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L L a a G G a a t t e e r r a a d d e e l l a a V V i i l l l l a a Ilustra, entretiene y además es ecológica. La primera revista digital sobre Madrid F F o o t t o o g g r r a a f f í í a a : : " " R R e e c c o o n n s s t t r r u u c c c c i i ó ó n n 3 3 D D d d e e l l a a Q Q u u i i n n t t a a E E s s c c l l u u s s a a d d e e l l R R e e a a l l c c a a n n a a l l d d e e l l M M a a n n z z a a n n a a r r e e s s " " A A u u t t o o r r : : A A u u d d e e m m a a J J o o r r g g e e M M o o r r í í n n Glosario arquitectónico madrileño: Entablamento El Canal del Manzanares. Excavaciones arqueológicas de la Cuarta a la Quinta esclusa Número 17 / Abril de 2014 El Gachó del Arpal Madrid. De los años de San Isidro a los de Isabel la Católica El Tejo del Palacio de Velázquez. Parque del Retiro Por el Madrid de los Austrias Mayoresl

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La Gatera de La Villa

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Page 1: La Gatera de La Villa 17

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Glosarioarquitectónicomadrileño:Entablamento

El Canal delManzanares.Excavacionesarqueológicasde la Cuarta a laQuinta esclusa

Número 17 / Abril de 2014

El Gachó del Arpal

MMaaddrriidd.. DDee lloossaaññooss ddee SSaann IIssiiddrrooaa llooss ddee IIssaabbeell llaaCCaattóólliiccaa

El Tejo delPalacio deVelázquez.Parque delRetiro Por el Madrid de los

Austrias Mayoresl

Page 2: La Gatera de La Villa 17

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EEll lleevvaannttaammiieennttoo ddeell22 ddee MMaayyoo ddee 11880088El primer libro editado por La Gatera de la Villa.La amenidad no está reñida con el relato histórico; generalmente se atribuye esacaracterística a todo relato novelado. No obstante, estamos ante un ensayo históricoresultado de la rigurosa y exhaustiva labor recopilatoria y de investigación históricarealizada por su autor. Y la calidad literaria le respalda. El autor nos introducemagistralmente en la epopeya épica y dramática del alzamiento de los madrileñoscontra el ejército ocupante francés, narrando pormenorizadamente los antecedentes.El libro se puede adquirir tanto en acabado en rústica como en formato electrónicoMás información en:http://www.bubok.es/libros/224776/El­levantamiento­del­2­de­mayo­de­1808

nº 17

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La operación permitirá hacer algunos ajustespara mejorar la trama urbana, como en el caso deCuatro Caminos, donde las calles de Esquilache yde la Virgen de Nieva, que estaban proyectadaspara cruzarse allí desde su diseño en el siglo XIX,habían quedado cortadas por las instalacionesferroviarias. En el lado negativo, la callecita delMarqués de Lema, que parece salida de los años50 con sus adoquines y su escaso tráfico rodado,perderá su tranquilidad actual. En Cuatro Caminosse plantean dos niveles de vías subterráneos: unopara la línea 2 (que tiene construida desde haceunos años la embocadura en el túnel que vienedesde la glorieta de Quevedo), y otro que alberguealgunos trenes de la línea 1 y (si en su día se haceuna prolongación desde Moncloa) algunos de la 3.

Desde hace unos años, han quedadoexcedentes bastantes trenes de las series másantiguas del Metro, que estuvieron unos añosoxidándose al sol en las cocheras de las líneas 10 y11, entre Cuatro Vientos y La Fortuna, y ahora sehallan en naves cubiertas a la espera de unadecisión sobre su futuro. Bien seleccionados, deestos trenes puede salir el material a exhibir en unfuturo museo del Metro, que complemente a losque ya hay dedicados a las instalaciones fijas(estación de Chamberí y central eléctrica deCavanilles). Cuatro Caminos o Ventas serían loslugares idóneos para albergar este museo, pues sehallan en lugares céntricos de la ciudad quefacilitan su visitabilidad, y la añadidura de una odos vías destinadas a mostrar al público los trenesno supondría gran sobrecoste una vez haya queponer las cocheras patas arriba para susoterramiento.

El material a conservar no sería mucho, pero sírepresentativo de las diferentes épocas defuncionamiento de un Metro de Madrid que vacamino de su primer siglo de existencia. Laempresa original se fundó en 1917 y los primerostrenes con viajeros rodaron dos años más tarde.Bastaría con lo siguiente:

­Al menos un coche del tipo “clásico”, de lasseries que circularon por las líneas 1, 2, 3 y 4entre 1919 y 1989.

­Una unidad de la serie 300, en representacióndel Ferrocarril Suburbano de Carabanchel, últimovestigio de la presencia de FEVE en Madrid y queahora se halla repartido entre las líneas 5 y 10.

­Una unidad de la serie 5000, que llegó en 1974y dio comienzo a la era de las líneas 6, 7, 8 y 9con una estética mucho más moderna que lostrenes y estaciones anteriores. Este tren tendríaque ser llevado al museo por medio de camiones,ya que es de dimensiones mayores que las de lostúneles que llevan a Ventas o a Cuatro Caminos.

­Una unidad de la serie 2000, de las quellegaron en 1986 y supusieron la gran renovacióndel parque motor de las líneas 1, 2, 3 y 4,reemplazando a los “clásicos”.

Incluso aunque la restauración y limpieza de lostrenes para su exhibición se pueda dejar paracuando vuelvan tiempos de bonanza económica, eltraslado, la operación más compleja, puede irsehaciendo cuando en unos dos años seanconstruidas las nuevas naves subterráneas. Elmomento más complicado, el meter un tren de laserie 5000 desde el exterior, puede solventarsedando dimensiones algo mayores de lo que seprevea a las rampas que se construyan para elacceso de vehículos de carretera de suministro derepuestos.

Con ello, Madrid podría celebrar el primercentenario de su Metro en 2019 de una manerabastante digna, incluso dentro de las posibilidadesdel momento actual. No es un conjunto de “locoscacharros” para unos chalados. Es cultura, pura ydura. Algunos de los modelos de tren que hemosindicado son tan representativos de la ciudad deMadrid como los autobuses rojos de dos pisos loson de la de Londres, o los tranvías de tracción porcable lo son de la de San Francisco de California.

De los Cuatro Vientos a los CuatroCaminos

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Ya es oficial un proyecto que ha llevado bastante en la nevera de los ingenieros y en la delos políticos madrileños. Las cocheras que el Metro tiene en Cuatro Caminos y junto a laplaza de toros de las Ventas van a ser remodeladas en los próximos años para que las víasde estacionamiento de los trenes pasen a estar bajo tierra.

nº 17

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CRÉDITOS

La Gatera de la Villa la forman:• Director: Juan Antonio Jiménez Torres• Redactor jefe: Alfonso Martínez García• Jefe de secciones: Juan Pedro Esteve

García• Redactor: Mario Sánchez Cachero• Editor: Julio Real González• Jefe de cierre: Pablo Jesús Aguilera

ConcepciónDiseño y Maquetación:• Sandra Ruiz Martínez• Alfonso Martínez García• Mario Sánchez Cachero• Juan Antonio Jiménez Torres• Juan Pedro Esteve GarcíaPortada•Reconstrucción de la Quinta Esclusa del Real

Canal del Manzanares, realizada por Audema,contenida en el artículo El Canal delManzanares

ContactoPuedes escribirnos o enviarnos tuscolaboraciones a:

[email protected]• http://www.fotomadrid.com/gatera‐villa.php

La Gatera de la VillaAño IV, Número 17, ABRIL 2014

ISSN‐1989‐9181

Foto:A

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Editorial nº 17. De los Cuatro Vientos a losCuatro CaminosMadrid. De los años de San Isidro a los deIsabel la CatólicaJUAN PEDRO ESTEVE GARCÍA

Por el Madrid de los Austrias mayoresJUAN PEDRO ESTEVE GARCÍA

Tejo del Palacio de Velazquez. Parque delRetiroJOSÉ MANUEL GARCÍA VALLES

El puente de SegoviaJOSÉ MARÍA GARCÍA VALLES Y JULIO REAL GONZÁLEZ

Madrid Río, naturaleza dentro del asfaltoJUAN GREGORIO GARCÍA ALHAMBRA

Glosario arquitectónico madrileño.Entablamento.JULIO REAL GONZÁLEZ Y MARIO SÁNCHEZ CACHERO

El Canal del Manzanares. Excavacionesarqueológicas de la cuarta a la quinta esclusaAUDEMA

Puerta del SolJOSÉ SANMARTÍN

El fotogato: El edficio GrassyÁNGEL ROLLÓN

Camilo José Cela y Hoyo de ManzanaresRAFAEL MARTÍN MOYANO

Diario "El Progreso" de MadridÁNGELA M. VELASCO

El gachó del arpaALFONSO MARTÍNEZ

Siempre sonreíaADRIANA SÁNCHEZ GARCÉS

Dos microrrelatos (Relatos del GrupoAndén)JOSÉ ÓSCAR LÓPEZ

Publicidad... de hace ya un tiempoALFONSO MARTÍNEZ

CTBAÁNGEL ROLLÓN

GatopuzzleGATÓN DE ORO

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Los habitantes de Castilla llegaban por elsur hasta las orillas del río Duero, y entreeste importante cauce y las atalayas quehabían construido los musulmanes en las

montañas al norte de Madrid se extendía unaespecie de "tierra de nadie" en la que ninguno delos dos poderes parecía tener gran interés enintervenir. Según el historiador Claudio Sánchez­Albornoz, la despoblación de este "desierto del

Duero" era absoluta, aunque otros autores comoMenéndez Pidal matizan que había población rural,pero no urbana, entendiendo por esta últimacategoría las pequeñas dimensiones de lo que seentendía en aquellos lares por ciudades.

Entre los años 943 y 944 el conde FernánGonzález, que estaba al mando de los territoriosde Castilla, inició su particular rebelión contra el

Madrid. De los años de San Isidro a losde Isabel la Católica.

Texto y fotos: Juan Pedro Esteve García

Los cristianos que se habían refugiado en el Cantábrico tras las invasiones árabesdel siglo VIII dieron lugar, hasta el X, a diversos reinos, como el de Asturias. Estereino abarcaba el actual Principado de igual nombre, algunos territorios de León, yuna serie de tierras al sur que se acabaron denominando Castilla, es decir, el país delos castillos, por el gran número de fortificaciones que allí había en previsión deataques de los musulmanes.

Ancha es Castilla. Vista de la meseta del Duero desde el puerto de Somosierra, vértice norte de la actual provincia de Madrid.Desde este lugar hasta el Duero se extendía la "tierra de nadie" que durante unos años no interesaba ni a cristianos ni a

musulmanes.

Crónica gatuna

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poder astur­leonés, al parecer por discrepanciascon el rey Ramiro II sobre la creación de nuevoscondados que restaban peso a Castilla. En 947hubo una reconciliación, pero las bases para ladefinitiva independencia de Castilla como estadoya estaban sentadas. Además, ya fueran leoneses,ya castellanos, los cristianos estaban pasando a laofensiva, para temor del poder árabe, que trasladóuno de sus cuarteles generales a Medinaceli paratener más vigilada su frontera norte. Este reyRamiro había hecho una incursión por Madrid a lolargo de una expedición para atacar los dominiostoledanos. Saqueó la población, y se cree queinutilizó al menos en parte sus fortificaciones, perono se quedó en ella.

Ramiro II murió en el año 951. Fernán Gonzálezseguía haciendo la guerra, y en la década de 960hubo ya batallas contra los cordobeses en la zonadel Duero. Los máximos líderes de Córdoba ya noeran emires, sino que se habían proclamadocalifas, y durante su reinado esta ciudad andaluzaalcanzó una influencia cultural, y un censo depoblación tan grande, que la convirtieron en unaespecie de nueva Roma para las sociedades de lacuenca mediterránea. La tierra de nadie dejó deser de nadie, y en una primera fase fueron losmusulmanes los que avanzaron de sur a norte: en984 tomaron Sepúlveda, en 990 Osma y en 994Clunia. Pero al llegar el primer milenio, las tornas

cambiaron. El poder de loscalifas se fue debilitando ycayendo en manos de primerosministros o de dictadoresmilitares. Entre los años 1023 y1030 la maquinaria política delestado cordobés se desintegró, yde la misma manera que fueimposible mantener la unidadpolítica islámica a nivel mundial,fue imposible mantenerla a nivelespañol: nacieron las llamadastaifas, pequeñas y medianasmonarquías. La región objeto denuestro estudio, entre el Tajo yla Cordillera Central, pasó aformar parte de la taifa deToledo.

Las taifas a menudo se hacíanla guerra entre sí, y no dudabanen aliarse con reinos cristianos

para combatir a sus rivales. Es la época en la quese hizo famoso el Cid Campeador, un señor de laguerra que ofrecía sus tropas a quien mejor leconvenía.

En el año 1081, el rey Alfonso VI de Castillainició la guerra contra el reino musulmán deToledo. Al año siguiente nació en una familiacristiana de Madrid Isidro Merlo, bautizado asíporque el 4 de abril de 1082, fecha de sunacimiento, se conmemoraba la fiesta de SanIsidoro de Sevilla. El propio Isidro estabadestinado a ser venerado como santo en los siglosposteriores.

En un momento próximo al año 1083 Madridpasó a pertenecer a Castilla, probablementegracias a la ayuda de tropas segovianas, y el 6 demayo de 1085 se rindió la propia ciudad deToledo. Hubo algún intento de posteriorescaudillos musulmanes para reconquistar Madrid,como el ataque efectuado en 1109­1110 por losalmorávides, fundamentalistas religiosos de laépoca. Este ataque obligó a muchos madrileños aevacuar la ciudad durante unos meses en busca detierras más seguras, y entre ellos salió IsidroMerlo, que se refugió en Torrelaguna, donde secasó con María Toribia, guardesa de la ermita de laVirgen de la Cabeza en Caraquiz, que por ello erallamada María de la Cabeza. Pasada la amenaza

Iglesia de San Francisco el Grande tal y como la conocemos en nuestros días.Sobre ese emplazamiento hay presencia de la orden de los franciscanos desde lamisma fundación de la Orden, pues se dice que el propio santo visitó Madrid y

asentó una primitiva iglesia en esa parte de la ciudad.

Crónica gatuna

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bélica, Isidro y María volvieron a Madrid, donde él,a pesar de ser tan conocido como Isidro ellabrador, desarrolló otra importante carreraprofesional como zahorí, o buscador de aguassubterráneas que determinaba los lugares dondese debían cavar los pozos. La presencia de aguaen el subsuelo de la ciudad era ya conocida entiempos de los árabes, que habían construido,como en tantas otras tierras de su dominio,galerías que traían el preciado líquido desde losyacimientos naturales hasta los lugares poblados,evitando el acarreo desde los pozos a las ciudadespor medio de carros y recipientes. El arabistaJaime Oliver Asín cree que el propio nombre deMayrit o Madrid puede provenir de estas mayras oconducciones, que a lo largo de la dominacióncristiana que ahora estaba dando comienzo,habrían de ampliarse enormemente con el nombrede viajes de aguas.

María e Isidro, Isidro y María, dos modestoscastellanos de a pie, de profunda fé religiosa, queenseguida, incluso en vida, alcanzaron fama desantidad. Incluso su hijo Illán llegó a ser veneradocomo San Illán en algún pueblo de Toledo aunquelas autoridades del Vaticano no lo reconozcancomo tal. Isidro Labrador y María de la Cabeza,María de la Cabeza e Isidro Labrador. Cuando laimportancia de Madrid fue creciendo bajo lossiguientes reyes, las fuerzas vivas presionaron lo

indecible para conseguircanonizar a nuestro matrimonio.Igual que hacía falta un OcnoBianor, un fundador legendariode tiempos pasados, hacía faltaun intercesor, o un par deintercesores del terruño ante lospoderes del Más Allá delpresente.

Madrid crecía. Para la nuevafe surgían templos como el deSan Pedro el Viejo o el de SanNicolás, conocido actualmentecomo San Nicolás de losServitas, denominación que esya del siglo XIX. Madrid crecía.Ahora los que la temían no eranlos toledanos ni los cordobeses,sino los segovianos. La ciudadde Segovia aspiraba a tener unamplio protagonismo en la

repoblación de las tierras reconquistadas a losmusulmanes al sur de la Cordillera, presencia de laque es testigo, por ejemplo, el escudo de lapoblación de Navalcarnero, en el que figura elacueducto de Segovia. Madrid era unacompetidora para estos planes, y pronto surgieronrivalidades por el aprovechamiento de pastos ymontes entre Madrid y las montañas.

En el siglo XII el reino de Castilla abarcaba yalas ciudades de Santander, Burgos, Palencia,Logroño, Valladolid, Sigüenza, Guadalajara,Madrid, Ávila, Segovia, Talavera, Cuenca y Uclés.Por los acuerdos de Sahagún de 1158 se fijaron lasfronteras de Castilla con León, y por los acuerdosde Cazola de 1179 se fijaron las fronteras deCastilla con Aragón, lindes que en muchascomarcas fueron las definitivas hasta el siglo XIX.

En el año 1202, reinando Alfonso VII, sepromulgó el Fuero de Madrid, aunque es probableque la ciudad ya contara con alguno otro otorgadohacia mediados del siglo XII, pero el más antiguodel que se conserva un ejemplar físico es este de1202, que fue redescubierto y empezado ainvestigar por los historiadores mucho después, afinales del siglo XVIII. Los fueros eran un híbridode pactos Rey­Ciudad y de leyes locales pararegular la vida de ésta última. En el de 1202aparecen topónimos que sobreviven en nuestros

Escudo de Navalcarnero, población situada al suroeste de Madrid, pero que portaen este elemento identificativo la imagen del acueducto de Segovia como recuerdo

del tiempo en que Madrid era un pueblo, y Segovia la ciudad influyente en estaparte de las Españas.

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días, como Balecas (Vallecas), Húmara (Húmera),Sumasaguas (Somosaguas) y otros de lugares quese fueron despoblando con los siglos, caso deBelemeco o Belenego, cerca de Barajas. Había porentonces, además, una osa en el pendón oestandarte que usaban los madrileños paraidentificarse, y que ha pervivido en el escudo, quea fines de ese siglo XIII ya era casi como el actual.La presencia de este animal se debe tanto a laabundancia de estos animales en el pasadohispano (hoy solo sobreviven, y muy amenazados,en enclaves como Asturias), como a la simbologíade la constelación de la Osa Mayor, formada porsiete estrellas que con el tiempo se han integradotambién en el escudo de la ciudad e incluso en labandera regional, de una fecha tan moderna comofinales del siglo XX. Otras ciudades europeas quellevan un oso en el escudo son Berna y Berlín,cuyos nombres se basan precisamente en la raízgermánica que significa “oso”, y de la que viene,por ejemplo, la palabra “bear” de los ingleses.

En 1255 se publicó otro fuero, pero conpropósitos totalmente contrarios. Era el Fuero

Real, o Libro de los Consejos de Castilla, creadopara fortalecer el poder de la Corona frente a laexcesiva proliferación de fueros municipales, ypara ir restando privilegios a la nobleza.

En 1275 el rey Alfonso X convirtió en dominiosde la Corona las tierras de Manzanares el Real ysus alrededores, para mitigar la rivalidad Madrid­Segovia. Madrid conservó derechos en la zonapara talar árboles y llevar ganado a pastar. Lasprimitivas fortificaciones construidas por losmusulmanes se habían quedado pequeñas, y elreino de Castilla construyó un nuevo cinturón demurallas en torno al casco urbano, con unperímetro bastante mayor, dentro del cual cabían36 hectáreas de terreno. Como peculiaridad, estamuralla cristiana salvaba ya el desnivel de la actualcalle de Segovia para alcanzar por el sur la zonade las Vistillas. A la ciudad se accedía ahora porcinco puertas: la de Segovia, la de Moros, laPuerta Cerrada, la de Guadalajara y la de Valnadú.Dentro de la muralla existían las llamadascollaciones, demarcaciones de las parroquiasreligiosas, pero que también eran divisiones de usocivil a modo de precursoras de los actuales barrios.

En 1309 se reunieron en Madrid las Cortes delreino de Castilla, con la finalidad de declarar laguerra a la taifa de Granada, que a la larga habríade ser la última en resistirse a las armas cristianas.

En 1390 se produjo la primera proclamación deun rey en la ciudad de Madrid, fue la de EnriqueIII, con apenas 11 años de edad. Su padre Juan Ihabía fallecido en un accidente de caballo.

El año siguiente, 1391, fue testigo de violentosdisturbios contra los judíos a lo largo y ancho delreino. Para evitar nuevas persecuciones odiscriminaciones, muchos de ellos empezaron aoptar ya entonces por convertirse al cristianismode manera oficial, pero para seguir practicando suverdadera religión en secreto. En Madrid, el barriojudío se correspondía con el actual de Avapiés o deLavapiés, y la sinagoga ocupaba el solar dondeahora se halla la iglesia de San Lorenzo, en laparte baja de la calle de San Cosme y San Damián.

El año 1434 fue en Castilla un "año del diluvio",por los grandes temporales.

Calle de Vallecas con la iglesia de San Pedro al fondo.Vallecas era la cabeza del sexmo del mismo nombre, y teníavarias aldeas bajo su jurisdicción. En el siglo XX pasó a ser

uno de los municipios más grandes absorbidos por el deMadrid.

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Para 1438 las murallas de Madrid ya habíancrecido hasta englobar los arrabales, núcleos decasas situados fuera del recinto fortificado. Uno deestos arrabales era, por ejemplo, el de San Martín,y otro el de San Ginés, alrededor de las iglesias desus respectivos santos. Más que barrios podían serconsiderados cada uno un vicus o pueblo, puesllegaron a contar con una proto­administraciónindependiente de la madrileña. Pero el crecimientode Madrid era imparable. En esos años se cree quees cuando se rellenaron las cavas, fososcomplementarios de las murallas de los que vienenlos nombres de las actuales calles Cava Alta yCava Baja, que vistas en el plano muestran eltrazado que llevaba el muro medieval.

Para el siglo XV Madrid ya era una ciudadenormemente vinculada a la monarquía castellana,y los reyes la utilizaban a menudo comoresidencia. Los monarcas, cuando estaban enMadrid, no vivían todavía en el Alcázar, precursordel actual Palacio Real, sino que se alojaban encasas de nobles afines, como los Laso de Castilla,que vivían en la Plaza de la Paja.

Años de guerra civil. En el año 1477 entraron enMadrid los Reyes Católicos, Isabel de Castilla yFernando de Aragón, tras haberse rendido lospartidarios de la otra pretendiente al tronocastellano, doña Juana La Beltraneja. Los ReyesCatólicos fueron los que consiguieron poner bajouna sola bandera la mayor parte de los reinospeninsulares, excepto Navarra y Portugal, queseguían siendo independientes. La unidad erapolítica pero no administrativa, pues Castillamantenía sus leyes y Aragón las suyas. El últimoreino sostenido por los musulmanes, la taifa deGranada, se rindió en 1492, con lo que seconsiguió una teórica unidad religiosa, teóricaporque hasta más de un siglo después siguióhabiendo practicantes convencidos del Islam en elsur peninsular. Más contundencia se tuvo con losjudíos, que fueron expulsados de nuestras tierrasen ese mismo año de 1492. Sus descendientestodavía conservan en varias naciones de África, deAsia y en el Israel moderno la lengua sefardí ojudeo­española, basada enormemente en elespañol que se hablaba en Lavapiés hacequinientos años.

La principal aportación de los Reyes Católicos ala ciudad de Madrid fue la construcción del

monasterio de San Jerónimo el Real, popularmente"Los Jerónimos", al final de la Carrera de SanJerónimo. Este edificio, testimonio de lavinculación entre el poder religioso y el civil quecaracterizó esa época y otras siglos posteriores (laInquisición se fundó en 1478) se construyó entrelos años 1504 y 1505, en sustitución de otro de lamisma orden jerónima situado a orillas delManzanares, entre Madrid y El Pardo, junto a laactual Escuela de Cerámica de San Antonio de laFlorida. El aspecto que tiene en nuestros días elcomplejo de Los Jerónimos es producto de unareforma efectuada en el siglo XIX por el arquitectoNarciso Pascual y Colomer (el mismo del cercanoCongreso de los Diputados) y otra realizada aprincipios del siglo XXI por Rafael Moneo.

En 1509 sabemos que Madrid y sus puebloscircundantes estaban agrupados en la Tierra deMadrid, es decir, una Comunidad de Villa y Tierrade las muchas que existían en Castilla. Dentro deesa Tierra, había un sexmo o demarcación deMadrid, que comprendía la ciudad propiamentedicha y sus arrabales. Otros sexmos eran los de:

­Aravaca, con la propia Aravaca, Alcorcón,Boadilla del Monte, Carabanchel Alto, CarabanchelBajo, Húmera, Leganés, Madajahonda, Pozuelo deAlarcón y Las Rozas.

­Vallecas, con el propio pueblo de Vallecas,Ambroz (hoy desaparecido), Canillas, Canillejas,Coslada, Fuencarral, Fuente el Fresno, Hortaleza,Rejas (hoy desaparecido), Rivas (todavía nofusionado con Vaciamadrid), San Sebastián de losReyes (nueva población escindida de Alcobendas yprotegida por la Corona como indica su nombre),Torredelcampo (en el emplazamiento de la actualermita de La Torre), Vaciamadrid, Velilla de SanAntonio y Vicálvaro.

­Villaverde, con el propio Villaverde (que era unsolo pueblo, las actuales denominaciones deVillaverde Alto y Villaverde Bajo se implantaron enel siglo XIX), con Casarrubuelos, Fuenlabrada,Getafe, Humanejos, Perales del Río y Zorita,pueblo este último hoy desaparecido, a las afuerasde Villaverde.

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Este encendido elogio de Arciniegas alEmperador se refiere, evidentemente, alos países de la América hispana, puesaparte de esas capitales, otras naciones

fundaron las ciudades que hoy forman los EstadosUnidos y el Canadá, aparte de los pequeñosenclaves de las Guayanas, pero en lo esencial,describe perfectamente la descomunal expansióndel poder de la monarquía hispana en unas pocasdécadas. De un conjunto de reinos envueltos en

querellas feudales a un imperio comparable al delos Césares. Todavía se mantenían algunasherencias de los anteriores reyes, como el caso deque la capital de tan vasto poder todavía no fueraestable, sino itinerante, aunque Madrid ya habíaalcanzado un rango muy alto entre las diversasciudades de Castilla, y no será de extrañar que elsiguiente rey, Felipe II, sea el que fije Madridcomo sede áulica del gran poder transatlántico.

Por el Madrid de los Austrias mayores

Texto: Juan Pedro Esteve García

Cuando Carlos se posesiona de Castilla, América no es sino un trazo en el mapa. Elcontinente no tiene sino una cara: la del Atlántico. Del lado del mar que descubrióBalboa, nadie sabe lo que hay. Del Caribe mismo sólo se conoce la mitad. Falta porver toda la costa que va desde Florida hasta Yucatán. Durante los cuarenta años quereinará Carlos, el continente quedará todo explorado y visto: serán cuarenta añosque transformen al mundo. Carlos empujará las naves de Magallanes, que mediránla cintura de la esfera; se fundarán virreinatos y gobernaciones; se fundarán todaslas capitales de América, excepto Santo Domingo y La Habana.Germán Arciniegas. "Biografía del Caribe"

Alcázar de los Austrias, situado en el emplazamiento del actual Palacio Real, según grabado de Pieter van der Aa de principiosdel siglo XVIII. En este lugar, en la centuria anterior, se concentraba tanto poder como en la actualidad lo hay en la Casa

Blanca de Washington o en el Kremlin de Moscú.

Crónica gatuna

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En los años de Carlos I se reunieron cortes enMadrid en tres ocasiones: en 1528, en 1534 y en1551. La ciudad sirve de cárcel al rey francésFrancisco I, que es capturado en 1525 durante lasluchas entre españoles y franceses por el dominiodel norte de Italia. Permaneció como un preso delujo en el Alcázar y otros edificios, tratado acuerpo de rey (nunca mejor dicho) por Carlos, queexhibía a su compañero de profesión comotestimonio del poderío que había alcanzado elreino. Fue devuelto a Francia en 1526.

El Madrid imperial tiene de unos 15.000 a20.000 habitantes y se vuelve a expandir, ahorahacia el norte (hacia la actual Plaza de SantaBárbara), y hacia el este, por el camino de Alcaláde Henares, cuyos tramos más cercanos a la villase irán convirtiendo en las primeras manzanas decasas de la Calle de Alcalá. Eran los tiempos enque vivió Francisco de Vargas, consejero de losReyes Católicos que continuó su labor de asesorcon el nuevo rey. Cuando el poder tenía dudas decómo acometer una decisión política de altosvuelos, se decía: "averígüelo Vargas", pues tal erala confianza que se tenía en don Francisco.Intervino en la secesión de San Sebastián de los

Reyes a partir de Alcobendas, y fue iniciador de la"capilla del Obispo" de la plaza de la Paja, llamadaasí por haberla concluido su hijo Gutierre deVargas. La familia Vargas vivía en lo que ahora esMuseo de los Orígenes, y una de sus fincas a lasafueras de Madrid, la Casa de Campo, fue vendidapor los descendientes de Francisco de Vargas aFelipe II.

Como principales obras emprendidas en Madriddurante el reinado de Carlos I y de su hijo Felipe IIcaben destacarse el nuevo Puente de Segovia,­construido aguas abajo de otro medieval­, comosalida de las carreteras hacia Castilla la Vieja yExtremadura, y que es un diseño de Juan deHerrera, el monasterio de las Descalzas Reales,­cuyas monjas siguen labrando el huerto mediomilenio más tarde, con los carteles de los centroscomerciales de la plaza del Callao asomando porencima de los tejados­, la iglesia de San Ginés, enla calle del Arenal (se cree que este templo tuvouna ubicación diferente en tiempos de losarrabales ) y amplios trabajos de reedificación delAlcázar. Asimismo, hay que citar el primer teatrocon edificio estable, el de la calle de la Cruz, en elaño 1574.

Puente de Segovia, una de las principales obras públicas realizadas en el Madrid de aquellos años, según versión coloreadadel plano de Texeira. Señalado con una X amarilla, el emplazamiento del puente medieval al que sustituyó, delatado por elcamino que aparece en la orilla oriental, ya sin utilidad. El nuevo de Juan de Herrera permitía el paso de un carril para loscarros de entrada y otro para los de salida, y tras la guerra civil de 1936­1939 fue ensanchado a sus dimensiones actuales.

Crónica gatuna

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Carlos I cedió el poder a su hijo Felipe II, con elque comparte la fase de esplendor del reinado delos Habsburgo en España. Los posteriores reyes dela dinastía austriaca se limitarían a dilapidar y adejar perder los logros de estos dos precursores.

Felipe II dejó como principal huella de sumandato el traslado de la capitalidad de España aMadrid, en el año 1561. La Corte fue trasladadadesde Toledo, donde llevaba un tiempo, y de ahíya no se movió salvo en una tentativa posterior deFelipe III, de corta duración. En muchos pueblosde nuestra provincia vecina se movilizaron en laprimavera y verano de ese año de 1561 carrospara el traslado de los aristócratas y funcionarios,como cuando en las guerras actuales se movilizanbarcos o autobuses civiles para llevar tropas.Consecuencia directa de todo esto fue laimplantación en Madrid de la regalía de aposento,por la cual muchos propietarios de casas tuvieronque ceder parte de los edificios para alojar a estefuncionariado.

Mesonero Romanos enumera como posiblescausas de que Madrid sea la capital de España:

­Ser una ciudad ajena a tradiciones, simpatías oantipatías históricas que iban arrastrando ya otraspoblaciones.

­Posición geográfica céntrica, equidistante de la

mayor parte de reinos. Bajo Felipe II hubo unosaños en que todos ellos estuvieron bajo su poder,incluyendo Navarra, que se incorporódefinitivamente a España, e incluyendo Portugal,que dejó de ser reino independiente en 1580 trasla extraña desaparición del rey don Sebastián, ypermaneció en manos españolas hasta 1640.

­Relativa cercanía al reino de Aragón, del que setemía que pudiera iniciar procesos paradesvincularse de Castilla y volver a su carácter deestado independiente.

­Proyectos que había para mejorar elabastecimiento de agua potable a Madrid con uncanal desde el Jarama. (a esa apreciación hechapor Mesonero podríamos añadir otros planesestudiados bajo el reinado de Felipe para canalesde navegación y dragados del río Tajo quepermitieran llegar a Madrid a barcos de pequeñocalado)

Otro historiador más moderno, José del Corral,en El Madrid de los Austrias, propone la tesis deque Madrid fue elegida como capital por descartede otras ciudades:

­Toledo, a pesar de su centralidad, había sidoun foco de comuneros en la pasada guerra, ypodían quedar en ella núcleos de desafectos a laCorona.

Principales territorios que llegaron a gobernarse desde Madrid entre 1580 y 1640, años en que la monarquía españolaabsorbió a la de Portugal. En color azul, dominios originales de las coronas de Castilla y Aragón aportados por Felipe II. En

color verde, dominios de la corona lusitana (Mapa: elaboración a partir de Wikipedia)

Crónica gatuna

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­Segovia se hallaba en las mismascircunstancias, y además en ella había moriscos.

­Valladolid era un foco de heterodoxia religiosa,pues ya se estaba perfilando el que iba a ser elsiguiente enemigo de la monarquía tras siglos deenfrentamientos con el Islam: la reformaprotestante, que aquí no consiguió echar raíces,pero que en Alemania iba a ser enseguida unenorme contrapoder cultural, social y militar a laCorona.

Aparte de las opiniones de estos autores, a lasque no les falta razón, podemos aventurarnos aemitir otras dos, a simple vista contradictorias peromás bien complementarias. Madrid fue elegida porFelipe II:

­porque en Madrid no había obispo y Toledo erala Sede Primada, con lo cual el traslado era muyútil a cualquier rey que quisiera tener un lugardonde ordenar y mandar a gusto sin compartirciudad con otro de los grandes poderes de laépoca.

­porque Madrid se hallaba más cerca queToledo de El Escorial. En 1557 la monarquía deFelipe II ya era la "monarquía católica", defensorade los intereses de la iglesia de Roma frente a lasnuevas iglesias protestantes que habían aparecidoen el centro y norte de Europa. Una de las batallasde esas guerras de religión, la de San Quintín,tuvo lugar el 10 de agosto de ese año, día de SanLorenzo, con resultado favorable a las armasespañolas, y el 23 de abril de 1563 el rey inició lasobras de un gran palacio­monasterio paraconmemorar su victoria: el gran monumentopétreo de San Lorenzo de El Escorial, cuyaconstrucción finalizó en 1584 (aunque el Panteónde Reyes no se terminó hasta 1654). Henry Kamensugiere la posibilidad de que El Escorial fuese ungran monumento­búnker de homenaje al Conciliode Trento, que fijó el canon de la ortodoxiaromana, frente a la hipótesis tradicionalmenteaceptada de que se buscaba un lugar deenterramiento para los Habsburgos españoles. Elhecho de que precisamente el Panteón fuera laúltima parte del complejo en iniciarse y enacabarse refuerza la opinión de Kamen.

Es decir, a nivel internacional, a Felipe II leinteresaría una corte próxima a un gran

monumento que reforzara su papel de "defensorde la fe", pero a nivel nacional, no querría tenerobispos demasiado cerca que interfirieran con supoder absoluto. Otros defensores de la fé católicaque despuntaban por entonces eran los miembrosde la Compañía de Jesús, fundada en 1540 y queestableció su primer templo en la ciudad de Madriden 1567.

El arquitecto de El Escorial fue Juan de Herrera(1530­1597), el mismo que diseñó el nuevo Puentede Segovia, y que estuvo implicado en numerososproyectos de índole cartográfica y de navegación.La estética que impuso con El Escorial se llamadesde entonces "herreriana", y en Madrid ha sidoenormemente imitada, incluso en fechas tanrecientes como mediados del siglo XX. Ya tenemosa Madrid como centro neurálgico del mundo delsiglo XVI y del XVII, como Londres y París lo seríanen el XIX y Nueva York en el XX. En el Madrid definales del reinado de Felipe II coexisten elConsejo de la Inquisición, el de Castilla, el deIndias, el de Aragón, el de Italia, el de Flandes y elde Portugal. Desde el Alcázar y desde todos esosConsejos se expiden órdenes hacia todos lospuntos.

"Ritratto di Filippo II in armatura", pintura al óleo realizadaen 1551 por Tiziano Vecellio (c. 1480­1576). Museo del

Prado. El rey Felipe II aparece retratado con la vestimentade un guerrero, en unos años en que el poderío militar deEspaña era el principal del planeta. Pero lejos de ser una

licencia del pintor, la armadura con la que posa es real, y seconserva en la Real Armería. Tiziano también hizo un retratode su padre, el emperador Carlos, igualmente presentado al

público como un rey­soldado.

Crónica gatuna

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Pese a no ser su hábitat preferido, podemos encontrar tejos en diferentes zonas delRetiro: al lado de la Fuente de la Salud y de la Fuente de la Alcachofa, cerca de laPuerta del Niño Jesús, e incluso hay dos ejemplares recortados en los jardines delarquitecto Herrero Palacios. Pero los que se encuentran junto la Casa de Vacas y elque está al lado del Palacio de Velázquez, especialmente este último, son los másrepresentativos de la especie.

Texto y fotografías: José Manuel García Valles

Tejo del Palacio de Velázquez. Parquedel Retiro.

El nombre científico del tejo, texusbaccata, procede del término latinotaxus, ya utilizado por los autores clásicosPlinio y Virgilio. Según algunos

estudiosos, haría referencia a la palabra griegataxis, hilera, en referencia a la forma en queaparecen sus hojas. Otros autores explican quesería la palabra también griega tóxicon, veneno, laque habría dado orígen al término, en alusión, eneste caso, al carácter venenoso de casi todas las

partes de la planta. En cuanto al nombreespecífico, baccata, viene de la palabra latinabacca, baya, por la forma concreta que tiene sufruto.

Se trata de un árbol propio de zonasmontañosas, umbrías, con clima fresco y suelohúmedo y, preferentemente, de tipo calizo. Amenudo encontramos ejemplares que hanenraizado en zonas rocosas aprovechando una

Tejo del Palacio de Velázquez

El gato por las ramas

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El gato por las ramas

fractura o un espacio entre dos peñas. En laactualidad, los grandes ejemplares suelen apareceren la naturaleza en solitario, escondidos, amenudo rodeados de otros árboles que les ocultande la vista y hacen de corte natural. En muchoscasos es un auténtico enigma saber por qué eseañoso y solitario espécimen ha llegado a nuestrosdías. Sin duda, detrás de cada uno de ellos hayuna historia que lo ha permitido: una tradición,una leyenda, un empeño de alguien, etc. Sinembargo, en los pocos lugares donde su hábitat lopermite, y el resto de seres vivos lo respetan, seacompañan de nuevos retoños de diferentestamaños y edades que insinúan que en laantigüedad los bosques de tejos pudieran ser unarealidad, aunque acompañados de otras especies yen competencia con ellas.

En España está presente, en clara regresión, encasi todas las comunidades, aunque el vinculocultural con las poblaciones es más fuerte en lacornisa Cantábrica, donde las tradicionesancestrales lo vinculan a creencias religiosas,acuerdos jurídicos y costumbres domésticas.

En estas comunidades septentrionales yespecialmente en Asturias y Cantabria, es bastantehabitual encontrar tejos cerca de las iglesias de lospueblos y en los cementerios. Antiguas creenciashan identificado la longevidad del árbol junto consu capacidad para ocasionar la muerte (por sutoxicidad) como símbolo de la eternidad y a la vezbrevedad de la vida y los paisanos han celebradoen torno a él ceremonias religiosas o handepositado en sus alrededores los cuerpos de susfamiliares y vecinos fallecidos. La construcciónposterior de ermitas, iglesias o cementerios en losmismos lugares, unió antiguos y nuevos ritos y así,reconstruyendo iglesias o replantando tejos, sonmuchas las poblaciones que en la actualidadsiguen manteniendo el tándem tejo­iglesia comopunto de reunión y reflexión de los lugareños.

También sirvieron los tejos como testigos deacuerdos, contratos y juramentos, con el mismo osuperior valor que los documentos escritos o actasnotariales: lo que se acuerda bajo el tejo, va amisa, dice una antigua expresión asturiana.Todavía en algunos lugares de España se convoca

Tejo del Palacio de Velázquez

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Tejo de Arangas, Cabrales (Asturias)

Tejo del cementerio de Salas (Asturias)

El gato por las ramas

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El gato por las ramas

a concejo con el tañer de las campañas y enmuchos casos dicho concejo abierto se celebrabajo el tradicional árbol de la población. Tampocopodemos condenar al olvido la antigua tradiciónque aun se mantiene en algunos lugares, deplantar un tejo en la huerta o el prado de la casatras el nacimiento de un hijo y cuidarlo durantetoda la vida, como herencia cultural que setransmite a las generaciones posteriores.

En la Comunidad de Madrid hay unos 2000ejemplares situados en cauces, barrancos yladeras de la sierra. Un detenido paseo por algunode los puertos de montaña más conocidos,Somosierra, Canencia, Rascafría, Cotos, y algunosotros menos populares, nos permite descubrirlos yen algunos casos admirar su tamaño y edad. Entodos los casos, nuestra presencia debería pasardesapercibida para el árbol. El exceso de visitantesy, sobre todo, la falta de cuidado y respeto de losmismos, puede originarle graves daños. Nodebemos olvidar que todos los árboles necesitan asu alrededor un espacio bien conservado ydrenado de forma que sus raíces puedan

Tejo familiar plantado en 1930 junto a su casa por Giordano Fernández, Tineo (Asturias)

Tejos del Puerto de Canencia (Madrid)gv 17

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sostenerlo y obtener el agua y las sales mineralescon las que elaborar los nutrientes vitales para sudesarrollo.

En la ciudad de Madrid también podemoscontemplar tejos en algunos de sus parquesprincipales. Además de éstos del Retiro, existenejemplares muy interesantes en la Fuente delBerro, en el Campo del Moro, en el JardínBotánico, en el Parque del Oeste o en el parquedel Capricho de la Alameda de Osuna. Y si sequiere ver un ejemplo de tejos ornamentalesrecortados podemos fijarnos en los de la Plaza deOriente.

El tejo más espectacular del Parque del Retirose encuentra junto al Palacio de Velázquez,protegido por una cerca para evitar que el excesode pisadas perjudique a las raíces, o al proceso deabsorción del agua…

El palacio de Velázquez fue construido entre1881 y 1883 para la Exposición Nacional deMinería que se celebró en 1883. El Ministerio de

Fomento, organizador de la exposición, encargó elproyecto al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco(que dio nombre al edificio) y fue emplazado en ellugar conocido como Campo Grande. Elpresupuesto inicial fue de 225.000 pesetas queaportó el propio Ministerio.

Con Ricardo Velázquez colaboraron el ingenieroAlberto del Palacio, responsable de los aspectostécnicos y Bernardo Asins, constructor y montadorde la estructura metálica.

En su construcción empleó Velázquez losmateriales y elementos decorativos que repetiríaen sus construcciones posteriores, como la Escuelade Ingenieros de Minas (1886) y el propioMinisterio de Fomento (1893), hoy de Agricultura.

Así, utilizando el hierro en la estructura general,el granito como plataforma básica del edificio, elladrillo recocido en dos tonalidades para los murosde cerramiento y la colorida azulejería cocida en lareal Fábrica de la Moncloa (heredera de laPorcelana del Buen Retiro), se levantó el palacio

Tejo del Palacio de Velázquez

El gato por las ramas

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El gato por las ramas

que fue inaugurado el día 30 de mayo de 1883 porAlfonso XII, acompañado por el rey de Portugal yel Alcalde de Madrid, Marqués de Urquijo.

Como curiosidad indicar que participaron enesta Muestra de Minería, Artes Metalúrgicas,Cerámica, Cristalería y Aguas Minerales, entreotras, las Minas de Río Tinto, la Fábrica deCerámica de la Moncloa, las Aguas Medicinales de

Loeches y Carabaña y algunas prestigiosasindustrias madrileñas que comenzaban poraquellos años su andadura como las de losorfebres Meneses e Hijos, Espuñes, las ArtesGráficas de Richard Gans, etc., acudiendo tambiénrepresentantes de la industria y el comercio deFrancia, Inglaterra, Alemania, Suiza, Italia ySuecia.

El palacio, construido con el ánimo de serreutilizado después de la exposición, formó parteimportante de la Exposición de Filipinas en 1887,para la que el mismo arquitecto diseñó el vecinoPalacio de Cristal, y posteriormente pasó aconvertirse en Museo de Ultramar. En la actualidadpertenece al Ministerio de Cultura y se utiliza pararealizar exposiciones temporales del MuseoNacional y Centro de Arte Reina Sofía.

Volviendo al tejo se trata de un árbol que, enbuenas condiciones, pude llegar a alcanzar unaaltura de 15 metros y un diámetro de 1,5. Estasdimensiones, sin embargo, no son corrientes; por

Palacio de Velázquez

Tejo del Parque de la Fuente del Berro (Madrid)gv 19

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el contrario, muchas veces no pasa el tejo de laforma arbustiva o de arbolillo. Este es el caso máscomún en la Comunidad, donde no es normalencontrar ejemplares que superen los 10 m. dealtura.

Tiene una copa frondosa y ancha, con variostallos que salen del tronco o incluso del suelo,como éste del palacio. Sus numerosas ramas seextienden y alejan del tronco creando en suinterior una cabaña natural protectora de aves yotros seres vivos, que encuentran en invierno unlugar seco, menos frío y con alimento abundante.

La madera es dura, de grano fino y apretadoque la hace muy valiosa para la ebanistería y talla.Su utilización durante la Edad Media para fabricararcos estuvo a punto de provocar su extinción enEuropa. Efectivamente, el arco de tejo adquirió enla Edad Media gran fama, por ser un arma militarde gran efectividad. El impacto de las flechasdisparadas por estos arcos era tan fuerte que,según cuenta la leyenda, podían atravesar puertas

de roble de 8 cm de espesor o las armaduras ycotas de malla de los soldados.

La demanda de madera de tejo fue tanimportante que los ingleses realizaron plantacionesen su territorio, prohibiendo el Parlamento suexportación, y decretando una ley que obligaba atodos los barcos mercantes que arribaran a suspuertos procedentes del extranjero a pagar untributo, consistente en cuatro duelas de arco de lamejor calidad por tonelada de mercancíaimportada.

También ha sido muy usado en ebanistería,toneles, mangos de herramientas y ejes de carrospor su resistencia al frotamiento. En este caso, elcarro con eje de madera de tejo “canta” alaplicarle el freno descendiendo los empinadoscaminos de las montañas asturianas y ese cantoera tradicionalmente acompañado por el paisano, yasí, carro y campesino bajaban hacia las aldeasrompiendo el silencio del monte astur.

Tronco del tejo del Palacio de Velázquez

El gato por las ramas

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El gato por las ramas

Muy cerca, al otro lado del estanque, y junto ala Casa de Vacas, encontramos otros dos tejos unode los cuales, el de más edad, soporta el paso deltiempo con las oportunas muletas que en sumomento le fueron colocadas para evitar que susramas se desgajen

La Casa de Vacas se construyó por orden delrey Fernando VII a su regreso a España tras laGuerra de la Independencia. En efecto, tras dichaguerra, el parque del Retiro estaba prácticamentedestruido. El rey encarga al arquitecto IsidroGonzález Velázquez la realización de unareconstrucción parcial entre lo que luego serían lascalles O’Donnell y Menéndez Pelayo y el EstanqueGrande, convirtiendo la zona en un reservado paraque en él la familia real pudiera disfrutar de lasfantasías y caprichos románticos de un jardín alestilo del primer cuarto del siglo XIX.

Así, González Velázquez construye para elmonarca la Montaña Artificial, la Casa Persa oRústica (hoy desaparecida), la Casa del Pobre y delRico (derribada en 1963), la Casa de Vacas, laCasita del Pescador, la del Contrabandista (FloridaPark), la de Fieras, un castillete medieval(actualmente en ruinas), un embarcadero para laFalúa Real (desaparecido al construir elmonumento a Alfonso XII) y la fuente Egipcia deldios Canopo.

En la Casa de Vacas se construyó una vaqueríadonde las hijas del monarca jugaban a pastorcillas,disponiendo de una serie de vacas cuya lechebebían después de haberlas ordeñado ellasmismas. En 1868, la corona pierde los derechossobre los Jardines del Buen Retiro y este pasa adepender del Ayuntamiento de Madrid, y la Casade Vacas en 1873 se alquila a Mateo Cabezas yRomeral que la transforma en un establecimientogv 21

Tejo de la Casa de Vacas

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modélico donde se podía beber leche reciénordeñada, pasando años después a instalarse unachocolatería.

Destruida parcialmente por el ciclón que en1886 arrasa el Retiro, se reconstruyó en el sigloXX, pasando a formar parte de la Zona de Recreo,junto al Templete de la Música, y siendotransformada en un café restaurante. Se realizarondiversas reparaciones hasta que en la década1950­60 se reestructura de nuevo y pasa autilizarse como sala de fiestas, con restaurante,orquesta y bar, haciéndose célebre con el nombrede Pavillon, hasta que en 1983, un incendiodestrozó la sala y tras ser restaurada pasó adepender del Ayuntamiento de Madrid,dedicándose a sala de exposiciones culturales.

El tejo de las muletas, que se encuentra a suderecha es de edad incalculable. Es algoarriesgado hablar de la edad de los tejos. Se tratade un árbol longevo, de crecimiento muy lento,pero es difícil averiguar su edad. No sirve contaranillos: los más añosos suelen tener el tronco

hueco. Además pueden pasar muchos años concrecimiento nulo. Tampoco es oportuno utilizar labarrenilla para extraer una muestra del tronco yaque puede perjudicar seriamente al árbol. Parececlaro que pueden superar los 1500 años y hayreferencias de algunos casos en los que se haproducido una regeneración a partir del tronco yamoribundo de un ejemplar.

Sus hojas son perennes, de 10 a 30 mm delargo por 1,5 a 2,5 de ancho, formando dos hilerasopuestas de color verde oscuro por el haz y másclaro por el envés. El tejo es una especie dioica(con pies masculinos y femeninos). Precisamente,este tejo con muletas es un ejemplar femenino, ysi la visita se realiza en otoño veremos también sufruto, un arilo carnoso que rodea la semilla decolor rojo y sabor agradable. Los animalesconsumen sus frutos y dispersan las semillasfavoreciendo su reproducción.

Precisamente el fruto es la única parte de laplanta que no es venenosa. El resto contienealcaloides tóxicos que pueden llegar a provocar la

La Casa de Vacas en la actualidad

El gato por las ramas

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El gato por las ramas

Hojas y flores masculinas del tejo

Fruto del tejogv 23

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muerte. Por otro lado, el descubrimiento del taxolen la corteza del tejo del Pacífico (taxus brevifolia)como anticancerígeno ha estado a punto de acabarcon el árbol. Para tratar a una sola persona hacíanfalta varios ejemplares adultos por año y en pocomás de una década se talaron en EE.UU., más de4.000.000 de tejos. Afortunadamente, loscientíficos han podido sintetizar la sustancia y yano es necesario obtenerla directamente de laplanta.

Los ejemplares masculinos y femeninos no sedistinguen hasta que no se produce la floración, alfinal del invierno y principio de la primavera. En los

masculinos las flores productoras de polen seagrupan en las axilas de las hojas y son de coloranaranjado. En los femeninos la semilla es ovoidey está parcialmente cubierta por un tejido carnosoen forma de copa, llamado arilo, que es de colorrojo vivo al madurar y semejante a una baya. Éste,como ya se ha dicho, es el que da nombreespecífico a la planta pues baccata deriva del latínbacca = baya.

El tejo es en efecto una planta muy venenosacuya acción se debe al alcaloide taxina, que actúasobre el sistema nervioso produciendoconvulsiones, hipotensión, depresión cardíaca yfinalmente la muerte. Crónicas romanas hacenreferencia a su uso entre astures y cántabroscomo veneno para suicidarse cuando se sentíaninútiles para su pueblo o se sabían vencidos.

Silio Itálico, por ejemplo, cuenta que: ”El pueblocántabro es invencible ante el frío, el calor y elhambre. Se lleva antes que nadie la palma en todaclase de trabajos. ¡Admirable amor a su pueblo!Cuando la inútil edad senil comienza aencanecerle pone fin a sus años envenenándosecon el tejo.”

Tejo del Jardín Botánico

Tejos recortados de la Plaza de Oriente

El gato por las ramas

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El gato por las ramas

Los galos también envenenaban sus flechas conveneno de tejo. Julio Cesar en La guerra de lasGalias, Libro VI, cuenta: ”Catuvolco, rey de lamitad del país de los eburones, cómplice de losplanes de Ambiorix, agobiado por la vejez, nopudiendo aguantar las fatigas de la guerra ni de lahuida, después de lanzar contra aquel toda suertede maldiciones por haber sido el instigador deaquella intriga, se suicidó con jugo de tejo, árboldel que hay gran abundancia en la Galia y en laGermania.” (Julio César, La guerra de las Galias,libro VI).

Para terminar e incidir en la trascendenciahistórica y cultural que el tejo tiene en nuestropaís, una referencia literaria: “En estas pláticasiban, cuando vieron que, por la quiebra que dosaltas montañas hacían, bajaban hasta veintepastores, todos con pellicos de negra lanavestidos y coronados con guirnaldas, que, a lo quedespués pareció, eran cuál de tejo y cuál deciprés. Entre seis de ellos traían unas andas,cubiertas de mucha diversidad de flores y deramos. Lo cual visto por uno de los cabreros, dijo:Aquellos que allí vienen son los que traen elcuerpo de Grisóstomo, y el pie de aquella montañaes el lugar donde él mandó que le enterrasen.”Inconfundible texto, de El Ingenioso Hidalgo donQuijote de la Mancha que, en el capítulo XIII de laprimera parte, hace referencia, cómo no, a lautilización del árbol en una ceremonia funeraria.

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• Memorias de un árbol. Guido Mina diSospiro. RBA editores

• El libro del tejo, un proyecto para suconservación. Simón Cortés, FernandoVasco y Emilio Blanco. Ed. ARBA

• El alma de los árboles. Miguel HerreaUceda. Elam Editores

• La magia de los árboles. Ignacio Abella.Ed. Integral

• La cultura del tejo. Ignacio Abella. EdUrueña S.L.

• El Retiro, sus orígenes y todo lo demás(1460‐1988). Rosario MariblancaCaneyro. Edita Ayuntamiento de Madrid

FUENTES CONSULTADAS

Tejo de la Fuente de la Alcachofa

Tejo de la Fuente de la Salud

Tejo situado cerca de la puerta del Niño Jesús

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La célebre “Vista panorámica de Madrid” deAnton van den Wyngaerde, dibujada haciael año 1561, muestra la primera “puentesegoviana” documentada, como

antecedente del actual. Construido en plena bajaEdad Media, posiblemente en el siglo XIV, era unpuente de arquitectura gótico­mudéjar, de treceojos en disposición de arcos de medio punto

adovelados de piedra, y con fachadas de aparejo“toledano”, es decir, de mampostería entreverdugadas de ladrillo. El extremo occidental delpuente estaba dotado de dos pretiles oblicuos deacceso y salida al mismo. Con motivo de lasexcavaciones arqueológicas efectuadas entre 2007y 2010, con motivo de las obras de soterramientode la M­30, inesperadamente aparecieron unos

EEll PPuueennttee ddee SSeeggoovviiaaFotografias: José Manuel García VallesTexto: Julio Real González

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metros al norte del puente actual varios de lospilares de este puente, desaparecido hace más de440 años.

La “Nueva Puente Segoviana”, elremodeladísimo Puente de Segovia actual, inició suexistencia a instancias de una Provisión Realemitida por Felipe II en el año 1574, quienencargó a su Maestro Mayor de Obras, Gaspar deVega, las trazas de los planos y las condiciones deejecución.

Fallecido el arquitecto Gaspar de Vega en el año1577, del puente apenas se habían realizado loscimientos, encomendando el rey la continuación delos trabajos a su arquitecto estrella, Juan deHerrera, que en esos momentos se hallabadirigiendo las obras de construcción del Monasteriode San Lorenzo de El Escorial. Herrera rediseña losplanos de de Vega, conservadores en su estéticade tradición mudéjar, creando uno de losconsiderados primeros puentes “modernos”: sediseña una rasante horizontal; las claves de losarcos resaltan en relación a la cornisa; lasfachadas y los tajamares se articulan mediantepilastras que se unifican en la cornisa… Noobstante, las luces de los arcos lucen amplitudesdiferentes porque el arquitecto Herrera se tuvoque ceñir a las cimentaciones ya establecidas porVega. El puente se dio por finalizado en el año1584.

El puente, que cruza el río Manzanares, seencuentra al final de la actual calle de Segovia ydesemboca en la glorieta de su nombre, en el

inicio del actual Paseo de Extremadura. Secompone de nueve ojos con arcos de medio puntoalmohadillados, separados por tajamares en “proade barco” en su fachada norte, y de plantasemicircular en su fachada sur, que estánculminados por coronamientos cónicos de sillería.A un nivel superior aparece la sencilla cornisacompuesta por una hilera de sillares que sustentapretil coronado con las típicas bolas de piedraescurialenses.

Además de los elementos descritos, el puentedisponía también, en su extremo oriental, de dosrampas de acceso al norte y al sur de la ribera delrío, y de un “antepuente”, que era una calzadaelevada con la misma construcción en sillería degranito, que discurría por la parte final de la calleSegovia, pocos metros más al oeste del actualviaducto. Posiblemente queden restos de lacimentación de este antepuente bajo la actualcalzada asfaltada de la calle.

A lo largo del siglo XVII y debido a las crecidasprimaverales del modesto río Manzanares, elpuente sufrió diversos daños a pesar de su solidez,interviniendo en sus reparaciones y trabajos demantenimiento maestros de obras destacadoscomo José del Olmo o Juan de Pineda. Ya en elprimer tercio del siglo XVIII intervendría entrabajos de reparación el gran arquitecto Pedro deRibera.

En los años 80 del siglo XIX el antepuente seríaparcialmente demolido y enterrado con motivo delas obras de urbanización de la barriada que se

Madrid a vista de gato

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construía entre la Ronda de Segovia y el Paseo dela Virgen del Puerto.

Durante la Segunda República, y por elGabinete de Accesos y Extrarradios, se planifica elensanche del puente, que en origen medía 8,65metros de anchura, para facilitar el tránsito devehículos a motor y la salida desde el centro deMadrid hacia la carretera de Extremadura. Elproyecto, efectuado en 1934 por el ingenieroVicente Olmos, preveía el ensanche del puentehasta los 31 metros, y para ello se fraccionó endos partes en toda su longitud, desmontando sufachada sur y desplazándola los metros necesarios,permaneciendo tan sólo la fachada norte en suemplazamiento originario. Apenas iniciados lostrabajos se produjo el estallido de la guerra civil

(1936­1939); en el transcurso de la misma elmando militar republicano decidió dinamitar elpuente para impedir el acceso a la capital de lastropas nacionales. El puente quedó casicompletamente destruido a excepción de los arcosmás extremos. Finalizada la guerra, la Jefatura deObras Públicas volvió a encargar al mismoingeniero Sr. Olmos la reconstrucción del puente.Los trabajos de reconstrucción y ensanchefinalizaron en 1943. Nuevamente, y por el mismoingeniero, entre los años 1955 y 1960, con motivode la canalización del Manzanares en ese sector,se restituyeron los alzados originales del puente alrecuperar pilares parcialmente enterrados por lossedimentos del río, construyéndose, además, lasembocaduras en ambos extremos que hoypodemos contemplar, así como grandes vanos

Madrid a vista de gato

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adintelados para la circulación de vehículos enprevisión de la vía de circunvalación que se preveíaconstruir en las riberas del río, la futura M­30. Laúltima remodelación del puente, efectuada entre2007 y 2010, con el soterramiento de lamencionada autovía urbana, ha tratado derecuperar la estética original del mismo, con ladesaparición de los mencionados vanosadintelados y del tráfico de superficie.

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­Este es un pequeño relato de una ruta de senderismo urbano­ ¿…?­Sí: en Madrid se puede ir en coche, en metro, en autobús, en taxi, en bicicleta, enpatinete... Pero también se puede andar. Yo soy muy aficionado a pasear por lacapital y en trayectos que me llevan de una parte a otra de Madrid tras muchospasos. Hoy presento, en imágenes y con algunas palabras, Madrid Río.

El río Manzanares mide 92 kilómetros desde su nacimiento en el ventisquero de la Condesa hasta su desembocadura enVaciamadrid.

Fotografias y textos: Juan Gregorio García Alhambra

Madrid Río, naturaleza dentro del asfalto

El Trayecto empieza en Villaverde donde elManzanares empieza a ser Villa y Corte.Desde allí, pasando por lugares mágicos,como la Caja que lleva ese nombre.

Surcando parques que desafían a edificios a susmismos pies con verdor, vida y naturaleza.

Nos encontramos con especies animales, sobretodo de aves (incluso las cacatúas que no son muypropias de estos lares) que indican vida más alládel hombre en la ciudad.

Surcamos (hablo en plural, mi hermano me

acompaña en el paseo) diversos puentes, algunosnuevos, otros con solera, como el de Segovia o elpuente de los Franceses. Y se mezclan estilosnuevos y viejos. En una ciudad en el que puedesver una restos de murallas árabes y las últimastendencias en arquitectura moderna.

Miras a tu alrededor y, empezando la ruta,subes a los montículos de los parques próximos aVillaverde y descubres el “Skyline” de la ciudad.Esa línea de edificios, de diversas épocas que,cuando la contaminación lo permite, remonta laSierra del Sistema Central que la resguarda.

Majestuosa estampa del Puente de Segovia, infraestructura que ganó muchapresencia al ser ensanchado su tablero tras la Guerra Civil y ser dotados susalrededores de una lámina de agua muy amplia con motivo de las obras de la

Canalización, muy anteriores a las del proyecto Madrid Río.

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Madrid es una ciudad muy grande. Hafagocitado a pueblos que ahora son barrios.Intentando devolver a la ecología lo que se lesustrajo han plantado parques nuevos. Y cuidandolos antiguos con esmero.

El río sube desde Villaverde y más allá, hasta eldistrito de Moncloa donde termina nuestro paseo.Han sido casi 20 kilómetros viendo cosas,comentando sobre la marcha, viviendo Madrid. Ydescubro una estatua que homenajea a losMaestros. Yo no la pondría apartada en un parque.Pues los maestros y profesores (tanto mujeres

como hombres) tenían que tener másreconocimiento. Los generales y reyes, pasan,pero la cultura permanece y ellos nos las inculcan.

Subimos la cuesta del Paseo de Moret.Probablemente hemos surcado varios parques.

Hemos visto la catedral de la Almudena en suatalaya, el Palacio Real, La Plaza de España, LaGlorieta de San Vicente y cerca la Estación delNorte (Intercambiador de Príncipe Pío) Ydescansamos guardando en la retina y en latarjeta de memoria un Paseo Matritense.

Nuevos espacios surgidos en laorilla occidental, en lo que hastahace no muchos años eran zonas

agrícolas o escombreras. En estoslugares próximos al barrio de San

Fermín, al Espinillo y al Nudo Sur,el Madrid Río limita con el otro

proyecto de rehabilitación fluvial, eldel Parque Lineal, ya vinculado altramo suburbano o rural del cauce

en vez del urbano.

La Caja Mágica. Un vestigio de losproyectos olímpicos de principios delsiglo XXI. Vistas de Madrid y suomnipresente Sierra de Guadarramadesde las nuevas atalayas de la orilla.

Imaginación al poder. Lavieja tradición de decorar

fachadas medianeras seadapta a los nuevos estilos

y a las nuevas estéticas.Todo con tal de que el

muro no quede como unmero lienzo en blanco, o

en gris, o en ladrillo visto,sino que tenga contenido.

Curvas, meandros yrecovecos delMadrid Río.Regeneración debarrios.

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Curvas, meandros y recovecosdel Madrid Río. Sin ruidos ni

autopistas en la cornisahistórica de la urbe.

Durante gran parte delsiglo XX, el Puente de

Segovia tuvo adosado asu extremo lado Puertadel Ángel un paso que

no era de arcos, sino devigas rectas, para el

tránsito de la autopistade circunvalación M­30.

Hoy la autopista seintuye al verse un cajón

de cemento, pero losruidos y los humos ya

no afectan a lasvenerables piedras. Laentrada al casco viejo

por el Paseo deExtremadura es hoy un

lugar enormementetranquilo, cuyo silencio

es roto de vez en cuandopor los chorros de agua.

El nuevo parque urbanoMadrid Río pasa entreotros dos experimentos

previos de engrandecer laestética de la ciudad: en

primer plano, caseta de laesclusa de la Canalización

del Manzanares demediados del siglo XX. Al

fondo, los grandesrascacielos que edificaronlos Otamendi en la Plaza

de España. El de laderecha, Edificio España,

se encuentra hoyamenazado por un

controvertido plan dereforma

Los sufridos profesionales de laenseñanza merecen este

monumento y otros muchos

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Ciudad de contrastes. El puente de los Franceses fue diseñado en la década de 1850 para el ferrocarril de Madrid aHendaya (hoy lo cruzan fundamentalmente trenes de Cercanías) y es de arcos de ladrillo. Aguas abajo, alguna de las

nuevas pasarelas añadidas con motivo del soterramiento de la M­30 parecen salidas de una película de ciencia­ficción de1970.

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Glosario arquitectónico madrileño.EntablamentoLa octava entrada del glosario nos fuerza a avanzar en el alfabeto hacia su segundavocal, la letra “E”. El elemento arquitectónico que la contiene, suele pasardesapercibido a pesar de que su gran importancia merecería destacarlo en su justamedida: Nos referimos al “entablamento”. Y es que su integración en una fachadaclásica ­y el “súmmum” de la misma lo constituiría la de un templo greco­romano­,lo “aprisionaría” entre dos elementos arquitectónicos “estrella” como son unacolumnata de airosos fustes y elaborados capiteles, y un frontón de estilizadosángulos y épica decoración escultórica. Casi nadie se fija así en los entablamentos, ytienen una belleza ornamental y una funcionalidad estructural primordiales en eldevenir de la arquitectura. Vamos a definirlo técnicamente, y seguidamentevisitaremos un edificio de nuestra ciudad en que localicemos un destacado ejemplo.

Texto: Julio Real GonzálezFotos: Mario Sánchez CacheroENTABLAMENTO

(De la agrupación de la preposición “en”; del latín tabula “Pieza de madera, plana, mucho más largaque ancha, poco gruesa y de caras paralelas”, más el sufijo “mento”, en el sentido de conjunto oagrupación.) Es el cornisamento horizontal de la arquitectura clásica, sostenido por columnas, pilares opilastras, y que se divide normalmente en tres secciones: arquitrabe, friso y cornisa. Su estructura varíaen función de que se integre en alguno de estos tres estilos: bien sea el dórico, el jónico o el corintio(foto 1).

El ejemplo que observamos en la fotografía muestra este elemento arquitectónico compuesto por suselementos clásicos. Así, este entablamento aparece sustentado por una pareja de columnas de ordencorintio, y está compuesto de arquitrabe de dos platabandas lisas, friso con decoración vegetalizadadispuesta en forma de roleos, y una banda de dentellones y ovas, sobre la que asoman los canes quesustentan la cornisa.

Foto 1. Entablamentode orden corintio.Detalle del retablo

mayor.

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IGLESIA JERÓNIMA DEL “CORPUSCHRISTI”, O DE “LAS CARBONERAS”Aclarado el concepto técnico de

entablamento, vamos a descubrir eledificio en cuyo interior lo vamos a verrepresentado con profusión: la iglesia del

Monasterio de Religiosas Jerónimas del CorpusChristi. Nos encaminamos, para ello, a uno de loscorazones más recónditos del Madrid de losAustrias; en concreto al nº 3 de la,afortunadamente rescatada del tránsito rodado,Plaza del Conde de Miranda, a escasos metros ycasi equidistante de monumentos tanemblemáticos como la dieciochesca BasílicaPontificia de San Miguel (antigua iglesia parroquialde los Santos Justo y Pastor) y el mercado de SanMiguel, ejemplar superviviente único de estosestablecimientos en arquitectura de hierro, y queha llegado a su primer siglo de existencia. Estaplacita, cerrada en sí misma, es un auténticodeleite para el sufrido habitante de la metrópolisdel primer tercio del siglo XXI. Pareceespecialmente dispuesta para el paseo tranquilo,realizado con morosidad y respirando la atmósferaurbana de una época en que el ritmo cotidiano era

más pausado y la prisa una circunstanciaabsolutamente excepcional. Rodeados deedificaciones pertenecientes al siglo XVIII, ylamentando la pérdida, ya avanzados los años 20del siglo pasado, de la renacentista “Casa de losSalvajes”, nuestra mirada se sienteirresistiblemente atraída por la gran fachada deladrillo de escasas y sencillas aberturas (foto 2),que por ello podría pasar desapercibida y, que sinembargo, en su elegante y austera portada, nosinvita a acceder a su ámbito público más solemne:la iglesia conventual.

Fundación y origen nobiliario.El monasterio del Corpus Christi fue fundado en

el año 1607 por la Condesa de Castellar, D.ªBeatriz Ramírez de Mendoza, descendiente delcélebre general de artillería, bajo los ReyesCatólicos, D. Francisco Ramírez de Madrid. Paraello, fue ayudada por su marido D. Fernando deSaavedra, Conde de Castellar, y un familiar suyollamado D. Baltasar Ramírez de Saavedra. Lacondesa cedió su mansión solariega, que habíapertenecido al mayorazgo de los Ramírez de

Foto2. Vista general de la fachada principal del templo conventual. Siglo XVII.

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Madrid y construida por el hijo de D. Francisco, D.Nuflo Ramírez. Hasta la construcción de la iglesia yconvento definitivos las religiosas se alojarían enestas casas, instalando el templo provisional en elque era gran salón del palacio. D.ª Beatriz quisodedicar el flamante monasterio al SantísimoCuerpo de Cristo y otorgarlo a la rama femeninade la orden jerónima. La única condición queestipuló fue que la primera priora del monasteriofuera su hija, D.ª Juana Zapata. Las primerastreinta religiosas procedían del Convento de laConcepción Jerónima, fundado a comienzos delsiglo XVI por D.ª Beatriz Galindo “la Latina”, viudadel ya referido D. Francisco Ramírez, y profesaronen estas casas solariegas el día 27 de septiembrede 1607. El Santísimo Sacramento se colocó al díasiguiente con bula pontificia del Papa Paulo V,otorgando el privilegio de exposición solemne delas Cuarenta Horas, en conmemoración de las quepermaneció Cristo en la sepultura hasta su gloriosaResurrección. Tan sólo se cierra el sagrario quecontiene la custodia del Santísimo durante lacelebración de la Eucaristía.

Las obras de construcción del monasterio seencargaron al arquitecto Miguel de Soria (¿­1638),realizándose las de la iglesia, coro y claustro entrelos años 1610, fecha de colocación de la primerapiedra del templo, y 1620, en que volvió acolocarse el Santísimo Sacramento.

A pesar de su ya larga historia, este templo seha salvado casi milagrosamente de las turbulenciasde los últimos 396 años. Así, ni la ocupaciónfrancesa napoleónica, las sucesivasdesamortizaciones decimonónicas, ni lasalteraciones del orden público de 1931 o ladesastrosa guerra civil (1936­1939) han hechomella alguna en este templo y su convento, queconservan hoy la arquitectura, mobiliario original eidéntica orden religiosa femenina, lo mismo quedurante la época de los primeros Habsburgosmenores (Felipe III y Felipe IV).

La portada del temploHemos mencionado al principio la fachada

principal que se enfrenta a la Plaza del Conde deMiranda, como un gran paramento de ladrillo, debasamento granítico, apenas perforado por cuatrosencillas ventanas rectangulares –tres visibles

desde la plaza­, a la altura de una elevadasegunda planta, y que nos pasaría prácticamentedesapercibida si no fuera por la existencia de uningreso más que notable. Nos referimos a laportada (foto 3), y su estructura y composiciónnos aclaran definitivamente que nos hallamos anteun edificio religioso.

Realizada en granito se trata de una sencillaportada adintelada, que refleja la influencia de laarquitectura de El Escorial, con pequeños roleos enlos extremos superiores de las jambas, cerrada conentablamento decorado con tres remates depilastras toscanas, y rematada en un segundocuerpo a modo de ático, que está culminado porfrontón curvo partido en volutas que apean bolasescurialenses, y rematado por cruz latina. La cajadel frontón es el elemento más interesante de laportada (foto 4), ya que muestra a San Jerónimo ya Santa Paula (fundadora de la rama femeninajerónima) adorando la Sagrada Eucaristía quesustentan en templete y custodia dos angelitos. Alos pies de ambos el león que acompañaba a SanJerónimo en su retiro en el desierto, y su sombrerocardenalicio. Aunque se desconoce quién fue el

Foto 3. Portada de acceso al templo. Siglo XVII.

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Foto 4. San Jerónimo y Santa Paula adorando la Eucaristía.Detalle de la portada.

Foto 5. Vista de la nave del templo, culminada por el retablomayor

Foto 6. Pilastras toscanas de la nave de la iglesia.

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autor del bajorrelieve, es obra del taller de losLeoni. El ático se encuentra flanqueado por losblasones de los patronos fundadores, a los quealguna algarada antimonárquica privó, amartillazos, de sus coronas ducales.

Sencillez escurialense en un temploprotobarroco.

Franqueada la portada y situándonos a los piesdel templo comprobamos la sencilla organizaciónde su interior (foto 5). En efecto, la iglesiamonacal se compone de una única nave en plantade salón, dividida en tres tramos con arcosfajones, rematada con una bóveda de cañón conlunetos, y presbiterio más elevado y separado dela nave general con un arco diafragmático demedio punto dispuesto a manera de arco triunfal.

El barroco pleno no ha llegado aún a laesquemática estructura edilicia de este interior,que muestra en las simples pilastras toscanas,flanqueadas de retropilastras paralelas (foto 6),que sustentan cornisas y bóvedas, el fuente influjode la corriente arquitectónica escurialense.

Escapa a la tónica general de austeridaddecorativa arquitectónica, el ámbito más sagradodel templo, que se corresponde con el presbiterio,el cual se encuentra cubierto de una bóveda vaídacubierta de bellas yeserías resaltadas dedisposición geométrica (foto 7), que sepopularizaron a partir del primer tercio del sigloXVII.

El paramento de los pies del templo, muestrauna desnudez decorativa arquitectónica total, siexceptuamos la cornisa, y que tan solo se muestraabierto por los huecos, cerrados por rejas, y quede arriba abajo comunican, respectivamente, conel comulgatorio de las monjas; con el coro bajo, elgran hueco intermedio; y con el coro superior, elpequeño ventano que culmina la pared (foto 8).

Retablos del barroco incipiente y pleno.Si la construcción del templo fue rápida y pudo

concluirse en un período de 10 años, la labordecorativa resulta más premiosa en el tiempo. Deesta manera podremos admirar retablos y pinturascorrespondientes a un último renacimiento

Foto 7. Bóveda vaída del presbiterio, decorada con yeserías geométricas.

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escurialense o protobarroco –como lo es el retablomayor­ a otros cuyas características artísticas secorresponden con el barroco pleno, ya sea decorte “castizo”, o de influencia rococó, ésta últimaya a principios del siglo XVIII.

Partiendo desde los pies del templo, y por ellado de la epístola (derecho), el primer retablo quecontemplamos es el dedicado a San Antonio dePadua (foto 9), de mediados del siglo XVII yrealizado por Pedro de la Torre (¿1596?­1677).Sustentado sobre altar de estuco imitando mármol,está realizado en madera dorada y policromada, yse compone de predela, decorada con pinturas deescuela madrileña con episodios de la vida delsanto lisboeta; cuerpo central, dividido en trescalles por pilastras exteriores y dos columnascorintias que flanquean la hornacina con imagendel titular, labrada en Granada en el siglo XVII; yático semicircular flanqueando caja con imagen deSan Pedro de Alcántara, atribuido al tallergranadino de Pedro de Mena (1628­1688).

Rebasando la cancela de la entrada,contemplamos la escultura del Santo Cristo de la

Foto 8. Vista de los pies del templo, con el comulgatorio, y elcoro principal.

Foto 9. Retablo de San Antonio. Siglo XVII.

Foto 10. Santo Cristo de la Buena Muerte. Siglo XVII.

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Buena Muerte (foto 10), realizada por tallerescastellanos en el siglo XVII.

Llegando al machón derecho del arco de triunfo,contemplamos el retablo de Santa Paula (foto 11),atribuido al entallador, arquitecto y escultorgranadino Antón de Morales, activo en Madrid yaen 1589, y colaborador de los Leoni, y fallecidoantes de 1630. Este retablo, realizado por elreferido escultor o su taller bajo su dirección, es demadera dorada y policromada. Su predela seencuentra adornada de pequeñas pinturas conrepresentaciones de la Resurrección, Santa Inés ySanta Catalina de Alejandría; el cuerpo central, deuna sola calle flanqueada de columnas corintias,alberga la pintura de Santa Paula en acto deadorar al Niño Jesús, y que está atribuida alflorentino Vicente Carducho (1578­1638); el áticose compone de caja rematada en frontóntriangular, conteniendo pintura de la InmaculadaConcepción, y flanqueado de dos escudos de laorden jerónima (león rampante, con escudocardenalicio).

En este punto, nos situamos frente alpresbiterio, en cuya crujía principal luce elsoberbio retablo mayor (foto 12). Encargado alescultor y arquitecto granadino Antón de Morales,ya mencionado anteriormente, nada más finalizarlas obras de la iglesia en 1620, tan sólo dos añosdespués ya estaba finalizado en sus líneasgenerales. Se encargó de trazar y elaborar la partetanto arquitectónica como escultórica. Estárealizado en madera dorada y policromada, y secompone de predela, ornado por pinturas en losbasamentos de las columnas del cuerpo central,alternadas por vitrinas conteniendo relicarios. Laspinturas representan, de izquierda a derecha, aSan Agustín, San Joaquín con la Virgen Niña,Santo Tomás de Aquino, y San Cristóbal. Enmedio de la predela resalta el sagrario conmagnífica custodia de orfebrería del siglo XVII(foto 13)

El cuerpo central se divide en tres calles,delimitadas por cuatro columnas de orden corintio;en las calles laterales se abren sendas hornacinas,la de la izquierda con imagen de San Jerónimo, y

Foto 11. Retablo de Santa Paula adorando al Niño Jesús.Siglo XVII.

Foto 12. Vista general del retablo mayor, obra de Antón deMorales. Siglo XVII.

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Foto 13. Sagrario, con custodia de orfebrería del siglo XVII.

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la de la derecha ocupada por San Juan Bautista(foto 14). Ambas imágenes aparecen rematadaspor pinturas representando a Santa Teresa anteCristo atado a la columna, y a San Francisco deAsís ante el Buen Pastor.

Sobre el entablamento se alza el ático, divididoen tres cuerpos por pilastras cajeadas concandelieri y de orden toscano. La calle izquierdacontiene hornacina con escultura del Arcángel SanMiguel sojuzgando a Lucifer (foto 15), y la de laderecha, imagen del Santo Ángel de la Guarda(foto 16). En medio, podemos admirar el magníficoCalvario (foto 17), que tantos puntos comunes ensu concepción aún manierista tiene con elexistente en el retablo mayor del Monasterio deSan Lorenzo de El Escorial, pero que ya anuncia elvigor y expresividad del barroco en la postura delas figuras y en el tratamiento de la anatomía. Elfrontón curvo del ático contiene el busto del PadreEterno, sin olvidarnos de los graciosos angelitosque sostienen dos escudos de los aristocráticosfundadores del convento.

Dejamos para la descripción final el magníficolienzo que destaca en el cuerpo central: La Última

Foto 14. Imagen de San Juan Bautista. Detalle del retablomayor.

Foto 15. San Miguel Arcángel sometiendo al diablo. Detalledel retablo mayor.

Foto 16. Santo Ángel de la Guarda. Detalle del retablomayor.

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Foto 17. Calvario del retablo mayor, con San Juan y laVirgen. Foto 18. La Última Cena, obra de Vicente Carducho.

Anterior a 1638.

Foto 19. Retablo de San Jerónimo penitente. Siglo XVII. Foto 20. Retablo de la Virgen Carbonera. Siglo XVIII..

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Cena (foto 18), de Francisco Carducho. El motivorepresentado alude a la advocación del Monasteriodel Corpus Christi con la institución por Jesús deNazaret de la Eucaristía la víspera de la Pascuajudía. Una cena en la que se despedía de susamigos más queridos e íntimos, que como judíoscumplidores deberían celebrar la Pascua en uniónde sus familias al día siguiente. Es muy original ladisposición y perspectiva en la representación dela cena, que algunos autores han consideradoinspirada en la pintura que realizó Francisco deRibalta para el Colegio del Patriarca, de Valencia,en el año 1606. Como curiosidad, el cálizrepresentando en la pintura es el que se veneracomo el Santo Grial en la catedral valenciana,apreciándose perfectamente su copa de mineral decalcedonia, y el pie y asas de orfebrería deelaboración medieval.

Rebasado el presbiterio y encaminándonos allado del evangelio (izquierdo), llegamos al machóncorrespondiente del arco de triunfo, dondeencontramos un nuevo retablo idéntico al que yacontemplamos dedicado a Santa Paula. Este que

observamos se dedica a San Jerónimo (foto 19).Su traza y elaboración se atribuyen igualmente aAntón de Morales o bien a su taller. Tallado enmadera dorada y policromada, se compone depredela, adornada con pinturas del siglo XVII,representando a San Juan Bautista, La Ascensión,y San Sebastián. El cuerpo central, de una solacalle flanqueada de columnas estriadas corintias,contiene pintura de San Jerónimo penitente en eldesierto, también atribuida a Vicente Carducho. Elático luce pintura con el tema de la Anunciación.

El siguiente retablo en esta zona del templo esel correspondiente al de la InmaculadaConcepción, popularmente conocida como laVirgen Carbonera (foto 20). Es de mediados delsiglo XVIII y pertenece a la corriente barroca del“rococó”. Elaborado en madera dorada ypolicromada, se compone de predela, cuerpocentral delimitado por dos finas pilastras cajeadasen los extremos y dividida en tres calles por doscolumnas estriadas de orden compuesto. El áticoes semicircular, englobando a modo de casquete laestructura central del retablo, en cuya parte

Foto 21. Pintura de la Virgen Carbonera. Siglo XVII. Foto 22. Retablo de Nuestra Señora de la Paz Interior yTribulaciones. Siglo XVII.

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superior y sobre frontón partido se abre hornacinacon imagen de San José con el Niño, de escuelasevillana y correspondiente al siglo XVIII. Elmotivo central del retablo es la pintura de laInmaculada Concepción, de carácter popular y delsiglo XVII (foto 21), que regaló el fraile José deCanalejas a este convento, tras adquirirlo en unacarbonería en el año 1647. De ahí el apelativocariñoso que reciben esta advocación mariana, elmonasterio y las propias monjas que lo habitan.

El último retablo en esta zona del evangelio, esel correspondiente a Nuestra Señora de la PazInterior y Tribulaciones (foto 22). Datado en elsiglo XVII, es también atribuido a Pedro de laTorre como el ya visitado de San Antonio, que seencuentra enfrente. De madera dorada ypolicromada, se compone de predela con pinturasdel sevillano Francisco Herrera el Mozo (1627­1685), que en la foto no se pueden apreciar por eladorno floral; en el cuerpo central, delimitado entres calles por las cajas de las pinturas aludidas, yen hornacina, destaca la imagen de NuestraSeñora de la Paz realizada en el año 1832 por elescultor neoclásico cordobés José Tomás (1795­1848). El ático semicircular enmarca caja mixtilínea

en el que campea un Cristo crucificado de talleresandaluces del siglo XVIII.

Y para rematar.Antes de finalizar la visita no queríamos dejar

de reseñar una serie de pinturas, que constituyenun ciclo completo, y que pueden pasar un tantoinadvertidas al situarse a notable altura sobre lasparedes laterales de la nave y a un nivel superior alos retablos.

Son pinturas anónimas del siglo XVII, de talleresmadrileños, que bien merecen la pena serdestacadas, luciendo además claras y diáfanas trasla reciente restauración. Así, desde los pies de laiglesia y por el lado de la epístola podemoscontemplar: “La oración en el huerto” (foto 23).Sobre la cancela de acceso al templo podemoscontemplar el lienzo “Jesús y la samaritana” (foto24). Seguidamente, y sobre el Cristo de la BuenaMuerte, nos es posible admirar el “Noli metangere” (Jesús resucitado disfrazado de hortelanose aparece a Miriam de Migdal, nuestra MaríaMagdalena). Pasando al lado del evangelio en la

Foto 23. “La oración en el huerto”. Siglo XVII.

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Foto 24. “Jesús y la Samaritana en el pozo de Jacob”. Siglo XVII.

Foto25. “Bautismo de Cristo por San Juan”.Siglo XVII.

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Foto 26. “Jesús niño en el templo, entre los doctores”. Siglo XVII.

Foto 27. “Adoración de los Magos de Oriente, o Epifanía”. Siglo XVII.

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FUENTES CONSULTADAS

•AA.VV. (2003) “Arquitectura de Madrid. Casco histórico”. Fundación COAM.•.AA.VV. (1972) Enciclopedia Universal Sopena. Tomos 3 y 5. Barcelona.•.AA.VV. (2002) “Retablos de la Comunidad de Madrid”. Consejería de las Artes de laComunidad de Madrid.•.BARRAL I ALTET, Xavier (1998) “La Alta Edad Media.” Ed. Taschen. Colonia.•.GARCÍA GUTIÉRREZ, Pedro F, y MARTÍNEZ CARBAJO Agustín F. (2011) “Iglesiasconventuales de Madrid”. La Librería. Madrid.•.GUERRA DE LA VEGA, Ramón (1996) “Iglesias y conventos del antiguo Madrid”. Edición delautor.•.GUERRA DE LA VEGA, Ramón (1984) “Madrid de los Austrias. Guía de Arquitectura”.Edición del autor.•.KRAUTHEIMER, Richard (1996) “Arquitectura paleocristiana y bizantina”. EdicionesCátedra, Madrid.•.LÓPEZ CARCELÉN, Pedro; CASTELLANOS OÑATE, José Manuel; GEA ORTIGAS, Isabel(2009). “Madrid. Guía visual de arquitectura”. La librería. Madrid.•RÉPIDE, Pedro de (1981) “Las Calles de Madrid” Ed. Afrodisio Aguado.

Nota:La Gatera de la Villa desea expresar su agradecimiento a la Comunidad de Madres JerónimasDescalzas que no pusieron ningún impedimento en la realización del reportaje fotográfico.

zona de la puerta de acceso a la sacristíacontemplamos el “Bautismo de Cristo” (foto 25).Seguidamente encontramos la pintura de “Jesúsniño en el templo entre los doctores” (foto 26).

Y para finalizar esta serie, encontramos larepresentación de la “Adoración de los Magos deOriente, o Epifanía” (foto 27).

Y antes de abandonar el templo, dedicamos unrecuerdo y una oración emocionados, por la hija

de la Condesa de Castellar, primera priora de estecasi cuatricentenario convento, sor Juana Zapata,cuyo retrato tras entregar su alma al Señor,podemos contemplar en su ataúd en el momentoinmediatamente anterior a ser inhumada (foto28).Su situación en el paramento oriental delpresbiterio resalta la importancia de su figura, peropor ello mismo, si no visitamos la totalidad deltemplo con detenimiento, puede llegar apasársenos por alto tan interesante y poco usualrepresentación.

Foto 28. “Retratofúnebre de Sor JuanaZapata”. Siglo XVII.

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Jorge Morin de PablosMaría Laura Cantallops Perelló

Pablo Guerra Garcíay Fernando Tapias Gómez

El Canal del ManzanaresExcavaciones arqueológicas de la Cuarta a la Quinta esclusa

El proyecto del Canal del Manzanaresforma parte de los numerosos proyectoshidráulicos que se diseñan y ejecutan enla Ilustración española. En la segunda

mitad del siglo XVIII los proyectos de obraspúblicas tienen un planteamiento utópico, debido ala falta de posibilidades de ejecución; sería el casodel proyecto que pretendía unir Madrid con Sevillaa partir de canales de navegación interior, asícomo el posterior proyecto del canal delGuadarrama, etc.

Los proyectos para hacer navegable el ríoManzanares se remontan a la época Moderna,ligados a la capitalidad de Madrid con la dinastía

de los Austrias. La primera propuesta fue de loshermanos Grunembergh, que presentaron en 1668un proyecto que no se materializó (Fig.:1) losgrandes ríos del interior, entre ellos el Manzanares,aunque no fue hasta 1777 cuando se conceden lospermisos a Pedro Martiniego y Cía.

En 1785 se presenta el proyecto más ambiciosode navegación interior de la mano del ingenieroCarlos Lemaur. La propuesta pretende unir Madridy Sevilla mediante un canal navegable, pero lacompañía del canal tan solo realiza obras hasta elembarcadero de Vaciamadrid. Este proyectofracasó debido a que el caudal de las aguas no erasuficiente; los desniveles de las diez esclusas entre

Los autores son miembros del Area de Arqueología Moderna yContemporánea. Departamento de Arqueología de Audema;Avda. de Alfonso XIII – 72. Madrid; www.audema.com;[email protected].

Fig. 1. Plano con el proyecto de navegabilidad del Manzanares en 1668

Crónica gatuna

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Fig. 2. Plano topográfico del Real Canalde Manzanares, 1818 –Archivo Ministerio

de Fomento­

Crónica gatuna

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el Puente de Toledo y VaciaMadrid no fueron losadecuados y, por último, no se contó con lascrecidas periódicas del río Manzanares queanegaron por completo el Canal (Fig. 2)

En los últimos años, con motivos de diferentesobras públicas ejecutadas en el entorno del Canal–Soterramiento de la M­30 y L.A.V. Madrid­Valencia­ hemos podido platear diferentesexcavaciones a lo largo del recorrido del Canal delManzanares desde su cabecera a la 5ª esclusa.Siendo especialmente relevantes los resultadosobtenidos entre la Cuarta y la Quinta esclusa. LaCuarta esclusa es uno de los conjuntos mejorconservados, ya que todavía se encuentra en piela casa asociada a la esclusa. Ésta, una vez que elcanal dejó de utilizarse para la navegación, fueobjeto de una reconversión en el s. XIX con lainstalación de un complejo industrial dedicado a laelaboración de papel. Las excavacionesarqueológicas llevadas a cabo con motivo de laduplicación de la LAV han permitido documentar elsecadero de cartón, que estaba asociado a estaindustria y que se mantuvo en pie hasta despuésde la Guerra Civil española. También se ha podidoexcavar una sección completa del Canal, entre lacuarta y la quinta esclusa, que nos ha permitidoconocer las causas del declive y decadencia delmismo, como consecuencia de las crecidasperiódicas del río Manzanares. Finalmente, se hapodido excavar en su totalidad el complejo de laQuinta esclusa, reconstruido por completo en losaños veinte del siglo XIX. Donde destaca lamagnífica conservación de la Quinta esclusa.

La Cuarta esclusa: el secadero de CartónLas esclusas del Canal fueron diseñadas para

permitir su navegación y salvar los desnivelesexistentes. Los restos de la Cuarta esclusa seencuentran actualmente cubiertos, aunque seconserva en pie la casa de la esclusa en un buenestado de conservación (Fig.:3) Pascual Madoz ensu Diccionario describe las construcciones de laCuarta esclusa a mediados del siglo XIX, habla deuna casa en buen estado y al lado otra de recreodestinada a SS.MM y AA. Paralela a esta casa yenfrente del canal, hay otra construcción de plantabaja con una estancia para el guarda y unacaballeriza con más de veinte plazas (Fig.:4)Asociado a la esclusa existen una serie deconstrucciones, entre las que destaca el Secaderode Cartón. Una vez que el Canal dejo de sernavegable, su curso fue aprovechado para otrosusos. En la Cuarta esclusa, a mediados del s. XIX,se situó un molino para el papel y el cartón, quecontaba con unas instalaciones auxiliares, comolos secaderos.

En el año 2010, con motivo de la ampliación dela LAV a la entrada de la Estación de Atocha seprocedió a la excavación del Secadero de Cartón.Se trata de un complejo formado por dos edificios(Fig.:5) El principal cuenta con una naverectangular construida con alzados de ladrillosmacizos dispuestos a tizón. La nave contaba congrandes vanos, ventanas que debían abrirse parapermitir el oreo del papel y el cartón.Posteriormente, el edificio fue reutilizado,

Fig. 3. Fotografía actual delcomplejo de la Cuartaesclusa del Canal delManzanares ­ Fot. Audema ­

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Fig. 4. Reconstrucción delconjunto de la Cuartaesclusa ­ planimetría

Audema ­

Fig. 5. Cuarta esclusa. Secadero deCartón –fot. Audema

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sufriendo una importante reforma durante la Guerra Civil española, ya que formó parte de la segundalínea de defensa de la capital, al mando de Modesto. Finalmente, el espacio fue ocupado después de lacontienda ante la carencia de viviendas en la ciudad. El edificio cayó en ruinas en la década de lossesenta del pasado siglo XX

El Canal entre la Cuarta y la Quinta esclusaLa intervención arqueológica realizada en el Estanque de Tormentas de los Abroñigales permitió

documentar una sección completa del vaso del Canal. El Canal tuvo una anchura máxima de unos 8metros. Además se ha podido constatar la existencia de dos fases constructivas, la originaria del canal yla reforma que realiza el Duque de Alagón a partir de 1818.

La excavación ha documentado los dos márgenes del Canal. La margen derecha, denominada “Caminodel Malecón”, contaba con un talud que separaba el Canal del curso del Manzanares. Esta estructuraserviría de dique previo del Canal del Manzanares y funcionó para contención del propio Canal, así comopara las crecidas del río. Sobre él se situaría el camino, aprovechado, entre otros usos, para el paso delos animales que arrastraban las embarcaciones y demás transportes que se realizaban por el Canal. Porotro lado, la intervención arqueológica ha podido constatar que las crecidas del Manzanares anegaronpor completo el vaso del Canal, que acabó convertido en un canal de riego (Figs.: 6A y 6B)

Fig. 6A. Canal. Planta –Audema­

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La Quinta esclusaLa ampliación de la LAV a su

entrada en Atocha ha permitido laexcavación íntegra de la Quintaesclusa del Canal del Manzanares.Este complejo está formado por laesclusa, la casa y las tierras deregadío asociadas (Fig.:7). Laexcavación ha documentado lacasa, muy parecida a la que semantiene en pie de la Cuartaesclusa, pero destruida hasta suscimientos. La parte más interesantees la esclusa propiamente dicha.

Se ha documentado la entradadel canal en la esclusa, construidomediante un tablestacado de 10metros de ancho en el entronquecon la esclusa. Se ha excavado latotalidad de la esclusa con sualiviadero y el puente sobre la

Fig. 6B. Canal. Corte geológico –Según F. Tapias­

Fig. 7. Quinta esclusa. Planta complejo –Archivo Ministerio de Fomento. OH/625­

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misma. Las compuertas se accionaban mediante pistones mecánicos. Las compuertas permitían lalimpieza, el llenado y el vaciado de la esclusa. Finalmente, el puente permitía salvar el canal concaballerías y carros (Fig.: 8A y 8B)

Fig. 8A. Quinta esclusa. Planta–según P. Guerra­

Fig. 8. Quinta esclusa 3D–según P. Guerra­

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Las excavaciones arqueológicas de la quinta esclusa permitieron recuperar la totalidad de la estructurahidráulica y de parte del canal navegable. El conjunto de la esclusa se encontraba completamenteenterrado por las avenidas del Manzanares, salvo la clave del puente, que seguía en uso hasta elmomento de la intervención. Por este motivo se preservaron en buen estado las dos estructuras de lainstalación de compuertas, los paramentos del vaso de contención y el aliviadero del llenado del vaso. Noobstante, tenemos que señalar que no se pudo excavar hasta el fondo del vaso por los problemas quegeneraba el nivel freático del río, que no se pudieron solucionar a pesar del empleo de bombas (Figs.: 9,10A, 10B, 11 y 12) Por otro lado, en la parte anterior y posterior de la esclusa se ha excavado parte delcanal, encastrado mediante empalizadas de grandes puntales de madera se sección cuadrangular ytablones (Fig.:13)

Fig.9 Quinta esclusa. Planta apartir del modelo 3D

Figs. 10A y 10B. Alzados apartir del modelo 3D

Fig. 11. Alzado norte a partirdel modelo 3D

Fig. 12. Alzado Sur a partirdel modelo 3D

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La información obtenida de la excavación, juntoa los datos históricos, así como el conocimientoque tenemos del funcionamiento de otroscomplejos como el Canal de Castilla permiteconocer bien el funcionamiento del Canal delManzanares. Así, con la cota del vaso de laesclusa y la excavación del canal intermedio entrela Cuarta y la Quinta permite afirmar que la basedel canal en las compuertas de entrada es la cotamínima del tramo entre la Cuarta y la Quintaesclusas. Calculando la pendiente relativa y lascotas de los puentes de las esclusas anterior yposterior se puede deducir la profundidad de losvasos. Al conservarse los puentes se ha podidocalcular la cota relativa de las esclusas. Gracias ala excavación de un tramo del canal se averiguó lapendiente, de 0,4513%. Con el grado deinclinación de la pendiente y la longitud, restandola cota de los puentes se han hallado las diferentescotas de lo vasos de la Cuarta y Quinta esclusas(Fig.:14)

En cuanto a las compuertas, hay que señalar

que no se conserva ninguna de las compuertas delCanal. Por este motivo se ha interpretado sufuncionamiento y tipología a través de lasestructuras inmuebles conservadas. Laarquitectura de la estructura y la documentaciónhistórica nos indican que las compuertasempleadas fueron de tipo “mitra”, con el ánguloobtuso a contracorriente, lo que permitía que lapresión del agua ayudara a cerrarlas. Elaccionamiento de las dobles puertas se haría pormedio de un cabestrante, de cuyo mecanismo seconservan los huecos en los sillares de losanclajes. Por otro lado, el aliviadero serviría para elllenado del vaso y el tránsito del caudal mínimo delcanal, como se puede observar en algunasesclusas en funcionamiento hoy en día del Canalde Castilla (Fig.: 15)

El relativo poco calado de la parte inferior delcanal no sería problema para el tipo de barcazasde carga utilizadas, del tipo “gabarra”, que seríanremolcadas por tiros de caballerías.

Fig. 13. Fotografía aérea de la Quinta esclusa

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Fig. 14. Sección entre la Cuarta y Sexta esclusa.

Figs. 15. Ubicación de lascompuertas en la cabeza de laesclusa y sistema “mitra” de

funcionamiento de las compuertas

Finalmente, señalar que la esclusa se restauró yconsolidó. La problemática de la conservación delas estructuras que han estado en un mediosubacuático nos llevó a tapar de nuevo los restos.Se procedió a realizar un escáner láser de laexcavación y una reconstrucción 3D de la misma,cuyos videos se pueden descargar en los enlaces acontinuación:

• Real Canal del Manzanares. Fotogrametría dela Quinta esclusa (ArqueoAUDEMA).

http://www.youtube.com/watch?v=KPFW8WaSWIc• Real Canal del Manzanares. Infografía de la

Quinta esclusa.

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Libros• Morín de Pablos, J. ‐Ed.‐ (2013): El Secadero deCartón. Un complejo industrial en la cuarta esclusadel Real Canal del Manzanares, en MArqAudema.Serie Arqueología Moderna/Contemporánea. Madrid,2010.https://www.academia.edu/3799610/El_Secadero_de_carton._Un_complejo_industrial_en_la_Cuarta_Esclusa_del_Canal_del_Manzanares• Morín de Pablos, J. –Eds.‐ (2014): Real Canal delManzanares. La Quinta esclusa, en MArqAudema.Serie Arqueología Moderna/Contemporánea. Madrid,2014.• Morín de Pablos, J. –Eds‐ (2014): Quinta esclusa delReal Canal del Manzanares. Trabajos de conservación:limpieza, consolidación, protección y cubrición.MArqAudema. Serie Restauración. Madrid, 2014.

Artículos• Morín de Pablos, J.; Cantallops Perelló, M.L., LópezRecio, M. et alii (2006): “El Madrid utópico. El RealCanal del Manzanares”, en Apuntes de Arqueología,XXII, Junio, 2006, p. 25.https://www.academia.edu/4885831/El_Madrid_utopico._El_Real_Canal_del_Manzanares• Sánchez Hidalgo, F.; Cantallops Perelló, M.L.; Morínde Pablos, J.; Tapias Gómez, F.; Gómez Camacho, M.y López Recio, M. (2007): El Real Canal delManzanares. Excavación de un proyecto de obra civildel siglo XVIII, en Primer Simposio Audema. Lainvestigación y difusión arqueopaleontológica en elmarco de la iniciativa privada (Madrid‐Guadalajara,24 y 25 de oct. de 2007). Madrid, 2007, pp. 347‐362.• Morín, J.; Agustí, E.; Cantallops, M.L.; Escolà, M.;Gandullo, J.A.; Guerra, P.; Illán, J.M.; López Fraile,

F.J.; López Recio, M.; Roberto de Almeida, R. ySánchez, F. (2008): Madrid. La gran obra civil delAyer y del Hoy. Un modelo de recuperaciónarqueológica de los grandes proyectos urbanísticos dela ciudad, en Arqueología urbana en Cáceres.Investigaciones e intervenciones recientes en laciudad de Cáceres y su entorno. Cáceres, 2008, pp.263‐276.• Illán Illán, J.M.; Pérez San Martín, J.; Roberto deAlmeida, R. Navarro Hernández, E.; VelascoRodríguez, A.; López Fraile, F.J.; Catallops Perelló,M.L. y Morín de Pablos, J. (2009): El Real Canalnavegable del Manzanares. Precedentes de lasgrandes obras de ingeniería en época moderna, enActas de las Terceras Jornadas de PatrimonioArqueológico en la Comunidad de Madrid (29 y 30 denov. y 1 de dic. de 2006). Madrid, 2009, pp. 327‐334.https://www.academia.edu/5317965/El_Real_Canal_del_Manzanares._Precedentes_de_las_grandes_obras_de_ingenieria_de_la_epoca_moderna• Illán Illán, J.M.; Morín de Pablos, J.; SánchezHidalgo, F.; Pérez San Martín, J.; Roberto deAlmeida, R.; Navarro Hernández, E.; VelascoRodríguez, A. y Gorosarri Rodríguez, J. (2009): El RealCanal Navegable del Manzanares: la ingeniería civildurante la Ilustración, en Actas de las CuartasJornadas de Patrimonio Arqueológico en laComunidad de Madrid (21 a 23 de noviembre de2007). Madrid, 2009, pp. 101‐109.• Morín de Pablos, J.; Cantallops Perelló, M.L.;Escolà Martínez, M. el alli (2013): El Conjunto de laCuarta esclusa del Real Canal del Manzanares, enActas de las VII Jornadas de Patrimonio Arqueológicode la Comunidad de Madrid (Madrid, 2010). Madrid,2013, pp. 471‐474.https://www.academia.edu/5304173/El_conjunto_de_la_Cuarta_Esclusa_del_Real_Canal_del_Manzanares

PARA SABER MAS

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Dibujo y texto: José SanmartínPuerta del Sol

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MÁS SOBRE EL AUTOR:

© José Sanmartín – Dibujante Urbanohttp://www.dibujanteurbano.eshttps://www.facebook.com/dibujanteurbano.es

Cuando decididamente empecé a dibujar Madrid, la Puertadel Sol tenía que ser uno de mis objetivos, más después dehaber visto personalmente un verano al maestro AntonioLópez plantado con su lienzo en ese mismo lugar.

Febrero es un mes un tanto engañoso para dibujar las calles deMadrid, ya que pese a que el sol nos invite a disfrutar de un díaespectacular, el frío silenciosamente sigue viviendo en nuestraciudad. También hay que tener en cuenta que no es fácil captar unapanorámica amplia de la Puerta del Sol, así que lo mejor paradibujarla es buscar entre sus edificios un establecimiento queofrezca una buena vista a cambio de un café (como así luego fue).Un dibujo interior pierde el juego de interactuar con el entorno, el"ver y ser visto", pero puede ofrecer a cambio una buenaperspectiva desconocida para el viandante (y el "lujo" de disponer deuna mesa para dibujar).

La Puerta del Sol de Madrid es el punto de encuentro porexcelencia de Madrid: de los que vienen, de los que se van y de losque quedamos. El trasiego de la gente es más rápido que el trazo demi estilógrafo, de manera que escapa del dibujo por instantes,quedando únicamente lo estático. Resulta curioso ver cómo uno delos lugares más concurridos de la ciudad queda plasmado vacío,como un escenario que espera a que sus protagonistas siganescribiendo la historia. Ahí queda para nosotros.

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Fotografia y texto: Ángel Rollón

El edificio Grassy

El edificio Grassy, uno de los primeros en ser erigido al abordarse la construcción del primertramo de la Gran Vía, fue diseñado por el arquitecto Eladio Laredo y Carranza en 1915 yconstruido entre 1916 y 1917. Su nombre lo toma del establecimiento que, en el año 1952,abrió sus puertas en la planta baja del edificio de mano del relojero francés D. Alejandro Grassy

y que sigue abierto en la actualidad, tanto como joyería como, sorprendentemente, Museo del RelojGrassy. Sus fondos, colección privada, constan de más de quinientos ejemplares de diferentesnacionalidades y los más variados estilos. Para visitar el museo hay que concertar cita previa y solo abrenlos jueves de 18 a 19 horas y viernes de 11 a 12.

El edificio Grassy siempre ha parecido el hermano pequeño, o pobre, del Edificio Metrópolis, del que seencuentra a pocos metros, pero nadie debería perderse la parte más espectacular del edificio con formade rotonda circular y rematada por los dos templetes superpuestos de estilo renacentista. Si estás defrente al edificio Metrópolis no dejes, nunca, de mirar a tu derecha para no perderte este singularedificio.

Cuando una mañana de domingo, a una hora temprana, me dirigí hacía la Gran Vía con idea deretratar el Grassy, algo del ilustre pintor Antonio López debía tener yo en mi cabeza pues, si comparamosmi foto con su cuadro “La Gran Vía”, podemos ver cierta semejanza en el encuadre y en la falta de gentey tráfico rodado, y poco más, que el artista es él y yo un simple fotógrafo aficionado. El caso es que tuvesuerte, o ayuda divina por madrugar, y apareció una niebla que, desde mi punto de vista, hace másatractiva a la toma, lo que acompañado de, como decía, esa falta de gente y tráfico le da un airemisterioso y, casi, fantasmagórico.

El fotogato

Datos técnicosCámara: Olympus OM­D E­M5Objetivo: Panasonic LUMIX G 14/F2.5

Datos exifTiempo de exposición: 1/25Diafragma: f/7.1ISO: 200Focal: 14mm (28mm en formato 35mm)

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Texto: Rafael Martín MoyanoCamilo José Cela y Hoyo de ManzanaresCela estuvo aquí

Hubo un tiempo en el que diversos lugarespúblicos, sobre todo bares y pubs, lucían conorgullo, aunque en ocasiones con dudosacredibilidad, aquello de: “Hemingway estuvo aquí”.La moda fue tan agobiante que produjo la reacciónde otros tantos establecimientos que lucían, ylucen, el cartel: “Hemingway nunca estuvo aquí”.Es de suponer que en este caso siempre seaverídico.

Hoyo de Manzanares puede afirmar con plenaveracidad que Cela estuvo aquí, parafraseandoese eslogan, y presumir con orgullo de la estanciaen el pueblo de uno de los pocos españoles quehan conseguido un premio Nobel de literatura[1].

Por cierto, entre ambos novelistas existíansignificativas diferencias de edad, cultura osensibilidad política, lo que no impidió queestablecieran una relación de amistadseguramente basada en su enorme capacidad paraobservar y analizar a las personas, sus entornos ysus reacciones, que dejaban en un plano inferiorlas citadas diferencias.

La estancia en Hoyo y la obra deCelaCela vino a Hoyo de Manzanares en 1942,

cuando contaba 26 años, para ingresar en elNuevo Sanatorio Antituberculoso de Hoyo deManzanares, que dirigía el Dr. Valdés, como 11años antes lo había hecho en el Real Sanatorio deGuadarrama, que dirigía el Dr. Partearroyo. Por lotanto, a Cela no le trajo a Hoyo ni el placer, ni lacuriosidad, ni el turismo rural, que se ha puesto demoda muy recientemente, ni tampoco la huida dela gran ciudad, que por aquellos años tenía muchomenos tráfico, menos stress (lo hemos inventadohace poco) aunque sí estaba cerrando lentamentelas cicatrices que había dejado la guerra en sufisonomía urbana y, sobre todo, en sus gentes.

Lo que le trajo fue la necesidad de recurrir alreposo y al aire puro que, a falta de laestreptomicina (aislada en octubre de 1943) eranlas únicas herramientas de las que disponía lamedicina para combatir una de las plagas de laépoca, como era la tuberculosis; herramientas,claro está, que desgraciadamente no estaban alalcance de todas las fortunas.

Cela estuvo, pues, de paso en Hoyo, con ellógico deseo de que su salud se restablecieracuanto antes para poder volver a Madrid y retomaruna vida que debía recomenzar, como tantosotros, tras la guerra civil.

Su estado de ánimo, que es bien explicable, se

puede conocer leyendo sus Memorias,entendimientos y voluntades, publicadas en 1993,en donde afirma: “La vuelta a la rutina, a laapaciguadora y esterilizadora rutina, es capaz de

[1] Ni Echegaray, ni Benavente, ni Jiménez, ni Aleixandre, ni, tampoco el hispano­peruano Vargas Llosa, han tenido contactoconocido con Hoyo.

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amansar por aburrimiento a un indio jíbaro al quele hubieran metido una guindilla por el culo; en mifamilia no hay más que deudas y yo vegeto con mineumotórax en el Nuevo Sanatorio de Hoyo deManzanares”. Debió estar aquí sólo unos meses,pero por los testimonios recogidos, incluyendo elsuyo propio, la permanencia en Hoyo no sólo fuevegetativa, sino que formó parte significativa delcambio drástico que experimentó su vida, hastaconvertirse en el extraordinario novelista y literatoque llegó a ser.

Alonso Zamora Vicente, por ejemplo, en suensayo: Camilo José Cela: Acercamiento a unescritor, publicado en 1962, afirma que: “Ahora esen Hoyo de Manzanares donde el aire limpio delGuadarrama va a cooperar a la curación. De losforzados reposos, Camilo José Cela ha sacadoextraordinario caudal de lecturas.”

Y el propio Camilo, en el prólogo a la 6ª ediciónde Pabellón de reposo, que vio la luz por entregasen El Español durante 1943, al referirse a suestancia en el Sanatorio de Hoyo de Manzanares,afirmaba: ”Entonces no existían las modernasdrogas milagrosas que hoy hay, pero se conoceque aquellas estancias debieron hacerme bastantebien ya que, a pesar de ello, en el 1946 emprendími primera caminata, la de la Alcarria, que no sólono me dejó en la cuneta sino que me sentó comoun baño de agua de rosas.” Resulta relevante estereconocimiento explícito del propio Cela hacia lasalubridad del aire y el clima de Hoyo deManzanares, que le puso en la “rampa delanzamiento” hacia la Alcarria, para escribir una desus obras más populares.

Hay aún otra conexión significativa entre laestancia en Hoyo y la obra de Cela. De nuevo, ensus Memorias, entendimientos y voluntades, Celanarra las circunstancias que rodearon lapublicación, a finales de 1942, de su primera grannovela: La familia de Pascual Duarte. En concretodice que: “José María de Cossío estuvo muygeneroso conmigo, leyó la novela, le gustó y se larecomendó al editor José Janés, pero se cruzóRafael Aldecoa, a quien conocí a través de suhermana Felisa, compañera mía en el NuevoSanatorio de Hoyo de Manzanares, y la novelaacabó saliendo en Burgos”.

Todo aquel que ha escrito y ha publicado,conoce la importancia de la primera publicación, lainfluencia de quien cree en el autor y edita suprimera obra... y eso lo consiguió Cela gracias aFelisa Aldecoa, con quien coincidió en Hoyo deManzanares. Felisa le puso en contacto con suhermano Rafael, quien leyó en sólo un día el textopara, al siguiente, abrir los cielos al escritor con lafrase: “No lo pienses más, yo te lo edito”.

En noviembre de 2012, con ocasión deconmemorar el 70 aniversario de la publicación delPascual Duarte, se celebró en Burgos unaexposición, de la que fue Comisaria CovadongaRodríguez, subdirectora de la Fundación CamiloJosé Cela. El Correo de Burgos recogió algunosdatos que enriquecen este episodio definitivo de lavida de Cela, como es, por ejemplo, una notamanuscrita en la que el autor, consciente de quehasta ese momento había estado tocando todotipo de teclas, afirma: “El 7 de diciembre de 1942aparece mi novela La familia de Pascual Duarte.Se acabó el divagar”.

También es curiosa una carta de Rafael Aldecoaen la que, confianzudamente, dice al joven Cela:“Bueno majo, un fuerte abrazo deseándote un felizéxito. El toro ya está en la plaza, veremos cómo vala lidia”; ¡Pues como para salir por la puertagrande!

Por último, una petición del editor: “No olvidesdar el toquecito correspondiente a Baroja como tepedí”, para que Don Pío prologase la novela. Lapetición no fue atendida en aquel momento, perola tercera edición salió con una faja en la querecomendaba su lectura.

En resumen, existe una curiosa y notablerelación entre los primeros pasos del escritor y supaso por Hoyo de Manzanares que puederesumirse como sigue:

• La familia de Pascual Duarte, 1942, fuepublicada gracias a una amiga conocida en HoyoPabellón de reposo, 1943, recoge experiencias desu estancia en los sanatorios de Guadarrama yHoyo. Viaje a la Alcarria, publicada en 1948, laescribió gracias, según el propio Cela, a larecuperación de la salud en Hoyo.

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El Dr. Valdés y Hoyo deManzanaresEs evidente que Cela no vino a Hoyo, como

hemos hecho tantos, para vivir o descansar aquí,sino que vino al Nuevo Sanatorio Antituberculosodel Dr. Valdés, sito en Hoyo de Manzanares, pararecuperarse de su neumotórax. Esto nos lleva aconsiderar la figura del Dr. Valdés, “culpable” de laestancia de Cela en Hoyo[2]

José Valdés Lambea (Villanueva de la Serena,1888­ Madrid 1969) fue, se puede afirmar que losigue siendo, un notable especialista en el estudioy tratamiento de la tuberculosis, autor denumerosos trabajos que aún conservan gran partede su vigencia, pese a que la gravedad de laenfermedad ha remitido en el mundo desarrolladogracias a la amplia disponibilidad de losantibióticos, y a las mejoras en la higiene yalimentación de la población.

Valdés fue colega y seguidor de José VerdesMontenegro (1860­1942) considerado fundador dela lucha antituberculosa en España (en 1901, abrióel primer dispensario antituberculoso en Madrid)Ambos compartieron el Comité de Dirección de laRevista Española de Tuberculosis del que tambiénformaba parte el Dr. Partearroyo[3].

El Dr. Valdés desarrolló su carrera en la SanidadMilitar, donde tuvo que superar un Consejo deGuerra por haber seguido ejerciendo su profesióny vocación en el Madrid republicano. Pese a unacondena inicial, en 1940 fue restituido en su cargode Jefe del Servicio de Fimatología.

Tras su paso a la reserva, ejerció la medicinaprivada y, en concreto, dirigió el Nuevo SanatorioAntituberculoso de Hoyo de Manzanares, en el queingresó Cela en 1942.

Según Albiach y Granda: “En 1946, el HospitalMilitar de Carabanchel pasó a llamarse GómezUlla, pero iba a ser denominado: Hospital MilitarCentral Valdés Lambea. Tal vez pesó demasiado

el haberle instruido el proceso sumarísimo paraque se decidiese el actual nombre”. Esto informasobre el gran peso específico de este médico quetrajo a Cela a Hoyo.

Después de ser autor, entre 1914 y 1936, demás de 30 publicaciones sobre la enfermedad y sutratamiento, el Dr. Valdés escribió, en 1944, unaúltima obra: Vidas de Sanatorio. Tipos,ocurrencias y conversaciones, en la que recogeconversaciones con pacientes y experiencias de“personajes que han padecido de tuberculosis yque a su modo de ver han sido trascendentes yhan cambiado la historia de la humanidad”.

A partir de entonces, según Albiach y Granda;“parece ser que deja de publicar y se dedica acultivar sus amistades; como Pío Baroja, CamiloJosé Cela, Gregorio Marañón, Jiménez Díaz, entreotros, y a asistir a las tertulias del Café

[2]La información está tomada, en su mayor parte, del artículo: Homenaje a un científico: el doctor D. José Valdés Lambea deMartínez Albiach y Granda Orive. Revista de Patología Respiratoria. Septiembre 2008.

[3]La Revista Española de Tuberculosis como fuente para el estudio de la lucha antituberculosa durante la Segunda República.María del Carmen Palao Ibáñez Universidad Complutense de Madrid

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Hontanares, Café Gijón y otras y además de a lalectura”.

Existe constancia en la Fundación PúblicaGallega Camilo José Cela de que el Dr. Valdés yCela mantuvieron el contacto, al menos, hasta elaño 1957, cuando éste ingresó en la RealAcademia de la Lengua para ocupar el sillón Q. Enuna carta que el doctor le escribió a Cela ennoviembre de 1956, el texto comienza así“Querido Cela: Voy siguiendo paso a paso lacarrera literaria de Vd., rápida y brillante. El últimolibro suyo que tengo es La Colmena.” Esta cartademuestra que el doctor estuvo siempre atento aldevenir literario y humano del escritor, quizá por laamistad surgida a raíz de la estancia de éste en elsanatorio de Hoyo de Manzanares.

Queda suficientemente claro que: el Dr. Valdésera, como se suele decir, una eminencia en elcampo de las enfermedades pulmonares; que, enaquellos años, la forma más eficaz de atajarlas erauna vida higiénica y un aire seco y limpio; y que elexperto Doctor vino a dirigir el Nuevo Sanatorio deHoyo de Manzanares porque lo consideraríaenclave idóneo, entre las numerosas localidadesserranas que potencialmente podrían haberlohospedado. Es muy posible que el Dr. Valdésconociera los estudios realizados por el citado Dr.Verdes Montenegro sobre la salubridad de lasaguas de Hoyo de Manzanares y su contenido desílice coloidal que protegía el sistema pulmonar, ytambién habría podido leer en la revista El SigloMédico (1923), que Hoyo era “un rincón de lasierra llamado a adquirir renombre nacional"[4].

Cela enamorado, en HoyoCamilo ha cumplido los 26 años, se encuentra

en una encrucijada tratando de saber cómo se vaa ganar la vida, tiene novia, es vital, enamoradizo,casi vehemente... y está recluido en el sanatoriopor la tuberculosis; ¿a alguien le extraña queexperimente profundas crisis de romanticismo?

En julio de 1942, es decir, hace ahora 71 años,está sólo y añora a su Charo (Rosario Conde, a laque había conocido dos años antes) y le escribe

una apasionada carta de amor, que el pasado 22de junio ha publicado El Mundo al glosar el librode Lola Ramírez: Mi relativo tío Camilo José Cela.Verdades y mentiras.

La verdad es que esta carta, y muy en concretosu data: “Hoyo de Manzanares, domingo 2­VII­1942”, es la que motivó la redacción de estasnotas biográficas, y que la carta no tienedesperdicio. Habla de su tristeza, de su bajada depeso, pero, sobre todo de su preocupación por laausencia de su amor: “¿Vendrás de verdad eldomingo que viene? Es de suponer que el serviciode autobuses sería escaso, por lo que Charovendría en el coche privado, ya fuera propio, de unfamiliar o de un amigo.

De la tristeza, pasa a la románticadesesperación derivada de no tener el dineronecesario para poder casarse y venirse “a vivir acualquier casa de aquí”, y dice envidiar a quienestienen aquí a sus mujeres. Pero relega su propiafelicidad, a la que cree tener tanto derecho comolos demás, a la de su amada.

Termina retando dialécticamente a Charo alafirmar: “De lo que yo te quiero tú no tienes ni una

[4] Hoyo de Manzanares en la Historia, Alberto Clavero Roda (pp.276 y 283)

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lejana idea”, poniendo bien de manifiesto su fuertepersonalidad. La despedida no deja de ser curiosa;tras pedirle que le escriba muy largo le dice aCharo: “Te adora tu marido”, aunque deberíaesperar dos años más, para alcanzar esacondición.

Como es bien sabido y pese a haberengendrado a su hijo Camilo, el matrimonio noduró “para siempre”, sino sólo 46 años. Losúltimos 12 años de vida los pasó Cela al lado deMarina Castaño.

La entrañable carta manuscrita, con su data, esen sí misma un documento muy significativo de lapresencia de Cela en Hoyo, pero lo es aún más laconfesión de su envidia hacia aquellos “que tienenaquí a sus mujeres” y su deseo de “venirse a vivira cualquier casa de por aquí”. Algo debió de ver elfuturo Académico, Príncipe de Asturias, Nobel,Cervantes y Marqués de Iria Flavia, en Hoyo deManzanares que llamara su atención y levantara suenvidia, y nos autoriza a imaginar que, de habercontado con el dinero necesario, podría haberseconvertido en residente o visitante asiduo de Hoyode Manzanares, donde hoy tendría, plaza, placa oestatua, dedicadas a su memoria.

Ricardo LeónEl poeta y novelista español (Barcelona[5],

1877–Torrelodones, 1943) jugó un papelimportante en la vida de Cela, y másconcretamente en ese año de 1942, crucial en lavida del hombre y del artista. Las notas que siguenhan sido tomadas, en su mayor parte de la Tesis:El final del modernismo en la obra de RicardoLeón, presentada por Juan Manuel GonzálezGómez, en el Dpto. de Filología Española, de laUniversidad Complutense de Madrid.

Muy en concreto la información está tomada detres cartas dirigidas por Cela a León durante 1942;las de febrero y marzo, fechadas en Madrid,mientras que la de agosto está fechada en Hoyode Manzanares. En su conjunto nos muestran a unCela en el que resulta difícil reconocer al que muypoco después deslumbró con su prosa y su fuertepersonalidad al mundo entero.

El Cela que escribe a Ricardo León, en busca dealiento y consejo, es un Cela muy sensible,afectado por su enfermedad, inseguro conrespecto a su propia capacidad, que luchadenodadamente por ver publicado su PascualDuarte, y que sólo encuentra apoyo en algunosamigos, en su novia Charo y, al menosformalmente, en Dios.

Su preocupación por la enfermedad queda demanifiesto en párrafos como: “...estoy enfermo (loque es peor: clavado al colchón como una lapa) yveo pasar los acontecimientos, los tiempos y lasocasiones, con menos paciencia, ciertamente, dela que necesitaría” (febrero); :“Yo sigo en lacama. Mi dolencia es larga y cualquierprecipitación podría echarlo todo a perder Laúnica sombra que la primavera deja vagandosuelta, inaprensible, por mi alma, es el recuerdoinvoluntario del otro tránsito: del Otoño Confiemosen haber hecho acopio de fuerzas paraentonces”(marzo) o: “Ya en Madrid, cuando acabeel estío y si Dios quiere, podré ir a visitarle y agozar de nuevo de inolvidables tardes pasadas ensu despacho, porque mi salud, si bien lentamente,se va consolidando. Que Dios lo haga” (agosto).

Ahora sabemos que su paso por Hoyo le sirviópara superar todos sus males, tal y como él mismoreconoció.

[5] Aunque a él le gustaba decir que había nacido en Málaga

El gato lector

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El gato lector

En cuanto a su sensibilidad queda bien demanifiesto en la carta de febrero: “Acabo derecibir su carta, entrañable y alentadora comosuya, que me ha traído un gran consuelo a micorazón;...a este corazón que se resiste a dejarseinvadir por la amenazadora melancolía que leronda desde hace ya más de un mes... pero susesperanzas de verme pronto por ahí, han sacudidomi sensibilidad casi hasta el llanto.” O en la demarzo, cuando afirma: “Este estado psicológicome dura, como un sarampión, varios días, al cabode los cuales un amigo con una visita oportuna,una carta que llega a tiempo, mi novia con unaactitud feliz (la pobre se esfuerza como una santaen hacerme más llevadera la enfermedad) disipanlas nubes de la tristeza tras las cuales vuelve aaparecer ­¡siempre el mismo ciclo!­ el sol de laalegría.

Necesariamente hay que recordar la carta deCela a su “Queridísima Charo”, que tanimportante papel jugó en estas etapas de su vida

En la primera de las tres cartas, Cela hacepartícipe a Ricardo León de una inseguridad de laque se deriva su síndrome de la hoja en blanco, alcontarle que: “siento crecer en mí, con mayorfuerza si cupiere, la necesidad de enfrentarme conel montón de blancas cuartillas, ese montón deblancas cuartillas, que habrá de conducirnos almás glorioso de los éxitos... o a la más negra delas desazones y al más rotundo de los fracasos”.

El libro está escrito, y yo, que me forcé porescribirlo, estoy enfermo aunque todavía no séque es lo que acabará ocurriendo con PascualDuarte. Sigo buscando, si bien vanamente porahora, editor para mi Pascual Duarte. A vecesdesespero y pienso que mi novela no merece loshonores de la edición. Como (ni que decir tiene) laprimera visita que el médico me autorice a hacerha de ser para usted, a quien me atreveré a seguiragobiando con mis impertinentes lecturas, y comode momento esa copia puede servirme paraenviársela a cierto editor que voy a tantear, es porlo que me permito molestarle a usted con estepárrafo.

Como ya sabemos, las dudas, angustias einseguridades por la edición de su novela se las

resolvió su amiga Felisa Aldecoa, con la quecoincidió en Hoyo de Manzanares. Siempre Hoyo.

Para terminar con la relación entre Cela y Leónhay que dejar constancia de la dedicatoria delejemplar de la primera edición que Cela le hizollegar o tal vez le entregó en mano según deseaba,cuyo texto dice: “Para don Ricardo León, quetanto sabio consejo me tiene dado, con toda laadmiración y todo el respeto que su obra y su vidaejemplares siempre me han causado, y con laamistad más sincera de su devoto servidor”. Lafecha de la dedicatoria es 20 de diciembre de1942, es decir, sólo 13 días después de su edición,lo que prueba, sin duda, la prioridad que Celaconcedió a su relación con Ricardo León[6].

ConclusiónAlgunos podrán valorar el paso de Cela por

Hoyo, como algo forzado y efímero; aunque asífuera, ya sería un hecho suficientementesignificativo para que fuera conocido por losresidentes, fijos o discontinuos, así como por losvisitantes eventuales. No es que la frase: “Celaestuvo aquí”, deba convertirse en el lema delpueblo, pero sí parece que debería ser un hechoconocido ampliamente, y utilizado de formahabitual y natural.

Pero lo cierto es que, de lo que queda dicho,parece deducirse que pese a la motivación de la

[6] Ricardo León, el 'best­seller' olvidado del novecientos. Fernando Díaz de Quijano. elcultural.es (24/08/2012 )

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estancia y a su corta duración, hay algo más en larelación entre Hoyo y Cela, y no me refiero, claroestá, al dicho recogido por Cela (“Gatos, madrilesy otros motes”, Sánchez Salas) según el cual, losdel pueblo vecino (¿Torrelodones, Colmenar? ) alos de Hoyo, les llamaban: "... los de la vigaatravesá", añadiendo que: “... los de Hoyo seempeñaron en meter una viga atravesada en laIglesia. Como no podía pasar, la untaron de grasapara ver si se doblaba, hasta que a uno se leocurrió meterla de punta y le hicieron alcalde", merefiero a los diversos datos aportadosanteriormente, según los cuales se puede inferirque Hoyo jugó un papel significativo para Cela,aunque no se haya reconocido hasta ahora.

Así, por ejemplo, en el plano afectivo, el propioCela testimonia un afecto implícito por Hoyo, aldesear fundar su hogar, o su segunda vivienda, enel Pueblo. Es muy probable que lo hicierapensando en la proximidad y apoyo del Sanatorio,pero no lo hizo, que se sepa, con Guadarrama,donde estuvo más tiempo.

En el plano profesional, Cela aprovecha el“tiempo disponible” para leer y aumentar suvocación literaria y, seguramente, decidirdefinitivamente que ni la medicina, cuya carrerahabía empezado (¿) en 1934[7], ni el derecho,como le aconsejaba su padre, ni mucho menos lasactividades burocráticas que tuvo que ejercerinicialmente por razones económicas (poco masque conserje, según sus propias palabras, en elSindicato Nacional Textil o censor, en el CuerpoPolicial de Investigación y Vigilancia), iban a ser labase del futuro económico del hogar que pretendíafundar junto a Rosario Conde.

Las lecturas continuadas de los clásicosespañoles, el tiempo para escribir (al menosestaría dando forma a Pisando la dudosa luz deldía, tomando notas para el Pabellón de reposo ypromoviendo la publicación del Pascual Duarte) ylo, que es muy importante para su carácter, laasistencia a las tertulias literarias y el contacto consus componentes, decidieron definitivamente suvocación literaria.

Por último, en el plano literario, ha quedadoestablecido que en buena medida pasó a ser elplano profesional a raíz de la publicación y el éxitodel Pascual Duarte, y que ello fue posible, graciasa la amistad creada en Hoyo con Felisa Aldecoa;que las fuerzas para viajar a la Alcarria y sacar deello un libro de viajes inmejorable, las sacó deHoyo; y que, desgraciadamente, las experienciasde su estancia en Guadarrama y en Hoyo leinspiraron para escribir el controvertido Pabellónde reposo.No queda mas que concluir que la estancia deCamilo José Cela en Hoyo de Manzanares,ese verano del 42, en el que sucedierontantos y tan importantes hechos en la vida deCela, marcó el principio de la metamorfosisdel hombre y del escritor, que gracias a lasalud recobrada, al apoyo de su novia y deamigos como Ricardo León y a la mediaciónde Felisa Aldecoa, consiguió la edición de suPascual Duarte, y con ello, acabar con susanteriores divagaciones, y convertirse así enuno de los literatos españoles más notables.En definitiva, parece lícito colegir que si, hastaahora, Cela no ha sido importante para Hoyo,Hoyo sí lo fue para Cela.

[7] En el libro: Memorias, entendimientos y voluntades, en el capítulo titulado “La cabronada gratuita y el rijo pobre”, Celaalude a que comenzó a estudiar Medicina pero “aprobé una sola asignatura, física para médicos, y me fui porque me dabaun asco horrible”. También dice que su padre le permitió “dos o tres años” después (de 1933, año en el que se inauguró lafacultad de Filosofía y Letras) frecuentar “la facultad de Letras siempre y cuando no dejara la preparación paraAduanas”.(Fundación Pública Gallega Camilo José Cela)

Agradecimientos:A Camilo José Cela Conde, por su apoyo y gentileza.A Fran Blanco, de la

Fundación Camilo José Cela, por la información proporcionada.A Carmen Merino, Archivera del Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares,

por su colaboración en la búsqueda de información.

El gato lector

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No sólo fundó “El Progreso”, creótambién “El Intransigente” y “ElRadical”, ambos de la misma tendenciaque el primero, y todos ellos calificados

de periodiquillos. En ellos y en ruidosas campañasque a veces terminaban en duelo o a golpes, seforjó una fama que le otorgó notoriedad en losmedios obreros de Barcelona donde se le conocíacon el sobrenombre de “emperador del Paralelo”, yque le permitió el acceso a la política.

Esta tendencia no era exclusiva de esteperiódico, éste era uno más de los muchos que sepublicaban principalmente en Madrid y Barcelona,y era el reflejo de la convulsa situación social ypolítica que vivía España en esos años.

Esos últimos años del XIX así como los primerosdel XX, la modernidad agrícola e industrial seconcentra en una estrecha franja en el litoralmediterráneo en el primer caso y Bilbao, Barcelonay Madrid en el segundo. Esto provocó eldesplazamiento progresivo de las zonas más

desfavorecidas a esas ciudades para tratar deencontrar mejores oportunidades de progreso,dando lugar a una concentración demográfica enesas ciudades y la desaparición de la mano deobra joven y emprendedora de otras.

En el caso de Madrid esa gran concentraciónurbana ejemplifica muy bien como el progresogenera tensiones sociales que corren paralelas aaquel, y que son un excelente caldo de cultivopara demagogos y oportunistas que tratarían decaptar adeptos para sus ideologías. En este grupose encontraba la línea editorial de “El Progreso”.

Resulta paradójico, no obstante, como durantela Restauración, cuando España cuenta con 16millones de habitantes de los que las tres cuartaspartes son analfabetos, se produzca talproliferación de periódicos. En Madrid en concretose publicaban 16 por la mañana y 25 por la tarde.Esto pone de manifiesto que Lerroux no era elúnico que trataba de pescar en esas aguasrevueltas. En ese periodo los periódicos más

DDiiaarriioo ““EEll PPrrooggrreessoo”” ddee MMaaddrriidd

Texto: Ángela M. Velasco

El 31 de octubre de 1897 aparece en Madrid el primer número de “El Progreso”. Sufundador y director, Alejandro Lerroux, ­que acababa de dejar “El País[1]” porqueno le dejaban manifestar abiertamente sus ideas­, lo definía como diario republicanoy progresista, aunque su característica más notoria era el tono desafiante ydemagógico que mostraba su línea editorial, en la que no dudaba en usar todo tipode violencia verbal además de los tópicos revolucionarios y anticlericales de esaépoca con los que trataba de atraerse a las masas obreras.

[1] Diario desaparecido en 1921, sin relación con el actual de igual nombre, que apareció en 1976.

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importantes de Madrid eran “El Imparcial” y “LaEpoca”. El primero de ellos manejado por laoposición anticanovista, y el segundo, por elcontrario, era el órgano del ministerialismocanovista.

“El Progreso” fue un fiel reflejo de las ideas desu fundador y director, y empleaba siempre unestilo demagógico e insultante en el que nodudaba en usar las mayores violencias verbalesademás de los tópicos revolucionarios yanticlericales de esa época, tratando con ello deatraerse a las masas obreras.

Lerroux, que en ese tiempo se encontraba en superiodo más revolucionario, había ingresado en lamasonería en una logia catalana, y fue uno de losgrandes defensores de que ésta abandonara susprincipios apolíticos y empezara a actuar deacuerdo con los movimientos sociales de la época.

La etapa madrileña de “El Progreso” fue muycorta, duró solamente dos años, y su escaso éxitoestuvo motivado porque las ideas anarquistas yrevolucionarias que defendía no cuajaron en unaciudad que empezaba a asentar su perfil de capitalde la nación, donde ya se percibían notoriasmejoras en la cantidad y calidad de los servicios–administrativos, financieros, transporte­ y dondese empezaban a establecer nuevas actividadesfabriles en el campo de la química, las eléctricas,la aeronáutica y la telefonía.

Contó, entre otros, con la colaboración de JoséMartínez Ruiz (Azorín) que al igual que Larrouxhabía salido de mala manera de “El País”, y porello en 1897 retoma su labor periodística en “ElProgreso” con artículos en los que combatía lapropiedad privada y el quietismo, proponiendo unaactitud más agresiva para acelerar la marcha haciauna sociedad más igualitaria.

FUENTES CONSULTADAS

• La masonería en la crisis española delsiglo XXGómez Molleda Mª DoloresEditorial Universitas,S.A.Madrid ‐ 1998

• CRÓNICA DE MADRIDDiario 16Plaza & JanésBarcelona ‐ 1991

• GRAN ENCICLOPEDIA LAROUSSEEditorial PlanetaBarcelona ‐ 1991

El maullido diario

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El lenguaje tiene vida y las expresiones nacen y mueren con el tiempo. La lógica delidioma hace que lo que ya carece de sentido por inexistente, pierda uso. Esto noimplica que en su momento aludiese a algo tangible. Hoy no es fácil encontrar quienhable del “gachó del arpa” y seguramente más difícil sea que nos explique a que nosreferimos con ello, pero estamos hablando de unas personas que existieron. Vamos aintentar explicarlo y describirlas. Texto: Alfonso Martínez

El gachó del arpa

En La otra esquina de la lengua AlonsoZamora Vicente dice que este dicho seusaba todavía inmediatamente antes dela guerra civil. Sobre su significado indica

que implica negación o sospecha de la veracidadde lo afirmado. Así “Cuéntaselo al gachó del arpa”equivaldría a “véndeselo a quien te lo compre” o “aotro perro con ese hueso”. También puede aludir aun individuo listo, avispado o que solía vivir delcuento.

Se usaba en diversas maneras, sobre todo deforma cómica o irónica. En prensa repetidas vecesaparece en plan jocoso que el genuino y primergachó del arpa fue el bíblico rey David. Era fácilverlo como alias en los participantes de concursosde crucigramas o en los anuncios por palabrasusados para concertar citas o transmitir mensajessecretos En Carnavales era común encontrar estepersonaje como tipo. De todas formas dondearraigó con éxito fue en la zarzuela, siendo

precisamente este el motivo dela pervivencia de la locución alos protagonistas de carne yhueso.

El “gachó” más conocido deentre los ficticios es el queaparece en Agua, azucarillos yaguardiente, obra de MiguelRamos Carrión y música deFederico Chueca, estrenada en1897. Hizo acto de presencia enmás obras, como la del hoydesconocido Vicente Díez deTejada[1] (1872­1940) llamadaprecisamente así El gachó delarpa (1913). Anterior fue la obrade Juan Cabas Galván, tambiéncon mismo título y se repite enotras varias obrillas, como Laperra chica de Manuel Penella[2]que llegan por lo menos hasta1928[3]. También fue cabecerade una publicación vallisoletanade principios del siglo XX.

Crónica gatuna

Chiste gráfico que muestra uno de los usos del dicho. (Buen Humor 13/10/1927)[1] Federico Carlos Sainz de Roble en ABC (09/12/1966) y El globo (10/09/1913)[2] Obra de 1908 que es una parodia de La patria chica de Ruperto Chapí.[3] Obra de Andrés Vázquez, López Agudín y música del maestro Bódalo, estrenada en “El Dorado” en 1928 (El Heraldo de

Madrid 08/11/1928)

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Crónica gatuna

El origen de todo está cuando a mediados delsiglo XIX empiezan a aparecer por España unosindividuos que llaman inmediatamente la atenciónde nuestros paisanos. Eran unos italianos que ibanhaciendo los caminos, solos o en compañía deotros dos y cargando un arpa. No eraindispensable pero solían llevar el pelo largo,sombrero de ala grande y chaqueta holgada.Competían en llamar la atención con unosfranceses que se paseaban con un mono y unorganillo, aunque hay quien dice que estossegundos llegaron más tarde a estos lares. A losde Francia acabó llamándoseles “mosiú Chuleta” ylos italianos, como no, recibieron el sobre nombrede “Macarronini”[4].

Estos tipos que vivían (o mejor malvivían) derecaudar lo que les soltaba el público que oía susinterpretaciones acababan cayendo en las grandesciudades, lugares donde con mayor público era,supuestamente, más fácil la recaudación y, sobretodo, no era tan común que tuvieran que salircorriendo delante de una manada de chavalestirándoles piedras. A Madrid, donde como siemprecabía de casi todo, acabaron llegando no pocos de

estos andariegos musicales, dotando a la villa deun espécimen más de los que pululaban por suscalles y pronto la ciudad entera se convirtió en suescenario

Por supuesto esto no fue del agrado de todos eincluso se puede decir que su presenciaincomodaba a muchos. En El Clamor Público lostildan de plaga[5] y en La España dicen “Cerradoslos teatros de ópera y zarzuela tienen losaficionados a la música que contentarse con elrebuzno de los harpistas (sic) italianos querecorren las calles y paseos de Madrid”[6], elmismo periódico (les tiene una especial tirriademostrable) les acusa de destrozar los oídos conmúsica ratonera[7], de ahuyentar no solo a losperros sino también a las gentes, etc. Hubo quienpidió su destierro tal y como se estaba haciendoen Alemania o que se les regulase como enInglaterra, donde, una vez apercibidos, si seguíantocando eran multados y condenados a pena detres días de cárcel.

Por antonomasia el sitio preferido por todo elque quisiese subsistir a golpe de industrias más o

Escena del estreno de La perra chica,de Manuel Penella (El Arte del Teatro 15/07/1928)

[4] La Lectura Dominical (20/06/1925)[5] El Clamor Público (20/06/1852) y la Ilustración

(3/07/1852)

[6] La España (31/07/1853)[7] La España (31/05/1854)

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menos mendicantes era el Prado que, con suspaseantes perpetuos, ofertaba una clientelacontinuada y casi segura. Y así nuestros italianoscobraron carta de naturaleza entre las figuras queconformaban este paisaje.

Como ya hemos comprobado en artículosanteriores había quienes consideraban que estos

diversos personajes lo único que servían era paraalterar la paz y armonía que debía brindar elPaseo. Hubo protestas por su presencia junto afloristas, ciegos pedigüeños y otros etcéteras queles amargaban su garbeo. Un momento álgido fuecuando se aumentaron las filas de sillas a tres,volviendo el tránsito más complicado yprovocando que los músicos allí instaladosestorbasen el paso.

El gamberrismo se cebaba, ayer como hoy, conlos más débiles y algunas veces los pollos pera dela época gustaban de ir en cuadrilla a montar laescandalera y meterse con la víctima de turno.Como ejemplo tenemos el caso que nos cuenta ElHeraldo en 1852, cuando unos señoritingos porhacer la gracia le rompieron a un arpista lascuerdas del instrumento y después, como elagredido protestase, la emprendieron a bastonazoscon él[8].

Grupo de músicos de Viggiano(Fuente http://www.cinquesensi.it/)

Foto que muestra a un arpista callejero de Viggiano (Italia),pueblo famoso por sus arpistas.(Fuente: http://www.alfonsotoscano.it/proposte.htm)

[8] El Heraldo (14/08/1852)

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No todo era vivir de la limosna. A nuestrosprotagonistas ocasionalmente se les contratabapara tocar en las bodas de las clases populares,pagándoles con comida y, sobre todo, vino, al cualse cuenta, eran aficionados en extremo. Hubocasos en que se pretendió abusar de ellos,haciendo que cantasen o tocasen de balde y, encaso de negarse, la historia acababa a pedradas[9].

Por supuesto las primeras melodías que ofrecíaneran italianas, y el normal desconocimiento de suidioma por los madrileños hacía mutar las piezas,por ejemplo La donna e mobile pasó a ser LaJuana inmóvil en hablar del vulgo, siendo cosabuena, ya que las Juanas, cada vez que oían “su”canción se sentían alagadas y aflojaban el bolsillo.Esta ignorancia de la lengua de Dante consiguióque se oyesen y bailasen himnos garibaldinosprohibidos, al igual que la Marsellesa y otrascanciones non sanctas para las autoridades. Lasituación no podía durar mucho. La Compañía deJesús fue la primera en darse cuenta de lo queocurría alertando de ello y complicando un pocomás la existencia de nuestros arpistas[10]. Desdeque se supo que lo que tocaban podía sersubversivo andaban en riesgo de ser detenidos porcualquiera de las fuerzas de seguridad delestado[11].

También incorporaron melodías nuestras, quecon su acento y español escaso provocaban lasrisas de los parroquianos. Un ejemplo:

Monsieur chuletatiene un gabány en el bolsillole coje un pancon los dinierosde bella Espagnapaso la vidatocando el harpaVámonos, chacha mía,al café de la Unióndonde van los torrierosCucharras y Lion[12]

Como es normal e inherente a casi cualquier

profesión que se precie, les salieron copiones,imitadores que ni eran de Italia ni apenas sabíanrasgar las cuerdas del instrumento. Usaban estosun italiano macarrónico (nunca mejor dicho),adoptaron la vestimenta y hasta se ponían pelucapara simular la romántica cabellera que gastabanlos genuinos. En El Liberal, Carlos Miranda noscuenta como solía ser el asunto de los arpistasfraudulentos y tras trascribirnos el lacrimosodiscurso usado para implorar unas monedas yarrancar a tocar, se topa con que le espetan: “¿Páqu’inventas que vienes d’Italia, si de sobrasabemos lo qu’eres: un fugao del presidiod’Ocaña?...” tocándole recoger y salir por piesantes de que le alcance el público indignado[13].

A estos plagiadores pertenece el popular gachódel arpa[14] de Agua, azucarillos y aguardiente, del

Grabado que representa el primer arpa construido en España(La Ilustración Española y Americana 22/08/1879)

[9] El Clamor Público (25/04/1851) y El Popular(25/04/1851)

[10] El Imparcial (31/07/1886)[11] El País (12/09/1906)

[12] Estos toreros son Cúchares y Juan León. La Iberia(07/07/1854)

[13] El Liberal (08/08/1908)[14] En las copias de algunos libretos aparece con el nombre

de Garibaldi.gv 78

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cual ya se ha comentado. Aunque de sobraconocido merece la pena transcribir suparlamento:

“Signore, buona seráascolti per pietáascolti al poverinoque canta per mangiar.¡Oh, Dio! ¡Oh Dioqu’io sonno disgraciato!Una niñeirain Barcelonad’un soldatinos’inamoróe al mechi e michide relazione,il regimentose las guillóTuti li mundile preguntaba¿qué cosa e fattoque llora así?E la fanciulali respondebaquil soldatino….¡Ji, ji, ji, ji!Io sonno il trovatorqui vaga per Madrí”

A lo cual es respondido por el coro:“Lo que este es un truhán¡Mucho ojo por aquí!”

Los músicos ambulantes trataron de asociarsepara proteger sus comunes intereses. Inclusopresentaron los estatutos al maestro Arteta,pidiéndole que aceptase el cargo de protector desu sociedad. Esto motivó la guasa de parte de laprensa. Los ambulantes eran consideradospésimos músicos e incluso había quien sosteníaque habían empeorado desde la llegada de los deallende los Pirineos. En Nuevo Mundo seargumenta que el nivel musical de España es tanbueno como el de fuera siendo la muestraevidente los ejemplares que pateaban nuestrascalles maltratando los oídos de los viandantes.Irónicamente aboga por que se permita dichasociedad con la única condición de que “Serádesorejado sin compasión el músico que tenga lainhumanidad de desgarrar las orejas al prójimo”“Las orejas de los músicos serán las responsablesde los oídos de los habitantes de esta corte”[15].

Hacia 1884 se empezó a regular esta profesióncobrándoles un canon e identificándoles con unamedalla. El resultado fue la paulatina marcha degran cantidad de los extranjeros[16]. A principios de

Escena de una representación de Agua, azucarillos y aguardiente donde se puede ver al gachó del arpa (Fuente: Youtube)

[15] Nuevo Mundo (28/06/1851) [16] Madrid Cómico (11/05/1884)

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siglo ya casi han desaparecido de nuestro país. En1903 José Nogales en El Liberal habla de ellos enpasado y con nostalgia. El motivo, según elescritor, era que el reino de Italia ya podíarecuperar a sus hijos desperdigados, que habíansalido perseguidos por las fuerzas contrarias a launificación. Nos los describe así: “Ceñida a loslomos la correa resobada, sujetando elinstrumento como un yugo sonoro….” “llenando

los caminos, los mesones y las aldeas de himnosgaribaldinos, de canciones revolucionarias, en quepalpitaban ansias de libertad y engrandecimiento”“en los míseros arpistas no veíamos entonces másque gabanes de otro (en el sentido de extranjero),mugre, melenas, polvo y una guitarra (por eldesconocimiento del arpa a nivel popular) muygrande con la que parecían afiladores”[17].

El Clamor Público.‐24/05/1850, 25/04/1851, 20/06/1852, 12/05/1863,18/02/1864El Observador.‐25/05/1850La España.‐25/05/1850, 03/07/1852, 31/07/1853, 07/08/1854,31/05/1854, 06/09/1854, 10/09/1854, 23/09/1854,15/11/1855, 10/08/1864El Heraldo.‐20/07/1851, 14/08/1852, 07/07/1854El Mundo Nuevo.‐28/06/1851El Popular.‐25/04/1851La Ilustración.‐03/07/1852El Genio de la Libertad.‐07/11/1853La Iberia.‐07/07/1854, 10/05/1863El Contemporáneo.‐19/02/1864Diario Oficial de Avisos de Madrid.‐06/06/1865, 30/04/1870

La Esperanza.‐04/08/1865, 12/07/1866Madrid Cómico.‐02/07/1883, 11/05/1884, 18/01/1890, 07/01/1893El Día.‐24/12/1886La Unión.‐24/12/1886El Imparcial.‐31/07/1886, 28/09/1924El Heraldo de Madrid.‐05/03/1894, 09/01/1902, 29/08/1928, 06/10/1928,23/10/1928, 08/11/1928El Reservista.‐29/07/1894El Correo Militar.‐01/08/1896La Renaixensa.‐17/12/1897La Correspondencia de España.‐21/02/1898, 21/08/1915,La España Moderna01/05/1900Blanco y Negro.‐26/10/1901

El Liberal.‐23/10/1903, 08/08/1908El Motín.‐26/03/1904El País.‐12/09/1906Las Dominicales del LibrePensamiento.‐14/06/1907El Arte del Teatro.‐15/07/1908El Globo.‐10/09/1913El Arte Musical.‐15/09/1915La Lectura Dominical.‐20/06/1925Buen Humor.‐30/10/1927

FUENTES CONSULTADAS

[17] El Liberal (23/10/1903) El artículo está escrito con motivo de la llegada al circo de Parish de un grupo de veintidósarpistas femeninas que hicieron las delicias del público madrileño.

Sería imperdonable por mi parte nodedicar este artículo a Juan Avellaner Lacal.

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Texto e ilustración: Adriana Sánchez Garcés

Jerónima Alonso, la panadera de la calle de la Ruda, guardaba unsecreto, por eso nunca sonreía. Jerónima escondía un misterio que lehabía atormentado siempre, desde niña, y aún hoy, cuando yacubría su cabello gris con un soñado halo dorado, seguía aver­gonzándose cada vez que se asomaba a un espejo.

A Jerónima le acomplejaba el inquietante desorden de su bo­ca, una boca grande y desproporcionada, en cuyas encías todas laspiezas dentales bailaban danzas imposibles con un ritmo desquicia­do.

Quizá por eso me he quedado tan sola,… pensaba algunas ve­ces, mientras despachaba en su pequeña tienda todo tipo de panes,barras, pistolas, colines, candeales y anticuados panecillos de Viena.En esos momentos desdichados, en los que le venían estas ideas, sesentía muy infeliz y desamparada. Por eso, Jerónima, como guarda­ba ese secreto nunca sonreía.

En los últimos tiempos, a pesar de muchas dudas y vacilacio­nes, se decía que debía buscar un compañero, un hombre que la es­perase en la esquina todas las tardes a la hora de cerrar la tienda, yque los domingos la acompañara al cine, o a pasear, que a ella eso

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le daba lo mismo, lo que quería era alguien a sulado que la quisiese, la mirase con cariño… o almenos tener alguna historia bonita que recordar.

Aunque no sea un compañero para toda la vi­da… solo con un tiempo me conformaba…

A Jerónima le aterraba ver pasar el tiempo,temía descubrir un día que ya era vieja y seguíatan sola como hasta entonces, sin saborear jamás,todas aquellas dulzuras que prometía el amor. Asípues, esa primavera, aprovechando la fiesta delSanto, acudió de mañana a la ermita y aunque nose atrevió por vergüenza a cumplir con el ritual delos alfileres, desde su banco en la iglesia rogó di­rectamente:

¡Ay, San Antonio bendito! , ¡Qué no te prome­tería yo a cambio de un novio! Lo que tú me pi­das… ya sé que eres muy milagroso, vamos, quesi tu quisieras…

Jerónima le hablaba con toda devoción, aunquetambién con mucha confianza por el largo trato:

Mira, San Antonio bendito, digo yo que porqué no vas a querer, si a ti te da lo mismo, con po­quito que te esfuerces a mí me haces un favor…

Y al salir de la ermita, a pesar del apuro queaquello le producía, no pudo contenerse, y cuandonadie miraba, deposito los trece alfileres en la pilay pensó con mucho fervor en el Santo, luego me­tió la mano…y esperó el milagro…

¡Un gran alfiler de cabeza blanca, se habíaprendido en su palma!

Aquello parecía una promesa de San Antonio.Cuando regresó a la calle de la Ruda, a la tras­tienda de su panadería, Jerónima llevaba consigomuchas alegrías y esperanzas, todas ellas prendi­das en su ánimo con un solo alfiler.

Y comenzó a esperar, pero los días pasaban...Antes de perder la confianza, Jerónima creyó

conveniente ayudar un poco al Santo y tomó unadeterminación:

Debo arreglar este desastre que llevo en la bo­ca, y que tanto me acompleja.

En la guía telefónica encontró una dirección:Doctor Julián Hernández de la Hoz, estomato­

logía, odontología…Era allí mismo en la calle Toledo, al lado de la

llamada Fuentecilla donde se encontraba el con­sultorio, ni siquiera tendría que tomar el tranvía.Así pues Jerónima, esa tarde, concertó la cita conel Doctor Julián Hernández de la Hoz

El joven dentista era nuevo en la ciudad, apenashacía dos meses se había establecido allí, en la ca­lle de Toledo, frente a la vieja fuente. Era unacasa antigua, soleada, abierta a la calle por nume­rosos balcones alegres, que adornaban sus baran­dillas con pequeños caballitos de bronce.

Todas las tardes a las cinco en punto, con subata blanca impecable, revisaba el doctor la cortalista de los pacientes del día.

“Son muy pocos” suspiraba. Se consolaba pen­sando que con el tiempo y su esfuerzo todo iríacambiando, que la vida daba a cada uno en sumomento una oportunidad. Había que esperar.

Y fue aquella tarde cuando llegó Jerónima, lapanadera, a su consulta.

Ella, algo temblorosa y resignada, se sentó enese temido sillón destinado para la tortura, y a re­querimiento del doctor abrió avergonzada la boca.

Julián, el nuevo dentista, quedó fascinado.¡Jamás, en toda su vida profesional había visto bo­ca más fantástica y descoyuntada que aquella!Ningún diente, ninguna pieza, se encontraba co­locada en su sitio. Incisivos, caninos, molares, bai­laban por aquellas encías sonrosadas, con unaimpunidad y atrevimiento tal, que dislocaba todanorma sensata de odontología. Era la más maravi­llosa boca que nunca habría soñado encontrar.Aquella podía ser su obra. ¡Su gran obra de arte!

Comenzó una larga historia de martes y juevesa las cinco y cuarto. Cada semana, cada mes,Jerónima cerraba la panadería y se dirigía hasta laFuentecilla, a la consulta del joven dentista. Juliánla recibía siempre amable, sonriente y le dedicabaa esa increíble boca, todo su tiempo con infinitapaciencia, con entusiasmo. Radiografiaba encías,

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fotografiaba mandíbulas, sacaba moldes, siemprecon suavidad, con destreza. A Jerónima le gustabaentonces cerrar sus ojos y dejarle hacer. Se sentíasegura en sus manos. Le llegaba muy cercano suolor tan masculino a Varón Dandy, a veces hastapercibía su aliento. Entonces ella se estremecía.

Y decía él con su voz muy varonil:­ ¿Le he hecho daño, Jerónima?

Muchas noches soñaba la panadera conaquel apuesto dentista, aquel hombre alto, mus­culoso, moreno…y sobre todo se conmovía con elrecuerdo del tacto de sus manos de goma, sobresus encías acorchadas.

­¿Será normal tanta atención, tanta delica­deza?, ¿Qué sentirá él?

Cada día acudía deseosa a la consulta, y tam­bién cuidaba más su aspecto, tratando de disi­mular su cuerpo no muy agraciado, sus caderasanchas, su pequeña estatura. Llegaba siempre li­geramente maquillada, con la ropa impecable, pei­nada de peluquería y perfumada, sin olvidarsiquiera de rociar también, de olorosa esencia devioletas, el pañuelo de batista que llevaba junto alabanico en el bolso. Puntual, venía haciendo equili­brios sobre los zapatos de tacón de aguja hasta laFuentecilla. Una vez allí, se sentaba unos momen­tos en el pretil para darse ánimo, y descansar delesfuerzo. Luego, un poco sofocada por la emocióny algo dolorida de pies por la estrechez y osada al­tura de sus zapatos, subía a la consulta.

El doctor, aquel joven tan cortés, la recibíasonriente:

­¡Qué guapa está usted hoy, Jerónima!Y ella pestañeaba risueña, sonrojándose

con cierta coquetería.Él, durante el trabajo, continuaba bromean­

do y diciendo aquellas cosas que a ella le azorabany complacían a la vez.

Jerónima sentada en aquel trono fantástico, seabandonaba a sus sueños, mientras Julián manio­braba con seguridad en aquel delicado proceso.Ella comenzaba a flotar y flotar… a veces, con los

ojos cerrados, abandonaba aquel lugar y navegabapor los aires calle abajo, hasta la Puerta de Toledo,llegaba incluso hasta el puente, hasta el mismo río,lo remontaba contra corriente y se aproximabahasta la ermita de San Antonio. La ciudad, Madrid,se hacía pequeña, muy pequeña, quedaba atráscomo una mancha de ladrillo rojo entre camposamarillos. Porque ella ya era un pájaro de plumasde colores brillantes y volaba por encima de lasnubes. Divisaba en la lejanía las tierras desnudasdel invierno, el reflejo del diminuto río, tambiénveía las montañas azules, a veces, cubiertas denieve. Luego, con un estremecimiento, regresabade su revoloteo en las alturas hasta la consulta dela Fuentecilla, cuando el amable dentista la des­pertaba con su seductora voz:

­Hasta el próximo jueves, Jerónima.Aquella forma de decir esas palabras, de pro­

nunciar su nombre, arrastrando las letras, sugeríanen la panadera algo más que la confirmación deuna cita.

¡Ay, Dios mío! ¡Qué doctor…!El tiempo fue discurriendo dulce, tranquilo, vo­

lando por los tejados de Madrid de semana, ensemana…

Y un día, cuando ya casi se podía dar por con­cluido aquel laborioso trabajo, el dentista recibióuna carta:

­El Congreso Internacional de Odontología, quese reunirá próximamente en Barcelona… ¡Esta in­teresado en mi proyecto! ­No lo podía creer­ Nadamenos que la élite de la comunidad estomatológi­ca quiere conocer mis progresos, mis métodos,que llama revolucionarios, sobre los que anterior­mente yo les he informado…

¡Al fin tantos años de estudio, todo su largoesfuerzo podía ser recompensado! Intuía que eléxito estaba muy cerca.

Pensó mucho en la presentación de todo eltrabajo. Debía recopilar los datos, bocetos, foto­grafías, anotaciones, no olvidar nada de la docu­mentación del proyecto, ninguna improvisación,atar bien todos los detalles..., también pensó enel viaje.

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Sería de gran impacto mostrar personalmente ami paciente estrella, no es suficiente con unas fo­tos, unos datos, esa reconstrucción es toda unaarquitectura bucal, una autentica ingeniería… migran obra.

Entusiasmado decidió pedir su colaboración aJerónima, él correría con los gastos, aunque fueseel viaje en avión, indudablemente el esfuerzoeconómico merecía la pena.

Aquel día, poco antes de las cinco y cuarto, lapanadera se dirigió a la consulta. Bajó por la callede Toledo contorneándose, guardando el equilibriosobre aquellos sacrificados zancos de aguja, su va­nidoso tormento de cada martes y jueves. Al finllegó hasta la Fuentecilla. Se sentía preciosa conaquella boca nueva. ¡Había cambiado tanto!… perotambién estaba algo triste, intuía que aquellas ci­tas semanales estaban a punto de concluir.

¿Qué sentirá él? ­se preguntaba­ ¿Me echaráde menos? ¿Se despedirá de mí… sin más? Estadesazón no la abandonaba.

Julián la recibió con la misma amabilidad detodos los días, pero una nota de ansiedad que pu­do percibir Jerónima en su rostro, llenó de mayorzozobra a la paciente.

­Jerónima, siéntese, por favor. Quiero hablarcon usted, tengo algo importante que confiarle,que pedirle...

A la panadera comenzó a latirle muy deprisael corazón. Jerónima, sofocada, escuchaba su voz,esa voz tan varonil que la estremecía, parecía quele oía muy lejos, estaba tan azorada…

­ ¿Qué me está diciendo? Su corazón se des­bocaba. Hablaba de ella, lo guapa que estaba,­¡Por Dios!­ que la apreciaba tanto, ­¡Madre mía!­,lo importante que había sido para él conocerla,que ella le había proporcionado una oportunidaden su vida, ¡que la necesitaba...!

­¡Ay, San Antonio bendito, la que me has bus­cado!.. Los latidos de su corazón no le dejaban oírla voz del dentista ¡Un viaje!, ¡Que locura! ¡Mepropone un viaje!...

Jerónima marchó aturdida. Se despidió deprisaprometiéndole en breve una contestación sincera...

Y el joven dentista, sin terminar de explicar suproyecto, quedó en la puerta de la consulta total­mente desconcertado.

Ya en la casa, Jerónima consiguió de algunaforma serenarse. Sin embargo estaba llena de unaluz interior. Fue muy difícil la decisión. Al fin, tomópapel de carta perfumado y comenzó a escribir:

Querido Doctor….Jerónima escribió llena de dolor y de pasión.

Con sumo recato y delicadeza declinaba su invita­ción y le hacía ver lo imprudente de su propuesta.Había algunos años de diferencia entre ellos, unosmundos tan separados… Además él ya estabacomprometido… Ella era una mujer decente… Loque le pedía era imposible… Pero le daba las gra­cias…Le daba las gracias de corazón.

El doctor Hernández de la Hoz, aquel jovendentista de la Fuentecilla, tuvo un espectacularéxito en el congreso de Barcelona, sus interesan­tes y osados métodos de trabajo recibieron mu­chos aplausos, importantes reconocimientos,futuras publicaciones... Una nueva vida profesionalcomenzó para él.

Un tiempo después, cuando ya su triunfo cientí­fico era un hecho, y su consulta se encontraba enuna de las avenidas más céntricas y elegantes deMadrid, recordaba a veces, un tanto turbado,aquel tiempo de sus comienzos, la humilde consul­ta en la calle de Toledo, junto a la Fuentecilla, yesa disparatada carta que le envió aquella pacientey que, aún hoy, le hacía sonreír con ternura.

Nunca olvidó al dentista la panadera. Siemprecreyó, con orgullo, haber sido la heroína de aque­lla imposible historia de amor, que le regaló SanAntonio bendito, prendida de un alfiler. En silen­cio, guardó este recuerdo que evocaba siempre alpasar por la Fuentecilla, junto a la casa de los ca­ballitos de bronce. Sin embargo, aunque Jerónima,la panadera, ocultara de nuevo un secreto, ahorasiempre sonreía.

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Texto: José Óscar López

Dos microrrelatosLos relatos del Grupo AndénEl club de la siestaEmpezó como una suerte de costumbre compartida por azar y ha acabado asemejándose a una

reivindicación. Después de comer, todos venimos provistos de una almohada de viaje y con un gato entrelos brazos. El gato es nuestro animal fetiche, por su naturaleza sesteante. Vamos distribuyéndonos porlos rincones del cuarto de estar que, en el reparto de las tardes, corresponda cada vez. También nosrepartimos sofás y cojines grandes por turnos: camas y cuartos separados se prohíben para evitar latentación de escarceos carnales que desvirtuarían nuestro club. También todo tipo de sustancia queinduzca al sueño. Definitivamente, están prohibidos los narcóticos y el sexo, así como las timbas o laconversación; también faltar a las obligaciones que cada uno tenga por la tarde.

Sabemos que los otros echan en soledad sus siestas. Bueno, en realidad, la mayoría. Prontocomprenderán que, aunque seamos minoría, la unión hace la fuerza y, desvelados por tal inquietud, yano podrán dormir. Con los ojos abiertos y desde sus camas o sus sofás, mirando al techo o, peor, a sustelevisores, intentarán imaginar qué planeamos justo entonces; qué operación a gran escala, mortal,definitiva. En todo ello pensarán mientras nosotros, dulcemente abrazados a nuestros gatos y nuestrasalmohadas, en silenciosa paz, echamos nuestra siesta.

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SOBRE EL AUTOR:José Óscar López (Murcia, 1973) es autor de los libros de poemas Los nuevos dioses

(finalista del premio Voces del Chamamé, Asturias, 2001; Los cuadernos portátiles,Murcia, 2001), Agujeros (Tres Fronteras, Murcia, 2002) y del recién editado Vigilia delasesino (Celesta, Madrid, 2014), largo y alucinado poema épico, o road movie en verso.También será publicado próximamente su cuarto poemario, Llegada a las islas (Baile delSol, Tenerife).

Como narrador es autor de los libros de relatos Los monos insomnes (Chiado, Lisboa,2013) y Nosotros, los telépatas (plaquette en formato electrónico, Suburbano, Miami,2013).

Ha colaborado como crítico y ensayista en revistas como `El coloquio de los perros´(Cartagena) y `Deriva´ (Madrid), y en antologías colectivas como Los Supremos.Superhéroes y cómics en el relato hispánico contemporáneo (El Cuervo, Bolivia, 2013).Sus relatos y poemas han aparecido en revistas, como `La bolsa de pipas´ (Mallorca) o`Hache´ (Murcia).

PARA LEER CUENTOS PARA EL ANDÉN:http://grupoanden.com/14022/index.html

Pasa un aviónPasa un avión y deja una estela igual que la de un barco. Comprendes que el mundo está sumergido.

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Tocaba ya en esta sección sacar el problema de la salud o mejor dicho de losmecanismos para curarla, quitarla o empeorarla: los medicamentos.La publicidad farmacéutica es de las más prolíficas y raro es el periódico que nollevaba algún anuncio proclamando los beneficios de la medicina en cuestión.Esta entrega podría ser tanto de Madrid como de otro lugar porque la mayoría delos productos eran de laboratorios extranjeros o se podían encontrar en cualquierciudad, aún así se ha intentado resaltar los fabricado o específicamente aquícomercializados.No es fácil hacer una selección de materia tan abundante y compleja y la cantidadde páginas obliga a duras elecciones. Esperemos que la que proponemos sea delgusto de los lectores de La Gatera.Texto y selección de anuncios : Alfonso Martínez

Publicidad... de hace ya un tiempo

A pesar de que en laVerbena de laPaloma se diceaquello de “La

limonada purgante ya no esbuena de tomar” , en 1876parece ser que sí lo era, aligual que el licor de brea, todoello en Caballero de Gracia, 3

Solfeo (31/08/1876)

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Claro está que lo que siempre ha funcionado es el agua, y si es aplicada por fuera mejor, quepor lo menos te lavas. Lo curioso es que en 1886 lo consideraban óptimo para la cosa de losnervios.

Que nadie piense que lo del servicio de 24 horas es un invento reciente. En la calle de la Luna, en laFarmacia del Dr. Garrido, todavía existente bajo el nombre de Cardona, ya en 1904 te atendían a todahora y además enviaban aguas minerales por ferrocarril a cualquier punto de España.

Diario Oficial de Avisos de Madrid (28/10/1886)

El Imparcial (03/05/1904)

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Muy cerca estaba y sigue estando laFarmacia Puerto, en la plaza de SanIldefonso. Su ungüento para callosera, como anuncian, milagroso.

Mundo Gráfico (01/03/1922)

Nuevo Mundo (05/12/1924)En el Paseo de Rosales, el Dr.Llopis vendía extraordinariamentebien su Histógeno, que valía tantopara la tuberculosis como para la

diabetes o la anemia, a la par quesuministraba su extracto de jugo de carneOxina.

El Sol (30/03/1922)

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España Médica(01/01/1912)

El Heraldo deMadrid

(03/01/1915)

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Curiosidad GatunaLa cosa del estómago y las digestiones es algo siempre muy mirado. A los niños nada mejor quepurgarles con las pastillas Yer (suminístrese el doble a un adulto). Levartig está recomendadopara todo tipo de personas y razas, preferiblemente si son viajeros y gustan del buen comer.Las pastillas naturales Brandreth te arreglan el cuerpo que da un gusto y además usaron en

publicidad efectos visuales: hay que fijarse en como la pastilla entra en la boca. Imprescindible el elixirestomacal de Saiz de Carlos, todo un clásico madrileño y vendido en todo el mundo.

El Sol (19/10/1918)

Mundo Gráfico(16/02/1921)

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Mundo Gráfico(11/06/1913)

Estampa (05/12/1931)

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Como es sabido las drogas son útilesen la medicina, pero antaño su usoera una cosa espectacular: Cocaína,heroína, etc. etc. hacían las delicias

de los enfermos. Hay que entender quetambién de los que no estaban tan mal.Tampoco tiene desperdicio comoreconstituyente el agua radioactiva, en sustres variedades: inyectable, granulada obebible.

El País (24/05/1908)

Estampa (05/12/1931)

El Día de Madrid (25/05/1908)

El Liberal (13/01/1887)

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Los alemanes laboratorios Bayervinieron a arreglarnos la vida agolpe de aspirina y seguimostomándola. Antaño parece ser que

los “sportmen” la consumían condelectación, y la Cafiaspirina viene a seralgo así como el descubrimiento deAmérica.

España Médica (10/11/1921)

La Libertad (10/06/1926)

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Gran Vida (01/04/1909)

Crónica (13/10/1932)

Curiosidad Gatuna

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Cerramos con lo que consideramos tres buenos ejemplos: los Hipofosfitos Salud, elseguramente odiado Laxen Busto y el Linimento Sloan, con tres anuncios de una granplasticidad.

Nuevo Mundo (01/01/1915)

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Mundo Gráfico(21/05/1924)

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Mundo Gráfico (29/01/1936)

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Cuatro

Torres

Busine

ssArea

(CTBA)

Autor:

ÁngelR

ollón

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GatopuzzlePasatiempos

Por: Gatón de Oro

Solución al número anterior

En una reacción totalmente incompresible Vargas ha destrozado esta estampa delMadrid antiguo. Necesitamos ayuda para saber de qué rincón se trata.