horno emile henry
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Opinión de PainBrûlé sobre el Horno Emile Henry para hacer pan en casaTRANSCRIPT
El horno de Emile
Por Painbrule
Me gusta hacer pan en casa. Procuro preparar
al menos una hogaza a la semana para tener
siempre "material" para bocadillos y comidas de
cada día.
Hace poco los amigos Silvia y Alfred, de
Rene+electrodomèstic, me dejaron un moule à
pain de Emile Henry, recién llegado a su tienda,
para probarlo.
No es un horno independiente: sería más
correcto llamarlo "cúpula de cerámica refractaria
para el horno". Es un molde muy grande y se
necesita tener un horno en casa.
Se basa en un principio bastante conocido entre
los panaderos caseros, que es el de alcanzar
altas temperaturas y mantener la humedad
constante durante la primera fase del horneado.
Sistemas parecidos son el Römertopf (Olla de
barro) o la dutch oven (olla de hierro).
El “artilugio”
Cuando me entregan la caja, la mido a ojo,
pensando ya en el espacio que se necesita en la
cocina: debe ser aproximadamente de unos
40x40x30 cm y un par de kilos de peso. No me
preocupa, cabe perfectamente en un mueble.
Al abrirla me encuentro el horno, un manual de
instrucciones y una cuchilla para cortar la masa.
El manual está en dos idiomas: francés, por
supuesto, y en inglés (si se pone de moda aquí,
habrá que pensar en una traducción a los
idiomas locales)
En la introducción hay una rápida presentación
sobre el pan y hojeando las primeras páginas
veo que aparecen algunos conceptos como
fermentación, amasado, tipos de harina y gluten.
En las siguientes páginas hay algunas recetas:
pan normal, fermentación larga, pan de tomates
y más.
Empiezo a leer y en seguida noto una cosa
insólita: se pone directamente al horno, sin
precalentar nada: enciendes el horno, cierras la
puerta y le das a 240º C durante una hora.
Al principio no me lo creo, a los panaderos no
nos gusta trabajar con el horno frío; estoy
tentado de saltarme este paso y no hacerle caso
al manual, pero, como me prometí que iba a
hacerlo bien, pues decido seguir al pie de la
letra el manual.
Manos a la masa
Decido hacer tres pruebas: un pan clásico, al
65% de hidratación mezcla de harinas de trigo y
espelta.
El primer pan lo horneo al día siguiente de
recibir el horno. Los ingredientes dan para una
hogaza de 450gr.
Foto 1: El manual con recetas
Pongo la masa en el moule à pain y en seguida
al horno, sin precalentar. Al sacar el pan, éste
no me acaba de convencer; pues no ha subido
lo suficiente y además he olvidado echar harina
en la base, así que cuesta un poco despegar el
pan.
La segunda prueba decido hacerla al cabo de
unos días: preparo una masa de 1,4 kg y como
no tengo bannetton redondo, decido formar la
bola y apoyarla directamente encima de la base.
Hago unos cortes en la masa y cierro la tapa.
Foto 2: Pan formado y listo para levar
Al cabo de una hora y media pongo todo en el
horno. Una hora a 250ºC, ahora bien, con el
horno precalentado.
Esta vez el pan ya me gusta más. Ha subido
correctamente, el color no es nada pálido, la
corteza se nota crujiente, pero el pan conserva
mucha humedad.
Foto 3: El pan después del horneado
Siento que a la tercera va la vencida y me
preparo para otro pan.
Sigo todo igual que con el pan anterior, preparo
una buena masa, la pongo en el moule y realizo
los cortes.
Foto 4: pan antes del horneado
Precaliento el horno y esta vez dejo la tapa sólo
durante los primeros 20 minutos.
Pasado este rato, saco la tapa y dejo el pan
hasta el final del horneado (30 minutos más)
El pan esta vez me gusta mucho más: la corteza
está muy crujiente, pues la primera fase con
tapa le ha permitido subir y mantener la
humedad; la segunda fase, sin tapa ha acabado
de cocer el pan que ahora no tiene ese color tan
pálido y la corteza está en su
punto.
Foto 5: pan después del horneado
Dejo enfriar el pan en vertical, de pie, en lugar
de usar la rejilla. Esto evitará que el vapor al
subir deje la parte de arriba del pan demasiado
blanda.
Foto 6: pan enfriándose
Conclusiones
Esta herramienta para el panadero casero es
muy interesante. Comparado con las ollas de
barro o de hierro tiene unas dimensiones muy
buenas para hacer panes de hasta kilo y medio
y la base plana facilita el trabajo.
Recomiendo como nunca el uso de manoplas
hasta 300ºC o mejor aún guantes de horno que
protejan el antebrazo. En las operaciones de
sacar y poner del horno, debido a las
dimensiones, es muy probable entrar en
contacto con las paredes del horno, con
consecuencias indeseadas.