las formas del silencio
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Poesía colombianaTRANSCRIPT
Mauricio Cappelli
las formas del silencio
Las formas del silencio© Mauricio Cappelli, 2011ISBN: [email protected]
EditorHernán VargascarreñoEdiciones ExilioBogotá, Santa Marta, Colombia [email protected]
Primera ediciónSeptiembre de 2011 Tiraje: mil ejemplares
Portada: © ¿Quién viene hacia la luz?Mauricio CappelliFotografía de la solapaPunta del diablo, Uruguay
Los poemas de la presente edición fueron escritos entre 2003 y 2006. Pueden
ser difundidos por cualquier medio, siempre y cuando sea sin ánimo de
lucro y señalando siempre tanto el nombre del autor como el título del libro.
A Ana Inés Lenzo
me dio tres hermanos,tres postales,
la última película que nos vimos fue Cinema paraíso,
me dio una pequeña conchita de mar-ventana de mi
casa-para que yo le encontrara
mis orillas.
Un canto para el tordo que viene a amanecer
soñando aún, junto a nosotros,y más que nadie contento de
estar vivo
un canto para el tordo, el inocente,
no importa que apenas me comprenda.
Eugenio Montejo
Creo en tus ventanas abiertasen tus puertas abiertas
en tu casa de ramas.
Desde lejos se oye que vienes cantando
Desde lejos se escucha cómo se rompen
tus leves palabras azules.
Gerardo Rivera
lo que empaña las ventanas
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10 11
En el suburbio de mi alma
La quieroy la detesto
amo por igual a sus putasy a sus asesinos
la abandono como a un muertoy la imagino distinta
soy un niño feliz que salta en el parque de su caray otro que vomitaen su vientre de miseria
dispongo con sadismo de su cuerpo en estado de coma,pero es ella quien aprieta mi manocuando digo cada nochemi última palabra
es la ciudad
esta cueva de verdades y miedosque también soy y no he sido
este tumulto de pesadillasdonde sueño siempre despertar.
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Herederas de la noche
Y sube la mañana doblándose como una hojabajo el duro sol que las señala:
una niña apuñalada en el hombropasa ofreciendo chicletsy se sienta en el pupitre de sus sueños a atender las lecciones de la vida, ahíen la escuelita del andén
otra se desnuda de la noche y exhuma, uno por uno, los cuerpos que fueron suyosy con las reservas que le deja el asco se bebe un tinto, tan agrio como su infancia,mientras con sopor escurren renovados odios su vagina
ambas esconden un billetico de mil entre los senos.
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Eco
Una orgía de serpientes grisesel laberinto de las callesy un largo muerto de lágrimas aquel río
la música que avanza, repetidaes este ritmo de pasos cayendo,este decir del silencioy este soñar sin sombra frente a las aguas quietas del espejo
es como si algo se me estuviese muriendo por dentro y soy yo y estoy soloen esta ciudad que presiente y llueveconmigo
¿cuándo, entonces, el ave de la dicha?¿cuándo la flor azul de la verdad?
sólo un perro que le canta a la luname queda en el corazón.
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Cuando hace frío caminar
Mirando la fuentebusco los viejos dibujos en el lienzo de las aguas
cuánto mar teníamos en los labios
cuánto de nuestras almas de vidrionos dejaron las arenas
Busco una razón de por qué tiembla asíesta ciudad en mis ojos,cómo conversan las memoriosas puntas de las lanzas,cómo devuelve el viento sus mudos gritos
Abro mis labios a la luz como a un lugar de sed entre las rocas.Las cosas que envejecen de tanto sentirlas,su mejor color al ignorarlaspersisten en los cánticos que nos guiaban hacia el umbral,cuando era posible escuchar los jadeos extraviados en los cuartos,los ladridos de todos los perros de la tierra.
Ahora es la eternidad la que bosteza su coro de pájarosy me es posible cifrar este puñado de palabrasguiado por el iris de las ropas en las ventanas
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y los amplios países usados, las calles de las manos,de quienes en las esquinas esculcan las basuras: el aliento de esta ciudad que gime, con mi voz, una plegaria.
Son las cinco y las sombras se recuestan.Y hace frío caminar.
Pero alguien prende un fósforo detrás de la montaña.
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Traba de la noche
Quiero un parque dentrosudoroso con sus calles
quiero su tedio de sombras,sus rostros de hojas secas yde ancianos desprendiéndose del árbolde un recuerdo
quiero su bodegón de gamines y señoras gordas,su partitura de bicicletas recostadas
quiero su olor a miedo,a incontinencia, a cirrosis, a deuda hipotecaria,
quiero supurar la tristeza de ese amante, ser mala paga, lanzar la puñalada,
quiero verme la espalda rotaen las columnas de las bancas,sonreír con mis dientes podridos,contar historias de patria
quiero ver a la gente correracentuada por la lluviay a esa señora hinchada de diabetesvolcar su carrito de dulces
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quiero caerme de una moto,vender minutos,llamar a Dios para insultarlo
quiero que la gente ocupe mis andenesy que los perros más horriblesorinen mis esquinas
quiero llenarme así la sombraescuchándome el silencio de las calles
ascendiendo en la traba de la noche.
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La capital de los hijos grises
Despiertoen la página cristal de la ventanasube el sol iluminando la capital de los ausentes
entre sus criaturas, el barrendero y la prostituta caminan acentuando con huellas de luz las primeras palabras del día.Con ellos las sombras salen de sus madriguerasy suben a los buses recostando sus rostros en las ventanillasmientras la rutina crece como escarcha en sus miradas
maternal, florecida de entusiasmo,la vendedora de tintos bendice a los transeúntes y canta un bolero al ritmo de las cadenas que se arrastran como serpientes detrás de los pasos
así la ciudad se hincha y se atraganta de hombres
sé que ahí, en el cuarto oscuro de la alcantarilla,un niño de ojos nube sueña su primer jugueteo al menos una caricia que le enseñe que la pielsirve más que para acumular su propia sombra
él, como yo, quisiera cambiar todas sus monedaspor alguna respuesta, pero una mano de acero sabe taparnos la boca al mismo tiempo
lo que puede decirse sobre la esperanza es esto que el perrito sarnoso intenta cifrar lamiéndome la mano,
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y conversamos y lo acompaño al parque,donde la brisa barre las plumas de quienes alzaron el vuelo con un libro bajo el brazo en esta repetida tarde rayada de edificios
comprendo, entonces, que en cuestión de sueñosnosotros mismos hemos sido una jaula de odios e indiferencias
por eso enferma, delirante,la ciudad transpira y transpira hombres y revuelca sus calles y aprieta sus puños deseando que pronto llegue la noche, para desnudarse ante la luna y preguntarle por qué es ella un solo laberinto
y grita y aguanta, como si a cada segundo un muerto le saliera del vientre, y le sale,y suelta sus páginas tristes que bailan con el vientoy se entera que en los espejos hay una angustia que la aguardaporque somos nosotros, sus bastardos hijos grises, quienes tenemos los rostros de asfalto y de ceniza
por eso escúchate, amigo mío
esto que nuestro corazón lloraes también lo que la ciudad nos grita.
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El ciego
De este parque se han ido las leyendas
ya no conversan sus esquinas
las hojas secas visten la fuente
y la brisa trae enredadas chuspas que parecen almas de niñosen los pies
hay tantas alas sin sus cuerpos
hay tanto polvo blanco confundidoen el asfalto
Un loco pasa explicando con sus gestoslas voces de otros rostrosy las semillas que insistendebajo de las piedras
pero yo no lo comprendoporque sin asombros soy otro ciego en la mitad del mundo
uno más
un ciego que se pregunta apenaspor dónde irán sus manos.
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Los locos
Los locos son los felices presidentes de las verdes repúblicas de los parques
los locos madrugan a bañarse con nubes en las fuentesy a murmurarles nuevos nombres a todo lo que miran
los locos se embriagan de cielo cuando quiereny andan por ahí exentos de impuestos por los universos que habitan
los locos no tienen complejos, no sufren de celulitisy siempre están en forma de tanto huir de la miseria
los locos no contestan el celular porque no tieneny si les preguntan por sus nombres es inútilpues los olvidaron a propósito
los locos son mitad dioses porque cuando Dios los creó estaba loco
los locos se enojan y tiran piedrasporque la gente les tira piedras con la miraday aunque insistan los locos no comprenden la palabra hijueputa
los locos son como niños de otro tiempoque saben que los pájaros, los atardeceres y las frutas son generosos actos de amistad
¡y claro! los locos escuchan y escriben poemas
los locos son poesía.
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Caleidoscopio de una piedra
A quién le canta esta piedra solitaria
qué en la lluvia de su alma de criaturas de humedad
qué en la fiesta de las sombras ajenasque la tocandel árbol y del mendigo
a quién sus historias de cuando rodó en la colina,que llovió del tiempo cielo
qué del niño que la moldeó en su puño
de los tres saltos en el aguaarrojada a la tristeza
del vértigo en la cauchera
del sabor a mar en su piel
qué podrá decir esta piedra de la gota de luz que guarda en su entraña para alguien que ya es recuerdo
que nunca será
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qué podrá decir en este parque de su sombra ¿si nadie la levanta?
qué
¿si nadie la patea?
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Un corazón lleno de hierba
A las víctimas de Garavito
Un niño camina en el jardín que sueño
corre
otro juega a la pelota en un parque solitario
otro carga la leña para su madre
otro inventa un columpio, -un padre-en los brazos de la ceiba
y otro avanza por la trochahacia la escuela
Alguien despierta su ternura ocultaen el follaje
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se oyen pasos en el aire
alas que descienden bruscamente
y el hombre que aprendió a mostrarsu mano abierta llena de dulcescae sobre sí desvistiéndose de su dolor,
restregándose con un odio que arrincona su alma de ayercontra la tierra
los árboles alarmadosgritan pájaros
las nubes giran sus rostros con vergüenza
si escuchas bien todas esas infancias gritan juntasdesde un corazón lleno de hierba.
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Cuando la memoria se viste de vigilia
Me visitan sombras deviejos amigos que volvierona la noche
seres que fui y no fui
seres que aprendieron desde la infancia a lamer con locura el plato del albay que en la adolescencia se atrevieron a usar la cruz como un palillo de dientes
seres que fueron corrompidos por el verbo,y luego felices condenados a los espejos de arena del silencio
seres que vieron mi pecho convertirse en cenizabajo los ojos de la diosay que hoy conservan como amuletoslos fragmentos de mi corazón en el vacío
seres que dicen y celebran aún el color del agua y de la rosa, y que calman su sed con las lágrimas que Homerolloró sobre sus páginas
seres que en el día duermen detrás del mar sus jornadas de delirio
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y que a los pies de la luna son cigarrasque cantan su luz en el sereno bosque de la noche
seres que son mi ataúd y mi naufragiomi leyenda
bermejos rostros cautivos que guardan mi sitioen el negro papel del horizonte.
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Canción del olvido
A Samuel, un niño que tuvo el coraje de contarme cómo lo violaba su padrastro
La noche acallaba mi alegría
Acurrucado, la soledad del cuarto me reducía en su abrazo
Había sombras y ausencias
Había ojos sin rostros en la negruray hojas moviéndose por unas manosque no eran las del viento
Alguien respiraba muy cerca
Alguien caminaba en el corredor yen el jardín de mi sueño, y nubes con la forma de mi insomnio festejaban el respirar de la noche
No lo sabía pero las cosas que inventaba eran antiguasy oscuras como abismos
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Alguien agitaba sobre mí sus alas con una espada en la manoy a veces, sólo a veces, la luna colocaba su sombra de luzen mi mejilla
Entonces dormía aunque otras puertas se abrieran dentro del armario
aunque otros corazones se sumaranal temblor y al frío palpitar de la pared
Sin embargo estoy aquí
Era yo también el ángelque dormía debajo de mi cama.
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Falso positivo*
Madre, encuéntrame hazme un cuerpo con hojas nuevas
te contaré de cómo el viento se llevó mis ojos
de cómo un ángel me esperaen el aroma del romeroallá en el patio
alguien canta, madrey quizás sea mi memoria que se abre paso para decirse pero tengo piedras en la vozy en la esperanza
no llores
sigue escarbandoque pisadas de botas cubrieronmi mirada
tres tiros fueronuno de gracia en las palabras
hurga, madre,invéntame
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te sangrarán las manosal arrebatarme con las uñas a las uñas del barro
álzame, que ninguno de mis gritosse quede en esta tierra
enjuágame en tu rostro
ponme una gota de sol en la frente
trae pájaros de mi infancia que te indiquendónde quedaron los versos de mis pies.
*Con este nombre, el Estado colombiano ha llamado a los asesinatos cometidos por el mismo Estado, haciendo pasar a estos muertos como guerrilleros o personas fuera de la ley.
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Murmullos en el jardín
A mi abuela
Nadie vio el tímido capullo en la tierra que ella regaba
Nadie advirtió el brotecillo de musgo en la vieja tejani supieron de sus pensamientos que gotearon las hojastemprano en la mañana
Nadie observó los pastos más espigados
ni la manzana más parda
ni la sombra del árbol más alegre
Nadie escuchó el pálpito de la piedraque repite su nombreni el murmullo de la fuente donde quedó su infancia
Nadie se atreve a abandonar su tristeza, sus almas rotasni me observan aquí en el lirio decir estas palabras
Que el tiempo vuelque su equilibrio
En el rincón que nadie mirala silla se mece solitaria.
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La casa
Con inocencia digo sus muros
fijo con mis ojos los baldosines del corredor
dibujo el sonido de madera de la verja del patio
hago respirar la cocinacon las recetas de la abuela
y veo en mis ojos cómo se posan las ventanas en sus sitios, emplumadas,cómo calcan la luz las frescas siluetas de las hojas del almendro
Invento con murmullos el sofá,la inmensa alfombra persa, y sus hilos de agua,el ramaje de las cortinas
y lentamente van llegando las siluetasiluminando los rostros la algarabía de las voces, los abrazos
las palabras que se desmarchitan por aquel que se recuestaen el quicio de la puerta.
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El aprendiz
Caen alrededor del muertoguijarros de los ojos
capas de ausencias y plegariascubren sus últimas palabras
arrojan disculpas, adioses, rosas
el sol de las cuatro coloca sus manos en los hombrosy diminutas mariposas distraen a los niños
ya va esa serpiente oscurasaliendo del jardín, ya van esas sombras arrastradaspor sus sombras
queda entonces lo inaudible: el formol que quiere huir,la brisa que barre,la hierba recobrándose de los pasos
lo elemental
pero llueven otra música los árboles,
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y aquel se levantareconociendo su nombre en la fiesta de los pájaros
siente que una lámpara se alzaguiándolo por el túnel de lo inmenso
que un riachuelo creciente es,que eclosiona y se desliza
que en las formas más simplesaprende a respirar.
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Lo que empaña las ventanas
A mi padre
1
Hay un lugar en el olvidodonde el desolado diálogo florece
que nunca se fue
una lámpara sin decir una sombra se enciende lentamentey dos voces surgen mariposeando alrededor de las sillas dibujadas
vuelven las tazas vacías a humear el aroma del tinto de las cuatro,las manos temblorosas
los lejanos rostros que manchan el borde de la mesa
cómo has crecido
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y lo que nunca se dijo, entoncesse dice en un callado ir y venir de hojas secas,bajo una noche memoriosa que ondeacon su espejo,con su luz cuadriculada que se desviste recostada en la pared
y pareciera respirar otra vez la casa por ese polvillo que baila en soledad
y ni el mendigo viento, ni el gorgojo en las almas interrumpen
sólo el ermitaño que pasa con su carretarecoge lo que dicen
el abrazo final en las sillas
las palabras de perdón que empañan las ventanas.
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2
Y era cierto que siempre supo mostrarme un camino de flores que tocaban a mi puerta
que fueron sus manos las que sostuvieron tantas veces la luz al final del pabiloen mi penumbra
que los inesperados recuerdos eran sus caricias en la fiebre
que en algún lugar respira ahora las palabras que un día escribiré.
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al pasar mi sombrate regresa
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Canción de amor
Te sigo mirando desde la piedra que revelas, ahora, cuando cada quien se entrega a sus oficios, cuando el mendigo del parque se da vueltas en el céspedpudriéndose de tiempo, cuando la soledad y la miseria, bañadas de sol, conversan en las bancas entre pájaros que nadan en la brisa,cuando mi mano izquierda se unta de perro y la otra sostiene un ave azul en la página treinta,cuando el viento de tu ausencia pasallenándome de hojas secas la memoria,cuando estoy solo como un loco, como un muerto, cuando una mariposa toca mi frente, ¿acaso tu nombre?y suspiro y entiendo que esta mañana tan hermosa, mi amor,es todo lo que puedes decirme, sin otra recompensa que estos versos,cuando las manos de la ceiba, tan amiga,consuelan lo que queda de mi sombra y paso la página y de nuevoeste olvido, esa nube que se alarga, y el ángel, el perrito sarnoso después de acariciarlose queda dormido, levitando, entre moscas que molestan su sueño frente a mí.
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Cuando me escampe el rostro
Mis ojos andan la piel de la ventana
tengo el rostro solo sin una Luna en dónde mirarloy le pregunto a esta tardecuándo y por qué los espejos agotaron sus promesas
sé que en algún lugar el amor andará por ahí refugiado en las faldas de un árbol bajo la dura lluvia
sé que ahora mismo mi sombra se asoma debajo de la puerta y me mira en silenciososteniendo un par de esperanzas en las manos
-es la vida, amiga, no te enfades que pronto va a escamparme el rostro
y de repente escampa y es otra tardela sola, la de siempre,y otra vez los colores sacuden sus alasy en un estuche de cielovuelve a vibrar como una mariposa la tierna lección de la existencia:el sol sabe acompañarse, sabe amarse,tan sólo con las cosas que puede iluminar.
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Rayuela
Te prefiero así, en el cielo del poema,en el hervor de una canción dedicada a la tarde que se agitaintocable a los transeúntes que la invadenen este cuerpo tuyo de ciudad que palpo.
Te prefiero así como una hoja de árbol que se sueltay te extraño con todas mis ramas y raícesen la imaginación de un verbo que primero duele y luego conjuro con flores y frutos.
Te prefiero así como un ciego que tantea y al fin encuentra su ventana en la pared y se asoma y respira y es tu cara tibia la que acaricia la suyay le es suficiente.
Te prefiero así, en el cielo del poema, cuando no hay un cielo suficiente en todas las páginas del mundo, tan pequeño para contenerte,y sin embargo sueño, salto y canto, aquí, donde todo falta y es posible,en el uno al diez de tu recuerdo, cuando te busco viajando por el vientoy te abrazo, palabra a palabra, en este infinito cielo que te escribo.
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Caleidoscopio
Y ser el mismo prisionero que ha hecho con tu nombrelos muros del cuarto solo de su alma
el mismo desterradoque bebe de un cáliz de cenizael recuerdo de tu boca que sabe a silencio
el mismo que aguarda la orquídea desnuda de tu sueñobajo el suelo amarillo de la espera el mismo centinela de las horasque augura el nacimiento de un mes desconocidocuando el espejo del mar, la lunarevele de nuevola alegría que dejaste en cada cosa.
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Vigilia
Cómo decir sueñosi tu nombre teje mi vigilia
cómo decir ausenciasi tu piel, en olas,ruge debajo de la mía
cómo decir soledadsi el vaso que tocastetodavía está conmigo
cómo decir tristezasi la alegría de esa nube, ¿tu caricia?pasa preguntandopor mi mejilla azul en la ventana.
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Tu nombre
Mano que acaricia suavemis pensamientos
sombra que se asoma a la orilla de mi piel azulpara buscarse
mirada que se hundedibujando ondas de líquido tiempo, espantando el oscuro tedio de la calma
sueño que miro desde el fondo cuando tus ojos de aire se sumergen en mi caracomo peces.
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Ausencia
Y de repenteel sonido de mi sangrecomo una voz que fluye
que ella pronuncia
antes del vuelo sumergidode mis ojos antes de hacerse vino mi seden el cáliz de su nombre
antes del oscuro llanto
cuando su ausencia me abracey me sostengaal mirar su repetido rostroen el espejo.
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Oración
A esa que sueño y canto,que me nombra y me corrompe
A esa que al alejarse me oscurecey al besarme me calcina
Verso y condena
Palabra de la carne y del silencio
Diosa que asesino y obedezco
A esa, invariable y única, esa bestia,circular y alta en mi memoria: tan ángel y tan puta.
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Balada
Muérdeme los sueños esta noche
despacio,como las olas tercas que lamen los pasos de los hombres
para el olvido o para la vidamuérdeme
muérdeme la piel como una manzanay mancha tu boca de rojo sangre que es tu líquida ausencia
muérdeme
para la vida o para el amor,muérdeme
que tengo hambriento el corazón.
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Bendito
Bendito el coraje de tu corazón arisco,el deseo inmortal que nos cubre como un manto
Bendita tu lengua peregrina,la canción de ropas que alcanzan a los pájaros
Bendito el afán de tus senos, el arado de tus uñas,el rojo prisionero de tu mano
Bendito el minotauro en tu cueva enloquecido,el potro de mi alba en la llanura de tu vientre
Bendita la serpiente erguida de tu espalda,la jauría de perros que saltan de tu cara
Bendita mi esperanza, tu bofetada, la palabra “golpéame” que susurras
Bendito mi idiota “te quiero”, tu silencio,el triunfo de los guerreros derramados
Bendita sea la muerte, la culpa,la tumba de sudor que nos redime.
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Manos
Secretas en el origenque hurgan y empuñan este barromojado de aurora, como dos aves en su aventura de saberse libresinventando mi cara, mi vientre…hasta la curva del cuello del amor palpando, s, o i cuando se yergue d pensado como una rosa, en el lenguaje del delirio que rima entre tus dedos.
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Letra lamida
1
ARDES EN MI COPA como una hoguera
dijiste
y mojándome de llamasprofundo hundí mi lengua.
2
CON EL DEDOde mi lenguahurgo por el vino que será
dulce ebriedad,abismo
canción vertidade tu mariposa oscura profanada.
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3
GUARDAS MI DICHAcomo el último secreto
y en el culto de la carneinvocas la luz que agradecen tus mejillas
más esclavo
chorreada de luz así me ciegas.
4
PÁLIDA Y CON EL CABELLO MOJADOva esa muchacha sonriéndose mi sed que bebió vertida con la copa de sus piernas.
5
CANTA LA NOCHE desde el fondo de la página
es el alba un verbo aún no dichopor el dios oscuro de tu boca.
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Atardecer
Rostro de fuegocorazón suicida
rosa arrecha mandarinaa la mitad
sombra de tu vozoscuridad.
56 57
El color de tu palabra
Nutrida el alba de milagrosencumbran tus labios la bóveda del día
Trepido del mar malevo que devuelve tu belleza y agita sus preguntas en el nido azul del ave oscura
Libre león al viento
Mi voz de sal se hunde arribabuscando el color de tu palabra.
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El artista
Como si el ayer cantaseel agua demasiado tristevuelve a la memoria de las piedras
voy cruzando el sueño bajo una luna que se asoma lentapor la garganta del cuervo,en la alegría de mi deciral dibujar tus labios
y te miro la voz al llenarme la sombray te palpo las manos al entonarme lento
dices que un poeta se detiene un pocoal dibujarte las palabras.
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Paisaje
QUÉ CERCA ESTAMOS CUANDO EL RELÁMPAGO del recuerdo nos pone flores en las manos, cuando el amor viene a nuestros labios como un cartero que se cansa de llamar a la puerta; qué cerca estamos cuando nuestros nombres aparecen en el lomo de los hormigas que cargan para el mundo el milagroso pan de la mañana, cuando llenamos de barquitos el oleaje de nuestras sonrisas que flotan a distancia; qué cerca estamos cuando preferimos vestirnos el alma de paisajes de ayeres y palabras, cuando entendemos que el perfume de nuestros labios ha sido este escudo de piedra donde rebotan nuestras ansias; qué cerca estamos cuando le decimos a este amor basta, tantas veces, y sin embargo sólo retejemos su bandera.
Un gran granode arena
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Las palabras del viento
Adoro las cortinas alba de las montañas y del día,y la bandada de colores que se suelta en el ocaso, entre nubes que miro y pasanllevándose mis ojos
adoro la brújula del sol que sube como un pájaro en mi pecho,la paz del agua quieta de la fuenteque nadie ha vistoy en ella el reflejo del mundo que nadie toca
y adoro mirar la soledad de cada cosa en el parque, tan sereno,cuando estoy solo y quiero algoy escucho con atención las palabras del viento tan sencillas.
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Fábula
La serpiente del caminitolleva en su lomo una serpiente de hormigas
una niña que no vemoslas arrea con los ojos
les canta
y ellas marchan laboriosas
Una de ellas se rezaga con la palabrita más bella de una frase del libro de la vida que va en fragmentos-que cada quien lleva a sus espaldas-
las flores la animan diciendo sus colores
la brisa aplaude con sus hojas
Vamos, amiga
que un anciano pasa sus páginasen el corazón del tronco.
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Samsara
Así como una montaña no forma una cordillera
un ser solitario no puede ser completo
la firmeza de una colina frente al marla siente la cima que en el extremo del valleencumbra la llanura
por eso
¿quién en la siguiente esquinapodrá dar fe de mi alegría?
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Agua de la noche
1
Y la enorme gata blanca avanzaescondiendo sus pisadas en el agua oscuraacechando a un dios que esculca sus plumasen lo inmenso
ciertas sombras curiosas
ciertas sirenas que cantan desde el principio
miran desde el fondo.
2
¿Quién lleva en lo altoesa lámpara
quién repite sus pasos en el sueño
quién arroja con bondadsus diamantes en lo oscuro
quién dichosa olvidahundiendo sus pies en el poniente?
66 67
Himalaya
Mientras el aliento del dragón se extienda y su corazón conmueva el lejano pecho de cada criatura,el reino de las nubes verá siempreuna espina dorsal elevarse en las memorias.
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Rocío
1
Hay un árbol de agua en el jardín de mi infancia
sonidos de musgo
y vencidas promesas llovidas del ayer
un fluir que nos recuerda que todos fuimos una lágrima.
2
Mi soledad danza,ideada, desnuda,alrededor de una hoguera, ensueño.
No sé de dóndeuna gota de luz, una y otra, hacen florecer a la tierra,mi cuerpo.
68 69
Cuerpo en el silencio
Vuelve mi voz a la piedra,a la blanca sed donde se agita el ángel de mi mano y se desangra
vuelve la mudez del espejoen el repetido espectro de sus ansias: la silla, las hojas,el lápiz en el aire
las ondas de agua que se cierranal hundirme
mi silencio que quedóy desaparece.
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Casa de cristal
Aquel en el espejo respira mi rostro
la realidad empañada es ciegaporque el niño que me observaha crecido
es a él a quien lo atrapan los años
yo, en cambio, he podido escapar quedándome en el hielo recogiendo lo que él abandona
lo que olvida
al mojarse los ojos en el tiempo.
70 71
Mística
Hay un búho que sueñaen la nieve,que acecha mis ojosy mi pálpito
dime, emplumada piedraqué noches llevas asidas en tus alas,qué sombras se desangran en tus garras,ahora que nievan mis palabrasy me descubres acá arribay parpadeas
de un salto me destrozasen silencio.
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Piedras de agua
Voy en el vuelo suspendidode las horasbuscándome en los aromas del jardín.Ante esa cruz que se dibuja entre la hierbaes la vida que recuerda,el sol que al dar la vuelta invita mi sangre al tiempo,a la luz que duerme entre los pétalospara desvestir mi verdad en otro otoño,para beber estas piedras de agua en el invierno ytocar con mis ojos lo guardadopara mí en el poniente
al menos una primaveraa pesar de las tenebrosas guerras de los labios.
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Concha de caracol
Caminas por la arenay a cada paso las olas desmiententu pasado
auscultas la soledad de las cosasen el fondoy piensas si acaso el sol y la lunaconocen los hilos de luz y sombra que forman tu nombre
entonces la encuentras y reconoces en ella la posibilidad de una música,y la colocas allí, en tu oído, donde baila el fósil de tu memoria
y esa antigua marea te abraza y te bendice,te recuerda el cuerpo que eras,tu coraje de aquella vez cuando te fuiste.
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Canción de medianoche
Sobre las olas se abrazan las montañas
sábanas de brisa cubren sus pies y un pez de maderale duerme en el ombligo
yo no sé del tiempo y de sus cuchillosy desconozco el lenguaje de las sombras y de los muertos
ignoro las trampas que se tejen en los abismos
pero cuando el agua está quietayo lo sées la Luna que está soñando.
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En la víspera del sueño
Mientras el maracaricia las orillasde mi cuerpo
la palmera se mueve saludando la secreta noche
el viajero hurga, nombra
en la vísperala tortuga siembrasus huevos en mi vientre.
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Cruzar la calle
Al otro lado de este sueñouna sombra me aguarda en las esquinas
cuántos recuerdos nos olvidan
cuántos de estos pasos no son nuestros
(nunca crecemos)
Aunque ya no necesitemos de alguien para cruzar la calle,el tiempo sigue siendo un adulto que nos lleva de la mano.
76 77
Walt Whitman
Y dicen las piedras que son pájaroslos pensamientos del poeta
y dice el viento que son flores danzantessus preguntas
y el río rumorosoque hacia la otra orilla avanzansus delirios
voy a creerles
entre tanto miro al tendido que sueña respirado por la hierba.
78 79
Debajo del agua hay un árbol
No tiene ramasno tiene frutos
sus raíces no pueden verseni su tronco abrazarse
no lo sueñesno lo busques
deja que sus hojas terminen de secarse
deja que la arena cubra el cuerpo de su sombra
ignora su antiguo aromay olvida la alegríadel hombre que habitó
no lo sueñesno lo busques
sin embargodebajo del agua hay un árbol.
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Uni-versos
Sangra desde mí la noche
voy como el agua en sueñoa la latitud de los secretosdonde emergen los signos en su sed de luz y profundidad
y circundado de vocesvoy preguntandovoy respirando
descifrando los universosque los universos arrojan a mis manos.
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Mi alma de los días
Retroceden mis ojos ante el ruido que nos borra los pájaros del rostro
vuelven al viento mis sueños que se alejanenmudeciendo los espejos
crezco de silencio
huye de mí el cielo
visto los pulidos huesos de los días que germinan en el fondo.
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Viajante
Salir de la casa de la semilla,subir la corteza, dejar el nido
arropar con mi alma ocrela vieja teja
viajar en lo que respira la brisa y ser gota en la ondeante piedra
arrojarme en la última olay entregarme a míen el regreso
ser un gran grano de arena.
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Índice
Lo que empañan las ventanas
En el suburbio de mi alma. . . . . . . . . . . . . . . . . 11Herederas de la noche . . . . . . . . . . . . . . . . . 12Eco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13Cuando hace frío caminar. . . . . . . . . . . . . . . . 14Traba de la noche. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16La capital de los hijos grises . . . . . . . . . . . . . . . 18El ciego. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20Los locos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21Caleidoscopio de una piedra. . . . . . . . . . . . . . . 22Un corazón lleno de hierba . . . . . . . . . . . . . . . 24Cuando la memoria se viste de vigilio. . . . . . . . . . . 26Canción del olvido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28Falso positivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30Murmullos en el jardín. . . . . . . . . . . . . . . . . . 32La casa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33El aprendíz. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34Lo que empaña las ventanas . . . . . . . . . . . . . . 36
Al pasar mi sombra te regresa
Canción de amor. . . . . . . . . . . . . . . . . 43Cuando me escampe el rostro . . . . . . . . . . . .44Rayuela. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45Caleidoscopio. . . . . . . . . . . . . . . . 46Vigilia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47Tu nombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . .48Ausencia . . . . . . . . . . . . . . . . . 49Oración . . . . . . . . . . . . . . . 50
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Muérdeme los sueños. . . . . . . . . . . . . . . . 51Bendito. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52Manos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53Letra lamida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54Atardecer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56El color de tu palabra. . . . . . . . . . . . . . . 57El artista. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58Paisaje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Un gran grano de arena
Las palabras del viento . . . . . . . . . . . . . . 63Fábula . . . . . . . . . . . . . . . . . 64Samsara. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65Agua de la noche. . . . . . . . . . . . . . . . . . 66 Himalaya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67Rocío. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68Cuerpo en el silencio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69Casa de cristal. . . . . . . . . . . . . . . . . 70Mística. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71Piedras de agua. . . . . . . . . . . . . . . . . 72Concha de caracol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73Canción de medianoche. . . . . . . . . . . . . . 74En la víspera del sueño. . . . . . . . . . . . . . . . 75cruzar la calle . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76Walt Whitman. . . . . . . . . . . . . . . . . . 77Debajo del agua hay un árbol . . . . . . . . . . 78Uni-versos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79Mi alma de los días . . . . . . . . . . . . . 80Viajante . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81