajes oficiales y

llegó hasta las masas populares para determinar el nacimiento de una secta religiosa

con independencia de las doctrinas confucianas. Confucio se erige en símbolo del odio

a extranjeros y cristianos, a pesar de que el filósofo claramente predicó que "los

hombres de países extraños y lejanos deber ser acogidos con cortesía, y así recibirán

los pueblos de las cuatro partes de la Tierra riquezas y bienes". En realidad, sobre los

dogmas del confucianismo prevalece una orientación política que los emperadores

tuvieron interés en arraigar, colocándola bajo la advocación de Confucio y

prescindiendo de sus enseñanzas. El confucianismo como credo religioso admite una

trinidad compuesta por el cielo, la tierra y el hombre, y el culto oficial comprende tres

grados de sacrificios que se ofrecen a la divinidad, a Confucio, a los dioses de la tierra

y al grano, a los espíritus de los hombres célebres, y a las nubes, la lluvia, los ríos, las

montañas y los mares.

Protestantismo 

El protestantismo, que hoy reúne a unos 200 millones de creyentes, comenzó como un

movimiento de agrupaciones cristianas que preconizaban la autoridad suprema de la

Biblia libremente interpretada por los individuos en momentos en que la Iglesia de

Roma exigía acatar la interpretación de su jerarquía (1524). Estos grupos Evangélicos,

como se hacían llamar, terminaron por separarse y formar la Iglesia Protestante de

Lutero. Un siglo más tarde los luteranos se dividieron cuando apareció un segundo

líder protestante: Calvino. Une a Lutero y Calvino, y separa a ambos del catolicismo, la

doctrina respecto a a voluntad del hombre en relación con Dios. Los católicos

consideran que la voluntad se determina por sí misma en sus operaciones, o sea, que

no existe la predestinación. Para Lutero la voluntad humana está atada a Dios o a

Satán, nunca libre. Calvino concede al hombre únicamente libertad de coacción, o sea,

que Dios no mueve con violencia a la voluntad a obrar, pero sí la determina

previamente, de manera que no se puede resistir a hacer el bien o el mal. Por lo tanto,

aceptan dos tipos de predestinación. Los protestantes no tienen un credo específico ni

organización determinada. 

Luteranos 

Separados en Luteranos, Pietistas e Iglesias Libres. El cisma que dio origen al

Pietismo se produjo en Holanda a raíz de la insistencia de Lutero en menospreciar

todas las formas de piedad y rechazar las buenas obras como camino de salvación.

Los pietistas reaccionaron contra esa extrema rigidez, dando importancia a las

prácticas religiosas y a las manifestaciones de piedad personal. La tercera división,

llamada de las Iglesias Libres, nació en 1845. No aceptan la administración laica que

une a Evangélicos y Luteranos: aceptan solamente una jerarquía eclesiástica sin más

atribuciones que las del culto.

Calvinista 

Una genera después de Lutero apareció en Suiza la filosofía de Calvino, con su libro

"Institución de la Religión Cristiana". Calvino quiso que Ginebra se transformara en

Ciudad de Dios, para lo cual impuso pureza, fe religiosa y rigidez sin límites.

Cualquiera decisión debía consultársele y los pecados mortales eran juzgados

públicamente. Los calvinistas se atienen rígidamente a la doctrina de la predestinación

afirmanda la "incapacidad moral" del especie humana, incapaz de realizar buenas

acciones por instinto natural. Solamente los elegidos por la "gracia irresistible" de Dios

serán salvados, independientemente de su voluntad y vocación para el mal. 

Los Calvinistas están divididos en tres grupos importantes: los Puritanos, de donde

derivan los Presbiterianos ; los Socinistas, divididos en Unitarios, Metodistas,

Irvingnianos; y, por último, los Independientes con sus sectas Baptista, Cuákeros y

Congregacionalistas. 

El Presbiterianismo nació en Ginebra, en la república teocrática establecida por

Calvino. Introducido a Inglaterra durante el reinado de Isabel (1572). Los puritanos

fueron los protestantes ingleses que se negaron a aceptar el sistema anglicano

implantado por la reina Isabel, por parecerse demasiado a las ceremonias "papistas".

Eran, y son, extremadamente rígidos en materias de costumbre, especialmente la

observación del descanso dominical (ver anglicanismo) 

Los presbiterianos se rigen por un sistema de Juntas o Asambleas de laicos y

presbíteros elegidos por votación popular.

Los puritanos son los protestantes que más combaten en sus ritos y oraciones a la

Iglesia Católica: siguien al pie de la letra el Evangelio y creen en la predestinación. 

Hugonotes fue el nombre dado a los protestantes en Francia durante los siglos XVI y

XVII. 

La secta Sociana la fundó Fausto Zozzini (italiano, siglo XVI) y se le llama también

"Unitaria". Los unitarios son fundamentalistas anti-dogmáticos y no tienen credos

oficiales. En primer lugar, niegan el dogma de la Trinidad, entendiendo a Dios como

una Unidad. Tampoco creen en la predestinación ni en la Providencia divina. En

cambio, creen en la fraternidad, el Reino de Dios, la victoria final del bien y la vida

eterna. Se les califica como "protestantes racionalistas". 

De esta secta nacieron los Metodistas, de John Wesley, bautizados así por sus muy

reglamentadas y metódicas asambleas en Oxford (1729). De los Socionianos también

derivaron los Irvingnianos que fundó Eduardo Irving en 1830. En sus reuniones se

escuchan sonidas sonidos inarticulados que ellos llaman "prédicas en lenguas

desconocidas inspiradas por el Espíritu Santo". Creen en la venida inmediata de

Cristo. 

Los baptistas (ingleses en su mayoría) insisten en el bautismo como punto central y

fundamental de la doctrina y práctica de su religión. Rechazan todo credo: para

salvarse basta con una gran convicción y seguir las escrituras. 

Cada Iglesia Local Congregracionalista en autónoma porque consideran a Cristo su

única e inmediata cabeza. Por lo tanto, ordenan a sus propios sacerdotes y

excomulgan a los civiles. 

En el siglo XVII se fundaron las Sociedades de los Amigos, formadas por jóvenes de

distintas religiones y creencias que se reunían para intercambiar ideas. De estas

sociedades nació la secta Cuákera("temblar"). 

Los cuákeros no poseen sacerdocio ni formas externas de culto, ya que sostienen que

el espíritu de Dios se hace presente por el simple hecho que dos o más hombres se

reúnan en Su nombre. Esencialmente pacifistas, durante las guerras mundiales

participaron exclusivamente en las organizaciones de ayuda a heridos y refugiados. El

Comité Norteamericano de Servicios de Los Amigos recibió por esta labor el Premio

Nobel de la Paz en 1947.

Aparte de los luteranos y Calvinistas, existen en Inglaterra la Iglesia Anglicana, y

EE.UU. la Episcopal. La Iglesia Anglicana la formó el rey Enrique VIII (1533) cuando el

Papa no le concedió el divorcio. Nunca pretendió ser un nuevo sistema doctrinal, sino

aprovechar el protestantismo que era de dominio de todos en teoría, y llegar a la

práctica con un protestantismo nacional. La Iglesia Anglicana se define como católica,

escrituraria (la autoridad final está en las Escrituras) y reformada. Se trata de una

iglesia nacional, que reconoce como jefe al soberano de Inglaterra. Su ritual tiene

mucho parentesco con el católico. La Iglesia Episcopal Norteamericana es una

derivación del Anglicanismo. 

Hinduísmo 

Sin credo ni fundador, sin sistema moral escrito ni fecha de nacimiento segura, el

Hinduísmo más que una religión es el sistema de vida indio desde hace varios

milenios. Difícilmente se diferencia del brahamanismo y ambas creencias o filosofías

cuentan en total con 350 millones de adherentes o practicantes. Exteriormente se le

conoce por el sistema de castas a que ha dado origen, por sus vacas sagradas y por

su politeísmo caótico. Los hinduístas creen en el Karma - los actos humanos

determinan el futuro del alma - y en la reencarnación. No tienen culto religioso público

ni días sagrados de descanso y sólo una vez al mes practican un acto-examen privado

e íntimo. El hinduísmo asumea menudo características ascéticas y de mortificación de

la carne, aunque también algunas sectas ponen énfasis en lo erótico. La salvación

final se obtiene por la llegada del alma al Brahama, y esto se obtiene únicamente por

la experiencia religiosa individual. Por su tolerancia con otras religiones ha sufrido

influencias múltiples que lentamente introdujeron dogmas y costumbres extrañas, y

determinaron la aparición de escuelas antagónicas o distintas: Nyaya, Vaisehika,

Yoga, Mimannsa, Sankya, Vedante. Sus libros sagrados, los Vedas, consisten en

colecciones de cánticos y ritos antiguos.

Judaísmo 

Religión practicada por 13 millones de fieles. Fue fundada por Abraham 1500 años

antes de Cristo, cuando hizo, según los judíos, un pacto con Dios, Jahvé, para llevar el

mensaje bíblico al mundo. Esa alianza - que se recuerda con la circuncisión - exigió a

los seguidores de Abraham un monoteísmo totalmente original dentro de la civilización

idólatra en que vivían. Posteriormente Moisés recibió de Jahvé - o Jehová - , la Toráh

o Ley que impuso las obligaciones al pueblo, pero al mismo tiempo, Dios las habría

favorecido con milagros. La Alianza entre Dios y su pueblo se confirmó con el

Decálogo. El objeto de más culto entre los judíos es el Arca de la Alianza, donde se

guardan las tablas de la ley. 

Cuando los judíos se establecieron en Canaán el monoteísmo se vio debilitado por la

influencia de la idolatría que allí reinaba. Pero la situación más precaria la tuvo la

religión hebraica cuando los reinos de Israel y Judá fueron destruidos: entonces el

pueblo no entendió la lengua en que estaba escrita la ley y fue necesario hacer

traducciones y largas pláticas de explicación. Por esta razón y por el cambio de

costumbres, fue necesaria la creación de una segunda Ley o Misná o Repetición, que

comúnmente se llama Talmud. Entonces surgió la primera división de los judíos:

algunos, que reciben hasta hoy el nombre de caraítas siguieron obedeciendo la Toráh

al pie de la letra. En el siglo XVIII apareció Moisés Mendelsohn, que predicó ideas

nuevas que escandalizaron a los judíos de Europa. Y surgió una nueva división. Los

rabinos ortodoxos consideraron herejes a estos reformistas y se instalaron en

comunidades apartes. Los renovadores inaguraron su primera sinagoga (templo judío)

en 1810. En ésta se abolío el hebreo en las oraciones y prédicas para reemplazarlo

por la lengua del país. Es una rama importante del Judaísmo la que niega la existencia

de un Mesías personal substituyéndolo por "la misión miseánica", de Israel. De los

cultos y liturgias que habían impuesto el Talmud, sólo conservan la celebración del

Sabbath - sábado - y la circuncisión. es decir, tratan de acentuar la idea monoteísta

disminuyéndole la importancia al cumplimiento del Talmud.

En Israel existen rabinos ortodoxos,caraítas y renovadores que se reúnen

separadamente con sus fieles en 6.000 sinagogas. Además subsiste la Comunidad

Judía llamada samaritana en la ciudad de Jolón, cerca de Tel-Aviv, con unos 500

fieles. Es una secta antigua que reconoce sólo la Toráh y el Pentateuco (libro de

Josué) como textos santos y dignos de obediencia. 

Shintoísmo 

Cerca de 67 millones de asiáticos - especialmente los japoneses - profesan esta

creencia, que no es considerada exactamente como una religión, ya que cristianos y

budistas aceptan la coexistencia en una misma persona del budismo o cristianismo

con el shintoísmo. Su principio fundamental es el respeto y lealtad al Emperador de

Japón y a los grandes antepasados imperiales y la reverencia a los espíritus o

memoria de los grandes personajes del pasado histórico o familiar. Existe comunión

con los muertos y deseo de agradarlos y complacerlos. Como mantiene muy unidos

los vínculos del pasado con el presente, su símbolo es el "sakiki", árbol siempre verde,

que nunca muere ni languidece. No utilizan imágenes ni sermones, carecen de

congregaciones y rechazan el culto a la vida prenatal y a la eternidad después de la

muerte. Aunque no hablan de pecado ni virtud, cultivan una exagerada limpieza

corporal. 

Desde la Segunda Guerra Mundial este culto a los antepasados y al Emperador, ha

languidecido notablemente. Los ocupantes norteamericanos termianron con el apoyo

económico y otros privilegios a sus santuarios, donde la efigie del Emperador recibía

homenaje casi religioso. Desde el año 11 D.C., cuando el emperador Suinin lo

estableció formalmente, el shintoísmo ha ejercido gran influencia política y bélica en

Japón y toda Asia. Según una vieja leyenda el dios Takemikazuchi (Shintó), ganó la

tierra para los japoneses en una lucha con un aborigen gracias al Sumo, método de

lucha que hasta ahora tiene gran popularidad en los lugares en que se practica el

shintoísmo. Paralelamente a esta creencia, los nipones son fieles al budismo desde

los siglos VI y VII D.C., y actualmente una tercera parte de su población es cristiana. 

Islamismo 

1.Conjunto de dogmas y preceptos religiosos y leyes para la vida civil, creado por

Mahoma. Del Corán, libro escrito por él, y el Sunna (tradiciones posteriores), han

nacido prácticamente todas las reglas de la vida política y social del mundo árabe. El

Islamismo dejo de ser sólo una religión para convertirse casi en el símbolo de la

civilización árabe. Se calcula que en la actualidad existen 450 milones de

mahometanos o islámicos (es la segunda religión en el mundo en número de fieles),

que forman el Gran Imperio espiritual del Islam. 

Mahoma - en árabe, Mohammed - , nació en 570 en La Meca. Después de recibir la

aparición del arcángel Gabriel se considera apóstol de Dios, encargado de difundir su

doctrina y sucesor de los profetas anteriores: Adán, Noé, Abraham, Moisés y Jesús.

Exalta la persona de Cristo y utilizó sus enseñanzas al extremo que muchos

consideran el Islamismo como una herejía del Cristanismo. El Islam rechaza la

Santísima Trinidad y el carácter divino de Jesús, aunque cree en la vida eterna, el

Juicio Final y la resurrección de los muertos. Exige cuatro prácticas: la oración, el

ayuno durante el mes de Ramadán, la limosna a los pobres y la peregrinación a La

Meca. Para convertirse a esta religión basta decir, con fe y entendimiento, una sola

vez en la vida, "No hay más Dios que Dios (Alah), y Mahommed es su profeta". El

sucesor de Mahoma es el Califa o Delegado. Por problemas de esta sucesión los

islámicos están divididos en tres grupos: sunnitas, shiitas y wahabis. 

2. Religión formulada y propagada por Mahoma (hacia 517-632) y sus discípulos y

sucesores. Tuvo origen en La Meca, Arabia, y los primeros proselitos fueron familiares

del profeta. Luego extendió su influencia sobre las tribus hostiles a los koreishitas,

guardianes del templo de la Kaaba y de su venerada piedra negra. Considerándole un

peligro, los enemigos de las nuevas doctrinas resolvieron dar muerte a su creador y

Mahoma tuvo que huir a Yathrib, denominada después Medina. A esa fuga se lle llama

la Héjira (o Hégira) y la cronología musulmana comienza en ese año (622 D.C.). En

Medina organizó Mahoma el culto y comenzó a escribir el Corán. Instituyó cinco

oraciones diarias, el diezmo para los gastos del culto y el ayuno del Ramadán.

Conquistó La Meca y estableció el culto de la nueva religión en la Kaaba, cuyos ídolos

destruyó. Su influencia fue creciendo desde entonces en toda Arabia y llegó en

campañas militares hasta Siria. 

El Islam tiene el Corán como libro sagrado, que es a la vez código religioso y político

revelado, según el texto coránico, por Dios a Mahoma por medio del ángel Gabriel.

Pero la redacción definitiva de ese libro no se debe a Mahoma, sino a sus discípulos.

Consta de 114 capítulos o suras, divididos en versículos, donde el profeta habla

siempre en nombre de Dios. La concepción filosófica del universo que expone el

Corán es parecida a la de las grandes concepciones semíticas, el judaísmo y el

cristianismo que le precedieron. Mahoma no era filósofo, como los fundadores del

brahmanismo y del budismo, y quiso una religión sencilla, al alcance de la mentalidad

de su época. Propiamente no quería una religión nueva, sino continuar la tradición de

los profetas bíblicos. Se lee en el Corán: "Dios ha establecido para vosotros una

religión que recomendó a Noé; esta religión se te revela ¡oh, Mahoma! Es la que

habíamos recomendado a Abraham, a Moisés, a Jesús, diciéndoles: Observad esta

religión, no os dividáis en sectas". Fueron tomados de la Biblia muchos aspectos: la

creación del mundo en seis días; Adán y su caída; las penas y las recompensas; el

juicio final anunciado por las trompetas. Pero su Paraíso es extremadamente sensual:

riachuelos cristalinos, arroyos de leche,de miel y de vino; frutos deliciosos, huríes

vírgenes, etc. Predica la tolerancia para con los judíos y los cristianos. Y en cuanto al

célebre fatalismo musulmán, el Corán no lo pone de manifiesto en mayor medida que

cualquier otro código religioso. En resumen, el islamismo es religión monoteísta que

encuentra su expresión en la frase: no hay más dios que Dios y Mahoma es su

profeta. 

El éxito que tuvo esta doctrina se debe en parte a su sencillez, pues está al alcance de

todos los creyentes. Y trata de inculcar en sus adeptos los sentimientos de caridad y

justicia y la práctica de la oración.

Su influencia política y civilizadora fue enorme; unificó a los árabes por el idioma, por

la religión y políticamente. Antes de Mahoma, la Arabia era un mosaico de tribus que

vivían en guerras intestinas permanentes; un siglo después de la aparición del profeta,

el Imperio árabe se extendía desde la India a España, y al amparo del estandarte de

Mahoma se desarrollaron las ciencias y las artes y floreció una brillante civilización.

Aquella civilización ha pasado, con su cohorte de poetas, filósofos, astrónomos,

médicos, historiadores y arquitectos, pero la religión de Mahoma perdura; más de 100

millones la practican en el Indostán, más de 60 millones en el Cercano Oriente, y en

casi todo el Norte de África y en el África Oriental es la religió predominante. Incluso es

practicada por algunos pueblos europeos, como el albanés. Algunos de los pueblos

vencedores de los árabes, como los turcos osmanlíes, se hicieron mahometanos y

mantuvieron durante varios siglos un extenso y poderoso imperio en la Europa oriental

y en el Cercano Oriente.

Mahoma supo crear un ideal vigoroso para pueblos que carecían de él en momentos

en que se descompnía el Imperio romano y los persas comenzaban a dar señales de

decadencia. Los sucesores del profeta encontraron en sus campañas a pueblos

tiranizados que los recibieron como libertadores, tanto más cuanto que no les

imponían su religión ni sus costumbres. 

Se dividió el islamismo en numerosas sectas, pero el Corán y la lengua árabe han

servido siempre de lazo de unión y en los últimos años es evidente en una cantidad de

pueblos de África y de Asia el deseo de una resurrección del islamismo como poder

político firmemente unificado. Tal tendencia se designa con el nombre genérico de

panislamismo y se revela en la acción y principios de determinados pactos y

conferencias internacionales de países islámico, sobre todo frente al problema de

Palestina. 

Taoísmo 

Alrededor de 30 millones de hombres, la mayoría chinos, practican esta filosofía-

religión formulada por un individuo cuya fisonomía está escrita en penumbras. Lao-Tsé

nació tal vez el 604 a.C y se le atribuye la obra fundamental de esta confesión: el Tao

Te Ching. El Taoísmo preconiza el sometimiento del hombre al Tao, vale decir, al

curso eterno de los acontecimientos. Reprueba las luchas humanas y aconseja la

humildad, la resignación a las cosas que están al alcance de la mano, la falta de

ambición. Como preceptos exige no matar, no beber alcohol, no mentir, no robar y no

cometer adulterio. Además recomienda como virtudes la piedad filial, lealtad, bondad

hacia las criaturas, paciencia, sacrificio de sí mismo por los pobres, liberar a los

esclavos, plantar árboles y hacer caminos, enseñar al ignorante y hacer las ofrendas a

los dioses. En el siglo IV a.C el Taoísmo - Tao significa camino - se convirtió en culto

popular cuando sus seguidores se desembarazaron de la metafísica y se entregaron a

la práctica de la alquimia, la magia y la adivinación. Posteriormente, hacia el siglo II

d.C., Chang Tao Ling la fundó como religión y se nombró su primer "pontífice". Pero en

1927 tal pontificado fue abolido por el gobierno chino. Sin embargo, el Taoísmo sigue

siendo con el Confucionismo y el Budismo una de las religiones más difundidas de

China. El Taoísmo promete la inmortalidad y admite la metempsicosis. 

Zoroastrismo 

Numéricamente, esta confesión no tiene importancia, pero sus seguidores, reunidos

bajo el nombre de Parsis, ejercen gran influencia en el pueblo indio. Uno de sus

representantes más famosos fue Feroze Gandhi, el fallecido esposo de Indira Gandhi,

a quien rechazaba Nehru, padre de la Primera Ministro, debido a sus creencias

religiosas. Los Parsis adoran al fuego y el sol como símbolo de pureza, su dios es

Ormuz y Zoroastro o Zaratustra el profeta. Los Zoroastristas o Parsis no tienen hoy

interés proselitista, aunque a través del matrimonio se han incorporado nuevos

adeptos. Descienden de una antigua secta que gobernó Persia durante siglos, hasta

ser expulsados sus adeptor por los musulmanes, que dominaron el país en el siglo VII.

Se radicaron en la India y prosperaron como armadores de barcos, comerciantes y

banqueros. La fidelidad a su fe está llevándolos a la extinción. Se calcula que en todo

el mundo existen unos 130 mil parsis, de ellos 100 mil están en la India. Y de éstos, 70

mil concentrados en la región de Bombay. Hoy afrontan una grave crisis interna,

debido a la pugna entre los sacerdotes ortodoxos y los jóvenes modernistas. Aquéllos

insisten en la práctica funeraria de los antepasados y para ello conservan en el Cerro

Malabar, el sector residencial más exclusivo de Bombay, una construcción de piedra

gris llamada la Torre del Silencio. Allí son llevados los Parsis que mueren. Los

cadáveres de niños, mujeres y hombres se depositan sobre losas de piedra y quedan

expuestos a la voracidad de gigantescos buitres. Las aves de rapiña les arrancan la

carne y en corto plazo dejan sólo los huesos del esqueleto. Entonces el sol los calcina

y ,semipulverizados los restos, se arrojan a un pozo habilitado en el fondo de la Torre.

Desde allí, impulsados por agua, llegan al mar. Los jóvenes Parsis encuentran que

esta ceremonia, que data de 8 mil años atrás, debe desaparecer. Tal vez con ello

desaparezca la religión misma.

Origen de la Iglesia Católica

La Iglesia Católica Romana sostiene que su origen se encuentra en la muerte,

resurrección y ascensión de Jesucristo aproximadamente en el año 30 de nuestra era.

La iglesia Católica se proclama a sí misma como la Iglesia por la que murió Jesucristo,

la Iglesia que fue establecida y construida por los apóstoles. ¿Es ese realmente el

origen de la Iglesia Católica? Por el contrario. Aún una lectura superficial del Nuevo

Testamento revelará que la Iglesia Católica no tiene su origen en las enseñanzas de

Jesús o Sus apóstoles. En el Nuevo Testamento, no hay mención del papado, la

veneración o adoración de María (o de la inmaculada concepción de María, la

perpetua virginidad de María, la ascensión de María, o María como co-redentora y

mediadora), las peticiones a los santos en el cielo por su intercesión, la sucesión

apostólica, las ordenanzas de la iglesia funcionando como sacramentos, el bautismo

infantil, la confesión de pecados a un sacerdote, el purgatorio, las indulgencias, o la

autoridad paralela de las tradición eclesiástica y la Escritura. Así que, si el origen de la

Iglesia Católica no se encuentra en la enseñanzas de Jesús y Sus apóstoles, como

están registradas en el Nuevo Testamento, ¿cuál es el verdadero origen de la Iglesia

Católica?

Durante los primeros 280 años de la historia cristiana, la cristiandad fue prohibida por

el imperio romano, y los cristianos fueron terriblemente perseguidos. Esto cambió

después de la “conversión” del emperador romano Constantino. Constantino “legalizó”

el cristianismo en el Edicto de Milán en el año 313. Después en el 325 d.C.

Constantino convocó al Concilio de Nicea en un intento por unificar la cristiandad.

Constantino visualizó el cristianismo como una religión que pudiera unir al Imperio

Romano, el cual en ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse. Mientras esto

hubiera parecido ser un desarrollo positivo para la iglesia cristiana, el resultado fue

todo menos positivo. Al igual que Constantino se negó a adoptar de lleno la fe

cristiana, sino que continuó con muchas de sus creencias y prácticas paganas; así

también la iglesia cristiana que Constantino promovió era una mezcla del verdadero

cristianismo con el paganismo romano. 

Constantino descubrió que con la gran extensión del Imperio Romano, tan diverso y

expansivo, no todos accederían a renunciar a sus creencias religiosas y abrazar el

cristianismo en su lugar. Así que Constantino permitió, y aún promovió la

“cristianización” de la creencias paganas. Y así, creencias completamente paganas y

totalmente antibíblicas le dieron nuevas identidades al “cristianismo” Algunos claros

ejemplos de ello son los siguientes:

(1) El Culto a Isis, una religión de la madre-diosa egipcia, fue absorbida dentro del

cristianismo, reemplazando a Isis con María. Muchos de los títulos que fueron usados

por Isis, tales como “Reina del cielo”, “Madre de Dios”, y “theotokos” (quien dio vida a

Dios) fueron adjudicados a María. Se le concedió a María un exaltado papel en la fe

cristiana, mucho más allá de lo que la Biblia describe de ella, para atraer a los

adoradores de Isis a la fe, que de otro modo no hubieran adoptado. Las primeras

claras señales de la Mariología católica ocurrieron en los escritos de Origen, quien

vivió en Alejandría, Egipto, el cual resultaba ser el punto focal de la adoración a Isis.

(2) El Mitraísmo era una religión en el Imperio Romano del I hasta el V siglo d.C. Era

muy popular entre los romanos, especialmente entre los soldados romanos, y

posiblemente fue la religión de muchos emperadores romanos. Mientras que nunca se

le concedió un estatus “oficial” al Mitraísmo en el Imperio Romano fue de hecho la

religión oficial, hasta que Constantino y los siguientes emperadores romanos

reemplazaron el Mitraísmo con el Cristianismo. Una de las características claves del

Mitraísmo era una comida de sacrificio, la cual consistía en comer la carne y beber la

sangre de un toro. Mitras, el dios del Mitraísmo, estaba “presente” en la carne y la

sangre del toro, y cuando eran consumidas, se otorgaba la salvación a aquellos que

tomaban parte en la comida del sacrificio. (teofagia, la práctica de comer el cuerpo de

un dios). El Mitraísmo también tenía siete “sacramentos”, haciendo que las similitudes

entre el Mitraísmo y el catolicismo Romano sean demasiadas para ser ignoradas.

Constantino y sus sucesores fundaron un fácil substituto de la comida sacrificial del

Mitraísmo en el concepto de la Cena del Señor / La Comunión Católica. Tristemente,

algunos de los primeros cristianos comenzaron a añadir el misticismo a la Cena del

Señor, rechazando el concepto bíblico de un simple acto de adoración y recordatorio

de la muerte y derramamiento de sangre de Cristo. La romanización de la Cena del

Señor hizo la transición a una consumación del sacrificio de Jesucristo, conocido

ahora como la Misa Católica / la Eucaristía.

(3) La mayoría de los emperadores romanos (y ciudadanos) eran enotistas. Un

enotista es alguien que cree en la existencia de muchos dioses, pero que tiene un

enfoque primario en un dios en particular, o considera a un dios en particular como

supremo sobre los otros dioses. Por ejemplo, el dios romano Júpiter, era supremo

sobre el “panteón” (la totalidad de los dioses) romano. Los marinos romanos con

frecuencia eran adoradores de Neptuno, el dios de los océanos. Cuando la Iglesia

Católica absorbió el paganismo romano, simplemente reemplazó el “panteón” de

dioses con los santos. Así como el panteón de dioses romanos tenía un dios del amor,

un dios de la paz, un dios de la guerra, un dios de la fuerza, un dios de la sabiduría,

etc., la Iglesia Católica tiene un santo que “está a cargo” de cada una de estas

características, y existen muchas otras categorías. Igualmente, así como muchas

ciudades romanas tenían un dios específico para la ciudad, también la Iglesia católica

provee sus “santos patrones” para las ciudades.

(4) La supremacía del obispo romano (el papado), fue creado con la ayuda de los

emperadores romanos. Siendo la ciudad de Roma el centro de gobierno del imperio

romano, y con los emperadores romanos viviendo en Roma, la ciudad de Roma se

levantó como preeminencia en todas la facetas de la vida. Constantino, y sus

sucesores, dieron su apoyo al obispo de Roma como el supremo gobernante de la

iglesia. Desde luego, era mejor para la unidad del imperio romano, que el gobernante y

la sede de la religión se encontraran centrados en el mismo lugar. Mientras que

muchos otros obispos (y cristianos) se resistieron a la idea de que hubiera un obispo

romano supremo, eventualmente el obispo romano se elevó a la supremacía, a través

del poder y la influencia de los emperadores romanos. Cuando el imperio romano se

colapsó, los papas tomaron el título que previamente había pertenecido a los

emperadores romanos – “Pontificus Maximus”.

Se pueden dar muchos otros ejemplos, pero estos cuatro pueden ser suficientes para

demostrar el verdadero origen de la Iglesia Católica. Desde luego, la Iglesia Católica

Romana niega el origen pagano de sus creencias y prácticas. La Iglesia Católica

disfraza sus creencias paganas bajo capas de complicada teología. La Iglesia Católica

excusa y niega su origen pagano tras la máscara de la “tradición eclesiástica”.

Reconociendo que muchas de sus creencias y prácticas son totalmente ajenas a la

Biblia; la Iglesia Católica está forzada a negar la autoridad y suficiencia de las

Sagradas Escrituras. 

El origen de la Iglesia Católica es el trágico compromiso del cristianismo con las

religiones paganas que la rodeaban. En vez de proclamar el Evangelio y convertir a los

paganos, la Iglesia Católica “cristianizó” las religiones paganas, y “paganizó” el

cristianismo. Al mezclar las diferencias y borrar las características distintivas, si, la

Iglesia Católica se hizo a sí misma atractiva a la gente del imperio romano. Uno de los

resultados fue que la Iglesia Católica se convirtiera en la religión suprema en el

“mundo romano” durante siglos. Sin embargo, otro resultado fue la más dominante

forma de apostasía del cristianismo del verdadero Evangelio de Jesucristo y la

verdadera proclamación de la Palabra de Dios.

2 Timoteo 4:3-4 declara, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina,

sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias

concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.”

Division de ñla Iglesia

Las iglesias evangélicas dicen ser los herederos de la Reforma. Pero muchos

evangélicos hoy no tienen ninguna idea de qué se trató en la Reforma. Con este

estudio deseo llenar este vacío, y a la vez aplicar algunos principios de la Reforma a

la situación actual.

Quiero además demostrar que Lutero, si volviera a aparecer hoy, tendría todavía que

decir muchas de las mismas cosas que dijo en su tiempo - pero hoy tendría que

decirlo también a las iglesias evangélicas.

El tiempo de Dios

Lutero no fue el primer Reformador. Hubo varios antes de él que enseñaban de

manera parecida, y que deseaban hacer volver la iglesia a la verdad de la Palabra de

Dios. Los más conocidos de ellos eran Juan Wyclif en Inglaterra (1320-1384) y Juan

Hus en Bohemia (1374-1415), quien murió como mártir. Ambos pudieron juntar a

algunos seguidores, pero no lograron realmente las reformas que deseaban.

¿Por qué fracasaron ellos, mientras Lutero tuvo éxito? - No creo que ellos hayan sido

inferiores a Lutero. Simplemente no había llegado todavía el tiempo de Dios. Una

Reforma tan amplia no sucede de la noche a la mañana. Era necesario que estos

hombres, los "pre-Reformadores", preparasen el camino. En los tiempos de Lutero,

toda Europa tenía mucha hambre de Dios. Sin el trabajo de los "pre-Reformadores",

probablemente no hubieran tenido esta hambre, y no hubieran deseado tanto

escuchar la palabra de Lutero.

Cada uno de nosotros tiene su tarea, y su lugar en la historia, asignados por Dios.

Unos son llamados a sembrar, otros a regar y otros a cosechar. Unos son llamados a

ser pioneros, y otros son llamados a edificar encima de lo que construyeron los

pioneros. (Vea 1 Cor.3:5-13.) Los pioneros a menudo son llamados a dar hasta su

vida, para que otros puedan seguir con más facilidad. Como Abraham, ellos tienen

que morir en la fe "sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y

creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la

tierra" (Hebreos 11:13). Juan el Bautista preparó el camino para el Mesías, pero tuvo

que morir sin ver la obra del Mesías cumplida. El pastor rumano, José Tson, escribe:

"Para cada país que se abrió para el Evangelio, el precio fue muy alto. Un mensajero

de Dios tuvo que derramar su sangre por aquel país, para tomarlo para Dios." ¿Se

aplicará lo mismo a cada gran Reforma de la iglesia?

Un detalle interesante: En 1415, cuando Juan Hus fue condenado por el Concilio de

Constanza y llevado a la hoguera, dijo proféticamente: "Ahora ustedes están

quemando a este ganso viejo ("Hus" significa "ganso"), pero en cien años se

levantará un cisne al cual no podrán quemar." Casi exactamente cien años después,

en 1517, se desató la Reforma con las 95 tesis de Lutero.

Lutero católico

Lutero no era ningún enemigo de la iglesia. Al contrario, él era un fiel católico y quería

servir a Dios según las tradiciones de la iglesia.

"Siguiendo los deseos de su padre, se inscribió en la facultad de Derecho de esa

universidad. Pero todo cambió durante una tormenta eléctrica en 1505. Un rayo cayó

cerca de él mientras se encontraba de regreso de una visita a la casa de sus padres.

Aterrorizado, gritó: "¡Ayuda Santa Ana!, ¡Me convertiré en monje!". Salió con vida y

abandonó la carrera de Derecho, vendió sus libros con excepción de los de Virgilio y

entró en el monasterio agustino de Erfurt el 17 de julio de 1505" (Wikipedia)

Aunque Lutero se arrepintió de haber hecho esta promesa apresurada, sintió que

estaba obligado a cumplirla, porque en respuesta a esta promesa Dios había salvado

su vida en la tormenta. Más tarde vio en ello la mano de Dios en su vida, porque de

esta manera Dios empezó a encaminarle hacia el estudio de las Sagradas Escrituras.

Fue en el monasterio donde Lutero vio por primera vez en su vida una Biblia.

En este primer llamado de Lutero, vemos algunos aspectos que no son conformes a

las Escrituras:

- Lutero no clamó a Dios por auxilio, sino a "Santa Ana".

- Para servir a Dios, no conoció otro camino que convertirse en monje.

¿Le reprocharemos por pensar de esta forma? - Tomemos en cuenta que Lutero

creció como un hijo fiel de la iglesia católica romana, y no podía posiblemente

haberse encontrado con alguna otra información. Solo después de haber estudiado

profundamente la Biblia por sí mismo, Lutero pudo darse cuenta de sus errores.

Antes de esto, él ya tenía el deseo ferviente de servir a Dios, "pero no conforme a

ciencia" (Rom.10:2). Fue este deseo que Dios vio y tomó en serio; y así pudo llevar

poco a poco a Lutero hacia la luz de la verdad. "Bienaventurados los que tienen

hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados." (Mateo 5:6).

Si después de ver la verdad, Lutero hubiera seguido sirviendo a la manera de la

tradición muerta de la iglesia, allí sí tendríamos que reprocharle. Pero Lutero tuvo la

valentía de actuar según la verdad que Dios le había mostrado, aun en contra de

todas las tradiciones de su iglesia.

Y allí está el punto donde Dios nos desafía hoy. Si eres un "buen evangélico",

probablemente deseas servir a Dios al máximo, según las tradiciones de tu iglesia:

asistir a los cultos, asumir el liderazgo de algún grupo o alguna célula, ganar a

nuevos miembros para tu iglesia... Si esta es tu idea, entonces eres como Lutero en

su juventud: Tienes el deseo de servir a Dios, pero lo haces a la manera como los

hombres te enseñaron. Todavía no estás buscando la voluntad de Dios por ti mismo.

Cuando busques a Dios por ti mismo, verás que la voluntad de Dios va más allá de la

tradición de tu iglesia (no importa de qué denominación sea). Como Lutero, tendrás

que abandonar la tradición de tu iglesia en algunos puntos, si quieres cumplir la

voluntad completa de Dios. (Para ver algunos puntos donde las iglesias evangélicas

actuales difieren de la Palabra de Dios revelada, vea "Los secretos de la iglesia

temprana", y "95 tesis sobre el estado de las iglesias evangélicas".)

Allí se decidirá si eres un verdadero "reformado": ¿Estás dispuesto a servir a Dios y

hacer Su voluntad, aun cuando Su voluntad va en contra de la tradición de tu propia

iglesia?

La salvación por gracia y por la fe

Desde su juventud, Lutero tenía miedo al juicio de Dios. Aunque no había cometido

ningún pecado obvio, estaba muy consciente de las pequeñas faltas en palabras,

pensamientos y comportamiento, que suceden en la vida diaria. El hizo muchos

intentos de vencer estas malas inclinaciones, pero su conciencia seguía

condenándole. A veces hasta pensaba que estaba predestinado para el infierno;

porque si no fuera así, ¿seguramente Dios le permitiría vencer las tentaciones?

Su amigo Felipe Melanchthon escribe acerca de Lutero como monje joven:

"A menudo grandes terrores le asustaron repentinamente, mientras reflexionaba más

intensamente acerca de la ira de Dios y los ejemplos de Sus castigos; de manera que

casi se volvió loco. Y yo mismo le vi, cuando fue vencido por la tensión en cierto

debate acerca de la doctrina, acostarse en la celda del lado donde repetidamente oró

sobre la idea discutida y lo resumió todo bajo pecado, para ser perdonado por todo.

El sentía estos terrores desde el inició, o más agudamente en aquel año porque

perdió a su compañero que murió en un accidente."

"El joven Martín Lutero se dedicó por completo a la vida del monasterio,

empeñándose en realizar buenas obras con el fin de complacer a Dios y servir a

otros mediante la oración por sus almas. Se dedicó con mucha intensidad al ayuno, a

las flagelaciones, a largas horas en oración, al peregrinaje y a la confesión constante.

Cuanto más intentaba agradar a Dios, más se daba cuenta de sus pecados." (Fuente:

Wikipedia)

Lutero dedicó mucho tiempo a examinar su propio corazón, y a confesar todos los

pecados de ira, odio y envidia contra otras personas; pero dijo desanimado: "Cuanto

más uno intenta lavar sus manos, más sucias se vuelven." Y por más que recibía

absoluciones y hacía penitencias, siempre se quedó con la pregunta inquietante:

¿Quién me puede garantizar que realmente he cumplido con todas las condiciones

para recibir perdón?

Así seguía buscando una respuesta a esta pregunta tan importante: ¿Cómo puede

un pecador alcanzar la salvación eterna? ¿Cómo puedo alcanzar la gracia de Dios?

El verso clave en la vida de Lutero fue Romanos 1:17:

"Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá."

Según su entendimiento, "justicia de Dios" podía solo significar que Dios, en Su

justicia, tenía que castigarle por sus pecados; porque él, Martín Lutero, no era justo.

Se quedó intrigado por la pregunta: ¿Cómo puedo volverme justo?

En 1511, Lutero fue enviado por su orden con un encargo importante a Roma. Este

viaje le dio la oportunidad de ver el centro de la iglesia católica romana con sus

propios ojos. Cumplió con todos los deberes de un peregrino y visitó todos los

lugares "sagrados", y esperaba de esto conseguir alivio para su alma. Subió de

rodillas las "gradas de Pilato", porque el papa había prometido una absolución

especial a todos los que hicieran esto. Pero mientras estaba en medio de esta

penitencia, fue como si una voz del cielo le hablase estas palabras que todavía no

entendía: "Mas el justo por la fe vivirá."

Todavía no encontró el perdón de Dios que buscaba. Pero le chocó la inmoralidad y

corrupción que tuvo que observar en Roma. Se encontró con altos dignatarios de la

iglesia que llevaban una vida inmoral y que hacían bromas acerca de las verdades de

la fe. Encontró que muchos sacerdotes trataban la misa como cualquier quehacer

diario, no mostraron reverencia sino al contrario la ridiculizaban. Regresó muy

decepcionado; pero aun así, todavía no se atrevía a dudar de la autoridad del papa y

de la jerarquía.

En 1512 recibió el doctorado y fue llamado a Wittenberg como maestro de la teología.

En aquel tiempo, los teólogos sabían mucho de las obras de otros teólogos, pero

poco de la Biblia. Lutero, en cambio, se dedicó completamente al estudio y la

explicación de la Biblia.

Mientras estudiaba y enseñaba acerca de la carta a los Romanos, llegó finalmente a

comprender las palabras "Mas el justo por la fe vivirá.": No se trataba de ser justo uno

mismo, para llegar a la fe. Al contrario, la fe era lo único que era necesario para

volverse justo. "Cree, y serás salvo." - "Justicia de Dios", para el que realmente cree,

no es castigo; mas bien es la justicia que Dios da gratuitamente a todo aquel que

cree. Este es el verdadero mensaje del evangelio, que había sido olvidado por tantos

siglos, hasta que Lutero lo trajo nuevamente a la luz.

Lutero dijo acerca de este descubrimiento:

"Antes de comprender estas palabras, yo odiaba a Dios, porque él nos asustaba a

nosotros pecadores por la ley y por la miseria de nuestra vida; y no suficiente con

esto, todavía empeoraba nuestros tormentos por el evangelio. Pero entonces

comprendí por el Espíritu de Dios las palabras: 'Mas el justo por la fe vivirá.' Entonces

me sentí como nacido de nuevo, como un hombre nuevo. ¡Entré por puertas abiertas

directamente al paraíso de Dios!"

Desde entonces, es una enseñanza común de las iglesias reformadas y evangélicas,

que somos salvos por la fe y por la gracia de Dios. No podemos "merecer" esta

gracia; no podemos hacer nada de nuestra parte para "comprarla"; solo podemos

recibirla con fe y gratitud.

Pero a través de los siglos, esta enseñanza ha sido distorsionada gravemente. Hoy

se enseña que "Dios no castiga"; que Dios es solo amor y pasa por alto los pecados;

y que "la salvación no cuesta nada". Esta es la enseñanza que Dietrich Bonhoeffer

llamó "la gracia barata":

"En esta iglesia, el mundo encuentra una cobertura barata para sus pecados -

pecados de los que no se arrepiente, y de los que mucho menos desea ser liberada.

Esta gracia barata es una justificación del pecado, pero no del pecador."

Observamos que esta misma doctrina - la salvación por gracia y por la fe - tuvo

resultados muy diferentes en circunstancias diferentes. En la época de Lutero, esta

doctrina trajo liberación, y una Reforma y purificación de la iglesia. En nuestra época,

esta misma doctrina ha producido una iglesia que comete todo tipo de inmoralidad y

dice: "Pero Dios en su gracia me perdonará." - ¿Por qué esta diferencia abismal?

Hemos visto en la vida de Lutero, que él estaba desesperado por encontrar la

salvación. Estaba muy consciente de su pecado, y sabía que estaba perdido mientras

permanecía así. El era como la gente que escuchó a Pedro en Pentecostés, y "se

compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones

hermanos, ¿qué haremos?" (Hechos 2:37). El buscaba la gracia de Dios como un

tesoro, porque sabía que sin esta gracia estaba perdido. Sabía que no tenía derecho

a ninguna gracia de parte de Dios.

La gente de hoy cree tener un "derecho" a la gracia de Dios. Ya han escuchado toda

su vida que Dios nos salva por gracia; y por eso toman esta verdad a la ligera. Ya no

la ven como un tesoro que quiere ser buscado con diligencia. Quieren la gracia de

Dios "inmediatamente", pero no quieren caminar por el camino que Lutero caminó.

Nunca fueron conscientes de sus pecados; nunca han comprendido en lo profundo

que están perdidos; y por eso nunca valoraron realmente la salvación.

En los tiempos de Lutero, casi todo el mundo estaba consciente de sus pecados.

Todos sabían que necesitaban desesperadamente la salvación. (Por eso, la venta de

indulgencias era un negocio tan grande.) Pero en nuestros tiempos, las conciencias

están tan duras que casi nadie está consciente de su pecado; y muy pocos

comprenden el significado de "arrepentimiento". (Vea: "Arrepentimiento - ¿falso o

verdadero?") Hoy nos hemos olvidado de una gran verdad que era obvia para la

gente del tiempo de Lutero: La gracia de Dios es solo para los arrepentidos.

De aquí podemos aprender una lección importante. Necesitamos sabiduría para

saber cuál verdad bíblica aplicar en qué circunstancias y para cuáles personas.Cada

verdad bíblica es una medicina para una enfermedad particular. Pero la misma

medicina puede hacer daño si la damos a un paciente que tiene una enfermedad

diferente. El mensaje de la gracia de Dios es la mejor medicina para un penitente

arrepentido, que está subiendo de rodillas las gradas de Pilato en Roma y que

tiembla ante el juicio de Dios. Lutero fue transformado por este mensaje, porque él ya

estaba arrepentido y solo le faltaba la fe. Pero la gente de nuestros tiempos, en su

gran mayoría, tienen una enfermedad diferente: no están conscientes de su pecado.

Ellos tomarán la gracia de Dios como pretexto para seguir pecando, y nunca se

arrepentirán. Ellos necesitan una medicina diferente: necesitan el mensaje de la

convicción del pecado, del juicio de Dios, y del arrepentimiento.

La controversia comienza

En ese tiempo, el fraile Juan Tetzel viajaba por las regiones donde vivía Lutero, para

vender indulgencias. La iglesia católica enseñaba que aun los cristianos salvos y

perdonados, después de su muerte tenían que sufrir castigos en el purgatorio; y que

las indulgencias tenían el poder de acortar o aliviar estos castigos. En ese tiempo, el

papa necesitaba dinero para construir la basílica de San Pedro en Roma. Por eso

aumentaban los esfuerzos de vender indulgencias. El propósito era, obviamente,

recaudar dinero para el papa.

Tetzel y sus seguidores manipulaban a la gente, describiendo las torturas que sus

padres o abuelos muertos tenían que sufrir (supuestamente) en el purgatorio, y

diciendo que era una crueldad dejarlos sufrir de esta manera, si la compra de una

indulgencia podría liberarles. De esta manera, aun personas muy pobres, o que

tenían familiares pobres a mantener, dieron su dinero para indulgencias, en vez de

atender las necesidades de sus familias.

En los años 1516 y 1517, Lutero empezó a predicar contra la venta de indulgencias.

El ya había comprendido que el perdón de Dios no se puede comprar con dinero;

sino que el perdón de Dios viene por el arrepentimiento y la fe. Y también se molestó

por los abusos cometidos por Tetzel y sus seguidores (que ya habían causado

bastante malestar entre el pueblo).

Después se decidió Lutero a ganar más publicidad, e invitó a una disputación pública

sobre las indulgencias. Esta invitación la hizo en forma de "95 tesis" (=propuestas

para ser discutidas), las que clavó a la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg

(que servía a la vez como periódico mural de la universidad).

Lutero mismo fue sorprendido de cuán rápido estas tesis se difundieron: dentro de

dos semanas ya estaban conocidas en toda Alemania. Quien se interesaba en ellas,

era sobre todo el "pueblo común", la gente que sufría bajo la explotación por parte de

la iglesia.

Los teólogos y líderes de la iglesia tardaron más en responder. Y su respuesta no fue

la que Lutero esperaba: No se dirigían al tema de las tesis (los abusos en la venta de

indulgencias); mas bien acusaron a Lutero de oponerse contra la autoridad del papa.

(En realidad, en las "95 tesis" él todavía no cuestionaba de ninguna manera la

autoridad del papa. Solo declaraba que la gracia de Dios en el evangelio era muy

superior a las indulgencias del papa.) Su opositor más prominente, un cierto doctor

Eck, dijo que Lutero enseñaba igual como Juan Hus (que había sido condenado por

el Concilio de Constanza), y que por tanto Lutero era un hereje.

Esto fue conocido en Roma, y durante los años siguientes, Lutero tuvo que

enfrentarse varias veces con teólogos enviados por el papa. Estos enviados tenían

una sola intención: conseguir que Lutero se retractase de sus escritos. En ningún

momento estaban interesados en una discusión abierta.

Lutero estaba convencido de que las acusaciones en su contra eran un error. El

todavía no dudaba de la integridad del papa mismo. Aunque algunos de los enviados

del papa actuaban de manera abusiva, y la corte de Roma estaba sumamente

corrompida, Lutero suponía que el papa no aprobaba este comportamiento. Todavía

en 1520, él se dirigió al papa con estas palabras:

"Por tanto, excelentísimo Leo, le imploro a aceptar mi defensa, hecha en esta

carta, y a dejarse convencer de que yo nunca he pensado algo malo acerca

de su persona; y que deseo que la bendición eterna sea la parte suya ...

Pero de esto me indigné, que el pueblo de Cristo sea engañado bajo el

nombre de Ud. y bajo el pretexto de la iglesia de Roma ... Mientras Ud, Leo,

está sentado como un cordero, como Daniel en medio de los leones ... ¿Qué

oposición puede Ud. solo hacer contra estos males monstruosos? ... Siempre

me entristecí de que Ud, excelentísimo Leo, que hubiera merecido una época

mejor, fue hecho pontífice en estos tiempos. Pues la corte romana no es

digna de Ud... Vea Ud, Leo, mi padre, con qué propósito me he precipitado

contra esta sede de pestilencia (la corte de Roma). Estoy tan lejos de sentir

alguna ira contra su persona, que incluso esperé ganar el favor de Ud., y

ayudarle en su bienestar, al golpear vigorosamente esta prisión suya... Quizás

estoy desvergonzadamente audaz al intentar enseñar a una cabeza tan

grande como Ud, por quien todos los hombres deberían ser enseñados, y de

quien los tronos de los jueces reciben su sentencia; pero estoy imitando a San

Bernardo en su libro 'Consideraciones' dirigido al (papa) Eugenio, un libro que

cada pontífice debería conocer de memoria. ..."

En respuesta, el papa excomulgó a Lutero. Parece que solo entonces comprendió

Lutero que aun el papa mismo, junto con los demás líderes, aprobaba y promovía la

corrupción dentro de la iglesia.

La enseñanza que sacamos de esta historia, es triste: Cuando aparece corrupción en

la iglesia, las cosas nunca son tan malas como parecen - ¡son peores todavía! Apelar

a autoridades superiores raras veces trae resultados. Casi siempre, las autoridades

superiores ya se han puesto de acuerdo con las inferiores, y están de acuerdo con

sus abusos. "Maldito el varón que confía en el hombre" (por más que sea el líder

máximo de una iglesia) "y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de

Jehová." (Jeremías 17:5)

Pero miremos desde más cerca algunos puntos de la controversia.

¿La Biblia o la tradición de la iglesia?

Uno de los enviados del papa, el cardenal Cayetano, demostró a Lutero que una de

sus tesis contradecía un decreto del papa Clemente VI, de 1343. Lutero contestó que

la Biblia tenía primacia sobre todos los decretos, a lo que Cayetano repuso que el

papa estaba por encima de los concilios y de la Escritura. "Yo niego que esté por

encima de la Escritura.", respondió Lutero. A partir de ahí se terminó el encuentro.

En otro debate, Lutero dijo que muchas de las opiniones de Juan Hus eran

totalmente correctas. Luego ¿se equivocó el concilio que lo condenó?, preguntó Eck,

a lo que Lutero contestó que los concilios pueden equivocarse. Esta fue una razón

para declarar que Lutero era un hereje.

(Según "Martín Lutero", en http://www.proel.org)

Aquí tenemos uno de los asuntos más importantes de la Reforma: ¿Cuál es la

autoridad máxima de la iglesia: la Biblia o la tradición?

Si creemos que la Biblia es inspirada por Dios y sin error, entonces la respuesta debe

ser clara. En la Biblia tenemos la enseñanza infalible de Jesucristo y de Sus

apóstoles. Nadie más puede reclamar la misma inspiración divina como los apóstoles

encargados por Jesús mismo. Entonces, si un líder humano contradice lo que dice la

Biblia, siempre debemos poner la Biblia en primer lugar. Es el logro más importante

de la Reforma, haber llevado a la iglesia de regreso a la Palabra de Dios.

Pero en las iglesias evangélicas actuales, las cosas ya no son tan claras. De hecho,

estamos nuevamente en la situación de antes de la Reforma - solo que hoy en día,

las iglesias evangélicas están en la misma posición como la iglesia católica. - ¿Es

exagerado decir esto? Cierto, no celebramos la misa romana y no adoramos a

estatuas. Pero las preguntas de fondo son las mismas como en los tiempos de

Lutero:

1. ¿El cristiano tiene que arrepentirse de su pecado, o puede "comprarse" el perdón de alguna manera externa?

En sus "95 tesis", Lutero aclaró que Dios busca un verdadero arrepentimiento del

corazón; no solo una "penitencia" externa. Las primeras tres de sus tesis dicen:

"1. Nuestro Señor y Maestro Jesucristo, cuando dijo 'Arrepiéntanse' (en la

traducción católica latina: 'Hagan penitencia'), quiso que la vida entera del

creyente sea arrepentimiento.

2. Esta palabra no puede entenderse como penitencia sacramental, o sea

confesión y satisfacción, que es administrada por los sacerdotes.

3. Pero tampoco significa solamente un arrepentimiento interior. No hay

arrepentimiento interior que no obre también exteriormente diversas

mortificaciones de la carne."

Hoy tenemos nuevamente el mismo asunto, pero en las iglesias evangélicas. Cierto,

las iglesias evangélicas no venden indulgencias. Pero ofrecen una "gracia barata",

una "salvación" por medio de una "oración de entrega", sin importar si hay un

verdadero arrepentimiento o no. (Vea: "Arrepentimiento - ¿falso o verdadero?") El

nuevo creyente paga por su "indulgencia" más tarde, cuando es puesto bajo la ley de

los "diezmos y ofrendas".

2. ¿Cuál es la autoridad sobre la vida del cristiano: la tradición de la iglesia, o la Palabra de Dios?

Cierto, las iglesias evangélicas no tienen papa. Pero muchos de sus pastores y

líderes se comportan como pequeños papas: Cuando alguien intenta corregirles

desde la palabra de Dios, le califican de "rebelde" y buscan una manera de callarle o

desacreditarle. (Lo experimenté yo mismo varias veces.) Pero no se les ocurre

escudriñar las Escrituras para ver si las críticas son acertadas.

En muchas iglesias, su orden del culto, sus reglamentos y estatutos, su estilo de

adoración, son más "sagrados" que las Escrituras mismas.

Y además, muchas iglesias evangélicas han dado lugar a una teología que duda de

la inspiración divina de la Biblia. Esta "teología crítica" está siendo difundida por

organizaciones tan poderosas como las Sociedades Bíblicas. (Vea "Infiltración", Parte

3: "La teología crítica de la Biblia".)

3. ¿Se puede discutir abiertamente sobre estos asuntos, o la iglesia los hará callar con medidas de fuerza?

Hemos visto que los líderes católicos siempre se opusieron a un debate abierto,

público, con Lutero. Prefirieron enfrentarse con él en privado, y esto no para darle la

oportunidad de explicarse, sino solamente para obligarle a retractarse. Cuando esto

no resultó, le excomulgaron, y finalmente le persiguieron políticamente.

Felipe Melanchthon escribe acerca de esta manera de actuar:

"Sabemos que los hombres políticos detestan todos los cambios; y admitimos

que aun cuando una revolución es impulsada por las causas más justas,

siempre hay algo malo que lamentar en este triste desorden de la vida

humana. Sin embargo, en la Iglesia es necesario preferir el mandamiento de

Dios por encima de todas las cosas humanas. ... Por tanto, fue el deber de

Lutero... reprender los errores destructivos; ... y fue el deber de sus oyentes,

consentir con aquel que enseñaba correctamente. Aunque hay mucha

incomodidad en una revolución, como lo vemos con gran tristeza; la culpa es

de aquellos que en el comienzo repartieron los errores, y de los que ahora

defienden estos errores con un odio diabólico."

También en este punto, las iglesias evangélicas ya no difieren mucho de la iglesia

católica. Varios líderes evangélicos querían prohibirme repartir mis escritos

totalmente bíblicos, pero sin poder darme un solo argumento bíblico en contra. (La

verdadera razón era que veían afectadas las "sagradas tradiciones" de su

denominación, y la "autoridad" de su institución. ¿¿Qué autoridad, si no pueden

fundamentarse en la Biblia??) - He escuchado un buen número de testimonios de

otros hermanos en diferentes partes del mundo, que experimentaron cosas similares.

Realmente, hemos vuelto a los tiempos de la inquisición, donde se establecen

índices de "libros prohibidos" (especialmente aquellos que están fundamentados en

la Palabra de Dios), y los autores de tales libros son amenazados para que se callen.

Solamente que los que hacen esto hoy, son las iglesias evangélicas.

Desafortunadamente, tenemos que aplicar hoy a muchas iglesias evangélicas lo que

Lutero escribió acerca del papado:

"Que quede bien claro: ni el papa, ni los obispos, ni hombre alguno tienen

derecho a someter al cristiano a la ley ni de una sílaba si no media el

consentimiento de éste. Es tiránica cualquiera otra forma de actuar. ... Ahora

bien, el sujetarse a estas leyes y ordenanzas tiránicas es lo mismo que

adscribirse a la servidumbre de los hombres.

Colaboran en la implantación de esta impía y perdida tiranía los discípulos del

papa, al retorcer y depravar las palabras de Cristo: «El que os escucha a

vosotros a mí me escucha» . Con sus bocas enormes hinchan estas palabras

para aplicarlas a sus tradiciones; y resulta que, sin aludir para nada al

evangelio, adaptan las citadas palabras sólo a sus fábulas, cuando la realidad

es que Cristo las dirigió a sus apóstoles cuando marchaban a predicar el

evangelio y que sólo al evangelio pueden referirse. ... Por tanto, nadie está

sometido a las tradiciones del pontífice; no hay siquiera que escucharle, a no

ser cuando predica el evangelio y a Cristo ... Por último, donde hay fe

verdadera es imprescindible que se dé también la palabra de la fe; ¿por qué,

entonces, el papa no escucha de vez en cuando a algún siervo fiel suyo que

posee la palabra de la fe? Ceguedad, sólo ceguedad es la que reina entre los

pontífices.

... Lo que persiguen es aherrojar la conciencia de nuestra libertad de tal

modo, que nos creamos que están obrando bien, que no podemos criticarlos

ni quejarnos por estas iniquidades. Son lobos y pretenden aparecer como

pastores; son anticristos y anhelan que se les rinda culto de pleitesía como si

fueran Cristo.

... A los cristianos no les pueden imponer leyes en justicia hombres ni

ángeles, a no ser en la medida en que los mismos cristianos lo deseen;

estamos totalmente liberados. ... Por eso dirijo mi acusación contra el papa y

contra todos los papistas, y les digo que si no retiran sus cánones y sus

tradiciones, si no restituyen a las iglesias de Cristo su libertad, si no hacen

que esta libertad se proclame, se están haciendo reos de la perdición de

todas las almas que perecen en este cautiverio miserable y el papado no será

más que el reino de Babilonia y del verdadero anticristo."

(Martín Lutero, "La cautividad babilónica de la iglesia", 1520)

Atado en la conciencia

En 1521, después de ser excomulgado, Lutero fue citado a presentarse ante el

emperador en la Dieta de Worms. (Dieta = Asamblea de todos los estados de

Alemania.) Allí fue exhortado públicamente a retractarse de sus escritos. La

respuesta de Lutero:

"Que se me convenza mediante testimonios de la Escritura y claros

argumentos de la razón - porque no le creo ni al Papa ni a los concilios solos,

ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí

mismos - por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido

a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero

retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es

seguro ni saludable. No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura. ¡Que Dios

me ayude!"

Entonces, los adversarios de Lutero mostraron sus colores verdaderos: Se negaron

tajantemente a debatir sobre la base de las Sagradas Escrituras:

"Sin embargo, Ud. reaviva lo que el Concilio universal de Constanza, reunido de la

entera nación alemana, condenó; y Ud. quiere ser convencido por las Escrituras, en

las que Ud. se apoya violentamente. ... El hecho es, que si Ud. prevalece en este

punto, de que cualquiera que contradiga los Concilios y las ideas de la Iglesia tuviera

que ser refutado por las Escrituras, entonces ya no tendríamos nada seguro o fijo en

la cristiandad."

En la iglesia romana no existía la libertad de la conciencia. Todos tenían que creer lo

que la iglesia creía. Todos tenían que llamar bueno lo que la iglesia llamaba bueno, y

llamar malo lo que la iglesia llamaba malo - aún si la Biblia decía lo contrario. Todos

tenían que someter sus conciencias a la iglesia (no a la Palabra de Dios).

Lutero hizo una impresión tremenda con su audacia. En la iglesia romana, nadie

antes de él se había atrevido a seguir solo la Biblia y su conciencia - y a proclamarlo

públicamente. Este fue el comienzo de la libertad de la conciencia.

Pero cada institución humana, después de algún tiempo, empieza a desarrollar una

"vida propia". Las iglesias no escapan de esta tendencia. Después de algún tiempo,

de repente "la reputación de la institución" se vuelve más importante que la

reputación de Dios. Un "pecado contra la institución" es castigado con severidad,

mientras se encubren los verdaderos pecados que se cometen dentro de la

institución (especialmente los pecados de los líderes).

John Taylor Gatto escribe:

"La moral de una institución consiste siempre en [nada más que] relaciones públicas.

Una vez que se ha construido una maquinería institucional de un tamaño y una

complejidad suficiente, comienza un movimiento lógico para eliminar todos los

mandamientos éticos.

... La misión primaria de todos los gerentes institucionales es hacer que su institución

crezca en poder, en números, en recompensas para los líderes claves... La misión

primaria nunca es la que se anuncia públicamente. Podemos hablar de burocracias

asignadas para hacer guerra, para entregar correo, o para educar niños; no hay

diferencia."

Esto es lo que sucedió con la iglesia católica antes de Lutero. Pero esto mismo está

sucediendo también con las iglesias evangélicas del presente. No pensemos que

somos mejores, tan solo por ser "herederos de la Reforma". Hoy en día falta mucho

para que los creyentes evangélicos sean nuevamente libres, atados en sus

conciencias solo a Dios y las Escrituras (pero no a una institución), como lo era

Lutero.

Comprueba tú mismo: Si un miembro de una iglesia tiene que contradecir a su

pastor, por razones de conciencia bíblica, ¿cómo lo tratan? ¿Lo discriminan como

"rebelde", o escuchan abiertamente sus razones y respetan su conciencia? - Si un

miembro de una iglesia decide, por razones de conciencia bíblica, abandonar su

iglesia y congregarse con otra, ¿cómo lo tratan? ¿Lo ven casi como a un apóstata, o

respetan su conciencia?

¿Quién dividió la iglesia?

Hasta hoy, la iglesia católica sigue acusando a Lutero y a los protestantes, de "haber

dividido la única iglesia de Cristo". Ya hemos visto que esta no era la intención de

Lutero. Hemos visto también como Lutero, aun después de ser acusado

injustamente, todavía se dirigió al papa de manera respetuosa, esperando su

comprensión.Lutero no se separó de la iglesia católica; el papa le expulsó. Entonces,

la verdad histórica es que no fue Lutero, sino el papa, quien dividió la iglesia.

Sin embargo, la misma acusación han tenido que escuchar casi todos los

predicadores y líderes de avivamiento, desde Lutero por Wesley y Booth y hasta los

predicadores actuales de avivamiento: "¡Eres divisivo!" - "¡Eres un fanático!" - "¡Eres

demasiado radical!" - "¡Estás causando conflicto!"

A la iglesia tibia nunca le gustó la prédica de la verdad bíblica completa. La iglesia

tibia siempre ha tratado de desacreditar, o expulsar, a los predicadores radicales de

la verdad. Y tristemente, aun las iglesias avivadas, después de dos o tres

generaciones se volvieron tibias nuevamente. Esto es lo que sucede hoy mismo.

También en este aspecto, no pensemos que somos mejores que la iglesia romana,

tan solo por ser herederos de la Reforma.

La Biblia en el idioma del pueblo

Después de la Dieta de Worms, Lutero fue proscrito por el emperador. Esto

significaba que cualquiera que le encontraba, le podía matar sin temer nada. Esta fue

prácticamente la sentencia de muerte para Lutero.

En su viaje de regreso de Worms, Lutero desapareció misteriosamente. Hubo

rumores de que había sido secuestrado y muerto. (Esto había sucedido

anteriormente con otros "herejes" excomulgados de la iglesia.)

Felizmente, la verdad fue otra. El príncipe Federico de Sajonia era un amigo de

Lutero, y había escuchado acerca de la proscripción. Entonces decidió actuar para

proteger la vida de Lutero. Dio orden a unos soldados a secuestrar a Lutero y llevarle

a su castillo de Wartburg. Allí mantuvo escondido a Lutero por un año.

Este es otro ejemplo como Dios intervino en Su tiempo, para asegurar el éxito de la

Reforma. Sin esta intervención, Lutero hubiera terminado igual que Hus.

El tiempo en Wartburg no fue perdido para Lutero. Trabajaba diligentemente para

traducir el Nuevo Testamento a su idioma alemán. El sabía que el pueblo necesitaba

la Biblia para poder opinar correctamente en asuntos de la fe. Hasta entonces,

solamente los sacerdotes y monjes tenían acceso a la Biblia, y solo en latín. El

"pueblo común" no tenía manera de saber qué decía la Biblia realmente; tenían que

creer ciegamente lo que los sacerdotes les enseñaban.

Por eso, la traducción de la Biblia era tan importante: Ahora la gente misma podía

leer la Palabra de Dios y sacar sus propias conclusiones. La traducción de la Biblia

hizo mucho para avanzar la Reforma. Al leer la Biblia, mucha gente se dio cuenta de

que realmente Lutero tenía la razón, y que su condenación era injusta.

¿Cómo es la situación hoy? La Biblia está traducida en los idiomas más importantes

del mundo. En muchos países hay libertad para leer la Biblia, y se pueden comprar y

vender Biblias libremente. ¿Estamos valorando este privilegio? - Temo que no.

¿Cuántos evangélicos leen en su Biblia por su propia cuenta? ¿Cuántos evangélicos

usan la Palabra de Dios para examinar las prédicas que escuchan, según Hechos

17:11 y 1 Tes.5:21 ?

En los tiempos de Lutero, los cristianos no podían juzgar la doctrina de la iglesia

porque no tenían acceso a la Biblia. Hoy en día tienen la Biblia, pero no la usan. La

mayoría abandonó su juicio propio en escudriñar las Escrituras. Por eso, aunque

tenemos Biblias en nuestro idioma, estamos volviendo a la situación antes de Lutero:

Creemos ciegamente en las tradiciones y dictados de la iglesia, sin examinarlos a la

luz de las Escrituras. En muchas iglesias se pone mucho más énfasis en "obedecer al

pastor", que en leer y escudriñar la Biblia por uno mismo. Por eso están nuevamente

entrando muchos errores en las iglesias, y se llama a lo bueno malo y a lo malo

bueno.

¡Aprovechemos al máximo la libertad de leer la Biblia, mientras la tengamos todavía!

Los extremistas

Mientras Lutero estaba ausente, la Reforma continuaba en muchas partes de

Alemania. Pero en algunos lugares, sus líderes cayeron en extremos. Un grupo que

se llamaba "los profetas de Zwickau", declaraba que al recibir revelaciones directas

de Dios, la Biblia ya no era necesaria. (Esto en contra de 1 Cor.14:29 y 1 Tes.5:20-

21, que toda profecía o revelación debe ser examinada.)

Bajo su influencia, sucedieron incidentes violentos contra sacerdotes y monjes en

varios lugares. El desorden fue tal que Lutero se vio obligado a salir de su escondite,

para poner las cosas en orden (sin tomar en cuenta el peligro que corría su propia

vida).

Una de las "revelaciones" de estos "profetas" decía que el pueblo debía levantarse

en armas contra las autoridades de la iglesia y del estado. En varias partes de

Alemania, los campesinos ya estaban muy descontentos y pensaban en una

revolución. Con estas "revelaciones" se vieron animados en sus intenciones, y se

desató una guerra civil durante dos años.

Con estos desórdenes, la Reforma fue desprestigiada (aunque Lutero mismo nunca

había hablado a favor de una revolución política). Lutero era radical, pero no extremo.

Pero como se ha dicho: "Cuando el diablo no puede detener un avivamiento,

intentará desprestigiarlo, llevándolo a un extremo."

Este peligro no se da al inicio de un avivamiento, pero cuando está avanzado. A

medida que crece la corriente de renovación, se unirán a ella muchas personas que

ya no tienen las mismas intenciones puras como los reformadores del inicio. Un

reformador o líder de avivamiento tiene que mantener un equilibrio muy delicado: Por

un lado, tiene que defender y avanzar la verdad Bíblica de manera firme y radical, en

contra de todas las tradiciones. Pero por el otro lado, tiene que saber frenar todos los

extremos que van más allá de la Palabra de Dios. Es como una guerra entre dos

frentes: los tradicionalistas por un lado, y los extremistas por el otro lado.

En esta etapa, a veces, aun los observadores bien intencionados rechazan el

avivamiento por causa de los excesos que observan. (Por estas razones, por

ejemplo, muchos evangélicos rechazaron el movimiento pentecostal en el pasado, y

algunos lo siguen rechazando hasta hoy.) Pero siempre tenemos que distinguir entre

lo que es realmente la esencia del avivamiento, y lo que son excesos y extremos. Los

excesos no son una razón para descartar el avivamiento entero.

La Reforma vence en Alemania

Lutero manejaba estas dificultades no de manera perfecta, pero bastante bien. La

Reforma seguía avanzando, hasta que la mayor parte de Alemania estaba en su

favor. Se realizaron muchos cambios en la enseñanza y la estructura de la iglesia -

una tarea grande y difícil. Todo esto, mientras Lutero todavía estaba proscrito y sus

enemigos hacían muchos intentos de hacer cumplir el Edicto de Worms que debía

darle muerte. Además, Lutero tuvo que observar que la mayoría de la gente todavía

no eran cristianos verdaderos (por más que eran simpatizantes de la Reforma).

En 1526, la Dieta de Espira decidió que el Edicto de Worms no debía imponerse; o

sea, protegió la vida de Lutero. Además, se decidió que los príncipes de cada estado

estaban libres para decidir acerca de la religión de su estado. Muchos estados se

volvieron reformados.

Pero en 1529, bajo la influencia de los católicos, la Segunda Dieta de Espira intentó

anular las decisiones de 1526. Ante esto, los reformados presentaron una "Protesta"

formal, declarando que las decisiones de la dieta podrían anularse solamente con la

unanimidad de todos los estados. Desde entonces, a los reformados se les llama

también "protestantes".

Durante muchos años, la Reforma se extendía en medio de conflictos políticos. En la

Guerra de Esmalcalda (1547-1552), el emperador atacó a los estados reformados;

pero los reformados vencieron, y en 1555 fueron finalmente reconocidos por el

emperador.

En medio de estas luchas, el mismo Lutero "luchaba" sobre todo por medio de la

oración. Durante la Dieta de Augsburgo (1530) se discutió sobre el reconocimiento de

los reformados en el imperio. Lutero mismo no pudo asistir porque el emperador no

tenía simpatía hacia él, y su vida todavía corría peligro. Se quedó refugiado en un

castillo donde oraba todo el tiempo que duraba la Dieta, muchas veces en ayuno, y

mantenía contacto con los delegados reformados.

En otra oportunidad, Lutero comentó: "Hoy tengo tanto trabajo que primero tendré

que orar por tres horas." - Amigos de Lutero dijeron que él oraba tres horas todos los

días. Mientras se sentía obligado por sus votos monásticos, estas eran sobre todo las

oraciones litúrgicas prescritas por su orden. Pero después empezó a dar más y más

tiempo para la conversación personal con Dios.

Vemos en estos sucesos que una Reforma puede a veces alcanzar dimensiones

políticas, y causar conflictos políticos. Pero cuando esto suceda, es tanto más

importante recordarse que en el fondo se trata de asuntos espirituales, y que la

victoria se gana con medios espirituales.

Errores de Lutero

Algunos autores tratan de desacreditar la Reforma, señalando los errores personales

de Lutero. Es cierto que Lutero tenía algunos defectos en su carácter. Tenía un

temperamento bastante impulsivo, un "carácter fuerte". Aun en sus escritos

polémicos usa a veces un lenguaje torpe y casi grosero, insultando a sus

adversarios. - Es también sabido que Lutero odiaba a los judíos (después de unos

intentos fracasados de convertirlos), y se excedió demasiado al escribir contra ellos. -

También impulsó persecuciones y matanzas contra los reformadores más radicales,

a los que llamó "anabaptistas". (Vea el artículo "Los anabaptistas".)

- Ahora, ¿anula esto la obra de Lutero?

Dios es soberano en la elección de Sus instrumentos en la tierra. El ha usado a un

engañador (Jacob), un asesino (Moisés), y un perseguidor de la iglesia

(Saulo=Pablo). El apóstol Pedro tenía también una personalidad muy impulsiva y

ambiciosa. Pero todos estos hombres se entregaron completamente en las manos de

Dios, se dejaron moldear por El, y así El los pudo usar. Lutero también estaba

consciente de sus defectos y se humillaba ante Dios por ellos. (Supongo que de otro

modo hubiera sido mucho más torpe y grosero de lo que era.)

Dios sabe exactamente cuál temperamento es necesario para cada una de las tareas

que El reparte en la tierra. En cuanto al "carácter fuerte" de Lutero, uno persona

menos "obstinada" no hubiera soportado las tremendas luchas y conflictos en su

vida. La misma calidad que es una "debilidad" en ciertas situaciones, se convierte en

punto fuerte en otras situaciones. No era posible llevar la Reforma a su victoria, sin la

"obstinación" que caracterizaba a Lutero.

En cuanto a su postura contra los judíos y contra los "anabaptistas", no hay excusa.

Fue un grave error y punto. Pero estoy convencido de si hubiera existido alguna

persona con menos errores y más idónea para llevar a cabo la Reforma, Dios hubiera

usado a esa persona en vez de Lutero. Parece que no existía persona más idónea.

¿La enseñanza?

- Si tienes defectos en tu carácter, no te desanimes por ello. Dios te puede usar así,

si es que te entregas completamente en Sus manos para ser moldeado y corregido

por El. Incluso, algunas de tus "debilidades" podrían en realidad ser los puntos

fuertes que Dios necesita para que cumplas una tarea específica.

- Si Dios te usa, no te enorgullezcas por ello. Esto todavía no es prueba de que eres

"perfecto" o que tu carácter es mejor que el de otros. Siempre tienes necesidad de

examinarte ante Dios, y dejar que El te corrija y moldee.

- Si ves ciertos defectos en un hombre de Dios, no le descartes completamente por

ello. Pregúntate primero si se trata realmente de pecados, o simplemente de un

temperamento diferente del tuyo. Lo que te choca en esa persona, podrían ser

exactamente los rasgos que Dios buscó para cumplir la tarea que tenía en mente.

Por el otro lado, si se trata realmente de pecados, háblale abiertamente de ello según

Mateo 18:15-17. Si es un verdadero hombre de Dios, va a escucharte y estar

dispuesto a ser corregido desde las Escrituras.

La Reforma inconclusa

La Reforma logró muchos cambios en la iglesia. Pero aun las iglesias reformadas

seguían todavía en muchas prácticas no bíblicas. Por ejemplo, seguían bautizando a

los bebés pequeños como lo hace la iglesia católica; no vieron que solo los

convertidos pueden ser bautizados. Ya vimos que también seguían persiguiendo

políticamente a aquellos que consideraban herejes (acertadamente o no).

Lutero había enseñado acerca del "sacerdocio de todos los creyentes": que cada

cristiano tiene acceso directo a Dios y puede "ministrar" a sus hermanos. (Por

ejemplo, dijo que cada creyente puede escuchar la confesión del pecado de otro

creyente.) Pero él no puso esta verdad en práctica: en realidad, aun en las iglesias

reformadas, el pastor es el único que realmente puede "ministrar".

En todos estos puntos (y varios otros), la Reforma no logró practicar toda la verdad

bíblica. El mismo Lutero estaba consciente de que la Reforma no estaba completa.

En el tiempo de la Reforma se acuñó el dicho: "La iglesia debe siempre estar

reformándose".

Entonces, seguir el ejemplo de los reformadores no significa hacer todo exactamente

como ellos lo hicieron. Ellos tenían muchos errores. Pero ellos establecieron el

principio más importante: La máxima autoridad en la iglesia es la Palabra de Dios. 

Entonces, seguir el ejemplo de los reformadores significaría, acercarnos cada vez

más al modelo de la iglesia que encontramos en la Biblia. No nos quedemos con las

tradiciones de la Reforma (o de nuestra propia iglesia); ¡sigamos reformándonos

según la verdad de la Palabra de Dios!