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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA HOSPITAL PEDIATRICO DE SINALOA “DR. RIGOBERTO AGUILAR PICO” IDENTIFICACIÓN DE GENES RELACIONADOS A PATOLOGÍAS GÁSTRICAS Y PATRONES DE SENSIBILIDAD A ANTIBIÓTICOS EN AISLADOS DE Helicobacter pylori EN NIÑOS DEL ESTADO DE SINALOATESIS DE POSTGRADO PARA OBTENER EL TITULO DE LA ESPECIALIDAD DE PEDIATRIA MÉDICA PRESENTA: MARBELLA SEPULVEDA VALENZUELA TUTORES DE TESIS: DRA. NIDIA MARIBEL LEÓN SICAIROS DR. CARLOS ALBERTO GARCIA BUENO DR. JUAN CARLOS GARCIA ROJO CULIACAN, SINALOA; NOVIEMBRE DE 2014

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Page 1: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA HOSPITAL PEDIATRICO DE SINALOA

“DR. RIGOBERTO AGUILAR PICO”

“IDENTIFICACIÓN DE GENES RELACIONADOS A PATOLOGÍAS

GÁSTRICAS Y PATRONES DE SENSIBILIDAD A ANTIBIÓTICOS EN AISLADOS DE Helicobacter pylori EN NIÑOS DEL ESTADO DE SINALOA”

TESIS DE POSTGRADO PARA OBTENER EL TITULO

DE LA ESPECIALIDAD DE PEDIATRIA MÉDICA

PRESENTA: MARBELLA SEPULVEDA VALENZUELA

TUTORES DE TESIS:

DRA. NIDIA MARIBEL LEÓN SICAIROS DR. CARLOS ALBERTO GARCIA BUENO

DR. JUAN CARLOS GARCIA ROJO

CULIACAN, SINALOA; NOVIEMBRE DE 2014

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AGRADECIMIENTOS El presente trabajo fue financiado con recursos obtenidos del fondo PROFAPI 2013/093

(NMLS), de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

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AGRADECIMIENTOS

Agradezco a Dios por la vida que me ha concedido, en la cual he podido conocer personas fabulosas, ejemplares, extraordinarias. Agradezco la experiencia de convivir y aprender de los pacientes, quienes son un ejemplo de lucha constante, de tenacidad, de valor y solidaridad, ellos han logrado que vea de manera diferente mi existencia y mi compromiso ante los demás. Agradezco a mis padres por apoyarme incondicionalmente en todo momento, por alentarme en los momentos difíciles, felicitarme en los momentos de alegría, y saber las palabras precisas que alientan mis ganas de seguir. Agradezco a mis hermanos por ser mis compañeros y cómplices siempre, porque gracias a sus juegos y risas me han enseñado que la vida es alegría y que es con gusto que se debe disfrutar cada momento . Agradezco a mi esposo por el amor y la paciencia que ha tenido conmigo, no solo durante estos tres años, si no durante el tiempo que tenemos de conocernos, y a pesar de la distancia está siempre ahí. Agradezco a todos y cada uno de mis compañeros por haber convivido este tiempo en este nuestro Hospital Pediátrico de Sinaloa “Dr. Rigoberto Aguilar Pico” que este tiempo más que compañeros nos convertimos en hermanos, ya que juntos vivimos la experiencia de lo que es una residencia en Pediatría, entre risas, alegrías, tristezas, diferencias, urgencias, labores que con gusto volvería a vivir a su lado. Agradezco el apoyo de la Dra. Nidia Maribel León Sicairos jefa del departamento de investigación y asesora de este proyecto, quien es un valioso elemento en esta institución y en todo el Estado de Sinaloa, a la cual agradezco infinitamente. Agradezco a mis tutores el Dr. Carlos Alberto García Bueno y el Dr. Juan Carlos García Rojo por la paciencia, las enseñanzas y el gran honor de haber sido su estudiante. Agradezco a todas aquellas personas que directa o indirectamente me dieron la oportunidad de cursar esta especialidad. A todos y cada uno de ustedes, les agradezco, pues con su apoyo he podido lograr tanto. Infinitamente Gracias!!!

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ÍNDICE CAPÍTULO I: Introducción

a) Marco teórico ............................................................................................... 1 b) Antecedentes Científicos ............................................................................. 13 c) Planteamiento del Problema ........................................................................ 27 d) Justificación ................................................................................................. 28 e) Objetivo General y específico ...................................................................... 29 f) Hipótesis ....................................................................................................... 30

CAPÍTULO II.- Material y Métodos a) tipo de estudio .............................................................................................. 31 b) Población objetivo con su ubicación espaciotemporal ................................. 31 c) criterios de selección: ................................................................................... 31

x Criterios de inclusión ............................................................................... 31 x Criterios de exclusión .............................................................................. 31 x Criterios de eliminación ........................................................................... 31

d) Metodología: Técnicas y procedimientos realizados .................................... 31 e) Variables de estudio, con su definición operacional y escalas de medición f) Recursos: Humanos, materiales ................................................................... 34 g) Consideraciones Éticas ............................................................................... 34 CAPÍTULO III.- Resultados Describir cada uno de los resultados obtenidos ............................................... 35 CAPÍTULO IV.- Discusión Comparar sus resultados con los que tiene en el apartado de Marco teórico y antecedentes científicos ................................................................................... 40 CAPÍTULO V Conclusiones .................................................................................................... 43 CAPÍTULO VI Limitaciones y Sugerencias.............................................................................. 44 BIBLIOGRAFIA ANEXOS: Graficas y cuadros

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Cronograma de actividades Periodo de tiempo Actividad a Realizar

Marzo a Noviembre 2012

planteamiento del título, marco teórico, así como

material y métodos.

Noviembre 2012 a Octubre 2013

Revisión de avances de protocolo, búsqueda de

pacientes.

Noviembre 2013 a Octubre 2014

Identificación de pacientes y recolección de

muestras. Análisis de biopsias.

Octubre 2014 Revisión y avances de protocolo de investigación.

Noviembre a Diciembre 2014

Análisis de resultados y conclusión

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CAPÍTULO I: Introducción a) Marco teórico

Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria responsable de la mayoría de las

úlceras y muchos casos de gastritis crónica (inflamación del estómago) y se

considera que la mitad de la población mundial está infectada con H. pylori, de

hecho hay quienes consideran que actualmente es la bacteria que más afecta a la

población mundial (Suzuki et al., 2012; Eusebi et al., 2014). Las personas que

viven en países en desarrollo, en condiciones de hacinamiento o insalubridad

tienen la mayor probabilidad de contraer las bacterias, que se pasan de una

persona a otra. La H. pylori sólo prolifera en los intestinos y generalmente se

contrae en la infancia (Cid et al., 2013; de Bernard y Josenhans, 2014). La

infección por H. pylori en los niños puede dar lugar a gastritis crónica y con menos

frecuencia a úlcera gástrica y duodenal, aunque en menor proporción que en el

adulto (Maghbool et al., 2009).

Hasta finales del siglo XX los científicos consideraron al estómago como un

ambiente hostil para el crecimiento bacteriano, sin embargo; por primera vez en

1975, la gastritis se asoció con la presencia en la mucosa gástrica de una bacteria

Gram negativa (Rune, 1996). En 1984 B.J. Marshall y J.R. Warren aislaron y

cultivaron de la mucosa gástrica humana un microorganismo Gram negativo,

microaerofílico de forma espirada, y estudiaron su asociación con la inflamación

del aparato gastrointestinal (Marshall y Warren, 1984). El microorganismo cultivado

fue previamente incluido en el género Campylobacter, con el nombre de

Campylobacter pylori, pero más tarde se insertó en el nuevo género Helicobacter, donde además de H. pylori, se encuentran al menos otras 11 especies que han

sido aisladas de la mucosa gástrica e intestinal de otros mamíferos (1989; Beji et al., 1989; Smoot et al., 1990). Después de este resultado se produjo su

aislamiento, caracterización y cultivo (Warren, 2000). Tres años después ya se

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presentaron 80 artículos científicos en la reunión de la Sociedad Americana de

Gastroenterología.

H. pylori es un bacilo multiflagelado Gram negativo y microaerofílico que vive en la

capa de mucus del estómago, donde está parcialmente protegido del ácido

clorhídrico (Warren, 2006). Esta bacteria segrega ciertas proteínas que atraen a

los macrófagos y neutrófilos produciendo inflamación en la zona afectada; produce

además grandes cantidades de ureasa, la cual al hidrolizar la urea neutraliza el

ácido del estómago en su entorno, mecanismo por el cual se protege aún más del

medio externo. La bacteria segrega además proteasas, citotoxinas como

interleucinas IL-12, factor de necrosis tumoral alfa (TNFα), factor de activación

plaquetaria (PAF), interferón gamma (INFJ), especies reactivas de oxígeno (ROS),

lipopolisacáridos y fosfolipasas que son las principales responsables del daño de

la mucosa que genera H. pylori (Roesler et al., 2014).

Muy recientemente ha sido identificado parte del mecanismo mediante el cual H. pylori es capaz de sobrevivir en el medio ácido del estómago. Sachs y otros en

mayo del 2000 describieron una proteína que nombraron Urel, miembro de las

amidoporinas que regula la transferencia de urea del medio externo del estómago

hacia el citoplasma del H. pylori mediante canales que atraviesan la membrana

celular (Scott et al., 2000). Cuando el medio externo es excesivamente ácido, los

canales incrementan 300 veces la cantidad de urea que entra al citoplasma del H. pylori y ello resulta en la suficiente producción de amonio para neutralizar el

periplasma (área entre las membranas externas e interna). Si la Urel no se

encuentra presente, una insuficiente cantidad de urea entra por esos canales y se

genera menos amonio. Sin la capacidad para neutralizar el propio periplasma H. pylori se hace vulnerable al pH del estómago. Este es su mecanismo de

adaptación, defensa y sobrevivencia en esas condiciones hostiles. Los trabajos del

año 2000 sobre Helicobacter se centran en la búsqueda de la forma de generar la

inhibición de la urea (Sachs et al., 2000; Weeks et al., 2000).

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Factores de virulencia de Helicobacter pylori

H. pylori produce varios factores solubles, entre los que se encuentran: la ureasa

permite la colonización en el medio ácido del estómago e induce daño en las

células del epitelio gástrico, la citotoxina (VacA) que produce la formación de

vacuolas en las células gastrointestinales, la proteína codificada por el gen

asociado con la citotoxina (CagA protein), que al igual que VagA está fuertemente

asociada con el desarrollo de las úlceras y la catalasa que permite a la bacteria

resistir el ataque de las células inflamatorias del hospedero (Yamaoka, 2010;

Roesler et al., 2014). Todas las proteínas anteriores, excepto la catalasa, son

producidas por H. pylori y absorbidas por el epitelio gastrointestinal, lo que

desencadena un grupo de señales proinflamatorias que culminan con el

reclutamiento y activación de las células inflamatorias (Allison y Ferrero, 2010).

La prevalencia de determinados factores de patogenicidad, como la citoxina

asociada al gen caga (cagA) y la toxina vacuolizante asociada al gen vaca (vacA),

relacionados con la aparición de úlcera y cáncer gástrico en adultos, es

significativamente menor en los niños y aumenta proporcionalmente con la edad,

lo que explica la menor incidencia de úlcera péptica en la población pediátrica

(Wen y Moss, 2009).

Infección por Helicobacter pylori

La infección por Helicobater está ampliamente diseminada, su prevalencia a nivel

mundial es del 30 al 50 %. Existe una relación inversa entre el grado de infección

con esta bacteria y el nivel socioeconómico de la región. En los países

desarrollados, la infección por este agente patógeno es poco frecuente en niños y

aumenta gradualmente en función de la edad, llegando a alcanzar niveles del 30%

de infestación a los 30 años de edad, valor que se mantiene constante a edades

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mayores (Suzuki et al., 2012; Eusebi et al., 2014). Sin embargo; en los países en

vías de desarrollo como el nuestro, la mayor parte de sus habitantes se

encuentran infectados independientemente de la edad, llegando esta infestación a

valores cercanos al 70% (Ching y Lam, 1994).

La presencia del H. pylori en el aparato gastrointestinal se acompaña

invariablemente de manifestaciones de gastritis y en general las terapias

antibióticas para erradicar el microorganismo son hoy en día el procedimiento

eficaz en la terapéutica de la úlcera gastroduodenal (Ching y Lam, 1994). La

asociación entre la infestación con H. pylori y cáncer gastroduodenal es tan

estrecha que en 1994 la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer

(IARC) y la OMS lo clasificaron como carcinógeno de clase I dentro de los agentes

causales. La erradicación de H. pylori de aparato gastrointestinal disminuye

también considerablemente las recidivas en úlceras gastroduodenales. La

prevalencia de infección por H. pylori es más de 2 veces superior (odds ratio 2,4)

en hijos de madres con antecedentes de úlceras pépticas o duodenales que en

madres sanas. La transmisión está completamente justificada por la frecuencia de

informes sobre una mayor prevalencia de la infección en hijos de padres

infectados (Crespo y Suh, 2001; Vale y Vitor, 2010).

Se conoce que la infestación por la bacteria suele ocurrir durante la infancia y su

cuadro clínico se caracteriza por dolor abdominal, náuseas, vómitos mucosos y

malestar general. El cuadro clínico puede extenderse una semana después de la

cual la sintomatología desaparece permanentemente. Esta enfermedad infecciosa,

como muchas otras, puede ser asintomática hasta en el 50 % de los adultos. Una

vez que la bacteria coloniza el aparato gastrointestinal humano puede producir en

pocas semanas o meses una gastritis superficial crónica, la cual al paso de varios

años o incluso décadas, puede degenerar en úlcera péptica o adenocarcinoma

gástrico (Wen y Moss, 2009; Roesler et al., 2014).

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Existen pocas evidencias empíricas sobre una posible relación del estrés psíquico

y la contaminación por H. pylori, y estas se encuentran limitadas a estudios del

estrés psicológico en pacientes de gastroenterología. En sujetos con dispepsia no

diagnosticada, en los deprimidos y ansiosos se detecta una menor infección con

Helicobacter (Levenstein et al., 2014). En pacientes afectados de úlcera péptica,

mientras más elevados son los títulos de anticuerpos anti-H. pylori, menos

ansiedad se detecta. Para no ignorar todos los estudios anteriores a la detección

del H. pylori como agente causal de la úlcera péptica se ha propuesto que la

contaminación con H. pylori y el estrés psíquico promueven la patogénesis de la

úlcera por vías patofisiológicas que son mayormente aditivas y por lo tanto

independientes y complementarias más que sinérgicas (Levenstein, 1998;

Matysiak-Budnik y Megraud, 2006).

Las relaciones entre muchos de los factores clásicos contribuyentes a la aparición

de úlceras pépticas y la contaminación por H. pylori han sido estudiadas y no se

ha encontrado relación para el consumo de alcohol, tabaco, antiinflamatorios no

esteroideos o grupo sanguíneo O en poblaciones sin úlcera. Sin embargo, el

estrés puede facilitar la evolución de la infección por H. pylori hacia una úlcera a

causa de la hiperclorhidria gástrica, el estrés puede reducir las defensas mucosas

del estómago a la invasión por H. pylori mediante factores contribuyentes como el

hábito de fumar, o incluso la hiperclorhidria gástrica inducida por el estrés puede

promover la colonización del duodeno por H. pylori mediante la neutralización del

efecto inhibitorio de la bilis (Handa et al., 2011).

Manifestaciones clínicas en niños En la edad infantil la infección por H. pylori las manifestaciones clínicas son

inespecíficas y en el 80% de los casos cursan de forma asintomática.

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Generalmente los signos y síntomas se refieren a gastritis, ya que ulceraciones y

hemorragias son raras en este grupo etario. Un niño(a) que ya tiene capacidad de

referir su sintomatología, generalmente aqueja de dolor epigástrico urente y

muchas veces no está bien localizado, sensación de vacío en las mañanas o en

horarios entre comidas; mejoría del dolor tras ingerir alimentos o antiácidos,

exacerbación del mismo por ingesta de sustancias irritantes como condimentos,

bebidas gaseosas o cítricos, dispepsia; distensión abdominal; meteorismo;

sensación de plenitud; falta de apetito y menos frecuente náuseas, vómitos,

hematemesis o melena (Hernandez et al., 2014; Selimoglu et al., 2014). En

niños(as) pequeños y lactantes es difícil reconocer estas manifestaciones, siendo

importante el antecedente familiar de infección por esta bacteria o la presencia de

síntomas relacionados. También pueden presentar otros datos clínicos

extradigestivos como alteraciones antropométricas (talla baja), anemia (que no

responde al tratamiento con hierro) y cefalea (incluyendo la posibilidad de

migraña). La relación de infección por H. pylori y dolor abdominal recurrente, aún

es controvertida aunque existen publicaciones recientes que apoyan esta

manifestación clínica (Fiedorek et al., 1991; Glassman, 1992).

Helicobacter pylori: Estado nutricional y anemia de infantes En estudios con escolares escoceses e italianos se detectó una mayor infección

con H. pylori en los niños con una baja estatura y reducido peso corporal y en

niños franceses que se examinaron a causa de su baja estatura se detectó el 55

% de positividad para H. pylori. Otros estudios informan sobre la ausencia de

asociación y hasta el presente el vínculo no se encuentra completamente

establecido (Patel et al., 1994; Ertem, 2013). Además; H. pylori se propone en la

actualidad como agente causal del desarrollo de la deficiencia de vitamina B12 en

el adulto. La sola erradicación de esta bacteria es capaz de corregir los niveles de

vitamina B12 y la anemia (Mourad-Baars et al., 2010) En 1999, Brieva y otros del

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Servicio de Neurología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza España,

describieron el caso de una paciente con manifestaciones patológicas del sistema

nervioso central y periférico debido a una deficiencia de vitamina B12. Los motivos

de consulta de la señora de 54 a fueron parestesias y debilidad en miembros

inferiores, las cuales habían sido progresivas en los últimos 2 a y se presentaban

conjuntamente con hipoestesia, hipoparestesia, hipereflexia distal, marcha atáxico-

espástica y signo de Romberg positivo. Los estudios neurológicos fueron

compatibles con una polineuropatía motora desmielinizante. La prueba de Shilling

mostró un déficit en la absorción de vitamina B12 que se corrigió con la

administración de factor intrínseco. La gastroscopia reveló una gastritis atrófica.

Se encontró una contaminación masiva con H. pylori y Giardia lamblia. El solo

tratamiento con antibióticos anti-H. pylori produjo una total remisión de este cuadro

clínico (Yang et al., 2012; Yucel, 2014).

Una de las manifestaciones no gastrointestinales de la infección por H. pylori es la

anemia ferropénica. En 2 794 adultos daneses, los niveles de ferritina sérica se

encontraron reducidos en personas con títulos elevados de anticuerpos anti-H. pylori. La curación de la infección por H. pylori se encuentra asociada con la

regresión de la dependencia del hierro y la recuperación de la anemia ferropénica.

El tratamiento de erradicación de la infección por H. pylori mejora la anemia aun

en pacientes que no reciben terapia de hierro (Glassman, 1992).

En 1997, Diez-Ewald y otros encontraron 54 % de prevalencia de anemia, 28 % de

valores bajos de hierro sérico, 20 % de niveles bajos de ferritina y 91 % de

deficiencia de ácido fólico y vitamina B12 en 406 indios Bari de Venezuela. Una

dieta inadecuada y una elevada contaminación con H. pylori fueron los hallazgos

adicionales de este estudio (Perez-Perez et al., 2003; Rivera et al., 2003;

DiGirolamo et al., 2007; Ortiz et al., 2014). La mayor parte de los estudios

publicados indican, sin embargo, que los pacientes de anemia perniciosa están

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infectados con H. pylori menos frecuentemente que sus controles pareados. A

pesar de ello, la infección por H. pylory pudiese estar presente mucho antes de la

instauración de la anemia perniciosa. Por ello son necesarios estudios

prospectivos sobre la infestación con H. pylori en el estadio de gastritis atrófica

preanemia perniciosa. Una interesante correlación entre la autoinmunidad y la

infección ha sido informada en pacientes afectados de macroglo-bulinemia de

Waldestrom con úlcera gástrica y autoanticuerpos de células parietales, en los

cuales la infección estaba causada por H. pylori (Muhsen y Cohen, 2013;

Bazmamoun et al., 2014).

La proliferación inflamatoria y miofibroblástica del estómago (IMP) es una entidad

extremadamente rara que se menciona sólo en reportes de casos de revistas

internacionales. En el noveno caso pediátrico anunciado en la literatura

internacional se repite los síntomas de dolor abdominal, hemorragias del aparato

gastrointestinal superior y engrosamiento de las paredes del estómago,

ulceraciones de la superficie luminal y anemia ferropénica. En este caso se

encontró una infestación masiva por H. pylori (DiGirolamo et al., 2007).

Cáncer y H. pylori El cáncer gástrico y el linfoma de MALT (linfoma de la mucosa asociada al tejido

linfoide) han sido relacionados con H. pylori, por lo que esta bacteria ha sido

clasificada dentro del grupo I de carcinógenos por la Agencia Internacional de

Investigación del Cáncer. Mientras que la asociación de estas enfermedades con

H. pylori está apoyada por sospechas razonables, no está totalmente claro que

haya una relación causal involucrada (Glassman, 1992; Matysiak-Budnik y

Megraud, 2006).

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Se investigan dos mecanismos relacionados con esta supuesta capacidad de H. pylori de producir cáncer. El primero involucra la posibilidad de generar radicales

libres asociada a una infección de H. pylori, la cual produciría un aumento en la

tasa de mutación de la célula huésped. El segundo mecanismo ha sido llamado

ruta perigenética17 e involucra la trasformación del fenotipo de la célula huésped

por medio de alteraciones en proteínas celulares tales como las proteínas de

adhesión. Se ha propuesto la posibilidad de que H. pylori induzca inflamación y

niveles localmente altos de TNF-alfa o interleucina 6 (Matysiak-Budnik y Megraud,

2006). De acuerdo con el mecanismo perigenético propuesto, las moléculas

señalizadoras de inflamación, tales como TNF-alfa, podrían alterar la capacidad de

adhesión de las células epiteliales del estómago y conducir a la dispersión y

migración de estas células epiteliales mutadas, sin necesidad de alteraciones

adicionales en genes supresores de tumores (como, por ejemplo, los genes que

codifican para proteínas de adhesión celular) (Stoicov et al., 2004; Suzuki et al., 2012).

Reflujo ácido y cáncer de esófago La tasa de infección por H. pylori ha ido decreciendo en países desarrollados,

presuntamente debido a las mejoras en la higiene y al incremento del uso de

antibióticos. En consecuencia, la incidencia de cáncer de estómago en los Estados

Unidos ha descendido en un 80 por ciento durante el periodo entre 1900 y 2000.

No obstante, se ha visto un dramático incremento (en este mismo periodo) de

ciertas enfermedades relacionadas con el reflujo gastroesofágico y el cáncer de

esófago (Matysiak-Budnik y Megraud, 2006).

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Helicobacter pylori como factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares La infección por H. pylori ha sido asociada con un riesgo, hasta 2 veces mayor de

padecer enfermedades cardiovasculares. La asociación es independiente de otros

factores, como hábito de fumar, hipertensión arterial e hiperlipidemias. A pesar de

informes contradictorios, la infección por H. pylori ha sido relacionada en estudios

prospectivos, con el infarto del miocardio y con la enfermedad coronaria. En

diabéticos, la presencia de H. pylori en el aparato gastrointestinal se asocia con un

mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Una de las

hipótesis se centra en la modificación del metabolismo lipídico. En un estudio de

casos y controles en Finlandia se detectó una asociación entre la presencia de H. pylori y una concentración elevada de triglicéridos en suero y una menor

concentración de HDL-colesterol (Di Bonaventura et al., 2007; Kamangar et al., 2011). La infección crónica por H. pylori, acompañada de inflamación persistente

de la mucosa gástrica, incrementa la concentración de proteínas de fase aguda,

como fibrinógeno y ácido siálico, los cuales son predictores de la enfermedad

coronaria. Una interesante hipótesis con vinculación a la deficiencia de vitaminas

del complejo B, propone a los elevados niveles de homocisteína como factor

generador del elevado riesgo prematuro de arteriosclerosis y trombosis venosa.

En estudios en animales se ha demostrado el daño epitelial generado por la

homocisteína. La homoscisteína inhibe la secreción de óxido nítrico por las células

endoteliales y esta acción facilita la agregación plaquetaria y la vasoconstricción.34

La homoscisteína puede además alterar el balance entre agentes favorecedores e

inhibidores de la coagulación sanguínea. Existen informes de

hiperhomocisteinemia en adultos (asiáticos y caucásicos) con enfermedad

coronaria y que no tenían otras características de la homocistinuria homocigótica.

Una fuerte correlación ha sido encontrada entre la baja ingestión o bajos niveles

plasmáticos de vitaminas B6, B12 y ácido fólico. La deficiencia de estas vitaminas

se acompaña de hiperhomocisteinemia y sus niveles regresan a la normalidad con

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la suplementación vitamínica. A causa de la diferenciada participación de estas

vitaminas en los pasos de remetilación y transulfuración de la homoscisteína, los

niveles inadecuados de ácido fólico y vitamina B12 conducen generalmente a

niveles elevados de homocisteína en ayunas o después de la sobrecarga con

metionina respectivamente (Gonzalez Morales et al., 2004; Di Bonaventura et al., 2007).

Una infestación con H. pylori durante un tiempo muy prolongado es capaz de

generar afectaciones del crecimiento en niños por modificaciones gástricas que

desembocan en una absorción deteriorada de nutrientes. Los pacientes infectados

con H. pylori sufren además de una absorción disminuida de ácido fólico y

cobalamina, la cual puede generar incluso las manifestaciones polineuropáticas de

la deficiencia de vitamina B12 por la infestación con H. pylori asociada a giardiasis .

Por lo tanto, hipotéticamente, la infestación con H. pylori es capaz de generar una

deficiencia nutricional de esas vitaminas y predisponer a la acumulación de

homocisteína. Ya que la infestación con H. pylori generalmente ocurre en la

infancia y persiste durante un tiempo muy prolongado, un estado subclínico de

deficiencia de estas vitaminas puede permanecer silente durante un tiempo

prolongado y condicionar así el desarrollo de la arteriosclerosis (Gonzalez Morales et al., 2004; Di Bonaventura et al., 2007).

Los fenómenos de inflamación crónica se encuentran posiblemente relacionados

etiológicamente con la arteriosclerosis, aunque las evidencias son equívocas. En

las placas arteroscleróticas de los vasos sanguíneos no se detecta al H. pylori. En

muestras de suero de 880 adultos varones que participaron en la encuesta de

salud del Norte de Finlandia en 1989 se analizó la contaminación por H. pylori por

métodos serológicos. El 52% mostró resultados positivos. Las concentraciones

séricas de colesterol fueron significativamente superiores en hombres infectados

por H. pylori. Esta asociación continuó siendo positiva después de ajustar los

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valores por edad, índice de masa corporal y clase social. Estos resultados

soportan la hipótesis de que las infecciones crónicas modifican el perfil lipídico

favoreciendo el desarrollo de la arteriosclerosis, aunque el agente infeccioso no se

aísle directamente del órgano afectado (Fouad et al., 2004).

La infección crónica puede además agravar el desarrollo de placas de ateromas

ya en existencia aumentando la activación de las células T, como una respuesta

inflamatoria adicional que puede participar en la desestabilización de la íntima de

las arterias, resultando en la ruptura de las placas y la precipitación de los

síndromes isquémicos agudos y el resultante engrosamiento de la íntima. Una

deficiencia de ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y especialmente el ácido

gamma linolénico, dihomo-gamma linolénico, araquidónico y eicosapentaenoico

pueden ser factores responsables de la úlcera duodenal. Pacientes afectados de

úlceras duodenales activas tienen bajas concentraciones de estos ácidos grasos

en la fracción de los fosfolípidos del plasma, la cual regresa a valores normales

después del tratamiento con bloqueadores de la bomba de protones (Gonzalez

Morales et al., 2004).

Adicionalmente, estos PUFAs tienen la habilidad de inhibir el crecimiento dH. pylori, suprimir la producción de ácido por el estómago y tanto en animales de

experimentación como en el hombre, tienen la facultad de curar las úlceras y

proteger a la mucosa gástrica del daño que puede generar la aspirina y los

antiflamatorios no esteroideos. Como adicionalmente son conocidos por su

capacidad para reducir los niveles séricos de colesterol y triglicéridos, se

encuentran indicados en el tratamiento ulceroso. Es un tema actual desde hace

varios años el hecho de que la exposición al H. pylori, la Clamidia pneumoniae y el

Citomegalo-virus puede conducir a un elevado riesgo de manifestaciones clínicas

de enfermedad coronaria mediada por procesos autoinmunes (Glassman, 1992;

Gonzalez Morales et al., 2004).

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13

b) Antecedentes Científicos

Helicobacter pylori es una bacteria que infecta el mucus del epitelio estomacal

humano. De hecho, muchas úlceras y algunos tipos de gastritis se deben a

infecciones por H. pylori. En muchos casos, los sujetos infectados nunca llegan a

desarrollar ningún tipo de síntoma. Esta bacteria vive exclusivamente en el

estómago humano, siendo el único organismo conocido que puede subsistir en un

ambiente tan extremadamente ácido. H. pylori es una bacteria espiral (de esta

característica morfológica deriva el nombre de Helicobacter) y puede "atornillarse"

literalmente por sí misma para colonizar el epitelio estomacal. La bacteria fue

llamada inicialmente Campylobacter pyloridis, después C. pylori (al corregirse la

gramática latina) y en 1989, después de secuenciar su ADN, se vio que no

pertenecía al género Campylobacter, y fue remplazada dentro del género

Helicobacter. El nombre pylori viene del latín pylorus, que significa

"guardabarrera", y hace referencia al píloro (la apertura circular del estómago que

conduce al duodeno) (1989; Crespo y Suh, 2001; Cid et al., 2013).

En cuanto a su estructura, H. pylori es una bacteria Gram negativa de forma

espiral, de alrededor de 3 micras de largo y con un diámetro aproximado de unas

0,5 micras. Tiene unos 4–6 flagelos. Es microaerófila, es decir, requiere oxígeno

pero a más bajas concentraciones de las encontradas en la atmósfera. Usa

hidrógeno y metanogénesis como fuente de energía. Además es oxidasa y

catalasa positiva. Se ha reportado que con su flagelo y su forma espiral, la

bacteria "taladra" literalmente la capa de mucus del estómago, y después puede

quedarse suspendida en la mucosa gástrica o adherirse a células epiteliares. H. pylori produce adhesinas, proteínas que se unen a lípidos asociados a membranas

y a carbohidratos (Rune, 1996).

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14

La bacteria ha sido aislada de las heces, de la saliva y de la placa dental de los

pacientes infectados, lo cual sugiere una ruta gastro-oral o fecal-oral como posible

vía de transmisión. La infección por H. pylori puede ser sintomática o asintomática

(sin efectos visibles en el enfermo); se estima que más del 70% de las infecciones

son asintomáticas. En ausencia de un tratamiento basado en antibióticos, una

infección por H. pylori persiste aparentemente durante toda la vida. El sistema

inmune humano es incapaz de erradicarla (Glassman, 1992; Cid et al., 2013).

Epidemiología Se estima que más de dos tercios de la población mundial se encuentra infectada

por esta bacteria. La proporción de infección varía de nación a nación. En el

mundo occidental (Oeste de Europa, Norteamérica y Australia), la proporción es

de alrededor de un 25 por ciento de la población, siendo mucho mayor en el tercer

mundo. En este último caso, es común, probablemente por las malas condiciones

sanitarias, encontrar infecciones en niños. En los Estados Unidos, la infección se

da principalmente en personas de edad avanzada (más del 50 por ciento de éstas

ocurren en personas de más de 60 años, frente a un 20 por ciento que se

presentan en personas de menos de 40) y en los sectores más pobres (Eusebi et al., 2014).

Estas discrepancias se atribuyen a una mayor higiene y al mayor uso de

antibióticos en países más ricos. De cualquier forma, en los últimos años están

apareciendo cepas de H. pylori que presentan resistencia a antibióticos. En el

Reino Unido hay incluso cepas resistentes a metronidazol (Crespo y Suh, 2001;

Suzuki et al., 2012).

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15

Modo de infección de H. pylori:

1. H. pylori penetra la capa mucosa del estómago y se adhiere a la superficie de la

capa mucosa epitelial gástrica.

2. Produce amoníaco a partir de la urea, para neutralizar el ácido gástrico.

3. Migración y proliferación de H. pylori al foco de infección.

4. Se desarrolla la ulceración gástrica con destrucción de la mucosa, inflamación y

muerte de las células mucosas (Cid et al., 2013; de Bernard y Josenhans, 2014).

Métodos diagnósticos para la detección de Helicobacter pylori Inicialmente se consideraba como método estándar de oro de confirmación de la

infección por H. pylori su identificación mediante pruebas histológicas y cultivo

provenientes de una muestra de la mucosa gástrica obtenida por endoscopia.

Posteriormente se desarrollaron pruebas alternativas con esta muestra que

comprendían a la prueba de ureasa rápida, la reacción de la polimerasa en

cadena (PCR) y la tipificación molecular (PCR-RFLP), pero todos ellos tienen el

inconveniente de la invasividad y por tanto no son aplicables a portadores sanos;

adicionalmente representan el resultado local de la muestra del estómago utilizada

y no de todo el órgano, por tanto posible de mostrar falsos negativos (Megraud et al., 2014; Testerman y Morris, 2014).

En niños, el diagnóstico de la infección por H. pylori puede realizarse por métodos

no invasivos, como el test del aliento con urea marcada con C13, métodos

serológicos en suero, saliva y orina, y la determinación de antígeno de H. pylori en

heces. Sin embargo, la endoscopia digestiva alta es imprescindible para

determinar el tipo de enfermedad gastroduodenal producida por la bacteria, y

además permite tomas de biopsia para examen histológico, cultivo microbiológico

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con estudio de sensibilidad a antibióticos usados en el tratamiento y optativamente

test de ureasa rápida (Lopes et al., 2014).

Métodos no invasivos Cultivo de H. pylori y Pruebas serológicas Para el cultivo de H. pylori las muestras se obtienen a partir de mucosas gástricas

y muestras extragástricas tomadas de placa dental, recto, vejiga y esófago; el

tiempo que tarda en formar colonias se obtiene entre 4 a 7 días en condiciones de:

5-10% 02; 5-10 % C02; 80-90% N2, humedad de 95% y temperatura de 35 a 37

°C. Usualmente se cultiva en medios complejos con sangre, suero y antibióticos.

El protocolo recomendado para la toma de biopsias en pacientes con gastritis

crónica es el propuesto por el sistema Sídney. Se debe tener en cuenta que H.

pylori se encuentra predominantemente en la parte antral del estómago, excepto

en individuos tratados con IBP y antihistamínicos anti-H2, en los que se

encuentran densidades más grandes en el cuerpo. Se deben tomar 5 biopsias de

la siguiente manera: dos muestras antrales a partir de las curvaturas mayor y

menor 2 a 3 centímetros proximales al píloro, dos muestras del cuerpo a partir de

las curvaturas mayor y menor 8 centímetros distales del cardias y una muestra a

partir de la incisura angularis. Las muestras de biopsia deben triturarse o

pulverizarse con una pequeña cantidad de solución salina fisiológica antes de

aplicarse al medio. La muestra homogénea debe colocarse de inmediato sobre la

superficie del medio: debe tomarse con un asa y luego extenderse sobre la

superficie con un método de extensión para aislamiento. La utilidad e importancia

del cultivo para H. pylori radica en poder conocer sus características de

crecimiento, su diversidad genética, su epidemiología y en la posibilidad de

determinar la resistencia bacteriana a los antibióticos usados en el tratamiento. La

experiencia que hemos tenido en cuanto a la recuperación de H. pylori a partir de

Page 22: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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biopsias gástricas, nos ha permitido establecer un medio de transporte y de

enriquecimiento selectivo a la vez como es el caldo Campylobacter adicionado de

isovitalex al 2%, sangre completa de caballo o de cordero al 8%, trimetropim-

sulfametozazol 0,1%, vancomicina 0,1%, penicilina 0,1% y anfotericina 0,1%. Este

medio se incuba a 37 °C por espacio de 3 a 5 días (a las 18 horas de incubación

se observan colonias características) en condiciones de anaerobiosis el cual se

alcanza mediante el empleo del sistema comercial BD de recipientes (bolsas) de

generación de Gaspak EZ (Lopes et al., 2014). Por otro lado, Hemos obtenido

mejores resultados cuando hemos cultivado biopsias de pacientes con patologías

gástricas usando el medio selectivo Columbia Blood Agar Base de la marca

OXOID e incubando las placas a 37 °C en condiciones anaeróbicas durante 5

días. Posteriormente a la incubación mencionada se procede a realizar el

aislamiento en medios como agar Brucella o agar chocolate adicionado con los

ingredientes anteriormente mencionados en el medio de transporte y de

enriquecimiento. Los métodos de recuperación en caldo y en medios sólidos

recomendados por el autor han sido evaluados con una cepa de referencia de H. pylori NCTC. Destacamos así mismo que a partir de los cultivos en medio líquido

se presenta como característica importante la presencia de una biopelícula la cual

promueve el intercambio genético, favoreciendo la generación de cepas más

virulentas y resistentes en ambientes extremos (Lopes et al., 2014).

La respuesta inmunológica sistémica generada por H. pylori permite su detección

mediante diferentes métodos serológicos. Los más empleados son los que utilizan

técnicas ELISA-EIA, aunque otras técnicas como el Inmunoblot permiten la

identificación de anticuerpos circulantes frente a proteínas cagA y vacA como

marcadores de virulencia de las cepas de H. pylori. Las proteínas bacterianas

inducibles por estrés térmico tienen reacción cruzada con algunos antígenos de

los tejidos humanos creando las bases de la autoinmunidad; estas

macromoléculas están relacionadas también con los procesos inflamatorios

Page 23: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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producidos por el microorganismo. Sobre esta base, Evans desarrolló en 1988 una

prueba ELISA, basado en las proteínas de alto peso molecular asociadas al H. pylori. Esta prueba tiene ventajas de costo en estudios epidemiológicos: su

intervalo de sensibilidad oscila entre 63-97 %. Los estudios serológicos, sin

embargo, a pesar de su comprobada eficacia en estudios de terreno presentan el

inconveniente de que los anticuerpos una vez que se han producido pueden

mantenerse elevados hasta 6 meses después de su erradicación, lo que limita la

utilidad de la prueba en los controles de tratamiento. H. pylori se encuentra

también localizado en la boca. Las placas dentarías actúan como reservorio.

Estudios de cuantificación están actualmente en curso (Lopes et al., 2014).

Aunque en adultos la serología tiene una sensibilidad superior al 90%, en niños

menores de 6 años no supera el 60%, lo que limita su aplicación en niños como

método diagnóstico. Además, la disminución del título de anticuerpos tras la

erradicación es lenta y varía de unos individuos a otros, lo que también limita su

uso como método de control postratamiento. No obstante, es innegable su utilidad

en estudios epidemiológicos de amplios grupos de población.

Recientemente se ha conseguido detectar anticuerpos de H. pylori en muestras de

orina mediante ELISA, con la misma fiabilidad que la serología, por lo que también

resulta útil y más práctico para estudios poblacionales a gran escala. La detección

de anticuerpos en otras muestras de obtención simple como la saliva y la placa

dental también son posibles, aunque en estos casos no está muy clara su utilidad.

La determinación del antígeno de H. pylori en las heces de los niños infectados ha

aportado inicialmente una sensibilidad y especificidad altas, entre 80-90%, como

método diagnóstico y de control después del tratamiento. Sin embargo, en

estudios recientes los resultados obtenidos no validan este procedimiento con la

misma fiabilidad (Lopes et al., 2014).

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19

Prueba del aliento

El método considerado en la actualidad como el estándar de oro es la prueba del

aliento, que utiliza urea marcada con 13C ó 14C. La prueba desarrollada por

Graham y Klein en 1987 documenta la presencia de la infección momentánea y

tiene una respuesta rápida a los efectos de tratamiento y a las reinfecciones que

suelen producirse. H. pylori produce ureasa, una enzima ausente en el aparato

digestivo alto. Por ello al suministrar urea marcada a un paciente y medir la

excreción del isótopo por el aire espirado, 30 min después de su ingestión, puede

diagnosticarse la infección por esta bacteria. A diferencia de otros métodos, un

resultado positivo con la prueba del aliento es confirmatorio de contaminación.49

Una modificación de este método ha sido propuesta por el Laboratorio de

Radioisótopos de la Universidad de Buenos Aires, en el cual se suministra

conjuntamente una solución de urea marcada con 14C y un coloide de 99mTc que

no se absorbe en el aparato digestivo. Este coloide permite la visualización de la

solución de urea dentro del aparato digestivo mediante la utilización de una

cámara gamma, lo cual permite localizar exactamente el sitio donde se está

produciendo el 14CO2 como consecuencia de la hidrólisis de la urea por H. pylori. Esta combinación de la prueba del aliento con 14C-Urea y la visualización del

desplazamiento intra-gástrico de la solución de Urea-14C permitió elevar la

sensibilidad del método al 98 % y la especificidad al 96 %.50 Para realizar la

prueba del aliento se administra vía oral una solución de urea (sustancia que sirve

como alimento para la bacteria) marcada con carbono radiactivo. Después, el

paciente sopla en una manguera conectada a un aparato llamado espectrómetro,

el cual registra si hay liberación de CO2 (bióxido de carbono), hecho que

demuestra que la mucosa gástrica está colonizada por el microbio (Lopes et al., 2014).

En niños es preferible utilizar como marcador la urea con C13 por ser un isótopo

natural no radiactivo que puede emplearse sin riesgo de efectos secundarios. La

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20

realización de la prueba es muy sencilla: después de al menos 6 horas de ayuno

se obtiene una muestra basal de aire espirado, y se administra a continuación una

solución de ácido cítrico, que en niños puede ser sustituida por zumo de naranja

natural, seguida de la toma de urea C13 a dosis de 1,5 mg/kg de peso corporal

(máximo 75 mg). La segunda muestra se obtiene 30 minutos después de la

primera. En niños se consideran positivos los resultados superiores a 4 por mil de

exceso de C13 en el aire espirado. La prueba tiene una sensibilidad y

especificidad para el diagnóstico de infección por H. pylori cercanas al 100%. Es el

método más fiable de seguimiento y control de la infección 4-8 semanas después

de finalizar el tratamiento erradicador (Kim et al., 2014; Lopes et al., 2014;

Testerman y Morris, 2014).

PCR fecal

Recientemente se han realizado estudios de detección del DNA del H. pylori en

muestras de heces mediante reacción de polimerasa en cadena (PCR) que han

demostrado su utilidad en el diagnóstico de infección activa por H. pylori en

edades pediátricas con una especificidad de 100% pero con una sensibilidad

alrededor del 60% por lo que no sustituye al antígeno fecal como método de

diagnóstico (Kim et al., 2014; Lopes et al., 2014).

Pruebas invasivas

Endoscopia digestiva alta

La exploración endoscópica es el método más sensible y específico para el

diagnóstico de infección por H. pylori. Esta técnica permite visualizar la mucosa

gástrica, cuyo aspecto puede variar desde leve eritema a intensa nodularidad,

característica de infección por H. pylori, mucho más frecuente en niños que en

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21

adultos. En determinados casos, el hallazgo endoscópico corresponde a una

úlcera duodenal y con menos frecuencia, a un ulcus gástrico.

La endoscopia además hace posible la toma de muestras de biopsia para

diferentes estudios:

– Test de ureasa rápida: Eventualmente se puede realizar en la misma sala de

endoscopia y permite detectar en pocos minutos la presencia de H. pylori en una

muestra de mucosa gástrica obtenida durante la exploración.

– Examen histológico: En la mayoría de los casos, revela la existencia de una

gastritis antral superficial, con menos intensidad en la respuesta de neutrófilos

como marcador de actividad y mayor proporción de gastritis linfocítica en

comparación con los adultos; la identificación del bacilo se consigue mediante la

tinción de Giemsa.

– Cultivo microbiológico: Permite la identificación de las diferentes cepas y la

posibilidad de investigar resistencias microbianas y detectar factores de

patogenicidad como cagAy vacA.

– Reacción de polimerasa en cadena (PCR): Detecta el DNA del H. pylori en

muestras de mucosa gástrica con una alta especificidad pudiendo llegar a ser más

sensible que otros procedimientos aplicados a las tomas de biopsia; identifica

mutaciones asociadas a resistencias antimicrobianas y hace posible estudios de

virulencia de la bacteria y de sensibilidad a antibióticos. De momento no es un

método disponible de forma estandarizada (Kim et al., 2014; Lopes et al., 2014).

La endoscopia digestiva alta es imprescindible para determinar el tipo de

enfermedad gastroduodenal producida por la bacteria, y además permite tomas de

biopsia para examen histológico, cultivo microbiológico con estudio de sensibilidad

a antibióticos usados en el tratamiento y optativamente test de ureasa rápida.

Por medio de una cámara de video introducida a través de la boca hacia el

esófago, se visualiza directamente el estado del estómago y las posibles lesiones

Page 27: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

22

e incluso, en algunas ocasiones se pueden bloquear hemorragias por

cauterización o hacer toma de biopsias (muestras de tejido) para descartar la

posibilidad de células cancerígenas en la región (Kim et al., 2014; Lopes et al., 2014).

Tratamiento de la infección por Helicobacter pylori Los pacientes con úlcera péptica y H. pylori-positivos deben ser tratados con

terapia de erradicación, pero no está definido cuanto debe extenderse esta terapia

de erradicación. Todos los pacientes con historia de úlcera que hacen uso

frecuente de antiácidos necesitan ser identificados y tratados. Se desconoce si los

pacientes sin úlcera se benefician del tratamiento antibiótico. Un tratamiento

empírico ha sido sugerido para la dispepsia con el objetivo de curar a todos los

pacientes con úlcera oculta. En poblaciones con una elevada incidencia de

enfermedad ulcerosa debe ser más barato prescribir antibióticos a todos los

pacientes dispépticos con prueba de H. pylori positiva que investigar a todos los

dispéticos para confirmar el diagnóstico de úlcera (Testerman y Morris, 2014).

El cambio más significativo de la terapéutica en los últimos 5 años ha sido el

desarrollo de tratamientos cortos efectivos. La primera terapia definida en 1988

comprendía el suministro triple de la combinación de bismuto con 2 antibióticos.

Este resultó al final ser un régimen complicado con marcados efectos colaterales,

variable de un centro a otro e inefectivo con bacterias resistentes al metronidazol.

Con el objetivo de simplificar el régimen, se introdujo la terapia dual (Wu et al., 2014).

La amoxicilina es generalmente más eficaz a pH neutral y mediante su

combinación con un inhibidor de la bomba de protones como omeprazol se podían

obtener porcentajes de erradicación del 55 % después de 2 semanas y con

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23

escasos efectos colaterales. Una terapia dual en la cual se combina el omeprazol

con la claritro-micina resultó ser más consistente, pero los resultados también

variaban y frecuentemente se encontraban por debajo del 70 %. Por todo lo

anterior estos procedimientos han caído en desuso en Europa (Wu et al., 2014).

La introducción del RBC (ranitidine bismuth citrate) vino entonces a aportar nuevas

ventajas terapéuticas. La ranitidina como antagonista de los receptores de H2

genera una disminución de la acidez gástrica mientras que el bismuto, como

agente citoprotectivo es activo en contra H. pylori. El RBC solo es inefectivo

cuando se usa en la erradicación de H. pylori, sin embargo, cuando se usa en

combinación con la amoxicilina, los resultados son muy favorables. Cuando se

desean alcanzar niveles de erradicación superiores al 85 % debe utilizarse el RBC

en combinación con la claritromicina, un antibiótico que es particularmente efectivo

contra H. pylori, posiblemente porque se concentra por la mucosa gástrica. En la

actualidad se recomienda utilizar RBC con claritromicina 500 mg 2 veces al día

durante 2 semanas. Por supuesto, que a estas elevadas dosis, las 2 desventajas

del método son su elevado costo y la posibilidad de efectos colaterales. Buenos

resultados en comparación con los que se logran usando la terapia triple, se

obtienen cuando se utiliza un régimen como este propuesto durante 7 días.

Una terapia adicional que reduce el costo y que da buenos resultados con el

tratamiento por una semana es la clásica terapia triple con bismuto y en

combinación con un inhibidor de la bomba de protones. Algunas veces a esta se la

conoce también como terapia cuádruple y tiene todas las desventajas de los

regímenes complicados pero la duración es corta y por ello reduce el riesgo de los

efectos colaterales (Kim et al., 2014; Testerman y Morris, 2014).

La variante más ampliamente utilizada e investigada es la terapia triple basada en

un inhibidor de la bomba ácida que se suministra durante 7 d. Se estructura de

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forma tal que se suministra un inhibidor de la bomba ácida con 2 de los siguientes

3 antibióticos: nitroimidazol, amoxicilina y claritromicina. Su ventaja es que el

tratamiento tiene lugar por 7 d con 2 dosis diarias. El inhibidor que se recomienda

es el omeprazol, aunque otras drogas similares son igualmente efectivas. La

sustitución de un antagonista de los receptores H2 por el inhibidor de la bomba

ácida ha sido también usado con éxito en algunos estudios (Wu et al., 2014).

Un régimen usado con frecuencia es la combinación de omeprazol con metronida-

zol, 400 mg 2 veces al día y claritromicina 250 mg 2 veces al día. Su mayor crítica

es que en muchos países H. pylori tiene una elevada resistencia al metronidazol y

se supone que en los países desarrollados hasta el 80 % de los individuos pueden

ser portadores de H. pylori resistentes. Los más recientes estudios en este campo

indican que el omeprazol desempeña una función fundamental en la erradicación

de H. pylori a pesar de la presencia de cepas resistentes de esta bacteria (Kim et al., 2014; Wu et al., 2014).

Por todo lo anterior la combinación de la terapia triple con omeprazol-amoxy-

cillina-claritromicina, con la cual la mayor parte de los estudios publicados

muestran cifras de erradicación superiores al 90 %, elimina las interferencias que

pudiese producir la posible resistencia, se ha convertido en la más popular en el

momento actual y es tan efectiva como la que incluye al metronidazol (omeprazol-

amoxicillina-metronidazol, porcentaje de erradicación 80 %) (Wu et al., 2014).

En México la bacteria es motivo de alarma entre la comunidad médica, ya que su

presencia ha ido en aumento; por ejemplo, en el estado de Chiapas se relaciona

con 61% de las infecciones gástricas, y de no haber atención oportuna las

consecuencias pueden ser de consideración. Es muy importante el contar con un

diagnóstico certero y oportuno, para lo cual son indispensables estudios en los

cuales se siembren muestras de excremento (entre 1 y 2 gramos) en medios de

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25

cultivo especiales con la finalidad de establecer tipo y características de los

microorganismos y saber a qué medicamento son sensibles para su eliminación

(Kim et al., 2014).

Infección asintomática

En pacientes que presentan una infección asintomática, el tratamiento

generalmente no está recomendado. Se deben atender las manifestaciones

sintomáticas particulares de cada paciente.

Infección sintomática En pacientes con úlceras gástricas en donde se detecta H. pylori, el procedimiento

habitual es erradicarlo hasta que la úlcera sana. El tratamiento más extendido es

la triple terapia. El gastroenterólogo de Sydney Thomas Borody inventó la primera

triple terapia en 1987. Hoy en día la triple terapia estándar es amoxicilina,

claritromicina y tetraciclina; en algunos casos se usa un inhibidor de la bomba de

protones diferente. El metronidazol es utilizado en lugar de la amoxicilina en

aquellos pacientes alérgicos a la penicilina. Esta terapia ha revolucionado el

tratamiento de las úlceras gástricas y ha hecho posible la cura de esta

enfermedad, siendo que previamente sólo se controlaban los síntomas utilizando

antiácidos, antagonistas de los receptores H2- o inhibidores de la bomba de

protones (Wu et al., 2014).

Desafortunadamente, se ha incrementado el número de infecciones individuales

que portan cepas resistentes a este primer tratamiento con antibióticos. Esto ha

hecho que el tratamiento inicial falle y se requiera de aplicaciones adicionales de

terapia antibiótica. Se utiliza entonces una cuádruple terapia, incorporándose el

bismuto, un metal que es también efectivo en combinación con otros fármacos.

En casos de resistencia a la claritromicina, se recomienda el uso de levofloxacina

como parte de la terapia. Es importante hacer mención de que H. Pylori puede

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afectar por igual a hombres y mujeres de cualquier edad, pero es aún más drástico

en menores de 10 años y quienes superan los 60. Ahora bien, cuando el

tratamiento se ha llevado a término, el especialista puede solicitar al paciente

examen de heces o aliento, después de 6 a 8 semanas de concluido, a fin de

conocer la presencia de la bacteria. De persistir la infección se dará esquema

distinto de tratamiento con diferentes fármacos, dosis y duración. No es raro que

haya una reinfección si el afectado no ha modificado sus hábitos de higiene, al

igual que los demás miembros de la familia, o si la comunidad mantiene las

mismas condiciones de insalubridad (Kim et al., 2014; Wu et al., 2014).

Page 32: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

27

c) Planteamiento del Problema

La población infantil está expuesta a adquirir infecciones causadas por múltiples

gérmenes bacterianos, uno de éstos es el Helicobacter pylori. La infección por

esta bacteria Gram negativa microaerofílica es responsable de la presencia de

gastritis primaria, duodenitis, úlceras gástricas y sangrado digestivo alto en niños

etc. Recientemente se ha documentado que la frecuencia de relación directa con

estos cuadros en niños es más frecuente en países en desarrollo como el nuestro.

La infección por H. pylori aumenta con la posibilidad a exposición y, por lo tanto,

con la edad. Sin embargo; se sabe que una gran parte de los adultos con H. pylori adquirieron el microorganismo durante la infancia o en la niñez, especialmente en

los países en desarrollo. En México, se ha reportado aproximadamente que el

20% de niños pueden resultar positivo para H. pylori en estudios serológicos. Por

otro lado, se sabe que un alto porcentaje de los niños menores de 2 años ya están

infectados. La infección por H. pylori en niños se ha relacionado con talla baja y

retraso puberal en niñas preadolescentes y además con anemia ferropénica de

causa no explicada, sin que hasta el momento se hayan podido demostrar los

mecanismos implicados en estos casos. Por otro lado, la prevalencia de

determinados factores de patogenicidad, como la citotoxina asociada al gen cagA

(CagA) y la toxina vacuolizante asociada al gen vacA (VacA), relacionados con la

aparición de úlcera y cáncer gástrico en adultos, es significativamente menor en

los niños y aumenta proporcionalmente con la edad, lo que explica la menor

incidencia de úlcera péptica en la población pediátrica, sin embargo, es posible

que durante el desarrollo del niño sin tratamiento desarrolle en la edad adulta

patologías relacionadas con H. pylori como son ulcera péptica y cáncer gástrico,

entre otros.

Page 33: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

28

d) Justificación

Una infestación con H. pylori durante un tiempo muy prolongado es capaz de

generar afectaciones del crecimiento en niños por modificaciones gástricas que

desembocan en una absorción deteriorada de nutrientes. Los pacientes infectados

con H. pylori sufren además de una absorción disminuida de ácido fólico y

cobalamina, la cual puede generar incluso las manifestaciones polineuropáticas de

la deficiencia de vitamina B12 por la infestación con H. pylori asociada a giardiasis.

Por lo tanto, hipotéticamente, la infestación con H. pylori es capaz de generar una

deficiencia nutricional de esas vitaminas y predisponer a la acumulación de

homocisteína. Ya que la infestación con H. pylori generalmente ocurre en la

infancia y persiste durante un tiempo muy prolongado, un estado subclínico de

deficiencia de estas vitaminas puede permanecer silente durante un tiempo

prolongado y condicionar así el desarrollo de la arteriosclerosis. Aunque no se ha

reportado ningún caso de adenocarcinoma gástrico asociado a H. pylori en edades

pediátricas, no cabe duda de que en estos pacientes pueden desarrollarse a largo

plazo lesiones precancerosas, como atrofia y metaplasia de la mucosa gástrica.

En algunos niños infectados por la bacteria existe además la predisposición para

el desarrollo de linfoma MALT (tejido linfoide asociado a mucosa) a nivel gástrico,

por lo tanto, es necesario saber reconocer, confirmar el diagnóstico y tratar en

forma adecuada esta infección, sin incurrir en el error del sobrediagnóstico o el

sobre-tratamiento. Por ello, el presente proyecto se trató de estandarizar una

algoritmo diagnóstico, en el cual se analizaron biopsias de niños con síntomas

sugerentes de infección por H. pylori, las cuales se sometieron a cultivo a fin de

determinar la presencia de genes asociados a patologías causadas por H. pylori; además conocer el perfil de resistencia de las cepas que circulan en usuarios de

nuestra institución.

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29

e) Objetivo General y específico

Objetivo General: Realizar el aislamiento de Helicobacter pylori así como identificar genes

relacionados a patologías gástricas y determinar perfiles de resistencia a

antibióticos, en aislados clínicos obtenidos de biopsias de niños del estado de

Sinaloa.

Objetivos específicos:

1) Obtener biopsias de niños con diagnóstico clínico confirmado de infección

por H. pylori y por la prueba del aliento.

2) Obtener cultivos puros de Helicobacter pylori a partir de las biopsias de

niños con diagnóstico clínico confirmado de infección por H. pylori y por la

prueba del aliento

3) Identificar genes relacionados a patologías gástricas en aislados de

Helicobacter provenientes de niños con diagnóstico clínico confirmado de

infección por H. pylori y por la prueba del aliento

4) Determinar el perfil de resistencia a antibióticos comunes en aislados de

Helicobacter provenientes de niños con diagnóstico clínico confirmado de

infección por H. pylori y por la prueba del aliento

Page 35: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

30

f) Hipótesis

Los aislados de Helicobacter pylori de niños del Estado de Sinaloa

presentaran resistencia a antibióticos y genes relacionados a patologías

gástricas

Page 36: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

31

CAPÍTULO II.- Material y Métodos a) tipo de estudio:

Estudio prospectivo, observacional, transversal y descriptivo.

b) Población objetivo con su ubicación espaciotemporal

Niños de Sinaloa atendidos en el Hospital Pediátrico de Sinaloa que presenten

diagnóstico clínico confirmado de infección por Helicobacter pylori y por la prueba

del aliento, durante el periodo de Enero del 2012 a Diciembre del 2014.

c) criterios de selección:

x Criterios de inclusión

Niños de Sinaloa atendidos en el Hospital Pediátrico de Sinaloa que presenten

diagnóstico clínico confirmado de infección por Helicobacter pylori y por la prueba

del aliento, durante el periodo de Julio del 2009 a Junio del 2014.

Síntomas: Dolor abdominal, generalmente de localización epigástrica y con menos frecuencia

periumbilical, vómitos, anorexia con pérdida de peso, pirosis y sensación de

plenitud posprandial, y en Histología úlceras

Criterios de exclusión

Niños no Sinaloenses

Dx clínico positivo para infección por H. pylori pero negativo para la prueba del

aliento

x Criterios de eliminación

Expedientes incompletos o muestras no adecuadas.

d) Metodología: Técnicas y procedimientos realizados

Las biopsias de niños que cumplieron con los criterios de inclusión fueron

transportadas en condiciones adecuadas al Laboratorio de Biología Molecular y

Page 37: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

32

Celular de la Unidad de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad

Autónoma de Sinaloa. Una vez en el laboratorio, las muestras fueron cultivadas en

Columbia Blood Agar Base (CM0331) y un suplemento selectivo (OXOID

SR0147E) e incubadas a 37 °C en condiciones anaeróbicas durante 5 días.

Posteriormente, una vez positivo el cultivo se procedió a realizar la extracción del

ADN mediante un Kit comercial (PROMEGA) siguiendo las indicaciones del

fabricante con breves modificaciones. Por otro lado, se procedió a sembrar parte

de la muestra de H. pylori para determinar la sensibilidad o resistencia a los

tratamientos comúnmente utilizados en la práctica clínica para el tratamiento.

Identificación de genes relacionados a patologías gástricas mediante la prueba de PCR Para la identificación del gen glmM y ureA se utilizaron cebadores GLM MR, GLM

MF Y URE AF, URE AR respectivamente descritos anteriormente por Espinoza y

col. (2011) de la siguiente manera, se utilizó GoTaq Green Master Mix 2X

(Promega) agregando los cebadores GLM MR y GLM MF para la identificación del

gen glmM y para la identificación del gen de ureA se utilizaron los cebadores

UREA R y UREA F en los cuales se genera un fragmento de amplificación de 140

pb y 411 pb respectivamente bajo las siguientes condiciones:

Desnaturalización inicial a 94 ° C durante 10 min., seguido de 35 ciclos de

desnaturalización a 94 °C durante 1 min., alineamiento 58 °C (para el gen glmM) y

45 °C (para el gen ureA) durante 1min., extensión 72 °C durante 1 min. y

elongación final 72 °C durante 10 min.

Para la identificación del gen 16 s RNA se realizó lo reportado por Shahamat y col.

2004, donde se utilizaron los cebadores Cluster2 y B1j99 con breves

modificaciones (tabla 1), para realizar la PCR con las siguientes condiciones:

Etapa de desnaturalización y de activación de la enzima polimerasa a 95 °C

durante 2 min, seguido de 35 ciclos de desnaturalización a 95°C durante 1 min.,

Page 38: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

33

alineamiento 60°C durante 30 segundos, extensión 72°C durante 1 min y por

ultimo elongación final 72 °C durante 5 min.

La secuencia de los cebadores se muestra en la tabla 1.

Tabla 1. Secuencia de oligonucleótidos de los cebadores y tamaño del producto de PCR

Gen amplificado Primer Secuencia (5´-3´) Tamaño del producto de PCR

(pb)

Referencia

glmM

GLM MR GCA TTC ACA AAC TTA TCC CCA ATC

140 pb

(Santos et al., 2003; Espinoza et al., 2011)

GLM MF GGA TAA GCT TTT AGG

GGT GTT AGG GG

ureA

URE AR CTC CTT AAT TGT TTT TAC

411

(Tomasini et al., 2003) URE AF GCC AAT GGT AAA

TTA GTT

16S rRNA Cluster 2 GGC GTT ATC AAC AGA ATG GC

Variable

294 pb

(Shahamat et al., 2004) B1J99 CTC AGT TCG GAT

TGT AGG CTG C

Determinación de Patrones de sensibilidad a antibióticos

Una vez identificado el aislamiento como H. pylori, se le practicaron las pruebas de

sensibilidad a amoxicilina y claritromicina, a partir de un cultivo no mayor de 72

horas, mediante el método de dilución en agar, teniendo en cuenta que la CIM fue

evaluada según las guías desarrolladas por el comité del Clinical and Laboratory

Page 39: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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Standards Institute (CLSI). Para cada antibiótico, se utilizaron cinco cajas de Petri

(55 x 14 mm) que contenían Mueller-Hinton (Oxoid) con suplemento de sangre sin

fibrina de cordero (8 %) y las concentraciones por separado de 0,25, 0,5, 1,0, 2,0 y

4,0 µg/ml de cada antibiótico (Amoxicilina, Claritromicina, Eritrocimina, tetraciclinca

y Metronidazol) (Sader et al., 2007).

e) Recursos: Humanos, materiales

Humanos: Tesista (Residente de Pediatría), Investigadores (Tutores), Auxiliares

de Investigación.

Materiales: Equipo de cómputo, material de papelería, accesorios para trabajo de

campo y material de laboratorio descrito en los anteriores apartados

f) Consideraciones Éticas

Las biopsias son de niños a los cuales se les indicaron estudios de patología por

su médico tratante, por lo tanto no fue necesario el consentimiento informado del

paciente.

Page 40: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

35

CAPÍTULO III.- Resultados

Durante el periodo de julio del 2009 a Junio del 2014 se tomaron un total de 15

biopsias en aquellos niños con prueba de Ureasa positiva para H. pilory, y con

síntomas clínicos positivos para patologías gástricas. Las biopsias fueron

procesadas y de las 15 (100%) solamente 9 (60%) resultaron ser positivas para

crecimiento de H. pylori (Tabla 2).

Tabla 2. Crecimiento de biopsias en cultivo

Número de muestra Prueba de Ureasa Cultivo

1 Positivo Positivo 2 Positivo Positivo 3 Positivo Positivo 4 Positivo Positivo 5 Positivo Positivo 6 Positivo Positivo 7 Positivo Negativo 8 Positivo Positivo 9 Positivo Positivo

10 Positivo Negativo 11 Positivo Negativo 12 Positivo Negativo 13 Positivo Negativo 14 Positivo Negativo 15 Positivo Positivo

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Posteriormente, se extrajo el material genético de las H. pylori aisladas con el

objetivo de corroborar que pertenezcan a este género y especie y por otro lado

determinar si existen genes relacionados a patologías gástricas en estos aislados.

La Tabla 3 y 4 enlistan una serie de genes estudiados en el presente trabajo.

Tabla 3. Genes de Helicobacter pylori con la funcionalidad de H. pylori

Gen Descripción

16 s RNA Identificación de bacteria Helicobacter

GlmM Fosfoglucosamina mutasa, formación de pared celular

Urea Ureasa, formación de microambiente

Tabla 4. Genes de Helicobacter pylori relacionados a virulencia y patologías gástricas

Gen Descripción

vacA S1 Citotoxina vacuolizante, secuencia señal 1

vacA S1a, S1b, S1c Citotoxina vacuolizante, genotipos secuencia señal 1 (a, b y c)

vacA S2 Citotoxina vacuolizante, secuencia señal 2

vacA M1 y M2 Citotoxina vacuolizante, alelos de región media 1 y 2

Page 42: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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Para corroborar a nivel molecular que las bacterias aisladas correspondieran a H. pilory, se realizó PCR. En los resultados se puede observar que de las 9 (100%)

cepas aisladas, solamente 1 (11%) resultó negativa tanto para contener uno de los

dos genes de funcionalidad analizados (16 S RNA y glmm), sin embargo, como dio

positivo para la prueba de Ureasa se tomó en cuenta como positiva para

Helicobacter pylori (Tabla 5).

Tabla 5. Detección de los genes 16 S RNA y glmm de H. pylori en los aislados clínicos positivos para la prueba del aliento y cultivo.

Número de muestra Cultivo 16 s RNA glmm

1 Positivo Negativo Negativo 2 Positivo Positivo Negativo 3 Positivo Positivo Negativo 4 Positivo Positivo Negativo 5 Positivo Positivo Negativo 6 Positivo Positivo Negativo 8 Positivo Negativo Positivo 9 Positivo Negativo Negativo

15 Positivo Positivo Negativo

cagA Región hidrófila Citotoxina asociada al gen A, Región hidrófila de la proteína codificada por el gen cagA

cagA Región de duplicación interna

Citotoxina asociada al gen A, Región de duplicación interna

iceA1 e iceA2 Inducido por contacto con el epitelio, variante alélica A1 y variante alélica A2

Page 43: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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Para corroborar a nivel molecular que las bacterias aisladas tenían genes

relacionados a patologías gástricas, se realizó PCR. En los resultados se puede

observar que de las 9 (100%) cepas aisladas, 6 (66.6%) tenían 1 o más genes

relacionados a patologías gástricas (Tabla 6). Adicionalmente se realizó búsqueda

en los aislados para los genes cagA 1 y 2 (región hidrofílica) y cagA 1 y 2 (región

de duplicación interna), sin embargo ninguno de los aislados presentó esos genes

(no mostrados). Estos datos nos indican que en nuestra región hay niños que

cursan con infección por H. pylori, y que estas cepas contienen genes

relacionados a patologías gástricas, que en la edad adulta pudieran desencadenar

otra serie de complicaciones.

Tabla 6. Relación de aislados y genes relacionados a patologías gástricas de las biopsias positivas a H. pylori por cultivo.

PCR (Genes de virulencia)

Número de muestra Cultivo (S1a, S1b, S1c) vacA (M1, M2) iceA1

1 Positivo S1a,S1b,S1c Negativo Negativo 2 Positivo S1b Negativo Negativo 3 Positivo S1a,S1b,S1c M1 iceA1 4 Positivo S1a,S1b,S1c Negativo iceA1 5 Positivo S1b,S1c M1 Negativo 6 Positivo S1b,S1c Negativo Negativo 8 Positivo Negativo Negativo Negativo 9 Positivo Negativo Negativo Negativo

15 Positivo Negativo Negativo Negativo

Finalmente, se realizó la determinación de sensibilidad a antibióticos en las cepas

aisladas y 1 fue resistente a Amoxicilina, 1 a Eritrocimina, y estas mismas también

Page 44: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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presentaron resistencia para Tetraciclina y para Metronidazol. En el caso de

Metronidazol, además de estas dos cepas multidrogoresistentes, otras 4 cepas

más también fueron resistentes para este antibiótico (Datos no mostrados). Con

todos estos datos concluimos que existen cepas de H. pylori en niños del Estado

de Sinaloa, que contienen genes asociados a patologías gástricas y que existe

resistencia de estos aislados clínicos a los antibióticos comúnmente usados en la

clínica para el tratamiento de infecciones por H. pylori.

Page 45: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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CAPÍTULO IV.- Discusión Helicobacter pylori es una bacteria Gram negativa que ha tomado importancia

medica mundial en tiempos recientes, ya que es una de las causas más

frecuentes de infección bacteriana crónica. Afecta a toda la población mundial y a

todas las edades, y su prevalencia aumenta con la edad. En países desarrollados

la infección es excepcional en el primer año de vida, baja en la infancia y aumenta

posteriormente con la edad. En países en vías de desarrollo la prevalencia ya es

alta al final del primer año de vida y puede afectar a la mayor parte de la población

al final de la adolescencia (Rune, 1996; Eusebi et al., 2014).

La infección por H. pylori en los niños puede dar lugar a gastritis crónica y con

menos frecuencia a úlcera gástrica y duodenal, aunque en menor proporción que

en los adulto. La prevalencia de determinados factores de patogenicidad, como la

citotoxina asociada al gen cagA (CagA) y la toxina vacuolizante asociada al gen

vacA (VacA), relacionados con la aparición de úlcera y cáncer gástrico en adultos,

es significativamente menor en los niños y aumenta proporcionalmente con la

edad, lo que explica la menor incidencia de úlcera péptica en la población

pediátrica (Patel et al., 1994; Mourad-Baars et al., 2010).

Originalmente, este estudio fue diseñado con el objetivo de establecer la

sensibilidad y especificidad de las pruebas de PCR y de aliento, usando como

estándar de oro la biopsia. Debido a que obtuvimos muy pocas muestras de niños,

alternativamente a este estudio realizamos las determinaciones con biopsias

obtenidas de adultos con diagnóstico clínico confirmado de infección por H. pylori. Una vez validadas las pruebas de PCR y del aliento, se realizó la determinación

de genes relacionados a patologías gástricas en las muestras de adultos,

encontrándose una alta proporción de aislados con genes relacionados a

patologías gástricas y también, resistencia a los antibióticos comúnmente usados

Page 46: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

41

en la clínica para el tratamiento de esta bacteria (Sanchez-Cuen y col., en

preparación).

Para causar daño, esta bacteria contiene Adhesinas tales como BabA, que es una

proteína activadora de neutrófilos (NAP) y hemaglutinina (codificada por el gen

hpaA). Posee también una citotoxina vacuolizante que destruye el epitelio gástrico

y un gen asociado a la citotoxina (CagA), la cual se relaciona a una infección más

agresiva y está presente en algunos pacientes con ulcera péptica, los que tendrían

mayor riesgo, a futuro, de desarrollar adenocarcinoma (Maghbool et al., 2009;

Testerman y Morris, 2014). También se han reportado como factores de virulencia

el Lipopolisacárido, específicamente el lípido A, componente responsable de las

propiedades inmunológicas y endotoxinas de la bacteria, los flagelos que le

facilitan la motilidad a la bacteria y la ureasa, la que se encarga de la producción

de amonio, responsable de cambiar las características ácidas de la mucosa

gástrica, facilitando la colonización y el daño epitelial (Mourad-Baars et al., 2010;

Testerman y Morris, 2014).

Estudios realizados el año 1997 demuestran que el 61,5% de los niños

colonizados por Helicobacter pylori poseían una cepa con el gen CagA; otro

estudio realizado el 2003, demostró que los niños menores de 10 años

colonizados por Helicobacter pylori, presentaban este gen en un 86%, los

adolescentes en un 92%, y los adultos en un 71%. En nuestro trabajo,

efectivamente encontramos que existen cepas en niños de nuestro estado que

tienen genes relacionados a factores de virulencia de esta bacteria (Tabla 6).

Aunque no se ha reportado ningún caso de adenocarcinoma gástrico asociado a

H. pylori en niños, no cabe duda de que en estos pacientes pueden desarrollarse a

largo plazo lesiones precancerosas, como atrofia y metaplasia de la mucosa

gástrica. Un estudio reciente constata la predisposición para el desarrollo de

linfoma MALT (tejido linfoide asociado a mucosa) a nivel gástrico en algunos niños

Page 47: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

42

infectados por la bacteria (Mourad-Baars et al., 2010; Yamaoka, 2010).

No existe esquema de tratamiento con 100% de efectividad y puede ser necesario

el uso de esquemas alternativos como el cambio de bloqueador de bomba de

protones (lanzoprazol 1,5 mg/kg/día); asociación de citrato de bismuto (8

mg/kg/día) o esquemas nuevos alternativos como el esquema de 10 días

alternando drogas en forma secuencial (cinco días de amoxicilina y omeprazol,

seguidos de cinco días de claritromicina, tinidazol y omeprazol), hasta esquemas

tetra-asociados en base a furazolidona, citrato de bismuto, amoxicilina y

omeprazol. Debido a la rápida resistencia del Helicobacter a los imidazólidos, en

nuestro medio se debe tener en consideración el antecedente que el paciente

haya recibido con anterioridad una de estas drogas, especialmente metronidazol,

que con intento de tratar parasitosis intestinales como Giardia lamblia, se puede

hacer monoterapia no intencionada (Shashidhar et al., 2000)

Lo anterior concuerda en nuestro estudio, tanto en aislados clínicos de pacientes

pediátricos como de adultos encontramos una alta proporción ce cepas resistentes

al metronidazol.

Nuestro trabajo presenta limitaciones metodológicas, no obstante sienta las bases

para realizar un estudio con mejor diseño que nos permita tener mejores

conclusiones.

Page 48: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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CAPÍTULO V.- Conclusiones

- La gran mayoría de las infecciones primarias por H. pylori ocurren en la infancia y

por lo tanto se considera una enfermedad pediátrica. Por lo tanto, se está obligado

a adoptar medidas preventivas desde los primeros años de vida.

- No existe suficiente información sobre el impacto de la infección en la salud de

los niños. Dicho impacto podría ser drásticamente diferente en distintas

poblaciones, dependiendo principalmente de factores socioeconómicos. Ellos se

asocian a factores determinantes tales como: la dosis y frecuencia de la infección,

la presencia de otras infecciones, el estado nutricional, el tamaño y composición

de la familia, el saneamiento ambiental, las características de la vivienda

(especialmente el hacinamiento), los tratamientos disponibles para otras

infecciones pediátricas (especialmente el uso de antibióticos) y otros menos

conocidos.

- La tarea definitiva para evitar la transmisión de infección por Helicobacter pylori deberá estar enfocada en campañas de Salud Pública encaminadas a interrumpir

su ciclo de vida, tareas nada fáciles para nuestros países en vías de desarrollo,

por medio del mejoramiento de las condiciones de vida, del estado

socioeconómico y de la higiene personal.

- Aunque nuestro trabajo requiere de un mejor diseño, si se lograron sentar las

bases para realizarlo a futuro. Lo que si podemos concluir es, que existen cepas

patógenas de H. pylori circulando en nuestra región, con probabilidad de ser

resistentes a los antibióticos comúnmente usados. El dar a conocer esto y tomar

las medidas necesarias ayudaría a disminuir las complicaciones causadas por

esta bacteria en niños y a futuro, disminuiría las complicaciones ocasionadas por

esta bacteria tales como la úlcera péptica y sobre todo el cáncer gástrico.

Page 49: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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CAPÍTULO VI.- Limitaciones y Sugerencias Nuestro trabajo presenta limitaciones metodológicas, no obstante sienta las bases

para realizar un estudio con mejor diseño que nos permita tener mejores

conclusiones.

Sugiero se lleve al siguiente nivel, al continuar con la investigación y que el

numero de muestra haga significativo este estudio, así tener suficiente información

del impacto de Helicobacter Pilory en la población infantil del estado de Sinaloa.

Page 50: Identificación de genes relacionados a patologías gástricas y patrones de sensibilidad a antibióticos en aislados de H.pylori

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ANEXOS: Graficas y cuadros

Cronograma de actividades Periodo de tiempo Actividad a Realizar

Marzo a Noviembre

2012

planteamiento del título, marco teórico, así como

material y métodos.

Noviembre 2012 a

Octubre 2013

Revisión de avances de protocolo, búsqueda de

pacientes.

Noviembre 2013 a

Octubre 2014

Identificación de pacientes y recolección de

muestras. Análisis de biopsias.

Octubre 2014 Revisión y avances de protocolo de investigación.

Noviembre a Diciembre

2014

Análisis de resultados y conclusión

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51

0%

60%

40%

Sector 1PositivosNegativos

Porcentaje de Crecimiento de biopsias de antro gástrico en cultivo.