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Ningún ser humano es ilegal.

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LA FRONTERA, SEPT 2014

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AGRADECIMIENTOS ESPECIALESAlejandra PeartPascale Ausseur

Christian MorenoAlfonso Aguirre

NOTA DEL EDITORQuisiera empezar agradeciendo a todos quienes se han tomado el tiempo de creer y leer este proyecto titulado “La Frontera”. El diseño de este periódico es algo no tan convencional como lo habrán notado. ¿La razón? Se busca llegar a más personas con un diseño atractivo y la información necesaria, no hay que olvidar ese es el fin de este medio de comunicación: informar a la mayor cantidad de personas posibles.

Este proyecto busca principalmente eliminar los tabúes que existen en la sociedad acerca de los migrantes, por ende, buscamos informar a la gente de una manera sencil-la sobre la situación de los mismos así como de opciones sobre cómo ayudar esta causa si es que así lo desean.

Aún son muchas las personas que se cierran a ayudar por miedo a que les pueda pasar algo, pero pónganse un segundo en los zapatos del migrante; si llevaran días sin comer, en un país desconocido, cansados y con sueño…¿no les gustaría que alguien les diera una moneda o alguna dirección de hacia dónde podrían dirigirse?

Dejo esto a su criterio con una enorme esperanza de poder generar un pequeño cam-bio en estas actitudes que hemos presentado como respuesta a la inseguridad, espe-rando poder sumar cada vez más voluntarios “ambulantes” a la causa, es decir; que cada vez que alguno de nosotros vea a un migrante en la calle y éste se le acerque, no subamos el vidrio o pretendamos estar en el celular, sino que busquemos, en la medida de nuestras posibilidades, ayudarle.

O bien, si se sienten aún más comprometidos, que busquen afiliarse a asociaciones o formar grupos de amigos para ayudar a la causa.En lo personal sólo puedo decirles que es una experiencia única y quisiera invitarlos a que la compartan conmigo.

La mejor manera de eliminar esos pensamientos negativos es informándonos, a pesar que es una edición corta considero que contiene los aspectos básicos que cualquier persona debiese saber.Así que de entrada, gracias por romper el tabú y leer este proyecto,

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¿QUÉ ES?De acuerdo con el INEGI, la migración es el cambio de residencia de una o varias personas de manera temporal o definitiva, generalmente con la intención de mejorar su situación económica así como su de-sarrollo personal y familiar.

Cuando una persona deja el municipio, el estado o el país donde reside para irse a vivir a otro lugar se convierte en un em-igrante, pero al llegar a establecerse a un nuevo municipio, estado o país, esa mis-ma persona pasa a ser un inmigrante.

También de acuerdo con ellos, existen 3 tipos de migración: municipal, interna o estatal, y externa o internacional.

CONTEXTOEn el siglo XX, la búsqueda de opor-tunidades laborales marcó una fuerte tendencia en México, Centroamérica, el Caribe y algunos países sudameri-

canos para migrar hacia los Estados Uni-dos.

Durante el XXI, la tendencia principal-mente emigrante se mantiene en la región, se estima que la población hispana en los Estados Unidos constituye el 55% de los extranjeros que radican en ese país.

México y Centroamérica están próximos al país con mayor atención de migrantes, localización estratégica que coloca al primer país como el de mayor presencia en los Estados Unidos y, a su vez, como primer corredor de tránsito en el mundo, en especial de migrantes provenientes de Centroamérica.

Con respecto al tema de la persecución y violencia, el triángulo norte centroameri-cano (Honduras, El Salvador y Guatema-la) es actualmente la subregión sin guer-ra con mayor índice de violencia en el

mundo, característica que, junto con la ausencia de una agenda política de desarrollo, hace del lugar un potencial expulsor creciente de migrantes.Esto sin contar la cantidad de remesas que reciben del exterior.

En la región centroamericana, una problemática adicional es la presencia de pandillas transnacionales de maras que cobran derecho de renta, agreden a los habitantes de los barrios y bus-can reclutar jóvenes en sus filas.

La resaca de los conflictos internos de los 80’s aún tiene efectos entre gru-pos de opositores que culminan en la comisión de delitos que quedan en la impunidad, generando un factor más para el exilo.

Las violencias emergentes, como el caso de las llamadas “guerra contra

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el narcotráfico” en México, han pro-ducido nuevos grupos de desplazados que se ven forzados a dejar sus comu-nidades, fuentes de empleo y propie-dades, aeveces cruzando fronteras en busca de ser reconocidos como refu-giados en Estados Unidos y Canadá.

En su paso por México, sus transportes son: el tren (La Bestia), en mayoría (ya que no tienen permiso para viajar “legalmente” sobre un transporte pú-blico); el autobús pero es necesario ir escondiéndose del Instituto Nacional de Migración y policías federales, o cualquier otra autoridad (que en muchos casos violan sus derechos humanos, les roban, etc.), además de traer dinero para acceder a éste: o caminando. Hay veces en que lo hacen de las 3 formas, o de dos, etc., todo depende de cómo se complique el camino.

CAUSASExisten varias causas para que una perso-na decida migrar de un país a otro, prin-cipalmente están los motivos económi-cos y políticos.

La mayor parte de los que emigran lo ha-cen por motivos económicos, buscando un mejor nivel de vida. La situación de hambre y miseria en muchos países subdesarrollados obliga a muchos emigrantes a arriesgar su vida (y hasta perderla en multitud de ocasiones), con tal de salir de su situación.

Otro ámbito por el cual existe la mi-gración es el político, estas causas son derivadas de las crisis políticas que suel-en presentarse en ciertos países.

Muchas personas que temen a la perse-cución y venganza políticas abandonan

un país para residenciarse en otro o, al menos, intentan abandonarlo, aun-que a menudo pueden llegar inclusive a perder la vida cuando se trata de regímenes totalitarios.

Aunque también existen otras causas como pueden ser culturales, famili-ares (reunificación) o por tradición.

En conclusión podríamos enlistar los siguientes puntos como las causas más comunes de la migración:

- Falta de oportunidades- Crisis económicas- Deudas- Situaciones de violencia en barrios- Deseos de una vida mejor para los migrantes y su familia- Reunificación familiar- Catástrofes naturales- Tradición

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CIFRASQUEIMPORTAN

ALGUNAS

Un dato que es importante aclarar de manera previa, es que según la

Organización Mundial de la Salud, una vez que se alcanza la tasa de 10 homi-cidios por cada 100,000 habitantes se considera una situación de epidemia.

En 2011, la tasa de homicidios para 100,000 habitantes en los siguientes países fue: Honduras 91.6, Guatemala 40, El Salvador 72, México 24, EUA 4.7, y Canadá 1.5.Ahora bien, repasando los puntos que

se mostraban en la imagen, habrá no-tado un que el porcentaje de mujeres que migran es bastante considerable (48% de las cuales el 94% son madres solteras), pero ¿por qué es esto?

Los motivos por los que las mujeres en el mundo se movilizan, ya no respon-den a las reunificaciones familiares o migraciones en compañía de pareja, sino que se habla más bien de migra-ciones de carácter autónomo a las que hoy se conoce como “feminización de

las mujeres”.Por su parte, el Instituto Nacional de Sa-lud Pública (INSP), realizó un estudio en las estaciones migratorias mexicanas sobre el impacto de la violencia, el cual reveló que 89% de las mujeres migrantes entrevistadas habían sufrido alguna agresión que asumían como parte del sacrificio que significa cruzar México.

En todos los casos preferían no denun-ciar los hechos a las autoridades, ya que que muchas veces son juez y parte.

89%de las mujeres

migrantes sufren agresiones durante

el viaje

94%de las mujeres mi-grantes son madres

solteras

UNOde cada 5 migrantes

que obtienen residencia en EUA

es mexicano

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CIFRASQUEIMPORTAN

ALGUNAS

Por otro lado, otras de las cifras que son importantes conocer, y que han sido proporcionadas por la Organización “Sin Fronteras” son las siguientes:

- La migración sur-norte sigue siendo la más importante y constituye el 87% del total de la migración.- 25 millones de latinoamericanos y ca-ribeños viven fuera de su país de origen.

- Entre 2000 y 2005 el número de mi-grantes latinoamericanos y caribeños

aumentó en 4 millones.- Estados Unidos es el principal destino de las migraciones con 38.3 millones de migrantes aproximadamente.

- México ya no es sólo el país de origen más importante para las migraciones sino también es un importante país de tránsito para migrantes centroamerica-nos.

- De cada 5 migrantes que obtienen la residencia en Estados Unidos 1 es

mexicano.- Las remesas constituyen un factor bási-co para las economías en América Lati-na, más de 60 mil millones de dólares se registran en la región, de los cuales 25 mil millones corresponden a México lo que representa el 41% del total de estas remesas.

- Las principales causas para la mi-gración latinoamericana además de la economía son los conflictos internos en los países y los desastres naturales.

Principales causas

Economía, conflictos internos en los países y

desastres naturales

25millones de latinoamericanos y caribeños viven fuera de su país de origen

48%de las personas migrantes en el mundo son MUJERES

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Miles de personas procedentes de Centroamérica atraviesan México cada año, con la esperanza de huir de la insegu-ridad y la miseria más absoluta que dejan en sus países y conseguir una vida mejor para sí mismas y sus familias en

Estados Unidos.

Muchas de ellas viajan a pie o sobre el techo de trenes de mercancías. Su viaje está plagado de peligros.Viven con el temor constante a los se-cuestros. Miles de mujeres, hombres y niños son secuestrados cada año. Cuando los desesperados familiares no pueden reunir el rescate, las víc-timas son torturadas o asesinadas.

La violación es una práctica generalizada. Se cree que hasta el 60 por ciento de las mujeres y niñas migrantes sufren violencia sexual durante el viaje. Los homicidios son frecuentes. Nadie sabe cuántos migrantes mueren durante el viaje.

La mayoría de los ataques a migrantes son obra de bandas delictivas, pero agentes de policía y otros funcionarios mexicanos han participado en asaltos colaborando con esas bandas en la extorsión de los migrantes para obtener dinero.

Algunas familias quizá nunca sepan la suerte que han corrido sus hi-jos, hijas u otros familiares que partieron en busca de un futuro mejor. Cientos de migrantes han desaparecido en México cuando se dirigían a Estados Unidos.

Según un diagnóstico sobre la situación de los migrantes en su paso por territorio mexicano hecho por Organizaciones civiles de México, Cen-troamérica y Suiza; en el segundo semestre del año pasado se registraron 110 casos de extorsiones, desapariciones forzadas, secues-tros, robos, amenazas, ejecuciones arbitrarias por parte de bandas delin-cuenciales, así como “una sucesiva violación de sus derechos fundamen-tales por parte de las autoridades locales, estatales o federales” contra migrantes

En su recuento, las organizaciones detallan casos paradigmáticos y el tratamiento que autoridades estatales y federales han dado a los mismos, y que demostrarían la presunta responsabilidad del Estado mexicano en violaciones graves a los derechos fundamentales de migrantes.

La masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, incluido el amparo contra la recomendación que al respecto hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); el tratamiento que autori-dades dieron al descubrimiento de 193 restos en 49 fosas clandestinas también en San Fernando, así como los agravios cometidos contra los familiares y la ausencia de mecanismos eficaces para investigar las vio-laciones a derechos humanos de los migrantes, son algunos de los temas abordados.

En el documento se incluye una sistematización de datos recabados en el último semestre de 2013 por la Casa del Migrante de Saltillo, que regis-tró “110 casos de ataques a migrantes” que han derivado en extorsiones, desapariciones forzadas, secuestros, robos, amenazas y ejecuciones ar-bitrarias por parte de bandas delincuenciales así como “una sucesiva violación de sus derechos fundamentales por parte de las autoridades locales, estatales o federales”.

Las organizaciones documentaron que al menos 52% de migrantes que cruzaron por las ciudades de Tierra Blanca, Coatzacoalcos y Orizaba, en el estado de Veracruz, se vieron obligados a pagar una cuota mínima de 100 dólares a miembros de “las maras y el crimen organizado”, que controlan estas localidades.

Peor aún, resulta que el 24% de migrantes entrevistados por activistas admitieron que fueron extorsionados por agentes de la Policía Feder-al, en retenes y en centrales de autobuses, “a las personas se les pedía pagar una cantidad de dinero bajo la amenaza de que de no cumplir serían llevados ante las autoridades migratorias para ser reenviados a sus países de origen”.

La Casa del Migrante de Saltillo, se indica, recabó 35 testimonios de personas migrantes víctimas de tortura, que fueron previamente víc-timas de privación arbitraria de la libertad, por parte de elementos de la Policía Preventiva Municipal de Saltillo, a fin de obtener declara-ciones autoinculpatorias “por posesión de droga, o bien por venta de droga al menudeo”.

El documento aclara que muchos migrantes por temor y descono-cimiento de sus derechos no se atreven a denunciar delitos o abusos, y que en los dos únicos casos en que las víctimas lo hicieron ante la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, “no se les otorgó visa humanitaria en calidad de víctimas/testigos de delito dentro del territorio nacional”, pese a que así lo establece la Ley de Migración.

Tras señalarse que los migrantes siguen siendo víctimas de desapa-riciones forzadas y ejecuciones arbitrarias o extrajudiciales, en el in-forme adicional las organizaciones resaltan que existen otros datos de abusos documentado por la Red Regional Verdad y Justicia, que tiene un recuento de 344 casos de personas migrantes víctimas de violaciones a sus derechos humanos en El Salvador, Honduras, Gua-temala y México.

Aunque se aclara que cada organización lleva su propio registro, así el Comité de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador, tiene una lista de 231 casos de migrantes desaparecidas o fallecidas, en tanto que el Comité de Familiares de Migrantes de El Progreso de Honduras tiene 472 casos.

Más allá de los datos que cada organización pueda tener, se apunta, resulta alarmante que en México, donde ocurrieron la mayoría de los agravios contra migrantes, “no se cuenta con un banco de datos que concentre en un único lugar lo casos de personas desaparecidas”, lo que “obstaculiza el funcionamiento de mecanismos eficaces de búsqueda e investigación”.

Resulta desconcertante para las organizaciones defensoras de dere-chos de los migrantes que “si bien la administración del nuevo go-bierno federal indicó tener este tema entre sus prioridades, hasta el momento no se han llevado a cabo acciones concretas”.

Ni siquiera la CNDH ha dado un seguimiento puntual al tema de las desapariciones, apunta el estudio, pues “después de documentar 412 casos de secuestros masivos de migrantes con 21 mil 91 víctimas en un periodo de un año, desconoce el status de cada uno de los casos.

En tanto que a través de una solicitud de información hecha por la Red Regional Verdad y Justicia para las Personas Migrantes se ase-gura que en Honduras existen 541 migrantes no localizados de 2010 a la fecha, y en El Salvador se tienen registros de mil 584 personas desaparecidas desde 2005.

Ante este panorama, las organizaciones consideraron esencial la co-ordinación de los países involucrados en el fenómeno migratorio, para atender el problema de las desapariciones, ejecuciones arbitrar-ias y extrajudiciales, y sobre todo para identificar los restos de las víctimas.

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La movilidad humana, lejos de ser un fenómeno actual siempre ha existido y se remonta a los tiempos más lejanos de la historia.

Que sea para descubrir nuevos horizon-tes, por razones familiares o económicas como es en el caso de la migración vol-untaria o por motivos de la po-breza, de la violencia, de la persecución política o climáticos, en el caso de la mi-gración forzada, estamos en ambos casos ante uno de los factores que contribuyó al crecimiento de muchos países del mundo.

Nada más que, muy a menudo, suele suceder que el hombre tiene muy poca memoria viendo a su país como una en-tidad homogénea donde todos los habi-tantes tienen las mismas raíces y la misma cultura. Entonces ¿Por qué tanto desprecio hacia los migrantes si muchos de nosotros ra-dicamos en un lugar que no siempre vio nacer a nuestros antepasados?

Primeramente por desconfianza por lo distinto y lo desconocido, por aquel que se viste diferente y lleva atuendos perso-nales que no corresponden a los códigos de nuestro grupo social como pueden ser los tatuajes. ¿Será eso suficiente para estig-matizar a los migrantes?

Por transformarlos en protagonistas de la primera plana de los periódicos cuando un migrante comete un delito?

Como si fuera privativo del hecho de ser foráneo cuando en realidad el hecho de cometer un delito no tiene correlación con el lugar de proveniencia de una persona. En segundo lugar, acostumbramos a ver al migrante como a una persona de muy bajo nivel educativo, razón con la cual ex-

plicamos porque tiene que salirse de su región o de su país con sólo una mochila y una cobija de equipaje, valiéndose de cualquier modo de transporte y huyendo de las autoridades en el caso de los cen-troamericanos que cruzan México sin formas migratorias atestiguando su es-tancia legal en el país.

Sin embargo, cuando uno ha tenido la oportunidad y el privilegio de compartir momentos y de platicar con unos seres humanos tan valientes, que manifiestan tanta fe en un futuro mejor y tan seguros de que si uno se lo promete, no hay reto que no se pueda cumplir, tanto nuestra visión del mundo como nuestras priori-dades cotidianas ya se ven transformadas.

Primero porque no todos los migrantes carecen de educación como acostumbra-mos pensarlo dado que muchos de ellos son profesionistas quienes, desgracia-damente por culpa de la situación social que se vive en su región de proveniencia no encuentran trabajo digno y suficiente-mente pagado para poder vivir y manten-er a una familia.

Actualmente, otro problema viene sumándose a la falta de oportunidades: el clima de violencia que opera en toda la región centroamericana sin dejarles mu-chas opciones a los jóvenes.

Cooperar con los bandos delictivos o salirse del país para no ser matado en caso de no querer enrolarse con uno de ellos, esa es la única disyuntiva ante la cual se encuentra la juventud centroamericana.

Esta situación, más que la pobreza y el hambre, es en la actualidad la razón prin-cipal por la cual tantos niños no acom-pañados como jóvenes y mujeres se salen

de su país en busca no de un futuro mejor sino de un futuro, sencillamente.

Muchas veces nos preguntamos por qué tanta gente toma la decisión de salirse en lugar de quedarse a hacer la lucha en su propio país siendo conscientes de todos los horrores que los esperan en su camino como lo son las extorsiones tanto por par-te del crimen organizado como por parte de pandilleros o de agentes del estado, los maltratos y hasta la privación de su liber-tad y los abusos sexuales en contra de las mujeres.

Pues, esta realidad es lo que nos abre los ojos sobre las condiciones socio-económi-cas actuales de toda esta región enseñán-donos hasta qué punto estos seres hu-manos están dispuestos a dar todo para alcanzar una vida digna, como es de mere-cer para cualquier ser humano.

Por esta razón, y por el gran ejemplo de fuerza, de amor y de valentía que son, por la lección de vida y de deseo de superación que nos transmiten en su caminar, los mi-grantes son dignos de admirar y de apoyar para que su sueño se haga realidad.

No existe prueba de amor más grande que la que le da una mujer migrante a su hijo: no existe otra circunstancia donde una mujer es capaz de abandonar a su hijo en buscar de una vida mejor para él.

¿Acaso escogemos dónde nacemos? No obstante, sí debemos tener el derecho de escoger donde queremos vivir. Asimismo, no olvidemos que nadie es exento de ser migrante un día, por razones políticas, climáticas, familiares o sociales. Por ende, no les neguemos lo que todos deservimos: la oportunidad de vivir una vida digna y de poder luchar para alcanzarla.

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¿Cómo me voy a preocupar por los sueños y aspiraciones ajenas, si hasta mis propios sueños me cuesta bastante llegar a ellos? Im-plica esfuerzo, coraje, perseverancia. Yo ya no me voy a mortificar por los demás, ¡tengo dignidad! Y tengo en otras cosas además y más importantes en qué pensar.

Esto es lo que hoy se vive en nuestra realidad, producto del individualismo y a lo que hoy lla-mamos trascender. No estamos familiarizados con el otro, se ha perdido la empatía.

Dentro de la ética humanística, un punto más cercano, aparece que Emanuel Kant dice que la dignidad humana se funda en el imperati-vo categórico de la siguiente regla: “Obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre a la vez como fin, nunca meramente como medio” El concepto de dignidad ha pasado por mu-chas facetas, adaptándose así en un objeto de conveniencia. Ahora se antepone el “yo” al “tú”, en vez del “nosotros”. Todos, absoluta-mente todos tenemos un núcleo en común: la naturaleza humana. Antes que cualquier otra característica física, psicológica, ideológica, filosófica, religiosa, cultural, etc., somos seres humanos, iguales en dignidad y derechos.

Cabe mencionar, es un acto auto-desdignifi-cante la desdignicación al otro. Es decir, no solo pisas la dignidad ajena, sino tu propia dignidad. Incluso la indiferencia es un acto de tal calibre, la peor de las violencias; violar los derechos humanos y la libertad del otro, tam-bién. Desde una perspectiva religiosa-católica le llaman: “Ama a los otros como a ti mismo”. Que al final desde cualquier perspectiva con fines espirituales, con diferentes palabras, se quiere llegar a un mismo fin, aunque los me-dios sean distintos.

No importa si eres una persona que trabaje en las calles, si vendes o no vendes algo, si tienes o no estudios, si tienes o no dinero, si eres famo-so o no, si trabajas para alguien o eres jefe de

una gran empresa, si estas metido en la políti-ca o no, si no crees en Dios o si lo es todo para ti, si tienes algún puesto importante, incluso no importa en dónde vivas; este artículo va para todo público sólo tratando de expresar una opinión, un punto de vista.

Un ejemplo claro y es por lo que escribo esto, no es para hablarles del bien y el mal o de hacernos las víctimas o victimizar al otro, es para crear conciencia, tratar de ser humildes y sensibles a nuestra realidad, construir poco a poco un lugar justo. Todos queremos jus-ticia.

En ejemplo: Hoy, cientos de personas: mu-jeres, hombres, niños, niñas y adolescentes emigran de su país para intentar tener una mejor calidad de vida, ya que en su país no hay las oportunidades para poder llevar a cabo este propósito: falta de trabajo, reuni-ficación familiar, inseguridad, violencia, el dominio y abuso de las pandillas transnacio-nales, inestabilidad política, discriminación, falta de oportunidades, amenazas, violen-cia económica; son ahora la motivación de cientos de personas para realizar este viaje; transformando así el concepto de migración, siendo una migración forzada.

Y por si fuera poco, en el caso de los mi-grantes centroamericanos en su paso por México para llegar a los Estados Unidos, el camino es el peor de los infiernos donde los Derechos Humanos y la dignidad de la per-sona (así como en muchos otros ámbitos de nuestro país) son conceptos sin sentido, mundanos, absurdos.

Nos podemos poner a pensar que realmente somos ajenos a lo que pase, al cabo y no nos afecta, total, estamos bien... Recordemos que venimos y somos una tierra de migrantes, nosotros somos el producto de una mezcla de razas a través del tiempo. Somos seres sociales, condenados y afortun-ados a convivir en sociedad. Y que todo lo que pase indirecta o directamente indudable-mente me va a afectar.

¿Conozco todas las realidades?, ¿todas las per-sonas?, ¿todas las circunstancias?, ¿todos los contextos y culturas?, ¿todas las situaciones y problemáticas sociales, económicas, culturales y religiosas?, ¿conozco todas las religiones?, ¿he estado en todos los lugares, dentro de todas las clases sociales?, ¿me he puesto a pensar en el por qué ciertas personas actúan de tal forma o de otra?

Y entonces te pregunto, ¿qué es la verdad?, ¿puedo seguir juzgando? Pero entonces, ¿dónde radica el cambio? En tomar en cuenta todo esto para generar un cambio particular para cada situación en particular, agraciada-mente todos cambiamos y aprendemos de dis-tinta forma. ¿Qué es lo que necesita el otro?, ¿qué le interesa?, ¿cuáles son sus aficiones?, ¿cómo aprende? Vaya, ¡qué tarea!

En la medida que nos reconozcamos como seres imperfectos, como seres que no posee-mos la verdad, será en la medida en que poda-mos trascender pero ahora de la mano.

Una mano que en este caso necesita un migran-te que hoy está cruzando lluvias, violaciones, el desierto, una tortura, un hambre y una sed intensa, discriminación y criminalización, un sinfín de injusticias; con el simple hecho de su condición de migrante, anteponiendo ésta sobre su condición humana sin importar que sean niños, niñas, adolescentes, hombres, mu-jeres que no les queda de otra más que seguir adelante. ¿Te imaginas?

Es importante la información, investigación, lectura para formar un criterio sobre un tema en específico. Antes de levantar la mano para opinar; hay que pensar, investigar, razonar, conocer. Porque con un comentario, con una acción que previamente no se conoce, no se investiga, no se fundamenta (que es lo impor-tante), ni razona y con ello; vas a hacer una crítica dura hacia alguien, piensa el impacto y el poder que puede tener tu comentario y las consecuencias de éste.

Al final, ¿eres humano, o no?11

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Visita la casa y pregunta qué puedes hacer para ayudar, qué necesitan.

Si tienes ropa en buen uso, mo-chilas, cobijas, colchones, libros o algún otro objeto de limpieza per-sonal o medicinas, dónalos a la casa.

Lleva contigo tarjetas (hojas de máquina) donde escribas con le-tra legible los datos de la “Casa del Migrante Saltillo” (teléfono y dirección) y proporciónasela a al-gún migrante que veas, si puedes facilitarle cosas como qué camión tomar, mucho mejor

Si está en las medidas de tus posib-ilidades, además de la tarjeta, pregúntale si ya comió, dale un apoyo económico para que pueda comprar algo y llegar a la casa del migrante.

Si te interesa unirte a la causa en una forma más profunda, busca en tu escuela si es que hay algún gru-po que apoye la causa y afíliate, en caso de que no exista, haz un grupo de amigos, busquen un maestro y propónganlo.

Casa del Migrante Saltillo

Dirección: Calle Juan de Erbaez No. 2406 Col. Landín. Saltillo Coahuila México, Saltillo Coahuila

Teléfono: (844) 111 32 73

También conocida por el nombre Frontera con Justicia, en Saltillo se encuentra la Casa del Migrante, quien se dedica a proteger a los migrantes mexicanos y centroamericanos que llegan al estado de Coahuila en su intento por cruzar la frontera hacia Estados Unidos.Ahora que ya te informaste un poco acerca de la situación, te enlistamos algunas propuestas sobre qué hacer para apoyar la causa.

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