historia y geografía at

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Historia y Geografía del Antiguo Testamento A. IMPORTANCIA DE LA HISTORIA Y DE LA GEOGRAFÍA No se puede tener una comprensión completa del Antiguo Testamento ni de su mensaje, sin entender a la gente del mundo antiguo. Nadie piensa ni escribe sin ser parte de una cultura que tiene sus ideas propias y su modo particular de hacer las cosas. Cuando uno lee el AT no puede olvidar que todas y cada una de las frases fueron escritas originalmente para un público de hace dos o tres mil años. En muchos aspectos esas personas vivieron, trabajaron y pensaron de manera muy diferente de nuestra época. Ellos no tenían nuestros conocimientos científicos, viajaban poco o casi nada, raramente se encontraban con un extranjero, no tenían ningún indicio de la venida de Cristo y nunca escribieron o leyeron una palabra en toda su vida. Leer el AT se convierte en una aventura, la apasionante historia de un pueblo que algunas veces fue una nación importante, pero siempre fue un pueblo concreto que vivió hace mucho tiempo, que tuvo que relacionarse con naciones y potencias ya desaparecidas. La organización de las épocas históricas Al leer el AT como historia, con tantos nombres, lugares y fechas, es esencial tener una secuencia de tiempo. Es necesario aprender las fechas más importantes, o de otro modo lo que leemos se convierte en un cúmulo de hechos desconectados entre sí. Los estudiosos suelen dividir la historia antigua en tres períodos principales que reciben sus nombres a partir del tipo de herramientas usadas: la Edad de Piedra, la Edad de Bronce y la Edad de Hierro. El hombre primitivo descubrió primero que las piedras podían ser afiladas hasta convertirlas en herramientas o armas rudimentarias. Luego descubrieron cómo fabricar el bronce aleando el cobre con el estaño. La Edad de Piedra duró desde los tiempos prehistóricos hasta el 3500 a.C. La Edad de Bronce continuó desde esta época hasta el 1200-1100 a.C. aproximadamente, cuando los trabajadores del metal aprendieron a forjar y a producir el hierro, un material mucho mejor y más duro. El Hierro dominó desde el 1200 en adelante, pero nosotros no solemos referirnos a los acontecimientos como parte de la Edad de Hierro desde la aparición de los grandes Imperios del Oriente Próximo. Se empieza a hablar más bien del período asirio, persa, griego, etc. Estrictamente hablando, la historia del AT se ubica sólo en la última parte de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, pero muchas de las ideas y patrones culturales más importantes ya

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Historia y Geografía del Antiguo Testamento

A. IMPORTANCIA DE LA HISTORIA Y DE LA GEOGRAFÍANo se puede tener una comprensión completa del Antiguo Testamento ni de su mensaje, sin entender a la gente del mundo antiguo. Nadie piensa ni escribe sin ser parte de una cultura que tiene sus ideas propias y su modo particular de hacer las cosas. Cuando uno lee el AT no puede olvidar que todas y cada una de las frases fueron escritas originalmente para un público de hace dos o tres mil años. En muchos aspectos esas personas vivieron, trabajaron y pensaron de manera muy diferente de nuestra época. Ellos no tenían nuestros conocimientos científicos, viajaban poco o casi nada, raramente se encontraban con un extranjero, no tenían ningún indicio de la venida de Cristo y nunca escribieron o leyeron una palabra en toda su vida. Leer el AT se convierte en una aventura, la apasionante historia de un pueblo que algunas veces fue una nación importante, pero siempre fue un pueblo concreto que vivió hace mucho tiempo, que tuvo que relacionarse con naciones y potencias ya desaparecidas.

La organización de las épocas históricasAl leer el AT como historia, con tantos nombres, lugares y fechas, es esencial tener una secuencia de tiempo. Es necesario aprender las fechas más importantes, o de otro modo lo que leemos se convierte en un cúmulo de hechos desconectados entre sí. Los estudiosos suelen dividir la historia antigua en tres períodos principales que reciben sus nombres a partir del tipo de herramientas usadas: la Edad de Piedra, la Edad de Bronce y la Edad de Hierro. El hombre primitivo descubrió primero que las piedras podían ser afiladas hasta convertirlas en herramientas o armas rudimentarias. Luego descubrieron cómo fabricar el bronce aleando el cobre con el estaño. La Edad de Piedra duró desde los tiempos prehistóricos hasta el 3500 a.C. La Edad de Bronce continuó desde esta época hasta el 1200-1100 a.C. aproximadamente, cuando los trabajadores del metal aprendieron a forjar y a producir el hierro, un material mucho mejor y más duro. El Hierro dominó desde el 1200 en adelante, pero nosotros no solemos referirnos a los acontecimientos como parte de la Edad de Hierro desde la aparición de los grandes Imperios del Oriente Próximo. Se empieza a hablar más bien del período asirio, persa, griego, etc.

Estrictamente hablando, la historia del AT se ubica sólo en la última parte de la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, pero muchas de las ideas y patrones culturales más importantes ya habían sido fijados en los últimos siglos de la Edad de Piedra, a medida que la humanidad pasó de un estilo de vida nómada y con base en la caza a la vida sedentaria y basada en la agricultura. Hasta donde se sabe, este cambio se arraigó primero en el territorio mismo del «país de la Biblia», que se extiende desde la costa marítima mediterránea de Palestina y Turquía hacia el oriente hasta el Irán actual. Este cambio fue profundo y su efecto obligó a la gente a unirse y a aprender a cooperar unos con otros. Fue el comienzo de la civilización y tuvo lugar en el período entre el 9000 a.C. aproximadamente y el comienzo de la Edad de Bronce hacia el 3500 a.C.

Principales períodos arqueológicos en el Próximo Oriente Antiguo

100.000 a 12.000 a.C.12.000 a 7.500 a.C.7.500 a 4.000 a.C.4.000 a 3150 a.C.

3.150 a 2.200 a.C.2.200 a 1.550 a.C.1.550 a 1200 a.C.1.200 a 586 a.C.

586 a 332 a.C.332 a 37 a.C.

37 a.C. a 324 d.C.

Paleolítico (Edad Antigua de Piedra)Mesolítico (Edad Media de Piedra)Neolítico (Edad Nueva de Piedra)Calcolítico (período del mineral de cobre)Bronce antiguo Bronce medioBronce tardíoEdad de HierroPeríodo persaPeríodo helenísticoPeríodo romano

La extensión del Próximo Oriente AntiguoCuando hablamos del Próximo Oriente Antiguo, nos limitamos a una determinada área cuyos habitantes compartían en su mayor parte la misma cultura y mantenían vínculos políticos y económicos unos con otros. No obstante se hablaban muchas lenguas, muchos grupos étnicos vivían como vecinos y existían muchos odios y rivalidades entre ellos. Es necesario distinguir entre lo que tenían en común y lo que tenían de diferente para poder entender el conjunto.

Primero, en extensión el término «Próximo Oriente Antiguo» abarca más territorio que el Medio Oriente actual. Siempre incluye al país de Egipto, toda Palestina y Siria a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo, Mesopotamia entre los ríos Tigris y Éufrates en el Irak actual, Persia (el estado moderno de Irán) y Turquía, que fue el país de origen de varios pueblos y estados. Por derecho debería incluir a toda Arabia, aun cuando se menciona poco en el AT y no podemos excluir totalmente a las tribus y pueblos que frecuentemente atacaban o avanzaban hacia el Oriente Próximo provenientes de tierras todavía más lejanas hacia el norte en el sur de Rusia. También floreció en el período antiguo antes del 1500 a.C. una civilización a lo largo del río Indo en el norte de la India, que comerciaba con occidente especialmente en especias y hierbas.

A menudo diversos grupos étnicos vivían juntos. El mayor número pertenecía a lo que llamamos la familia semita, una clasificación basada más que todo en el tipo de lengua que hablaban. Estos pueblos semitas eran los acadios (babilonios y asirios), árabes, arameos, cananeos, moabitas, edomitas, amonitas y hebreos. Los otros pueblos no eran semitas. Los más antiguos gobernantes de una ciudad-estado en el Próximo Oriente, los sumerios, son de una familia lingüística bastante diferente de las que hoy se conocen, mientras que los hurritas, los hititas y los persas están todos emparentados con la familia lingüística indo-europea, de donde provienen el griego, el latín, y las lenguas germánicas. Es posible localizar algunos grupos principalmente en un territorio geográfico, por ejemplo, los sumerios en la baja Mesopotamia, cerca del Golfo Pérsico o los hititas en la meseta alta de Anatolia de la Turquía actual. Pero muchos grupos étnicos eran obligados a moverse a causa de las guerras o por necesidad buscando una tierra mejor y otros eran nómadas y no se asentaron en ningún lugar durante mucho tiempo. Así encontramos a los hititas mencionados en la Biblia que vivían en Palestina, así como los hurritas de la parte más al norte de Mesopotamia.

Estos grupos hablaban muchos tipos de lenguas: la egipcia, que se distinguía de las indoeuropeas, las cuales a su vez eran diferentes de la sumeria, que a su vez se distinguía de las semíticas. Y dentro de cada división mayor de lenguas había muchos grupos pequeños. Para el estudio del AT, la familia más importante es la semítica, ya que la lengua del AT es principalmente el hebreo con sólo un poco de arameo en los libros de Esdras y Daniel y griego en los libros deuterocanónicos. El hebreo estaba estrechamente emparentado con la lengua de los cananeos, que vivían en Palestina y Siria. Todas las tres regiones formaban parte de la familia idiomática semítica noroccidental. Unas tablillas encontradas en las ruinas sirias de Eblá, en la ciudad costera palestinense de Ugarit y en Israel mismo han demostrado ser tan cercanas entre sí como lo son el italiano, el español y el portugués. En cuanto a los pequeños vecinos de Israel, Edom, Moab y Amón, sus lenguas son más que todo dialectos del hebreo.

Geografía del Próximo Oriente AntiguoAsí como los pueblos se distinguen entre sí, también se diferencian las tierras en que viven. Egipto y Mesopotamia, cuna de las primeras grandes civilizaciones, las dos fueron valles a la orilla de ríos. Entre ellas se encuentra principalmente desierto en Siria y Arabia. Al norte y oriente cordilleras de altas montañas separaban a una nación de la otra. Los desiertos también servían de barreras naturales. Egipto se sentía seguro durante la mayor parte de su historia, ya que los desiertos africanos la rodeaban por todos lados. Sobre todo, la tierra fértil para la agricultura era muy cotizada. Como una gran extensión del Oriente Próximo era desierto, la población se concentraba en un amplio arco de tierra cultivable que se extendía desde el valle del río Nilo en Egipto hacia arriba de la llanura costera de Palestina, llegando hasta el norte de Siria y luego hacia abajo hacia el gran sistema fluvial de Mesopotamia hasta el Golfo Pérsico. Se suele llamar a esta región la «Medialuna Fértil» por la forma que tiene. Pero además de esta importante franja de tierra propicia para la agricultura y la ganadería, las áreas montañosas, especialmente en Turquía e Irán, tenían con frecuencia pequeñas hoyas y a veces extensos valles, que eran buenos para la agricultura. Sin embargo, los ricos campos y poblados del Creciente Fértil constantemente atraían a las tribus salvajes de las montañas que invadían y trataban de apropiarse de un poco de tierra.

Palestina tenía poca protección natural, ya que era sólo una franja estrecha de territorio habitado a lo largo de la llanura costera. Formaba una vía natural para mercaderes, visitantes, peregrinos e invasores que circulaban entre las grandes ciudades-estado de Mesopotamia y Egipto. Como era montañosa en su mayor parte, sólo podía sostener a una modesta población que no podía esperar poder competir con el gran número de poblaciones que podían contarse desde Egipto hasta Mesopotamia. Ya que constituía un cruce de caminos internacional, probablemente a eso se debe directamente la alta cultura literaria encontrada en el AT. Al parecer los autores bíblicos conocieron bien las creencias y escritos de otras naciones, pero ellos produjeron también escritos y de pensamiento de calidad que no tienen comparación con el resto del mundo antiguo.

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La geografía de PalestinaLa geografía natural de Palestina divide el país en una serie de franjas alargadas de norte a sur con muy pocos modos de entrar fácilmente al país de occidente a oriente. Las cuatro zonas principales son:

1. La llanura costera con suelo arenoso o pantanoso que se extiende desde el norte en forma de una franja estrecha y se vuelve amplias áreas en el sur.

2. El país montañoso o Sefela, una serie de colinas bajas y valles arriba de la llanura costera, a menudo apta para la cría de ovejas y cultivo de frutales, y bien poblada en la antigüedad.

3. Las montañas centrales, una franja que baja como una columna vertebral hacia la parte oriental del país, alcanzando a veces dos mil pies (609.6 mts) de altura y escasamente poblada en los tiempos antiguos. Jerusalén se sitúa en esta franja.

4. El valle del Jordán que es el área más baja bajo el nivel del mar y se extiende a lo largo de toda la frontera oriental. Es interrumpido en dos ocasiones por el Lago de Galilea al norte (684 pies bajo el nivel del mar) y el Mar Muerto en la mitad (1290 pies [394 mts] bajo el nivel del mar) los dos lagos están conectados por el río Jordán que emplea 200 millas (322 km) para recorrer las sesenta millas (96,6 km) entre el Lago de Galilea y el Mar Muerto, ya que tiene muchas curvas. Abajo del Mar Muerto no corre ningún río, sino que el valle se prolonga otras 185 millas (298 km) hacia el Mar Rojo. Esta sección se llama la Arabá.

Estas franjas de norte a sur sólo son interrumpidas por el valle de Esdrelón (Jezreel) que se extiende a través de la mitad del país justo arriba del Monte Carmelo. Es la zona más fértil para la agricultura y siempre estuvo densamente poblada. El Monte Carmelo se asoma al Mediterráneo, interrumpiendo el cómodo viaje arriba de la llanura costera y obligando a la gente a atravesar cerca de Meguiddo. Este estrecho pasadizo se convirtió en el epicentro de muchas batallas para el país de Palestina y ha llegado a ser conocido en inglés como Armageddon.

El país se puede dividir también en cuatro regiones principales que se extienden atravesando el país de este a oeste. Estas regiones son:

1. Galilea: es una región montañosa al norte del valle de Esdrelón y que sube a las altas montañas de Líbano.

2. Samaría: es la mitad del país y su constitución montañosa está bordeada al norte por el valle de Esdrelón. Formaba el corazón del Reino del Norte después de los tiempos de Salomón.

3. Judá: es una mezcla de montañas altas y un área seca y desértica al oriente, pero al occidente es el país de las montañas onduladas y amplias llanuras que producían gran cantidad de frutales y hortalizas para el país.

4. El Neguev: es un área desértica que atraviesa toda la parte sur del país y constituye más de la mitad del área total de Palestina. Gradualmente se convierte en el desierto de Sinaí que separa a Palestina de Egipto. Pocos asentamientos se hicieron en el Neguev.

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B. EGIPTO

«El regalo del Nilo»La historia de Egipto es la historia del Nilo y del desierto. El historiador griego Heródoto en el s.V a.C. llamó a Egipto el regalo del Nilo. La lluvia era casi desconocida, y toda la vida giraba en torno a las aguas del río. El Nilo proporcionaba bebida e irrigación, una arteria fluvial de comunicación para sus poblaciones y un barato medio de transporte para las mercancías y el comercio.

En la antigüedad, como sucede todavía hoy, los egipcios vivían sobre una franja estrecha de tierra cultivada a lo largo de la última extensión de mil millas del Nilo, que fluye hacia el norte por unas 4000 millas desde África central hasta el Mediterráneo. La franja de tierra cultivada nunca pasa las 12 millas al través excepto las últimas cien millas en que se expande en un delta exuberante de casi 160 millas de ancho. Vastos desiertos de arena rodean esta pequeña tira estrecha de vida, y más allá del valle del río sólo existen algunos oasis para abastecer a algunos pequeños asentamientos humanos. En este mundo áspero y aparentemente hostil, surgió una de las más grandes civilizaciones antiguas, prosperó y se mantuvo casi ininterrumpidamente durante casi 25 siglos, del 3000 a.C. al 500 a.C. Cada otoño el río crecido por la nieve derretida de Kenya se desbordaba e inundaba el suelo cubriéndolo con una capa de sedimentos que fertilizaban el suelo durante un año. El ritmo del río dividía el año en dos partes: la estación de cultivo, cuando la gente trabajaba los campos, y la estación de la espera, mientras la tierra estaba inundada. En este último período, casi todos los granjeros estaban desocupados y los faraones los empleaban seguramente para sus enormes proyectos de construcción. Todo dependía del río.

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Pero el desierto también era importante, porque creaba una barrera natural alrededor de Egipto que lo protegía de las invasiones y daba a la gente un gran sentido de importancia y bienestar. Altas cadenas de montañas de arena formaban murallas paralelas a lo largo del valle del Nilo, y así los egipcios pensaban más en términos de norte y sur, más que de este oeste. También existían diferencias entre los que vivían en el área del Delta, más espaciosa y abierta, y los que vivían en a lo largo de los estrechos bancos corriente arriba. Desde el comienzo, Egipto era «Dos Tierras», el Alto y el Bajo Egipto. Hacia el 3000 a.C. un rey del alto Egipto, Menes, conquistó a la gente del Delta, y unió el Alto y el Bajo Egipto en una sola nación. Pero de esa época en adelante, los faraones siempre usaban dos títulos, usaban dos coronas distintas y gobernaban dos regiones.

Aunque africanos de raza, los Egipcios eran de mentalidad semita, se dirigían más a las ricas tierras del Líbano y Palestina para el comercio y aprender nuevas ideas que a sus vecinos del sur. Barcos y caravanas viajaban a menudo entre el Delta y Asia Menor, trayendo madera, caballos, lana teñida y otros vestidos elegantes a Egipto y transportando de vuelta marfil, papiro, carrozas terminadas y otros trabajos en madera.

Dos mil años de historiaLa historia egipcia desde el 3000 a.C. hasta el tiempo del rey David de Israel, aproximadamente el año 1000 a.C. se divide tradicionalmente en tres períodos principales, que se llaman el Reino Antiguo (2800 a 2200 a.C.), el Reino Medio (2000 a 1750 a.C), y el Reino Nuevo (1550 a 1150 a.C.). Entre cada uno de estos hubo un período de caos. Del 2200 al 2000 a.C. las regiones rivales peleaban entre ellos por el poder; del 1750 al 1550, unos invasores extranjeros provenientes de Asia, los Hyksos, dominaron el país.

Desde el tiempo de Manetho, un escritor griego de siglo III a.C., la historia de Egipto se ha dividido en 3 dinastías, aunque hay mucha confusión en este sistema, y su precisión no es muy alta en muchos períodos. Pero proporciona un marco conveniente para destacar los eventos más importantes de la historia egipcia.

Las Dinastías 1-2 van del 3000 al 2800 y representan el período en que el estado estaba desarrollando su sistema único en el que el faraón era un hombre-dios y poseía todo el país. Las Dinastías 3-6 van del 2800 al 2200 aproximadamente y conforman el Reino Antiguo, una era de gran prosperidad y paz. Es la época de las grandes pirámides, construidas como monumentos al culto del faraón muerto. Los trabajos artísticos llenan los museos del mundo con estatuas de escribas, administradores, príncipes y sus familias, todos conscientes de su importancia, serenos y optimistas respecto de la vida. Fue la edad de oro de la vida egipcia.

Las Dinastías 7-9 son casi desconocidas y se ubican en el tiempo del Primer Período Intermedio, en que la agitación y la caída del liderazgo central llevó al pesimismo que marcó el carácter egipcio de ese momento en adelante. Nunca recobraría Egipto completamente el aire del Antiguo Reino. Las Dinastías 10-12 cubren los años 2000 a 1750 a.C. y representan el Reino Medio, cuando los gobernantes de Tebas, una ciudad lejana arriba del Nilo, se las arreglaron para obtener el poder sobre el país y establecieron un nuevo período de paz y riqueza. Extendió su poder hacia el sur, hasta Sudán y organizó un área de comercio importante con las ciudades fenicias y Asia Menor. Las Dinastías 13-17 marcan el Segundo Período Intermedio, cuando las tribus y los pueblos asiáticos se trasladaron al Delta y parte del valle del Nilo, y derrocaron a los príncipes egipcios. Llamados en egipcio Hyksos («reyes extranjeros»), estos conquistadores semitas dominaron por 150 años más a los príncipes egipcios rivales, hasta que una nueva dinastía en Tebas lentamente ganó poder y los hizo retroceder en sucesivas batallas. La Dinastía 18. El fundador de la dinastía 18, Amosis I, reunificó de nuevo a Egipto como una sola nación hacia el 1550. Bajo el mando de una serie de reyes brillantes, la dinastía extendió las fronteras egipcias hacia el Próximo Oriente y controlaba Palestina, Líbano y la mayor parte de Siria. Organizó bases navales a lo largo de las costas de Asia, puso guarniciones armadas y gobernadores egipcios en importantes ciudades fortificadas e hizo frecuentes marchas de todo el ejército en todo el territorio para mostrar su poderío. Gracias a las excelentes comunicaciones establecidas a través del desierto del Sinaí, los faraones fueron capaces de controlar los estados asiáticos al menos durante 150 años. El más grande de los faraones de la 18ª dinastía fue Tutmosis III (1490-1436); bajo su gobierno Egipto alcanzó el mayor poderío que jamás había alcanzado. Esto sucedió a pesar del hecho de que tuvo que competir con un pariente mayor, Hatshepsut, que usurpó el título de rey por 18 años (1486-1468) – ¡a pesar de ser una mujer! Fue también la dinastía de Amenhotp IV, el «rey hereje», que comenzó una reforma radical de la religión en 1378 a.C. intentando remplazar los cientos de dioses egipcios por una sola divinidad, adorada como el disco solar visible en el cielo, el «Aton» y se dedicó a

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los problemas internos del país, incluyendo la fundación de una nueva ciudad capital en El Amarna. El imperio asiático comenzó a pasar muy rápidamente, y la reacción de la gente a la nueva fe fue un rechazo violento. Su joven sobrino y sucesor, Tutankamón, sólo un niño rey, fue obligado a restaurar la antigua fe.

La Dinastía 19 llegó al poder alrededor del año 1300 bajo Sethí I y Ramsés II, dos reyes dinámicos. Ellos reafirmaron el poder de Egipto en Asia Menor y establecieron una nueva ciudad capital justo en la frontera del desierto del Sinaí en el área del Delta para estar más cerca de sus ejércitos en el campo. La mayoría de estudiosos identifica este movimiento como el trasfondo de Éxodo 1, donde Israel es sometido a esclavitud y forzado a trabajar en la construcción de esta nueva fortaleza del Delta. Así se acepta ampliamente que Setí I fue el faraón que esclavizó a Israel, y Ramsés II fue el faraón durante el verdadero éxodo.

La Dinastía 20 y las sucesivas se extendieron desde el 1200 a.C. hasta la conquista de Egipto por los griegos bajo Alejandro Magno hacia el 330 a.C. Después del siglo XIII, Egipto declinó rápidamente en poder y apenas tenía suficiente energía para repeler las invasiones masivas de los «pueblos del mar», grupos de raza indoeuropea que estaban migrando a través de Turquía Grecia y las islas mediterráneas de Creta y Chipre. La mayoría de los que fracasaron en la conquista de Egipto se establecieron a lo largo de la costa de Palestina y llegaron a ser conocidos como los Filisteos. Estos ataques habrían comenzado hacia la mitad del siglo XII mientras Ramsés III era el faraón.

Desde el año 1000 hasta el final del período bíblico, un faraón ocasional se las arreglaba para conseguir suficiente fuerza y conducir un ejército contra Palestina. Pero con más frecuencia lo que mejor podían hacer era atacar y llevarse el botín. Ninguno era capaz de sostener un imperio allí. Sheshonq (Sesac) es mencionado en 1 Reyes 14 como el que condujo ese ataque hacia el 930 a.C., poco después de la muerte de Salomón. Piankhi, un etíope que se había apoderado del trono egipcio, trató de luchar contra los asirios en 700 a.C. y Necao trató de detener a los ejércitos babilonios en el 609, 605 y 601 a.C. Ninguno tuvo éxito. Asiria atacó y gobernó en Egipto por unos pocos años después del 663 a.C., y los persas arrasaron Egipto y lo convirtieron en una provincia en 525 a.C., mientras que los ejércitos griegos de Alejandro conquistaban el país en 332 a.C. y el mismo Alejandro se proclamó faraón. En los tiempos de la dominación romana, Egipto se convirtió en el principal centro agrícola y cultural de la parte oriental del imperio.1

C. Una inspección a los pueblos semitas

1) SumerEl comienzo de la Edad de Bronce hacia el 3500 a.C. vio el nacimiento de la primera gran civilización del mundo cuando los sumerios aparecieron de repente en la parte baja de Mesopotamia entre los ríos Tigris y Éufrates. Se desconocen sus orígenes, pero muchas de sus tradiciones nos llevan a creer que ellos vinieron del norte, posiblemente del país montañoso de Irán. Ellos construyeron ciudades e iniciaron grandes proyectos de irrigación para drenar los pantanos y canalizar el agua de los ríos a los campos secos pero cultivables que se extienden a través de las llanuras de Mesopotamia. En las ciudades de Eridu, Uruk, Nippur y Ur se desarrollaron importantes centros de poder y de religión. La necesidad de grandes fuerzas de trabajo para mantener el sistema de irrigación condujo a una organización social cada vez mejor. A medida que las poblaciones crecían, asimismo crecían las herramientas de civilización. Los sumerios inventaron la escritura hacia el 3200 a.C. así como una avanzada matemática basada en un sistema fundado en el número 6 (más que el sistema basado en el 10 que usamos nosotros). Parece que ellos desarrollaron la carreta y el torno, así como los primeros libros de leyes, la idea de colecciones de proverbios y dichos de sabiduría, y las escuelas formales. Miles de tabletas sumerias con escritura en ellas se han encontrado en las ruinas de ciudades, y muchas contienen historias de gran valor, incluyendo mitos religiosos y épica histórica sobre héroes legendarios. De los indicios sacados de esos escritos, parece que los sumerios originalmente gobernaban sus ciudades-estado mediante una asamblea de ciudadanos libres sacados de las diferentes clases: ancianos, nobles, sacerdotes, etc. Había también esclavos, normalmente prisioneros de guerra. A medida que la ciudad-estado (que incluía una ciudad grande y toda la tierra cultivable y poblaciones que la rodeaban) se hizo más grande y más poderosa en el período del 3000 al 2400 a.C., la asamblea local dio vía a la idea de reyes nombrados por los dioses que gobernaban como el regente o el delegado del dios. No cabe duda de que este cambio fue necesario por los constantes conflictos entre ciudades que requerían fuertes líderes.

1 Una página sobre egiptología: http://www.egiptologia.com/

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Por encima de sus otros logros, no obstante, está la calidad de su arte que todavía hoy sobresale por su frescura y vivacidad. La belleza y el cuidadoso trabajo de su orfebrería y platería todavía pueden verse en el British Museum en la maravillosa colección de objetos sumerios reunidos de las tumbas reales de Ur, que datan del siglo XXVII o XXVI a.C. Estos tesoros han sido reproducidos en numerosos libros de arte para el estudiante del mundo antiguo y vale la pena buscarlos.2

2) Los acadiosLa civilización sumeria estaba establecida en medio de una población más antigua de pueblos semitas que habitaban no sólo en Mesopotamia sino también más al oeste en Arabia, Siria y Palestina. Hacia el 2400 a.C. Sargón de Acadia se convirtió en el primer gran gobernante semita en romper el poder de Sumeria. Acadia era un pueblo en medio de Mesopotamia, y desde allí Sargón y su nieto construyeron un imperio que se extendió hacia el occidente incluso hasta Siria. Excepto por su lengua semita, el imperio acadio debía casi toda su cultura a los sumerios que estuvieron antes que ellos. Durante un período del 2050 al 1950 a.C. los sumerios sí recuperaron liderazgo bajo los gobernantes de la ciudad de Ur, pero por lo demás el pueblo semita controló a Mesopotamia durante los siguientes 1800 años – hasta que Ciro, rey de Persia, creó su imperio en el siglo VI a.C.

Después de la caída del poder sumerio y el breve imperio de Sargón de Acadia, el norte y el sur de Mesopotamia se desarrollaron gradualmente en diferentes direcciones. La parte sur, normalmente llamada «Babilonia» después de la ciudad capital de la región, Babilonia, siguió siendo el centro cultural y modelo universalmente admirado de verdadera civilización para todos los pueblos del Próximo Oriente. La parte norte, llamada Asiria después de su poder supremo, desarrolló fuertes conexiones comerciales con otras naciones y también un carácter más guerrero. Ambos territorios estaban poblados por pueblos semitas estrechamente emparentados y que compartían el mismo idioma y cultura general. En el largo período entre 2000 y 1000 a.C. Asiria nunca alcanzó es estatus de un imperio mundial, aunque Babilonia tenía dos siglos de grandeza bajo en rey Hammurabi y sus sucesores (1750 a 1550 a.C.). Durante la mayor parte de este período, Mesopotamia estuvo dominada por una dinastía de reyes del extremo sur de la región, llamados Kassitas (?). En su imperio que duró desde el 1500 al 1150 a.C., ellos mantuvieron generalmente patrones culturales de Babilonia y contribuyeron con pocas cosas nuevas. En el primer milenio, al menos desde el 1000 al 500 a.C., las dos naciones de Babilonia y Asiria tuvieron historias bastante diferentes.

3) BabiloniaAunque Babilonia había alcanzado el dominio mundial bajo Hammurabi, no logró alcanzar de nuevo verdadera independencia hasta el reinado de Nabopalasar y su hijo Nabucodonosor del 625 al 562 a.C., pero como la sede de la herencia sumeria y acadia fue siempre admirada y reverenciada por su arte, literatura y ciencia. La lengua babilónica fue usada en todos los lugares del Próximo Oriente como la lengua diplomática común entre las naciones. ¡Incluso el faraón de Egipto la usaba para escribir a las ciudades de Palestina! Copias de sus obras maestras de literatura como la épica de Gilgamesh han sido encontradas no sólo en Egipto y Palestina sino incluso en la capital hitita de Hattusas en el norte de Turquía.

Además de la innegable influencia de la literatura babilónica en las historias de Génesis 1-11, la mayoría de referencias a Babilonia se centran en el período del 700 al 540 a.C. Un líder babilonio, Merodac Baladán, convenció al rey Exequias de Judá de apoyarlo en una rebelión contra los asirios en el 721 y de nuevo en el 704 a.C. Este esfuerzo no tuvo éxito y Judá pagó el precio de ser sitiada y destruida por los ejércitos de Senaquerib. Pero después del 625, cuando el poder asirio decayó, los babilonios sacaron rápidamente ventaja de la situación y formaron un nuevo imperio de los restos de las conquistas asirias. El rey Josías perdió su vida tratando de detener a Egipto que subía a ayudar a defender a los asirios, y sus esperanzas de que Judá encontrara independencia de Babilonia se esfumaron cuando Nabucodonosor marchó a occidente y exigió tributo y sujeción tanto como lo habían hecho antes los asirios. Los intentos de rebelión de Judá en 597 y 587 condujeron al final de la monarquía de Israel, la destrucción total de Jerusalén y el exilio, que duró del 586 hasta el 539 cuando los ejércitos persas de Ciro el Grande vencieron a los babilonios e integraron el viejo imperio babilónico al nuevo imperio persa. Ciro permitió a los pueblos cautivos, incluyendo a los judíos, regresar a sus países nativos.

2 Hay un sitio en castellano con datos interesantes de Sumeria en http://www.geocities.com/juliobou/ y otros sitios bastante completos en inglés en http://www.crystalinks.com/sumer.html. También el sitio del museo británico es excelente para saber más sobre Egipto, Sumer y Acad: http://www.thebritishmuseum.ac.uk/index_f.html. Sobre Egipto hay muchas páginas interesantes: un ejemplo entre muchos, http://www.mankato.msus.edu/emuseum/prehistory/egypt/maps/mainmap.html, o bien, http://www.institutoestudiosantiguoegipto.com/mapa_indice.htm, http://egipto.com/mapa/., etc.

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4) AsiriaAsiria se convirtió en potencia mundial en el siglo X a.C. cuando comenzó a expandirse hacia el norte y occidente y a formar un imperio basado en una triple política de 1) deportación de gente, 2) amenazas de retaliación brutal y 3) un sistema fuertemente controlado de provincia para los países conquistados. En el siglo IX dos reyes asirios, Asurbanipal II (888-859) y su hijo Salmanasar III (858-824) fueron capaces de extender su poder sobre la mayor parte de Siria y así se aproximaron a las fronteras del reino del norte de Israel. Ambos reyes se jactaban de llegar al Mediterráneo en sus campañas militares, y Salmanasar ha dejado atrás un monumento, el famoso «obelisco negro» sobre el cual él representó a Jehú, rey de Israel del 842-815, inclinado y ofreciendo tributo como un rey vasallo.

Del 800 al 750 Asiria fue incapaz de mantener su dominio sobre los estados sirios de Damasco, Hamat y Calno debido a revueltas internas y reyes débiles. Pero en 745, un nuevo rey, Tiglat-Piléser III, asumió el trono y comenzó a reorganizar su imperio y a revitalizar a su ejército. Para mantener mejor el poder sobre los pueblos conquistados, introdujo la política de las deportaciones masivas de las ciudades enteras después de ser tomadas. Se convirtió en una típica política asiria de ahí en adelante. Bajo una serie de poderosos gobernantes, Asiria conformó un imperio que incluía como provincias conquistadas a toda Babilonia, Urartu, al norte Siria y al reino del norte (de Israel) y, como estados sujetos con sus propios reyes, a todo el Líbano, Filistea, Judá y los pequeños reinos de Edom, Moab y Amón al otro lado del Jordán.

Desde Tiglat-Piléser en el 745 hasta la caída de Nínive en 612 que acabó con el poder asirio para siempre, todos los gobernantes de Israel y Judá y todos los profetas estuvieron metidos en la cuestión de las relaciones con Asiria. Los momentos más cruciales incluyen la rebelión del reino del norte y su destrucción total por Salmanasar V y Sargón II en 722 a.C., la invasión de Judá por Senaquerib en 701 a.C. y la rebelión de Josías en el 628-622 a.C. Los documentos asirios registran muchos eventos pertenecientes a la Biblia, como la mención de los reyes Israelitas Jehú, Morí, Ajab, Pécaj y Oseas, y de los reyes de Judá, Ezequías y Manasés. Tal vez el más valioso e intrigante monumento es el completo relato pictórico de la toma de la ciudad amurallada de Laquis de manos del rey Ezequías por el rey asirio Senaquerib en 701. una vez adornó una estancia pública en Nínive y puede encontrarse hoy reconstruido en el British Museum de Londres.

El último rey asirio fue Asurbanipal (669-632), que dejó una vasta biblioteca de obras literarias antiguas, muchas escritas en sumerio, que él había reunido para preservar la cultura acadia. Después de su muerte el imperio rápidamente colapsó antes de los disturbios de sus súbditos conquistados y en poder cada vez mayor de Babilonia al sur y de los terribles medos al oriente. Hacia el 609, la nación asiria desapareció, bajo la coalición de babilonios y medos.

5) SiriaLa historia de la antigua Siria había sido desconocida hasta hace poco. Ubicada en sándwich entre Egipto y Mesopotamia, la mayoría de estudiosos pensaba que Siria tenía poca cultura original propia. Los hallazgos en Ugarit en 1929, en los que se encontraron miles de tablillas anteriores al 1200 a.C. y de Eblá, una ciudad cercana, donde se han encontrado tablillas del 2400 a.C. o más antes, nos han abierto una nueva visión de los ricos logros culturales de los pueblos semíticos occidentales. Ellos fueron llamados Amorreos en las tablillas asirias y babilonias pero poco se sabía de su cultura. Muchos de los patrones épicos y culturales encontrados en Mesopotamia pudieron haberse desarrollado primero en los estados sirios. Ciertamente los documentos escritos en ugarítico revelan una vida religiosa y social que se ajusta al cuadro descrito por los libros bíblicos sobre los nativos cananeos de Palestina. Ahora estamos seguros de que las ideas religiosas que los israelitas encontraron cuando entraron en Palestina eran mucho más cercanas al pensamiento de los pueblos de Siria que a los pensamientos e ideas de los pueblos acadios de Mesopotamia.

Ugarit era un floreciente puerto marítimo y centro de comercio. Tal vez su contribución más importante al estudio bíblico es el significativo número de epopeyas rituales y religiosas que revelan las ideas religiosas de los cananeos en sus propias palabras. Por primera vez, no tenemos que tratar de entender lo que era la religión cananea a partir de los fuertes ataques de condenatorios de los profetas. Ugarit fue destruida para siempre alrededor del 1200 a.C. por una invasión desde el mar. En sus últimos años fue un estado vasallo del imperio hitita.

Aram representa al último grupo de las ciudades-estado sirias formadas por la gradual consolidación y asentamiento de grupos tribales del desierto en Siria después del 1300 a.C. Los ejércitos asirios combatieron contra estas tribus continuamente. En el siglo IX Damasco se convirtió en un importante

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reino bajo Ben Hadad y Jazael. Fue capaz de resistir el ataque de Israel (ver 1Re 20–2Re 8) y no pudo atacar a Palestina con éxito debido a la constante amenaza de los asirios que estaban tras ellos. El control de estos estados arameos se convirtió en el principal objetivo de la expansión asiria bajo Tiglat-Pileser III en el siglo VIII.

Finalmente, los fenicios ocupaban las ciudades costeras de Byblos, Tiro, Sidón y Beirut. Ellos crearon un notable centro cultural construido sobre transporte marítimo. Fenicia brindó acogida a los artesanos y artistas que combinaban lo mejor de las artes egipcia, griega y mesopotámica en el trabajo del metal y del marfil. Desarrolló un comercio marítimo mundial de toda clase de bienes y fundó colonias comerciales en lugares apartados como España y Cerdeña. Ellos desarrollaron el alfabeto, un avance importantísimo sobre la rudimentaria escritura cuneiforme de los babilonios, que requerían de cientos de signos para leer o escribir. Su simple sistema de vocales y consonantes fue prestado de los griegos hacia el 1000 a.C. y así llegó hasta nosotros hoy como la base de nuestro lenguaje escrito. El auge de la cultura fenicia y su éxito comercial tuvieron lugar en el siglo X y IX a.C. Pero era todavía una potencia comercial incluso en el siglo VI a.C., ya que podemos descubrir en las dramáticas condenaciones del profeta Ezequiel a Tito y Sidón (ver Ez 26–28).

6) Los filisteosLos filisteos son primero se encuentran en la tierra de Palestina (que más tarde recibió su nombre de ellos) aproximadamente en la misma época en que Israel empieza su conquista, esto es, hacia el 1200 a.C. los egipcios registraron ataques de un grupo llamados los «pueblos del mar» a comienzos del siglo XII. Ellos representan una ola de invasores que no eran semitas sino que vinieron a través de Grecia, Turquía occidental y la isla de Creta y otros lugares a Palestina. Sus orígenes estaban en la región sur de Rusia. Algunas tribus ya habían servido como soldados mercenarios en el ejército egipcio antes de que comenzaran las mayores olas de invasión.

En Palestina, los invasores filisteos se instalaron a lo largo de la zona costera del sur y formaron una estrecha alianza de cinco ciudades: Ekrón, Ashdod, Ascalón, Gaza y Gat. Esto sucedió hacia la época en que la tradición israelita sitúa la conquista de Josué y la lucha de Israel bajo la guía de los Jueces por el control de las montañas del país. Por un tiempo ellos vivieron en paz, pero hacia el final del período de los Jueces, hacia el 1050 a.C. más o menos, tuvo lugar una expansión de los filisteos hacia las colinas donde Israel se había establecido. Israel sufrió varias derrotas importantes, incluso la pérdida del arca de la alianza en la batalla de Ebenezer. Los colonizadores filisteos se internaron en la región agrícola más importante del valle de Esdrelón y en el país montañoso de Judá. Las crisis causadas por los ataques hicieron que Israel deseara tener un rey en tiempos de Samuel. La historia de Saúl y David en los libros de 1 y 2 Samuel está estrechamente vinculada con la tarea de repeler a los filisteos.

Una razón para el éxito de ese grupo relativamente pequeño de gente era que conocían la fabricación del hierro. El uso del hierro para las armas era muy superior a las lanzas y espadas de blando cobre empleadas por los demás habitantes cananeos, y los «pueblos del mar» habían traído consigo ese conocimiento como un secreto bien guardado. Ellos lo habían aprendido de los hititas de Turquía, que primero habían descubierto cómo trabajar el mineral de hierro en gran escala en el siglo XIV a.C. Pero poco a poco su conocimiento se extendió incluso a Israel.

El rey David fue capaz de hacer de las ciudades filisteas sus súbditas, pero después de la muerte de Salomón en 930 a.C. ellas volvieron a recobrar su independencia y existieron independientemente hasta las invasiones asirias del siglo VIII a.C., aunque ellas nunca fueron de nuevo suficientemente fuertes para amenazar a Judá y a Israel.

7) Los pequeños estados al otro lado del JordánLa región de Transjordania no estaba densamente poblada en el segundo milenio antes de Cristo. Muchos grupos nómadas vagaban por esta zona, y el libro del Deuteronomio en el capítulo 2 todavía guardaba algún recuerdo de estas tribus primitivas. Pero hacia la misma época del éxodo de Israel de Egipto, nuevos grupos comenzaron a colonizar el territorio del banco oeste del Jordán. Oímos de los reyes amorreos de Sijón y Og que Israel destruyó en Números 21, así como de los reinos de Edom, Moab y Amón, que ellos evitaban con mucho cuidado.

Edom estaba habitado por grupos tribales estrechamente emparentados con los árabes. La historia de Esaú y Jacob en la Biblia hace a Esaú el padre de Edom y así identifica a los edomitas como hermanos de sangre de los israelitas. El territorio de Edom se extiende desde el Mar Muerto al sur a lo largo del

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valle que termina en el Mar Rojo, llamado “la Arabá”. A pesar de la relación tradicional entre Esaú y jacob, el conflicto con Edom era constante en el período de los reyes. Saúl, David, Salomón, Amasías y Azarías, todos ellos combatieron y dominaron a los edomitas, pero otros varios pasajes sugieren que a menudo se devolvía la pelota (cf las profecías de Abdías, Jeremías 49 y Ezequiel 35). El salmo 137 muestra un odio tan apasionado contra los edomitas que tenemos que suponer que Israel y Edom se consideraban entre sí grandes enemigos.

Moab queda al norte de Edom, al otro lado del Mar Muerto arriba en el valle del río Arnón. Fue habitada en la misma época que Edom por una nación semita que adoraba al dios Kemosh. El rey David la conquistó muy pronto cuando llegó a ser rey y fue parte del reino de Salomón. Cien años después sabemos a partir del importante hallazgo de una crónica de su rey Mesha, la llamada «piedra moabita» o estela de Mesha, que todavía era gobernada por los reyes del reino del norte. Mesha obtuvo la libertad para Moab pero los conflictos con los reinos israelitas continuaron. Moab regularmente reclamaba las tierras de Galaad y Heshbón al norte del río Arnón, que también eran tierras reclamadas tradicionalmente por las tribus israelitas. Por esta causa y por la oposición israelita a los ritos religiosos moabitas en honor de Kemosh, que incluían sacrificios de niños (ver en especial 2 Re 3,4-27), los profetas denuncian a Moab intensamente. Ver Is 15, Jer 48 o Am 2.

Amón queda encima de Moab entre los ríos Arnón y Yabbok sobre el costado del Jordán. Su capital era Rabat-Ammón, la misma Ammán actual, la capital de Jordania moderna. Los amonitas, o como son llamados más frecuentemente en el AT, «los hijos de Amón», eran una tribu aramea que ocupó la tierra en el siglo XII a.C. y, como sus vecinos, tuvo una larga historia de conflicto con los israelitas al otro lado del río Jordán. Varias historias muy conocidas de estas guerras se narran en la Biblia. El libro de los Jueces narra cómo Ehud salvó a las tribus del gobierno de Eglón, rey de Moab y sus aliados amonitas (Jue 3,12-30). Saúl derrotó a los amonitas en la batalla de Yabés de Galaad (1 Sam 11,1-11), y David casi arrasó el país para vengar la burla y la humillación que los amonitas mostraron hacia sus embajadores de buena voluntad (2Sam 10 y 12). Los asirios redujeron a Amón así como a Edom y a Moab, a la condición de vasallos, pero cuando Judá estaba debilitada por los ataques del 598 a.C., los amonitas sacaron ventaja de la situación para atacar el territorio israelita.

D. Vecinos lejanos no semitas

1) Los hititasLos hititas eran un pueblo no semita que construyeron un extenso imperio en el área de la actual Turquía en el período desde 1500 al 1200 a.C. Su capital estaba cerca de la Ankara moderna y se llamaba Hattusas (actualmente Boghazkale). El imperio se deshizo en el mismo período de florecimiento de los jueces de Israel, posiblemente bajo la presión de invasores del norte, entre los cuales habrían estado las mismas tribus conocidas en Egipto y Palestina como «los pueblos del mar». Todavía se pueden visitar en Turquía extensos restos de ciudades hititas y se ha encontrado un conjunto de mitos y escritos religiosos que se asemejan mucho a los antiguos mitos griegos de Zeus y los dioses, sugiriendo que los hititas eran un pueblo ario, es decir, indoeuropeo, como los griegos. Debido a sus conquistas en Siria e incluso una vez en Babilonia (hacia el 1550 a.C.), ellos tomaron prestado muchísimo de las culturas de Mesopotamia y Canaán-Siria en cuanto a arte y a épica religiosa. Varias veces la Biblia resalta a los hititas entre los pueblos de Canaán (Ex 3,8; 23,23; Jos 9,1). Estos eran muy probablemente pequeños grupos que habían emigrado al sur como exiliados cuando las ciudades hititas del norte de Siria fueron conquistadas por los arameos u otros invasores.

2) PersiaEl moderno Irán, al oriente de Mesopotamia, era la patria de dos poderosos grupos nacionales, los medos en el norte y los persas en el sur. Hay rastros de arte en cerámica y de trabajos en metal altamente desarrollados que se remontan al tercer milenio antes de Cristo, pero la influencia de estas naciones no fue sentida por Israel hasta la época del exilio a finales del siglo VI. Los medos se aliaron con Babilonia para derrocar a los asirios del 614 al 609 a.C., pero su poderío duró sólo un breve tiempo ya que ellos pronto cayeron víctimas de la victoria de Ciro de Persia, que antes era su súbdito, hacia el 550 a.C.

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Ciro no sólo siguió con la conquista de Babilonia sino que fue capaz de crear un imperio que se extendía desde la India hasta las fronteras de Grecia. A diferencia de las tácticas de terror usadas por Asiria y Babilonia para controlar a los pequeños estados, Ciro organizó su imperio en satrapías o provincias gigantes con gobernadores locales que compartían el poder con oficiales persas. Él siguió la política de dejar que cada pueblo sujeto conservara sus propias costumbres y su religión propia, pero construyeron un elaborado sistema de carreteras y comunicaciones para unir a las diferentes regiones con sus tres capitales en Susa, Persépolis y Ecbatana en Irán.

La religión persa fue fundada por Zoroastro, a principios del siglo VI a.C. Era una combinación del culto a una sola divinidad, Ahura Mazda, y la creencia en un enorme sistema de fuerzas buenas y malas que afectaban la vida humana. Muchas de las ideas más importantes de la fe zoroástrica influenció creencias posteriores. Mitra, el jefe de las fuerzas del bien, se convirtió en el dios favorito del paganismo romano, y las ideas de cielo, infierno, ángeles, un juicio final y otras doctrinas judeo-cristianas fueron coloreadas por descripciones similares del pensamiento persa.

Los dos siglos de gobierno persa del 539 al 333 a.C. fueron un período de relativa quietud y estabilidad en occidente, y así dejó poca huella en los escritos del AT. De hecho, los últimos años de control persa del 450 al 330 a.C. son los años que menos se conocen de la historia bíblica.

3) GreciaAlejandro Magno pudo ganar el control de las ciudades griegas hacia el 336 a.C. y en tres años reunió un ejército con movilidad, usando la nueva técnica de la falange, y creó entre sus tropas entusiasmo suficiente para desestabilizar a los grandes ejércitos de las satrapías persas. En el breve período de 10 años, del 332 al 323, Alejandro conquistó todo el reino persa hasta el río Ganges en la India. Fundó colonias griegas en todo el Próximo Oriente comenzando el proceso de obligar a observar las costumbres y los valores griegos en el Oriente. Después de su muerte prematura a la edad de 33 años en 323, sus generales dividieron su imperio y continuaron este proceso de helenización del oriente. Los escritos bíblicos tardíos muestran las profundas intrusiones que la cultura griega hizo en este período. En el siglo II a.C., el griego era el idioma universal entre las naciones en todo el Oriente Próximo, y ninguna nación logró escapara su influencia en arte, política, religión y filosofía.

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