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Según el diccionario de la RAE (Real Academia Española de la Lengua), módulo tiene dos acepciones que nos interesan: Es decir que módulo es tanto una unidad de medida como un elemento material que se repite. Sin embargo, a los efectos de nuestras necesidades en el campo del diseño, módulo debe ser convenientemente definido. Aunque no intentamos efectuar una definición de carácter universal de su significado específico, proponemos algunos criterios de aplicación y, consecuentemente, la interpretación que proporcionará el sentido con el que lo entendemos en la materia y que llamaremos “Modulación en Diseño”. Para comenzar hagamos hincapié en la acepción 1, o criterio de “unidad de medida”. Hemos tenido muchos ejemplos de modulación en términos de medida y regularidad a lo largo de la historia del diseño y más en general, de la historia de la actividad humana. La ansiedad o necesidad de encontrar una regularidad en la naturaleza y, asociada esta con una cualidad que nos acerca a lo divino o lo perfecto, se han hecho innumerables intentos por describir y escribir las diversas obras con este criterio. La modulación como patrón es el sustento de la ciencia matemática. Las sucesiones, con su lógica regular, encuentran el referente común y lo describen a modo de una fórmula, a veces sencilla y otras, compleja. Los números naturales están modulados en la unidad, el sistema decimal en décimos de la unidad, etc. HOJA TEÓRICA Modulación: Módulo: Ac. 1. Dimensión en las que se divide regular y convenientemente un elemento y que sirven de norma o regla para su constitución. Ac. 2. Elemento, o conjunto de elementos, que forma parte de uno mayor y que lo constituye ya sea por repetición sistemática, por capacidad de adecuación a diversas solicitaciones funcionales y/o visuales. Ac. 3. Conjunto organizado de elementos, con significado propio, que proporcionan un nivel adecuado de funcionalidad, operatividad o uso. Modulación en Diseño: Dimensionamiento de un todo, ya sea sustentada por repetición sistemática de una medida y/o de un mismo elemento o dispositivo con el fin de proporcionarle un ritmo visual y/o una conveniencia productiva. A- Dimensión que convencionalmente se toma como unidad de medida, y, más en general, todo lo que sirve de norma o regla. B- Pieza o conjunto unitario de piezas que se repiten en una construcción de cualquier tipo, para hacerla más fácil, regular y económica.

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Según el diccionario de la RAE (Real Academia Española de la Lengua), módulo tiene

dos acepciones que nos interesan:

Es decir que módulo es tanto una unidad de medida como un elemento material que

se repite. Sin embargo, a los efectos de nuestras necesidades en el campo del

diseño, módulo debe ser convenientemente definido. Aunque no intentamos

efectuar una definición de carácter universal de su significado específico,

proponemos algunos criterios de aplicación y, consecuentemente, la interpretación

que proporcionará el sentido con el que lo entendemos en la materia y que

llamaremos “Modulación en Diseño”.

Para comenzar hagamos hincapié en la acepción 1, o criterio de “unidad de

medida”.

Hemos tenido muchos ejemplos de modulación en términos de medida y regularidad

a lo largo de la historia del diseño y más en general, de la historia de la actividad

humana. La ansiedad o necesidad de encontrar una regularidad en la naturaleza y,

asociada esta con una cualidad que nos acerca a lo divino o lo perfecto, se han hecho

innumerables intentos por describir y escribir las diversas obras con este criterio.

La modulación como patrón es el sustento de la ciencia matemática. Las sucesiones,

con su lógica regular, encuentran el referente común y lo describen a modo de una

fórmula, a veces sencilla y otras, compleja. Los números naturales están modulados

en la unidad, el sistema decimal en décimos de la unidad, etc.

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Módulo: Ac. 1. Dimensión en las que se divide regular y convenientemente un elemento y que sirven de norma o regla para su constitución.

Ac. 2. Elemento, o conjunto de elementos, que forma parte de uno mayor y que lo constituye ya sea por repetición sistemática, por capacidad de adecuación a diversas solicitaciones funcionales y/o visuales.

Ac. 3. Conjunto organizado de elementos, con significado propio, que proporcionan un nivel adecuado de funcionalidad, operatividad o uso.

Modulación en Diseño: Dimensionamiento de un todo, ya sea sustentada por repetición sistemática de una medida y/o de un mismo elemento o dispositivo con el fin de proporcionarle un ritmo visual y/o una conveniencia productiva.

A- Dimensión que convencionalmente se toma como unidad de

medida, y, más en general, todo lo que sirve de norma o regla.

B- Pieza o conjunto unitario de piezas que se repiten en una

construcción de cualquier tipo, para hacerla más fácil, regular y

económica.

La regularidad del día y la noche nos llevó a modular la duración de año en una cantidad de días estable, 365. Lamentablemente, ambos hechos no guardan la misma base de modulación y por lo tanto al cabo de cuatro años, debemos corregir el error y agregar un día más, ya que día y noche se modulan con el giro de la tierra sobre su eje, mientras que el año, es el giro alrededor del Sol. La duración del día la dividimos en 24 como módulo para obtener la hora.

La figura humana ha sido analizada según diversas modulaciones. Ya sea la cantidad de cabezas que entran en el cuerpo “normal” o, la división en tres partes de la cabeza para encontrar las proporciones adecuadas de frente, nariz y mentón. (fig1)

En este boceto, Leonardo Da Vinci, busca esas medidas armónicas del perfil de un semblante.

Las construcciones humanas han tenido esta cualidad. Una ciudad en forma de damero es una modulación importante de nuestro entorno. A veces se superponen otras modulaciones como el caso de avenidas cada 10 calles o una trama triangular que proponen las diagonales. (fig 2)

Un templo, con la regularidad de las columnas, produce en el observador, efecto de estar en un sitio que es armónico, previsible.

Surgen además, otras maneras de buscar esta armonía, como la proporción áurea. Esta relación se deduce del cuadrado y está esquematizada en la figura 3. La particularidad es que, al rectángulo que se genera, se le puede agregar o sacar un cuadrado resultando siempre un rectángulo áureo.

Los estudios realizados, descubrieron que muchas obras de la naturaleza poseían esta relación, además de diversas construcciones del mundo clásico.

Con estos antecedentes, no es de extrañar que aparezca la modulación como un tema recurrente en diseño y desde esta perspectiva, es tanto una manera de dar solución a un objeto, como una estrategia de proyecto.

Otra manera de entender la modulación es la que nos proponen los fractales, ya que en ellos se repite el esquema, y en este caso es un módulo, asociado a una regla de repetición y a un cambio en su dimensión. Tal como vemos en el ejemplo en el que un triángulo por repetición sigue creciendo hasta generar la compleja figura 4.

Ver es entender y muchas veces vemos aquello que estamos buscando. Entender algo es encontrar los elementos que lo conforman, construir un sentido particular, una explicación que nos proporcione un orden.

Buscaremos entonces una base de medida y también un elemento que podamos repetir.

Hay algunos ejemplos de elementos que están confeccionados por módulos que son interesantes como elementos para un estudio del tema.

Por ejemplo las escaleras que se muestran a continuación.

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Figura 2

Figura 4

Figura 3

Figura 1

En estos ejemplos vemos algunas características que nos propone la modulación como son:

? La repetición del mismo elemento, conjunto de piezas con una capacidad funcional determinada. En estos casos el nudo sobre el que articula la construcción de la escalera y el escalón pertinente.

? la interconexión de esos elementos. Ya aplicado a lo que es un producto funcional, nos percatamos que justamente la funcionalidad del conjunto (escalera), se debe a los módulos y además ellos resuelven la intercambiabilidad de partes, el crecimiento, la adecuación al espacio, y otras más que se relacionan con el material, la producción, etc. y que también son cualidades adquiridas por la modulación o, quizá para decirlo mejor, cualidades que la modulación como proyecto, debe proporcionar. Es el diseñador el que prescribe cómo será la modulación y por lo tanto el que debe asignar o proponer estas cualidades.

Siguiendo con las escaleras podemos formularnos una pregunta. Cómo sería un descanso? O en el caso de la recta, cómo se puede hacer un giro? Existen módulos para ello? Es interesante notar que ambas escaleras que son del mismo fabricante usan el mismo criterio modular, pero los módulos de cada una de ellas son distintos. Podrían ser semejantes o compartir algunos elementos, por ejemplo las dimensiones de los nudos. Podríamos entonces combinar escalones de madera con los de metal.

Cambiando el punto de vista, el empleo de materiales también es una cuestión en donde la modulación es muy habitual. Diríamos casi imprescindible.

El papel viene en formato A4, A3, etc. que tienen una base de medidas que se van duplicando en cada formato para esta modulación. Si cambiamos de sistema métrico, aparecerán los formatos modulados en otras bases como son el tamaño carta, el oficio, etc.

La chapa tiene medidas determinadas, lo mismo que una placa de mdf, o las capacidades de los envases disponibles de pintura, de aceite, etc., que están referidas a las cantidades necesarias para su aplicación o uso, el precio del producto, la reducción de envase innecesario para grandes cantidades, etc..

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Como vemos, hemos organizado todo nuestro mundo en base a módulos. En muchos casos nos permiten entender rápidamente los fundamentos de nuestro entorno y de nuestra vida en general.

Veamos ahora algunos ejemplos de elementos que en su reiteración permiten, a través de ciertas medidas y disposiciones, obtener otras capacidades como:

? Saturar el plano o el espacio.

Un módulo particular satura el plano y si pintamos unas y otras vemos como aparece

el concepto de figuar/fondo (fig 5). Aunque en realidad todos los módulos son

iguales, solo que rotados. Una particular manera de abordar el tema y que es una de

las formas de la simetría.

Este tipo de modulación es de aplicación directa a todos los elementos que son

planos o mejor dicho áreas. El diseño gráfico y el textil utilizan con frecuencia esta

manera de proyecto, al igual que las piezas que revisten paredes y pisos, que son al

fin de cuentas elementos de dos dimensiones en relación a su propia escala de

aplicación.

Ambos ejemplos de la figura 5 se relacionan con la trama de base. Otro ejemplo es el

de la figura 6, donde a partir de la trama surge el recorte de la estrella de doce

puntas que luego tiene un cierto dibujo interno. En este caso el sistema de

modulación prevé un sitio particular para cada módulo y más en particular, el

módulo es aquel que nos posibilita la reiteración. Cuál será entonces el módulo en

esa figura?

Cuál es la capacidad de un mosaico, sino la de posibilitar la combinación con los

otros mosaicos y al mismo tiempo generar figuras mayores. Es lo que llamamos

patrones. Como estos patrones saturan el plano en forma infinita, debemos

preguntarnos ¿cómo terminan en un sitio físico que tiene límites? Muchas veces la

diferencia entre un proyecto modular o no, es la previsión de esta situación. Cómo

terminan las piezas que se muestran en las figuras 6 y 7? Esos módulos, que no los

vemos, deben ser previstos, sobre todo en la figura 7 ya que la materialidad,

aparentemente vidrio, resulta muy difícil de cortar y darle una terminación

adecuada.

Proponemos algunos ejemplos de mosaicos y patrones para que identifiquen en ellos

los límites del módulo a repetir.

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Figura 5

Figura 6

Figura 7

Figura 8 Figura 9 Figura 10

Figura 15

Otro ejemplo de saturación del plano son las tejas en sus diversas variedades (fig 11). Cómo son las piezas que constituyen el conjunto y que siendo distintos módulos adquieren funciones diferentes y posibilitan casos particulares. Una cumbrera, la salida de una chimenea, la terminación lateral de ½ teja, etc. (fig. 12)

Las superficies espaciales, en cambio, requieren de adaptaciones. Pensemos en una

modulación que pueda saturar la superficie de una esfera. La pelota de futbol es un

buen ejemplo, como vemos en la figura 13. Algunas están contruidas con módulos

iguales y otras con módulos diferentes. Es curioso en este ejemplo, como la

capacidad del material utilizado de deformarse para absorber la doble curvatura de

la esfera, es un parámetro de proyecto. Sin tener en cuenta esto sería imposible

resolver la modulación de forma adecuada. Pensemos en hacer una pelota igual pero

con papel. La incapacidad de deformación del material no permitiría la redondez. Si

podría construirse un poliedro pero no una esfera.

En el mismo sentido, digamos que dos casquetes semiesféricos no son posibles,

mientras que si los son otras disposiciones que permiten esta construcción en dos

partes, de las cuales damos algunos ejemplos como las conocidas pelotas de

baseball o las de tennis.

Las abejas proponen un ejemplo de módulo que satura el plano y como sus celdas son

extruidas, saturan una volumen de escasa profundidad. Para usar una denominación

ya aprendida, generan una lámina. (fig. 14)

Esta disposición les permite ahorrar material en la construcción y al mismo tiempo, llenar todo el espacio. Esta particular manera de construir su colmena, ha sido aprovechada por el hombre para generar artificialmente las celdas en cera y disponerlas de manera conveniente sobre un marco que puede retirarse para facilitar la extracción de miel. Como vemos la modulación ha servido también para esto.

Veamos ahora como la naturaleza ha emplado el criterio modular para generar sus

frutos. El gajo de mandarina (fig.15) es un ejemplo de módulo que genera otro

módulo mayor, que podemos llamar super-módulo, y que es el que conocemos como

la fruta. Por cierto, hay unas descripciones del guisante, la naranja y la rosa hechas

HOJA TEÓRICAModulac ión:

1 Bruno Munari. El arte como oficio. Ver el fragmento en Textos.

Figura 11

Figura 12

Figura 14

Figura 13

por Bruno Munari que han sido un hito en la manera de describir desde el punto de

vista del Diseño.

Un ejemplo de modulación en relación a las medidas del hombre es el que propuso

Le Corbusier con su Modulor (fig.16). En él, todas las dimensiones de una casa, de los

objeto que en ella se encuentran, se pueden deducir de estas medidas o mejor

dicho, de estas proporciones. De esta manera lo que nos propone no es un sistema

métrico, sino un criterio para encontrar las medidas adecuadas en proporciones.

Cuando analizamos un poco las estructuras, nos encontramos que hay ciertos

elementos que son la base para otros. El triángulo es una figura muy usada por su

gran síntesis.

Ofrece la mínima cantidad de lados rectos para generar una figura, una gran capacidad de estructurar ya que no se pueden desplazar sus lados. También ella satura el plano y al llevarla al espacio aparecen cuerpos como el tetraedro (4 caras), el octaedro (8 caras) y el icosaedro (20 caras).

Ellos saturan el espacio, no de la misma manera que el cubo (sólido regular de 6

caras), pero si lo saturan. De hecho, los poliedros regulares, o sólidos platónicos, son

unos pocos (solo 5) y con ellos se ha tratado de explicar toda la naturaleza hasta el

renacimiento. Pensemos en los intentos de Kepler para explicar las órbitas de los

planetas a partir de los sólidos regulares.

Algunas estructuras que se pueden armar con esta base de estos sólidos regulares

como son las cúpulas geodésicas (Fuller), o las tramas espaciales que se pueden

generar con los módulos de esferas y barras que se muestran en la figura 17 y que

permiten una gran cantidad de combinaciones.

El envase que se generó conocido como Tetrapack está formulado en base a este

sólido y además ofrece la posibilidad de realizarlo secuencialmente por soldado de

sus aristas opuestas. Hay que notar que dichas aristas están giradas 90º. (Fig. 18)

Surgen muchos ejemplos de aplicación de modulación como vemos en las figuras 19 y 20.

1

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Figura 16

Figura 18

Figura 17

Figura 19 Figura 20

En el primero se construye un elemento que es un módulo hexagonal, a partir de la utilización de la misma pieza de rezago, la chapa del diskette, y que podríamos considerar como un sub-módulo. De tal manera que la imagen que nos transmite hace referencia siempre a esa repetición del mismo elemento. Por otro lado en la figura 20, la bodega se arma a partir del mismo elemento que, a su vez está modulado en tres ondas. Es interesante notar cómo termina y comienza cada módulo ya que esto permite dos prestaciones. La continuidad lineal de la bodega en función de cómo se forma la onda siguiente y la, la segunda cuestión es que con un único módulo que se puede construir el todo, es decir que los encastres están previstos para una simetría especular.

Lo que nos quedaría por mencionar son dos casos más de modulación. Uno es a partir de lo que denominamos “módulo” en asociación a un objeto que tiene una cierta cantidad de características propias de los elementos modulados, y que es un objeto cerrado en si mismo.

Consignamos un ejemplo de “módulo de planchado” que resulta interesante (fig 21), y un módulo cocina (fig 22) y el módulo ducha (fig 23). Todos proponen una situación de uso que se concentra en un objeto único. Cocina y planchado se pueden considerar como la dualidad abierto/cerrado, pero además son un todo indivisible.

La ducha por su parte no posee esta condición de abierto/cerrado, pero es un conjunto que ya viene armado, con toda la instalación y lo único que falta es colocarla. Lo que parece interesante es que ante la imposibilidad de nombrar el objeto como tal, aparece el apelativo “módulo” para poner de manifiesto su capacidad de llevar a cabo, ya sea una tarea compleja o, la interacción con otros elementos que lo condicionan.

Es otro criterio que aparece como módulo, aunque su imagen no es de apariencia

modular. Sin embargo tiene todas las características de la modulación en relación a

la sistematización de medidas, una capacidad de crecimiento, la posibilidad de

articular con otros elementos del sistema, etc.

Con este último punto incursionamos en un tema que incluye a la modulación como

estrategia de proyecto y son los “sistemas”.

Un muy buen ejemplo de moduación son los “Lego” (fig 24), que permiten a partir de

pocas piezas o módulos básicos, lograr construcciones más complejas. Aparece un

módulo unión que es el que se respeta en todos los casos y esto trae aparejado una

cierta medida que es la base para todo el sistema.

Luego encontramos los contenedores que están modulados y normalizados en sus

medidas para ser movidos por las máquinas, sus anclajes y demás elementos. Los

hay con módulos de refrigeración, los que son para líquidos, etc. Luego, cuando

terminan su vida útil como contendores de transporte, se los puede utilizar para

contener gente en forma de viviendas. (Fig 25 y 26)

Por último proponemos un ejemplo de proyecto de herramientas con carácter

modular en el cual la modulación aparece por medidas, vinculaciones y funciones

complementarias. (fig 27)

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Figura 22

Figura 23

Figura 24

Figura 25

Figura 26

En otro ejemplo de las mismas características aparece una central telefónica que

permite la expansión por módulos y éstos, pueden tener otras funcionalidades. (fig

28)

Lo que nos queda de este pasaje sobre la modulación es que, si bien no hay un

acuerdo total sobre la definición, si podemos establecer las características que ha

de tener un objeto para ser modular o un módulo.

? Reiterar medidas, sus particiones o múltiplos, que son exactos.

? Repetir el mismo elemento para lograr el todo.

? Intercambiabilidad de alguna porción del todo (módulo) con capacidad de

refuncionalizarlo.

? Expansión del objeto para multiplicar sus prestaciones.

Elemento que conlleva un conjunto de funciones o prestaciones, que tiene

significado propio y que no posee definición de objeto aislado.

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Figura 28

Figura 27

Del libro EL ARTE COMO OFICIO (Bruno Munari)

¿Puede establecerse un paralelo entre los objetos proyectados por el diseñador y los

producidos por la naturaleza? Algunos objetos naturales tienen elementos en común

con los objetos proyectados: ¿Qué es la cáscara de una fruta sino el «embalaje» de

dicha fruta? Hay varios tipos de embalaje para cada tipo de fruta, desde los cocos a

los plátanos. Además, podría razonarse sobre algunos objetos naturales en el idioma

del diseño y descubrir cosas interesantes.

Naranja:

El objeto está formado por una serie de continentes modulados en forma de tajada,

dispuestos circularmente en torno a un eje central vertical, al cual cada elemento

apoya su lado rectilíneo mientras que todos los lados curvos, vueltos hacia el

exterior producen, en el conjunto, una suerte de esfera. El conjunto de estas

tajadas o gajos está envuelto en un embalaje bien caracterizado, tanto desde el

punto de vista de la materia como del color: bastante duro en la superficie externa y

revestido con un acolchado mórbido interior, de protección entre el exterior y el

conjunto de los continentes. Todo el material es de una misma naturaleza en su

origen, pero se diferencia oportunamente en cuanto a la función.

Cada continente, a su vez, está formado por una película plástica, suficiente para

contener el jugo pero bastante maniobrable en la descomposición de la forma total.

Cada gajo se mantiene unido por un adhesivo muy débil. El embalaje, cual hoy se

hace, no ha de devolverse al fabricante, sino que se puede tirar. Cada gajo tiene

exactamente la forma de la disposición de los dientes en la boca humana, por lo

cual, una vez extraído del embalaje, puede apoyarse entre los dientes y, con una

ligera presión, romperlo y extraer su jugo. Los gajos contienen, además del jugo,

pequeñas semillas de la misma planta que engendró el fruto: un pequeño homenaje

que la producción ofrece al consumidor en el caso de que éste quisiera tener una

producción personal de tales objetos. Obsérvese el desinterés económico de

semejante idea, y, por el contrario, la ligazón psicológica que se forma entre

consumo y producción: nadie, o muy pocos, se pondrán a sembrar naranjas, pero el

ofrecimiento de esta concesión, altamente altruista, la idea de poderlo hacer,

libera al consumidor del complejo de castración y establece una relación de

confianza autónoma recíproca. La naranja, por esto, es un objeto casi perfecto en el

que se encuentra la absoluta coherencia entre forma, función y consumo. También

el color es exacto; azul sería enteramente equivocado.

La única concesión decorativa, si así puede decirse, es la búsqueda «matérica» de la

superficie del embalaje, tratada como «piel de naranja». Acaso para recordar la

pulpa interna de los gajos. A veces, un mínimo de decoración, perfectamente

justificado, puede ser admitido.

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Guisantes:

Píldoras alimenticias de diversos tamaños, confeccionados con estuches bivalvos

muy elegantes en forma, color, materia, semitransparencia, y cuya apertura es

notablemente sencilla.

Tanto el mismo producto, como el estuche y el adhesivo derivan todos ellos de un

único origen de producción. No hay aquí elaboración de materiales diversos, que

hayan de ser montados luego en una fase final de acabado, sino una programación

del trabajo exacta, ciertamente fruto de un trabajo de equipo.

El objeto es monocromo, pero con sensibles variaciones de tono. Esto le da un

aspecto apenas sofisticado, pero que afronta también el gusto de los consumidores

más alejados de una: cultura actual. El color es un verde, cierto verde conocido con

la denominación popular de «verde guisante», color bastante bien calculado desde

el inicio de la producción y que no ha sido cambiado hasta hoy. Este color ha

determinado influencias cromáticas incluso en la moda y en el equipo, en torno a los

años veinte y treinta de este siglo. La forma de las píldoras es bastante normal

aunque parezca haber habido preocupación por variar su diámetro; lo que más

resalta por su originalidad, ya la vez por la simplicidad de construcción, es el

estuche. Se compone de dos elementos iguales y simétricos (como es usual al

proyectar en la actualidad por razones de economía productiva), cóncavos en la

medida necesaria para contener las píldoras de las cuales tienen la impronta, tanto

de la forma como del número y situación. Los dos elementos quedan unidos de un

modo perfecto (hay que tener en cuenta que están expuestos frecuentemente a la

lluvia) por un adhesivo que desarrolla doble función; como bisagra blanda del lado

más corto y como simple adhesivo en el lado más largo. Manteniendo el estuche

entre los dedos índice y pulgar y haciendo una ligera presión con ellos, el estuche se

abre de arriba abajo dejando ver todas las píldoras bien alineadas por orden de

tamaño. Una característica típica de esta producción es la variación en la serie.

Problema muy discutido en varios congresos mundiales de proyectistas: cada

variación posible aumenta las posibilidades de venta, a condición de que las

condiciones del producto sean siempre las mismas. En el caso de la producción de

guisantes se halla una excesiva variación: se pueden hallar en el comercio

continentes de docenas de píldora, de diez, ocho, siete, etc. hasta dos ya veces de

un solo guisante. Excesiva variación, en definitiva, es cierto desperdicio. ¿Quién

comprará un solo guisante y lo exigirá en su continente? Es obvio. Con todo, desde

hace miles de años este producto sigue siendo producido de este modo; el

consumidor no hace caso de este detalle. Sea como fuere, es posible que esta

excesiva variación sea el resultado de un error en la búsqueda de mercado, hecha

ciertamente antes de decidir tan gran producción, y en uso hoy todavía por negli-

gencia burocrática.

HOJA TEÓRICAModulac ión:

Rosa:

Una concepción racional de la función social del diseño industrial no puede sino

renegar de la producción, por otro lado muy difundida, de objetos en absoluto

inútiles para el hombre. Objetos nacidos no se sabe cómo, con fines ligados sólo al

más trivial sentido de la decoración, gratuitos e injustificados, si bien, en ciertos

casos, formalmente coherentes. Sábese, con todo, que la coherencia formal por sí

misma no basta para justificar objetos producidos sin un análisis previo de las

posibilidades del mercado. Uno de estos objetos es la rosa. Objeto de inmensa

producción (verdaderamente caótica y desordenada, en la cual la economía

productiva no se toma en consideración para nada), formalmente coherente y

agradable en el color, de matices vivos, cálidos todos ellos, con los canales de

distribución de la linfa bien calculados y distribuidos con precisión excesiva también

en zonas que están ocultas a la vista, pétalos de elegante curvatura (piénsese en un

Pininfarina, mientras su cáliz recuerda la línea Veni ni 1935), la clara disposición

alternada de las hojas dentadas con nervaduras visibles; no son elementos

suficientes para justificar un objeto de uso tan difundido. ¿Cómo puede un

consumidor, con intereses aún no diferenciados, apreciar semejante objeto? ¿Y por

qué las espinas? ¿Para crear cierto suspense o para crear un contraste entre la

suavidad del perfume y la agresividad de esos artilugios? Grosero contraste en

absoluto apreciado por los consumidores de artículos de precios mínimos. Por ello,

es un objeto absolutamente inútil para el hombre. Un objeto que sólo sirve para ser

mirado, o, al máximo, para olerlo, parece ser, de otro lado, que hoy la producción ha

lanzado al mercado rosas sin perfume), objeto sin justificación, objeto que invita al

trabajador a pensamientos fútiles. Objeto incluso inmoral.

HOJA TEÓRICAModulac ión: